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    Migracin y Redes de Poder en Amrica:El caso de los industriales espaoles

    en Valparaso (Chile) 1860-1930Concepcin NAVARRO AZCUE

    Universidad Complutense de MadridDepartamento de Historia de Amrica I

    [email protected]

    Baldomero ESTRADA TURRA

    Pontificia Universidad Catlica de ValparasoInstituto de Historia

    [email protected]

    Recibido: 5 mayo 2005Aceptado: 10 julio 2005

    RESUMENEn este trabajo analizamos la integracin de los migrantes espaoles en la sociedad chilena, especfi-camente en su principal ciudad portuaria, Valparaso, a travs del desarrollo de una actividad laboral,la industria. As mismo, analizamos la gnesis y el desarrollo de las redes de poder de dicho grupo, a

    travs de instituciones tnicas que fortalecen los vnculos y que permiten la proyeccin de relacionesempresariales.

    Palabras clave: Migracin, espaoles en Chile, colectividad espaola, industria, instituciones tnicas,redes de poder.

    Migration and Power Networks in America:The Case of Spanish Entrepreneurs in Valparaso (Chile) 1860-1930

    ABSTRACTIn this work we analyze the Spanish migrant integration in the Chilean society focusing in its mainharbour city,Valparaiso, and through the evolution of its industry. We also analyze the genesis and evo-lution of the power nets of that group through the ethnic institution that reinforce business relationsand permit their projection.

    Key words: Migration, Spaniards in Chile, Spanish collective, Industry, Ethnics Institutions, Power nets.

    SUMARIO: 1. Introduccin. 2. La colectividad en la segunda mitad del siglo XIX. 3. Polticas migrato-rias estatales y la colonia espaola en Chile a fines del siglo XIX. 4. Los espaoles en la industriali-zacin de Valparaso. 5. A modo de conclusin. 6. Referencias bibliogrficas.

    Revista Complutense de Historia de Amrica ISSN: 1132-83122005, vol. 31 115-146

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    1. INTRODUCCIN

    Chile no fue un pas de inmigracin internacional, a la manera de los pases delAtlntico, especialmente Argentina y Brasil. La economa chilena se desarroll enbase a la explotacin salitrera, lo cual se manifest a fines del siglo XIX, despusde salir victorioso en la guerra contra la Confederacin Peruano-boliviana. Pese ala gran concentracin obrera que all se produjo no fue necesario recurrir a inmi-grantes extranjeros, porque mayoritariamente se desplazaban de las zonas agrcolaschilenas.

    El Estado chileno tuvo una especial preocupacin, sobre todo en las dos ltimasdcadas del siglo XIX, por atraer inmigrantes a fin de ocupar regiones supuesta-mente deshabitadas en el sur del pas. Confluan en tal accin motivos estratgicos,como tambin polticos y econmicos. Por un lado, haba inters por desalojar a lapoblacin indgena de la zona, y, por otro, tomar posesin de territorios limtrofes

    con Argentina a fin de asentar la soberana en dichos lugares.En general los proyectos por establecer colonias con extranjeros fracasaron,

    como fue el caso del intento con espaoles procedentes de las islas Canarias enPuerto Saavedra, zona costera de la regin de Temuco1. Posteriormente, como ini-ciativa de sectores empresariales, entre los cuales haba muchos extranjeros, se pri-vilegi la llegada al pas de inmigrantes libres o industriales, con el fin de mejorarla capacitacin de los obreros chilenos. Fue as como se inici una corriente inmi-gratoria que permiti la llegada de europeos, entre los cuales se encontraban gruposimportantes de espaoles que se concentraron especialmente en la capital del pas,Santiago, y en su principal puerto, Valparaso.

    La llegada de estos espaoles a Valparaso se produce cuando ya exista un grupode connacionales que tena una historia dilatada a travs del siglo XIX. Se trataba deuna colectividad que haba sorteado algunos serios problemas, como el bombardeoespaol en 1866 que tuvo consecuencias muy lamentables para el grupo. Muchos deellos fueron expulsados del pas, otros se quedaron teniendo que sufrir la persecu-cin, el despojo y rechazo de los chilenos. De acuerdo a los informes del cnsul deEspaa en Chile, antes de la guerra los espaoles se concentraron fundamentalmen-te en la venta de comestibles, para luego dedicarse a la de telas. Es as como se irconformando una colectividad que se unir a un sector consolidado, entre los cualeshaba algunos que ya estaban nacionalizados, como consecuencia de las imposicio-

    nes que hizo el gobierno chileno despus del bombardeo espaol al puerto, y otroemergente surgido de los que llegaron por iniciativa gubernamental a fines del siglo.Habra que sealar que entre estos ltimos, muchos optaron por regresar o reemigrara otros pases ante la evidencia de las escasas posibilidades que ofreca la ciudad.Ocurra que los salarios eran muy bajos en comparacin a los que se ofrecan enotros sectores urbanos del continente, como por ejemplo Buenos Aires, en donde lasremuneraciones de los obreros eran el triple de las que se pagaban en Chile.

    Dado lo anterior, los inmigrantes que se quedaban lo hacan pensando en las ml-tiples posibilidades que se les ofreca como trabajadores independientes vinculados

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    1 NAVARRO y ESTRADA (en prensa)

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    a la actividad comercial, como tambin industrial. La experiencia acumulada por losinmigrantes llegados por sus propios medios desde mediados del siglo XIX, o des-cendientes de los que estaban antes de la Independencia, permiti que los recin lle-gados, a fines del siglo XIX, contaran con un importante ncleo de apoyo consoli-dado, que ser muy importante para su posterior evolucin.

    Habitualmente se ha hecho hincapi en la relevancia que ha tenido la actividadcomercial desarrollada por los espaoles. Sin embargo, es importante tambin des-tacar que en la evolucin que tuvo el grupo en su gestin empresarial fue paralela auna activa y creciente participacin en el desarrollo industrial que experiment laciudad de Valparaso. A fin de dar a conocer este aspecto poco conocido del queha-cer hispano en Chile, y concretamente en Valparaso, analizaremos especficamen-te la participacin de los espaoles como industriales, haciendo notar su trabajomancomunado constituyendo redes en su accionar como grupo tnico, y tambincomo empresarios unidos por comunes intereses financieros.

    Valparaso surgi como una interesante plaza para el desarrollo de la actividadcomercial e industrial. Si bien no podramos hablar, para comienzos de siglo XX,de un proceso de industrializacin s podemos sealar la existencia de un interesantedesarrollo industrial, aunque dentro de una situacin de inestabilidad propia delcarcter dependiente de la economa chilena, que fundaba su crecimiento bsica-mente en la explotacin del salitre. A fines del siglo XIX la industria metalmecni-ca sobresala como un sector importante en funcin del apoyo a la industria mineray a los requerimientos estatales en cuanto a insumos del ferrocarril o de las FuerzasArmadas, especialmente para los barcos de la Armada. Posteriores limitacionescomo consecuencia del desplazamiento de la actividad econmica hacia Santiago,

    disminucin de la demanda fiscal, problemas internos de Valparaso como el terre-moto de 1906; desplazamiento demogrfico haca el interior de la regin y los cono-cidos problemas internacionales como la I Guerra Mundial y la crisis econmica de1929, afectaron seriamente el desarrollo de las fundiciones, las cuales, por lo dems,estaban mayoritariamente concentradas en manos de propietarios britnicos.

    La siguiente etapa del crecimiento industrial privilegi el sector alimentos y ves-tuario y es ah cuando hacen su aparicin los espaoles. Se trat de pequeos capita-listas, muchas veces en sociedades que privilegiaban la colectividad u otros extranje-ros. Fueron generando una estructura de apoyo a sus crecientes intereses econmicosa travs de la creacin de instituciones como bancos, compaas de seguros y otras

    organizaciones que facilitaron su quehacer financiero y comercial.

    2. LA COLECTIVIDAD ESPAOLA EN LA SEGUNDA MITADDEL SIGLO XIX2

    La situacin de los espaoles, despus de lograda la Independencia en 1818, nofue muy confortable y por lo tanto su presencia disminuy ostensiblemente dejandosu posicin de hegemona en la actividad econmica, que con el tiempo la fueron

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    2 Los captulos 2, 3 y 4 son una versin modificada del artculo de ESTRADA, 1994b.

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    asumiendo los britnicos en la medida que fueron aumentando sus intereses en elprincipal puerto chileno en funcin tambin del incremento de su participacin enla economa mundial. Entre las medidas adoptadas por las autoridades chilenas encontra de los espaoles podemos mencionar el decreto de 8 de octubre de 1819, queestipulaba que en el trmino de tres meses deban salir del pas todos los espaolessolteros que no tenan carta de ciudadana y quedaban imposibilitados de poder con-traer matrimonio en Chile, ser albaceas, tutores de menores; tampoco podan testarni heredar, etc.3.

    Despus de 1830, Chile desarroll una agresiva poltica de apertura comercialque se vio acompaada por el establecimiento de un rgimen poltico estable quefacilit y atrajo la actividad comercial europea transformando a Valparaso en unimportante entrepot para la regin sur del continente sudamericano. Por otro ladocabe sealar tambin el importante aporte que signific para la economa chilena eldescubrimiento de yacimientos de plata en la regin norte del pas (Chaarcillo),

    que inyectaron muy positivamente su actividad econmica permitiendo ingentesingresos que activaron el desarrollo nacional.

    Las relaciones con Espaa abrieron un nuevo perodo tras la muerte de FernandoVII en 1833, tal como lo revela el reconocimiento que hizo el Estado de los emprs-titos levantados en Chile por las autoridades republicanas y espaolas, los reparti-mientos extraordinarios hechos por esos gobiernos a ttulo de donativos, contribu-ciones o multas, indemnizaciones por bienes races y, en fin, las sumas recaudadaspor secuestros o embargos impuestos en momentos blicos4. De todos modos losproblemas polticos internos de Espaa no permitieron mayores avances inmediatospues hasta 1847 no se iniciaron las relaciones formales entre ambas naciones. En

    todo caso cabe mencionar que de hecho, en 1838 se produjo una situacin inespera-da cuando apareci en el puerto de Valparaso el buque espaol Santa Suzana. ElGobierno chileno reaccion otorgndole autorizacin para ingresar permitiendo

    provisoriamente por parte de Chile, las relaciones comerciales con Espaa, por espa-cio de dos aos, a la espera de reciprocidad del Gabinete de Madrid, y con la reservade prorrogar o de suspender los efectos de su Decreto, segn las circunstancias5.

    El buque fue, pues recibido bajo estas condiciones.Tal como revelan los censos iniciados en 1854 la colectividad espaola empieza

    a crecer, ahora con un nuevo contingente que comenz a nutrirse de aquellos que

    llegaron de Espaa por sus propios medios trados por familiares o amigos intere-sados en tener ayuda para sus actividades comerciales que fueron aumentando conel crecimiento de la actividad portuaria que experimentaba Valparaso.

