277
NACIONAL FACULTAD DE ARTES Fernando Negret Fernández Mercedes Castillo de Herrera Nieves Lucely Hernández Luis Carlos Jiménez Mantilla Carlos Roberto Peña Barrera Nubia Yaneth Ruiz Ruiz Andrés Guarín Cobos Carlos Alberto Torres Tovar John Jairo Rincón García Donka Atanassova Iakimova David Millán Orozco Martha Liliana Peña Rodríguez Luis Fernando Fique Pinto Henry Enrique García Solano PROCESOS URBANOS INFORMALES Y TERRITORIO Ensayos en torno a la construcción de sociedad, territorio y ciudad Mercedes Castillo de Herrera Editora académica

232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

NACIONAL

FACULTAD DE ARTES

Fernando Negret Fernández Mercedes Castillo de Herrera Nieves Lucely Hernández Luis Carlos Jiménez Mantilla Carlos Roberto Peña Barrera Nubia Yaneth Ruiz Ruiz Andrés Guarín Cobos Carlos Alberto Torres Tovar

John Jairo Rincón García Donka Atanassova Iakimova David Millán Orozco Martha Liliana Peña Rodríguez Luis Fernando Fique Pinto Henry Enrique García Solano

PROCESOS uRBANOS INFORMALES Y TERRITORIO

Ensayos en torno a la construcc ión de soc iedad, terr i tor io y c iudad

Mercedes Castillo de HerreraEditora académica

Page 2: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Procesos urbanos informales y territorio

E n s a y o s E n t o r n o a l a c o n s t r u c c i ó n d E s o c i E d a d , t E r r i t o r i o y c i u d a d

Page 3: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 4: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

FACULTAD DE ARTES

Procesos urbanos informales y territorio

E n s a y o s E n t o r n o a l a c o n s t r u c c i ó n d E s o c i E d a d , t E r r i t o r i o y c i u d a d

Mercedes Castillo de HerreraEditora académica

Grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad

Fernando Negret Fernández, Mercedes Castillo de Herrera, Nieves Lucely Hernández, Luis Carlos Jiménez Mantilla, Carlos Roberto Peña Barrera, Nubia Yaneth Ruiz Ruiz,

Andrés Guarín Cobos, Carlos Alberto Torres Tovar, John Jairo Rincón García, Donka Atanassova Iakimova, David Millán Orozco, Martha Liliana Peña Rodríguez,

Luis Fernando Fique Pinto, Henry Enrique García Solano

Page 5: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Universidad Nacional de ColombiaSede Bogotá

Facultad de ArtesMaestría en Hábitat

Rector Moises Wasserman LernerVicerrector Sede Bogotá

Julio Esteban Colmenares MontañezDirectora DIB Bogotá

Ellie Anne Duque HymanDecano

Jaime Franky RodríguezVicedecano de Programas Curriculares

Pablo Abril ContrerasVicedecano de Investigación

Luis Carlos Colón LlamasSecretario Académico

Fredy Chaparro SanabriaDirectora de Bienestar

Martha Luz Salcedo BarreraDirector Centro de Divulgación y Medios

Alfonso Espinosa ParadaDirectora Instituto de Investigaciones Hábitat,

Ciudad y TerritorioMaría Clara Vejarano

Coordinador Programa de Maestría en HábitatÁlvaro Ibatá Ceballos

Coordinación editorial y académicaMercedes Castillo de Herrera

TextosGrupo de investigación:

Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad Imagen carátula

Mercedes Castillo de Herrera. Medellín 2008Diseño de pauta y cubierta

Marcela Godoy Diseño y diagramación

Alejandro Medina Fotografía

Grupo de Investigación, Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad Fotografía portadillas

Carlos Alberto Torres Tovar Corrección de estiloClaudia Burgos Ángel

ImpresiónEditorial Kimpres Ltda.

PRIMERA EDICIÓNUniversidad Nacional de Colombia

Bogotá, D.C., diciembre 2009© Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Artes. Maestría en Hábitat. © Grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat,

vivienda e informalidad.ISBN: 978-958-719-259-9

Esta publicación surge como un producto académico del primer año (2007-2008) del Plan de Acción del grupo de investigación: Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad, el cual fue seleccionado y financiado como parte de la Convocatoria Nacional de Investigación 2007 Reconocimiento a Grupos de Investigación 2007, consolidados y clasificados en categoría A por Colciencias, auspiciada por la Vicerrectoría de Investigación y la División de Investigación Bogotá –DIB– de la Universidad Nacional de Colombia.

Grupo de investigaciónProcesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidadCódigo Colciencias [email protected]

Líder del grupo de investigaciónArquitecto CARLOS ALBERTO TORRES TOVAR, Mg. Urb.Profesor Asociado Universidad Nacional de Colombia

IntegrantesArq. Luis Carlos Jiménez MantillaArq. Luis Fique PintoArq. Fernando Negret Fernández Sic. Nubia Yaneth Ruiz RuizEcon. Mercedes Castillo de Herrera Arq. Nieves Lucely Hernández CastroArq. David Millán OrozcoSoc. Andrés Guarín Cobos T. Social Martha Liliana Peña Rodríguez Soc. Donka Atanassova Iakimova Arq. Jorge Iván Cárdenas Palacios Ing. Cat. y Geo. Carlos Roberto Peña Arq. Solanyi Robles JoyaMtra. Tatiana Godoy CórdobaD. Ind. Henry Enrique García Solano Mtra. Lorena Luengas Polit. Johanna Vargas

Maestría en Hábitat. Línea de Investigación: Estudios en ViviendaTeléfono (57-1) 316 5000 Ext. 12249Fax (57-1) 316 5000 Ext. 12249 [email protected]ón: carrera 30 No. 45-03. Edificio de Construcciones, SINDU Oficina 204, Bogotá, D.C., Colombiawww.facartes.unal.edu.co/mhabitat

Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia

Procesos urbanos informales y territorio : ensayos en torno a la construcción de sociedad, territorio y ciudad / Grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad ; [director] Carlos Alberto Torres Tovar ; editora Mercedes Castillo de Herrera. – Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Artes. Maestría en Hábitat, 2009

278 p. : il.

Incluye referencias bibliográficas

ISBN : 978-958-719-259-9

1. Urbanización - Aspectos sociales 2. Asentamientos urbanos 3. Antropologia Urbana 4. Participación comunitaria I. Castillo de Herrera, Mercedes, ed. Torres Tovar, II. Carlos Alberto1965- III. Grupo de Investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad

CDD-21 307.76 / 2009

NACIONAL

FACULTAD DE ARTES

Page 6: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Conten ido

Introducción 9

Carlos Alberto Torres Tovar y Mercedes Castillo de Herrera

Parte I. Ambiente y sostenibilidad en el territorio 27

Aspectos conceptuales, metodológicos e institucionales de la Zonificación Ecológica Económica –ZEE– en Brasil 29

Fernando Negret Fernández y Mercedes Castillo de Herrera

Insostenibilidad y sostenibilidad en el desarrollo de la vivienda informal 47

Nieves Lucely Hernández Castro

Parte II. Formas de crecimiento y poblamiento urbano 59

Espacialidad urbana de propietarios e inquilinos en sectores populares. El caso de Bogotá, 1938-2000 61

Luis Carlos Jiménez Mantilla

Las manzanas corporativas más apetecidas del Distrito Capital 93

Carlos Roberto Peña Barrera

Parte III. Población y desplazamiento forzado 111

Colombia se consolida como una sociedad urbana 113

Nubia Yaneth Ruiz Ruiz

Reestructuraciones territoriales de los nuevos pobladores: población desplazada de la localidad de San Cristóbal 123

Andrés Guarín Cobos

Page 7: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Parte IV. Estrategias de intervención en la ciudad informal 131

¿Es posible pasar de la ciudad informal a la ciudad formal? Aproximación a algunos problemas urbanos y a las estrategias de intervención estatal desde la perspectiva del mejoramiento integral de barrios, MIB 133

Carlos Alberto Torres Tovar, Donka Atanassova Iakimova y John Jairo Rincón García

Caminando un planeta informal 183

David Millán Orozco

Parte V. Diseño y participación comunitaria 197

Procesos urbanos informales, participación comunitaria y autoconstrucción de vivienda: la experiencia Cinva (1951-1974) 199

Martha Liliana Peña Rodríguez

El proyecto urbano-arquitectónico para un hábitat evolutivo de la población de bajos ingresos. Una reformulación de los problemas por abordar y de sus escenarios de actuación 245

Luis Fernando Fique Pinto

Weimar, origen de un ejercicio profesional llamado diseño 263

Henry Enrique García Solano

Autores 269

Page 8: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

9

I n t r o d u c c I ó n

Mercedes Castillo de HerreraUniversidad Nacional de Colombia, Bogotá

Carlos Alberto Torres TovarUniversidad Nacional de Colombia, Bogotá

El libro que ponemos hoy a disposición de los lectores es producto del esfuerzo co-lectivo del grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad, de la Universidad Nacional de Colombia, que viene reflexionando desde hace más de una década sobre las transformaciones de las ciudades y los retos que nos plantea el construir ciudad y territorio a partir de los procesos urbanos informales. Aunque llevamos un largo recorrido con cerca de siete investigaciones importantes para varias entidades gubernamentales y contamos con un buen conjunto de ponencias, artícu-los de investigación, capítulos de libro, tesis de maestría y trabajos de grado, esta es nuestra primera publicación conjunta en formato de colección de ensayos que, si bien son ensayos individuales, están unidos por el hilo conductor de los procesos urbanos informales y sus escenarios de articulación con el territorio en distintas escalas: la regional, la urbana y la local, y sobre el esquema de seis ejes temáticos, como se verá más adelante. Se advierte, sin embargo, que los ensayos presentados en esta colección no ofrecen conclusiones definitivas, sino que, por el contrario, exponen discusiones actuales que ameritan ser profundizadas y colectivizadas, incluso en escenarios abier-tos, como ya lo hemos hecho en varias ocasiones. Las reflexiones propuestas en cada uno de los ensayos son el aporte que entregan sus artífices desde una perspectiva que pretende ir más allá de la mirada disciplinar sobre los procesos urbanos informales de hoy y sus relaciones con el territorio. Esperamos que en ese sentido sea interpretada

Page 9: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

10

esta contribución a los análisis y búsqueda de alternativas del presente y, por qué no, del futuro de los procesos urbanos con origen en la informalidad.

El grupo de investigación

El grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad inició su estructuración desde mediados de los años noventa a partir del desarrollo de varios trabajos relacionados con las líneas de investigación declaradas y realizados por va-rios de sus integrantes. Desde el año 2000 el grupo de investigación está reconocido por el Instituto Colombiano de Ciencia y Tecnología –Colciencias– y actualmente se encuentra clasificado en la Categoría A, es avalado por la Universidad Nacional de Colombia y tiene como sede la ciudad de Bogotá.

Las áreas de conocimiento en las que se inscribe su trabajo son las Ciencias Sociales Aplicadas y el Planeamiento Urbano y Regional, en el marco de los Pro-gramas Nacionales de Ciencia y Tecnología, de Ciencias del Medio Ambiente y el Hábitat y de Ciencias Sociales y Humanas. Su principal objetivo consiste en construir un espacio de reflexión a partir de la revisión, reformulación y resignifi-cación de conceptos alrededor de la informalidad urbana, el hábitat y la vivienda, a través de la constatación de la realidad con, hacia y desde la teoría, con miras a apoyar las políticas públicas y/o llegar a proponer programas que, teniendo como base el conocimiento de las lógicas de una realidad mal interpretada, se orien-ten en la búsqueda de la superación de los déficits cualitativos y cuantitativos, y propendan por elevar la calidad de vida de miles de habitantes de la ciudad colombiana, particularmente aquella construida de manera informal. Es por ello que el grupo de investigación se ha previsto como la oportunidad del encuentro para reflexionar, debatir, recorrer y conocer las actuales transformaciones de las ciudades a partir de los procesos urbanos informales, con la finalidad de reco-nocer y comprender la simultaneidad de las transformaciones físico-espaciales, ambientales, socio-culturales, económicas y socio-económicas, institucionales y comunitarias, entre otras.

Con todo lo anterior, se pretende que el grupo sirva de pretexto para la gene-ración de espacios de discusión, de intercambio de ideas, de confrontación de teorías y prácticas recientes, para el debate urbano a partir de temas relacionados con los procesos urbanos informales y sus efectos en la transformación de la ciudad. Así mismo, para el reconocimiento de las vivencias, las experiencias y las propuestas de solución del entorno urbano informal a partir de sus principales agentes sociales, propiciando la construcción de redes y alianzas que permitan continuar con la dis-cusión abierta desde los diferentes escenarios, ya sean éstos locales, institucionales, organizacionales, gremiales o académicos.

Page 10: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

11

El reto que nos hemos planteado, en parte, es el de posicionar ante los orga-nismos internacionales, nacionales y las escuelas de pensamiento con más tradición categorías nuevas frente a otras ya institucionalizadas que, sin embargo, admiten re-lecturas. Por ello nos proponemos que este grupo de investigación conozca las lógicas y procesos urbanos de la ciudad informal con tanta profundidad que genere las bases teóricas para una dinámica de superación de esta realidad a través de propuestas de intervención acordes con esta condición.

De ahí que las líneas que manejamos sean las de:

• Ciudad,hábitatyviviendainformal.• Transformacionesurbanasyterritoriales.• Economíainformal,hábitatyespacialidad.• Calidadyhabitabilidaddelhábitatylavivienda.• Análisisyordenamientoterritorial.

Y que el plan de trabajo colectivo que se ha propuesto el grupo de investiga-ción contemple las siguientes actividades:

• Estudiosyanálisisdelaspropuestasteóricassobrelosprocesosdeurbanización,el hábitat y la vivienda con una mirada transdisciplinar.

• Recopilacióndelasconsideracionesteórico-prácticasalrededordelosprocesosurbanos contemporáneos y la informalidad.

• Construccióndeunmarcoteóricopropioqueinvolucrelosconceptosdehábitaty habitabilidad en una época de post-neoliberalismo, consistente con los retos que la informalidad plantea tanto para los habitantes como para el Estado.

• Establecimientodeindicadoresdeseguimientodelasostenibilidadurbanay territorial dentro de la informalidad e impulso de dinámicas que permita llegar a ellos.

Como se había mencionado anteriormente, los principales proyectos relacio-nados con la investigación en los que el grupo de investigación ha participado desde su formalización, en el año 2000, son:

• Estadodelartesobrehábitat,viviendae informalidadenColombia.1990-2007 (2008).

• Estudiodecaracterizaciónyanálisisdealternativasparalaactuaciónenlagestióndel suelo urbano en el marco de la Política del Hábitat en Bogotá, D.C. (2007).

• Exposiciónitinerante“Ciudadinformalcolombiana”(2007).• Estudio de conceptualización sobre mejoramiento integral de barrios en

Bogotá (2006).• Ciudad,hábitatyviviendainformalenlaColombiadelosañosnoventa(2005).

Page 11: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

12

• Prediagnósticoparalaformulacióndelplanparcialderenovaciónurbanaintegralpara Cazucá y Altos de Cazucá, municipio de Soacha (2004).

• Territorialidad,regionesyciudades(2000).

Así mismo, la producción académica e investigativa del grupo tiene a su haber un conjunto de ponencias, artículos de investigación, capítulos de libro, tesis de maes-tría y trabajos de grado, que se puede resumir, a 2009, en cincuenta y un artículos publicados en revistas científicas; veintiséis trabajos en eventos, incluyendo capítulos de memorias; veintisiete libros publicados de manera individual por integrantes del grupo; veintitrés capítulos de libros publicados; dieciocho textos en publicaciones no científicas y otra producción bibliográfica; veintiséis trabajos técnicos; once trabajos de revisión o de la labor editorial; siete de organización de eventos; dos informes de investigación; veinticinco presentaciones de trabajo; veintiséis trabajos dirigidos y tu-torías concluidas y participación en cincuenta y seis proyectos1.

Procesos urbanos informales2

Durante los últimos cincuenta años, los diversos procesos de urbanización informal han logrado constituir un fenómeno universal con diferentes expresiones y escalas, principalmente en los países denominados en vía de desarrollo; su impacto varía según las manifestaciones particulares en función de la diversidad de culturas y tradiciones presentes en el entorno urbano. Sin embargo, es de precisar que los pro-cesos urbanos informales datan del siglo XIX, sin que llegasen a tener la magnitud que representan en la actualidad.

Aunque las influencias de las políticas económicas globales son percibidas en nuestros países de manera muy similar, las expresiones habitacionales y socio-culturales presentan diferencias sensibles. Lo cierto es que los hechos económico, espacial, ambiental, político y socio-cultural que implican el creciente desarrollo urbano formal, conllevan el desenvolvimiento de una forma de vida paralela que se evidencia en los asentamientos informales y autoproducidos de las grandes ciudades latinoamericanas, asiáticas y africanas, principalmente.

Ante los desarrollos formales que obedecen a las leyes de mercado y se rigen por las pautas de la economía de la comunicación y la globalización, se desarrolla, como contraparte, una forma de proceso financiero, comercial y habitacional que,

1 La información detallada se puede observar en la web: http://200.25.59.34:8080/gruplac/jsp/visualiza/visualizagr.jsp?nro=00000000002954 2 Este aparte se elaboró tomando como base el trabajo efectuado en el año 2007 para la convocatoria delSeminarioInternacional“Procesosurbanosinformales”,realizadoenlaciudaddeBogotá.

Page 12: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

13

aunque direccionado por los lineamientos de lo formal, tiene su lugar en las diná-micas de lo informal con vínculos que permiten la conexión y la dependencia de estas dos formas de desarrollo. Esta actividad es necesaria para generar el equili-brio, pero no siempre en las mismas condiciones de avance e igualdad.

La informalidad urbana se entiende en relación con el mundo urbano formal, pero también en relación con otro tipo de tensiones presentes en tal universo, como loexcluidooloconsiderado“ilegal”.Hoy,eldebatesobrelosprocesos urbanos informales está también finamente asociado al ejercicio de los derechos, la democracia, la distri-bución equitativa de los beneficios del desarrollo, la cultura urbana y la construcción de ciudadanía, la calidad de vida y del hábitat, el equilibrio ambiental del planeta, las dinámicas territoriales y espaciales, la globalización cultural, entre otros.

Pareciera un tema recurrente, y a decir de algunos, suficientemente debatido. Pero justamente porque esta dinámica de los procesos urbanos informales no es estática y, por el contrario, avanza y se muestra actualmente como un fenómeno caleidos-cópico y complejo, se precisa la discusión permanente, la reflexión constante con referentes más amplios. Ya no solo se debe discutir aquello que trata de los procesos informales; es necesario discernir sobre lo que implica habitar un planeta urbano con sus múltiples rostros y maneras de inscribirse en la globalización.

Con esta perspectiva se propone efectuar una lectura de los procesos urbanos informales a partir de seis ejes temáticos: pobreza, exclusión social y desarrollo; desplazamiento, migración y reasentamiento; transformación del espacio urbano informal (arquitecturas, estéticas urbanas, tecnologías, amenazas y riesgos, medio ambiente); economía y actividad inmobiliaria en la ciudad informal; políticas pú-blicas de regularización y mejoramiento; y movimientos sociales, participación co-munitaria y acción interinstitucional.

Pobreza, exclusión social y desarrollo3

Lapobrezahasidodefinidacomo“…unprocesocomplejodeescasezderecursoseconómicos, sociales, culturales, institucionales y políticos que afecta a los sectores populares y que está asociado principalmente a las condiciones de inserción laboral que prevalecen en el mercado de trabajo: inestabilidad, informalidad, bajos sala-rios,precariedadlaboral”(Ziccardi,206:3).Eltemadelapobrezainicialmenteseanalizó como asociado a la marginalidad, principalmente para saber cuáles son sus

3 ApartesdeCastillo,Mercedes(2006).“Elconceptodepobreza:delamarginalidadalaexclu-siónsocial”.EnelcursoPobreza urbana, exclusión social y políticas sociales en las sociedades complejas, Clacso, Buenos Aires.

Page 13: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

14

orígenes y cuáles las estrategias de supervivencia a las que recurren los afectados; posteriormente se llegó al concepto de pobreza como exclusión social.

En la década de los sesenta, el tema de la pobreza se analizó asociado tam-bién con marginalidad, dando paso a la teoría de la marginalidad, que surgió de las reflexiones sobre el cambio social propuestas por los defensores del enfoque de la modernización. Heredera de la perspectiva dualista, trató de explicar la pobreza urbana y la no integración de los pobres recientemente urbanizados en la vida y la economía urbana. Pero pasó rápidamente de una noción geográfica y económica a otra sociológica y psicológica, de ser entendida como la ubicación de viviendas en los alrededores de las ciudades y en enclaves de pobreza en áreas centrales, a ser en-tendida como la falta total de influencia de esta población en la toma de deci siones a cualquier nivel. Pasó de abrir una perspectiva de derechos humanos que se situaba en las limitaciones de un grupo poblacional, al reconocimiento de un conjunto de derechos civiles, políticos, económicos y sociales, en oposición a la focalización que demostraba una fuerte relación entre marginalidad y vida rural.

Finalmente, el análisis se fijó en ciertas características culturales en dirección a la formación de una subcultura que a la vez que producía formas típicas de identifi-cación, generaba autoexclusión de formas de relación e interacción legítimas predo-minantes en la sociedad para llegar al concepto más reciente de exclusión social que habla de un desempleo de larga duración, de un número cada vez mayor de perso-nas que no tienen vivienda o ni siquiera alojamiento, de nuevas formas de pobreza entre inmigrantes, mujeres y jóvenes, y así, tanto a los grupos marginales como a los grupos nuevos excluidos del trabajo, del crédito, de los servicios sociales, de la instrucción, de una vivienda en condiciones de dignidad, etc.

Conceptualmente, esta expresión recoge el concepto de marginalidad, y lo amplía para abarcar las nuevas formas de exclusión desde diferentes dimensiones: la fragmen-tación tridimensional de la sociedad generada por la diferenciación étnica, la alteración de la pirámide poblacional y la pluralidad de formas de convivencia familiar, o como el impacto de la economía post industrial sobre el empleo, generador tanto de trayectorias ocupacionales en una diversidad de itinerarios complejos y dilatados en el tiempo, como de una flexibilización irreversible de los procesos productivos en la economía informal, desregulación laboral, erosión de derechos laborales y debilitamiento de esquemas de protección social, o como el déficit de inclusión que pretendía alcanzar el estado de bienestar y que solo consolida fracturas de ciudadanía, y el carácter segregador de los mercados (incluido el del bienestar) con una presencia pública muy débil; el mejor ejem-plo quizás sea el del mercado del suelo urbano y la vivienda.

Es necesario, entonces, continuar explicitando que los procesos urbanos informales están íntimamente ligados a la superación de la pobreza y la exclusión social, siendo fun-damental para ello alcanzar una distribución de la riqueza más justa y equitativa.

Page 14: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

15

Desplazamiento, migración y reasentamiento

El crecimiento urbano informal es una de las manifestaciones más impactantes en las transformaciones de las estructuras sociales, económicas, espaciales y ambientales en las escalas local, regional y nacional en los países donde estos procesos se presentan. La movilidad de los migrantes voluntarios y los grupos en situación de desplazamiento forzoso genera cambios drásticos en las relaciones y configuraciones del territorio, tanto en los sitios de partida (casi siempre entornos rurales) como en el sitio de arribo (casi siempre las periferias urbanas) de esta población.

El desarraigo y el reasentamiento son dos instancias de una misma situación: la tragedia de millones de seres humanos que procuran el cobijo y la protección que la civilización y la modernidad les ofreció, y que las circunstancias propias de los modelos de desarrollo y sus prácticas políticas, administrativas y jurídicas de los diferentes estados les ha negado. Subyace en este fenómeno mucho de la condición primitiva de la humanidad, la que, habiendo avanzado en la construcción de bellas y funcionales ciudades, aún no ha construido los caminos efectivos para enfrentar la principal paradoja de su mayor creación: los procesos urbanos informales.

Demaneraparticular,lapoblacióndesplazadallegaalasciudadesa“rebus-carse” lavida,afrontandosinmásherramientasquesupropiasmanos,todos losconflictos urbanos derivados de cada formación social imperante. La vivienda se convierte en una de las primeras búsquedas, para la cual existen pocas e inadecua-das respuestas, produciendo la pauperización de las condiciones habitacionales de los“nuevosvecinos”,alavezquesecomplejizaladinámicaglobaldelordenamien-to y el planeamiento urbano.

Podemos atrevernos a afirmar que en las ciudades latinoamericanas la brecha sigue creciendo y el vacío insalvable entre los que tienen y lo que no, es cada vez más vertiginoso, las diferencias se agudizan, pero el contacto permanece porque habita-mos en un mismo territorio. La población desplazada o migrante llega a espacios ya ocupados, ya intervenidos y transformados, donde el viscoso humo contaminante de la lucha por la sobrevivencia los recibe para ocultarlos, para esconderlos, pero también para exponerlos al sacrificio de ser pobres en lugares donde la eliminación de la pobreza se sigue dando no por la vía de la inclusión social y económica, sino por la vía de su eliminación física, en muchos casos.

Transformación del espacio urbano informal (arquitecturas, estéticas urbanas, tecnologías, amenazas y riesgos, medio ambiente)

Desde el inicio del asentamiento informal, el fenómeno por sí mismo tiene una im-pronta: una expresión propia de auto-organización, autoproducción y autogestión de

Page 15: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

16

suhábitat.Expresiónpropiaqueseha“adquirido”porlaréplicaincesantedelasexpe-rienciaspositivasenlogrosdeimplantacióndela“vivienda”;esdecir,quelaculturadeconstituir formalidad por medio de la informalidad se ha comunicado en el tiempo a través de una tradición experiencial y en la transmisión oral que ha servido de insumo para que los asentamientos de origen informal se reproduzcan indistintamente, y que se repitan unos a otros con las variables propias de las condiciones ambientales del lugar y la idiosincrasia de los agentes sociales que forjan los procesos. Lo que se inicia con una simple ubicación de un grupo de espacios medianamente habitables, poco a pocosetransformaenuna“estructuraordenada”establecidaapartirdelconocimientoprevio de la trama urbana formal y de la intuición de la comunidad para aprovechar de mejor manera las condiciones de localización, tanto geográficas como topográficas.

De este modo, los asentamientos de origen informal no son necesariamente or-togonales ni rectilíneos, son, a menudo, quebradizos y sinuosos, que pretenden repli-car modelos urbanos establecidos, con punto de partida, pero que no tienen un punto definalizacióndeterminado.Esdecir,lasformasdela“planificación”yel“urbanismoinformal”construyenlógicasaúnnoreconocidasperoqueenlamedidadesuconsoli-dación son incorporadas a la formalidad en el nombre de la construcción de ciudad.

De igual modo, la ciudad no es homogénea, por el contrario es la sumatoria de fragmentos territoriales, físico-espaciales, sociales, económicos, culturales y ambien-tales, entre otros, que se articulan para formar un todo. Si bien ello es así, la ciudad es una sola, sin embargo en ella predominan dos formas de producirla, la formal que obedece a los parámetros normativos, basada en la legalidad y en las condiciones que impone el estatu quo, y por otra, la informal, que genera lógicas permanentes de au-toproducción de ciudad a través de los habitantes urbanos que por su cuenta y riego resuelven el hábitat y la vivienda que requieren, sin ningún acompañamiento técnico y sin que estas soluciones sean las adecuadas y menos aún las deseables.

A pesar de los racionamientos lógicos y de la praxis que acompañan los procesos urbanos informales, es inevitable, en algunos casos, el impacto ambiental que trae consigo la implantación de un conjunto físico-espacial caracterizado por la no concu-rrencia de normativas urbanísticas, el déficit para el acceso y cobertura de servicios públicos domiciliarios e infraestructura y la utilización de terrenos inadecuados para construir y urbanizar; aspectos estos, que contribuyen a intervenciones poco adecua-das de los contextos geográficos para la localización del hábitat y la vivienda.

Sin embargo, los procesos urbanos informales están en permanente evolu-ción, en continuo progreso, siempre se están desarrollando dinámicas y relaciones intraurbanas y entre los centros urbanos; siempre hay algo en construcción y algo a punto de ser modificado, espacios que se subdivididen, relaciones que se amplían y se fortalecen o, por el contrario, relaciones que se atenúan y se debilitan; las fuer-zas varían en intensidad y mudan de las entidades que las detentan; la economía,

Page 16: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

17

el mercado, el Estado, las alianzas, la competencia son algunas de las fuerzas que promueven los procesos urbanos.

Economía y actividad inmobiliaria en la ciudad informal

Quizás unas de las discusiones más profundas y de gran actualidad son, por una parte, la de la conformación de la ciudad informal como mercado, y de otra, qué tanto los programas de mejoramiento de barrios cumplen una función en este sen-tido: ¿Se puede hablar, entonces, de las viviendas de origen informal como mercan-cías que participan dentro de diferentes mercados y submercados, a pesar de sus elevados costos de producción, o como dinamizadores de otros mercados de bienes y servicios relacionados con la construcción?

También cabría preguntarse, en relación con una ciudad informal localizada en áreas centrales, ¿qué representa más valor: la construcción, el suelo urbanizado o las redes que se han tejido hacia equipamientos? Y, en ese caso, ¿qué es lo que se constitu-ye como mercancía? A lo que se añade una nueva pregunta: ¿se deben considerar los programas de mejoramiento de barrios, vengan de las administraciones locales o es-tatales, y la profusión de programas de generación o apoyo a las mipymes, como una preocupación del Estado por mejorar las condiciones de vida de la población o como una forma de adaptación de la producción (de suelo o a través de maquilas) a las con-diciones exigidas por los grandes poderes económicos (inmobiliarios y financieros)?

Así mismo, el crecimiento de la ciudad implica la urbanización de más terrenos, la densificación y la re-urbanización de muchos de sus sectores. En esta dinámica los intereses y negocios inmobiliarios se mueven a diario, sin importar si el origen de los asentamientos es formal o informal, o si las transacciones de venta, renta y otras se presentan a través de la oferta y demanda de migrantes intraurbanos y también, como ya señalamos, de población desplazada. Desde el alquiler de un cuarto hasta la renta de oficinas de alta categoría son promocionadas por personas emprendedoras del negocio inmobiliario hasta los conocidos brokers o real state que están respaldados por grandes bufetes inmobiliarios y de la construcción. En medio de todo este mercado se cruzan las líneas de la informalidad y la formalidad.

Así,al“incorporar”a la legalidad laciudaddeorigen informal,esdecir,alformalizar los mercados de las transacciones de bienes inmuebles (al existir títulos de propiedad y el cumplimiento de normas mínimas de urbanización y acceso a servicios públicos domiciliarios) pasan estos a manos de agencias inmobiliarias al cumplir todos los requisitos exigidos. La comisión de una transacción o una admi-nistración empieza a manejarse en aquellos barrios donde solo escasamente se veía unsimpleavisode“sevende”.Mientraslasrenovadasfuerzasdelaconstrucciónyelimpulsodelalegalidadsejuntanpara“incorporar”nuevasáreasurbanizadasen

Page 17: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

18

barrios con origen informal, la población de más bajos recursos y con un panorama heterogéneo, que no tiene otra opción que el del mercado informal del suelo, conti-núan accediendo a los mecanismos verbales de venta y renta, surgen, así, las nuevas áreas de formación de asentamientos informales a través de los mecanismos prio-ritarios de la invasión o la fragmentación del suelo por los llamados urbanizadores piratas,conlocualseconstituyenlosllamados“nuevosbarriosilegales”.

Políticas públicas de regularización y mejoramiento

Avances importantes en esta materia se han realizado en diversos países como Bra-sil, Perú y Colombia en los últimos años. Avances no exentos de divergencias entre los encargados de las políticas públicas y de su ejecución, como de las múltiples organizaciones sociales, políticas, comunitarias y no gubernamentales involucradas en los procesos de cambio.

La principal discusión que aquí se plantea es entre el impacto que puedan tener las políticas públicas que carecen de una visión estructural del desarrollo y las acciones concretas y creativas de las organizaciones municipales o locales para enfrentar con sus recursos y herramientas un fenómeno universal. La tensión entre los acontecimientos de orden global y las acciones de orden local están presentes en una realidad que ha superado en escala y complejidad no solo la acción estatal sino la participación de los diversos sectores sociales y productivos de cada país.

En el marco general de los procesos urbanos, fenómenos como la pobreza, asociada en muchos casos a la prolongación en el tiempo de factores estructurales (ahora denomi-nados trampas de la pobreza), pero a la vez a dimensiones micro de la realidad social, pa-recieran agudizarse haciendo más compleja la multiplicidad de problemas que agobian a los habitantes y sus espacios urbanos, imponiendo una serie de discusiones en las que se procura la neutralización de la informalidad urbana como algo inherente al crecimiento de la ciudad y al desarrollo. Sin embargo, los procesos urbanos informales continúan incidiendo en el crecimiento de las ciudades, al igual que en los problemas asociados a este proceso. La pregunta presente es si a través de una estrategia de intervención estatal, enmarcada en el mejoramiento integral de barrios –MIB– se puede contribuir a enfrentar estratégicamente algunos de estos retos o, por el contrario, se generan nuevas lógicas de expulsión y segregación de los sectores más pobres de la población.

Movimientos sociales, participación comunitaria y acción interinstitucional

Un factor dominante en el desarrollo de los procesos urbanos informales es el com-ponente humano y organizacional de la comunidad, constituido, de un lado, por

Page 18: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

19

los movimientos sociales a pequeña y mediana escala y, de otro, por los entes gu-bernamentales y privados. Para explicar las relaciones que se dan en la comunidad, es necesario identificar los diferentes roles que asumen los participantes del grupo social en la conformación de los asentamientos de origen informal; dinámicas varias entrelasquefiguraladellíderquelitigay“comercializa”unlugaryladelosco-municadores o informadores de los movimientos que se están generando y se están llevando a cabo en diferentes sectores de las ciudades dentro y fuera de ellas. Tam-bién está el papel del encargado de organizar y convocar la comunidad, sin dejar de mencionar aquellos que forjan las relaciones entre los agentes sociales del sector formal y las agremiaciones que se constituyen como mediadores para posibilitar las dinámicas que permiten el acceso al suelo y la consecución de las redes de servicios públicos como primeras acciones de habitabilidad de los asentamientos informales.

No se puede olvidar que los agentes sociales se forjan en las primeras etapas del proceso, es decir, que la cohesión se genera con la fuerza de la unión de intereses comu-nes para lograr la consecución y apropiación del lugar y el acceso a una mínima infraes-tructura. A medida que el asentamiento de origen informal se fortalece, las asociaciones iniciales comienzan a disiparse, dado que en las posteriores etapas de consolidación pri-man las necesidades particulares sobre las colectivas, aunque la solidaridad y el apoyo común se mantienen cuando de afirmar recursos y bienes adquiridos se trata.

En las organizaciones estatales y privadas, se destacan (principalmente en las últimas) aquellas sin ánimo de lucro, como las organizaciones no gubernamentales –ONG–, que centran su accionar en el respaldo que ofrecen a las comunidades presentes en los asentamientos de origen informal. Es decir, que abren la puerta de diálogoala“legalidad”yla“formalidad”.Asímismoestánpresenteslosagentesprivados con intereses comerciales que actúan en los procesos de consolidación de la infraestructura (particularmente las empresas encargadas de suministrar servicios públicos domiciliarios), las prestadoras de servicios en diferentes áreas y las comer-cializadoras de materiales y componentes constructivos.

El Estado, entendido como organización, se convierte en un agente social que, en el inicio del proceso, participa indirectamente en la formulación de políti-cas públicas y normativas que no contemplan la informalidad; luego su presencia se hace tangible por medio de las diferentes instituciones adscritas a él para for-malizar los procedimientos y la facilitar los requerimientos para su legalización. Sin embargo, cuando la dinámica se ha consolidado con la apropiación del suelo y la consolidación de las construcciones, asume un papel relevante con las políticas y normativas que, ya no por ausencia sino por presencia, se convierten en deter-minantes de la consolidación de los procesos urbanos informales.

La interacción entre movimientos sociales, formas organizativas y de partici-pación comunitaria con la acción interinstitucional, están presentes durante todo

Page 19: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

20

el proceso de formación, desarrollo y consolidación de los asentamientos de origen informal e inciden de múltiples maneras en los procesos urbanos informales que allí se gestan y desarrollan.

Las contribuciones de este libro

Las contribuciones de este libro recogen y desarrollan los temas esbozados hasta ahora, organizados en cinco partes. La primera parte: ambiente y sostenibilidad en el territorio con-tiene dos ensayos que tienen como eje común las preocupaciones por la sostenibilidad, tanto a escala regional como en una más reducida de la vivienda y el barrio. El primer ensayo, del arquitecto Fernando Negret y la economista Mercedes Castillo, se inscribe en el ámbito de la investigación sobre los procesos de implementación de la Zonificación Ecológica Económica –ZEE– en los estados del Centro-Oeste de Brasil, donde está lo-calizada Brasilia, y constituye la primera fase de esa investigación con base en la cual se busca conocer, de manera general, las experiencias llevadas a cabo en cada estado sobre iniciativas de ordenamiento y gestión del territorio y, sobre todo, la situación actual en cuanto al nivel de realización de la Zonificación Ecológica Económica. Las otras fases complementarias de la investigación apuntan a conocer los cambios en los sistemas regionales urbanos en esa región y proponer una macro-zonificación con base en los trabajos de los estados y sugerir algunas recomendaciones de políticas públicas.

Por tratarse de una investigación por etapas y aún en desarrollo, este artículo aborda los aspectos conceptuales e históricos institucionales más relevantes en el proceso de creación y consolidación de la Zonificación Ecológica Económica en Bra-sil, en cuanto a los aspectos metodológicos utilizados en la investigación, así como los objetivos y propósitos que orientan este importante programa institucional en el ámbito nacional. El abordaje sobre la concepción y los propósitos de la ZEE se realiza con base en documentos institucionales y en las propuestas de los autores que dieron origen a iniciativas relevantes de la zonificación en el país. Esos autores y las iniciativas de ZEE realizadas, particularmente en la Amazonía, promovieron el debate público de este fundamental instrumento de planeación regional y de ordenamiento del territorio en búsqueda de sostenibilidad.

En el artículo se incorpora una breve historia de la evolución de la estructura institucional nacional de la ZEE y el estado actual de implementación en los dife-rentes estados y regiones del país. Se incluye, también, una propuesta metodológica para el análisis de las experiencias realizadas en el Centro-Oeste y, finalmente, se presentan algunos resultados y conclusiones de ese análisis.

En el segundo ensayo, en el que la arquitecta Nieves Hernández parte de algunos conceptos en los que se fundamentan aspectos relacionados con el hábitat, la infor-malidad y la sostenibilidad, se muestra cómo los habitantes de la vivienda informal

Page 20: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

21

conforman su hábitat a partir de la autogestión y la autoproducción constructiva dentro de un entorno físico determinado, inscrito en un medio ambiental. Los mora-dores establecen relaciones directas de accesibilidad y sostenibilidad al implantarse en un lugar y en diferentes etapas de consolidación hacen posible una permanencia y un crecimiento del barrio y de las viviendas.

El punto de llegada, supremamente interesante, lo constituye la observación del establecimiento de la relación entre lo sostenible de la vivienda informal y el contexto de no sostenibilidad en el que ella se desarrolla, a partir de señalar lo pri-mero desde el punto de vista de la construcción y lo segundo del de la implantación. Concluye el artículo con la afirmación de que es posible generar soluciones locales a partir de las dinámicas de construcción de la vivienda informal y acogerse a una po-lítica de urbanización enmarcada en los términos de habitabilidad y sostenibilidad.

En La segunda parte: formas de crecimiento y poblamiento urbano, se ofrecen dos ensayos que tienen como eje común las formas de poblamiento y de crecimiento de la ciudad a través del crecimiento de los asentamientos populares, de las migraciones, o de la reno-vación urbana desarrollada a través de proyectos corporativos.

El primer artículo de esta temática y tercero de la colección, escrito por el arqui-tecto Luis Carlos Jiménez, trata el tema de la tenencia de la vivienda y la forma en que ha sido utilizada como indicador para medir la riqueza de una ciudad, base para alen-tar políticas públicas y para reducir el déficit social, sin embargo, se recurre a estadís-ticas gruesas sobre las ciudades, que simplifican el tema y descartan ver los problemas a profundidad, con lo cual se distorsiona el alcance de una verdadera política pública. Por lo tanto, se propone una aproximación al tema dentro de una visión que recoja la dimensión de la complejidad que reviste la situación de propietarios y no propietarios en el contexto de la ciudad. El planteamiento base es que los problemas del aloja-miento van cambiando en la medida en que la ciudad va creciendo; para entender este fenómeno se ha detenido en la observación del proceso urbano seguido por la capital colombiana; aquí se cruzan las dimensiones, temporal y espacial, con el planteamien-to de que la ciudad va pasando por estadios que suponen cambios y mutaciones que relativizan el problema de la vivienda en su acepción puramente cuantitativa.

En consecuencia, aborda el tema del crecimiento urbano desde una visión cua-litativa, en el período de 1938 a 2000. Son sesenta y dos años, presentados década a década, en las que se trata el tema de la tenencia de la vivienda de una forma más genérica como es el alojamiento de las familias como propietarios e inquilinos. Se muestra cómo en los cambios de forma y tamaño de la ciudad y las estructuras que se crearon seis sucesivas formas de ciudad: la de núcleos del período colonial y parte del republicano, pasa luego a comienzos del siglo XX, en un período corto, a la ciu-dad lineal, posteriormente a la ciudad de arco, para dar paso a la ciudad tentacular que permitirá crear una ciudad de conos, forma ésta a la que se superpone una nueva

Page 21: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

22

estructura en la ciudad de los anillos y finalmente a la ciudad compleja y descomunal presentada en el más reciente estadio, el de la metrópoli de la conurbación.

En el cuarto documento, el ingeniero catastral Carlos Roberto Peña hace una re-flexión sobre la forma en que el aumento cada día más creciente de inversión extran-jera; la poca disponibilidad de tierras en estratos socio-económicos altos; la búsqueda de seguridad, exclusividad, centralidad y alta tecnología de parte de empresarios y sus trabajadores; la renovación urbana que implica el máximo aprovechamiento de las al-turas e índices de construcción, mezclado a los nuevos usos de la tierra dispuestos por las detalladas unidades de planeamiento zonal –UPZ–, entre otros factores, han hecho que en el Distrito Capital se estén desarrollando y concentrando pequeños, medianos y grandes proyectos corporativos, que albergan desde sencillas y discretas firmas hasta embajadas y sedes matrices de entidades financieras internacionales. El cambio en el panorama urbano es total, pues casas de antaño y viejos edificios son hechos pedazos para dar paso a torres inteligentes de oficinas, consultorios y locales comerciales de altas especificaciones. Los precios por metro cuadrado de construcción y tierra revelan un efecto dominó, pues negociar predios es cada vez más difícil y costoso; la puja se presenta entre las más grandes entidades bancarias, empresas constructoras y firmas inmobiliarias. En tal sentido, el propósito de este artículo es analizar, desde las pers-pectivas urbana, social y económica, los sucesos más recientes en una de las áreas más dinámicas de la ciudad: el triángulo formado entre las vías avenida Laureano Gómez, Paseo de los Libertadores y avenida Carlos Lleras Restrepo.

La tercera parte: población y desplazamiento forzado, contiene dos artículos in-teresantísimos cuyos puntos en común, aunque no sea el tema principal de cada uno, son las consecuencias del conflicto armado interno. Así, el primer artículo de esta temática, de la psicóloga Nubia Ruiz, plantea que si se trasforman las políticas económica y social vigentes, aún puede ser posible aprovechar en nuestro país el acumulado de población joven y adulta joven en edad productiva. En condiciones de alto desempleo, gran volumen de deserción e inasistencia escolar, imposibilidad del 80% de la población joven de acceder a la educación universitaria y de sobre mortalidad masculina por violencia, como hecho contundente, que, en este último período (2000-2004), mostró cómo de cada 100 muertos por violencia en la pobla-ción en edad productiva, 93 son hombres y 7 son mujeres, hecho dramático para el futuro de una sociedad, es imposible aprovechar el bono demográfico.

Otros retos tienen que ver con la superación de la pobreza, el establecimiento de condiciones para convertir el envejecimiento de la población en una oportunidad y no en uno elemento más de conflicto social, el cual no tendrá solución si en el momento actual no se toma la rienda de la planeación y la prevención.

La perspectiva de un futuro urbano viable, con todos los conflictos y oportu-nidades que de él se desprenden, se plantea como un importante reto para todos los

Page 22: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

23

actores sociales. En su posible construcción hay dos planteamientos que se deslin-dan claramente. Uno, el de la posibilidad de elaborar una perspectiva progresista que vislumbre un país para todos, y otro, el que se desarrolla a partir de las condi-ciones actuales, que consolidan un país excluyente, con inmensas posibilidades para una ínfima minoría e infinitas limitaciones para el grueso de la población.

El sexto ensayo, segundo de la temática, es escrito por el sociólogo Andrés Guarín. En él se dice que desde la promulgación de la Ley 387 del 18 de julio de 1997, comenzó una nueva mirada del fenómeno de la violencia política en Colom-bia, y específicamente en el reconocimiento por parte del Estado de la existencia devíctimas.ElartículoNo.1delaLey387describequiénessondesplazados:“Esdesplazado toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio na-cional abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales, porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vul-neradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: Conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las si-tuacionesanterioresquepuedanalteraroalterendrásticamenteelordenpúblico”, a ellos se les debe proteger, proporcionar asistencia humanitaria y generar estrategias para el restablecimiento de sus derechos; todo esto basado fundamentalmente en los cambios que trajo consigo la Constitución de 1991 en la cual los derechos son el eje central donde debe girar el aparato estatal; así mismo las miles de personas que migran a los centros urbanos para proteger su vida y los resultados de los estudios por parte de entidades como la Consultoría para los Derechos Humanos y el Des-plazamiento –Cohdes– y la Conferencia Episcopal Colombiana se constituyen en antecedentes para su formulación.

En la cuarta parte: estrategias de intervención en la ciudad informal, se presentan dos artículos en los que se cuentan las experiencias de dos ciudades colombianas, Bogotá y Cali. En el primero el arquitecto Carlos Torres, el sociólogo John Jairo Rincón y la so-cióloga Donka Atanassova, plantean cómo, desde hace varias décadas, lo urbano, como un espacio delimitado política y administrativamente, pero además definido a partir de la especialización del trabajo en una nación en términos espaciales y poblacionales, enfrenta una serie de transformaciones que imponen grandes retos para los gobiernos y las comunidades asentadas en estos territorios. Entre ellas se cuentan la expansión espacial de la mancha urbana, el crecimiento poblacional fruto de emigración rural-urbana, la alta demanda de servicios públicos y equipamientos sociales y comunita-rios, y las medidas asociadas a la seguridad, cada vez más relacionadas con el orden policial. Muchas de estas dinámicas se tratan de condensar en las nociones de región central, ciudad región, áreas metropolitanas, metrópolis expandidas, entre otras, con

Page 23: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

24

la intención de definir y caracterizar la problemática presente en los territorios urba-nos y su articulación con los entornos regionales.

En el marco general de estos procesos, fenómenos como la pobreza, asociada en muchos casos a la prolongación en el tiempo de factores estructurales (ahora denominados trampas de la pobreza), pero a la vez a dimensiones micro de la rea-lidad social, parecieran agudizarse, lo que hace más compleja la multiplicidad de problemas que agobian a los habitantes y a los espacios urbanos; por tanto, se im-ponen discusiones en las que se procura la neutralización de la informalidad urbana como algo inherente al crecimiento de la ciudad. Algunos de estos fenómenos son descritos haciendo énfasis en unas pocas variables que potencialmente inciden en el crecimiento de los territorios urbanos, y en los problemas asociados a este proceso, y en cómo, a través de una estrategia de intervención estatal, enmarcada en el me-joramiento integral de barrios –MIB–, se puede contribuir a enfrentar estratégica-mente algunos de estos retos.

El arquitecto David Millán, en el segundo ensayo de esta temática, parte de la reflexión de que en ocasiones es necesario interrogarnos acerca de si las cosas de que hablamos, hacen parte de nuestra realidad, y sobre si las cosas que hacen parte de nuestra realidad son importantes o no para nosotros y para lo que hacemos. ¿Cuál es nuestra realidad hoy?, ¿cómo se construye?, ¿quiénes la construyen?, ¿qué es vi-sible o invisible en ella?, ¿existe la ciudad como realidad construida por todos y para todos?, ¿planificamos nuestra realidad?, ¿gobernamos nuestra ciudad?, ¿estamos interesados en transformar realidades adversas? Este ensayo es realizado por el au-tor, en su doble condición de miembro del grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad y de funcionario público, como subdirector del Plan de Ordenamiento Territorial y Servicios Públicos de Santiago de Cali.

Para dar respuesta a su reflexión parte de tres supuestos básicos asociados al nacimiento y reproducción de la ciudad informal: que a medida que avanza el mundo neoliberal, asistimos al surgimiento de marginalidades cada vez más drás-ticas; que la velocidad con que se expanden los efectos del neoliberalismo, es muy superior a la reacción mediante la cual algunos estados, gobiernos, instituciones y organizaciones sociales pretenden enfrentar o aminorar sus efectos; y que, por lo anterior, grandes grupos de población en el mundo entero están siendo confi-nados a una situación de máxima miseria soportable. Estos supuestos se combinan en lo que el autor ha denominado marginópolis, y que nos muestra a través de tres situaciones específicas en la ciudad de Santiago de Cali.

La quinta parte: diseño y participación comunitaria, cuenta con tres ensayos. En el primero de ellos, la trabajadora social Martha Liliana Peña nos sitúa en el contexto global de crisis producto de las dos guerras mundiales, época en que América Lati-na experimentó una explosión de la urbanización por el movimiento de población

Page 24: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

25

rural hacia las ciudades, sin un concomitante desarrollo económico, de fuentes de empleo ni de los ingresos disponibles. Sin embargo, predominó en el discurso de la acción gubernamental una lógica modernizadora y progresista que favoreció la instauración de mecanismos de planeación dirigidos a la solución de problemas urbanos como un intento por enfrentar el dualismo estructural urbano entre la marginalidad y el desarrollo, propio del período de posguerra.

Este artículo constituye una aproximación al tema de la planeación urbana vinculada a prácticas de participación comunitaria en el escenario bogotano de la segunda mitad del siglo XX, específicamente a partir de la experiencia del Centro Interamericano de Vivienda y Planeamiento Urbano –Cinva –, en el que la acción comunal, definida como acción colectiva, se orientó a la movilización consciente y deliberada del esfuerzo y de los recursos humanos, económicos, físicos y político-administrativos en busca del desarrollo de la comunidad a partir de la consecución de obras de mejoramiento colectivo.

El artículo demuestra cómo la propuesta del Cinva se orientó a hacer uso de la acción comunal para conseguir el desarrollo de las comunidades, por lo que su objetivo no era hacer obras materiales, sino que a través de ellas se lograra una edu-cación integral de la comunidad. Para Josephina Albano (1957), la acción comunal buscó educar tanto en el plano moral como en el material, para que el individuo produjera más para sí mismo y su familia y progresara en el plano intelectual, mo-ral y religioso; esta integración traería como consecuencia una elevación tanto del nivel de vida material como del intelectual a los cuales tiene derecho por su misma condición de ser humano. Así, la acción comunal se basaba fundamentalmente en un sistema democrático y educativo.

En el siguiente ensayo, el arquitecto Luis Fique muestra que ante el agota-miento de las hoy usuales respuestas urbano-arquitectónicas dirigidas al aprovisio-namiento de la vivienda y su entorno para la población de más bajos ingresos –con las limitaciones que implica el no detenernos aquí a examinar sus antecedentes, contextos y motivos– y con la intención de contribuir a precisar esos contextos y a darle nuevos sentidos a la modelación espacial y formal propia del quehacer del diseño, propone una reformulación de nuestras comprensiones acerca de las reali-dades por intervenir y de los problemas por abordar, comprensiones que, implícita o explícitamente, definen aquellas respuestas –aunque no solo ellas–.

Este texto plantea un enfoque de esas realidades y una definición de sus proble-mas. Además, propone la inserción del proyecto urbano-arquitectónico en marcos renovados y específicos de gestión y de políticas públicas, que le aporten precisiones usualmente ignoradas o subestimadas, pero necesarias, acerca de las situaciones que se han de resolver y que creen las condiciones que lo hagan realmente pertinente y factible, con lo cual lo integran a procesos productivos complejos, es decir, amplios,

Page 25: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

26

diversos y con múltiples interrelaciones; así los hoy usuales escenarios productivos conformes con premisas y supuestos inerciales y reducidos se cambian por intereses particulares (por lo general los de la promoción privada inmobiliaria) acomodados a procesos lineales y premisas solamente técnico-financieras (por lo general los de la consultoría).

El último artículo, del diseñador industrial Henry García, expone una reflexión sobre el origen del diseño, bajo el mito de la Bauhaus, y su relación con las formas de habitar, la calidad habitacional del territorio y el mobiliario del hábitat humano.

En total son once ensayos repartidos, quizás un poco de manera arbitra-ria, en cinco temáticas, pero todos buscan reflexionar sobre las transformaciones y cambios que implica la construcción de sociedad tanto en el territorio como en las ciudades a partir del reconocimiento de los procesos urbanos informales. Igualmente, todos han sido el fruto de las discusiones acaloradas del grupo, pero dan cuenta de los trabajos individuales de cada autor. Esperamos que los puntos de reflexión que ponemos al debate con esta primera colección de ensayos sirvan para alimentar la discusión y contribuyan a los análisis y búsquedas de alternati-vas de presente y de futuro de los procesos urbanos con origen en la informalidad y permitan aportar en la construcción de un proyecto de Nación.

Ciudad UniversitariaBogotá, D.C., abril de 2009

Referencias bibliográficas

ALBANO,Josephina(1957).“Elfactorhumanoenlosprogramasderehabilitacióndetugurios”.En:Serie:Técnica, No. 2, Bogotá, Colombia.

CASTILLO,Mercedes(2006).“Elconceptodepobreza:delamarginalidadalaex-clusiónsocial”.EnelcursoPobreza urbana, exclusión social y políticas sociales en las sociedades complejas. Buenos Aires: Clacso.

ZICCARDI, Alicia (2006). Notas de introducción a la IV sesión de trabajo en el marco del curso Pobreza urbana, exclusión social y políticas sociales. Buenos Aires: Clacso.

Page 26: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

In t r o d u c c I ó n

27

Par t e I

A m b I e n t e y s o s t e n I b I l I d A d e n e l t e r r I t o r I o

Page 27: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 28: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

29

A s p e c t o s c o n c e p t uA l e s , m e t o d o l ó g I c o s e I n s t I t u c I o n A l e s d e l A Z o n I f I c A c I ó n e c o l ó g I c A

e c o n ó m I c A –ZEE– e n b rA s I l

Fernando Negret FernándezUniversidad Católica de Brasilia

Mercedes Castillo de HerreraUniversidad Nacional de Colombia

1. Aspectos teóricos y metodológicos de la investigación y del artículo

Se consideró importante incluir en el artículo, como referente teórico, los aspec-tos conceptuales y los objetivos que orientan el programa institucional Zonifi-cación Ecológica Económica –ZEE– en Brasil como elemento necesario para la comprensión global de la investigación. De esa forma, en el artículo se incluyen inicialmente aspectos referentes a los conceptos y propósitos de la ZEE, y algu-nas premisas orientadoras en cuanto instrumento de planeamiento en términos de la necesaria participación democrática de los diferentes sectores de la socie-dad y de la articulación institucional para su desarrollo.

1.1. Aspectos conceptuales y objetivos de la Zonificación Ecológica Económica –ZEE–

Este ítem se desarrolla con base en una revisión de documentos institucionales que muestra el proceso de la definición teórica y de los objetivos de la ZEE como

Page 29: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

30

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

instrumento de la planeación del ordenamiento y manejo del territorio. De esa manera, los aspectos conceptuales sobre los cuales se desarrolla el presente artí-culo, son los fundamentos construidos institucionalmente y mediante el debate pú-blico a lo largo del tiempo con el fin de definir los propósitos de la ZEE en Brasil.

En términos de los conceptos que promovieron y ampliaron el debate sobre el papel y la orientación de la ZEE en Brasil hace más de una década, debe ser recono-cido el mérito que tuvieron Bertha Becker y Cláudio A. G. Egler con la publicación del Detalhamento da Metodologia para Execução do Zoneamento Ecológico-Econômico pelos Estados da Amazônia Legal (Metodología detallada para la ejecución de la Zonificación Ecológica Económica en los Estados de la Amazonía Legal) en 1997 (Becker y Egler, 1997). Tal publicación es un documento didáctico, de carácter conceptual y operacio-nal, que contribuyó decididamente a una comprensión de lo que es la ZEE, cuál es su propósito y cuál su relevancia en el planeamiento y ordenamiento del territorio en la búsqueda de la sustentabilidad.

Con base en los conceptos establecidos por el Programa de ZEE de la Amazo-níaLegalen1991,BeckeryEglerdefinenestazonificacióncomo“uninstrumentopolítico y técnico de planeación cuya finalidad última es perfeccionar el uso del espacioylaspolíticaspúblicas”(BeckeryEgler,1997:12).Paralosautoresestaoptimización es alcanzada, por lo menos, con tres ventajas:

a. Como instrumento técnico de información sobre el territorio, necesario para planear su ocupación racional y el uso sustentable de los recursos naturales, provee datos integrados en una base geográfica y clasifica el territorio de acuer-do con sus potencialidades y vulnerabilidades.

b. Como instrumento político de regulación del uso del territorio, permite integrar las políticas públicas en una base geográfica, con lo cual evita el tratamiento sectorial y aumenta la eficacia de las decisiones políticas al ampliar la escala de cubrimiento. También es un instrumento de negociación entre las varias esferas de gobierno y en-tre éstas con el sector privado y la sociedad civil, siendo, por tanto, un instrumento para la construcción de cooperaciones.

c. Como instrumento de planeación y de gestión territorial para el desarrollo re-gional sustentable; esto significa que no es solamente un instrumento correcti-vo, sino también estimulador del desarrollo.

Becker y Egler, concluyen que la ZEE:

“…noesunfinensí,niunameradivisiónfísica,ytampocoapuntaacrearzonashomo-géneas y estáticas cristalizadas en mapas. Se trata, sí, de un instrumento técnico y político de planeación de las diferencias, siguiendo criterios de sustentabilidad, de absorción de conflictos, y de temporalidad, que le atribuyen el carácter de proceso dinámico, que debe serperiódicamenterevisadoyactualizado”(BeckeryEgler,1997:12-13).

Page 30: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

31

Los aportes y esclarecimientos conceptuales de Becker y Egler fueron fun-damentales y constituyeron, evidentemente, una enorme contribución a la dis-cusión y al avance de la ZEE en Brasil. Con todo, el proceso de implementación en los estados de la Amazonía no ha sido fácil ni en lo técnico ni en lo político, para hacer referencia a los dos aspectos mencionados por los autores. En realidad, los aspectos técnicos de la ZEE que constituyen los instrumentos para la obten-ción de la información necesaria develaron grandes dificultades iniciales tanto en las herramientas y equipos tecnológicos, como en la capacitación de los recursos humanos para la gestión y el desarrollo de los diversos proyectos de ZEE en el territorio amazónico. Ya en los aspectos políticos los diversos intereses de los di-ferentes grupos y agentes sociales que actúan sobre porciones del territorio han sido un obstáculo para hacer cumplir las prohibiciones y restricciones de uso de las diferentes zonas que fueron establecidas en varios estados de la Amazonía.

El reciente documento Directrices metodológicas para la Zonificación Ecológica Econó-mica, del Ministerio del Medio Ambiente (Ministerio del Medio Ambiente, 2006) hace también referencia a los conceptos de Becker y Egler y señala que la concepción del Programa de la ZEE –PZEE– está orientado hacia dos aspectos básicos:

• Proporcionarunabasetécnico-científicayoperacionalparalaplaneaciónestraté-gica en el ámbito federal, mediante la propuesta de una acción sinérgica en tér-minos institucionales, la congregación de órganos públicos para la consolidación de las informaciones existentes, con lo cual las experiencias de cada uno de ellos se integran y ponen al servicio de los agentes que toman decisión en el país.

• Apoyartécnicayoperacionalmente las iniciativasdeproyectosdeZEEenelpaís, en las dimensiones sub-regionales, estaduales y locales, para incentivar las discusiones sobre la ocupación del territorio y la generación de propuestas sustentables de uso de los recursos naturales.

Esas dos premisas muestran que, en primera instancia, el programa de ZEE es concebido como un instrumento para apoyar la planeación estratégica en el ámbito nacional, en la cual deben participar todas las instituciones públicas al contribuir con sus experiencias y conocimientos para la toma de decisiones. En segundo lugar, el programa busca apoyar las iniciativas regionales de ZEE para promover el mane-jo sustentable de los recursos naturales.

Con esa perspectiva de análisis se puede afirmar que las iniciativas y experien-cias sobre zonificaciones llevadas a cabo en los estados de la región Centro-Oeste, particularmente las más antiguas, buscaron un mejor manejo de los recursos na-turales para su sustentabilidad, aun cuando éstas no fueron evaluadas de manera sistemática mediante la aplicación de algún tipo de indicador para conocer los re-sultados alcanzados. Es evidente que las experiencias más antiguas en los estados

Page 31: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

32

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

de la región no usaron las metodologías de la ZEE, actualmente institucionalizadas por el Ministerio del Medio Ambiente –MMA–.

En los fundamentos conceptuales del PZEE (Ministerio del Medio Ambiente, 2006:32)separtedelasconsideracionesdeBeckeryEaglersobreelZEEcomo“ins-trumentopolíticoytécnicodeplaneación”,sedesarrollaunadiscusióndeinterésyunconjunto de conceptos útiles que bien cabe destacar y comentar, dada su relevancia en la comprensión del territorio como escenario de la relación sociedad-naturaleza y de las implicaciones de esa relación en su zonificación.

En la definición del territorio, citando a Raffestin (1993), el documento destaca la presencia de las relaciones de poder, y con base en Souza (1995), el papel de los agentes sociales con sus diferentes formas de actuación y relaciones sociales, con las cuales se construyen y destruyen redes, mallas y zonas. Para Souza, junto a la especialización de las áreas ocurre simultáneamente la fluidez ylainterdependenciaentrelugaresyactividadeseconómicas,“cabiendo,pues,ala ZEE, intentar regular, de forma pactada, las varias formas de dominio y uso delterritorio,engendradasporlosdiversosagentessocialesahípresentes”(Mi-nisterio del Medio Ambiente, 2006: 33). Los dos autores, Raffestin y Souza, son complementarios en sus posiciones, en la medida en que evidentemente ocurren en el territorio relaciones de poder entre los diversos agentes sociales para la apropiación de los recursos naturales y para la obtención de los medios de vida en diferentes condiciones sociales. Entretanto, cabe señalar que la zonificación como instrumentotécnicoypolíticotienedificultadespara“regulardeformapactada”un modelo de planeación con participación de agentes sociales en conflicto. Si bien es verdad que el proceso de zonificación promueve la negociación y se puede llegar a acuerdos para una planeación estratégica orientada a la obtención de una mayor sustentabilidad socio-ambiental, no es una garantía de que esos acuerdos sean cumplidos, pues así ha ocurrido en la mayor parte de las ZEE realizadas y con tentativas de implementación. La ZEE tendrá más posibilidades de ser im-plantada y respetada por los agentes sociales participantes y comprometidos en ella cuando existan mecanismos de monitoreo y fiscalización social que garanti-cen el respeto de las zonas establecidas.

En realidad es la naturaleza y, sobre todo, la relación sociedad-naturaleza, la que define las características del territorio y de sus zonas. Son los procesos socio-ambientales de construcción y deconstrucción con y sobre la naturaleza los que le otorgan carácter y definen las partes o zonas del territorio. Esa relación sociedad-naturaleza es altamente compleja y regida por relaciones de producción y de poder que implican una apropiación de los recursos naturales y, en consecuencia, deter-minan las oportunidades de su manejo, de su transformación, de su usufructo y también de su degradación por el uso irracional.

Page 32: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

33

Citando a Andrade (1996), se afirma en el documento que:

“…elterritorioencierrapodery,portanto,uncriteriopolítico.LaZEEpuedecrear,así,un modelo de planeación territorial que distribuya las actividades en el territorio en fun-ción de las limitaciones, vulnerabilidades y fragilidades naturales, así como los riesgos y potencialidades de uso, a fin de contribuir con la mejoría de las condiciones de vida de los ciudadanos”(MinisteriodelMedioAmbiente,2006:33).

Esa premisa y propósito de una planeación según limitaciones y potencialidades naturales son racionales e indispensables para alcanzar mayor sustentabilidad en el pro-ceso de desarrollo, mientras tanto conviene reiterar que son precisamente las relaciones y fuerzas de poder las que constantemente se aprovechan de las vulnerabilidades am-bientales como ha ocurrido y está ocurriendo en los seis grandes biomas nacionales, Amazonía, Caatinga, Cerrado, Mata Atlántica, Pampa y Pantanal. Se ha constatado que en varias oportunidades las ZEE realizadas fueron utilizadas para identificar tierras fértiles y realizar deforestaciones para actividades agropecuarias, incluso a sabiendas de que eran áreas de alta biodiversidad y, por lo tanto, de preservación permanente. Esos actos demuestran que solamente las instituciones participativas y fuertes que regulen y fiscalicen con rigor el destino más apropiado para las zonas, harán que la ZEE cumpla con su carácter de instrumento de un desarrollo más sostenible.

Enesesentidoeldocumentomencionaquela“sustentabilidadeslapremi-sa básica para identificar potencialidades y limitaciones ecológicas, económicas y sociales. Los recursos naturales deben ser utilizados considerándose los impactos directoseindirectosparalasociedadyparalanaturaleza”(MinisteriodelMedioAmbiente, 2006: 33). De hecho, el propósito fundamental de la ZEE es el manejo sustentable de los recursos naturales considerando la vulnerabilidad, el carácter finito y el riesgo de escasez de esos recursos.

Esa sustentabilidad se enfrenta a, por lo menos, tres principios complejos de difí-cil realización en las condiciones estructurales de, K funcionamiento de las sociedades capitalistas que, tal vez, bien vale la pena mencionar y comentar:

a. Satisfacción de las necesidades sociales para garantizar una vida digna y sustentable para todos. Es el principio fundamental, quizás el de mayor dificultad en ser obte-nido debido a las relaciones sociales capitalistas, a las formas de apropiación privada de los recursos y las desiguales oportunidades de usufructo de los mismos.

b. Obtención de beneficios económicos permanentes del manejo de los recursos naturales y una distribución equitativa entre toda la población. El alcance de esos dos propósitos solamente será posible en la medida en que se obtenga una racionalidad entre la producción y el consumo generales de toda la población y que el manejo de los recursos no tenga como objetivo fundamental el lucro individual y la acumulación de capital.

Page 33: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

34

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

c. Manutención del funcionamiento de los ecosistemas de tal manera que se pueda garantizar la permanencia de su proceso natural. La manutención de las condicio-nes naturales está cada vez más comprometida y solamente un esfuerzo global de todos, especialmente de los ricos que son los que más degradan el medio ambien-te, podrá detener el proceso considerado por algunos ya irreversible.

De forma complementaria, Becker y Eagler (1997) afirman que las Zonas Ecológicas-Económicas son porciones delimitadas del territorio cuyo uso es regu-lado por normas establecidas por el Estado. Para ellos el concepto de zona ecoló-gica-económica sintetiza, como su nombre lo indica, dos dimensiones básicas: la ecológica, que refleja las limitaciones y potencialidades de uso sustentable de los recursos naturales, y la económica, que manifiesta las aspiraciones de desarrollo humano de las comunidades que habitan y obtienen su sustento del territorio.

En la realidad esos dos conceptos, el ecológico y el económico, son extremada-mente complejos y por esa razón de manejo delicado debido a la diferente compren-sión teórica que de ellos se tiene por parte de las diversas corrientes de pensamiento. Enefecto,loecológicoporsudimensiónholística,incorpora“todaslasrelacionesentretodoslosseresentodoslosambientes”,locual,alserunaverdaddelacom-prensión dialéctica de la realidad, no facilita la realización de acciones ni de políticas públicas y, por el contrario, dificulta su formulación, su aplicación y hasta la expli-cación de los resultados obtenidos. La riqueza de la biodiversidad en un país tropical como Brasil convierte la cuestión ecológica y el manejo sustentable de la relación sociedad-naturaleza en algo mucho más difícil y complejo y, por eso, exige un cui-dadoyuntratorigurosos.Loeconómico,porsuparte,implicaenesencia“relacio-nessocialesdeproducción”,osea,lamaneracomolaspersonasserelacionanentresí y con la naturaleza para producir bienes materiales y para generar valor. En esa relación existen contradicciones sociales que impiden la realización, por ejemplo, de una vida digna para la población y las comunidades más pobres y sin medios de producción. Lo económico también está relacionado con la propiedad de la tierra, de los recursos naturales y de los medios de producción y la ZEE puede establecer zonas y áreas con restricciones y prohibiciones racionales, aunque los propietarios pueden no acatar las sugerencias, como de hecho acontece en la realidad.

La metodología propuesta por Becker y Egler incluye diversos aspectos, den-trodeloscualescabedestacartambiénlos“Criteriosparaestableceráreaspriori-tariasparaZEEenelEstado”(BeckeryEgler,1997:14).Eneseítemlosautoresdistinguen las siguientes tres etapas:

a. Levantamiento de informaciones y diagnóstico preliminar, el cual conlleva la creación de un banco de datos con informaciones que permiten formular estra-tegias de uso del territorio, de planificación de la inversión y de monitoreo. Esas

Page 34: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

35

informaciones, inicialmente de carácter secundario, y existentes en diversas ins-tituciones, serán complementadas con investigaciones de campo para captar la dinámica de los procesos.

b. Identificación de la diferenciación de áreas en el estado, con base en los resultados de la relación sociedad-naturaleza, respecto de las áreas ya definidas por ley, tales como las tierras indígenas y las demás categorías de unidades de conservación, así como áreas de uso restringido, áreas productivas, áreas a ser recuperadas y áreas en proceso de ocupación rápida y conflictiva.

c. Criterios para la selección del área-objeto de la ZEE por los Organismos Estadua-les del Medio Ambiente –OEMA–. En el caso de esta metodología dos criterios políticos fueron sugeridos para su aplicación. En primer lugar las zonas deberían intentar reducir la tasa de deforestación en la Amazonía Legal4, hacer manejo forestal y controlar las actividades de mazamorreo, la caza y pesca depredadora y la polución industrial, entre otras iniciativas. En segundo lugar, la toma de decisión por parte del estado debe abarcar los problemas, los múltiples intereses en juego y las oportunidades de inversión.

En relación con los criterios propuestos en la metodología de Becker y Egler cabe reiterar que efectivamente es necesario partir de un diagnóstico sobre la diná-mica de los procesos socio-ambientales en la región donde se pretende implantar la ZEE y tener en cuenta las zonas ya establecidas por el Estado, en su mayoría por el Sistema Nacional de Unidades de Conservación –SNUC–. Sobre los dos criterios políticos sugeridos en la metodología se puede afirmar que siendo válidos, fueron establecidos de forma específica para la ZEE en los estados de la Amazonía Legal y que no podrían ser fácilmente aplicados en otras regiones con mayor densidad y complejidad en la ocupación del suelo.

1.2. Origen institucional y estructura de gestión de la ZEE

En este ítem se aborda la manera como se fueron creando y estructurando las institucio-nes para hacer la gestión del Programa de Zonificación Ecológica Económica –PZEE– y para prestar apoyo a los estados en la implementación del mismo.

En el documento Diretrizes Metodológicas para o Zoneamento Econômico Ecológi-co do Brasil (Ministerio del Medio Ambiente, 2006), se considera que la ZEE fue

4 La Amazonía Legal es un territorio de 5’217.423 km² correspondiente a cerca de 61% del Brasil, integrada por nueve estados del país que ocupan el bioma amazónico. Es una región institucional de características socio-ambientales aproximadas creada por el gobierno para fines de planificación.

Page 35: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

36

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

inicialmente institucionalizada como instrumento de planificación territorial y de zonificación ambiental por la Política Nacional de Medio Ambiente, establecida por la Ley No. 6.938 del 31 de agosto de 1981. Sin embargo, fue en el Programa Nossa Natureza, creado por el Decreto 96.944 del 12 de octubre de 1988, en el que apareció formalmente la ZEE como objetivo para ser desarrollado en todo el territorio nacional.

La Comisión Coordinadora de la Zonificación Ecológica Económica –Cczee–, creada en septiembre de 1990 por el Decreto No. 99.540, tiene las atribuciones de planear, coordinar, acompañar y evaluar la ejecución de la ZEE en todo el territorio nacional, así como la de articularse con los estados y apoyarlos en la realización y com-patibilización de sus zonificaciones con la ZEE del Gobierno Nacional. Con base en esas atribuciones y en su responsabilidad por la ZEE en el nivel macro-regional y re-gional, la Cczee quedó encargada del Programa de Zonificación Ecológica Económica para la Amazonía Legal –Pzeeal–, creado en 1991. Fue con base en las experiencias de este programa en diversos estados de la Amazonía que se formuló y consolidó una metodología general, publicada por el MMA y por la Secretaría de Asuntos Estraté-gicos –SAE– en 1997.

La medida provisoria No. 1911-8/99 del 29 de julio de 1999 encargó de la responsabilidad de la coordinación y ejecución de la ZEE al MMA, a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable –SDS–. Esa secretaría constató que se había producido una serie de ZEE fraccionados y dispersos que no permitían el conoci-miento de la situación nacional y no eran suficientes para apoyar la planificación nacional.“Enesecontexto, lacoordinaciónnacionaldelprogramaconsideró lanecesidad de recuperar la dimensión de la ZEE como un instrumento integrado de planeación, articulando sus diversos niveles de intervención en las dimensio-nesfederal,regional,estadualylocal”.Enesaperspectivafueiniciadounamplioproceso de consulta y articulación institucional que resultó en la reinstalación de la Cczee y la constitución del Consórcio ZEE Brasil. De forma complementaria, la ZEE adquirió en el ámbito del Plan Plurianual –PPA– una dimensión nacional “conelobjetivodedaralpaísunavisióndeconjuntoyavaluaryproponerso-lucionesencuantoa lasaccionesdedesarrollosocial,económicoyambiental”.Además de eso, crear un Sistema Gerente de Banco de Datos, con el objetivo de organizar, integrar y divulgar informaciones básicas para la ZEE (Ministerio del Medio Ambiente, 2006: 24).

La cooperación Consórcio ZEE Brasil fue organizada institucionalmente bajo la coordinación de la Secretaría de Políticas para el Desarrollo Sustentable del MMA y compuesta por el Instituto Brasileiro del Medio Ambiente y de los Recursos Natu-rales Renovables –Ibama–, la Agencia Nacional de las Aguas –ANA–, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales –INPE–, la Fundación Instituto Brasilero

Page 36: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

37

de Geografía y Estadística –IBGE–, el Instituto de Investigación Aplicada –IPEA–, la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria –Embrapa– y por la Compañía de Investigación de Recursos Minerales – Servicio Geológico de Brasil – CPRN. El consorcio fue institucionalizado a través del Decreto Presidencial s/n de 28 de di-ciembre de 2001 y reafirmado en nuevos decretos con la inclusión de la Compañía de Desarrollo de los Valles del São Francisco y Parnaíba –Odevasp–, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria –Incra– y el Centro Gestor y Opera-cional del Sistema de Protección de la Amazonía –Censipam–, de Petrobras S/A, el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía –INPA– y la Agencia de Desarrollo del Nordeste –Adene–.

Esa estructura institucional y al mismo tiempo técnica permitió que la ZEE se fortaleciera como un instrumento de estado, volcado para la planificación pública con amplia participación social. Sus actividades de consultoría y asesoría a los estados y regiones están en proceso de ampliación en todo el país.

1.3. Procedimientos operacionales institucionales para un proyecto de ZEE

Los procedimientos operacionales se refieren a las orientaciones contenidas en el documento Directrices metodológicas para el proyecto de ZEE Brasil y abarcan cuatro fases: Planeación del proyecto, diagnóstico, prognóstico e implementación. Cada una de esas fases contiene actividades, tareas y productos bien definidos (Ministerio del Medio Ambiente, 2006: 61).

La fase de planeación incluye las articulaciones político-institucionales indispen-sables para hacer viable la ZEE y la identificación de las demandas técnicas, financie-ras, institucionales y sociales, además de la movilización de los recursos financieros y humanos necesarios para la ejecución de la Zonificación. Es la fase de preparación de las condiciones necesarias para que la ZEE pueda ser realizada. En el documento se destaca que el PZEE ha sido hecho a través de consulta pública y recomienda que el cubrimiento y la participación de segmentos sociales sean permanentes.

Se considera la articulación institucional como el punto de partida, ya que al ser involucrados los diversos agentes sociales públicos y privados se constituyen los soportes legal, administrativo y financiero de la ZEE. De hecho, ya han ocurrido diversos eventos nacionales y regionales que movilizaron todas las coordinaciones estaduales de zonificación y diversos órganos del gobierno en los tres niveles e ins-tituciones de la iniciativa privada.

La movilización de recursos implica tanto los recursos humanos como los fi-nancieros. En ese sentido, debe ser considerada la capacidad instalada y disponible en los diferentes órganos e instituciones que cuentan con técnicos de diferentes

Page 37: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

38

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

profesiones para apoyar la realización de la ZEE. El documento señala, con razón, que la zonificación no puede ser realizada por una única institución y que necesita de la participación de diversos profesionales. En relación con la movilización de los recursos financieros se recomienda que se realice una acción coordinada entre las entidades participantes de manera que sea posible financiar tanto la gestión del proyecto como su ejecución e implementación.

Aún en esta fase de la planeación, el documento de las directrices metodológi-caspresentasugerenciassobrelosprocedimientosparala“Identificacióndedeman-das”.En ese sentido recomiendan realizar reuniones, encuentros y otros eventoscon la participación de representantes de los órganos públicos y de las comunidades para ajustar las reivindicaciones y el avance de los trabajos.

Una parte relevante de la planeación se refiere al análisis y estructuración de la información y la construcción de bases de datos, la cual tiene inicio en el diagnóstico, pero traspasa las etapas de pronóstico y de implementación. El Banco de Datos está integrado por componentes cartográficos y textuales con los que aborda tres grandes áreas: medio físico-biótico, dinámica socio-económica y organización jurídico-institu-cional (Ministerio del Medio Ambiente, 2006).

