21 octubre 2012

Año XII

Periódico de Evangelización Integral 21 de octubre de 2012Colaboración: $8.ºº

No. 611

Diócesis de San Juan de los Lagos, Jal.

Apertura del Año de la Fe y Dedicación del templo de

Santo ToribioFiestas en honor a

San Francisco de Asís

San Juan de los Lagos, Jal.Pág. 4

Degollado, Jal.La parroquia de Santa María de Guadalupe celebra la apertura

del Año de la Fe

Pág. 6

Nuestra Diócesis se vistió de fiesta el pasado viernes 12 de Octubre al celebrar la apertura del Año de la fe y la Dedicación del Templo de Santo Toribio donde, desde este día, descansan las reliquias del patrono de los Migrantes y los fieles devotos podrán acudir con más comodidad a pedirle y agradecerle los favores recibidos. Se tuvo la presencia del excelentísimo Señor Nuncio Apostólico Christophe Pierre, Mons. Felipe Salazár, Mons. José María de la Torre, Mons. Javier Navarro, Mons. José Leopoldo González, Mons. Raúl Gómez y Mons. José Trinidad Sepulveda,

Jalostotitlán, Jal.Recordando al

Padre Blas González

Pág. 10 Sobre vivirDel propósito original y de los buenos hábitos de la memoria

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2 21 de octubre de 2012

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1.- La presente reunión episcopal dedica momentos importantes para ver, reflexionar y proyectar las acciones pastorales en torno a una realidad humana de capital importancia: LA FAMILIA.

Esta oportunidad hace eco a la misma preocupación que se vive a nivel nacional, de parte de los hermanos obispos, pues por ello se dedicó la pasada Asamblea de la CEM a este tema. También los obispos latinoamericanos y del caribe nos instan a realizar en la diócesis una pastoral familiar “intensa y vigorosa” “DAp 435).

2.- La Iglesia, desde siempre, se ha ocupado por la familia. La preocupación y prioridad pastoral a la familia, se inspira en la misma Palabra de Dios. La familia tiene su base y principio en el matrimonio.

Es obligación nuestra, los pastores de almas, prestar asistencia a los fieles para que el estado matrimonial se mantenga en el espíritu cristiano y progrese hacia la perfección.

Así lo ha codificado la Iglesia en el c. 1063. Por si no quedara del todo claro, el mismo canon desglosa en cuatro puntos la atención a los matrimonios; a saber: a) mediante la predicación, la

catequesis acomodada a los menores, a los jóvenes y a los adultos, e incluso con los medios de comunicación social de modo que adquieran formación sobre el significado del matrimonio cristiano (preparación remota)

b) por la preparación personal para la celebración del matrimonio. Esa preparación debe impulsar a la búsqueda de la santidad y a cumplir las obligaciones de estado. De alguna manera este punto se cubre con la preparación pre-matrimonial (preparación próxima)

c) por la fructuosa celebración litúrgica del matrimonio, donde se resalta el misterio de unidad y amor fecundo entre Cristo y la Iglesia y que participan de él (celebración) por la ayuda prestada a los casados, para que lleguen a una vida cada vez más santa y más plena manteniendo y defendiendo la alianza conyugal (formación y acompañamiento permanentes).

3.- El mismo Código, en el canon subsiguiente, anota que corresponde al Ordinario del lugar cuidar de que se organice debidamente esa asistencia a los fieles (c. 1064).

En otra palabras, el obispo es el primer responsable de la pastoral familiar (FC 73), y debe considerar a esta pastoral como su prioridad. Aún más, el Papa Juan Pablo II enfatiza que el obispo debe dedicar mucho interés a la pastoral familiar, así como “tiempo, personas, recursos; y sobre todo apoyo personal a las familias y a cuantos le ayudan en la pastoral de la familia (FC 73). 4.- En la pasada Asamblea de la CEM; la Provincia se puso tres desafíos, ante tres realidades:

a) Falta formación permanente, tanto en la preparación como en el acompañamiento, por que falta implementar procesos de formación en la fe. No hay conciencia de esto en los sacerdotes.

b) Falta consejería para los problemas de matrimonio y de familia.

c) La familia no es formadora de personas, por que el ambiente relativista, hedonista y sensualista, no lo facilita. Además, hay poco aprecio al matrimonio.

5.- Ya en los desafíos se ve un hueco tradicional en la atención pastoral de los matrimonios y de la familia: la formación permanente.

Gracias a Dios, hemos avanzado mucho, sobre todo a partir de la Pastores dabo vobis, en la formación permanente de los sacerdotes.

Esa preocupación ha llevado a múltiples iniciativas y actividades para

Mensaje Provincial sobre las FamiliasLa voz de nuestros Obispos

adecuar de la mejor manera la formación presbiteral a las exigencias del mundo actual y cambiante. Y con la vocación matrimonial, ¿qué hemos hecho? Vemos, sin embargo, la plaga de los divorcios efectivos aumenta día con día (sin contar los que de facto están distanciados, cuasi divorciados), la fecundidad en los padres cristianos disminuye sensiblemente, la fe no se trasmite con la misma solidez y consistencia que antaño, el embarazo de adolescentes, la banalización de la sexualidad, la multiplicación de las madres solteras y de familias “reconstruidas”, el aprecio a la vida consagrada disminuye en los ambientes familiares, la vida y la convivencia familiar se fragmentan y se pulverizan, etc.

6.- Y esto no es indiferente a los miembros de la familia, particularmente a los padres y abuelos. Y sabemos que, muchos de ellos están preocupados en contrarrestar todo esto, pero no tienen las herramientas para hacerlo, no saben cómo llevarlo a cabo.

La formación permanente de los matrimonios y de la familia sería un camino viable que proporcione herramientas de solución.

De manera visionaria, este tipo de atención a la familia la había intuido Juan Pablo II, y lo plasmó en la Carta Magna de la familia. Familiaris consortio en el número 69: El cuidado pastoral de la familia… significa el compromiso de todos los elementos que componen la comunidad eclesial… en ayudar a la pareja a descubrir y a vivir su nueva vocación y misión.

7.- Finalmente, nos es también luminosa la reflexión que aporta el papa Benedicto SVI en la alocución del 8 de noviembre de 2005: “el esfuerzo por formar sólidas familias cristianas se revela de particular importancia para la vida de la Iglesia, por que precisamente de la familia depende la posibilidad de contar con nuevas generaciones sanas y generosas, y de presentarles la belleza de una vida consagrada totalmente a Cristo y a los hermanos.

Por eso, han hecho bien en tomar como punto prioritario el compromiso de atención a las familias, tanto a las que se están formando, como a las ya formadas, que quizás atraviesan dificultades”

Santa Ana de Guadalupe, Jal.20-21 de agosto de 2012

Mons. José Francisco González González

21 de octubre de 2012 3

Vivir este año como una peregrinación en los desiertos del mundo contemporáneo

El 10 y 11 de octubre fueron días llenos de actividad para el Papa Benedicto XVI, que asume con alegría y sencillez cada jornada. El motivo de esta actividad fue la inauguración del Año de la Fe, convocado por él, para conmemorar el 50° aniversario del inicio del Concilio Vaticano II y el 20° de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica. El miércoles 10 de octubre recibió a los peregrinos venidos de todo el mundo en la Plaza de San Pedro y dirigió la primera catequesis sobre el Concilio que estará compartiendo los miércoles. El 11 de octubre por la mañana presidió la solemne concelebración con la que inauguró el Año de la Fe, acompañado por muchos obispos y fieles venidos de todo el mundo y con la presencia especial del Patriarca Ortodoxo de Constantinopla y del Arzobispo de Canterbury. Fue una celebración solemne, sencilla, profunda, emotiva, participada… Por la noche se asomó a su ventana y dirigió un mensaje a todos los que estábamos reunidos en la Plaza de San Pedro.

