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    Apropiaciones dela modernidad culturalLas representaciones de la nacin argentina

    y colombiana desde las agrupaciones musicalesLa Columna de Fuego y Arco Iris

    Hernando Cepeda Snchez

    ResumenEste artculo presenta dos representaciones de nacin creadas en los alboresde la dcada de los aos setenta. Los protagonistas son los integrantes delas agrupaciones de msica juvenil Arco Iris y La Columna de Fuego,surgidas respectivamente en Argentina y Colombia. Ambas propuestas sonanalizadas dentro del marco de los estudios que se ocupan del sentido de la

    modernidad en relacin con la creacin de los imaginarios nacionales. Comopremisa bsica se comprende que la nacionalidad proviene de necesidadesparticulares, las cuales en este caso, radican en la bsqueda por estableceruna tradicin histrica que legitime la apropiacin de la modernidad, sindesconocer los valores culturales de los pases de origen.

    Palabras clave: Nacionalismo, modernidad, msica juvenil, reconocimiento,fenomenologa, apropiacin

    Abstract Appropriations of Cultural Modernity: National

    Representations of Argentina and Colombia in the Music Groups

    La Columna de Fuego and Arco IrisThis article discusses two representations of the nation created at the dawnof the 1970s. The protagonists are members of the youth music bands Arco

    Iris and La Columna de Fuego, respectively from Argentina and Colombia.Both are analyzed from the perspective of studies concerned with the meaning

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    of modernity in relation to the creation of national imginaries. As the basicpremise, it is understood that nationality comes from particular needs, whichin this case originate in the search for establishing a historical tradition thatwould legitimate the appropriation of modernity, without ignoring the culturalvalues of the original country.

    Key words: Nationality, Modernity, Youth Music, Fenomenology, Recogni-tion Appropriation

    Hernando Cepeda Snchez. Historiador por la Universidad Nacional deColombia, con estudios de maestra en Historia en la Universidad Javerianade Bogot. PhD. en Historia y Estudios Culturales de la Freie Universittaus Berln. Actualmente adelanta estudios posdoctorales en Geografa en laUniversidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ). Tiene una experiencia desiete aos en docencia universitaria en las ctedras de Historia de Colombia,Historia de Amrica Latina e Historia del Arte Moderno. Sus principaleslneas de investigacin son los movimientos sociales y la historia cultural.Miembro activo del grupo sobre Movimientos sociales de la Pontificia Uni-versidad Javeriana. Durante los ltimos cuatro aos realiz su investigacindoctoral sobre las culturas juveniles en Argentina y Colombia. La estanciainvestigativa en Berln y Buenos Aires fue posible gracias a la beca otor-gada por el DAAD Deutscher akademischer Austauschdienst, Servicio deIntercambio Acadmico Alemn. Ha publicado varios artculos acadmicossobre sus principales reas investigativas.

    La teora sobre la modernidad reconoce la estrecha relacin entre elser moderno y la formacin del Estado nacional. Ser moderno estrelacionado con la capacidad que tiene un sujeto para pertenecer a una

    comunidad determinada, lo que simultneamente le permite obtener losbeneficios otorgados por los Estados modernos. Democracia, libertad eigualdad se constituyen en los baluartes de la modernidad, aadidos alvalor identitario que ofrece la concepcin de la nacionalidad. En este ordende ideas, modernidad es directamente proporcional a nacionalidad, porlo cual es preciso evaluar el grado de modernidad que alcanza un Estadoque desconoce la modernizacin, aunque conozca de cerca los incentivosde la nacionalidad. En este caso miraremos un pas como Colombia quehistricamente ha carecido de un Estado moderno, comparado con un pasque no dista del mismo modelo, Argentina, aunque ste ltimo haya experi-mentado procesos histricos distintos que lo acercaron vertiginosamentea la modernidad occidental. Naturalmente, la discusin sobre si Colombiao Argentina son Estados modernos contina vigente, aunque es posibleobservar dos procesos distintos marcados por alcanzar la modernidad.1

    1 El concepto es de suma complejidad. En este texto tomamos distancia de las posturasde Giddens (1994:26) porque asume una relacin directa con la industrializacin. Hemos

