Upload
genry-german-aguilar-tacusi
View
2.909
Download
5
Embed Size (px)
Citation preview
Encuentra las videosclases en: http://www.youtube.com/channel/UCgZGxUTlxGuZV3MYDcLWEBg?feature=watch
FRACTURA DE HUMEROOSTWALD AVENDAÑO TAPIADOCENTE PRINCIPAL DE TRAUMATOLOGIA Y ORTOPEDIA
FRACTURAS DEL EXTREMO SUPERIOR DEL HUMERO
Fracturas del extremo superior del Humero
Corresponde a las fracturas de:
La cabeza humeral
Del troquíter (a)
Del cuello del húmero
(b: del cuello anatómico)
1. Fracturas de la cabeza humeral aislada (epífisis proximal)
Son muy poco frecuentes y consisten en hundimientos o rasgos de fractura que habitualmente necesitan tratamiento conservador.
Tratamiento conservador para el manejo del dolor e inmovilización con cabestrillo y rehabilitación.
2. Fracturas del troquíter
Se refiere básicamente a la fractura de la gran tuberosidad de la cabeza humeral (troquíter) que da inserción al músculo supraespinoso.
Se describen tres tipos de fracturas del troquíter:
* Fractura conminuta con gran compromiso óseo.
* Fractura sin desplazamiento del fragmento. * Fractura con desplazamiento del fragmento.
Fractura del macizo del troquíter
Generalmente se produce por un violento golpe directo de la cabeza humeral, en una caída de lado contra el suelo.
En la mayoría de los casos compromete todo el cuerpo del troquíter, que se fragmenta en dos o más segmentos y a veces adquiere el carácter de una fractura conminuta.
A pesar de ello, los fragmentos no se desplazan.
El pronóstico es bueno y la consolidación es rápida.
Fractura del macizo del troquíter
El brazo se mantiene sostenido por un cabestrillo por 2 a 3 semanas, cuidando desde el primer momento de ejercitar movimientos de flexión anterior y posterior del hombro, rotación y luego movimientos de abducción controlados y sin que provoquen dolor.
Al cabo de 2 a 3 semanas la movilidad del hombro se empieza a recuperar y la función se hace completa entre 1 a 2 meses.
Fractura del macizo del troquíter El grado de recuperación así como el
plazo para conseguirla, depende de: * Edad del enfermo; pasados los 45 años el
riesgo de limitación a la abducción es progresivo. * Grado de contusión muscular,
especialmente del deltoides. * Grado de la potencia de los músculos del
hombro. * Obesidad. * Grado de comprensión y cooperación del
paciente. En ello juega un papel trascendente la acción
estimulante psicoterápica del médico.
Fractura del macizo del troquíter
Estos enfermos deben estar sometidos a un control muy estrecho.
En la mayoría de los casos es innecesaria la inmovilización con un vendaje tipo Velpeau.
Iniciar de inmediato la actividad muscular y articular.
Fractura del vértice del troquíter sin desplazamiento
Es una típica fractura por arrancamiento. La tracción arranca la base de la zona de inserción del músculo.
Con frecuencia el fragmento desprendido no se desplaza; el pronóstico es bueno y el tratamiento sólo requiere de inmovilizar el brazo en un cabestrillo por 2 a 3 semanas, cuidando de mantener la movilidad del hombro en actividad.
Las medidas de rehabilitación deben ser muy controladas en enfermos de más de 45 años.
Fractura del troquíter con desplazamiento
Por la violencia de la caída, la tracción del supraespinoso es extremadamente violenta, la radiografía lo muestra sobre la cabeza humeral o bajo el acromion.
El fragmento desprendido debe ser reducido y fijado en su posición normal.
Ello requiere una intervención quirúrgica (osteosíntesis) e inmovilización en férula de abducción.
Si el fragmento del troquíter queda definitivamente desprendido de la cabeza humeral, la acción del supraespinoso queda abolida y el movimiento de abducción del brazo queda fuertemente limitado.
Fracturas del troquíter Sintomatología
Las distintas fracturas de este grupo presentan una sintomatología común.
Hay dolor de regular intensidad, limitación o imposibilidad al movimiento de abducción. Los movimientos de extensión anterior y posterior son posibles.