Después de la fase de planeación viene la construcción del diagnóstico, el cual se debe desarrollar buscando atender los objetivos inicialmente pactados para evitar inventarios que no sean útiles. Los aspectos sectoriales a ser diagnosticados están en el ámbito de las tres áreas de conocimiento señaladas: aspectos del medio natural, socio-económico y organización jurídico-institucional.

La participación social es indispensable para la etapa de diagnóstico en la medi-da en que éste debe ser orientado por objetivos previamente discutidos y fijados. Ade-más, el diagnóstico se apoya en datos e informaciones obtenidas en procedimientos e interpretación de imágenes de satélite y tecnologías altamente confiables.

El pronóstico deberá ser elaborado con base en los análisis de las informa-ciones obtenidas y analizadas, y tiene por objetivo fundamental la construcción de escenarios y de indicadores que permitan hacer seguimiento de las tendencias encontradas. En esta fase son discutidas las posibilidades y condiciones de la ZEE para convertirse en norma legal y/o programática, además de trazar directrices de acción para solucionar los problemas detectados. En este sentido, se formulan ins-trumentos y mecanismos para garantizar los resultados de las acciones en búsqueda de desarrollo con mayor sustentabilidad.

En esa perspectiva las principales actividades están orientadas a proponer unidades de intervención, las cuales constituyen áreas delimitadas, el elemento básico para establecer las acciones, y los agentes específicos que actuarían en ellas. A partir de las unidades de intervención se elaboran escenarios sobre los princi-pales procesos socio-ambientales, en los que se evalúan los impactos y medidas

Page 38: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

39

necesarias para su incremento, minimización o supresión. Según el documento de las directrices metodológicas, el análisis de los escenarios debe considerar los “factorescríticos,lasfuerzaspropulsorasylasfuerzasrestrictivas”.

La implementación de la ZEE es considerada en el documento como una fase crítica debido a las diversas dificultades por las cuales han transitado muchas de las experiencias de zonificación en el país. De hecho, son conocidas muchas iniciativas que fueron consolidadas en leyes y normas, pero realmente nunca fue-ron implementadas. Por eso se recomienda que la ZEE sea asimilada y asumida por los diferentes órganos públicos involucrados y haga parte de sus programas y acciones plurianuales.

En la perspectiva de la construcción de un sistema de gestión, en las directrices del ZEE se proponen las siguientes medidas:

“…unplancontinuoderecolección,tratamiento,actualizaciónydiseminacióndeinfor-mación; un mecanismo de subsidio a la implementación de las estrategias de desarrollo en las zonas establecidas; un monitoreo continuo de la situación de las zonas establecidas; un apoyo técnico a la reglamentación de directrices legales propuestas con interlocución en lasCasasLegislativas;unareferenciamatricialconlasinstitucionescobijadasconelPPA”(Ministerio del Medio Ambiente, 2006).

Finalmente, es relevante y bastante ilustrativo en términos metodológicos, conocer un resumen de los principales productos de la ZEE, presentado en el docu-mento de las directrices:

1. Banco de datos. 2. Mapas de: los sistemas naturales, evaluación cualitativa de la integridad de los

sistemas naturales, las tendencias de ocupación y articulaciones regionales, los indicadores sociales sintéticos y las unidades institucionales.

3. Relatoría de la evaluación de la situación actual.4. Escenarios de tendencias y alternativas.5. Proposición de unidades de intervención.6. Zonas y propuestas de directrices generales y específicas.

Así, los procedimientos operacionales institucionales para un proyecto de ZEE, abordados de forma resumida en el ítem correspondiente, demuestran de ma-nera evidente que el proceso de elaboración e implementación de la zonificación es de enorme complejidad y que, por tanto, implica el desarrollo de diversos órganos y técnicas especializadas en las diferentes etapas, además de ser indispensable un sistema de gestión que garantice la participación social y el compromiso institucio-nal desde la etapa de planeación, diagnóstico y pronóstico, hasta la difícil etapa de la implementación.

Page 39: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

40

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

1.4. Metodología de análisis del proceso de implementación de la ZEE en los estados del Centro-Oeste

El objetivo de esta fase de la investigación es analizar cuales son los propósitos y los procedimientos que identifican o diferencian las experiencias y las iniciativas de ZEE y cuáles fueron los resultados obtenidos hasta el momento. Es esencial establecer cuáles aspectos o cuestiones fueron determinantes para la obtención de los resultados, pues el mayor interés es conocer las lecciones aprendidas en el com-plejo proceso de implementación de la ZEE. Para tal propósito serán analizados la concepción general y los objetivos de las propuestas contenidas en los términos de referencia para contratar las empresas que realizarán la zonificación y, sobre todo, las estrategias institucionales para conseguir cooperación y alianzas que garanticen la participación social en el proceso.

Para el análisis de las experiencias de implementación de la ZEE se desarrolla la siguiente metodología:

a. Proceso de generación de la propuesta e involucramiento de los agentes sociales. Se trata de verificar de qué manera fue generada la propuesta de ZEE, de quién partió la iniciativa, qué entidades públicas y privadas participaron en el proceso de elaboración de la propuesta y cómo fue llevada a cabo o está sien-do desarrollada.

b. Estructura y grado de institucionalización de la ZEE. Se busca conocer cuál es la estructura institucional establecida en los estados para su implementación, cuáles instituciones están involucradas en la implementación de la ZEE en cada estado, cuáles son las atribuciones legales y cuál es la autonomía para la toma de decisiones.

c. Grado de participación e involucramiento de las comunidades locales. Interesa saber cuáles mecanismos fueron desarrollados para conseguir la parti-cipación de las comunidades locales, qué tipo de comunidades participan, cuál es el nivel de participación y, sobre todo, cuál es el verdadero poder en la toma de decisiones sobre la aplicación de la ZEE.

d. Resultados y productos obtenidos con la aplicación de la ZEE. Depen-diendo del nivel de avance de los trabajos relacionados con la implementación de la ZEE, los resultados obtenidos son diferentes. En ese sentido serán analiza-dos como resultados, entre otros, los siguientes:- Articulaciones institucionales y consolidación de alianzas y cooperaciones.- Elaboración de cartografía y zonificaciones.- Formulación de políticas públicas con base en la Zonificación Ecológica Eco-

nómica para el ordenamiento y gestión del territorio en los estados.

Page 40: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

41

- Creación de unidades de conservación o zonas especiales que demuestren avances en el manejo y disminución de las acciones predatorias de los recur-sos naturales.

2. Resultados

2.1. Situación actual de la ZEE en Brasil

Segúneldocumentodelasdirectricesmetodológicas,actualmentehay“proyectosejecutados en el 22% del territorio nacional y con proyectos en proceso en cerca de 30%”(MinisteriodelMedioAmbiente,2006:21).Esascifrasmuestranqueefec-tivamente ha habido un avance importante y se está haciendo un esfuerzo conside-rable en la tarea de implementar la ZEE en el ámbito nacional, sin embargo cabe resaltar que falta aún prácticamente la mitad del territorio del país para completar la zonificación.

El documento resalta varios aspectos de la situación actual de la ZEE en Bra-sil, dentro de los cuales se destaca que ya existe una “base técnica e institucio-nalarticuladaparasuplirlademandadedatos,informacionesyanálisis”.Destaca,igualmente, la existencia de una metodología general o diretrizes metodológicas que fueron consolidadas a partir de consultas públicas y de la discusión en diversos se-minarios nacionales y regionales. Sobre esas directrices se menciona que son de ca-rácter general, respetan las especificidades regionales y son flexibles para incorporar actualizaciones periódicas.

En relación con los diversos proyectos estaduales y sub-regionales realizados, se considera en el documento que disponen de informaciones estratégicas que necesitan ser actualizadas, sistematizadas y compatibilizadas con una visión macro-regional y nacional. El hecho de ser proyectos realizados con metodologías diversas, no permite tener una visión integrada y global como es deseable para la planeación del país.

Son varios los proyectos en marcha en el Brasil y el documento menciona la ZEE de la hoya del río Parnaíba y de la hoya del río São Francisco, la ZEE de áreas priorita-rias del Arco de Deforestación en la Amazonía, de la Región Integrada de Desarrollo Económico del Distrito Federal y Entorno –RIDE-DF–, así como la ZEE como instru-mento del Programa de Revitalización de la Hoya Hidrográfica del Río São Francisco. También menciona como otro importante proyecto la Macro-zonificación Ecológica Económica de la Amazonía Legal, que emprendió un esfuerzo de integrar todos los productos estaduales ya generados en una base de datos con una leyenda única.

La región Centro-Oeste se destaca en el contexto nacional por disponer de di-versas experiencias de zonificación y regionalizaciones desde hace varias décadas, las cuales dejaron un conocimiento, particularmente sobre la necesidad de una mayor

Page 41: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

42

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

articulación y participación social en el proceso de elaboración, como garantía de la implementación y respeto por las zonas establecidas. Con base en informaciones obtenidas en las secretarías de estado responsables por las ZEE, en los sitios en In-ternet creados para poner a disposición información sobre el proceso de desarrollo de los proyectos de zonificación actuales, queda claro que las del Distrito Federal y los estados de Goiás, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, integrantes de esa región, aún están en proceso de implementación. Sin embargo, se debe resaltar que todos ya instituyeron las Comisiones Estaduales y la del Distrito Federal con amplia par-ticipación de la sociedad civil organizada, de las comunidades locales y de las insti-tuciones públicas y privadas. Ese hecho ya es importante como proceso democrático para la implementación de la Zonificación Ecológica Económica en los estados del Centro-Oeste. Se espera para la visita de campo a ser realizada en la siguiente etapa, obtener más información sobre los resultados de esas experiencias.

3. Conclusiones

Las siguientes conclusiones expresan la situación encontrada sobre el grado de ela-boración y discusión de la ZEE en el DF y en los tres estados del Centro-Oeste en agosto de 2008:

- La primera conclusión es que la ZEE es un proceso institucionalizado en el Centro-Oeste, articulado por el programa nacional dirigido por el Ministerio del Medio Ambiente y que se encuentra en pleno desarrollo en el Distrito Fe-deral y en los tres estados. Cabe resaltar la relevancia que se le da al proceso en esas entidades territoriales, la cual se manifiesta en la amplia participación institucional y de todos los sectores de la sociedad.

- La Zonificación Ecológica Económica en los estados del Centro-Oeste y en el Distrito Federal se encuentra en diferentes estadios de desarrollo. En forma resumida la situación actual es la siguiente: el Distrito Federal concluyó el día 10 de julio de 2008 la elaboración de los términos de referencia para la contra-tación de la empresa consultora que elaborará la ZEE y está siendo preparada la publicación para contratar esa consultoría. El estado de Goiás instituyó la Comisión Coordinadora de la ZEE, en cuyo cronograma de actividades está incluido un acuerdo de cooperación con el MMA para apoyar el cierre de los términos de referencia y realizar la contratación de la consultoría, sin embargo, esas actividades serán retomadas con la posesión de los nuevos secretarios del estado. Mato Grosso inició en julio de 2008, por medio de la Asamblea Legisla-tiva, la divulgación y discusión en audiencias públicas del Plan de Zonificación Socio-Económica Ecológica –Pzsee– en 14 municipios. En Mato Grosso do Sul,

Page 42: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

43

fue realizada la primera etapa de discusiones de la macro-zonificación denomi-nada como Primera Aproximación y en agosto de 2008 fue iniciada la segunda etapa con la discusión de la propuesta de ZEE de Embrapa, con miras a definir la propuesta definitiva de la zonificación del estado.

- Considerando la situación anterior, Mato Grosso es el estado más avanzado, pues ya tiene una propuesta de ZEE que está siendo discutida públicamente; posteriormente está Mato Grosso do Sul que está concluyendo la definición de la macro-zonificación programada para la primera fase; luego se encuentra el Distrito Federal con los términos de referencia de la ZEE concluidos y en fase de contratación de la empresa consultora; y en última instancia está el estado de Goiás, que aún no ha concluido la elaboración de los términos de referencia.

- Los cuatro gobiernos hicieron una institucionalización del proceso de elaboración de la ZEE, con la participación activa de los gobernadores que designaron las co-misiones coordinadoras. En general, las instituciones encargadas de la dirección de las comisiones coordinadoras son las secretarías con funciones de planeación, de desarrollo regional o urbano, del medio ambiente y de la agricultura, entre otras.

- No obstante que la realización de la ZEE en las cuatro entidades territoriales estén orientadas bajo las directrices del Programa Nacional de Zonificación Ecológica Económica y del MMA, los procesos han sido y continúan siendo diferentes, particularmente en cuanto a las formas de estructuración de la pro-puesta, de la discusión pública sobre la zonificación y de las entidades partici-pantes en la definición del mismo. Sin embargo, cabe destacar que en todos los casos hubo amplia participación y aún están previstas en las próximas etapas nuevas discusiones y reuniones públicas de consulta.

- Todos los proyectos de zonificación partieron del establecimiento de una comi-sión coordinadora designada por los gobiernos correspondientes, Distrito Fede-ral o de los estados, no obstante, la integración de esas comisiones es diferente en cuanto a los órganos participantes.

- En todos los casos hubo preocupación e iniciativas para conseguir una amplia participación en la discusión y elaboración de la ZEE, sin embargo, hubo me-todologías diferenciadas en las formas de trabajar con las alcaldías municipales, con las comunidades locales, con los sectores y agentes económicos regionales y con las instituciones públicas y privadas.

- No obstante que la participación haya sido amplia en cuanto a los grupos econó-micos sectoriales, aún falta por constatar qué grado de representación tuvieron las comunidades regionales y locales en la discusión de la ZEE y cómo será la parti-cipación de esas comunidades en las consultas públicas que están programadas.

- En relación con los resultados obtenidos, tal vez lo más importante sea las ar-ticulaciones y las alianzas institucionales, aunque ya existan algunos estudios

Page 43: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

44

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

avanzados, como en el caso del Mato-Grosso que presentó una zonificación agrícola. También se ha conseguido reunir información y cartografía clave para el desarrollo de la ZEE.

- Se espera que los resultados obtenidos con el desarrollo y aplicación de la ZEE sean: la existencia de políticas públicas capaces de orientar una forma de ocupa-ción más racional y menos depredadora del territorio y de los recursos naturales, nuevas formas de monitoreo y fiscalización de la localización de las actividades productivas, la protección de las áreas de valor ambiental y paisajístico y la creación de nuevas unidades de conservación.

- Igualmente se espera que la ZEE, además de constituirse en un instrumento de participación social y debate de los principales problemas regionales, también sirva como instrumento de racionalización de manejo y usufructo de la tierra, de tal forma que se establezcan zonas que garanticen una posibilidad de subsistencia a las poblaciones menos favorecidas con los beneficios de los recursos naturales.

Referencias bibliográficas

ANDRADE,M.C.(1996).“Territorialidades,Desterritorialidades,NovasTerritoria-lidades:OslimitesdoPoderNacionaledoPoderLocal”.En:território-Globali-zação e Fragmentação. 2ª ed. São Paulo: Hucitec.

BECKER K., Bertha e EGLER. A.G., Cláudio (1997). Detalhamento da Metodologia para Execução do Zoneamento Ecológico-Econômico pelos Estados da Amazônia Legal. Brasília DF: Ministério do Meio Ambiente, dos Recursos Hídricos e da Amazô-nia Legal. Secretaria de Assuntos Estratégicos da Presidência da República.

CORRÊA DA COSTA DIAS, Tereza Cristina. Secretária de Agricultura do Estado. Governo de Mato Grosso do Sul (2008). Depoimento transcrito no site do Governo de MT. Junho de 2008.

MINISTÉRIO DO MEIO AMBIENTE. SECRETARIA DE POLÍTICAS PARA O DESENVOLVIMENTO SUSTENTÁVEL. PROGRAMA ZONEAMENTO ECOLÓGICO-ECONÔMICO (2006). Diretrizes Metodológicas para o Zoneamento Ecológico-Econômico do Brasil. 3ª ed. Brasília DF: Consórcio ZEE Brasil. Diretrizes Metodológicas para o Zoneamento Ecológico-Econômico do Brasil.

MINISTÉRIO DE MINAS E ENERGIA. MINISTÉRIO DA AGRICULTURA. MINISTÉRIO DA INTEGRAÇÃO NACIONAL. MINISTÉRIO DO MEIO AMBIENTE (2003). Zoneamento Ecológico-Econômico da Região Integrada de De-senvolvimento do Distrito Federal e Entorno - Fase I. Brasília DF.

GOVERNO DO DISTRITO FEDERAL. SECRETARIA DE ESTADO DE DESEN-VOLVIMENTO URBANO E MEIO AMBIENTE. SEDUMA (2008). Progra-ma Brasília Sustentável. Brasília DF.

Page 44: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

45

GOVERNO DO ESTADO DE GOIÁS:- Decreto No. 6.707 de 28 de dezembro de 2007. - Cronograma de Produtos e Atividades do ZEE - Goiás. 2007. - Secretaria de Planejamento e Desenvolvimento. Regiões de Planejamento.

2005.- Secretaria de Estado das Cidades de Goiás. Balanço 2005. Superintendência

de Programas Urbanos.

GOVERNO DO ESTADO DE MATO GROSSO- Secretaria de Estado de Planejamento e Coordenação Geral. –SEPLAN– Zo-

neamento. 2003.- Estado de Mato Grosso. SEPLAN. Plano Plurianual –PPA– Lei No. 7.225 de

22 de dezembro de 1999.- Secretaria de Estado de Planejamento e Coordenação Global –SEPLAN–.

Governo do Estado de MT. Portal e Blog Ecodebate. Cuiabá. 04/2008.

GOVERNO DO ESTADO DO MATO GROSSO DO SUL:- Governo do Estado de Mato Grosso do Sul. Secretaria de Estado de Pla-

nejamento e de Ciência e Tecnologia –Seplanct– (2002). Planos Regionais de Desenvolvimento Sustentável de Mato Grosso do Sul. Campo Grande.

RAFFESTIN, C. (1993). Por Uma Geografia do Poder. São Paulo: Editora Ática.

SECRETARIA DE ESTADO DAS CIDADES DE GOIÁS. Balanço 2005. Superinten-dência de Programas Urbanos.

SOUZA,M.J.(1995)“Oterritório:sobreEspaçoePoder,AutonomiaeDesenvol-vimento”.In:CASTRO,I.E.etal.(orgs.)Geografia, Conceitos e temas. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, pp. 77-116.

Page 45: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 46: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

47

I n s o s t e n I b I l I d A d y s o s t e n I b I l I d A d e n e l d e s A r r o l l o d e l A v I v I e n d A I n f o r m A l

Nieves Lucely Hernández CastroUniversidad Colegio Mayor de Cundinamarca

Para contextualizar el tema de este trabajo es necesario presentar algunos conceptos en los que se fundamentan aspectos relacionados con el hábitat, la informalidad y la sostenibilidad. Es bueno señalar que se ha recorrido un camino significativo con los estudios realizados en la Maestría en Hábitat de la Universidad Nacional, sede Bo-gotá y los trabajos llevados a cabo en los grupos de investigación: Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad, de la Universidad Nacional, y Ayca, de construcción en la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.

El hábitat

El hábitat es un sistema en el que las partes reflejan un contexto de totalidad y está sig-nado, más que por los elementos que lo conforman (individuo, sociedad y lugar), por las dinámicas que le son propias: interacción entre el individuo y el territorio e interacción entre el individuo y la comunidad. Se pueden expresar tres grupos de relaciones que for-man los subsistemas que hacen parte de él: el social, el económico y el ambiental. Como todo conjunto de sistemas, sus particularidades y desarrollos pueden entenderse desde los procesos que permiten la presencia o no de dinámicas sostenibles.

El subsistema social involucra a los grupos humanos y a los individuos, a las acciones que éstos generan entre sí para conformar las redes y las sociedades que han de garantizar una supervivencia; a través del tiempo y los lugares se construyen las tradiciones y a partir de las reglas de convivencia se generan las culturas.

Page 47: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

48

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

El subsistema económico tiene que ver con las normas que la sociedad misma establece para poder intercambiar insumos y productos, para posibilitar la existencia de los grupos y para permitir el disfrute, el consumo y la reproducción de bienes y servicios que satisfagan a los habitantes en lugares determinados.

El subsistema ambiental está conformado por las relaciones que se generan en la naturaleza misma y entre ella y el hombre. El sistema ambiental y sus dinámicas esta-blecen la supervivencia del individuo sobre la tierra, pues de su dimensión y de la forma como intervenga en el ecosistema del lugar donde se asienta, depende la garantía de mantener y reproducir recursos para futuras generaciones.

A partir de la confluencia de los tres subsistemas que se materializan en el lugar, se conforma el cuarto subsistema del hábitat: el constructivo, que es la ex-presión real del contexto urbano y global5.

Las dinámicas particulares se generan en el objeto construido, van de lo indivi-dual a lo social; el llamado subsistema constructivo está compuesto, en primer lugar, por los habitantes, aquellos que hacen posible el habitar; en segundo término, por la gestión, entendida como la forma de acceder al lugar y a la vivienda; y el tercer aspecto agrupa los modos constructivos, o técnicas, que con los materiales permiten mantener la estabilidad y permanencia de una edificación; estos tres elementos cons-tituyen la identidad de cada vivienda como objeto edificado.

Vivienda informal

La vivienda es un organismo complejo porque resuelve funciones y necesidades pero, a la vez, genera nuevos requerimientos pues, aunque se encuentre aislada, está inmersa en una infraestructura de la cual se sirve y a la que al mismo tiempo nutre con soluciones espaciales y urbanas. La vivienda tiene uso y vida útil, se mantiene por su propia dinámica y adquiere la propiedad de ser objeto identita-rio, económico y de poder.

La vivienda como objeto tangible del hábitat construido es un sistema que establece, refleja y expresa relaciones tanto internas intraespaciales y de servicios, como externas con otras viviendas y edificaciones. Establece y genera acciones entre ella misma y sus habitantes, y entre éstos y los vecinos, familiares y la comunidad, en un diálogo permanente.

5 “Laciudadcomoterritoriodiversoyprofundamentedesigual...eselescenariomásade-cuado para la realización de la diversidad y propicia la gestación de distintas formas de pertenencia grupal, generacional, de género, sociales, políticas, profesionales, etc. ...”(Echeverría, 2002).

Page 48: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

49

La construcción de la vivienda como expresión máxima de ese hábitat cons-truido se entiende de manera funcional, porque la edificación de la vivienda es en sí y por sí misma un mecanismo de servicios que responde a la satisfacción de las necesidades vivenciales del individuo. Es funcional porque es un organismo origi-nado y desarrollado por la acción del hombre, en el que se combinan el lugar, los materiales y los recursos financieros para darle la característica de producto que adquiere connotación de valor de uso y de intercambio.

Encuantoalorelacionadoconloinformal,suprimersignificadoes“lonoformal”,loqueseencuentraporfueradelanormativa,loqueseapartadelosconsensos regulados que hace la sociedad para organizarse y generar lineamientos y políticas sociales.

De acuerdo con Saldarriaga (2002), la ciudad informal significa también que no está hecha por los organismos oficiales o por empresas o entidades que hacen parte de la formalidad como estructura básica de una sociedad. Es tam-bién una expresión que trae consigo la connotación de problema en lo social, en lo económico y en lo físico. En su conjunto, es el albergue de la población de menores recursos en la ciudad; está conformada por asentamientos deficientes en lo que se refiere a servicios públicos, equipamientos comunales y espacio urbano y habitacional.

Si la vivienda es el sistema en el que intervienen los actores, la gestión y las técnicas, entonces en el caso del hábitat informal se puede hablar de los habitan-tes como actores del proceso, de la autogestión del lugar y de una autoproducción constructiva, con el consecuente resultado de unas formas espaciales de identidad y singularidad.

La vivienda informal adquiere la connotación de estatus y poder, seguridad y estabilidad económica, sustento e inversión. Estatus y poder, porque a partir de la posesión de un terreno, y luego, al erigir una edificación, se adquiere independencia y respeto; es decir, se marca un territorio y una identidad. La tenencia de una vi-vienda en una nación de fuerte arraigo a la tierra –con la herencia de tradición del sentido de posesión– se afianza desde lo cultural y lo político; el significado de la vivienda es de una mayor relevancia en su representación como imagen de posicio-nes sociales. En cuanto lo cultural, la tenencia de una vivienda implica un sentido de autoestima, pues tiene el significado de arraigo, es un objeto material que brinda sentido de pertenencia al lugar.

La estabilidad económica es una consecuencia de lo anterior, pues la tenencia de una vivienda aminora los gastos de la canasta familiar y se convierte en objeto de prenda comercial. Al poseer una vivienda, la familia alcanza un medio de pro-ducción o de ingreso, de esta manera se convierte en objeto de inversión, rentable y productivo a partir de lo físico y lo funcional.

Page 49: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

50

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Sostenibilidad

La sostenibilidad se refiere al estudio de los procesos y sistemas físicos (urbanos, agrícolas e industriales) singulares y heterogéneos sobre los que se organiza la vida de los hombres. Estos sistemas dependen de los comportamientos de los sis-temas sociales que los organizan y mantienen, que no solo necesitan ser asumidos por la población sino que requieren de instituciones que velen por la conservación de este patrimonio.

La sostenibilidad tiene que ver con lo que debe ser conservado del valor acu-mulado del capital (sea natural o económico) para producir bienestar a la generación actual y a las futuras, dentro de una protección del medio ambiente. Se entiende como la dinámica que permite que los modos productivos se mantengan en un tiempo y en espacios determinados, bajo las acciones y políticas que establecen sus actores, es decir, la sociedad y el individuo en un entorno.

Está interrelacionada en gran medida con el concepto de calidad de vida, que se manifiesta en la construcción del espacio urbano y edilicia, pues de la manera como se organizan y desarrollan las formas de producción, la sostenibi-lidad cumplirá con su objetivo de que se pueda mantener la supervivencia del ser humano en un ecosistema que, relacionado con lo económico, constituye la plataforma del sistema habitable.

En términos de la vivienda, la sociedad y el individuo deben poseer un me-dio de producción que les garantice sostenibilidad para poder así acceder a una solución habitacional que le brinde niveles mínimos de calidad de vida; de esta manera, a partir del sistema económico dominante y las políticas sociales vigen-tes se han desarrollado diversos tipos de respuestas a esta necesidad básica: los formales y los informales.

Los habitantes de la informalidad conforman su hábitat a partir de la autoges-tión y la auto producción constructiva en un entrono físico determinado, inscrito en un medio ambiental. Los moradores establecen relaciones directas de accesibilidad al ubicarse en un lugar y en diferentes etapas de consolidación hacen posible una permanencia y un crecimiento del barrio y la ciudad.

Las acciones que hacen posible la consolidación de la vivienda informal se generan en una insostenibilidad expresada en la construcción de la vivienda en un lugar y en una sostenibilidad que se antoja progresiva a partir de una gestión activa de sus habitantes mediante un trabajo colectivo para obtener suelo servido.

La consolidación puede determinarse por la construcción, por cuanto los materiales son el recurso para edificar la vivienda. De esta manera se establecen diferentes etapas que dependen de las características de los insumos, que se

Page 50: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

51

inician con edificaciones elaboradas en productos de desecho, como el paroy6, o elementos de madera o metal, y que terminan con construcciones en unidades de mampostería.

Por otro lado, aunque el desarrollo espacial-constructivo no es semejante en todos los casos, a través de la gestión se presenta una progresividad en las respuestas habitacionales relacionada con una satisfacción de necesidades; esta progresividad es manifestada inicialmente en el logro de lo indispensable y llega hasta lo producti-vo en la vivienda. Se puede afirmar que las dinámicas del desarrollo urbano inciden en la transformación de la periferia de las ciudades o de los sitios de protección am-biental para generar suelo servido, no por acción preventiva sino correctiva en una dinámica que hace insostenible la preservación del medio ambiente y los procesos económicos y sociales.

Sin embargo, el habitante que vuelve insostenible el lugar con un asenta-miento y que trae como consecuencia la alteración del ecosistema, contribuye con una sostenibilidad habitacional, al construir la vivienda con materiales reciclables, al generar tecnologías propias para solucionar un espacio de convivencia, en un desarrollo progresivo espacial y tecnológico enmarcado en una planeación a largo plazo y con un trabajo basado en la colaboración de la comunidad. De esta manera, al propiciar círculos productivos, se están generando procesos sostenibles. Enton-ces, la sostenibilidad es entendida desde el punto de vista de lo operativo como la posibilidad de una reorganización de un modo productivo en crisis, en el que están inscritos los recursos urbanos.

Hay que anotar que la sostenibilidad urbana depende de los comportamientos de los sistemas sociales-económicos que los organizan y mantienen. Puede decirse, entonces, que para generar posibles soluciones provenientes de las dinámicas de la vivienda informal y al acogerse a una política de globalización enmarcada en los términos de habitabilidad y sostenibilidad, se debe modificar el modelo que lidere el desarrollo del hábitat sostenible: para que pase de un marco de economía capitalista y mundialista a la opción de un referente humanista y localista.

De acuerdo con Solow (1993) la sostenibilidad debe representar algo más que el necesario concepto sobre la preservación de los bienes renovables y no renovables; es también la conservación de los contextos en los que habita el hombre y la socie-dad, es decir, que no solo se refiere a mantener y preservar los recursos naturales como capitales dignos de inversión sino también los capitales artificiales que genera el hombre para su permanencia en un lugar, es decir, el hábitat construido. En

6 Paroyesuntérminogeneradoporlaunióndelaspalabrasdelaexpresión“parahoy”.Enestedocumento se utiliza como un término técnico y es usado para designar los materiales cons-tructivos que tienen la condición de una primera temporalidad.

Page 51: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

52

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

este sentido, las construcciones deben ser perdurables y brindar a las generaciones venideras las mínimas condiciones de satisfacción de necesidades para que sean asu-midas como lo que realmente representan: bienes capitales sostenibles.

La insostenibilidad en la implantación de la vivienda informal

En el desarrollo de la conformación de la ciudad, la informalidad ligada a la insos-tenibilidad comienza cuando un sitio no normativizado es elegido para ser habitado con un trazado incipiente, arbitrario y caprichoso, escaso de infraestructura y dota-ción urbana en el que se privilegia el rendimiento del terreno en un número mayor de lotes con unas medidas estandarizadas que son consideradas como dimensiones mínimas para construir una casa de habitación.

Sin embargo, a partir de este nacimiento inconsistente y poco legal del asen-tamiento informal, cuando comienza a construirse la vivienda con sus primeros materiales y se hace posible su utilización espacial, se inicia la posibilidad de que se mantenga y desarrolle un hábitat construido que en concordancia con las etapas progresivas de crecimiento de la vivienda genera a su alrededor la infraestructura del barrio, bien sea por construcción comunitaria o por la legalización por parte del Estado al proveer de servicios y redes de instalaciones y comunicación. Por ello, a partir de la informalidad de estos asentamientos humanos, se constituye, con la construcción de las viviendas, la sostenibilidad de los barrios (primero informales y luego formales) hasta la consolidación de la ciudad que hoy habitamos7.

Los procesos constructivos de la vivienda informal y sus sistemas de relaciones inci-den en la conformación de su hábitat y expresan condiciones de calidad de vida. Su pro-

7 Este planteamiento surge a partir de la documentación indagada y de experiencias previas, que sirvieron de referente para el estudio de caso realizado en los años 2003 y 2004 en el ba-rrio Puerta al Llano en Bogotá. El método empleado fue múltiple y conjugó lo cuantitativo y cualitativo; se apoyó en una revisión bibliográfica y recurrió al trabajo de campo para obtener información primaria.

Como información secundaria se tuvieron los datos del Departamento Administrativo Na-cional de Estadística, DANE, y de trabajos realizados en el barrio, como fueron los de Fede-vivienda y de la investigación de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, Ciudad, hábitat y vivienda informal en la Colombia de los años 90 (Torres, 2008).

- Las variables desarrolladas en ese trabajo de campo fueron:- La espacialidad del barrio y las viviendas, la técnica constructiva de las mismas.- Las características de la tenencia de la vivienda y financiación de la misma.- El proceso de accesibilidad a la edificación y su sostenibilidad.- Las características de la vivienda y de los niveles de calidad de vida.

Page 52: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

53

ceso de consolidación es un proceso continuo, cíclico, autorregulado y autopoiético (que se genera y se alimenta así mismo); es decir, que la dinámica de su hábitat se inscribe dentro de la complejidad. Este crecimiento progresivo tiene una relación estrecha con las condiciones de vida del anterior hogar de residencia y su condición de habitabilidad.

La calidad de vida de una persona y de una comunidad depende de las rela-ciones que establece con el contexto económico, el medio ambiente y la sociedad misma; por ello se deben promover las estrategias de accesibilidad y sostenibilidad no solo a la vivienda, sino a los servicios e infraestructura comunal. Sin embargo, la forma como aún hoy en día las poblaciones menos favorecidas tienen acceso a un lugar para habitar, responde a estrategias de asentamiento ilegales que alteran tanto el medio ambiente natural como el artificial (urbano) de la ciudad al forzar la implantación de sitios de habitación en áreas sin recursos de infraestructura y que colaboran con el crecimiento desordenado e invasivo de las ciudades, que conducen al deterioro de los recursos naturales.

Por otro lado, la dinámica de reconocimiento de la vivienda informal acentúa esta situación: el habitante accede a un lote; levanta la vivienda para trabajar por la consecución de los servicios; una vez se tienen los servicios (de manera formal) se puede tener la seguridad de continuar con el mejoramiento de la vivienda y pasar de una etapa a otra. Así, de una manera autosoportada, porque en cada etapa la vivienda inacabada es suficiente para solucionar una necesidad básica insatisfecha; en la medida en que la familia crece en la vivienda y el barrio, los satisfactores de necesidades cambian de dimensión y categoría.

La sostenibilidad en la construcción de la vivienda

La sostenibilidad de la vivienda informal es posible a partir de la construcción de la misma, por ello, cobran especial relevancia la consolidación de la vivienda, los materiales utilizados y los procesos de construcción.

Al ser el individuo gestor, productor y sostén de su hábitat, el bucle retroactivo de la complejidad tiene lugar en este proceso: el habitante accede a un lote, lo adecua, lo construye; éste es el círculo de la marginalidad, que, a su vez, se convierte en el círculo productivo del incremento de la ciudad marginal y de la economía paralela a la formal.

A partir de las técnicas, los materiales, la intervención del habitante y su co-munidad y el nivel de satisfacción de la necesidad de vivienda, se pueden establecer etapas que indican una secuencia constructiva, en donde se hace más evidente la relación entre la sostenibilidad y la insostenibilidad de la vivienda.

En la medida que se accede a los servicios públicos, mediante el pago de aco-metidas y la construcción de un muro a baja altura que sirva para contener los medidores, la distribución espacial se expresa como un área multifuncional, con los

Page 53: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

54

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

servicios de baño y cocina incluidos; los materiales empleados para los cerramientos y divisiones provienen del reciclaje y pueden variar desde el plástico, la madera y el metal sin olvidar las tejas de zinc y de asbesto.

Viviendas en paroy, en madera y en metal

Fotografía: Nieves Hernández Castro

Una vez que se tiene asegurada la tenencia del terreno y el suministro de agua y energía, comienza la diversificación espacial al aislar el espacio social y el dormitorio, la cocina y el baño. Este crecimiento progresivo puede durar de uno a cinco años y se acompaña con la conformación volumétrica de la cuadra, la manzana y el barrio. Es así como a partir de la apropiación de un lugar y la materialización del espacio para vivir, la vivienda para el habitante informal se constituye en un proceso sostenible en el tiempo, proceso que acompaña la organización barrial y su infraestructura.

Cuando la edificación ha alcanzado estos niveles de consolidación se puede ase-gurar el trámite ante las organizaciones estatales para su reconocimiento y legalización, tanto del inmueble como del barrio, puesto que para el reconocimiento se debe manifes-tar ante las entidades públicas el uso del terreno y de la edificación.

Page 54: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

55

En una etapa posterior, el desarrollo de la vivienda está caracterizado por la construcción en mampostería y concreto; de acuerdo con la secuencia tradicional de la realización de la obra: cimientos y muros, construcción de un piso en mampos-tería y concreto, y luego el segundo piso. Si bien es cierto que en esta fase de con-solidación la edificación alcanza su estabilidad estructural por los materiales que se usan, la progresión en la obra se sigue manifestando en la construcción de la placa de entrepiso o la cubierta provisional con zinc.

Después de la descripción anterior, se puede deducir que la construcción de la vivienda es entendida como el desarrollo progresivo de la misma al señalar un proceso que permite la sostenibilidad de la vivienda a partir de la gestión de sus habitantes. Aunque el desarrollo por etapas, que no es semejante en todos los casos, presenta la progresividad de respuestas constructivas para la satisfacción de necesidades.

En el marco de la Agenda 21 para una Construcción Sostenible en los países en desarrollo (Du Plessis, 2002) se expone el tema de la situación actual de los paí-ses tercermundistas, sus condiciones de sostenibilidad en materia de urbanismo y construcción, y su relación con el impacto en el medio ambiente; se hace un análisis que aduce cómo procesos de la informalidad, que pueden llamarse sostenibles, de-ben ser asumidos por el sector formal.

En el desarrollo de soluciones habitacionales para familias de escasos recursos, es necesario que los principios de sostenibilidad sean aplicables a su implantación y su desarrollo constructivo y espacial, como son la adecuada localización en un terre-no con condiciones de suelo servido y que no entre en contradicción con el medio ambiente en una dinámica de infraestructura social.

En nuestras ciudades colombianas se presenta el fenómeno de los asentamientos informales con un crecimiento descontrolado y rápido que genera hacinamiento y poco acceso a sitios para vivir, esto genera un costo alto del suelo con servicios por lo que las comunidades de menores ingresos recurren a la invasión o la urbanización ilegal.

La vivienda informal se caracteriza por una tenencia del suelo que solo se asegura cuando se alcanza el reconocimiento del barrio y las viviendas, servicios públicos con altos precios y una calidad espacial deficiente, es decir, que pre-senta altos índices de insostenibilidad en cuanto lo económico y lo urbano; pero por otro lado, su construcción tiene características de sostenibilidad: reciclaje y ahorros de recursos y la producción de tecnología disponible familiar y comu-nitaria. La misma conformación de las viviendas y del barrio son dinámicas que permiten la ayuda mutua, la consolidación de la comunidad y del barrio a partir de aspectos como el social, de integración y de trabajo en sociedad.

La insostenibilidad también se refleja en la vulnerabilidad para sufrir de-sastres naturales y en la contaminación ambiental; a ello se suma la poca dispo-nibilidad financiera para mejorar la vivienda y la inadecuada utilización espacial

Page 55: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

56

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

en las primeras etapas de consolidación. La sostenibilidad se expresa en la misma progresión constructiva y social de la vivienda; aspectos que en un principio de la cadena de conformación son insostenibles, son los que posibilitan el paso a la sos-tenibilidad, es un ciclo productivo en el que, necesariamente, los procesos finales dependen los iniciales.

Otro aspecto por visualizar es el uso de la vivienda misma; en la vida útil de la edificación también se manifiesta una sostenibilidad familiar y social, pues el objeto edificado le permite a varias generaciones de una misma familia tener un espacio para habitar, la edificación eventualmente termina constituyéndose en un objeto de valor comercial y de inversión financiera.

El habitante que vuelve insostenible el lugar con un asentamiento que trae como consecuencia la alteración del ecosistema, contribuye con una sostenibi-lidad habitacional al construir la vivienda con materiales reciclables, al generar tecnologías propias para solucionar un espacio de convivencia, mediante un desa-rrollo progresivo espacial y tecnológico enmarcado en una planeación y desarrollo a largo plazo. De esta manera, al propiciar círculos productivos, se están gene-rando procesos sostenibles. Entonces, a partir de lo anteriormente expresado, la sostenibilidad es entendida desde el punto de vista operativo como la posibilidad de una reorganización de un modo productivo en crisis, en el que están inscritos los recursos urbanos que, al transformarse, generan su desarrollo.

Sin embargo, ante una pérdida de calidad de vida en lo urbano, que para los habitantes se refleja en las condiciones mínimas de habitabilidad8, y para la ciudad en la estabilidad del sistema ambiental, crece la necesidad del llamado desarrollo sostenible. Hay que anotar que la sostenibilidad enmarcada en lo urbano depende de los comportamientos de los sistemas sociales-económicos que la organizan y mantienen, y que son asumidos por la población y por las instituciones. Se puede afirmar, entonces, que es posible generar soluciones locales a partir de las dinámicas de construcción de la vivienda informal y acogerse a una política de urbanización enmarcada en los términos de habitabilidad y sostenibilidad.

8 El hábitat humano, como problema teórico, surge en paralelo con las formulaciones sobre medio ambiente y desarrollo sostenible; según Cecilia Moreno Jaramillo, el término fue popularizado apartirdelinformedelaComisiónBrundtland:NuestroFuturoComún,quedice:“satisfacerlas necesidades de esta generación sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras, paracubrirsuspropiasnecesidades”.Laautoraanotaqueelhábitatpuedesermiradocomounanoción proveniente de la ecología, pero hablar de hábitat humano implica reconocer procesos e interacciones regidos por la cultura. Relaciones entre vivienda, ambiente y hábitat. MAVDT - UN-FPA Hábitat sostenible y vivienda. Bogotá. En Moreno (2003).

Page 56: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P a r t e I . a m b i E n t E y s o s t E n i b i l i d a d E n E l t E r r i t o r i o

57

Referencias bibliográficas

ACOSTA, Domingo y CILENTO SARLI, Alfredo (2005). Sostenibilidad, ciclo de vida e in-novación en la construcción de los asentamientos humanos. Caracas: Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción Universidad Central de Venezuela, Caracas.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ, CAJA DE VIVIENDA POPULAR (2002). Programa de Mejoramiento de Vivienda. Bogotá.

ÁNGEL MAYA, Augusto (2001). El medio ambiente urbano. Acercamientos conceptuales. Bogotá: Universidad Nacional, IDEA.

BROADBENT, Geoffrey (1982). Diseño arquitectónico. Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

CARVAJALINO, Hernando y AVENDAÑO, Fabio (2000). Revista Espacialidad de la periferia, No. 8, Documentos Barrio Taller, Bogotá.

CASTILLO DE HERRERA, Mercedes (2003). Seminario Lineamientos para una política de hábitat sostenible. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

DU PLESSIS, Chrisna (2002). Agenda 21. Para una construcción sostenible. Pretoria, South Africa: CSIR Building and Construction Technology. CIB&UNEP.

ECHEVERRÍA, María Clara (2002). La reformación en torno al hábitat humano. De la vivienda a la ciudad, de la ciudad al hábitat. Elementos de reflexión. Maestría en hábitat. Bogotá: Universidad Nacional.

FERNÁNDEZ, Roberto (2000). La cuidad verde. Buenos Aires: Editorial Espacio.

HERNÁNDEZ CASTRO, Nieves (2006). La conformación del hábitat de la vivienda in-formal desde la técnica constructiva. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

LEFF,Enrique(2000).“Pensarlacomplejidadambiental”.En:La complejidad ambien-tal. México: Siglo XXI Editores, Pnuma, UNAM.

MORENO JARAMILLO Cecilia (2003) Relaciones entre vivienda, ambiente y hábitat. En: MAVDT-UNFPA (2003): Hábitat sostenible y vivienda. Bogotá: Aula Abierta.

SALASSERRANO,Julián(agosto,2002).“Laarquitecturayelurbanismoanteelimparable desarrollo de la ciudad informal latinoamericana”. En: Foro sobre Hábitat. Bogotá: Universidad La Gran Colombia.

SALDARRIAGA,Alberto (2002). “La ciudad informal y futuro de la ciudad co-lombiana”,ponencia.En:Foro sobre Hábitat. Universidad La Gran Colombia, agosto de 2002. Bogotá: sin publicar.

SANTOS, Milton (2000). La naturaleza del espacio. Barcelona: Ariel.

SOLOW,Robert(1993).“AnAlmostPracticalSteptoSustainability”,reviewedinResources, 110, Resources for the Future. Washington, DC.

TORRESTOVAR,Carlos(1999).“Laciudad:espaciodeinclusiónyexclusión”.En:La ciudad hábitat de diversidad y complejidad. Cátedra Manuel Ancízar. Santa Fe de Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Page 57: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

58

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

TORRES TOVAR, Carlos y otros (2008). Ciudad hábitat y vivienda informal en la Colombia de los años 90. Grupo de investigación: Procesos urbanos informales. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

VERGARADURÁN,Adrián(1996).“Laviviendapropia”.[TesisdeAntropología,Universidad Nacional, 1992]. En: Revista Barrio Taller, No. 3, Bogotá.

Page 58: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Par t e I I

f o r m A s d e c r e c I m I e n t o y p o b l A m I e n t o u r b A n o

Page 59: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 60: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

61

e s pA c I A l I d A d u r b A n A d e p r o p I e tA r I o s e I n q u I l I n o s e n s e c t o r e s p o p u l A r e s . e l c A s o d e b o g o t á , 1938-2000

Luis Carlos Jiménez MantillaUniversidad Nacional de Colombia, Bogotá.

Tenencia de la vivienda y el patrón residencial en los sectores populares

El tema de la tenencia de la vivienda constituye uno de los patrones residenciales que cobra un gran interés si se tiene en cuenta, por una parte, la proporción de familias que viven en condición de arrendamiento en cada uno de los estratos socio-económicos, y de otra, lo que se refiere a los estratos populares, ya sea en condición de inquilinos o en condición de vivienda compartida. Esta condición va cambiando en términos de su espacialidad, no solo en su espacio construido sino en su localización urbana en cada uno de los estadios en la evolución de la ciudad, tema central del presente artículo.

En el caso de Bogotá, el proceso de su crecimiento está condicionado por la presencia del suelo privado que determina una lógica específica en la localización de la población, tanto de propietarios como de inquilinos. Esta condición hace que la figura de la invasión a terrenos privados sea mínima frente a un volumen enorme de la denominada urbanización o barrio clandestino9.

9 La tierra privada se origina por la incorporación de las formas implantadas en la Colonia, como son los ejidos, que fueron convertidos en terrenos municipales; las encomiendas, que fueron traspasadas por compraventas a criollos; los resguardos indígenas, por adjudicación a sus habitantes en 1870 por las reformas del general Mosquera; los terrenos expropiados sin

Page 61: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

6262

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

En la denominada fase de la primera industrialización10, en el caso del inquili-nato, es el patrón quien determina su configuración a partir de la salida de los estra-tos altos del centro de las ciudades, lugar que se convierte en la primera localización de la población pobre en condición de inquilinos, esta modalidad tiene su expresión en los conventillos de las ciudades del cono sur, como Buenos Aires y Santiago, en los callejones, en Lima, y en las vecindades, en el caso de Ciudad de México11.

En el caso colombiano la vivienda en un sector popular fue el tema de la pelí-cula La estrategia del caracol, de Sergio Cabrera; en ella se narran las situaciones de-rivadas de un desalojo de un inquilinato en una vieja casona republicana del centro de Bogotá. Al final de la película se puede apreciar que se da comienzo a una nueva situación, correspondiente a la formación de un barrio clandestino en la parte alta de la periferia de la ciudad, donde los materiales de la casa desalojada, y desmante-lada por sus ocupantes, son los insumos para las nuevas viviendas.

El avance en la estadística se incorpora para el estudio de la vivienda en Bogotá

Esta aproximación al tema de la tenencia ha sido posible por la existencia de ma-teriales consignados en el Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE– que responde a una tradición de información surgida a raíz de la presen-cia de destacados funcionarios en los foros internacionales.

El doctor Carlos Lleras Restrepo, en su libro sobre La estadística nacional y sus problemas, dice lo siguiente:

“LaOficinaInternacionaldeTrabajohallamadoespecialmentelaatenciónsobrelaimpor-tancia de las estadísticas relacionadas con las viviendas, ya que las condiciones de la habita-ción son un factor esencial del ‘Standard’ de vida. La Conferencia convocada por la Unión Internacional de las Ciudades sentó sobre el particular algunos principios fundamentales que esprecisotenerencuentaparalaorganizacióndeesteramoestadístico”.

indemnización a las comunidades religiosas como resultado del proceso de desamortización de bienes de manos muertas realizado, también, por el general Mosquera.

10 Categoría utilizada por Hardoy (1972) en las fases de la ciudad latinoamericana y referida por Romero (1984) en la categoría de la ciudad burguesa.

11 El tema ha sido tratado en la literatura por el antropólogo Oscar Lewis: en los años cincuenta, en su libro La Antropología de la pobreza, basado en los estudios en el barrio Tepito en Ciudad de México, y luego, en los años sesenta, en Los hijos de Sánchez, en el nuevo asentamiento de Nezaualcoyotl, el barrio más populoso de la periferia mexiquense, escrito llevado al cine en la década de los ochenta.

Page 62: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

63

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

63

Las fuentes que se utilizan para el estudio de la vivienda se refieren, en primer lugar, a registros de los censos nacionales; en segundo lugar, a la estadísticas rela-cionadas con licencias de construcción a escala local tanto del antiguo municipio de Bogotá12 como del posterior Distrito Especial13, convertido hoy en día en Distrito Ca-pital; y en tercer lugar, a los registros de consumo de suelo urbano de entidades como el Departamento de Planeación Distrital, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD– y Universidad Nacional –UN–.

Estructura espacial del territorio de la capital en la década de los años treinta

La estructura urbana de la ciudad y sus municipios vecinos, que unidos confor-marían el Distrito Especial de Bogotá, estaba armada sobre la estructura histórica territorial compuesta por la ciudad nuclear monocéntrica y seis pequeños núcleos distantes comunicados por carreteras entre sí, los cuales convergían sobre el núcleo de la ciudad central y, a la vez, conformaban una red con la presencia de Usme al sur, a 15 km; Bosa al sur occidente, a 12 km; Fontibón, al occidente, a 10 km; Engativá al occidente, a 14 km; Suba al noroccidente, a 14 km; Chapinero a 5 km y Usaquén, sobre la carretera central del norte, a 11 Km. Fuera del sistema de carreteras que relacionaban la ciudad con su región inmediata y algunas pocas con el país, estaba presente la red del ferrocarril que la comunicaba con el río Magda-lena en dos puntos: los puertos de Honda y Girardot, que eran sus contactos con el mundo a través de los puertos del Atlántico –Barranquilla, Cartagena y Santa Marta– y a través de combinación de medios con el Pacífico, por el recién inaugu-rado puerto de Buenaventura.

El núcleo central se conurbó con Chapinero y conformó una ciudad lineal alargada siguiendo el referente de los cerros orientales, luego se empezó a descolgar por los ejes regionales del sur-oriente, por la conexión al Llano; por el sur hacia Usme y la conexión al páramo de Sumapaz, su fuente de agua mediante el primer acueducto moderno; por el occidente, por su extensión hacia el sur del país, a través de Fontibón; por el nor-occidente por la vía a la zona agrícola; y por el norte por la carretera del norte que la conectó con el oriente colombiano y Venezuela.

12 Las primeras estadísticas utilizadas corresponden al municipio de Bogotá. La Dirección Muni-cipal de Estadística llevó al día el movimiento de las nuevas construcciones que, según las li-cencias expedidas por la Secretaría de Obras Públicas Municipales, se iniciaron en la ciudad.

13 El Distrito Especial fue creado en el año de 1954 con la incorporación de seis municipios vecinos: Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme.

Page 63: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

6464

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Introducción de nuevos conceptos en la vivienda

La década de los años treinta marcó una modernización cuando el Estado asumió su función pública en un período de gobierno liberal recién inaugurado; el avance fue evidente con la fijación de políticas tanto del gobierno nacional como del mu-nicipal. A escala nacional se creó, en 1932, el Banco Central Hipotecario –BCH–, para apoyar la construcción de vivienda de clases medias. En 1936 se ordenó a los municipios a asignar presupuesto para vivienda (barrios modelo). En 1939 se fun-dó el Instituto de Crédito Territorial –ICT– con el fin de construir viviendas para trabajadores del campo.

A escala municipal, en 1934, se crearon las oficinas de planeación adscritas a la Secretaría de Obras Públicas; con dependencia de Planeación se creó la sección de Barrios Obreros que estuvo encargada del manejo de trazados en los nuevos barrios así como de la confección de planos arquitectónicos para familias de bajos recursos.

Demografía y espacio en la década de los años treinta

La población de Bogotá y los seis municipios vecinos que conformaron su primera corona arrojaban, para 1938, una población de 355.502 personas de las cuales 93,43% correspondía a población urbana (cabeceras) y un 6,57% a población rural (ver cuadro No. 1).

Del total de la población, el 92,91% correspondía a la ciudad de Bogotá de la cual tan solo 1,41% correspondía a población rural y, por tanto, un 98,59% as-cendía a población urbana. La población de los municipios vecinos era bien distinta, de tal forma que Fontibón era el municipio más populoso y su peso en el conjunto de la ciudad y los seis municipios vecinos ascendía a 1,99%; su población era bási-camente urbana, si se tiene en cuenta que de las 7.081 personas de ese municipio 4.333 estaban localizadas en la cabecera municipal, lo que significaba el 61,19%. Esta proporción contrastaba con el resto de municipios en el que la población rural era la dominante14.

La diferencia en el volumen de población de los otros municipios vecinos fren-te al de Fontibón era notable si tenemos en cuenta que Usaquén le seguía en po-blación, con 4.617 personas, de las cuales tan solo el 18,02% estaba asentada en la cabecera para un complemento de un 1,98% rural. En el caso de Bosa, con 4.531

14 La distancia poblacional de Fontibón se debía a su constante estímulo de actividades produci-do, en un primer lugar, por ser población de paso para la conexión principal de la capital con el río Magdalena en el período colonial, y luego en el período republicano, y en segundo lugar, por la conexión del ferrocarril hacia el río Magdalena a partir de 1908.

Page 64: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

65

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

65

personas, tan solo el 14,15% era población asentada en la cabecera del municipio, y en el caso de Usme, el más rural de los municipios, con 4.497 personas, el 96,35% era población rural para tan solo un un 3,65% de población en su cabecera. En el caso de Suba con 3.105 habitantes tan solo el 12,27% esta asentado en la cabecera y un 87,73% era rural; y en el caso de Engativá, que registra el más bajo volumen de población 1.359 personas el 12,14% se asentaba en la cabecera y el 87,86% correspondía a población rural.

Cuadro No. 1. Población total urbana y rural para Bogotá y los seis municipios vecinos de la primera corona

Totales % Cabeceras % Otras localidades

%

Bogotá 330.312 98,59 325.658 1,41 4.654 19,95%

Usaquén 4.617 18,02 832 81,98 3.785 16,23%

Suba 3.105 12,27 381 87,73 2.724 11,68%

Engativá 1.359 12,14 165 87,86 1.194 5,12%

Fontibón 7.081 61,19 4.333 38,81 2.748 11,78%

Bosa 4.531 14,15 641 85,85 3.890 16,68%

Usme 4.497 3,65 164 96,35 4.333 18,57%

Total MunicipiosParcial

355.502 93,44 332.174 6,56 23.328 100,00%

Fuente: elaboración de cuadro basado en información del Departamento Administrativo de Estadística.

Censo de Población de 1951. Cundinamarca. Bogotá, D.E., Colombia. Según esta fuente Bogotá figura con 330.312 habitantes compuestos por 325.658 en la cabecera y 4.654 personas en otras localidades.

Las zonas de inquilinos en la década de los años treinta

La ciudad contaba para 1938 con 36.104 edificios, de los cuales estaban ocupados 34.077, y de estos, el 62,2% correspondía a edificios en alquiler. Dentro de esta categoría se encuentra que 1.242 edificios estaban habitados por inquilinos, po-blación que estaba distribuida con una diferente intensidad en el espacio urbano, correspondiente a la ciudad en tránsito de la ciudad lineal a la ciudad de arco; sin em-bargo, su localización correspondía al estadio anterior de la ciudad lineal, con fuerte presencia de la ciudad nuclear de la colonia que permaneció hasta bien entrado el período republicano.

Page 65: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

6666

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

La ciudad de 1938 se caracterizaba por tener una estructura con un núcleo central, un primer anillo que la bordeaba y un segundo anillo de periferia en los costados sur, occidente y norte.

Inquilinos y la estructura urbana

Utilizar la zonificación de 1938 para Bogotá15, en la cual se adoptaban once zonas, per-mite una aproximación al conocimiento de la ciudad del momento (imagen No. 1).

Si se parte de un epicentro localizado en el centro histórico, se pueden tomar primero las zonas que están a su alrededor para luego ver las zonas más periféricas (cuadro No. 2).

Imagen No. 1. Municipio de Bogotá, Zonificación censal de 1938.

Fuente: Boletín de Información, No. 13, Anuario 1938Plano base, oficina del Plan Regulador.

15 Zonificación de Bogotá. División adoptada para el Censo Civil de 1938.

Page 66: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

67

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

67

Cuadro No. 2. Población del municipio de Bogotá por zonas

Población % No. de orden

ZONA I 19.294 5,91% 10

ZONA II 40.417 12,39% 2

ZONA III 53.401 16,37% 1

ZONA IV 20.273 6,21% 8

ZONA V 28.358 8,69% 6

ZONA VI 34.299 10,51% 4

ZONA VII 19.748 6,05% 9

ZONA VIII 38.152 11,70% 3

ZONA IX 23.362 7,16% 7

ZONA X 16.663 5,11% 11

ZONA XI 32.246 9,88% 5

Total zonas parciales 326.213 100%

Fuente: elaboración de cuadro sobre información: Ciudad de Bogotá: Boletín de Información, No. 13, Anuario 1938. Departamento de Estadística e Inversión Social.

En primer lugar, se encuentra el centro histórico o zona V, La Candelaria - La Catedral - El Príncipe que concentraba una población de 28.358 habitantes que significaba el 8,66% de la población de la capital y tenía 1.169 casas de habitación cuyo peso era tan solo el 3,9% del total de casas de la ciudad, lo que mostraba una baja representación frente al total de habitantes; es factible que esto se encuentre compensado en la medida en que allí se encontraba un nivel alto de pensiones y hoteles, en 262 edificaciones que, asumimos, eran de inquilinos, esta cantidad equi-valía al 21,10% de estas edificaciones sobre el total de la ciudad16. Era la zona de la más alta complejidad urbana en la medida de asumía roles como centro histórico, concentración de actividades gubernamentales, la más alta concentración de la ac-tividad fabril (30,84%), centro de las amenidades con el mayor número de teatros, salas de cine en un espacio urbano consolidado y compacto.

En segundo lugar se tiene el borde sur del centro histórico: zona III, San-ta Bárbara - San Agustín - La Peña, la zona más populosa, que contaba con el 16,31% de la población de la ciudad y con el mayor número de casas (15,14%); se caracterizaba por poseer el más alto volumen de pensiones y hoteles (38,73%), zona esta que podríamos denominar como el epicentro de los inquilinos de la ciudad. Igualmente poseía el segundo nivel de fábricas (17,41%).

16 Hemos asumido que buena parte de esta tipología correspondía a albergues similares a los inquilinatos, denominación que no aparece en las estadísticas. El estudio sobre calidad de vida en los inquilinatos de Bogotá muestra una alta concentración de este tipo en esta zona para la década de los años noventa (Injaviu, 1998).

Page 67: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

6868

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

En tercer lugar, en el anillo que bordea el centro histórico se encuentra, sobre el costado oriental hacia el cerro de Monserrate, la zona IV, Paseo Bolívar - Las Aguas, en la cual se localizaba la zona industrial, aunque con baja cantidad de edificaciones con ese uso pero de alta importancia por la presencia de la fábrica de cerveza Germa-nia, de Rudolf Kohn, la fábrica de botellas Fenicia, la sombrerería Richard y el molino del Boquerón, lugar estratégico por la presencia del caudal del río San Francisco; contaba, también, con una terminal del tranvía. Existía un volumen alto (8,05%) de pensiones y hoteles, o casas de inquilinato17.

El conjunto de estas tres zonas que conforman el núcleo central y sumaban el 67,46% de las edificaciones para inquilinos.

En cuarto lugar, en el borde norte del centro histórico estaba la zona VIII, Independencia - La Perseverancia - Las Nieves - San Diego, zona institucional con presencia de: cuartel del ejército, antiguo panóptico, plaza de Toros, parque de La Independencia y parte del parque Nacional, una proporción alta de fábricas (16,39%) con la presencia de la fábrica de Bavaria y con una alta proporción de pensiones y hoteles (6,92%).

En quinto lugar, correspondiente a la periferia sur-oriental del centro históri-co, zona II, Girardot - La María - Primero de Mayo - San Cristóbal - Veinte de Julio, zona de la planta de tratamiento de Vitelma, que tenía una proporción media de fábricas (6,92%) y de pensiones y hoteles (4,83%).

En sexto lugar, en la periferia sur del centro, Zona I, Alquerías de la Fra-gua - Bravo Páez - Centenario - Claret - Inglés - Restrepo - Santander - Tres Esquinas: zona de expansión de sectores populares con un nivel bajo de fábricas (2,91%), con una cantidad baja de pensiones y hoteles (3,86%).

En el séptimo lugar, en el borde sur-occidental del centro histórico, zona VI, Estación de la Sabana - Paloquemao - Puente Aranda - Ricaurte, zona de las comunicaciones con el río Magdalena con el acceso vial de Honda y la conexión del ferrocarril con los puertos de Honda y Girardot. Contaba con la mayor concentra-ción de asilos y orfanatos (90,6%).

En el octavo lugar, en el borde occidental del centro histórico, zona VII, Cun-dinamarca - Samper Mendoza - San Façon, zona institucional del cementerio central, campus universitario y estación del Nordeste, poseía la más baja cantidad de pensiones y hoteles (0,32%).

En noveno lugar, en el borde norte intermedio, zona IX, Barro Colorado - La Merced - Marly - Palermo - Quesada - Teusaquillo, zona de expansión de

17 En esta zona se desarrolló la primera operación de reubicación, que llevó a su población a la urbanización El Centenario, modelo de ciudad jardín del proyecto de saneamiento del deno-minado Paseo Bolívar, diseñado por el arquitecto austriaco Karl Brunner.

Page 68: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

69

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

69

estratos altos y zona institucional y recreativa, contaba con el parque Nacional, el hipódromo de la calle 53, con un nivel bajo de fábricas (5,93%) y una proporción media de pensiones y hoteles (6,44%).

El anillo que rodeaba el borde del centro histórico contenía el 60,21% de edificios para la población inquilina que sumados a los del núcleo central se tendría un total de 81,31%.

En décimo lugar, en la periferia nor-occidental del centro histórico, zona XI, Baquero - Las Ferias - Estadio Municipal - Popular Modelo - Gaitán - Gutt - San Fernando - Siete de Agosto, zona del estadio Nemesio Camacho y Cemen-terio de la 68, donde había una proporción baja de pensiones y hoteles (4,51%)

En décimo primer lugar, en la periferia norte del centro, zona X, Avenida Chile - Country Club - El Nogal - El Retiro - Quinta Camacho, zona de expan-sión de estratos altos y ubicación del centro de Chapinero tenía la proporción más baja de pensiones y hoteles (0,5%).

En la década de los años treinta, el año 1938 es reconocido como un momento de la dinámica de la actividad pública por las obras por la celebración del centenario de la ciudad, en el cual se destacaron infraestructuras tales como la ampliación de las líneas del tranvía y la construcción del acueducto moderno de La Regadera Vitelma. Se destacó, también, la actividad de urbanización y de edificación realizada por el sector privado, como muestra está dinámica se lograron identificar 15 empresas urbanizadoras en la ciudad. De otra parte tope, se logró el más alto volumen de suelo dedicado a la producción de barrios obreros que ascendió al 64% del total en 1930 (Jiménez, 2005).

Áreas de inquilinos y servicios públicos

En la década de los treinta se produjo un salto cualitativo en el cambio de tecnología con la construcción del embalse de La Regadera y el tratamiento de agua en Vitel-ma, a partir de lo cual se modernizaron las redes de distribución y en el consumo se fijaron algunas tarifas diferenciales asociadas al valor del inmueble18, sin embargo, debido a que también se contaba con población en extrema pobreza el cubrimiento estaba significativamente por debajo de los cubrimientos nacionales.

La ciudad, en 1938, poseía en el conjunto de sus servicios públicos un retra-so frente a las otras principales ciudades del país como Medellín, Barranquilla y Cali. El centro histórico tenía un alto cubrimiento de los servicios públicos: agua (87,15%), luz (94,88%) y alcantarillado (86,98%). Mientras que en la corona que rodeaba el centro histórico había un nivel de cubrimiento diferencial, de tal forma

18 Mediante el Acuerdo 8 de 1939 se crearon 8 rangos con diferencia de valores catastrales entre 1.000 y 40.000 pesos.

Page 69: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

7070

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

que, mientras el borde oriental alcanzaba un cubrimiento alrededor del 60-70% en los tres servicios, el borde sur estaba en el 70-80%. De otra parte, el borde sur-occidental tenía un cubrimiento entre el 75-77% de los tres servicios y el borde occidental tenía un cubrimiento alto entre el 80 y el 84%. En el caso del borde del norte intermedio, éste poseía un cubrimiento del 78-88%. En la periferia el nivel de cubrimientos era más bajo que el conjunto de la ciudad de tal forma tenemos que, mientras la zona de periferia sur-oriental tenía un cubrimiento del 54-64%, en la periferia sur el nivel era aún más bajo, entre el 24 y el 60%. La periferia norte tenía un cubrimiento de 84-85%, mientras que la periferia nor-occidental presentaba un nivel bastante bajo entre el 20-50% de cubrimiento de servicios.

En consecuencia la zona habitada por inquilinos poseía un nivel alto de cubri-miento en los servicios públicos.

Con respecto a los servicios públicos en los municipios vecinos se puede en-contrar que la constante era un nivel bajo de cubrimiento de éstos, de tal forma que mientras en Fontibón el cubrimiento era del 50-60%, el de Usaquén era del 30-40%, Suba del 12-17%, Usme estaba entre el 4 y el 8%, Bosa entre el 6 y el 7%, y dramáticamente Engativá lo hacía entre el 1,5 y el 3,5%.

La década de los años cuarenta

En esta década se continuaron las reformas de corte liberal. Para 1942 se estableció la Sección de Vivienda Urbana del ICT con estímulo a la construcción de barrios modelos. En el mismo año el Concejo de Bogotá creó la Caja de la Vivienda Popular (CVP) para la construcción de vivienda destinada a trabajadores de bajos ingresos. En 1943 se creó una ley para expropiar tierra para desarrollar proyectos de interés social. Esta década, que para los arquitectos marcó la introducción de la arquitec-tura moderna al centro de la ciudad, con el reemplazo de los edificios destruidos durante el Bogotazo, el 9 de abril de 1948, a raíz de la muerte del caudillo del pueblo Jorge Eliécer Gaitán19. La ciudad se vio afectada en la medida de que se destruyó parte substancial de su transporte público, el tranvía, que con su gradual desmonte

19 El Bogotazoafectóunas52manzanasdelcentro.“Esdeanotarquelosincendiosdeedificiossobre la carrera 7ª probablemente facilitarán la ampliación de esta vía, pedida desde hace algún tiempo por modernos urbanistas. Claro que consideramos que este crecimiento no se concentrará en el centro, sino también en los inmensos terrenos baldíos que la revista Proa, de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, ha señalado como urbanizables en el occidente y ennortedeBogotá”(El Tiempo.“Hubodestrucción,perolaciudadsigueigual”,1998:2C).

Hay que tener en cuenta que esto sobrepasaría los barrios ubicados en los extremos de la ciudad, que hoy son Las Ferias y Puente Aranda en el occidente, Santa Lucía en el sur, Los Laches y Santa

Page 70: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

71

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

71

iba a desregular la forma de la ciudad con el paso al vehículo automotor público, algo que facilitó la desmembración de la urbanización20.

La década de los años cincuenta

En esta década, específicamente en 1954, se presentó el hecho político-administra-tivo más importante, que fue la creación del Distrito Especial de Bogotá con el que se incorporaron seis municipios con los que se conformó su nueva corona (Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme), y con los cuales la ciudad tenía desde antes una relación funcional.

En 1951 se creó el Centro Interamericano de Vivienda y Planeación –Cinva–, que durante dos décadas estuvo a la vanguardia en el desarrollo tecnológico y me-todológico, con una visión técnica y asociado a las ciencias humanas y sociales. Un avance fundamental fue la creación de la acción comunal representada en las juntas de acción comunal –JAC– que jugaron un papel importante en los programas de legalización y de mejoramiento barrial. Estas organizaciones aún están vigentes.

La ciudad de 1951 se caracterizó porque su estructura tenía un elemento cen-tral, el centro histórico, que, sin embargo, se había expandido considerablemente sobre los ejes más importantes como eran la carrera 7ª, la carretera y futura auto-pista del Norte, la futura calle 80, el eje avenida Jiménez - Paseo Colón - avenida El Centenario, la avenida Caracas y la carretera al Llano. La forma de crecimiento urbano tuvo, en términos de las licencias, su correspondencia por la dinámica dada, en orden de mayor a menor, de la periferia de la ciudad hacia las áreas centrales.

Esta nueva forma de crecer de la periferia hacia adentro, relacionada con los elementos de comunicación, se conformó, progresivamente, el estadio de la ciudad tentacular.

Inés en el oriente y La Cabrera en el norte, correspondientes, los cuatro primeros, a barrios obreros, y el último, a la urbanización del más alto estrato de la ciudad del momento

El día 9 de abril de 1948 estaba programada la reunión de la Conferencia Panamericana para la creación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) cuyo impulsor principal fue Alberto Lleras Camargo.

20 “Porcausadelincendiodeloscarrosdetranvíasydelacantidaddeescombrosquetapanlacarrera 7 entre calle 8 y la calle 22, estas rutas se modificarán y las que iban a la Plaza de Bolívar tendrán que conformarse con llegar hasta la Plaza de Mercado en la carrera 10.

“Ycomoloscarrosdeltranvíasonmenosahora,consideramosqueelgobiernoaprovecharápara impulsar los modernos buses de gasolina que, con las vías abiertas, pueden llegar hasta apartadosbarrioscomoRionegro,LasFeriasoSantaLucía”(El Tiempo.“Condenadoslachichayeltranvía”,1998).

Page 71: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

7272

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

La dinámica de edificación de la década de los cincuenta mostró la existencia de 84.332 viviendas, de las cuales el 88,22% correspondía a la capital y el 11,77% a los municipios vecinos. La situación de tenencia de la vivienda en este momento llegaba a mayores proporciones a favor de la modalidad de inquilinos con un cubrimiento del 55,05% frente a la de propietarios, que ascendían al 41,43%.

La evidencia de un crecimiento sobre la nueva periferia, los municipios vecinos

Desde el punto de vista de las edificaciones se encontró un gran dinamismo, si se observa que la ciudad pasó de 36.825 edificaciones, en 1938, a 71.449, en 1951, crecimiento a una tasa del 5,2% anual. Sin embargo, se observa con interés que en el caso de los municipios vecinos, la tasa fue más alta y alcanzó el 7,25%, cuando el conjunto de los seis municipios pasó de un total de 4.265 edificaciones, en 1938, a 10.595 edificaciones, en 1951.

En cuanto a la dinámica habitacional, en 1951 se encontró un crecimiento de la oferta con una tasa relativamente baja del 2,6% anual, sin embargo, en 1951, en el registro de licencias (1.674 unidades de vivienda), se halló una diversidad de oferta residencial clasificada en 5 grupos: habitación obrera (26,9%), habitaciones (0,59%), otras habitaciones (57,52%), apartamentos (19,1%) y mixtas (1,07%).

La habitación obrera

En relación con la dinámica habitacional, la tipología de habitación obrera apareció por primera vez mencionada y correspondió a los planos arquitectónicos aprobados por la Oficina de los Planos Obreros de la Secretaría de Obras Públicas21, labor que terminaría en la década de los años noventa con el Acuerdo 6 de 1990.

El crecimiento de periferia se caracterizó por su alta dinámica asociada a ejes regionales y ejes urbanos.

El área más dinámica de la ciudad en términos residenciales (35%) correspon-dió a la zona de periferia nor-occidental, o zona XI, Baquero - Las Ferias - Estadio Municipal - Popular Modelo - Gaitán - Gutt - San Fernando - Siete de Agosto; allí se concentraron los más altos volúmenes de habitación obrera (47%), otras edificaciones (33%) y apartamentos (25%). La expansión que se realizó sobre el eje de la posterior

21 En 1934 se creó la Oficina de Planificación de Bogotá, adscrita a la Secretaría de Obras Pú-blicas del Municipio de Bogotá. Allí se creó la Sección de Planos Obreros cuya dirección se le encargó al arquitecto Karl Brunner. El acto administrativo de esta creación está firmado por el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.

Page 72: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

73

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

73

calle 80, con predominio de barrios obreros en su extremo, y sobre el área de la aveni-da Caracas de urbanizaciones residenciales, con el nivel de dotación de infraestructura más bajo, con un cubrimiento de servicios, en su orden, de agua, alcantarillado y luz, entre el 20 y el 49%. Esta zona poseía un alto nivel de talleres (15%).

En segundo lugar, con un volumen alto residencial (16%), se tuvo la periferia sur-occidental o zona I, Alquerías de la Fragua - Bravo Páez - Centenario - Claret - Inglés - Restrepo - Santander - Tres Esquinas, con volúmenes importantes de habitación obrera (35%), otras habitaciones (10%), apartamentos (6%), mixtas (28%), y un cubrimiento bajo de servicios públicos que estaba entre el 24 y 60%.

Las dos zonas más dinámicas estaban localizadas en los extremos nor-occidental y sur-occidental, con ellas se empezó a conformar el estadio de ciudad tentacular y se dio el tránsito a la ciudad de los conos, que se armó, en este caso, sobre el eje de la posterior calle 80 y lo que correspondió al cono del Camino a Tunjuelito (avenida Caracas) y el camino de Montes. Allí se concentraron las dos más altas proporciones de habitación obrera (47% y 35% respectivamente). En la zona XI, las categoría de otras habitacio-nes y apartamentos concentraron la mayor proporción (33 y 25%, respectivamente), mientras que en el caso de la zona I, las otras habitaciones y los apartamentos se hicie-ron en proporciones bajas (10 y 6%, respectivamente), y la tipología de mixtas estuvo en las más altas proporciones (28%). Igualmente, las condiciones de servicios públicos son las más bajas de la ciudad (20-49% y 24-60%, respectivamente).

En tercer lugar, el borde norte intermedio o zona IX, Barro Colorado - La Merced - Marly - Palermo - Quesada - Teusaquillo, estuvo conformado por áreas nuevas ocupadas por familias pudientes con las denominadas urbanizaciones sanita-rias, situación que se reflejó en el volumen de vivienda alto (14,6%), con proporcio-nes significativas de apartamentos (19%), otras habitaciones (15%), mixtas (11%) y una proporción baja de habitación obrera (2%). Su nivel de dotación fue medio, entre el 73 y el 77%.

En cuarto lugar, la periferia norte o zona X, Avenida Chile - Country Club - El Nogal - El Retiro - Quinta Camacho, fue un eje residencial exclusivo de altas espe-cificaciones urbanísticas, con un alto volumen de viviendas (11,1%), apartamentos (15%), otras habitaciones (16%). Tuvo un nivel de dotación de servicios públicos alto, del 84-85%. Contó con bajas proporciones de bancos, oficinas, comercio y pequeña industria (7%).

Estas dos zonas (IX y X), pertenecientes al cono norte, entre la carrera 7ª o carretera central del norte y la avenida Caracas, presentó una similitud en el tipo de edificación de importancia en otras habitaciones (31%) y apartamentos (34%) con un 6% de mixtas en la zona IX y con la ausencia total de habitaciones obreras. Esto deja en claro el comienzo de una segregación socio-espacial por conos que se va a acentuar con el paso del tiempo sobre este cono norte.

Page 73: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

7474

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

En quinto lugar, el borde occidental, zona VII, Cundinamarca - Samper Mendoza - San Façon, tuvo un nivel medio de viviendas (8,8%), y proporciones significativas de habitación obrera (4%), otras habitaciones (11%), apartamen-tos (13%). Fue importante la presencia de bancos, oficinas, comercio y peque-ñas industrias (24%) y talleres (15%), con un nivel de dotación de servicios públicos alto, entre el 80 y el 84%. Esta zona corresponde al área de expansión del núcleo central.

En sexto lugar, el borde sur-occidental, zona VI, Estación de la Sabana - Pa-loquemao - Puente Aranda - Ricaurte, tuvo un nivel medio de vivienda (5,9%), con proporciones poco significativas de habitación obrera (2%), otras habitaciones (7%) y apartamentos (8%), y proporción importante en mixtas (17%). Las propor-ciones más importantes fueron de bancos, oficinas, comercio y pequeña industria (28%), talleres (38%) y fábricas (80%) a partir de lo cual se constituyó allí la zona industrial, muy cerca del centro de la ciudad. Poseía un nivel de dotación medio de entre el 71 y el 77%. Este cono se caracterizó por estar destinado a servicios y a la terminal terrestre de automotores y del ferrocarril.

Estas dos zonas (VI y VII), tuvieron de especial que conformaban el eje de las comunicaciones regionales del occidente del país y se conectaban con la costa Atlántica por el río Magdalena por medio del ferrocarril y la carretera de Occidente. Confor-maron una unidad con tendencia homogénea en la medida de la presencia, aunque con un bajo nivel, de habitación obrera (6%), otras habitaciones (18%), apartamen-tos (21%), mixtas (17%). Poseía una alta proporción de bancos, oficina, comercio y pequeña industria (52%), talleres (53%), fábricas (80%), actividades muy acordes con zonas de comercio y productivas.

En séptimo lugar estaba la periferia sur-oriental o zona II, Girardot - La Ma-ría - Primero de Mayo - San Cristóbal - Veinte de Julio, con un nivel medio de vivienda (4,9%), y una proporción significativa de habitación obrera (8%), otras habitaciones (5%), igualmente de bancos, oficinas, comercio y pequeña industria (7%), talleres (8%), fábricas (20%). Tuvo un nivel de dotación bajo de entre el 54 y el 64%. Esta zona hizo parte de la expansión del núcleo central.

En octavo lugar se encontraba el borde norte o zona VIII, Independencia - La Perseverancia - Las Nieves - San Diego, con un nivel bajo de viviendas (3,2%), proporciones bajas de las tipologías de vivienda: habitación obrera (2%), otras ha-bitaciones (3%), apartamentos (8%) e importante mixtas (22%) y un nivel alto de dotación entre el 85 y 87%.

La zona VIII fue el inicio del cono nor-oriental exclusivo pero en esta primera parte se hizo en forma mixta. Contrastó con el cono sur de la zona II que se desa-rrolló por estratos medios y bajos, pero esta última tuvo un carácter polivalente en la medida de que hubo vivienda y otras actividades de servicios y fabriles.

