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CITA
DE LA
PERÍCO
PA
RELACIÓN ENTRE EL PADRE Y EL HIJO RELACIÓN ENTRE EL HIJO Y EL
ESPÍRITU OBSERVACIONES
Jn. 1, 14 Y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del
Padre como unigénito, lleno de gracia y de verdad.
-A Dios nadie lao ha
visto jamás, sólo el
Hijo lo ha visto y
ahora lo da a conocer
por medio de él, lo
que ha dicho del
padre, es porque él
ahora había en el
seno del Padres.
-Hay un
reconocimiento por
parte del Padre hacia
el Hijo enviado a dar
testimonio de él.
-El que crea en el
Hijo no será juzgado,
sino salvado.
-Todo el que va al
Hijo es porque el
Padre lo ha enviado
al Hijo, de modo que
para honrar a Padre
hay que honrar al
Hijo.
-El hijo no se
glorifica a sí mismo,
sino que glorifica al
Padre y entre ellos se
conocen
mutuamente.
-En Juan El Padre y
el Hijo y el Espíritu
Santo, son llamados
personas, de modo
que son distintas
entres sí.
-El espíritu procede
del Padre, y el
Espíritu da
testimonio del Hijo.
-El Hijo pide al
Padre que envié el
espíritu Paráclito,
Jn. 1, 18 A Dios nadie le ha visto jamás: lo ha contado el Hijo
unigénito Dios, que está en el seno del Padre.
Jn. 1,32 Y Juna dio testimonio diciendo: “He visto al
Espíritu que bajaba como una paloma del cielo
y se quedaba sobre él”.
Jn. 1,33
Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar
con agua, me dijo: “Aquel sobre quien veas que baja
el espíritu como una paloma del cielo y se quedaba
sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo”.
Jn. 2, 16 Y dijo a los vendedores de palomas: “Quitad esto de
aquí. No convirtáis la casa de mi Padre en un
mercado.”
Jn. 3, 5-6
Respondió Jesús:” En verdad, en verdad te digo
que el que no nazca de agua y del Espíritu no
puede entrar en el reino de Dios. Lo nacido de
la carne, es carne, y lo que es nacido del
Espíritu, es espíritu.
Jn. 3, 8 El viento sopla donde quiere, y oyes su rumor,
pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así
es todo el que nace del Espíritu.
Jn. 3,13 Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el
Hijo del hombre.
Jn. 3, 34 Porque aquel a quien Dios ha enviado proclama
las palabras de Dios, porque no da el Espíritu
con medida.
Jn. 3, 35 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano.
Jn. 4, 21-
23
Jesús le contestó: “Créeme mujer, que llega la hora
que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros
adoramos lo que conocemos, porque la salvación
viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en
ella) en que los adoradores verdadero adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque así quiere el
Padre que sean los que le adoren.
Jn. 4, 24 Dios es espíritu, y los que adoran deben adorar
en espíritu y en verdad.
Jn. 5-17 Pero Jesús les replicó: “Mi Padre sigue trabajando, y
yo también trabajo.”
Jn. 5, 19
Jesús pues, tomando la palabra, les decía: “En
verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer
nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo
que hace él, eso hace igualmente el Hijo.
Jn. 5, 20-
23
Porque el Padre quiere al Hijo, y le muestra todo lo
que Él hace; y aún tiene que mostrarle obras mayores
que éstas. Como el Padre resucita a los muertos y les
da vida, así también el Hijo da vida a los que Él
quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, pues todo
juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren
al Hijo como honran al Padre. El que no honra al
Hijo, no honra al Padre que lo ha enviado.
Jn. 5, 26 Porque lo mismo que el Padre tiene vida en sí mismo,
así también ha concebido al Hijo el tener vida en sí
mismo;
Jn. 5, 36
Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan;
porque las obras que el Padre me ha encomendado
llevar a cabo, las mismas obras realizo, dan
testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
Jn. 5, 37 Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado
testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su
voz, ni habéis visto nunca su rostro. también afirma y
promete ante su
partida que él enviará
al Espíritu, de modo
que le Padre enviará
el Espíritu, al igual
que ha enviado a su
Hijo, al mismo
tiempo lo envía con
el poder de su
redención realizada
por Cristo, por lo
tanto el Espíritu en
este sentido es
enviado también por
el Hijo “Pero si me
voy, os lo enviaré”.
-El Espíritu Santo
con el Padre y el
Hijo, es amor, es
don, es fuente de
donación a toda la
creación.
-Al partir el Hijo al
Padre, el Espíritu es
enviado por el Padre
para dar testimonio
del Hijo.
-Jesús en sus
promesas hechas en a
sus discípulos
anuncia la venida del
Espíritu después de
su partida por medio
de la cruz.