Queremos compartir con ustedes algunos fragmentos de las palabras pronunciadas por el Papa, en este día especial, que nos ayudan a conocer y a profundizar lo que creemos y el sentido de este Año de la Fe que comienza y que terminará hasta noviembre del 2013.

CATEQUESIS DEL 10 DE OCTUBRE

En la vigilia del día en que celebramos los cincuenta años de la apertura del Concilio Vaticano Segundo y el inicio del Año de la fe deseo hablar de este gran evento eclesial, del cual, yo soy testigo directo. Este evento aparece ante nuestros ojos como un gran fresco, pintado con variados y múltiples elementos, bajo la guía del Espíritu Santo. Y como de frente a un grande cuadro de aquél momento de gracia, continuamos también hoy descubriendo las extraordinarias riquezas, contemplando los aspectos particulares, los fragmentos, los detalles.

Los documentos conciliares son una brújula que permite a la barca de la Iglesia navegar en mar abierto, en medio de las tempestades o de la calma, para llegar a la meta. Debemos aprender las lecciones más simples y fundamentales del Concilio, a saber: que el cristianismo en su esencia consiste en la fe en Dios y en el encuentro con Cristo, que orienta y guía la vida. Lo más importante hoy, como era el deseo de los Padres conciliares, es que se vea, de nuevo, con claridad, que Dios está presente, nos mira, nos responde; y que, por el contrario, cuando falta la fe en Él, cae lo que es esencial, porque el hombre pierde su dignidad. El Concilio recuerda que la Iglesia tiene el mandato de transmitir la palabra

del amor de Dios que salva, para que sea escuchada y acogida aquella llamada divina que contiene en sí las bienaventuranzas eternas. El Concilio es una fuerte invitación a redescubrir cada día la belleza de la fe y a conocerla de modo profundo, para una más intensa relación con el Señor y a vivir auténticamente la vocación cristiana.

HOMILÍA DEL 11 DE OCTUBRE

El Año de la fe que hoy inauguramos está vinculado coherentemente con todo el camino de la Iglesia en los últimos 50 años: desde el Concilio, mediante el magisterio del siervo de Dios Pablo VI, que convocó un «Año de la fe» en 1967, hasta el Gran Jubileo del 2000, con el que el beato Juan Pablo II propuso de nuevo a toda la humanidad a Jesucristo como único Salvador, ayer, hoy y siempre. Estos dos Pontífices, Pablo VI y Juan Pablo II, convergieron profunda y plenamente en poner a Cristo como centro del cosmos y de la historia, y en el anhelo apostólico de anunciarlo al mundo. Jesús es el centro de la fe cristiana. El cristiano cree en Dios por medio de Jesucristo, que ha revelado su rostro.

Él es el cumplimiento de las Escrituras y su intérprete definitivo. Jesucristo no es solamente el objeto de la fe, sino, como dice la carta a los Hebreos, «el que inició y completa nuestra fe» (12,2). Si hoy la Iglesia propone un nuevo Año de la fe y la nueva evangelización, no es para conmemorar una efeméride, sino porque hay necesidad, todavía más que hace 50 años. Y la respuesta que hay que dar a esta necesidad es la misma que quisieron dar los Papas y los Padres del Concilio, y que está contenida en sus documentos. También la iniciativa de crear un Consejo Pontificio destinado a la promoción de la nueva evangelización, al que agradezco su especial dedicación con vistas al Año de la fe, se inserta en esta perspectiva. En estos decenios ha aumentado la «desertificación» espiritual. Si ya en tiempos del Concilio se podía saber, por algunas trágicas páginas de la historia, lo que podía significar una vida, un mundo sin Dios, ahora lamentablemente lo vemos cada día a nuestro alrededor. Se ha difundido el vacío. Pero precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este vacío, es como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su importancia vital para nosotros, hombres y mujeres. En el desierto se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza. La fe vivida abre el corazón a la Gracia de Dios que libera del pesimismo. Hoy más que nunca

evangelizar quiere decir dar testimonio de una vida nueva, trasformada por Dios, y así indicar el camino…

SALUDO A LOS PARTICIPANTES DE LA

PROCESIÓN CON ANTORCHAS “Buenas noches a todos y gracias por haber venido. Hace cincuenta años, este mismo día, yo también estaba en esta plaza, mirando a esta ventana a la que se asomó el Papa bueno, el beato Juan XXIII, que pronunció palabras inolvidables, palabras llenas de poesía, de bondad, palabras que salían del corazón.

“Éramos felices y estábamos llenos de entusiasmo. El gran Concilio Ecuménico se había inaugurado; estábamos seguros de que llegaba una primavera para la Iglesia, un nuevo Pentecostés, con una presencia nueva y fuerte de la gracia liberadora del Evangelio.

“Hoy también estamos felices, tenemos alegría en nuestro corazón, pero podríamos decir que es una alegría, quizás, más sobria, una alegría humilde. En estos cincuenta años hemos aprendido y experimentado que el pecado original existe y se traduce, siempre de nuevo, en pecados personales, que pueden transformarse en estructuras del pecado. Hemos visto que en el campo del Señor también hay siempre cizaña. Hemos visto que en la red de Pedro también hay peces malos. Hemos visto que la fragilidad humana también está presente en la Iglesia, que la barca de la Iglesia también está navegando con viento contrario, en medio de tempestades que la amenazan y, a veces, hemos pensado: «El Señor duerme y se ha olvidado de nosotros».

“Esta es una parte de las experiencias de estos cincuenta años, pero también hemos tenido una experiencia nueva de la presencia del Señor, de su bondad, de su fuerza. El fuego del Espíritu Santo, el fuego de Cristo no es un fuego devorador o destructor; es un fuego silencioso, es una pequeña llama de bondad y de verdad que transforma, que da luz y calor. Hemos visto que el Señor no nos olvida.

“Hoy también, a su manera, humildemente, el Señor está presente y calienta los corazones, muestra vida, crea carismas de bondad y de caridad que iluminan al mundo y son para nosotros garantía de la bondad de Dios. Sí, Cristo vive, está con nosotros también hoy, y podemos ser felices también ahora porque su bondad no se apaga. ¡Hoy también es fuerte!

“Para terminar, me atrevo a hacer mías las palabras inolvidables del Papa Juan: «Váyanse a casa, den un beso a los niños y díganles que es un beso del Papa»”.

