Apreciado amigo(a) de FUNFEH

Al iniciar en Febrero del 2013 nuestras lecturas mensuales han recibido las principales vertebras de la columna del modelo de Inteligencia Espiritual, que axialmente fundamentan nuevos conceptos, de la au-toría de Petronio Tam, llamados a convertirse en paradigmas de universal aceptación en el presente siglo:

a) Las Leyes Universales Espirituales que gobiernan la otra mitad de nuestra Realidad Holística (Di-ciembre/13, Enero y Febrero/14);

b) Los niveles cuántico, biológico, psicológico y evolutivo de la Mente individual del Espíritu (Marzo y Abril/14); c)

El Periespíritu, sus chakras, meridianos, prana y auras, como segunda interfase comunicativa entre el cuerpo físico y la mente espiritual (Mayo/14);

d) El concepto de Paradigma para una ciencia holística (Julio/14); e) El Cerebro como interfase psi-cológica del cuerpo físico (Agosto/14);

f) La conciencia no está en el Cerebro sino en el Espíritu (Septiembre/14); g) El ego como programación de la conciencia psicológica (Octubre/14); y, h) El Simbre o Yo superior como la programación transtemporal y eterna del Espíritu, y sus herra-

mientas conceptuales prácticas para la vida(Noviembre,(Diciembre/14 y Enero/15); y i) El Espíritu y el Alma (Febrero/15) j) La Meditación con Inteligencia Espiritual (Marzo/15)

Usted apreciado(a) lector(a) probablemente tiene archivado en su biblioteca virtual todas las anterio-res lecturas, que representan el eje central del modelo de Inteligencia Espiritual (IEs); y, habrá podido asimilarlas como nuevas verdades, mejor, interiorizarlas con amor de simbre. El anterior bagaje de cono-cimientos, sirve ahora para explicar el último eslabón axial del modelo IEs, el significado holístico de La Muerte y la introducción al análisis del Más allá que iniciamos desde la lectura del mes de Abril del pre-sente año, cuya Tercera parte le hacemos llegar ahora en el presente mes con la revisión de la Reencarna-ción convencional.

Podemos enviarle a pedido las lecturas de los meses que le hicieran faltan. Por favor transmita que do-namos nuestra obra de Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento para las bibliotecas de co-legios y universidades; y continúe informándonos de nuevos contactos en instituciones interesadas en recibirlas electrónicamente. Muchas Gracias a quienes ya lo están haciendo!

Estamos obsequiando el Glosario a quienes deseen ser miembros del Club de Amigos de FUNFEH. Seguimos invitándoles a preguntar o consultarnos por e-mail a petroniotam@gmail.com.

Gracias también por compartiendo las lecturas entre vuestro círculo personal y profesional!

Adelina Álvarez Villa Directora de Operaciones - FUNFEH

Junio 2015

Para quienes no reconocen las siglas de FUNFEH - Colombia

Les ayudará saber que estas lecturas son obra de Petronio Tam

MBA de Stanford University, MA de la Universidad ESAN, Ingeniero de la UNI de Lima y fundador de FUNFEH

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Muy apreciado(a) lector(a)

Con las entregas mensuales anteriores tienen a su alcance novísimos enfoques, de nuevos paradig-mas direccionados a ser próximos referentes éticos de universal aceptación, para superar, con conoci-mientos racionales, importantes paradigmas obsoletos sobre la compleja naturaleza cuerpo-mente-espíritu, el origen de la vida biológica, cómo funciona la mente y la conciencia están más allá del cere-bro; y, el concepto científico que prueba la existencia de Dios y sus leyes espirituales y materiales. Cada vez que trascendemos el Ego, en nuestro sistema Ego-Simbre, nos acercamos al objetivo ulterior y su-premo de nuestra existencia, creciendo en sabiduría (verdad + amor), hacia Dios como Receptor Univer-sal. La Meditación con Inteligencia Espiritual, nos dirige hacia los alcances inexplorados del poder de nuestra mente, más allá de los límites del reduccionismo materialista de la ciencia actual y de la sociedad convencional, con múltiples beneficios prácticos para la salud física y mental, el fortalecimiento emocio-nal, la creatividad y para comunicarnos con ´el internet espiritual del bien´.

Con el análisis de los diversos conceptos convencionales sobre ´La Reencarnación´ continuamos este mes con un nuevo capítulo sobre el `proceso del “Más allá”, para explorar con coherencia racional el co-nocimiento científico existente integrándolo a lo rescatable del saber de la filosofía y de las religiones. Confiamos que IEs le está ayudando a descartar aquellas confusas e inútiles nociones ancestrales y reli-giosas, que aún gravitan en forma importante en actuales creencias y prácticas fundamentales de nuestra sociedad, que deben ser superadas para salir del nocivo estancamiento generacional, pues impiden el verdadero crecimiento de la espiritualidad humana a través de su existencia.

Aún vivimos, consciente e inconscientemente, dándole gracias a un dios misericordioso y milagrero a quién le pedimos favores personales y temiendo su castigo por nuestros ´pecados´. Hemos presentado las fundamentales leyes espirituales de Dios, cuyas inexorables acciones se bastan para que nuestras vidas sigan su reciclante curso causal, de regreso al Creador Universal, sin necesidad que Él intervenga tantas veces como cada mortal le implore favores y milagros que trasgredan sus propias leyes.

Hemos explicado lo absurdo de creer en dos receptores universales (Dios y el Diablo) y de una sal-vación espiritual inmediatista a través de actos de contrición cuando sembramos dolores ignorando que, por ello, irremediablemente cosecharemos dolores aleccionantes.

IEs ha concluido que debemos asumir individual y colectivamente nuestra propia responsabilidad de continuar creciendo nuestra capacidad de conciencia bajo la inexorable ley de la justicia restitutiva divina y el innegable sentido perfeccionante que se observa en el progreso habido en nuestra historia.

Lentamente una evolución social perfeccionante, en doscientos milenios, ha venido trascendiendo nuestro ego con el simbre, bajo la alquimia de las estructuras básicas de nuestra mente espiritual.

Este proceso ha sido posible reciclando etapas de nuestra vida y muerte biológica, poniendo en práctica el verdadero sentido de la vida, o la razón de ser del Simbre: perfeccionar de ciclo en ciclo, en cada generación, las estructuras básicas que generan mejor y mayor capacidad de conciencia, que per-duran más allá de la muerte física; hecho que parece reflejarse en las creencias reencarnacionistas. IEs continuará explicando con efectividad lo observado, en fenómenos parapsicológicos, en expe-riencia al borde de la muerte y en procesos clínicamente inducidos de suspensión animada, sin las con-tradicciones reduccionistamente materialista que la ciencia actual tiene para no explicarlas o para igno-rar el deber de estudiar su componente espiritual. Su amigo y servidor,

Petronio Tam

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LA MUERTE SU SIGNIFICADO Y EL PROCESO SUBSIGUIENTE

Una visión postconvencional del proceso del Más allá, para quienes estamos más acá

"Una valiente confrontación con una desagradable verdad es todavía la fuente más emocionante e importante de la alegría metafísica". Robert Brustein

EL PROCESO DEL MÁS ALLÁ - Tercera Parte LA REENCARNACIÓN CONVENCIONAL

Según Wikipedia, cuyos apartes reproducimos en cursiva y entre comillas, “la reencarnación es la creencia consistente en que una esencia individual de las personas (ya sea mente, alma, conciencia o energía) adopta un cuerpo material no solo una vez sino varias veces.” Consideraciones preliminares de IEs, sobre su concepto de ´reencarnación´, llamado ´reciclaje encarna-torio´, que se explicará en lecturas posteriores.

Para IEs, la reencarnación será demostrada más adelante, con metodología científica, a través de hechos fácticos, perfeccionando la anterior definición. El ´fundamento general del inconsciente´―término adaptado por IEs del ´fundamento inconsciente´ dado por Ken Wilber a partir del ´fundamento´ de Roger Washburn en la psicología transpersonal― que, aportado en la proporción aleatoria de 50/50 por los pro-genitores es la esencia espiritual o genoma evolutivo que dará origen al simbre de un nuevo ser. El cual ― como también se explicará en lecturas posteriores cuando tratemos sobre ´el reciclaje encarnatorio´ pro-puesto por IEs―, en menos del 80% de los casos, según la decisión de los arquitectos divinos, puede ser ´simbiotizado´ (es decir fusionado pajo el principio mental del simbiotismo) por un precursor espiritual, que sería el equivalente al término ´fundamento arcaico´ de Wilber.

Como se verá en el ´reciclaje encarnatorio´, la tasa efectiva de crecimiento de una población bio-

lógica de cada especie dada y la duración individual promedio de su expectativa de vida, determinan lo que IEs denomina el porcentaje de ´reciclaje encarnatorio´. Que es porcentaje que resulta al dividir el va-lor A entre el valor B. Siendo A, el número estimado total de individuos fallecidos desde que apareció la especie hasta el momento dado de la medición; y B, la población total de individuos biológicamente vivos en ese mismo momento dado.

