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VIDAS PARALELAS TOMO I PLUTARCO TESEO - RÓMULO - NUMA - SOLÓN - LICURGO - PUBLÍCOLA - TEMÍSTOCLES - CAMILO

23557932 Plutarco Vidas Paralelas 1

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  • V I D A S P A R A L E L A ST O M O I

    P L U T A R C O

    TESEO - RMULO - NUMA - SOLN - LICURGO -PUBLCOLA - TEMSTOCLES - CAMILO

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    TESEO

    I.- Acostumbran los historiadores oh Sosio Senecin!,cuando en la descripcin de los pases hay puntos de que notienen conocimiento, suprimir stos en la carta, poniendo enlos ltimos extremos de ella esta advertencia: de aqu ade-lante no hay sino arenales faltos de agua y silvestres, o pan-tanos impenetrables, o hielos como los de la Escitia, o unmar cuajado. Pues a este modo, habiendo yo de 1escribirestas vidas comparadas, en las que se tocan tiempos a que laatinada crtica y la historia no alcanzan, acerca de ellos meestar muy bien prevenir igualmente: de aqu arriba no hayms que sucesos prodigiosos y trgicos, materia propia depoetas y mitlogos, en la que no se encuentra certeza ni se-guridad. Y habiendo escrito del legislador Licurgo y del reyNuma, me parece que no ser fuera de propsito subir hastaRmulo, pues que tanto nos acercamos a su tiempo; peroexaminando, para decirlo con Esquilo,

    Quin tendr compaa a esta lumbrera?Con quin se le compara? Quin le iguala?

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    he credo que el que ilustr a la brillante y celebrada Atenaspodra muy bien compararse y correr parejas con el funda-dor de la invicta y esclarecida Roma. Har por que, purifica-do en mi narracin lo fabuloso, tome forma de historia; massi hubiere alguna parte que obstinadamente se resistiese a laprobabilidad y no se prestase a hacer unin con lo verosmil,necesitaremos en cuanto a ella de lectores benignos y que nodesdeen el estudio de las antigedades.

    II.- Parceme, pues, que Teseo hace juego con Rmulopor muchas notas de semejanza: por ser uno y otro, de ori-gen ilegtimo y oscuro, hubo fama de que eran hijos de dio-ses;

    Invictos ambos: lo sabemos todos;

    y que al valor reunan la prudencia. De las dos ms cele-bradas ciudades, el uno fund a Roma, y el otro dio gobier-no a Atenas: concurre tambin en los dos el rapto de muje-res; y ni uno ni otro evitaron el infortunio y disgusto en lascosas domsticas, habiendo incurrido al fin, segn se dice,en el odio de sus conciudadanos, si las relaciones que correnfuera de las tragedias pueden servir de algn apoyo a la ver-dad.

    III.- El linaje de Teseo por su padre sube a Erecteo y alos primeros autctones, y por la madre era de los Pelpi-das: porque Plope no menos que por su gran riqueza fuepor su larga descendencia sealado entre los reyes del Pelo-

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    poneso, habiendo casado muchas hijas con los varones msprincipales y repartido muchos hijos para regir diversospueblos. Fue Piteo uno de stos, abuelo de Teseo, el cual,aunque le toc una ciudad no muy populosa, como Trecene,tuvo, sin embargo, mayor nombre que todos de entendido yde muy sabio para su edad. Y a lo que se conjetura, la clase eimportancia de su saber tena analoga con el saber senten-cioso que tanta opinin dio a Hesodo en su poema Obras ydas. Una de las sentencias de este poema se dice que es dePiteo, y es sta:

    Paga al amigo el precio conveniente;

    lo que refiere tambin el filsofo Aristteles; y Eurpides,llamando a Hiplito alumno del respetable Piteo, manifiestabien claramente la opinin en que ste era tenido. Hallbase,pues, Egeo sin hijos, y se dice que la Pitia le anunci aqueltan sabido orculo, en que le prevena no se ayuntase a mu-jer antes de hacer viaje a Atenas; aunque no parece lo expre-s con mucha claridad: as, yendo de all a Trecene, confiricon Piteo el anuncio del dios, que era en esta forma:

    Del odre el pie que sale no desatesoh magno vencedor de las naciones!

    sin que al pueblo de Atenas vayas antes.

    Ignrase qu es lo que Piteo le aconsej, o cmo le em-bauc para que se ayuntase con Etra. Ayuntse, y llegando aentender que era con la hija de Piteo con quien haba tenido

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    que ver, sospechoso de que poda estar encinta, le dej unalfanje y unos coturnos, escondindolos debajo de una granpiedra, que tena un hueco hecho a medida para que all secustodiasen. Revelselo, pues, a sola ella; prevnole que sidiese a luz hijo varn, y creciendo en edad tuviese fuerzapara remover la piedra y recoger las alhajas depositadas, se leenviase con ellas sin comunicarlo con nadie, y antes ocul-tndolo cuanto pudiese de todo el mundo; y es que tenagran temor a los Palntidas que le armaban asechanzas y ledespreciaban a causa de carecer de hijos, siendo cincuentalos que Palante haba tenido: y hecho aquel encargo, se pusoen camino.

    IV.- Fue, pues, hijo el que Etra dio a luz, y algunos dicenque desde luego se le dio el nombre de Teseo, tomado de lapostura de aquellos indicios, que en griego es Tesis; masotros dicen que no le tuvo sino ms adelante en Atenas porhaber sido adoptado de Egeo. Educado al lado de Piteo,tuvo por ayo y maestro a Cnidas, al que hasta este nuestrotiempo ofrecen un carnero los Atenienses en uno de los dasde las fiestas de Teseo, tenindole en memoria y reverencia,con harta ms razn que a Silanin y Parrasio, pintor y es-cultor de los retratos de Teseo.

    V.- Era entonces costumbre que los que salan de la edadpueril fuesen a Delfos y consagrasen a Apolo en primicia sucabellera; pas a Delfos, Teseo, y dicen que el lugar de laceremonia de l se llama hasta el da de hoy Teseia. Afeitsesolamente la parte anterior de la cabeza como de los Abn-

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    tidas lo refiere Homero, y este modo de afeitarse tambinpor l se llam Teseide. Fueron los Abantes los primeros queas se trasquilaron: no por haberlo aprendido de los rabes,como creen algunos, ni por imitar a los de Misia, sino a cau-sa de que eran guerreros amigos de combatir de cerca, e in-clinados ms que otros algunos a venir a las manos con loscontrarios, segn que en estos versos lo atestigua tambinArquloco:

    No en el tender del arco, o de las hondasen el crujir frecuente, se sealan;sino en el campo, cuando el crudo Martepara herir con el hierro ms se ensaa:que en esta lucha los gloriosos hijosde la Eubea prez ilustre alcanzan:

    trasqulanse, por tanto, para no dar a los enemigos el asiderode los cabellos. Y con esta misma idea se dice que Alejandrode Macedonia dio orden a sus generales para que hiciesenrasurar las barbas a los Macedonios, porque eran para loscontrarios una presa que les estaba muy a la mano.

    VI.- Etra tuvo siempre oculto el verdadero origen de Te-seo, y Piteo haba esparcido la voz de que Neptuno la habahecho madre: porque los Trecenios dan particular culto aNeptuno, siendo ste su dios tutelar, al que ofrecen las pri-micias de los frutos, y teniendo el tridente por la principalinsignia de sus monedas. Como ya desde nio hubiese dadomuestras de reunir con la fuerza y robustez del cuerpo el

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    juicio y la prudencia, llevndole consigo Etra al sitio de lapiedra y descubrindole la verdad acerca de su nacimiento, lemand recoger las alhajas paternas y encaminarse a Atenas.Levant y abri la piedra con gran facilidad; pero a que seembarcase para Atenas no pudo reducrsele, sin embargo dela seguridad de la ruta, y de que la madre y el abuelo se lorogaron, a causa de que era expuesto hacer por tierra aquelviaje, no habiendo parte alguna del camino libre y sin peligrode ladrones y de facinerosos. Porque aquella poca fue fe-cunda en hombres de aventajadas e infatigables fuerzas paralos trabajos manuales, y de grandsima ligereza de pies; peroque en nada moderado o provechoso empleaban estas do-tes, sino que se complacan en la violencia, abusaban concrueldad y aspereza de su poder, y si aspiraban a dominar,era para sujetar y destruir cuanto se les pona por delante;parecindoles que la modestia, la justicia, la igualdad y lahumanidad no estaban en ninguna manera bien a los quems podan, pues que si todos los otros hombres las alaban,es por falta de atrevimiento para injuriar y por miedo de serinjuriados. De stos Heracles haba deshecho y destruido aalgunos en los lugares por donde pasaba; y otros, huyendo yescondindose mientras se hallaba presente, se haban salva-do en la oscuridad; ms despus que Heracles cay en ladesgracia, y habiendo dado muerte a fito pas a la Lidia, yall por largo tiempo estuvo en la sujecin de nfala, pagan-do as la pena de aquel homicidio, en Lidia se disfrut demucha paz y quietud. Pero en la Grecia de nuevo brotaron yse extendieron las iniquidades, no habiendo ninguno que lascortase o contuviese: as que era arriesgado el viaje para los

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    que por tierra caminaban a Atenas desde el Peloponeso; yPiteo, refiriendo quin era cada uno de aquellos ladrones yforajidos, y cules sus maas para con los pasajeros, persua-da a Teseo que caminase por mar. Mas a ste ya de antiguole abrasaba la fama de la virtud de Heracles; hablaba fre-cuentemente de l y oa con ansia a los que le pintaban sushazaas, mayormente a los que le haban visto y haban es-tado presentes a sus discursos y sus hechos. Sucedile en-tonces muy a las claras lo que largo tiempo adelante sucedi,y deca de s Temstocles, que el trofeo de Milcades no ledejaba dormir; pues de la propia manera, admirado ste de lavirtud de Heracles, de noche soaba en sus acciones, y deda le agitaba y electrizaba el anhelo, que siempre revolva ensu nimo, de igualarle.

    VII.- Concurra tambin por caso que participaban delmismo linaje, siendo hijos de primas: porque Etra era hija dePiteo, y Alcmena de Lusdica; y sta y Piteo hermanos, co-mo hijos de Plope e Hipodamia: parecale, por tanto, cosarepugnante e insufrible que aquel, discurriendo por todaspartes, purgase la tierra y el mar, y que l esquivase las con-tiendas que ante los pies se le ofrecan, afrentando de estemodo, con huir por mar, al que por voz y fama era su padre,y al que lo era en verdad, con llevarle, como indicios para serreconocido, los coturnos y un alfanje no teido en sangre,en vez de hacer patente con obras la excelencia de su legti-mo nacimiento. Con este espritu y estas consideraciones sepuso en camino, resuelto a no ofender por su parte a nadie;mas s a castigar las violencias que se le presentasen.