Apertura del Año de la fe en RomaPor: P. José de Jesús Robelo


Sobre vivirDel propósito original y

de los buenos hábitos de la memoria

P. Juan José Saldaña

En el principio era el gozo y la felicidad. Las experiencias concretas de la vida estaban rodeadas de placeres concretos y simples: comer una fruta, beber un vaso de agua fresca, apretar la mano de un amigo, contemplar un atardecer, escuchar una melodía, conocer la verdad y creer en Dios. En el principio era así y así debía continuar. La ley estaba escrita en el corazón: sé feliz, goza la vida. Los filósofos y los teólogos llaman a este estado del alma “la edad de la inocencia”. La palabra no es para nada moderna. Ya Platón sufría lo indecible cuando trataba de despertar en sus discípulos la contemplación del Bien. El sabio filósofo no quería enseñarles nada, sólo quería que recordaran su condición primera; quería despertar en ellos la memoria original. En palabras actuales se diría que se trataba del propósito simple de la vida: una vida sencilla dedicada a lo más sublime en el ser humano, la contemplación de la belleza y la acción correcta. Muchos olvidan por qué hacen lo que están haciendo; olvidan cuál era el propósito principal de sus actividades y opciones actuales. Más allá de nuestras opciones de vida existen metas universales que estamos olvidando. Es cosa buena y justa poseer un título universitario, una bella esposa o esposo, una casa feliz y un auto nuevo a la puerta. Pero esos no son los propósitos originales de nuestra existencia. Al olvidar lo esencial no disfrutamos los simples placeres de la vida. Las metas universales de toda persona humana son éstas: ser uno mismo, ser una persona tranquila, ser dueños de nuestras situaciones, ser equilibrados, sentirse valiosos. El cansancio y el agobio provienen de metas no originales que nos hemos trazado: dinero, aplausos, respetabilidad social, relaciones humanas de utilidad y no de amor. Una vez que recuerdo el propósito para el cual fui creado (gozo y felicidad), puedo reiniciar un camino hacia las metas fundamentales, hacia las montañas dignas de ser escaladas: mi propio ser, la verdad y Dios. Después de un día intenso llega la noche, arribamos a casa. El cansancio y una cierta melancolía nos acompañan. Nos esperan nuestros seres queridos, tal vez una mascota. El hambre puede ser vencida por el sueño. He logrado cumplir con responsabilidad este día. Mi trabajo fue valorado y gané algunos pesos de más. Estoy seguro en casa, mañana será otro día. Pero... ¿fui feliz?, ¿fui yo?, ¿disfruté lo que hice?, ¿defendí la verdad?, ¿gocé mis pensamientos?, ¿me siento más enamorado?, ¿valió la pena ser fiel?... No olvidemos el propósito original.

En San Juan de los Lagos, Jal., la Fraternidad de la Inmaculada Concepción.

Iniciamos el homenaje a San Francisco de Asís con un retiro, organizado por el asesor de la fraternidad local, Pbro. Ernesto Lomelí.

Desde el 26 de septiembre comenzamos a reunirnos en el templo a rezar el Viacrucis o la Corona Franciscana.

Lunes 1° de octubre. Eucaristía presidida por el Pbro. Ernesto Lomelí. Rezamos la novena y salimos en peregrinación por las calles acompañados por la danza y con una imagen de San Francisco de Asís, el estandarte, una TAU, y regresamos al templo de la Tercera Orden para celebrar una Hora Santa.

Martes 2 de octubre. Eucaristía presidida por el Sr. Cura Juan Martín González Dávalos. Luego el rezo de la novena.

El día 3 de octubre rezamos la corona Franciscana dirigida por el Pbro. Guillermo Huerta Muro Asesor Diocesano de la OFS. Más tarde, la Eucaristía fue presidida por el P. Guillermo; dentro de la Misa hicimos la renovación de votos de las hermanas de

Fiesta en honor a San Francisco de Asís

la OFS, y al terminar rezamos el Tránsito de Nuestro Padre San Francisco celebrado pr el P. Memo. Siguió, el rezo de la Novena.

El 4 de octubre tuvimos el rezo de vísperas, la Eucaristía presidida por el Vicario General D. Pedro Vázquez Villalobos; rezamos la novena y pasamos a la tradicional Kermesse.

PAZ Y BIEN

Momento de la renovación de votos de las hermanas de la Orden Franciscana Seglar

P. Memo en la celebración eucarística

San Juan de los Lagos, Jal.


Este 11 de octubre ha iniciado el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI para celebrar el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. Con este motivo, van las siguientes líneas.

Juan XXIII sorprendió al mundo cuando el 25 de enero de 1959 anunció la celebración de un Concilio para abordar el papel de Iglesia en el mundo moderno: promover la unidad de los cristianos y reformar o actualizar la Iglesia; el 25 de diciembre de 1961 lo convocó, y luego presidió su apertura y el primer periodo.

El Concilio Vaticano II se estructuró en cuatro periodos. En el primero (11 de octubre-8 de diciembre de 1962), participaron 2,500 padres (en Trento fueron unos 250, y en el Vaticano I 750); fueron invitadas diversas iglesias separadas de Roma; de tal manera que, junto con observadores, peritos y auditores, participaron unas 3500 personas; además, se trasmitieron en vivo sus sesiones.

Segundo periodo (29 de septiembre-4 de diciembre de 1963). El 4 de diciembre se aprobó la Constitución sobre la Sagrada Liturgia con 2,147 votos a favor y 4 en contra; y el decreto sobre Medios de comunicación. Casi de inmediato se puso en ejecución y fue el primer fruto palpable de la labor conciliar.

En este periodo se trabajó en lo que sería la Lumen gentium, a la que se integró el esquema sobre la Virgen María (para marcar su relación con la Iglesia) y se desarrolló la doctrina sobre el episcopado y sobre la colegialidad episcopal, tan fecunda posteriormente. Tercer periodo (14 de septiembre-21 de noviembre de 1964). El 21 de noviembre aprobó la Constitución dogmática sobre la Iglesia (2,151 a favor por 5 en contra), el decreto sobre las Iglesias orientales católicas, y el decreto sobre Ecumenismo.

A la Lumen gentium el Papa Paulo VI mandó añadir una nota previa sobre la relación de la colegialidad episcopal con el primado pontificio, anunció reformas en los organismos centrales y la creación de las comisiones para poner en práctica las decisiones conciliares.

Cuarto periodo (14 de septiembre-8 de diciembre de 1965). El 28 de octubre aprobó el decreto sobre el oficio pastoral de los Obispos, el decreto sobre la adecuada renovación de la Vida Religiosa, el decreto sobre la Formación Sacerdotal, el decreto sobre la Educación cristiana de la juventud, y la declaración sobre las relaciones de la Iglesia católica con las religiones no cristianas.

El 18 de noviembre se aprobó la

Constitución dogmática sobre la Divina Revelación (2,344 votos a favor, 6 en contra), y el decreto sobre el apostolado de los Laicos. El 7 de diciembre aprobó la declaración sobre la Libertad religiosa, el decreto sobre la Actividad Misionera de la Iglesia, el decreto sobre el ministerio y vida de los Presbíteros, la Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual (2,309 votos a favor, 75 en contra y 7 nulos), y se levantó la excomunión de 1054 contra Miguel Cerulario.

Al día siguiente, en la clausura, el Concilio emitió un mensaje a la humanidad, y el Papa puso fin a dicho Concilio.

La constitución Dei Verbum causó admiración incluso en las Iglesia de la Reforma; el decreto sobre los obispos creó las conferencias episcopales con carácter territorial; la Gaudium et spes abrió perspectivas de renovación.

Al final, el Concilio elaboró cuatro Constituciones (Lumen gentium, Dei Verbum, Sacrosanctum Concilium, Gaudium et spes), nueve decretos (Christus Dominus, Presbyterorum ordinis, Optatam totius, Perfetae catitatis, Apostolicam actuositatem, Orientalium Ecclesiarum, Ad gentes, Unitatis redintegratio, Inter mirifica) y tres declaraciones (Dignitatis humanae, Gravissimum educationis, Nostra aetate).

En estos documentos quedó patentizado el esfuerzo de reforma y de renovación de la Iglesia, a favor de la unión de los cristianos y de aproximación solidaria y evangelizadora al mundo actual. Las actitudes de servicio y de diálogo (hacia dentro de la Iglesia, hacia los hermanos separados y hacia el mundo) habían marcado la pauta renovadora.