Page 74: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

75

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

75

Borde oriental o zona IV, Paseo Bolívar - Las Aguas con un nivel bajo de vivien-da (1,1%), tuvo una proporción significativa de tipologías de vivienda: habitaciones (100%), apartamentos (4%) y un nivel bajo de dotación de entre el 58 y 68%.

En décimo lugar el borde sur del centro histórico o zona III Santa Bárba-ra - San Agustín - La Peña, presentó un nivel bajo de vivienda (0,8%), con una proporción otras habitaciones (1%) apartamentos (3%), mixtas (11%), bancos, oficinas, comercio y pequeña industria (10%) y un nivel medio de dotación entre el 70 y 79%.

Por último, el centro histórico o zona V, La Candelaria - La Catedral - El Príncipe, presentó un nivel muy bajo de vivienda (0,5%) y unas proporciones de otras habitacio-nes (1%), mixtas (11%) y otras actividades (17%). Con el nivel más alto de dotación entre el 86-94%.

Las zonas III y V contiguas en el área central presentaban similitudes con una baja proporción de viviendas y con importantes unidades de servicios y, finalmente, la zona IV dada su localización extrema en su costado oriental, presentó una baja pro-porción en términos habitacionales. Sin embargo concentró el 100% de la tipología de habitaciones que correspondió a una figura de inquilinato.

En 1952 se presentaron algunas urbanizaciones como barrios obreros loca-lizados en forma dispersa que dieron la pauta para la expansión de la periferia e incluyeron los municipios vecinos.

Década de los años sesenta

Esta década se distinguió por los aportes teóricos y conceptuales, un avance en el conocimiento de los sectores populares en el país.

Así, a finales de la década de los años sesenta se pudo palpar el interés que el tema de la marginalidad había suscitado y cuál era la situación en cuanto a la convergencia de estamentos de la sociedad, en un seminario sobre Urbanización y Marginalidad, organizado por la Asociación Colombiana de Facultades de Medici-na, llevado a cabo en Bogotá.

En dicho seminario se resumió el conjunto de estudios realizados en varias ciu-dades por parte de diversos autores provenientes de diferentes disciplinas y que re-presentaban a las más variadas instituciones tales como: la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina, el Centro Colombiano de la Construcción, el Centro In-teramericano de la Vivienda y Planeamiento, el Centro de Investigación para el De-sarrollo –CID– de la Universidad Nacional, sede Bogotá, centros de investigación de universidades, entidades de gobierno especializadas en vivienda como el ICT y el BCH, Facultades de Medicina, la Universidad del Valle, la Universidad Industrial de Santander, la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, los

Page 75: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

7676

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

departamentos de Arquitectura y Planificación Urbana, las Fuerzas Armadas, el Concejo de Bogotá y un grupo de arquitectos independientes22.

Documentos teóricos de gran valor se produjeron a mediados de la década de los años setenta. Los que fueron adelantados por Emilio Pradilla fijaron las bases para una crítica a las teorías vigentes en el momento, especialmente a la teoría de la marginalidad (Pradilla, 1976a: 70 y Pradilla, 1976b: 5).

Los investigadores Vernez y Valenzuela, se basaron en el trabajo de Ramiro Cardona relacionado con la procedencia urbana de las familias que se ubicaron en barrios de invasión (figura esta que irrumpió fuertemente en esa década, 1960); para plantear, en contraste con la tradición de la propiedad privada en la ciudad, una hipótesis en la que la primera morada de los inmigrantes campesinos a la ciu-dad no era exclusivamente el centro, sino que se situaban en barrios obreros de décadas anteriores de los años cuarenta23.

Esta hipótesis fue confirmada primero por los datos obtenidos por Wulf Stoll-brock, del censo de 1973, en un estudio sobre salud en Bogotá, y posteriormente en la encuesta de hogares de 1980.

En la década de los años sesenta se presentó una dinámica especial cuya ca-racterística estuvo asociada al cambio de patrón de crecimiento y la consolidación de la ciudad tentacular, en la cual los recién incorporados municipios (Usme, Bosa, Fontibón, Engativá, Suba y Usaquén) jugaron un papel importante en la conforma-ción de una ciudad en expansión en la que las clases medias y altas y la producción estatal configuraron una nueva ciudad de baja densidad.

22 Vale la pena anotar aquí la lista de ponencias presentadas en el seminario Urbanización y Margi-nalidad: El proceso de urbanización en América Latina, del arquitecto Gabriel Andrade Lleras; Urbanización e integración social, del arquitecto Rogelio Salmona; Seminario nacional sobre tugu-rios, del antropólogo Roberto Pineda, director del Cinva; Migración, urbanización y marginalidad, del arquitecto Ramiro Cardona, director de Estudios Socio-Demográficos, ACFM; Bogotá y el problema del desarrollo, del economista Roberto Arenas, director del CID; Política del ICT para los barrios marginales, del arquitecto Rafael Stevenson, director del Departamento de Planeación del ICT; Estructura y filosofía de un plan de erradicación de tugurios, del coronel Álvaro Valencia Tovar; Proyecto de Acuerdo presentado al Honorable Cabildo de Bogotá, del arquitecto Germán Samper; además, en la plenaria sobre marginalidad participó el arquitecto Humberto Chica, deca-no de la Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia.

23 Cardona encontró en las invasiones Juan XXIII y Policarpa Salavarrieta que a la pregunta so-bre el tipo de residencia en que vivió por primera vez cuando llegó a Bogotá, el 74,1% de los entrevistados respondió que fue en una pieza o inquilinato, haciendo alusión a su localización en barrios centrales. Invasión a terrenos urbanos, documento en proceso de publicación (Cardona et al., 1969: 69).

Page 76: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

77

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

77

De otra parte se inició la introducción de un nuevo patrón de alta densidad que progresivamente, en la siguientes tres décadas, se convirtió en la forma domi-nante de ocupación del suelo con una media y alta densidad, específicamente con el patrón multifamiliar.

El cambio de patrón que surgió de la incorporación de municipios vecinos fue definido por Gabriel Alomar (1980: 125) como el crecimiento por incorporación de otras jurisdicciones, y fue, también, la pauta para el proceso de metropolización tres décadas adelante.

El crecimiento urbano retorna al municipio de Bogotá

Con la incorporación de los municipios vecinos, el volumen de edificaciones totales pasó de 82.044 edificaciones en 1951, comprendiendo el municipio de Bogotá y los seis municipios integrados, a un total, para 1964, de 181.166 edificaciones que sig-nificó un crecimiento a una tasa anual del 6,28%. Si se toma en forma desagregada, se encuentra que mientras en el período 1961-1964 el municipio de Bogotá poseía 71.449 edificaciones, este volumen se incrementó para 1964 a 164.215 edificaciones con un crecimiento a una tasa del 6,61%, mientras los municipios vecinos crecieron a partir de 10.595 edificaciones en 1951, para alcanzar 16.951 edificaciones en 1964, con un crecimiento de una tasa de 3,68%.

De otra parte si la antigua ciudad de 1951 (cuando Bogotá era un municipio) que tenía 71.449 edificaciones, se compara con la nueva ciudad con características metropolitanas (Bogotá y los seis municipios incorporados), con 181.166 edifica-ciones, se encuentra una nueva ciudad con una tasa de crecimiento del 7,41% que con el crecimiento de población que para 1951 alcanzó la tasa del 7%, se confirma una ciudad con pérdida de densidad neta.

Según los párrafos anteriores queda claro que la tasa de crecimiento de la Bogotá municipio, en el período 1651-1964 fue mucho más alta (6,61%) que la reportada en el crecimiento de los municipios vecinos (3,68%). Hecho que significó un inicio de la consolidación y compactación a partir de la ciudad central y en me-nor medida de expansión sobre los municipios vecinos.

De otra parte, la dinámica de oferta de vivienda se aceleró considerablemente si se tiene en cuenta que: las viviendas ofertadas en 1951 ascendían a 1.674, ya para 1964 la oferta había ascendido a 8.331 unidades de vivienda a una tasa de 13,13% que superó considerablemente la tasa de crecimiento poblacional que en el período de 1951-1964 fue del 7,2%, y superó, igualmente, la tasa del crecimiento de consumo de suelo, que para el período 1960-1966 llegó al 7,66%. Hipotéticamente estos datos mostrarían un aumento de la densidad general que para ese momento había alcanzando los 247 hab/ha neta en la ciudad de Bogotá, D.E.

Page 77: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

7878

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

En la medida en que las áreas del municipio de Bogotá fueron divididas, en 1972, a partir de una nueva concepción de alcaldías menores (13) se utilizará la división que se ha venido usando hasta ahora, a la cual se le agregarán las seis mu-nicipalidades incorporadas (imagen No. 2).

Imagen No. 2. Bogotá, D.E., conformada por siete municipios.

Fuente: DANE. Anuario Estadístico del Distrito Especial de Bogotá, 1964.Plano base, Departamento Administrativo de Planeación Distrital.

En primer lugar se encuentra que las tres zonas más dinámicas en la actividad residencial que para 1964 se ofertaban en una cantidad de 8.331unidades, están loca-lizadas en las zonas periféricas del antiguo municipio de Bogotá en su orden: la zona XI, Baquero - Las Ferias - Estadio Municipal - Popular Modelo - Gaitán - Gutt - San Fernando - Siete de Agosto (18,56%), que paralelamente ofertaba un volumen bajo de oficinas y bodegas (1,41%), almacenes y similares (9,68%) y un alto porcentaje de educacionales (3 unidades); la zona I, Alquerías de La Fragua- Bravo Páez - Centenario - Claret - Inglés - Restrepo - Santander - Tres Esquinas - Lucero - Ospina Pérez - Santa Isabel (15,76%), en la misma forma se ofertaba un mínimo de industrias (1,75%), ofi-

Page 78: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

79

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

79

cinas y bodegas (1,41%), almacenes y similares (3,23%) y la proporción alta de sociales y recreacionales (66,67%); la zona VI, Estación de la Sabana - Paloquemao - Puente Aranda - Ricaurte - Granjas de Techo - Veraguas (9,61%), de la misma manera con-taba con una oferta de industrias (68,42%), oficinas y bodegas (49,30%), almacenes y similares (16,13%), religiosas (50%), educacionales (10%), administrativos (1 unidad); y la zona VII Cundinamarca - Samper Mendoza - San Façon - Montevideo - Modelia - Federman - Quinta Paredes (8,09%), paralelamente se ofertaban los usos industriales (26,32%), oficinas y bodegas (26,76%), almacenes y similares (4,84%), administrativos (1 unidad); su proporción en conjunto sumaría el 52,02% de actividad residencial.

Como se puede apreciar las zonas VI y VII del corredor de la avenida Jiménez, tenían actividades complementarias de oficinas, almacenes y similares, religiosas, educa-cionales y administrativas, al igual que en la zona I había oficinas, almacenes y un gran emplazamiento de sociales y recreacionales. Allí queda definida la nueva área industrial de la ciudad con su dinámica que alcanzó la contundente proporción del 94,74% de las licencias aprobadas, abandonando definitivamente el área central y sus zonas vecinas.

En segundo lugar se tiene que la participación de los municipios de Engativá (8,64%) y Suba (6,24%), con una menor proporción, concentraban el 14,88% de las viviendas ofertadas. En el caso de Suba paralelamente se ofrecían educacionales (3 unidades).

Se puede encontrar que la distribución porcentual de las actividades se hizo en ese momento de una forma mucho más repartida, a diferencia de los períodos anteriores en que había una concentración muy clara.

En tercer lugar, se tienen, con una proporción importante (16,69%), las zonas X, Avenida Chile - Country Club - El Nogal - El Retiro - Quinta Camacho (5,62%), igualmente ofrece oficinas y bodegas (5,63%), almacenes y similares (22,68%), socia-les y recreacionales (1 unidad); la zona II, Girardot - La María - Primero de Mayo - San Cristóbal - Veinte de Julio - Altamira - Gustavo Restrepo - Las Colinas - Country Sur - La Victoria - Ramajal (5,58%), paralelamente oficinas y similares (1,61%), religiosas (1 unidad), educacionales (1 unidad); la zona IX, Barro Colorado - La Merced - Marly - Palermo - Quesada - Teusaquillo - Pardo Rubio (5,49%), igualmente con oficinas y bodegas (1,41%), almacenes y similares (4,84%), educacionales (1 unidad).

En cuarto lugar, se tiene la importante proporción del 16,69% de oferta de vivienda, localizada en el costado oriental, en las periferias sur y norte, correspon-diente a tres zonas: la zona X, Avenida Chile - Country Club - El Nogal - El Retiro - Quinta Camacho (5,62%); la zona II, Girardot - La María - Primero de Mayo - San Cristóbal - Veinte de Julio - Altamira - Gustavo Restrepo - Las Colinas - Country Sur - La Victoria - Ramajal (5,58%) y la zona IX, Barro Colorado - La Merced - Marly - Palermo - Quesada - Teusaquillo - Pardo Rubio (5,49%).

En quinto lugar, se localiza una proporción media de oferta de vivienda (12,51%) en las siguientes localidades: Bosa (4,87%), industria (1 unidad), oficinas y bodegas

Page 79: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

8080

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

(4,23%); Usaquén (4,77%), industrias (1 unidad); Fontibón (2,87%) industrias (1 unidad). Aquí se puede observar que una proporción importante del 33,63% de la oferta de vivienda se concentraba en los municipios recién incorporados.

Finalmente, con una proporción menor (3,25%), se encuentra el bloque del área central: la zona VIII, Independencia - La Perseverancia - Las Nieves - San Diego - Bosque Izquierdo - San Martín (1,75%), con oficinas y bodegas (7,04%), almacenes y similares (12,90%), administrativos (1 unidad); la zona V, Candelaria - La Catedral - El Príncipe - (5,64%), de la misma manera, con oficinas y bodegas (2,82%), almace-nes y similares (14,52%); la zona III, Santa Bárbara - San Agustín - La Peña (3,64%), con almacenes y similares (3,23%); y la zona IV, Paseo Bolívar - Las Aguas (4,22%).

Patrones residenciales en la década de los años sesenta

En la década de los años sesenta se puede apreciar un balance de los diferentes patrones residenciales en la ciudad de Bogotá en la cual se pueden encontrar: patrones de alta densidad con edificios de mediana altura, de 4 pisos, desarrollados en predios contiguos, como los que se encuentran en la carrera 15 y el antiguo barrio Sears (hoy Galerías); patrones de baja densidad, de comienzos de los cincuenta y especialmente de los sesenta que siguen pautas de la Ciudad Jardín, con presencia de espacios públicos, como el Park Way, parques públicos propios de las cesiones en cada urbanización en lotes amplios de proporciones de 20x30 para un área alrededor de los 600 metros cuadrados, el caso del Chicó Norte, con 31 hab/ha; patrones estatales de mediana densidad, como la ur-banización Quiroga, con 339 hab/ha y Ciudad Techo con una densidad inicial de 143 hab/ha, que se incrementó en el tiempo; patrones de barrios obreros de alta densidad, de la década de los treinta como Las Ferias, con 316 hab/ha; el Inglés, con 293 hab/ha; Benjamín Herrera, con 701 hab/ha o La Perseverancia, de 1970, con 797 hab/ha, barrios con una innegable presencia del hacinamiento; patrones republicanos de alta densidad, localizados alrededor del centro histórico con presencia de familias inquilinas, en algunos casos eran 15 las familias hospedadas por piezas que compartían los servicios de cocina y agua; los casos de Las Cruces (586 hab/ha), Santa Bárbara (584 hab/ha) y La Concordia (818 hab/ha). Densidades similares fueron encontradas en el centro histórico de la ciudad de Barcelona, España, 800 hab/ha (Alberto Serratosa)24, y en los patrones de ciudad jardín de baja densidad en Teusaquillo, con 137 hab/ha.

24 Referencia que hizo Alberto Serratosa sobre estudio de Idelfonso Cerdà, dedicado a las densi-dades de manzanas en el centro histórico de Barcelona en 1870 en el área medieval insalubre. En el Seminario Exposición de Cerdà, Museo de Arquitectura, Facultad de Artes. Universidad Nacional, mayo de 1998.

Page 80: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

81

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

81

En la década de los años sesenta se pudo ver la transición de urbanizaciones de alto consumo de suelo urbano para los estratos medios y altos (casa californiana); la introducción de un nuevo patrón de edificaciones en altura en áreas de rehabilitación en barrios de altas especificaciones de espacio público y lotes privados, y de otra parte, la introducción de las urbanizaciones de bloques utilizando supermanzanas, denomi-nados también agrupaciones cerradas que se generalizaron en las siguientes décadas.

Década de los años setenta Estructura de la tenencia de la vivienda y estratificación

Al desagregar substancialmente el número de rangos de ingresos (18 rangos) de la po-blación de Bogotá, se encuentra que en la medida en que se asciende en el rango de ingresos de las familias crece el número de propietarios y, complementariamente, en la medida en que se desciende en el rango de ingresos desciende también el número de fa-milias propietarias y aumenta la condición de arrendatarios y, específicamente, el núme-ro de familias inquilinas. Esta situación se presenta dentro de un gradiente en el que las familias van aumentando en número en la medida en que se desciende en los ingresos.

Cambios en los patrones arquitectónicos

Al respecto, podemos ver en la estructura de la aprobación de licencias que, mien-tras en 1979 presentaban las proporciones de 52% de viviendas unifamiliares frente al 19% de multifamiliares y 28% de bifamiliares, para el final de la década, en 1979, la estructura se invierte para mostrar proporciones de vivienda unifamiliares reduciéndose al 29% frente al incremento de multifamiliares con el 38% y en el nivel intermedio las unidades bifamiliares con el 32%.

Década de los ochenta

Es en la década de los ochenta cuando el volumen de familias arrendatarias de vivienda de inquilinato ascendió a 35.668, localizadas en las 38 comunas de la ciu-dad, y se encontró una nueva estructura múltiple frente a aquélla de 1938 que era monocéntrica. La estructura múltiple presenta en cada uno de los nuevos epicentros características urbanas y arquitectónicas diferenciables.

Nueva estructura urbana en las áreas de inquilinos

En primer lugar, se encontró una centralidad mayor en áreas compactas de la comu-na 12, Inglés - Bravo Páez, con características de área urbana, de alta densidad, que

Page 81: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

8282

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

concentraba la mayor cantidad de 3.578 hogares en condición de arrendatarios que significaban el 10,03% de los hogares de la ciudad en esta condición, en áreas corres-pondientes a barrios obreros de 1930 y 1938, entre los cuales se encontraba el barrio Centenario (Lancheros, 2006). Desagregando aún más la información se encontraron allí otros barrios, como el Libertador, Bravo Páez, Inglés y Claret, barrios con dimen-siones prediales relativamente grandes.

Imagen No. 3. Familias arrendatarias en vivienda de inquilinato según comunas

Fuente: Elaboración sobre DANE (1981). Encuesta Nacional de Hogares 30.

En segundo lugar, se tiene que la comuna 10, Meissen - La Picota - Usme, conformada por áreas dispersas al sur extremo de la ciudad de gran extensión, concen-traba un volumen de 3.544 hogares en condición de arrendatarios que significaban el 9,94% de los hogares de la ciudad en esta condición. Estos hogares se ubicaban en barrios clandestinos de décadas más recientes, años sesenta y setenta, entre los cuales se encuentra la invasión de Las Colinas; la tipología predial de estos barrios se reducía a lotes de aproximadamente 6 a 7 metros de frente por 12 a 15 metros de fondo.

Los barrios populares se iniciaban muy precariamente, pero en la medida en que se iban legalizando y obteniendo sus servicios públicos, construían una escuela o puesto de salud y las viviendas incorporaban espacios o alcobas nuevos, es decir,

Page 82: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

83

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

83

en la medida en que maduraban comenzaban a cumplir un rol de pequeñas cen-tralidades, y con la llegada del servicio de transporte público se convertían en áreas receptoras de inquilinos pobres. Aquí se establece una relación muy interesante que es la solidaridad entre barrios de propietarios pobres e inquilinos pobres.

Al igual que las anteriores, se presentaban áreas menores, como San Cristóbal, con volúmenes de 766 hogares arrendatarios que significaban el 2,15% de los hogares de la ciudad, así como Suba - Tibabuyes - Rincón, con 320 hogares en condición de arrendatarios que eran el 0,90% de la ciudad y constituían mínimas centralidades que se incorporaron a través de la legalización de barrios. Estos procesos de legalización se lograron con de la participación de las juntas de acción comunal –JAC–. En las jornadas de legalización en la década de los ochenta se lograron incorporar al Catastro Distrital cerca de 37.000 predios por iniciativa y organización de las JAC (DAPD, 1983)25.

En tercer lugar se encuentra una centralidad de fuerte presencia de inquilinos en Áreas Compactas de Proyectos Estatales ICT, en la comuna 31, Engativá - Bachué, al nor-occidente de la ciudad, en la que se concentraba el cuarto mayor volumen, con 2.563 hogares en condición de arrendatarios en este tipo de vivienda estatal que signifi-caban el 7,19% de los hogares de la ciudad en esta condición. Entre las urbanizaciones de referencia están: Bachué, Garcés Navas y Minuto de Dios. En la misma zona amplia, en 1973, en los denominados barrios obreros de El Boyacá, El Real y Santa Helenita, se encontraron inquilinos que compartían baño y cocina. El patrón aquí era bien distinto, con transformaciones fuertes de las viviendas sobre los modelos entregados. En el cos-tado sur-occidental en Kennedy, reportaron destrucción del 80% de la vivienda inicial y 1,5 veces en reconstrucción sobre la vivienda original (Jiménez, 1972).

En cuarto lugar, se encuentra en el área central compacta del centro histórico una significativa presencia aún en cantidad de 3.162 familias e inquilinos que significaban el 8,89% de las familias arrendatarias en esta condición, población que fue diezmada por la política de renovación urbana Nueva Santafé del BCH, en 1980, de la cual fueron expulsadas las familias inquilinas de 6 manzanas de la zona de Santa Bárbara. Cabe re-cordar que en la política trazada de renovación urbana del área central (CID y Universi-dad Nacional de Colombia, 1969), se recomendaba la reubicación de estas familias a un proyecto nuevo fijado dentro de la misma política. Esta operación de renovación urbana,

25 “EnlaUniversidadNacionalnacieronlasJuntasdeAcciónComunal.SegúnlaConfederaciónNacional de Juntas de Acción Comunal, en Colombia hay cerca de 50.000 organizaciones deestetipoy870asociacionesmunicipales”.EnentrevistaaOrlandoFalsBordaaraízdelaentrega de los premios Malinowski, que le concedió la Sociedad de Antropología de Nortea-mérica y el premio Diskin, concedido por Latinoamerican Studies Asociation –Lasa– al soció-logo por su trabajo con la metodología Investigación Acción Participación –IAP–. Unimedios (Barragán y Duarte, 2007: 3-4).

Page 83: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

8484

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

además de convertirse en un hito de la arbitrariedad, socialmente hablando, produjo el proceso más acelerado de pérdida de población en cantidad de aproximadamente 12.000 personas como se constató en Encuesta de Hogares de198126.

En estudio reciente realizado sobre la zona (barrios Egipto, la Concordia, La Candelaria, Belén y las Cruces), se encontró bajos atributos de habitabilidad como son: higiene, protección, privacidad, comodidad-funcionalidad y seguridad en la tenencia, exceptuando el atributo de localización (Injaviu, 1998).

Década de los años noventa

En una nueva interpretación de la vivienda de inquilinos, en la década de los no-venta, se encuentra que en estudios realizados por Alan Gilbert en América Latina (Gilbert, 1993), se diferencian los tipos de tenencia en tres grupos: los propietarios, los inquilinos y los allegados. En referencia a preferencias de tenencia este inves-tigador encontró que la mayoría de los inquilinos deseaban ser propietarios. En Santiago, el 86%, en Caracas se elevaba a 94% y solo en ciudad de México la pre-ferencia era menos marcada, con un 58%. El alquiler en las tres ciudades a menudo equivalía en términos de seguridad a tener casa propia, pues los inquilinos no están luchando constantemente contra el desalojo27.

Gilbert deja ver que en ciertos estadios avanzados de la metropolización, el interés por adquirir casa propia en la periferia va perdiendo importancia, especial-mente en los inquilinos de las áreas centrales a pesar de vivir en condiciones de hacinamiento, debido a que los inquilinos gozan de los servicios públicos y una mudanza a la periferia lejana altera sus redes sociales.

Migrantes e inquilinos en la metrópoli conurbada

En un estudio de movilidad de la población del área metropolitana de Bogotá, María Cristina Hoyos se refiere a un grupo de entrevistados que argumentó que la difícil situación del campo y el endeudamiento del campesino para la realización de sus labo-res agrícolas fueron su motivo para migrar hacia la ciudad. De otra parte, muestra que

26 Buena parte de esta población de inquilinos erradicada fueron a conformar nuevos barrios clandestinos, uno de ellos La Libertad, en la localidad de Bosa, a 14 kilómetros de su anti-gua morada.

27 Esta situación empezó a desvirtuarse a raíz del terremoto, en Ciudad de México, del 17 de septiembre de 1986, en el que se destruyó un significativo stock de vecindades del centro. En el caso de Bogotá por una operación de renovación urbana que buscaba seguridad alrededor de la nueva casa presidencial.

Page 84: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

85

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

85

las familias antes de llegar a ser propietarias en un barrio de la periferia de invasión o clandestino, pasan por múltiples lugares o sectores en condición de arrendatarias, y que los lugares de vivienda en barrios consolidados se convierten en las opciones para el ofrecimiento de arriendo para estos inquilinos. Además, el sitio de llegada se convierte en determinante para la futura movilización dentro de la ciudad pues los inquilinos buscarán comprar en un lugar cercano a ese sitio original.

De otra parte detecta que los movimientos migratorios responden principal-mente a estrategias de las familias y no tanto a decisiones individuales.

Por otro lado, resalta las diferencias entre los migrantes de dos municipios vecinos a Bogotá; en el caso de Soacha (Dureau, 2002), las personas son atraídas por Bogotá pero tienen la opción de alojarse en Soacha, mientras que en el caso de Madrid la posibilidad de empleo recoge una población campesina que no tiene expectativas en la gran ciudad, y trabajan en labores de la industria de la flori-cultura. Los municipios de Soacha, Madrid y Chía, los dos primeros pobres y el tercero rico, hacen parte de la nueva corona en la extraperiferia de Bogotá, D.C.

En el caso de Chía, comenta Hoyos (1998), las familias buscan viviendas menos costosas y con mejores condiciones de espacio libre para recreación y seguridad.

Primera década del siglo XXI

Un estudio del Sisbén, del Departamento Administrativo de Planeación Distrital –DAPD–, reveló la cifra de que en Bogotá hay 597.421 personas como inquilinos que pagan alquiler de un cuarto en una casa o apartamento. Dada la situación eco-nómica de pobreza de este grupo socio-económico de inquilinos, el Distrito ha creado el estrato 0 con el fin de facilitar la inscripción al Sisbén. Es importante ver que en las políticas públicas no es frecuente tener en cuenta el tema de los inquilinos (Documen-to Conpes 3305, 2004), sin embargo, con algunas excepciones, en 1971 el Distrito Especial planteó una política de mejoramiento integral en los cuales se incluían el mejoramiento de los inquilinatos (DAPD, Ponencia IX Congreso de Municipalidades, Pasto, febrero 1971). Igualmente en la política fijada al final de la década de los sesen-ta con una visión integral del desarrollo urbano en el tema de alojamiento se incluyó el mejoramiento de las casas de inquilinato (CID y UN, 1969).

Conclusiones

En la década de los treinta se crearon las bases para el manejo de los barrios popula-res así como los lineamientos para la producción de la vivienda de interés social bajo la concepción del Estado benefactor, en el tránsito de la ciudad lineal de comienzos de siglo a la ciudad de arco, en el que el patrón de barrios obreros se dio en los ex-

Page 85: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

8686

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

tremos de los bordes nor-occidental y sur-occidental, como nuevos espacios fuera del área central, con conformaciones de tipo residencial sin las facilidades urbanas; estas áreas se dieron dentro de la lógica de ocupar los terrenos más extremos de la ciudad, condicionados por la naturaleza, con predominio de sobre suelo privado.

Aunque existía la definición de tarifas diferenciales basadas en el valor catastral, la ciudad estaba por debajo del cubrimiento de los servicios públicos, especialmente el agua, frente a otras ciudades, como Medellín, Cali y Barranquilla. La dotación más alta correspondía al área central donde se concentraban las edificaciones de inquilina-to, y el más bajo cubrimiento era el correspondiente a los extremos nor-occidental y sur occidental en los barrios obreros resientes.

En la década de los cincuenta la proporción de inquilinos alcanzó el 55,05% en una ciudad en el que el crecimiento inmobiliario logró un nivel alto, 7,25%, que se dio con la formación de la segunda corona, con la adición de los seis municipios vecinos a la capital, frente al 5,2% que había logrado el municipio de Bogotá. La dinámica inmobiliaria de 1951, incluyó la figura nueva de la habitación obrera registrada en la Oficina de Planos Obreros, con proporciones del 47% y el 35% en los extremos nor-occidental y sur-occidental, respectivamente, en lugares de barrios obreros ya establecidos que correspondían a la ciudad tentacular.

Un hecho importante significó la creación de las juntas de acción comunal –JAC– que más adelante serían las protagonistas de la legalización de barrios de origen clandestino y del mejoramiento de barrios. Es conocida la resistencia desa-rrollada por las juntas del oriente de la ciudad, que se enfrentaron al proyecto de la avenida de los Cerros de altas especificaciones, que además de implicar el desalojo de un significativo número de familias para dar paso a la obra, los beneficios serían aprovechados por estratos superiores, que se llevaban el 70% de la inversión en un conjunto de obras (salud, educación, bienestar, acueductos y alcantarillados, vías, vivienda de interés social y apoyo a la capacitación de maestros). Las juntas lograron reversar el proyecto con el reemplazo de la suntuosa obra por varios circuitos viales de conexión interna de sus barrios que redujeron la inversión a la mitad mediante la canalización de esos dineros a servicios prioritarios y de de más impacto28. En expe-riencias posteriores de participación las JAC jugaron un papel importante29.

La década de los sesenta se distinguió por los aportes conceptuales, un avance en el conocimiento de los sectores populares en el país. La academia, las instituciones

28 Programa Integrado de Desarrollo Urbano de la Zona Oriental de Bogotá – Piduzob–, BID. 1972.29 Un líder comunal comentaba: Obras con Saldo Pedagógico fue el rescate de la credibilidad de la

comunidad en las Juntas de Acción Comunal; que habían adquirido experiencia en contratación y que antes les daba miedo contratar. Además que este tipo de proyectos la plata no se puede perder porque la comunidad está ahí, con los ojos abiertos (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2006: 30).

Page 86: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

87

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

87

gubernamentales, las fuerzas armadas, los cuerpos colegiados municipales conver-gieron en un proyecto común30. En este período se acelera el drenaje de inquilinos a otras áreas de la ciudad en el nuevo estadio de la ciudad de los conos. Localizados en extremos distantes e incomunicados con sus vecinos de otros ejes. De otra parte la consolidación se da a partir de conos formados entre los ejes tentaculares, con mar-cada diferencia ión de estratos sociales especialmente en el cono nororiental.

En la década de los años setenta se destacaron los aportes teóricos31 y los hallaz-gos empíricos que identificaban la existencia de una estructura nueva de localización de los inquilinos en la ciudad, la estructura de orden polinuclear, mientras se abando-naba aquella estructura mononuclear de la década de los treinta.

En la década de los ochenta quedó develada la estructura polinuclear en la lo-calización de familias inquilinas en la que se destacan cuatro comunas (Inglés - Bra-vo Páez, Meissen - Usme, Centro Histórico - La Candelaria y Engativá - Bachué) tres de la ciudad de los conos y el centro histórico.

En la década de los noventa se disminuyó el interés por la búsqueda de lote en propiedad, en barrios periféricos, como única opción de alojamiento, y se ampliaron otras alternativas como inquilinos, o bien en los barrios de origen clandestino de las décadas de los sesenta y setenta, o bien en la oferta de parte de las viviendas entre-gadas por las entidades oficiales en la modalidad de vivienda compartida, de la mis-ma manera nuevas ofertas en los municipios de la tercera corona en el extrarradio de la metrópoli conurbada o la ofrecida tradicionalmente en el centro de la ciudad; estas opciones surgieron en los procesos de metropolización avanzada.

En la primera década del siglo XXI se multiplicaron las opciones desarrolladas en la década de los años noventa con un desarrollo sobre los municipios del extrarradio de la capital con el mejoramiento progresivo de las comunicaciones. Igualmente, cobró gran interés en las políticas la producción de vivienda nueva, dejando de lado los proce-sos dados en la reproducción del espacio construido simiente fundamental de las áreas de inquilinos donde se asienta la proporción más alta de la población que compone los varios rangos en que están constituidas las familias de los bajos ingresos.

30 La Asociación Colombiana de Facultades de Medicina convocó a un foro sobre el tema de marginalidad al final de la década de los sesenta.

31 Aportes con diferentes enfoques pero, en especial, el materialismo histórico y la teoría de la mar-ginalidad; el primero tuvo su desarrollo en el marco teórico con autores como Emilio Pradilla, Samuel Jaramillo, Humberto Molina y otros, y el segundo, con autores como Ramiro Cardona, Jaime Valenzuela y George Vernez, quienes tomaron cierta posición frente a la teoría teniendo acogida en las oficinas de planificación en el ámbito nacional como distrital y municipal. Los docu-mentos escritos por John Turner en la década de los años setenta tuvieron una gran acogida en las universidades y sobre todo en los entes gubernamentales de planeación.

Page 87: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

8888

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Referencias bibliográficas

ACEBEDO RESTREPO, Luis Fernando (2000). Las industrias en el proceso de expansión de Bogotá hacia el occidente. Tesis para la Maestría en Urbanismo, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, Santa Fe de Bogotá, D.C.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ (2006). Mejorando barrios / Memorias foro-taller mejorando barrios 2 [realizado en septiembre 2-5 2005]. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

ALOMAR ESTEVE, Gabriel (1980). Teoría de la ciudad. Madrid: Instituto de Estu-dios de Administración Local.

BOURDON, Daniel; MELIZALDE, Luisa; PASTRANA, Raul; MOLINA Hum-berto; HUNGAR, Elizabeth (1984). Les Ensembles de Logements à Développment Progessif á Bogotá (Colombie) Ministére de L’Urbanisme, du Logement des Transports. Bogotá: Abaccpu, Universidad de los Andes. Con la colaboración en el CPU de: SALGUERO, Mauricio. SALAZAR, José. BECA, Alberto y otros.

CARDONA, Ramiro, et al. (1969). Seminario Nacional sobre Migración, Urbanización y Marginalidad. 2ª ed. Bogotá: Ascofame. Antares-Tercer Mundo.

CARDONA,Ramiro(1969).“Lasinvasionesdeterrenosurbanos.Elementosparaundiagnóstico”.En: Seminario Nacional sobre Migración, Urbanización y Margi-nalidad. Bogotá: Ascofame. Antares-Tercer Mundo.

“CiudaddeBogotá”.En:Boletín de Información, No. 13, Anuario de 1938. Departa-mento de Estadística e Investigación Social.

CONSULTÉCNICOS Ltda. (1972). Estudio de normas mínimas de urbanización, servicios públicos y servicios comunitarios. Bogotá : DNP, DAPD, ICT.

DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL, DAPD (1978). Normas mínimas de urbanización y servicios públicos. Consideraciones a su aplicación. Bogotá: Unidad de Mejoramiento y Coordinación de Barrios. Divi-sión de Coordinación y Programación.

DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (1969). XIII Censo Nacional de Población y II de edificios y viviendas. Julio 15 de 1964. Bo-gotá, D.E. Bogotá: Imprenta Nacional.

DEPARTAMENTO DE ESTADÍSTICA E INVESTIGACIÓN SOCIAL (1941). Censo General de Población, 5 de julio de 1938. Tomo VII. Departamento de Cun-dinamarca. Contraloría General de la República. Bogotá: Imprenta Nacional.

DEPARTAMENTO DE ESTADÍSTICA E INVESTIGACIÓN SOCIAL (agosto, 1952). Anuario municipal de estadística 1951. Contraloría Municipal, No. 12.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN, DNP. NACIONES UNI-DAS. DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE (1989). La pobreza en Bogotá. Bogotá: Imprenta Distrital, Mapa No. 19.

Page 88: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

89

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

89

DUREAU, Françoise (2002). Metrópolis en movimiento. Bogotá: Alfaomega. AV.

EMPRESA DE ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO DE BOGOTÁ, EAAB (1991). Plan Maestro de de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Densidades resi-denciales por comuna. Según el Censo de 1985. Bogotá, D.E. Informe técnico.

EMPRESA DE ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO DE BOGOTÁ, EAAB. (1997). El agua en la historia de una ciudad. Tomo 2. 1ª ed. Santafé de Bogotá: Plazas Impresores.

EMPRESA DE ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO DE BOGOTÁ, EAAB (1997). Manejo hidráulico de la cuenca del río Tunjuelo. Plan control de inundaciones. Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Densidades residenciales por sector cartográfico. Según el Censos de 1985 y 1993. Bogotá, D.E.: EAAB.

ELTIEMPO.“Creanelestrato0parainquilinos”. 31 de agosto de 2005, Bogotá, pp. 1-10.

ELTIEMPO.“Hubodestrucción,perolaciudadsigueigual”.9deabrilde1998,p.2C.

ELTIEMPO.“Condenadoslachichayeltranvía”.9deabrilde1998.

GILBERT,Alan(1993).“Arrendatariosyautoconstrucción:selecciónyrestriccionesenelmercadodeviviendasenlospaísesdemenoresingresos”.En:RevistaEure, No. 39-40.

GUTTMAN, Edith (1981). Centro histórico y gubernamental de Bogotá. Renovación urbana: Estudio socio-económico de la población residente. Proyecto BCH, vol. 2. Informe técnico.

HARDOY, Jorge Enrique (1972). Las ciudades en América Latina. Seis ensayos sobre la urbanización contemporánea. Buenos Aires: Paidós.

HOYOS, María Cristina (1998). La movilidad poblacional en el área metropolitana de Bogotá. Los casos de Soacha y Madrid. Tesis de Maestría de Urbanismo, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

INJAVIU (1998). Habitabilidad, valor comercial, características del arriendo y condiciones socioeconómicas en los inquilinatos del centro de Santafé de Bogotá. Santafé de Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.

JIMÉNEZ MANTILLA, Luis Carlos (1974). Vivienda institucionalizada: el caso de Ciu-dad Kennedy. Tesis Universidad de los Andes, Bogotá: Cede.

JIMÉNEZ MANTILLA, Luis Carlos (2005). Crecimiento de Bogotá, D.C. 1890-1998. Trabajo de promoción a profesor asociado. Universidad Nacional de Colombia.

JIMÉNEZMANTILLA,LuisCarlos(2006).“Propietarioseinquilinospobres”,capí-tulo 4. En: Patrones residenciales urbanos en las ciudades colombianas, p. 119.

LANCHEROS, Tatiana (2006). Urbanización de 1945, expresión formal de la ciudad jardín inglesa, diseño de Karl Brunner. La crisis del modelo. La construcción de la ciudad. Período 1930-1938. Teoría III, primer semestre de 2006, documento sin publicar.

Page 89: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

9090

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

LEWIS, Oscar (1959). Antropología de la pobreza. Cinco familias. México: Fondo de Cultura Económica.

LEWIS, Oscar (1961). Los hijos de Sánchez. Autobiografía de una familia mexicana. México: Grijalbo.

LLERAS RESTREPO, Carlos. La estadística nacional y sus problemas. En Boletín de información No. 13. Anuario de 1938. Departamento de Estadística e Investi-gación Social. Ciudad de Bogotá.

PRADILLAC.,Emilio (1976a). “Notas acerca del problemade la vivienda”.En:Ideología y Sociedad, No. 16, enero-marzo, Editorial Guadalupe.

PRADILLAC.,Emilio(1976b).“Laideologíaburguesayelproblemadelavivien-da”.En:Ideología y Sociedad, No. 19, octubre diciembre, Editorial Guadalupe.

ROMERO, José Luis (1984). Latinoamérica: las ciudades y las ideas. México: Edito-rial Print.

REVEIZ, Edgar; SALAZAR, Juan Manuel y TRIANA, Luis Alfonso (1974). Vivienda en arrendamiento en Ciudad Kennedy. Bogotá: CEDE, Universidad de los Andes.

REYES POSADA, Álvaro y JIMÉNEZ MANTILLA, Luis Carlos. EAAB (1997). Patro-nes urbanos en el sur de Santafé de Bogotá. Informe técnico. Subgerencia Técnica de Acueducto y Alcantarillado. Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.

RIVERA PÁEZ, Jorge Alberto. (2002). El CINVA modelo de cooperación internacional. Tesis de grado para la Maestría en Historia. Universidad Nacional de Colom-bia, Facultad de Ciencias Humanas.

TURNER,John(1968).“HousingPriorities,SettlementPatternsandUrbanDevel-opmentinUrbanizingCountries”.En:Journal of the American Institute of Plan-ners, vol. XXXIV, No. 5, nov., Baltimore.

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES (1972). Vivienda compartida en arrendamiento. Bo-gotá: CPU, Uniandes.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA (agosto, 2007). Carta Universitaria. Publicación de la Unidad de Medios de Comunicación. UNC. Bogotá: Edito-rial El Tiempo.

ZORRO, Carlos; REVEIZ, Edgar (1976). Estudio sobre los inquilinatos de Bogotá. Se-gunda parte. Bogotá: Centro de Estudios para el Desarrollo Económico, CEDE. Universidad de los Andes.

Otras fuentes

CENTRO DE INVESTIGACIONES PARA EL DESARROLLO –CID– UNIVERSI-DAD NACIONAL DE COLOMBIA (1969). Alternativas para el desarrollo urbano de Bogotá, D.E. Estudio dirigido por el economista Lauchlin Currie, Bogotá.

Page 90: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

91

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

91

CEPAL (2000). De la urbanización acelerada a la consolidación de los asentamientos hu-manos en América Latina y el Caribe: el espacio regional. Santiago de Chile, 25 al 27 de octubre de 2000. 28 de septiembre de 2000. El acceso al suelo y a la propiedad.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE (1938). Censo III de Población y Vivienda 1938.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE (mayo, 1951). Censo de edificios y viviendas de 1951.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE (1981). Encuesta de Hogares 30. Bogotá.

DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL, DAPD (1971). Ponencia en el IX Congreso de Municipalidades, Pasto, febrero 1971.

DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL (1971). Política Urbana para Bogotá, D.E. Ponencia IX Congreso de Munici-palidades, Pasto.

DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL (1983). Participación popular en la legalización de urbanizaciones de origen clandestino en Bogotá. Departamento Administrativo de Planeación Distrital, Unidad de Mejoramiento y Coordinación de Barrios. Ponencia presentada al Seminario Sectores Populares y la Planeación Urbana. Con el patrocinio de Unido. Viena, Austria.

DOCUMENTO CONPES 3305 (agosto 23, 2004). Lineamientos para optimizar la política de desarrollo urbano.

GIL SIERRA, Mauricio (1996). Informe estadístico. La densidad en los barrios Bogotá en 1981. Elaboración para el curso Crecimiento Urbano. Facultad de Artes, Ca-rrera de Arquitectura, Bogotá, primer semestre de 1994.

RIVERA PÁEZ, Jorge Alberto (2007). El Primer estatuto de la acción comunal en Bogotá, 1959; o la institucionalización de la acción pública frente a procesos urbanos informales. Ponencia para el Seminario Internacional Procesos Urbanos Informales. Bogo-tá, octubre-noviembre 2007.

Page 91: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 92: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

93

l A s m A n Z A n A s c o r p o rA t I vA s m á s A p e t e c I d A s d e l d I s t r I t o c A p I tA l

Carlos Roberto Peña BarreraInvestigador Universidad Nacional de Colombia

“Yomismonuncamirorealmenteelpaisaje.Sientosutransformacióncontinua,dedíaydenoche,enelgraniryvenirdelasestaciones”

(Heidegger, 1963)

Imagen 1 Imagen 2 Imagen 3

Imagen1.Vallaqueanunciaproyectocomo“OficinasCorporativas”

Imagen 2. Proyecto lote 3. (ver mapa 3)

Imagen 3. Proyecto lote 18. (ver mapa 3)

Page 93: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

9494

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Introducción

Hablar de inmuebles corporativos en el Distrito Capital es algo nuevo entre el común denominador de los ciudadanos (ver imagen 1). Este término se empezó a acuñar primero y especialmente entre el sector inmobiliario y de finca raíz porque quienes los ocupan son personas jurídicas o entidades comerciales reconocidas en el ámbito legal, tanto local como nacional e internacional. En este sentido, referirse a entidades financieras, ONG, organizaciones distritales y nacionales, firmas con-sultoras, grandes empresas y similares es sinónimo de edificios inteligentes, altas especificaciones, seguridad y exclusividad.

Porotraparte,los“mutantes”planesdeordenamientoterritorial–POT–handispuesto cada vez con más detalle la sectorización de ciertos usos del suelo con base en los planes de desarrollo nacional y distrital. Para el caso de inmuebles corporati-vos, el fuerte del asunto es localizarlos solo en ciertas partes de la ciudad, para evitar que se desarrollen en cualquier parte como lo permitía la antigua ley (Acuerdo 6 de 1990). Estos sitios guardan similares características: vías arterias, lejos de barrios exclusivamente residenciales y suburbanos (o de expansión), pero cercano a centros comerciales, hoteles y restaurantes, y no muy lejos de terminales terrestres y de aeropuertos (para el caso de Bogotá solo uno, El Dorado). Todo este revolucionario proceso ha provocado que los precios de la tierra suban demasiado y que el metro cuadrado de construcción en venta y renta solo sea privilegio de pocas personas.

Entretanto, desde el punto de vista económico, han llegado al Distrito Capital innumerables firmas de finca raíz, que ofrecen productos y servicios nacional e inter-nacionalmente con el fin de expandirse, fusionarse o comprar otras de su ramo. Esta inmigración de nuevas personas naturales y jurídicas ha obligado a que se especialicen los desarrolladores, constructores e inmobiliarios nacionales en nuevas formas y mane-ras de abordar y dar solución a las necesidades de estos particulares clientes. Entonces hablar de edificios inteligentes, representación exclusiva de clientes y construcciones alamedida,esentraral“mundo”delosgrandesnegociosyserviciosespecializados.Enotraspalabras,eselpunto“blanco”entreelpaisaje“negro”delaciudad:songrancantidad de encorbatados; 4X4 con vidrios polarizados y carrocería blindada que van yvienenalashoraspico;“guachimanes”conperrosintimidantes;cámarasquefilmandesde la esquina menos pensada; ejecutivas –y no precisamente las busetas– 90-60-90,quesonnaturales-postizas;ymucho“fashion”y“gourmet”.Sinembargo,ygra-ciasaDios,tambiénestánlosvendedoresambulantes,emboladores,los“todo-rico”(losquevendendesdeempanadashastachiclesalos“encorbatados”y“ejecutivas”)ymuchosperomuchos“rusos”,másconocidoscomoobreros,quelevantanesosgran-des edificios donde quizá jamás vuelvan a estar después de que ya son negociados todas las oficinas, consultorios y locales comerciales.

Page 94: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

95

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

95

En suma, lo que pretende este artículo es aproximarse, a modo de radiografía y desde una perspectiva que analiza los aspectos urbano, social y económico, a lo que es la dinámica inmobiliaria corporativa de una de las zonas más apetecidas y desarrolladas de la ciudad: el triángulo urbano de los $2.000 dólares (exactamente $2.227 US)32 el metro cuadrado de construcción.

Descripción del lugar

Imagen 4.

Editada por el autor con base en una fotografía satelital de Google Earth.

Se encuentra en el norte del Distrito Capital, en la localidad de Chapinero, en la UPZ 97 (Chicó-Lago) y comprendido entre la avenida carrera 13 (autopista Norte o Paseo de los Libertadores) en sentido norte-sur, la diagonal 92 (avenida Laureano Gómez) en sentido noroccidente-nororiente, y la avenida calle 100 (avenida Carlos Lleras Restrepo) en sentido oriente-occidente. Este demandado triángulo urbano hace parte del barrio Chicó Norte III Sector y está colindado por los siguientes barrios: por el norte, Santa Bibiana; por el oriente, Chicó Norte II Sector; por el suroriente, Chicó

32 Tasa representativa del mercado (TRM) para abril de 2008: $1.796 pesos.

Page 95: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

9696

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Norte; y por el occidente, La Castellana. Son treinta manzanas catastrales las que conforman esta área, y ocho los parques públicos y sin cerramiento alguno. Se desta-can varios edificios (principalmente sobre las vías principales o arterias), muchísimos nuevos proyectos (propiedad horizontal) en planos y en obra (residenciales, corporati-vos y consultorios), embajadas, jardines infantiles, casas residenciales, hoteles, locales comerciales, supermercados, funerarias, restaurantes, clínicas, entre otros. Además, según análisis cartográficos de estratificación socio-económica33, el 95% se clasifica en el estrato 6 y el restante en el 5.

Normatividad: ¿qué cambios ocurrieron?

Imagen 5 Imagen 6 Imagen 7

Imagen 5. Señal habitual en la zona.

Imagen6.Proyectolote21alfondo(vermapa3).Enprimerplano,unacasaconaviso:“Nosevende,permuta,arrienda”.

Imagen7.“Todorico”yobrerosaplenomediodíaenproyectolote4.

A través de los años, Bogotá ha sentido una transformación considerable debido al Plan de Ordenamiento Territorial34 –POT–. Con el inicio de la reglamentación de

33 “Laestratificaciónsocioeconómicaeselinstrumentotécnicoquepermiteclasificarlapobla-ción de los municipios y distritos del país, a través de las viviendas y su entorno, en estratos o grupossocioeconómicosdiferentes”(DANE:2009).Estosgruposseclasificandesdeel1,queesparalapoblaciónmenosfavoceridaopobre,hastael6,paralos“ricos”.

34 Todo este trayecto empezó con el Acuerdo 30 de 1961 (que establece el procedimiento para la aprobación de los planos relacionados con la lotificación en el área del Distrito y se reglamenta la habitabilidad de las mismos); luego, con el Acuerdo 65 de 1967 (que señala las normas y el procedimiento que deben cumplirse para urbanizar terrenos en el área del Distrito Especial de Bogotá); después con el Acuerdo 7 de 1979 (que define el plan general de desarrollo integrado y adopta políticas y normas sobre el uso de la tierra en el Distrito Especial de Bogotá); posterior-mente el Acuerdo 6 de 1990 (que adopta el Estatuto para el Ordenamiento Físico del Distrito Especial de Bogotá); y prácticamente este trabajo de planeamiento se configura en rigor con el

Page 96: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

97

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

97

las unidades de planeamiento zonal –UPZ–, que son de alguna forma planes de or-denamiento más detallados en áreas que son menores a las localidades pero mayores a los barrios, las manzanas catastrales, predio a predio, empezaron a ser detalladas en su uso del suelo y su edificabilidad. Hasta finales de 2007 se han reglamentado 89 UPZ, entre las que está la UPZ 98 (Chicó-Lago-Refugio). Ésta se reglamentó inicialmente el 20 de marzo con el Decreto Distrital 75 de 2003. Sin embargo, gran parte de las disposiciones contenidas en dicha norma fueron modificadas a través de una revisión hecha por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital –DAPD–, en la que participó la ciudadanía. De modo se volvió a reglamentar el 14 de febrero de 2007 cuando se expidió el Decreto Distrital 59 de 2007. En general, lo que se modifi-có en cuanto a sectores normativos fueron sus límites: delimitación cartográfica hasta la frontera occidental de la franja de adecuación de la Resolución 463 de 2005 del Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial35; delimitación de los sectores 1 y 4 a la altura de la calle 96 con el fin de controlar el comercio empresa-rial de la carrera 1136; delimitación de los usos del subsector 3-II del costado oriental de la carrera 15 y de los sectores normativos 4 y 9 en cuanto a bares y discotecas de la Zona Rosa37; actualización del régimen de usos según un anexo al Decreto 469 de 2003 y el Decreto 159 de 200438. Ahora bien, en cuanto al área objeto de estudio y en relación con los usos del suelo, se identificó lo siguiente: se agregó un subsector (el VIII) en el sector I con el fin de no permitir los usos de servicios financieros y ser-vicios de logística (ver mapa 1), que se ven reflejados de manera general en grandes proyectos corporativos. En este sentido, lo que se evitó con esta estrategia fueron los potenciales englobes de predios que están en las manzanas que quedan sobre la au-

Decreto Distrital 619 de 2000 (que adopta el Plan de Ordenamiento Territorial para Santa Fe deBogotá,DistritoCapital).VerDAPD(2008).“Respuestas2007”.Recuperadoel11deabrilde 2008. En: www.dapd.gov.co.

35 El DAPD delimitó la reserva forestal del bosque oriental hasta la cota 2.670 msnm según la Resolución 76 de 1977 y el artículo 399 del Decreto 190 de 2004.

36 El DAPD delimitó con el fin de amortiguar el impacto comercial de la manzana donde está el supermercado Olímpica sobre el residencial neto.

37 Más que una modificación fue una corrección y reiteración por parte del DAPD, ya que había sido mal publicada en la cartografía de usos cuando se reglamentó por primera vez esta UPZ.

38 El DAPD incluyó estos nuevos usos en virtud de las necesidades de la comunidad: jardines infantiles en zonas residenciales, templos existentes para el culto a nivel vecinal, parqueaderos en altura en los sectores normativos 3 y 4 (carrera 9), embajadas (representaciones diplomá-ticas, organismos de cooperación internacional y organismos multilaterales con atención al público existentes; hoteles a escala metropolitana de más de 50 habitaciones; bares en el sub-sector IV del sector I que corresponde al Parque de la 93; delimitación de un nuevo subsector sobre la carrera 5 (sector 18) para que no se permita el comercio urbano.

Page 97: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

9898

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

topista Norte y las primeras dos manzanas que quedan sobre la avenida calle 100 en sentido occidente-oriente.

Por otra parte, se restringieron tajantemente usos que antes se permitían: educativo; cultural; de culto (a escala metropolita y urbana); seguridad ciudada-na; bienestar social; servicios alimentarios; almacenes, supermercados y centros comerciales de más de 500 m2 hasta 2.000 m2 de área de ventas39. ¿Por qué ra-zón? Creo que solo desean en esta zona ciertas personas, es decir, las que viven en estratos altos y no las del común que se pueden movilizar en casi todo el resto de laciudad.Paraponerloenpalabrassencillas,quesoloseveanlascaras“lindas”ylasbuenas“pintas”delagente“cachetuda”.Noobstante,seagregaronlosusosde servicios de alto impacto (a escala urbana: estaciones de servicio de llenado de combustible y servicio completo únicamente), y locales comerciales con áreas de venta de hasta 500 m2 (ver nota 39). En este sector no hay una sola estación de servicio, así que es posible que en corto o mediano plazo aparezca alguna. Y en cuanto a locales con esa área, seguramente el mismo dinamismo del sector de-mandará este tipo de comercio. Así que, seguramente, dentro de poco tiempo se verán restaurantes, minimercados y farmacias.

En cuanto a la edificabilidad casi todo quedó igual, salvo unos mínimos deta-lles, a saber: reducción del índice máximo de construcción de 5,5 a 5 en el subsector IA y una clasificación más detallada de los predios (según dos criterios: predios frente a vías con sección menor a 22 m, y mayor a 22 m) (ver cuadro 2). Los índices máximos de ocupación, altura máxima permitida en pisos, tipología edificatoria, dimensión mínima de antejardín en metros, semisótano y subdivisión mínima que-daron no se modificaron.

39 Por razones de espacio no se colocó todo este cuadro comparativo. Solo uno que relaciona los usos corporativos o servicios empresariales.

Page 98: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

99

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

99

Cuadro 1: comparativo de usos del suelo anterior y vigente para los subsectores 1I, 1VIII, 2I y 2II de la UPZ 97 (Chicó-Lago-Refugio).

SOS Clasificación

Sector 1: Servicios empresariales

Sector 2: Residencial con zonas

delimitadasde comercio y servicios

Anterior/Vigente

VigenteAnterior/Vigente

Anterior/Vigente

Subsector I Subsector VIII Subsector I Subsector II

ViviendaUnifamiliar, Bifamiliar C → C C C → C C → C

Multifamiliar C → C C C → P C → P

Servicios financieros

Metropolitano

Casas matrices de bancos, corporaciones, bolsas, fiducia, crédito, seguros, cooperativas

P → P

Urbano

Sucursales de bancos, corporaciones, bolsas, crédito, seguros, cooperativas, casas de cambio

P → P R → R

Zonal Cajeros automáticos P → P C → C

Servicios a empresas e inmobiliarios

Urbano

Oficinas especializadas de: finca raíz, arrendamientos, informática, consultoría, publicidad, mercadeo, asesoría, auditoría, contabilidad, bolsas y agencias de empleo, laboratorios de revelado y copias.

P → P P R → R

Servicios de logística

Urbano

Oficinas y agencias de atención al cliente: embajadas, almacenamiento, mantenimiento, reparación, celaduría, limpieza, fumigación, correo

P → P → R

Servicios profesionales,

técnicos especializados

Zonal

Oficinas especializadas de: agencias de viajes, sindicatos, asociaciones gremiales, profesionales, políticas y laborales, consultorios médicos y estéticos, centros estéticos, veterinarios, venta de mascotas, laboratorios médicos y odontológicos (mecánica dental)

C → C C C → C

Page 99: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

100100

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Mapa 1

Editado por el autor con base en la cartografía oficial de Bogotá (DACD: 2006) y la UPZ 97 (DAPD: 2007).

Mapa 2

Editado por el autor con base en la cartografía oficial de Bogotá (DACD: 2006) y la UPZ 97 (DAPD: 2007).

Page 100: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

101

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

101

Cua

dro

2: c

ompa

rati

vo d

e ed

ifica

bilid

ad a

nter

ior

y vi

gent

e pa

ra lo

s su

bsec

tore

s 1A

, 1B

, 2A

y 2

D d

e la

UPZ

97

(Chi

có-L

ago-

Ref

ugio

).

Edific

aBi

lidad

Sect

or 1

Sect

or 2

Ante

rior

Vige

nte

Ante

rior

Vige

nte

Ante

rior

Vige

nte

Ante

rior

Vige

nte

Subs

ecto

r ASu

bsec

tor B

Subs

ecto

r ASu

bsec

tor D

Fren

te

men

or

o ig

ual

a 25

m

Fren

te

may

or a

25

m

y/o

área

m

ínim

a de

1.

200

m2

Fren

te

may

or

a 35

m

y/o

área

m

ínim

a de

2.

500

m2

Pred

ios

frent

e a

vía

con

secc

ión

men

or a

22

m

Pred

ios

frent

e a

vía

con

secc

ión

may

or a

22

m

Fren

te

men

or o

ig

ual a

25

m

Fren

te

may

or a

25

m

y/o

área

m

ínim

a de

2.

500

m2

Pred

ios

frent

e a

vía

con

secc

ión

men

or a

22

m

Pred

ios

frent

e a

vía

con

secc

ión

may

or

a 22

mFr

ente

m

enor

o

igua

l a

25 m

Fren

te m

ayor

a

25 m

y/o

ár

ea m

ínim

a de

1.2

00 m

2

Fren

te

≤ 25

m

Fren

te

> 25

m

y/o

área

m

ínim

a de

1.

200

m2

Todo

s lo

s pr

edio

s

Todo

s lo

s pr

edio

s

Todo

s lo

s pr

edio

sFr

ente

25 m

Fren

te >

25

m

y/o

área

m

ínim

a de

1.

200

m2

Fren

te

> 35

m

y/o

área

m

ínim

a de

2.

500

m2

Todo

s lo

s pr

edio

sFr

ente

25 m

Fren

te

> 25

m

y/o

área

m

ínim

a de

1.

200

m2

Índi

ce

mín

imo

de

edific

abilid

ad0,

70,

60,

50,

70,

70,

60,

50,

70,

60,

70,

70,

60,

70,

60,

70,

60,

7

Índi

ce

máx

imo

de

cons

trucc

ión

3,5

4,5

5,5

3,5

3,5

4,5

53,

54

3,5

3,5

43

3,5

33,

54

Altu

ra m

áxim

a pe

rmitid

a en

pi

sos

812

136

812

138

108

810

68

68

7

Tipo

logí

a ed

ificat

oria

Aisl

ada

Aisl

ada

Aisl

ada

Con

tinua

Aisl

ada

Aisl

ada

Aisl

ada

Con

tinua

Dim

ensi

ón

mín

ima

de

ante

jard

ín

(met

ros)

55

55

55

5

Sem

isót

ano

No

se p

erm

iteN

o se

per

mite

No

se p

erm

iteN

o se

per

mite

Not

aN

ota

Not

a

Subd

ivis

ión

mín

ima

No

aplic

aN

o ap

lica

No

aplic

aN

o ap

lica

No

aplic

aN

o ap

lica

Área

300

m2,

fren

te

12 m

Page 101: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

102102

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Proyectos: ¿qué ofrecen los constructores?

Imagen 8 Imagen 9 Imagen 10

Imagen 8. Proyecto lote 9 (ver mapa 3).

Imagen 9. Proyecto lote 25. (ver mapa 3).

Imagen 10. Proyecto lote 6 (ver mapa 3).

Hasta abril de 2008 más de 30 proyectos urbanísticos se estaban desarrollan-doenesta compleja zonade la ciudad, catalogadacomo“centralidaddeprimerordencomode integraciónnacionale internacional” (Decreto619de2000).Laaltura promedio de estos nuevos edificios es de 9 pisos. Donde antes había casas de máximo dos pisos, ahora se ven inmuebles en propiedad horizontal. La mayoría de los constructores procuran comprar más de un lote para englobar y así potenciar más los proyectos. En estos casos ofrecen a los propietarios ser parte de las ganan-cias de la construcción para poder competir con otros constructores u otros meca-nismosde“enganche”ynoperderelnegocio.Unavezcerradoeltratoseinicialatransformación de lo que será ese escenario a corto plazo, se comienza a hablar de edificios inteligente, término cliché entre oferentes y demandantes. En las salas de venta, además de verse las tradicionales maquetas del proyecto, se suman los vídeos y lujosos catálogos que anuncian lo que será esa suntuosa, confortable y ecológica morada empresarial, de vivienda, o ambas.

Los avances tecnológicos implementados en el país han determinado un cambio trascendental en estas nuevas estructuras. Las fachadas, por ejemplo, dejan de ser simples cerramientos para convertirse en “pieles” con funcionesmúltiples (Galvagni, 2002). Ahora bien, aunque se les llame inteligentes, lo más apropiado sería calificarlos como de alta tecnología. Los inteligentes son quienes los construyen y luego se encargan de supervisar su funcionamiento. En tal sentido, son estructuras modernas que se apoyan en la informática, la seguridad y el control para administrar de la manera menos costosa y más apro-vechable todas y cada una de sus partes y virtudes.

Para arquitectos e ingenieros relacionados con este ámbito, no es difícil enten-der las características de estos nuevos complejos, sin embargo, para el común de la

Page 102: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

103

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

103

gente, es materia de expertos. Por eso es importante explicar de forma simple y sen-cillaloqueallíseofrece.Losbuenosvendedoresdefincaraízse“ponenlacamiseta”del común denominador de la personas para hacerlos sentir a gusto en el momento de presentarles las opciones, y, por supuesto, empiezan usando el término edificios inteligentes, que implica muchas cosas. Pues bien, el abanico de características en este triángulo corporativo es el siguiente: vigilancia 7x2440; circuito cerrado de televisión, que cualquier jefe de seguridad, si sale de la ciudad, lo puede seguir mo-nitoreando por Internet (Bonilla: 2008); puertas de seguridad; citófonos inalám-bricos; recepción de lujo; detectores de humo; gabinetes contra incendio; escaleras de emergencia; tanques de agua; detectores de metales; tarjetas magnéticas para accesos; salas de juntas comunales; depósitos; garajes cubiertos; parqueadero para visitantes; planta eléctrica, aire acondicionado; sistema termosifón41; extracción de monóxido de carbono; iluminación automática; protección acústica; sala de escoltas (Plaza Inmobiliaria, 2008)42; cuarto para conductores43;“lounge”denegocios(bue-na comida y cócteles internacionales en un ambiente con mobiliario de descanso, iluminación tranquila y diseño exclusivo); ductos para cableado de energía, voz y datos;fachadas“curtainwall”44; aire acondicionado y calefacción; y sistemas enfo-cados al ahorro de energía eléctrica y agua. Entre otras, estas son las características más comunes en este sector.

A continuación, se presentan los proyectos que se están vendiendo en sus di-ferentes etapas de construcción.

40 Que no es otra cosa que hay vigilancia durante 24 horas (todo el día) y 7 días (toda la semana).41 Sistema pasivo de climatización mediante el cual se aprovechan las cargas de asoleamiento

sobre las fachadas del edificio para inducir flujos de aire que ventilan y disminuyen las tempe-raturas internas de los espacios (Edificio Logic, 2008).

42 Aunque parezca extraño, este tipo de ambientes o de salas se ven ahora exclusivamente para este particular oficio de vida o muerte.

43 Noesraroversemejantes“camajanes”degafasoscurasycorbatasentadosalvolantemien-trasesperanalas“altaspersonalidades”,ofumándoseuncigarrillomientrashablanconelqueatiendeel“todorico”,ocoqueteandoconlas“muchachasdelservicio”delasresidenciasvecinas. Pues bien, con la aparición de los espacios especializados, parece que las distracciones se les terminarán, a menos que les guste más solo ver televisión.

44 Este tipo de fachadas son casi o totalmente en vidrio. Para edificios altos, que por seguridad no usaventanas,estesistemaofreceprotecciónsolaryventilacióngraciasaquehayotra“fachada”de vidrio a más o menos un metro de la exterior, en donde corrientes de aire dirigidas desde diferentes frentes del proyecto ventilan los diferentes pisos (Cascio S.A.: 2008).

Page 103: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

104104

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Mapa 3

Editado por el autor con base en la cartografía oficial de Bogotá (IDU: 2008).

Después de recorrer y analizar muy bien esta zona, es claro que la punta oriental (comprendida por la avenida carrera 19, la avenida calle 100 y la diagonal 92 de este triángulo corporativo) ya está consolidada. No quedan casas por derribar, aunque tal vez a mediano o largo plazo la presión por aprovechar más esta zona logre que se de-rriben los antiguos edificios residenciales; algo que no es descabellado en lo absoluto porque está sucediendo en muchas ciudades del mundo. Allí se pueden ver torres corporativas más altas (13 pisos) que las que se están construyendo en la zona restante (ver imagen 12). En este sentido, y ratificando lo antes dicho, seguro que a futuro los multifamiliares de 4 y 5 pisos, que tienen más de 30 años (y tal vez menos) se volve-rán torres de 7 pisos, como la norma lo permite, para aprovechar los beneficios de la norma del suelo y los altos precios con que se venden estos espacios.

El resto de la zona, como se puede ver en el mapa 3, presenta una alta tasa de desarrollo. En solo 6 de 20 manzanas no se están desarrollando proyectos; pero esto se explica porque hace muy poco se terminaron varios proyectos tanto de viviendas como de oficinas, como la torre Compensar (también conocida como

Page 104: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

105

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

105

iglesia corporativa), que queda en la esquina de la paralela de la autopista con calle 94. Todavía queda una que otra casa para ser negociada y derribada. Otras tal vez continúen erigidas, pues son embajadas, curaduría y jardines infantiles.

Para lograr estos proyectos se tuvieron que hacer 18 englobes (7 sencillos, 4 dobles y 1 triple), lo que ha implicado una actividad cartográfica muy movida de parte del Departamento Administrativo de Catastro Distrital –DACD–, hoy Unidad Administrativa Especial de Catastro Distrital –Uaecd–, entidad en-cargadade“recoger,integrar,administraryfacilitarelaccesoalainformaciónpredialygeográficadeBogotá”(Uaecd,2009).Losorprendenteesque,aunqueson muchos los multifamiliares que se están desarrollando, son más los proyec-toscorporativosqueseestánerigiendo(51,61%contra48,39%).Un“manoamano”sedaencuantoaanunciarnuevosproyectos.Lacompetenciaesparejaentre la construcción residencial y la corporativa. ¿Tiene esto alguna explica-ción? Quizá se debe a que la gente que trabaja o trabajará allí busca vivir cerca del lugar donde desarrolla sus asuntos y negocios. Se ha visto que las personas quelaboranenestemedio,adiferenciadelos“rusos”,hacencasitodoatravésdeInternet(el“tele-empleo”),trabajanmuchasmáshorasyllevantrabajoasuscasas para no atrasarse tanto (Clarín: 2007).

Precios: ¿quiénes ganan y quiénes pierden?

Imagen 11 Imagen 12 Imagen 13

Imagen 11. Sellamiento al proyecto en el lote 32. (ver mapa 3).

Imagen 12. Edificios corporativos ubicados al nororiente de la zona de investigación.

Imagen 13. Proyecto lote 4. (ver mapa 3).

Aunque a la hora de hacer cualquier transacción inmobiliaria ésta se cierra sobre un solo precio, la verdad es que hay dos tipos de valores involucrados en cada negocio. El primero es el catastral, que involucra tanto precio por metro cuadrado de tierra como de construcción, se puede decir que esta área (que según verificación de 18 inmuebles en diferentes manzanas a través de herramientas cartográficas en línea) implica una sola zona homogénea geoeco-

Page 105: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

106106

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

nómica45 –ZHG– (que necesariamente parte de una zona homogénea física [ZHF]46). Para terrenos, el precio por metro cuadrado para abril de 2008 era de $601.271 ($334,8 US) y de construcción, $686.863 ($382,4 US). Cabe aclarar que, pese a que el Uaecd debe hacer en promedio cada 4 años la actualización catastral47, esta zona lleva más de 2 años de desactualización (incluyendo los 4, por supuesto). En este sentido, cabe preguntarse cuánto deja de recaudar el Departamento Administrativo de Hacienda Distrital –DAHD– (solo en 2008) porque Catastro no efectúa estas tareas a su debido tiempo. Pues bien, gracias a que el DAHD tiene un mecanismo para calcular a través de su web el im-puesto predial48, resulta que para edificios corporativos y residenciales en zonas empresariales se lesdebeasignareldestino“Financiero”,que le correspondepagar $15 pesos por cada $1.000 ($0,008 US por cada $0,557 US). En tal sen-tido, pagan en promedio $19.322 ($10,8 US) por cada metro cuadrado inte-gral del inmueble (terreno más construcción). Si se calculara según la realidad del mercado inmobiliario, deberían pagar en promedio $63.000 ($35,1 US) (a continuación se verán los precios del mercado para entender el porqué de este valor). Es decir, $43.678 ($24,3 US) más (126,05%)49.

45 Parten de las zonas homogéneas físicas –ZHF–; este procedimiento consiste en determinar áreas o conjunto de predios con valores de terreno similares (dentro de dichas ZHF). Para esta actividad se realiza la respectiva investigación económica dentro del área de estudio o en sitios con características similares a dicha área. Esta investigación se soporta en el estudio y análisis del mercado inmobiliario del sector de estudio y de sectores comparables.

46 Consiste en determinar áreas o conjunto de predios con características similares en cuanto a la norma de uso, topografía, vías, servicios públicos y actividad económica (residencial, comer-cial, industrial, dotacional, recreacional, espacio público, etc.) (DACD: 2008)

47 Consiste en el conjunto de operaciones destinadas a renovar los datos de la información ca-tastral, mediante la revisión de los elementos físico y jurídico del catastro y la eliminación en el aspecto económico de las disparidades originadas por cambios físicos, variaciones de uso o de productividad, obras públicas o condiciones locales del mercado inmobiliario. Sirve para mantener actualizado el censo predial de los municipios, por lo tanto sirve de base para la gestión económica, social y ambiental de los mismos (DACD: 2008).

48 Hayquerellenarlossiguientescuadrosconlosdatosquecorrespondan:“Direccióndelpredio”,“Suprediotienerégimendepropiedadhorizontal”,“Clasifiquesupredio”(paralosquenoestáninscritosanteCatastro),“áreaconstruida”(asumiendolaPropiedadH)orizontal,Y“Categoríadelpredioodestinohacendario”(queparaestecasoes“Financiero”).Todoestemecanismoestáen línea, en: http://impuestos.shd.gov.co/liquidadorPredial/noInscritosCatastro.htm#.

49 Es importante recordar que el DACD trabaja ahora sus avalúos catastrales casi al margen de los comerciales,oporlomenoseso“pasa”enlaszonasdondehanhechoactualizacióncatastral.De

Page 106: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

107

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

107

Por otra parte, están los valores comerciales de venta de estos proyectos, ya sean edificios nuevos o ya consolidados, que en definitiva no varían considerablemente. Según un muestreo de varios proyectos corporativos, además de oficinas ya terminadas hace años, para abril de 2008 el promedio del metro cuadrado era de $4´200.000 ($2.338,5 US)50. Este valor se utilizó para calcular el ejemplo anterior. Entonces la diferencia entre el mercado y el censo catastral es importante ($4´200.000 - $1´288.134, equivalentes a $2.338,5 US - $717,2 US= $1.621,3 US): $2´911.866, es decir, un 69,63%.

Un ejemplo de pago de impuestos para un edificio real que tiene 1.994 m2 y que se vende en su totalidad en $7.130´000.000 ($3.969,9 US), con los da-tos actuales de Catastro es el siguiente: debería pagar a Hacienda $106´950.000 ($15 por cada $1.000 del valor de venta), equivalentes a un pago de $59.549 US ($0,008 US por cada $0,557 US), pero en realidad el impuesto que deben cancelar es de $38´528.087 ($21.452,2 US). Una gran diferencia.

Al margen de lo dicho, quienes han ganado en estos últimos 6 años son los propietarios de esta zona. Si sumáramos todo lo que se ha dejado de recaudar en estas 30 manzanas, seguro que equivaldría a lo que sí tienen que pagar este año los propie-tarios de viviendas de estratos bajos. Esto, por supuesto, es ilógico, pues los pudientes deben ser los que subsidien a los pobres, y no al contrario. Y bueno, ¿quiénes pierden? Además del Catastro, pierden todos y cada uno de los propietarios de viviendas que en 2007, en la capital, sufrieron esa actualización catastra tan pegada al mercado inmobiliario; algo realmente injusto pues debería haber un tratamiento diferente y preferencial para los habitantes de estratos bajos, que son la gran mayoría en Bogotá. Tal como lo propusieron unos concejales el año pasado para tiendas de barrio, con el fin de que paguen los tenderos-propietarios tarifas residenciales y no comerciales, para dejardeserpartedeungran“centrocomercialvirtual”(Metrocuadrado:2007).

Reflexiones y conclusiones

- Aunque este triángulo tan apetecido desde el punto de vista corporativo puede, de alguna forma, sumarse a la tendencia que en algunas zonas de la ciudad se ve en cuanto a selectividad entre el mercado laboral global y el informal, como una sepa-racióncadavezmásevidenteentre“quienestienen”y“quienesnotienen”(Balbo/Cepal: 2003), creo que por el dinamismo puntual de la zona se puede afirmar que

modo que trabajar con un 30% o 40% más al valor catastral para deducir el valor comercial ya no es regla.

50 Este dato corresponde para oficinas consolidadas, en planos o en construcción pero que se en-tregarán con acabados. Para obra gris y en planos para entregar en obra gris está en promedio a $3´800.000.

Page 107: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

108108

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

“losinformales”,los“encorbatados”,losnoescoltados,avanzaránmuchomáseneste proceso. Todos los han participado en la construcción de estos inmuebles en el transcurso de los años son los mismos obreros de hoy, que siguen trabajando sin nin-gún formalismo (aunque eso ha cambiado) y que van a comerse su pan con salchi-chón y colombiana51enlaesquinade“doñaPepita”,yqueluegotomansubicicletapara irse muy lejos, donde viven. Les siguen las señoras del aseo, los celadores, los vendedoresambulantesquecorrencomo“locos”cuandohaytrancón(quepareceser de 24 horas) por la calle 100, la autopista Norte y la carrera 9ª (como se conoce mejorladiagonal92).Ellosseguiránallíporquedependendelosque“tienen”,ylosque“tienen”dependerándeellos.Seseguirántratandoysaludando,aunquedespués de este breakcadacualvayaahacerloquetienequehacer.Losque“tienen”casi siempre sometidos a un horario (que casi es de todo el día) y a la autoridad de unjefe,perolosque“notienen”pueden“echarse”enelpastooandenydespuésirseasucasaporqueyano“danmás”.Esaeslarealidad.

- Tal como lo ha venido señalando el DAPD, a propósito de que esta zona es un epi-centro, incluso internacional, que impulsa la economía del país, es evidente que por la manera en que se están densificando estas manzanas la afirmación es un pronósti-co acertado. Que se haya incluido dentro de los usos del suelo la categoría de emba-jadas, organismos multilaterales y similares también es una expresión que da cuenta de la creciente inversión y nivel económico de la zona –y por ende del país– pues a ella se están trasladando las casas matrices de grandes entidades y corporaciones. Por tal motivo, no es extraño que se sigan derribando las casas que quedan en la zona, que sigan los englobes de terrenos y que edificios de máximo 13 pisos se eri-jan para reflejar cada día como espejos los cielos de la ciudad. Esta zona, en corto y mediano plazo, destacará relevantemente proyectos emblemáticos, arquitecturas de prestigio, exposiciones internacionales y otros eventos que cumplirán una función publicitaria importante en el fututo de la ciudad (Rodríguez y Abramo, 2005).

- Aunque pareciera que la revisión de la UPZ 97 (Chicó-Lago-Refugio) fuera más un tratamiento privilegiado para los habitantes de esta zona (que son casi todos de estrato 5 y 6) con el fin de aumentar los índices de construcción y ocupación para construir en más altura y desarrollar más proyectos y vender más –todo en términos económicos–, es claro que justamente este asunto se mantuvo en su gran mayoría, pero también se redujo y sectorizó para no impactar las zonas resi-denciales netas. De modo que la ciudadanía en esta instancia sí actuó en el orden del buen consejo para ordenar su pequeño globo terráqueo (Heidegger, 1980).

51 Pan con salchichón, (una especie de salami nacional) y colombiana (la gaseosa producida al interior y que más identifica al colombiano –colombiano toma colombiana) constituye el almuerzo más común, por lo barato, entre los obreros y trabajadores de la construcción.