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    En primer lugar sostendremos que la modernidad es un estadio histricoen el cual el sujeto ha adquirido principalmente el reconocimiento social(Biset, 2005:105). Este reconocimiento est basado en valores etreos comola libertad, defendida desde las primeras revoluciones sociales como unacondicin natural del sujeto; igualmente aparece la igualdad como prerre-quisito para la conformacin de las sociedades modernas. En este sentido,que la democracia se considere un modelo poltico moderno, significa quelos individuos independientemente de la diferencia econmica subsistente,apelan a un Estado por los mismos derechos sociales. La obtencin de lalibertad, el reconocimiento y la igualdad son asumidos como requerimientos

    bsicos para acceder al grado de Estado moderno, aunque la existencia dela democracia no define la modernidad del Estado. De la misma forma,la modernidad estatal evade cualquier obligacin con el surgimiento de

    lazos nacionalistas. En este texto observaremos cmo los artistas juvenilesdel decenio de los aos setenta en Argentina y Colombia construyeron unimaginario nacional, partiendo de la idea de que el patriotismo y el nacio-nalismo sin que signifiquen lo mismo se construyen como experienciasfenomnicas.

    El nacionalismo surge como un reducto de los imaginarios sociales,favorecido por intereses culturales de sectores determinados, los cuales serepresentan a s mismos en relacin a su espacio social (Chartier, 1992:167).

    No existe un valor a priori a la experiencia del sujeto en la reconstruccinde su imaginario nacional, por lo cual, se considera que el proceso deformacin de la idea nacional es individual, familiar, policlasista, aunquedepende de la experiencia del sujeto para la formacin nacional.2

    Diferimos de la postura de Anderson en que el nacionalismo est limitadoa los siguientes artefactos culturales: la lengua, la cultura y la religin.3Enla actualidad diversos y distintos pueblos, motivados por la coyuntura pol-

    preferido entender la modernidad como un momento histrico en donde el sujeto se percibeen relacin a su tiempo, pero con expectativas en el futuro. Son modernos en tanto tienen lacapacidad de construir un mejor maana (Beriain, 2005:21). Adems, ha sido consideradoque la modernidad es filtrada y utilizada de acuerdo a las necesidades de las comunidadesque la adoptan (Domingues, 2009:12).2. Compartimos la postura fenomemolgica de la construccin del sujeto trascendente

    propuesta por la corriente husserliana, en la cual se defiende que el sujeto es el sustrato delflujo de experiencias vividas, bien sean estas reales o utpicas. Vase Rosemary Rizo-Patrn,2010.3. La postura andersoniana responde a un concepto de nacin localizado en el desarrollo delos Estados nacionales del siglo XIX. En gran medida es importante comprender los artefactosculturales que sostienen un sentimiento tan ambiguo como el nacionalismo; sin embargo,el anlisis que ofrece el historiador britnico queda limitado a los artefactos simblicos que

    permitieron la consolidacin del nacionalismo. Es importante comprender que la pertenencia

    a una nacin no colaps con el desarrollo tecnolgico y las nuevas formas identitarias; sim-plemente se transformaron los aspectos que mantienen unidas a las distintas comunidades.Vase: Anderson, 1991.

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    tica que legitima el derecho a la autodeterminacin, se levantan contra losregmenes anteriores en aras de acceder a Estados modernos que reconozcansu tradicin. Sin embargo, la participacin de los sujetos en la construccinde la nacionalidad hace parte de un proceso ms ntimo, privado, que eneste caso se podra denominar fenomenolgico, basado en las experiencias

    personales del individuo (Rizo, 2010:93). Todo el conocimiento que steadquiere depende de la relacin establecida entre la institucin y el indivi-duo, dentro del marco de un acontecimiento construido desde la experienciasubjetivizada en relacin al fenmeno objetivo (Restrepo, 2010:116). En elcaso especfico de la construccin del sentimiento nacionalista, partimos delsupuesto de que el sujeto conoce el grado de pertenencia a la comunidadnacional, en tanto ha vivido y experimentado una relacin subjetiva conlas instituciones estatales, que aparece objetivizada en tanto que el nacio-

    nalismo se entiende como un valor a priori a su construccin.