Para la aplicación de las cuatro constituciones, los nueve decretos y las tres declaraciones se crearon diversas comisiones permanentes o transitorias: la Comisión para la revisión del Código, para la unidad de los cristianos, las comunicaciones sociales, la aplicaciones de la constitución de liturgia, etc., así como la Comisión central para la interpretación de los Documentos conciliares y coordinar los trabajos de las comisiones; igualmente se creó el Sínodo de los obispos, órgano consultivo del Papa.

Los años sesenta fueron años decisivos para el mundo actual; estaban llegando a los puestos directivos de la sociedad los hijos cuyos padres murieron en la Segunda Guerra Mundial, que habían crecido sin la figura y la autoridad paterna, tanto en Europa como en los Estados Unidos; fueron los años de la revuelta contra la figura paterna y la tradición: el rock and roll, los hippies, la liberación sexual, el feminismo, la protesta estudiantil, la drogadicción, el nacimiento de la cultura de

masas... El mundo parecía abrirse a una nueva era con la llegada del hombre a la luna, con la revolución china y la promoción del comunismo por medio de guerrillas y escuelas en todo el mundo.

En este terreno fue sembrado el Concilio; la renovación estructura que operó en la Iglesia la preparó para afrontar los años sucesivos, en los que se manifestó una enorme crisis cultural caracterizada por la difusión del consumo de drogas, de la práctica del aborto, de la promiscuidad sexual, del consumismo; de la pérdida del sentido religioso, de la promoción de lo trivial y de la diversión como criterio de conducta.

El Concilio señaló la actitud de los cristianos ante el mundo moderno: la simpatía que se traduce en servicio, no en condena, sino en promoción de todo lo bueno y en el diálogo con los demás cristianos y con todos los hombres de buena voluntad. Además propuso un estilo de ser Iglesia: la comunión en el Pueblo de Dios, tanto entre pastores, como entre éstos y los fieles.

Finalmente, miró el futuro con optimismo, no con ingenuidad; partir de la muerte y resurrección y reinado de Cristo, no significa negar la autonomía de lo temporal, ni la libertad religiosa, ni lo positivo de las realidades humanas, sino creer que la humanidad está siempre acompañada por Dios.

A nivel teológico, el Concilio subrayó la comunión como vocación a la santidad de cada uno de los bautizados y vivencia eclesial (colegialidad); acentuó el papel del la Iglesia como servidora del hombre en cuanto sacramento universal de salvación; y recordó el lugar central de la Palabra que ha de ser anunciada por todo el Pueblo de Dios. La Iglesia, continuadora de la obra de Cristo y su sacramento, era vista en perspectiva escatológica, es decir, como morada de la Trinidad y como peregrina en el mundo.

El Concilio manifestó una clara opción por la renovación de la Iglesia; renovó el rito de cada uno de los sacramentos; mandó que se revisara y actualizara el derecho, el carisma y la disciplina de los institutos y congregaciones religiosas; se modificaron las relaciones de los episcopados con la Curia Romana; se renovaron los estudios teológicos; la Palabra de Dios ocupó un lugar central en la vida y en la fe de la Iglesia; se adoptaron nuevas actitudes en relación a los demás confesiones cristianas y las otras religiones, etc.

El Vaticano II asumió una actitud de diálogo como rasgo característico del catolicismo; diálogo al interno de la Iglesia, diálogo ecuménico, diálogo interreligioso,

A Cincuenta años del Concilio Vaticano IIPor: Pbro. Juan Carlos González Orózco

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Al conmemorar los 50 años de haberse celebrado el Concilio Vaticano II (CVII) y a 20 años del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC); el Santo Padre Benedicto XVI, ha decidido convocar este año 2012 al 2013, como el “AÑO DE LA FE”.

Celebrar el año de la fe es una gran oportunidad para ilustrar a todos los fieles la fuerza y belleza de la fe, para agradecer a Dios este gran regalo que por su bondad y gracia nos ha concedido desde nuestro bautismo. En la vida religiosa del creyente, la fe juega un papel primordial, pues es a través de ella recorremos nuestro camino de abandono y confianza en lo que no se ve, y que, al mismo tiempo, nos afianzamos creyendo en Alguien (Dios) y en algo.

El mundo y nuestra Iglesia, por la fe tiene innumerables y grandes testimonios de hombres y mujeres valientes que, convencidos y animados en su fe, la llevaron hasta el extremo de su vida, incluso hasta el martirio, derramando su sangre por Dios. El Santo Padre, en este año de la fe, nos hace una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor Jesús, pues Dios en la muerte y resurrección de su Hijo, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados.

Dejémonos guiar por el Santo Espíritu de Dios para crecer, madurar y testimoniar nuestra fe a través de una entrega generosa al servicio de los demás, haciendo eco de las palabras del apóstol Santiago cuando afirma: “muéstrame tu fe con obras, que yo por mis obras, te mostraré mi fe”.

Porque no basta con decir “yo creo” si no lo demostramos en cada instante y circunstancia de nuestra vida.

En efecto, la fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica, como experiencia de gracia y gozo.

Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo: abre el corazón y la mente de los que escuchan para recibir la invitación del Señor a aceptar su Palabra y convertirnos en sus discípulos y apóstoles en el mundo (Porta Fidei no. 7).

En conclusión, la fe sólo crece y se fortalece creyendo; no hay otra posibilidad para poseer la certeza sobre la propia vida que abandonarse en las manos de un amor que tiene su origen en Dios. Recorramos este camino de fe de la mano de nuestra madre María, modelo de fe y de testimonio gozoso del amor de Dios.

La parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe celebró la apertura del Año de la Fe

Degollado Jal.

Pbro. Francisco Javier Cruz RamírezFotos: Roberto Martínez

Bella imagen que muestra el entusiasmo de los fieles al celebrar el inicio del Año de la Fe. Sr. Cura Francisco Javier en la celebración.

Renovando las aguas del bautismo.


En positivo. Debería existir en nuestras estructuras sociales alguna procuraduría de “envolturas”; alguna gestión comunitaria habría de cuidar la venta de cajas y bolsas para regalos, las “boutiques” de ropa, sea de dama o caballero, los expendios de ropa para la cama o para la mesa, las tiendas de artículos decorativos y hasta las agencias de autos. Habría de pedirse a las personas un carné de autenticidad y coherencia para la adquisición de cualquier objeto de tipo ornamental. Debería de exigirse una carta de recomendación comunitaria y/o cartas de buena conducta en el pueblo para poder salir de compras a las grandes ciudades. ¡No se puede ir por la vida derrochando exterioridad! ¡No se puede engañar tan fácilmente a los demás con unas ropas, con unas formas, con un estilo que se quita y que se pone! A buenos contenidos buenos envases. La ropa debería ser de acuerdo al ser de cada persona, los adornos de casa de acuerdo a los valores familiares vividos, los autos

Re-evangelizaciónPor: Pbro. Oscar Villarruel

nuevos deberían de ser para la gente nueva –esa gente que nace con el sol de cada día-, uniformes que denotan poder para gente de alta moral y convicción de servicio, hábitos monásticos y atuendos clericales para consagrados 100% comprometidos con el Evangelio, templos llenos de arte para comunidades llenas de fe. Habría que manifestarnos desde adentro. En positivo, hacernos mensaje con la presencia, belleza de ser, no sólo de estar. En positivo, afirmar la vida desde adentro y colgar en el armario manifestaciones de vida no sólo de mercado; echar al lavaropa las prendas que cubrieron la persona no sólo su cuerpo. En positivo, vivir tal coherencia que no nos baste el arte de Dalí, ni de Botero, ni de Frida, ni de Warhol, ni de Bolstanki para adornarnos. Vivir tal profundidad de fe y adhesión a valores y principios que las envolturas sean moda de comunión, de justicia, de fraternidad, de santidad y de salvación. Evangelio, evangelizador y evangelización deben corresponderse como el interior al exterior.