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    VIII.- Y en primer lugar, en el Epidauro, a Perifetes, queusaba por arma de una maza, y por sta era apellidado Cori-netes, porque le fue a echar mano para estorbarle ir msadelante, le dio muerte; y alegre con la maza, la hizo tambinsu arma, y siempre andaba con ella, al modo que Heraclescon la piel de len: y as como en ste era aquel adorno unademostracin de cul era la fiera de que haba triunfado, dela misma manera la maza significaba en Teseo que la habavencido, y que en su mano era invencible. En el Istmo, aSinis Pitnocampte le quit la vida por el mismo trmino quel se haba deshecho de muchos, sin embargo de que no lohaba aprendido ni ejercitado, demostrando as que la virtudnatural se aventaja a todo estudio y arte. Tena Sinis una hijaya grande y hermosa llamada Periguna, en busca de la cualfue Teseo, porque haba huido, sucedida la muerte del padre.Habase ella retirado a un lugar poblado de mucho matorralde estebas y esparragueras; y all, necia y puerilmente, comosi estas cosas tuviesen sentido, les haca voto con juramentode que nunca las rozara ni quemara si la salvaban y escon-dan; ms habindola descubierto Teseo, y dndole palabrade que tendra cuidado de ella y en nada la ofendera, salide all, y ayuntada con Teseo, fue madre de Melanipo; perodespus cas con Dioneo el de Eurito Ecaliense, por dispo-sicin del mismo Teseo. De Melanipo el de Teseo fue hijoIoxo, el que con rnito concurri al establecimiento de lacolonia que pas a la Caria, de donde stos se llamaron I-xides, y han conservado la costumbre patria de no quemar

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    las matas de esparraguera y de esteba, sino ms bien tenerlasen honor y veneracin.

    IX.- Pues la cerda Cromionia, a la que llamaban la Faia,no era una fiera poco temible, sino furiosa y difcil de ven-cer, y con todo, saliendo del camino para que no parecieseque todo lo haca por verse estrechado, la sobrecogi y diomuerte: porque adems era de opinin que el varn virtuosorespecto de los hombres malos deba esperar a ser acometi-do, y entonces irse a ellos para vengarse; mas con las fieraslos varones generosos conviene que se les anticipen y corranel riesgo de combatirlas de este modo. Con todo, otros di-cen que la llamada Faia era mujer mala, ladrona y matadora,residente en Cromin, a la que se le daba la denominacinde Cerda por sus costumbres y su vida, y que sta fue la quemuri a manos de Teseo.

    X.- En los confines de Megara dio muerte, estrellndolocon las piedras, a Escirn, que segn algunos robaba a lospasajeros; pero otros dicen que por malignidad y antojo pre-sentaba a los forasteros los pies para que se los lavasen, yque dndoles en este acto de puntapis los lanzaba al mar.Mas los escritores megarenses, luchando con el tiempo anti-guo, segn expresin de Simnides, se empean en contra-rrestar esta mala fama y sostienen que Escirn, lejos de serladrn y malhechor, fue ms bien azote de ladrones y amigoy allegado de los hombres justos y buenos. Porque aco esreputado por el ms recto de los Griegos: a Cicreas el deSalamina se le tributan en Atenas honores divinos, y nadie

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    hay que desconozca la virtud de Peleo y Telamn; pues Es-cirn fue yerno de Cicreas, suegro de aco y abuelo de Pe-leo y Telamn, nacidos de Endeida, hija de Escirn yCaricle; y no parece creble que con hombre tan perversohaban de haber querido contraer deudo unos varones tanvirtuosos, dando y recibiendo las prendas que ms se quie-ren y estiman. Dicen, por tanto, que no fue en su primerviaje a Atenas, sino ms adelante, cuando Teseo tom aEleusis, poseda por los de Mgara, sojuzgando a Dioclesque la rega y dando muerte a Escirn: tal es la diversidad deopiniones que hay en este punto.

    XI.- En Eleusis quit la vida de Cercin luchando con l;y poco ms adelante, en Hermone, a Damasta o Procrustes,precisndole, como l lo ejecutaba con sus huspedes, aquedar igual con su clebre lecho. Haca todo esto en imita-cin de Heracles, porque tambin ste, defendindose porlos mismos medios con que se le armaban asechanzas, sacri-fic a Busiris, venci luchando a Anteo, dio fin en combatesingular de Cicno y mat de una cabezada a Termero; dedonde dicen viene el nombre de mal Termerio, porque tenala maa de matar a los que encontraba chocando con la ca-beza. A esta misma manera tom por su cuenta Teseo casti-gar a los malvados, hacindoles sufrir las mismas violenciasque practicaban, y la justa pena de sus injusticias por losmismos medios de que se valan.

    XII.- Siguiendo su camino, y llegado que hubo al Cefiso,le salieron al paso algunos del linaje de los Fitlidas y le salu-

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    daron los primeros; pidiles que le purificasen, y habindoleexpiado segn sus ritos, y hecho a los Dioses propiciatoriosacrificio, le agasajaron en su casa, no habiendo sido antesrecibido humanamente por ningn otro en todo el camino;y se dice que lleg a la ciudad el da octavo del mes Cronio,que ahora llaman Hecatomben. Entrando en ella, hall lascosas pblicas en confusin y desorden, y las particulares deEgeo y su casa tambin en mal estado porque Medea, refu-giada all de Corinto, haba ofrecido a Egeo remediarle conhierbas en la falta de hijos, y se haba ayuntado con l. Mali-cise ella algo de Teseo, y a Egeo, que nada conoci, y quepor ser muy anciano y por la sedicin de todo se asustaba, lepersuadi que, convidando a Teseo como husped, con unveneno se deshiciesen de l. Fue Teseo al convite, y no lepareci oportuno decir desde luego quin era, sino dar oca-sin a que aquel le reconociese; y como se hubiesen puestocarnes en la mesa, desenvain el alfanje en acto de irlas apartir; y as fue como se manifest. Advertido esto al puntopor Egeo, arroj al suelo la taza del veneno, y asegurado deque era su hijo, le salud como tal, congreg a los ciudada-nos, y se lo dio a reconocer, recibindole ellos de muy buenavoluntad por su gran valor. Hay tradicin de que, derribadala taza, el veneno cay donde est ahora la verja en el Delfi-nio, porque la casa de Egeo vena a estar all; y el Hermesque est al oriente del templo se dice el de las puertas deEgeo.

    XIII.- Hasta entonces los Palntidas haban estado con laesperanza de alzarse con el reino, muriendo Egeo sin hijos;

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    pero declarado ya Teseo por sucesor, llevando muy a malque ya antes hubiese reinado Egeo, que fue adoptado porPandin, y ningn parentesco tena con los Erecteidas, y queen seguida reinase Teseo con ser forastero y advenedizo, lesmovieron guerra; y repartindose, los unos con el padre seencaminaron al descubierto desde Esfeta a la ciudad, mien-tras los otros, ocultndose en Gargueto, se ponan en celadapara acometer por dos partes a los contrarios. Tenan cercade s un heraldo llamado Leos, que era de Agnusia, y ste dioparte a Teseo de lo que por los Palntidas se dispona; conlo que, cayendo sbitamente sobre los que estaban en ce-lada, a todos los destroz, y los que estaban con Palante,con esta noticia se dispersaron. Es fama que desde entoncesno hay enlaces entre los del barrio de los Polenios y los Ag-nusios, ni entre ellos hacen sus proclamas los heraldos conla frmula usual: od, Leos, esto es, pueblo; porque aborrecenaquel nombre a causa de la traicin del que le llevaba.

    XIV.- Queriendo despus Teseo estar ejercitado y jun-tamente hacerse popular, se fue en busca del toro Marato-nio, que haca grandes daos a los habitantes de Tetrpolis,y habindole echado mano, lo present vivo, llevndolo porla ciudad, y despus lo sacrific a Apolo Delfinio. Por lo quehace a Hcala, y lo que de ella vulgarmente se refiere de suhospedaje y recibimiento, parece que no del todo carece deverdad; porque los pueblos del contorno reunidos ofrecanel sacrificio Hecalesio a Jpiter Hecalio, y veneraban a H-cala, llamndola cariosamente Hecalita, en conmemoracinde que ella misma, siendo todava muy joven Teseo, le haba

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    hospedado, saludndole blandamente como lo hacen losancianos, y regalndole con iguales caricias; y como al salirTeseo al combate hubiese hecho voto por l a Jpiter dehacerle sacrificio si sala salvo, y ella en tanto hubiese falleci-do antes de su vuelta, recibi el retorno de su buen hospe-daje por orden de Teseo, segn lo refiere Filcoro.

    XV.- Poco ms adelante vinieron por la tercera vez deCreta los que cobraban el tributo. Sucedi que habindoseformado idea de que Androgeo haba sido muerto a traicinen el tica, Minos, por su parte, haba hecho graves daos alos habitantes movindoles guerra; y adems una fuerza su-perior haba asolado aquella comarca, viniendo sobre ellaesterilidad y peste, y hasta los ros se retiraron. Ordenles elorculo que aplacasen a Minos y se reconciliasen con l, quecon esto se apaciguara la clera divina y respiraran de susmales: environle, pues, mensajeros, e hicironle ruegos, ypactaron, segn que en ello convienen los ms de los escri-tores, que por nueve aos le enviaran en tributo siete man-cebos y otras tantas doncellas. Llegados a Creta estosjvenes, las fbulas trgicas nos dan a entender que eran enel Laberinto despedazados por el Minotauro, o que perdidosen sus rodeos, y no pudiendo acertar con la salida, all pere-can; y que el Minotauro era, como lo expresa Eurpides,

    Monstruosa prole de biforme aspecto;y que haba nacidoDe toro y hombre con mezclados miembros.

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    XVI.- Mas Filcoro dice que los Cretenses no admitenesta narracin, sino que dicen que el Laberinto era una for-taleza, sin tener otra cosa de malo que el no poder los pre-sos huir de ella; y como Minos celebrase combates solemnesen memoria de Androgeo, a los vencedores les entregabapor premio aquellos jvenes, custodiados hasta aquel puntoen el Laberinto; y en los primeros combates qued vence-dor un cretense, que tena el mayor valimiento con Minos yera su general, llamado Tauro, hombre nada suave y blandode carcter, que trataba con altanera y crueldad a los jvenesAtenienses. El mismo Aristteles, hablando del gobierno delos Boteos, manifiesta bien claramente no haber credo nun-ca que Minos hubiera dado muerte a aquellos jvenes, sinoque hasta la vejez quedaron en Creta como jornaleros. Ocu-rri despus que, cumpliendo los Cretenses un voto antiguo,enviaron a Delfos las primicias de los varones, y entoncespasaron all tambin mezclados los descendientes de aque-llos; mas como no les fuese posible ganar all su vida, prime-ro se trasladaron a Italia, y habitaron hacia Iapigia; peroluego se encaminaron a la Tracia, y tomaron el nombre deBoteos; de donde proviene que las doncellas boteas, cele-brando cierto sacrificio, entonan este cantar: Vmonos a Ate-nas. Y en verdad que debi tenerse por muy expuestoponerse mal con una ciudad que tena voz y letras; as es queMinos siempre ha sido desacreditado y maltratado en losteatros ticos, cuando no se detuvieron en llamarle, Hesodomuy regio, y Homero familiar del mismo Jpiter; pero tomndolepor su cuenta los compositores de tragedias, desde las tablasy la escena le cubrieron de ignominia como hombre fiero y

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    violento, siendo as que, por otra parte, es comnmente sa-bido que Minos fue rey y legislador, y Radamanto juez y ce-lador de las rectas determinaciones de aquel.