    Aunque las cifras de poblacin espaola, a mediados de siglo XIX, son muy res-tringidas para todo el pas pues de acuerdo al censo de 1854 no llegan al millar, cabesealar que es Valparaso el centro urbano que concentra el nmero mas alto deellos, con lo cual revela la importancia econmica de dicho centro portuario en la

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    3 PRESA, 1978,p. 644 MONTANER, 1961, p. 1435 Ibdem.

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    economa nacional, y por ende es tambin un foco importante de atraccin para losinmigrantes extranjeros interesados en buscar nuevas posibilidades de desarrollopersonal.

    CUADRO 1

    COLECTIVIDAD ESPAOLA EN CHILE.1854-1920

    Ao Santiago Valparaso Total Chile

    1854 218 283 9151865 198 443 1.2471875 364 346 1.223

    1885 546 562 2.5081895 2.688 1.317 8.4891907 6.565 3.785 18.7551920 11.081 3.975 25.962

    FUENTE: Censos de la Repblica de Chile. Aos indicados.

    Observando las cifras censales correspondientes a toda la segunda mitad del

    siglo XIX podemos notar para Valparaso que para 1875 la poblacin espaola sufreun notorio descenso que corresponde a los efectos que provoc el bombardeo espa-ol de la ciudad de Valparaso en 1866. Esta situacin oblig a muchos espaoles ahuir de la ciudad o al menos tener que alejarse temporalmente, a fin de evitar lasrepresalias y el mal ambiente creado en su contra, como reaccin al dao provoca-do por la escuadra espaola. Con el transcurso de los aos las relaciones retomaronsu curso normal, a travs de la firma del armisticio en 1871, y despus en 1881 alreabrirse nuevamente los puertos chilenos a los buques espaoles que comenzarona hacer uso de tal franquicia en 1882. Finalmente, en septiembre de 1884 se resta-blecieron definitivamente las relaciones entre ambos pases.

    Aunque, posteriormente al bombardeo, Santiago expresa un aumento poblacio-nal de la colectividad espaola, slo en el ltimo censo, su predominio es ostensi-ble marcando un ritmo que con el tiempo ir en aumento. En todo caso, si bien esefectivo que los espaoles establecidos en Valparaso, en 1895, constituyen el 50%de los avecindados en Santiago, cabe sealar que dicha cifra equivala a la propor-cin poblacional existente entre las ciudades.

    Valparaso fue la ciudad chilena que mayor nmero de extranjeros atrajo haciafines del siglo XIX y, de entre ellos, los espaoles ocuparon posiciones de avanzada,aunque no se revela en toda su realidad tal situacin en las cifras censales, puesto quemuchos de los espaoles establecidos al momento del conflicto con Espaa, en 1866,

    fueron obligados a adquirir la nacionalidad chilena.

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    CUADRO 2

    DEPARTAMENTO DE VALPARASO. 1865-1920POBLACIN TOTAL, EXTRANJEROS, ESPAOLES

    A B B/AAo Total Extranjeros Espaoles

    1865 74.731 4.961 443 8.9%1875 101.088 6.937 346 4.9%1885 115.147 7.664 562 7.3%1895 138.274 10.302 1.317 12.8%1907 190.951 14.630 3.785 25.8%

    1920 225.169 13.443 3.975 29.5%FUENTE: Censos de la Repblica de Chile para los aos indicados

    El promedio de extranjeros durante la segunda mitad del siglo XIX correspon-da a poco menos de un 7% del total poblacional del Departamento, mostrando unleve aumento en 1895, ao en que el porcentaje sube al 7,4%, para entonces la colo-nia espaola representaba el 0,95% de ese total, revelando de esa forma el rpidoaumento producido, ya que en 1875 solamente constitua el 0,34%. Es importante

    destacar que de acuerdo al censo de 1895, los espaoles aparecen como la colecti-vidad ms numerosa a nivel nacional con una poblacin de 8.489 habitantes de untotal de extranjeros de 79.056, lo que da un porcentaje de representacin de esetotal, correspondiente al 10%. A partir de ese ao, los peninsulares mantendrn suhegemona como colectividad extranjera frente a las otras representaciones europe-as, mantenindose en la primaca cuantitativa hasta la actualidad.

    CUADRO 3

    POBLACIN DE ESPAOLES DEL DEPARTAMENTO DE VALPARASO. 1865-1895

    Transentes TOTALAo Residentes Nacionalizados TOTAL General Solteros Casados Viudos Saben leer Saben escribir

    H M H M H M H M H M H M H M H M

    1865 419 15 9 - 428 15 443 275 8 131 4 22 3 400 13 396 13

    1875 270 40 36 - 306 40 346 228 15 69 19 9 6 262 26 260 25

    1885 471 81 8 2 479 83 562 318 38 139 33 22 12 393 50 377 51

    1895 902 391 16 8 918 399 1.317 619 260 260 109 39 30 812 302 800 300

    FUENTE: Censos de la Repblica de Chile para los aos indicados.

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    Analizando la estructura demogrfica de la colectividad espaola se perciben lascaractersticas propias de los inmigrantes en general, es decir, predominio de hom-bres sobre las mujeres, y concentrados entre los 15 y los 40 aos, que correspondea la edad de mayor posibilidad de desarrollo laboral ya que tampoco podramosdecir que son los nios los que imponen este predominio6.

    El desequilibrio entre hombres y mujeres facilit la posibilidad de matrimoniosmixtos hispano-chilenos, bsicamente entre espaoles y chilenas. Esta situacin deter-min un mayor grado de aceleracin del proceso de asimilacin de la colectividad.

    En cuanto al nivel cultural de los peninsulares, medido en virtud de sus nivelesde alfabetizacin, se advierte una situacin bastante aceptable, por cuanto, en rela-cin a la poblacin nativa, aparecen en una posicin destacada de acuerdo a losdatos recogidos en la informacin censal (ver cuadro 3)7.

    Aunque las cifras que muestran los nacionalizados son muy reducidas en losregistros oficiales, sabemos, positivamente, que ese nmero debi ser ms alto, por

    cuanto tal situacin se explica por la reticencia a reconocer, por parte de los nacio-nalizados, su condicin de tales, evitando as posibles perjuicios y prefiriendo dis-frutar de las franquicias propias de los nacionales. Tal como lo seala el propio cn-sul espaol en Valparaso los que optaban por nacionalizarse no reconocan talsituacin frente a sus paisanos ya que est tan mal visto dar ese paso que suelenocultarlo los que les ha convenido verificarlo8.

    CUADRO 4

    POBLACIN ESPAOLA. TOTAL Y ECONMICAMENTE ACTIVA.

    1865-1895

    Ao Poblacin Total Poblacin ActivaH M T

    1865 443 383 3 3861875 346 300 11 3111885 562 437 38 4751895 1.317 785 93 878

    FUENTE: Elaboracin propia a base de los censos para los aos indicados.

    El anlisis por sexo junto con la reiterara superioridad numrica de los hombres,ya registrados en el total de la poblacin, deja tambin de manifiesto la escasa acti-vidad femenina en labores que no sean las propias que permite la habitual vidahogarea. Esta desproporcin es mayor que la producida en otras colonias de

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    6 Repblica de Chile, Censos para los aos 1865. 1875, 1885 y 1895.7 Ibdem.8 Informe del Consulado de Espaa en Valparaso de 1888 en: Archivo General de la Administracin,

    Alcal de Henares, Caja 9288.

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    extranjeros, lo que refleja el carcter tradicional de la sociedad espaola y, por ende,tambin de la chilena. En todo caso, se advierte en el transcurso de los aos unaumento proporcional de la presencia femenina. Cabe tambin sealar que era habi-tual que las mujeres colaboraran en las actividades comerciales de sus esposos,sobre todo cuando se trataba de establecimientos que estaban unidos a las residen-cias de los comerciantes. Es el caso de los despachos o tiendas de comestibles quehabitualmente eran atendidos por todos los miembros de la familia y requeran deltrabajo comunitario del grupo familiar.

    Al observar los diferentes oficios se advierte que estamos en presencia de unasociedad en desarrollo, reflejado en su urbanizacin creciente que impone una mayorespecializacin laboral, a pesar de no tratarse de una sociedad moderna propiamen-te tal, pero que revela un proceso evolutivo interesante. Las cifras absolutas de losoficios en los censos de 1865, 1875, 1885 y 1895 correlativamente, son: 28, 25, 36y 609. La excepcin en este desarrollo creciente la constituye el censo de 1875, por

    las razones ya conocidas. Por lo dems, debemos sealar que este incremento paula-tino de los oficios advertido dentro de la colectividad espaola concuerda, en trmi-nos generales, con las caractersticas de toda la estructura laboral de Valparaso.

    En virtud de los antecedentes entregados sabemos que los oficios en que se con-centran mayoritariamente los espaoles estaban relacionados con las actividadescomerciales. De ah que los comerciantes predominen, como tambin aquellos quese identifican como empleados, lo que corresponde mayoritariamente a quienestrabajan como dependientes en los establecimientos de sus compatriotas. De acuer-do al registro de las patentes de 1849, los espaoles, de un total de 418 establecimientos, estaban representados en 2010. Otros extranjeros europeos procedentes

    de Inglaterra, Alemania y Francia, aparecan con 68, 28 y 79 establecimientos, res-pectivamente.Hay que hacer notar que la mayora de los negocios de propiedad de espaoles

    eran tiendas. Por su parte, los ingleses predominaban en las casas de consignacio-nes, superando incluso a los chilenos, con una cifra de 17 casas. De alguna formaesto revela cual es el distinto rol que estn desempeando ambas colonias dentro dela actividad comercial en Chile. Los ingleses estn representando el amplio domi-nio comercial que tienen a nivel internacional, y en general en todas partes su pre-sencia como comerciantes les garantizaba una posicin hegemnica. Los espaoles,como tambin los italianos, en su mayora, eran pequeos y medianos comercian-

    tes que instalaban negocios con muy limitada inversin de capital.Para el ao 1857, el sector tiendas representaba el 58% de los establecimientos depropiedad de espaoles, lo que ratificaba la afirmacin precedente11. Sin embargo,habra que aclarar que hubo algunas excepciones en cuanto al poder econmico delos representantes de la colonia espaola. Es el caso de Jos Cerver Mox, funda-dor del Banco Espaol-Italiano, del Banco Espaol de Chile y de varias compaas

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    9 Censos para los aos 1854, 1865, 1875, 1885 y 1895.10 Oficina Nacional de Estadstica, Repertorio Nacional, Imprenta El Progreso, Santiago 1850.11 Gua de Valparaso y Santiago o Repertorio General para el ao 1858, Imprenta del Comercio, Val-

    paraso 1858.