Un principal error en la creencia de la reencarnación, es que implícitamente se ha venido asu-miendo a través de los 200.000 años de existencia de la especie humana, como homo sapiens, que este porcentaje ha sido siempre, del cien por ciento. Incluso el error se extiende a decir que todos los seres, en cada especie, tienen un ´precursor espiritual´. IEs demostrará que en el proceso del ´reciclaje encarnato-rio´, en una población humana en cualquier momento dado, el porcentaje de reciclaje encarnatorio puede probablemente ser entre el veinte y el treinta por ciento. Así, se habría presentado en el pasado, incluso actualmente, el caso de que hay seres biológicamente vivos sin precursor espiritual, ―que no contiene,

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como lo indica la definición de Wikipedia, indeterminadamente: mente, o alma, conciencia o energía― reencarnado en él.

Bajo la anterior perspectiva, habría un número determinado de seres vivos biológicamente, sin precursor. También hay que considerar que habrá seres con un precursor proveniente de la integración simbiótica-sinérgica de precursores en ascenso evolutivo de especies inferiores. Y por último, ha habido y hay casos en que ni siquiera el número de seres con estos precursores ha sido y es suficiente para todos los humanos vivos en cualquier momento dado de la historia. Por ello, IEs propone, en el punto 4.3 de este Bloque teórico, que el cuarto genoma holístico, el denominado ´genoma evolutivo´ tiene, por el ´principio holográfico´ la autonomía de construir, por propiedades de ´fractalidad holográfica´ de sus componentes constituyentes, el simbre de un nuevo ser durante la formación fetal.

El cual sería, en términos de IEs, el ´fundamento general del inconsciente´, que se puede fusionar con un precursor espiritual, en los casos que lo hubiera. Este precursor sería equivalente al ´fundamento arcaico´ propuesto por Wilber. Así, el precursor ´reencarna´, sólo en el 20 al 30% de los casos, aclaración necesaria para no confundir al lector ni, darle la idea que IEs se adhiere plenamente a la doctrina de la reencarnación, hay otras precisiones más que IEs aclara y que veremos después. Así, IEs ha estimado con-veniente llamar a este proceso ´reciclaje encarnatorio´ de un ´precursor espiritual´ y no ´reencarnación´, que ya éste último es un concepto superficialmente concebido y muy mal difundido y contiene muchas imprecisiones, deja grandes interrogantes y presenta algunas falacias, pero sí usará cuando sea necesario la expresión ´el espíritu que reencarna´; o, ´el precursor que reencarna´.

También es de necesidad aclarar que, este proceso simbiótico nunca es ´involutivo´ es decir que nunca puede pasar, de una especie superior en grado evolutivo a ocupar el cuerpo físico de una especie inferior, como lo sostienen las creencias sin fundamento de algunas religiones orientales. Es decir que, un precursor nunca podría seguir su perfeccionamiento mental, si tuviera que reciclar encarnado en el cuer-po de una especie inferior.

Se recuerda que en la lectura seleccionada Nº 14 de Marzo de 2014, se explica cómo es que cada cuerpo material, contiene en sus moléculas, sus respectivas mente cuánticas, y si está compuesto de célu-las, el cuerpo de cada célula contiene su respectiva mente biológica; y que todo el cuerpo multimolecular y/o multicelular contiene en su espíritu cuatro submentes, cuántica, biológica, psicológica y evolutiva.

En el caso del reino mineral, existen dos tipos de procesos:

a) De ´desencarnación´ donde el espíritu de moléculas complejas, mayormente orgánicas, se pue-den descomponer en moléculas simples, separándose en mentes moleculares unitarias y perdiendo el valor agregado contenido en la submente cuántica, explicada en la mencionada lectura Nº 14 ―los ´purones´ liberados que hacían posible la sinergia, quedan libres para volver a formar sinergia en nuevos ciclos biológicos―; y,

b) De ´encarnación´ donde las mentes de moléculas simples por simbiosis sinérgica ―acción con-junta de dos de los cuatro principios mentales propuestos por IEs―, dan origen a la compleja mente espi-ritual de moléculas compuestas, especialmente orgánicas, incluso para formar seres biológicos, a partir del genoma evolutivo, propuesto por IEs.

La idea tampoco es que el precursor ´adopte´ un cuerpo material, como si tal adopción se dé cómo posible sin mayor explicación justificadamente convincente. El caso propuesto por IEs, es que las EBC´s, del precursor y, de las que desarrollan en el nuevo ser a partir del genoma evolutivo, se fusionen, simbió-

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tica y sinérgicamente ―como se explica bajo cuatro los principios mentales de IEs: Simbiotismo, Sinergis-mo, Fractalidad y Holomovimiento.

Este desarrollo, es paralelo al desarrollo del genoma biológico, químico-genético del ADN, en el mismo ser, de los otros tres genomas holísticos que propone IEs ―el genoma periespiritual, y el genoma psicológico para el desarrollo del ego, que se explicarán más adelante en ´el reciclaje encarnatorio´, para conformar el concepto integral de cuatro genomas holísticos, donde la ciencia oficial, en su reduccionismo materialista, sólo reconoce al genoma del ADN.

Así, la reencarnación clásica o convencional aunque ha estado implícitamente incluida dentro de los modelos de todas las religiones, (excepto la cristiana, incluyendo en ella a la católica), nunca ha podido aportar argumentos integrales, vertebrados y racionalmente convincentes de su existencia. Por ello, la posición no reencarnacionista del cristianismo, se ha facilitado durante casi dieciocho siglos, para influir grandemente en la cultura occidental, que tiende a globalizarse.

Para tener un referente ético universal que llene un gran vacío en el conocimiento del proceso en el Más allá, IEs propone rectificar la creencia reencarnacionista, aportando racionalmente (no con falaces racionalizaciones) argumentos convincentes, científicamente soportados, con el noble fin de explicar la posibilidad real de que las EBC´s de la mente espiritual, que no alcanzan en un solo ciclo encarnatorio a perfeccionarse, puedan llegar a su ´Meta Ulterior´, de llegar a ser parte del Receptor Universal, que le dará a la humanidad el verdadero sentido a su existencia. ―Así, el verdadero sentido de la vida humana nos conduce a la Meta ulterior que ya ha sido explicado en la lectura Nº 11, cual es llegar evolutivamente, de manera progresiva a través de muchísimos ciclos encarnatorios y no encarnables, a la perfección de la mente de su espíritu para calificar a ser parte de la mente perfecta del Receptor Universal.

Los términos dados a los conceptos convencionales de la Reencarnación

Teniendo presente lo expresado en el punto anterior, invito al lector, a seguir revisando el concep-to convencional de la Reencarnación, dado en las siguientes citas de Wikipedia y otras fuentes de la red virtual.

“Esta creencia aglutina de manera popular diversos términos:

Metempsicosis, que viene del término griego ´meta´ (después, sucesivo) y ´psyche´ (espíritu, alma)

Transmigración (migrar a través)

Reencarnación (volver a encarnar)

Renacimiento (volver a nacer)

Recorporación (volver a corporificarse, volver a un cuerpo)” “Todos estos términos aluden a la existencia de un alma o espíritu que viaja o aparece por distintos

cuerpos, generalmente a fin de aprender en diversas vidas las lecciones que proporciona la tierra hasta alcanzar una forma de liberación o de unión con un estado de conciencia más alto.”

“El mismo fenómeno pero sin la creencia en un alma o espíritu:

Metensomatosis; viene de meta (después, sucesivo) y soma (cuerpo).

Palingenesia o palingénesis: procede de palin (de nuevo) y génesis (nacer/principio)” “La creencia en la reencarnación ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, en

las religiones egipcia, griega, hinduista, budista y romana. Está presente en la mayoría de religiones orien-

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tales, como hinduismo, budismo, taoísmo, y también en las religiones no ´adulteradas´ africanas y tribales de América y Oceanía. En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir o aparecer con otro cuerpo (con una personalidad generalmente más evolucionada) ha sobrevivido incluso dentro de las religiones judeocristianas (cristianismo, judaísmo e islam). Las sectas cristianas son prácticamente las únicas que no la contemplan, pero han permanecido bajo la forma de diversas herejías y posturas no oficiales.” ¿Qué dicen sobre LA REENCARNACIÓN?, (los apartes extraídos de Wikipedia se muestran entre comillas y letra cursiva)

La reencarnación en el Hinduismo

“Todas las religiones llamadas dhármicas (con origen en el hinduismo) afirman que la reencarnación existe en un ciclo sin fin (rueda del karma), mientras las buenas acciones o métodos religiosos (buen propósito o dharma) no sean suficientes para causar una liberación o cese de este ciclo.”

“… la transmigración aparece… en forma doctrinal en las escrituras… llamadas Upanishad, que re-emplazaron a los antiquísimos textos épicos no filosóficos llamados Vedas (escritos entre el 1500 y el 600 a. C.). Las Upanishad fueron escritas entre 400 a.C. y 1600 d.C.”

“Cada alma viaja por esta rueda, que abarca desde los semidioses (devas) hasta los insectos (concepto no rescatado por IEs, explicado en 3.2 anterior)… Según el hinduismo popular moderno, el es-tado en el que renace el alma está determinado por sus buenas o malas acciones (karma) realizadas en anteriores encarnaciones… por el mérito o la falta de méritos que haya acumulado cada persona como resultado de sus actuaciones… El libro de Urantia (compendio revelado de muchas religiones) reconoce que lo que sobrevive es todo lo que contribuya al aumento de la conciencia (lo que IEs, llama el ´resimbre´ del precursor).”