    XVII.- Llegado, pues, el tiempo del tercer tributo, ha-biendo de presentarse para la suerte los padres que tenanhijos mancebos, se suscit contra Egeo gran rumor entre losciudadanos, quejndose stos y lamentndose de que, conser la causa de todo, slo l en nada participaba del castigo, yhabiendo trado al mando a un joven bastardo y extranjero,ninguna cuenta haca de que a ellos les quitaba sus hijos leg-timos y los dejaba en orfandad. Incomod esto a Teseo, yno queriendo desentenderse de lo que era justo para entrar ala parte con los ciudadanos en aquel infortunio, voluntaria-mente se present, sin ser sorteado. Maravillosa pareci estaresolucin a todos, y mereci aplausos su popularidad; yEgeo, cuando vio que ni por ruegos ni por instancias pudodisuadirle o apartarle de aquel propsito, sorte los demsmancebos. Mas Helanico es de opinin que no eran sortea-dos los jvenes y las jvenes que la ciudad entregaba, sinoque el mismo Minos pasaba all y los elega, y que el primeroeligi a Teseo conforme al convenio; siendo lo convenidoque los Atenienses daran la nave; que embarcndose losmancebos con Minos, no llevaran consigo ninguna arma deguerra, y que muerto el Minotauro, cesara la pena. En losprincipios, pues, ninguna esperanza de salud haba; portanto, como en una calamidad manifiesta, ponan en la navevela negra; pero entonces, alentando Teseo a su padre, yglorindose de que haba de sujetar al Minotauro, dio el pa-

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    dre al comandante de la nave otra vela blanca, previnindoleque a la vuelta, si Teseo regresaba salvo, enarbolase la velablanca, y si no, navegase con la negra, como indicio de sudesgracia. Simnides dice que la vela entregada por Egeo nofue blanca, sino purprea, teida con el jugo de una encina queestaba en su mayor lozana, y que sta fue la que dio por sealde volver con bien. Fue gobernador de la nave AmarsadaFereclo, segn Simnides; pero Filcoro dice que Teseotom por gobernador en Salamina por direccin de Esciro,a Naustoo, y por comandante en la proa a Faco, porquetodava los Atenienses no se haban dado a las cosas de mar,y aconteca ser uno de los mancebos un nieto de Esciro,llamado Menestes. Concuerda con esto haberse puesto porTeseo en el Falero, en el templo de Esciro, los monumentosde Naustoo y Faco; y dcese tambin que la fiesta llamadaGubernesia es a stos a quienes se dedica.

    XVIII.- Hecho el sorteo, tomando Teseo consigo en elPritaneo a los sorteados, y pasando al Delfinio, hizo porellos su ofrenda a Apolo; siendo sta un ramo del olivo sa-grado, coronado con una banderola de lana blanca; con loque, hechas sus plegarias, baj al mar el da seis del mes Mu-nuquin, el mismo en que todava van al Delfinio a hacerinvocaciones las doncellas. Refirese tambin que de Delfosse le orden por el dios que llamara a Venus a la parte en elmando, y a que le hiciese compaa en la navegacin; y quehacindole en el mar sacrificio de una res cabra, que erahembra, se le convirti por s en macho cabro, y de aqu leviene a la diosa el apellidarse Epitragia.

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    XIX.- Arribado a Creta, segn se escribe y canta por losms, recibiendo de Ariadna, que de l se enamor, el hilo, einstruido de cmo se poda salir de los rodeos del Laberinto,dio muerte al Minotauro, y regres trayendo consigo a Aria-dna y a los mancebos. Ferecides aade que Teseo desfondlas naves cretenses para estorbar que le persiguiesen; y De-mn refiere que fue muerto Tauro, el general de Minos, enel puerto, combatiendo por mar con Teseo a su llegada. MasFilcoro nos dej escrito que celebrando Minos combatesolemne, miraba con envidia que se tuviese por cierto queTauro haba de vencerlos a todos; porque aun a ste eraodioso su poder a causa de su carcter, y se le achacaba que:tena amores con Pasifae, por lo que, deseando luchar Te-seo, vino en ello Minos. Era costumbre en Creta que tam-bin las mujeres presenciasen los combates, y asistiendo aste Ariadna, se enamor a la vista de Teseo, y se maravillal ver que los venca a todos. Contento tambin Minos conque hubiese vencido y humillado a Tauro, entreg a Teseolos mancebos, y levant a la ciudad el tributo. Mas estas co-sas las refiere de un modo particular y con mayor extensinCleidemo; y tomando el origen de ms arriba, dice que eraestatuto comn de los Griegos que ninguna nave se haba dedar al mar por ningn caso con ms de cinco hombres; yslo Jasn, que mandaba la nave Argo, poda navegar fuerade esta regla para acabar con los piratas. Huy Ddalo deCreta a Atenas en un barco; y yendo Minos en su segui-miento con buques mayores, en contravencin de los es-tatutos, fue por una tempestad arrojado a Sicilia, y all termi-

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    n su vida. Su hijo Deucalin, que no estaba bien con losAtenienses, envi a pedir que le entregasen a Ddalo, ame-nazando, si no, de dar muerte a los jvenes que Minos habarecibido en rehenes. Teseo le respondi blandamente, excu-sndose con que Ddalo era su primo y de su mismo linaje,por ser su madre Mrope la de Erecteo; pero trat de equi-par armada, parte en el barrio de los Tumtidas, lejos delcamino pblico, y parte en Trecene, por medio de Piteo,porque quera no se descubriese. As, cuando estuvo pronto,dio la vela, llevando a Ddalo y los dems desterrados deCreta por caudillos, sin que nadie tuviese de ello noticia, yantes imaginando los Cretenses que eran naves amigas.Apoderse del puerto, y pas prontamente a la ciudad deGnoso, donde, trabando pelea a las puertas del Laberinto,dio muerte a Deucalin y sus guardas. Encargse con estode los negocios Ariadna, con la cual hizo un tratado, por elque recibi los jvenes y se entabl amistad entre los deCreta y Atenas, con juramento de no volver a la guerra.

    XX.- Acerca de estos sucesos y de Ariadna corren otrasrelaciones, en las que nada hay de cierto ni averiguado: por-que unos dicen que con un lazo se quit la vida, vindoseabandonada de Teseo; y otros que, conducida a Naxos porlos marineros, se ayunt con naro, sacerdote de Baco,despus que Teseo la dej por otro amor.

    De Egle Panopeideel amor insufrible le aquejaba.

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    Esto se deca en un verso de Hesodo, el que Hereas Me-garense afirma haber sido suprimido por Pisstrato; as comopor el contrario aadido en el Nekia o epicedio de Homerootro en esta sentencia:

    Teseo y Pirtoo,nclitos hijos de los sacros Dioses;

    lo uno y lo otro para lisonjear a los Atenienses. Otros quie-ren que de Teseo hubiese dado a luz Enopin y Estfilo; yde este nmero es Ion de Quo, el cual dice de su patria:

    Fundla Enopin, el de Teseo.

    Lo que en esta materia refieren como ms corriente losmitlogos, anda, como suele decirse, en la boca de todos;pero Pen Amatusio hizo un tratado particular, en el quecuenta que Teseo fue arrojado por la tempestad a Chipre enocasin que llevaba consigo a Ariadna, que estaba encinta, lacual lleg en muy mal estado por la navegacin, y muy dis-gustada porque se la pona en tierra sola (puesto que Teseose hubo de hacer de nuevo a la mar en socorro del barco);que las mujeres del contorno se encargaron de ella y la asis-tieron, hallndola muy desalentada por verse sola, tanto, quefingieron cartas como que Teseo le escriba, tomaron parteen sus dolores, y le dieron todo auxilio; mas al fin muri y ledieron sepultura, sin que hubiese parido: que sobreviniendodespus Teseo, tom gran sentimiento, y entregando unasuma a aquellos habitantes, les orden que sacrificasen en

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    honor de Ariadna, e hizo labrar dos idolitos, uno de plata yotro de bronce; que en el sacrificio, que es en el da 2 delmes Gorpieo, uno de los mancebos acostado grita y remedalas mujeres que estn con dolores de parto; y finalmente,que los Amatusios al lugar en que muestran su sepulcro lellaman la selva de Venus Ariadna. Algunos de Naxos hacentambin su particular historia, y dicen que hubo dos Minos ydos Ariadnas, de las cuales una cas con Baco en Naxos, yde ella naci Estfilo; y la otra, ms moderna robada porTeseo, fue abandonada por l, y vino despus a Naxos, ycon ella su nutriz, llamada Corcina, cuyo sepulcro se muestratodava; que tambin Ariadna muri all, y se le tributan ho-nores, aunque no como a la primera, porque a sta se lafesteja con alegra y con juegos, y los sacrificios que se hacena la segunda van mezclados con llanto y con sollozos.

    XXI.- Dando la vela de Creta, naveg a Delos; y hacien-do sacrificio al dios, y colgando en su templo la seal amato-ria que recibi de Ariadna, danz con los otros mancebosun baile, el que se dice que todava conservan los Delios, yes una representacin de los rodeos y salidas del Laberinto,que se ejecuta a un cierto son con enlaces y desenlaces poraquella forma; y a este gnero de baile, segn Dicearco, lellaman la Grulla. Danzle Teseo alrededor del ara, dichaQueratona, por haberse formado de astas, todas del ladosiniestro. Aaden que tambin celebr combates en Delos, yque por la primera vez se dieron entonces por l palmas alos vencedores.

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    XXII.- Llegados a la vista del tica, olvidsele al mismoTeseo, y olvidse tambin al comandante enarbolar la velablanca, con que haban de anunciar a Egeo que tornabansalvos, por lo que, desesperanzado ste, se arrojo de un pre-cipicio y acab consigo. Entrado en el puerto Teseo, ofrecia los Dioses en Falero los sacrificios que les haba votado alembarcarse, y envi a la ciudad un heraldo con la nueva desu feliz arribo. Encontr ste a muchos haciendo duelo porla muerte del rey; pero a los ms, como era justo, muy ale-gres y dispuestos a regocijarse con ellos, y ofrecerles coronaspor su vuelta. Recibiendo, pues, las coronas, adorn conellas su caduceo, y volviendo al mar cuando todava Teseono haba hecho las libaciones, se qued a la parte de afuera,no queriendo impedir el sacrificio; mas acabado ste, dio lanueva de la muerte de Egeo, por lo que con llanto y aflic-cin se apresuraron a subir a la ciudad. De aqu trae origenel que en las fiestas oscoforias se adorna con corona, no elheraldo, sino el caduceo, y que los circunstantes exclamanea! ea! ay! ay! durante las libaciones; de los cuales gritosen el uno suelen prorrumpir los que se apresuran o cantanvictoria, y el otro es de pasmo y afliccin. Habiendo dadosepultura al padre, cumpli Teseo su voto a Apolo el da 7del mes Paunepsion, porque en ste subieron salvos del mara la ciudad. La costumbre de cocer las legumbres en este dadicen que se hace porque, salvos, recogieron lo que del ran-cho haba quedado, y lo cocieron en una misma olla, y locomieron juntos; y se lleva tambin enhiesta a Eiresone(esto es, el ramo de olivo adornado de vendas de lana), co-mo se hizo con la ofrenda, colgando de l las primicias de

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    diversos frutos, en seal de haber cesado en el tica la este-rilidad, cantando estos versos:

    Llevas higos oh ramo! y huecas tortas;en escudilla miel, aceite rico;y para que en beodez tu sueo duermas,en honda taza rebosante vino.

    Aunque algunos dicen que estas ceremonias se hacen asen memoria de los Heraclidas, que fueron de este modomantenidos por los Atenienses; pero los ms las explicancomo se deja dicho.