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    de seguros (La Espaola, La Iberia, Nueva Espaa, Numancia, La Federa). Comoempresario, Cerver figura entre los que fundaron la Compaa de Gas de Valpara-so, la Compaa Comercial de remolcadores y el Matadero de Valparaso. Participen mltiples actividades de beneficencia y figur como un activo dirigente de lasinstituciones de la colectividad. Entre sus bienes figuraban varias propiedades agr-colas como las haciendas Los Molles, Cabildo y Quivolgo. A ellas se agregabanestablecimientos de minas y fundiciones en Cabildo, Guayacn, ngeles y el Cobre.Fue un empresario multifactico por cuanto incursion en diversos mbitos de laeconoma. Su gestin fue todo un ejemplo de capacidad y tesn, pues toda su for-tuna la hizo en Chile, ya que en el momento de contraer matrimonio slo declarcomo capital la suma de $500. Por su parte su esposa y prima, Mercedes LarranMox, con quien tuvo 10 hijos, tambin particip aportando bienes, pues hacia1869 reconoci haber recibido de su parte la suma de $75.00412.

    Otro personaje destacado fue Jos Besa, que de modesto empleado lleg a con-

    vertirse en uno de los hombres de mayor poder en Chile. Se inici como comer-ciante en frutos del pas en Santiago, para luego ampliarse a Valparaso con otracasa. Incursion tambin, exitosamente, en California exportando casas de madera.Posteriormente ampli sus negocios de abarrotes y frutos del pas a otras regionescon una excelente red de transportes propia, que comprenda desde recuas de mulashasta barcos de considerable tonelaje. Tuvo el monopolio de la distribucin y ventadel azcar de la Refinera de Via del Mar. Fue presidente de la Compaa Sud-americana de Vapores y presidente de la Unin Chilena de Seguros. Fue, adems,parlamentario por Valparaso, Curic y Chilo.

    Aunque fueron muchos los espaoles que surgieron y alcanzaron posiciones

    expectables, es conveniente sealar que el trnsito para lograr tales posiciones esta-ba plagado de dificultades y tan slo algunos, los menos, accedan a ellas. La mayo-ra poda pretender alcanzar una posicin holgada y cmoda luego de muchos sacri-ficios, pero tambin estaban aquellos que pese a sus desvelos no alcanzaban nisiquiera una situacin de mnima estabilidad. Al introducirnos en los mbitos de lavida ms intima de los migrantes detectamos las mltiples dificultades que debie-ron enfrentar. Tal es la situacin que se revela, por ejemplo, al revisar algunos testa-mentos que no slo aportan informacin de los bienes que estos poseen, sino sobretodo, entregan elementos propios de su vida intima que refleja muchas veces unsaldo de bienes importante, pero tambin de extremos sacrificios. Mltiples casos

    de hombres en edad avanzada, solteros y de muy escasos recursos o, por el contra-rio, con considerables recursos y sin familiares a su lado. J.G.M. testa a los 70 aosy declara no poseer ms bienes que su casa y los enseres que estn al interior de ella,todo lo cual no alcanza a $1.000, por lo cual queda exento del pago de las mandasforzosas. Se cas en dos oportunidades. En su primer matrimonio ninguno aportobienes y tuvo tres hijos de los cuales dos fallecieron siendo nios. En su segundomatrimonio no tuvo descendencia, aport como bienes su casa, y su esposa no poseabienes13. F.S. de 63 aos de edad, viudo, analfabeto, declara haber vivido en Valpa-

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    12 Archivo Nacional. Archivos Notariales, Valparaso 1869; PRESA, 1978, p. 629.13 Archivo Nacional. Archivos Notariales de Valparaso 1860.

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    raso durante 40 aos y poseer un sitio edificado con cinco piezas como nico patri-monio que lega a sus tres hijos14. Un caso interesante es el de F.G.R. que en 1881deja un testamento reconociendo tener 50 aos y ser soltero y sin hijos. Declaracomo bienes posesiones que superan los $32.000, y los lega a sus hermanos. Dosaos ms tarde aparece un segundo testamento en que se declara casado, con un hijoy otro que presume en el vientre de su esposa. Sus bienes ascienden a $43.000 ysu esposa nada aport a la sociedad conyugal. Posteriormente, en 1887 aparece eltestamento de su esposa quien declara tener 27 aos y slo un hijo de su ya difun-to esposo de quien era adems sobrina. En este caso se advierte una situacin dearreglo familiar ms que de una relacin normal por cuanto la diferencia de edadentre los cnyuges y las condiciones de salud del afectado difcilmente muestran lascaractersticas constitutivas de una pareja normal15. J. B. por su parte se declaracasado, de 73 aos de edad y ordena a sus albaceas que asuman el mantenimientode la casa de hurfanos que l ha fundado16.

    Una revisin particularizada de la colectividad deja en evidencia un complejoescenario para los inmigrantes. Es mezquino evaluar los resultados del procesoinmigratorio espaol slo a travs de indicadores econmicos, por cuanto es nece-sario tambin considerar aspectos sustantivos que se refieren a situaciones senti-mentales que no necesariamente pueden ser cuantificables17.

    Otra de las actividades que se identific con los espaoles, adems de las tien-das, fueron las casas de crdito prendario. A fines del siglo XIX se consideraba queel 80% de este tipo de establecimientos en Chile perteneca a espaoles. La prensales atacaba duramente por los abusivos intereses que obtenan en sus operaciones18.Fue habitual que como consecuencia de huelgas o protestas populares estos esta-

    blecimientos fueran atacados como expresin de malestar por el carcter expoliato-rio que se les asignaba.Culturalmente, podemos hacer notar, especialmente en el siglo XIX, la impor-

    tante labor desempeada por representantes de la colonia espaola en la actividadperiodstica. Aunque la importancia cualitativa de esta actividad no queda expresa-da de modo perceptible en la informacin oficial. Es el caso de los censos que norecogan necesariamente de modo apropiado los oficios que revelaban el nivel deinvolucramiento que tenan los espaoles con la actividad periodstica y editora. En1865 y 1885 no aparece ningn litgrafo, en 1875 slo uno y en 1895 aumenta acuatro tipgrafos, no se registran en el ao 1885 y en 1865 y en 1875 solamente uno

    es consignado, mientras en 1895 aparecen tres19.Durante la poca que nos ocupa, el periodismo, adems de divulgar informaciny publicitar, era un importante medio utilizado por los intelectuales para dar a cono-cer sus posiciones, como tambin era la va a la que recurran los literatos paraentregar sus creaciones. Figura importante, al respecto fue Manuel Rivadeneyra,

    Concepcin Navarro Azcue Migracin y redes de poder en Amrica: el caso de los industriales...

    14 Ibdem, 1862.15 Ibdem, 1881, 1883, 1887.16 Ibdem, 1858.17 ESTRADA, 2002.18 SOLBERG, 1970, p. 121.19 Repblica de Chile, Censos para los aos indicados.

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    quin, adems de dedicarse al periodismo, prcticamente fund la industria edito-rial en Chile, difundiendo obras clsicas de destacados escritores espaoles. Elsucesor de su obra, fue otro peninsular, Santos Tornero, que conjugaba las activida-des de librero, impresor y editor. La dedicacin que le entreg a su peridico signi-fic que ste alcanzara una posicin relevante en la prensa nacional. Su imprenta,por la extraordinaria actividad que tuvo, transform a Valparaso en el centro edito-rial ms grande de la regin austral de Amrica. Segn el censo de 1854, perodo enque Santos Tornero se encontraba en Valparaso, existan en la ciudad 20 tipgra-fos20; en cambio en Santiago no aparece ninguno. Gracias a la labor de Rivadeney-ra y de Tornero fue posible la difusin de importantes escritores clsicos, que pudie-ron ser distribuidos a travs de todo el Continente desde Valparaso

    Socialmente podemos decir que la colonia espaola, como en general ocurre contodos los inmigrantes europeos, se ubicaba en una posicin intermedia. El podereconmico concentrado por los ingleses y alemanes sita a stos en una posicinms aventajada que los espaoles e italianos que renen caractersticas similares.Muchos de los ingleses y alemanes llegan como funcionarios o profesionales con-tratados por perodos determinados o como comerciantes ligados al comerciomayorista. En todo caso, su permanencia en el pas es en un porcentaje superior al60%, slo circunstancial. Los espaoles, en cambio, son una colonia que se carac-teriza por llegar al pas con menos capital y dispuestos a iniciar en forma indepen-diente una vida nueva. Aunque tambin muchos de ellos venan por un perododeterminado, un grupo importante termin quedndose en forma definitiva. Obvia-mente, la fcil adaptacin cultural que encuentran en Chile y las dificultades preva-

    lecientes en la Pennsula contribuyeron a que esto ocurriera.La identidad de los espaoles con los sectores medios queda fielmente reflejadaen la gran cantidad de individuos que trabajaban como empleados particulares ycomerciantes. Ambos oficios en el censo de 1865, representaban el 32% de la pobla-cin activa de la colonia; en 1875 el 62%; en 1885 el 71% y en 1895 el 67%. Esdecir, a pesar del aumento de oficios que se experimentaba a travs del siglo, se fueproduciendo una notoria concentracin en las actividades mencionadas21. De todosmodos, habra que sealar que los oficios de comerciantes expresaban la condicinde empresarios o pequeos empresarios que se desempeaban en forma indepen-diente y el caso de los empleados acoge a los dependientes los cuales se encontra-

    ban en una etapa de aprendizaje en procura de acumular un capital que luego lespermitira poder establecerse con su propio negocio.La fuerte concentracin de los extranjeros en la actividad comercial expresa la

    capacidad de estos para saber insertarse en un sector, que expresaba una demanda apartir del particular desarrollo urbano que tena la ciudad, y que no provocaba espe-cial inters entre la poblacin nativa. Por otro lado, era evidente que en el comerciopodan tener una movilidad socioeconmica, que era muy difcil de lograr en otraactividad dependiente.

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    20 Ibdem, 1854.21 Repblica de Chile, Censos para los aos indicados.

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    3. POLTICAS MIGRATORIAS ESTATALES Y LA COLONIA ESPAOLAEN CHILE A FINES DEL SIGLO XIX

    El acelerado desarrollo de Valparaso de la segunda mitad del siglo XIX sufri

    algunas alteraciones al terminar el siglo. Son el resultado del decaimiento de la acti-vidad portuaria debido a diferentes motivos, como la mayor autonoma de losbuques a vapor y los cambios en el comportamiento de la economa nacional quefue concentrndose cada vez mas en la zona salitrera del norte del pas. Por otrolado Santiago fue aumentando su papel de capital, provocando el desplazamiento deimportantes industrias y casas mayoristas que se instalaron en Valparaso.

    Sin embargo, la presencia extranjera a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XXse expres, en porcentaje, en sus mximos niveles en Valparaso. En cuanto a los espa-oles, de acuerdo a la informacin suministrada por el Consulado de Valparaso, desde1905 en adelante, se advierte que el quinquenio 1906-191022, en relacin a los pero-

    dos posteriores, fue el que concentr el mayor nmero de migrantes. Posteriormente,veremos que se produjeron notorios efectos en los desplazamientos como consecuen-cia de la Primera Guerra Mundial y la depresin econmica de los aos treinta.

    Coincidi con los cambios que experimentaba la economa del pas con una seriede medidas que comenz a tomar el Estado chileno en procura de atraer mayornmero de inmigrantes. Una primera etapa se orient a la trada de colonos peroluego se procur captar trabajadores especializados que pudieran constituir unimpulso para el desarrollo industrial del pas.