Page 108: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

109

P a r t e I I . f o r m a s d E c r E c i m i E n t o y P o b l a m i E n t o u r b a n o

109

- ¿Qué más sucederá en esta zona? Posiblemente las casas que quedan, que son potencialmente disponibles, se negociarán para sumarse a esta gran oferta inmobiliaria. Se buscará negociar más de un lote para realizar englobes que permitan maximizar los proyectos. Tal vez dentro de unos 5 años se empeza-rán a derribar los edificios viejos para construir torres más altas y modernas. El poco comercio de la calle 94 se terminará para transformarse en parte de torres de edificios corporativos. El aumento de seguridad (policía militar, po-licía normal y vigilancia privada) se extenderá a más cuadras (ahora se limita a solo unas cuantas manzanas: las que quedan al noroccidente del triángulo). Pormuchosaños,sinosiempre,amediodíaenlos“todo-ricos”seseguiránviendo los “encorbatados” juntocon los “rusos”comiendo la clásicaempa-nada con gaseosa. Los precios por metro cuadrado seguirán disparados. Tal vez llegue en renta hasta $60.000 pesos y en venta hasta $6´000.000. Una barbaridad, pero la gente los paga. Y seguro que cosas cada día más raras opococomunes (por lomenosennuestropaís)seanunciaráncomo“plus”deestosproyectos.Talvezsalacunaso“salaparainfantes”,“minicinemas”,“observatoriosastronómicos”…

Referencias bibliográficas

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ (2000). Decreto 619 de 2000. Plan de Ordena-miento Territorial de Bogotá. Documento técnico de soporte. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá, Departamento Administrativo de Planeación Distrital.

BALBO, Marcelo (2003). La nueva gestión urbana. Gestión urbana para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe. Cepal.

GALVANI,MaríaFlorencia (2002). “Elaspecto sustentablede lapiel enedificiosinteligentes”.En:Revista Las Tesinas de Belgrado, No. 59.

HEIDEGGER,Martin(1963).“¿Porquépermanecemosenlaprovincia?”En:Re-vista Eco, tomo VI-5.

HEIDEGGER,Martin(1980).“Elsenderodelcampo”.En:RevistaEco, No. 219.

RODRÍGUEZ, Arantxa y ABRAMO, Pedro (2005). Grandes proyectos urbanos y su impacto en el suelo urbano. LILP.

Consultas en páginas web

BONILLA, Luis Enrique (2008). Edificios “inteligentemente” construidos. Plaza Capi-tal. Consultado en abril de 2008. En: http://www.plazacapital.org/articulo.php?articulo=653

Page 109: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

110110

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

CLARÍN (2007) “Cadavezmásempleados se llevan trabajoa laPCde sucasa”.Consultado el 16 de abril de 2008. En: www.clarin.com.

CASCIO&CIA.S.A.(2008).“CurtainWall”.Cascio&CiaS.A.Consultadoenabrilde 2008. En: http://www.casciosa.com.ar/home.html

DAPD(2008).“Respuestas2007”.Recuperadoel11deabrilde2008.En:www.dapd.gov.co

EDIFICIO LOGIC (2008) “Termosifón”. Edificio Logic. Consultado en abril de2008. En: www.edificiologic.com.

MAILXMAIL (2005). “Edificios Inteligentes”Mailxmail. Consultado en abril de2008. En: http://edificiosinteligentes.wiki.mailxmail.com/PaginaInicial.

METROCUADRADO.COM (2007). “El impuesto predial sería residencial paraalgunas tiendas” Consultado en abril de 2008. En: http://contenido.metro-cuadrado.com/contenidom2/noticias_m2/mayode2007/ARTICULO-WEB-PL_DET_NOT_REDI_M2-3526862.html

PLAZAINMOBILIARIA(2008).“EdificiosyoficinasenBogotá”.PlazaInmobilia-ria. Consultado en abril de 2008. En: http://www.plazainmobiliaria.com

UAECD(2009)“Nuestramisión”.Consultadoenabrilde2008.En:http://www.catas-trobogota.gov.co/portel/libreria/php/decide.php?patron=01.0101&divs=true

www.catastrobogota.gov.co

www.dapd.gov.co

www.edificiologic.com.

www.espacios-urbanos.com

www.idu.gov.co

www.luisfcamacho.com

www.metrocuadrado.com

www.shd.gov.co

www.territorioysuelo.org

http://enlinea.catastrobogota.gov.co

Google Earth

Cartografía de la UPZ Chicó-Lago-Refugio

Page 110: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Par t e I I I

p o b l A c I ó n y d e s p l A Z A m I e n t o f o r Z A d o

Page 111: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 112: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

113

c o l o m b I A s e c o n s o l I d A c o m o u n A s o c I e d A d u r b A n A

Nubia Yaneth Ruiz RuizUniversidad Nacional de Colombia, Bogotá.

En la actualidad habitamos un mundo urbano. Las perspectivas determinadas en un informe realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, se afirma que“en2008,elmundoalcanzaráunhitoinvisibleperotrascendental:porprimeravez, más de la mitad de su población humana, 3.300 millones de personas, vivirá enzonasurbanas”(Unfpa,2007:1).Cabedestacarqueesteacontecimientoocurrióen América Latina, y particularmente en Colombia, durante la segunda mitad del siglo XX, época llamada por los estudiosos como la segunda gran ola urbanizadora, que afectó a un importante número de países del llamado Tercer Mundo. Durante dicho período se consolidó un proceso de transición demográfica sin precedentes debido a la velocidad en que bajaron las tasas de fecundidad, la reducción de la mortalidad infantil y el movimiento de población de las zonas rurales a las grandes ciudades conformando, de esta manera, el subcontinente se convirtió en predomi-nantemente urbano, pues en 2005 el 77% (Unfpa, 2007: 10) de sus habitantes residía en zonas urbanas.

El proceso de cambio de territorio de la población ha estado acompañado de políticas económicas y sociales que algunas veces lo facilitan o que disponen a esta población y en muchas ocasiones la obligan a tomar la decisión vital de migrar. La llamada transición urbana está enmarcada dentro de procesos de modernización económica y desarrollo infraestructural de las ciudades pues las obras públicas y los bienes de consumo colectivos crecen, pero paralelamente se producen grandes problemas de pobreza, saturación de espacios urbanos, degradación medio ambiental y desempleo. Son coexistentes en un panorama

Page 113: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

114

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

contradictorio de atracción para el migrante en pos de una mejor calidad de vida y, a su vez, de falta de alternativas concretas para que éste pueda satisfacer sus necesidades básicas. Allí se enraízan los nuevos conflictos sociales, medio ambientales, territoriales y económicos urbanos.

Elmencionadoinformeanunciaque“unacaracterísticasobresalientedelcre-cimiento de la población urbana en el siglo XXI es que se compondrá, en gran medida, de personas pobres. Las personas pobres suelen quedar excluidas de la pla-nificación urbana; los migrantes son rechazados, o simplemente se hace caso omiso deellos,enlavanaesperanzadedesalentarlacontinuamigración”(Unfpa,2007:6). Colombia enfrenta esta cruda realidad desde hace ya cerca de 40 años. Las gran-des oleadas migratorias vividas por el país entre las décadas de los años cincuenta y setenta consolidaron espacios urbanos altamente segregados, que subsisten en la actualidad y mantienen las pautas de recepción de población migrante discriminada por causas y condición socio-económicas, cuyas capas más pobres se ubican en las zonas marginales de las grandes y medianas ciudades.

La migración rural urbana nacional que se efectuó en la mencionada época, alimentó la concentración de la población y definió lo que algunos investigado-res han llamado la cuadricefalea urbana (Cardona y Simmons 1977; Jaramillo 1999; Gouëset, 1998), es decir, la concentración de la población en los cuatro centros urbanos principales del país. Ejemplo de ello es que mientras en 1951 únicamente Bogotá superaba los 500 mil habitantes, que representaban el 6% del total nacional y el 15% de la población urbana, para 1973, las cuatro gran-des ciudades –Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla–, superaban cada una por separado este número de habitantes y concentraban el 41,1% de la población urbana nacional52.

Luego de esta primera migración masiva registrada durante un lapso de 20 años, la dinámica demográfica urbana colombiana se trasformó y evidenció un proceso acelerado de disminución en la fecundidad, que pasó de una tasa general de 7 hijos por mujer en 1955 a 4 en 1975 y llegó, en 2005, a 2,4 hijos por mujer. De igual manera, el país experimentó un cambio significativo en la mortalidad infantil, ésta pasó de una tasa de 131,4 por cada mil nacidos vivos, en 1951, a 74,8 por mil en 1975. Esta reducción fue común a todos los países de la región y al conjunto del planeta; en 2005, la tasa de mortalidad infantil en Colombia se calculó en 23,6 por mil nacidos vivos53.

El control de la fecundidad y la disminución en las tasas de la mortalidad infantil son hechos demográficos y sociales resultantes del entrelazamiento y

52 Datos censales de 1973.53 Datos censos DANE y Encuesta Nacional de Demografia y Salud. Profamilia, 1995-2005.

Page 114: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

115

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

desarrollo contradictorio de diversas y complejas condiciones materiales y es-pirituales, las cuales han traído trasformaciones tanto a los individuos como a la sociedad en su conjunto. Aunque no es el objeto central de presente escrito se hace necesario referenciar estos hechos transcendentales pues determinaron el proceso de crecimiento poblacional y su distribución sobre el territorio du-rante la segunda mitad del siglo XX. Los hechos generadores de las grandes transformaciones demográficas se asocian con la nueva forma de vida urbana, que atrae nuevos migrantes, algunos de ellos se mueven con la expectativa de encontrar oportunidades económicas, laborales y educativas en la ciudad y, a su vez, mucho de ellos, huyen del campo donde la violencia, la concentración de la propiedad rural y la consecuente crisis agraria, se constituyen en factores de migración permanente de población joven y adulta joven, preferiblemente.

A la par de los mencionados cambios poblacionales y partir de la década de los años setenta, se fue trasformando poco a poco el patrón de dirección de los flujos migratorios, pues toman importancia las ciudades intermedias como foco de desarrollo y polos de atracción. A este respecto el informe de Naciones Unidasdiceque“Contrariamentea lacreenciageneral, loprobableesqueelgrueso del aumento de la población urbana ocurra en ciudades medianas y pe-queñas, cuyas capacidades de planificación y ejecución pueden ser sumamente débiles. Sin embargo, el proceso mundial de descentralización de las facultades gubernamentales está delegando responsabilidades, que se acumulan sobre es-tas ciudades. A medida que aumenta la población de las ciudades pequeñas, sus endebles capacidades de administración y planificación van quedando cada vez más sobrecargadas. Será preciso encontrar nuevas maneras de equiparlas para que planifiquen la futura expansión, utilicen sosteniblemente sus recursos y ofrezcanserviciosesenciales”(Unfpa,2007:2). Para Colombia, el crecimiento de las ciudades medianas y pequeñas, como foco importante de la expansión urbana, toma importancia y supera el crecimiento de las ciudades grandes du-rante el período comprendido entre 1973 y 1985.

En ese lapso se incrementaron las tasas de crecimiento poblacional de los municipios de tamaños medianos e intermedios, municipios mayores de 10 mil habitantes y menores de 500 mil (ver cuadro 1). En ellos crecieron sensiblemente las necesidades de servicios urbanos y se perfilaron las mismas deficiencias, ya consolidadas en las grandes ciudades, antes mencionadas. Las consecuencias de tal desarrollo amorfo se pueden ver en la segregación socio-espacial, el crecimien-to desordenado y el ensanche de los cinturones de miseria. Estas manifestaciones plasmadas en el territorio son compartidas por prácticamente todos los munici-pios, que se expanden en el período mencionado, las cuales determinan hoy en día las dinámicas y urgencias urbanas.

Page 115: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

116

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Cuadro 1. Tasa de crecimiento de la población urbana por tamaños de municipios, promedio anual por habitantes. Colombia, 1951-2005

Tasa de crecimiento poblacional urbano

Periodo intercensal1951-1964 1964-1973 1973-1985 1985-1993 1993-2005

Tamaño de mpio.

Menores de 10 mil 11,0 23,0 1,5 -1,2 20,7

de 10 a 30 mil 37,7 27,7 15,7 16,5 8,3

de 30 a 60 mil 39,7 39,9 53,7 20,9 20,7

de 60 a 100 mil 157,0 14,2 10,3 47,6 20,4

de 100 a 500 mil 46,8 19,9 67,7 58,4 30,8

de 500 a 1 millón 78,7 19,2 -9,5 19,7 16,0

> de 1 millón 0,0 130,3 71,7 26,2 40,8

Número de municipios

Periodo intercensal1964 1964-1973 1973-1985 1985-1993 1993-2005

Tamaño de mpio.

Menores de 10 mil 447 484 479 456 449

de 10 a 30 mil 361 375 406 439 442

de 30 a 60 mil 53 57 81 95 118

de 60 a 100 mil 16 16 20 27 34

de 100 a 500 mil 13 16 25 34 48

de 500 a 1 millón 2 2 2 2 3

> de 1 millón 1 2 3 3 4

Fuente: cálculos propios con datos censales, DANE.

Las anteriores cifras confirman que desde 1964 se ha acelerado la concentra-ción de la población en las cabeceras municipales y ha disminuido cada vez más la proporción de población rural. Desde ese mismo año hasta hoy hay una mayor di-námica de concentración de población en las cuatro más grandes ciudades del país, seguida por la de las ciudades de entre 100 mil y 500 mil habitantes y continuada por las urbes entre 60 mil y 100 mil pobladores. Se conforma en el país un grueso de ciudades medianas, de gran crecimiento, las cuales perfilan una redistribución

Page 116: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

117

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

de la población sobre el territorio. Las tasas de crecimiento urbano de la población muestran que hasta 1973 las ciudades de más de un millón de habitantes tuvieron un crecimiento de población urbana superior a los demás grupos de municipios, seguidas de cerca por las ciudades que contaban entre 100 mil y 500 mil habitan-tes. A partir de ese momento, y especialmente en el período intercensal de 1985 a 1993, el crecimiento de las grandes ciudades cedió el paso a los municipios medios que tenían para el momento entre 60 mil y 500 mil habitantes y lo recuperó en el último período, que es coincidente con la mayor oleada de migración rural causada por el desplazamiento forzado.

Prácticamente todas las ciudades capitales de departamento y las ciudades intermedias, cercanas a las cuatro grandes ciudades son, hoy en día, los centros de mayor concentración de población. El censo de 2005 determinó que el 73,1% de la población urbana del país habitaba en 48 municipios, que tienen entre 100 mil y 500 mil habitantes, mientras que solamente el 15,8%, lo hace en las ciudades mayores a un millón de habitantes. Así las cosas, se hace inaplazable validar esta nueva condición urbana y, en consecuencia, dotar a dichos territorios de herra-mientas administrativas, políticas y económicas necesarias y suficientes para que el proceso de urbanización no agudice el conflicto social ya presente. A este respecto, el informe de Naciones Unidas determina que la expansión de los centros pequeños y medianos es una oportunidad para la construcción de condiciones nuevas para la población que allí se asienta54.

En el momento en que una sociedad es mayoritariamente urbana, la dinámica de crecimiento de su población en las ciudades se relaciona cada vez más con el crecimiento vegetativo.“Amedidaquevapasandoeltiempoyquelospaísesvanteniendo mayor predominio urbano, inevitablemente aumenta la proporción del crecimiento urbano atribuible al crecimiento natural. Es decir, cuanto más alto sea el nivel de urbanización de un país, tanto más pequeño será el número de migrantes potenciales del campo a la ciudad, y tanto mayor el grupo de residentes urbanos

54 “Elcontinuopapelpredominantedelasciudadesdemenortamañoenelcrecimientodela población urbana ofrece a la vez motivo de tranquilidad y de preocupación. El aspecto positivo es que las acciones necesarias son, en principio, más fáciles de realizar en ciudades más pequeñas. Por ejemplo, éstas suelen disponer de mayor flexibilidad en cuanto a la su-perficie disponible para su expansión y atraen inversiones y poder de decisión. El aspecto negativo es que, por lo general, las ciudades de menor tamaño tienen más problemas sin resolver y menos recursos humanos, financieros y técnicos a su disposición. Las ciudades más pequeñas –especialmente, las que tienen menos de 100.000 habitantes– tienen nota-bles carencias en materia de vivienda, transporte, agua corriente, eliminación de residuos y otrosservicios”(Unfpa,2007:10).

Page 117: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

118

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

que contribuyen al crecimiento natural” (Unfpa, 2007: 13). El informe destaca cómo en muchas regiones del mundo esta dinámica de crecimiento urbano es ya un hecho; en él se afirma que el 65% del crecimiento urbano es atribuible, para Amé-rica Latina en su conjunto, al crecimiento natural. A propósito de dicho tema, en Colombia tal afirmación también se cumple y es un hecho demográfico destacado en el último período.

Para Colombia la dinámica migratoria continúa teniendo un aporte decisivo en el crecimiento urbano. Ello, debido a que, si bien el porcentaje de población rural con respecto a la población urbana ha disminuido progresivamente, el número ab-soluto de habitantes del campo ha crecido lentamente o permanecido prácticamen-te invariable. Desde los años cincuenta del siglo pasado, mucha población rural, que fue expropiada y expulsada de su territorio por terratenientes y gamonales, se reubicó en zonas de colonización; así, con su actividad productiva, amplió la fron-tera agrícola y pobló nuevas zonas rurales del país. Estos son los nuevos migrantes a la ciudad, sacados violentamente de su hábitat, que de esa manera contribuyen a incrementar la concentración de la población urbana. Sin embargo, la migración ha venido perdiendo peso en el volumen de crecimiento en contraste con el aumento natural de la población urbana.

En la investigación sobre migración interna y urbanización en Colombia, adelantada por el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia, se ha analizado la dinámica de urbanización y crecimiento poblacional y territorial de una muestra de 19 ciudades, distribuidas por todo el país. Allí se incluyen las ciudades concéntricas de las cuatro cuencas migratorias, los centros urbanos intermedios de dichas regiones y las ciudades emergentes ubicadas en re-giones apartadas, las cuales se han originado y consolidado en nuevos procesos de desarrollo urbano y económico, y han cobijado, de esta manera, según este estudio, la dinámica urbana de todo el país.

Algunos de los resultados preliminares muestran la relación entre el creci-miento vegetativo y el crecimiento por migración en la muestra escogida, durante el quinquenio 2001-2005. Para las ciudades analizadas se observa que el 53% del crecimiento es atribuible al aumento natural, mientras que el 47%, continúa siendo resultado del proceso migratorio.

Las grandes ciudades, como Bogotá y Cali, presentan un relativo equilibrio en los aportes al crecimiento, Bogotá supera en 5 puntos el incremento natural a la migración, y Cali en 3 puntos. A su vez, Medellín tiene un importante aporte de la migración, pues se calcula que el 53% de su crecimiento, en el quinquenio analizado, es atribuible a ésta.

Page 118: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

119

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

Gráfico 1: Crecimiento por migraciones vs. Crecimiento vegetativo. Colombia, 19 ciudades, 2001-2005

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

% de crecimiento por inmigración % de crecimiento por vegetativo

Porc

enta

je d

e cr

ecim

ient

o

Barra

nqui

lla

Sinc

elej

o

Mon

tería

Cúc

uta

S. M

arta

Bogo

Nei

va Cal

i

Ibag

Barra

/mej

a

Yopa

l

B/m

anga

Popa

yán

Med

ellín

Flor

enci

a

B/ve

ntur

a

V/ce

ncio

Moc

oa

Flor

idab

lanc

a

Ciudades como Floridablanca, Mocoa, Villavicencio, Buenaventura y Floren-cia tienen un mayor porcentaje de crecimiento por migración. Las cinco son ciuda-des intermedias de gran importancia por su ubicación geográfica y su condición de centros urbanos de acogida de gran volumen de población migrante a causa de la violencia. Estos hallazgos muestran en un principio que el desplazamiento forzado, como una forma de migración básicamente rural, ha aportado un importante nú-cleo de población al crecimiento de varios centros urbanos y cabeceras municipales, principalmente en los municipios que tienen entre 100 mil y 500 mil habitantes.

Con respecto a la dinámica de los dos componentes de crecimiento urbano, Colombia se acerca a la media hallada en el concierto internacional. Así, para éste último, el 60% es aportado por el crecimiento natural y el restante 40% se le atri-buye a la migración y rezonificación55.

55 “Lasmásrecientesinvestigacionesintegralesencaminadasadeslindarelcrecimientovegetati-vo de los demás componentes del crecimiento urbano muestran que en el país, que correspon-de a la media matemática, la contribución del crecimiento natural era de un 60%. La parte restante del crecimiento urbano –aproximadamente 40%– se explica por una combinación de migraciónyrezonificación”(Unfpa,2007:13).

Se entiende la rezonificación como el hecho de incorporar nuevos territorios a las áreas urba-nas de la ciudades, generando de esta manera un proceso de expansión urbana y reducción de los territorios rurales.

Page 119: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

120

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Cualquiera que sea el origen del crecimiento urbano, como afirma el informe, éste incluye un gran número de pobres, un crecimiento paralelo de necesidades infraestructurales y sociales y el requerimiento de bienes y servicios a los que se tienederecho.“Unadelasprincipalesobservacionesdelinformeesquelospobresconstituirán una gran parte del futuro crecimiento urbano. Este simple hecho ha sidodejadodelado,auncostomuyalto”(Unfpa,2007:3).

La condición de pobreza de la gran mayoría de habitantes urbanos, aunada a la estructura poblacional, muestra grandes retos por cubrir en los próximos años; por lo tanto, la condición potencial de la urbanización, como oportunidad para me-jorar las condiciones de vida de la población, debe ser valorada adecuadamente.

Igualmente, el tema del bono demográfico56, como oportunidad para que la población joven y adulta joven fortalezca el desarrollo integral de la sociedad, existente hoy en la sociedad colombiana debe ser aprovechado adecuadamen-te57. En la perspectiva actual del país, se vislumbra una perdida estratégica de

56 “Elperfildemográficode lasciudadesde lospaísesendesarrollomuestraunmarcadoau-mento de la población joven, particularmente más causado en la población de los tugurios. Los éxitos y los fracasos individuales de los jóvenes, a medida que vaya avanzando la ola del crecimiento urbano, serán decisivos para el futuro desarrollo, porque estos radicales cambios demográficos, combinados con la persistencia de la pobreza y del desempleo, son fuente de conflictos en las ciudades de todos los países en desarrollo. No obstante, es infrecuente que los procesos políticos reflejen las prioridades de los jóvenes, especialmente los centenares de millones de niños pobres que viven en las ciudades, en condiciones que amenazan su salud, su seguridad, su educación y sus perspectivas de futuro.

Los jóvenes suelen ser dinámicos, creativos y receptivos al cambio; pero si no reciben atención, no están escolarizados, no se les orienta y no tienen empleo, su energía puede desviarse hacia direcciones destructivas y, a menudo, autodestructivas. La inversión en los niños y los jóvenes urbanos, para ayudarlos a integrarse plenamente en la sociedad, es una cuestión de derechos humanos y de justicia social; y también es la clave para generar posibles beneficios económicos ygarantizarlaseguridadurbana”(Unfpa,2007:27).

57 Una de las variables críticas en el tema demográfico se refiere a la estructura por eda-des de la población; para comprender las dinámicas sociales es imprescindible conocer la forma en que la población de un país está distribuida por los distintos grupos etá-reos. El comportamiento de la población en los ámbitos económico, productivo, social y reproductivo cambia de acuerdo con la etapa del ciclo de vida en la que se encuentra cada persona. Los cambios en la estructura por edad afectan el desempeño económico y productivo de un país. Aquellos países que tienen una alta proporción de población dependiente (personas menores de 15 años y mayores de 65 años) requieren dedicar una gran parte de su producción a cubrir sus necesidades; los primeros, aún no están prepa-rados para producir, requieren recursos materiales y sociales que les permitan crecer y

Page 120: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

121

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

esa oportunidad. Estamos en una sociedad que no se preocupa por generar las condiciones que garanticen una educación de calidad, un empleo calificado y un conjunto de requerimientos exigidos para que el bono demográfico se convierta en un factor de impulso al desarrollo real y a la superación de la pobreza.

Si se trasformara la política económica y social vigente, aún puede ser posible aprovechar en nuestro país el acumulado de población joven y adulta joven en edad productiva. Condiciones de alto desempleo, gran volumen de de-serción e inasistencia escolar, imposibilitan al 80% de la población joven a acce-der a la educación universitaria, y la sobre mortalidad masculina por violencia, que en este último período (2000-2004) mostró cómo de cada 100 muertos por violencia en la población en edad productiva, 93 son hombres y 7 son mujeres, es hecho dramático para el futuro de una sociedad que hace imposible aprove-char el bono demográfico.

Otros retos tienen que ver con la superación de la pobreza, por ejemplo, el establecimiento de condiciones para convertir el envejecimiento de la población en una oportunidad y no en uno elemento más de conflicto social, el cual no tendrá solución si en el momento actual no se toma la rienda de la planeación y la prevención.

La perspectiva de un futuro urbano viable, con todos los conflictos y opor-tunidades que de él se desprenden, se plantea como un importante reto para todos los actores sociales. En su posible construcción hay dos planteamientos que se deslindan claramente. Una perspectiva es la que se desarrolla con base en las condiciones actuales, que consolidan un país excluyente, con inmensas posibilidades para una ínfima minoría e infinitas limitaciones para el grueso de la población; y la alternativa que se propone como un gran reto es la posibilidad de construir una sociedad progresista, que vislumbre un país para todos. A esta última le apostamos.

prepararse adecuadamente y los segundos, ya han salido del mercado laboral productivo y requieren un sistema de seguridad social eficaz que responda a todas sus necesidades. Mientras tanto, los países que dentro de su estructura poblacional cuentan con una pro-porción considerable de población en edad productiva, tienen un potencial importante que puede impulsar el crecimiento económico, el desarrollo tecnológico y la capacidad de producción de la sociedad en conjunto, estableciendo así la existencia de un bono demo-gráfico, como resultado de un proceso de acumulación de varias generaciones en el cual se logra un acumulado poblacional de carácter estratégico, que puede ser aprovechado de manera positiva o desperdiciado, y perder así una oportunidad de largo plazo.

Page 121: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

122

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Referencias bibliográficas

CARDONA, Ramiro y SIMMONS, Alan (1977). Destino la metrópoli, un modelo general de las migraciones internas en América Latina. Bogotá: Canal Ramírez-Antares.

GOUËSET, Vincent (1998). Bogotá: Nacimiento de una metrópoli. La originalidad del proceso de concentración urbana en Colombia en el siglo XX. Bogotá: Tercer Mundo.

JARAMILLO, Samuel (1999). “Migraciones e interacción regional en Colombia,1973-1993”.En: Territorios. Bogotá: Universidad de los Andes.

UNFPA (2007). El estado de la población mundial 2007. Liberar el potencial del crecimiento urbano. Informe de Naciones Unidas, Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Otras fuentes

DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE. Datos de los censos de población e indicadores demográficos 1951-2005. Bogotá.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE. Estadísticas vitales 2000-2005. Bogotá.

PROFAMILIA. Encuesta nacional de demografía y salud, DHS, 1995, 2000, 2005, Bogotá.

Page 122: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

123

r e e s t r u c t u rA c I o n e s t e r r I t o r I A l e s d e l o s n u e v o s p o b l A d o r e s : p o b l A c I ó n d e s p l A Z A d A d e l A l o c A l I d A d d e s A n c r I s t ó b A l

Andrés Guarín CobosInvestigador Universidad Nacional de Colombia

Desde la promulgación de la Ley 387 del 18 de julio de 1997, comenzó una nueva mirada del fenómeno de la violencia política en Colombia, específicamente para que el Estado reconociera la existencia de víctimas, el artículo No. 1 de esta ley describe quiénessonconsideradoscomodesplazados:“Deldesplazado.Esdesplazadotodapersona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional abandonan-do su localidad de residencia o actividades económicas habituales, porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Dere-cho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anterioresquepuedanalteraroalterendrásticamenteelordenpúblico”, a quie-nes se debe proteger, proporcionarles asistencia humanitaria y generar estrategias para el restablecimiento de sus derechos; todo esto basado fundamentalmente en los cambios que trajo consigo la Constitución de 1991 en la cual los derechos son el eje central alrededor del cual debe girar el aparato estatal; así mismo las miles de personas que migran a los centros urbanos para proteger su vida y los resultados de los estudios por parte de entidades como la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento –Codhes– y la Conferencia Episcopal Colombiana se constituyen en antecedentes para su formulación.

Page 123: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

124

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Bogotá como centro económico y político del país es una de las principales ciudades receptoras de población desplazada, según datos de la Secretaría de Go-bierno existen aproximadamente 31.061 familias desplazadas (120.059 personas). Codhes, por su parte, registra un total de 259.195 habitantes.

El desplazamiento no es nuevo en Colombia, durante el siglo XIX la tierra jugó un papel muy importante lo que la convirtió en un botín de guerra, así las tierras de quie-nes eran derrotados pasaban a ser de quienes vencían. Posteriormente, durante los años cincuenta, cuando la importancia del negocio del café fue fundamental y los grandes ha-cendadosqueríanexpandirsunegocio,patrocinaronalosllamados“pájaros”quieneses-taban encargados de amedrentar a los pequeños caficultores en la búsqueda de expropiar sus fincas; esta situación suscitó su migración hacia la ciudad. La violencia actual tiene como objetivo la expropiación de las tierras más aptas para la agricultura y la expansión de las zonas de pastoreo para la ganadería, el control de las tierras productoras de coca y amapola y el control de las zonas donde la nación realizará sus megaproyectos.

En la actualidad el número de personas víctimas del desplazamiento continúa en ascenso, sin embargo, uno de los problemas más relevantes que se encuentra cuando se realizan análisis y caracterizaciones es la falta de datos exactos de la población en situa-ción y condición de desplazamiento. Entre los diferentes sistemas de medición existen datos que varían unos de otros, por ejemplo en el Sistema de Identificación de Población Desplazada – Sipod– que para el 31 de octubre de 2006 registraron 1’896.160 perso-nas mientras que en los datos analizados para el mismo período por Cohdes existían 3’832.527, donde la diferencia es de 1’936.367. Para el período 2000-2006 en el SI-POD se encontraban registradas 1’796.797 personas y los análisis de Cohdes presenta-ban 2’049.644, con una diferencia de 252.847 personas (Codhes, 2006: 15), mientras tanto, las últimas cifras del Departamento Nacional de Estadística –DANE– son de solo 756.000 personas. Estas diferencias hacen que existan elementos de desconfianza respecto a las cifras oficiales. Las discusiones sobre la variación de las cifras se centran exclusivamente en las metodologías utilizadas para la captura de la información, pero más allá de los enfoques utilizados, lo verdaderamente importante es la evidencia de un gran número de hombres, mujeres, jóvenes y niños víctimas del desplazamiento que día a día llevan a cabo procesos de exigibilidad de sus derechos.

Otra explicación se centra en los procedimientos poco claros para incluir a las personas en los registros oficiales, esto lleva al rechazo de solicitudes, con lo cual a los afectados se les dificulta el acceso efectivo a los derechos; además, aquellos que no son incluidos presentan apelaciones y acciones legales que generan congestión en los juz-gados y que podrían ser resueltas en primera instancia. Los datos exactos son indispen-sables para la implementación y evaluación de políticas públicas pues sin visualizar los alcances reales de la crisis humanitaria se vulnera la garantía de los derechos de las per-sonas y las comunidades. En estudios realizados se estima que un 30% de las solicitudes

Page 124: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

125

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

son rechazadas y que un 20% de las personas desplazadas nunca solicitó ser incluidas en el Sipod (Codhes, 2006: 15). El problema no es estar incluido en el sistema, es la no correspondencia entre el número real de desplazados y los fenómenos sociales presentes en el país, pues en este proceso quedan excluidos de cualquier derecho aquellos que son desplazados intraurbanos, provenientes de zonas de fumigación y los que han sufrido varios desplazamientos.

El desarrollo de la política pública requiere para la garantía de los derechos de la población desplazada las siguientes dimensiones:

Prevención y protección: en estos dos puntos se requiere del desarrollo de proce-sos preventivos que vayan más allá de la simple militarización de las zonas de con-flicto. Debe existir un compromiso para el mejoramiento de la calidad de vida en los sitos de origen que posibiliten la garantía de los derechos; la pregunta que surge es ¿en los sitios de origen de la población desplazada existía un goce de los derechos o simplemente nunca ha tenido ningún derecho? En lo referente a la protección debe existir una gran prioridad sobre la atención humanitaria de emergencia, ya que en muchos casos la atención temporal no es suficiente y se debe extender por varios años mientras no se mejoren las posibilidades de acceso real al mercado.

Acceso a servicios: como materialización de los derechos un acceso a los servicios públicos y sociales es indispensable para alcanzar una estabilización social acorde con las particularidades de los grupos poblacionales, étnicos y culturales que sufren el desplazamiento.

Inserción en mercados: la posibilidad de ingresar a procesos productivos de largo alcance, que faciliten acumulación de capital y no se queden solamente en procesos de generación de ingresos cuyo objetivo es detener la caída abrupta de la capacidad de com-pra de las personas, fenómeno que se presenta en los sitios de llegada de las familias.

Pero a veces la polémica en torno de la cifras oculta la complejidad de la guerra que se libra en Colombia, es evidente que las causas del desplazamiento se relacionan con las dinámicas del conflicto armado y afectan de manera muy profunda la zonas rurales en donde se presentan mayores crisis sociales y se tejen los mayores intereses de los grupos en conflicto, con lo cual se generan procesos de tensión, destrucción del tejido social y de las organizaciones presentes en las zonas. La continuidad del conflic-to armado propicia que la crisis humanitaria vivida por las personas desplazadas no tenga fin, es indispensable generar estrategias que den importancia a las víctimas del desplazamiento para que puedan proponer soluciones que sean tenidas en cuenta en la toma de decisiones que, finalmente, los benefician o afectan, en especial si son nuevos pobladores en los sitios de llegada.

Page 125: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

126

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

El desplazamiento es un fenómeno de orden nacional que tiene mayor im-pacto en ciertos territorios de Colombia. La capital de la República, en tanto es el principal epicentro económico, político y social, se ha convertido en un importante punto de recepción de población desplazada en el país. Según cálculos de la Secre-taría de Gobierno, en promedio el Distrito Capital recibe entre un 7% y un 8% de dicha población, porcentajes que solo supera el departamento de Antioquia (Secre-taría de Gobierno, 2006: 6).

Informes recientes señalan un importante subregistro de la población desplaza-da que habita en la ciudad. La Contraloría Distrital estima que solo el 48,9% de las personas desplazadas que llegan a Bogotá, están registradas como tales (Contraloría de Bogotá, 2003: 40). Este problema se presenta por desconocimiento de la pobla-ción, falta de orientación para realizar los trámites y en la forma de en que Acción Social evalúa las declaraciones que en ocasiones no son coherentes, razón por la cual estas personas son rechazadas y, en consecuencia, se genera una fragrante violación de los derechos de la población desplazada.

La localidad de San Cristóbal es la cuarta en el volumen que recibe población desplazada; aproximadamente existen unas 2.500 familias (Asofuco, 2007: 7) que se ubican en la zona central de la localidad. Aproximadamente el 65% de esta po-blación habitan en los barrios San Isidro, Guacamayas, Barcelona, 20 de Julio, San Blas, Córdoba, Bello Horizonte y Atenas. La ubicación en esta parte de la localidad se debe en principio a la cercanía de estos barrios a vías como la carrera Décima o la carrera 6ª, que facilitan la movilidad de estas personas, además son los más antiguos de la localidad, tienen casas muy grandes que en su mayoría se convierten en inqui-linatos con costos de arrendamiento bajos y de fácil acceso para la población, a su vez el centro de la localidad es el centro económico, donde se encuentra la plaza de mercado y la iglesia del barrio 20 de Julio, el comercio formal, almacenes de marca, lo que convierte a esta zona en una oportunidad para las ventas informales en el espacio público, que es una de las fuentes de ingresos de la población.

El 35% restante de la población se encuentra ubicada en la parte alta de la localidad en barrios como Ciudad Londres, Juan Rey, Nueva Delhi, Altamira, Li-bertadores, las personas que viven en estos sectores presentan condiciones menos favorables económicamente lo que los lleva habitar allí por los costos de arrenda-miento que son más favorables que en el centro de la localidad, otro factor tiene que ver con las redes familiares, las familias viven con un familiar que fue desplazado y se ubicó en este sector.

Las familias se caracterizan por ser, en primer lugar, de tipo nuclear completo, con un 46,45%, seguida del nuclear incompleto, con un 20,65%, familia extendi-da, con un 19,35%, unipersonal 10,32% y recompuesta 3,23%. Casi un 70% de las familias presentan de 3 a 6 miembros por familia, este número es mucho mayor

Page 126: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

127

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

que el de las familias receptoras. Conocer la cantidad de personas por hogar es muy importante pues la atención debe ser integral.

Las familias que llegan a la ciudad en principio se ubican en la casa de un fami-liar, las redes familiares son importantes para los recién llegados pues sus familiares son los que los orientan en la ciudad. Las familias que en al momento de la llegada viven en arriendo lo hacen porque no tienen un familiar que les dé alojamiento.

Los ingresos mensuales de las familias son bastante bajos, con ellos deben pagar arriendo, alimentación, en fin, cubrir las necesidades básicas; en promedio los ingresos por mes están en $24.868, esta situación agrava las condiciones de la población desplazada en la localidad.

La población desplazada es una población flotante, pero el 40% de las familias llevan en el territorio más de tres años, lo que constituye en principio un arraigo, las condiciones de la localidad, el conocimiento que se tiene de ella, las redes sociales que se construyen hacen que la localidad sea la representación del territorio donde antes habitaban, aunque nunca lo iguale. Esta apropiación del territorio va tejiendo procesos organizativos, políticos y sociales de gran importancia, se evidencia que existe una construcción social del territorio, los nuevos pobladores comienzan a insertarse en la vida pública de la localidad, inicialmente se integran a las juntas de acción comunal y las dinamizan mediante propuestas que enfatizan en el mejora-miento del entorno, la calidad de vida y en la generación de procesos de integración entre población receptora y desplazada; paralelamente a este proceso se van confor-mando organizaciones de población desplazada donde se reflexiona sobre el papel que deben cumplir en las dinámicas de la localidad, siendo actores importantes en los escenarios locales de participación como son el Comité de Derechos Humanos y el Comité de Atención a Población Desplazada, instancias que los reconocen como motivadores de los cambios que deben existir en el territorio.

Las personas desplazadas se convierten en actores políticos claves en la localidad, no son vistos por la población receptora como competencia sino como complementa-riedad, comparten el mismo territorio, las mismas necesidades, las mismas expectati-vas y deben proponer alternativas para todos. Se reconoce que muchos de los pobres históricos tuvieron su inicio en los procesos de violencia de los años cincuenta, esto sirve para entender los rasgos del desplazamiento actual, y constituye puntos de en-tendimiento que les facilita el trabajar conjuntamente, en principio, para la construc-ción del tejido social y por ende del territorio, con énfasis en soluciones conjuntas. Los reciénllegadosnosonvistoscomo“pobres”nicomo“desplazados”,sonconsideradoscomo habitantes del mismo territorio.

Las transformaciones se evidencian en el trabajo conjunto de los diferentes actores, los desplazados toman la opción de apropiarse de ese territorio, y por eso no lo quieren dejar, lo quieren construir y reconstruir, algo importante porque con

Page 127: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

128

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

ello generan nuevos arraigos en las nuevas generaciones que serán los que cosechen las reestructuraciones, los cambios en el territorio. Los niños y los jóvenes serán los beneficiarios de los procesos adelantados por sus padres.

El proceso de arraigo es más evidente en las nuevas generaciones porque mu-chos de los que llegan al territorio son jóvenes menores de 18 años y su proceso de adaptación es más rápido. El acceso a la educación, la salud, la recreación mejoran indudablemente su calidad de vida, pero las condiciones económicas son difíciles, los jóvenes mayores de 18 años no tienen fuentes de ingreso situación que lleva a com-partir las mismas características de la población receptora. Los procesos de integración entre jóvenes son menos complejos que los de los mayores, tienen menos temores y discriminaciones, pero también generan tensiones aunque con el tiempo se van disminuyendo y concretando en un trabajo conjunto entre receptores y desplazados; los jóvenes comienzan a ser, al igual que sus padres, sujetos políticos, con criterios y formas de interpretar el territorio, la actualidad, la política, la convivencia, quieren ser reconocidos no como un problema sino como parte de la solución de los problemas.

Las reestructuraciones de los nuevos pobladores implican un nivel grande de integración, conocimiento, reconocimiento y trabajo conjunto en las comunidades donde se ubican, los nuevos pobladores antes de ser personas demandantes son personas propositivas, que mediante la organización entre iguales (asociaciones de desplazados), con la vinculación a las juntas de acción comunal y escenarios de participación ciudadana, se van constituyendo en actores políticos que van constru-yendo conjuntamente el territorio y propician procesos de desarrollo indispensables para poder salir de la condición de pobreza en la que se encuentra y que comparten con la población receptora.

El territorio es interpretado por los nuevos pobladores como propio, en él se vive, se construye y se reconstruye, potenciando los procesos de transformación del mismo en beneficio de todos los que lo ocupan; además, la construcción del terri-torio va más allá de la propiedad de la tierra, los nuevos pobladores son arrendata-rios pero son potenciadores y dinamizadores; a la vez trasciende las concepciones ordenadoras que son disctadas por lo formal, hay una referencia hacia el barrio pero no se queda solamente en él, las redes sociales permiten generar mecanismos de intercambio que fortalecen los procesos en el territorio propio y en el de los demás construyendo un territorio complejo.

El territorio como parte fundamental para el desarrollo, debe ser una cons-trucción social que determine los principios, las formas de intervenirlo por parte de los que no son del territorio; el territorio es de quien lo camina, quien lo vive, quien se recrea en él, quien lo imagina, quien lo construye, quien lo reconstruye, los nue-vos pobladores en este momento son los que tienen la batuta de la construcción de un territorio que en principio era ajeno pero ahora es más que propio, es colectivo.

Page 128: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

129

P a r t e I I I . P o b l a c i ó n y d E s P l a z a m i E n t o f o r z a d o

Referencias bibliográficas

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ, SECRETARÍA DE GOBIERNO (2006). Ca-racterización población desplazada Bogotá. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá

ALTO COMISIONADO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS REFUGIA-DOS,ACNUR (2003). “Lapoblacióndesplazada enBogotá: una responsa-bilidaddetodos”.En:Memorias del foro sobre la población desplazada en Bogota. Bogotá: Proyecto Bogotá Cómo Vamos, p. 220.

ASOCIACIÓN MIRANDO HACIA EL FUTURO POR COLOMBIA, ASOFUCO (2007). Caracterización de la población desplazada de la localidad de San Cristóbal. Bogotá: Asofuco.

CONSULTORÍA PARA LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DESPLAZAMIEN-TO, CODHES (2006). Desplazamiento forzado y políticas públicas. Bogotá: El Duende Editores.

CONTRALORÍA DE BOGOTÁ (2003). Intenciones y acciones en la atención de la pobla-ción desplazada en Bogotá, D.C. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá. Bogotá.

CHAVES, Yuri; FALLA, Uva (2004). Realidades y falacias de la reconstrucción del tejido social en población desplazada. Bogotá: Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.

Page 129: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 130: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Par t e IV

e s t rA t e g I A s d e I n t e rv e n c I ó n e n l A c I u d A d I n f o r m A l

Page 131: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 132: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

133

¿es p o s I b l e pA s A r d e l A c I u dA d I n f o r m A l A l A c I u dA d f o r m A l?

Ap r ox I m Ac I ó n A A l g u n o s p r o b l e m A s u r b A n o s y A l A s e s t rAt e g I A s d e I n t e rv e n c I ó n e s tAtA l d e s d e l A

p e r s p e c t I vA d e l m e j o rA m I e n t o I n t e g rA l d e b A r r I o s, mIb

Carlos Alberto Torres TovarUniversidad Nacional de Colombia, sede Bogotá

Donka Atanassova Iakimova Investigadora Universidad Nacional de Colombia

John Jairo Rincón García Investigador Universidad Nacional de Colombia

1. Introducción

Desde hace varias décadas lo urbano, como un espacio delimitado político –adminis-trativamente–, pero además definido a partir de la especialización del trabajo en una Nación en términos espaciales y poblacionales, enfrenta una serie de transformaciones entre las cuales podemos contar la expansión espacial de la mancha urbana, el cre-cimiento poblacional fruto de emigración rural-urbana, la alta demanda de servicios y equipamientos sociales y comunitarios, y cada vez más, las medidas asociadas a la seguridad relacionadas, principalmente, con medidas de orden policial. Estas trans-formaciones y medidas imponen grandes retos para los gobiernos y las comunidades

Page 133: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

134

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

asentadas en estos territorios. Muchas de estas dinámicas se intentan condensar en las nociones de región central, ciudad región, áreas metropolitanas, metrópolis expandi-das, entre otros, con la intención de definir y caracterizar la problemática presente en los territorios urbanos y su articulación con los entornos regionales.

En el marco general de estos procesos, fenómenos como la pobreza, asociada en muchos casos a la prolongación en el tiempo de factores estructurales (ahora de-nominados trampas de la pobreza), pero a la vez a dimensiones micro de la realidad social, parecieran agudizarse haciendo más compleja la multiplicidad de problemas que agobian a los habitantes y espacios urbanos, situación que se impone una se-rie de discusiones en las que se procura la neutralización de la informalidad urbana como algo inherente al crecimiento de la ciudad. Algunos de estos fenómenos serán descritos a continuación, en ellos se hará énfasis en unas pocas variables que po-tencialmente inciden en el crecimiento de los territorios urbanos, se resaltarán los problemas asociados a este proceso y se verá cómo, a través de una estrategia de intervención estatal, enmarcada en el mejoramiento integral de barrios –MIB–, se puede contribuir a enfrentar estratégicamente algunos de estos retos.

2. Las ciudades en América Latina: aproximación a algunas de sus características

En el ámbito latinoamericano, las ciudades en general han sido construidas a partir de múltiples migraciones impuestas y/o no planificadas (desde sus mismos oríge-nes) y atravesadas por las variables propias que ha adquirido el sistema político y económico, signado por el capitalismo dependiente, esto ha generado un esquema de ocupación del espacio y de construcción del territorio signado por la desigualdad y la segregación socio-económica y espacial de la población, que se ha expresado, a nivel urbano, en la configuración de los denominados asentamientos precarios y en la autoproducción de vivienda en la mayoría de los casos. Pero también se expresa en el desigual desarrollo regional, la concentración de la tierra y, en general, de los factores productivos: tierra, capital, trabajo y ciencia.

La pobreza es el común denominador, así como la presencia de asentamientos “precarios,marginalesotugurios”.SegúnestimacionesdelBancoInteramericanode Desarrollo –BID– para 2002, el 61,7% de los pobladores urbanos (que repre-sentan las tres cuartas partes de la población latinoamericana en general) vivía en condiciones de pobreza58. Dicha caracterización se asocia, como lo hemos venido

58 Es importante mencionar que los métodos para definir la condición de pobreza varían, permi-tiendo la formulación de distintos tipos de variables e índices, a partir de los cuales, aumenta o disminuye la población pobre.

Page 134: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

135

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

mencionando,conlaconfiguracióndeasentamientos“informales”.EnciudaddeMéxico estos asentamientos representaban para finales de la década de los noventa el 40% del territorio ocupado en la ciudad (Clichevsky, 1999), y el 50% en Lima (Riofrío, 1999; Mello Bueno, 1999)59.

Existen varios procesos (la mayoría de las veces de carácter estructural) a tra-vés de los cuales las condiciones de pobreza que sufren los habitantes urbanos, se traducen en la aparición y desarrollo de asentamientos informales de condiciones precarias de habitabilidad. Esto se asocia con la satisfacción y acceso de los mo-radores a bienes y servicios ofertados no solamente por el mercado, sino también por el Estado, en tanto la situación de pobreza y su condición humana demandan básicos vitales para vivir. La condición material de vida de las comunidades urbanas asentadas en espacios autoproducidos ha sido caracterizada como de ilegalidad e informalidad, de desarrollo incompleto, lo que ha llevado a que sea criminalizada la mayoría de las veces. Algunos de los factores que inciden estructuralmente en la configuración urbana para América Latina a juicio del BID, son los siguientes:

Mercado informal e insuficiencia de tierras urbanas: las ciudades no han logrado planificar y regular la llegada de grandes cantidades de población migrante, ni su ubi-cación e integración al territorio urbano. La incapacidad puede asociarse con el hecho de que la emigración rural-urbana tiene que ver con variables que trascienden la ciu-dad misma, para relacionarse con la forma en que el modo de producción se reproduce en el espacio nacional, se define así la especialización del territorio como los modelos de regionalización y urbanización. Por ejemplo, polos de desarrollo o ciudad-región, que actualmente hacen énfasis en la configuración de Plataformas de Exportación orientadas fundamentalmente a la provisión de mercancías para el mercado interna-cional. Esta dinámica incide en tanto en el agotamiento del suelo urbanizable como en su concentración y limita las ofertas de vivienda social, máxime si dicha estrategia está atada exclusivamente al mercado y los intereses del sistema financiero.

Insuficientes e inadecuadas políticas de vivienda social –VS–: íntimamente li-gado al anterior, este proceso se refiere a la incapacidad que tiene la esfera pública, a partir de la estrategia de producción de VS, de dar una respuesta a la necesidad de vivienda. En Colombia esta estrategia se ha caracterizado por no cumplir cuantitativa ni cualitativamente con la demanda existente y por no lograr llegar a los sectores de menores recursos, con el resultado de que en la franja de población de más bajos ingresos correspondiente, por lo general, a los estratos socio-económicos 1 y 2, no

59 Solamente para mencionar unos ejemplos tomados del texto Ciudades para todos, editado por el BID (Brakarz y otros 2002).

Page 135: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

136

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

pueda acceder a los planes de financiación y crédito de la oferta de VS. En consecuen-cia, estos sectores solo tienen como solución la autoproducción de vivienda mediante diversasestrategias(legaleso“ilegales”,perolamayoríadelasveceslegítimas).

Se estima que anualmente se forman en Colombia 185.500 hogares y que frente a la necesidad de vivienda el mercado solo produce 94.000 unidades, quedan, por tan-to, 91.500 hogares que deben resolver por su propia cuenta el acceso a la vivienda y a un hábitat digno. En el caso de Bogotá la situación es similar, se forman 50.834 ho-gares anualmente y solamente son ofrecidas por el mercado 29.700 viviendas para las necesidades creadas, el resultado es que 21.134 hogares configuran otras alternativas de acceso al suelo urbano y la vivienda, principalmente a través de la autoproducción de la misma en zonas inadecuadas urbanísticamente (DANE; ECH, 1999-2003).

Dificultades de la planeación urbana a largo plazo y en el modelo de desa-rrollo: aunque las ciudades hoy cuentan con procesos de planificación y ordena-miento pensados a largo plazo, la mayoría de las veces son formulados con criterios que obedecen a aspiraciones macroeconómicas y criterios técnicos distantes de las necesidades del conjunto de la población o fundamentados en la idea de que la superación de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida se logran me-diante el crecimiento de la producción. De esta manera, problemáticas evidentes y previsibles, no tienen lugar en los ejercicios de planeación o las soluciones que se plantean no tienen viabilidad social y a veces tampoco están respaldadas por una política, máxime cuando se involucran escalas de intervención que privilegian una dimensión sobre otra, sin aprehender la configuración urbana, presionando tanto el cambio y la transformación de la política como del espacio urbano.

La ciudad y las ciudadanías: aunque la ciudad se ve como un campo de oportu-nidades para muchos, la realidad que se vive a diario por la mayoría de la población que viene en búsqueda de una nueva vida y mejores oportunidades económicas es muy distinta. La ciudad en ningún momento aparece para ellos como un campo de desarrollo personal y colectivo, por el contrario, muchos de sus aprendizajes son inva-lidados y sus derechos son desconocidos. El tipo de pertenencia y proyecto de vida que generan las ciudades en la mayoría de la población que las habita está muy lejos de los ideales que inspiran el concepto y la noción de ciudadanía plena. Por el contrario, se fundamenta más en la idea de consumidor.

Pobreza, desempleo y sub-empleo: en este sentido, el acceso y prestación de servicios sociales como de bienes queda mediado, exclusivamente por el poder ad-quisitivo de los pobladores en un contexto de bajos ingresos y pobreza generalizada. Como corolario queda establecido que se es ciudadano en tanto exista un vínculo

Page 136: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

137

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

con el mercado a través del dinero, así el mercado se erige como el factor que asigna los recursos. En pocas palabras, es fundamental entender que la informalidad y la precariedad60 son condiciones multicausales y multidimensionales que requieren de estrategias integrales que deben superar la escala local y necesariamente implican iniciativa y voluntad política, además de planes y proyectos específicos que intenten afectar varias de las causas de su aparición y desarrollo. Junto a la pobreza, entendi-da como problemática principal de nuestras ciudades, es necesario dar cuenta que la marginalidad y la informalidad son fruto de los déficits cuantitativos y cualitativos acumulados en la ciudad, entendida integralmente como un todo.

Frente a estas problemáticas, en el ámbito internacional se han formulado linea-mientos y directrices que involucran, por una parte, a la banca internacional, particu-larmente al Banco Interamericano de Desarrollo y al Banco Mundial, y recientemente alBancoAlemánKfW,conlaformulacióndeprogramasyproyectosde“cooperación”orientados a la superación de la pobreza y el fortalecimiento de la democracia. Por otra parte, se cuenta, igualmente, con convenios y pactos internacionales suscritos por Co-lombia en materia de desarrollo, hábitat, vivienda, y en general en aspectos relacionados con el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de la población colombiana, regidos principalmente por los acuerdos suscritos con las Naciones Unidas en la Cumbre del Milenio y los Encuentros de Hábitat realizados en diversas partes del mundo.

60 De la misma forma como ocurre con la noción de pobreza, la definición de precariedad puede en-tenderse desde distintas perspectivas y con base en distintos conceptos y formas para medirla. Sin embargo, a partir de la inclusión de este término en la decimoprimera meta del milenio de la ONU queplantealanecesidadde“Lograr,parael2020,unamejorasignificativaenlascondicionesdevidadealmenos100millonesdehabitantesdeasentamientosprecarios”,seentiendecomoelre-sultado de la combinación de diversas dimensiones de la vida humana que van desde las condicio-nes económicas y materiales, hasta los estilos de gobierno y las formas de participación, entre otras. Unejemplodeellosonlasrecomendacionesquedesarrollanlameta11:“Promoversistemasdebuena gobernanza urbana. Establecer estructuras institucionales facilitadoras involucrando a todos los actores, Implementar y monitorear estrategias de desarrollo de ciudad orientadas en favor de los habitantes más pobres, Estimular las iniciativas de los habitantes de los asentamientos precarios y reconocer el rol de las mujeres en las mismas. Garantizar la tenencia segura, consolidar los dere-chos de posesión y regularizar los asentamientos informales. Involucrar inquilinos y propietarios en la búsqueda de soluciones dando prioridad al interés colectivo, Adoptar un enfoque progresivo en el mejoramiento de los asentamientos precarios. Conjugar aportes municipales, subsidios cruzados y contribuciones de los beneficiarios para asegurar la factibilidad financiera de la mejora de los asentamientos precarios, Diseñar y negociar planes de reubicación solamente cuando sea absolu-tamente necesario. Combinar el mejoramiento de asentamientos precarios con la generación de empleo y desarrollo económico local. Desarrollar nuevas áreas urbanas a través de la habilitación detierraseinfraestructurabásica”.

Page 137: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

138

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

3. Las experiencias en América Latina en torno al mejoramiento integral de barrios61

“Elcrecimientourbanohatraídograndesavancesenlaproductividadeconómicadelas naciones, aunque al mismo tiempo ha generado –especialmente en los países en desarrollo– problemas urbanos y sociales de dimensiones extraordinarias. En América Latina en particular, el crecimiento del empleo y de la infraestructura urbana se ha quedado a la zaga del aumento demográfico, creando una brecha que ha sido llena-dapor los sectores informales tantode la economía comode laspropias ciudades”(Brakarz y otros, 2002: 1).

En América Latina, para enfrentar el crecimiento urbano, la autoproducción de vivienda y resolver la satisfacción de las carencias materiales de vida de la población ubicada en asentamientos informales, varios gobiernos han formula-do e implementado estrategias, la mayoría de las veces financiadas por la banca internacional62, en ellas el mejoramiento integral de barrios ha jugado un papel trascendente. A continuación exponemos las características de estas intervencio-nes a nivel latinoamericano.

Al problema de la informalidad urbana, como se le ha denominado, el Es-tado ha respondido institucionalmente tratando básicamente de integrar lo in-formal a lo formal a través de diversas estrategias y múltiples componentes de intervención que han comprendido desde la intervención físico-espacial, a partir de la construcción de obras de infraestructura de diversas escalas, hasta la im-plementación de componentes de desarrollo social y comunitario, que reciente-mente involucran como referente para la acción la noción de capital social. Dicho problema se asocia con precarias condiciones de vida, al concentrarse en estos sectores“informales”,pobreza,malascondicionesambientalesyderiesgos,yengeneral, marginalidad urbana. Para el caso de América Latina, los Estados han venido agenciando la construcción de diversas estrategias de intervención orien-tadas a resolver el problema de la urbanización informal mediante la implemen-tacióndeprogramasintegradosdemejoramientodebarrios,“…enloscualessecombina el mejoramiento de infraestructura de los asentamientos informales con

61 Las reflexiones presentadas bajo este título son tomadas de Brakarz y otros (2002).62 Desde mediados de los años ochenta y hasta el año 2000, el Banco Interamericano de De-

sarrollo había apoyado más de 17 proyectos de mejoramiento barrial, con la inversión de un monto cercano a los 2.600 millones de dólares. Los aportes referidos a continuación recopilan los planteamientos contenidos en el texto publicado por el Banco Interamericano de Desa-rrollo –BID–, a finales del año 2002 bajo el título Ciudades para todos. La experiencia reciente en programas de mejoramiento de barrios (Brakarz y otros, 2002).

Page 138: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

139

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

laentregadeserviciossociales”(Brakarzyotros,2002:1).Enestetipodeexpe-riencias se destacan países como Chile, Colombia, Brasil y Perú entre otros. Estos programas, definidos como metodología de intervención, han logrado, a juicio de algunos expertos, ser una herramienta importante para intervenir en aspectos urbanísticos y al mismo tiempo contribuir a resolver necesidades de grupos vul-nerables de población63.

Conocidos como Programas de Mejoramiento Barrial –PMB– y como es-trategia empleada por gobiernos locales para abordar diversos problemas entre los que se cuentan la pobreza urbana, la integración física, social y económica de los asentamientos informales a la ciudad, han venido convirtiéndose en estrate-gias efectivas para el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de estos sectores urbanos (Brakarz y otros, 2002: 27). El objetivo fundamental de losPMBes “solucionar completamente losproblemasde los asentamientosinformalesdeunadeterminada jurisdicciónterritorial…definiendoprioridadesy focalizando los recursos en los hogares de menores ingresos (Brakarz y otros, 2002: 44)64. Son programas de urbanización in situ que actúan sobre el problema de la informalidad urbana, aprovechan lo invertido por los habitantes en la cons-trucción de sus viviendas y hacen hincapié en la participación de las comunidades para la ejecución de las obras públicas.

Inicialmente los PMB se orientaron a la provisión de infraestructura y servicios urbanos en los barrios para garantizar condiciones mínimas de salubridad y regularizar la tenencia de la tierra. Actualmente los PMB incluyen otros componentes orientados a atender las carencias sociales de grupos vulnerables, principalmente niños, ancianos y grupos de mujeres (Brakarz y otros, 2002: 27), además, con esto se contribuye a:

- La integración de la ciudad formal con la informal, al igualar el nivel de servi-ciosentrelosbarrios“ricosylospobres”,mediantelaprovisióndeunpaquetemínimo de inversiones de infraestructura y, por ende, se contribuye a elevar el nivel de calidad de vida en el barrio.

63 Las acciones de intervención en materia de mejoramiento barrial, han despertado el interés de las Naciones Unidas y el Banco Mundial, a través del Centro para los Asentamientos Huma-nos–Hábitat–,interésquesehaevidenciadoenlacampañamundialdenominada“Ciudadessinasentamientosinformales”.

64 Sin embargo esto varia, según se trate de programas nacionales o locales. En los primeros los recursos se distribuyen regionalmente, bajo parámetros de equidad para disminuir el des-equilibrio regional y en los casos en los que se aportan recursos de cofinanciación, se procura el apalancamiento de los recursos locales. En el segundo, la participación comunitaria y los incentivos locales, inciden mayoritariamente en la orientación de los recursos.

Page 139: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

140

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

- La provisión de servicios sociales dirigidos a grupos vulnerables, mediante la flexibilización y combinación de acciones que se ajusten a las necesidades de las comunidades; la promoción de la intervención integral para cubrir las necesidades más urgentes de las poblaciones beneficiadas; y la ejecución inte-grada y coordinada de los distintos componentes.

- El fomento de la participación de la comunidad en todas las fases de los proyec-tos de intervención: diseño, ejecución y mantenimiento de los servicios (Brakarz y otros, 2002).

Gradualmente, los PMB han ido variando sus lógicas y líneas de intervención, al pasar de centrarse inicialmente en la solución de cuestiones como el saneamiento básico y la tenencia de la tierra, a transitar lentamente al mejoramiento integral de las condiciones de vida de los beneficiarios, el estímulo a la participación de la comunidad y la mejora en la gestión de los servicios urbanos. Todo esto a partir de buscar alcanzar en el territorio la coordinación de un conjunto integrado de programas sociales en procura de mejorar la eficiencia en la prestación de los servi-cios sociales y aumentar el impacto sobre las poblaciones y los grupos beneficiarios (Brakarz y otros, 2002: 31). La variación en los temas de intervención se asocia en muchos de los casos al carácter multivariable y multisectorial de los problemas que se deben resolver en materia de calidad de vida a nivel urbano, esto demandando intervenciones coordinadas por parte del Estado. En este sentido, los PMB se des-tacan en América Latina por ser herramientas para:

- Luchar contra la pobreza, pues son programas dirigidos a un territorio es-pecífico, con el fin de reducir desigualdades en infraestructura, servicios de los hogares localizados en asentamientos informales65. También para la provisión de vivienda y reasentamiento de población, como mitigación del riesgo, regularización de la propiedad y prevención de la proliferación de asentamientos informales.

- Ser instrumentos de desarrollo urbano, al posibilitar la realización de obras en diversas áreas mediante la focalización de la inversión en sectores urbanos de alta concentración poblacional, con ellos se potencia el impacto de las inversiones en sectores poblacionales de bajos ingresos. En este sentido, lo

65 Se realizan inversiones en proyectos para la construcción de infraestructura de salud, sanea-miento básico, servicios sociales, centros de salud, escuelas, guarderías infantiles y centros de atención a grupos vulnerables como madres cabeza de hogar, jóvenes, infantes y, finalmente, la entrega de títulos de propiedad. También se destacan las inversiones en materia de re-ducción de la vulnerabilidad ambiental y social en temas como la seguridad ciudadana y la prevención en el uso de drogas.

Page 140: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

141

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

programas contribuyen a resolver los problemas de segregación socio-espacial de los barrios “periféricos” al posibilitar la integración de lo informal a loformal,atravésde“laexpansiónderedesdetransporte,sistemasvialesydeserviciosurbanoscomoelalumbradopúblicoylarecolecciónderesiduos…como resultado final, nos encontramos con valorización de predios aledaños a las obras construidas, aumento de la seguridad ciudadana y mejoramiento de losindicadoresdesalud,entreotros”(Brakarzyotros,2002:29).

- Constituirse en elementos importantes de la política de vivienda, como comple-mento a las políticas que promueven soluciones habitacionales, particularmen-te para aquellos sectores con limitaciones para el acceso al crédito y a soluciones formales de vivienda (Brakarz y otros, 2002: 28).

Para la inversión de los recursos se ha procurado la definición de criterios que los orienten hacia el beneficio de los sectores poblacionales de menores ingresos y con mayores carencias en infraestructura y servicios, con esto se busca que los recursos per capita invertidos sean similares en todos los barrios. En algunos de los casos se han empleado diversos mecanismos para la asignación de los recursos dependiendo del agente local, nacional o internacional que provee los recursos.

3.1. Elegibilidad y asignación de recursos

En el caso de la asignación de recursos entre regiones y municipios, para los proyec-tos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo –BID–, la elegibilidad se fundamenta en la horizontalidad de la distribución, asociada a la pobreza relativa de cada región o municipio. Otro factor importante se asocia con el fomento al es-fuerzo local en materia de financiamiento, esto posibilita la expansión de los recur-sos disponibles para los programas y atender una mayor cantidad de beneficiarios. Para lograr estos objetivos se han aplicado dos formas disímiles de asignación: por concursoyporaplicacióndefórmulamatemática.“Enlaasignaciónporfórmulase busca incorporar factores que reflejen la situación de la región o el municipio en materia de indicadores de pobreza (como el porcentaje de la población con ne-cesidades básicas insatisfechas) y en relación con las demás regiones o municipios. Mediante la utilización de la fórmula se establece el monto asignado a cada región o departamento y queda por definir la selección de los barrios específicos. Esta selecciónpuederealizarseusandocriteriosdepobrezaydéficitdeinfraestructura”(Brakarz y otros, 2002: 46 y ss).

La formula adoptada por el Programa de Mejoramiento de Barrios de Bolivia para la asignación de fondos entre los nueve departamentos del país, esencialmente pondera la población más carente de cada departamento por la población del país

Page 141: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

142

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

con NBI y compara esta proporción con el porcentaje de la población nacional que vive en el departamento. La formula es la siguiente:

CDi = {[PNBi / PNBIi] + [PNBi / PDi]} / {[PNBi / PNBIi] + [PNBi / PDi]}

Donde:

CDi = factor para determinar el cupo del departamento i (fondos asignados al departamento)

PNBi = población del departamento i con NBI

PNBIi = población total del país con NBI

PDi = población total del departamento i

NBI = Necesidades Básicas Insatisfechas.

En el caso de las localidades y ante la escasez de recursos financieros, se es-tablecen otro tipo de criterios –preferiblemente técnicos– para la asignación de los recursos y la priorización de los barrios que deben ser intervenidos. En este sentidoseaplicauncriterioenelquelapobrezarelativayla“eficienciadelain-versión”predominanenladecisión.Entrelosindicadoresmásempleadosparaladeterminación de población vulnerable se encuentran los siguientes:

- Porcentaje de población de madres cabeza de hogar.- Proporción de viviendas precarias con altos índices de hacinamiento.- Nivel de ingreso promedio de los hogares.- Los indicadores de NBI (los cuales, por ejemplo, están difícilmente desagrega-

dos en el ámbito territorial barrial).

Por otro lado, el criterio de eficiencia corresponde al número de familias be-neficiadas por unidad de inversión. En este caso se priorizan las unidades barriales con mayor concentración poblacional para que el costo de inversión por unidad permita atender la mayor cantidad de población. Estos criterios permiten diseñar un sistema de puntaje para la selección de los barrios o en general de las unidades por intervenir, y también estimar la cuantía de los recursos que se van a invertir. Por otra parte, la focalización debe efectuarse según consideraciones de carácter social, ambiental, político, económico y cultural.

Entre los criterios más destacados a nivel latinoamericano encontramos los siguientes:

- Focalización social: atada a condiciones socio-económicas de los hogares resi-dentes en los barrios.

Page 142: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

143

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

- Factores ambientales: para no afectar negativamente el medio ambiente o promover su conservación o la mitigación del riesgo, favorecen también la de-terminación de medidas en barrios para ser reasentados o que los asentamientos ocupen lugares de conservación ambiental, cultural o artística.

- Viabilidad legal: este criterio busca asegurar la factibilidad de la legalización de propiedad y de la inversión pública, para garantizar que el proceso se agencie en zonas de litigio.

- Viabilidad urbana: aspecto predominante para lograr la incorporación del ba-rrio al sistema urbano local, en materia de prestación de servicios, accebilidad y movilidad, entre otros aspectos.

- Densidad urbana: aspecto que se tiene en cuenta con el fin de dar prioridad a las áreas más consolidadas para que la inversión genere mayor impacto (Brakarz y otros, 2002: 47 y ss).

En términos generales, la inversión en materia de mejoramiento barrial, luego de la aplicación de muchos de los criterios descritos anteriormente, se asocia con los siguientes aspectos:

- Construcción de obras de infraestructura de servicios destinados a mejorar las condiciones de vida de la población beneficiada, entre los que se incluyen infraestructura sanitaria, agua potable, disposición de aguas servidas, desagües pluviales, vías, alumbrado público.

- Servicios complementarios a la inversión física para atención de grupos vulne-rables, entre los que se incluye infraestructura social como guarderías infantiles, puestos de salud, escuelas, centros sociales y programas sociales y en los que se abordan ayudas para capacitación laboral, rehabilitación, prevención de enferme-dades, control de natalidad, apoyo a madres cabeza de hogar, entre otros.

- Acciones orientadas a la generación de empleo e ingresos. “Enmuchosdeestos programas aparecen acciones orientadas a mejorar el ingreso mediante la ca-pacitación de mano de obra y el fomento a las pequeñas y medianas empresas y comercios. Entre las acciones más destacadas podemos contar: capacitación especia-lizada, becas para cursos profesionales específicos, asistencia técnica a profesionales autónomos y microempresarios, apoyo de gestión a micro productores o unidades productivas, a través de micro crédito y aumento de la escolaridad con programas de complementación para adultos, destinados a completar su educación formal, facilitándolesasíelaccesoalmercadodeltrabajo”(Brakarzyotros,2002:36).

- Acciones de apoyo a programas orientadas a mejorar su efectividad y ase-gurar sostenibilidad en el tiempo, incluyendo acciones de prevención de ur-banización informal, preparación de proyectos de urbanización, ingeniería y arquitectura y, además, comunicación y difusión de proyectos.

Page 143: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

144

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Se puede observar en el cuadro siguiente la síntesis de los componentes de las acciones de mejoramiento barrial que adelantan varios países de América Latina y que resume Brakarz.

Cuadro. Componentes de los programas de mejoramiento de barrios en América Latina.

Componentes de los programas

País

Chile Colombia Argentina Brasil Brasil Brasil Bolivia Brasil

PMB MVE PROMEBA PROAP PBV HBB SMB PROAP II

90/95 1995 1996 1995 1996 1998 1998 2000

Infraestructura

Agua potable

Soluciones de alcantarillado

Drenaje pluvial

Sistema vial

Alumbrado público

Energía eléctrica

Servicios urbanos

Recolección de basuras

Soluciones de vivienda

Módulos o casetas sanitarias

Mejoramiento de viviendas

Reasentamiento

Servicios y equipamientos sociales

Locales y servicios comunitarios

Plazas públicas, canchas deportivas

Guarderías infantiles

Page 144: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

145

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Componentes de los programas

País

Chile Colombia Argentina Brasil Brasil Brasil Bolivia Brasil

PMB MVE PROMEBA PROAP PBV HBB SMB PROAP II

90/95 1995 1996 1995 1996 1998 1998 2000

Servicios para grupos vulnerables*

Puestos de salud

Generación de trabajo e ingresos

Medio ambiente

Arborización y forestación

Recuperación y mitigación ambiental

Regularizacion de propiedades

Ordenamiento del Suelo

Regularización / Titulación

Desarrollo comunitario

Educación sanitaria y ambiental

Promoción de la organización comunitaria

(*) Servicios sociales diversos, cuya definición se hace a partir de las necesidades expresadas por la comunidad.

Siglas

PMB: Programa de Mejoramiento de Barrios, Chile.MVE: Programa de Mejoramiento de Vivienda y Entorno. Red de Protección Social, Colombia.PROAB I y II: Programa de Regularización de Asentamientos Populares, Favela-Barrio. Etapas I y II, Río de Janeiro, Brasil.PROMEBA: Programa Nacional de Mejoramiento de Barrios, Argentina. PBV: Programa Baixada Vida/Nueva, Gobierno Estadual de Brasil.SMB: Programa de Apoyo al Sector Habitacional, Subprograma de mejoramiento de barrios, Bolivia.HBB: Programa Habitar Brasil. Gobierno Federal, Brasil.

Fuente: Brakarz (2002: 30)

Page 145: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

146

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Muchos de estos aspectos se han basado en una noción mínima de satisfacción de necesidades, distantes de los básicos vitales requeridos por una comunidad para subsistir dignamente y que trascienden la construcción de infraestructura. Entre los logros más destacados tenemos los siguientes:

- Mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes urbanos y reducción del pobreza, al posibilitar el acceso a la prestación de servicios públicos y promover la disponibilidad de equipamientos de uso colectivo, salud y salubridad. Se cuenta también el mejoramiento de las condiciones de acceso a las viviendas y a los lo-cales de trabajo, producto de la inversión en vías. Finalmente, la construcción de escenarios deportivos e instalaciones que posibilitan la oferta de espacios para el usodeltiempolibredepoblacionesdejóvenes,bajolaorientaciónde“tutores”.

- Sinergia entre los distintos componentes, a partir de las acciones institucionales que se realizan de manera simultánea con un carácter integrado y comple-mentario, y propician mayor impacto del que se podría esperar en la ejecución individual de los mismos.

- Mejoramientodelascondicionesdeseguridadpública,asociadoala“supera-cióndelaislamientofísicodelosasentamientos”,lainstalacióndealumbradopúblico y al control social ejercido por las comunidades sobre el espacio público, fruto del mejoramiento de las condiciones físicas y del proceso organizativo. Por otra parte, la seguridad se asocia con la oferta de programas de capacitación laboral, orientado particularmente a la población juvenil, susceptible de caer en dinámicas de delincuencia y drogadicción.

Se destacan igualmente los logros en el ámbito urbano, tales como:

- Garantizar la integración de las zonas informales a la ciudad formal en diver-sas dimensiones. Esto se asocia con la ruptura de fronteras entre los asentamientos pobres y los ricos. Por otra parte, la regularización de la propiedad introduce aspec-tos relevantes asociados a la tributación y el establecimiento de cargas impositivas, como fortalecimiento de la estructura de mercado de suelo urbano.

- Mejoramiento de las condiciones de vivienda, proceso que se asocia con la construcción de infraestructura urbana, prestación de servicios públicos y do-miciliarios, como la regularización de la propiedad. Por estas razones los PMB forman parte de la política de vivienda y complementan las acciones de apoyo a la construcción de vivienda e infraestructura barrial.

- Valorización inmobiliaria, que es una de las forma objetivas para la medición del impacto del mejoramiento; la construcción de infraestructura física y el desarrollo de programas sociales contribuyen a esto, y se liga, además, con el estímulo a acti-vidades económicas realizadas usualmente en las residencias.

Page 146: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

147

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

- Impacto en la estructura espacial, social, económica y ambiental de los sectores urbanos, que es percibido en tiempos relativamente cortos de tiempo.

Con respecto a la sostenibilidad de los procesos de mejoramiento barrial, se hace referencia, en el ámbito latinoamericano, a los siguientes aspectos:

- Asegurar la integración de los servicios a las redes existentes.- Fijar cargas impositivas por la prestación de los servicios como mecanismo de

recuperación de la inversión local.- Considerar sistemas alternativos de operación y mantenimiento.- Vincular organizaciones sociales y no gubernamentales en la provisión y man-

tenimiento de ciertos servicios y cuidado de infraestructura.- Garantizar que los programas de mejoramiento se constituyan en instrumen-

tos de política pública, que contribuyan a resolver el problema de la margi-nalidad urbana, mediante su incorporación como componentes sustanciales de las políticas públicas de vivienda en los ámbitos nacional, regional o mu-nicipal. Dicho proceso se puede reforzar, tal como lo demuestra la experiencia acumulada, mediante la provisión de subsidios para infraestructura colectiva en barrios pobres.

- Formular políticas complementarias que contribuyan a resolver el problema de la urbanización informal y conjuren las fallas del mercado en materia de provi-sión de vivienda, dirigidas a sectores de bajos ingresos, sin negar la importancia de la intervención a escala barrial.

- Considerar la importancia y trascendencia de la participación de los gobiernos locales, regionales y nacionales en la formulación y ejecución de los programas de mejoramiento barrial, ya que sin su concurso y provisión de recursos finan-cieros, sería absolutamente imposible ejecutar este tipo de intervenciones.

- Potenciar la capacidad técnica de las entidades estatales para la ejecución de los programas, debido a que éstos demandan operaciones complejas que invo-lucran la ejecución simultánea de varios componentes que posibiliten integrar intervenciones físicas con intervenciones sociales.

- Ejecutar de manera integrada las acciones por parte de las entidades estatales se convierte en un aspecto de crucial importancia para potenciar los recursos invertidos y el impacto social.

- Continuar acompañando a la comunidad auque se hayan finalizado las obras físicas porque la integración urbana se realiza en el mediano y largo plazo, y las comunidades demandan de acompañamiento permanente.

- Potenciar la intervención estatal y privada mediante la regularización de la te-nencia de la propiedad con el fin de mejorar las condiciones de vida de las co-munidades urbanas.

Page 147: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

148

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

- Construir en los ámbitos nacional, regional y municipal el Programa de Mejo-ramiento Barrial como política pública y asociado con las políticas de vivienda y lucha contra la pobreza.

4. ¿Bogotá: ciudad autoproducida y/o ciudad planificada?

En la actualidad Bogotá es considerada como una de las ciudades de América Latina más grandes; su crecimiento se asocia, entre muchos otros factores, a las dinámicas propiciadas por más de 60 años de confrontación política y militar entre diversas facciones políticas y tendencias ideológicas, y por la cualificación del conflicto armado interno. Así mismo, se asocia a las condiciones estructurales de inequidad y pobreza inherentes al modelo de desarrollo. El crecimiento poblacional de manera particular incide en las dinámicas de crecimiento urbano, porque los recién llegados demandan espacio para la realización de sus necesidades materiales y espirituales, esto deriva en la autoproducción de espacios y la estructuración de dinámicas denominadas de “mercadoinformal”comoestrategiasqueordenanlosprocesosdeconfiguracióndelentramado urbano. Dichos fenómenos se acentúan en la medida en que no existan políticas públicas para la generación de ofertas de vivienda social que, por ejemplo, sean asequibles a pobladores urbanos de bajos ingresos, o en tanto el mercado sea el únicoofrecerecursos“sinlaintervencióndelEstado”.