“La liberación de la reencarnación en el hinduismo o liberación del samsara, se consigue después de haber expiado o superado su karma, es decir, todas las consecuencias procedentes tanto de sus buenos como de sus malos actos. Este proceso es continuo hasta que el alma individual, Atman, está completamente evolucionada y se identifica o alcanza a Brahman, el creador del mundo, en donde es salvado de la desgracia de la necesidad de más renacimiento ―en este caso, para IEs, no es alma, el cual contiene el periespíritu, sino es el espíritu con su programación raíz llamado simbre.”

En términos de IEs, el desarrollo máximo del espíritu, es cuando ha alcanzado a tener una mente perfecta, pero para ello, debe de terminar su perfeccionamiento escalando las diversas jerarquías divi-nas, como ser superior no encarnable, no solamente no tener que ´reencarnar más.

“El peso del karma se puede modificar con la práctica del yoga (aumento de la conciencia hasta los niveles más altos contemplativos y unitivos, según el grado y la modalidad de yoga), las buenas ac-ciones (generosidad, conservar la alegría interior, responder bien por mal…), el ascetismo (privarse de lo que abotarga los sentidos e impide el crecimiento del alma, o impide la comunicación de los seres supe-riores con el individuo) y el ofrecimiento actual (valor del agradecimiento y de la generosidad).”

Para IEs, esta modificación referida como ´del peso del karma´, se logra rompiendo los bloqueos espirituales de conciencia, que se pueden lograr con ver la lección que trae cada vivencia dolorosa, preferiblemente con la meditación de aquietamiento, o mejor aún de seguimiento cuyo mapa mental

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sea encontrar ´la lección kármica´. Ésta romperá el correspondiente bloqueo, y se modificará favora-blemente el ´peso del karma´ cuando se logra ´la misión´ consecuente con ´la lección´ aprendida.

“Esta identificación sucede mediante prácticas yóguicas y/o ascéticas (para IEs, éstas se sustitu-yen con la realización de misiones altruistas, que enriquecerán el resimbre al lograr el crecimiento de las EBC´s permanentes del simbre). Luego de su última muerte sale del universo, material y se funde en la Luz Divina (la refulgencia que emana del Brahman), con la conciencia de que el alma individual (at-man), y el alma universal (Brahman) son idénticas.” (en coherencia con IEs, en el logro de la perfección espiritual para llegar a ser parte del Receptor Universal)…

“Dependiendo de las acciones buenas o malas, el alma se encarna en una existencia superior, in-termedia o inferior… Las almas de los que hacen el mal, por ejemplo, renacen en cuerpos ´inferiores´ (como animales, insectos, y árboles), o en estados aún más inferiores de vivencia infernal, o en vidas desgraciadas… (Creencia falaz ya indicada y que IEs explicará en el siguiente punto). Esto incluye desde estados de existencia celestiales a infernales, siendo la vida humana un estado intermedio. Este incesan-te proceso recibe el nombre de samsara (vagabundeo)… Las religiones orientales se refieren a ese deam-bular (entretenimiento, codicia, acumulación de bienes, ´matar el tiempo´…), como una vida sin propósi-to ni sentido.”

Para explicar mejor las citas, en letra cursiva´, en los párrafos anteriores, ha sido conveniente re-saltar algunas palabras en negrilla y hacer comentarios aclaratorios entre paréntesis insertados en letras no cursivas.

Comentario de IEs sobre la necesidad de perfeccionarse mediante un reciclaje encarnatorio

Para IEs, en un solo ciclo de vida no se puede alcanzar la perfección de la mente espiritual, esto hace necesario volver a un nuevo ciclo encarnatorio, pero la calidad del resimbre logrado no se pierde, permanece en las EBC´s superiores permanentes que el simbre logró desarrollar, tampoco desapare-cen los bloqueos espirituales existentes al morir biológicamente.

Pero carece de sentido lógico el ´renacer´ en cuerpos inferiores, como animales, insectos, plan-tas, etc. Un ejemplo que ilustra el absurdo es que un estudiante que reprueba el último año de secun-daria, lo obligaran a volver al año anterior, o a primaria o al preescolar. IEs también rechaza la intras-cendencia de “una vida sin propósito ni sentido”, o que el sentido sea puramente egoico, hacia la felici-dad placentera, la prosperidad socioeconómica y/o la prolongación de la salud del cuerpo o del ego.

Por ello, IEs propone trascender el ego, para que el simbre dirija la vida del humano hacia el ´norte´ evolutivo, a ´ultralargo plazo´. Es decir, mientras el cuerpo biológico viva, darle prioridad al ob-jetivo de perfeccionar la capacidad de la conciencia del simbre de la mente espiritual, para crecer en verdad, en amor y en capacidad de hacer el bien con verdad y con amor. Y luego, continuar este ´samsara´, o serie de reciclajes encarnatorios, hasta que el resimbre sea de tal calidad, que ya no sea necesario renacer en el ´laboratorio vivencial´ de este mundo terrenal; y, continuar un nuevo tipo de reciclaje perfeccionante no encarnable, que conduzca a la última meta, cual es integrarse a Dios como Receptor y Creador Universal.

La reencarnación en el Shintoismo

“El shinto no se identificó a sí mismo como religión hasta la llegada del budismo a Japón, por lo que se vio influido en sus creencias. Siendo una mezcla de animismo y chamanismo, ya tenía presente la no-

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ción de reencarnación en forma de espíritus o almas que se relacionaban con los vivos. El shinto no tiene por tanto una soteriología clara de salvación, sino que los japoneses acuden para esto al budismo. Con la absorción de nociones budistas, el shinto convertía a algunos elementos míticos como los llamados kami, en seres que se reencarnan con misiones diversas.”

“Las religiones tradicionales de los diversos países de Asia (como la de los ancestros en China o el shinto en Japón) incorporan la reencarnación e influyen en gran manera en la devoción popular y la cul-tura y el folklore de estos países.” La reencarnación en el Judaísmo

“Había en el judaísmo dos corrientes: los fariseos creían en la resurrección y los saduceos la nega-ban. Pero la resurrección se entendía en una forma terrenal, se resucitaría para volver a llevar una vida terrenal. Sólo resucitarían los buenos. El castigo de los pecadores era la ´muerte eterna´, que no era el in-fierno ni ningún sufrimiento de ultratumba, sino la ausencia de resurrección.” “De manera similar al cristianismo, la reencarnación no es admitida como doctrina oficial (a raíz del Segundo Concilio de Constantinopla en el año 553 d.C.), si bien aparece dentro de la Cábala (Sistema de doctrinas teosóficas Judías). En el Zohar (libro central de la Cábala) (2.99b) se lee: ´Todas las almas están sujetas a la transmigración y los hombres que conocen el camino del Señor, que sean bendecidos; ellos no saben que están siendo traídos delante del tribunal, tanto cuando entran en este mundo como cuando salen de él. Son ignorantes de las muchas transmigraciones y pruebas secretas que deben de pa-sar.” La reencarnación en el Jainismo

“El jainismo es otra religión previa al hinduismo (se refiere al hinduismo del yoga, no al veda) y que surgió al mismo tiempo que el budismo. En el jainismo, las almas van recogiendo los frutos de sus bue-nas o malas acciones a través de sucesivas vidas. Cuando un jainista acumula buen karma, la pureza de su alma puede hacer que se reencarne en un devá o entidad semidivina, si bien esta situación no es permanente, por lo que los jainistas buscan una liberación definitiva.” La reencarnación en el Budismo

“El budismo surgió del hinduismo pero incluyó una gran reforma de sus puntos de vista hasta cons-tituir una nueva religión. Tiene una noción distinta de la reencarnación, ya que por un lado la niega y por otro la afirma. Niega que exista una entidad en el individuo que pueda reencarnarse; ni alma ni mente, ni espíritu, llamado Anâtaman. Pero la afirma al decir que un nuevo individuo aparece en función de las acciones de uno anterior. Esta noción de reencarnación está más cerca de la palingenesia que de la transmigración.”… “El budismo, a diferencia del cristianismo, y de las religiones occidentales, no ha con-cebido nunca una noción semejante a la del ´alma inmortal´ sino que está próxima a la palingénesis. En el Mindapañha (preguntas del rey Milinda), el sabio que instruye al rey plantea que existe una continui-dad entre individuos… pero que nada transmigra de uno a otro… Milindapñha ejemplifica la (aparente) paradoja con el símil de una antorcha que enciende a otra: ´Ni la llama ni la antorcha son la misma, y sin embargo una existe a causa de la anterior´.”

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Explicaremos más adelante por qué el budismo no considera la existencia del alma, ha sido materia de la lectura Nº 25 de Febrero de 2015; y mayores detalles se encuentran en los libros III y IV de nuestra Colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”.

“Los budistas creen que alcanzando el nirvana a través de la meditación, que es el estado de total liberación, se logra, también el cese del renacimiento. Dentro del budismo, la tradición tibetana cree muy frecuentemente en la reencarnación, mientras que otras, como la tradición zen, la ignoran en buena medida. Así, la tradición tibetana indica que ha de pasarse por el bardo, que significa literalmente ´estado intermedio´ o ´estado de transición´, inmediatamente después de la muerte que duraría 49 días según el Libro Tibetano de los Muertos.” …

“Las diferencias de concepción seguramente sólo provienen de distinto punto de evolución al que están refiriéndose, o a como conciben de distintas formas las posibles vías de evolución, así como a la in-fluencia de las diferentes culturas. Más allá de tales aspectos ´externos´ ―aunque tratan de aspectos muy profundos― habría una esencia común real y objetiva, imposible de definir con la limitada palabra humana. El budismo plantea el nirvana como cese de la rueda de los nacimientos y las muertes . La es-cuela Mahayâna le añade además un significado más universalista, señalando que dicho ciclo se termi-nará cuando todos los seres vivos hayan logrado la iluminación.”