    La cifra ms alta de espaoles concentrados en Valparaso fue de poco menos de4.000 personas, para 1920; o sea, el 15,31% del grupo de espaoles avecindados en

    Chile, como se observa el cuadro 5.

    CUADRO 5

    POBLACIN: COLECTIVIDADES EUROPEAS MS IMPORTANTES.DEPARTAMENTO DE VALPARADO 1865-1940

    NACIONALIDADES 1865 1875 1885 1895 1907 1920 1930 1940

    Alemanes 783 1.134 1.165 1.396 2.055 1.440 1.503 2.162

    Franceses 799 986 819 1.097 1.003 791 549 377Espaoles 413 346 562 1.317 3.463 3.496 3.040 3.233Britnicos 1.014 1.785 1.478 1.974 2.053 1.799 1.322 693Italianos 474 807 1.449 2.264 2.985 2.837 2.834 2.848Otros extranjeros 1.479 1.863 2.189 2.252 3.071 3.080 3.747 4.351Total Extranjeros 4.961 6.921 7.662 10.302 14.630 13.443 12.995 13.664

    Fuente: Censos de la Repblica de Chile para los aos indicados.

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    22 Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores. Fondo Correspondencia Embajadas y Legaciones,Chile, 1905-1915. Expedientes correspondientes a esos aos.

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    En cuanto a los espaoles, en un primer momento se intent conseguir la veni-da de vascos por cuanto exista una positiva imagen de ellos dentro de la sociedadchilena. En la primera etapa, cuando se pens en traer agricultores el propioministro de Relaciones Exteriores, Luis Aldunate Carrera, despus de recibirinformes desde Espaa de Francisco de Borja Echeverra afirmaba que poseaantecedentes

    para creer que los vascos son los agricultores ms adelantados que se conocen; quesus campos revelan adelantos considerables de una profunda labor y de un asiduotrabajo. Siendo su regin la ms pobre y estril de Espaa, mediante su trabajoconstante e inteligente, han hecho de ella la ms rica y mejor cultivada de la pro-vincia23.

    Cuando en 1882 se crea la Agencia General de Colonizacin se inician las labo-

    res de reclutamiento, estableciendo sedes en los provincias vascas24

    . Sin embargoel primer envo de migrantes vascos enfrent serios problemas que afectaron el flujoinmediato, ya que de 300 vascos que venan en 1883 aproximadamente unos 100desembarcaron en Uruguay bajo el argumento que seran enviados a poblar el des-ierto, reducidos as a la condicin de esclavos25.

    Salieron dos expediciones con migrantes vascos para luego concentrarse elreclutamiento en Suiza. Los incidentes de Montevideo y los comentarios negativosque hizo de su experiencia Francisco Bengoechea, comisario del primer grupo quefue a Chile, afectaron seriamente los trabajos de captacin de migrantes en las pro-vincias vascas y determinaron se dejara de lado el primitivo inters por campesinos

    de dicha regin26.Posteriormente, durante el gobierno de Balmaceda, la gran mayora de los

    migrantes provino de Espaa27. Se trat entonces de inmigrantes que venan a lasciudades y a los cuales se les consideraba poseer condiciones aventajadas comoobreros frente a los nacionales. Curiosamente no siempre fue as ya que muchos deestos inmigrantes procedan tambin de zonas rurales.

    Nicols Vega, agente general de Colonizacin, lamentaba en un informe sobre sugestin, los prejuicios existentes en Chile en contra de los espaoles del sur28. Noobstante, en un documento oficial de fecha posterior, se da cuenta de la llegada, en1907, de 8.462 inmigrantes europeos, de los cuales 6.867 eran espaoles recalcn-

    dose que provenan de las regiones del norte de Espaa, las que proporcionan la

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    23 Cmara de Diputados, Sesiones Extraordinarias, 6 de enero 1883, p. 496.24 GARCA, 1983, p. 25.25 SANTOS, 1987, p. 87.26 Bengoechea narr su experiencia al agente de Inmigracin, Francisco de Borja Echeverra, en los

    siguientes trminos: Hemos llegado a Talcahuano el da 26 en donde hemos sido bien recibidos con msica.De all hemos ido a Concepcin y de all a un pueblo llamado Angol. All me he despedido de ellos porque heconocido que haba mal procedimiento para mi; ni siquiera me han preguntado si como o si tengo que comer,ni un triste vaso de agua me han ofrecido, cosa que no se puede creer, cit. en DUCHENS, 1995, p. 97.

    27 VEGA, 1896, p. 54.28 Ibdem, p. 148.

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    mejor gente por sus condiciones de laboriosidad, robusta condicin y buenascostumbres29.

    Para esta poca eran muchos los espaoles que se vean impulsados a salir enrazn de las penurias econmicas que afectaban a la Pennsula Ibrica, para locual utilizaban mltiples recursos clandestinos a fin de evitar el control estatal queregulaba la emigracin. Los que lograban salvar los obstculos en tierra, final-mente, se embarcaban para continuar sometidos a variadas dificultades en el largotrayecto martimo30. Malas condiciones sanitarias, exceso de pasajeros, escasez ymala calidad de la comida, junto al mal trato por parte de la tripulacin, constitu-an las reiteradas quejas de los pasajeros, de entre los cuales no es extrao quealgunos no alcanzaran a llegar a su destino31. Es conveniente adems, sealar quemuchos de los que llegaron a Chile en los primeros aos de este siglo reemigra-ron a la Argentina por falta de posiciones laborales. Son mltiples las referencias

    en la prensa al respecto haciendo notar que eran miles los que atravesaban la cor-dillera con lo cual resultaba que Chile estaba subvencionando la inmigracin delpas vecino32.

    Las dificultades que enfrentaban los migrantes espaoles en Chile eran conoci-das en Espaa en donde el Consejo Superior de Emigracin en un documento ofi-cial adverta sobre las dificultades que existan en Chile y aunque reconoca posibi-lidades en el sector comercial, haca notar que estas no respondan a las existentesen otros pases en donde se haban labrado ingentes fortunas33.

    Considerando que el Estado propici la inmigracin con su intervencin directasolo hasta la primera dcada del siglo XX, las posteriores corrientes migratorias se

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    29 Repblica de Chile, Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Culto y Colonizacin de 1909,Imp. Cervantes, Santiago de Chile 1910, p. 170.

    30 El Mercurio de Valparaso, 16 de mayo de 1907 reproduce un cable desde Madrid en los siguien-tes trminos: Ayer abandonaron Tortosa un centenar de obreros sin trabajo ni medios de subsistencia y sedirigieron a Burdeos a tomar un vapor que debe conducirlos a Chile. La despedida de los emigrantes fuetristsimo.

    31 Son mltiples las referencias a los problemas que tenan los pasajeros sobre todo en los navos de laCompaa Inglesa de Vapores. Uno de los pasajeros sostena que el viaje que he realizado a bordo del vaporOrissa, es el ms amargo de toda mi vida y guardar de l el ms penoso recuerdo, por las escenas de ver-dadera barbarie que en l presenci (El Mercurio de Valparaso, 14 de junio de 1907).

    32

    El Mercurio de Valparaso, 9 de octubre, 2 de noviembre y 24 de diciembre de 1907.33 Consejo Superior de Emigracin de Espaa, La Emigracin Espaola Transocenica, Madrid,Hijos de T. Minuesa de los Rios, 1916, p. 168: Chile no es pas de inmigracin; la fomentada oficial-mente, ms por espritu de imitacin que por necesidad fue un fracaso completo. Y era lgico; el argen-tino y el brasileo no trabajaba en el campo, dejan explotar el suelo por otros, ellos son los amos; elchileno lo ama ms, lo cultiva por s. De otra parte, Chile no tiene la riqueza agrcola que atesoran el

    Brasil y Argentina, ni rene otros factores de importancia impulsores decisivos de la emigracin. La dis-tancia, la poca facilidad de comunicaciones comparada con las que ofrecen el Brasil y la Argentina y elescaso conocimiento que se tiene de Chile, contrastando con la propaganda incansable de otros pasesno eran estmulos muy poderosos para crear una intensa corriente migratoria. Chile pues, no es, porel momento, pas de inmigracin espaola; tardar mucho en serlo, quizs no lo sea nunca en absolu-to. La nica expectativa actual para el espaol es el ejercicio del comercio, que pero sin la risuea,

    fascinadora ilusin de amasar fortunas colosales, como las que se amasaron en otros pases hispanoa-mericanos.

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    estructuraron en base a las redes migratorias diseadas por los grupos que mejor seconsolidaron en el pas. Si bien es cierto que esto influy en el predominio demigrantes procedentes de la regin septentrional de Espaa, ello no signific laexclusin de otras regiones. En Chile no se produjeron situaciones de relaciones tanmarcadas como las resultantes, por ejemplo, entre Cuba y Puerto Rico con las islasCanarias y las Baleares, respectivamente, lo cual determin una concentracinsobrerrepresentada de los habitantes espaoles procedentes de esas regiones en lasislas caribeas34.

    Es conveniente tambin sealar que la situacin que presentaba Valparaso noera exactamente representativa de todo el pas, ya que al comparar la distribucin delos espaoles, segn su procedencia, establecidos en el principal puerto de Chilecon las ciudades de Santiago y Concepcin, se pueden encontrar algunas variantesde cierta importancia, sin que ello implique variaciones radicales35.

    Pueden sealarse como hechos destacables una mayor concentracin porcentualde vascos en Valparaso y el predominio de castellanos viejos en Concepcin, losque representan prcticamente la cuarta parte de la poblacin espaola de esa ciu-dad. Por otra parte, en Santiago llama la atencin la hegemona de los catalanessobre los otros grupos36. Pareciera que esta distribucin respondi slo a una ins-tancia propia del azar por cuanto no conocemos razones que permitan otro tipo deexplicacin a este tipo de distribucin.

    El comportamiento de la colectividad en cuanto a su estructura mantuvo la delsiglo XIX. El comportamiento matrimonial, tal como se revela en el cuadro 6,expresa las pautas tradicionales de las colectividades inmigrantes37. Es decir,

    muestra un fuerte predominio de los hombres, en especial en los perodos demigracin.Sabemos que los movimientos migratorios atraen bsicamente a poblacin mas-

    culina, soltera concentrada entre los 15 y los 40 aos y en el caso de quienes ven-an estando casados, lo hacan con la intencin de poder unirse posteriormente a sufamilia ya sea en su lugar de origen o incorporndolas al movimiento migratorio.Del mismo modo, fue tambin comn que algunos jvenes solteros regresaran aEspaa con el expreso propsito de contraer matrimonio con una compatriota. Aveces se trataba de una novia ya comprometida, pero tambin hubo muchos casosque se trataba de migrantes que haban decidido formar su familia, con alguien de

    su comunidad sin preocuparse mayormente de que esta unin fuera fruto de unarelacin previa muy prolongada. Consideremos tambin que en Espaa las jvenescasaderas no tenan una demanda matrimonial muy expectante dada la escasez depretendientes. A esto sumemos la imagen optimista que se tena del migrante, encuanto a sus posibilidades de xito econmico que, evidentemente no eran detecta-bles entre los campesinos que permanecan en sus pueblos. Juan Antonio Garca en

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    34 IGLESIAS, 1988.35 MAZZEI, y LARRETA, 1994, p. 21436 Ibdem.37 Repblica de Chile. Censos para los aos indicados.

