Conclusión de la lectura: desarrollo de un

programa por competencias de la interacción

a su implementación.

Podemos concluir que todos los niveles de enseñanza han ido entrando en una

lógica de programas de formación centrados en competencias, pero el medio

universitario ha sido el más lento. En la competencia se percibe una orientación

conductista, una forma de regreso al comporta mentalismo.

La competencia genera una relación más pragmática con el saber, incitando a la

escuela a centrarse “sobre la formación del pensamiento, las vías de aprendizaje

del alumno y el sentido de los saberes en relación con los contextos”.

Una competencia corresponde a un saber actuar complejo que se apoya sobre la

movilización y la autorización eficaz de una variedad de recursos. La flexibilidad y

la adaptabilidad de la competencia justifican plenamente su movilización.

Una competencia moviliza varios recursos, en particular, conocimientos,

habilidades, actitudes, conductas y según su naturaleza su desarrollo no concluye

nunca.