    XXIII.- La nave de treinta remos en que con los mance-bos naveg Teseo, y volvi salvo, la conservaron los Ate-nienses hasta la edad de Demetrio Falereo, quitando lamadera gastada y poniendo y entretejiendo madera nueva;de manera que esto dio materia a los filsofos para el argu-mento que llaman aumentativo, y que sirve para los dos ex-tremos, tomando por ejemplo esta nave, y probando unosque era la misma, y otros que no lo era. Celbranse las fies-tas escoforias por institucin de Teseo, con ocasin de queno llev consigo todas las doncellas sorteadas, sino que, deentre los jvenes sus amigos, a dos demasiado tiernos y deaspecto femenil, aunque por otra parte de nimos valientes yarrojados, con baos calientes, con la vida casera, y con losadobos y afeites de que usan las mujeres en cuanto al cabe-llo, la delgadez del cuerpo y el color, les hizo tomar otraforma; y ensendoles tambin a tomar la voz, el aire y el

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    andar de las mujeres, sin que nada contrario se descubriese,los agreg al nmero de las doncellas, no habindolo adver-tido nadie. A la vuelta anduvo en pompa por la ciudad, lle-vando consigo a los mancebos con el traje que ahora sevisten los que llevan los ramos con frutas, y los llevan en ve-neracin de Baco y Ariadna para seguir la fbula, o quizms cierto, porque la vuelta fue entrado el otoo; y las dip-nforas, o sirvientas del banquete, se acercan y participan delsacrificio, en imitacin de las madres de los sorteados, queiban y les llevaban pescados y otros manjares. Cuntanseasimismo fbulas, porque se dice que stas entretenan yalentaban con consejas a sus hijos: todo lo que refiri tam-bin Demn. Erigisele adems un templete, y determinque, por las casas sujetas al tributo, se le pagasen para el sa-crificio ciertos rditos, quedando encargado de ste los Fit-lidas, en retorno de su buen hospedaje.

    XXIV.- Despus de la muerte de Egeo, concibi Teseouna empresa grande y admirable, que fue la de reunir en unasola ciudad a todos los que habitaban el tica, hacindolesaparecer un mismo pueblo, siendo as que antes andabanesparcidos, y daban muestras de no poder ser enlazados conel vnculo de la utilidad comn. Pues con todo de que antesestaban tan discordes, y aun se hacan mutuamente la guerra,yendo de unos en otros, los persuadi por barriadas y porfamilias; y lo que es los particulares y los pobres cedieronfcilmente a sus exhortaciones; pero a los de ms cuenta fuepreciso proponerles un gobierno no monrquico, sino po-pular, en el que a l no le quedase ms que el mando de la

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    guerra y la custodia de las leyes, guardndose igualdad entodo lo dems; y unos entraron en ello por persuasin, yotros, temiendo su poder, que era grande, y su resolucin,tuvieron por mejor partido ceder, como convencidos tam-bin, que ser obligados por la fuerza. Disolviendo, pues, laspresidencias y senados particulares, e instituyendo una presi-dencia y un senado para todos, como ahora se practica, a laciudad la llam Atenas y estableci tambin el sacrificio co-mn, llamado panatenea. Hizo asimismo el sacrificio de lareunin, llamado metecias, en el da diez y seis del mes Heca-tomben, que todava se celebra. Renunciando, por tanto, laautoridad real, como a ello se haba allanado, iba ordenandosu gobierno, haciendo principio por los Dioses; porque levino de Delfos, consultado el dios, este orculo acerca de laciudad:

    Egeide Tesco, procreadode la Piteide Etra! Mi alto padrea tu ciudad la suerte ha vinculadoy la prosperidad de mil ciudades.De nimo en los trabajos no decaigas,que, cual odre flotante,entero y sano surcars los mares.

    Que viene a ser lo mismo que, segn se dice, profetiz msadelante la Sibila a la ciudad, diciendo:

    De odre a la semejanzate mojars; hundirte no es posible.

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    XXV.- Deseando amplificar ms la ciudad, admita a to-dos a la participacin de los mismos derechos, y aquel pre-gn solemne: Venid ac todos, oh pueblo, se dice que es deTeseo, que se propona establecer una junta general de to-dos. Sin embargo, no dej de considerar que de la reunin ymezcla de la muchedumbre sin discernimiento resultara unademocracia desordenada; as, fue el primero que form ladistincin de patricios, labradores y artesanos, concediendoa los patricios conocer acerca de las cosas divinas, que deellos se tomasen los Arcontes, y ser los maestros de las leyesy los intrpretes de las cosas santas y sagradas; en lo dems,le pareci que se guardaba la igualdad propuesta con que, silos patricios sobresalan en razn de la opinin, los labrado-res sobresalan en razn de la utilidad, y los artesanos, en elnmero. De que fue el primero que propendi a la muche-dumbre, como se explica Aristteles, y desisti de reinar,parece que tambin Homero nos da testimonio, no nom-brando en el catlogo de las naves, por lo respectivo a Ate-nas, ms que al pueblo. Acu asimismo moneda, grabandoen ella un buey, o por el toro Maratonio, o por el general deMinos, o por inclinar a los ciudadanos a la agricultura; y deaqu se dice que vinieron los dichos de: vale cien bueyes, valediez bueyes. Habiendo agregado al tica con toda seguridadel territorio de Mgara, levant en el Istmo aquella celebradacolumna, poniendo en dos trmetros las inscripciones quenotaban la divisin de los trminos, de las cuales la de laparte de oriente deca:

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    No es ya Poloponeso, sino Jonia;y la de occidente:

    Esto es Peloponeso, no ya Jonia.

    Instituy el primero combates solemnes, en emulacinde Heracles; aspirando a la honra de que as como por aquelcelebraban los griegos los juegos olmpicos en honor de J-piter, celebrasen por l los stmicos, en honor de Neptuno;pues la solemnidad establecida all antes en honor de Meli-certe se celebraba de noche, y as, ms pareca iniciacin queespectculo o concurso general. Algunos dicen que los jue-gos stmicos se establecieron en memoria de Escirn, vin-dose Teseo precisado a purificarse de su muerte, a causa delparentesco, porque Escirn era hijo de Caneto y Henoca lade Piteo: mas otros dicen que lo era Sinis, y no ste, y quepor Sinis, y no por l, instituy Teseo los juegos. Dispusoigualmente, y contrat con los de Corinto, que a los atenien-ses que concurriesen a los juegos se les haban de ponerasientos de precedencia en tanto terreno como el que cu-briese la vela de la nave de la Teora, segn que as lo refie-ren Helanico y Andrn de Halicarnaso.

    XXVI.- Hizo viaje al Ponto Euxino, segn Filcoro y al-gunos otros, militando con Heracles contra las Amazonas, yrecibi a Antope como premio de su valor; pero los ms, yentre los Ferecides y Helanico, y Herodoro, dicen que fuems adelante cuando Teseo hizo esta navegacin con tropasde su mando, y tom como cautiva a Antope, lo que es msverosmil, porque no se dice de ningn otro que llevase cau-

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    tiva una Amazona. Bin aun aade que arteramente se apo-der de sta, y luego se retir, porque, siendo las Amazonaspor ndole no desafectas a los varones, no huyeron cuandoTeseo se present en el pas, sino que ms bien le enviaronpresentes; pero llamando ste, y atrayendo a la nave a la quelos conduela, luego que la recibi a bordo se hizo a la vela.Cierto Menecrates, que dio a luz una historia de la ciudad deNicea en Bitinia, refiere que Teseo, teniendo ya en su podera Antope, se detuvo en aquella comarca; y como diese lacasualidad de que sirviesen con l tres jvenes de Atenas,hermanos, llamados Euneo, Toante y Soloonte, ste se ena-mor de Antope, lo que encubri a los dems, y slo lo re-vel a uno de sus amigos; hizo conversacin de ello conAntope, la que desech resueltamente semejante propuesta;pero la llev con prudencia y sosiego, sin dar parte de ella aTeseo; mas Soloonte, cuando ya desesper, se ech en unro, y pereci, con lo que Teseo vino en conocimiento de loocurrido con aquel joven y de la causa de ello, hacindoselemuy sensible. Pensando en este disgusto, trajo a la memoriacierto orculo de la Pitia de Delfos, por el que se le ordena-ba que cuando en cierta expedicin estuviese demasiadotriste y angustiado, fundase all una ciudad, dejando en ellapor prefectos a algunos de los que le acompaasen; de re-sultas de lo cual, a la ciudad que fund le dio el nombre dePitpolis, y al ro prximo el de Soloonte, en honor de aquelmancebo; y a sus hermanos los dej, como quien dice, porprefectos y legisladores, y con ellos tambin a Hermo, de laclase de los patricios en Atenas; del que cierto sitio es llama-do casa de Hermes por los Pitopolitas, que malamente abre-

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    vian la segunda silaba, y trasladan al dios el honor hecho alhroe.

    XXVII.- Y sta fue la ocasin que tuvo la guerra de lasAmazonas, la cual fue obra ardua y ms que de mujeres,porque no hubieran tenido sus reales dentro de los muros,ni la batalla se habra dado tan sobre nosotros, entre el Pnixo Foro y el Museo, si para entrarse en la ciudad no hubieranantes sojuzgado el pas. El que atravesando el Bsforo cime-rio en el tiempo que estaba helado se hubiesen puesto de laparte ac, como lo escribi Helnico, es cosa que se resiste;pero que tuvieron sus reales en la ciudad se confirma con losnombres mismos de los sitios, y con las sepulturas de las quemurieron. Por bastante tiempo hubo reparo y cuidado envenir a las manos; pero, finalmente, Teseo, habiendo ofreci-do vctimas al Miedo, en cumplimiento de un orculo, lasacometi; y la batalla se dio en el mes Boedromin, en elque todava los atenienses hacen los sacrificios llamadosBoedromios; y Cleidemo, queriendo dar cuenta menuda detodo, refiere que la izquierda de las Amazonas se dirigi ha-cia el sitio que todava se llama el Amazonio, y por la dere-cha, se encaminaron al Pnix, por la parte de Crisa; que losatenienses vinieron a combatirlas desde el Museo, habiendosepulcros de las que murieron en las inmediaciones de laplaza, que ms all del monumento de Calcodonte da a laspuertas llamadas ahora Piraicas; desde donde fueron stosrechazados hasta las Eumnides, cediendo el campo a lasmujeres; pero que sobreviniendo despus por el Paladio, elArdeto y el Liceo, arrollaron la derecha hasta los reales, con

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    muerte de muchas de ellas; y que al cuarto mes se hizo untratado por mediacin de Hiplita, porque Cleidemo llamaHiplita a aquella con quien haba casado Teseo, y no An-tope. Otros dicen que esta Amazona haba perecido pe-leando en compaa de Teseo, pasada por Molpadia con unasaeta, y que la columna que hay junto al templo de la TierraOlimpia puso en memoria de sta: no siendo de extraar quesobre cosas tan antiguas ande vacilante la historia, porquetambin se dice que las Amazonas heridas fueron enviadasocultamente por Antope a Calcis, donde hallaron auxilio, yque algunas fueron all sepultadas en el sitio que an hoy sellama el Amazonio. De que la guerra acab con un tratado,dan testimonio la denominacin de un sitio junto al Tesen,que por el juramento se llama Horcomosio, y el sacrificioque de antiguo antes de las fiestas de Teseo se hace a lasAmazonas. Los de Mgara ensean asimismo un sepulcro deAmazonas en su territorio, como se va de la plaza al sitiollamado Rous; es un edificio en forma de rombo. Dcese queen Queronea murieron otras y fueron sepultadas junto alarroyo, que antes, segn parece, se llamaba Termodonte, yahora Aimn; de lo que hemos tratado en la vida de De-mstenes. Aun por la Tesalia se ve que no pasaron ociosaslas Amazonas, pues que se muestran tambin sepulcros dealgunas hacia Escotusia y las Cinocfalas.

    XXVIII.- Y acerca de las Amazonas esto es lo que haydigno de memoria, pues lo que escribi el poeta autor de laTeseida sobre la sublevacin de las Amazonas, haciendo queAntope se conmoviese contra Teseo porque se desposaba

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    con Fedra, que las Amazonas la vengasen, y Heracles lasvenciese, manifiestamente tiene la traza de fbula y conseja.Muerta Antope, cas con Fedra, teniendo, en hijo de An-tope a Hiplito, o, como dice Pindaro, a Demofoonte. Ypor lo que hace a los infortunios que por sta y el hijo lesobrevinieron, como la historia en nada contradice a las tra-gedias, hemos de suponer que pasaron como todos lospoetas los refieren.