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    una encuesta aplicada en Santiago a 120 migrantes varones, detect ocho casos depersonas que viajaron a la Pennsula para contraer matrimonio38. Un recurso habitualal que acudan los inmigrantes, cuando no tenan novia identificada ni tampocopodan ser ayudados por su familia al respecto, era solicitar la ayuda del cura delpueblo para que les recomendara una moza que contara con los atributos propios deuna buena madre y esposa.

    CUADRO 6COLECTIVIDAD ESPAOLA DE VALPARASO

    MATRIMONIOS 1900-1929

    AO 1900 1905 1910 1915 1920 1925 TOTALNovio - Novia 1904 1909 1914 1919 1924 1929

    Espaol - Espaola 25 48 60 51 53 29 266Espaol - Chilena 76 110 131 145 182 181 825Chileno - Espaola 8 6 4 5 8 8 39Espaol - Extranjera 8 4 5 9 14 5 45Extranjero- Espaola 1 - 3 - 3 1 8

    TOTAL 118 168 203 210 260 224 1183

    FUENTE: Oficina Registro Civil e Identificacin. Valparaso.

    De acuerdo al censo de 1907, en pleno perodo de inmigracin provocada por elEstado, la provincia de Valparaso exhiba una relacin de masculinidad para elgrupo hispano de 300.5. Esta desproporcin explicaba la preponderancia de matri-monios mixtos especficamente entre novios espaoles y novias nativas, lo que porcierto no puede llevarnos a interpretar al grupo migrante como de carcter exog-mico. Efectivamente, al analizar el cuadro 6 podemos notar que, en el caso de las

    mujeres espaolas, hay una fuerte preferencia por los novios espaoles. Habra quesealar adems los casos de endogamia encubierta, que es la que se produca en losenlaces con novios chilenos hijos de espaoles. Debido a que esta informacin noes posible recogerla en las fuentes consultadas y tampoco se puede deducir, como enotros casos de extranjeros, a base de la grafa de los apellidos, slo podemos sea-larla como un elemento ms a considerar en el carcter del grupo. Al comparar elcomportamiento femenino de los grupos migrantes en las uniones matrimoniales sepuede observar que su comportamiento no presenta diferencias muy marcadas. La

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    38 GARCA, 1983 p. 11.

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    mayor apertura de los grupos europeos de origen latino, frente a los sajones, es deescasa trascendencia. Una muestra para Valparaso considerando a las colectivida-des alemana, italiana y espaola, y referida especficamente a la participacin de lasmujeres, nos ofrece los resultados incluidos en el cuadro 7. Este dato es interesantepor cuanto manifiesta las tendencias de los grupos que se reflejan no slo en su con-ducta matrimonial sino, tambin, en su quehacer comercial, en donde, igualmente,tambin privilegian los vnculos tnicos.

    CUADRO 7

    CONDUCTA FEMENINA EUROPEA EN LA ELECCIN DE NOVIOVALPARASO: 1885-1920

    Espaoles Italianos Alemanes

    N. % N. % N. %

    Novios compatriotas 266 87.22 296 89.69 169 92.34Novios chilenos 39 12.78 34 10.30 14 7.65

    Total 305 100 330 100 183 100

    FUENTE: Direccin del Registro Civil e Identificacin. Valparaso. Las cifras de los italianos y alemanes fuerontomadas de Ana Rosa Aravena : Anlisis Demogrfico de los Inmigrantes Europeos en Valparaso a travs de losmatrimonios en el Registro Civil. 1885-1920 (Alemanes, Franceses e Italianos). Memoria para optar al ttulo deProfesor de Historia y Geografa U. Catlica de Valparaso, 1988.

    Como ya manifestamos anteriormente los testamentos ofrecen interesantespistas, que nos permiten aproximarnos de mejor modo a la vida cotidiana de losinmigrantes. Es as como, a travs de esta fuente podemos conocer mejor las varia-ciones que se producen en las relaciones de parejas, que no es posible advertir enlas cifras globales. Son escasos los testadores que declaran tener hijos naturales ofuera del matrimonio. Sin embargo, a veces quedan dudas cuando aparecen benefi-

    ciarios sin lazos directos. Tampoco son muchos los que llegan a quedar viudos ycontraen matrimonio nuevamente ya que las mujeres poseen ndices de esperanzade vida superiores a los hombres, y por consiguiente es habitual que sean ellas lasque sobreviven en mayor proporcin a sus esposos. Un caso extraordinario, encuanto a reincidencia matrimonial, es el de J. M. A. que se cas en tres oportunida-des, siendo sus dos primeras esposas hermanas39. An ms extraordinario que elanterior es la situacin planteada por V. F., valenciano que fue hallado culpable depoligamia al contraer matrimonio en tres ocasiones en distintas ciudades en el trans-

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    39 Archivo Nacional. Archivos Notariales de Valparaso, 1855.

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    curso de 1890 y 189240. Hay algunos casos que dejan sombras de dudas como el deA. B. en cuanto a su vida privada en Chile ya que habiendo dejado a su esposa enCdiz, dej como heredera de la mitad del quinto de libre disposicin de sus bien-

    es a una dama portea

    41

    . Por otro lado sabemos que era habitual la llegada de con-sultas a los consulados de parte de esposas en Espaa, que preguntaban por susmaridos de quienes haban dejado de tener noticias por largo tiempo. No era extra-o que dichos olvidadizos maridos ya hubieran iniciado una nueva vida marital,ahora con una compaera chilena.

    4. LOS ESPAOLES EN LA INDUSTRIALIZACIN DE VALPARASO

    De acuerdo con las fuentes disponibles para la poca, como es el caso de loscensos, es posible percibir la escasa participacin que la colectividad tuvo en elmbito industrial a fines del siglo XIX. En verdad se trataba del momento en quela colectividad se estaba instalando y por tanto era la etapa inicial en la que seestaba conformando un grupo que lentamente fue capitalizando y conociendo lasposibilidades del mercado.

    Al analizar la tabla 1, con los datos recogidos en 1895, se percibe la fuerte con-centracin que la colectividad tuvo en el sector terciario y especficamente en laactividad comercial, y que por lo dems fue tambin una constante para el sigloXX. En cuanto a aquellos que se identifican con el sector secundario se advierte

    que se trata de artesanos y sin una fuerte concentracin en determinadas reas. Entodo caso llama la atencin el grupo de carpinteros como tambin el de costure-ras que es, por lo dems, uno de los pocos mbitos donde encontramos la presen-cia femenina.

    Habida cuenta del total de poblacin econmicamente activa del colectivoespaol, el sector secundario representaba escasamente al 20% del grupo y es evi-dente que en su mayora eran artesanos, o se desempeaban en actividades que nocorrespondan a industrias de perceptible desarrollo tecnolgico.

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    40 El Mercurio de Valparaso, 28 de septiembre de 1893.41 Archivo Nacional. Archivos Notariales de Valparaso, 1853.

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    TABLA 1

    ESTRUCTURA LABORAL DE LA COLECTIVIDAD ESPAOLADEPARTAMENTO DE VALPARASO. 1895

    SECTOR PRIMARIO Sexo SECTOR SECUNDARIO Sexo SECTOR TERCIARIO Sexo

    H M H M H M

    Albailes 5 0 Abastecedores 1 0Agricultores 2 0 Bordadoras 0 1 Artistas 10 13

    Caldereros 1 0 Bodegueros 1 0Hortelanos 1 0 Carniceros 2 0 Carretoneros 1 0Mineros 6 0 Carpinteros 18 0 Comerciantes 318 5Pescadores 1 0 Cigarreros 6 0 Cnsules 2 0

    Cocineros 9 8 Eclesisticos 14 0Constructores 1 0 Empleados Pblicos 4 0Dulceros 2 0 Empleados Particulares 184 5Ebanistas 4 0 Escultores 1 0

    Empresarios 1 0 Estudiantes 5 0Farmacuticos 1 0 Fleteros 4 0Fogoneros 2 0 Gaanes 21 0Fundidores 2 0 Hoteleros 3 0Gasfitero 1 0 Ingenieros 5 0Herreros 3 0 Jornaleros 9 0Industriales 5 0 Lavanderos 0 6Litgrafos 4 0 Marinos 23 0Maquinistas 2 0 Mdicos 1 0Mecnicos 13 0 Militares 2 0Modistas 0 6 Msicos 2 0Panaderos 4 0 Peluqueros 5 0Pintores 4 0 Profesores Msica 1 0

    Sastres 7 26 Profesores 2 0Talabarteros 1 0 Religiosos 1 2Tapiceros 3 0 Rentistas 8 1Tipgrafos 3 0 Sirvientes 11 18Zapateros 21 2 Vendedores Ambulantes 1 0

    Subtotal 10 0 125 43 640 45

    Total por sector 10 168 685

    Total hombres 775

    Total mujeres 88

    Total 863

    FUENTE: Censo de Repblica de Chile para el ao indicado.

    En 1928 se realiz un censo industrial a nivel nacional, y aunque establecaslo diferencias entre extranjeros y nacionales sin precisar la correspondientenacionalidad de los forneos, tanto de empresarios como de trabajadores, aportaimportantes antecedentes, que permiten advertir la importancia que stos tienenen el desarrollo industrial del pas. Entre los propietarios de industrias, los nacio-nales, para ese ao, eran 7.178 y los extranjeros eran 2.165. En cuanto a los

    empleados, los nacionales eran 6.564 y los extranjeros eran 1.469. Por otro lado,

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    los operarios forneos eran slo 1.128, frente a 79.328 nacionales42. El cuadroadjunto (n. 8) aunque se pueda objetar su rigurosidad, nos revela al menos unacierta proporcin de la posicin cuantitativa que tenan las industrias extranjeras

    para la dcada de 1920.

    CUADRO 8ESTABLECIMIENTOS INDUSTRIALES SEGN NACIONALIDAD, CAPITAL PROMEDIO POR

    INDUSTRIA Y PROPORCIN POR HABITANTE VALPARASO 1920

    NACIONALIDAD NUMERO CAPITAL ESTABLECIMIENTOESTABLECIMIENTO HABITANTE

    Chilena 412 43.172Alemana 29 194.281 57.68

    Espaola 58 123.939 68.53Francesa 23 399.643 41.73Inglesa 15 167.748 130.26Italiana 55 123.887 58.25

    FUENTE: Oficina Central de Estadstica, Anuario Estadstico de la Repblica de Chile, vol. IX, Industria Manu-facturera, 1920, Sociedad Imprenta y Litografa Universo, Santiago 1921.

    A la luz de los citados datos queda en evidencia que los extranjeros se concen-traban mayoritariamente en los niveles de empresarios, en segundo lugar como per-sonal tcnico, administradores o empleados. El grupo minoritario se empleabacomo obrero. Esta distribucin es muy diferente a la que presenta la colectividad enotros pases donde la migracin fue ms masiva, como ocurri en Argentina, Brasilo Uruguay en los que la situacin es totalmente inversa.