No es infrecuente la consulta tardía, sea porque el dolor es poco relevante o porque el movimiento de extensión anterior y posterior del hombro se conservan, a veces en rangos muy amplios.
Fracturas del troquíter Sintomatología
El pronóstico en general es muy bueno; la movilidad del hombro se recupera.
El músculo deltoides, motor principal del movimiento, se atrofia con extraordinaria rapidez y su recuperación suele ser muy lenta y difícil.
Los ejercicios de rehabilitación deben ser iniciados tan pronto haya una unión sólida del segmento óseo fracturado.
Fracturas del troquíter Sintomatología
Factores adversos a la buena recuperación: Inadecuada rehabilitación Pasados los 45 a 50 años de edad la
rehabilitación es progresivamente más difícil. Musculatura con desarrollo deficiente. Obesos. Arrancamiento óseo con desplazamiento del
fragmento. Diagnóstico tardío.
3. FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO
También denominada por algunos autores como "fractura subcapital", estimando que no procede diferenciar aquellas propiamente subcapitales de
aquéllas ocurridas a nivel del cuello anatómico.
En algunos textos son tratadas en un capítulo común.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO
GENERALIDADES Son fracturas que se producen
generalmente en personas mayores de 50 años. En la mayoría de los casos, es
consecuencia de un mecanismo indirecto en que el enfermo cae hacia adelante o hacia el lado, y busca apoyo con todo el miembro superior extendido y apoyado contra el suelo.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO
GENERALIDADES El brazo se constituye en un largo brazo
de palanca con apoyo fijo en la articulación del hombro.
A esa edad, generalmente hay ya un proceso de osteoporosis, el hueso cede y la fractura se produce.
Al movimiento referido se agrega una torsión interna o externa del brazo, y el extremo distal de la fractura puede girar en uno u otro sentido.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Síntomas
Son muy claros e inequívocos. Sin embargo suelen no serlo tanto para los enfermos. Por ello no es infrecuente la consulta tardía.
La aparente levedad del traumatismo, el dolor tolerable y la movilidad parcialmente conservada por el encajamiento de los fragmentos, hacen que el paciente atribuya todo ello a una contusión del hombro; no es infrecuente que para el médico de poca experiencia piense lo mismo.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Síntomas
La consulta se realiza ante la persistencia de los signos y la aparición de una extensa equímosis que desciende a lo largo de la cara interna del brazo.
Dolor, impotencia funcional al movimiento de abducción del brazo y equímosis tardía en la cara interna del brazo, son los signos prominentes de las fracturas de este tipo.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Radiografia Son necesarias radiografías en dos planos:
antero posterior y axial. La sola proyección antero posterior no
nos informa de la verdadera posición del extremo distal de la fractura; puede corresponder a una fractura no encajada, en que el fragmento distal está por delante o por detrás del proximal.
No resulta fácil ni conveniente elevar el brazo para conseguir la proyección céfalo-caudal; más apropiada es la proyección lateral o retro-esternal.
Fracturas por contusión
Producidas por un mecanismo directo, al golpear la cara externa del hombro contra el suelo o al recibir una contusión por un impacto directo.
En ellas hay una fractura de rasgo transversal, que cruza el cuello del húmero, en general sin gran desplazamiento de los fragmentos ni deformación de los ejes; con frecuencia las superficies de fractura se encuentran firmemente encajadas.
La contusión directa contra el extremo superior del húmero, suele determinar además una fractura, a veces con uno o varios rasgos de la masa del troquíter.
Fracturas por contusión Son fracturas estables, de buen pronóstico
y para su tratamiento requieren inmovilización relativa del brazo en cabestrillo, Velpeau o yeso que comprometa desde el hombro hasta el codo, sin que impida su movilidad.
Como en las fracturas anteriormente descritas, debe cuidarse de mantener activos los movimientos de flexión anterior y posterior del hombro, y ya a las 2 a 3 semanas, se inician los movimientos de abducción del brazo.
Si fuese necesario una inmovilización con Velpeau, generalmente debido al dolor de la fractura, debe ser retirado antes de los 15 a 20 días e iniciar los movimientos del hombro. La recuperación se logra en el curso de 1 a 2 meses y no debe esperarse limitación del movimiento de la articulación.