El reciclaje encarnatorio, para IEs, termina cuando el resimbre haya logrado alcanzar el nivel de perfección requerido para pasar a ser un ser espiritual no encarnable. Bajo las leyes espirituales funda-mentales dadas por el creador, explicadas en las lecturas Nºs 09 al 13 entre Octubre de 2013 a Febrero de 2014, respectivamente, este nivel de resimbre será determinado por los jueces divinos encargados de valorarlo a través del juicio evaluativo respectivo, explicado en el proceso previo al ´reciclaje encarnato-rio´ propuesto por IEs. Si lo anterior es equivalente a ´la iluminación´ budista, la armonización y coheren-cia estarían dadas. Pero si por ´iluminación´, se entiende un estado mental que lejos de haber crecido en resimbre, ―o sea la capacidad de la conciencia del simbre o mente evolutiva del espíritu― es tan solo un estado nirvánico momentáneo y perecedero, que no implica tal crecimiento perfeccionante estable y permanente, lamentablemente para IEs, constituye un falaz paradigma que debe ser superado. La reencarnación en el Taoismo

“El taoísmo es una visión filosófica de la vida y la naturaleza cuya faceta se caracteriza por méto-dos de vida, salud y meditación. Según el Taoismo, el tao es un principio supremo que impregna todo el universo, y por tanto su naturaleza es inmortal y eterna. La reencarnación existe ya que nada muere al estar todo lo vivo fluyendo con el tao. El taoísta no busca acabar con la reencarnación directamente, si-no que sigue el camino del tao cuya culminación es volverse uno con el tao, y por tanto, conseguir la inmortalidad.” Si el concepto de Dios es tal como se establece bajo estricta metodología científica, ―explicado en el Bloque teórico del Libro I de esta Colección―. Este concepto de IEs, puede ser explícitamente equivalente al Tao, que es un concepto implícito y difuso, que los taoístas han concebido desde hace veintiseis siglos, como el ´incognoscible´. Entonces, habría coincidencia entre IEs y el Taoísmo en que la culminación del camino evolutivo es ´volverse uno con el Tao´. La reencarnación en la Grecia antigua

“Diógenes Laercio describe una anécdota en la cual Pitágoras reconoce a un amigo fallecido en el

cuerpo de un perro que había sido golpeado. Platón es el principal exponente de la reencarnación en los

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griegos del que tenemos noticia. En la obra de Fedro, escribe cómo el alma humana, de acuerdo al des-cubrimiento de la verdad que haya alcanzado, nacerá en un tipo de cuerpo o en otro. Estas existencias suponen pruebas para que las almas se perfeccionen. En La República explica cómo el mítico guerrero Er muere en el campo de batalla pero regresa al cabo de diez días, durante los cuales ve a almas de los hombres esperando renacer.” La reencarnación en el Gnosticismo (doctrina cristiana desarrollada en los tres primero siglos d.C.)

“Diversos grupos cristianos en los primeros tiempos, como gnósticos, asumieron la creencia en la reencarnación, como elemento fundamental desde muy pronto, ya que esta concepción estaba muy ex-tendida en el mundo clásico antiguo. Algunos de los Padres anteriores al Concilio de Nicea I para com-batir esta filosofía trataron este tema en sus escritos, rechazándola abiertamente y tratando de mos-trar sus contradicciones a un pueblo que en aquellos días, probablemente, no tenía problema en asumir dicha creencia, dentro del marco del cristianismo primitivo, al estar éste influido por muchas tradiciones anteriores.”

“Tertuliano posiblemente fue el escritor que trató con mayor profundidad el tema, dedicando ocho capítulos de su tratado sobre el alma, a la cuestión de la reencarnación. Orígenes en cambio, se mues-tra ambiguo cuando favorece a la reencarnación en sus escritos y otras veces la rechaza. Otros autores como Irineo de Lyon, además de Orígenes, también trataron de refutar en repetidas ocasiones la creen-cia de la reencarnación.” Sin embargo, pese a la aparente ambigüedad de Orígenes, denunciada por Wikipedia, es necesario reproducir el texto de una declaración atribuida a él, en el siguiente punto.

La Iglesia primitiva cristiana habla de la necesidad de perfeccionar el alma en mundos sucesivos

Para IEs, Orígenes es el primer teólogo cristiano que destaca la importancia del camino de la per-fección espiritual, como el sentido que tiene la vida, indicada por Jesús, y enfatizada por San Pablo.

El texto de 1994 disponible en el 2012, en internet titulado ´Una mirada hacia el Más Allá´ cuyo au-tor es el Dr. Iván Seperiza Pasquali (isp2002@vtr.net), dice en un aparte sobre Orígenes (185-254 d.C.) ―las negrillas y el subrayado son de IEs―:

“…el más destacado teólogo de la cristiandad… para San Jerónimo el maestro más grande de la Iglesia después de los Apóstoles… enseñaba así: ´La preexistencia del alma es inmaterial y por tanto sin principio ni fin de su existencia. Las predicciones de los evangelios no pueden haberse hecho con la intención de una interpretación literal. Hay un progreso constante hacia la perfección.”

“Todos los espíritus fueron creados sin culpa y todos han de regresar, por fin, a su perfección ori-ginal. La educación de las almas continúa en mundos sucesivos. El alma frecuentemente encarna y experimenta la muerte” (para IEs, al disolverse los cuerpos periespirituales y el ego, como se explicará en la siguiente lectura, el alma no es que se muera, sino que pasa a quedar reducido a su principal componente que es el espíritu, que es precursor espiritual que recicla encarnatoriamente).

“Los cuerpos son como vasos para el Alma, el cual gradualmente, vida tras vida debe ir llenándo-los (perfeccionando su ´contenido´, o sea la calidad de sus EBC´s de simbre). Primero el vaso de barro, luego el de madera, después el de vidrio y por último los de plata y de oro.” Y otra versión del mismo texto termina la cita anterior así: “Hay innumerables mundos que se siguen unos a otros durante eras eternas. ¿No será más conforme a la razón, que cada alma por ciertas razones misteriosas es introdu-cida en un cuerpo, de acuerdo con sus méritos y acciones anteriores?”

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Seperiza Pasquali continúa: “Los Antiguos Gnósticos enseñaron la doctrina de la Reencarnación, ellos fueron un grupo de cristianos que quisieron conservar la Enseñanza del Maestro bajo el título de Gnosis o conocimiento.”

“El reverendo Lamplugh al traducir la obra gnóstica ´Codex Brucianus´, publicada con el título ´La gnosis de la Luz´, señala: ´Investigaciones recientes han puesto en duda los ´hechos´ tradicionales. Hoy para algunos, mañana para muchos más, la pregunta candente es, o será; no cómo surgió una herejía extrañamente ridícula y licenciosa dentro de la Iglesia, sino cómo se salió la Iglesia del gran movimiento gnóstico y cómo se convirtieron en dogmas inflexibles las ideas dinámicas de la gnosis… Otro importan-te escrito gnóstico es la Pistis Sophia, donde se muestra como algunos versículos bíblicos se refieren a la Reencarnación.”

Posibilidades bíblicas de reencarnación en el Cristianismo neo-gnóstico La versión convencional de reencarnación, según Wikipedia

Wikipedia dice: “El cristianismo oficial actual rechaza la reencarnación de manera mayoritaria por considerarla una doctrina contraria a la Biblia, difícilmente armonizable con la creencia en la re-surrección y ajena a la concepción salvífica que mantiene esta religión.”

“No obstante algunas denominaciones cristianas, tratadas como apóstatas por la corriente prin-cipal del cristianismo, han promovido la creencia en la reencarnación (principalmente el Nuevo Pen-samiento e Iglesias de la Nueva Era) o espíritas (muchas iglesias espiritualistas se identifican a sí mis-mas como cristianas). Estos grupos normalmente aseguran que tales doctrinas se pueden encontrar en la Biblia o en la tradición cristiana primitiva.”

“Muchos cristianos creen en la reencarnación, aunque vaya contra la doctrina moderna de la Igle-sia, que establece que hay una sola vida por la que se merecerá recompensa o castigo. Sin embargo, al-gunos consideran la reencarnación como una doctrina olvidada del cristianismo… aparece entre hin-duistas y budistas… ya sea como personas o como animales. Una consecuencia… es que nuestras vidas actuales son también la otra vida, y tanto unos como otros interpretan los sucesos de éstas como con-secuencias de las acciones hechas en vidas anteriores (karma).” El aporte de Seperiza Pasquali, en identificar pasajes bíblicos sobre las posibilidades de reencarna-ción

Extraemos del internet ´Una mirada hacia el Más Allá´ de Seperiza Pasquali, las siguientes citas de su obra que reproducen también apartes de la Biblia, sobre la implicancia de contener implícitamente la creencia en la reencarnación, ya que este autor hace énfasis en que:

El nuevo Testamento fue escrito exotéricamente, ya que hay varios pasajes en que Jesús así lo in-dica a sus discípulos, que a ellos sí les puede hablar endotéricamente sobre los misterios de Dios (presuntamente incluyendo la reencarnación), pero no al pueblo. El exoterismo implica hablar con parábolas para que entiendan, ya que ´no se le puede dar perlas a los cerdos pues los pisotean´, co-mo lo confirma la reproducción del siguiente aparte: “´A vosotros se os ha concedido entender el mis-terio del reino de DIOS, a los demás se les habla en parábolas para que viendo no vean y oyendo no entiendan´ Lucas 8:10”:

Seperiza Pasquali, hace alusión también sobre: “EL NUEVO TESTAMENTO Y LA REENCARNACIÓN. Muchos judíos de la época creían en el retorno periódico de sus grandes profetas, Moisés había sido

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Abel, David había sido Adán, y el Antiguo Testamento así lo confirma: ´Mirad que os enviaré a Elías el profeta antes de que llegue el día grande y terrible del Señor.´ Malaquías 4:5” Seperiza Pasquali destaca a continuación, que en ´El Nuevo testamento tiene versículos que dan lugar a pensar en la Reencarnación´:

“Si queréis entenderlo, él mismo es aquel Elías que debía venir, el que tiene oídos para oír, que oi-ga. Mateo 11: 14, 15.”

“Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre? Respondie-ron ellos: Unos dicen que Juan Bautista, otros Jeremías o algunos profetas. Mateo 16: 13, 14.”

“Yo os declaro que Elías ya vino y no lo conocieron. Mateo 17: 12, Marcos 8: 27, 28, Lucas 9: 18, 19.”

“Por tanto no te extrañe que te haya dicho: Os es preciso nacer otra vez. Juan 3: 7.”

“¿Quién pecó, este ciego de nacimiento o sus padres? Juan 9: 3.” (la pregunta supone válido creer que pre-personalmente un ciego de nacimiento pudo haber pecado antes de nacer, en su vida ante-rior) También Seperiza Pasquali, anota:

“Jesucristo no enseñó en sus parábolas la reencarnación pero tampoco la negó cuando se le pre-guntó por ella al referirse a Elías y el ciego de nacimiento. Esa era una enseñanza vedada y tenía que serlo pues hay cosas que se deben aceptar por ´fe de nacimiento’ y no por estar escritas. Muchos de los primeros Padres de la Iglesia Cristiana aceptaban la enseñanza del llamado Cristianismo Esotérico y de-fendían la verdad sobre la Reencarnación. Justino Mártir (100-165 d.C.) en su ´Diálogo con Trifo´ expre-sa ´El Alma vive más de una vez en cuerpos humanos, pero no puede recordar sus experiencias ante-riores´.”

“Qué pasó en el mundo cristiano para que esta trascendental enseñanza desapareciera por tantos siglos. La historia nos dice que en el Siglo VI, el emperador de Oriente, Justiniano, declaró la guerra a los seguidores de Orígenes y logró convocar a un sínodo local en el año 543, en donde condenó la en-señanza de Orígenes, publicando Justiniano sus anatemas o maldiciones contra él. Luego vino el conci-lio de 553 en donde ningún representante de Roma estuvo presente, el Papa Virgilio que no rechazaba las enseñanzas de Orígenes, se negó a asistir y aceptar los decretos de dicho Concilio que condena-ban entre otras cosas la creencia en la Reencarnación.”

“Este extraño Concilio llama la atención que no estuvo presidido por un Papa, y fue manejado por un Emperador, y sirvió de base para que las Iglesias cristianas condenaran la doctrina de la Reen-carnación, pese a que fue un laico quien lo hacía y lo hacía en contra de la opinión del Papa quién no aceptó la validez de dicho Concilio, como igualmente lo hicieron los tres siguientes Papas, Pelagio I, Pelagio II y Gregorio Magno, quienes también ignoraron los mandatos del Concilio del año 553.”

“Ya en el siglo pasado comenzaron a expurgarse voces que pedían investigar los antecedentes que rechazaban las enseñanzas de Orígenes. El Arzobispo Pasarelli (1820 - 1897) reconoció que: “La Reen-carnación no estaba condenada por la Iglesia y que de ninguna manera esa creencia entraba en con-flicto con ninguno de los dogmas católicos.”

El aporte del primer libro de IEs, en identificar pasajes bíblicos sobre las posibilidades de reencarna-ción

De mi libro, “El Rescate Científico de la Espiritualidad” escrito en 1994-5, donde se presentó el pro-to modelo de IEs, se extrae los siguientes párrafos, que para esta presentación llamamos A y B:

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A. “Antiguo Testamento, la reencarnación está implícita en: El Judaísmo y la Biblia hace alusión a la

reencarnación en: Josué 24,3; Job 14,14; Salmos 90,3-6; Proverbios 8,22-31; Eclesiastés 1,9-11; Jeremías 1,4-5; Malaquías 4,4-5; y, los apócrifos, en sabiduría 8,19-20 y en eclesiástico 41,11-12; también en Malaquías, Job, Josefo, Los Esenios y en versiones de los terapeutas Judíos, los fariseos, la Cábala (1.000 d.C.). Según estas fuentes, Adán reencarnó en David, éste en Moisés y éste reencarnará en el Mesías; Jefet reencarnó en Sansón, éste en Tira y ésta en Job: Caín reencarnó en Jetro, éste en Kara; Eva reencarnó en Sara ésta en Ana, y ésta en Zarepta.”

B. “El Nuevo Testamento, la reencarnación está implícita en: Mateo 11,13.16,13.14,17,10-13; Marcos 6,14-16,8,27-28,9,9-13,10,28-31; Lucas 9,7-9,18-19; Juan 9-2; Romanos 9,10-13; Gálatas 4,19; Revelaciones 3,2,12.”

Y en otros apartes pertinentes del ´Rescate Científico de La Espiritualidad´, extraemos: “Respecto a la Reencarnación enseñada en los tres primeros siglos del Cristianismo… podemos señalar especialmente las siguientes:”

"Hijitos míos, de los que otra vez estoy de parto, hasta que Cristo (el iluminado) sea formado en vo-sotros"... "el último enemigo vencido será la muerte", alude San Pablo a la enseñanza de la iglesia primi-tiva, porque la muerte, se dice, no quedará vencida ´hasta el fin´.” (para ello, no hay que volver a nacer, es decir reencarnar).

“También hay una alusión reencarnatoria en las palabras: "A quien venciere le haré columna en el templo de mi Dios, y no saldrá jamás fuera" (Apocalipsis III, 12), la salida es la reencarnación, el destierro temporal y repetitivo del espíritu de la morada de los cielos (en el cosmos metafísico) a la cárcel del cuerpo (en el crono cosmos)...”

“En otro aparte de San Mateo XI, 14, se puede inferir que Cristo aceptaba la reencarnación cuando contestó a los discípulos que venían de parte de Juan el Bautista: ´Y si le queréis recibir, él es aquel Elías que ha de venir´, declaración que indica que Elías el profeta judío había encarnado en Juan el Bautista. Al ser preguntado el porqué se decía que Elías vendría antes que el Mesías, Cristo contestó: " 'Elías, en verdad, ha de venir y restablecerá todas las cosas. Pero en verdad os digo, que ya vino Elías y no le cono-cieron.' Entonces comprendieron los discípulos que les había hablado de Juan el Bautista" (San Mateo XVII, 11-12-13).”

“También es interesante analizar el argumento esgrimido por un sacerdote actual…, al hacer cita de San Juan IX, 2-3, a la pregunta de los discípulos: "¿Quién pecó, éste o sus padres, para haber nacido cie-go?” Si no hubiera implícita en la pregunta, la creencia de la reencarnación, la pregunta sería un absurdo, pues sin reencarnación ¿cómo puede un hombre pecar antes de nacer y recibir tal castigo? y tal vez no se hubiera formulado así. Si Cristo no aceptara la reencarnación esta hubiera sido la mejor oportunidad para negarla, sin embargo se limitó a indicar que la ceguera no era consecuencia de algún pecado de vi-da anterior o de sus padres, sólo para que con tal defecto de nacimiento el ciego pudiera percibir ―cual lección que le faltara por aprender― las obras de Dios, al responder: "Ni éste pecó ni sus padres, mas pa-ra que las obras de Dios se manifiesten en él."

“En San Juan III: 5.4 al 8, dícele Nicodemo: "¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Puede acaso volver otra vez al seno de su madre para renacer?". "En verdad en verdad te digo -respondió Jesús- que quién no naciera del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que ha nacido de la carne, carne es, más lo que ha nacido del espíritu, es espíritu. Por tanto no

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extrañes que te haya dicho: os es preciso nacer otra vez. Pues el viento sopla donde quiere; y tú oyes su sonido, mas no sabes de donde sale o a donde va; eso mismo sucede al que nace del espíritu."

3.3.10 Una presunta pero inteligente versión mediúmnica del ´Espíritu de Juan el Evangelista´

Extractos de argumentos dados en el libro: “Espiritismo Cristiano o Revelación de La Revelación – Los Cuatro Evangelios seguidos de Los Mandamientos – Explicados en espíritu y en verdad por los evan-gelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan asistidos de los apóstoles y Moisés” comunicaciones recogidas y ordenadas por J. B. Rustaing, Editorial Humanitas –Primera Edición 1990, contenidos en mi libro “El Res-cate científico de La Espiritualidad”:

“Finalmente, es de destacar la notable lucidez lógica que contiene la interpretación bíblica dada por una publicación espiritista, de la cual dada su extensión extraemos lo esencial, independiente de los cuestionamientos sobre la veracidad y/o aceptabilidad que tiene a nivel parapsicológico, lo acogemos en nuestro modelo, por su notable coherencia y armonía con la ciencia unificada. Las letras en diferente tipo son las palabras bíblicas, las encerradas entre comillas son las citas mediúmnicas y los comentarios nuestros están entre guiones y en letra no cursiva a modo de aclaración interpretativa.”