Para finales de los años noventa, el Plan de Ordenamiento Territorial de Bo-gotá –POT–, estimaba que la población en condiciones de marginalidad en la ciu-dad ascendía al 20,7% del total de habitantes urbanos, aproximándose a un millón cuatrocientos mil personas66. Así mismo, el gobierno colombiano estimaba que para 2003, más de un millón trescientos mil hogares configuraban asentamientos precarios en diversas ciudades67. Este crecimiento se puede asociar, igualmente, a la condición natural que tiene Bogotá de ser atractor porque para los moradores de los espacios rurales y de pequeñas ciudades aledañas representa a la gran urbe más que un refugio. Potencialmente es un espacio que cuenta con más oportunidades de acceso al merca-

66 El total de habitantes se estimaba en cerca de 6’750.000 personas (DAPD, 2000a).67 En el documento Ciudades Amables (DNP, 2005) se incluye la proyección estratégica que para el

país formula el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, en el texto Colombia 2019 (ver www.dnp.gov.co). El documento considera que la estrategia planteada en vivienda debe contemplar cuatro metas: a) evitar la conformación de nuevos asentamientos precarios; b) mejorar las condiciones de los hogares que actualmente se localizan en asentamientos precarios; c) incrementar la parti-cipación del sector financiero en la financiación de vivienda; y d) consolidar un sector edificador eficienteycompetitivo”.Lameta2prevé804.000mejoramientosdeviviendaenlospróximos14 años, esperando cubrir la totalidad del déficit existente presente y futuro.

Page 148: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

149

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

do laboral y de supervivencia en general. Esta tendencia está acentuada en función del modelo de desarrollo imperante que especializa las lógicas de división nacional e internacional del trabajo, lo que asigna a las ciudades un papel trascendente en la acumulación de capital y como centros de control y dirección, de servicios, de ejercicio del poder y del gobierno y, finalmente, como fuentes de mano de obra.

El proceso de desplazamiento de la población de las áreas rurales sometidas por la violencia hacia o de aquellas zonas del país en las que se desarrollan grandes proyectos de inversión económica (estratégicos para la economía nacional e interna-cional), ha incidido en el incremento poblacional focalizado en algunas localidades de la ciudad de Bogotá en los últimos años. Más del 25% de los ciudadanos que llegan a Bogotá han encontrado albergue en la localidad de Ciudad Bolívar; en segundo término se destacan las localidades de Kennedy, Bosa, y Usme, que han recibido cerca del 30% de la población desplazada.

El crecimiento poblacional asociado al fenómeno del desplazamiento for-zado y de emigración urbano rural, como hemos anotado, se constituye en uno de los factores que incide directamente en el crecimiento urbano y el impulso de dinámicas de autoproducción de vivienda, escapando a la regulación de los go-biernos locales, en tanto depende de variables ligadas a problemas estructurales del conjunto de la sociedad. Según cifras de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento –Cohdes– (organización no gubernamental), para 2005 la proporción de desplazados aumentó en un 8% en relación con 2004. La cifra total de población desplazada contabilizada en Bogotá, en 2005, era de 585.000 personas. Esta problemática es compartida por los denominados centros de recepción de población desplazada en todo el país, siendo Bogotá el principal centro, seguido por las ciudades de Calí, Cúcuta, Medellín, Cartagena, Santa Marta, Villavicencio, Valledupar y Florencia, entre otras.

Por otro lado, al analizar a Bogotá y los diecinueve municipios próximos, la población asentada representaría cerca del 19,1% de la población total del país, lo que evidencia un alto grado de concentración poblacional en este mega centro urbano latinoamericano. Este crecimiento plantea otro de los problemas asociado a la dinámica urbana: el agotamiento del suelo urbano destinado a ser urbaniza-do, que incide en el incremento de los precios por metro cuadrado y aleja cada vez más la oportunidad de acceso a espacio en la ciudad para la población recién llegada.Enestecontextocobramayorrelevanciaeldenominado“desarrolloin-formalyprecario”delespaciourbano,queenelcasodeBogotávieneimpulsandofenómenos como la conurbación de estos municipios cercanos. Cifras oficiales proyectan que para 2015, el 85% de la población colombiana se localizará mayo-ritariamente en las ciudades. Según datos del censo 2005, Bogotá está habitada por seis millones ochocientos cuarenta mil ciento dieciséis habitantes (6’840.116);

Page 149: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

150

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

1’948.968 hogares; 1713.147 viviendas, 360.513 unidades económicas y 3.971 unidades agrícolas. Si se mira retrospectivamente, hasta el año 2000 el Distrito Capital había identificado cerca de 1.365 asentamientos de origen informal, que se concentran, principalmente, en las localidades de Bosa, Ciudad Bolívar, Suba, Usme, Kennedy y San Cristóbal.

Por otro lado, atendiendo a los patrones de asentamiento poblacional, me-diados entre muchos otros factores por las relaciones de parentesco, la oferta de servicios sociales e infraestructura o empleo, el asentamiento poblacional se focaliza para el caso bogotano de manera particular en algunas localidades del Distrito, entre ellas Bosa es la más dinámica en crecimiento poblacional, seguida de Ciudad Bolívar, Fontibón, Suba, Usme, Usaquén y Kennedy. En la ampliación del área urbana y en el fortalecimiento de la influencia –en otras palabras, en la condición de atractor del espacio urbano–, juegan papel importante las visiones que sobre la ciudad se construyen y que se materializan en los planes de orde-namiento territorial y en los planes de desarrollo formulados en cada período de gobierno. Todas las lecturas construidas en torno a estos conceptos, asumen la necesidad de plantear la ampliación de la ciudad desde una perspectiva regional, bien sea funcionalmente o en área física. Esta consideración tiene su justificación en dos aspectos: por una parte, en la especialización y espacialización del proceso productivo en función de la productividad, las ventajas comparativas y la compe-titividad en el contexto de la globalización, a partir de lo cual, la ciudad-región es estratégica; y por otra, el agotamiento del suelo urbano. En este sentido, es necesario construir infraestructura de conectividad y movilidad y desarrollar una serie de procesos culturales y sociales de integración, además de herramientas jurídicas y administrativas que permitan la distribución y asignación de recursos, entre otros aspectos, sin contar el relacionamiento económico a partir de la pro-ducción. Es un proceso que va más allá de la simple conurbación geográfica o de la suposición inherente de la integración. Implica que un territorio mucho más amplio se piense en términos urbanos y regionales.

En consecuencia, el crecimiento poblacional asociado a diversas variables, conjugado con problemas estructurales de la ciudad y del país, traen como consecuencia el incremento en la demanda de servicios sociales, obras de in-fraestructura y en general equipamientos colectivos para la satisfacción de las necesidades de la población que habita la ciudad y que llega para ocuparla permanentemente. Así mismo, incrementa la vulnerabilidad de los espacios socialmente producidos cuando el crecimiento urbano es mediado por la auto-producción de vivienda sin el cumplimiento de los mínimos requerimientos de construcción lo que incrementa la vulnerabilidad de los asentamientos cuando convergen problemas geológicos, ambientales, físicos y de saneamiento.

Page 150: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

151

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

4.1. Algunos datos sobre la pobreza en la ciudad de Bogotá

De toda la población que habita la ciudad, aquella ubicada en las localidades de Ciu-dad Bolívar, San Cristóbal y Usme concentran un mayor porcentaje de personas en condición de pobreza y en condición de miseria (DANE; DAPD, 2003). Aunque la localidad de Kennedy presenta un menor porcentaje de población en estas dos condi-ciones, en números reales muestra tener un número de población similar al de la loca-lidad de Ciudad Bolívar en condición de pobreza y al de la localidad de San Cristóbal en condición de miseria. Por su parte, la localidad de Santa Fe tiene altos niveles de pobreza y de miseria que deben ser atendidos por otros programas distritales.

Localidades con mayores índices de pobreza y de miseria por NBI68.Bogotá, D.C., 2003.

LocalidadPob.total

# Pers.en pobreza

%# Pers.

en miseria%

Ciudad Bolívar 602.697 97.447 16,20 17.931 3,00

San Cristóbal 488.407 77.284 15,80 16.121 3,30

Usme 252.511 37.291 14,80 5.367 2,10

Santa Fe 126.014 16.117 12,87 1.954 1,60

Bosa 525.459 51.135 9,70 7.946 1,50

Tunjuelito 225.511 20.965 9,30 2.380 1,10

Kennedy 898.185 81.523 9,10 13.583 1,50

La Candelaria 26.892 2.418 8,30

Total Bogotá 6.861.499 536.279 7,80 77.182 1,10

Fuente: DANE, DAPD. Encuesta de Calidad de Vida, 2003.

De acuerdo con los datos presentados en el gráfico anterior, más del 12% de la población de cada una de las localidades de Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Usme y Santa Fe tienen insatisfecha al menos una de las necesidades básicas, es decir, se

68 El índice de Necesidades Básicas Insatisfechas atiende a consideraciones de índole física y social que se determinan a partir de cinco indicadores: vivienda inadecuada, vivienda sin servicios, alta dependencia económica, inasistencia escolar y hacinamiento. La condición de pobreza está establecida por la existencia de uno de estos indicadores; dos o más NBI se con-sideran como situación de miseria (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2003).

Page 151: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

152

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

encuentra en situación de pobreza, especialmente la localidad de Ciudad Bolívar (UPZ San Francisco, Lucero, El Tesoro, Ismael Perdomo, Jerusalén), San Cristóbal (UPZ San Blas, La Gloria, Los Libertadores), Usme (UPZ La Flora, Danubio, Gran Yomasa, Comuneros, Alfonso López). De acuerdo con las variables socio-económi-cas presentadas –pobreza, miseria, población en estratos 1 y 2, y población despla-zada–, se identifican 5 localidades que presentan 3 o 4 de estas variables: Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Bosa, Usme y Kennedy y una localidad, Santa Fe, en la que se presenta una sola de las variables. En estas seis localidades se encuentran 18 UPZ clasificadas como de mejoramiento.

Localidades con mayor población en condiciones de pobreza, miseria, estrato 1 y 2 y desplazamiento.

Pobreza Miseria Estratos 1 y 2 Población desplazada

1. Ciudad Bolívar Ciudad Bolívar Bosa Ciudad Bolívar

2. San Cristóbal San Cristóbal San Cristóbal Kennedy

3. Bosa Bosa Usme Bosa

4. Usme Usme Santa Fe Usme

Según la estratificación socio-económica69, el 44% de los habitantes del Dis-trito se encuentra clasificado en los dos estratos más bajos y las localidades que se revelan más pobres de acuerdo con esta clasificación son Santa Fe, San Cristóbal, Usme, Tunjuelito, Bosa y La Candelaria, con más del 60% de su población clasi-ficada en estrato 2, en estas localidades se encuentran 11 UPZ de mejoramiento. En inferior condición, localidades como Ciudad Bolívar presentan más del 47% de la población en estrato 2 y un 46% en estrato 1, esto la convierte en una de las localidades con mayor número de UPZ de mejoramiento (5) y Usme con más del 60% en estrato 2 y un 26% dentro del estrato 1, caracterizada también por tener cinco UPZ de mejoramiento.

69 La estratificación socio-económica considera los indicadores físicos como manifestaciones de la pobreza, entre ellos: materiales de las fachadas de las viviendas; tamaño del frente, de las puertas o ventanas, antejardines, garajes, etc.; características del entorno inmediato (vías de acceso, andenes y focos de contaminación, entre otros); contexto urbanístico (zona y servicios públicos). (SHD y DAPD, 2004).

Page 152: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

153

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

5. Aproximación conceptual a la definición política y a algunas experiencias de mejoramiento integral de barrios en Bogotá

5.1. Caracterización conceptual del mejoramiento barrial a partir de las experiencias en Bogotá, D.C., 1972-2006

Desde 1972 se vienen realizando experiencias de intervención en materia de me-joramiento integral de barrios70, las cuales han orientado su acción a partir de la identificación de un problema central, la definición de un objetivo y una población objeto, como la construcción de una estrategia de intervención, componentes, lí-neas y pautas de acción y la definición de unas escalas de intervención. Sin entrar a detallar cada uno de estos aspectos, intentaremos aproximarnos fundamentalmente a la idea problema que se intentan afectar a nivel urbano y a la vez identificar la orientación de la intervención en términos conceptuales, para la ciudad de Bogo-tá. El Programa Integrado de Desarrollo Urbano de la Zona Oriental de Bogotá –Piduzob– en sus dos fases, procuraba la integración de la parte oriental de la ciu-dad a la zona urbana a través de la prestación de servicios y la construcción de infraestructura vial para habitantes urbanos de los estratos más bajos. La noción predominante es la de integración urbana mediante la prestación de servicios (salud y educación, principalmente) y la construcción de infraestructura en general, me-diada por unas escalas de carácter zonal y metropolitano. Todo este proceso estaba soportado, además, en la configuración de un subprograma de mejoramiento insti-tucional orientado hacia las entidades distritales de carácter público con competen-cia en las distintas acciones.

Hacia 1985, la experiencia agenciada por la Naciones Unidas en Bogotá71 expresa ampliamente la intención de aportar en la construcción de una metodo-logía de intervención en sectores populares urbanos, tales como incidir sobre la calidad de vida de los asentamientos populares mediante la intervención en los espacios habitables y del espacio público con la construcción de espacios colecti-vos y prestación de servicios comunitarios, y con la promoción de la participación

70 Se hace referencia a este año por la documentación referida. No significa que no se hayan producido acciones de mejoramiento barrial previamente a estos años en la ciudad de Bogotá. Así mismo, las experiencias de MIB fueron ampliamente caracterizadas en el primer informe de la Consultoría CVP-UNC (agosto 2006).

71 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD (1985). Acciones integradas para el mejoramiento de la calidad de vida en los asentamientos populares urbanos Con claridad. Este programa anotaba que no pretendía resolver en su totalidad aquellos aspectos deficitarios que en materia de calidad de vida sufrieran los habitantes de los sectores populares urbanos.

Page 153: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

154

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

de la comunidad. Así mismo, se orientaba a fortalecer la administración distrital a través de la planeación, la programación, la ejecución y el trabajo mediado por la descentralización. La escala de intervención fue zonal y en síntesis buscaba la vinculación de los sectores populares urbanos a las actividades productivas de la ciudad, mediante tres componentes: social, obras e institucional, promoviendo la participación de la comunidad en el marco de la descentralización. Entre 1996 y el año 2000, en la ciudad de Bogotá se ejecuta el Programa Obras con Saldo Pedagógico, definido como una metodología, para fortalecer las capacidades colec-tivas y las redes sociales de los barrios a través de la gestión y ejecución de obras en el espacio público a pequeña escala y en general el desarrollo de acciones de mejoramiento al entorno en las unidades barriales. Las comunidades organizadas accedían a la financiación de los proyectos mediante concurso. Dos componentes destacaban en este proceso: el social y el de obras.

Para el período comprendido entre 1999 y 2006, se agencia el Proyecto de Mejoramiento Barrial Sur con Bogotá, que, mediante la aplicación de una escala de intervención que combinaba distintas dimensiones así: barrial, local y zonal, pre-tendía institucionalizar un modelo de intervención en mejoramiento barrial a nivel distrital en zonas urbanas con barrios en desarrollo progresivo en aras de su consolidación, a través de la planeación y la gestión coordinada entre las entidades distritales y la par-ticipación de la comunidad, para potenciar sus capacidades. La ejecución se desarrolló a partir de la intervención en tres componentes: social, obras e institucional.

Entre las acciones destacadas se resaltan la construcción de infraestructura en diversos ámbitos, la legalización de barrios y la prestación de servicios en general, así como la intención de promover la sostenibilidad de las acciones conducentes al mejoramiento de la calidad de vida de la población en condiciones de pobreza y el de-sarrollo de acciones institucionales que vincularán a la comunidad y al sector privado, con lo que se potenciaban las capacidades de la comunidad.

Entre 1998 y 2000, el Programa Acciones para la Convivencia, mediante la ejecución de obras pretendía el fortalecimiento y la capacitación de las organizaciones comunitarias al propiciar espacios para la planificación de la ciudad, realizar diagnós-ticos participativos y buscar que las comunidades incidieran en las determinaciones sobre lo público y contribuyeran con la administración de los recursos colectivos. En este mismo período, se desarrolló el Programa de Desmarginalización definido como una estrategia de intervención social, masiva, integral y coordinada, para mejorar la calidad de vida de la población de estratos 1 y 2. A través de la ejecución de obras con carácter participativo en unidades barriales72, locales e incluso zonales, se promovió

72 Los barrios para la intervención eran seleccionados según criterios de insuficiencia en los cam-pos de intervención formulados para el programa.

Page 154: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

155

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

la ampliación de infraestructura en materia vial y de servicios públicos; recreación y deporte; infraestructura educativa, en salud y bienestar social; así como acciones en zonas de riesgo y gestión comunitaria e intersectorial. La generación de capacida-des en la comunidad transitaba por un cambio conceptual en el que los habitantes urbanosdelos“barriosdeficientes”,generalmentepertenecientesaestratos1y2,eran concebidos no como receptores sino como gestores de la política. El programa se desarrolló en cuatro fases73.

Así mismo, para el período comprendido entre 1998 y 2001 se ejecutó el Programa de Desarrollo Institucional y Comunitario de Ciudad Bolívar74 finan-ciado con recursos de cooperación internacional y del gobierno nacional. Como objetivo se trazó la política de mejorar las condiciones de vida de los núcleos más desfavorecidos de la localidad Ciudad Bolívar, haciendo énfasis tanto en la creación de oportunidades para mujeres y jóvenes como en el suministro de servicios básicos. Pretendía contribuir al fortalecimiento de la descentralización y el mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones vulnerables a nivel urbano. Hacia el año 2000, en el marco de la formulación del primer POT75 para la ciudad de Bogotá se definió el Programa de Mejoramiento Integral de Barrios –PMIB–, como un componente estructurante de la política de vivienda del distrito capital como del hábitat y segu-ridad humana. El PMIB desde esta orientación buscaba contribuir en la solución la pobreza urbana mediante el mejoramiento del entorno y de la capacidad social de la población asentada en áreas de desarrollo incompleto. Para ello, construyó dos estra-tegias de intervención definidas por la participación y la coordinación institucional y de gestión local. Dicho proceso, desde esta concepción, deberá contribuir a la sostenibi-lidad de las actuaciones como de los recursos invertidos por las entidades distritales en aras de la consolidación del territorio; el mejoramiento de las condiciones socia-les; la creación de condiciones para la participación y la organización social en las Unidades de Planeamiento Zonal –UPZ– como en los barrios de origen ilegal o de desarrollo incompleto.

En el marco de la consolidación urbana, entre 2003 y 2006, el Proyecto de Servicios Urbanos, pretendió dar continuidad a la intervención de la administración distrital en el mejoramiento del bienestar de los habitantes de la ciudad, por medio de planes físicos, de gestión social y asistencia técnica; movilidad, vivienda, servicios

73 Ver caracterización del programa en el primer informe de la Consultoría CVP-UNC (Torres y otros, 2006).

74 Esta experiencia se generó a través de cuatro sub programas: pequeña y mediana empresa; fortalecimiento y coordinación interinstitucional; mejoramiento de vivienda y grupos socia-les; apoyo y promoción de la mujer y de los jóvenes.

75 Ver primer informe de la Consultoría CVP-UNC (Torres y otros, 2006).

Page 155: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

156

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

públicos, saneamiento ambiental; espacio público, planeación y sostenibilidad de las acciones, a través de tres ejes principales: movilidad, mejoramiento integral de barrios y fortalecimiento institucional.

Finalmente, el ejercicio que se construyó en torno a Obras con Participación Ciudadana entre 2003 y 2008, fue concebido como parte integral del PMIB, y fue desarrollado en 26 UPZ caracterizadas como de mejoramiento, cuyo objetivo fue fortalecer las capacidades colectivas y las redes sociales de los barrios mediante la gestión y la ejecución compartida de obras en zonas de mejoramiento. Mejorar las capacidades de gestión de las comunidades y la articulación social de base se asoció con la superación de las condiciones de desarrollo incompleto y mejoramiento de la calidad de vida.

Vale la pena destacar que Bogotá no es la única ciudad que ha venido afron-tando acciones tendientes a propiciar el mejoramiento barrial en Colombia; la ciu-dad de Medellín ha desarrollado también un conjunto de experiencias entre las que se destacan Moravia y Primed. La experiencia de intervención en Moravia, en 198376, que a pesar de ser un sector identificado como de mejoramiento, fue definido como de rehabilitación física de vivienda construida con normas urbanísti-cas, esto generó a la vez intervenciones diversas a partir de la organización de tres componentes: social, obras e institucional. En esencia, se buscaba la consolidación de lo informal bajo los parámetros de la ciudad formal. Por otra parte, la iniciativa para la intervención se constituyó cuando el sector cobró relevancia para la ciudad en virtud de los planes urbano-regionales formulados para Medellín, pues en el sector intervenido se iba a ser construida una vía de carácter regional, que contribuiría al desarrollo económico. Entre 1992 y 1996, en la ciudad de Medellín, se desarrolló el Programa Primed77 que abordó problemas físicos y sociales de la ciudad. Los asentamientos subnormales eran asociados a bajos niveles de calidad de vida, in-salubridad, drogadicción, violencia, inseguridad, a ellos se sumaba la desconfianza de la comunidad hacia las entidades gubernamentales y, además, el asentamiento poblacional en zonas de alto riesgo. Con este programa se pretendía fortalecer pro-cesos de participación ciudadana. Aparte de esto, dos objetivos eran trascendentes, a saber: unificar la ciudad mediante la integración de los barrios subnormales y propiciar el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores en estos sectores. Lo social y lo institucional, al igual que la intervención física mediante obras de infraestructura fueron absolutamente claros en este programa.

76 Ver primer informe de la Consultoría CVP-UNC (Torres y otros, 2006).77 Primed: Programa Integral de Mejoramiento de Barrios Sub-normales de Medellín, 1992-

1996.

Page 156: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

157

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Luego de este breve recorrido, varios aspectos se pueden resaltar. Por una parte, la búsqueda en la construcción de diversos modelos de intervención que conceptualmente apuntan a la superación de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida mediante la realización de obras físicas en general que, agencia-das en diversos ámbitos, dieran cuenta del mejoramiento barrial. Sin embargo, a pesar del discurso de superación de la pobreza, el énfasis principal, más allá del mejoramiento de la calidad de vida, fue el de la integración urbana y la comple-mentación del desarrollo barrial y zonal como corolario fundamental para acceder a mejor calidad de vida. El predominio de lo físico pareciera ser una de las carac-terísticas de este modelo.

En segundo lugar, se destacan los modelos que pretendieron constituirse en experiencias replicables a través de la institucionalización mediante la política pública distrital, pero, además de ello, que incorporaron de manera explícita el componente de lo social, siendo la participación, la gestión local y las accio-nes de fortalecimiento de redes sociales las líneas básicas sobre las que fundó la intervención. La combinación de escalas barriales, locales, zonales y la proyec-ción metropolitana de muchas de estas experiencias, lograron, dependiendo del problema que se iba a resolver, combinar las diversas escalas de intervención y asociar el proceso, no solo con la satisfacción de necesidades materiales de vida, sino también con la construcción de capacidades sociales. Finalmente, se desta-can las acciones de intervención construidas como herramienta pedagógica para el fortalecimiento de la capacidad social y comunitaria de interlocución con el Estado, en las que, explícitamente, la intervención física fue un pretexto para el conocimiento y administración de lo público, en un ejercicio que potencialmente apuntó hacia la construcción de ciudadanía plena.

A continuación se relacionarán de manera general algunos de los logros, di-ficultades y aprendizajes, presentes en las experiencias de Mejoramiento Integral de Barrios, en las ciudades de Bogotá y Medellín, entre 1972 y 2006. Dichos acumulados son expuestos por componente, atendiendo a la discriminación ex-puesta anteriormente.

Page 157: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

158

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Logr

os y

apr

endi

zaje

s po

r co

mpo

nent

es d

e di

vers

as e

xper

ienc

ias

de m

ejor

amie

nto

inte

gral

de

barr

ios

en B

ogot

á, 1

972-

2006

Soci

alO

bras

Inst

ituci

onal

Al tr

atar

de

repl

icar

la e

xper

ienc

ia d

ebe

tom

arse

en

cuen

ta la

par

ticip

ació

n de

los

pobl

ador

es ta

nto

en lo

s or

gani

smos

técn

icos

, de

cont

rol y

fisc

aliz

ació

n de

las

obra

s, c

omo

en la

pla

neac

ión

del p

roce

so. A

sí m

ism

o, la

s co

ndic

ione

s “o

bjet

ivas

” del

con

text

o en

el q

ue s

e pr

eten

de re

plic

ar la

exp

erie

ncia

, pue

s no

to

das

las

ciud

ades

o z

onas

de

la c

iuda

d pr

esen

tan

las

mis

mas

car

acte

rístic

as

o pr

oble

mas

. La

répl

ica

no d

ebe

ser m

ecán

ica.

La p

lani

ficac

ión

y la

eje

cuci

ón d

e ob

ras

de e

spac

io p

úblic

o de

be in

clui

r el

estu

dio

de la

s di

nám

icas

y c

onflic

tos

soci

ales

de

los

barri

os, p

ara

no p

rom

over

di

scor

dias

ent

re la

s co

mun

idad

es. S

e de

be p

rocu

rar,

adem

ás, m

ayor

rela

ción

en

tre lo

soc

ial y

lo fí

sico

.

Los

esce

nario

s de

par

ticip

ació

n y

de p

lane

ació

n zo

nal p

osib

ilitar

on e

ntre

m

ucha

s ot

ras

cosa

s:

- Dar

a c

onoc

er a

los

líder

es m

ás re

pres

enta

tivos

las

polít

icas

dis

trita

les.

- Com

plet

ar la

info

rmac

ión

sobr

e la

s de

man

das

com

unita

rias.

- Con

stru

ir re

laci

ones

sim

ultá

neas

con

otra

s en

tidad

es, c

omo

mec

anis

mos

pa

ra la

coo

rdin

ació

n in

terin

stitu

cion

al.

Se d

ebe

trasc

ende

r la

noci

ón d

e ca

paci

taci

ón, p

ara

orie

ntar

el t

raba

jo h

acia

la

form

ació

n de

la c

omun

idad

en

capa

cida

des

y co

mpe

tenc

ias,

par

a lo

grar

una

m

ayor

vis

ión

que

impl

ique

tran

sita

r de

la v

isió

n de

pro

yect

o a

la d

e pr

oces

o.

Ofic

ializ

ar u

n m

anua

l de

espe

cific

acio

nes

técn

icas

del

mob

iliario

urb

ano

para

zo

nas

verd

es q

ue d

ebe

ser u

tiliza

do p

or to

das

las

entid

ades

del

Dis

trito

e

impl

emen

tar l

a op

erac

ión

de c

omité

s de

par

que

no c

ontra

ctua

l sin

o zo

nal.

Entre

más

lejo

s lle

guen

los

crite

rios

dem

ocrá

ticos

, más

am

plia

ser

á la

vi

ncul

ació

n de

la p

obla

ción

y m

ayor

la in

tegr

ació

n y

efic

ienc

ia d

e la

s en

tidad

es

públ

icas

. Por

ello

se

debe

rá e

stab

lece

r, a

todo

s lo

s ni

vele

s, m

ecan

ism

os d

e pa

rtici

paci

ón e

fect

iva

que

dese

chen

los

esqu

emas

de

parti

cipa

ción

ver

tical

o

auto

ritar

ia y

opt

en p

or u

na p

artic

ipac

ión

dem

ocrá

tica.

La c

omun

idad

deb

e se

r con

cebi

da c

omo

suje

to y

no

com

o un

obj

eto

que

se in

terv

iene

. De

esta

man

era

se lo

grar

á, c

omo

lo e

nunc

ian

muc

has

de la

s ex

perie

ncia

s, q

ue s

e co

nvie

rta e

n ar

tífic

e de

su

prop

io d

esar

rollo

.

Es im

porta

nte

plan

ificar

con

la p

artic

ipac

ión

de to

dos

los

acto

res

invo

lucr

ados

en

la c

onst

rucc

ión

de o

bras

físi

cas,

con

side

rand

o el

con

text

o de

sus

din

ámic

as

soci

ales

y c

omun

itaria

s y

brin

dánd

oles

aco

mpa

ñam

ient

o so

cial

.

Cre

ar u

n si

stem

a de

mon

itore

o de

impa

cto

y la

con

vive

ncia

.

Algu

nas

expe

rienc

ias

abor

daro

n el

pro

blem

a de

la p

obre

za, e

stab

leci

endo

co

mpo

nent

es o

áre

as q

ue in

cidí

an s

obre

lo p

rodu

ctiv

o y

lo s

ocio

-cul

tura

l, m

ás

allá

de

la in

vers

ión

excl

usiv

a en

obr

as d

e in

fraes

truct

ura.

Logr

ar u

n pr

oced

imie

nto

para

logr

ar a

cuer

dos

entre

las

dife

rent

es e

ntid

ades

co

mpe

tent

es p

ara

la a

preh

ensi

ón d

e zo

nas

verd

es y

com

unal

es, c

omo

algo

im

porta

nte

en la

con

stru

cció

n de

infra

estru

ctur

a.

La U

nida

d de

Ges

tión

debe

bus

car l

a fo

rma

de in

cidi

r en

la d

efin

ició

n de

los

está

ndar

es d

e at

enci

ón p

ara

pode

r gar

antiz

ar la

equ

idad

en

la d

istri

buci

ón d

e lo

s be

nefic

ios

y la

sos

teni

bilid

ad d

el p

roce

so d

e m

ejor

amie

nto

urba

no.

Uni

ficac

ión

de lo

s es

cena

rios

de p

artic

ipac

ión

para

no

satu

rar a

las

com

unid

ades

y p

oten

ciar

la p

artic

ipac

ión

“real

” de

las

mis

mas

.Ad

ecua

ción

del

esp

acio

urb

ano

a ni

vel d

e in

fraes

truct

ura

físic

a, m

ovilid

ad

y ac

cesi

bilid

ad, d

esta

cánd

ose

la re

d de

cic

lorru

tas

y el

ord

enam

ient

o de

l es

paci

o pú

blic

o.

Ges

tiona

r rec

urso

s ad

icio

nale

s de

otra

s en

tidad

es (n

acio

nale

s e

inte

rnac

iona

les)

o p

rogr

amas

com

plem

enta

rios

para

dis

min

uir l

os c

osto

s de

la

s ob

ras

para

la c

omun

idad

.

La c

omun

idad

fue

mot

ivad

a a

travé

s de

cap

acita

cion

es p

ara

parti

cipa

r en

pro

ceso

s de

pla

neac

ión,

eje

cuci

ón d

e pr

oyec

tos,

con

est

o se

pro

pici

ó un

sen

tido

de p

erte

nenc

ia c

on la

obr

a co

nstru

ida.

Tam

bién

se

pote

nció

la

cons

trucc

ión

de e

scen

ario

s de

par

ticip

ació

n co

mo

los

Núc

leos

de

Parti

cipa

ción

Zo

nal o

Núc

leos

de

Parti

cipa

ción

Com

unita

ria.

Proc

esos

de

titul

ació

n de

pre

dios

, nor

mat

iviz

ació

n de

UPZ

y p

rom

oció

n de

di

nám

icas

de

plan

eaci

ón z

onal

en

las

que

se d

esta

can

los

plan

es z

onal

es,

form

ulad

os c

on la

s co

mun

idad

es o

rgan

izad

as.

Gar

antiz

ar u

na c

oord

inac

ión

inst

ituci

onal

pre

via

a la

prio

rizac

ión

de c

ualq

uier

tip

o de

obr

as e

n zo

nas

de a

lto ri

esgo

y q

ue la

regl

amen

taci

ón s

ea d

efin

ida

por

las

entid

ades

.

Se d

esta

ca e

l pap

el d

e la

s U

nida

des

de M

edia

ción

en

mat

eria

de

conv

iven

cia

y se

gurid

ad, e

n ta

nto

se a

bord

aron

tem

átic

as re

laci

onad

as c

on e

l con

flicto

en

dive

rsos

ám

bito

s y

se p

oten

ció

la c

apac

itaci

ón d

e la

com

unid

ad e

n m

ater

ia d

e de

sarm

e, v

iole

ncia

intra

fam

iliar,

etc.

Des

arro

llo d

e di

nám

icas

de

prot

ecci

ón a

mbi

enta

l com

o la

age

ncia

da e

n el

pa

rque

Ent

renu

bes.

Sin

em

barg

o, s

e de

be p

rofu

ndiz

ar m

ás e

n la

inco

rpor

ació

n de

la d

imen

sión

am

bien

tal y

terri

toria

l en

los

com

pone

ntes

de

traba

jo d

e lo

s pr

ogra

mas

y p

roye

ctos

de

mej

oram

ient

o.

Insi

stir

en la

coo

rdin

ació

n in

terin

stitu

cion

al d

istri

tal p

ara

la p

rioriz

ació

n y

ejec

ució

n de

pro

yect

os, l

a fo

rmul

ació

n de

pol

ítica

s y

el re

cono

cim

ient

o de

la

jera

rquí

a de

las

acci

ones

de

mej

oram

ient

o.

Prom

oció

n de

acc

ione

s or

ient

adas

a in

cidi

r en

las

diná

mic

as s

ocio

-cul

tura

les

de la

pob

laci

ón, m

edia

nte

prog

ram

as d

e cu

ltura

ciu

dada

na, c

onvi

venc

ia y

se

gurid

ad.

Nec

esid

ad d

e fo

rtale

cer l

a re

laci

ón c

on la

s in

stan

cias

pol

ítico

-adm

inis

trativ

as

en lo

s ám

bito

s ba

rrial

, loc

al y

dis

trita

l a p

artir

del

MIB

.

Page 158: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

159

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Soci

alO

bras

Inst

ituci

onal

Abor

dar e

l mej

oram

ient

o in

tegr

al d

e lo

s as

enta

mie

ntos

sub

norm

ales

de

la

ciud

ad re

quie

re d

e un

a es

trate

gia

de g

estió

n de

larg

o pl

azo

que

invo

lucr

e si

stem

átic

amen

te y

de

man

era

perm

anen

te h

erra

mie

ntas

de

plan

eaci

ón,

de in

form

ació

n, d

e se

guim

ient

o y

mon

itore

o, a

dem

ás d

e so

sten

ibilid

ad y

m

ante

nim

ient

o de

obr

as y

pro

gram

as s

ocia

les.

Es

impo

rtant

e of

rece

r pro

gram

as d

onde

la g

ente

, en

virtu

d de

su

nive

l ed

ucat

ivo,

no

dese

rte o

se

sien

ta s

iste

mát

icam

ente

exc

luid

a de

un

prog

ram

a.

El o

bjet

ivo

debe

ría s

er a

brir

opor

tuni

dade

s, p

or e

jem

plo

med

iant

e ac

tivid

ades

co

mo

la fo

rmac

ión

para

el t

raba

jo, r

ealiz

adas

en

el c

onte

xto

de fu

turo

.

Des

arro

llo d

e un

a re

d in

stitu

cion

al p

ara

la p

reve

nció

n de

la u

rban

izac

ión

ilega

l.

N e

l cas

o de

l Pro

yect

o de

Ser

vici

os U

rban

os, F

ase

I, la

form

ulac

ión

de lo

s pl

anes

zon

ales

faci

litó la

coo

rdin

ació

n de

las

entid

ades

eje

cuto

ras,

así

com

o la

asi

gnac

ión

de re

curs

os p

resu

pues

tale

s, la

form

ulac

ión

de p

roye

ctos

y la

ej

ecuc

ión

de o

bras

.

Varia

s de

las

expe

rienc

ias

de in

terv

enci

ón p

erm

itiero

n ac

abar

con

la a

cció

n er

rátic

a y

desc

oord

inad

a de

las

entid

ades

dis

trita

les,

y p

osib

ilitar

on e

l de

sarro

llo d

el tr

abaj

o en

con

junt

o de

man

era

coor

dina

da y

pla

nific

ada.

Rec

onoc

imie

nto

inst

ituci

onal

de

la c

apac

idad

de

gest

ión

de la

s co

mun

idad

es a

tra

vés

de s

us p

roce

sos

orga

niza

tivos

.

Es n

eces

ario

con

side

rar e

quip

os d

e ge

stió

n, c

on fu

ncio

nes

de c

oord

inac

ión

pero

con

cap

acid

ad d

e in

terv

enci

ón y

con

tact

o di

rect

o co

n lo

s ac

tore

s pú

blic

os

y pr

ivad

os in

volu

crad

os. E

s ig

ualm

ente

impo

rtant

e co

nsid

erar

la c

ualifi

caci

ón

de lo

s eq

uipo

s. E

l con

ocim

ient

o de

pro

ceso

s o

prog

ram

as s

imila

res,

la

expe

rienc

ia té

cnic

a en

est

e tip

o de

pro

yect

os y

la s

ensi

biliz

ació

n so

cial

son

al

guno

s de

los

requ

isito

s fu

ndam

enta

les

para

la c

onfo

rmac

ión

de lo

s eq

uipo

s in

volu

crad

os e

n lo

s pr

oyec

tos

de m

ejor

amie

nto

barri

al.

Las

expe

rienc

ias

dem

uest

ran

la n

eces

idad

de

que

el D

APD

fije

par

ámet

ros

que

perm

itan

la a

dici

ón d

e nu

evos

ase

ntam

ient

os a

los

barri

os y

a le

galiz

ados

e

impi

dan

la le

galiz

ació

n de

bar

rios

pequ

eños

.

Para

el f

utur

o se

rá im

porta

nte

pens

ar e

n la

per

tinen

cia

y la

con

figur

ació

n de

un

com

ité in

terin

stitu

cion

al d

e di

recc

ión.

Lle

var a

cab

o un

est

udio

de

actu

aliz

ació

n y

ajus

te, r

ealiz

ar u

n ta

ller c

on la

par

ticip

ació

n de

las

entid

ades

ej

ecut

oras

prin

cipa

les

para

aco

rdar

un

mar

co ló

gico

de

plan

eaci

ón y

pre

para

r un

doc

umen

to q

ue re

úna

la in

form

ació

n de

bas

e, d

escr

iba

los

enfo

ques

de

inte

rven

ción

y lí

neas

de

acci

ón y

pre

sent

e ta

nto

los

cam

bios

pro

duci

dos

por l

a fu

sión

del

vie

jo P

MIB

con

el P

roye

cto

SUR

de

Bogo

tá, c

omo

las

cons

ecue

ncia

s pa

ra e

l nue

vo P

MIB

.

Fu

ente

: T

OR

RE

S T

OV

AR

, C

arlo

s A

. y

otro

s (2

006)

. E

stud

io d

e co

ncep

tual

izac

ión

para

el

mej

oram

ient

o in

tegr

al d

e ba

rrio

s en

Bog

otá,

D.C

. In

form

e fi

nal.

Caj

a de

Viv

iend

a Po

pula

r, C

oope

raci

ón F

inan

cier

a O

fici

al c

on P

aíse

s en

Des

arro

llo

Ban

ca A

lem

ana

–KfW

–. U

nive

rsid

ad N

acio

nal

de C

olom

bia,

Bog

otá.

Page 159: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

160

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Difi

cult

ades

por

com

pone

nte,

a p

arti

r de

las

dive

rsas

exp

erie

ncia

s de

Mej

oram

ient

o In

tegr

al d

e B

arri

os e

n B

ogot

á, 1

972-

2006

Soci

alO

bras

Inst

ituci

onal

Des

cont

ento

ent

re la

s co

mun

idad

es g

ener

ado

al re

laci

onar

el n

úmer

o de

org

aniz

acio

nes

com

unita

rias

capa

cita

das

con

resp

ecto

al n

úmer

o de

or

gani

zaci

ones

ben

efic

iaria

s en

la fi

nanc

iaci

ón d

e pr

oyec

tos.

Al e

stab

lece

r lím

ites

entre

las

dem

anda

s de

niv

el z

onal

y la

s de

niv

el b

arria

l, se

dific

ulta

, en

la p

ráct

ica,

la d

eter

min

ació

n de

la e

scal

a de

inte

rven

ción

con

re

spec

to a

las

nece

sida

des

de la

com

unid

ad.

La e

xper

ienc

ia n

o ha

sid

o su

ficie

ntem

ente

eva

luad

a po

r par

te d

e la

s in

stitu

cion

es p

úblic

as, m

ucha

s de

ella

s nu

nca

tuvi

eron

def

inid

os m

ecan

ism

os

de e

valu

ació

n y

segu

imie

nto.

Algu

nas

obra

s, p

or e

star

foca

lizad

as e

n la

inte

rven

ción

en

una

zona

, en

luga

r de

logr

ar e

l for

tale

cim

ient

o de

la o

rgan

izac

ión

y la

coh

esió

n ba

rrial

, pro

mov

ían

conf

licto

s y

desa

cuer

dos

entre

los

dife

rent

es g

rupo

s co

mun

itario

s,.

Aún

exis

ten

muc

hos

prob

lem

as e

n re

laci

ón c

on e

l cui

dado

del

esp

acio

blic

o, d

ebid

o a

la “i

ndife

renc

ia d

e la

pob

laci

ón” y

la fa

lta d

e re

spon

sabi

lidad

ci

udad

ana

en s

u cu

idad

o.

No

exis

ten

mec

anis

mos

inst

ituci

onal

es p

ara

la s

iste

mat

izac

ión,

con

trol y

aju

ste

de la

s ex

perie

ncia

s as

umid

os e

n su

con

junt

o po

r las

ent

idad

es d

istir

itale

s, n

i pa

ra la

med

ició

n de

su

impa

cto.

La e

scas

a pr

oyec

ción

de

las

diná

mic

as d

e ca

paci

taci

ón d

ificul

ta la

pa

rtici

paci

ón d

e la

com

unid

ad e

n la

s ac

tivid

ades

de

plan

eaci

ón d

el d

esar

rollo

ur

bano

y la

inte

rlocu

ción

con

el E

stad

o, e

sto

se s

uma

a la

inci

denc

ia d

e di

stin

tos

inte

rese

s “c

lient

elar

es”,

limita

ndo

la p

artic

ipac

ión

real

y a

ctiv

a de

las

orga

niza

cion

es c

omun

itaria

s.

Se d

ificul

ta la

real

izac

ión

de o

bras

de

infra

estru

ctur

a y

de re

asen

tam

ient

o de

po

blac

ión

en lo

s ca

sos

en lo

s qu

e se

dem

anda

reub

icac

ión

o se

ade

lant

an

diná

mic

as d

e co

nstru

cció

n de

rond

as d

e qu

ebra

da,

Pese

a la

nut

rida

parti

cipa

ción

inst

ituci

onal

, la

apro

piac

ión

del s

entid

o gl

obal

de

los

esce

nario

s de

par

ticip

ació

n y

de lo

s pr

ogra

mas

o p

roye

ctos

de

mej

oram

ient

o en

gen

eral

es

débi

l a n

ivel

inst

ituci

onal

por

lo c

ual d

ifíci

lmen

te s

e pr

oyec

ta e

ntre

la c

omun

idad

su

impo

rtanc

ia.

Los

espa

cios

de

parti

cipa

ción

y o

rgan

izac

ión

com

unita

ria s

on d

iseñ

ados

e

impl

emen

tado

s po

r adu

ltos

y no

son

atra

ctiv

os p

ara

los

jóve

nes

que

se re

sist

en a

pen

sar y

ope

rar c

on e

sos

pará

met

ros.

Ade

más

de

esto

, la

s en

tidad

es s

atur

an a

la c

omun

idad

al g

ener

ar m

últip

les

esce

nario

s de

pa

rtici

paci

ón d

irigi

dos

a la

mis

ma

com

unid

ad y

el m

ism

o te

rrito

rio, q

ue

difíc

ilmen

te c

onflu

yen

o se

arti

cula

n.

Aún

es c

ompl

ejo

esta

blec

er u

na p

rofu

nda

rela

ción

ent

re lo

soc

ial y

lo fí

sico

, pu

es e

sto

últim

o pr

edom

ina

la m

ayor

ía d

e la

s ve

ces.

Ade

más

se

dific

ulta

la

gene

raci

ón d

e di

nám

icas

de

parti

cipa

ción

más

allá

de

la o

bra

mis

ma,

cua

ndo

se c

onvo

can

exce

pcio

nalm

ente

a lo

s be

nefic

iario

s di

rect

os d

e la

obr

a, e

s de

cir,

los

habi

tant

es d

e un

a de

term

inad

a fra

nja

en to

rno

al p

roye

cto,

def

inid

os a

par

tir

de u

n cr

iterio

“per

imet

ral”.

La s

uper

posi

ción

de

com

pete

ncia

s in

stitu

cion

ales

tale

s co

mo

la d

uplic

idad

de

func

ione

s y

acci

ones

de

inte

rven

ción

, en

muc

has

ocas

ione

s ha

dific

ulta

do

aún

más

la d

efin

ició

n, e

jecu

ción

y e

l seg

uim

ient

o de

las

inte

rven

cion

es e

n m

ejor

amie

nto

barri

al. L

a m

ayor

ía d

e la

s ve

ces

se c

ompi

te y

est

o in

cide

ne

gativ

amen

te e

n el

des

arro

llo d

e lo

s pr

oces

os.

Dis

tanc

iam

ient

o en

tre la

form

ulac

ión

de la

pol

ítica

, de

los

plan

es y

pro

gram

as y

la

s ne

cesi

dade

s re

ales

de

la c

omun

idad

. Se

parte

de

la b

ase

de u

na n

eces

idad

“in

duci

da”.

Por o

tro la

do, l

a fo

caliz

ació

n de

la in

vers

ión

no s

e co

mpa

dece

con

la

dem

anda

en

mat

eria

de

nece

sida

des

expr

esad

a po

r la

com

unid

ad.

Cua

ndo

exis

te c

oope

raci

ón o

fina

ncia

mie

nto

de la

ban

ca in

tern

acio

nal,

la

com

unid

ad s

uele

pen

sar q

ue e

l tot

al d

e la

inve

rsió

n se

real

iza

con

recu

rsos

in

tern

acio

nale

s, s

in e

stab

lece

r que

más

de

un 7

0% d

e lo

s re

curs

os d

e in

vers

ión

prov

iene

n de

recu

rsos

púb

licos

del

ord

en d

istri

tal o

nac

iona

l.

La ri

gide

z de

pro

ceso

s y

proc

edim

ient

os e

n la

s di

vers

as e

ntid

ades

dis

trita

les

así c

omo

la fa

lta d

e co

here

ncia

en

las

mis

mas

en

mat

eria

de

polít

ica

públ

ica

y pl

anea

ción

, ha

dific

ulta

do la

con

solid

ació

n y

la p

rodu

cció

n de

resu

ltado

s.

Des

gast

e en

los

esce

nario

s de

par

ticip

ació

n y

poca

inci

denc

ia d

e la

s co

mun

idad

es a

la h

ora

de d

eter

min

ar la

inve

rsió

n, c

on re

spec

to a

la m

agni

tud

de la

nec

esid

ad.

La p

resi

ón s

obre

el u

so d

el s

uelo

y la

car

enci

a de

sue

lo u

rban

izab

le,

incr

emen

ta la

s di

nám

icas

de

urba

niza

ción

ilega

l en

zona

s de

rond

a y

otra

s pa

rtes

de la

ciu

dad.

Las

inte

rfere

ncia

s ge

nera

das

por i

nter

eses

“pol

ítico

s” c

on la

s ac

tivid

ades

de

los

proy

ecto

s y

prog

ram

as s

e co

nstit

uyen

en

una

gran

dific

ulta

d. H

a ha

bido

ca

sos

en q

ue p

ese

a ha

bers

e al

canz

ado

acue

rdos

con

la c

omun

idad

en

cuan

to a

l tip

o y

prio

rizac

ión

de o

bras

por

real

izar

, la

inte

rven

ción

de

“pol

ítico

s”

inci

de n

egat

ivam

ente

en

la e

jecu

ción

de

las

obra

s, lo

que

con

tribu

ye c

on la

fru

stra

ción

y p

érdi

da d

e cr

edib

ilidad

par

a el

pro

yect

o en

tre la

s co

mun

idad

es.

Car

enci

a de

est

rate

gias

de

com

unic

ació

n qu

e tra

scie

ndan

la n

oció

n de

in

form

ar a

la c

omun

idad

.Au

nque

alg

unas

exp

erie

ncia

s ha

n de

mos

trado

la im

porta

ncia

del

mej

oram

ient

o ba

rrial

, exis

ten

dific

ulta

des

para

des

arro

llar a

ccio

nes

inte

gral

es q

ue tr

ascie

ndan

la

sum

ator

ia d

e ac

cione

s in

stitu

ciona

les;

par

a fa

cilita

r el d

esar

rollo

de

las

mism

as

gana

n la

s je

rarq

uías

pol

ítica

y a

dmin

istra

tiva

dent

ro d

el D

istrit

o. E

n la

act

ualid

ad,

se d

eman

da u

n co

mpr

omiso

may

or d

e la

s au

torid

ades

dist

rital

es c

on e

ste

tipo

de

prog

ram

as; y

más

allá

de

la c

oord

inac

ión

inte

r ins

tituc

iona

l, se

dem

anda

vol

unta

d po

lítica

par

a en

cam

inar

los

esfu

erzo

s in

stitu

ciona

les

hacia

acc

ione

s un

ificad

as

por c

riter

ios

de in

terv

enció

n y

obje

tivos

.

Page 160: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

161

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Soci

alO

bras

Inst

ituci

onal

El d

espl

azam

ient

o de

la p

obla

ción

hac

ia c

entro

s ur

bano

s, p

or d

iver

sos

mot

ivos

, pla

ntea

la n

eces

idad

de

proy

ecta

r aún

más

est

e tip

o de

pro

gram

as,

com

o co

mpo

nent

es e

stra

tégi

cos

para

la c

iuda

d y

estra

tegi

as e

fect

ivas

par

a la

co

ntrib

uir a

la s

uper

ació

n de

la p

obre

za.

Apoy

o y

parti

cipa

ción

de

la b

anca

inte

rnac

iona

l com

o de

ent

idad

es d

e co

oper

ació

n in

tern

acio

nal.

Aunq

ue e

xist

en d

inám

icas

de

capa

cita

ción

y p

rom

oció

n de

la p

artic

ipac

ión

se

regi

stra

des

erci

ón d

e la

s co

mun

idad

es d

e lo

s ci

clos

de

capa

cita

ción

La

revi

sión

de

algu

nas

expe

rienc

ias

de in

terv

enci

ón b

arria

l rev

elan

que

la

asig

naci

ón d

e re

curs

os p

resu

pues

tale

s, la

opo

rtuni

dad

en lo

s de

sem

bols

os

y la

def

inic

ión

prec

isa

del r

ecur

so h

uman

o re

quer

ido,

son

pun

tos

críti

cos

en la

eje

cuci

ón d

e lo

s pr

ogra

mas

. Est

e es

cena

rio s

upon

e qu

e no

hay

una

co

mpr

ensi

ón c

ompa

rtida

de

los

prob

lem

as a

soci

ados

al d

esar

rollo

urb

ano

entre

las

inst

ituci

ones

que

inte

rvie

nen

y en

con

secu

enci

a se

tras

torn

an

los

proc

esos

de

plan

ificac

ión

conj

unta

y a

cció

n co

ordi

nada

. La

pres

enci

a de

var

ias

entid

ades

con

func

ione

s an

álog

as p

ara

reso

lver

pro

blem

as d

e re

asen

tam

ient

o de

pob

laci

ón im

pide

que

la p

obla

ción

iden

tifiq

ue c

on c

erte

za a

lo

s in

terlo

cuto

res

inst

ituci

onal

es (A

lcal

día

May

or d

e Bo

gotá

, 200

5a).

El e

nfoq

ue p

ropu

esto

par

a la

s ca

paci

taci

ones

, se

pued

e co

nsid

erar

pr

oble

mát

ico

en ta

nto

“no

son

las

nece

sida

des

de la

com

unid

ad o

de

las

orga

niza

cion

es c

omun

itaria

s la

s qu

e da

n or

igen

al c

onte

nido

y la

met

odol

ogía

de

las

capa

cita

cion

es, s

ino

la p

erce

pció

n de

los

func

iona

rios

públ

icos

sob

re la

s ne

cesi

dade

s de

las

orga

niza

cion

es c

omun

itaria

s, la

que

orie

nta

los

cont

enid

os

(SU

M C

onsu

lt –

CVP

, 200

2).

Se d

eben

arm

oniz

ar lo

s di

fere

ntes

pro

pósi

tos

e in

tere

ses

de c

omun

idad

es,

sect

ores

pol

ítico

s y

adm

inis

trativ

os, e

n ta

nto

se c

onst

ituye

n en

“cue

llos

de b

otel

la” p

ara

el d

esar

rollo

de

las

acci

ones

de

mej

oram

ient

o in

tegr

al (E

l m

ejor

amie

nto

inte

gral

de

barri

os…

, s. f

.)

Las

obra

s ha

n si

do e

jecu

tada

s co

n ba

se e

n pr

opue

stas

de

cier

tas

orga

niza

cion

es b

arria

les

y la

apr

obac

ión

de la

s JA

C, p

ropi

cian

do d

esac

uerd

os

con

otro

s ac

tore

s de

la c

omun

idad

. En

algu

nas

expe

rienc

ias,

la c

onst

rucc

ión

de la

s ob

ras

en lu

gar d

e co

ntrib

uir a

l for

tale

cim

ient

o de

la o

rgan

izac

ión

y la

co

hesi

ón b

arria

l, pr

omov

ían

conf

licto

s y

desa

cuer

dos

entre

dife

rent

es g

rupo

s co

mun

itario

s (E

l mej

oram

ient

o in

tegr

al d

e ba

rrios

…, s

. f.)

La c

ompl

ejid

ad d

e la

s re

lacio

nes

en e

l sec

tor p

úblic

o re

side

fund

amen

talm

ente

en

que

cada

ent

idad

tiene

frac

ciona

das

y je

rarq

uiza

das

sus

accio

nes

de m

aner

a ta

l, qu

e se

sec

toriz

an a

ún m

ás s

us d

ecisi

ones

e in

terv

encio

nes.

El fr

accio

nam

ient

o se

repl

ica a

nive

l loca

l en

la e

stru

ctur

a fu

ncio

nal d

e la

s en

tidad

es, e

sto

incid

e en

la

eje

cució

n de

los

proy

ecto

s as

ocia

dos

al m

ejor

amie

nto

inte

gral

, y d

ificul

ta la

co

ordi

nació

n de

acc

ione

s. P

ara

que

un p

roye

cto

se e

jecu

te, s

e de

man

da q

ue s

ea

cono

cido

en to

dos

los

espa

cios

inst

itucio

nale

s, d

e to

ma

de d

ecisi

ón y

ope

rativ

os (E

l m

ejor

amie

nto

inte

gral

de

barri

os…

, s. f

.)

Las

com

unid

ades

no

se s

ient

en s

ufic

ient

emen

te in

form

adas

sob

re lo

s pr

oyec

tos

a re

aliz

ar e

n lo

s ba

rrios

. Fal

ta o

rient

ació

n en

cua

nto

al d

esar

rollo

de

los

proy

ecto

s, e

n m

ucha

s oc

asio

nes,

los

med

ios

han

sido

pre

cario

s e

insu

ficie

ntes

, sum

ándo

se e

ste

hech

o a

la fa

lta d

e re

curs

os d

idác

ticos

y

publ

icita

rios

que

prom

ueva

n la

com

unic

ació

n en

tre la

inst

ituci

onal

idad

y la

co

mun

idad

. En

muc

has

ocas

ione

s, la

com

unid

ad n

o es

esc

ucha

da.

Es u

rgen

te e

l dis

eño

de u

na e

stra

tegi

a de

com

unic

ació

n m

asiv

a en

toda

s la

s co

mun

idad

es d

e la

s zo

nas

de in

terv

enci

ón, a

sí c

omo

dota

r los

pun

tos

de

info

rmac

ión

con

estru

ctur

as y

cal

idad

que

per

mita

n da

r inf

orm

ació

n de

talla

da

sobr

e lo

s pr

oyec

tos

en c

urso

, pre

para

ndo

mat

eria

l info

rmat

ivo

ilust

rativ

o y

de

fáci

l com

pren

sión

par

a la

com

unid

ad.

Uno

de

los

aspe

ctos

impo

rtant

es e

n la

per

man

enci

a y

sust

enta

bilid

ad d

e lo

s pr

ogra

mas

de

mej

oram

ient

o in

tegr

al e

s la

exi

sten

cia

de e

sque

mas

de

segu

imie

nto,

mon

itore

o y

cont

rol d

e lo

s pr

oyec

tos,

est

o po

sibi

lita re

visa

r co

njun

tam

ente

los

indi

cado

res,

bie

n se

an e

stos

de

resu

ltado

o d

e ge

stió

n, d

e la

s en

tidad

es s

egún

acc

ione

s de

su

com

pete

ncia

, par

alel

o a

ello

, per

mite

n de

finir

indi

cado

res

prop

ios

de la

ges

tión

com

o un

idad

coo

rdin

ador

a y

de a

poyo

a

la e

jecu

ción

de

prog

ram

as y

pro

yect

os d

e la

s en

tidad

es.

Page 161: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

162

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Soci

alO

bras

Inst

ituci

onal

La p

artic

ipac

ión

cual

ificad

a de

la c

omun

idad

, se

limita

a p

esar

de

los

esce

nario

s, p

or la

s ca

renc

ias

cole

ctiv

as e

n pl

anea

ción

del

des

arro

llo y

la

gest

ión

orga

niza

cion

al.

Pese

a la

exi

sten

cia

de m

ucho

s m

ecan

ism

os d

e co

ordi

naci

ón in

terin

stitu

cion

al

aún

no e

xist

e un

a “c

ultu

ra” d

e so

lidar

idad

y c

oope

raci

ón e

ntre

las

inst

ituci

ones

blic

as y,

por

lo g

ener

al, s

e ha

n pr

esen

tado

múl

tiple

s pr

oble

mas

par

a po

der

llega

r a a

cuer

dos

de c

oope

raci

ón.

La s

uper

posi

ción

de

com

pete

ncia

s in

stitu

cion

ales

en

muc

has

ocas

ione

s ha

dific

ulta

do a

ún m

ás la

def

inic

ión,

eje

cuci

ón y

el s

egui

mie

nto

a la

s in

terv

enci

ones

. La

rigid

ez d

e pr

oces

os y

pro

cedi

mie

ntos

en

las

dive

rsas

en

tidad

es d

istri

tale

s as

í com

o la

falta

de

cohe

renc

ia d

e la

s in

stitu

cion

es

ha d

ificul

tado

la c

onso

lidac

ión

y la

pro

ducc

ión

de re

sulta

dos

de tr

abaj

o en

eq

uipo

. Las

inst

ituci

ones

en

el n

ivel

loca

l no

tiene

n de

finid

os lo

s m

ecan

ism

os y

pr

oced

imie

ntos

par

a lle

gar a

acu

erdo

s y

conc

reta

r pro

yect

os.

La im

posi

bilid

ad d

e at

ende

r por

igua

l y d

e m

aner

a si

mul

táne

a a

toda

la

pobl

ació

n, g

ener

a fo

rzos

amen

te s

ituac

ione

s de

des

equi

librio

, a v

eces

difí

cile

s de

man

ejar

ent

re la

s co

mun

idad

es, q

ue le

pla

ntea

n un

par

ticul

ar d

esaf

ío a

las

inst

ituci

ones

dis

trita

les,

per

o qu

e ju

stam

ente

por

ello

, exi

gen

ser e

nfre

ntad

as

y su

pera

das,

med

iant

e co

nven

ient

e tra

bajo

soc

ial b

asad

o pr

imor

dial

men

te e

n in

form

ació

n cl

ara

y pr

ecis

a (E

l mej

oram

ient

o in

tegr

al d

e ba

rrios

…, s

. f.)

Cua

ndo

se tr

ata

de re

curs

os d

e co

oper

ació

n in

tern

acio

nal q

ue a

poya

n lo

s pr

ogra

mas

de

mej

oram

ient

o, e

l ret

raso

en

la fi

rma

de lo

s co

nven

ios

de

coop

erac

ión

finan

cier

a pe

rjudi

can

el d

esem

peño

del

pro

yect

o y

pone

n en

rie

sgo

su c

ontin

uida

d. S

e de

man

da e

l dis

eño

de m

ecan

ism

os e

xped

itos

para

su

pera

r est

as d

ificul

tade

s.

Una

pre

ocup

ació

n pe

rman

ente

de

la p

obla

ción

es

la p

rese

ncia

de

pand

illas

juve

nile

s en

var

ios

punt

os d

e en

cuen

tro e

n la

zon

a, p

ara

lo c

ual s

e pr

opon

e tra

baja

r con

junt

amen

te c

on la

com

unid

ad, l

as e

ntid

ades

dis

trita

les

y la

s or

gani

zaci

ones

soc

iale

s, b

usca

ndo

invo

lucr

ar a

los

jóve

nes

en e

l pro

ceso

de

mej

oram

ient

o de

los

barri

os.

No

exis

te u

na v

isió

n in

tegr

al d

el d

esar

rollo

bar

rial.

Cad

a en

tidad

se

fija e

n su

co

ntrib

ució

n es

pecí

fica

y no

con

oce

ni s

e re

laci

ona

con

las

otra

s in

icia

tivas

qu

e se

real

izan

en

el m

ism

o se

ctor

, lo

cual

lleva

a u

na d

esar

ticul

ació

n de

las

orga

niza

cion

es q

ue e

stán

trab

ajan

do e

n lo

s ba

rrios

. Adi

cion

alm

ente

no

exis

te

una

inst

anci

a pa

ra p

ensa

r la

ciud

ad o

la z

ona

y ac

tuar

col

ectiv

amen

te (E

l m

ejor

amie

nto

inte

gral

de

barri

os…

, s. f

.)

Fuen

te:

TO

RR

ES

TO

VA

R,

Car

los

A.

y ot

ros

(200

6).

Est

udio

de

conc

eptu

aliz

ació

n pa

ra e

l m

ejor

amie

nto

inte

gral

de

barr

ios

en B

ogot

á, D

.C.

Info

rme

fina

l. C

aja

de V

ivie

nda

Popu

lar,

Coo

pera

ción

Fin

anci

era

Ofi

cial

con

Paí

ses

en D

esar

roll

o B

anca

Ale

man

a –K

fW–.

Uni

vers

idad

Nac

iona

l de

Col

ombi

a, B

ogot

á.

Page 162: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

163

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

5.2. Referentes conceptuales de la política distrital en materia de mejoramiento integral de barrios78

El Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá –POT–, define el mejoramiento integralcomo“…aquélquerigelasactuacionesdeplaneamientoparalaregulari-zación de los asentamientos humanos de origen informal, para su conveniente inte-gración a la estructura de la ciudad, de conformidad con las directrices establecidas enelModelodeOrdenamientoTerritorial”.

Dice,además,quedebe“orientar lasaccionesde complementación, reordenamiento o adecuación requeridas tanto en el espacio urbano como en las unidades de vivienda que conforman los asentamientos de origen ilegal ubicados en la periferia de la ciudad. Lo ante-rior para corregir las deficiencias físicas, ambientales y legales generadas por su origen fuera de las normas urbanas y permitir que sus habitantes accedan a la calidad de vida urbanadefinidaparaelconjuntodelaciudad”(DAPD,2000b).YanotaqueelPMIB

78 Sin duda los conceptos de vivienda y mejoramiento de barrios que ha construido el sector institucional colombiano han sido influenciados por los siguientes factores:

- La firma de tratados internacionales, en particular la Declaración de Estambul de 1996 y las Metas del Milenio del año 2000 cuyos apartes ya se han tratado en este documento.

- La Constitución Nacional de 1991 que le otorga a la vivienda el carácter de un derecho fundamental.

- La Política Urbana Ciudades y Ciudadanía, de 1995, que define la vivienda como un “atributourbano”,adoptalos“acuerdosurbanos”(solidaridad,competitividad,ysus-tentabilidad ambiental) como base de su ejecución y reconoce en el Programa Vivienda y Entorno – VIEN–, integrado a la Red de Solidaridad Social, una de las iniciativas más importantes para el desarrollo de la política de vivienda social.

- La Ley 388 de 1997, de Desarrollo Territorial, que define el alcance y contenido de los planes de ordenamiento territorial vigentes e incluye la formulación y aplicación de instrumentos de gestión, financiación y planificación urbana, los cuales garantizan la viabilidad y articulación física, económica y social de las actuaciones urbanísticas.

Ante los cambios introducidos por la Ley de Desarrollo Territorial, en 1997, el Gobierno Nacional, a través del Consejo Nacional de Política Económica y Social –Conpes–, aprobó el documento Optimización de la Política de Desarrollo Urbano, de conformidad con la Política de Calidad de Vida Urbana definida por el Plan Nacional de Desarrollo para el período 2002-2006. No obstante, aunque se basa en el concepto de calidad de vida urbana, dicha política no alude específicamente a temas de mejoramiento integral sino más bien a reconocer que los asentamientos ubicados en zonas de riesgo son un problema, al igual que el déficit en espacio público y las deficiencias en la calidad en los servicios públicos y el transporte (solo trata el tema de la desmarginalización que incluye reducción de la vulnerabilidad de la población ante desastres naturales, el mejoramiento del espacio público y la disminución de la contaminación), promueve, además, cambios en el arren-damiento como forma de facilitar el acceso a la vivienda.

Page 163: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

164

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

es una estrategia de inclusión de los habitantes de zonas de desarrollo incompleto, a la calidad de vida urbana, al posibilitar que los grupos excluidos tengan la posibilidad de integrarse representativamente en las instituciones e incrementar el control y la partici-pación popular en la gestión de la administración pública. Sobre esta base se definen los componentes y líneas de acción del PMIB en el ámbito distrital.

Por otra parte, la propuesta inicial de política pública para el hábitat79 en el Distrito Capital, considera el Programa de Mejoramiento Integral de Barrios (e incluye además el reconocimiento de vivienda80), como un aspecto fundamental, entre otros, para incidir sobre el espacio urbano y atacar muchas de las dificultades identificadas históricamente81. En ese sentido, anota que el PMIB:

“…buscacontribuiralMejoramientodelacalidaddevida,elFortalecimientodelaDes-centralización, la organización del territorio, el fortalecimiento de la participación social y comunitaria y de las redes sociales, el Mejoramiento Barrial y de las condiciones de habita-bilidadasícomoelFortalecimientoinstitucional”.

79 Hacia una política de hábitat. Documento de trabajo (DAPD, 2000b).80 “…tendrácomoobjetivoprincipallageneracióndecondicionesquegaranticenelcumplimiento

del derecho a la vida a partir de la reducción de las condiciones de vulnerabilidad en las viviendas de la ciudad mediante la prestación de asistencia técnica calificada y permanente, en especial a los sectores más pobres de la población. Para ello, tendrá como uno de sus propósitos promover prác-ticas de construcción y aprovechamiento del suelo urbano de una forma más eficiente, vinculando dentro de el toda la cadena de producción que incide, directa o indirectamente, en la construcción de la vivienda. El Distrito promoverá, igualmente, el mejoramiento de las viviendas existentes con el fin de atender el déficit cualitativo asociado a condiciones de hacinamiento, deficiencias en infraestructura y condiciones de habitabilidad. Para el logro de este objetivo, se buscarán meca-nismos de acceso a recursos de micro crédito, se promoverán acciones tendientes hacer las normas más accesibles y lograr el cumplimiento de las mismas. El Distrito centrará sus acciones en el tema de reducción de la vulnerabilidad de las estructuras, como primer paso dentro de los procesos de mejoramiento. Igualmente buscará adecuar los procesos de mejoramiento de manera tal que se faciliteelaccesodelapoblaciónarecursosdesubsidionacional”(DAPD,2000b).

81 “Lascondicionesdedesarrollourbanodelaciudadasociadasalbajoingresoydificultadesdeacceso al suelo han propiciado la generación de un modelo de ocupación del territorio por fuera de los parámetros urbanísticos produciendo altísimo déficit tanto en la cobertura como calidad de los sistemas públicos de provisión de servicios públicos y sociales, accesibilidad, calidad am-biental y de las viviendas, entre otros factores. Consecuencia de esto, cerca del 23% del territorio urbano cuenta con deficiencias en infraestructura y equipamientos y en su articulación en la ciudad, a lo que se suma un alto déficit cualitativo en las viviendas que afecta directamente la calidad de vida de la población. En este contexto, la política social focalizada hacia los estratos más pobres tiene en las acciones de mejoramiento integral de barrios uno de los puntales para resolverlassituacionesdepobrezadelapoblación”(DAPD,2000b).

Page 164: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

165

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Según esta conceptualización, el PMIB deberá desarrollar tres componentes, para su realización así:

1. Componente físico: se entenderá como componente de mejoramiento en lo físico, las intervenciones que se realicen sobre el espacio público urbano y la vivienda que consideren de forma integral los diferentes atributos de la ciudad: servicios públicos, suelo urbano, equipamiento urbano, espacio público y transporte, y que deben rea-lizarse a través de la articulación, graduación y orden en los procesos. Comprende: redes locales de acueducto y alcantarillado de aguas negras y lluvias, circuitos viales de acceso a barrios, reasentamiento de población ubicada en zonas de alto riesgo no mitigable y áreas de ronda en las UPZ objeto del programa. Espacio público y equi-pamientos, medio ambiente, mejoramiento de vivienda, legalización, y titulación.

2. Componente de desarrollo social: su propósito es generar capacidades en las organizaciones para gestionar procesos de desarrollo de largo plazo a escala local, zonal y barrial; contando con la participación de las instituciones del Distrito. Este com-ponente contribuirá al fortalecimiento de las organizaciones en la medida en que se apoye el incremento de capital humano y financiero de las organizaciones, la consoli-dación y fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, el fortalecimiento de la capacidad de negociación de las organizaciones comunitarias, el fortalecimiento de una propuesta sostenible, en la medida en que refuerce el proceso autogestionario de las organizaciones, para lo cual trabajará en temas de planeación participativa, orga-nización social, seguridad y convivencia, proyectos productivos, cumplimiento de la norma y prevención.

3. Componente de fortalecimiento local: entendido como el componente que diseñará y desarrollará mecanismos para el fortalecimiento del nivel de decisión local y zonal, de coordinación interinstitucional y sectorial, para que las institu-ciones del Distrito Capital puedan realizar el ajuste de sus estructuras operativas para el desarrollo de programas de mejoramiento integral, en una perspectiva de descentralización y sostenibilidad. Paralelo a las acciones en este campo, la Política Habitacional busca aprovechar de la mejor forma el inventario inmobiliario exis-tente para una nueva oferta de vivienda, que contribuya a la solución de las familias más pobres, aprovechando la infraestructura existente y en el marco de los procesos sociales de producción de este hábitat.

Como objetivo, el PMIB se propone:

“Desarrollar acciones y proyectos paramitigar y recuperar las zonas de alto riesgo,integrándolas al sistema urbano del espacio público; completar y configurar el espa-

Page 165: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

166

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

cio público de los asentamientos, generando espacios de encuentro, fortalecimiento del tejido social e, integrándolo al sistema urbano del espacio público; completar y confi-gurar la malla vial y de accesos en los asentamientos, integrándolos al sistema vial y de transporte urbano; completar la red de servicios públicos domiciliarios, integrándolos al sistema urbano de servicios; mejorar y dotar la infraestructura y equipamiento social y comunitario existente en los asentamientos, consolidándolos como centros zonales e integrándolos al sistema urbano y promover el mejoramiento de las viviendas exis-tentes con el fin de atender el déficit cualitativo asociado a condiciones estructurales, de hacinamiento, deficiencias en infraestructura y condiciones de habitabilidad de las viviendas”(DAPD,2000b).

En este sentido, el logro de los objetivos dispone como lineamientos los si-guientes aspectos:

- La Caja de Vivienda Popular ejercerá la coordinación del Programa.- El Distrito desarrollará sus acciones a partir de dos dimensiones: la social y

la territorial.- El Distrito prestará, prioritariamente, asistencia técnica permanente a las vi-

viendas ubicadas en las UPZ objeto del Programa de Mejoramiento Integral, para adelantar procesos de reforzamiento estructural como etapa previa al reco-nocimiento por parte de la Curaduría Urbana.

- El mejoramiento de entorno debe garantizar la ejecución de acciones que per-mitan la conformación del entorno básico a través de la articulación gradual y ordenada de los elementos y procesos urbanos.

- Las acciones de mitigación deberán generar y recuperar espacio público para el asentamiento.

- Se dará prioridad a las acciones que permitan consolidar la red peatonal y de ciclorrutas mejorando la accesibilidad a las zonas y a los equipamientos sociales y comunitarios.

- Se dará prioridad a las acciones que permitan la continuidad y cobertura de los servicios.

- Se dará prioridad al mejoramiento y la dotación de los equipamientos existentes orientándose a la ampliación de coberturas.

- Las zonas urbanas en las cuales se aplica el Programa de Mejoramiento Integral se regirán por el tratamiento de mejoramiento integral descrito en el POT. Los usos y normativa urbana particular para cada Unidad de Planeamiento Zonal –UPZ– se desarrollarán en las fichas normativas reglamentarias o en los procedimientos de regularización y legalización establecidos en el POT.

- En las zonas de aplicación del tratamiento de mejoramiento integral y según las definiciones de la estructura urbana de la unidad de planeamiento zonal se adelantarán los procesos de regularización y legalización.

Page 166: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

167

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Como estrategias propone:

- El Distrito implementará el Programa de Reconocimiento de Vivienda como el principal instrumento para la reducción de la vulnerabilidad de las viviendas ante eventos naturales.

- Estrategia de participación ciudadana que busca aumentar la capacidad de ges-tión colectiva, la cultura democrática y el capital social en el territorio.

- Estrategia de coordinación interinstitucional y fortalecimiento de la gestión local.- El Distrito promoverá acciones tendientes a hacer las normas urbanas más ac-

cesibles a los ciudadanos y lograr el cumplimiento de las mismas. - El Distrito promoverá el mejoramiento de las viviendas existentes con el fin de

atender el déficit cualitativo asociado a condiciones de hacinamiento, deficien-cias en infraestructura y condiciones de habitabilidad.

- El Distrito buscará facilitar el acceso de la población a recursos de subsidio na-cional para mejoramiento.

- Se construirá la línea de base de intervención del Programa de Mejoramiento Inte-gral y se elaborarán los indicadores de gestión que permitan efectuar el segui-miento y evaluación del mismo.

- Se sistematizará la experiencia del Programa de Desmarginalización y del Progra-ma Mejoremos el Barrio y la Casa, en sus componentes y zonas de actuación para continuar el desarrollo de los proyectos y programas, bajo los lineamientos del Programa de Mejoramiento Integral.

5.3. Los esfuerzos institucionales en materia de ordenamiento urbano en Bogotá

Como herramientas para el ordenamiento y la planificación urbana, se tienen, además, los planes maestros (25 en total) que se convierten en políticas públicas temáticas y sectoriales que pretenden profundizar en la solución de problemáticas asociadas a la movilidad, los cultos religiosos, la educación, la salud, la seguridad y la convivencia, el manejo y disposición de residuos sólidos, el abastecimiento, el espacio público, el deporte, el bienestar social, entre otros temas, de manera más integral, mediante el reordenamiento institucional y político de las decisiones del distrito y nutriendo la mirada para ello desde diversas perspectivas.

En el esfuerzo por ordenar la dinámica urbana, el Distrito ha planteado en el último período de gobierno la Política de Hábitat, que busca integrar los te-mas referentes a la habitabilidad y la vivienda en general desde la perspectiva del modelo de ciudad, la interconexión de los diversos componentes que intervienen en la construcción del ambiente humano, la suficiencia y calidad de éste (Alcaldía

Page 167: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

168

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Mayor; DAPD, 2005a). La propuesta integra en sus programas aspectos como la prevención y control de la urbanización ilegal, la legalización de los títulos de pro-piedad, la articulación de oferta y demanda de suelos, el mejoramiento integral de barrios –MIB–, el reconocimiento de la vivienda autoproducida, la rehabilitación de vivienda en áreas centrales y en el hábitat rural, el reasentamiento de población en áreas de alto riesgo, el financiamiento del hábitat y el reconocimiento de la di-versidad en los procesos de producción del hábitat, así como las propuestas de eco-urbanismo que implican consideraciones en torno a la calidad de la vivienda. Por otro lado, se hace referencia a la promoción de vivienda en arriendo, la coordinación interinstitucional y los sistemas de información y evaluación necesarios para la cons-trucción de un hábitat digno en la ciudad. Sin embargo, y a pesar de la integralidad planteada en la construcción de esta política, el hábitat constituye una noción que aún no ha sido apropiada realmente en el país, por lo tanto, las dificultades para su implementación y capacidad operativa como política son múltiples.

5.4. Los énfasis del distrito en materia de mejoramiento integral de barrios

El Distrito Capital definió intervenir en materia de mejoramiento barrial a 26 uni-dades de planeamiento zonal –UPZ–82, las cuales, en 2006, contaban con 1’018.113 habitantes, es decir, 15% de la población total del Distrito Capital. Esta es, quizá, la población que concentra el mayor número de deficiencias en infraestructura y es, de manera general, la población objeto del Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. Las UPZ que albergan mayor número de personas son Patio Bonito, Lu-cero, Bosa Occidental, Bosa Central, Ismael Perdomo, Tibabuyes y Gran Yomasa, de las localidades de Kennedy, Ciudad Bolívar, Bosa, Suba y Usme. En los decretos reglamentarios de cada una de las UPZ se incluye un capítulo en que se trata el tema de la gestión del suelo. Allí se enumeran las acciones prioritarias y los proyec-tos que se van a desarrollar en cada una de las UPZ tipo 1, reglamentadas hasta la fecha. En el análisis de los proyectos prioritarios relacionados con el mejoramiento físico, se cuentan las siguientes líneas de acción: 1. Servicios públicos, 2. Accesibili-dad, 3. Equipamiento, 4. Condiciones ambientales, 5. Condiciones individuales de la unidad de vivienda. En el siguiente cuadro se relaciona la demanda de servicios, representada en número de proyectos formulados mediante la reglamentación ex-pedida por el DAPD en 2006.

82 En algunos documentos de trabajo preparados por la Caja de Vivienda Popular –CVP–, la cifra de población en las UPZ de mejoramiento es mayor a la expresada en este texto debido a la diferencia de fuentes.

Page 168: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

169

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Cuadro resumen de demandas de servicios según fichas normativas, reglamentarias de las unidades de planeamiento zonal definidas como de mejoramiento integral en

Bogotá, D.C., 2006. DAPD

Eje de inversión

Servicios demandadosNo. de

proyectosregulados en la ficha

%Participación

1 Ordenamiento y legalización

Comprende estado de avance en la implemen-tación y diseño de la estructura urbana y ficha normativa, estado de avance en la normatividad y legalización urbanística de barrios.

20 7%

2 Vivienda Comprende titulación predial, mejoramiento de vivienda y reasentamiento de hogares.

40 14%

3 Medioambiente

Comprende gestión del riesgo, recuperación de cuerpos de agua, corredores ecológicos, recupe-ración paisajística y saneamiento ambiental.

65 23%

4 Movilidad Comprende vías vehiculares, vías peatonales (senderos, escaleras, puentes peatonales, ande-nes, alamedas y ciclorrutas y transporte).

37 13%

5 Servicios públicos

Comprende servicios de acueducto, alcantari-llado sanitario, alcantarillado pluvial, alumbrado público, aseo.