Fracturas por aducción
Se produce por caída directa, golpeando el hombro contra el suelo, quedando el brazo en posición de aducción.
El rasgo de fractura es sensiblemente horizontal, impactado contra la cabeza humeral en su mitad interna, de modo que el ángulo céfalo-diafisiario del húmero se encuentra más cerrado en 15, 20 ó más grados; el eje del brazo se ha desviado en aducción.
Es frecuente que además el segmento diafisiario gire en su eje longitudinal, en un movimiento de rotación interna.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Tratamiento
En la mayoría de los casos no es necesaria ninguna maniobra de reducción. Desde respetarse lo impactado en que se encuentran ambos fragmentos; la estabilidad queda así asegurada, el proceso de consolidación es rápido y la rehabilitación puede iniciarse con relativa rapidez.
Puede bastar la inmovilización con un yeso que descienda desde el hombro hasta el codo, sin comprometer su movilidad. El brazo se sostiene en un cabestrillo.
Se mantiene esta inmovilización por 3 a 4 semanas, con ejercicios pendulares del brazo, iniciando los movimientos de abducción después de 2 a 3 semanas.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Tratamiento Ninguno de los movimientos con que se inicia
la recuperación deben provocar dolor. Si en un principio se consideró necesaria la
inmovilización con un Velpeau, debe ser retirada a los 15 ó 20 días, y la rehabilitación del movimiento del hombro debe ser fuertemente estimulada.
La angulación de los ejes céfalo-diafisiarios, no determinan una incapacidad importante en el movimiento de abducción del brazo, considerando que la desviación no sobrepasa en general más allá de los 20 a 30 grados.
Más trascendente que esto, es el haber respetado la impactación de los fragmentos de fractura, que permitieron una consolidación rápida y una rehabilitación precoz.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Tratamiento
Sin embargo, debieran ser consideradas dos situaciones en que esta tolerancia tiene límites:
** Gran desplazamiento de los fragmentos. El extremo distal de la fractura está descoaptado en forma completa, colocándose enteramente por delante, atrás o dentro del fragmento proximal. La reducción ortopédica suele ser muy difícil, la estabilidad de los fragmentos es precaria y con frecuencia exige un tratamiento quirúrgico.
** Fracturas con acentuada desviación en varo del segmento distal en pacientes de menos de 40 a 45 años.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Tratamiento
La acentuada desviación en varo del húmero, se constituye en una fuerte limitante del movimiento de abducción del hombro.
Ello puede ser poco trascendente en el enfermo de edad avanzada; en él adquiere mucho más valor el encajamiento de los fragmentos, que garantiza una consolidación rápida, y una movilización precoz, aun cuando la abducción pueda quedar parcialmente limitada.
Esta situación no debe ser tolerada en el paciente joven, en quién la limitación del movimiento de abducción se constituye en una grave incapacidad.
FRACTURAS DEL CUELLO DEL HUMERO - Tratamiento Los fragmentos deben ser reducidos;
las superficies de fractura deben ser desimpactadas y el húmero se lleva en un movimiento de abducción.
Recuperado el eje del hueso, se inmoviliza en un yeso hombro-brazo péndulo, en una férula de abducción, según sea el grado de estabilidad de la fractura.
Se retira el yeso de abducción (toraco-braquial), en un plazo de 30 a 50 días y se continúa con el brazo suspendido de un cabestrillo.
Fractura de húmero inicial y fijación posterior
Fractura de húmeroNo unión
Fractura proximal húmero
Fractura proximal húmero
Fractura inicial
No unión
Fijación
FRACTURAS DE LA DIAFISIS DEL HUMERO
Generalidades En la inmensa mayoría de los casos
se presentan en adultos, en plena actividad y como consecuencia de acciones violentas, directamente
aplicadas sobre el brazo. Golpes directos, caídas de lado en que el brazo se estrella contra un borde
duro sobre el cual se hace palanca, accidentes automovilísticos, impacto de bala contra el hueso, son mecanismos
muy frecuentes.
Generalidades
En general la fractura se produce por un
trauma violento y por ello es dable esperar que haya lesiones secundarias,
ya sea producidas por el agente traumático mismo o por el segmento óseo
fracturado. La lesión del radial y, menos
frecuente, de la arteria humeral, obedecen a algunas de estas causas.