    XXIX.- Corren todava otras narraciones, que no hansalido a la escena, acerca de otros casamientos de Teseo, queni tuvieron justos principios ni felices fines: porque secuenta que rob a una doncella llamada Anajo, de Trecene,y que habiendo dado muerte a Sinis y a Cercin, se ayuntcon las hijas de stos; que se cas con Peribea, madre deyax, adems con Ferebea, y con Iopa la de ficles. Por otraparte, el haberse enamorado de Ege la de Panopeo es la cau-sa que dan, como ya hemos dicho, para el abandono deAriadna, tan feo y tan injusto; y, finalmente, se habla delrapto de Helena, que atrajo la guerra al tica, y para el mis-mo Teseo termin en destierro y perdicin, sobre lo quehablaremos luego. En la edad aquella a los varones alentadosse les ofrecieron muchas ocasiones en que dar pruebas de suesfuerzo, y con todo es de opinin Herodoro de que enninguna tom parte Teseo, sino slo con los Lapitas en laguerra contra los Centauros; pero para eso otros dicen queaun con Jasn pas a Colcos, y con Meleagro intervino en lapersecucin del jabal; y de aqu el proverbio: No sin Teseo;que ste, sin necesitar de nadie que le auxiliase, haba acaba-

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    do muchos y sealados combates, y la expresin otro Heraclesse haba hecho propia. Auxili tambin a Adrasto a recobrarlos cadveres de los que haban muerto bajo el alczar cad-meo, no como lo refiere Eurpides en su tragedia, venciendoen batalla a los Tebanos, sino por medio de la persuasin yde un tratado, porque as es como lo cuentan los ms, di-ciendo Filcoro que ste fue el primer ejemplar de tratadohecho para recoger los cadveres. Con todo, en la vida deHeracles tenemos escrito haber sido ste el primero que en-treg los muertos a sus enemigos. Mustranse los sepulcrosde los ms en Eleuterias y de los jefes en Eleusina; haciendoen este Teseo un obsequio a Adrasto. Concuerda con la tra-gedia Las suplicantes, de Eurpides; la de los Eleusinios, de Es-quilo, en la que se introduce a Teseo haciendo esta mismarelacin.

    XXX.- En cuanto a su amistad con Pirtoo, dcese que seconcili de esta manera: tena Teseo gran renombre de fuer-za y de valor; queriendo, pues, Pirtoo tomar de ello cono-cimiento y probarle, se llev de Maratn los bueyes queaquel all tena; y sabiendo que le persegua armado, no huy,sino que ms bien retrocedi, y le sali al encuentro. Luegoque estuvieron a la vista, cada uno admir la belleza y reso-lucin del otro; trabaron s combate; pero Pirtoo, alargandoel primero la mano, puso en la de Teseo que fuese juez deaquel robo, porque de buena voluntad se sujetara a la penaque determinase. Teseo le remiti la pena, y le brind conser su amigo y aliado; por lo que hicieron entre s amistadjurada. Casse de all a poco Pirtoo con Deidamia, y convi-

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    d a Teseo a que asistiese, reconociera aquella comarca, y seuniera con los Lapitas. Sucedi que tambin fueron con-vidados al banquete los Centauros, los cuales insolentndoseen demasa, como despus ya acalorados con el vino sedesmandasen con las mujeres, los Lapitas se movieron atomar venganza, y a unos dieron muerte, y a otros, vencin-dolos en batalla, al fin los arrojaron del pas, auxilindoles yvenciendo con ellos Teseo. Herodoro dice que esto no pasas, sino que encendida ya la guerra Teseo acudi a auxiliar alos Lapitas; y entonces por la primera vez conoci de vista aHeracles, habiendo puesto por obra el ir a encontrarse conl cerca de Traquina, cuando ya reposaba de sus peregrina-ciones y trabajos, y habindose hecho el encuentro con mu-cho honor y aprecio, y con grandes alabanzas de una y otraparte. Mas, sin embargo, mayor asenso debe darse a los querefieren que se haban juntado otras muchas veces, y que lainiciacin de Heracles se hizo a solicitud de Teseo, y tam-bin la purificacin que la precedi, y se tuvo en aquel pornecesaria, a causa de algunas acciones inconsideradas.

    XXXI.- Siendo ya de cincuenta aos, como dice Helni-co, tuvo lugar el robo de Helena, todava pequea; por loque algunos, para dar otro viso a sta, que fue la ms gravede cuantas cosas en l se reprenden, dicen no haber sidoTeseo el que rob a Helena, sino que habindola robadoIdas y Linceo, y entregndosela en depsito, la retuvo, y noquiso restituirla a los Discuros que la reclamaban; o de otromodo, que entregndosela Tndaro, por temer a Enarsforoel de Hipocoonte, como por fuerza, se entreg de Helena

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    todava nia; pero lo ms verosmil y confirmado con mstestimonios es lo siguiente. Pasaron ambos a Esparta, y ro-bando a esta doncella a tiempo que ejecutaba una danza enel templo de rtemis Ortia, echaron a huir; y como los quefueron enviados en su seguimiento no hubiesen llegado sinopoco ms all de Tegea, libres ya de miedo, y traspuestos delPeloponeso, hicieron pacto de que aquel a quien le tocase lasuerte recibirla por mujer a Helena; pero ste haba de ayu-dar al otro a proporcionarse otra boda. Echadas las suertes,conforme a este convenio, le toc a Teseo, y entregndosede aquella doncellita, que todava no estaba en sazn de ca-sarse, la llev a Afidnas, donde, ponindola al lado a su ma-dre Etra, la entreg a un Afidnense amigo suyo,encargndole la tuviese en seguridad y la guardase de todoslos dems. Dando despus su asistencia a Pirtoo, se dirigicon l al Epiro en busca de la hija de Aidneo, rey de losMolosos, el cual dando a su mujer el nombre de Persfone,a su hija el de Core, y el de Cerbero a un perro, haba de-cretado que los pretendientes de su hija combatiesen conste, y la alcanzara el que lo venciese; mas habiendo enten-dido que stos no venan como pretendientes, sino comoraptores, los prendi, y de Pirtoo al punto se deshizo, des-pedazndolo el perro; pero a Teseo lo mantuvo en pri-siones.

    XXXII.- A esta sazn Menesteo, hijo de Peteo, que lofue de Orneo, y ste de Erecteo, siendo, segn se cuenta, elprimero que concibi el plan de hacerse enteramente popu-lar y hablar segn su gusto a la muchedumbre, sublev e

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    irrit a los principales, que ya de suyo no se acomodaban almando de Teseo, estando en la opinin de que, con reunir-los a todos en una ciudad sola, haba quitado a cada uno delos patricios su mando y autoridad propia, para sujetarlos yesclavizarlos a todos ellos: indispuso tambin y alborot alos dems con decirles que se les haba puesto ante los ojoscomo un sueo de libertad, y en el efecto se les haba priva-do de sus patrias y templos, para que en lugar de muchosjustos y legtimos reyes slo acatasen por seor a un extran-jero advenedizo. Mientras l traa entre manos estas cosas,dio gran fuerza a estas novedades la guerra con la venida delos Tindridas; habiendo quien diga que vinieron precisa-mente a instigacin de aquel. Y al principio ninguna hostili-dad cometieron: solamente reclamaban a su hermanaHelena; pero habindoseles respondido por los de la ciudadque ni la tenan ni saban dnde paraba, trataron de recurrira las armas; entonces Academo les revel que estaba ocultaen Afidnas, habindolo entendido no se sabe cmo: por locual en vida le tuvieron el honor los Tindridas, y despusen las muchas ocasiones que los Lacedemonios hicieron in-cursin en el tica, y talaron todo el pas, respetaron a laAcademia por consideracin a Academo; pero Dicearco re-fiere que de Arcadia vinieron en el ejrcito con los Tindri-das Equedemo y Marato, y que del primero tom nombre laAcademia, y el pueblo de Maratn del segundo, que vo-luntariamente se entreg a la muerte, adelantndose a lasfilas, conforme a cierto orculo. Encaminndose, pues, aAfidnas, y tomndola por armas, la destruyeron. Dcese queall pereci lico, hijo de Escirn, que militaba con los

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    Discuros; por el que en las tierras de Mgara se llamo licocierto sitio en el que se enterr su cadver; pero Hereas re-fiere que lico fue muerto en Afidnas por mano del mismoTeseo, dando por prueba aquellos versos, relativos al propiolico,

    Al que de Afidna en el tendido campo,Teseo, a causa de la rubia Helena,en reido combate dio la muerte;

    pero va fuera de razn el que, presente Teseo, se cautivase asu madre y se tomase a Afidnas.

    XXXIII.- Tomada Afidnas, y hallndose recelosos losciudadanos de Atenas, persuadi Menesteo al pueblo queadmitiesen en la ciudad y obsequiasen a los Tindridas, co-mo que slo venan a hacer la guerra a Teseo, autor de laviolencia, y a ser bienhechores y redentores de los dems;con lo que conforma la conducta que tuvieron: porque sien-do dueos de todo, ninguna otra cosa exigieron sino que seiniciasen, no teniendo menos deudo con la ciudad que He-racles, lo que les vena de que Afidno los haba adoptadocomo a Heracles Pilio. Tributronseles honores como a dio-ses, siendo saludados seores con la voz naces, o por lamoderacin con que procedieron, o por su cuidado y esme-ro en que nadie tuviese que padecer con tener dentro de losmuros tan grande ejrcito: porque naces se dice de los quecuidan y protegen a algunos, y quiz por esto se da a los re-yes el nombre de naces, aunque hay quien diga que se lla-

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    man naces los Discuros por la aparicin de su signo ce-leste, a causa de que los del tica el adverbio arriba, que esv, lo expresan por x, y por vxv el adverbio dearriba.

    XXXIV.- Refieren que Etra, la madre de Teseo, hechacautiva, fue llevada a Lacedemonia, y de all a Troya conHelena; y que esto lo confirma Homero, diciendo que si-guieron a Helena

    La Piteide Etra, con Climene,la de los bellos y rasgados ojos.

    Mas otros desechan este verso y la fbula de Munico, alque dicen haber tenido Ladice escondidamente de Demo-fonte y haber sido criado por Etra en Troya. De otra parte,Istro, en el libro decimotercio de las Cosas ticas, hace unanarracin particular y bien diversa de sta, como que afir-maban algunos que Alejandro, al que en Tesalia se da elnombre de Paris, haba sido vencido por Aquiles y Patroclojunto al Esperquio, y que Hctor, habiendo tomado la ciu-dad de los Trecenios, la haba destruido, y se haba llevadoconsigo a Etra, que all haba sido cautivada; pero todo estova muy fuera de camino.