-El Hijo vive por el
Padre y hace su
voluntad, las
palabras del Hijo son
las palabras del
Padre, el Hijo ha sido
enviado por el Padre
y vive por él.
-El Hijo vive por el
Padre ante todo
porque ha sido
engendrado por El.
-Jesús vive y actúan
con referencia al
Jn. 5, 43 Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís;
si otro viene en su propio nombre, a ése recibiréis.
Jn. 5, 45 No penséis que yo os acusaré delante del Padre;
vuestro acusador es Moisés, en quien depositáis
vuestra esperanza.
Jn. 6, 27
No trabajéis por el alimento perecedero, sino por el
alimento que permanece para vida eterna, el que os
dará el Hijo del Hombre, porque a éste es a quien el
Padre, Dios, ha marcado con su sello.
Jn. 6, 32 Jesús les respondió: “En verdad, en verdad os digo:
que no fue Moisés el que os dio el pan del cielo, es
mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Jn. 6, 37 Todo lo que me dé el Padre, vendrá a mí; y al que
viene a mí, no lo echaré fuera.
Jn. 6, 40 Esta es la voluntad de mi Padre: que quien vea al
Hijo y crea en Él, tenga vida eterna, y que yo lo
resucite el último día.
Jn. 6, 42 Y se preguntaban: “¿No es éste Jesús, hijo de José,
cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir
ahora: "he bajado del cielo"?
Jn. 6, 44 Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envía no
lo atrae y yo le resucitaré en último día.
Jn. 6, 45-
46
Escrito está en los profetas: " Serán todos enseñados
por Dios." Todo el que escucha al Padre y aprende,
viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; el
que ha visto al Padre viene de Dios.
Jn. 6, 57 Lo mismo que el Padre que vive me envió, y yo vivo
por el Padre, también el que me come, vivirá por mí.
Jn. 6, 63 El Espíritu es el que da vida; la carne no sirve
para nada; las palabras que yo os he dicho son
espíritu y son vida.
Jn. 6, 65 Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a
mí si no se lo concede el Padre.
Jn. 7, 39
Pero Él decía esto del Espíritu, que los que
habían creído en Él habían de recibir; porque el
Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús
aún no había sido glorificado.
Jn. 8, 16 Y si juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo
solo, sino yo y el que me ha enviado.
Jn. 8, 18-
19
Yo doy testimonio de mí mismo, pero también da
testimonio de mí mismo el Padre que me ha enviado.
19 El preguntaron entonces: ¿Dónde está tu Padre?
Jesús respondió: “Ni me conocéis a mí ni a mi Padre.
Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi
Padre.”
Jn. 8, 27-
28
No comprendieron que les hablaba del Padre. 28 Por
eso Jesús dijo: Cuando hayáis levantado al Hijo del
Hombre, entonces sabréis que Yo Soy y que no hago
nada por propia iniciativa, sino que solo hablo lo que
el Padre me ha enseñado.
Jn. 8, 38 Yo hablo lo que he visto junto a mi Padre; y vosotros,
hacéis lo que oísteis de vuestro padre.
Jn. 8, 41-
42
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le
replicaron:” Nosotros no hemos nacido de la
prostitución; tenemos un Padre, es decir, Dios. Jesús
les respondió: “Si Dios fuera vuestro Padre, me
amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios
no he venido por mi cuenta, sin que él me ha
enviado.”
Jn. 8, 49 Jesús respondió: Yo no tengo ningún demonio, sino
que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí.
Jn. 8, 53-
54
¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que
murió? Los profetas también murieron; ¿quién te
crees que eres? Jesús respondió: Si yo mismo me
glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es
mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís:
"Él es nuestro Dios."
Padre.
Dios se ha revelado
en la plenitud del
misterio de su
paternidad en el Hijo
y el Hijo está en el
seno del Padre y lo
ha dado a conocer.
-El Hijo hace lo que
el Padre lo ha
enviado, hace la obra
de Dios y se dona él
mismo.
-La partida de Cristo
es una condición
indispensable para el
envió y la venida del
Espíritu Santo, con él
inicia la nueva
comunicación de la
salvación por el
Espíritu Santo.
-El Espíritu procede
del Padre, pero a la
vez del Hijo, pero el
que envía
inicialmente al
Espíritu es el Padre,
pero a la vez es
enviado también por
el Hijo.
-El Espíritu que es
enviado por el Padre
y el Hijo, tiene la
misión de ser
consolador y además
trasmitirá y enseñara
y recordará la
comprensión del
mensaje de Cristo y
también seguirá
inspirando la
predicación del
evangelio y de la
salvación.
-El hijo es el que
pide al Padre que
envié el Espíritu, este
Espíritu es otro
Jn. 10, 15 Del mismo modo, el Padre me conoce y yo conozco
al Padre, y doy mi vida por las ovejas.