Generalidades
Si la fractura se ha producido por un trauma de poca intensidad al apoyarse simplemente sobre el codo, o al lanzar con fuerza una
piedra, etc., debe hacer sospechar de inmediato en una fractura en hueso patológico (metástasis,
mieloma, quistes, displasia fibrosa, etc.).
Variedades Anatómicas
Son múltiples las formas de fracturas y ello está determinado por el mecanismo de producción.
Un golpe directo sobre el brazo provoca una fractura de rasgo único y
horizontal; Será oblícuo o espiroídeo, en un
movimiento de rotación brusco e intenso; Habrá varios fragmentos en un aplastamiento del brazo contra un plano duro (suelo) o por acción de un proyectil.
Síntomas Como en toda fractura diafisiaria, es posible
encontrar casi todos los síntomas y signos: dolor, impotencia funcional, movilidad
anormal, crépito, deformación del contorno del brazo, alteración de los ejes, etc.
Con frecuencia el desplazamiento de los fragmentos es evidente, y está determinado, sea por la fuerza del impacto mismo, o por la acción de las masas musculares insertadas
en los fragmentos libres. El nivel de la fractura, en relación a los
puntos de inserción muscular, es determinante en el desplazamiento de los
fragmentos.
Tratamiento
Hay ciertas circunstancias que rodean a estas fracturas, que hacen
necesario tener presente algunas medidas de tratamiento urgente:
Ocurren en campos deportivos, accidentes automovilísticos, caídas del caballo, de la bicicleta, de patines, en el
esquí, etc. Son dolorosas y el brazo péndulo
exacerba el dolor; la movilidad anormal y la contractura de las masas musculares acrecientan el dolor y la angustia del
paciente.
Tratamiento Se debe proceder con rapidez:
Si resulta fácil, sacar la ropa y descubrir el brazo fracturado.
Si fuese posible, inyectar analgésico intramuscular o
endovenoso. Si las condiciones aún son
mejores, inyectar anestésico en el foco de fractura (novocaína,
xilocaína). Tracción en el eje suave y
sostenido para alinear y desrotar los fragmentos.
Tratamiento Inmovilizar el brazo con férulas
rígidas de cartón, tablillas de madera o yeso, desde el hombro hasta el codo, manteniendo la tracción.
Si ello no fuese posible, fijar el brazo al tórax e inmovilizarlo con un
vendaje tipo Velpeau con vendas de género o yeso.
Es importante investigar la existencia de una parálisis radial y, de existir,
dejar consignado el hecho. Así inmovilizado, enviar a un servicio de la
especialidad.
Tratamiento Definitivo La diáfisis del húmero se encuentra
envuelta por masas musculares muy bien vascularizadas, que le aportan al
hueso una abundante irrigación. La masa muscular y la aponeurosis
que la envuelve, se constituyen en un activo manguito compresivo, que ayuda a fijar y mantener la alineación de los
fragmentos. El peso mismo del brazo actúa como
una suave tracción longitudinal, y consigue deshacer las angulaciones y el
acabalgamiento si los hubiera.
Tratamiento Definitivo
La reducción así conseguida se conserva, gracias al manguito muscular
que le es propio al húmero. Ello hace que la reducción sea fácil de
conseguir y de mantener; en la mayoría de los casos no son necesarias complejas
maniobras de reducción ni mucho menos están indicadas la intervención quirúrgica
con este objetivo. En estas condiciones, la consolidación es rápida y clínicamente el foco de fractura
está bastante firme a la décima semana.
Tratamiento Definitivo La inmovilización definitiva se
consigue con un férula de yeso que desciende desde el acromion por la cara
externa del brazo, rodea al codo y se dirige hacia arriba por la cara interna hasta la
axila. (U) Mientras se coloca el yeso debe
mantenerse una sostenida tracción desde el codo, para conseguir la corrección de la
angulación y del acabalgamiento si los hubiera.
Se fija la férula con un yeso circular, o con un vendaje elástico suavemente
compresivo.