46 16%

6 Equipamientos Comprende educación, salud, parques y zonas verdes, escenarios culturales, seguridad y equi-pamientos comunitarios.

76 27%

Total 284 100%

Fuente: Caja de Vivienda Popular; DAPD. Bogotá, 2006.

Llama la atención la gran cantidad de proyectos formulados en relación con el componente de protección ambiental y mitigación de riesgo, los cuales no son considerados como prioritarios por las comunidades si se atiende a las cifras deducidas de lo planes zonales analizados en el aparte anterior. Por otra parte, los proyectos relacionados con el componente de vivienda consisten, principal-mente, en reasentamiento de hogares y titulación predial; en la reglamentación no se consideran prioritarios los proyectos para mejoramiento de las condiciones de habitabilidad y sismo resistencia de las viviendas. Más allá de la cantidad de obras, lo relevante de la reglamentación a la que se hace referencia en este aparte, es el tipo de obras formuladas, en términos de escala e impacto. En su mayoría, estas obras son de escala zonal y tienden a consolidar el modelo de ordenamiento a escala urbana definido en el POT.

Page 169: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

170

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Demanda por servicios en la reglamentación de las UPZDEMANDA POR SERVICIOS REGLAMENTACION UPZ

0,0%

1,0%

2,0%

3,0%

4,0%

5,0%

6,0%

7,0%

8,0%V

ías

vehi

cula

res

Par

ques

y z

onas

ver

des

Rea

sent

amie

nto

hoga

res

Lega

lizac

ión

urba

níst

ica

Titu

laci

ón p

redi

al

Alc

anta

rilla

do p

luvi

al

Edu

caci

ón

Ges

tión

riesg

o

Vía

s pe

aton

ales

Equ

ipo

com

unita

rios

Alc

anta

rilla

do s

anita

rio

Sal

ud

Rec

uper

cue

rpos

de

agua

Rec

uper

ació

n pa

isaj

ístic

a

San

eam

ient

o am

bien

tal

Acu

educ

to

Esc

enar

ios

cultu

rale

s

Cor

redo

res

ecol

ógic

os

Tran

spor

te p

úblic

o

Mej

oram

ient

o vi

vien

da

Fich

a no

rmat

iva

Fuente: DAPD.

En los proyectos prioritarios propuestos en la reglamentación de las UPZ, se identifica que un 30% de la oferta está orientada al mejoramiento de las condicio-nes ambientales y mitigación de riesgos, seguida por un 27% en obras de mejora-miento o construcción de nuevos equipamientos, un 16% a la cobertura en servicios públicos, un 14% en la línea correspondiente a las condiciones individuales de la vivienda y un 13% en la consolidación de las redes de movilidad vehicular y pea-tonal. De acuerdo con la demanda extractada de la reglamentación, se está dando atención a problemas en términos de la consolidación del modelo de ordenamiento territorial a nivel de toda la ciudad (ver gráfico Demanda por servicios en la regla-mentación de las UPZ).

Por otra parte, al analizar el gráfico resumen de la demanda de servicios de los planes zonales, desarrollado por la Caja de Vivienda Popular en el marco de los núcleos de participación ciudadana, se obtiene que el 25% está orientado a la de-manda de mejoramiento o construcción de equipamiento, el 20% a aumento en la cobertura de servicios públicos, el 18% al mejoramiento y aumento de las redes de movilidad, vehicular y peatonal y al mejoramiento de las condiciones ambientales, el 15% a vivienda y, finalmente, el 3% a ordenamiento y legalización. Este tipo de proyectos corresponden con aquellos de mayor impacto a corto plazo y mayor re-ceptividad por parte de las comunidades. En esa medida la demanda, ya sea induci-

Page 170: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

171

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

da o no, está orientada a que la comunidad identifique los problemas de fondo y, en esa medida, contribuya a la formulación de proyectos tendientes al mejoramiento de la calidad de vida (ver gráfico Demanda por servicios planes zonales).

Demanda por servicios planes zonales

0,00%

1,00%

2,00%

3,00%

4,00%

5,00%

6,00%

7,00%

8,00%

9,00%

Ficha n

ormativ

a

No rmativ

idad de c erro

s

Teléfono

A lumbra

d o públic

o

S egur idad

Co rredore

s eco

lógicos

Le galiza ció

n urb

anística

A seo

T ransp

orte p

úblico

S alud

Re cup era

c ión pais ajís

t ica

S aneamie nto

amb ienta

l

Re asenta

mie nto

hogare

s

A lcan tar il

la do sanita

rio

E scenar io

s cultu

rales

Ges t ión d

el riesg

o

A lcan tar il

la do pluv ial

E ducación

Re cup era

c ión cuerp

os de a

g ua

Mejora

mie nto

v ivien da

E quipamiento

s comu nita

rios

A cue duc to

P arques y z ona s v

erdes

T itulació

n pre

dial

V ías p

eaton ales

V ías v

eh iculare

s

Fuente: CVP (2006).

6. Reflexión final: los compromisos y cambios de enfoque que exige un proyecto estratégico de mejoramiento integral de barrios para los espacios urbanos

Consideramos fundamental la necesidad de ajustar el concepto de mejoramiento integral de barrios a las condiciones particulares de la ciudad, en este caso Bogotá. Con este fin se presentan ocho hipótesis que permiten realizar este ajuste, como un primer elemento básico para avanzar en el tema:

- Existen énfasis distintos en la orientación del modelo de intervención en mate-ria de mejoramiento que está condicionado por el modelo de ciudad.

- La dicotomía entre lo que está al centro de la intervención (social / físico-es-pacial) no en términos teóricos, ni en la caracterización del PMIB, sino en la intervención misma de mejoramiento que las distintas instituciones adelantan en la ciudad.

Page 171: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

172

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

- A pesar de la intención reciente de formular una política pública en materia de hábi-tat y vivienda para la ciudad que oriente y articule la acción institucional, la impor-tancia de la intervención en esta materia no ha sido fundamental ni trascendente, ya que se hace énfasis en la producción de vivienda nueva, y no se reconoce claramente el MIB, al cual no se le ha dado la jerarquía que le corresponde en relación con la dimensión de las acciones de mejoramiento urbano que requiere la ciudad.

- Cada entidad tiene su propia aplicación de la concepción de desarrollo y su pro-pia agenda, esto dificulta la intervención interinstitucional para el MIB, duplica esfuerzos, y construye miradas independientes.

- Aunque se tiene como fundamento la lucha contra la pobreza, la promoción de la ciudadanía, el mejoramiento de la calidad de vida, entre otras, existe histó-ricamente un determinante diferente al físico en la intervención en materia de mejoramiento barrial que no se logra dimensionar en el papel y es la importan-cia de lo social.

- Se sigue desarrollando, en la práctica, una noción de objeto sobre el que se in-terviene (determinante de lo físico posiblemente) y no de población sujeto de su propio desarrollo.

- Existen dificultades para la realización del principio de descentralización de tal suerte que se pueda potenciar con mayor trascendencia el programa y se promueva una efectiva y real participación de la comunidad en los procesos de planeación del desarrollo urbano y la formulación de políticas públicas.

- El programa de mejoramiento integral de barrios no tiene la jerarquía institu-cional que amerita dentro de la política y la estructura político-administrativa del Distrito Capital.

Teniendo en cuenta las tesis anteriores y las conclusiones a las que se llegó a lo largo de la investigación se plantean las siguientes reflexiones finales:

En primer lugar, es importante centrar el tema del MIB en su justo lugar, no solamente denotando su carácter estratégico, sino planteando su inevitable conti-nuidad y permanencia en el desarrollo futuro del contexto urbano colombiano, que lo hace necesario debido a la continuidad del crecimiento urbano y a que déficits acumulados83 no hayan sido resueltos definitivamente. Aunque en varios aspectos la acción institucional sobre el mejoramiento se ha reforzado, esto en ningún momento ha posibilitado que la problemática desaparezca. En primer lugar, por los déficits cualitativo y cuantitativo acumulados, en segundo lugar, por el agotamiento del suelo

83 “…losdéficitsdeinfraestructura,urbanizacióninformalypobrezaurbanaseguiránsiendouno de los más graves problemas de la agenda social de casi todos los países en vías de desa-rrollo”(Brakarz,2002:89).

Page 172: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

173

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

urbanizable que implica el incremento de sus costos, y de esa manera, un acceso aún más reducido para los sectores de menos ingresos84, en tercer lugar, sumado a los dos anteriores, porque el crecimiento de la población urbana no es controlable y no se puede detener, pues las oportunidades en las grandes ciudades siguen siendo mejor valoradas que las del campo o las de los pequeños asentamientos humanos.

Por otra parte, junto a la pobreza generalizada, la degradación del medio natural y la insostenibilidad, son parte de los problemas más graves que enfrentan nuestras ciudades. Incorporar la perspectiva ambiental más allá del discurso y en relación ar-mónica con la estructuración de alternativas productivas para sostenibilidad de la población y de los procesos de mejoramiento es otra tarea inaplazable para la ca-racterización y ejecución de PMIB. Esta perspectiva de la sostenibilidad, en todas sus dimensiones –ambiental y productiva–, requiere más que voluntad política, pues necesita promover e implementar un cambio de hábitos en la sociedad. La centralidad de la acción misma del MIB debe ser repensada, pues, si bien la complementación de infraestructura es fundamental para el bienestar, en la actualidad ha cambiado la configuración de los proveedores de los distintos servicios públicos en la ciudad. Hace unos años la mayor preocupación para las experiencias de MIB era la provisión de servicios públicos domiciliarios, la mayoría de redes dependían de las instancias públicas atadas a los requisitos de legalización de asentamientos para poder invertir, hoy la mayoría de redes y empresas de servicios están completamente privatizados y el afán de abrir nuevos mercados ha hecho que los escenarios de los barrios informa-les se conviertan en un nicho rentable para los proveedores privados. Esto ha hecho que la cobertura de servicios públicos domiciliarios se incremente notablemente, y ha centrado la dificultad para los habitantes más en relación con la calidad y las tarifas que con el acceso a ellos. Los diseños de MIB deben dar paso a las transformaciones del contexto y atender de mejor manera las necesidades y dificultades de la población. En un territorio informal y precario, pero con redes instaladas de servicios públicos, el centro de la acción debe referirse, tal vez, a las asesorías relacionadas con el uso de estos servicios o en la generación de intermediaciones institucionales para la reducción de tarifas para los estratos más bajos, o en la promoción de empresas comunitarias y vecinales para el manejo de las redes de servicios, por ejemplo.

Otro aspecto fundamental para la construcción y consolidación de lo urbano es la convivencia, que se ha venido posicionando como una mirada y política institu-cional para enfrentar los problemas de violencia y delincuencia propios de la ciudad,

84 Es importante recordar aquí que la política de producción de suelo urbanizable a bajo costo que compita con el suelo ofertado a través del mercado informal no ha dado los resultados esperados para la ciudad. El responsable institucional para el desarrollo de esta iniciativa de la agenda urbana es Metrovivienda desde 1999, año en que fue creada.

Page 173: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

174

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

sin embargo, corre el riesgo de quedarse en la intención de regulación y olvidarse de la visión del desarrollo. Este tema y el de la participación, se han convertido en componentes casi obligatorios para las experiencias del MIB a partir del ejemplo y la experiencia del Proyecto SUR con Bogotá. Otro elemento propio del contexto urbano que exige una posición y una decisión por parte de quienes diseñan el PMIB es el referente a las escalas de intervención que tiene que comprenderse administra-tivamente, pero también histórica y culturalmente en su dimensión territorial. La definición del PMIB de insistir en el barrio como espacio para la implementación del mejoramiento no es un capricho y mucho menos una manifestación anacróni-ca85. Es necesario buscar una determinación de las escalas y combinaciones de herra-mientas de planeación e intervención que generen equilibrio entre las necesidades administrativas para las cuales el manejo se facilita a partir de la dimensión de las localidades y las UPZ y las características propias de la construcción comunitaria, para las cuales el barrio es la unidad que trasciende hacia la dimensión cultural y de identidad, visión muy consolidada en ciudades como Bogotá. Este criterio es importante también si se tiene en cuenta la necesidad de reconocer a la comunidad como un sujeto constructor de ciudad y de su propio desarrollo.

El nuevo suelo urbano que disponga la ciudad se establecerá con base en dos escenarios. Por una parte, el crecimiento fuera del perímetro urbano en los munici-pios circunvecinos a Bogotá, con lo que se revive, en muchos casos, las dificultades y los dramas de un inadecuado proceso de urbanización, no controlado y con enormes problemas de planeación y ante lo cual es urgente garantizar la configuración de un modelo de ordenamiento territorial compartido que contemple, en primera ins-tancia, a los municipios inmediatos a Bogotá, y seguidamente, a la región. Bogotá no puede darse el lujo de repetir la historia, no puede hacer caso omiso de las cir-cunstancias que ya se empiezan a vivir, pues esta ciudad seguirá siendo la principal receptora de población por la importancia que representa y por las condiciones y capacidades instaladas; esta recepción de población se dará indistintamente de que tenga que localizarse o no dentro del perímetro urbano.

Para configurar el segundo escenario, la producción de nuevo suelo urbano se centrará en áreas ya servidas, con infraestructuras adecuadas, bien localizadas y ya incorporadas al desarrollo urbano de la ciudad. Muchas de estas áreas corresponden a

85 Actualmente, los escenarios administrativos y de planeación han abordado las dimensiones zonal, local, distrital, metropolitana y regional como referentes espaciales universales. El he-cho de que el mejoramiento se siga planteando a escala barrial implica dificultades de orden administrativo, en la distribución presupuestal y en el diseño de las intervenciones en general, aspectos que hacen dudar a muchos de la vigencia de la escala barrial en la actualidad como escala de referencia.

Page 174: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

175

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

zonas intervenidas a partir de acciones de mejoramiento urbano y, particularmente, a través de las acciones adelantadas en el mejoramiento integral de barrios. Si bien ello refleja la clara articulación territorial del MIB a la ciudad y al modelo propuesto por vías del mercado, también es cierto que si no existe una previsión y planeación para la construcción futura del territorio desde la lógica global de la ciudad, estas áreas serán transformadas en los procesos de urbanización dirigidos a poblaciones diferentes a las cuales se pretendió beneficiar con el mejoramiento integral de barrios, conllevando a procesos de expulsión, a nuevas lógicas de segregación socio-espacial y a agravar el problema de la urbanización no planificada de la región.

A partir de la realidad que develan ambos escenarios, el mejoramiento integral de barrios es más que una acción coyuntural y asistencial, es una acción estratégica para la ciudad que requiere planeación y posicionamiento adecuados, relacionados con la lógica general de la ciudad y su proyección. Dicho de otra manera, es necesa-rio contemplar el MIB como una acción fundamental dentro del marco del modelo de ciudad y darle un lugar apropiado en la estructura jerárquica del Distrito para que pueda cumplir con la importante labor de la cual es responsable. Se evidencia la necesidad de construir nuevas metodologías que permitan establecer un diálogo fraterno y real entre la mirada urbana de las instituciones y la mirada de la ciudad construida por las comunidades en materia de necesidades, deseos y aspiraciones, para poder concertar la formulación de planes y la construcción de estrategias de in-tervención, así como la dimensión real de la participación en toda esta dinámica. En esta discusión hay que comprender que el punto final no lo constituye la construc-ción, validación y resultado del indicador, sino la construcción y el posicionamiento de una línea base que parte de la noción de calidad de vida de la población.

Se debe considerar la necesidad de deslindar la relación mecánica que se esta-blece entre la evaluación de las demandas de vivienda y la valoración del MIB, en tanto de este último hace parte de una serie de variables que, hasta la fecha, difícil-mente se conciben de manera articulada y menos se ejecutan integralmente como parte de un todo. Esto significa comprender, además, que existen ámbitos públicos y privados, en los que los privados se asocian a la vivienda y los públicos potencial-mente a los espacios colectivos. Pero también significa entender que así se trate de ámbitos privados, estos tienen una estrecha relación con la construcción de patrones de ciudadanía en los que, por ejemplo, la convivencia y la salud de los habitantes se relacionan con el mejoramiento barrial y con las condiciones de bienestar, en tanto esenla“casa”dondeseforjanvaloresydinámicassocio-culturalesquesereprodu-cen o transforman en los espacios colectivos. También que la vivienda, como espacio privado, demanda dinámicas de mejoramiento estructural que pueden ser requeri-das por una población considerable en el ámbito urbano. En este sentido, la inter-vención en MIB deberá comprender, deslindar e incidir sobre estas dos dimensiones

Page 175: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

176

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

de la vida urbana: la pública y la privada, y adelantar acciones pertinentes para ambas. Eso no significa que en su totalidad deban ser responsabilidad de la entidad que coordina o ejecuta el PMIB, lo que significa es que demandan el concurso del gobierno distrital como de la institucionalidad del distrito en su conjunto.

La intervención construida a partir de esta noción, podría abarcar los siguien-tes ámbitos86:

Parámetros para establecer y valorar la legibilidad de las zonas de intervención

Ámbitos de intervenciónGrado de consolidación para evaluar

priorización

Tipo 1 Tipo 2 Tipo 3 Tipo 4

Lo p

rivad

o

Salud (saneamiento básico, ventilación, etc.)

vivienda

Convivencia

Mejoramiento estructural

Producción, empleo y trabajo

Acceso

Mejoramiento de vivienda en general

Lo p

úblic

o*

Salud (recolección de residuos, saneamiento otros servicios) Sistem

a de espacialidad pública

Educación

Medio ambiente

Accesibilidad y movilidad

Socio-cultural

Socio-económico

Uso del tiempo libre

Convivencia y seguridad

* Implica pensar no solo en la disposición de infraestructura, sino también en el acceso a los servicios

* Criterios para la elegibilidad de zonas de intervención, desde la perspectiva del bienestar

86 Los tipos mencionados en la tabla se refieren a la tipología barrial construida por la Caja de Vivienda Popular –CVP– en un esfuerzo previo.

Page 176: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

177

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Una dificultad para poder abordar estas dimensiones se relaciona, como lo anotamos anteriormente, con la disponibilidad de información. No se tienen datos cuantificados por UPZ y se dispone de información dispersa y copiosa por localidad. Además de esto, la escala barrial no aparece como algo fundamental, a pesar de la importancia que tiene en la configuración urbana.

En ese sentido, es crucial potenciar lo ya acumulado: las tipologías barriales dispuestas por la CVP en sus diversas elaboraciones que posibiliten la construcción de una zonificación ajustada a las necesidades de la comunidad y no a las demandas de la planeación urbana regional, pero que, simultáneamente, permitan conversar con la escala zonal, construida a partir de la noción de UPZ. La escala barrial no solo debe ser reconocida, sino que es necesario invertir la lógica de lectura que va de la localidad al barrio, para darle un lugar como unidad socio-cultural fundamental en la ciudad. Se podría disponer, igualmente, de la información sobre la tipología de zonas sub normales y elegibilidad construida por el ICT y por el Inurbe antes de su liquidación. El planteamiento de hace unos años del Banco Mundial –BM– y del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos según el cual la estrategia para enfrentar el problema de la informalidad y la marginalidad es la eliminación de los asentamientos irregulares (cities without slums), es poco viable mientras no se cambie el enfoque a partir del cual se enfrenta la problemática y no se prioricen los recursos necesarios para ello, pues la incapacidad de las ciudades para satisfacer la totalidad de las demandas de hábitat y vivienda va a persistir, sumada a las deficiencias en la provisión de empleo y la satisfacción total de nece-sidades sociales, económicas y culturales de la población en países con problemas estructurales en el modelo de desarrollo e insuficiencia de recursos públicos y pri-vados para su atención.

Una afirmación de este tipo pone nuevamente el MIB como una alternativa crucial para las ciudades y la población urbana. Sin embargo, el enfoque de este se debe priorizar en la atención de los intereses y necesidades de la población, por encima de la priorización de los aspectos definidos a partir del interés del sistema económico. Esto no quiere decir que el MIB no obedezca a criterios de ordenamiento de modelo de ciudad y de productividad, pero en un momento como el actual, la población y su bienestar deben ser el centro de la intervención, de lo contrario, los efectos podrían revertirse muy prontamente, pues para la sostenibilidad de cualquier tipo de inter-vención e iniciativa urbana es fundamental contar con la aprobación de la población, sus redes sociales y sus formas organizativas.

Para eso urge que sea definida una mirada política y estructural sobre el MIB, que centre un enfoque, no único sino concensuado, y establezca un modelo para el PMIB entendido como elemento articulador de la política de hábitat con énfasis en lo habitacional y el entorno digno, estableciendo acciones de orden cuantitativo y

Page 177: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

178

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

cualitativo de manera simultánea. Esto implica que temas como la construcción de VIS, el mejoramiento de la vivienda, la utilización y distribución del suelo urbano, titulación, reasentamiento, entre otros, no pueden estar desarticulados de las accio-nes del MIB pues éste permite la articulación de manera fluida. Posicionar y mate-rializar esta visión es uno de los retos más importantes para el PMIB. El territorio y la comunidad son una sola entidad, y por tanto las acciones sobre éste y la coope-ración con sus comunidades no pueden dinamizarse de acuerdo con el interés de cada acción institucional por separado, sino que por el contrario debe articular los esfuerzos y conducirlos de manera coordinada a través del PMIB; es decir, ajustar el modelo del MIB para garantizar su flexibilidad y, simultáneamente, garantizar las pautas permanentes que le dan cohesión y coherencia al MIB.

Los procesos administrativos y de gobierno de la ciudad han mutado tam-bién; la descentralización y la cultura laboral propia del ámbito burocrático, su-madas a la privatización y entrega en manos de consultores a muchas de las funciones públicas debilitan la estructura y capacidad de sistematización de esce-narios como el PMIB que el gobierno distrital aún no ha posicionado y priorizado. Este hecho exige la labor de dar cuenta del acumulado institucional existente en relación con el MIB, y sobre todo garantizar la continuidad de los acumulados y trayectorias que eviten la perdida de la memoria institucional y los procesos ya validados por prácticas probadas, ajustadas y consensuadas. El desarrollo de los 25 planes maestros propuestos en la ciudad de Bogotá afecta de una nueva manera la ejecución de la planeación en la ciudad. Por lo tanto, las propuestas y proyecciones entorno al PMIB deben tener en cuenta lo planteado en estos planes y diseñar las intervenciones de manera diferenciada, dependiendo de los criterios ya estructurados y de las prioridades definidas y necesidades existentes en cada zona. Sin duda es necesario ahondar en la relación que las acciones del MIB guar-dan con la aplicación de los planes maestros.

Por otra parte, la reestructuración administrativa que hoy afronta la ciudad es un proceso muy importante que permitirá la redefinición de funciones, estructuras administrativas, cargos y procesos de toma de decisiones en general. Es fundamen-tal que dentro de la nueva lógica administrativa que se defina, el MIB tenga un lugar como proceso relevante para la ciudad, entendido desde la perspectiva de coordinación de diversos tipos de acción en una estrategia integral que cuente con la cobertura de una política pública clara y la infraestructura y la jerarquía pública necesarias. Esta figuración del tema de MIB en la nueva estructura administrativa de la ciudad sería un indicador del mayor alcance adquirido para esta problemática y de la apropiación del tema por parte de la administración pública que tendría que reflejarse también por medio de una mejor articulación del tema a la lógica general de planeación del Distrito y a su mayor protagonismo. El MIB ha venido ganando

Page 178: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

179

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

presencia en las políticas nacionales, su delimitación como un programa específico del plan de desarrollo del actual gobierno devela un mayor interés por la proble-mática, sin embargo, es necesario que el enfoque trascienda lo referente a obras e infraestructura y asuma una dinámica integral para su desarrollo.

Es de vital importancia posicionar el mejoramiento integral de barrios en la ciudad como una clara expresión de la política pública en materia de hábitat diri-gido a sectores de población de bajos ingresos y como estrategia para la superación de la pobreza. Consideramos que el agotamiento del suelo urbano disponible para urbanizar87, referido a la disponibilidad de suelo para vivienda social nueva, es un escenario que en menos de cinco diez años hará parte muy preocupante de nuestro presente y por ello la ciudad debe contemplar y anticipar desde ahora escenarios de mediano y de largo plazo en función de la ocupación del suelo urbano; entre estos el que ha sido autoproducido por las comunidades que hoy reclaman de manera particular una atención prioritaria.

Las acciones de mejoramiento integral de barrios en la ciudad deben estar ar-ticuladas bajo un programa estratégico claro de mediano y largo aliento, que supere el carácter coyuntural que establece la lógica de proyecto y fortalezca un operador institucional en la ciudad que adelante acciones directas relativas al MIB y coordine acciones con las demás instituciones distritales comprometidas con el mejoramiento urbano y barrial. Ello implica apuntar a posicionar el Programa de Mejoramiento Integral de Barrios en la estructura orgánica de la ciudad. Una opción para ello es transformar la Caja de Vivienda Popular en la entidad operadora del PMIB, para que asuma algunos proyectos y dinámicas que se adelantan en otras entida-des distritales relacionadas con el mejoramiento barrial, reorganice los proyectos que actualmente adelanta la CVP y construya una verdadera coordinación con las instituciones responsables de adelantar acciones de mejoramiento urbano (que no pueden salir de su competencia) a través del fortalecimiento de la coordinación interinstitucional en los niveles metropolitano, local y zonal. Es fundamental que la Secretaría Distrital del Hábitat adopte el mejoramiento integral de barrios como un eje estratégico y no solo como una de las acciones incorporadas como parte de su responsabilidad. Ello como una expresión de la determinación de política pública.

87 Para 2007, la ciudad de Bogotá contaba con 6.000 hectáreas de suelo urbanizable disponi-bles. De éstas, mínimamente, una quinta parte se destinará a cesiones para vías, afectaciones, infraestructura y equipamiento, espacio público. Las hectáreas restantes se consumirán en menos de diez años dado el promedio de urbanización que oscila entre 400 a 500 ha año. (Torres y otros, 2007).

Page 179: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

180

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Referencias bibliográficas

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ (2003). La pobreza en Bogotá, Bogotá cómo Vamos. Bogotá, D.C.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ (2005a). Desarrollo social de Bogotá. Informe Especial, Espacio Público, No. 1, Bogotá.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ (2005b). Pacto por el hábitat digno en Bogotá, D.C. Bogotá.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ; DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL, DAPD (2005a). Elementos y antecedentes para la política de hábitat y seguridad humana. Bogotá.

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ; DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL, DAPD (2005b). Hacia una Política de Hábi-tat y Seguridad Humana. Documento de trabajo, Bogotá.

BRAKARZ, José y otros (2002). Ciudades para todos. La experiencia reciente en programas de mejoramiento de barrios. Washington D.C.: Banco Interamericano de Desarro-llo –BID–.

CAJA DE VIVIENDA POPULAR; ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ, DAPD (2006). Cuadro resumen de demandas de servicios según fichas normativas, reglamenta-rias de las Unidades de Planeamiento Zonal –UPZ– definidas como de mejoramiento integral en Bogotá, D.C., Bogotá: Mimeo.

CLICHEVSKY, Nora (1999). Urbanización informal: contexto, causas y posibles soluciones. In-forme de Consultoría. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo.

CONSEJO NACIONAL DE POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL, CONPES (2002). Optimización de la Política de Desarrollo Urbano. De conformidad con la Política de Cali-dad de Vida Urbana definida por el PND para el período 2002-2006. Bogotá.

dEPartamEnto administrativo dE PlanEación distrital, DAPD (2000a). Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, Documento Técnico de Soporte. Bogotá.

dEPartamEnto administrativo dE PlanEación distrital, DAPD (2000b). Plan de Ordenamiento Territorial, Decreto 619 de 2000. Bogotá.

dEPartamEnto administrativo dE PlanEación distrital, daPd (2001). Cuadernos de Plan de Ordenamiento Territorial. Vivienda. Bogotá: Escala.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN, DNP; DIRECCIÓN DE DESARROLLO URBANO Y POLÍTICA AMBIENTAL, DDUPA (2005). Ciudades amables. 2019 Visión Colombia II Centenario. Propuesta para discusión. Visión Colombia Segundo Centenario. Presidencia de la República. Minis-terio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. Bogotá: DNP. OP Gráficas S.A.

Page 180: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

181

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN, DNP; MINISTERIO DE AMBIENTE, VIVIENDA Y DESARROLLO TERRITORIAL (2006). Cons-truir ciudades amables. Propuesta para discusión Ministerio de Ambiente, Vivien-da y Desarrollo Territorial. En portada: 2019 Visión Colombia II Centenario. Departamento Nacional de Planeación. Bogotá.

MAESTRÍA EN HÁBITAT (2007). Foro público: por arte de barrio. Memorias. Grupos de investigación Procesos urbanos en hábitat, vivienda e informalidad y Hábitat y vivienda. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

MELLOBUENO,L.M.de(1999),“UrbanPoliciesforFavelas”,Informalidad y se-gregación urbana en América Latina, N. Clichevsky (comp.), Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), inédito. Será publicado próximamente bajo la serie Medio Ambiente y Desarrollo.

MINISTERIO DE DESARROLLO ECONÓMICO (1996). Ciudades y ciudadanía: la política urbana del salto social. Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana. Bogotá.

PROYECTO SUR CON BOGOTÁ (2000). El mejoramiento integral de barrios en el marco de los procesos de gestión institucional. Memoria inicial de la experiencia del Proyecto SUR con Bogotá.

REPÚBLICA DE COLOMBIA (1991). Constitución Política de la República de Colom-bia. Bogotá: Ediciones Universales, 1998.

RIOFRÍO, Gustavo (1999). Informalidad en Lima. Inédito.

SECRETARÍA DE HACIENDA DISTRITAL, SHD y DEPARTAMENTO ADMI-NISTRTIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL, DAPD (2004). Recorriendo Bo-gotá. Bogotá.

SUM CONSULT, CVP (2002). Programa SUR de Convivencia. Parte uno. Estudio de Factibilidad. Bogotá.

TORRES TOVAR, Carlos A. y otros (2006). Estudio de conceptualización para el mejo-ramiento integral de barrios en Bogotá, D.C. Primer Informe (agosto). Bogotá: Caja de Vivienda Popular, Cooperación Financiera Oficial con Países en Desarrollo Banca Alemana –KfW–, Universidad Nacional de Colombia.

TORRES TOVAR, Carlos A., RINCÓN G., John Jairo (2007). Suelo urbano y vivienda social en Bogotá: la primacía del mercado y el sacrificio del interés general, 1990-2007. Bogotá: Inédito

Otras fuentes

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ (2004). Decreto 190 de 2004. Bogotá.

Page 181: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

182

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA MEDELLÍN Y SU ÁREA METROPOLITA-NA, MUNICIPIO DE MEDELLÍN. CORVIDE. PNUD. Programa Integral de Me-joramiento de Barrios Subnormales de Medellín –PRIMED–. 1992-1996. Medellín.

DEPARTAMENTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE (2003). Encuesta Con-tinua de Hogares, ECH 1999-2003 y Censo de edificaciones ajustado con licencias de construcción. Bogotá.

DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE; DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO DE PLANEACIÓN DIS-TRITAL, DAPD (2003). Encuesta de calidad de vida 2003, Bogotá, D.C. Bogotá: DANE, DAPD, Alcaldía Mayor de Bogotá, D.C.

Page 182: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

183

c A m I n A n d o u n p l A n e tA I n f o r m A l

David Millán OrozcoInvestigador Universidad Nacional de Colombia

“Lautopíadelprogresosehatransformadoenmovimientodesordenado”

Daniel Innerarity (2008a).

Se hunde el progreso. Inundación del río Cauca a su paso por Cali (diciembre de 2008).

Fotografía: Andrés Prieto, Planeación Municipal, Cali.

Introducción

La presente reflexión, que se enfocará en la ciudad de Cali, parte de tres supuestos globales básicos, entre tantos otros, asociados al nacimiento y reproducción de la ciudad informal:

Page 183: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

184

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

1. A medida que avanza el mundo neoliberal, asistimos al surgimiento de margi-nalidades y exclusiones, cada vez más drásticas.

2. La velocidad con que se expanden los efectos del neoliberalismo, es harto supe-rior a la reacción mediante la cual algunos estados, gobiernos, instituciones y organizaciones sociales pretende enfrentar o aminorar sus efectos.

3. Por lo anterior, grandes grupos de población en el mundo entero están siendo confinados a una situación de máxima miseria soportable88, sin que existan solu-ciones efectivas y de la escala y complejidad correspondientes con el fenómeno de la ciudad informal.

Estos supuestos se combinan en lo que he denominado marginópolis (Millán Orozco, 2008), y encuentran nuevas afirmaciones y razones en lo que sucede hoy en todo el planeta.

La ciudad informal a veces alcanza manifestaciones surrealistas.

Asentamiento El Barandal, lagunas El Pondaje y Charco Azul (2006). Fotografía: Ricardo Cruz.

La reflexión se apoya en las realizadas recientemente por diversos analistas (glo-bales, locales y comunitarios; con medios y sin ellos), que hacen diversas lecturas de los eventos que en este momento están sucediendo: el calentamiento global, la inminente depresión socio-económica mundial, la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos, la oscilación del precio del petróleo, la enorme escalada de la pobreza en todo el mundo, las guerras globales; y en Colombia , la muy posible negación de la segunda re-elección consecutiva de Álvaro Uribe, la inminente apro-

88 Este concepto fue introducido por el arquitecto Harold Martínez Espinel, quien participó en la mesa por la ciudad y la vivienda, organizada por el Concejo Municipal de Santiago de Cali, entre julio y noviembre de 2003.

Page 184: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

185

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

bación de la reelección inmediata de alcaldes y gobernadores, las guerras locales, las reacciones locales frente al sistema financiero y bancario nacional e internacional, la caída en serie de las pirámides (o entidades financieras alternativas e ilegales).

Aunque no parezca que estos temas se relacionen con la ciudad informal –o con la marginópolis– es necesario advertir casi como una redundancia, que la trans-formación de la ciudad está finamente articulada con las dinámicas económicas y políticas locales y globales, y que es la pobreza el catalizador de las maneras no correctas de transformar las concentraciones urbanas. Por lo tanto, este es un momento propicio para la comprobación o negación de algunas hipótesis sobre el funcionamiento de nuestras sociedad, economía y política, en torno a los procesos de construcción de ciudad.

Inundación del río cauca a su paso por Cali (diciembre 2008).

Fotografía: Andrés Prieto, Planeación Municipal, Cali.

Una de las conclusiones que se puede adelantar es que podremos saber mucho acerca de cómo se produce la ciudad (o las diversas ciudades), pero no suficiente-mente sobre cómo reorientar sus procesos de producción. En todo caso, si se tienen algunas tesis alrededor de cómo hacer esto último, se evidencia a diario que es casi imposible hacerlo, o que se hace muy poco, aunque, por ejemplo, en Cali se haya integrado un gobierno que prometió dar un vuelco al tema89. La fuerza que tienen las maneras convencionales de enfrentar el problema de los asentamientos humanos de desarrollo incompleto en Cali, tiene una enorme inercia frente a la posibilidad de recomponer integralmente entornos de ciudad informal (Millán Orozco, 2004).

89 Podemos Cali, es el movimiento político que gobierna la ciudad en el período 2008-2011, en cabeza del médico Jorge Iván Ospina Gómez. El Plan Municipal de Desarrollo, llamado Para vivir la vida dignamente, incluye el Plan de Recomposición Integral de Zonas Marginales –Prizma– que durante el primer año de gobierno no presentó una significativa evolución.

Page 185: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

186

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

“Regularmentecuandodesdelasdiferentesexperienciastrabajamosparallevaracabolaem-presa del desarrollo de nuestros barrios y de nuestros procesos organizativos lo hacemos desde una perspectiva informal, marginal, sin que medie la posibilidad de un apoyo entre nosotros, de construir una cadena de expectativas, una cadena de afectos, una cadena de voluntades para transformartodosesosimpulsoscolectivosenunaaccióncolectiva”(VillaValencia,2008).

La distancia entre lo que sabemos y lo que podemos es una de las principa-les conjeturas para quienes estamos con un pie en la ciencia y otro en la política; situación difícil de compaginar en el marco de un conocimiento relativamente completo sobre el fenómeno tratado, y un ejercicio de la política con gobiernos relativamente comprometido con los problemas estructurales de la sociedad y el territoriogobernados.“Laciencianoestáencondicionesdeliberaralapolíticadela responsabilidad de tener que decidir bajo condiciones de inseguridad. Proba-blemente lo que está detrás de la erosión de la autoridad de los Estados y la crisis de la política sea este proceso de fragilización y pluralización del saber, y no con-seguiremos recuperar su capacidad configuradora mientras no acertemos a articu-larnuevamenteelpoderconlasnuevasformasdesaber”(Innerarity,2008b).

Hoy por hoy, logran en buena parte solo reproducir la miseria urbana, dadas las condiciones que el problema de la ciudad informal presenta actualmente, en compara-ción con hace tres o cuatro décadas, cuando las localizaciones de la naciente ciudad infor-mal no eran tan riesgosas ni tan excluyentes del modelo de ciudad en su momento.

Incendio en el asentamiento Nueva Ilusión. Lagunas El Pondaje y Charco Azul, Cali (octubre 2008)

Fotografía: Henry Martínez, Oficina de Comunicaciones, Alcaldía de Cali.

Page 186: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

187

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Algunas construcciones son realizadas en riveras de los ríos (diciembre de 2008). Dique (Jarillón) del río Cauca.

Fotografía: Henry Martínez, Oficina de Comunicaciones, Alcaldía de Cali.

Page 187: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

188

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Una manera de conocer es adoptar la decisión de enfrentar los problemas, como el de la ciudad informal, acometiendo nuevas respuestas que rompan con el modelo convencional. Hoy, cuando el fenómeno de la ciudad informal ha mutado hacia mar-ginópolis, es necesario también propiciar la mutación de la respuesta; darnos la opor-tunidad de conocer mientras hacemos; crear y recrear tecnologías urbanas como la recomposición integral de entornos de ciudad marginal o informal, conlleva tanto un conocimiento más amplio del problema, como una acción técnica y política de mayor alcance estructural. En esa acción la regularización y la titulación bien pueden ser son medios para alcanzar un mejor estar y un mejor hacer del territorio y sus habitantes, pero no son la finalidad del proceso. La finalidad es propiciar mejor calidad de vida, sostenibilidad ambiental, incremento de la productividad, inclusión social y funcio-nalidad urbana, a partir de una reconstrucción integral del hábitat, la mayoría de los casos, en los mismos entornos en que se ha reproducido la ciudad informal.

“Siempreserálahora,siemprehabráunavozquelodiga,siemprepensaremosqueestees el momento. Pero pocas veces acumulamos el oxígeno que sabemos se necesita para emprenderunainiciativadeestamagnitud,paraalgunoslaaventuradedecir“esahora”apenas comienza, para otros mirar al frente para hacer desde la opción colectiva por la gente,significaentoncesuncaminorecorridoqueseresignifica…Nomuchosconocemosdeverdadlospasillos,losatajos,asentamientos”(VillaValencia,2008).

El alcalde de Cali, Dr. Jorge Iván Ospina G. recorre la zona afectada por la inundación (diciembre de 2008).

Fotografía: Henry Martínez, Oficina de Comunicaciones, Alcaldía de Cali.

Page 188: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

189

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Cambiar de verdad, implica la movilización de personas, grupos e institu-ciones; implica la disponibilidad y creación de conocimientos, recursos y poder. Podemos dar la sensación de cambio sin hacer que realmente las cosas sucedan y sin disponer de lo necesario para que ello ocurra. Padecemos de una falsa movi-lidad o de movilidades aparentes. Es uno de los atributos del mundo mediático quehabitamosy,nopocasveces,disfrutamos.“Enúltimainstancia,lassocieda-descombinansuresistenciaalcambioconunaagitaciónsuperficial”(Innerarity,2008a), que hace que todo aparentemente cambie para que no cambie nada.

Incendio en asentamiento Nueva Ilusión. Lagunas El Pondaje y Charco Azul, Cali (octubre de 2008).

Fotografía: David Millán Orozco.

La demostración de que algunas realidades no cambian mucho es la vuelta cíclica de los problemas, esto se demuestra, por ejemplo, con las inundaciones periódicas del río Cauca y sus indeseables efectos sobre las comunidades ribere-ñas (raizales y/o informales), o con las tragedias derivadas de los incendios en los asentamientos de desarrollo incompleto, por cuenta de las conexiones irregulares a las redesdelserviciodeenergíaeléctrica.“Lasrecientesinundacionesdedocenasdebarrios del sur oriente de la ciudad, han puesto al descubierto general lo que téc-nicos y entendidos del problema conocen, las autoridades locales registran y los

Page 189: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

190

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

habitantes de esos sectores sufren: El abandono de las lagunas de regulación de El Pondaje y Charco Azul y su salida del sistema de drenaje del oriente de nuestro municipio”(OlarteReyes,2007).Esto,quehasucedidodurantelargotiempoysucedió en 2007, vuelve a suceder en 2008, mostrándonos que las respuestas a estos problemas repetidos, son fallidas, insuficientes o inexistentes.

La inercia de la(s) pobreza(s)

Cubren nuestras mesas de trabajo y casi todos los espacios de la cotidianidad, una cantidad importante de estudios, editoriales, artículos de opinión y ensa-yos, que concluyen lo que presagiábamos que en algún momento se aceptaría abiertamente: “El crecimiento económico es condición necesaria para la su-peración de la precariedad social, pero no la garantiza. Hacen falta políticas específicasderedistribución…”(El País, 30 de octubre de 2008). Este tipo de reflexiones se hacen hoy en el mundo entero en diversas orillas del pensamiento y del quehacer público y privado, a propósito de un conjunto de situaciones, tan indeseables para quienes pregonaron un nuevo mundo feliz a partir del libre mercado, como inocultables y engorrosas para quienes compartieron tal fanta-sía o se abstrayeron de ella, y que nunca pensaron que la realidad se mostraría tan cruda como hoy lo hace. De todas las reflexiones se deduce que la vida en equilibrio no es compatible con el capitalismo; por lo menos con el capitalismo que ha conocido la generación Post Consenso de Washington; con el capitalismo distanciado de la democracia.

Hoy,laconstrucciónneoliberalcaeapedazos.“Losgolpesquevandestro-zando cada uno de esos ladrillos son el símbolo del fin de una época y el comienzo de una era hoy desconocida. Fueron casi 40 años de mercados financieros cada vez más desregulados, con entes de control públicos colonizados por los banqueros, libre movimiento de capitales especulativos y desarrollo de sofisticados instru-mentos financieros que intensificaron el frenesí del casino global. Los gobiernos perdieron el control del sector financiero de la economía. Los dueños de las enti-dades, ejecutivos, analistas y operadores de esos mercados percibían ingresos obs-cenos, constituyéndose en una casta privilegiada durante estos años de dominio delmundofinancierosobrelaeconomíareal”(Zaiat,2008).

La caída de Wall Street es al capitalismo, lo que la caída del muro de Berlín es al comunismo, es la analogía más recurrente en estos momentos, cuando ninguna estra-tegia parece ser efectiva en el propósito de distraernos de la necesidad de orientar globalmente todos los esfuerzos hacia una búsqueda ya inaplazable: la urgente y necesaria combinación en nuestros modos de vida de valores como la justicia social, la sustentabilidad ambiental y el equilibrio territorial.

Page 190: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

191

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Incendio en asentamiento Nueva Ilusión. Lagunas El Pondaje y Charco Azul, Cali.

Fotografía: Henry Martínez, Oficina de Comunicaciones, Alcaldía de Cali.

Los informes sobre pobreza en todo el mundo muestran los efectos paradójicos del neoliberalismo que hacía aumentar simultánea y exponencialmente la riqueza y la pobreza, mientras quebraba el espinazo del Estado de Bienestar que tenía como supuesto la reducción de las desigualdades en épocas de crecimiento económico.

Tal es el caso del VI informe sobre desarrollo exclusión y desarrollo social en España 2008 (realizado por la Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada –Foessa–), el cual afirma que el crecimiento económico de los últimos 15 años en España no ha reducido las desigualdades sociales. Hay 8,5 mi-llones de personas (el 20% de la población) en situación de pobreza relativa (con in-gresos por debajo de 574 euros mensuales). Otro millón y medio de españoles vive en“pobrezasevera”(conmenosde280eurosalmes)oensituacionesde“exclusiónsocial”.Deestamanera,un25%delapoblacióndeunpaísenlaórbitaeuropeahace eco de la hecatombe socio-económica mundial que produce un incremento significativo de la pobreza.

Page 191: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

192

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Asentamiento Comuna 18, Santiago de Cali.

Fotografía: David Millán Orozco.

Lo sucedido en España nos obliga a hilar más delgado: si hay algo que parece cierto y sostenible en medio de la incertidumbre es la generación de pobreza; más cuando se evidencia que es imposible mantener el ritmo del crecimiento económico de las dos últimas décadas, al punto que el gobierno de Estados Unidos –un país con más de 31 millones de personas en estado de pobreza– se ha visto obligado a declararoficialmentelarecesióneconómica.“Ahora,antelacrisisfinancieradelaeconomía virtual se trasladan los problemas y sus posibles soluciones a la economía real de los Estados y de los ciudadanos. Se reducen los presupuestos públicos y los créditos a consumidores y a inversores. Y en Estados Unidos y en Europa presencia-mos el espectáculo obsceno de las ingentes transferencias que los gobiernos hacen a las entidades financieras mientras los responsables de las mismas se mantienen o se retiran con indemnizaciones de decenas e incluso centenares de millones de dólares odeeurossalidosdelosbolsillosdeloscontribuyentes”(Borja, 2008), con lo cual se evidencia, además, que los gobiernos hacen del Estado moderno un instrumento para la privatización de las utilidades y la socialización de las pérdidas. Es decir, que el Estado deja de ser moderno para volver a ser feudal y utiliza los instrumentos de soporte técnico, tecnológico y científico de la modernidad, que se suponían descu-biertos o creados para el bienestar de toda la humanidad.

Page 192: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

193

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

Se rompe así la paradoja del neoliberalismo, que generó, simultáneamente y durante décadas, riqueza y pobreza en gran escala, de un lado, y de manera general, por la vía de la concentración de los beneficios y, de otro lado, en el caso de Colombia, por la eliminación sistemática del Estado Social de Derecho. Pero esta paradoja no se rompe para aproximarse al Estado de Bienestar, sino, por el contrario, para acentuar el papel del Estado corporativista que impuso sus anti-valores y que garantiza a quienes han disfrutado del modelo de concentración y ahora se ven afectados por el estanca-miento en el crecimiento económico, la sostenibilidad del modelo que les favorece, y encima, lo hace con recursos de toda la Nación.

De esta manera se muestra que aunque la generación de riqueza ya no es una constante del neoliberalismo, la generación de pobreza sigue siéndolo; como lo ha sido en cualquier modelo distanciado de la democracia, dado que los recursos para propiciar el equilibrio se destinan a generar mayor exclusión. Es evidente, entonces, la falacia del argumento que afirma que el crecimiento económico es una condición sine qua non para lograr la igualdad. Esto jamás será posible sin Estado, sin democracia y sin gobiernos coherentes con los intereses de todos sus gobernados.

Asentamiento Comuna 20, Santiago de Cali.

Fotografía: David Millán Orozco.

En Colombia el modelo global se repite tanto en sus principios como en sus efectos. Sorprende la similitud de los comportamientos de las instituciones públicas y privadas

Page 193: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

194

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

en torno a un fenómeno de alcance global, en países desarrollados y en vías de serlo. Los informes regionales de desarrollo humano de Bogotá (PNUD, 2008a) y Valle del Cauca (PNUD, 2008b), muestran, para el primer caso, que aunque la pobreza ha disminuido y la distribución de ingresos ha mejorado en el período 2003-2007, ni la capital (Bogotá) ni el país entero son terrenos abonados para la igualdad y, en el segundo caso, que aunque el índice de desarrollo humano está levemente por encima del promedio nacional, existen condiciones de orden económico, social, ambiental y cultural que generan o reproducen exclusionesque“restringenelaccesodesectorespoblacionalesalosderechos,libertadesy capacidades que se requieren para vivir en forma creativa, pacífica, productiva y salu-dable”(PNUD,2008b).

De esta manera, y aunque la regla nos muestre sus debidas excepciones, la pobreza es una trampa insuperable en Colombia por métodos asociados a los del Estado Social de Derecho, sin que los gobiernos sientan identificación con sus valores. Y como quiera que “lacrisisdeunconceptosereconoceenlacrisisdelosconceptosasociados”(DeleuzeyGuattari, 1993), son justamente los conceptos Estado, sociedad, derecho, y democracia, los que han entrado en crisis y han permitido que la hecatombe haga de las suyas en el mundo urbano produciendo más marginópolis.

Asentamiento Comuna 20, Santiago de Cali.

Fotografía: David Millán Orozco.

¿Cómo se puede producir ciudad, si los conceptos fundamentales que sus-tentan las transformaciones del territorio están en crisis? ¿En qué espacios de

Page 194: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

195

P a r t e I V. E s t r a t E g i a s d E i n t E r v E n c i ó n E n l a c i u d a d i n f o r m a l

qué tipo estarán los gobiernos en capacidad de reconocer el derecho de sus ciudadanos a la ciudad? ¿Tendrán una real voluntad de hacerlo? ¿Entenderán losgobernantesqueaquellamáximaquedice: “las ciudades separecena lassociedadesque las construyen”, implicaqueparaproducir unamejor ciudadhabrá que recomponer algunos conceptos inherentes al modelo de desarrollo aún imperante?

Las nuevas construcciones se realizan sobre terrenos adaptados con escombros.

Fotografía: Andrés Prieto, Planeación Municipal, Cali.

Si algo requiere un planeta urbano altamente dinámico para enfrentar la entropía en sus concentraciones poblacionales de mediana y gran escala, es au-mentar creativamente la generación de espacios (públicos) para la creatividad, los buenos gobiernos, el respeto por la diferencia, la multiculturalidad, la democracia y el reconocimiento de derechos económicos, sociales y políticos y, entre ellos, el derecho de todo habitante del planeta a disfrutar de condiciones de vida digna para habitar una ciudad.

Referencias bibliográficas

BORJA, Jordi (2008). “Democraciasimperfectas”.En:periódicoEl País, Madrid, España, 10 de noviembre de 2008.

DELEUZE, Gilles y GUATTARI, Félix (1993). Qué es la filosofía? 5ª ed. Barcelona: Anagrama.

INNERARITY,Daniel(2008a).“Laotradesaceleración”.En:periódicoEl País, Ma-drid, España, 16 de septiembre de 2008.

INNERARITY,Daniel(2008b).“Elretornodelaincertidumbre”.En:periódicoEl País, Madrid, España, 7 de octubre de 2008.

Page 195: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

196

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

MILLÁN OROZCO, David (2004). “Laurbanizaciónde lamiseria enCali”.En:RINCÓN PATIÑO, Análida (comp.) (2004). Espacios urbanos no con-sentidos, Legalidad e ilegalidad en la producción de ciudad. Medellín: Universidad Nacional de Medellín.

MILLÁNOROZCO,David(2008).“Marginópolis”.En:revistaBitácora Urbano\Ter-ritorial, No. 12, Instituto de Investigaciones de Hábitat, Ciudad y Territorio, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

OLARTEREYES,Rubén(2007).“Cali,conelaguaalcuello”,FundaciónGeneralde Apoyo a la Universidad del Valle. En: periódico El País, Cali, Colombia, diciembre 23

“Pobrezarelativa”.En:periódicoEl País, Madrid, España, 30 de octubre de 2008.

PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO, PNUD (2008a). Bogotá, una apuesta por Colombia, Informe de desarrollo humano. Bo-gotá: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO, PNUD (2008b). Hacia un Valle del Cauca incluyente y pacífico. Informe de desarrollo hu-mano. Cali: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

VILLAVALENCIA,Rubén(2008).“Acercadelascomunicacionesyloscompromi-sos,Unareflexiónmarginal”.En:De lo social a lo político, el carácter de la fiesta. En: Google Grupos, Colectivo Misión Ciudad. http://groups.google.com.co/group/colectivo-mision-ciudad/files?hl=es

ZAIAT,Alfredo(2008).“LacaídadelmurodeWallStreet”.En:Diario Página 12, Buenos Aires, Argentina, 20 de septiembre.

Page 196: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

Par t e V

d I s e ñ o y pA r t I c I pA c I ó n c o m u n I tA r I A

Page 197: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 198: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

199

p r o c e s o s u r b A n o s I n f o r m A l e s , pA r t I c I pA c I ó n c o m u n I tA r I A y A u t o c o n s t r u c c I ó n d e v I v I e n d A :

l A e x p e r I e n c I A c I n vA (1951-1974)

Martha Liliana Peña Rodríguez Investigadora Universidad Nacional de Colombia

Crecimiento poblacional, urbanización y déficit de vivienda

En el escenario de crisis global producto de la primera y segunda guerras mun-diales, América Latina experimentó un rápido proceso de urbanización gracias al movimiento de la población rural hacia las ciudades. En Colombia, una masiva migración interna de esta población hacia algunos centros urbanos promovió un extraordinario crecimiento demográfico (tabla 1) combinado con una distribución desigual del ingreso y un déficit considerable de vivienda por familia a nivel nacio-nal (tabla 3) pero especialmente en la capital de la República, Bogotá, y los depar-tamentos del Valle, Atlántico y Antioquia90 (tabla 4).

90 Cabe mencionar que entre 1930 y finales de los años sesenta y setenta el territorio colombiano evi-denció dos fenómenos particulares. El primero denominado como de cuadricefalia urbana supuso una transición entre la situación de atomización urbana, existente a principios de siglo, y la tendencia hacia la concentración de población en cuatro ciudades fundamentalmente (Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla). El segundo fenómeno se viene presentando sin interrupción desde los años sesenta es el de la primacía urbana de Bogotá, representada no solo por el flujo considerable de población producto de procesos de migración interna, sino por concentrar una serie de servicios que le otorgan algunas ventajas comparativas en relación con otras ciudades colombianas.

Page 199: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

200

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Tabla 1. Tasa de urbanización en Colombia, 1938-1973

Año Población totalPoblación Participación

urbana

Tasas de crecimiento % (³)

Urbana(¹) Rural(²) Total Urbana Rural

1938 8’710.714 2’533.680 6’177.034 29,09 2,17 4,36 1,05

1951 11’548.172 4’468.437 7’079.735 38,69 3,19 5,57 1,19

1964 17’484.508 9’221.916 8’262.592 53,37 2,98 4,36 1,21

1973 22’862.118 13’652.673 9’209.445 59,51 2,28 3,03 1,03

Fuente: Cenac, Ministerio de Desarrollo Económico, Viceministerio de Vivienda, Desarrollo Urbano y Agua Potable (1996: 11).

(¹) Cabeceras municipales. (²) Resto de los municipios.(³) Tasas exponenciales por 100.

Resulta evidente que a partir de la década de los años treinta se manifestó en el territorio nacional una transición demográfica que representó un cambio cuali-tativo en Colombia, en tanto pasó de ser un país rural a uno predominantemente urbano. En los éxodos rurales de principios de siglo, particularmente desde los años treinta, se encuentra la principal explicación a este fenómeno91. En tal sentido, se haestablecidoqueenelperíodo1964-1973,“lamigraciónesresponsabledel63%del crecimiento de Bogotá, 52% del Atlántico, 39% del Meta, 34% del Norte del Santandery33%delValledelCaucayLaGuajira…”(Ordóñez,1977).Comosemostrará más adelante, los principales centros de atracción para los migrantes intra e inter departamentales en este período fueron las ciudades de Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.

Como efecto de la crisis económica internacional de finales de la década de los años treinta, Colombia, especializada en la exportación de productos agrícolas y materias primas, café y oro y en la importación de mercancías manufacturadas de consumo, tuvo que emprender un proceso de industrialización por sustitución de importaciones, de abaratamiento de los costos de los productos agrícolas e interrupción del abastecimiento de bienes manufacturados. Mientras tanto, en los centros urbanos fue necesario crear “industrialigeraparaproducirlosbienesmanufacturadosdeconsumoquenosereci-

91 De acuerdo con Rocío Murad, la migración rural-urbana en la historia de Colombia se explica por“…lafaltadeempleoasalariado, laexpansióndelaagriculturacomercial, lamecani-zación de cultivos, los conflictos entre la colonización y el latifundio, la atracción de otras regiones que ofrecen más oportunidades de trabajo remunerado y las mayores facilidades de serviciosdelasáreasurbanas…”(Murad,2003:44).

Page 200: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

201

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

bieron del exterior, lo que activó la concentración de mano de obra, la infraestructura, la creacióndevaloresdeusocolectivoyelmercadolocal”(Murad,2003:28).

Durante la Segunda Guerra Mundial, en Colombia se evidenció una variación en la estructura social y de producción económica gracias al fortalecimiento de la in-dustria manufacturera y al consecuente aumento de las oportunidades de empleo en los sectores industrial y de construcción principalmente, a los que se sumó la aparición de las multinacionales, al finalizar la década de los años cuarenta. Samuel Jaramillo resume este proceso de transformaciones, afianzado en el período posguerra, así:

“…lacomposicióntécnicadela industriaseelevaextraordinariamente.Sonnecesariosmecanismos mucho más sofisticados de circulación del capital y el Estado amplía su acción desarrollando funciones de coordinación y planificación, de control de la estructura mone-tariaeinclusivedefomentodirectodelaindustrialización”(Jaramillo,1979).

Así, la industrialización sustitutiva de importaciones desempeñó un papel central en el cambio de la estructura económica, política y social que Colombia pre-senció en el período posguerra y al mismo tiempo propició la consolidación de Bo-gotá, Medellín, Cali y Barranquilla como los centros urbanos de mayor desarrollo. Producto de este proceso de transformación, el modelo colombiano de producción económica adquirió, a partir de 1951, un carácter semiindustrializado en el que la agricultura dejó de ocupar el primer renglón de producción y captación de mano de obra con un porcentaje de ocupación del 55% que descendió al 30%, para dar paso a los servicios, el transporte y el comercio que pasaron del 18% del empleo en 1951 a 30% en 1973.

Ahora bien, no solo en la industrialización y creciente oferta de empleos en las ciudades se encuentra el origen de los fenómenos de urbanización, concentración poblacional y de la actividad económica colombiana de la segunda mitad del siglo XX. En este sentido, resulta necesario mencionar los flujos migratorios rurales que la compleja situación de orden público, presente en el territorio nacional durante la década de los años cincuenta, ocasionó. En este período (1948-1953), conocido como la épocade “la violencia”, se hicieron evidentes confrontacionesde índolepolítico92 cuando:

92 El asesinato, en 1948, del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, agudizó esta polarización política que, como se mencionaba, al finalizar la década de los años cincuenta adquirió dimen-siones de carácter nacional lo que llevó a la insubordinación campesina y a la conformación de los primeros grupos guerrilleros. Con el apoyo de la Iglesia y el Ejército Nacional, el gobierno de Laureano Gómez (1950-1954) emprendió en las ciudades una campaña de persecución política contra la supuesta amenazadel “comunismo internacional”mientras en el campoconformógruposparamilitares,conocidoscomo“LosChulavitas”.

Page 201: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

202

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

“ElpartidoConservadorllegaalpodergraciasaunadivisióndelPartidoLiberaly,antelareunificación de éste, intenta continuar con el control del gobierno mediante una amplia campaña de intimidación y violencia contra sus oponentes. Los liberales organizan un amplio movimiento de resistencia que culmina con la creación de guerrillas rurales. Esta pugna se transformó en una lucha por el control de la propiedad. Las migraciones rural-urbanas se aceleraron a consecuencia de las luchas armadas en el campo y las cabeceras municipalesylasmayoresciudadesfueronfocodeatracciónparaestosmigrantes”(Mu-rad, 2003: 28).

Así las cosas, a pesar del crecimiento de la producción y del fortalecimiento del proceso de industrialización que se evidenció a partir de la década de los años cin-cuenta, el carácter técnico y monopólico del mismo significó un excedente de mano de obra no calificada y de origen rural que, luego de una considerable corriente migratoria y tras la creciente oferta de empleo, se asentó en los centros urbanos sin que ello implicase una ocupación laboral inmediata. La limitada respuesta de estos actores ante el uso intensivo del capital y de los avances tecnológicos les obligó a sumarseala“masamarginal”urbanaconformadaporlaclasetrabajadorainformalauto empleada en múltiples actividades al margen del sector moderno. Tal como lo señala Weiss (1967) el crecimiento urbano y desarrollo industrial permitieron no solo la consolidación de la clase media urbana sino el aumento cuantitativo del proletariado industrial. Debido a que la urbanización en Colombia no vino acompa-ñada de un desarrollo industrial paralelo, se produjo una variación en la estructura de clases explicada en parte porque:

“…laindustriaexistenteno[absorbía]lamanodeobradisponibledelasmasasmigrantes,impidiendo su asimilación a la vida urbana y condicionando la formación de grandes sectores depoblación“marginal”...Elprocesodeurbanizaciónylaindustrializacióncrearonlascon-diciones que permitieron el ascenso de una nueva élite ligada a la industria y el comercio, la consolidación de la clase media urbana, el aumento cuantitativo del proletariado industrial y la formación de un amplio sector popular ... Estos nuevos sectores coexisten con el prole-tariado rural, las antiguas clases medias y la oligarquía agro-exportadora, conformando el sistemadeestratificaciónsocial,enlasociedaddual”(Weiss,1967:29).

Se presume así que el acelerado proceso de industrialización y modernización evolucionó en un contexto de irracionalidad de la estructura productiva que generó una masa poblacional desempleada y poco calificada de descendencia rural captada, junto con la mano de obra nativa, por el sector terciario (servicios) y el informal.

En el aspecto político, el proceso de urbanización que Colombia, en la segunda mitad del siglo XX, creó condiciones particulares para la población migrante consi-derada como los nuevos habitantes urbanos. Al respecto, supuso su ingreso a lo que Weiss(1967)denominaba“zonaspolíticamenteestratégicas”,endondeseencontra-ban“losprincipalesmecanismosdepoderyendondese(producían)losprincipales

Page 202: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

203

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

hechos políticos, convirtiendo a estas masas en un potencial político mucho mayor al queconstituíanenlaszonasrurales”(Weiss,1967:29).

Almismotiempo,creócondicionesdeposibilidadparauna“movilizaciónpo-lítica”, representada en procesos deliberativos que el escenario rural no proveía.Estamovilizaciónpodríaserentendidacomoelproceso“psico-sociológicoatravésdel cual los grupos sumergidos en la pasividad correspondiente al patrón tradicional (rural),adquierenciertacapacidaddecomportamiento“deliberativo”,alcanzandonivelesdeaspiracióndistintos”(Weiss,1967:29)yquesoloelescenariourbanolepodría ofrecer.

Así la urbanización, entendida también como fenómeno político, le confería a los migrantes la posibilidad de abstraerse de estructuras políticas tradicionales-rurales para formar parte de dinámicas políticas ligadas a grupos de presión urbanos (sectores populares organizados en torno a objetivos comunes o procesos de asenta-miento legal o ilegal) que podían desencadenar en movimientos políticos reivindi-cativos o acciones colectivas93.

Estos fenómenos de índoles social, económica y política, fueron recurrentes aún al finalizar la década de los años setenta, período en el que el proceso de urbani-zación alcanzó su máxima expresión, apoyado en la concentración de las principales actividades sociales, económicas94 y político-administrativas, fundamentalmente en Bogotá y en menor proporción en las ciudades de Medellín, Cali y Barranquilla.

93 Tal como lo señala Weiss (1967) y de acuerdo con la clasificación de la Cepal, los sectores popu-lares en América Latina podían clasificarse en: a) sectores populares sindicalizados, b) sectores populares no sindicalizados y c) sectores populares en condiciones de marginalidad. Los primeros comprendían una minoría obrera ligada a la industria arraigada en el medio urbano. Los dos últimos eran definidos como sectores subempleados o desempleados que vivían en condiciones de marginalidad económica, social y política. Según la Cepal, el segundo y el tercer grupo, per-manecían al margen de la estructura política establecida y eran susceptibles de ser movilizados en favor o en contra del sistema político vigente. Así, el hecho de que estos sectores pudieran manifestarse a través de ejercicios electorales fuera del marco de las organizaciones tradicionales, constituía una amenaza para el statu quo establecido, de ahí que fuera necesario ejercer prácticas de control social a través de la organización comunitaria que permitiera canalizar este potencial comunitario. Este elemento será abordado más adelante.

94 Alfinalizarladécadadelosañossesenta,“enBogotá,Medellín,CaliyBarranquillaseconcentracerca de la mitad del producto interno bruto de la nación y más de los dos tercios de la indus-tria y registran focos industriales especializados: Barranquilla es sede de una importante actividad portuaria; Cali es conocida por su actividad agroindustrial (papel y azúcar); Medellín es el mayor centro cafetero y minero; y dada su condición de Distrito Capital de Colombia, el punto más fuerte delaeconomíadeBogotáeselterciariosuperior”(Murad,2003).

Page 203: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

204

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Tabla 2. Colombia: proporción de la población de las cuatro mayores ciudades en relación con el total del país y a la población urbana, 1951-1975

1951 1964 1973 1975

Proporción población total (%)

Bogotá AM 6,2 9,7 12,5 14,1

Medellín AM 4,3 6,2 7,0 7,1

Cali AM 2,5 3,8 4,5 4,9

Barranquilla AM 2,6 3,1 3,4 3,9

Total país (%) 15,7 22,8 27,4 30,0

Proporción población urbana (%)

Bogotá AM 16,0 18,7 21,1 21,6

Medellín AM 11,2 11,9 11,9 10,8

Cali AM 6,6 7,3 7,6 7,6

Barranquilla AM 6,7 5,9 5,7 6,0

Total población urbana (%) 40,5 43,8 46,3 45,9

AM: Área Metropolitana

Fuente: Murad, 2003.

Así mismo, el crecimiento poblacional urbano evidenciado en la segunda mi-tad del siglo XX ocasionó, entre otros efectos, una variación en el mercado de tie-rras y en la provisión de viviendas, de modo que las clases trabajadoras provenientes de sectores rurales se vieron obligadas a crear sus propias soluciones a través de asentamientos marginales en zonas periféricas de las ciudades colombianas (Cinva, 1952: 14).

Con respecto a este déficit cuantitativo95 de vivienda, las cifras mostraban el siguiente comportamiento en el territorio nacional (ver tabla 3).

95 Este tipo de déficit considera únicamente las necesidades de vivienda obtenidas mediante la comparación del número de familias consanguíneas (grupo familiar compuesto por los cón-yuges y sus hijos y todas aquellas personas que conviven con los primeros, compartiendo los alimentos y tienen nexos de consanguinidad con estos) con el número de viviendas existentes en un período determinado.

Page 204: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

205

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Tabla 3. Déficit cuantitativo de vivienda en Colombia, 1964-197396

Conceptos1964 1973 %

Déficit % Déficit % 1964 - 1973

Total departamentos 362.983 113,2 569.256 98,0 56,8

Cabeceras departamentales 320.702 100,0 590.543 100,0 81,1

Ciudades mayores de 100 mil habitantes 224.428 70,0 428.480 72,1 86,6

Ciudades de 50 mil a 100 mil habitantes 29.609 9,2 42.485 7,3 43,5

Ciudades menores de 50 mil habitantes 66.665 20,8 119.578 20,6 79,4

Fuente: CENAC, 1976.

Como se observa, el déficit total de viviendas en Colombia alcanzó, en 1973, una cantidad de 569.256 unidades, cifra que representó un aumento del 56,8% equivalente a 206.273 nuevas unidades habitacionales con respecto a 1964. Las ciudades mayores de 100 mil habitantes, entre las que se cuenta Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, registraron la mayor tasa de crecimiento en el déficit de vivien-da, 86,6% equivalente a 194.354 viviendas en el período intercensal 1964-1973. “Esdecir,queanualmenteestegruponecesitacercade21.000viviendasnuevasparasatisfaceralasnuevasfamiliascarentesdevivienda”97 (Cenac, 1976: 24).

A nivel departamental, y teniendo en cuenta la primacía urbana adquirida por Bogotá, Cali, Barranquilla y Medellín98, fundamentalmente entre 1964 y

96 Se carece de información basada en los datos censales correspondientes a los períodos 1938-1951, sin embargo por abarcar esta investigación la segunda mitad del siglo XX se consideró el valor de incluir la información correspondiente al período 1964-1974, que resulta igual-mente representativa.

97 Esta cifra es especialmente representativa para verificar el déficit existente en este período y el nivel de respuesta estatal ante el mismo, a través de las entidades creadas para tal efecto como el Instituto de Crédito Territorial y el Banco Central Hipotecario, ejercicio que se efectuará en el segundo numeral de este capítulo.

98 Aunqueelfenómenodeprimacíaurbanasedefinecomola“concentraciónpoblacionalconuna supremacía cada vez más fuerte de la ciudad de mayor importancia sobre el resto de la red urbana, generalmente reflejada en un volumen de población superior al 20% del total del país”(Murad,2003:19),elcasocolombianorepresentaunaexcepciónanivellatinoamerica-no al presentar este fenómeno en cuatro ciudades simultáneamente. Sin embargo, esta ten-dencia cambiaría al finalizar la década de los años setenta, período en el que la concentración poblacional se dio con un énfasis considerable en Bogotá.

Page 205: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

206

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

1973, el déficit cuantitativo de viviendas se presentaba en las siguientes propor-ciones (ver tabla 4):

Tabla 4. Participación en el déficit cuantitativo de vivienda total nacional y cabeceras departamentales, 1964-1973

Departamentos

Total (%) Cabeceras (%)Incremento

( 3 )1964( 1 )

1973( 2 )

1964( 1 )

1973( 2 )

Bogotá, D. E. 27,4 34,1 30,9 33,3 95,2

Valle 17,9 16,7 16,2 18,3 105,0

Atlántico 7,7 8,3 8,1 7,8 74,5

Antioquia 4,2 5,8 6,3 6,8 94,0

Resto 42,8 35,1 38,5 33,8 103,5

Total Nacional 100,0 100,0 100,0 100,0 81,1

Fuente: CENAC, 1976.

NOTA: Se ordenan los departamentos por su participación en el déficit total en 1973.

(1) y (2) Participación porcentual frente al total nacional.

(3) Incremento del déficit entre 1964 y 1973.

Resumiendo, se destaca cómo las cuatro principales ciudades colombianas concentraban hacia 1964 el 57,2% del déficit de viviendas con respecto al total nacional, porcentaje que aumentó dramáticamente en 1973 para convertirse en el 64,9% del déficit.

Finalmente, fue resultado de estos procesos paralelos de industrialización y urbanización la creciente segregación socio-espacial99 y la ineficiente presta-

99 En Bogotá, por ejemplo, en el período correspondiente a 1958-1970 los espacios entre el centro y los barrios periféricos surgidos hasta mediados del siglo fueron densamente pobla-dos y surgió una cantidad considerable de nuevos barrios principalmente hacia las zonas montañosas al oriente y sur-oriente y hacia las partes bajas inundables del sur, sur-occidente y nor-occidente. Entre 1960-1972, el crecimiento de Bogotá debido a los barrios populares disminuyó en un 8% respecto al período anterior mientras que las urbanizaciones construidas por el Estado aumentaron en un 7% y la construcción de barrios residenciales se mantuvo es-table. Para 1978 el área desarrollada clandestinamente correspondió al 38,4% del total de la ciudad habitando allí el 59% de la población de Bogotá, esta situación condujo a la definición de las normas mínimas de urbanización y servicios como una nueva medida para contrarrestar

Page 206: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

207

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

ción de servicios públicos urbanos, en términos de cobertura y calidad, para los nuevos grupos poblacionales asentados en su mayoría en las periferias urbanas (ver tabla 5).

Tabla 5. Cobertura de servicios públicos a nivel nacional, 1951-1973

Censo 1951 Censo 1964 Censo 1973

Cabecera Resto Total Cabecera Resto Total Cabecera Resto Total

Acueducto 66,9 7,4 28,8 65,8 13,3 38,7 86,9 27,6 62,7

Energía 64,3 4,2 25,8 65,4 5,6 34,5 87,0 57,6 95,0

Sanitario 70,2 11,3 32,4 69,1 14,1 40,7 15,0 25,0 68,1

Alcantarillado - - - - - - 72,2 8,1 46,1

Fuente: Para 1951, DANE, 1957; para 1964, DANE, 1968; para 1973, DANE, 1989.

Esta referencia a la disponibilidad de servicios de acueducto, energía eléctri-ca, servicios sanitarios y alcantarillado se debe interpretar como un aspecto que unido con otras variables100 conduce a definir condiciones habitacionales y sociales precarias y, en última instancia, a un déficit cualitativo de vivienda a nivel urbano fundamentalmente en el período 1951-1973101.

En suma, la segunda mitad del siglo XX definió para ciudades como Bogotá y Cali102 “ungran crecimiento demográfico cuya consecuencia principal fue lacreación e intensificación de tugurios, barrios clandestinos, hacinamiento, pro-miscuidad, problemas de tránsito, de educación, de salud y por sobre todo la ne-cesidadurgentedeviviendaparaalojaraunagranmasahumana”(Cinva,1952:10) (ver tabla 6).

la actividad clandestina de construcción a través de programas de lotes con servicios públicos desarrollados por la empresa privada (Arévalo, 2004: 61).

100 Materiales de construcción, número de cuartos y familias que habitan la vivienda, se-paración de servicios, disponibilidad de un espacio mínimo de la vivienda por persona y estructura física.

101 Para estimar este déficit se consideran los aspectos de bienestar social que ofrece la vivienda en cuestión.

102 En adelante se hará referencia únicamente a Bogotá y Cali dado que en estas dos ciudades se ubican los estudios de caso abordados en esta investigación, a saber el barrio Siloé de Cali y Bello Horizonte, Las Colinas y Los Laches ubicados en Bogotá.

Page 207: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

208

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Tabla 6. Crecimiento poblacional y déficit cuantitativo de vivienda Bogotá y Cali, 1951-1973

Bogotá Cali

Año PoblaciónNúmero de

familiasNúmero de viviendas

Déficit cuantitativo de vivienda9

PoblaciónNúmero de

familiasNúmero de viviendas

Déficitcuantitativo de vivienda

1951 643.187 171.468 72.882 98.586 284.186 55.722 28.986 26.736

1964 1’697.311 318.945 219.325 99.620 637.929 118.090 89.898 28.192

1973 2’571.548 590.194 395.748 194.446 975.527 200.635 135.359 65.276

Fuentes: CENAC, 1976.

En el escenario latinoamericano, la situación se presentaba de forma similar. Al respecto, Jorge Rivera señala:

“El déficit de vivienda enAmérica Latina para 1951 ... se estimaba en docemillonesde unidades, cifra que sólo era posible cubrir en un 13% por los gobiernos de la región, por lo que se consideraba que un programa a 50 años debía suponer la construcción de 1.307.500 unidades, y sobre este número, apenas 166.550 casas llegaban a levantarse a travésdelasentidades”(Rivera,2002:119).

Este panorama a escala latinoamericana y particularmente colombiana, en el que las desigualdades sociales, confrontaciones políticas y de atraso económico eran evidentes, ubicó al país no solo en un escenario de subdesarrollo sino en contravía con el discurso modernizante103 que a nivel mundial se difundió luego de la Segun-daGuerraMundial,cuandolaconstatacióndelproblemadel“subdesarrollo”creócomocategoríaal“TercerMundo”.

El subdesarrollo, el tercer mundo y la modernización

Dos hechos se consolidaron a partir de la primera mitad del siglo XX: el mundo crece (este crecimiento afectó aspectos de la vida como la economía, la población, la tec-nología y la política) y el mundo hace un llamado a la modernización de las naciones atrasadas. Este atraso se manifestaba en condiciones particulares de concentración del poder y en la reducción de las libertades (derechos individuales) y limitada cobertura

103 Por su parte, el discurso modernizante fue desarrollado en el marco de estudios e interven-ciones del Centro de Estudios Internacionales del MIT y alcanzó su máxima utilidad cuando Estados Unidos, en defensa de sus intereses y en medio de la Guerra Fría, buscaba formas alternativas de desarrollo diferentes a las propuestas de corte marxista de la época.

Page 208: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

209

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

de los derechos sociales (salud, vivienda, educación, recreación) para algunos sectores sociales en los considerados países subdesarrollados.

De tal suerte que esta noción logró imponerse en los países latinoamericanos y así el desarrollo obtenido por las naciones del norte se constituyó en su objeti-vo a mediano y largo plazo. La creación de las Naciones Unidas y el movimiento ideológico que llamó la atención sobre la suerte de los países subdesarrollados que constituían el Tercer Mundo, hizo suponer que el modelo occidental de desarrollo era un buen ejemplo para ser imitado. Así, los países subdesarrollados, con niveles de ingresos bajos, podrían incrementarlos si recorrían las huellas que unas décadas antes habían marcado las naciones desarrolladas.

En esta línea de pensamiento, en las primeras décadas del siglo XX, y con más fuerza en el período posguerra, la idea del subdesarrollo fue circunscrita al discurso de la modernización y del progreso de las naciones. El paradigma de la moderni-zación que desde el siglo XIX venía permeando las esferas políticas y económicas a escala mundial, planteó una tendencia en torno al problema de la vivienda, de acuerdo con la cual el Estado, la planificación y la construcción de viviendas en serie se constituían en el mecanismo para solucionar las deficiencias habitacionales y por este camino para superar el subdesarrollo (Saldarriaga, 1996).

Así, el Estado, como actor central del proceso de industrialización y de produc-ción de vivienda, debía crear las condiciones necesarias para garantizar un desarrollo altamente tecnificado en los sectores administrativo y constructivo. De acuerdo con este pensamiento económico, la intervención planificada del Estado garantizaría la adecuada asignación de los recursos y el incremento de la productividad.

En el caso colombiano y bajo esta perspectiva de intervención y planifi-cación, la acción del Estado se vio mediatizada por la fundación de dos insti-tuciones oficiales de orden nacional, el Banco Central Hipotecario (1932) y el Instituto de Crédito Territorial (1942), como entes encargados de atender el déficit habitacional generado por el contundente crecimiento poblacional y for-mular y realizar proyectos de vivienda para los sectores marginales. Juan Carlos del Castillo y José Salazar señalan que, sin embargo, con éstos se constituyo una sucesión relativamente ordenada de proyectos más que una planeación con me-tas específicas en el mediano y largo plazo, y aparecieron solo esporádicamente en formulaciones parciales.

“Setratódeproyectosdebarriosresidencialesdetamañosvariables,enloscualeslaen-tidad desarrolló vivienda para algunos sectores pobres de la población, en especial em-pleados. Eran esos barrios modelo en los cuales las viviendas eran construidas en entornos amables, funcionales y dotados tanto de las infraestructuras (viales y de servicios públicos) comodelosequipamientosbásicosderecreación,educación,saludybienestar”(DelCas-tillo y Salazar, 2001).