Ideario eclesial de re-evangelización

“Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo.” (Documento de Aparecida, 32)

diálogo con todo lo que es humano: por la paz, por la justicia, por los derechos humanos, por el progreso de los pueblos.

La actitud de diálogo parte de un optimismo ante la historia, y de simpatía ante la humanidad y el progreso; por eso el Concilio no condenó a nadie, no descalificó, sino que pugnó por el respeto y la tolerancia.

Esto fue facilitado por la asunción de un esquema de comunión.

La Iglesia se descubrió como comunión; es Dios quien realiza nuestra comunión con él, y nos invita a la comunión de los hombres entre sí; la Iglesia ha de ser espacio de comunión en todos sus niveles: parroquial, diocesano, universal; el ministro ordenado es agente de la comunión.

La Iglesia es el sacramento de esta comunión con Dios (sacramento universal de salvación) y con los hombres (signo e instrumento de comunión); por tanto, ya es algo concreto; al mismo tiempo es escatológica; la Iglesia es una comunidad en camino,

Pueblo de Dios hacia la plenitud de salvación en la que ya se contiene la vida nueva como germen.

Se ha pasado de una Iglesia vertical a otra de estilo comunitario, donde en base al bautismo todos los bautizados participan de la vocación, carismas y misión de la Iglesia.

La comunión se ha reflejado en la internacionalización del Colegio Cardenalicio y de la Curia, en el establecimiento de las Conferencias Episcopales y del Sínodo de los obispos, así como en los Consejos Pastorales y de Asuntos Económicos en las parroquias y Diócesis, y del Colegio de Consultores y Consejo Presbiteral en las diócesis.

Además, se han impulsado los grupos, asociaciones y movimientos laicales.

Finalmente, la actitud de Iglesia servidora.

Con humildad se presenta como experta en humanidad y escuela de humanismo; su servicio es anunciar el evangelio, luchar por la paz y el progreso; asume un nuevo papel en el campo de la libertad religiosa, del sano secularismo, del mundo moderno, de las comunicaciones sociales. Se reconcilia con el mundo y se dispone a colaborar para construir con la Buena Nueva uno mejor.

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A Cincuenta años...

MATRIZ: PASEO DEGOLLADO NO. 123 GUADALAJARA JAL.TELS.: (33) 3613-9431, 3614-9876

PABLO VALADEZ NO. 3574 HERMOSA PROVINCIA GUADALAJARA, JAL.TELS.: (33) 3698-2862, 3698-2864

HIDALGO NO. 182, ARANDAS, JAL. TELS.: (348) 783-0416, 783-0132


Fe misionera, Fe de primera

a) El nacer de la fe misionera en los primeros siglos de la Iglesia.

Cuando Jesús dijo a los apóstoles que fueran por todo el mundo, lo tomaron muy enserio, se dispersaron por los diversos rincones de la tierra, cada uno llevando el mensaje en Jesucristo resucitado. En esta fe compartida con otros en el sentido de que su anuncio de Jesús desde la fe y el testimonio.

Las comunidades primitivas fueron muchas como nos lo enseña la historia de la Iglesia en sus primeros tiempos, en cada una de ellas se predicaba el Kerigma, las comunidades más representativas son las paulinas ya que están alimentadas de la doctrina de Pablo sobre la muerte y resurrección de Jesús.

Las comunidades de Galilea, en cambio conocieron al Jesús terreno y anunciaban todas las maravillas de Jesús y su resurrección.

Las comunidades helenistas se convirtieron en la base de la misión cristiana que tuvo lugar después.

Predicadores itinerantes fueron mantenidos y financiados como misioneros enviados de una ciudad a otra. Sus éxitos tuvieron un impacto importante en la evolución del cristianismo en general.

El evangelio se difundió entre los paganos, con el consiguiente conflicto con los hermanos de Jerusalén.

Las comunidades de Juan florecieron en el Asia menor, así como las comunidades que se reflejan en los evangelios, se localizan fuera de la Palestina y las comunidades

indicadas por otros documentos.

Todas ellas con un fuerte empuje misionero.

b) El nacer de la fe misionera en la Iglesia medieval.

La época medieval está caracterizada por la convicción de que el evangelio ya se anunció hasta los confines del mundo.

Contribuyen a esta opinión, sea la convicción de que el mundo tenga su centro en el Mediterráneo, así como una serie de textos de la Escritura que afirman que el Evangelio ya se anunció a todo el mundo.

La iglesia medieval no olvida el mandato misionero del Señor sino que lo realiza dentro de sus propias fronteras a la manera de defensa de la fe y del crecimiento del imperio cristiano.

El cristiano es visto como militante, comprometido en la lucha contra las herejías y demás enemigos de la Iglesia. De allí que empiezan a unirse intereses misioneros y políticos y se vuelve muy importante la protección del Estado.

La misión ahora se confía al testimonio cotidiano de la vida de cada cristiano y a sus múltiples contactos.

En este tiempo aparece la figura de las cruzadas, que deforma la misión haciéndola ver como simple expansión del Imperio y se debilita la proclamada libertad del acto de fe.

En el Siglo XIII aparecen las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos) haciendo que ese vuelva a la ideal

34.- ¿La fe ha sido siempre igualmente misionera?Grupo de 3º de Teología y Grupo de Misiones

evangélico, superando el repliegue de la cristiandad en si misma y haciendo ver con toda claridad la apertura a quien no cree es un elemento de la fe cristiana.

c) El nacer de la fe misionera en la época moderna de los descubrimientos.

El descubrimiento de nuevos mundos planteó a Europa una situación muy original: apariencia en el horizonte el otro, el que es diverso en cultura y religió, el pagano.

Los misioneros que enfrentaron la evangelización en Asia conocieron las dificultades de América debidas a la mentalidad de la reconquista.

Por eso, algunos de ellos fueron muy cuidadosos para no caer en el mismo error y buscaron formas nuevas que llevasen a considerar el valor de las culturas en el momento de ponerlas en contacto con la fe. En síntesis. El nacer de la fe con su dimensión misionera tuvo en la Iglesia primitiva un ejemplo maravilloso aunque se tratase de un nacer contracorriente.

El nacer de la fe con su dimensión misionera en la Edad Media se opacó tremendamente por partir de la premisa de que todo el mundo había sido evangelizado.

El nacer de la fe con su dimensión misionera en la época moderna de los descubrimientos empezó con muchos errores pero fue abriéndose paso la exigencia de un contacto respetuoso entre la fe y cultura, con toda la riqueza que ello significa tanto para la fe como para la cultura.


Este viernes 12 de octubre se consagró en solemne celebración el templo dedicado a Santo Toribio Romo. En la misma celebración se declaró la apertura del Año de la Fe.