El antebrazo se sostiene en un cabestrillo
Yeso colgante
Tratamiento Definitivo
Deben iniciarse movimientos del hombro, codo, mano y dedos, desde el
primer día. En circunstancias especiales, la
inmovilización de yeso descrita puede ser sustituida por un manguito plástico que abarca desde el borde inferior de la axila
hasta encima de la epitroclea. Sujeto con correas circulares permite ajustar la compresión en la
medida que el edema vaya desapareciendo (técnica de Sarmiento).
Tratamiento Definitivo Cualquiera sea el tipo de
inmovilización elegido, se mantiene por un plazo de 6 a 8 semanas.
Se comprueba firmeza en el foco de fractura, ausencia de dolor y posibilidad de movilizar las
articulaciones. El control radiográfico realizado en
esta oportunidad puede no demostrar signos suficientes de consolidación.
El callo aún no esta osificado del todo, pero el proceso de consolidación existe y llegará a su fin en poco tiempo
más.
Tratamiento Definitivo
Los signos clínicos de firmeza del foco de fractura, ausencia de
dolor, mayor libertad para realizar movimientos simples, tienen una significación mayor que la imagen
radiográfica. La inmovilización puede ser
retirada, el brazo queda sostenido por un cabestrillo y se continúa con
la actividad de todas las articulaciones y masas musculares.
Tratamiento Definitivo El procedimiento terapéutico descrito es suficiente para tratar en
forma correcta la gran mayoría de las fracturas de la diáfisis humeral.
Se consigue la corrección de angulaciones, rotaciones y
cabalgamiento de los fragmentos que en un principio pudieron ser muy
notorias, y que quizás despertaron la sospecha que no pudieran ser
reducidas con tan simples métodos ortopédicos.
Tratamiento Definitivo
La consolidación es rápida y los resultados funcionales en general
son excelentes. Pequeñas angulaciones (5 a 10°)
o cabalgamiento (1 a 2 cm), o rotación de los fragmentos, no
interfieren en los buenos resultados estéticos ni funcionales.
Técnicas de reducción e instrumentación
Compromiso del nervio radial Es una complicación relativamente
frecuente (19%). Se presenta en fracturas que
comprometen la porción media de la diáfisis, dada la estrecha relación entre el nervio y la
diáfisis del húmero. No son raras la lesiones del nervio en
fracturas del tercio distal, con desplazamiento, angulación y
acabalgamiento del segmento distal. A este nivel, el tronco nervioso va
firmemente aplicado al hueso por los músculos y tabiques aponeuróticos;
difícilmente puede escapar al desplazamiento óseo y queda comprimido o
traccionado por ellos.
Compromiso del nervio radial La reducción manual del
desplazamiento de los fragmentos no logra liberar al tronco nervioso de su
aprisionamiento junto a los fragmentos y en los intentos de reducción puede agravarse el
daño ya producido. En otro sentido, la lesión del radial por
fracturas del húmero por armas de fuego o por graves fracturas expuestas, adquieren una especial gravedad, y con frecuencia la
lesión es candidata a una exploración y reparación quirúrgica.
• Exceptuando estas dos circunstancias, en todas las demás la lesión del nervio
corresponde a una neuropraxia, de carácter benigno, de recuperación espontánea.
Compromiso del nervio radial
El diagnóstico de la lesión es fácil y los signos que la identifican son evidentes:1. Mano caída o mano
péndula. 2. El movimiento de supinación está
perdido. 3. También lo está el movimiento
de extensión de los dedos en las articulaciones metacarpo falángicas y del
pulgar. 4. Disminución de la sensibilidad del
dorso de la mano, lado radial.
Compromiso del nervio radial La complicación debe ser
diagnosticada de inmediato y consignada en el protocolo de ingreso.
No son pocos los casos en que el médico ha sido injustamente inculpado como
responsable de la complicación. Resulta poco menos que imposible liberarse de la imputación, si ella no fue
registrada en forma previa a la iniciación del tratamiento.
Resulta aconsejable informar de inmediato de la existencia de la complicación y sus consecuencias a sus familiares directos;
si las circunstancias lo permiten, debe pedirse la asesoría del neurólogo, que confirma y perfecciona el diagnóstico.