    En 1937 se efectu un nuevo censo industrial en el cual se hizo especificacinde la nacionalidad de los industriales extranjeros. De acuerdo a dicha fuente, paraese ao, existan en todo el pas 1.164 industrias que pertenecan a propietariospeninsulares. En Valparaso aparecen 128 establecimientos y en Santiago 64143.Entre las industrias espaolas ubicadas en Valparaso, la mitad se les identificabacomo existentes antes de 193244. Es decir se trataba de empresas que haban logra-do sortear la crisis de 1929 y se mantenan operativas.

    Con el fin de poder precisar las caractersticas del parque industrial espaol exis-tente en Valparaso realizamos la revisin de diversas fuentes, a fin de poder conocercon el mximo de rigor el nmero de empresas, sector productivo, capitales, ubicaciny fecha de fundacin. Todas caractersticas que pueden ayudarnos a conocer de mane-

    Concepcin Navarro Azcue Migracin y redes de poder en Amrica: el caso de los industriales...

    42 Repblica de Chile, Direccin General de Estadstica, Censo de la Industria Manufacturera y elComercio de 1928, p. 16.

    43 Direccin General de Estadstica de Chile. Censo Industrial y Comercial Ao 1937, Imp. y Lit. Uni-verso, Santiago de Chile 1939, p.XXXVIII.

    44 Ibdem.

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    ra ms precisa el desarrollo de la colectividad , su aporte al proceso de industrializa-cin de la regin y las redes de poder que con el tiempo se derivaran de ello. En eldecenio 1920-1930 pudimos identificar un nmero importante de talleres e industriaspertenecientes a espaoles, en la provincia de Valparaso45. A fin de conocer un pocode sus caractersticas haremos un breve anlisis de la informacin recogida.

    Para mantener un cierto orden en la revisin de los establecimientos, los agru-paremos acorde a los criterios que estableca para la poca la Direccin de Estads-ticas y Censos del Estado de Chile en sus censos industriales46.

    Es tradicional en Chile, hasta la actualidad, la fuerte concentracin de las panade-ras en manos de espaoles, y entre los cuales sobresalen los procedentes de Galicia.Por tanto, no debemos extraarnos que entre las primeras industrias aparezca unnmero significativo de panaderas y/o fabricas de galletas y pasteles. Se trataba, engeneral, y en su mayor parte, de establecimientos pequeos, con escaso capital y redu-cida mano de obra. Un caso excepcional es la situacin de la pastelera de Jos Camps

    que se fund en 1882, y que, a comienzos de la dcada de 1920, declaraba emplear a80 personas47. Las panaderas eran establecimientos que ocupaban un importantenmero de personas en la distribucin, por cuanto era costumbre, para la poca, quea travs de coches tirados por caballos llevaran el pan hasta la puerta de la casa de losconsumidores. Era comn ver como estos establecimientos delataban el origen de suspropietarios a travs de los nombres que ponan a sus establecimientos: Panaderaespaola; Panadera Barcelona; Panadera Galicia, etc.

    Como ya se ha sealado previamente, los espaoles estuvieron fuertemente iden-tificados con los negocios de telas, y por consiguiente, no es raro que tambinsobresalgan en la posesin de establecimientos dedicados a la confeccin de artcu-

    los de vestir. En su mayora se trataba de talleres que concentraban muy poco per-sonal, con poco capital comprometido y una participacin de mano de obra muyreducida. Se trata fundamentalmente de talleres de costura y sastreras, que con-centraban al grupo familiar y algunos paisanos jvenes que iniciaban su proceso deadaptacin al pas y al conocimiento del mercado laboral.

    Un caso excepcional de empresa industrial del vestuario fue la perteneciente a losespaoles Ponciano Sanz, Francisco Ripoll e Ignacio Escalante, originarios de Logro-o, Granada y Santander, respectivamente, los cuales posean un importante estable-cimiento que, hacia 1919, empleaba 300 obreros con una inversin de $ 1.800.000.Sin duda, esta industria fue un interesante testimonio de lo que signific el trabajo

    mancomunado de inmigrantes pertenecientes a un determinado grupo tnico, porcuanto no slo reuni a empresarios espaoles, sino adems fue una permanente fuen-te laboral para espaoles que llegaban a iniciar su actividad laboral. Era una de lasfabricas ms antiguas, ya que se haba fundado en 189748. La industria fue iniciada

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    45 BLAYA, 1922; PRESA, 1978; AGUIRRE, 1959; BLAYA, 1927.46 Los sectores industriales eran los siguientes: I Alcoholes y Bebidas; II Alfarera y Cermica; III Ali-

    mentos; IV Gas y Electricidad; V Astilleros; VI Confecciones y Vestuarios; VII Maderas; VIII Materiales deConstruccin; IX Materiales Textiles; X Metales; XI Muebles; XII Papeles e Impresiones; XIII Cueros y Pie-les; XIV Productos Qumicos; XV Tabacos; XVI Transportes; XVII Industrias Diversas

    47 BLAYA, 1922.48 BLAYA, 1927, p. 27.

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    por Ponciano Sanz, oriundo de Lumbreras de Cameros en La Rioja, y posteriormen-te se integr Ripoll quien se concentr en la empresa, ya que Sanz tena participacinen otras empresas, como tambin actividades de liderazgo en las instituciones de lacolectividad. Posteriormente, Sanz fue presidente y uno de los principales accionistasde la Ca. de Sederas de Via del Mar que existi hasta fines del siglo XX 49. Esimportante sealar que Ponciano Sanz aparece en el censo realizado por el cnsul deEspaa en Valparaso en 1888 identificado slo como dependiente50.

    Para la poca el uso del sombrero era muy comn, y por ello no debe llamar laatencin la existencia de varias industrias dedicadas al sector. Entre las pertenecientesa espaoles sobresale la fbrica de Salvador Masso, fundada en 1916, y que reuna a32 empleados. Su propietario haba llegado al pas en 1900 procedente de Barcelona.

    En el sector confecciones aparece tambin Emilio Domnguez, quien en 1913 funduna fbrica de camisas y ropa para hombres. Parti con un capital de $400.000 y para1929 declaraba una inversin de $3.350.00051. Se mantuvo esta empresa en un proce-

    so ascendente hasta 1944, cuando un incendio arras por completo el establecimiento,dejando cesantes a ms de 400 personas, y prdidas superiores a $8.000.00052. Otraindustria en el sector perteneci a Felipe Prez y Manuel Aguado que ocupaba 160obreros a fines de la dcada de 1920, con un capital de $1.500.000. Esta empresa fuefundada en 1905 por lo hermanos Felipe y Ricardo Prez53.

    Entre las familias ms destacadas en la actividad empresarial y que se desempe- en diversos sectores comerciales e industriales desde comienzos del siglo XXhasta la actualidad, sobresale la familia Velarde. Alfredo Velarde lleg a Chile a finesdel siglo XIX, con 17 aos de edad radicndose en Concepcin, y ms tarde en Talcaen donde trabaj como empleado en tiendas de gneros, de propiedad de espaoles.

    Posteriormente, cuando ya tena un pequeo capital, se traslad a Valparaso, endonde, en 1887, se asoci con Juan Somava estableciendo la tienda La Sombra54.En 1920 se constituye una nueva sociedad A.F. Velarde, Osuna y Ca. donde par-ticipaban como socios los hermanos Jos y Rosendo Osuna Rodrguez junto a loshermanos Armando y Alfredo Velarde. La principal actividad de la empresa era laimportacin de toda clase de tejidos, a lo cual agregaba la fabricacin de ropa parahombres. El capital de la firma a fines de la dcada de 1920 superaba los$5.000.00055. Al fallecimiento de Alfredo Velarde en 1941 le sucedieron sus hijosAlfredo, Armando y Amparo Velarde Gmez, quienes incorporaron adems a susactividades econmicas, la explotacin de salas de cine. A mediados del siglo XXeran propietarios en Valparaso de los cines Velarde y Pacfico (posteriormente com-praron el cine Valparaso). En Via tenan el cine Rex y en Quilpu el cine Velarde.Hasta la actualidad los nietos del fundador de Velarde, Osuna y Ca. estn en Val-paraso, destacando Gonzalo Velarde quien mantiene la condicin de importador.

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    49 GARCA, 2002, p. 160.50 Informe del Cnsul Espaol en Valparaso en 1888, Archivo General de la Administracin, Alcal de

    Henares, Caja 9288.51 Empresa Editora Cronos, op. cit., p. CLVII.52 DiarioEl Mercurio de Valparaso, 8 de agosto 1944, p. 1.53 Empresa Editora Cronos, op. cit., p. CLXIX54 AGUIRRE, 1959, p. 125.55 Empresa Editorial Cronos, op. cit., p. CLXXXI.

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    La evolucin que muestra la familia Velarde es un claro y tpico ejemplo delmodo de operar que tenan los migrantes, especialmente italianos y espaoles. Esdecir llegaban muy jvenes y se empleaban en casas comerciales de propiedad deun miembro de la colectividad. Muchas veces vivan con ellos pasando a ser partede sus familias, y despus de algunos aos, cuando haban reunido un capital apro-piado, se independizaban y establecan su propio negocio. En el caso que hemosvisto, se trata de la sociedad entre las familias Velarde y Osuna y que posteriormentepermiti la posibilidad de que se siguieran desarrollando en forma independiente,generando diversas lneas de desarrollo econmico a partir de las diversas inquietu-des de los miembros de ambas familias. Normalmente, se trataba de familias nume-rosas, y aunque sola ser comn que se concentraran en una sola actividad, ocurratambin que se desarrollaran diversas actividades comerciales dentro de una solafamilia, como es el caso de los Velarde.

    Los espaoles estuvieron tambin vinculados, a travs de todo el pas, con lasindustrias peleteras lo que permiti, posteriormente una fuerte identificacin con laindustria del calzado, que an reconocemos en la actualidad. Se trat, al comienzo,de fbricas que no revelaban cambios radicales frente a las restantes, en cuanto a suestructura familiar y evolucin paulatina en su capitalizacin. Podemos afirmar queaparecan como las ms desarrolladas, ya sea en cuanto a capital invertido, como amano de obra ocupada. Entre las ms sobresalientes podemos sealar la pertene-ciente a los hermanos Valentn y Emiliano Collado, que comenzaron a operar unafbrica de calzado en 1906, con un capital de slo 3.500 pesos. Parte importante desu produccin posteriormente se exportaba, y pas a ser una de las ms importan-tes de la ciudad56. Otra industria del sector que declar un capital semejante fue la

    perteneciente a los hermanos ngel, Eusebio, Felipe y Nicasio Nestares Ruiz, ori-ginarios de La Rioja. Llegaron a tener una produccin diaria de 400 pares de zapa-tos, ocupando a 120 personas y posean dos locales de venta al pblico. Los her-manos Nestares llegaron a Chile en 1899, e iniciaron su empresa en 190257. Notodos llegaron al mismo tiempo, y como ocurra habitualmente, a medida que laempresa creca, y con ello tambin aumentaban los requerimientos, para el mejormanejo de la empresa, se haca necesaria la venida de ayuda desde Espaa, y as fuecomo Eusebio lleg en 1906 cuando tena 26 aos58.