Page 209: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

210

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

De acuerdo con del Castillo y Salazar, este esquema de dotación de vivienda ejer-cida por entidades estatales, no solo fue la expresión de un tipo particular de política gubernamental, fundamentada en un conjunto de programas sectoriales y el montaje de los sistemas para financiarlos, sino la constatación de una estrategia limitada para afrontarlosproblemasdelasciudades.Enlapráctica,“elInstitutodeCréditoTerri-torial –ICT– y el Banco Central Hipotecario –BCH–, desde un sesgo ‘viviendista’, fueron las entidades responsables de la política urbana en Colombia durante un largo tiempo”(DelCastilloySalazar,2001:132).

La vivienda un asunto político

No obstante, la segunda mitad del siglo XX se identificó como la época de los prime-ros grandes proyectos modernos de vivienda promovidos por el Estado en América Latina104. Los modelos urbanísticos y arquitectónicos de la vivienda estatal de este período en América Latina, se vieron influenciados y casi determinados por modelos producidos en el seno de centros internacionales de estudio e instituciones guber-namentales de capacitación profesional como el Cinva105. Las mismas, consolidaron un modelo local y regional en el que la relación entre entes estatales y usuarios de la vivienda se vio determinada por formas de apoyo a la organización comunitaria, a la autoconstrucción y a mecanismos de financiación para la adjudicación de vivienda.

Para Alberto Saldarriaga, los procesos de modernización, la formación de la clase obrera y el desarrollo de políticas, planes y proyectos estatales de vivienda son fenóme-nos interrelacionados. Paralelo a este proceso se hizo evidente, desde finales del siglo XIX, una tendencia en la que la trilogía formada por el Estado, la planificación y la vivienda en serie fue la encargada de llevar a cabo acciones destinadas a la solución del problema de la vivienda en las sociedades, la intervención estatal en el ordenamiento urbano y en la acción de la vivienda ocuparían un lugar preferencial, con la disposición de instituciones encargadas de entender problemas de la educación, de la salud, la recreaciónyengeneraldel“bienestar”delaclaseobrera(Saldarriaga,1996:29).

104 El establecimiento del Cinva, en 1951, en Bogotá, marcó un hito en este proceso. Es en este centro en el que se forman muchos de los funcionarios que tuvieron a su cargo diversos planes y propuestas urbanísticas, arquitectónicas, administrativas y técnicas de vivienda en distintos países de América Latina.

105“Lareddeinstituciones,agenciasyfuentesdefinanciamientoparalaviviendaestatal,suestudioyelentrenamiento de expertos establecida entre 1950 y 1970, involucró además del Cinva en Bogotá, centros tan importantes como el MIT en los Estados Unidos, el Bouwcentrum en Rotterdam y el D.P.U. en el University College de Londres ... Desde estos centros surgieron muchos de los paradig-masorientadoresdelaaccióndeviviendapúblicaenAméricaLatina”(Saldarriaga,1996:33).

Page 210: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

211

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

En la misma línea de pensamiento, en la década de los años sesenta el enfoque del problema de la vivienda en América Latina se vio permeado por dos conceptos fundamentales que se convirtieron en las principales alternativas para la producción deviviendaeconómica,asaber,la“autoconstrucción”yel“desarrolloprogresivo”.El descubrimiento consistió principalmente en reconocer el proceso que se lleva a caboenlosbarriosdeformaciónpopularo“espontánea”yqueconsistebásicamenteen el desarrollo gradual de una vivienda a través del tiempo y con la participación de los usuarios en su construcción (Saldarriaga, 1996: 31).

Así mismo, el período comprendido entre las décadas de los años cuarenta y sesenta, puede identificarse como el de la manifestación de la acción estatal insti-tucionalizada en vivienda social. La misma se canalizó en el escenario rural a través de diversas instituciones del Estado como el Banco Central Hipotecario, la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero, la Caja de la Vivienda Militar y en el escena-rio urbano a través del Instituto de Crédito Territorial. En Bogotá, fue la Caja de Vivienda Popular –CVP– la encargada de dar cumplimiento a la legislación sobre vivienda municipal desarrollando una acción considerable en el ámbito local. En esta fase, la atención de la acción pública en vivienda social se concentró en la cap-tación de recursos y la organización del funcionamiento de las instituciones creadas para tal efecto (Saldarriaga, 1996: 38). Fue iniciativa del Estado colombiano, con el apoyo de entes internacionales, asumir el reto de dotar de condiciones de vida digna a las clases marginales a partir del mejoramiento de su vivienda106.

De acuerdo con Juan Carlos del Castillo y Rodrigo Cortés, entre 1950 y 1970 se evidenció en Colombia un relativo liderazgo del Estado en la produc-ción de ciudad. En tal sentido, la actuación pública se realizó sectorialmente, con la producción de servicios públicos, vías y vivienda social. En este período, el sector inmobiliario operó como parcelador de nuevos suelos urbanos para es-tratos altos y medios y la urbanización informal combinó procesos de invasión,

106 El arquitecto John Turner, asesor de las Naciones Unidas hacia finales de la década de 1950 yprincipalinspiradordeunanuevavisión“americana”paraafrontareldéficitdevivienda,sentó las bases para el replanteamiento del papel del Estado en relación con los asentamien-tos espontáneos, al considerar excesivamente costosas, tanto las políticas autoritarias de erradicación tradicionalmente utilizadas por los débiles estados capitalistas, como aquellas relacionadas con la sustitución de las viviendas, impulsadas por los gobiernos socialistas. En su defecto, propuso trabajar la trilogía Estado, organismos internacionales de crédito y comunidadaceptandolosprincipiosdel“desarrolloprogresivo”quepracticanlosmigrantesespontáneos, e incorporando políticas integrales basadas en la promoción del esfuerzo pro-pio de los habitantes en la búsqueda de soluciones, de suyo mucho más baratas y eficaces que las tradicionalmente utilizadas por el estado burocrático (Acebedo, 2003: 59-89).

Page 211: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

212

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

mercado pirata de tierras y proyectos sociales que impulsaban diversas organi-zaciones para la provisión de vivienda a destechados. No obstante, los autores concluyen que esta intervención fue destacada pero descoordinada y sin suje-ción a una idea factible de ciudad por construir (Del Castillo y Salazar, 2001).

El período comprendido entre los años sesenta y mediados de los setenta, se ca-racterizó en cambio por un proceso de transición en el que se pasó de una acción esta-tal institucionalizada a un esquema definido por la creación de entidades de ahorro y financiación de vivienda, como el Banco de Ahorro y Vivienda, asociaciones mutuarias de ahorro y préstamo y cajas y secciones de ahorro de los bancos comerciales. En 1968 se creó el Fondo Nacional del Ahorro como ente encargado de captar las cesantías de trabajadores y empleados del sector público en favor de la adquisición de viviendas.

En síntesis, en la segunda mitad del siglo XX, el objeto de las políticas y pro-gramas nacionales consistió en explorar mecanismos que dieran una mejor forma al modelo de urbanización como instrumento destinado a resolver el conflicto gene-rado por el implacable magnetismo urbano visible a partir de los años cincuenta en Colombia. Dicho magnetismo urbano había ocasionado una serie de problemáticas sociales, ambientales y económicas que ponía de relieve la carencia de vivienda apropiada para las nuevas comunidades urbanas provenientes de sectores rurales del país y que desde entonces constituirían la población marginal de la ciudad co-lombiana. En este contexto, predominó en el discurso de la acción gubernamental, una lógica modernizadora y desarrollista que favoreció la instauración de mecanis-mos de planeación dirigidos a la solución de problemas urbanos como un intento por enfrentar el dualismo estructural entre la marginalidad y el desarrollo.

Así las cosas, se ofrece a continuación un inventario de las realizaciones de las dos instituciones estatales más representativas en materia de construcción de vi-vienda en el período 1942-1974, es decir, el Instituto de Crédito Territorial –ICT– y el Banco Central Hipotecario –BCH–. Esta información permite concluir cómo la inversión de estas entidades era insignificante, comparada con el déficit de vivienda existente en el mismo período a nivel nacional.

Como se ha señalado, a partir de la década de los años cincuenta el crecimien-to poblacional en el ámbito urbano superó las soluciones de vivienda que entida-des como el ICT y el BCH estaban en capacidad de proveer, explicando el déficit habitacional a nivel nacional. Sin embargo más allá de estas cifras, factores como el bajo nivel de ingreso de la población colombiana, el orden económico existente, la estructura de distribución de los recursos y de los empleos, las diferencias de productividad de los distintos sectores, los bajos niveles de participación de grupos poblacionales y el alto costo de producción de la vivienda, también determinaron este déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda en el territorio nacional.

Page 212: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

213

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Tabla 7. Inversión y soluciones de vivienda urbana a nivel nacional ICT y BCH, 1942-1974

Instituto de Crédito Territorial(Soluciones de vivienda)

Banco Central Hipotecario*(Soluciones de vivienda)

1942-1945(¹) 1.098 -

1946-1950(²) 2.760 -

1951-1955(³) 10.123 701

1956-1960(4) 19.699 1.462

1961-1965(5) 73.884 537

1966-1970(6) 54.862 1.132

1971-1974(7) 77.000 1.486

SUBTOTAL 239.426 5.318

Total (unidades construidas ICT y BCH) 244.744

Déficit nacional 1964-1973 (unidades)** 569.256

Diferencia 324.512

* Aunque la actividad principal del BCH consistía en la financiación de viviendas de los estratos medios de ingreso y en cierta medida de los estratos de bajos ingresos mediante el otorgamiento de préstamos hipotecarios, en el período de análisis (1942-1974) desempeñó una importante actividad constructiva directa. Para efectos de comparación, se tienen en cuenta estas cantidades. Debe resaltarse, además, que el BCH fue un gran auspiciador del sistema de construcción de vivienda conocido como autoconstrucción, gracias al otorgamiento de créditos a las familias carentes de vivienda.(¹) En este período el Instituto se dedicó exclusivamente a las viviendas populares operando a través de los municipios por medio de concesión de crédito a los mismos. Las realizaciones del Instituto no cubrieron a los departamentos de Nariño y Magdalena. (²) Entre 1946 y 1950, los préstamos del ICT para vivienda popular se canalizaron a través de las Cooperativas. Hasta 1949 el Instituto había operado como un banco de crédito. A partir de 1950 concibió y realizó programas de construcción directa e interventoría.(³) En 1956, la Caja de Crédito Agrario asumió las funciones del ICT en materia de planes de vivienda rural en Colombia. Para 1956, el ICT había construido un total de 14.000 viviendas en el sector rural.(4) En1957,elInstitutopusoenprácticaenAntioquiaelprimerprogramade“erradicacióndetugurios”.En1958 implantó el Programa de Ayuda Mutua Dirigida (la mano de obra fue colocada por los beneficiarios del programa). En 1959 puso en marcha el Programa de Construcción de Viviendas por Esfuerzo Propio en modalidades como venta a plazo de lotes y suministro de asistencia técnica y social. La utilización de estos sistemas hizo que en 1960 se cuadriplicaran el número de viviendas realizadas en 1959. (5) En 1961 todos los sistemas entraron en operación; el Instituto recibió mayores aportes del Gobierno Nacional y de las gestiones de crédito externo. El número de realizaciones para 1961 fue casi igual a las realizaciones efectuadas en el período 1942-1960. En el período 1960-1963 el Instituto, mediante la ayuda externa del Banco Interamericano y de la AID, en el marco de la Alianza para el Progreso, efectuó planes masivos de vivienda; cerca de 73.400 unidades de vivienda se construyeron por este medio. (6) La situación económica del país entre 1964 y 1965, maltrecha por la recesión económica presentada en 1963 y posteriormente por la devaluación efectuada en octubre de 1964, y por serias dificultades de tipo administrativo, explica la disminución presentada en este período. Entre 1968 y 1970 se mantuvieron los niveles de producción de vivienda.

Page 213: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

214

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

(7) La refinanciación del Instituto lograda en 1972 permitió alcanzar altos niveles de producción de vivienda. Sin embargo, la creación del UPAC hizo que la oferta de construcciones para vivienda aumentara arrastrando consigo los precios de materiales de construcción. Tal fenómeno incidió en el encarecimiento de la vivienda y en la disminución de la construcción de unidades de vivienda.

**Ver: tabla 3. Déficit cuantitativo de vivienda en Colombia, 1964-1973.

Fuentes: para datos ICT: Informes ICT y CENAC (1975). Inversión y construcciones del Instituto de Crédito Territorial 1942-1975. Bogotá, Colombia.

Para datos BCH; CENAC (1976). Inversión y crédito del Banco Central Hipotecario 1932-1976. Bogotá, Colombia.

De las estrategias y alternativas para afrontar el déficit de vivienda: la autoconstrucción dirigida

Es posible afirmar que la constatación de los hechos anteriormente mencionados llevó a crear e impulsar, a partir de 1957, estrategias alternativas como la auto-construcción dirigida, la ayuda mutua y el esfuerzo propio, para afrontar el déficit habitacional y para sortear los problemas sociales derivados de éste. La aplicación de estas prácticas alternativas de construcción de vivienda por parte de los mis-mos usuarios, encontró sustento en las investigaciones e intervenciones del Centro Interamericano de Vivienda y Planeamiento –Cinva–, creado en Bogotá en 1951 gracias a la iniciativa de la Organización de Estados Americanos –OEA– y al apoyo del ICT y la Universidad Nacional de Colombia.

En este escenario, el Cinva se erigió, durante su funcionamiento (entre 1951 y 1974), como el ente encargado de prestar asesoría técnica en materia de vivienda y planeamiento urbano. El programa contempló como fundamento de sus investi-gaciones e intervenciones la integración de la tecnología y la reducción de costos de producción, el adiestramiento y desarrollo investigativo de diferentes profesiones y un novedoso programa de autoconstrucción cuyo referente principal era el trabajo de las comunidades de base.

Al margen de la definición del marco institucional estatal para atender el déficit habitacional en Colombia, la experiencia Cinva puso de manifiesto aquella idea según la cual el déficit de vivienda107 era un problema de la gente solo resuel-to por medio de la voluntad y la acción de la gente. En tal sentido, la efectividad de la planificación se daría solo si se planteaba como una manifestación de la mutua colaboración, de manera que se convirtiera en un esfuerzo para liberar la

107 En el marco del XII Curso Regular de vivienda, realizado en 1954 por el Cinva, la vivienda misma o habitación se estudió como un elemento complejo que dispone de forma y significado y tiene uso y relaciones funcionales con otras instituciones sociales y patrones culturales. Se des-cribió como una estructura física, hecha o condicionada por el hombre que incluye el área a su alrededor y los artículos materiales y culturales que allí se encuentran. Ver: (Fals Borda, 1963).

Page 214: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

215

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

verdadera existencia del ser humano. Dotar de vivienda a las clases más desfavo-recidas se constituyó en un intento por reivindicar la condición humana108.

Más que un bien material, la vivienda permitiría a la gente disfrutar de cualida-des existenciales como la identidad, la seguridad y la oportunidad y en suma se enten-dería como un instrumento de cambio social. Mientras tanto, el papel del gobierno y de la planificación debería enfocarse en ofrecer un marco adecuado donde las comuni-dades pudieran actuar con libertad (Hall, 1996). El cambio social se fundamentaba, entonces, en la noción según la cual los habitantes, en pleno uso de sus libertades, controlaban las decisiones más importantes y estaban habilitados para intervenir con libertad en el diseño, construcción y gestión de sus viviendas, y en la que tanto el proceso como el resultado estimulaban el bienestar individual y social.

La influencia de estos preceptos en el caso colombiano se manifestó con clari-dad en el programa de autoconstrucción de vivienda urbana y rural liderado por el Cinva. Por una parte, la solución del problema de la vivienda y la intervención téc-nica en esta materia tendría un carácter interprofesional109, y por otra, al reconocer en las comunidades de base la fuerza necesaria para promover su propio desarrollo, el Cinva otorgó en sus intervenciones un énfasis exclusivo a la autoayuda y la par-ticipación de la comunidad sumado a un ejercicio permanente de asistencia técnica para atender el déficit de vivienda en sectores marginales.

El discurso del Cinva sobre la participación comunitaria

Como parte fundamental del programa de intervención del Cinva, la acción comunal, definida como acción colectiva, se orientó a la movilización consciente y deliberada del esfuerzo y de los recursos humanos, económicos, físicos y político-administrativos en busca del desarrollo de la comunidad a partir de la consecución de obras de mejoramien-to colectivo. Bajo el principio de las realizaciones, las obras materiales –en este caso una

108 En Libertad para construir, John Turner definió la vivienda como un proceso; como una activi-dad de servicios personales que puede y debe ser provista por el usuario mismo, en oposición aunproductoprovistoporentidadesinstitucionalizadas,impersonales,públicasoprivadas”(Turner, 1976: 154).

109 Al respecto señalaba Caroline Ware, quien fuera asesora del Distrito Capital para la definición del Programa de Acción Comunal, así como de la sección de Servicio Social de la División de Trabajo y Asuntos Sociales de la Unión Panamericana y profesora del Cinva y de la Escuela de Servicio Social delaUniversidaddeHoward:“enlaviviendalosaspectossocialessontanimportantescomolosde construcción, los económicos, los sanitarios, etc. Por eso, los esfuerzos no se pueden afrontar únicamente con ingenieros o arquitectos. Hay que obtener también la participación de técnicos de otrascarreras,yentreellaslasdeasistentesotrabajadoressociales”(Ware,1966).

Page 215: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

216

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

viviendapropia–eranentendidascomo“…elfrutodelprocesodelaaccióncomunal;pero no el fin último. Este es el desarrollo de la conciencia de la unión, de la cooperación yelespíritudeservicio”(FalsBorda,1960:55).

En tal sentido la propuesta del Cinva se orientó a hacer uso de la acción comunal para conseguir el desarrollo de las comunidades, por lo que su objetivo no era hacer obras materiales, sino a través de ellas lograr una educación integral de la comunidad. Para Josephina Albano (1957), la acción comunal buscó educar tanto en el plano moral como en el material, para que el individuo produjera más para sí mismo y su familia y progresara en el plano intelectual, moral y religioso; esta integración traería como con-secuencia una elevación de los niveles de vida material e intelectual, a los cuales tiene derecho por su misma condición de ser humano. Así, la acción comunal se basaba funda-mentalmente en un sistema democrático y educativo.

DeacuerdoconJorgeRivera,“laorganizacióndecomunidadesparaeldesarrollode proyectos conducentes al mejoramiento de las condiciones de vida de los estratos más bajos de la sociedad, probablemente fue una de las labores más significativas del Cinva. Desde muy temprano jalonó programas basados en la ayuda mutua para la rehabilita-cióndebarrios…”(Rivera,2002:133-136).

Ahora bien, la inclusión de la acción comunal como elemento de desarrollo inte-gral, acción colectiva, rehabilitación social y en suma como elemento constitutivo no solo de los programas de gobierno sino de un proyecto nacional de progreso, fue:

“[El]resultadodelreconocimientodelaexistenciadelosvaliosospotencialesdelacomu-nidad, de su poder de decisión y de su capacidad de superación y, en consecuencia, puede constituir una devolución sincera y oportuna de ella de la responsabilidad de plantear y afrontar conscientemente y racionalmente la solución de sus problemas sentidos. La ga-rantía de que la Acción Comunal como programa de gobierno no va a frustrar los autén-ticos intereses de la comunidad, radica en la posibilidad de que la participación colectiva seaconscienteysanamenteinspirada”(Utria,1960:17-18).

Los fines de la acción comunal: el desarrollo de la comunidad

Como parte de la experiencia Cinva, el desarrollo de la comunidad fue considerado dentro de sus operaciones de asistencia técnica como categoría de análisis y como objetivo final de todo programa de acción comunal. En primer lugar, por el crecien-te cuerpo de opinión académica e institucional que respaldaba su uso como un ele-mento indispensable para alcanzar las metas a largo plazo en el desarrollo del país. En segundo lugar, se consideró que el desarrollo de la comunidad habría de ensan-char las posibilidades de que las inversiones estatales en el desarrollo social fueran productivas, y con esto, en los programas de vivienda, en tanto las comunidades

Page 216: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

217

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

participasen en la planificación y ejecución de los recursos y servicios resultantes de dichas inversiones.

De acuerdo con la definición de Naciones Unidas, el desarrollo de la comuni-dad debía ser entendido como:

“…aquellosprocesosencuyavirtudlosesfuerzosdeunapoblaciónsesumanalosdesugobierno para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de las comunidades, integrar a éstas en la vida del país y permitirles contribuir plenamente al progreso nacional. Por lo tanto, en este proceso intervienen dos elementos esenciales: la participación de la población misma en los esfuerzos para mejorar su nivel de vida, dependiendo todo lo posible de su propia iniciativa, y el suministro de servicios técnicos y de otro carácter, en forma que estimule la iniciativa del esfuerzo propio y la ayuda mutua y aumenten su eficacia. Esta definición propone además la consecución de dos metas importantes, el mejoramiento y la integración, y fija un límite a la acción del desarrollo: el momento en que la comunidad ha logrado establecer las precondiciones o requisitos previos que le permiten, en adelante, contribuirplenamentealprogresonacional”(Aguirre,1966:7).

El concepto fundamental del desarrollo de la comunidad es que la población marginal, considerada como objetivo y recurso del desarrollo, requiere ser moviliza-da responsablemente hacia los procesos de producción, distribución y consumo en la vida nacional y, por ende, integrada e incorporada efectivamente en la sociedad, ello representaba su incorporación. Por esto su propósito debía ser desarrollar las aptitudes de esta población para la participación responsable y productiva, propor-cionándole“lasestructurasinstitucionalesmediantelascualessuspropiasiniciati-vaspuedanconvertirseenactividadesautogeneradoras,sobrebasespermanentes”(Ware, 1966: 265).

Lo anterior puede interpretarse, entonces, como la necesidad de enmarcar el desarrollo de la comunidad dentro de su función de proveer escenarios de posibili-dad para la integración de los programas y esfuerzos institucionales a fin de produ-cir un proceso dinámico de desarrollo.

Por su esencia social e implicaciones humanas, el desarrollo de la comunidad fue considerado como parte inseparable del desarrollo económico y social. En Amé-rica Latina, el interés cada vez mayor en implantar programas de desarrollo de la comunidad ocurrió después de que se conocieran los métodos de planificación y, en consecuencia, un número creciente de estos programas nuevos se vincularon a los planes de desarrollo nacional y a la planificación intersectorial. Atender a la pobla-cióndebajosingresosysectoresmarginales,constituyóelobjetivoprincipal,“…se ha tomado conciencia de que, en medio de las contradicciones socio-económicas existentes, esos núcleos constituyen un campo de tensión permanente y el poder servirlos se ha convertido en un poderoso instrumento de gran impacto sociopolíti-co…”(Jordán,1966:241).

Page 217: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

218

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

En este sentido, en el escenario de la Primera Reunión Anual del Consejo In-teramericano Económico y Social al Nivel Ministerial (1962)110, se llamó la atención sobre la necesidad de integrar el desarrollo de la comunidad y sus mecanismos de funcionamiento a los programas de gobierno de los países miembros de la Organi-zación de Estados Americanos a partir de la promoción de:

“…programaslocales,regionalesynacionalesdeorganizacióncomunitaria....Enlareuniónse encargó a la Secretaría General de la OEA y a sus organismos especializados la promoción de esas actividades a través del asesoramiento técnico, del ofrecimiento de cursos nacionales e interamericanos de capacitación y del intercambio de información. Con estas sugerencias se buscaba evitar la constitución de masas marginadas y subordinadas a la tutela de insti-tuciones públicas, así como preparar la participación popular para los proyectos que estaba abanderandoelProgramadelaAlianzaparaelProgreso”(Rivera,2002:138).

La Alianza para el Progreso y la organización comunitaria

LaAlianzaparaelProgresofuedefinidacomo“unprogramacooperativo,globalycon-junto de los pueblos de América, para el desarrollo de planes específicos y concretos en busca del mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos latinoamericanos. No fue,comogeneralmentesecree,uncontratoentredospaísesenelcualuno“aporta”lasnecesidadesyelotroelcapitalpararemediarlas”(AlianzaparaelProgreso,s.f.)

La Alianza para el Progreso se gestó en la ciudad de Punta del Este, en Uru-guay, el 17 de agosto de 1961. Sin embargo, antes de su nacimiento, este programa sería promulgado por John F. Kennedy, presidente de los Estados Unidos de Améri-ca entre 1961 y 1963, en un histórico discurso, el 13 de marzo de 1961, en la Casa Blanca, ante los embajadores de los países latinoamericanos111. De acuerdo con el presidente Kennedy los propósitos del programa estarían encaminados hacia la ele-vación del nivel de vida de los pueblos de América Latina gracias a una estrategia social y económica proyectada a diez años. Así, sería un plan destinado a transfor-mar la década de los años sesenta en una década de progreso democrático.

110 Consejo Interamericano Económico y Social. Reunión a Nivel Ministerial. Informe Final, Primera Reunión anual del Consejo Interamericano Económico y Social a nivel ministerial, México del 22 al 27 de octubre de 1962.

111“Sólo un país latinoamericano,Cuba, no forma parte de laAlianza para el Progreso.Noporque carezca de derechos para ello ya que el pueblo cubano es parte integral de la familia americana, sino porque su actual gobierno ha querido divorciarse económica y políticamente de sus hermanos del hemisferio. Cuba podrá ingresar a la Alianza y disfrutar de sus beneficios, cuando regrese al conglomerado continental representado en la Organización de Estados Americanos(OEA)”(AlianzaparaelProgreso,1980:1).

Page 218: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

219

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Entre los objetivos que el programa contemplaba se encontraba la construcción de vivienda adecuada y decente, pero barata, para cada familia latinoamericana de las clases media económica y obrera. En la mayoría de los países de América Latina, esta Alianzaproporcionócapitalparalacreacióndebancosparalaviviendade“interéssocial”,queotorgaranpréstamosacompradoresdeviviendadebajosingresos.Nuncaantes los gobiernos latinoamericanos se habían comprometido ni habían apoyado los programas de desarrollo comunitario, con tal ahínco. En Colombia, préstamos impor-tantes bajo la Alianza para el Progreso permitieron al Instituto de Crédito Territorial, por única vez en su historia, construir grandes grupos habitacionales para las capas de bajos ingresos y asumir una política de participación comunitaria y construcción de viviendas más progresista. El mayor logro de la Alianza para el Progreso en América Latina, lo constituyó Ciudad Techo, reconocido en el ámbito mundial como el proyec-to de vivienda de mayor envergadura y amplios resultados en dotación de vivienda a partir de la implementación del sistema de ayuda mutua.

En este escenario, el proceso de desarrollo de una comunidad apoyado en programas de acción comunal, buscó dar solución a problemas concretos sentidos porlascomunidades.“Lasmodalidadesderealizacióndeestosprogramasconcretos(enmateriadevivienda)adquierenlosnombrescorrespondientesde“esfuerzomu-tuo”,“ayudamutua”,etc.,segúnsunaturaleza(Utria,1960:20),comoseexplicaa continuación.

Acerca de los medios de la acción comunal: la ayuda mutua y la autoconstrucción

El esquema de intervención del Cinva contempló como uno de sus pilares funda-mentales, la contribución organizada e institucionalizada del esfuerzo propio y la ayuda mutua de la población marginal para solucionar el problema de la vivienda por y para estos sectores en un momento en el que la acción estatal era cada vez menos efectiva y la necesidad de generar procesos alternos para afrontar el déficit de vivienda se convertía en una prioridad.

Al respecto señalaría Eric Carlson, Director del Cinva entre 1956 y 1959:

“En virtuddeque el problemade la vivienda está tandirectamente entrelazado a losproblemas de aumento de producción alimenticia y de desarrollo de las comunidades, los esfuerzos de los gobiernos de varios países van tomando, más y más, la dirección de orientarse hacia el fomento de las comunidades con su teoría y prácticas de ayuda mutua o mejoría en virtud del esfuerzo de los propios interesados; métodos que tienen la ventaja de hacer nacer fe y confianza en sus propias habilidades a quienes hace el experimento de emplearlas y que, en consecuencia, aumenta notoriamente la cantidad de recursos huma-nosqueentranacolaborarenlainmensatarea”(Carlson,1955:11).

Page 219: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

220

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Este esquema, basado en estrategias de esfuerzo propio, ayuda mutua y auto-construcción dirigida, representó avanzar en la comprensión del aporte de grupos organizados en torno a la consecución de una vivienda propia, mejoras en sus vi-viendas, dotación de mejores servicios públicos (vías agua, alcantarillado) o servicios comunales y, al mismo tiempo, su aporte para el ejercicio del planeamiento urbano y la consecución del desarrollo a partir de la escala local, es decir su barrio.

En su etapa fundacional, el Cinva resaltó la falta de organismos financieros que facilitaran recursos para la vivienda mínima, así como la reducida participación del sector público en la construcción y financiación de vivienda popular. En este escenario llamó la atención sobre la necesidad de aprovechar el recurso que repre-sentaba el potencial humano por medio de la autoconstrucción, para proveer de vivienda digna a la población marginal del territorio nacional.

Señalaba en su momento el Cinva, que la autoconstrucción era perfectamente aconsejable para atender a determinados sectores de la población, en especial los que careciesen de un empleo fijo y al mismo tiempo dispusieran de cierto tiempo li-breparadedicarloalaconstruccióndesuvivienda.“Sinembargo,noespanacea,niremplaza otras soluciones que tienen que ponerse en práctica en todo programa na-cional de vivienda bien concebido. En estos programas deben procurarse soluciones adecuadasacadaunodelosgruposqueformanlacomunidad”(Cinva,1961:iv).

El proyecto de autoconstrucción dirigida de viviendas y desarrollo progresivo112 propuesto por el Cinva, proporcionó la materia prima para reconocer la acción de cla-ses marginadas como parte de un modelo de planeación que, sujeto a la intervención de entes internacionales, pretendió abordar de manera integral las principales proble-máticas del entorno urbano colombiano hacia la segunda mitad del siglo XX.

En cuanto a las ventajas del sistema de autoconstrucción, la Guía de autocons-trucción preparada por el Cinva (1961), señalaba:

“Elsistemadeautoconstrucción,alutilizarelpotencialdetrabajodelosfuturospropieta-rios, reduce en forma apreciable el pago de mano de obra, prestaciones sociales y utilidad del contratista, habiéndose probado que estos beneficios de orden económico pueden re-presentar una suma significativa del costo total de las viviendas. La ocupación de las horas libres en la construcción de su vivienda le significa al participante un medio efectivo de

112RafaelMoraRubiodefineeldesarrolloprogresivocomo“…unmétododetrabajoquetienemuchasimilitud con los procedimientos utilizados en otras industrias en cuanto a planteamientos y técni-ca. Con él se logra ajustar al máximo todos los detalles de diseño y construcción de la unidad que luego se repetirá por cientos o miles. La significación de este hecho en la producción de viviendas de interés social, es de importancia fundamental especialmente en aquéllas que deben ser construi-das mediante la participación activa de los adjudicatarios, como son las viviendas edificadas por el sistemadeautoconstrucción”(Eyheralde,1963:VII).

Page 220: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

221

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

ahorro y capitalización ... de capitalización porque además de aumentarse la capacidad de inversión del Estado para la edificación social, se crea de hecho una mayor capitalización nacional e individual, pues el trabajo invertido en la edificación de una casa siempre repre-sentasuvalor”(Cinva,1961:49)

El punto de partida para implementar estas alternativas de construcción de vivienda, tal como se señalaba en la primera parte de esta investigación, estaba representado por la incapacidad del Estado para resolver la creciente demanda de vivienda, situación agravada por las migraciones y por el incremento vegetativo de la población concentrado en algunas ciudades colombianas (ver tabla 2), y que había ocasionado la proliferación de barrios clandestinos, inquilinatos y tugurios113 con las consabidas consecuencias en el orden social y económico. Al respecto seña-laba el Cinva:

“Esta es la razónpor la cual la solucióndelproblemadeviviendapara las familiasdeescasos recursos monetarios ha sido incorporada a la planificación integral en los Estados modernos. Sin embargo, como los medios disponibles siempre son insuficientes, es necesa-rio que tal planificación trate de obtener el concurso del esfuerzo individual y colectivo de quienesvanabeneficiarseconunplanhabitacional”(Cinva,1961:50).

Así, la autoconstrucción, entendida como sistema, además de buscar resolver la escasez de viviendas en términos de productividad, se propuso conseguir la su-peración de las familias mediante la consecución de un hogar propio, enriquecido material y espiritualmente, y al mismo tiempo fijar un lugar para estas familias y lograr su incorporación a la vida de sus comunidades. Unas nuevas comunidades responsables de su propio bienestar.

En esta perspectiva, el ejercicio de la planificación física del sector que se iba a intervenir a través de proyectos de autoconstrucción, debía corresponder con la función social y de servicio de las familias participantes en los mismos, y con el inte-résgeneraldelacomunidad.AlrespectoseñalabaJosephinaAlbano,“unproyectode vivienda debe ser siempre construido teniendo en cuenta la comunidad donde será localizado. El plan de construcción y los programas sociales deben contribuir paraunaintegracióndelapoblacióndelproyectodeviviendaenlacomunidad”(Albano, 1957: 17).

113 En este contexto, debe entenderse por tugurio, aquel albergue de aspecto rústico, de estruc-tura simple, generalmente levantado por su propietario mismo, con los más variados mate-riales de desecho sin valor comercial la mayoría de ellos, erigiendo en tierras de propiedad de terceros o no muy claramente definida, en área no urbanizada, y desprovisto de servicios de acueducto, alcantarillado, energía eléctrica y teléfono (ICT y Cinva, 1966: 7).

Page 221: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

222

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

El Cinva, como ejecutor de proyectos de autoconstrucción sentó las bases para formalizar esta práctica e impulsó la iniciativa de entidades como el ICT para la imple-mentación de este sistema constructivo, particularmente a partir de 1957 (ver tabla 7).

En el caso de Bogotá, por ejemplo, cabe resaltar que la actividad edificatoria de vivienda siempre encontró en la autoconstrucción un referente fundamental para satisfacer las necesidades habitacionales de sus habitantes tal como se muestra a continuación (ver tabla 8). Sin embargo, con la intervención del Cinva en algunos de sus barrios, esta práctica dejó de ser un ejercicio al margen de la institucionalidad para pasar a contar con el apoyo y la asesoría de entes como el Cinva.

Tabla 8. Proporción en el total de las distintas formas de producción de vivienda en Bogotá, 1938-1973

(% sobre el total de viviendas)

Formas de producción* Capitalista (1) Por encargo (2) Estatal(3) Autoconstrucción(4)

1938-1951 23,3 16,9 4,6 55,2

1951-1964 23,8 17,3 16,8 42,1

1964-1973 16,0 12,9 21,2 49,9

* Tal como lo señalan Hataya y Jaramillo (1997), en Bogotá se han encontrado por lo menos cuatro formas de producción de vivienda que han coexistido con diversa importancia a lo largo de su historia.

(¹) Modalidad de suministro de vivienda en los países de economía mercantil. Los agentes dominantes son los promotores, inversionistas privados que se dedican a esta actividad con el ánimo de acumular capital.

(²) Figura en la cual, para conseguir vivienda, el usuario no se dirige a un mercado constituido, sino que contrata un agente constructor para que le haga una casa a su pedido, de acuerdo con sus instrucciones.

(³) Acción estatal para producir viviendas, usualmente por métodos modernos, y que las otorga a usuarios de bajos recursos con precios subsidiados.

(4) Ligado a formas ilegales de ocupación del suelo en las que los grupos más pobres realizan por su cuenta la construcción de la vivienda

Fuente: Hataya y Jaramillo (1997).

Ahora bien, al tomar como fundamento de su actividad constructora el sis-tema de autoconstrucción, el ICT se propuso “rebajar costos unitarios e incluirpositivamente la fuerza trabajo de los beneficiarios. Así mismo es un sistema que incentiva a canalizar los ahorros familiares como inversión en la vivienda (amplia-ciones,mejoras,etc.)”(Cenac,1975:80).

Al respecto, las cifras muestran cómo la utilización de este sistema hizo que en el período 1957-1960 se cuadriplicaran el número de viviendas realizadas en años anteriores por parte de esta entidad (ver tabla 9). A partir de 1942, el ICT imple-mentó diversos sistemas que permitieron maximizar la construcción de vivienda por parte de esta entidad, entre los que resaltaban los proyectos de autoconstrucción implementados desde 1957, así:

Page 222: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

223

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Tabla 9. Actividad constructiva del ICT, 1942-1974Distribución de viviendas por sistemas de operación

(cifras en porcentaje)

Periodos Autoconstrucción (¹) Acción directa (2) P-3 (3) Ppl (4) Otros (5)

1942-1965 46,6 33,8 6,3 5,4 7,9

1966-1968 35,6 23,9 10,0 13,0 17,5

1969-1970 41,3 26,0 12,0 12,8 7,9

1971-1974* 43,3 ** ** ** **

(¹) Dentro de este sistema se ubicaron las modalidades de esfuerzo propio y ayuda mutua. En la primera, el ICT vendía a plazos lotes urbanizados dentro de un proyecto completo. Por esfuerzo personal, el beneficiario bajo la asesoría técnica y social del Instituto, construía su vivienda en un plazo determinado. En la segunda modalidad, el ICT organizaba a los beneficiarios para trabajar en grupos en la construcción de la vivienda.

(²) El ICT compraba terrenos y contrataba con firmas su urbanización y construcción de viviendas.

(³) En el Plan de Terceras Partes (P-3), el ICT unía sus recursos a esfuerzo y recursos del beneficiario y a los de una entidad privada para la construcción de viviendas.

(4) Este sistema era parte de la autoconstrucción ya que el beneficiario poseía el lote y recibía del ICT un crédito vigilado para la construcción de su vivienda.

(5) Incluía la contribución que el ICT hacía bajo la modalidad de préstamos a entidades sin ánimo de lucro con finalidad de vivienda social.

* En 1970, el Instituto modificó su orientación optando por nuevos sistemas de operación: dotación de servicios públicos o fondo de redes, mejoramiento de barrios con ayuda del Programa Mundial de Alimentos, soluciones mínimas de vivienda (generalmente hechas por autoconstrucción), vivienda de desarrollo progresivo, planes cofinanciados (incluían los P-3), planes de dotaciones comunales, programas de acción cooperativa integral y planes para el desarrollo de la comunidad.

** Sin cifras.

Fuente: CENAC (1975).

Al finalizar la década de los años cuarenta, cuando recién se iniciaba el pro-ceso de establecimiento de normas urbanísticas y el BCH lideraba el proceso de autoconstrucción de viviendas en Colombia a través del otorgamiento de créditos a las familias más necesitadas, se evidenció en el país una transición en materia de la actividad constructiva de vivienda del Estado. Dicha transición consistió en el paso deunaactividadmeramente“loteadora”deterrenosalaurbanizaciónconnormas,hecho al que se sumó el proceso migratorio, abordado en la primera parte de esta investigación. En tal sentido, afirma Rafael Machado114:

“…las inversionespúblicaseninfraestructuraparaadecuarlos“loteamientos”,alsertrasladadas al urbanizador, fueron transferidas con utilidades al comprador, sacando del

114 Arquitecto de la Universidad Nacional (sede Medellín), Especializado en Vivienda y Planeamiento (Cinva, Bogotá). Como funcionario del ICT participó en los primeros proyectos de autoconstruc-ción y como profesor del Cinva en los cursos internacionales que allí se dictaron.

Page 223: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

224

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

mercado a las familias de más bajos ingresos, con el resultado de la aparición del urba-nizador pirata115 y de una nueva forma de autoconstrucción, en esta oportunidad con el esfuerzo personal de los integrantes de las familias que buscaban un sitio para vivir. Al tratar de corregir la situación en sus efectos, dejando intactas las causas, se cometió el error de castigar a los urbanizadores piratas con pena de colonias, circunstancias que aminoró transitoriamente su actividad, originando dos nuevos tipos de solución espon-tánea:lainvasiónyelinquilinato”(Machado,1986:4).

Al finalizar la década de los años cincuenta, por iniciativa encabezada por el ICT, se inició la implementación de programas de autoconstrucción dirigida. El decenio 1960-1970 significó el gran auge de este sistema de construcción de vivienda. Además de las realizacionesdelICT,reciénmencionadas,elCinva“dictó7cursosespecializadosensusede de Bogotá y en las ciudades de Barquisimeto (Venezuela), Tegucigalpa (Honduras) y Lima (Perú). En esta forma Colombia, no solamente desarrolló una metodología de trabajo y adelantó unas acción positiva, sino que sirvió de base de entrenamiento para la autoconstrucciónenAméricaLatina”(Machado,1986:4).

Así, el sistema de autoconstrucción presentaba dos modalidades:

1. Autoconstruccióncon“esfuerzopropio”:enestamodalidad,lafamiliaposeedo-ra del lote, dependiendo de su nivel de ingresos y recursos económicos, constru-yegradualmentesuvivienda.“Lafamiliatrabajaparasímisma.Estamodalidadsepresentaenlosbarrios“piratas”ydeinvasión(terrenostomadosalafuerzamediante invasión masiva de familias). Pero también es la forma para continuar desarrollando las viviendas mínimas entregadas por el Estado en las cuales se prevéundesarrolloprogresivocon“esfuerzopropio”delamismafamilia”(Ce-nac, 1976: 7).

2. “Ayudamutua”:enestamodalidadvariosnúcleosdefamiliassereúnenparaedificarsusviviendas.“Todostrabajanparatodos,generalmentenadiesabecuálvaasersuviviendahastaelfinal.Esta“ayudamutua”puedeseres-pontánea ... o puede ser dirigida por alguna entidad ... la cual proporciona losrecursoseconómicosyladireccióndelaobra”(Cenac,1976:8).

Ahora bien, entre los beneficios y limitaciones que presentaba la autocons-trucción frente a otros sistemas de construcción de vivienda deben mencionarse las siguientes (ver tabla 10):

115“Seentiendeporbarrio‘pirata’undesarrollodevivienda,generalmenteenzonasperiféricasde la ciudad, en donde se posee título de propiedad del terreno (por compra al propietario) pero se construye sin los permisos de urbanización de las autoridades municipales. Quienes vendenasílosterrenossondenominadosurbanizadores“piratas”ysonbuscadosporlasauto-ridadesporinfringirlaley”(Machado,1986:3-4).

Page 224: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

225

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Tabla 10. Beneficios y limitaciones de la autoconstrucción

Beneficios Limitaciones

Al complementar la capacidad del Estado, ayuda a disminuir el déficit habitacional y evita o disminuye la aparición de tugurios e inquilinatos.La participación comunitaria consolida el principio de la solidaridad, tan frágil en las aglomeraciones urbanas. El aprovechamiento del tiempo libre, como resultado del desempleo y del subempleo, es una forma de ahorro capitalizado para la familia.La mano de obra aportada reduce el costo de la vivienda, no solo en cuanto a salarios, sino con la capitalización de las cargas prestacionales y la eliminación de las utilidades del contratista.La capacitación laboral adquirida le permite a algunos de los participantes ocuparse posteriormente en oficios de la construcción y los habilita para las tareas de conservación de la vivienda.

Las mayores limitaciones se encuentran, paradójicamente, en las entidades de vivienda, en los profesionales de la construcción y en los propios obreros de este sector.

Entidades de vivienda

Resulta una molestia cambiar sus rutinas administrativas e incorporar en su organización sistemas diferentes de los de la licitación y el contrato.

Profesionales de la construcción

Creen encontrar en la autoconstrucción una competencia a su trabajo. De otra parte, han sido formados para imponer sus criterios de diseño, de construcción y de organización de las labores, lo cual les dificulta el ejercicio profesional compartido y concertado con los usuarios quienes, además, tienen mucho que aportar.

Obreros de la construcción

Cuando se convierten en integrantes de grupos de autoconstrucción, olvidan que aprendieron con defectos y no se dejan guiar de los instructores.

Fuente: elaboración propia basada en Machado, 1986.

A pesar de los beneficios y efectos de la implementación de este sistema entre los que se resalta la reducción en el número de desarrollos habitacionales irregulares a nivel nacional (ver tabla 7), al finalizar la década de los años se-tenta y luego de considerables realizaciones como Ciudad Techo116 en los años sesenta, este sistema perdió su impulso inicial. Fundamentado en el alto costo

116DeacuerdoconRivera(2002:157yss.),“CiudadTechoconstituyóelmásambiciosoproyec-to concebido hasta entonces en el país. Se trataba de la edificación (por el sistema de ayuda mutua y con la asesoría del Cinva y el ICT) de 10.000 viviendas en un terreno de 405 hec-táreas ubicadas en el centro occidente de Bogotá, en los antiguos predios del Aeropuerto de Techo,queproporcionaríanalberguea80.000personas…”.

Page 225: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

226

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

para la institución (gastos administrativos por concepto de asistencia de pro-fesionales en el proceso de autoconstrucción, inmovilización de recursos en los períodos en los que los autoconstructores no realizaban ninguna actividad, etc.), el ICT consideró más efectivo construir por contrato las viviendas para luego adjudicarlas. De acuerdo con Rafael Machado, el ICT antepuso la complejidad administrativa del sistema constructivo a su beneficio social:

“Elenormeinterésdelasfamiliasqueaportabansushoraslibresaltrabajoencomunidad,viendo que su objetivo podía conseguirse, las llevó a procurarse recursos adicionales como producto de la motivación, haciendo aportes en dinero para acelerar la terminación de las viviendas. Ante estas circunstancias, el ICT dedujo que tenían capacidad de pago para adquirir una vivienda contratada con firmas constructoras y prácticamente desmontó el sistema”(Machado,1986:5).

Para entonces, la Caja de Vivienda Popular –CVP–117 ya venía realizando pro-yectos de vivienda a escala distrital para familias de escasos recursos gracias al siste-ma de ayuda mutua. En tal sentido, desde su creación hasta finales de la década de los años setenta cuando dejó de promover el sistema de ayuda mutua para estimular elsistemadeautoconstrucciónpor“esfuerzopropio”conladotaciónacadafamiliade una vivienda mínima que pudiese ser desarrollada progresivamente, presentaba las siguientes realizaciones (ver tabla 11):

117 Creada en 1942 por el Concejo Municipal de Bogotá, la CVP tenía por objeto dotar de vi-vienda a los empleados y trabajadores vinculados al Distrito Especial de Bogotá. Luego su labor se extendió a familias de escasos recursos para aminorar el déficit de vivienda y servicios complementarios en la capital de la República

Page 226: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

227

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Tabla 11. Caja de la Vivienda Popular del Distrito. Principales barrios construidos

Periodos Barrio Número de soluciones

1943-1972 Modelo del Norte 802

1945 Primero de Mayo 128

1946-1961 Acevedo Tejada 21

1948 La María 19

1966-1969 Jorge Gaitán Cortés 250

1960-1971 Alfonso López Pumarejo 450

1966-1976 Los Laches (1) 629

1967-1972 Las Colinas (2) 804

1969-1973 Las Lomas (3) 834

1972 La Manuelita (4) 291

1975-1976 Las Guacamayas (4) 2.697

1972-1976 Pijaos 520

1976-1977 El Gualí 200

(¹) Erradicación de tugurios.

(²) Habilitación de asentamientos subnormales.

(³) Tratamiento de tugurios.

(4) Aplicación de normas mínimas de urbanización, servicios públicos y servicios comunitarios, recomendados desde 1971 por el ICT, el Departamento de Planeación del Distrito Especial de Bogotá y el Departamento Nacional de Planeación. El propósito de estas normas era reducir los costos de urbanización al mínimo compatible con un nivel decoroso de subsistencia, de manera que se ofreciera a las familias de menores recursos una alternativa realista, dentro de la Ley, a las soluciones espontáneas tales como urbanizaciones clandestinas o invasiones de terrenos (ICT, DAPD y DNP, 1971).

Fuentes: Cenac y Camacol (1977). VI Congreso Interamericano de Vivienda. Medellín, Colombia.

Ahora bien, en cuanto a los usuarios de la vivienda es claro el papel que des-empeñaban como autoconstructores y como parte de un proceso (autoconstrucción por ayuda mutua y esfuerzo propio) que les permitía adquirir este bien gracias a su trabajo y al acompañamiento institucional. Sin embargo, más allá de este esquema resulta evidente que previo a la organización de las comunidades para llevar a cabo el proceso, las entidades de vivienda y la institución gubernamental tomaban decisiones con respecto al tipo de intervención que se iba a realizar en el sector seleccionado.

Para este efecto se aludió a un esquema de intervención (implementado por el ICT y la CVP), fundamentado en una propuesta teórica y metodológica, que el Cin-va ayudó a consolidar y que luego se convirtió en una modalidad concreta de acción,

Page 227: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

228

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

que incluía como parte de su estrategia la realización de programas de emergencia tales como la rehabilitación y el mejoramiento de barrios y la erradicación y preven-ción de tugurios, y a lo que se sumaba un componente participativo fundamental para garantizar la eficacia del programa.

En un escenario de marginalidad creciente, aumento poblacional y déficit de vi-vienda, la implementación de estos programas de emergencia fue parte de la iniciativa institucional de incorporación de los grupos sociales marginales a la vida socio-econó-mica del país para alcanzar una evolución real de la estructura social de las ciudades, tal como se mencionaba en la segunda parte de esta investigación. Así, cada uno de estos programas de emergencia con las variaciones que podrían presentar dependien-do del sector a intervenir, formó parte de una estrategia de prevención y atención de la situación de déficit de vivienda y aumento de tugurios en las ciudades colombianas:

1. Mejoramiento de barrios: este sistema de operación, puesto en práctica inicial-mente por el Instituto de Crédito Territorial, se propuso para aquellos barrios en donde no existían servicios básicos y cuyas construcciones tenían cierta so-lidez en sus materiales o eran susceptibles de tenerlo mientras su urbanización siguiera normas aceptables. Este tipo de tratamiento era aplicable a los llama-dos“barriospiratas”queaunquenofueroncontroladosporlasentidadesmuni-cipales, por lo menos contaban con un trazado regular de calles y lotes. Aunque en estos casos no eran seguidas las técnicas modernas de urbanismo, eran fáciles de integrar con bajos costos. Bajo estas circunstancias se aplicaba el desarrollo progresivo de la unidad habitacional y del sector intervenido.

2. Rehabilitación de barrios: este sistema era susceptible de aplicar en aquellos tugurios con cierto grado de permanencia que garantizara para algunos de sus participantes la legalización de la tenencia de la tierra. La rehabilitación inte-gral de estos sectores implicaba la definición de un nuevo loteo y la legalización de la tenencia para luego proceder a desarrollar programas en etapas progresi-vas y un mejor aprovechamiento de sus propios recursos. La rehabilitación de barrios implicaba, entonces, una adaptación de normas de urbanismo, la dota-ción de servicios públicos y vías, además de un programa de préstamos para la construcción de viviendas en el propio terreno.

3. Erradicación de tugurios: las concentraciones poblacionales ubicadas en sitios no urbanizablesporsuscondicionestopográficasyquenopermitiese“reloteo”niinstalación de servicios, eran sometidas a este intervención. El plan incluía la erra-dicación del conglomerado y el posterior traslado de las familias a sitios previa-menteescogidos.Enestascondiciones,losaspectossocio-económicosyel“factorhumano”erandeterminantesenlaoperación,sebuscabaasíqueloshabitantessesintieran dispuestos a habitar un sitio mejor y pudieran amortizar un préstamo.

Page 228: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

229

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

4. Prevención del tugurio: el arquitecto Rafael Stevenson, director de la Oficina de Planeación del Instituto de Crédito Territorial en 1966, señalaba al respecto:

“Muypocoseharealizadoenlaprevencióndelproblemaindispensableparacortar el círculo vicioso ... ciertos planes de tugurios pueden convertirse en un estímulo hacia la creación de nuevos tugurios ... hay que volver a abaratar las urbanizaciones de los barrios obreros y, si es el caso, abrir fuentes de crédito a estas familias en base a la venta de lotes con servicios mínimos y progresivos. Es indispensable que los planes maestros de las principales ciudades conlleven en su política no solamente la eliminación del tugurio, sino que se tenga en cuenta lasmedidasdeprevención”(ICT;Cinva,1966:27)

En materia de desarrollo de la comunidad, organización y participación co-munitaria, este esquema de intervención contemplaba el acompañamiento de un programa educativo que tuviera por objetivos un cambio de hábitos de vida de la población intervenida y una integración de esa población como una fuerza pro-ductiva y activa en la vida nacional. En este sentido, el Cinva posicionó al servicio social para que en estrecha relación con otros profesionales planearan, orientaran y ejecutaran los programas educativos y de desarrollo comunal. El servicio social en los proyectos de vivienda fue considerado como un programa de desarrollo comunal cuyo objetivo debía ser la elevación del nivel social del grupo, estimulándolo para que resolviera sus propios problemas y fuera autónomo en sus decisiones118.

Así, al margen de las obras propias de los programas de emergencia, el esque-ma de intervención propuso la acción comunal como la movilización consciente de recursos y como medio y fin de estos proyectos. La misma se constituyó en uno de los requisitos para garantizar el surgimiento de nuevas iniciativas por parte de las comunidades organizadas y al mismo tiempo la permanencia del proyecto que el Cinva o el ICT hubiesen emprendido. Entendida como medio para alcanzar el mejo-ramiento de las condiciones habitacionales de los habitantes de sectores marginales, la acción comunal incluyó como objetivos de corto plazo la realización de obras físicas, en cambio, como fin, implicó establecer objetivos de largo plazo y con esto el fin último de la promoción integral de las comunidades.

118 Adicional a este objetivo, el servicio social en un proyecto de vivienda se propuso: a) Propor-cionar a los habitantes medios para un desarrollo integral de la persona humana; b) Dar a los residentes la oportunidad de cambiar actitudes y mejorar su nivel de instrucción y sanidad; c) Capacitar a los residentes para una participación activa en la fuerza laboral del país y su integración en la vida nacional y c) Dar progresivamente a los habitantes la responsabilidad moral y material en el mantenimiento del proyecto, teniendo en miras su autosuficiencia futura (Albano, 1957: 11).

Page 229: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

230

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Tabla 12. Objetivos de la acción comunal

Acción comunal

Como medio Como fin

Objetivos a corto plazo Objetivos a largo plazo

Construcción de servicios públicos.Construcción de servicios comunales.Organización y construcción de servicios asistenciales.Mejoramiento de las condiciones habitacionales.Campañas educativas: educación fundamental, alfabetización, higiene, instrucción cívica y formación profesional y moral.Contribución al desarrollo económico: organización de cooperativas de producción, crédito y consumo; construcción de vías de penetración, de fuentes de energía y de obras de irrigación y drenaje; mejoramiento de la producción y conservación del suelo.

Promover un desarrollo integral de las comunidades de base y la consecuente elevación de sus niveles de vida.Fijar y adaptar las comunidades al medio.Afianzar la unión, la paz y la confianza mutua entre los miembros de la comunidad.Estimular el surgimiento de un propósito nacional de superación y de progreso en la comunidadConsolidar el libre y efectivo ejercicio del poder de decisión y de acción de la comunidad.

Fuente: Utria, 1960.

La acción comunal en tiempos del Cinva

Desde de su creación en 1951, el Cinva tuvo el propósito de producir una apuesta por el futuro y por el progreso de la sociedad colombiana y lideró varias experiencias de participación de las comunidades y prestación de asesoría técnica para estimular la autoayuda. El desarrollo social integral propuesto por el programa Cinva, tuvo en la vivienda un punto clave de acción y se enfocó en la integración popular y la inserción de las masas marginales en la lógica desarrollista de la segunda mitad del siglo XX, a través de la autoconstrucción y la acción comunal, esta última fue definida por Orlando Fals Borda119 como:

119 Gracias a sus estudios de sociología, alcanzó el grado de doctor en Sociología, Ph. D en la Universidad de Florida (Estados Unidos) en el año 1955. Fundador y decano de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia en 1959. Creador de la IAP –Investiga-ción Acción Participativa– como enfoque y metodología de investigación. Lideró programas de acción comunal en sectores rurales –como Chambimbal– y la Vereda de Saucio (Colombia) entre 1950 y 1952, reproducido en el libro Campesinos de los Andes. Entre 1954 y 1958 Fals Borda fue colaboradordelCinva “comoconsultor enasuntos socialesyprofesor, especial-mente en lo referido al programa sobre Vivienda Rural, liderado por el arquitecto argentino ErnestoVautier”(Rivera,2002:117).

Page 230: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

231

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

“…aquellaqueresultacuandounacomunidadsehacecargodesuspropiosproblemasy se organiza para resolverlos ella misma, desarrollando sus propios recursos y potencia-lidades y utilizando los extraños. Por consiguiente, la verdadera acción comunal requiere de un proceso de educación de la comunidad, para que el acento principal recaiga en la necesidad de la unión, la cooperación y el espíritu de solidaridad. Debe centrarse el interés en aquello que una a los miembros de la comunidad, o en lo que ellos tengan de común, y prescindirse de los factores que los separen. Las obras materiales serán el fruto de este proceso ... Se trata de ayudar a las comunidades a adaptar sus formas tradicionales de vida a los cam-bios que aceptan o que se les han impuesto, y de mantener el espíritu comunal durante el procesodetransformación”(FalsBorda,1960:49).

La organización de comunidades de base para la consecución de vivienda y mejoramiento de sus condiciones de vida, llevaba implícita la necesidad de confor-mar estructuras comunitarias en las que la participación colectiva fuera consciente y sanamente inspirada. Bajo el principio de la autonomía –entendido como el recono-cimiento de talentos y fuerzas de trabajo en el conjunto del pueblo históricamente ignorado por las clases dominantes– la acción comunal superaba el filantrópico enfoque de la beneficencia y consideraba en cambio el reconocimiento de la exis-tencia de los valiosos potenciales de la comunidad, de su poder de decisión y de su capacidad de superación (Fals Borda, 1960: 50).

De acuerdo con Rubén Darío Utria (1960), la acción comunal constituyó una devolución sincera y oportuna a las comunidades de la responsabilidad de plantear y afrontar consciente y racionalmente la solución de sus problemas sen-tidos. Por otra parte, el ejercicio de la acción comunal asignaba a los agentes de cambio, es decir, a los planificadores urbanos, la función de tomar en cuenta:

“…loshábitos, lascreencias, la tradición, laestructura, laorganizaciónsocial,yotrosvalores y actitudes de las gentes en cuya comunidad se va a efectuar el trabajo, para evitar resistencias al cambio y el consecuente fracaso de los proyectos ... No sobra insistir, al mis-mo tiempo, en las tres etapas generales del trabajo sobre el terreno, a saber: a) una etapa de investigación, durante la cual los promotores llegan a conocer la comunidad y ésta se familiariza con los promotores. Para ellos pueden aplicarse las diversas técnicas de inves-tigación que han ideado los sociólogos ... b) una etapa de planteamiento de problemas y necesidades comunes que puedan ser discutidos por los promotores con la comunidad de varias maneras, creando un foro para el efecto, y c) una etapa de organización de la comu-nidad, durante el cual el promotor logra crear los cuerpos locales necesarios para llevar a cabo la acción comunal (Fals Borda, 1960: 50).

En este contexto la figura del planificador urbano se entendió como salvaguar-da del interés público o abogado de las clases marginales, como anteriormente se mencionaba. Entonces la tarea del planificador urbano fue no solamente desarrollar “unesquemadelusode la tierraadecuadopara lasnecesidadesysensiblesa losdeseos del habitante urbano, ... sino también armonizar estas consideraciones con

Page 231: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

232

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

el interés público en un plan que (maximizara) la habitabilidad de la ciudad y (ase-gurara)undesarrollosanodelacomunidadcomountodo”(Valenzuela,1968).

Así mismo la acción comunal, como acción colectiva, indicaba como una prioridad en los procesos de intervención y trabajo con poblaciones marginales, el reconocimiento del principio de la catálisis social para la promoción de la acción comunal. Fals Borda definía este principio como aquel proceso de cambios que se desarrolla por virtud de la presencia real de portadores de cultura (promotores o planificadores) activos en medio de un grupo, garantes de que no se cometan erro-res en las adopciones y de que las necesidades latentes se conviertan en necesidades manifiestas, por la formación de nuevos hábitos dentro de la comunidad. En esta forma los agentes catalíticos logran estabilizar y mantener los cambios alcanzados luego del proceso de movilización o acción comunal (Fals Borda, 1960: 51).

“Lospromotoresdebentenernosolamenteconocimientostécnicosdesuoficio,sinoes-peciales cualidades personales: la constancia, el espíritu de servicio, el entusiasmo conta-gioso, la confianza en sí mismo, la tolerancia y la actitud democrática se cuentan entre las virtudes que deben poseer, además de oído atento a las opiniones y conceptos de los grupos con los cuales trabajan. Con todo esto como herramientas, se pueden lograr modi-ficaciones de importancia en la estructura y en la organización de los grupos sociales, sin necesidad de ejercer para con ellos una tutela dominante ... las comunidades deben decla-rar por sí mismas, sin coacción, cuáles son las necesidades que tienen y señalar la prioridad delosproblemasquedebensolucionarse”(FalsBorda,1960:52).

Se entiende que la posibilidad de que los planificadores operaran como por-tadores de cultura, venía dada por la conformación de grupos interprofesionales (técnicos en planificación, economistas, urbanistas, científicos sociales, ingenieros y otros profesionales) que dedicados al quehacer planificador se constituyeran como un grupo integrado con capacidad para movilizarse frente a aspectos sus-tantivos de carácter político o económico. Una vez conformado estos grupos ho-mogéneos, debían ser capacitados para interactuar con otros grupos de interés, como las comunidades. Este principio rigió el adiestramiento de los técnicos del Cinva en materia del trabajo directo e integración con las comunidades.

Esta integración se dio en tanto la función de los planificadores fue garantizar una base de apoyo político (expresado en la participación comunitaria) a los proyectos de intervención del Cinva. Por tal razón, fue vital la posibilidad de lograr comunica-ción y cooperación con los grupos que se beneficiaban de las estrategias propuestas para darle viabilidad política a las mismas. La viabilidad del aporte de los planifica-dores dependió en gran medida de la existencia de presiones sociales desde la base (Instituto de Estudios Colombianos [Ilpes], s.f.: 134).

De ahí que el contexto de surgimiento de sectores marginales, el crecimiento poblacional desmedido y el consecuente aumento de tugurios en el entorno urbano

Page 232: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

233

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

colombiano de la segunda mitad del siglo XX, fue el escenario propicio para el esta-blecimiento del Cinva y la implementación de su esquema.

Finalmente, Orlando Fals Borda señalaba cómo los fines y el éxito de un pro-grama de acción comunal no solo estaban condicionados por las realizaciones mate-riales (para el caso, una vivienda para familias de escasos recursos) sino que debían concretarse en:

“…unmejorniveldevidaparalapoblaciónproletariaruralyurbana.Medianteelem-pleo de la catálisis social se están consiguiendo modificar las actitudes, las tradiciones y las creencias de los miembros de los grupos receptores, en tal forma que al modificarse las instituciones, el ethos de los grupos está pasando de la pasividad a la actividad, con-formandounnuevotipodesociedadenelmediocolombiano”(FalsBorda,1960:59).

El indagar por la dinámica de participación comunitaria presente en la expe-riencia Cinva, implica reconocer que la acción comunal implementada en sus pro-yectos de rehabilitación urbana y erradicación de tugurios, abrió paso a lógicas de comprensión en las que la participación de comunidades debía considerarse como parte de los programas sociales del gobierno en el marco de un modelo de planea-ción integral, desarrollo e integración popular.

La contundencia de este hecho se vio reflejada en 1959 con la expedición del Acuerdo No. 4 de 1959 Orgánico de la Acción Comunal en el Distrito Especial de Bogotá, con el que se reglamentó el primer Estatuto de Acción Comunal en la ciudad que, como programa de gobierno y evidencia histórica de la consolidación del nuevo modelo que definía una relación imprescindible entre la planificación urbana y la acción comunal, pretendió responder a la crisis de urbanización masiva que vivía la ciudad en este período.

Conclusiones

El Centro Interamericano de Vivienda y Planeamiento Urbano –Cinva–, con su intervención, logró transformar los hábitos de aquellas comunidades urbanas y ru-rales en las que participó. Al proponer un esquema de autoconstrucción dirigida de vivienda, el Cinva formalizó e institucionalizó un cuerpo conceptual y metodológico que combinó investigación, tecnología y participación de las comunidades. Así, esta experiencia se sumó a la idea generalizada según la cual la planeación de la ciudad dependía en gran medida de proyectos de vivienda y prestación de servicios públi-cos domiciliarios para sectores marginales en situación de carencia.

El énfasis otorgado en la segunda mitad del siglo XX a la provisión de vivienda para sectores marginales urbanos gracias a iniciativas de autoconstrucción dirigida y con asesoría técnica, representó el inicio de un tipo de planeación del desarrollo

Page 233: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

234

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

centrado en la participación de las comunidades y el papel ideológico de la vivienda considerado en relación con el Estado y su legitimación al construir o promover la construcción de este bien. Pero al mismo tiempo representó la posibilidad de emplear la mano de obra local, es decir, los mismos autoconstructores, mientras favorecía la industria privada de la construcción. En conclusión, planear la ciudad a través de la construcción de vivienda para grandes sectores poblacionales fue la característica fun-damental de la segunda mitad del siglo XX en lo que respecta a la planeación urbana y al mismo tiempo favoreció el crecimiento y la legitimación de los objetivos del Esta-do frente al tratamiento de las principales problemáticas de estos sectores.

La urbanización, el déficit de vivienda y la acción institucional

Es evidente la transformación que Colombia presenció a partir de la segunda mitad del siglo XX en el tratamiento del tema de la vivienda. La política de aquel entonces prestó un particular interés y apoyo a los asentamientos mar-ginales producto del proceso de urbanización y la consecuente demanda de viviendas en las ciudades colombianas.

La acción estatal incluyó la dotación de servicios básicos a los asentamientos existentes y la regularización de la tenencia de la tierra donde las condiciones lo per-mitieran. Por otra parte, se orientó al desarrollo de nuevos asentamientos en los que el productor era el mismo consumidor del bien, es decir, el autoconstructor. Esta variación en la política de atención estatal al déficit de vivienda para sectores mar-ginales, se vio influenciada por las diversas investigaciones que al finalizar la década de los años sesenta revelaron el potencial de estos sectores y su capacidad para de-sarrollar proyectos de autoconstrucción de vivienda, proyectos que luego el Estado apoyaría con la dotación de servicios públicos, la legalización del asentamiento que permitía la entrega de títulos de propiedad y, finalmente, con el aprovisionamiento de servicios comunales y de infraestructura para regularizarlos.

La autoconstrucción dirigida de vivienda se convirtió así en la solución por excelencia para afrontar el déficit habitacional que el permanente proceso de migra-ción, el fracaso de los enfoques tradicionales de atención estatal y la generalización de los asentamientos marginales habían ocasionado.

No obstante, la creciente intervención estatal y de entes internacionales en este aspecto también debe explicarse por sus implicaciones como estrate-gia de control social de los asentamientos marginales considerados como una amenaza potencial para la estabilidad nacional. En este mismo esquema y bajo prácticas propias del Estado benefactor y paternalista, la premisa del control social se apoyaba en proveer de beneficios materiales a los sectores marginales –limitados considerando sus necesidades– como mecanismo para legitimar los

Page 234: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

235

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

objetivos del Estado. De ahí que la experiencia propia de provisión de vivienda para sectores marginales en la segunda mitad del siglo XX se haya visto some-tida en diversas ocasiones a la influencia de prácticas clientelistas.

El Cinva, la provisión de vivienda y el desarrollo comunitario

Ante esta situación, se puede concluir que la participación comunitaria fue utiliza-da en dos sentidos, primero, como un mecanismo de control social en el que gozar del beneficio de la vivienda significaba una población satisfecha con su gobierno y sometida a sus designios, y segundo, como un mecanismo para mejorar o construir viviendas a través de la autoconstrucción lo que reducía los costos del proceso para el Estado. Estas dos modalidades han definido para la participación comunitaria un carácter coyuntural que sugiere una mayor intensidad mientras las condiciones externas así se lo exijan.

Como estrategia de control social, la participación comunitaria orientada a la autoconstrucción dirigida de vivienda para sectores marginales, llevó implícita una especie de tolerancia generalizada frente a la permanencia de estos sectores como clase organizada. A pesar de sus condiciones de carencia, la promesa de un terreno en el cual consolidar su vivienda, de un empleo basado en sus habilidades construc-tivas y de mejores condiciones de vida sentó las bases para pasar de la organización a la acción y de la acción a la consolidación de la acción comunal como programa de gobierno.

La contraparte de esta situación es que la dotación de vivienda por sí misma no garantiza la existencia de comunidades completamente satisfechas y es en este escenario en el que la organización y participación de comunidades desempeña un rol aún más trascendental y menos coyuntural. En este sentido, la exigencia per-manente para extender los recursos públicos y construir infraestructura a un precio accesible para los sectores marginales, reivindica la existencia de grupos voceros que representan a las comunidades frente a la burocracia estatal. En este escenario, es posible afirmar que el Cinva se convirtió en un vocero de estos sectores, un interme-diario entre la acción estatal y las necesidades de las comunidades intervenidas.

El tipo de participación comunitaria promovida por el Cinva, estuvo orien-tada a motivar en las comunidades la superación de sus principales carencias al mismo tiempo que reducía su dependencia de la intervención estatal a través de la iniciativa propia y las prácticas de autoconstrucción dirigida. Así las cosas, su principal objetivo fue promover la autosuperación y la independencia de los sectores marginales. Sin embargo, para promover estos dos valores en las comu-nidades, la participación comunitaria requiere valerse de un trasfondo político orientado a la creación de conciencia de clase de los sectores marginales para

Page 235: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

236

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

alentar su acción política en contra de las condiciones de inequidad y desigual-dad social, elemento del que carecía el discurso Cinva.

Al contrario, bajo lo que podría denominarse como el germen de la pla-neación participativa, el Cinva promovió la participación comunitaria como un medio para reducir –no superar– las desigualdades sociales en términos ma-teriales y, al mismo tiempo, habilitar el papel de las comunidades en la toma de decisiones, las mismas que inicialmente fueran programadas por los plani-ficadores o técnicos de este Centro, y luego validadas por las comunidades en medio de un proceso de intercambio de ideas y opiniones, entendido como un programa de acción comunal.

La planeación urbana de la segunda mitad del siglo XX

Cabe resaltar en este sentido que el Cinva no propuso estrategias novedosas en lo que respecta a las iniciativas de participación y organización de las comunidades en proce-sos de autoconstrucción de vivienda. En estos términos el principal aporte del Centro fue la formalización y organización de dichas iniciativas como un intento por pensar la tríada planificación-comunidad-vivienda en un escenario de intervención estatal y construcción de ciudad desde una visión reducida, ligada a la provisión de vivienda y servicios públicos para quienes habitan la ciudad.

Este intento estatal por ocuparse del tema de la vivienda como un asunto coyuntural y de la provisión de servicios públicos como un asunto complementario en materia de política social, le ofreció al Cinva el marco institucional y la base práctica de aplicación de estrategias alternativas (que incluyeron la participación comunitaria) y avances tecnológicos (como el bloque y la prensa Cinva-Ram) que indican su aporte al ejercicio de pensar la vivienda desde sus aspectos técnicos hasta los relativos a su papel en la planificación de la ciudad y como garantía inicial de bienestar social.

Por otra parte, la experiencia Cinva combinada con el proceso de moder-nización de la planeación que implicó considerar integralmente y en continua interacción los asuntos urbanos, sociales, políticos y económicos, a partir de la segunda mitad del siglo XX, marcó un hito en el ejercicio del urbanismo y de la planeación urbana.

Considerada en un primer momento como una práctica especializada y mecanis-mo de control de cambio de un sistema (el territorio, la sociedad, la economía, etc.), la planeación urbana recaía en los planificadores, que habilitados por un saber técnico aplicaban las tecnologías e instrumentos desarrollados en este campo. Esta concep-ción tecnocrática de la planeación, marcaba una contundente separación entre técnica y política, entre su carácter y sus objetivos.

Page 236: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

237

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

En razón de su fracaso como estrategia de control de cambio (del territorio, la sociedad, la economía, etc.) y de la crisis de los paradigmas teóricos que la susten-taron, la planeación adquirió un carácter socio-político y, en medio de un escenario de interlocución de diversos actores, se ofreció como la oportunidad de construir consensos y apuestas por el futuro.

El Cinva aportó con su experiencia a la consolidación de este modelo. Incluir a las comunidades en el ejercicio de pensar su barrio y su ciudad obedeció a un movi-miento académico en el que personajes como Orlando Fals Borda, John Turner, Os-car Lewis y aquellos a quienes Peter Hall ubicara dentro de la corriente anarquista del urbanismo, consolidaron con sus trabajos el marco conceptual que reivindicó al poblador marginal y reconoció su rol como constructor de ciudad.

En este período, anterior a la institucionalización del discurso a través del Estatuto Orgánico de Acción Comunal, el establecimiento de formas organiza-tivas de la comunidad surgió como iniciativa de las mismas comunidades en al-gunos casos (juntas de mejoramiento y fomento) y en otros, producto del apoyo externo de instituciones como el Cinva. Con el Frente Nacional (1958-1974), la formulación del Estatuto y la formalización de las juntas de acción comunal, el Estado se encargó de promover las organizaciones comunitarias como elementos anexos a su estructura administrativa, y desempeñó funciones de intermediación entre las demandas de las comunidades y las administraciones locales, como se menciona a continuación.

La institucionalización del discurso

Bajo lo que podría denominarse como la institucionalización del discurso, la acción co-munal fue considerada como parte importante de la estrategia de modernización del Estado colombiano. Los resultados de las intervenciones del Cinva, la Caja de Vivienda Popular y el Instituto de Crédito Territorial, sumados a las principales conclusiones de estudiosos en la materia, condujeron a la formalización del discurso de la participación comunitaria como programa de gobierno y bajo la denominación de acción comunal mediante la Ley 19 de 1958 y el Acuerdo 4 de 1959.

Este marco legislativo representó la formalización de la actuación pública de grupos poblacionales en procesos de descentralización de servicios públicos y comu-nitarios y la vigilancia en su prestación. Al mismo tiempo significó la formalización y consolidación de un nuevo modelo que definía la relación imprescindible entre la planeación urbana y la participación comunitaria, como respuesta a la crisis de urba-nización masiva que vivía la ciudad en este período.

En suma, esta experiencia puede definirse como un intento de superación de la práctica del planeamiento en América Latina mediatizada por los planes

Page 237: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

238

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

reguladores120 y postulada por los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna –CIAM–, y para Bogotá, a partir de la revisión de las propuestas del modelo de planeamiento instaurado desde 1953 gracias a los trabajos de Le Corbusier121, Paul Lester Wiener y José Luis Sert122.

El ejercicio de un tipo de planeación más democrática e integral y la existencia de una estructura administrativa que garantizara su permanencia: planeación técnica, organización administrativa, descentralización, estímulo a la acción comunal, cuatro ideas centrales incorporadas en el modelo de la planeación del desarrollo de la segun-da mitad del siglo XX, supuso la materialización del ideal de progreso y moderniza-ción de las ciudades colombianas del mismo período.

A partir de este momento y fundamentados en este marco legislativo que re-glamentó la acción comunal como programa de gobierno en la Nación y el Distrito, las formas organizativas de la comunidad se vieron reducidas a la creación de juntas de acción comunal proclamadas como sus delegatarias permanentes en la decisión de sus propios problemas, como orientadoras y como interpretes, como enlace con todos los órganos del Estado para facilitar su tarea, para exigir y para vigilar.

Esta monumental asignación de propósitos y responsabilidades en temas como la educación, la vivienda, la higiene, el desarrollo urbano, la economía y la recreación, ha generado una especie de agotamiento y deformación del modelo mediado por la incur-

120ParaJuanCarlosdelCastillo,“alfinalizarladécadadelcuarentasepercibeenelámbitodela arquitectura colombiana un contacto un poco más permanente con las producciones de la cultura internacional sobre el problema urbano ... el instrumento que ha creado el urbanismo europeo, y que tiene un relativo prestigio, es conocido en el ámbito internacional como el “planregulador”....EnColombia,“elCongresodelaRepúblicaexpideen1947unaleyenla que por primera vez se aborda el tema del desarrollo urbano. La Ley 88 de 1947 es una ley muyconfusayambigua,peroestableceporprimeravezlaobligacióndeadaptarun“planoregulador”paraungrupodeciudadesenColombia,comomecanismoparaordenarsufuturodesarrollo”(DelCastillo,2003:106).

121 De acuerdo con Juan Carlos del Castillo, el mérito de la intervención de una figura de gran autoridad internacional como Le Corbusier y su proyecto, considerado como el primero de característicasmodernas,consisteenqueéste“noseocupayadefragmentosdelaciudadodealguno de los elementos de su estructura (las vías o los equipamientos, por ejemplo) sino que incorpora por vez primera una idea integral de ciudad y un proyecto que contempla el plan regional,elplanmetropolitanoyelplanurbano”(DelCastillo,2003:114-115).

122ConocasióndelaexpedicióndelaLey88de1947“seinicianlasgestionesparaquelastresciudades mayores del país, Bogotá, Medellín y Cali, elaboren sus respectivos planes reguladores bajo la asesoría de un mismo equipo de urbanistas de reconocida trayectoria internacional. Por estas circunstancias llegan al país la firma de Paul Wiener y José Luis Sert, y para el plan de BogotásevinculatambiénaLeCorbusier”(DelCastillo,2003:106).

Page 238: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

239

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

sión de intereses políticos particulares, agotamiento que se auguraba desde su misma formulación. La institucionalización del discurso aunque puede ser vista como la con-creción de los ideales de progreso, desarrollo, participación comunitaria y el nacimiento deunanuevaciudadanía,obligóacrearunvínculoforzosoentrela“accióncomunal”ylas juntas de acción comunal. De ahí que los índices de participación comunitaria usual-mente sean medidos con base en el número de juntas creadas a escala barrial.

Ahora bien, está claro que la experiencia del Cinva y los procesos comunitarios producidos en sus intervenciones no estuvieron orientados a la producción de algún tipo de acción o manifestación en contra de la autoridad estatal o a la supresión de las inequidades sociales y la modificación de la estructura de acumulación capitalis-ta gracias a la cual los sectores marginales surgieron como clase social. Por el con-trario, se dirigieron a la población dentro de un esquema paternalista que buscaba apoyar procesos de autogestión para resolver algunas de las principales carencias de los sectores de menores ingresos de mediados del siglo XX. Pese a esta situación, a la iniciativa del Cinva debe reconocérsele la puesta en escena de las problemáticas habitacionales de los sectores marginales, y con esto, la necesidad de fomentar la acción comunal como una estrategia alternativa para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de los países subdesarrollados.