El excelentísimo Señor Nuncio Apostolico Christophe Pierre presidió la celebración eucarística acompañado de los obispos Mons. Felipe Salazar, Mons. José María de la Torre, Mons. Javier Navarro, Mons. José Leopoldo González, Mons. Raúl Gómez y Mons. José Trinidad Sepúlveda, así como una gran cantidad de sacerdotes y una multitud de fieles.Al inicio de la celebración se introdujeron los restos de Santo Toribio Romo en hombros de sacerdotes y seminaristas, los cuales fueron aclamados con vivas y aplausos.

Estas reliquias descansarán en adelante en el majestuoso templo y así un mayor número de fieles podrán tener la oportunidad de venerar con mayor comodidad al “abogado de los migrantes”.Durante la celebración, que duró más de tres horas, los fieles venidos de todas las parroquias de la diócesis, presenciaron los signos propios de la consagración del templo, como el canto de las letanías de los santos, la incensación del templo y la unción del altar, entre otros.

Un nutrido coro compuesto por cantores de las escuelas de música diocesanas inspiró a los fieles un ambiente de solemnidad, así como una ordenada liturgia. Con solemnes palabras, el Sr. Obispo Felipe Salazár invitó a vivir este Año de la Fe con especial entrega. Citó algunos documentos del magisterio y dio algunas indicaciones para asumir con más devoción este año tan lleno de gracias e indulgencias.Después de la celebración eucarística se ofreció un banquete a sacerdotes y laicos, donde la alegría y la fraternidad se hicieron palpables.

Santa Ana de Guadalupe, Jal.

Dedicación del templo de Santo Toribio y apertura del Año de la Fe

Mons. Christophe Pierre presidiendo la misa.

Nuestro obispo bendijo al Pueblo de Dios. Agradecimiento por su presencia de Pastor.

Mons. Javier Navarro, amado por los fieles.El Presbiterio Diocesano, signo de la generosidad de Dios con nuestra Diócesis.

Los obispos ungieron las paredes del templo.


Jalostotitlán, Jal.

Consternados por la muerte del Sr. Canónigo Don Blas González Romo

Con profundo dolor la feligresía de Jalostotitlán da el último adiós al Señor Canónigo Don Blas González Romo.

Nació el 3 de Febrero de 1935 y fue bautizado, al día siguiente, el 4 de febrero de 1935, en su natal Jalostotitlán. La confirmación de su fe la llevó a cabo el 31 de febrero de 1937.

Su primera comunión la hizo en el destino de su padrino, en Santa María Trasportina de manos del Padre Antonio Silva en 1942. Cursó kínder en su casa con las maestras Trinita y María Flores. Sección: En casa de Cuco Reynoso.

De su instrucción primaria curso:1° con la madre Silviana, en el corral de las González. 2º y 3º con la madre Juanita, en la casa de don Andrés Pérez. 4º, 5º y 6º en la casa de don Andrés Pérez, González Hermosillo y Alfredo R. Placencia.

El 2 de noviembre de 1953, después de un arduo trabajo para dejar todas sus responsabilidades del campo terminadas, logró la ilusión de ingresar al seminario en San Juan de Los Lagos. Posteriormente, en septiembre de 1955, continuó con sus estudios en el seminario de Guadalajara hasta su ordenación. Estudió filosofía de 1958 a 1960. Su magisterio lo llevó a cabo en San José de Gracias de 1960 a 1961. Teología de 1961 a 1966. Recibió las órdenes menores en el año de 1962. Diaconado, el12 de junio de 1965. Presbiterado, 17 de diciembre de 1966.

Después de su gran anhelo de haber sido ordenado sacerdote inició el camino de representar a Jesús y dispensar los sacramentos, medios de santificación en los siguientes destinos: 1er. destino en la capellanía de Santa Cruz en Guadalajara. Siguiente destino, Lagos de Moreno -de 1967 a 1968 en la parroquia de Ntra. Sra. de La Asunción, de 1968 a 1969 en el Seminario Auxiliar de esa ciudad-. De 1970 y hasta 1971 en el Seminario auxiliar de San Juan de los Lagos. En 1972 y hasta junio de 1973 sirvió en la parroquia de San Miguel en Atotonilco. De 1973 a 1975 estuvo en Pamplona, España. En septiembre de 1975 y hasta 1982 sirvió como maestro en el Seminario Mayor de San Juan de los Lagos. De 1982 hasta el 2000 como párroco de su pueblo natal, Jalostotitlán. Promovió ante la Santa Sede la Beatificación y Canonización del padre Toribio Romo. Del 2000 hasta 2011 en la Catedral Basílica de San Juan de los Lagos; 3 años como Capellán de Coro y 7 como Canónigo. Una dolorosa enfermedad le impidió continuar con su labor Apostólica.Murió el 27 de septiembre de 2012, en Jalostotitlán.

Por: Luis Jesús Ramírez, Cronista de la Ciudad

Al lado de su familia.

El joven seminarista.

En su primera misa.

La misa de su ordenación.

La última misa en la que estuvo presente.

Sonriendo, aún con su dolorosa enfermedad.


Recopilado CODIPAJ.

EDIPAJ

Son la llamada “generación perdida”. Jóvenes con estudios superiores, idiomas, expertos en las nuevas tecnologías. Quizá con la mejor preparación de la historia, pero con un futuro incierto ante sus ojos.

Estudios recientes revelan que, independientemente de la crisis, casi la mitad de los jóvenes no confía en un futuro prometedor. Pero existe otro 50 por ciento, cuya reacción ante un panorama desalentador noes la del desánimo, sino la de luchar por alcanzar sus metas profesionales y personales.

Explican los sociólogos que la juventud tal y como la conocemos hoy nació con la primera sociedad de consumo de los años cuarenta y cincuenta en EE UU. “Antes era una especie de paso en el que unos chicos que ya no eran niños se preparaban para ser adultos. Es decir, los jóvenes aspiraban a ser adultos. Hoy sucede lo contrario, los adultos aspiran a seguir siendo jóvenes, es el Síndrome de Peter Pan”

Además, se está creando una nueva categoría, los preadolescentes, niños de 9 a 11 años que aspiran a meterse en el grupo de jóvenes. ¿Qué tiene esta etapa que todo

el mundo quiere vivir en ella? ¿Son más felices los jóvenes del siglo xxi que sus antecesores? “Sí lo son, pero es la felicidad del tonto, del que no se entera de nada e intenta buscar un refugio”

La amistad es otro de los valores más importantes para ellos. Si bien es cierto que la llegada de las redes sociales ha aumentado las relaciones interpersonales, al mismo tiempo parece haber erosionado su calidad y profundidad. “Buscamos estar en contacto permanente con los demás, subiendo y comentando fotos en Facebook, sin embargo, mantenemos relaciones ficticias”

Junto con la política, la religión se posiciona en el último lugar en la escala juvenil de valores. “Dios es el gran ausente en las familias. En un momento marcado por actitudes de vida consumistas y hedonistas centradas en el disfrute, es difícil que surja entre los jóvenes la inquietud por lo religioso”

Es necesario presentar el Evangelio de forma directa y con un lenguaje sencillo a la juventud, que no tiene contacto con la Iglesia real.

Inmersos en este entorno de individualismo y superficialidad se encuentra un pequeño grupo de resistencia, minoritario pero no por ello menos importante: jóvenes que no pierden la ilusión ante las dificultades de la vida, ya que han aprendido a ser felices sufriendo y esforzándose, no porque sean más fuertes que los demás, sino porque han encontrado a Jesucristo y Él les acompaña en su día a día, creando en ellos el deseo de vivir una vida más grande y facilitándoles los medios para alcanzarla. “Los jóvenes quieren autenticidad, porque están hechos para el heroísmo y no para la mediocridad”

Son precisamente estos jóvenes comprometidos los que pueden hacer salir del entumecimiento moral a sus iguales; el principal problema de los jóvenes no es la agresividad, sino el pasotismo: “¿Qué podemos hacer con personas que no se interesan por ideales, a quienes no les motiva casi nada, sobre todo si exige esfuerzo?”