    XXXV.- Hospedando despus el rey de los Molosos Ai-doneo a Heracles, y haciendo casualmente conversacin delo ocurrido con Teseo y Pirtoo, as de lo que haban venidoa ejecutar, como de lo que en castigo haban padecido, He-

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    racles lo llev muy mal, por haber el uno muerto ignominio-samente, y estar para suceder lo mismo al otro; y respectode Pirtoo, no pudo hacer otra cosa que aferselo; pero encuanto a Teseo se le pidi, y le rog que le hiciese esta gra-cia. Concediselo Aidoneo, y suelto ya Teseo, volvi a Ate-nas, donde no haban sido del todo sojuzgados sus amigos; ycuantos templetes tena, por haberlos levantado en su honorla ciudad, todos los consagr a Heracles, y los llam Heraclesen vez de Teseos, a excepcin solamente de cuatro, segntestimonio de Filcoro. Queriendo volver otra vez a mandary ponerse al frente del gobierno, como antes, dio en grandesalborotos y revueltas; porque hall que los que de antemanole odiaban, ahora ya con el odio haban juntado el no te-merle, y a la mayor parte del pueblo la encontr asimismocorrompida, y que quera que la adulasen en vez de ejecutarsumisamente lo que se le prescriba. Intent, pues, usar de lafuerza; pero la muchedumbre se le opuso, y se le sublev;finalmente, desesperado de salir adelante con su empresa,envi sus hijos a la Eubea, a poder de Elefenor el de Calco-donte, y l mismo, haciendo, solemnes imprecaciones desdeel Gargueto contra los atenienses, en el lugar donde estahora el Araterio que llaman, se encamin a Esciro, dondecrea tener amigos y ciertos terrenos de familia. Reinabaentonces en Esciro Licomedes; dirigise, pues, a l, y tratde recobrar sus terrenos, porque quera establecerse all;aunque dicen que le rog le diese ayuda contra los atenien-ses. Mas Licomedes, o temiendo la grande fama de tal va-rn, o queriendo complacer a Menesteo, tomndoleconsigo, le llev a las mayores eminencias de aquella parte,

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    como para mostrarle los terrenos, y acab con l precipitn-dole de aquellos derrumbaderos. Tambin hay quien diceque por s mismo resbal y cay, pasendose despus decomer, como lo tena de costumbre. Y por lo pronto, nadietuvo cuenta de l despus de muerto, sino que qued rei-nando en Atenas Menesteo; y sus hijos, criados como unosparticulares, fueron con Elefenor a la expedicin de Troya;pero habiendo fallecido all Menesteo, cuando volvieronrecobraron el reino. Ms adelante, entre otras cosas quemovieron a los atenienses a venerar a Teseo como un hroe,concurri el que a muchos de los que en Maratn pelearoncontra los Medos les pareci que vean la sombra de Teseoque, armada delante de ellos, persegua a los brbaros.

    XXXVI.- Despus de la Guerra Mdica, siendo arconteFedn, consultaron los Atenienses el orculo, y respondi laPitia que recogieran los huesos de Teseo y los tuviesen yguardasen con veneracin. Haba gran dificultad en reco-gerlos, y aun en descubrir su sepulcro, por la insociabilidad yaspereza de los Dlopes, habitantes de la isla; mas habiendoCimn conquistado la isla, como se dice en su Vida, y te-niendo grandes deseos de hacer este hallazgo, sucedi queun guila empez a escarbar con el pico y revolver con lasuas en un terreno algo elevado; y pensando en ello, comopor divino impulso, cav en el mismo sitio. Encontrse enl el hueco de un cuerpo ms grande de lo ordinario, y a sulado una lanza de bronce y una espada; y conducidas estascosas por Cimn en su nave, alegres los Atenienses, los re-cibieron con gran pompa y sacrificios, como si el mismo

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    Teseo entrase en la ciudad, en medio de la cual yace cercadel Gimnasio; y su sepulcro es asilo para los esclavos y paratodos los miserables, que se acogen a l por temor de lospoderosos, as como Teseo se constituy en protector yamparador, y se prest con humanidad a los ruegos de losmenesterosos.

    Celbranle el gran sacrificio en el da 8 del mes Puanep-sion que fue en el que volvi de Creta con los mancebos; yaun en los dems das 8 le dan culto, o porque de Trecenelleg la primera vez en el da 8 del mes Ecatomben, segnrefiere Didoro el Gegrafo, o juzgando que este nmero leconviene mejor que ningn otro al que era tenido por hijode Neptuno, porque tambin veneran a ste en los das 8; yes que siendo este nmero el primer cubo desde el primerpar, y el duplo del primer cuadrado, tiene en s como propiala permanencia e inmovilidad de aquel dios, que tiene losnombres de Asfalio y Gayeoco.

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    RMULO

    I.- Este nombre grande de Roma, que con tanta gloria hacorrido entre todos los hombres, no estn de acuerdo losescritores sobre el origen y causa por donde le vino a la ciu-dad que con l se distingue. Algunos creen que los Pelasgos,que corrieron por diferentes partes de la tierra y sojuzgaronmuchos pueblos, se establecieron all, y de la fuerza de susarmas dieron este nombre a la ciudad, que eso quiere decirRoma. Otros refieren que tomada Troya, algunos de los quehuan pudieron hacerse de naves, e impelidos del viento fue-ron a caer en el pas Tirreno, y pararon en las inmediacionesdel Tber. All, estando ya las mujeres sin saber qu hacerse,y muy molestadas de la navegacin, una de ellas, llamadaRoma, que sobresala en linaje y prudencia, les propuso darfuego a las naves; hzose as, y al principio los hombres seincomodaron; pero cediendo luego a la necesidad, se esta-blecieron en lo que se llam Palacio; y como al cabo de po-co viesen que les iba mejor de lo que haban esperado, porser excelente el pas y haber sido muy bien recibidos de loshabitantes, dispensaron a Roma, entre otros honores, el quede ella, como de primera causa, tomase nombre su ciudad.

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    De entonces dicen que viene lo que todava se practica, quelas mujeres saludan con sculo a los deudos y a sus propiosmaridos, porque tambin aquellas saludaron as a los hom-bres despus de la quema de las naves, por miedo y paratemplarlos en su enojo.

    II.- Unos dicen que Roma, hija de talo y de Leucaria, o,segn otra tradicin, de Tlefo el de Heracles casada conEneas, fue la que puso nombre a la ciudad; y otros, que nofue sino una hija de Ascanio el de Eneas. Segn una senten-cia, fue Romano, hijo de Ulises y de Circe, el que fund aRoma; segn otra, Remo el de Ematin, enviado por Dio-medes desde Troya, y segn otra, Romis, tirano de los Lati-nos, el que arroj de all a los Tirrenos, que de la Tesaliahaban pasado a la Lidia, y de la Lidia a Italia. No slo esto,sino que aun los que con ms fundada razn designan aRmulo como denominador de aquella ciudad, no convie-nen entre s acerca de su origen; porque unos sostienen quefue hijo de Eneas y Doxitea la de Forbante, y que siendonio, fue trado a la Italia con su hermano Remo, y habin-dose perdido en el ro, que haba salido de madre, los demsbarcos, aquel en que navegaban los dos nios haba arribadoa una orilla muelle, y salvos, por tanto, inesperadamente, sepuso al sitio el nombre de Roma; otros, que Roma, hija deaquella Troyana, la cual hija cas con Latino el de Telmaco,dio a luz a Rmulo; y otros, que fue Emilia la de Eneas yLavinia, conocida por Marte. Finalmente, otros hacen eneste punto relaciones del todo fabulosas: que Tarquecio reyde los Albanos, hombre sumamente injusto y cruel, tuvo

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    dentro de su palacio una visin terrible: un falo que sali deentre el fuego, y estuvo permanente por muchos das. Habaen el pas Tirreno un orculo de Tetis, del cual vino a Tar-quecio la respuesta de que una virgen se ayuntase con lafantasma, porque nacera de ella un hijo muy esclarecido,excelente en virtud, en fortuna y en valor. Dio parte del or-culo Tarquecio a una de sus hijas, mandndole que se ayun-tase a la fantasma; mas sta lo mir con abominacin, yenvi a una de sus criadas. Cuando Tarquecio lo lleg a en-tender, lo llev muy mal, e hizo prender a entrambas paradarles muerte; pero habindosele aparecido Vesta entre sue-os, y desaprobndole aquel rigor, les dio a tejer cierta tela,presas como estaban, tejida la cual haban de casarse: tejanellas de da; pero de noche, por orden de Tarquecio, deste-jan otras lo tejido. Dio a luz la criada dos gemelos, y Tar-quecio los entreg a Teracio con orden de que les diesemuerte; pero ste los expuso a la orilla del ro, donde unaloba acuda a darles de mamar, y diversas aves, trayndolesde su cebo, lo ponan en la boca a los nios, hasta que unvaquero que lo vio, y lo tuvo a maravilla, se atrevi a acer-carse, y los llev consigo; y habindose salvado por este me-dio, acometieron despus a Tarquecio, y le vencieron. As locuenta un historiador llamado Promatin, que dio a la luzuna historia de Italia.

    III.- Mas la relacin que pasa por ms cierta, y tiene ma-yor nmero de testigos en su favor, la public el primeroentre los griegos en sus ms sealadas circunstancias, Dio-cles Perapetio, a quien en las ms de las cosas sigue Fabio

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    Pctor, y aunque todava otras diversas sentencias acerca deestos mismos sucesos, la ms recibida, para venir ya al caso,es en esta forma: la sucesin de los reyes de Alba, descen-dientes de Eneas, vino a recaer en dos hermanos, Numitor yAmulio; y habiendo Amulio hecho dos partes de todo, po-niendo el reino de un lado, y en otro, en contraposicin, lasriquezas y todo el oro trado de Troya, Numitor hizo elec-cin del reino. Mas sucedi que Amulio, dueo de los inte-reses, le usurp tambin el reino con la mayor facilidad; ypor temor de que su hija tuviese sucesin, la cre sacerdotisade Vesta, para que permaneciese doncella y sin casarse portoda su vida; llambase Ilia, segn unos; Rea, segn otros, ysegn otros, Silvia. Al cabo de poco fue denunciada de que,contra la ley prescrita a las vestales, estaba encinta; y hubierasufrido su terrible pena, a no haber sido por Anto, la hija delRey, que intercedi por ella con su padre; pero, sin embar-go, fue puesta en prisin y separada de todo trato, para queno pudiese suceder su parto sin noticia de Amulio. Dio a luzdos nios de aventajada robustez y hermosura, con lo que,creciendo ms el temor de Amulio, dio orden a uno de susministros para que se apoderase de ellos y los quitase delmedio. Dicen algunos que este ministro se llamaba Fustulo;pero otros piensan que ste era el nombre del que los reco-gi. Puso, pues, los nios en una cuna, y baj al ro paraarrojarlos en l; pero hallndolo crecido y arrebatado, tuvomiedo de acercarse, y dejndolos junto a la orilla se dio porcumplido. Haca el ro remansos, con lo que la creciente lle-g a la cuna, y levantndola blandamente, la fue llevando aun sitio sumamente muelle, al que ahora llaman Quermalo, y

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    en lo antiguo Germano, porque a los hijos de unos mismospadres los Latinos los llaman germanos.

    IV.- Haba all cerca un cabrahigo, al que llamaron Ru-minal, o por Rmulo, como opinan los ms, o por los gana-dos que al medio da sesteaban a su sombra, o ms an porla lactancia de los nios, porque los antiguos a la teta decanruma, y a cierta Diosa que creen preside a la crianza de losnios le llaman Rumilia, y le hacen sacrificio abstemio, li-bndole con leche. Estando, pues, all expuestos los nios,cuentan que una loba les daba de mamar, y que un que-brantahuesos los alimentaba tambin y defenda. Esta ave setiene por consagrada a Marte, y los latinos la tienen en granveneracin y honor; por lo que la madre de los nios, quedeca haberlos tenido de Marte, se concili gran fe: bien quese dice haberle venido este error de que el mismo Amulio,en traje de guerrero, la violent y desflor. Otros sospecha-ban que el nombre de la nutriz, por su anfibologa, fue elque dio ocasin y asidero a esta fbula, porque los latinosllamaban lobas, de esta especie de fieras, a las hembras, y delas mujeres a las que eran malas de sus cuerpos, y tal pareceque era la mujer de Fustulo, que cri a estos dos infantes,llarnada Aca Larencia. Hcenle sacrificios los Romanos ylibaciones en el mes de abril el sacerdote de Marte, dndosea la misma fiesta el nombre de Larencia.