“Explica el espíritu de San Juan: "Yo Juan Evangelista , he entendido ... a principiar una vida según la ley de reproducción, tomando un cuerpo nuevo 'del agua' -como principio primitivo generador de todas las cosas … de los reinos orgánicos e inorgánicos; y, del 'espíritu'... el espíritu nace del espíritu, es decir emanado de la inteligencia suprema que rige todas las cosas, no teniendo ninguna afinidad con la materia, es independiente de ella, preexiste al cuerpo y le sobrevive, siendo inmortal como espíritu genérico del que emana... iluminado por la 'inteligencia' ayudado por el 'Espíritu Santo', es decir por los buenos espíritus que le cercan y son para él como una emanación de la divinidad de la que son sumisos instrumentos ―como los seres superiores no encarnables Jueces y Arquitectos― ; esto es, viniendo a habitar ese nuevo cuerpo del que debe servirse bien y que es por el renacimiento o reencarnación, para el hombre, el único medio de entrar en el reino de Dios, es decir, en las vías de reparación y progreso...”

“El reino de los cielos no es ... sino la perfección moral humana; es la inmensa virtud; es la unión de las almas purificadas en el crisol de la justicia, por medio del renacimiento ―o sea que, por medio de la reencarnación y de la justicia restitutiva divina se llegará a la unión con el Receptor Universal― de vidas sucesivas y progresivas, expiatorias 'primero y luego', en fin, gloriosas, que conducen a la perfección sideral: la pluralidad de existencias es correlativa a la pluralidad de mundos, en la marcha progresiva ascendente ―o sea, la evolución metaentrópica―.”

“En cada época se habla un lenguaje apropiado a sus ideas, a sus interpretaciones científicas y a sus tradiciones...La 'Iglesia' ha tomado por texto de sus interpretaciones, el nacimiento por 'agua y por espíritu' únicamente como emblema de purificación ―en lenguaje exotérico para que lo entiendan todos― por medio del 'bautismo' y de la inspiración del Espíritu Santo... Cuando ella no admitía... para el espíritu, más que una sólo existencia corporal y después de la muerte del hombre como destino, según sus leyes y sus dogmas, el infierno eterno, o el purgatorio, como lugar circunscrito y determinado, o el paraíso, como lugar también circunscrito y determinado para la vida eterna contemplativa en la inercia o inacción. ... Solamente aquellos que comprenden su origen divino y se esfuerzan en aproximarse de más y más al divino modelo ―al conocimiento endotérico dado por Jesús a sus apóstoles―..., 'saben que son nacidos de espíritu; saben de dónde vienen' y a donde van'”

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“...Decid a la 'Iglesia' y a sus doctores en teología, que toman como una alegoría y no como una realidad las palabras de Jesús a Nicodemo, que no admiten para el espíritu más que una sola existencia terrestre y que rechazan la ley del renacimiento ―´oficialmente´ desde el segundo Concilio de Constantinopla en el 553 d.C.―, que os expliquen y hagan comprender sin la reencarnación… ".

“Así, en San Juan capítulo III: 5: 1-21, donde Jesús en relativamente extenso diálogo con Nicodemo le da explicaciones "a la medida de la época", sobre la Ley de Renacimiento o La Reencarnación y la Justicia Divina, "En verdad, en Verdad, te digo, que quién no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios", donde según lo interpreta el mismo espíritu de San Juan en revelaciones mediúmnicas del espiritismo cristiano "según el pensamiento de Jesús,... este pensamiento no debe ser comprendido de un modo exacto sino por las generaciones futuras, cuando llegas en los tiempos de la revelación predicha y prometida... la afirmación de la ley natural e inmutable de renacimiento, de la reencarnación, de la obligación de volver a la vida corporal, como único medio, para el espíritu, de purificarse y progresar; como sólo medio de llegar a la perfección necesaria para entrar en el reino de los cielos...”

“… si el espíritu no se despoja de ese vestido de carne dentro del cual se ha manchado; si no arroja lejos de esa materia inmunda e infecta para comparecer ante su juez, no puede progresar ―aquí no sólo se explica parcialmente la reencarnación, sino que también se desdice de la 'resurrección de los muertos' para 'el juicio final'―... ¿Creéis que es suficiente despojarse de su cuerpo y devolverlo a la tierra, para dejar, sepultados con él todos los vicios, todas las imperfecciones en que se ha manchado el espíritu? No, porque no siendo el cuerpo el que da nacimiento a los vicios e imperfecciones, pues que no es más que un instrumento pasivo, SOLO el espíritu es el responsable... Dando vida a un nuevo cuerpo el espíritu se encierra en él con todas aquellas cualidades, buenas o malas, que lleva en sí mismo, y esas cualidades encuentran en el cuerpo un agente que les ayuda a manifestarse.”

“El espíritu dirige al instrumento del que se sirve ―o sea, al cuerpo biológico―, y por lo tanto sólo él es el responsable de servirse bien o mal del instrumento para darle buena dirección. ... Pero el maestro ―el Juez divino― del obrero ―el humano después de la muerte― pide cuenta de la obra, no al instrumento sino al que lo manejaba. Quiere saber cuáles son las obras realizadas, y cuando ellas son malas dice al obrero: 'principia de nuevo, el instrumento que te servía está inutilizado, he ahí otro; tómalo y procura emplearlo mejor, pues es necesario que el trabajo se haga, que se concluya la obra y que sea perfecta; tú has faltado, obsérvate a ti mismo, estudia, procura reconocer las causas que han ocasionado tu caída para rechazarlas; y cuando lo hayas obtenido y me presentes la obra terminada, entonces obtendrás el salario prometido al obrero'" ―hasta aquí las palabras de Jesús según el texto mediúmnico del espíritu de Juan.”

“…continúa diciendo éste ―Juan el evangelista―: "... Este dogma de la naturaleza... no es más dulce, agradable y consolador que los dogmas que enseña la Iglesia, como ese de la eternidad de las penas para el espíritu culpable, cuya monstruosidad iguala a la falsedad, y sin embargo que, como ya os lo hemos dicho, ha tenido su razón de ser aunque ha concluido su tiempo ―indicación de la falacia de los dogmas de la iglesia que utilizan ´la eternidad de la penas´ del infierno como un presunto lugar de castigo―; y, que…”

“―en los tiempos de ahora― no conduce ya más que a la incredulidad; y ese de un purgatorio vago , obscuro y falso tal como la iglesia lo ha formulado que no presenta más que un medio de expiación por el sufrimiento, sin ninguna indicación de MERECIMIENTOS Y MEDIOS ―equivaldría al logro del crecimiento del resimbre como merecimiento y de las misiones altruistas como medios―, para el espíritu culpable que deja vuestra tierra, todavía uno de los mundos 'inferiores de reparación y purificación' , llamado a conducirle de modo progresivo a la perfección moral e intelectual; perfección relativa que

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solamente la pureza y la ciencia puede adquirirse y sin la cual no es posible entrar en el reino de los cielos ―es decir a entrar al escenario perfecto de Receptor Universal―...”

“Citando la pena de muerte se aplica lo mismo al ladrón que al homicida, Qué le importaba ni a uno ni a otro un crimen más o menos, cuando el castigo de cualquier modo era el mismo ―infierno―? ... La perspectiva de que una obra incompleta puede ser concluida, no es lo más agradable al hombre ? que, poseído de una idea grande y generosa ―del dar altruistamente, de la entrega del bien con verdad y amor, no del éxito egoísta― se consagra al progreso de sus hermanos, al progreso de la humanidad, que tiene el presentimiento de que grandes cosas germinan en su inteligencia, que trabaja para desarrollarlas y que sin concluir su obra viene la muerte a herirle con su guadaña?”

“... Ah! para aquel que no hay otra cosa que una vida eterna 'contemplativa' ―anhelar en vida que después de la muerte lo único es ´descansar en paz´ en el ´cielo eterno´―, la muerte del cuerpo conduce a la parálisis del alma; ... no espera ya nada , nada para lo venidero, a menos que algunas infracciones a las leyes de la 'Iglesia' no retengan por algún tiempo esa pobre alma en el 'purgatorio'! ... mis crímenes o mis faltas las expiaré después de la muerte... siento ya el aguijón en los remordimientos y dolores que emanan de una conciencia culpable...”

“Arrepentido y sumiso, poseído de un fervoroso deseo de reparar y progresar, después de haber podido apreciar las causas que me han arrastrado al mal... pediré... la gracia de volver a la vida; de nacer de nuevo para volver a principiar mi obra mal concluida... emprenderé sin titubear el camino de mi rehabilitación, procurando salir vencedor de las pruebas que con el anhelo de progresar me haya impuesto. ... volveré más vigoroso, más joven, más inteligente y más instruido ―más sabio de verdad y de amor― y concluiré la obra que había proyectado. ¡Oh muerte bienvenida seas, tú me devolverás la juventud y la fuerza, añadiendo a éstos dones un nuevo caudal de bondad y de ciencia!". Una posible explicación sobre la decisión de la Iglesia cristiana de excluir la reencarnación

Por su completa cobertura hemos seguido tomando a Wikipedia como la más usual referencia del

conocimiento histórico y convencional sobre el Más allá, ya que parece ser la fuente seria y confiable sobre el tema, que cualquier lector puede también acceder. De otro lado, la Enciclopedia Salvat y otros autores, que tienen una versión diferente a Wikipedia, indican que San Clemente de Alejandría y Oríge-nes (los líderes en los siglos II y III de la primitiva Iglesia cristiana), estaban a favor de la reencarnación, dado que Jesús nunca la censuró explícitamente ―y hasta según algunos apartes parece implícitamente aceptarla, como se citan en subtítulos precedentes―, ya que era una creencia muy difundida en la cultu-ra de esa época, como herencia del judaísmo.