Jn. 10, 17
Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida para
recobrarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la
doy voluntariamente. Tengo poder para darla, y poder
para recobrarla de nuevo. Esa es la orden que he
recibido de mi Padre.
Jn. 10, 25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las
obras que yo hago en el nombre de mi Padre, éstas
dan testimonio de mí.
Jn. 10, 29 El Padre que me las ha dado es más grande que todos,
y nadie las puede arrebatar nada de la mano del
Padre.
Jn. 10, 32 Jesús les dijo: Os he mostrado muchas obras buenas
que son del Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis?
Jn. 10, 36
a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al
mundo ¿cómo decís que blasfema por haber dicho:
“yo soy Hijo de Dios”? si no hago las obras de mi
Padre no me creáis.
Jn. 10, 38 Pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed al
menos por las obras; y así sabréis y conoceréis que el
Padre está en mí y yo en el Padre.
Jn. 11, 41 Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo
alto, y dijo: Padre, te doy gracias por haberme
escuchado.
Jn. 12,
26-28
Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy,
allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el
Padre lo honrará. Ahora mi alma está turbada; y ¿qué
voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si ha
llegado a esta hora precisamente para esto! Padre,
glorifica tu nombre. Vino entonces una voz del cielo:
“le he glorificado y de nuevo le glorificaré”.
Jn. 12, 49 Porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el
Padre que me ha enviado me ha mandado y lo tengo
que decir y hablar.
Jn. 12, 50 Y yo sé que su mandato es vida eterna; por eso lo que
yo hablo, es lo que el Padre me ha dicho.
Jn. 13, 1
Antes de la fiesta de la Pascua, Jesús sabía que había
llegado su hora de parar de este mundo al Padre,
habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el fin.
Jn. 13, 3 Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las
cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a
Dios volvía,
Jn 14, 2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no,
no os hubiera dicho, voy a preparar un lugar para
vosotros.
Jn. 14, 6-
13
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre sino por mí. Si me hubierais
conocido, también hubierais conocido a mi Padre;
desde ahora le conocéis y le habéis visto. 8 Felipe le
dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. Jesús le
dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía
no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo dices tú: "Muéstranos al
Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el
Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las
hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que
mora en mí es el que hace las obras. Creedme que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por
las obras mismas. En verdad, en verdad os digo: el
que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará
también; y aun mayores que éstas hará, porque yo
voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo
haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. paráclito que estará
siempre con el
hombre.
-El que come y bebe
al Hijo tiene vida
eterna.
-El Hijo vive en el
Padre y el Hijo
revela al Padre.
-Para recibir el
Espíritu es necesario
creer.
-Padre e Hijo dan
testimonio por sí
mismos, pues Padre e
Hijo no son lo
mismo.
-El Hijo habla del
Padre, nada hace el
Hijo por su propia
cuenta, sino que todo
lo que hace y dice es
lo que le enseño el
Padre.
-El Hijo del hombre
es Dios mismo y
entre ellos se
conocen mutuamente
-Nadie le quita la
vida al Hijo, es él
mismo quien la da,
pues nadie puede
arrebatar lo que el
Padre entrega la
Hijo.
-Padre e Hijo son lo
mismo, ya que la
obra del Hijo es la
misma del Padre.
-El Hijo de Dios
salió del seno del
Padre y regresa a él.
-E que crea en Hijo
podrá hacer obras
grandes porque el
Hijo vuelve al Padre
Jn. 14,
16-17
Y yo pediré al Padre, y Él os dará otro paráclito
para que siempre esté con vosotros.
17 El Espíritu de verdad, a quien el mundo no
puede recibir, porque ni le ve ni le conoce,
porque mora con vosotros y estará en vosotros.
Jn. 14,
20-24
Aquel día comprenderás que yo estoy en mi Padre, y
vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis
mandamientos y los lleva a la prática, ése es el que
me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y
yo lo amaré y me manifestaré a él. Judas (no el
Iscariote) le dijo: Señor, ¿qué pasa para que te vayas
a manifestar a nosotros y no al mundo? Jesús
respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi
palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y
haremos morada en él. El que no me ama, no guarda
mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del
Padre que me envió.
Jn. 14, 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre
enviará en mi nombre, os lo enseñará todo, y os
recordará todo lo que os he dicho.
Jn. 14, 28 Ya me habéis oído decir: "Me voy, y volveré a
vosotros." Si me amarais, os alegraría que me vaya al
Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Jn. 14, 31 Pero el mundo ha de saber que amo al Padre, y que
obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos,
vámonos de aquí.