    En el sector industrial correspondiente a fabrica de telas sobresale la FbricaChilena de Sederas, fundada por un italiano, Santiago Brusco, en 1906 con un

    capital de 24.000 pesos, y que luego pas a ser parte de una sociedad formada portres personas, entre los cuales dos eran espaoles, Ponciano Sanz e Hilario Laclaus-tra, y el tercero italiano, Pelegrino Cariola. En 1925, tena un capital de 3.000.000de pesos y daba trabajo a 30 empleados y a 200 obreros59. Para 1930 era una socie-dad annima y su directorio estaba constituido mayoritariamente por espaoles:

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    56 BLAYA, 1927.57 Ibdem. Castilla La Vieja, p. 40.58 Archivo Nacional de Chile, Archivos Notariales de Valparaso, 1913, Testamento de Eusebio Nesta-

    res Ruiz59 BLAYA, 1927. Chile, p. 57.

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    presidente, Ponciano Sanz, Felipe Fonck, vicepresidente; directores, Eladio de Arta-za y Baldomero Gonzlez y director gerente, Hilario Laclaustra60. Esta fue otraempresa identificada fuertemente con la colectividad y que adems logr mante-nerse operativa durante un largo perodo.

    Un personaje excepcional que represent a la colectividad espaola a comienzosdel siglo XX, como un empresario a nivel nacional, fue Fernando Rioja Medel, queen el plano industrial sobresali en la industria del tabaco, logrando fusionar las msimportantes empresas, hasta constituir una empresa slida, que dio origen a la actualCa. Chilena de Tabacos61. Esta empresa es sin duda un palmario ejemplo de laforma como operaba la colectividad procurando la constitucin de sociedades queagruparan a connacionales.

    Rioja lleg en 1879 con 19 aos a Valparaso desde Buenos Aires, tras un frus-trado intento de emplearse en ese puerto del Atlntico en el establecimiento de unpariente. En Valparaso ubic a Francisco del Ro, a quien haba conocido en Gra-nada, socio del almacn de tejidos Las Dos Californias, y quien anteriormente lehaba ofrecido empleo. Pronto se incorpor a la sociedad incrementando las ventasde manera sustantiva. En 1888 se independiza de la firma Francisco del Ro y Ca.y forma su propia empresa bajo la razn de Fernando Rioja y Ca., junto a JuanSez y Francisco Lara. Esta sociedad se mantuvo hasta 1892 cuando decide esta-blecerse en forma individual con un establecimiento mayorista. Posteriormenteincorpor a sus primos Florencio y Pedro Rioja a quienes trajo desde Espaa, comotambin lo haba hecho anteriormente con su hermano ngel. Su situacin se modi-fic cuando vendi su almacn y un barco, para formar una sociedad dedicada a lafabricacin de cigarrillos, en 1895, bajo el nombre de Compaa de Cigarrillos LaCorona, que se ubic en la calle de Jaime, hoy Avenida Francia. Concentrado total-mente en esta nueva empresa, a los dos aos constituy una sociedad annima deno-minada Compaa General de Tabacos y al mismo tiempo adquiri, en los Andes,una finca para dedicarla al cultivo del tabaco. Posteriormente, en 1903 decidivender esta propiedad, al advertir que en otras regiones se cultivaba el tabaco enexcelentes condiciones.

    A comienzos del siglo XX la industria tabacalera de Rioja creci sostenidamen-te, ponindose muy pronto a la cabeza en produccin entre las numerosas industriaspequeas y medianas existentes en el pas. Ante la imposibilidad de poder satisfa-

    cer la creciente demanda se propuso la idea de formar una poderosa sociedad, des-pus de la fusin de todas las compaas y fbricas tabacaleras existentes en el pas.En un primer momento esta intencin no tuvo buena acogida entre los otros empre-sarios del sector, satisfechos con la situacin que tenan o inseguros de lograr lovislumbrado por Rioja.

    Como una forma de convencer y presionar a sus competidores reacios, Riojaide un mtodo absolutamente novedoso para la poca. En septiembre de 1909 apa-reci en la prensa una promocin en que se invitaba al pblico a asistir a funciones

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    60 Empresa Editora Cronos, op. cit., p. CXXXIX61 PELEZ, 1922.

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    del cinematgrafo con slo pagar entregando una cajetilla vaca de cigarrillos ela-borados en la industria perteneciente a Rioja. De acuerdo a la calidad de los ciga-rrillos era tambin la ubicacin que lograban en el teatro. Anuncios de este tipo apa-recieron durante dos meses en la prensa portea con gran xito en la respuestapopular. Ante esta situacin los restantes empresarios accedieron a la fusin, y el 19de noviembre de 1909 se constituy el trust del tabaco. Entre los fabricantes quese integraron a esta nueva sociedad estaban algunos que tambin procedan de Espa-a, y ya establecidos en Valparaso, como M. Domnguez y Ca., Rutilio Prezy Ca. y Gregorio Oriaga. Tambin integraron esta naciente sociedad Wagemanny Ca. de Valparaso y Jos Aguil y Ca. de Santiago.

    As naci la Compaa Chilena de Tabacos que se constituy con un capitalde 5.000.000 de pesos, divididos en 50.000 acciones, y presidida por Rioja. Hastasu fallecimiento, en 1922, la empresa tuvo un creciente desarrollo.

    En 1930 la empresa contaba con 105 empleados y 800 obreros62. Hasta 1936 semantuvo como una sociedad annima constituida por el grupo fundacional. A par-tir de esa fecha pas a manos de un consorcio internacional de capitales britnicosque mantiene hasta la fecha su control con una produccin que representa el 95%de la produccin nacional.

    La extraordinaria capacidad de Rioja se volc tambin en otras actividadesempresariales como el mundo de las finanzas destacndose entre los fundadores delBanco Espaol de Chile y la Sociedad de Seguros La Nueva Espaa. El banco nacien 1900 con el nombre de Banco Espaol-Italiano ya que surgi como resultado dela gestin de ambas colectividades mencionadas. El capital inicial fue de 5.000.000

    de pesos, y en el directorio mixto de propietarios que se constituy estaba, obvia-mente, Fernando Rioja. Cinco aos mas tarde se produce un cambio importante enla institucin bancaria al separarse las colectividades y crear sus propios bancos.Nace as, en 1906, el Banco Espaol de Chile. A partir de 1909 la presidencia delbanco estuvo en poder de Rioja hasta su muerte, experimentando un extraordinariodesarrollo con sucursales a travs de todo el pas, en ms de 50 ciudades, y tambinen Barcelona. Posea adems 36 agencias en las capitales ms importantes delmundo63.

    Entre las otras empresas en las que particip cabe mencionar la fundacin, en1912, de la Imprenta y Litografa Inglesa que posteriormente la fusion con la otra

    importante imprenta santiaguina perteneciente al cataln Ignacio Balcells. Pocotiempo despus se produjo una nueva reforma y ampliacin al fusionarse a la revis-taZIG-ZAG que perteneca a Agustn Edwards, constituyndose as la Sociedad deImprenta y Litografa Universo, que estuvo presidida por Rioja hasta su muerte.Esta empresa tena talleres tanto en Valparaso como en Santiago, y posea un capi-tal superior a los 10.000.000 de pesos.

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    62 Empresa Editorial Cronos, op cit., p. CXLII.63 Los bancos fueron evidentemente un instrumento importantsimo en el desarrollo de las redes de

    poder que creaban los distintos grupos migrantes. Para los espaoles significaban la posibilidad de facilitarsus actividades empresariales en Chile.

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    La actividad empresarial de Rioja no se agot en lo que hizo en Valparaso sinoque incursion tambin en otras ciudades del pas, como tambin en el extranjero.Tan slo como referencia, ya que no es tema de este trabajo, mencionaremos algu-nas de las empresas en las cuales se involucr, y que se ubicaban en otras regiones.En 1917 ingres como accionista en la industria de calzado de Santiago The Ame-rican Shoe Factory asumiendo de inmediato la presidencia. Tambin tuvo partici-pacin en la Sociedad Manufacturera de Tejidos de Santiago; Ca. Molinera de SanJos de Loncomilla; Ca. de Minas y Fundicin de Calama; Comunidad de Hierrosde Bandurrias. Realiz adems inversiones en industria metalmecnica y tambinagricultura. Sin duda se trat de un autntico empresario.

    Por otro lado cabe sealar su destacada labor en las instituciones propias de lacolectividad tanto de ndole cultural como de beneficencia y de servicio a la comu-nidad, como la Compaa de Bomberos que sostena la comunidad espaola. Al res-pecto, cabe sealar que en general todas las colectividades europeas tenan a sucargo una compaa de bomberos.

    A su fallecimiento, en 1922, era una de las ms importantes fortunas de la ciu-dad. Posteriormente sus descendientes no tuvieron sus habilidades empresariales,por lo cual con el paso del tiempo sus empresas y propiedades fueron pasando aotras manos. Como un revelador testimonio de lo conseguido por Rioja queda enVia del Mar el imponente edificio conocido como Palacio Rioja transformadoen museo y de propiedad municipal. Este atractivo e imponente palacio refleja ensu magnificencia la arrolladora capacidad de este riojano que, sin duda, fue uno delos pocos espaoles que accedi a las posiciones de potentados a nivel nacional. Fueuno de los pocos prototipos de indianos que lograron hacerse la Amrica enChile64.

    En general, podemos vincular a los espaoles en Chile en cuanto a su origenregional y su correlativa identidad laboral-industrial: la industria del calzado con loscatalanes; la industria panificadora con los gallegos y la industria maderera con losriojanos. Tal correlacin permanece hasta la actualidad, lo que no significa que setrate necesariamente de industrias de larga trayectoria.

    Un importante apoyo al quehacer comercial e industrial lo desempearon losbancos creados con el esfuerzo de la propia colectividad. El primer banco de lacolectividad fue fundado en 1900 en forma conjunta con los italianos para luego

    separarse y ambas colonias crear su propia institucin. As naci el Banco Espaolde Chile con oficina principal en Valparaso pero con una extensa red de sucursalesa lo largo de todo el pas. Este banco cumpli importante labor en el envo de reme-sas y lleg a tener una sucursal en Barcelona. Obviamente fue tambin un soportedestacado para diversas operaciones financieras especialmente para los pequeosempresarios ya que hemos advertido que los ms pudientes privilegiaban sus ope-raciones a travs de bancos britnicos. El Banco Espaol de Chile inici sus opera-ciones con un capital de $5.000.000 y para 1919 era de $195.000.00065.

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    64 PELEZ, 1922.65 Empresa Editora Espaa en Chile, BLAYA, 1927.