El emperador romano Constantino, al conocer por su madre Helena, que era cristiana, que entre los cristianos se practicaba obligatoriamente la confesión de los pecados, vio conveniente adoptar el cristia-nismo como la religión oficial para todo su imperio. En aquella época, otros líderes de la naciente Iglesia, lograron, por su maquiavelismo teológico y como estrategia política, convencer al emperador Constanti-no, a abolir la reencarnación, pues veían en ella, una inconveniente puerta de escape para que los fieles mientan cuando tenían que confesarse, sobre todo aquellos posibles militares ´golpistas´.

Los romanos de aquella época al verse obligados a confesarse, tenían bajo la creencia de la reencar-nación, la certeza de que no recibirían los tormentos del infierno, después de la muerte, pues solo reen-carnarían. Así podían fingir, mentir y no hacer una sincera práctica del sacramento de la confesión.

Pero, no mentir en la confesión, era para el emperador Constantino, de su mayor interés. Solo así podía él obligar a sus enemigos políticos a confesarse de verdad. El móvil de Constantino, como el pri-

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mer emperador no militar después de una sucesión de doce emperadores militares, era el temor que algún militar lo derrocara, y vio muy conveniente obligar a todos los militares de alto rango, que se con-fesaran públicamente. Pues, en aquella época, la confesión de los primeros cristianos era hecha a viva voz y públicamente, no como se adoptó mucho después: en privado, en voz baja y guardando el secreto.

La hipótesis precedente cobra sentido a la luz del siguiente extracto tomado de mi Libro “El Rescate Científico de Las Religiones Mayores´, editado en 1994 para cursos a profesores y alumnos universita-rios:

313 d. de C. - El emperador Romano Constantino promulga el “Edicto de Tolerancia” permi-tiendo a cada ciudadano romano abrazar el cristianismo, aboliendo la muerte por crucifixión. Con ello se acaba con tres siglos de monstruosa persecución y abominable matanza de los Nazarenos que sobrevivieron a sus santos fundadores Pedro y Santiago y de los cristianos de San Pablo.

Se relata que Constantino pudo haber tenido una “visión de la cruz” el día anterior a la batalla del Puente Milviano, cuando oraba a su dios-solar, apareciéndose la cruz sobre el sol al poniente con la inscripción “In hoc signo vinces”, -con este signo vencerás- lo cual hizo que colocara una cruz en su estandarte y ganar la batalla, y que en agradecimiento y convenci-miento del poder de Cristo, Constantino emitió el Edicto de Tolerancia y mostrara interés por saber del cristianismo, ayudando a su clero.

Se especula con mucha lógica que tal visión no podría ser de origen divino pues la cruz no corresponde a las enseñanzas generales ni al espíritu del cristianismo. ¿Daría Jesús “ma-quiavélicamente” una visión a un emperador corrupto y lo enviaría a pelear como su repre-sentante? ¿Dijo Jesús alguna vez a sus discípulos que fueran a matar a otras gentes bajo un emblema de la cruz y en su nombre?

Los historiadores afirman que hubo gran interés político en la decisión de Constantino. Su madre era cristiana y a su muerte fue canonizada como Santa Helena. Por su intermedio, pudo haberse convencido que era conveniente “cristianizarlos” para a través de su fidelidad y lealtad a la causa del cristianismo que él manejaría, obtener el apoyo de los ciudadanos no militares ante la gran probabilidad de un derrocamiento por manos de las milicias ya que él a su vez ascendió al poder derrocando al último de doce emperadores de casta militar: Dio-clesiano.

La heroica lealtad de los cristianos para con sus creencias que los llevaban al martirio antes de renunciar a su credo, debió haber impresionado a Constantino, y hacerlo decidir, ba-jo su apoyo y control, a aplicar esta única y valiosa fuente potencial de lealtad a favor de su gobierno, generalizando la práctica del cristianismo entre los paganos que sin mayores valo-res hacían peligrar la suerte de su propia estabilidad política y su propio vida.

Queda claro que Constantino no lo hizo por profunda convicción religiosa, ―sólo se bautizó al morir―. Mientras vivió, sus valores seguían siendo censurablemente materialistas y egoístas, pues después de la decisión a favor del cristianismo, seguía reteniendo el título de máximo pontífice del estado religioso pagano, y sus prácticas eran claramente opuestas a la

doctrina cristiana, poco después del Concilio de Nicea en el 325 d. de C., hizo matar a su hijo Crispus, por haberse enamorado de Fausta la nueva mujer de su padre, y convencido por su madre Helena culpabilizó a Fausta mandándola matar también. Por luchas de poder, mandó matar a su sobrino y al padre de éste, Liciano, el esposo de su hermana; a pesar de que ya le había prometido a ésta que les perdonaría la vida.

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325 d. de C. - Constantino celebra el Concilio de Nicea, eliminando con éste las referen-cias a la reencarnación. La razón tendría que ver con su necesidad de dar un drástico manejo disciplinario a la conducta del cristiano recién convertido, a fin de que su com-portamiento fuese menos peligroso para su gobierno. La esperanza de no tener que ex-piar sus culpas en ésta sino en las próximas vidas daba a los creyentes de la reencarna-ción muchas oportunidades de “salvación”. Sin profundizar, como debió haber sido, en la verdad contenida en la ley del Karma, rechazándola simplemente por ser de práctica hindú/budista o “pagana”-

553 d. de C. - El Concilio de Constantinopla declaró herética a la creencia de la Reencar-nación, bajo el convencimiento que la reencarnación era inconveniente dentro del cris-tianismo, ya que ello los identificaba con el ”paganismo” de los invasores barbaros del Asia. Se había hecho caso omiso a la posición de tres grandes baluartes de la reencarna-ción, quienes estaban convencidos de haber vivido anteriormente y de que volverían a hacerlo. Ellos fueron a la vez, los tres más ilustres doctores que tuvo el cristianismo desde 150 d. de C. hasta 420 d. de C, nos referimos a Clemente de Alejandría, Orígenes y San Jerónimo.

Al parecer los sobrevivientes de estos grandes personajes consideraban que la reen-

carnación debilitaba el creciente poder de la Iglesia, aliada con los gobernantes políticos

del imperio. En su lugar se buscó estratégicamente aumentar la práctica de la penitencia

como hábil recurso del Emperador Justiniano para enterarse de los secretos de su pueblo

romano. A Orígenes, quién murió en 254 d. de C., se le atribuye haber dicho: “Sólo una vez

hay lugar a la penitencia ―léase confesión pública― por pecados graves.” (Homilia 15

en Levítico).

La estrategia de la Iglesia aliada a Constantino, para promover la penitencia, se evi-

dencia al observar la actuación de San Crisóstomo, obispo de Constantinopla quién murió

en 407 d. de C. Considerado el “Demóstenes” cristiano en la oratoria sagrada, dijo en su

quinta homilía: “...os amonesto, ruego y conjuro, de confesar continuamente los pecados a

Dios.” Ya no una vez en la vida como lo decía Orígenes y San Ambrosio, obispo de Milán

en el 397 d. de C.

La negación de la fe en los tiempos de las persecuciones podía tener mil variantes y

eran entonces los presbíteros y obispos quienes decidían, si alguien había caído en una falta

o no, en ningún caso se hacía en la forma secreta como hoy se estila. Aunque el Papa León

I que murió en 461 d. de C., abolió la confesión, la penitencia y la reconciliación pública de

los sacerdotes, para los laicos permanecía vigente la penitencia y la reconciliación

pública.

Cabe reflexionar que la historia no registra ninguna argumentación epistemológica respecto a porqué se abolió la reencarnación, declarándosele herética. Mejor dicho, si ésta debió ser abolida, la Iglesia cristiana careció de razones claras, estrictamente de naturaleza filosófica y epistemológica, no de conveniencias políticas, como han sido o parece indicar la historia.

Aún si la indicación histórica hubiere sido errada y existieron verdaderas razones filosóficas-epistemológicas y hasta teológicas. ¿Por qué las Iglesias cristianas incluyendo la católica, nunca han expuesto razones filosóficas/epistemológicas contundentes en contra de la reencarnación? O, es que en verdad nunca se conocieron porque nunca se hicieron los estudios concernientes, o nunca las obtuvieron. Simplemente la abolieron por razones políticas y con ello negaron una verdad an-cestral que la humanidad ha intuido, consentido y practicado naturalmente en todas sus culturas primitivas y sigue incluyéndose en todas las demás religiones mayores. El cristianismo es la única de las religiones mayores que se opone a la reencarnación. La-

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Por lo tanto, bajo una decisión de conveniencias políticas, no por válidas razones filosóficas ni teoló-

gicas, la Iglesia cristiana, dentro del imperio romano manejada por Constantino, decidió abolir la reen-carnación con el Concilio de Nicea (325 d.C.). Cincuenta seis años después, bajo, con argumentos simila-res, pero con el ánimo de engrandecer el poder de la iglesia, la gran influencia de Agustín de Hipona

―San Agustín, de quién vemos sus errores de lógica al pontificar el purgatorio, el limbo, el cielo y el in-

fierno, que Juan Pablo II ha tratado de corregir― hizo ratificar esta decisión política en el Concilio de Constantinopla (el primero hecho en el 386 d.C. y luego el 553 d.C.), que declaró herética el creer en la reencarnación, más la creencia en ella continuó dentro del cristianismo hasta entrado el siglo VI, cuando Justiniano, pese a la resistencia del clero de esa época, trató de acabarla con más éxito histórico.