Sin duda, es necesario que los cristianos hablen de sus creencias sin complejos, “mostrándose valientes y convencidos de que tienen un tesoro entre sus manos”

Hay algunos momentos clave que viviremos en las próximas semanas para acompañar nuestros caminos y trabajos con adolescentes y jóvenes. La Comisión Diocesana a través de sus diferentes instancias y vocalías, tiene algunos eventos preparados para ti. Para recordártelos y que los conozcas, te los enlistamos, para que nos pidas información de lo como miembro o coordinador de grupo te corresponda y quieras participar:26 de octubre en Pegueros: Taller de Asesores Parroquiales, (Para la

formación y actualización de nuestros asesores sacerdotes). Este trabajo será por la mañana, totalmente gratuito. Con el objetivo de estudiar “el mundo vital de los adolescentes y jóvenes” y cómo la diócesis responde ante los nuevos retos que confrontan a la adolescencia y juventud.27-28 de octubre en Capilla: Asamblea-Taller del Movimiento de Pascua, para todos aquéllos que organizarán pascua o tienen grupo pascua en sus parroquias. Se estudiará el tema general para la pascua 2013 y se comenzarán a elaborar materiales ésta. Se requiere inscripción previa. Costo:

$200 pesos por asistente.03 de noviembre en Tepa, (en la parroquia de la Sagrada Familia): Reunión de coordinadores y secretarios de equipos parroquiales de adolescentes y jóvenes, para un taller de actualización-capacitación y fomentar la formación en nuestros grupos. Será de 10 a.m. a 2 p.m. Totalmente gratuito. De estos eventos te estaremos brindando la información completa a través de nuestro correo electrónico [email protected], comunícate con nosotros, estamos a tus ordenes.

¿Qué anhelan los jóvenes de hoy?, ¿Están buscando en el lugar adecuado?

Recordemos nuestra agenda de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes.

Recopilado CODIPAJ.

Anhelos espirituales.

Recorriendo y conociendo nuestra fe…

Recopilado por Equipo Espiritualidad, CODIPAJ

Revisemos el ambiente.

Un tema de los que se nos ha sugerido hablar, y que mantiene actualidad entre los adolescentes y jóvenes, es la música, por lo que hemos decidido, darnos a la tarea de investigar un poco más de cómo puede ayudarnos como una herramienta para influir directamente sobre el estado de ánimo y la calidad de vida.

Tras haber realizado esta pequeña investigación, te comentamos, que hay estudios que han demostrado que escuchar música influye directamente en las personas, tanto de manera positiva como negativa, con efectos inmediatos y resultados duraderos. Teniendo en cuenta los efectos positivos de la música, muchos científicos sostienen que logra cambios favorables en el cerebro de las personas que la escuchan.

Todos percibimos la música de manera diferente, y hay un estilo indicado para cada uno, dependiendo de cómo nos sentimos. Fácilmente asociamos una canción o un estilo musical con nuestro estado de ánimo, y reconocemos cuando una canción nos parece “alegre” o “triste”.

Hay veces que nos identificamos de tal forma con una canción que al escucharla inmediatamente cambia nuestro estado de ánimo… ¡Hasta pareciera que hay canciones que fueron escritas para nosotros!

Encontrar el estilo musical según el estado de ánimo, veremos que es una manera de liberar; ya sea por lo que no se pudo expresar en el momento adecuado o simplemente se tiene la sensación de que no hay mejor forma de explicar lo que se siente que no sea a través de la música… ¡no siempre

El anhelo y el deseo, en sí son una misma cosa…, pero el anhelo implica vehemencia en el deseo y esto es precisamente lo que ocurre cuando una persona, lleva una intensa vida espiritual que empieza teniendo deseos y en la medida que avanza en el desarrollo de su amor al Señor, este va siendo cada vez más intenso y por el influjo de la divina gracia en su alma, lo que inicialmente eran solo deseos terminan por convertirse en fuertes anhelos de amor al Señor.

El proceso que se genera, por razón del principio de reciprocidad. Entre una de las varias características más destacadas del amor, está la de la reciprocidad, en virtud de la cual, el amor exige siempre una reciprocidad y cuanto más amor da una parte de las dos, más amor recibe de la otra parte, por lo que se establece una situación de crecimiento en la cantidad y calidad del amor que ambas partes se otorgan mutuamente. Cuando comenzamos a caminar por la senda de una vida espiritual íntima, nuestros anhelos espirituales son distintos y cambian con el tiempo. Luchamos, oramos, nos sacrificamos, somos asiduos a la Eucaristía. En el desarrollo de la vida espiritual, hay que comenzar con humildad, tomar consciencia de nuestra incapacidad y pobreza espiritual y sobre todo humildad, ante todo humildad, la humildad que es la reina de las virtudes y la que más provecho nos da en el desarrollo de nuestra vida espiritual. Nuestro mérito siempre consistirá en cumplimentar la voluntad del Señor y amarle, amarle, amarle con pasión con locura pasional, pues de la misma forma que nosotros le amemos a Él, así pero con mucho más, nos corresponderá Él.

hacen falta las palabras!

¿Qué efectos tiene la música en ti? - El Tiempo: Los tiempos lentos, (entre 60 y 80 pulsos por minuto), te traen sensaciones de: calma, serenidad, ternura, tristeza; los tiempos rápidos (entre 100 a 150 pulsos por minuto), traen sensaciones: alegres, excitantes, vigorosas- El Ritmo: Los ritmos lentos provocan: paz, serenidad; los ritmos rápidos suelen producir: a activación motora, la necesidad de exteriorizar sentimientos- La Altura: Las notas agudas, frecuentemente actúan sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. Puede ayudarte a despertarte o evitar que el cansancio te venza.Los sonidos graves suelen producir efectos contrarios, facilitando una visión pesimista o una tranquilidad extrema.- La Instrumentación: Los instrumentos de cuerda suelen ser expresivos y penetrantes, y son recomendables tanto para cuando estás mal, como para cuando estás bien.Los instrumentos de viento se destacan por su poder alegre y vivo, y son los indicados para cuando te sientes mal.Los instrumentos de percusión incitan a la acción y el movimiento, y son perfectos para divertirte cuanto se sientes bien. Notarás que la música te entretiene, te divierte, te distrae, te ayuda a que afrontes de una manera diferente tus problemas, estimula tus sentidos, te motiva, te inspira y te relaja… en definitiva, tiene el poder de elevar tus estados de ánimo por encima de las preocupaciones.Obtendrás aún más beneficios si la acompañas de danzas o ejercicios. ¡Inténtalo!

¿Como influye la música en tu estado de ánimo?


ONU

Envíenos sus fotografías para que salgan en su

página infantil, pueden usar cualquiera de estos dos correos electrónicos:

A DISFRAZARNOSAmiguines, les

quiero recordar que ya está

cerca el 1° de noviembre, día en que celebramos

a todos los santos, no olviden

disfrazarse del santo al

que le tengan admiración.

Pidan a sus catequistas les organicen una presentación

de santitos, será súper divertido y aprenderán cómo

podemos tener una vida recta y agradable a los ojos de Diosito.