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    5. A MODO DE CONCLUSIN

    Valparaso constituye un excelente ejemplo para estudiar la relevancia que tie-nen los inmigrantes en el desarrollo urbano de las ciudades americanas. Como ciu-dad puerto tuvo en crecimiento notable y se transform en un polo interesante deatraccin para quienes pretendan desarrollarse en el mbito comercial y tambinindustrial. Aunque la presencia extranjera no tuvo las dimensiones que observa-mos en las ciudades de la costa Atlntica queda en evidencia como un grupo redu-cido puede efectuar una labor destacada sacando partido de las posibilidades quegenera el lugar de recepcin que no siempre resultan atractivas para la poblacinnativa.

    La presencia espaola en Chile sobresali por su concentracin en la actividadcomercial y as tambin lo reconocemos en Valparaso. Sin embargo resulta intere-

    sante percibir la presencia hispana en el desarrollo industrial de la ciudad que, aun-que no es relevante, muestra un aspecto poco sealado de la labor hispana en Chile.El caso de los espaoles en Valparaso es innegablemente un buen testimonio de loque fue el proceso evolutivo de un colectivo tnico que logr a travs de sus propiosrecursos, en un ambiente proclive a la iniciativa empresarial, insertarse positiva-mente en un proceso de modernizacin estimulado por el desarrollo econmico quelideraba Gran Bretaa y que impact significativamente las costas americanas.

    Bien sabemos que las colectividades britnicas y alemanas contaban con unapoderosa infraestructura financiera, comercial y martima que facilitaba de modosustantivo sus actividades. No era exactamente el caso de los inmigrantes que pro-

    venan de pases como Espaa e Italia que no contaban con tales posibilidades y porel contrario deban gestionar sus actividades con limitados recursos pero que sabantambin, al mismo tiempo, operar en forma mancomunada procurando reforzar suscapacidades en el trabajo conjunto como grupo conciente de la necesidad del queha-cer solidario.

    La participacin espaola en el desarrollo industrial se concentr en sectores queno requeran de un desarrollo tecnolgico importante. Principalmente se trat deindustrias elaboradoras de alimentos y de artculos de vestir que operaban, mayori-tariamente con escaso capital y en base al trabajo manual de un reducido grupo detrabajadores. Excepcionalmente nos encontramos con industrias grandes pero que

    en ningn caso fueron capaces de generar riquezas a la manera que se logr en otrasregiones americanas.La colectividad espaola en Valparaso fue un reducido grupo de inmigrantes

    que logr un apropiado desarrollo como colectividad, logrando un significativo pro-ceso de movilidad social ascendente gracias al buen uso que hizo de las posibilida-des que le otorg el medio. Se trat de individuos que no posean capacidades dife-rentes a la de otros grupos inmigrantes salvo el deseo de querer incursionar comotrabajadores independientes. Aunque el gobierno chileno procur atraer inmigran-tes tanto para colonizar como para emplear en las industrias, queda claro que en elcaso de Valparaso la concentracin se produjo fundamentalmente a base de las

    redes parentales o amicales.

    Concepcin Navarro Azcue Migracin y redes de poder en Amrica: el caso de los industriales...

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    ANEXO

    TALLERES E INDUSTRIAS PERTENECIENTES A ESPAOLES EN VALPARASO

    PROPIETARIO PROCEDENCIA RUBRO CAPITAL UBICACION AO SECTORFUNDACION INDUSTRIAL*

    Jos Salse Licores 1906 IIsidro Garca Pastelera Independencia 869 IIIRamis Clar Barcelona Pastelera Condell 201 IIIAntonio Fernndez Prez Orense Panadera C. Barn 1927 IIIBernardo Daz Galletas, Pasteles Av. Ecuador 1918 IIIGuillermo LahidalgaMarcelino Endemao Panadera 200.000 Arlegui 1922 IIIAndrs Fernndez Prez Orense Panadera 400.000 1908 IIICamilo Fernndez P. Orense Panadera 800.000 Psje. Quillota 78 1890 III

    Demetrio Aguirre Panadera Coln 1254 IIIDavid Gmez lava Panadera 70.000 C. Cordillera 1922 IIISilbino Martnez Panadera 200.000 Patricio Lynch 1900 IIILuis Martnez Panadera IIIBlas Martnez Panadera 500.000 La Matriz 1918 IIIAntonio Fernndez Panadera Gonzalez 41 IIIBenigno Fernndez Panadera IIIToms Prez y Cia Panadera Cumming 118 IIIFeliciano Valencia Panadera Bustamante 98 IIIFco. Vilas Panadera Las Caas 848Juan Martnez Barcelona Panadera P. Len Gallo 1920 III

    Julin Elord Panadera Almte. Barroso 455 IIIVentura Alonso Quintela Panadera Las Caas 840 1925 IIIJos Riveros T.Justo Alonso Asturias Panadera Independencia IIIRicardo Barona Panadera 300.000 A. Argentina 301 1919 IIIVicente Barrera Barcelona Panadera 200.000 Psje. Santiago 15 1910 IIIPedro BarreraJoaqun BarreraManuel BarreraJos Camps Pastelera Calle Valpso. 625 1882 IIIEmerenciano Ruiz Logroo Pasteles,Galletas 23.000 1919 III

    Juan Salamanca ValenciaJos Zavala Vizcaya Panadera 20.000 Las Heras 444 1917 IIIEloy Estvez PontevedraAdolfo Rincn Palencia Panadera 200.000 Placeres 269 1920 IIIPerpetuo Via Libardon Confecciones Av. Argentina 1910 VIRodolfo Garay Chileno Ropa hechaJuan Gonzalez del Ro Confecciones 170.000 VIFco. Marmolejo del RoGuillermo Minguell Fca. Camisas Victoria 552 VI

    y corbatasPueyo Reinares y Cia Fca. Camisas Psje. Quillota 54 VI

    Luis Lpez Fca. Camisas Condell 108 VI

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    TALLERES E INDUSTRIAS PERTENECIENTES A ESPAOLES EN VALPARASO

    PROPIETARIO PROCEDENCIA RUBRO CAPITAL UBICACION AO SECTORFUNDACION INDUSTRIAL*

    Angel Iglesias Torres Confecciones Victoria 580 1911 VIAlfredo y Armando Fca. de ropa 5.000.000 1920 VIFernndez Velarde hombresRosendo y JosOsuna RodriguezPic y Uriarte Fbrica de ropa Independencia 691 VIG. Ballesteros Sastrera P Montt 706 VIIgnacio Furi Sastrera Victoria 1201 VICelso Gutirrez Sastrera P. Montt 394 VI

    L. Lozano Sastrera Condell 38 VIJ. Manzanares Sastrera Condell 38 VIAntonio Lpez Sastrera Victoria 545 VIFernando Ramos Sastrera 260.000 Blanco 349 VIManuel CatronConstantino GrandellaSalvador Masso Barcelona Sombreros P. Montt 78 1916 VIEmilio Domnguez y Cia. Camisas, 1.800.000 1913 VI

    Ropa hechaJuan Minguell Barcelona Camisas, corbatas 100.000 Victoria 552 1914 VIS.V. Matas Barcelona Confecciones Condell 271 1880 VI

    M. Snchez Rodrguez Confecciones Independencia 169 VIMartn Barriuso Burgos Confecciones 150.000 1910 VICortazar Hnos y Cia. Fbrica de ropa Av. Argentina 160 VIPonciano Sanz Logroo Fbrica de ropa 1.500.000 Cochrane 661 1897 VIFco. Ripoll GranadaIgnacio Escalante Santander Secundino Zapico Asturias Sastrera 100.000 C. Valpso 1915 VISecundino y Feliciano Asturias Sastrera 400.000 Serrano 160 1900 VIZapico CarroceraAurelio Zapico Asturias Sastrera 400.000 c. Valpso. 691 1907 VIJuan Massot Puertas Ventanas 65.000 Via del Mar 1881 VII

    Angel Jaureguizar Muebles, Independencia 889 VIIColchones

    Justo Ugarte Muebles 150.000 1901 VIICasiano Ceruti Alava Baldosas, tubos 150.000 Victoria VIIIPonciano Sanz Logroo Fca textil. S.A 1.800.000 Arlegui 135 1906 IXHilario Laclaustra Granada Soc.ManufactureraPelegrino Cariola Italia de SedasJuan Fernndez Fundicin Yungay/Rodrguez XAntonio Gran Barcelona Herrera XJacinto Faura Suc. Imprenta P Montt 124 XIIEmiliano Collado Libardon Fca. de Calzado 1.000.000 Gnral. Bustamante221 1908 XIII

    Bernardo Carrigas Asturias

    Concepcin Navarro Azcue Migracin y redes de poder en Amrica: el caso de los industriales...

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    TALLERES E INDUSTRIAS PERTENECIENTES A ESPAOLES EN VALPARASO

    PROPIETARIO PROCEDENCIA RUBRO CAPITAL UBICACION AO SECTORFUNDACION INDUSTRIAL*

    Valentn Collado Calzado 1.000.000 Gnral Bustamante 1906 XIIICarlos Garca Barcelona Maletas Victoria 678 1904 XIIIMateo Snchez Fca. Zapatos 100.000 Tivol 221 1903 XIIIVicencio Merchn Cceres Curtiembre 200.00 Av. Argentina 133 XIIINicols Merchn Cceres Curtiembre 300.000 Blanco 377 1915 XIIIAngel Nestares Logroo Fca. de calzado 1.000.000 Victoria 864 1902 XIIINicasio NestaresTorres y Cia. Fca. de jabn Coln 375 XIVFernando Rioja Medel Logroo Cigarrillos Independencia 1909 XVI

    Cndido Marine Tarragona Cartn Piedra C. La Cruz XVIIFlix Calleja Logroo Somieres, 70.000 C. Valpso. 578 1921 XVIIColchones

    Mariano Soley Barcelona Alhajas Relojera Rodrguez 363 1914 XVIIJoaqun Ungria Fca. Colchones Av. Francia 338 XVIIEnrique Rodrguez Pontevedra Fca. Colchones 650.000 P. Montt 822 1897 XVIIBienvenido RodrguezAlberto Gonzlez Colchones Av. Francia 925 XVII

    y somieres

    FUENTES: BLAYA, 1922; PRESA, 1978; AGUIRRE, 1959; BLAYA, 1927; Empresa Editora de Espaa en Chile,ElComercio y las Industrias Espaolas en la Repblica de Chile 1919, Santiago de Chile, 1920; Empresa EditoraIbrica,Espaa y Chile en el IV Centenario del Descubrimiento del Estrecho de Magallanes, Santiago de Chile,1920; Empresa Editora Cronos, Chile en Sevilla, El Progreso Material, Cultural e Institucional de Chile en 1929,Santiago de Chile, 1929; MRQUEZ, 1919.

    * Sectores Industriales: I Alcoholes y Bebidas; II Alfarera y Cermica; III Alimentos; IV Gas y Electricidad; VAstilleros; VI Confecciones y Vestuarios; VII Maderas; VIII Materiales de Construccin; IX Materiales Textiles; XMetales; XI Muebles; XII Papeles e Impresiones; XIII Cueros y Pieles; XIV Productos Qumicos; XV Tabacos;XVI Transportes; XVII Industrias Diversas.

    6. REFER