Simplemente la abolieron por razones políticas y con ello negaron una verdad ances-tral que la humanidad ha intuido, consentido y practicado naturalmente en todas sus cul-turas primitivas y sigue incluyéndose en todas las demás religiones mayores. El cristia-nismo es la única de las religiones mayores que se opone a la reencarnación. Lamentable-mente las razones para oponerse a ella, esgrimidas por sacerdotes y fieles cristianos -las altas autoridades de la Iglesia parecen renuentes a hacerlo- son muy débiles y poco con-vincentes, sus argumentos tratan de buscar apoyo no en un razonamiento autososteni-do, sino en interpretaciones acomodaticias del Nuevo Testamento.

Sin reconocer que también le caben al Nuevo Testamento, argumentos tal vez hasta con más lógica, para evidenciar que Jesús implícitamente aceptaba la reencarnación como concepto generalizado de la época, ya que nunca habló en contra y más bien implícitamen-te la reconoció.

La esencia de la doctrina de la reencarnación es científicamente demostrable como un reciclaje espiritual de la mente evolutiva del espíritu en tránsito irremisible hacia la perfección mental/espiritual como requisito para llegar y permanecer en el seno del Creador/Receptor Universal.

Sin embargo esto no es sino del reciente conocimiento de muy pocos, y hay que reco-nocer que la verdad de la doctrina de la reencarnación ha sido desfigurado conceptual-mente con las prácticas y creencias deformantes populares con el transcurrir de los tiem-pos, en todas las religiones mayores.

Se escucha frecuentemente burdas argumentaciones en contra de la verdadera reen-carnación que la atacan y la ridiculizan con ligereza. Sin distinguir que la verdadera reen-carnación no está contenida en las actuales versiones exotéricas religiosas cargadas de un pseudo-misticismo fanática o sectariamente alienante y/o facilista. Estas son falsas o incompletas o deformadas versiones que pueden o no contener superficiales conceptua-lizaciones del esoterismo moderno mezcladas o no con raíces del antiguo oriente, a la cual se le puede agregar o no fantasiosas creencias de chamanismo y de hasta hechicería.

Creemos que al extirpar por completo a la reencarnación, la actual posición de las Igle-sias Cristianas, que ahora están adquiriendo tanta aceptación popular, representa un grave obstáculo para el progreso ético de la humanidad. Sólo la inteligente y persistente labor de divulgación de un rescate racional y científico del verdadero sentido de la reencarnación, podrá darle al mundo el real conocimiento de su finalidad evolutiva.

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Aquí, es oportuno recordar el siguiente comentario de Seperiza Pasquali sobre el Concilio de Nicea: “Este extraño Concilio llama la atención que no estuvo presidido por un Papa, y fue manejado por un

Emperador, y sirvió de base para que las Iglesias cristianas condenaran la doctrina de la Reencarnación,

pese a que fue un laico quien lo hacía y lo hacía en contra de la opinión del Papa quién no aceptó la va-

lidez de dicho Concilio, como igualmente lo hicieron los tres siguientes Papas, Pelagio I, Pelagio II y

Gregorio Magno, quienes también ignoraron los mandatos del Concilio del año 553.”

Así, el conservadorismo de su dogma, y la de todas sus sectas derivadas, han mantenido al cristia-nismo como la única entre las grandes religiones, que está en contra de la reencarnación, influenciando así a todo Occidente, donde su hegemonía cultural y religiosa se ha extendido por casi toda Europa y América.

Es notoria la obstinada e indiferente actitud del cristianismo no católico para no aceptar cambios en sus dogmas de fe. También la paquidérmica demora del catolicismo en implementar las iniciativas de

Juan Pablo II, lo que considero un gran escollo para el bien del futuro ético de la humanidad.

La reencarnación en el Sijismo o Sikismo

Wikipedia anota sobre la más reciente rama del hinduismo, y la menos antigua de las sectas reli-giosas (siglo XV), lo siguiente: “La reencarnación central de esta religión, también parte de las engloba-das bajo la palabra Hinduismo. Los Sijes creen que el alma tiene que transmigrar de un cuerpo a otro como parte de su evolución. Esta evolución finalmente resultará en una unión con Dios mediante la pu-rificación del espíritu (nuevamente, cambiaría ´purificación´ por ´perfeccionamiento´). Si uno no realiza buenas acciones, el alma continúa reencarnándose para siempre. Desde la forma humana, si alguien realiza buenas acciones (de altruismo para el bien con verdad y amor) propias de un gurmunkha, enton-ces consigue la salvación con Dios. El alma se purifica (se perfecciona con acciones del bien altruista, no) mediante la recitación del naam (nombre de Dios), teniendo presente al waheguru (maestro espiritual) y siguiendo el camino del gurmat.” Los insertos entre paréntesis reflejan las correcciones sugeridas por IEs.

(En la lectura del próximo mes trataremos sobre los comentarios que este proceso de la reencarnación convencional han merecido por parte de destacados personajes)

Invitamos al lector a informarse sobre:

Los cuatro Libros de la Colección “Cabalgando en hombros de Gigantes del Pensamiento”

Libro I DIOS Sin contexto Religioso

- SU RESCATE CIENTÍFICO Y LAS FALACIAS RELIGIOSAS

Libro II LA VERDAD y los parámetros para su discernimiento - UNA LEY ESPIRITUAL, SU BÚSQUEDA, PARÁMETROS DE DISCERNIMIENTO

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Libro III ESPÍRITU, ALMA, MENTE, CONCIENCIA, EGO y SIMBRE - UNA BÚSQUEDA HACIA LA EXCELENCIA.

Libro IV 1. EL AMOR - UNA LEY ESPIRITUAL, SU NATURALEZA, SU INTEGRACIÓN PARA LA

PRÁCTICA DEL ALTRUISMO

Libro IV 2. LA MEDITACIÓN

- UNA VISIÓN INNOVADORA PARA APROVECHAR EL POTENCIAL ESPIRITUAL

Libro IV 3. LA MUERTE Y EL MÁS ALLÁ - SU SIGNIFICADO Y EL PROCESO SUBSIGUIENTE PARA INICIAR UN NUEVO CICLO, MUY PROBABLEMENTE ENCARNATORIO

En la segunda parte de cada libro se analiza críticamente el pensamiento sistémico de ´Gigantes del Pensamiento´ como: OSHO, KRISHNAMURTI, DEEPAK CHOPRA, STEPHEN HAWKING, KEN WILBER, CARDE-NAL CARLO MARÍA MARTINI Y UMBERTO ECO, con el de nuestro macro modelo de Inteligencia Espiritual.

Este análisis se ha hecho extrayendo apartes de nueve libros seleccionados de los mencionados Gigan-tes del Pensamiento, cuya formación cubre un amplio espectro de enfoques respecto a la espiritualidad a todo lo largo de la historia de nuestra civilización.

Cada aparte se cita textualmente tratando de conservar las ideas centrales. Seguido de cada cita, se desarrolla el respectivo comentario del autor de Inteligencia Espiritual – IEs, que de manera lógica y racio-nal establece las coincidencias, los complementos y las divergencias, según lo que piensa cada ´Gigante´.

La Colección sirve de guía y de referencia para quienes buscan hallar la Verdad, que hasta antes de esta obra, se ha venido ofreciendo a los lectores en forma pragmática y mayormente dogmática. Llena los grandes vacíos de nuevos paradigmas que satisfagan la necesidad de llegar a consensos universalmente aceptables, para la nueva filosofía que la sociedad globalizante necesita.

El desarrollo científico y tecnológico prácticamente ha ignorado a la espiritualidad, al permanecer bajo un enfoque netamente materialista sólo reconoce la realidad física. Así, la ciencia actual es insuficiente como fuente de discernimiento para lo filosófico y lo ético, como base para la moral de la presente y de la futura generación.

Los nuevos conocimientos antropológicos, psicológicos, biológicos, genéticos, cuánticos, robóticos y cosmológicos, sólo han servido para establecer profundos abismos de incongruentes contradicciones con los fundamentos de los dogmas religiosos, relacionados con la existencia de Dios, la Creación Universal, el origen de la Vida y del Hombre; lo que verdaderamente debemos de hacer frente a los valores y virtudes a adoptar, frente a lo que verdaderamente es el Bien y el Mal; y cuál es el verdadero destino, como realidad holística, para la humanidad y para el cosmos.

Para resolver la problemática anterior, IEs aporta nuevas soluciones racionales a través de la Colección “Cabalgando en Hombros de Gigantes del Pensamiento”.

Enlace el video-clip sobre la Colección en: http://youtu.be/9G9H11rkC0A

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