[email protected]

[email protected]

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una organización internacional

fundada en 1945, en este año, 51 países se comprometieron a mantener la paz y seguridad

internacional, fomentar amistad y promover el progreso social, mejora del nivel de vida y derechos humanos; ahora 193 países son miembros de la ONU. México está incluido.

Amiguines, ¿cómo están?

Este 24 de octubre recordamos la

fundación de la ONU.

La ONU trabaja en una amplia gama de temas te presento algunos:

* Desarrollo sostenible

* Medio ambiente

* Protección de los refugiados

* Socorro en casos de desastre

* Lucha contra el terrorismo

* Desarme y la no proliferación

* Promoción de la democracia

* Derechos humanos

* Igualdad entre los géneros

* El desarrollo económico y social

* La salud internacional

* La expansión de la

http://www.un.org/es/aboutun/

Colorea la bandera de la ONU.


Primera Lectura: Isaías 53, 10-11“Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años.” El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prologará sus años. Lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.

Salmo Responsorial“Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.”

Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él ama la justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, / en los que esperan su misericordia, / para librar sus vidas de la muerte / y reanimarlos en tiempo de hambre. R.

Nosotros aguardamos al Señor: / él es nuestro auxilio y escudo. / Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, / como lo esperamos de ti. R.

Segunda Lectura: Hebreos 4, 14-16Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

Evangelio Mateo 28, 16 - 20Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había in-dicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Es-píritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

MEDITACIÓN

El mensaje de Mateo es claro: Jesús es el mesías esperado, el hijo de David, el Hijo de Dios; y la Iglesia ha heredado la misión de Israel, es el nuevo pueblo de Dios. Sabemos que después de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo quedaron once discípulos pues Judas Iscariote se había

suicidado; aún no han elegido al que tomará su lugar para completar los doce: Matías. Jesús citó a sus discípulos en Galilea a través de las mujeres a las cuales se apareció primero (Jn 28, 10). Galilea es el lugar donde Jesús inició su misión y donde llamó a sus primeros discípulos (Mt 4, 18-20), además donde realizó su primer milagro durante unas bodas (Jn 2,1-12). Jesús los cita en una montaña, el lugar del encuentro con Dios. El encuentro que tendrán con Él no dejará dudas de su divinidad, será un verdadero encuentro con Dios. Si la huída durante el arresto de Jesús había sido un signo de la duda acerca de la divinidad de Jesús; la adoración ahora será un signo de su reconocimiento. La adoración es el culto propio de Dios, sólo Él es digno de adoración, por lo tanto, la divinidad de Jesús es reconocida a través de ese signo de sus discípulos. Jesús se acercó y se dirigió a ellos con estas palabras: -Dios me ha dado autoridad plena sobre cielo y tierra (Mt 28, 18). En esta escena se desvela el misterio pleno de la persona de Jesús: Él es por encima de todas las cosas; posee la total autoridad que sólo le pertenece a Dios. Si los discípulos no tardaron en adorarlo al encontrarse con Él, ahora con estas palabras confirma su divinidad y les deja claro a sus discípulos quién es. Después de mostrarles a sus discípulos de manera clara su identidad, de restituir las fuerzas que habían perdido durante su abandono en la pasión, ahora sí les da una misión, y dicha misión es un don inmerecido. La misión consistirá en hacer discípulos y bautizar a todos los hombres.

Si comparamos este envío misionero con el de Mt 10, 5-15, nos daremos cuenta que ha dado un giro muy importante. Allí el anuncio del evangelio debía hacerse sólo a Israel; aquí, sin embargo, se dirige a todos los pueblos. Israel ha rechazado a Jesús (Mt 21, 43), por eso el reino ha sido entregado a un nuevo pueblo cuya misión consistirá en hacer discípulos a todos los hombres. El encargo que Jesús encomienda a sus discípulos resume las dos fases de la iniciación cristiana, tal como se realizaba en la Iglesia de Mateo: la enseñanza y el bautismo. La actitud de adoración, después de haber dudado, de parte de los discípulos ante la presencia de Jesús en la montaña nos da una gran enseñanza. Cuántas veces podemos fallarle a Dios como lo hicieron sus discípulos en el momento de la prueba, sin embargo Jesús siempre nos perdona y nos invita a reconocerle como nuestro único Señor y Dios. Adorarle es la actitud con la que mejor podemos mostrarle el arrepentimiento de nuestras fallas. Jesús sabe que constantemente le fallamos pero nos sigue citando en la montaña para encontrarnos con Él. La misión del discípulo debe brotar del encuentro con Dios. Es por ello que el evangelista hace notar la actitud de adoración por parte de los discípulos hacia

Domingo XXIX del tiempo ordinario“Al verlo lo adoraron y Él los envió”

Jesucristo Dios y Hombre. Jesús los envía después de haber recibido la adoración de la cual es digno. Los discípulos están listos para llevar el mensaje de Dios.

La plenitud de la autoridad de Jesús es manifestada después de haber pasado por el suplicio de la cruz. Después de haberse entregado totalmente por nosotros. Para que nosotros podamos tener autoridad es necesaria nuestra entrega. La autoridad en nosotros será un don de Dios, pero también consecuencia de nuestro servicio y entrega. Si en verdad queremos tener autoridad, hay que pasa por la cruz como lo hizo Jesús. El Papa Juan Pablo II constantemente decía que era necesario que el Papa sufriera; sin duda que gran parte de su autoridad ante el mundo se la ganó por el testimonio de martirio que dio en vida. Por ese testimonio de amor y entrega ante el rebaño. Jesús nos sigue enviando a llevar su mensaje a todos los hombres, a ofrecer el bautismo y a enseñar a poner en obra todas sus enseñanzas. Su mensaje puede ser predicado abiertamente por nosotros en cualquier lugar en que nos encontremos: en la casa, en el trabajo, en la escuela, en la vida social. No debemos esperar a que vengan, sino debemos ir. “Vayan” es la expresión de Jesús, y no “esperen” a que vengan.

Por último, ¿cómo podemos enseñar a poner en obra todas las enseñanzas de Jesús si no es poniéndolas en obra nosotros mismos? No podemos exigir lo que no hacemos nosotros. No se trata de llevar charlas moralizantes, sino de mostrar con nuestras obras el encuentro de amor con Jesús. La enseñanza más elocuente es el ejemplo. Como culmen de la enseñanza que Jesús nos da a través de esta perícopa es la certeza de su presencia en medio de nosotros. No es mi obra, sino la obra de Jesús. Sólo aquel que tiene la certeza de que Jesús se ha quedado entre nosotros, puede ser un verdadero discípulo y misionero del Señor y cumplir con su mandato: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos”

ORACIONSeñor Jesús, que has prometido permanecer entre nosotros si nos amamos como Tú nos amas, Te rogamos lleves a buen término por los caminos de la paz, de la justicia y del perdón a esta humanidad lacerada de guerras, violencia y hambrienta de fraternidad. Da fortaleza a los misioneros que están llevando la antorcha de la fe y haz que, siguiendo los pasos de San Francisco Javier, sean testigos valientes del Evangelio, Infunde en muchos jóvenes la ilusión de seguirte por el camino de la vocación al laicado, a la vida consagrada y a la vida sacerdotal. Te lo pedimos en unión con María, Reina de las Misiones y Estrella de la Nueva Evangelización. Amén. (Tomado de: http://webcatolicodejavier.org/domund.html)

Domingo, día del Señor

Apertura del Año de la Fe,Dedicación del Templo de Santo Toribio Romo

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21 octubre 2012