Compromiso del nervio radial
Teniendo presente que en no menos del 85% de los casos la lesión
neurológica se recupera en forma espontánea en un plazo variable de 4 a
12 semanas, no está indicada la exploración quirúrgica precoz.
Si transcurrido este plazo no existieran signos clínicos ni
electromiográficos de recuperación, se debe pensar en la conveniencia de una
exploración quirúrgica y neurológica del tronco nervioso.
Compromiso del nervio radial
Mientras la recuperación se va produciendo, debe cuidarse que la función
muscular comprometida sea por una correcta kinesiterapia, complementada con
estimulación eléctrica de la función muscular.
Así mismo, debe cuidarse de la posición de la mano y dedos, evitando, con
férula antebraquio-palmar, la posición viciosa de la mano.
No debe descuidarse el apoyo psíquico del enfermo, que puede caer en estados de
angustia y depresión frente a una recuperación más lenta de lo que esperaba.
Indicaciones Quirúrgicas de las Fracturas de diáfisis de húmero
Son extremadamente raras, y su indicación debe ser considerada como
excepcional. Son pocos los servicios de la especialidad en que todavía se mantiene
como norma la osteosíntesis como tratamiento de elección en este tipo de
fracturas. Son mucho más frecuentes y
graves las complicaciones derivadas del acto quirúrgico, que aquéllas generadas
por el tratamiento ortopédico.
Indicaciones Quirúrgicas de las Fracturas de diáfisis de húmero
Retardo de consolidación, Pseudo artrosis,
Elementos de osteosíntesis que se desprenden de los extremos óseos.
Compromiso del Nervio radial, Secuelas cicatriciales en los músculos del brazo,
Infecciones, constituyen una lista de complicaciones no poco
frecuentes.
Indicaciones Quirúrgicas de las Fracturas de diáfisis de húmero
Las indicaciones legítimas nacen de situaciones directa o indirectamente
creadas por la fractura misma: Importantes desviaciones de los
fragmentos, irreductibles. Casi siempre la causa está en la
interposición de partes blandas. Signos clínicos y radiológicos evidentes, que
revelen un acentuado retardo o ausencia de consolidación transcurridos 2 a 3 meses de un tratamiento correctamente realizado.
Deben ser objeto de una exploración, seguida de fijación quirúrgica.
Indicaciones Quirúrgicas de las Fracturas de diáfisis de húmero
Compromiso del radial que, después de 2 a 3 meses de evolución, aún no
manifieste signos de recuperación. La intervención va dirigida a resolver
el problema neurológico; la fractura suele estar ya consolidada.
El compromiso tardío del radial por atrapamiento del tronco nervioso por el
callo óseo es excepcional. En el politraumatizado, el manejo de las
múltiples lesiones de estos enfermos se ve grandemente entorpecido por la fractura del
húmero, que difícilmente puede ser inmovilizada por métodos ortopédicos.
Indicaciones Quirúrgicas de las Fracturas de diáfisis de húmero
Fracturas del húmero en enfermos agitados, excitados, con patología
psíquica, alcohólica, etc. En ellos resulta imposible mantener la
inmovilización ni la reducción por métodos ortopédicos.
Fracturas en hueso patológico (metástasis, mieloma, quistes, etc.).
La indicación quirúrgica es doble: resolver el problema de la fractura con
una osteosíntesis estabilizadora, y obtener material para una biopsia que
determine el diagnóstico correcto.
Fracturas de diáfisis de húmero
FRACTURAS DE HUMERO DISTAL
FRACTURA DE HUMERO DISTAL Las fracturas del humero distal plantean
difíciles decisiones terapéuticas . Las fracturas con mal pronostico son las
articulares completas, bicondíleas y las supracondileas multifragmentarias.
La inmovilización prolongada como la tracción provocan rigidez, para evitarlo se
requiere la reducción y fijación estable estas fracturas e iniciar una movilización activa
precoz para obtener el mejor resultado posible.Otros factores que influyen en el resultado son:
Edad Tipo de fractura
Lesiones de partes blandas
Fracturas del extremo distal del Humero
Las Fx de esta región son causadas con mayor frecuencia por un traumatismo indirecto del codo como resultado de una caída del brazo
en extensión. En adultos se producen con más frecuencia como consecuencia de un traumatismo directo
ej. Lesión por rozamiento oblicuo del codo apoyado en la ventanilla de un auto.