    V.- Todava festejan a otra Larencia con esta ocasin, elcustodio del templo de Heracles, estando un da ocioso,propuso al dios que jugasen a los dados, estipulando que, si

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    l ganaba, haba el dios de darle alguna cosa de valor, y ofre-cindole si perda que tendra una mesa oppara y una buenamoza con quien reposase. Tirando, pues, por Heracles, yluego por s, se vio que haba perdido; y queriendo llenarbien su promesa y estar, como era justo, a lo convenido,prepar a Heracles un banquete, y concertndose reserva-damente con Larencia, que era muy bonita, la llam al con-vite, y en el templo les aderez un lecho, encerrndolosacabada la cena, como para que gozase de ella el dios.Cuntase que ste se le apareci, y le mand que fuese demadrugada a la plaza, y saludando al primero que encontraselo hiciese su amigo. Encontrse con ella uno de los ciudada-nos, hombre ya de bastante edad, a quien la suerte haba fa-vorecido con una buena hacienda, y al mismo tiempo sinhijos, pues nunca haba tenido mujer: su nombre era Tarru-cio. Unise a ella, y la tuvo en aprecio, y a su muerte la dejheredera de muchas y excelentes posesiones, la mayor partede las cuales leg ella despus al pueblo en su testamento.Cuntase que siendo ya muy celebrada, y teniendo fama deser favorecida del dios, se desapareci en el mismo sitio enque la otra Larencia fue sepultada, el cual se llama ahora Be-lauro, porque en las frecuentes crecidas que tiene el ro vancon barcos al Foro por aquel paraje, y a esta especie de na-vegacin la llaman Belatura. Otros son de sentir que los quedan espectculos defienden con lienzos la calle que va desdela plaza al Hipdromo, empezando por aquel sitio; y en latnestos lienzos se llaman velas; ste es el motivo por que lasegunda Larencia es tenida en veneracin entre los Roma-nos.

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    VI.- Recogi los nios Fustulo, uno de los pastores delrey, sin que nadie lo entendiese, o, segn el sentir de los queparece, se acercan ms a lo cierto, sabindolo Numitor, ysuministrando reservadamente auxilios a los que corran consu crianza. Adese que, llevndolos a Gabias, se les educen letras y en todas las dems habilidades propias de gentebien nacida; y que, por habrseles visto mamar de la loba, deaqu vino ponrseles los nombres de Rmulo y Remo. Y labuena disposicin de sus cuerpos, aun siendo nios, en laestatura y belleza de ellos dio bien claras muestras de su ca-rcter. Ya ms adultos se vio que ambos eran resueltos yesforzados, de nimo intrpido para peligros, y de una osa-da que con nada se arredraba; pero en Rmulo se descubramayor disposicin para manejarse con prudencia y ciertotino poltico: as, en los encuentros que con los vecinos seofrecan en pastos y caceras se echaba luego de ver que sugenio era ms de jefe que de sbdito. Por tanto, con susiguales y con los infelices eran muy afables; pero con los so-brestantes y mayordomos del rey y con los mayorales delganado, en quienes no reconocan ventaja de virtud, eranaltivos, no dndoseles nada de sus amenazas ni de su enojo.Sus ejercicios y juegos eran de personas nobles; porque nohacan consistir la nobleza en el ocio y la holgazanera, sinoen la lucha, en la caza, en las apuestas a correr, en sujetar alos forajidos, en limpiar la tierra de ladrones, y en proteger alos que eran atropellados, con lo que haban adquirido grannombre.

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    VII.- Suscitse rencilla entre los vaqueros de Amulio yNumitor, robando stos algn ganado; y no pudiendo lle-varlo en paciencia, vinieron con ellos a las manos, los hicie-ron retirarse y les arrebataron gran parte de la presa; yaunque Numitor se irrit por ello, no slo tuvieron en pocosu enojo, sino que congregaron y reunieron a muchos escla-vos, dando aqu principio a sus conatos osados y sediciosos.Un da que Rmulo se haba ausentado con motivo de unsacrificio, porque era religioso y dado a la ciencia augural, losvaqueros de Numitor trabaron contienda con Remo, a quienhallaron con poca gente, y habiendo habido de una y otraparte contusiones y heridas, vencieron al cabo los de Nu-mitor y tomaron vivo a Remo. Presentado ante Numitor, noquiso castigarle, temiendo la spera condicin del hermano,sino que se dirigi a ste y le pidi le hiciese justicia, puesque con ser su hermano se vea ultrajado de sus sirvientes:con lo que, y tomando tambin parte por l los de Alba, quesentan no se le tratase segn su dignidad, alcanz de Amulioque le hiciese entrega de Remo, para que en cuanto a l pro-cediera como le pareciese. Llamlo ante s luego que regresa su casa, y admirado de la gallarda de tal mancebo, porqueen estatura y en fuerza se aventajaba a todos, leyndole en elsemblante la osada y determinacin del nimo, porque sucontinente era noble e inalterable aun en aquella situacin, yoyendo adems que sus obras correspondan con lo que sevea, o lo ms cierto, ordenndolo as algn dios, y echandoel cimiento a grandes sucesos, empez afortunadamente aentrar en sospecha de la verdad, y le pregunt quin era ycul su origen, con tan blandas palabras y afable rostro, que

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    no pudieron menos de infundirle esperanza. Confiado,pues, nada te ocultar- le respondi-, porque me pareces denimo ms regio que no Amulio, pues t oyes y preguntasantes de castigar, y aquel nos ha entregado sin que precedie-se juicio. Al principio nos tuvimos por hijos de Fustulo yLarencia, sirvientes del rey, porque somos gemelos: puestosya en juicio y calumniados ante ti, en este riesgo de la vida senos han referido acerca de nosotros mismos cosas extraor-dinarias: si son o no ciertas, el xito debe decirlo. Nuestronacimiento se dice que es un arcano, y nuestra crianza derecin nacidos, muy maravillosa, habiendo sido sustentadospor las mismas aves y fieras a las que nos haban arrojado,dndonos de mamar una loba, y cebo un quebrantahuesos,expuestos como nos hallbamos en una cuna a orillas del rogrande. Todava existe la cuna con arcos de bronce, en quehay grabados caracteres enigmticos: indicios que quiz se-rn intiles para nuestros padres muriendo nosotros. Nu-mitor, con esta narracin, y conjeturando adems el tiempopor el aspecto, concibi una halagea esperanza, y pensen el modo como podra secretamente hablar de estas cosascon su hija, que todava estaba en estrecho encerramiento.

    VIII.- Fustulo, en tanto, oda la prisin de Remo y suconsignacin, pidi a Rmulo le diese ayuda, dicindole yaentonces por lo claro cul era su origen, pues antes slo leshaba hecho alguna indicacin, en cuanto convena para queno pensasen bajamente, y adems, tomando consigo la cuna,se encaminaba a verse con Numitor, lleno de la agitacin ytemor que el caso exiga. Mas habiendo dado que sospechar

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    a los guardas que el rey tena en las puertas, registrndolestos y turbndose a sus preguntas, se descubri que oculta-ba la cuna debajo de la capa. Hallbase entre ellos casual-mente uno de los que presenciaron el arrebato de los niospara su exposicin, y saba todo lo ocurrido acerca de ella:viendo, pues, ste la cuna, y reconocindola por su adorno ypor los caracteres, vino en conocimiento de todo, y no sedescuid, sino que se fue a dar cuenta al rey, dando motivo aque se le hiciese comparecer. Apretado Fustulo en tantoestrecho, no se conserv enteramente tranquilo, pero tam-poco del todo se aturdi; y confes que s, que los nios sehaban salvado, pero que estaban de pastores lejos de Alba; yla cuna la llevaba a Ilia, porque muchas veces sta haba de-seado verla y tocarla para ms cierta esperanza de sus hijos.Sucedile en esta ocasin a Amulio lo que comnmenteacontece a los que obran perturbados del temor o de la ira;porque ech mano de un hombre bueno, pero muy amigode Numitor, para que inquiriese de ste qu noticias le ha-ban llegado de los nios y de cmo se haban salvado.Constituido ste en casa de Numitor, observando que Remocasi gozaba de toda su confianza y su amor, les hizo con-cebir grande esperanza, y los exhort a que se anticipasencuanto ms pudiesen, asistindolos l mismo y combatiendoa su lado. Ni el estado de las cosas les hubiera permitidodetenerse aunque hubiesen querido, porque ya Rmulo es-taba all junto, y se le haban pasado muchos de los ciudada-nos por odio y temor de Amulio. Traa tambin consigomucha tropa, formada por centurias, mandada cada una porun caudillo, que ostentaba la lanza coronada con un manojo

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    de hierbas y ramas: a estos manojos los Latinos les llamanmanpulos, y de entonces viene el que aun hoy en los ejr-citos a estos caudillos les dicen Manipularios. Concitando,pues, Remo a los de adentro, y sobreviniendo Rmulo porla parte de afuera, asustado Amulio, ni hizo nada, ni pensen nada para su defensa, sino que se dej prender, y pereci.Tal viene a ser la relacin que Fabio y Diocles Peparetio, queparece fue el primero que escribi de la fundacin de Roma,hacen acerca de estas cosas, sospechosa para muchos de fa-bulosa e inventada; mas no debe dejarse de creer, en vista delas grandes hazaas de que cada da es artfice la fortuna, y sise considera que la grandeza de Roma no habra llegado atanta altura, a no haber tenido un principio en alguna mane-ra divino, en el que nada parezca demasiado grande o ex-traordinario.

    IX.- Muerto Amulio y restablecido el orden, Rmulo yRemo no tuvieron por conveniente permanecer en Alba, noteniendo el mando; ni tampoco tenerle, viviendo el abuelomaterno: entregando, pues, a ste la autoridad, y poniendo ala madre en el honor que le corresponda, determinaron vi-vir sobre s, fundando una ciudad en aquel territorio en queal principio recibieron el primer sustento, que es entre todosel motivo ms plausible. Era quiz tambin preciso, habin-doseles reunido tantos esclavos y hombres sediciosos, oquedarse sin fuerzas con la dispersin de esta gente, o for-mar un establecimiento aparte. La prueba de que los de Albano queran comunicacin con aquellos rebeldes, ni tenerlospor ciudadanos, se tuvo bien pronto en la resolucin que

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    stos hubieron de tomar para tener mujeres, pues no nacide arrojo injurioso, sino de necesidad, por no poder obtenercasamientos voluntarios, pues que trataron a las robadas conla mayor estimacin. Echados los primeros cimientos de laciudad, levantaron un templo de refugio para los que a lquisiesen acogerse, llamndole del dios Asilo; admitan en la todos, no volviendo los esclavos a sus seores, ni el deu-dor a su acreedor ni el homicida a su gobierno, sino que ase-guraban a todos la impunidad, como apoyada en ciertoorculo de la Pitia; con lo que prontamente la ciudad se hizomuy populosa, siendo as que los primeros fuegos se diceque no pasaban de mil; pero de esto hablar ms adelante. Alos primeros intentos de la fundacin hubo ya disensin en-tre los dos hermanos acerca del sitio: Rmulo quera hacer laciudad de Roma cuadrada, como dicen, esto es, de cuatrongulos, y establecerla donde est; y Remo prefera un parajefuerte del Aventino, que se llam Remonio, y ahora Rigna-rio. Convinieron en que un agero fausto terminase la dis-puta; y colocados para ello en distintos sitios, dicen que aRemo se le aparecieron seis buitres, y doce a Rmulo; perohay quien dice que Remo los vio realmente, mas lo de R-mulo fue suposicin, y que ya cuando Remo se retiraba,entonces fue cuando a Rmulo se le aparecieron los doce, yque por esta causa los Romanos aun ahora hacen gran usodel buitre en sus ageros; y Herodoro Pntico refiere queHeracles tena tambin por buena seal, al entrar en algunaempresa, la aparicin de un buitre, porque de todos los ani-males es el menos daino, no tocando a nada de lo que loshombres siembran, plantan o apacientan, y alimentndose

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    slo de cuerpos muertos, porque se dice que no mata ni aunofende a nada que tiene aliento, y a las aves, por la confor-midad, ni aun estando muertas se acerca; cuando las guilas,las lechuzas, y los gavilanes acometen y matan a las aves desu propia especie, a pesar de lo que dice Esquilo:

    Cmo puede ser puraun ave que de otra ave se alimenta?