El agotamiento del modelo

En la experiencia Cinva, el modelo de acción comunal ligado a la planeación urbana sen-tó sus bases en las prácticas de autoconstrucción dirigida de vivienda o de obras físicas para el mejoramiento de los entornos habitacionales. Con cada una de las intervenciones eraclaroelpropósitode“organizarseparaconstruir”.Lasformasorganizativasdelacomunidad primero adquirieron la denominación de juntas de mejoras, luego con el Estatuto Orgánico pasaron a ser las juntas de acción comunal.

Eliminado el modelo de autoconstrucción dirigida (en la década de los setenta) y con el cierre definitivo del Cinva, el énfasis en la intervención estatal se orientó en la construcción de grandes conjuntos habitacionales que luego fueron otorgados a los beneficiarios demostrando con estas acciones un grado de desconfianza en la organización comunitaria para la autogestión de vivienda. Así, sin sustento práctico para la acción comunal, el modelo presentó un agotamiento permanente que puso en tela de juicio los beneficios de conservar una estructura de organización comu-nitaria de esta índole.

Ahora bien, con esto no se pretende concluir que la institucionalización de la acción comunal fuera una consecuencia natural de la experiencia Cinva y menos que solo existiendo proyectos de autoconstrucción dirigida se pueda hablar de una ver-dadera y eficiente participación de las comunidades en la construcción de ciudad.

Page 239: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

240

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

En primer lugar debe señalarse que el discurso que el Cinva promovió y con-solidó, formó parte de otras iniciativas cuyo resultado principal fue la instituciona-lización de la acción comunal en el país. Con la sistematización de sus experiencias, la asesoría que le brindó al ICT y la CVP en su momento, este Centro llamó la aten-ción sobre la necesidad de generar canales de comunicación entre las comunidades y las autoridades locales. Este sistema de comunicación se institucionalizó en 1958 a través de las juntas de acción comunal.

En segundo lugar, se mencionó en esta investigación cómo el desarrollo comu-nitario debía valerse de algunos medios para incluir a las comunidades en procesos de rehabilitación de barrios y en mayor escala de construcción de ciudad, de modo tal que las condiciones necesarias para que existiera acción comunal siempre debían incluir procesos como la autoconstrucción y la ayuda mutua. Sin estrategias de esta índole ¿cómo se puede explicar la participación comunitaria o en qué se pueden basar la organización de las comunidades cuando no se les incluye desde un principio en procesos cuyo resultado garantizaría la satisfacción de algunas de sus necesidades?

Con el cierre del Cinva y el vacío que se ha generado en torno a sus aportes por ausencia de investigaciones al respecto, han sido desvirtuadas sus propuestas como alternativas para solucionar el déficit habitacional que aún aqueja a las pobla-ciones urbanas. Los sistemas de autoconstrucción dirigida de vivienda han perdido protagonismo en la política estatal de vivienda dando paso a soluciones que en ninguna medida responden a consideraciones básicas de un mínimo de calidad de vida habitacional.

Las investigaciones e intervenciones del Cinva dejaron un legado para conside-rar integralmente el hábitat humano: aspectos como las dimensiones de la vivien-da, servicios básicos, servicios comunales, organización comunal, acompañamiento institucional, asesoría técnica y otros, fueron reemplazados por definiciones como el máximo aprovechamiento de los espacios, normas mínimas y viviendas de interés social definidos por la lógica del mercado e impuestos para proveer de vivienda a los sectores de menores ingresos.

Ahora bien, el agotamiento del modelo no solo se debe relacionar con el cierre del Cinva, o el desestímulo al sistema de autoconstrucción dirigida de vivienda. Es posible afirmar que el modelo de acción comunal institucionalizado en 1958, bajo el auspicio del Frente Nacional, estableció las juntas de acción comunal como un mecanismo para regular el conflicto político que existía entre los partidos políticos tradicionales (liberal y conservador). Debe recordarse que este pacto político no solo determinaba alternar el gobierno en la esfera nacional sino también en la escala local. En este escenario, las juntas de acción comunal se vieron sometidas a prácticas cliente-listas y fueron utilizadas como instrumentos que permitieron a determinados agentes políticos –dirigentes locales– acceder e influir en las comunidades desvirtuando su ob-

Page 240: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

241

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

jetivo principal, es decir, promover la organización y participación comunitaria para salvaguardar la gobernabilidad del país y fortalecer su desarrollo social.

Cómo valorar la experiencia Cinva y la acción comunal para construir ciudad

Pese a los múltiples matices que ha adquirido la acción comunal en Colombia y sin duda la diversidad de críticas que ha generado, unas por considerarla como meca-nismo paliativo de posibles reivindicaciones sociales y otras que la han considerado como instrumento político de participación tutelada y manipulada por el Estado, sin duda debe rescatarse el aporte que la misma ha brindado para superar actuacio-nes centralizadas de gobierno, y con esto plantear formas diferenciadas de relación entre el Estado y la organización popular.

Orlando Fals-Borda, principal precursor de la acción comunal en Colombia, ex-plicabaloqueestosprocesossignificaronparaelpaís:“seasustólaautoridadydijoqueesto era un asunto subversivo, que no se podía permitir más y, entonces, nos quitaron losbusesylosrecursos.Seacabóesaexperiencia,peroquedólasemillapuesta”yparalaAcademia“…sacaralosprofesoresyestudiantesdelaUniversidadNacionalyllevarlosa los barrios y veredas para trabajar, enseñar y aprender de las realidades que no se ob-servanenlaacademia”(BarragányMalagón,2007).

Evidentemente, desde la década de los años cincuenta, el Estado colombiano ha modificado su percepción en torno al papel de las organizaciones populares en el desarrollo urbano. Se pasó de una actitud asistencialista y paternalista, que veía en las organizaciones comunitarias autónomas el germen de rebeliones sociales, a una actitud de respaldo a las mismas. El descubrimiento que iniciativas como las del Cinva permitieron hacer, en tanto las posibilidades de mejoramiento y superación de problemáticas que las comunidades organizadas pueden generar y la incapacidad del Estado para resolver sus demandas en temas como la vivienda y dotación de servicios públicos, ha acrecentado el interés institucional para articular la acción estatal con el esfuerzo de las comunidades.

El cambio de perspectiva, si bien no ha sido del todo libre de contradicciones y deliberadas discusiones, por lo menos ha propiciado la redefinición del papel de la organización de las comunidades. La acción comunal en escenarios diversificados, se convirtió en un instrumento para la construcción de un Estado dispuesto a escuchar las demandas comunitarias y, al mismo tiempo, representó la posibilidad para las mismas de construir identidades locales.

En materia de planeación urbana y participación comunitaria, el Cinva permitió con su experiencia repensar el urbanismo en función de las implicaciones de su prác-tica para las comunidades y los individuos. Los principales resultados del programa,

Page 241: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

242

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

la autogestión de servicios públicos y vivienda y el mejoramiento barrial a partir de la organización comunitaria, posibilitaron, sin duda, la afirmación de la autonomía de las comunidades locales para pensar su ciudad.

Referencias bibliográficas

ACEVEDO, Luis (2003). “ElCinva y su entorno espacial y político”.En:Revista Mimesis, Bauru, No. 24, p. 59-89.

AGUIRRE,Gonzalo(1966).“Eldesarrollodelacomunidad”.En:BANCOINTE-RAMERICANO DE DESARROLLO. Desarrollo de la comunidad. Teoría y prác-tica. México.

ALBANO,Josephina(1957).“Elfactorhumanoenlosprogramasderehabilitacióndetugurios”.En:Serie:Técnica, No. 2, Bogotá, Colombia.

ALIANZA PARA EL PROGRESO (1980). La Alianza para el Progreso: qué es?, qué hace?, cómo opera? Bogotá: Servicio de Información de los Estados Unidos de América.

ARÉVALO, Alma (2004). Vivienda Popular en Bogotá, su desarrollo: del Estado de Bienes-tar al Estado Neoliberal. Tesis de grado (Derecho). Bogotá: Universidad Nacio-nal de Colombia. Facultad de Derecho.

BANCO CENTRAL HIPOTECARIO, BCH y CENTRO NACIONAL DE ESTU-DIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, CENAC (1976). Inversión y crédito del Banco Central Hipotecario 1932-1976. Bogotá, Colombia.

CARLSON, Eric (1955). Administración pública y vivienda. Bogotá: Cinva.

CENTRO NACIONAL DE ESTUDIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, CENAC (1975). Inversión y construcciones del Instituto de Crédito Territorial 1942-1975. Bogotá: Cenac.

CENTRO NACIONAL DE ESTUDIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, CENAC (1976). Déficit de vivienda en Colombia 1964-1973 y Proyecciones 1974-1980. Bogotá: Cenac.

CENTRO NACIONAL DE ESTUDIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, CENAC y CA-MACOL (1977). Financiamiento de la vivienda urbana en Colombia. Bogotá: Cenac.

CENTRO NACIONAL DE ESTUDIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, CENAC; MI-NISTERIO DE DESARROLLO ECONÓMICO; VICEMINISTERIO DE VI-VIENDA, DESARROLLO URBANO Y AGUA POTABLE (1996). Desarrollo urbano en cifras, No. 1. Bogotá: Cenac.

CENTRO INTERAMERICANO DE VIVIENDA Y PLANEAMIENTO URBA-NO, CINVA (1952). Vivienda y urbanismo. Ensayos preparados durante el curso básico de 1952. Bogotá: Cinva.

CENTRO INTERAMERICANO DE VIVIENDA Y PLANEAMIENTO URBA-NO, CINVA (1961). Guía de autoconstrucción. Serie: Diseño y Construcción. Bogotá: Cinva.

Page 242: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

243

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

CONSEJO INTERAMERICANO ECONÓMICO Y SOCIAL (1962). Primera Re-unión Anual del Consejo Interamericano Económico y Social a Nivel Ministerial, Infor-me final. México, del 22 al 27 de octubre de 1962.

DEL CASTILLO, Juan Carlos (2003) Bogotá. El tránsito a la ciudad moderna 1920-1950. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Artes.

DELCASTILLO,JuanCarlosySALAZAR,José(2001).“LaplaneaciónurbanísticaenColombia”. En: BRAND, Peter (comp.) Trayectorias urbanas en la moderniza-ción del Estado en Colombia. Medellín: Universidad Nacional de Colombia.

EYHERALDE FRIAS, René (1963). El concepto del desarrollo progresivo en el diseño de la vivienda. Bogotá: Centro Interamericano de Vivienda y Planeamiento.

FALSBORDA,Orlando(1960).“Accióncomunalenunaveredacolombiana”.En:Mo-nografías Sociológicas, No. 4, Universidad Nacional de Colombia, Departamento de Sociología (anexo a la Facultad de Ciencias Económicas). Bogotá, D. E.

FALSBORDA,Orlando(1963).“Sociologíadelavivienda:teoríaymarcoderefe-rencia”.En:Curso básico de introducción a la vivienda de interés social. Serie: En-señanza, No. 4-6. Bogotá: Cinva.

HALL, Peter (1996). Ciudades del mañana. Historia del urbanismo en el siglo XX. Bar-celona: Ediciones del Serbal.

HATAYA, Noriko, ALFONSO, Oscar y JARAMILLO, Samuel (1997). Organización popular y desarrollo urbano en Bogotá. Bogotá: Universidad Externado de Colom-bia Bogotá, Colombia.

INSTITUTO DE CRÉDITO TERRITORIAL; CENTRO INTERAMERICANO DE VIVIENDA Y PLANEAMIENTO URBANO, CINVA (1966). Seminario sobre tugurios. Bogotá: Cinva.

INSTITUTO DE CRÉDITO TERRITORIAL; DEPARTAMENTO ADMINISTRA-TIVO DE PLANEACIÓN DISTRITAL y DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN (1971). Estudio de normas mínimas de urbanización, servicios públicos y servicios comunitarios. Primera parte. Normas físicas y aspectos genera-les. Informe básico y complemento. Bogotá: ICT.

INSTITUTO DE CRÉDITO TERRITORIAL y CENTRO NACIONAL DE ESTU-DIOS DE LA CONSTRUCCIÓN, CENAC (1975). Inversión y construcciones del Instituto de Crédito Territorial 1942-1975. Bogotá, Colombia.

INSTITUTO DE ESTUDIOS COLOMBIANOS [ILPES] (s.f.). Seminario sobre Estado y Planificación. Estado y Planificación: el caso de Colombia. Bogotá: Ilpes.

JARAMILLO, Samuel (1979). Producción de vivienda y capitalismo dependiente: el caso de Bogotá. Bogotá: CEDE.

Page 243: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

244

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

JORDÁN, Roberto. (1966). El proceso de desarrollo de la comunidad. En: BANCO IN-TERAMERICANO DE DESARROLLO. Desarrollo de la comunidad. Teoría y práctica. México.

MACHADO,Rafael(1986).“Autoconstrucción:mitoorealidad”.En: Conferencia Lati-noamericana y del Caribe. Vivienda: desarrollo económico y social. Bogotá: Cenac.

MURAD,Rocío(2003).“Estudiosobre ladistribuciónespacialdelapoblaciónenColombia.Proyectoregionaldepoblación”.En:Serie 48, Población y desarrollo. Santiago de Chile: Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía –Cela-de–, División de Población de la Cepal / Fondo de Población de las Naciones Unidas –Unfpa–.

ORDÓÑEZ, Myriam (1977). “Migración interna y concentración poblacional,1964-1973”:En:DANE.Boletín Mensual de Estadística, No. 314, septiembre, Bogotá, Cepal.

RIVERA, Jorge (2002). El CINVA modelo de cooperación internacional. Tesis de grado para la maestría en Historia, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas.

SALDARRIAGA, Alberto (1996). Estado, ciudad y vivienda. Urbanismo y arquitectura de la vivienda estatal en Colombia, 1918-1990. Bogotá: Inurbe.

TURNER, John (1976) Libertad para construir: el proceso habitacional controlado por el usuario. México: Siglo XXI Editores.

UTRIA, Rubén Darío (1960). La acción comunal como programa de gobierno. Principios, política y metodología aplicada a la vivienda. Bogotá: Fundación Universidad de América.

VALENZUELA G., Jaime (1968). Reglamentos de zonificación y subdivisión de áre-as residenciales en América Latina. Bogotá: Cinva.

WARE,Caroline(1966).“Criteriosparaelanálisisdepropuestasparaeldesarrollodelacomunidad”. En: AGUIRRE, Gonzalo. Desarrollo de la comunidad. Teoría y práctica. México: Banco Interamericano de Desarrollo.

WEISS, Anita. (1967). Tendencias de la participación electoral en Colombia. 1935-1966. Monografía presentada para optar al título de Licenciada en Sociología. Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá: Iquiema.

Otras fuentes

BARRAGÁNDUARTE,JoséyMALAGÓN,Rafael.“EnlaUNnacieronlasjuntasdeaccióncomuna:FalsBorda”.En:Unimedios, Carta Universitaria. Consulta de agosto, 2007. En:

http://www.cartauniversitaria.unal.edu.co/ediciones/28/03carta.html.

Page 244: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

245

e l p r o y e c t o u r b A n o - A r q u I t e c t ó n I c o pA rA u n h á b I tA t e v o lu t I v o d e l A p o b l A c I ó n d e b A j o s I n g r e s o s .

u n A r e f o r m u l A c I ó n d e l o s p r o b l e m A s p o r A b o r d A r y d e s u s e s c e n A r I o s d e A c t uA c I ó n

Luis Fernando Fique PintoUniversidad Nacional de Colombia, sede Bogotá

Ante el agotamiento de las hoy usuales respuestas urbano-arquitectónicas dirigidas al aprovisionamiento de la vivienda y su entorno para la población de más bajos ingresos –con las limitaciones que implica el no detenernos aquí a examinar antece-dentes, contextos y motivos– y con la intención de contribuir a precisar esos contex-tos y de darle nuevos sentidos a la modelación espacial y formal propia del quehacer del diseño, cabe proponer una reformulación de nuestras comprensiones acerca de las realidades por intervenir y de los problemas por abordar, comprensiones que, implícita o explícitamente, definen aquellas respuestas (aunque no solo ellas).

Este texto plantea un enfoque de esas realidades y una definición de sus proble-mas. Además, propone la inserción del proyecto urbano-arquitectónico en marcos renovados y específicos de gestión y de políticas públicas, que le aporten precisiones usualmente ignoradas o subestimadas, pero necesarias, acerca de las situaciones por resolver, y que de paso creen las condiciones que lo hagan realmente pertinen-te y factible mediante su integración a procesos productivos complejos, es decir, amplios, diversos y con múltiples interrelaciones; se cambian así los hoy usuales escenarios productivos conformes con premisas y supuestos inerciales y reducidos por intereses particulares (por lo general los de la promoción privada inmobiliaria) y acomodados a procesos lineales y premisas solamente técnico-financieras (por lo general los de la consultoría).

Page 245: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

246

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Dicho de otra manera, configurar y desarrollar una oferta integral de soluciones adecuadas y asequibles, ante la necesidad de vivienda de los grupos de población de los más bajos ingresos (estratos 1 y 2) –hasta ahora insatisfecha y creciente en aspectos cualitativos y cuantitativos– exige, por una parte, identificar las directrices de política pública y los marcos de gestión en los que se configuren sus características y facti-bilidad y, por otra, precisar el enfoque o punto de vista acerca de las realidades y de los problemas por abordar, esto es que se reformulen las usuales comprensiones y se busque, con ello, una necesaria reconfiguración de las habituales respuestas, incluidas las urbano-arquitectónicas.

El enfoque

Usualmente, el examen que hacen la arquitectura y el urbanismo de las situaciones y de los problemas por abordar en el proyecto de la VIS se ha centrado en forma predominante –y así parece natural– en reflexiones acerca de la conformación y el ordenamiento físico-espacial, morfológico, tipológico y constructivo de los de-sarrollos123, con lo cual la búsqueda de respuestas adecuadas se ha confinado a la intervención –plástica, técnica y/o financiera, hay que reconocerlo– en las solas estructuras físicas, aislada o desarticulada de acciones integrales que la contextualicen adecuadamente –con el aporte de nuevos sentidos– y, además, la hagan factible. No ha habido el suficiente interés en el conocimiento de los procesos en los cuales se configuran estas formas y espacios objeto de la acción disciplinar124. Reconocer los procesos en los cuales se forman estos productos y sus problemas implica, ante todo, ver la existencia de agentes que interactúan en forma permanente y cambiante, que toman las decisiones que en diferentes fases van definiendo sus características, apoyadas o simplemente legitimadas en las actuaciones profesionales, o al margen de sus propuestas –parecería indiferente– como puede constatarse con crudeza en la actual situación.

123 Esto, de hecho, ha marcado, o mejor, ha legitimado el sentido de nuestras políticas públicas en vivienda en algunas fases de la historia de la intervención estatal en el sector habitacional (políticas higienistas, de planificación, de producción) y persiste más enfáticamente en las políticas nacionales vigentes –no por motivaciones conceptuales precisamente– interesadas casi exclusivamente en configurar y garantizar la producción de nueva vivienda.

124 Lo mismo sucede con otros campos disciplinares (la economía, el derecho, la sociología, por ejemplo) –que se han enfocado en aspectos económicos o sociales, ocupándose predominante-mente de problemas como la asequibilidad, la tenencia o el impacto social y cultural de las in-tervenciones– centrados en las estructuras sociales y casi igualmente desinteresados en los procesos en los cuales los sectores de población de menores ingresos se aprovisionan de un alojamiento.

Page 246: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

247

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Reconocer el valor de las decisiones tomadas en estos procesos conduce, a su vez, a identificar y desarrollar una comprensión acerca de las motivaciones (intereses y valores) que movilizan los actores en dichos procesos. Estas motivaciones (públicas y privadas, técnicas, sociales y económicas) y las decisiones en las que se resuelve su confrontación –tomadas tanto en las fases de formulación e implementación de las políticas públicas como en las fases propiamente productivas– se materializan en las condiciones y características de la vivienda y la ciudad producidas, que, por tanto, resultan configuradas como el producto en el que se resuelven las tensiones surgidas entre esos intereses y valores, en procesos en los que las decisiones tomadas en las políticas públicas han privilegiado a las motivaciones económicas privadas125.

El enfoque predominante ha desconocido el punto de encuentro en el que sociedad y medio –los dos polos de la relación ambiental/territorial/habitacional fundamental– se transforman mutuamente, en procesos de apropiación de la so-ciedad hacia el medio126, mediante acciones de producción material y/o simbólica, que configuran el territorio y su hábitat. De esta manera, el hábitat, no es ni uno ni otro, pero se configura con su interrelación, que es de naturaleza productiva. El reconocimiento contemporáneo –incluso en el terreno institucional y político127– de este campo de relaciones como elemento esencial de las realidades por conocer y transformar, sugiere/conduce a buscar e identificar espacios de intervención en los escenarios en los que estas interrelaciones se materializan, es decir, en los procesos productivos. Una primera conclusión que nos interesa está relacionada con este punto: resulta necesario identificar el punto/la situación/el estado de los procesos en curso en el hábitat en el que se intervendrá –los que suceden en el medio, los que viven sus habitantes, y los que produce su interacción– e insertarse/ubicarse orgáni-camente allí para generar respuestas originadas en su naturaleza y dinámicas.

125 Esta comprensión ha permitido desarrollar explicaciones y configurar interpretaciones de la realidad del sector habitacional lo cual, por su parte, busca contribuir a reconfigurar la re-flexión específicamente disciplinal aludida al inicio y a redefinir su pertinencia. Este es el sentido de la propuesta desarrollada en reciente estudio del autor (Fique, 2006).

126 Y de reacción del medio, según la noción ambiental básica que reconoce mutuas acciones y reacciones entre el medio y la sociedad, en cualquier escala.

127 En Colombia –en forma reconocidamente pionera en Latinoamérica– incluso en la fase nor-mativa de los procesos, pues, por ejemplo, la Ley de Ordenamiento Territorial, superando la sola normalización física usual en las normativas previas, se ha ampliado, por ejemplo, a la definición de instrumentos y procedimientos de gestión del desarrollo urbano y a definir los principios y procedimientos para el reparto de sus cargas y beneficios, aspectos estos esencia-les en la interrelación de los agentes en los procesos en los que, con sus acciones productivas, configuran el desarrollo urbano.

Page 247: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

248

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Esto sugiere una posibilidad en relación con los procesos que desarrolla la población de más bajos ingresos para aprovisionarse de alojamiento, en los que comienza por recurrir a soluciones asequibles, en fases muy precarias (arriendo, inquilinato).Enetapasposterioresse“aventura”enlaautogestióndesuvivien-da, comprometiendo mayores y nuevos recursos, los que usualmente son capta-dos por la oferta informal de suelo y utilizados en procesos espontáneos de desarrollo progresivo para la construcción de su alojamiento, pero que –avanzando en la propuesta presentada en este escrito– ofrecen la oportunidad de ser canalizados y potenciados por una oferta integral originada en la acción pública –en la que se integren recursos públicos y privados– que en lo esencial lo que debe/puede aportar es un soporte con características y condiciones adecuadas para que la po-blación continúe y desarrolle los procesos en los que viene trabajando (sociales, habitacionales, económicos).

Reconfiguración de nociones

La articulación connatural e indisoluble de los procesos sociales y económicos que vive la población con los procesos de desarrollo progresivo en los que construye su alojamiento, nos permiten hablar de un hábitat evolutivo en el que se materializan y soportan esos procesos.

Caracterizar cada situación en la que el proyecto urbano-arquitectónico debe intervenir en este hábitat evolutivo implica reconocer al menos dos hechos que interesan en la definición de los problemas por abordar y en la configuración de propuestas de solución adecuada.

El desarrollo urbano

Ciudad formal y ciudad informal

Nuestro desarrollo urbano moderno se ha configurado, a la luz de los análisis desa-rrollados por J. Aprile-Gniset (1992), en el encuentro de los mecanismos espontáneos del mercado para, por una parte, ocupar y asignar los suelos y, por otra, para producir el espacio habitable en nuestras ciudades. Los primeros han caracterizado nuestras formaciones urbanas en lo fundamental por la expansión, la desarticulación urbana y la segregación socio-espacial, pues se dejan los suelos de baja calidad para la ubicación de la vivienda de los sectores de más bajos ingresos. Por su parte, los mecanismos espontáneos en la producción y distribución de espacio construido han configurado, de un lado, una actividad formal interesada en la producción de una oferta asequible a las demandas con mayor capacidad económica para su adquisición y, de otro, y en

Page 248: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

249

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

consecuencia,handefinidouna actividadproductiva llamada “informal”128, con la que la población que no puede adquirir la oferta formal –luego de fases previas con soluciones aún más precarias– se aprovisiona de su alojamiento mediante procesos de desarrollo progresivo.

Los procesos políticos y sociales concluyentes en la expedición de la Ley de Ordenamiento Territorial, reconocidamente pioneros en Latinoamérica, y su muy reciente –aun cuando difícil– aplicación en algunas entidades territoriales, cons-tituyen un avance en la necesaria intervención de los mecanismos espontáneos del mercado del suelo urbano, mediante el esfuerzo por transformar el tradicional desarrollo urbano de predio a predio en uno de operaciones urbanas significativas, orientadas a obtener suelos de mejor calidad (ubicación, accesibilidad, infraes-tructura y equipamiento), estructurados en territorios ordenados.

Los avances a los que se ha hecho referencia en la intervención de los meca-nismos espontáneos de asignación del suelo, constituyen un marco de actuación y un nuevo contexto para el desarrollo de ofertas de vivienda social que, en consecuencia, en-cuentran un espacio propicio para enfocarse en propuestas centradas en la reconfi-guración de los formatos de producción del espacio habitable y, enmarcada en ellos, en la reformulación urbana y arquitectónica.

La vivienda proceso y la vivienda producto

Bien de uso y bien de cambio

No ha sucedido lo mismo con una necesaria intervención en los mecanismos del mercado para producir y distribuir el espacio habitable. La producción formal privada ha afianzado su posición y garantizado la recuperación y rentabilidad de su inversión de recursos en la actividad productiva, sin asumir su responsabilidad social, lo que viene agudizando la pérdida de calidad y la muy baja asequibilidad de sus pocos productos para la población de más bajos ingresos. La producción in-formal, por su parte, continúa, de hecho, ofreciendo una posibilidad de aprovisio-narse de una vivienda y dando cabida al aprovechamiento de cuantiosos recursos

128“Lasciudadessonreinventadastodoslosdíasporungrannúmerodedecisionesyesfuer-zos individuales, familiares y comunitarios descoordinados, y por impulsos impredecibles que no están sujetos a planes, normas y standards oficiales... El resultado ha sido y es la co-existencia de dos ciudades paralelas: la de los que pueden pagarla y la de los que no pueden pagarla... un primer paso es comprender... y apoyar estos procesos mediante los cuales los grupos de bajos ingresos adquieren, mantienen, mejoran y amplían sus vivien-das”(Hardoy,1996:19-20).

Page 249: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

250

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

formales e informales de sus habitantes, que de otra manera no han podido entrar en juego en la producción. Sin embargo persiste en sus ineficiencias e ineficacias, con los usuales problemas ambientales, urbanos y arquitectónicos de seguridad, de funcionalidad y de habitabilidad, principalmente, que siguen generando la necesidad de emprender procesos de habilitación urbana y habitacional a todas luces insostenibles.

Esta visión sugiere, como segunda conclusión, que resulta pertinente –y es factible en el marco de una decisión política propicia– encontrar puntos de articula-ción entre las dos formas de producción (como ya se dijo, enmarcadas en operacio-nes urbanas que permitan ubicarlas en suelos con mejores condiciones), orientadas a la complementación de recursos y de formas de gestión, con el fin de ampliar la ase-quibilidad de lo producido y de ubicar claramente en los procesos la participación asistida de los habitantes en la toma de decisiones, con lo que se obtenga mayor adecuación del hábitat producido.

Ante esta posibilidad es pertinente precisar y tener en cuenta la naturaleza del alojamiento producido por los sectores de más bajos ingresos, en la reconfi-guracióndeunaofertaformalquepretendaarticularse“orgánicamente”enlosprocesos sociales de construcción de un hábitat evolutivo y potenciarlos al darles un soporte adecuado.

La producción informal, siempre autogestionaria, en la que la motivación es obtener, por lo menos inicialmente, un bien de uso y en la que los recursos siem-pre son escasos, ha venido configurando un hábitat en procesos de desarrollo físico progresivo que se corresponde con procesos sociales en los que los grupos familiares evolucionan social y económicamente (vivienda-proceso). Estos procesos se materializan y soportan en este hábitat evolutivo, pues los constantes cambios sociales y eco-nómicos, propios de estos procesos se reflejan y apoyan en las transformaciones, ampliaciones y/o complementaciones con las que los habitantes intervienen cons-tantemente sus viviendas.

La producción formal, por su parte, es motivada en la obtención de un bien de cambio, es decir, en la producción de una oferta para comercializarla en el merca-do, en el cual tradicionalmente/inercialmente se demanda una vivienda completa/terminada/definitiva (vivienda-producto)129, aún en los grupos de población que difícilmente pueden adquirirla, y a los que, además, no les resulta adecuada, dadas sus diversas condiciones y características sociales y económicas y los dinámicos pro-

129 Concebida como producto terminado, es decir, que pretende ofrecer todas las utilidades y espa-cios usuales en una oferta tradicional, a la que se busca emular con lo que en los años setenta se llamó su “jibarización”. La vivienda completa se concibe como un producto estático ycerrado, es decir, definitivo, o, por lo menos, suficiente.

Page 250: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

251

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

cesos de cambio que debe albergar su hábitat. La salida para producir una oferta de esta naturaleza, para esta demanda, ha sido reducir de tamaño y especificaciones (enunprocesoqueenlosañossetentasecalificóde“jibarización”)a laviviendacompleta/definitiva/terminada ofrecida a la población de mayores ingresos, confi-gurando unas construcciones que muy pronto deben ser intervenidas –incluso hasta ser prácticamente remplazadas por sus habitantes– dada su inhabilidad para posi-bilitar eficiente y eficazmente las necesarias transformaciones/complementaciones/ampliaciones, propias de sus procesos evolutivos. De esta manera, esta población está adquiriendo un producto que no necesita, o, lo que es lo mismo, compra vo-lúmenes de construcción que no le sirven, aplicando recursos que debería poder utilizar solo en su desarrollo.

De la observación de esta situación, como tercera conclusión, se plantea que es necesario reivindicar la noción de vivienda-proceso130 en la configuración de una oferta ade-cuada y asequible para los sectores de población de más bajos ingresos, es decir, una oferta en la que se reconozca que deben albergar habitantes con muy diversas características “familiares”.Lascaracterísticasycondicionesqueconformenunaofertaadecuadaseránlas que respondan a la dinámica y la diversidad referidas.

De la caracterización presentada en las anteriores consideraciones se conclu-yen los dos elementos básicos del problema y, por tanto, de las soluciones que este texto propone abordar decididamente en el proyecto para el hábitat evolutivo

130 Las nociones de vivienda-producto y vivienda-proceso se han desarrollado en el trabajo acadé-mico de la profundización en vivienda del programa de pregrado en Arquitectura de la Uni-versidad Nacional de Colombia en la sede Bogotá. La profundización en vivienda es el conjunto de asignaturas básicas por las que pueden optar los estudiantes de la carrera de Arquitectura en sus semestres 8 y 9, previo a la realización del trabajo de grado del programa. La profundi-zación está constituida por un taller de diseño, un seminario complementario y un seminario electivo en cada semestre.

La profundización cambió de orientación en 2003, cuando, al reconocer la importancia de abordar el proyecto de la vivienda desde la naturaleza de los procesos en los que la sociedad la produce,sedefinierondosmódulos(unoencadasemestre):“laviviendaproducto”enelquese elaboran proyectos que responden al usual modelo de gestión de la promoción inmobiliaria estataloprivadaqueofrece“productosterminados”yelmódulo“laviviendaproceso”enelque, por su parte, se han venido desarrollando los referentes conceptuales, las metodologías y laspropuestasdediseñorelacionadasconlallamada“producciónsocial”delavivienda,cuyoformato de producción tradicional es el desarrollo progresivo, tanto del urbanismo como de la vivienda misma.

Page 251: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

252

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

de la población de más bajos ingresos: su asequibilidad131 y adecuación. Los térmi-nos en los que se propone su reformulación se presentan a continuación.

Los problemas de interés

Lo expuesto hasta aquí puede recogerse en el esquema que sigue. Con base en esta comprensión se esbozan elementos –a nuestra manera de ver– indispen-sables en una propuesta proyectual insertada en una oferta integral para un hábitat evolutivo.

Cabe anotar aquí, como referente, que con el conocimiento de la natura-lezadelprocesodeproducciónespontáneodenominadocomo“informal”,delallamada“producciónsocial”delaviviendayeldelasfasesquepuedenobser-varse en su desarrollo, se han ido definiendo sus logros y sus potencialidades, pero también sus dificultades. Igualmente, con el conocimiento de los aspectos sociales y económicos de las prácticas que conforman esta producción. Estos elementos han contribuido en la definición de los problemas que el proyecto para un hábitat/vivienda evolutiva debe abordar.

Aspectos que van desde la naturaleza de los fenómenos sociales que se resuelvenenla“producciónsocial”,pasandoporlosformatosdegestiónypar-ticipación en los que sería posible su promoción en las actuales condiciones na-cionales, hasta llegar a los problemas físico-espaciales que siendo críticos en los tradicionales asentamientos de desarrollo progresivo –como su vulnerabilidad sísmica, su deficiente habitabilidad, su desconfiguración e imagen urbanas, su ineficiencia técnica en el uso de los recursos– que deben ser abordados priorita-riamente, se constituyen en objeto de estudio e intervención en la conformación de una oferta integral de hábitat evolutivo que, por ello, no puede reducir-se al ahora usual suministro de objetos arquitectónicos.

131 Es un hecho que el comportamiento espontáneo del mercado ubica mayoritariamente la oferta VIS en los sectores de demanda del mayor ingreso, dada la competencia de demanda presente en el este mercado (por un bien escaso: la vivienda subsidiada) y, por otro lado, que las rebajas de costos que se logran en su producción no se traducen en reducción de los precios.

Page 252: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

253

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Los problemas de interés

“Vivienda adecuada para tod@s”132

Asequibilidad

La población de más bajos ingresos (E 1 y 2 y menores) no tiene capaci-dad económica para adquirir la ofer-ta usual en el mercado VIS.

Calidad

- La adecuación social y ambiental de la oferta.

- Las condiciones de habitabilidad y de seguridad tanto en la construcción inicial como en sus desarrollos.

- El impacto de las altas densidades.

1. Abordar estos problemas implica reconocer que:

Esta población no puede adquirir una VIVIENDA COMPLETA/TERMINADA/DEFINI-TIVA, por tanto, configura su vivienda en procesos de desarrollo progresivo.

Una vivienda terminada/definitiva

NO ES ADECUADA ante la diversi-dad y el constante cambio social y eco-nómico de esta población.

La vivienda progresiva es la materialización y el soporte de procesos de desarrollo social y económico deunidades “familiares” concaracterísticas diversas que, además, se encuentran en estados diferentes de esos procesos. Esta articulación define un HÁBITAT EVOLUTIVO.

En el que los cambios de las condiciones y posibilidades sociales y económicas de los habitantes generan la necesidad de permanentes adecuaciones, transformaciones, ampliaciones y/o complementaciones de la vivienda y su entorno.

132 Los compromisos planteados por la Conferencia UN-HÁBITAT de Estambul propusieron como objetivo de la acción pública la consecución de una Vivienda adecuada para tod@s, con lo que se enfocan en los dos problemas fundamentales del alojamiento de los sectores de población de más bajos ingresos: la calidad y la asequibilidad. Estos son, en una formulación general, los problemas que aquí se propone abordar.

Page 253: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

254

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

2. Por tanto, es necesario obtener, dentro de una oferta integral, una FASE INICIAL:

Asequible

para esta población, en condiciones que no comprometan su capacidad de moviliza-ción de recursos futuros*, necesarios para el desarrollo de la vivienda. *Condiciones que pueden obtenerse con una oferta integral que no se limite a la hoy usual producción/adquisición de unos productos inmobiliarios.

Y adecuada

- Que ofrezca FLEXIBILIDAD a dife-rentes usos (habitacionales, producti-vos, de servicios) y a diferentes formas y procesos de apropiación, trans-formación y desarrollo.

- Con un manejo adecuado de las altas densidades, originadas en los precios del suelo.

- Que ofrezca solución, además, a los problemas más relevantes de los asentamientos y la vivienda de desarrollo progresivo espontáneo mediante:

* El logro de la seguridad estructu-ral del desarrollo total.

* La orientación de las intervenciones de sus habitantes, de manera que con ellas se obtengan condiciones adecuadas de habitabilidad y de funcionalidad.

* La configuración de espacios colec-tivos caracterizados y apropiables para su adecuado desarrollo (supe-rar la precariedad urbana).

3. Y acompañar/orientar/apoyar/asistir el proceso socialen el cual se desarrollen las viviendas y su entorno133, es decir, se constituya un há-bitat evolutivo con condiciones adecuadas.

133 Cabe reiterar que el desarrollo progresivo de la vivienda hace parte integral de procesos de evolu-ción social y económica de los habitantes y que un acompañamiento/apoyo estatal/institucional a estos procesos -no solamente el acompañamiento/asistencia a la construcción de las transformacio-nes/ampliaciones/ complementaciones de la vivienda misma- le sería más orgánico (enfocado en su origen y naturaleza) al proceso de apropiación y desarrollo del hábitat de esta población, que, como

Page 254: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

255

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

En conclusión

El estudio y desarrollo de propuestas para la formulación, definición y diseño de una oferta habitacional factible, pero asequible y adecuada, implica dar respuesta a una am-plia gama de situaciones urbanas y de condiciones sociales y económicas de la demanda y tener en cuenta la conveniencia que, para el desarrollo urbano y para la factibilidad económica de los proyectos, tiene una adecuada combinación y diversificación. Sin em-bargo, el mayor reto lo plantea la oferta que se desarrolle para los grupos de po-blación de más bajos ingresos (la llamada VIP 1 y 2), a la que hemos tenido apenas acercamientos poco exitosos y que, como se ha dicho, seguramente exige que no sea no solamente una oferta físico-espacial, sino social y económica, es decir, integral.

Reiterando lo expuesto hasta aquí, los problemas centrales por abordar están da-dos por dos hechos. Uno, la imposibilidad económica de esta población de adquirir una vivienda completa, definida y terminada (por lo que debe pensarse en una fase inicial, pero asequible), y otro, la inconveniencia social y funcional de adquirir esa vivienda “completa”–enelcasohipotéticodequeasípudieraser–puesladiversidaddecondi-ciones de los demandantes y de estados en sus procesos de evolución social y económica exigen en esa oferta flexibilidad y eficiencia a la hora de permitir/apoyar/orientar los procesos de adecuación/complementación/transformación que sus habitantes –especial-mente estos grupos de población– tradicionalmente han realizado en su vivienda134.

se ha dicho no solo se enmarca en sus procesos sociales y económicos sino que, a su vez, los soporta. Este es el sentido de la noción integradora de hábitat evolutivo que se utiliza aquí.

134Insistiendoenesteaspecto,laobservacióndela“producciónsocial”espontáneaofrecerefe-rentes valiosos para la evaluación de logros y fracasos en la búsqueda de soluciones a estos problemascentrales.Dehechola“producciónsocial”espontáneaesunaprácticaquehaper-mitido el acceso a un alojamiento y ha hecho factibles unos procesos sociales y económicos de evolución; pero, ¿en qué condiciones?, ¿a qué costos sociales, culturales, económicos y ambientales se obtiene?, ¿qué ciudad se está construyendo con ella?, ¿qué caracteres sociales se forman en estos procesos? Los problemas habitacionales allí son primordialmente de orden cualitativo. La calidad de la ciudad y del ambiente –físico y social– que se construye mediante esos procesos productivos está en cuestión y su sostenibilidad parece imposible, así que las ac-ciones públicas deben ineludiblemente enfocarse en este problema. No parece posible, en un mediano plazo por lo menos, remplazar este patrón productivo, pero lo que sí resulta factible es que se reconozcan sus logros y se busque aprovechar sus recursos y mejorar sus productos.

En Vivienda social en Colombia. Políticas públicas y habitabilidad en los años noventa (L. Fique, 2006: 179 a 183), se presenta, como elemento para la intervención, una reflexión adicional orien-tada a valorar las potencialidades de una intervención pública que reconociendo los recursos materiales y sociales que se movilizan en esta producción, los oriente y aproveche en un mo-delo reconfigurado de gestión pública/privada/social.

Page 255: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

256

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Esnecesario,entonces,concebir“estructurasabiertas”que,paracomenzar,al-berguen esa fase inicial y den una respuesta adecuadamente a la diversidad, y luego permitan los procesos de cambio sin que deban ser sustituidas, por el contrario, que acepten la gran cantidad de recursos tradicionalmente movilizados por los habitan-tes para su desarrollo, y ofrezcan seguridad y habitabilidad.

El objetivo de la propuesta

Contribuir a reducir el impacto cultural, social, ambiental y económico de las ineficiencias y vulnerabilidades:

Urbanas Arquitectónicas Constructivas

- Riesgos e impactos ambien-tales. Sostenibilidad urbana y ambiental.

- Largos períodos de consoli-dación urbana (indefinición del espacio colectivo, ima-gen urbana).

- Densidades bajas (ineficien-cia en el uso del suelo).

- Dificultades de apropiación, desarrollo y mantenimiento de los espacios comunes.

- Condiciones ambientales y funcionales inadecuadas (ha-bitabilidad).

- Ineficiencias en los procesos de adaptación y ampliación.

- Uso ineficiente del espacio.- Imposibilidad del disfrute sen-

sorial y estético del hábitat.

- Vulnerabilidad sísmica.- Funcionamientos técnicos

deficientes.- Altos costos de produc-

ción, mantenimiento y transformación.

que el autogestor popular está teniendo en la producción de su hábitat

Page 256: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

257

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

UNA ESTRUCTURA “ABIERTA”:

- Que pueda usarse y desarrollarse de diversas formas.

- Que “oriente” y facilite mejores decisiones de las familias en el desarrollo de sus viviendas.

- Que desde el inicio los elementos sea clave en la conformación y caracterización del entorno urbano.

- Que garantice la sismo resistencia del desarrollo total.

- Que sea susceptible de ser producida industrialmente.

UN PROCESO DE APROPIACIÓN

en el que se elaboren y apropien sus posibilidades de desarrollo (2):- Acerca del espacio ocupable para no afectar

sus propias condiciones de habitabilidad y la de sus vecinos.

- En relación con la intervención de la estructura portante para no afectar su capacidad.

- En relación con las posibilidades de aprovechamiento del espacio y de las facilidades técnicas previstas.

- En relación con las técnicas constructivas más adecuadas para su desarrollo.

Mediante la provisión de un

SOPORTE (1)

Cuyos componentes básicos son:

cuyo diseño se afine de acuerdo con las especificidades y expectativas de

por parte de

sus futuros habitantes

Mediante PROCESOS PARTICIPATIVOS, en el marco de una OFERTA INTEGRAL

(1)HABRAKEN,N.J.(1975).“Soportes,unaalternativaalalojamientodemasas”.Madrid:AlbertoCorazón.

(2)“Sielhabitanteusuarionoconocelamaneramásadecuadadehacerlasmodificaciones,elsoportecorreelriesgodenoserusadoenlarealidad”.ROMERO,GustavoyMESÍAS,Rosendo(2004).Laparticipación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat. México: CYTED.

El proyecto en un marco de gestión reconfigurado

Volvamos ahora al valor que tiene para la configuración de un proyecto urbano-arquitectónico eficaz y adecuado para un hábitat evolutivo, el desarrollo de marcos de gestión de una oferta integral que, por una parte, alimenten y propicien la con-cepción de productos urbanos y arquitectónicos apropiados y de calidad y, por otra, hagan posible su materialización.

Page 257: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

258

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Sabemos que las características del producto arquitectónico y urbano se defi-nen con las decisiones tomadas por la cadena de actores y agentes vinculados a los procesos productivos, desde la formulación de la política pública misma, hasta la gestión, la planeación, la producción y la distribución. En estos procesos las decisio-nes de diseño constituyen un campo restringido y dependiente de decisiones ante-riores de política, de gestión y planeación y posteriores de producción y mercadeo, además de que, hay que reconocerlo, muchas veces no son tomadas por arquitectos. De esta manera, es claro que las condiciones de calidad de la vivienda social y su entorno son la materialización de esta toma de diversas decisiones y que es allí en donde se encuentra la raíz de los problemas, no en el producto mismo.

No tiene sentido intentar avanzar en una acción disciplinar interesada en la solución de los problemas de calidad y asequibilidad, con la sola reconfiguración de los productos, sin abordar antes la intervención en los procesos en los que se concibe, diseña, produce y distribuye la vivienda y su entorno, con la previa reconfiguración de buena parte de las decisiones tomadas en cada una de dichas fases, basada, a su vez, en la revisión de los modelos de gestión en los que se desarrollan sus actores y motivaciones –intereses y valores– e interrelaciones.

Interesarse en el proyecto de lo físico-espacial, ahora centrado enfática e in-sistentementeenelproductoarquitectónico–el“módulodevivienda”–descontex-tualizado de un marco de gestión, consolida la visión, tradicional pero equivocada, que –implícita o explícitamente– le ha otorgado al proyecto urbano-arquitectónico potencialidades que no tiene para cambiar las motivaciones y las relaciones en el mercado, que son las que en la práctica están definiendo las características de la vivienda y su entorno (ante las que la incidencia de una participación profesional eficaz del arquitecto sigue disminuyendo). Las decisiones tomadas allí135, interesa-dassoloendarle“realismo”técnico-financieroalaproducción,handejadodeladoelnecesariodebatesobrelosmodelosdegestióndelallamada“viviendadeinteréssocial”ylaposibilidaddequeeldesarrollodeesosmodelosalimenteycreecondi-ciones para la concepción, el diseño y la producción de vivienda y entorno con un nuevo“realismo”136.

135 Resguardadas en el hecho de que esta pretensión equivocada acerca del valor de la reconfi-guración de los productos, propia de la labor profesional –que se asume como natural y con mucho interés e intensidad en los discursos académicos, profesionales, gremiales– distrae de la pertinencia de abordar, con ópticas renovadas, la transformación de los procesos.

136 Cabe referirse aquí a algunas reflexiones surgidas del juzgamiento del concurso universitario Con-vive (SCA, ACFA, CNPA, Revista Escala, Metrovivienda, Bogotá, 2006). Las bases del concurso convocarona“proponersolucionesrealistas”orientadasamejorarlascondicionesdecalidaddelausual oferta de vivienda de interés social producida en el marco del modelo de gestión acuñado por

Page 258: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

259

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Interesarse únicamente en el producto arquitectónico y urbano –sin avanzar en la reconfiguración de los procesos que les definan nuevas “realidades” y, portanto, nuevos referentes que se constituyan en aportes verdaderos en la solución de la situación– profundiza la visión equivocada aludida antes, generalizada en las prácticas académica y profesional, que ubica el origen de los problemas en sus sínto-mas y pretende, por tanto, el hallazgo de soluciones solo con la intervención en los productos. Este equívoco nos ha confinado a girar acrítica y, tal vez cómodamente, alrededor de un esquema de gestión –por lo general supuesto o abordado inercial, parcial y/o superficialmente– y, en consecuencia, a explorar infructuosamente en el

Metrovivienda, la entidad distrital encargada de la provisión de suelo urbanizado para la produc-ción de vivienda de interés social. En este modelo, un suelo urbano en mejores condiciones ahora, pero a precios igualmente altos que siguen resolviéndose en densidades crecientes, confluye con los intereses económicos inherentes al modelo de producción y mercadeo de la promoción privada, en-trando en conflicto con el precio máximo, establecido por norma, de las viviendas prioritarias. Esta situación ha venido materializándose en viviendas y tejidos residenciales con problemas de calidad.

Este modelo de gestión –que desde nuestro punto de vista ha sido concebido en forma im-portante para dar cabida al formato de operación de la promoción inmobiliaria privada en la producción y mercadeo de las viviendas– implica unas prioridades y unos intereses en la toma de las decisiones sobre precios y costos (las concluyentes en la cadena de decisiones inherentes a este modelo), tanto de los insumos (suelo, planeación y diseño, técnicas, materiales) como de los productos (casa y barrio), que están afectando las características físicas y la adecuación social de estosproductos.Esunhechoquelas“solucionesrealistas”producidasenestemarcodegestiónpresentan los problemas de calidad que motivaron la convocatoria del concurso.

Parece evidente que el esfuerzo en la elaboración de propuestas –como efectivamente lo hicieron varias de ellas en la convocatoria– debía ir más allá de elaborar nuevos re-diseños para un pro-ducto“realista”correspondienteconestemodelodegestión.Desdeelenfoquepresentado,eranecesario proponer intervenciones posibles en este modelo y/o desarrollar modelos alternativos de gestión, también posibles, aún en el marco de las políticas vigentes.

Sin embargo, el interés del jurado se centró enfáticamente en el producto arquitectónico –el “modulodevivienda”esinsistentementereconocidoenelactadejuzgamiento–auncuando,detodasmaneras,a juiciodel juradonoalcanzócondicionesdefactibilidad,pues“ningúnproyectoseacercaalos50smmlv”.Elactamuestraeldesinterésdeljuradoenelreconoci-miento y valoración de propuestas acerca de los formatos y de los instrumentos de gestión que harían“realista”eseproducto.Propuestasenestesentidosehicieronendiezdelosproyectospresentados, incluso en algunos de los que recibieron premios o menciones.

La decisión del jurado, orientada por ese interés, dirigió la mirada académica, la profesional y la de la misma opinión pública (El Tiempo tituló superficialmente: “casa de tres pisos por $20 millones”, 16 de junio de 2006),haciaelproyectodelofísico-espacial,hacia“elmódulodelavivienda”,otravezmásdescontextualizadodeunmarcodegestiónquelohiciera“realista”.

Page 259: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

260

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

diseño de un producto que puede llegar a ser adecuado, pero que no por ello resulta “realista”y,alavez,apresenciarque,comohemosdicho,losproductosrealmentefactibles en el modelo vigente tienen cada vez peores condiciones de calidad.

Es necesario desvirtuar el equívoco en cuestión, es decir, reconocer las limita-dísimas posibilidades que tiene, más ahora, en la solución de los problemas de ca-lidad y asequibilidad de la vivienda un proyecto urbano-arquitectónico crítico pero desligado de una gestión y unos procesos productivos renovados. Modelos de gesti-ón reconfigurados o nuevos pueden darle nuevo sentido a la búsqueda académica y profesional de solución a los problemas que nos interesan, orientando la concepción deproductosdiferentesydándolefactibilidad(“realidad”)asumaterialización137.

El marco de política pública

Los compromisos planteados por la conferencia UN-Hábitat de Estambul, que plan-tearon la consecución de una Vivienda adecuada para tod@s –en los que se apunta a los dos problemas fundamentales del alojamiento de los sectores de población de más bajos ingresos: la calidad y la asequibilidad– involucrados luego en nuestra Constitución, son también acogidos en la política distrital con una dimensión que los pone en la base de la formulación de una política pública de hábitat y vivienda social equitativa e incluyente que persigue el logro de un hábitat digno para todos.

Conestadirectrizelplandedesarrollo“Bogotásinindiferencia” (administra-ción 2003-2007) identifica la acción combinada en dos frentes: el desarrollo de una estrategia distrital para enfrentar el creciente déficit de vivienda que afecta a los habitantes de menores ingresos en la ciudad y la aplicación de una política integral para la gestión de suelo que se canalice hacia los propósitos colectivos de obtener un mejor entorno, los beneficios generados por el desarrollo urbano.

En este marco, el sector hábitat distrital ha venido promoviendo operaciones urbanas en las que se integran las dos acciones referidas –centradas enfáticamente en obtener asequibilidad en la oferta producida y calidad urbana– pero con énfasis, ahora, en el interés público para abordar con real sentido social los problemas de ca-

137 El modelo de Metrovivienda ha generado un contexto de gestión en el que la pretensión, o por lo menoselreferente,hasidoproveerviviendas“completas/terminadas”.Sinembargo,laconcien-cia de que esta no es solución adecuada ni asequible para los grupos de población de más bajos ingresos ha abierto el espacio a ejercicios proyectuales académicos de vivienda evolutiva en estos terrenos, cuyos términos de factibilidad están por desarrollarse con la reconfiguración del mo-delo de gestión. Dentro de algunos esbozos de esta reconfiguración se han venido desarrollando másrecientementelaspropuestasdediseñoparauna“vivienda-proceso”enlaprofundizaciónen vivienda del programa de Arquitectura de la Universidad Nacional en Bogotá.

Page 260: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

261

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

lidad de la vivienda misma138 en la que ha venido resolviéndose insatisfactoriamente la cadena productiva del hábitat con la que la acción estatal ha buscado alternativas a la producción informal de suelo y espacio habitable. El objetivo es configurar, en términos más amplios, un modelo de actuación en esa cadena productiva dirigido a la obtención de un hábitat digno para todos.

Esbozos de un renovado modelo de actuación pública distrital en Bogotá –en el que, hasta ahora, se han articulado, en el modelo de Metrovivienda, la participación del Estado y la de los de propietarios y productores privados139– buscan integrar en forma activa, enunesquemadegestiónde“tercerageneración”,aactoresadicionales–dehecho partícipes en los procesos de producción de vivienda– como los financieros, la producción y distribución de insumos y servicios, la asistencia técnica. Con ello busca un “cierre del ciclo de producción”,yendomásalládelacostumbrado“cierrefinanciero”de los recursos con que cuenta un comprador para la adquisición de su vivienda.

Cabe recordar, sin embargo, que, especialmente en el caso de la vivienda de los sectores de población de más bajos ingresos, el ciclo productivo no se cierra en elmomentode“adquirir”unasolucióndevivienda,sinoque,comosehadicho,allícomienzan nuevas fases en las que los habitantes ponen en juego gran cantidad de recursos formales e informales para su adecuación, complementación y/o transforma-ción, es decir, para su desarrollo. Este desarrollo se hace en procesos evolutivos –que no son solo de su alojamiento sino, ante todo, de su economía y de sus grupos sociales y familiares– cuyo reconocimiento ofrece/sugiere/impone elementos de juicio contun-dentes e ineludibles a la hora de concebir la oferta –físico-espacial, social, financiera– que resulte adecuada para posibilitar/apoyar/orientar/asistir estos procesos y que, por otra parte, aproveche con anticipación los recursos que allí se movilizarán.

Reconocer estos fenómenos y las posibilidades alternativas que ofrece su reorienta-ción y asistencia, de cara a configurar ofertas asequibles y adecuadas para la población de más bajos ingresos, constituye una apertura política que debe materializarse en decisio-nes de actuación, para darle factibilidad a propuestas como la que aquí se ha expuesto.

138 La noción de calidad se acota, con fines operativos, a la repetidamente aludida aquí, adecua-ción social y ambiental de la vivienda y su entorno, es decir, se refiere a la correspondencia de las condiciones y características de la oferta con la diversidad social de los sectores de más bajos ingresos y con la necesidad, más sentida entre ellos, de tener soporte en un hábitat para el desarrollo de sus procesos de evolución social y económica, en los diversos estados que estos procesos presentan. Esta noción incluye pero supera la acostumbrada calidad técnico-constructiva a la que, en forma explícita y enfática –sin embargo, no en la mayoría de los casos– reduce su oferta la producción inmobiliaria en el mercado.

139 Con la oferta desarrollada hasta ahora por la promoción privada y, eventualmente, por una Organización Popular de Vivienda.

Page 261: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

262

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

Referencias bibliográficas

APRILE-GNISET, Jacques (1992). La ciudad moderna colombiana. Bogotá: Banco Popular.

EL TIEMPO. “Casadetrespisospor$20millones”, 16 de junio de 2006. Consultado el 6 de agosto de 2007. En:

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2067582.

FIQUE P., Luis (2006). Vivienda social en Colombia. Políticas públicas y habitabilidad en los años noventa. Bogotá: Colección Punto Aparte, Facultad de Artes, Universi-dad Nacional de Colombia.

HABRAKEN,N.John(1975).“Soportes,unaalternativaalalojamientodemasas”.Madrid: Alberto Corazón.

HARDOY,JorgeE. (1996).“Repensando laciudadenAméricaLatina”. En: Una mirada a la periferia. Bogotá: Documentos Barrio Taller, Serie Ciudad y Hábi-tat, No. 2.

ROMERO, Gustavo y MESÍAS, Rosendo (2004). La participación en el diseño urbano y arquitectónico en la producción social del hábitat. México: Cyted.

Page 262: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

263

W e I m A r , o r I g e n d e u n e j e r c I c I o p r o f e s I o n A l l l A m A d o d I s e ñ o

Henry Enrique García SolanoUniversidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, sede Duitama

Antecedentes

En Europa de finales del siglo XIX, una vez terminado el período del feudalismo, se produjo un cambio en la estructura social debido a los avances de la técnica y de la ciencia de la época, que promovieron el inicio del llamado renacer del hombre moderno, del cual aún se siente un cálido rocío de brisa hullera, secuela de la revo-lución industrial, hecho que llevó a un nuevo estadio en la manera de trabajar y de habitar del ser humano140.

El trabajo como actividad de producción social y de acumulación llevó al indi-viduo a especializarse a través de la división del trabajo en las rudimentarias fábricas de la época; éstas, a su vez, se localizaron en los centros urbanos por las condiciones que la ciudad ofrecía para el desarrollo del comercio y de la industria lo que trajo un desplazamiento de la población rural hacia esos lugares en búsqueda de una mejor calidad de vida.

Los empresarios vieron oportunidades en los avances en tecnologías, nuevos ma-teriales, el ofrecimiento de mano de obra, aparición de nuevos procesos de producción

140 Es el lugar en el que se construye y se define la territorialidad de una cultura, la espacialidad de una sociedad y de una civilización, donde se constituyen los sujetos sociales que diseñan el espacio geográfico apropiándoselo, habilitándolo con sus significaciones y prácticas, con sus sentidos y sensibilidades, con sus gustos y goces (Leff, 2000: 240).

Page 263: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

264

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

y de administración. Lo que los llevó a implementar una forma de organización en el sistema de producción fabril en el que se reducía el tiempo en cada proceso y los cos-tos. Condiciones que demostraron un ascenso en el nivel de producción y un carácter homogéneo de los productos resultantes en cada nuevo proyecto.

Adicionalmente, en el marco del nuevo orden económico y político que se estaba dando en Europa, se realizó la primera feria y exposición de productos y maquinaria llamada El Palacio de Cristal (Londres, 1851), promovida por los países capitalistas de la época, donde los empresarios, bajo la vocería de Henry Cole, eva-luaron la precariedad de la estética y de la apariencia formal de los productos allí expuestos; estos productos no expresaban las nuevas cualidades formales y el diseño que tanto los nuevos materiales como los procedimientos de mecanización les per-mitían explorar. Además, las mismas instalaciones de la feria sirvieron de ejemplo para mostrar a la sociedad las posibilidades de transformación de los nuevos mate-riales y los sistemas constructivos en proyectos arquitectónicos. Todos estos factores contribuyeron en el origen de la disciplina del diseño.

Interior del Crystal Palace

Joseph Paxton proyectó el Crystal Palace para albergar la Exposición Universal de 1851, celebrada en Londres. Su construcción, consistente en una estructura ligera de hierro colado y un cerramiento de cristal, fue pionera en el campo de la prefabricación, y marcó un hito decisivo en la evolución de la arquitectura moderna.

Fuente: Bridgeman Art Library, London/New York (Microsoft ® Encarta ® 2006. © 1993-2005 Microsoft Corporation).

La estética del producto en tiempos anteriores había estado en manos de los maestros artesanos quienes dotaron de tibieza y de expresividad al material, maes-tría de un oficio, donde el registro del alma del artesano quedaba impreso con un carácter de producto diferencial, no presente en la nueva manera de concebir los que resultaron una mezcla ecléctica de estilos y sin ninguna seducción en lo con-templativo (simbólico) y lo funcional (práctico). Tal fue la conclusión de la feria en

Page 264: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

265

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

Londres, que determinó la importancia de instituir la formación de un profesional que estuviera facultado para decidir y coordinar coherentemente una estética racio-nal para el desarrollo de los nuevos productos.

Todo ello conllevó a una redefinición en la manera de configurar el carácter esté-tico, productivo y rentable de los productos fabricados tanto en los países capitalistas como en los países socialistas, como consecuencia de las decisiones y de las políticas de un Estado regulador promovido por el capitalismo o de un Estado planificador promovido por el socialismo, implicando también la organización de los agentes pro-ductivos de la industria naciente, profesiones como las artes y la arquitectura y el artesanado, en una época en la que había muchos rasgos de feudalismo y otras formas mezcladas con los del capitalismo incipiente, las academias, los consumidores y el Es-tado. Los cuales, en la primera década del siglo XX, crean una muestra itinerante de productos de las asociaciones alemanas (Werkbund, Liga de Talleres), por las provin-cias, para exponer la creatividad y habilidades en el diseño y la calidad de su manufac-tura, convocada por la organización ínter gremial a fin de consolidar un portafolio de productos base para la exportación y para la satisfacción del mercado interno.

En este sentido, Selle propone el orden cronológico de la aparición de las asociaciones:“sefundalaDeutscheWerkbund(1907:asociaciónArtesanalAlema-na)…lesiguióelaustriaco(1910),posteriormenteelsuizo(1913),finalmenteelsueco Slöjdförening (entre 1910 y 1917) y el Design and Industries Association en Inglaterra(1915)”(Selle,(1975:102-128).Estaestrategiadelasasociacionesarte-sanales y de industriales buscó promover un lenguaje en los diseños de productos para establecer requerimientos de calidad, procesos mecánicos y manuales para su manufactura; así, las provincias comenzaron procesos competitivos y de especiali-zación en sectores de la industria en cada Estado. El objeto era el ennoblecimiento del trabajo artesanal, a través de la conjunción del arte, la industria y los oficios con base en la educación y la propaganda de un diseño social; otra característica del nuevo orden social fue la agremiación de profesiones: arquitectos, artesanos, artis-tas, pedagogos, productores, comerciantes. Pero como en todo proceso asociativo, se dio una lucha de intereses o poderes en cuanto a la percepción de lo teórico de la propuesta de diseño de productos y de la puesta en práctica en las fábricas frente a las necesidades humanas cotidianas de la sociedad.

Weimar

En Alemania, después de finalizada la Primera Guerra Mundial, en 1919, los cen-tros urbanos estaban teniendo un aumento en la densidad de población de manera considerable bajo condiciones de precariedad –sobre todo en los sectores obreros que conformaban el grupo de población que proporcionaba la mano de obra para

Page 265: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

266

P r o c E s o s u r b a n o s i n f o r m a l E s y t E r r i t o r i o

la industria–, así como presentaban el aumento en la demanda de productos como la vivienda, su dotación de mobiliario doméstico y de servicios urbanos que los habitantes de la ciudad requerían para las nuevas dinámicas sociales de desarrollo humano y urbano.

Dentro de las lógicas del desarrollo técnico, socio-cultural e ideológico que se daba en Weimar y por su ubicación en la región central de Alemania se facilitaron las condiciones para lo que se llamó la Asamblea Nacional Alemana, que estableció la República de Alemania, conocida como la República de Weimar, y la redacción de la Constitución Democrática, que fue la primera constitución en considerar el derecho de una vivienda dignaensuartículo155.Lacualexpresó“…proporcionaratodo alemán una morada sana y a todas las familias, especialmente a las de nume-rosaprole,unamoradayunpatrimonioquerespondaasusnecesidades”.

Los adelantos desarrollados en los Werkbund, permitió combinar las Bellas Artes, y el surgimiento de la Escuela de Artes y de oficios en Weimar bajo lo que se llamó la Bauhaus141 con el objetivo de concentrar a lo más selecto de las artes, la industria, la manufactura y el comercio, para que asumiera el reto de poner en práctica el artículo 155 de la nueva Constitución y así contrarrestar los problemas sociales que emergían en la ciudad: por un lado, el déficit cuantitativo, y por otro, cualitativo de la vivienda obrera (las formas de habitar en hacinamiento, de insalu-bridad y la falta de funcionalidad en los espacios de las edificaciones), y su efecto en los ritmos de vida de la población que se vio motivada a vivir bajo estas condiciones a causa del progreso. Se tiene, así, el escenario propicio, que junto con los recursos económicos y políticos del momento, formaron una eclosión de alternativas sociales para la solución de la precariedad urbana, habitacional y de mobiliario; para la libre expresión de la forma de entender los problemas habitacionales y de su dotación espacial de objetos y productos como programa social.

El programa de la Bauhaus centró sus objetivos en concebir, por un lado, la forma de construcción de la vivienda obrera con calidad y diseño, elevar las condiciones de los espacios en función al uso y las necesidades, en hacer extensi-vas las cualidades artísticas y estéticas de los objetos de uso cotidiano a todos los niveles sociales de la población, para lo cual los procesos industriales pretendían ser aliados de los más pobres, con la idea de bajar los costos de los productos a cambio de altas series estándar de producción, que las soluciones habitacionales requerían para su construcción; también proponía los conceptos del espacio de mínimo habitable que una persona necesita para su vivienda y de los objetos básicos para el desarrollo de las actividades cotidianas según los espacios ofrecidos en

141 La palabra Bau-haus etimológicamente deviene de las terminaciones de la legua alemana Bauen (construir) y haus (casa).

Page 266: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

267

P a r t e V. d i s E ñ o y P a r t i c i P a c i ó n c o m u n i t a r i a

las alternativas de vivienda propuestas. Los conocimientos técnicos aplicados al desarrollo de los proyectos debían mejorar las condiciones ambientales, las físicas, las sociales y las económicas de los espacios y también los objetos de uso cotidiano ofrecidos a la sociedad en general, con lo que se cumplía con la demanda constitucional.

Bauhaus fue un campo de experimentación para el ejercicio profesional del diseño, donde los arquitectos con inquietudes sociales emplearon los materiales industriales y rechazaron los materiales caros y exóticos, y trataron de aprovechar las cualidades expresivas que brindaban las técnicas constructivas racionales para los programas de vivienda; por otra parte, promovió la integración de la ciencia, el arte y la técnica y el trabajo interdisciplinario de artesanos, artistas, arqui-tectos, ingenieros y pedagogos quienes desarrollaron una forma de entender los problemas de habitabilidad y nuevas concepciones metodológicas y de procesos, para la solución de los objetos y productos que debían responder a las necesidades humanasdeacuerdoconunsistemaproyectualracionalistaquesellamó“eldise-ño”omejor“losdiseños”(industrial,gráfico,textil,arquitectónico).

Todo lo anterior generó una nueva dimensión de entender la calidad de vida y el confort de los espacios habitados fueran estos en la vivienda, la industria, el comercio, o los urbanos, que los diseñadores deben tener en cuenta al momento de asumir un proyecto de nuevos productos o el rediseño de los mismos. Sin olvidar el contexto, los grupos poblacionales, las etapas de desarrollo corporal de los indivi-duos, el nivel adquisitivo y la facilidad de uso de las diversas propuestas de diseño, con el fin de satisfacer las necesidades materiales de las personas, con la calidad y fruición de los objetos que se hallan en el ambiente construido para el ser humano.

Referencias bibliográficas

LEFF,Enrique(2000).“Pensarlacomplejidadambiental”.En:La complejidad ambien-tal. México: Siglo XXI Editores, PNUMA, UNAM

SELLE, Gert (1975). Ideología y utopía del diseño. Contribución a la teoría del diseño indus-trial. Barcelona: Gustavo Gili.

PISARELLO, Gerardo (2003). Vivienda para todos: un derecho en (de)construcción. Bar-celona: Icaria.

Page 267: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 268: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

A u t o r e s

Page 269: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 270: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

271

Donka Atanassova [email protected]

Socióloga de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro del Grupo de Inves-tigación“ProcesosUrbanosenHábitat,ViviendaeInformalidad”.

Mercedes Castillo de [email protected]

Economista y magíster en Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia, títulos obtenidos en 1986 y 1993, respectivamente. Candidata en el programa de doctorado en Urbanismo en la Universidad Central de Venezuela. Asesora del Ministerio de Cultura de Colombia, Dirección de Patrimonio para el Plan Nacional de Recuperación de Centros Históricos –Pnrch– y del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial en la construcción de un marco de política sobre Hábitat Sostenible. Consultora de varias entidades gubernamen-tales y privadas. Docente e investigadora invitada de la Universidad Nacional de Colombia en seminarios de investigación y de tesis y talleres en la maestría en Hábitat, línea de investigación Estudios en Vivienda. Docente en diferentes universidades colombianas de cursos de econometría, formulación de modelos macroeconómicos, formulación y evaluación de proyectos, macroeconomía, se-minarios de economía colombiana, seminarios de profundización en urbanismo y cursos de contexto.

Page 271: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P o b r E z a u r b a n a y m E j o ra m i E n t o i n t E g ra l d E b a r r i o s E n b o g o t á . H á b i t a t y v i v i e n d a

272

Luis Fernando Fique [email protected]

Arquitecto y magíster en Hábitat de la Universidad Nacional. Profesor Asociado, Escuela de Arquitectura y Urbanismo. Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá.

Henry Enrique García [email protected]

Diseñador industrial y magíster en Hábitat de la Universidad Nacional de Colombia. Docente de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, sede Duitama.

Andrés Guarín Cobos [email protected]

Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (1998). Investigador.

Nieves Lucely Hernández [email protected]

Arquitecta de la Universidad Nacional de Colombia con especialización en Docen-cia Universitaria y maestría en Hábitat con énfasis en vivienda. Tiene varias publi-caciones relacionadas con estudios de informalidad y hábitat, representación de la edificación y técnicas y materiales constructivos. Ha participado como ponente en seminarios nacionales e internacionales en los temas de la vivienda informal y la construcción sostenible.

En el ejercicio del diseño se ha desempeñado como profesional independien-te y ha participado con firmas reconocidas en el medio, en diferentes concursos y proyectos arquitectónicos algunos de ellos destacados en bienales de arquitectura a nivel nacional.

Forma parte de dos grupos de investigación reconocidos por Colciencias y tra-baja en los temas de la vivienda informal y la construcción sostenible. Actualmente es docente de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, institución en la se ha desempeñado durante más de diez años como profesora en las áreas de represen-tación gráfica, construcción e investigación.

Page 272: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

l o s A u t o r e s

273

Luis Carlos Jiménez [email protected]

Arquitecto con maestría en Urbanismo, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia. Profesor Asociado, Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Facultad de Artes Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

David Millán [email protected]

Arquitecto de la Universidad del Valle. Investigador y docente contratista de la Uni-versidad del Valle. Máster en Política territorial y urbanística de la Universidad Carlos III de Madrid, con estudios de maestría en Investigación, gestión y desarrollo local. Diploma de estudios avanzados –DEA– en arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia. Miembro del Grupo de investigación Procesos urbanos en hábitat e infor-malidad (1A-Colciencias-Universidad Nacional de Colombia). Con diversos artículos publicados, como: De la generación espontánea a la formalidad planificada (2001), El Valle de lágrimas de la planificación (2002), La urbanización de la miseria en Cali (2004), El tamaño sí importa (2006). Participante en diversos eventos nacionales e internacionales sobre arquitectura, urbanismo y ordenamiento territorial. Becario del Instituto Lincoln de Políticas del suelo. Director de los planes parciales de renova-ción urbana de los barrios San Nicolás, San Pascual y El Calvario, y del Proyecto de recomposición integral del entorno de las lagunas El Pondaje y Charco Azul en Cali. Actualmente es Subdirector del POT y Servicios públicos de Planeación Municipal de Santiago de Cali. Nacido en Candelaria, Valle del Cauca, el 15 de abril de 1969.

Fernando Negret Ferná[email protected]

Arquitecto con doctorado en Economía Regional y Urbana y maestría en Ur-banismo en la UNAM de México, obtenidos en 2000 y 1982, respectivamente. Coordinador de la maestría en Desarrollo Regional en la ALFA de Goiânia, Bra-sil. Profesor e investigador de las universidades UNAM, Nacional de Colombia, Católica de Brasilia y ALFA en metodología de investigación, gestión y planifi-cación regional, urbana y ambiental. Consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD–, Banco Mundial para la Reconstrucción y Desarrollo –BIRD–, Banco Interamericano de Desarrollo –BID–, Ministerio

Page 273: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P o b r E z a u r b a n a y m E j o ra m i E n t o i n t E g ra l d E b a r r i o s E n b o g o t á . H á b i t a t y v i v i e n d a

274

del Medio Ambiente y Fondo Nacional del Medio Ambiente del Brasil, en pro-yectos socio-ambientales regionales y urbanos. Consultor y asesor de planes de desarrollo urbano, sectorial y regional.

Carlos Roberto Peña [email protected]

Ingeniero Catastral y Geodesta de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (2002); con estudios en Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia; consul-tor inmobiliario corporativo; avaluador especialista (RNA/SIC, Lonja de Propiedad Raíz de Bogotá), perito auxiliar de la justicia (Consejo Superior de la Judicatura); investigador de urbanismo, planeación, dinámicas inmobiliarias y ordenamiento territorial; autor de varios artículos especiales para la Sección Vivienda del diario El Tiempo y otras revistas; joven investigador talento en población y desarrollo, convocatoria 2008-2009 Unfpa-DANE; e investigador reconocido por el sistema de información de Colciencias (CvLAC); asesor del Grupo de Regionalización de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colciencias.

Martha Liliana Peña Rodrí[email protected]

Trabajadora Social y magíster en Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia. Es asistente de investigación en el Programa de Especialización y Maestría en Ordena-miento Urbano Regional de la Universidad Nacional de Colombia.

John Jairo Rincón Garcí[email protected]

Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Ha sido catedrático universitario en la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Santo Tomás. Se ha des-empeñado como consultor en temas de desarrollo regional y urbano. Investigador del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia y del Área de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación CNRR. Ha acompañado procesos de organización social en comunidades indígenas, campesinas y urbanas en algunas zonas del país. Miembro correspondiente de la Academia Tolimense de Historia.

Page 274: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

l o s A u t o r e s

275

Nubia Yaneth Ruiz [email protected]

Profesora Asociada de la Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Es-tudios Urbanos. Doctora en Demografía, Universidad Autónoma de Barcelona. TesisSobresalienteCumLaude:“LamigracióninternaenColombiaacausadeldesplazamiento forzado. Características socio-demográficas, pautas de distri-bución territorial. 2000-2004”.DiplomadeEstudiosAvanzados.DEA.TesinaLaureada“Característicasdemográficasypautasterritorialesdeldesplazamien-toforzadoenColombia”,UniversidadAutónomadeBarcelona,España.BecariaPrograma ALFA de la Unión Europea. Magistra en Psicología Comunitaria, Pon-tificia Universidad Javeriana. Magistra en Estudios de Población, Universidad Externado de Colombia. Investigaciones recientes: La mortalidad, un indicador de la segregación social en el espacio urbano de las grandes ciudades, Universidad Nacional de Colombia; Migración y transformación urbana en Colombia, 1950-2000. Perspectivas inmediatas y mediatas de la migración interna y los espacios urbanos, Universidad Nacional de Colombia.

Carlos Alberto Torres [email protected]

Arquitecto, con intensificación en Estudios Urbanos y magíster en Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (1988, 1993). Diploma de Estudios Avanzadosen“UrbanísticayOrdenacióndelTerritorio”(2006),UniversidaddeVa-lladolid y estudios de doctorado en Urbanismo, Universidad Central de Venezuela (2004, en curso) y doctorado en Arquitectura y Ciudad, Universidad de Valladolid, España (2004, en curso).

Profesor Asociado, Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Ha sido Coordinador Académico Maestría en Hábitat. Línea de Investigación Estudios en Vivienda (2006-2008). Deca-no, vicedecano académico y director del Departamento de Urbanismo de la Facultad de Artes y Director Nacional de Bienestar Universitario en la misma Universidad.

Desarrolla las labores investigativas en el Instituto de Investigaciones Hábitat, Ciudad & Territorio de la misma Universidad y es líder de los grupos de investigación “ProcesosUrbanosenHábitat,ViviendaeInformalidad”y“HábitatyVivienda”,re-conocidos y clasificados en Categoría A por el Instituto colombiano para el desarrollo delacienciaylatecnología“FranciscoJosédeCaldas”,Colciencias.Entrelasinvesti-gaciones recientes se cuentan: Estado del arte sobre vivienda, hábitat e informalidad

Page 275: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

P o b r E z a u r b a n a y m E j o ra m i E n t o i n t E g ra l d E b a r r i o s E n b o g o t á . H á b i t a t y v i v i e n d a

276

enColombia1990-2008(2008).ExposiciónItinerante“CiudadinformalColombia-na”.ProyectoDIB-Convocatoria2006(2006-2008).Proyectodealternativasdevaloración catastral para los procesos masivos en la ciudad de Bogotá (2007-2008). Estudio de caracterización y análisis de alternativas para la actuación en la gestión del suelo urbano en el marco de la Política del Hábitat en Bogotá D.C. (2007). Estudio de Conceptualización para el Mejoramiento Integral de Barrios en Bogotá, D.C. 1972-2006. CVP KfW UNC (2006). Ciudad, hábitat y vivienda informal en la Colombia de los años 90. Proyecto DIB - Convocatoria PLEYADE 2003 (2003-2005).

Coautor de los libros: El Derecho a la Ciudad y a la Vivienda: Propuestas y Desafíos en la realidad actual (2007). Informe de Valladolid 2005 (2005), Espacios urbanos no con-sentidos. Legalidad e ilegalidad en la producción de ciudad. Colombia y Brasil (2005). Arte en los noventa: Arquitectura y Urbanismo (2004). Compila-dor y Coautor Libro La ciudad: hábitat de diversidad y complejidad (2000, 2002). Aproximaciones a la vitalidad universitaria (2002). Espacio y territorio. Razón, pasión e imaginarios (2001). La recomposición de la ciudad informal (2000). La imagen de la ciudad en las artes y en los medios (2000).

Es fundador y el editor general de la revista indexada BITÁCORA Urbano\Territorial del Instituto de Investigaciones de Hábitat, Ciudad y Territorio, de la Universidad Nacional de Colombia. Autor de diferentes artículos y ensayos sobre lo urbano, la planeación, el urbanismo, el ordenamiento urbano regional y el terri-torio, sobre las lógicas de intervención y gestión urbana, territorial, del hábitat y de la vivienda.

Page 276: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales
Page 277: 232129541 Procesos Urbanos Procesos Informales

se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2009,

en los talleres de Editorial Kimpres Ltda.,Bogotá D.C., Colombia.

Procesos urbanos informales y territorio

E n s a y o s E n t o r n o a l a c o n s t r u c c i ó n d E s o c i E d a d , t E r r i t o r i o y c i u d a d