Aplastamiento por objetos , traumatismo sobre codo directamente.
El resultado es una fractura intercondílea en T, donde la carilla articular puede estar
comprometida. El pronostico de este tipo de fx en adultos es
peor que en los niños, al menos en términos de recuperación de la función.
Tipos de Fracturas del extremo distal del humero
Fx sin desplazamiento Fx en extensión Fx supracondileas con
desplazamiento Fx en flexión Fx epifisiaria del extremo distal Fx del còndilo humeral y de la
epífisis distal Fx epitrocleares y trocleares
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Clasificación º Tipo A ( extra articulares) las fracturas son por avulsión de los
cóndilos se asocian habitualmente con luxaciones
Tipo B son fx multifragmentarias
Tipo C son poco frecuentes y fáciles de fijar
Tipos de Fracturas intercondileas en T ( Riseborough y Radin )
Tipo I Fx intercondílea en T con separación de los fragmentos ( tróclea y còndilo humeral),
pero sin rotación apreciable en el plano frontal.
Tipo II Separación y significativo desplazamiento rotacional.
Tipo III Fx tipo intercondílea en T con grave lesión conminuta de las caras articulares y
amplía separación de los condilos.
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Problemas neuro vasculares Pueden producirse graves lesiones de
cualquiera de los nervios y vasos que atraviesan el codo.
Si la arteria humeral se encuentra seccionada la excelente circulación colateral
mantiene la irrigación de los tejidos del antebrazo.
La sedición o la anestesia permiten emplear una ligera tracción durante el estudio
radiográfico. La fijación y el acceso quirúrgico varían según
el tipo se fractura, por lo que una clasificación precisa de la fractura es esencial.
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Se debe reconstruir de forma cuidadosa los fragmentos de la tróclea para que se ajusten bien a la diafisis.
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Clasificación Tipo A: la fijación es raramente necesaria, ya que la lesión principal es la luxación, para ello se usa los tornillos
canulados de 4 mm que son mas seguros que las agujas de
Kirtschner. Tipo B es esta se sospecha de
lesión troclear y se puede usar una placa o tornillos introducidos
de atrás hacia delante sin penetrar en la articulación.
Tipo C se requiere placas para una estabilidad adecuada y agujas
de Kirtschner solo para fijación provisional.
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Tratamiento quirúrgico En estas fracturas se requiere una
fijación interna estable clásica no basta solo tornillos y agujas ya que la movilidad es frecuente los movimientos activos deben comenzarse a las 24h.
Las fracturas articulares requieren una deducción abierta y fijación interna clásica con reconstrucción anatómica y osteosintesis rígida.
Tratamientos Conservador u Ortopédico
Quirúrgico. Las posibilidades del tto deben ser vistas
con pronostico, ya que las posibilidades son:
Manipulación, en busca de alineamiento y colocar yeso circular
Fracción esqueletica trans olecraneana, en extensión de codo
y /o flexión de codo. Posteriormente la colocación de una
férula y màs tarde un yeso circular. No olvidar que es otra articulación
que va pronto a la rigidez.
TratamientosSi la fx tiene trazo articular desplazado, el tto
quirúrgico deberá ser el indicado.Aun así este tipo de tto no es satisfactorio o tiene
malos resultados por lo que debe el paciente ser informado.
Pues la utilización de material de osteosintesis es variado desde:
Agujas de kitschnnerTornillos canulados
Placas de reconstrucción y tornillosPlacas IPF
Placas de mínimo contacto.Bulones transficciantes.Tornillos de esponjosa
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Tratamiento post – operatorio Después de una fijación no es necesario
poner yeso por el riesgo de Síndrome Compartimental.
Riesgos y complicaciones Rigidez Pseudoartrosis Infección Neuroapraxia Movilización de fijación sólida
FRACTURA DE HUMERO DISTAL
Resultados Valoración por la Escala de Eassebaum Excelente: no dolor, pérdida de
flexión o extensión menor de 15º Bueno: extensión entre 20 -120 º Regular: flexión menor a 110º
75 -80% Fractura de humero distal con buenos resultados
CUZCO - PERU