Jn. 15, 1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
Jn. 15, 8-
10
LA gloria de mi Padre, está en que deis mucho fruto,
y seáis mis discípulos. Como el Padre me amó, así
también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si
guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor, como yo he guardado los mandamientos de mi
Padre y permanezco en su amor.
Jn. 15,
15-16
No os llamo ya siervos, porque el siervo nunca sabe
lo que suele hacer su amo; a vosotros os he llamado
amigos, porque todo lo que oído a mi Padre os lo he
dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí,
más bien os elegido yo a vosotros, y os he destinado
para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea
duradero; para que todo lo que pidáis al Padre en mi
nombre él os lo conceda.
Jn. 15,
23-24
La persona que me odia, odia también a mi Padre. Si
no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún
otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han
visto, y nos odiado a mí y a mi Padre.
Jn. 15, 26 Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto
al Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre,
Él dará testimonio de mí,
Jn. 16, 3 Y harán esto porque no han conocido ni al Padre ni a
mí.
Jn. 16, 10 En los referente a la justicia, porque me voy al Padre
y ya no me veréis.
Jn. 16, 13
Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad,
venga, os guiará hasta la verdad completa, pues
no hablará por su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oiga, y os explicará todo lo
que habrá de venir.
Jn. 16, 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso he dicho:
Recibirán de lo mío y os lo explicará a vosotros.
Jn. 16, 17
Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre
sí: ¿Qué querrá decir con eso de: “Dentro de poco
más, y no me veréis, y poco después me volveréis a
ver" y con "Me voy al Padre"?
Jn. 16, 23 Aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en
verdad os digo: Que el Padre os concederá lo que
pidáis en mi nombre. y retorna la gloria
que tenía junto al
Padre.
-Los apóstoles
reciben del Hijo el
Espíritu Santo.
-El Hijo depende del
Padre y el que da
fruto y glorifica al
Padre en el Hijo, ya
que con el amor del
Padre del Hijo ama.
-El que guarda los
mandamientos ama a
la Padre, y el que
cree en el Hijo ya no
es siervo sino amigo.
-El Hijo gurda la
palabra del Padre.
-El Hijo va la Padre
que es mayor que él.
-El Hijo obro lo que
le Padre le dijo y le
enseño.
-El espíritu guiará la
verdad completa, al
creer en él y
recibirlo, él nos lo
explicará todo.
Jn.16,
25-28
Os he dicho todo esto en parábolas. Pero se acerca la
hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino con
toda claridad. Aquel día pediréis en mi nombre, y no
os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el
Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y
creéis que salí del Padre. Salí del Padre y he venido
al mundo; ahora, dejo otra vez el mundo y voy donde
el Padre.
Jn. 16, 32
Mirad, que llega la hora, (y ha llegado ya), en que
cada uno de vosotros se dispersará por su lado, y me
dejaréis solo. Pero yo no estoy solo, porque el Padre
está conmigo.
Jn. 17, 1 Así habló Jesús, y dijo mirando al cielo: Padre, ha
llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te
glorifique a ti,
Jn. 17, 5 Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria
que tenía a tu lado, antes que el mundo existiera.
Jn. 17, 11
Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el
mundo, yo en cambio voy a ti. Padre santo, cuida en
tu nombre a todo el que me has dado, para que sean
uno, como nosotros.
Jn. 17, 21 Para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo
en ti, que también sean uno en nosotros, para que el
mundo crea que tú me has enviado.
Jn. 17,
24-25
Padre, deseo que los que tú me has dado, estén
también conmigo allí donde yo esté, para que
contemplen, la gloria que me has dado; porque me
has amado antes de la creación del mundo. 25 Padre
justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he
conocido, y éstos han conocido que tú me has
enviado.
Jn. 18, 11 Jesús dijo a Pedro: “Vuelve la espada a la vaina. ¿Es
que no voy a beber La copa que me ha dado el
Padre?”
Jn. 19, 30 Cuanto tomó Jesús el vinagre, dijo: ¡Todo está
cumplido! E inclinando la cabeza, entregó el
Espíritu.
Jn. 20, 17
Replicó Jesús le dijo: “Deja de tocarme que todavía
no he subido al Padre. Pero vete donde mis
hermanos, y diles: "Subo a mi Padre y a vuestro
Padre, a mi Dios y a vuestro Dios."
Jn. 20,
21-22
Jesús les dijo otra vez: “La Paz a vosotros; como el
Padre me envió, también yo os envío”. Dicho esto,
sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
LECTURA DEL CUARTO EVANGELIO EN CLAVE TRINITARIA
MILTON CAMARGO MUÑOZ
Profesor
JUAN ALBERTO CASAS
Teólogo-Filósofo
SEMINARIO MAYOR VILLA PAÚL
MISTERIO DE DIOS UNO Y TRINO
FUNZA. CUND.
2010