    Fuera de esto, las dems se revuelven continuamente anuestra vista, por decirlo as, y se nos hacen sentir; pero elbuitre es un espectculo desusado, y muy raro ser el quehaya dado con los polluelos de un buitre, y aun ha habido aquien lo raro e inslito de su aparicin le ha dado la extraaidea de que por mar vienen de tierras lejanas, como opinanlos adivinos que ha de ser lo que no se aparece naturalmentey por s, sino por disposicin y operacin divina.

    X.- Lleg Remo a entender el engao, y se incomod;por lo que, estando ya Rmulo abriendo en derredor lazanja por donde haba de levantarse el muro, comenz ainsultarle y a estorbar la obra; y habindose propasado lti-mamente a saltar por encima de ella, herido, segn unos, porel mismo Rmulo, y segn otros por Cler, uno de sus ami-gos, qued muerto en el mismo sitio. Murieron tambin enla revuelta Fustulo y Plistino, del cual, siendo hermano deFustulo, se dice que contribuy asimismo a la crianza deRmulo y su hermano. De resultas Cler se pas al pas Ti-rreno; y de l los Romanos a los prontos y ligeros los llaman

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    cleres, y a Quinto Metelo, porque en la muerte de su padreen muy pocos das dio un combate de gladiadores, admira-dos de la prontitud con que lo dispuso, le dieron el sobre-nombre de Cler o Ligero.

    XI.- Dio Rmulo sepultura en el sitio llamado Remoria aRemo y a los que le haban dado la crianza; y atendi luego ala fundacin de la ciudad, haciendo venir de la Etruria o Ti-rrenia ciertos varones, que con sealados ritos y ceremoniashacan y enseaban a hacer cada cosa a manera de una ini-ciacin. Porque en lo que ahora se llama Comicio se abriun hoyo circular, y en l se pusieron primicias de todas lascosas que por ley nos sirven como provechosas, o de quepor naturaleza usamos como necesarias; y de la tierra dedonde vino cada uno cogi y trajo un puado, que lo echtambin all, como mezclndolo. Dan a este hoyo el mismonombre que al cielo, llamndole mundo. Despus (que son losdems ritos) como un crculo describen desde su centro laciudad; y el fundador, poniendo en el arado una reja debronce, y unciendo dos reses vacunas, macho y hembra, pors mismo los lleva, y abre por las lneas descritas un surcoprofundo, quedando al cuidado de los que le acompaan irrecogiendo hacia dentro los terrones que se levantan, sindejar que ninguno salga para afuera. A la parte de all de estalnea fabrican el muro, por lo que por sncope la llaman po-merio, como promerio o ante-muro. Donde intentan que sehaga puerta, quitando la reja y levantando el arado, hacenuna como pausa: as los romanos tienen por sagrado todo elmuro, a excepcin de las puertas: porque si stas se reputa-

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    sen sagradas, sera sacrilegio el introducir y sacar por ellasmuchas cosas, o necesarias, o no limpias.

    XII.- Tinese por cierto que la primera fundacin deRoma se verific el da 11 antes de las calendas de mayo, elque solemnizan los Romanos como da natal de su patria; yse dice que en los primeros tiempos no se sacrificaba en lnada que fuese animado, sino que juzgaban que la fiesta con-sagrada al nacimiento de la patria deban conservarla pura eincruenta. Celebrbase ya antes de la fundacin en el mismoda una fiesta pastoril, que llamaban Palilia. Es de notar quelas neomenias o principios de los meses romanos no coinci-den con los de los Griegos; pero este da en que Rmulofund su ciudad aseguran que fue da 30 del mes griego, yque en l sucedi una conjuncin eclptica de la luna con elsol, el cual eclipse fue observado por el poeta Antmaco deTeyo, y vino a suceder en el ao tercero de la Olimpadasexta. En el tiempo del filsofo Varrn, el hombre de mslectura entre los Romanos, viva un Tarucio, amigo suyo,filsofo asimismo y matemtico, y dado tambin, por el de-seo de saber, a la astrologa judiciaria, en la que era tenidopor excelente. Propsole, pues, Varrn el problema de quesealase el da y hora del nacimiento de Rmulo, haciendo elcmputo por las hazaas que de l se refieren, por el m-todo con que se resuelven los problemas geomtricos; puesque del mismo modo que perteneca a su ciencia, dado eltiempo del nacimiento de un hombre, pronosticar su vida, lecorresponda, dada la vida, averiguar el tiempo. Cumpli Ta-rucio con el encargo, y enterado de las acciones y sucesos de

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    Rmulo, del tiempo que vivi, y del modo en que ocurri sumuerte, trayndolo todo a cuenta, manifest con la mayorconfianza que su concepcin se verific en el ao primerode la segunda Olimpada, en el da 23 del mes Coyac de losEgipcios, en la hora tercera, hacia la cual el sol se eclipscompletamente, y su salida a la luz en el mes Thot y da 21 alsalir el sol; y que la fundacin de Roma hecha por l tuvoprincipio el da 9 del mes Farmuti entre las dos y las tres;pues que se empean en que la suerte de las ciudades ha detener, como la de los hombres, su tiempo dominante, el quese ha de deducir por las conjunciones de los astros al puntode su nacimiento. Estas cosas y otras del mismo estilo esprobable que por su novedad y curiosidad ms bien seangratas a los que las leyeren que desabridas y molestas por loque tienen de fabulosas.

    XIII.- Fundada la ciudad, lo primero que hizo fue dis-tribuir la gente til para las armas en cuerpos militares: cadacuerpo era de tres mil hombres de a pie y trescientos de acaballo, el cual se llam legin, porque para l se elegan deentre todos los ms belicosos. En general, a la decisin delos negocios concurra la muchedumbre, a la que dio elnombre de populus, pueblo; pero de entre todos, a ciento, losde mayor mrito, los acogi para consejeros, y a ellos les dioel nombre de patricios, y a la corporacin que formaban elde Senado. Esta voz no tiene duda que significa ancianidad:pero acerca del nombre de patricios, dado a los consejeros,unos dicen que diman de que eran padres de hijos libres,otros que ms bien de que ellos mismos eran hijos de padres

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    conocidos, ventaja de que gozaban pocos de los que a laciudad se haban recogido; y otros, finalmente, que del dere-cho de patronato, porque as se llamaba y se llama hoy toda-va la proteccin que aquellos dispensan; creyndose que deuno de los que vinieron con Evandro, llamado Patrn, decarcter benfico, y auxiliador para con los miserables, se leorigin a este acto aquella denominacin. Con todo, me pa-rece se aproximar ms a lo cierto el que diga que Rmulo,queriendo por una parte excitar a los primeros y ms pode-rosos a usar de una proteccin y celo paternal con los hu-mildes, y por otra ensear a stos a no temer ni tener enodio la autoridad y honores de los principales, sino ms bienmirarlos con benevolencia, tenindolos por padres y salu-dndolos como tales, con esta mira les dio aquel nombre: ases que aun ahora a los que son del Senado los extranjeros lesllaman prceres; pero los Romanos les dicen padres cons-criptos, usando del nombre que entre todos tiene ms dig-nidad y honor, sin ninguna odiosidad. Al principio, pues,slo les decan padres; pero ms adelante, habindose au-mentado el nmero, les dijeron padres conscriptos. Estenombre fue el que les pareci ms respetuoso para significarla diferencia entre el consejo y la plebe; pero an distinguide otro modo a los principales respecto de sta, llamndolospatronos, esto es, protectores; y a los plebeyos, clientes,como dependientes o colonos, estableciendo al mismotiempo entre unos y otros una admirable benevolencia, fe-cunda en recprocos beneficios: porque aquellos se consti-tuan abogados y protectores de stos en sus pleitos, yconsejeros y tutores en todos los negocios; y stos los reve-

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    renciaban, no slo tributndoles obsequio, sino dotando lashijas de los que venan a menos, y pagando sus deudas; y aatestiguar no se obligaba, ni por la ley ni por los magistra-dos, o al patrono contra el cliente, o al cliente contra el pa-trono. Ahora ltimamente, con quedar las mismas lasobligaciones de unos y otros, se ha considerado ignominiosoy torpe el que los poderosos reciban retribucin pecuniariade los clientes. Mas basta de estas cosas por ahora.

    XIV.- En el cuarto mes despus de la fundacin se veri-fic, como Fabio refiere, el arrojo del rapto de las mujeres.Dicen algunos que el mismo Rmulo, siendo belicoso porndole, y excitado adems por ciertos rumores de que el ha-do destinaba a Roma para hacerse grande, criada y manteni-da con la guerra, se propuso usar de violencia contra losSabinos, como que no robaron ms que solas treinta donce-llas, lo que ms era de quien buscaba guerra que casamien-tos; pero esto no parece acertado, sino que, viendo que laciudad en brevsimo tiempo se haba llenado de habitantes,pocos de los cuales eran casados, y que los ms siendo ad-venedizos, gente pobre y oscura, de quienes no se hacacuenta, no ofrecan seguridad de permanecer; y contandocon que para con los mismos Sabinos este insulto se habade convenir en un principio de afinidad y reunin por me-dio de las mujeres, cuyos nimos se ganaran, le puso porobra en este modo: hizo antes correr la voz de que habaencontrado el ara de un dios que estaba escondida debajo detierra: llambanle al dios Conso, o por presidir al consejo,porque an ahora al cuerpo de consejeros llaman Consilio, y

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    Cnsules a los primeros magistrados, como previsores; opor ser congregacin ecuestre a Neptuno, porque su ara enel Circo Mximo est siempre cubierta, y slo se manifiestaen los juegos ecuestres; mas otros quieren que esto precisa-mente sea porque, siendo de suyo el consejo secreto e in-comunicable, no sin justa razn se supuso ser de este diosun ara que estaba escondida debajo de tierra. Luego que laencontr dispuso con esta causa un solemne sacrificio, ycombates, y espectculos con general convocacin: concu-rri gran gento; y Rmulo estaba sentado con los principa-les, adornado con el manto. Era la seal para el momento dela ejecucin levantarse, abrir el manto y volver a cubrirse; yhaba muchos con armas que aguardaban la seal. Dada sta,desnudaron las espadas, y, acometiendo con gritera, roba-ron las doncellas de los Sabinos; y como stos huyesen, losdejaron ir sin perseguirlos. En cuanto al nmero de las ro-badas, unos dicen que no fueron ms que treinta, de las quetomaron nombre las Curias; Valerio de Ancio, que sete-cientas veintisiete; pero Juba, que fueron seiscientas ochentay tres do