    En este texto sern observados los imaginarios nacionales de los artistasde msica juvenil de Argentina y Colombia en la coyuntura de los aossetenta. La juventud seleccionada sobresale por su participacin en el campocultural: justamente la estructura en donde afloran los intereses por esta-

    blecer una tradicin cultural histrica. Si tomamos a los artistas juvenilesdel decenio del setenta en Bogot y Buenos Aires, principalmente a los

    msicos que interpretaban ritmos considerados modernos, observaremosconstantes alusiones a aspectos directamente vinculados con el nacionalis-

    Imagen 1 La Columna de Fuego

    Material fotogrfico de Roberto Fiorilli

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    mo. Por un lado, surge una especie de sentimiento nacionalista que exaltalos aspectos culturales ms destacados de los pases latinoamericanos.Sin embargo, como se puede observar en la Imagen 1, adquieren notoriaimportancia los ritmos africanos, relacionados explcitamente con el folclorde las costas del pacfico colombiano. Extraamente, estos jvenes, queno eran conscientes de la globalizacin, de la transculturizacin ni de losfenmenos sociales acaecidos alrededor del neoliberalismo, saban que sunacin no era reductible a fronteras territoriales, lingsticas, ni raciales.De hecho, los artistas diferan del concepto de nacin propuesto por sustradiciones histricas.

    En este ensayo ser estudiado el universo cognitivo de los artistasjuveniles de los pases sealados previamente, al mismo tiempo se obser-

    varn las disposiciones institucionales para el desarrollo cultural de estajuventud. El primer cometido se resuelve a travs de la interpretacin dealgunas canciones originales de los artistas seleccionados. Cada uno delos textos, ledos desde el contenido de su forma, es sometido al procesode desconstruccin con el objetivo de ubicar los significados reales de lossmbolos. En otras palabras, romper la estructura de los textos es un pasonecesario para comprender la manera en la que estos agentes sociales uti-lizaron el lenguaje. En segundo lugar, el anlisis de las formas cognitivaslo complementan las disposiciones de espacios sociales para la difusinde las ideas. Los peridicos locales en las secciones culturales anuncianasiduamente los eventos que congregan a los msicos juveniles; en estesentido, es un dato relevante mirar la frecuencia con la cul se renen losartistas. Asimismo, esta fuente ampla las posibilidades de lectura, porque

    seala los ritmos en lo que transitan las culturas juveniles. El ndice serialpresenta unos ciclos como los primeros aos del decenio del setenta enlos cuales se pudo registrar a partir del diarioLa Nacinde Argentina y el

    peridicoEl Tiempode Colombia, coyunturas que destacaron la notoriaproduccin musical de los jvenes locales y, al mismo tiempo, un destacadoapoyo por parte de las instituciones culturales pblicas y privadas queauspiciaron los espectculos musicales, favoreciendo de esta forma unamayor ampliacin del movimiento. Los diarios, en ambos casos, registranen las secciones culturales eventos en los cuales los protagonistas sonlos artistas modernos, quienes contribuyen activamente en los festivalesorganizados por los ministerios de la cultura, aunque tambin se destacael estoicismo de los msicos que trabajan de forma independiente. De estamanera, el anlisis discursivo de las canciones y el estudio serial de losdiarios se constituyen en las bases metodolgicas de este escrito.

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    El valor de la autenticidad

    para las modernidades hbridas

    Inicialmente se reconoce que los artistas locales se acercaron a la moder-nidad con la intencin de alcanzar sonidos nuevos, autnticos, originales;ritmos considerados modernos, tales como el rock and rolly la msicafolk;sin embargo, la modernidad sera incompleta si sta se experimentara convalores ajenos. En otras palabras, era necesario que los artistas argentinosy colombianos imprimieran un sello de autenticidad en la fabricacin delos productos culturales.

    La Columna de Fuego opt por rescatar la msica de la costa pacfi

    ca,como una clara demostracin de su vocacin nacionalista. Lo propio rea-lizaron los msicos de Arco Iris, quienes, como se observa en la Imagen 2,adoptaron actitudes directamente vinculadas con el folclor andino, que bienvale la pena resaltarlo, obtena altsima acogida durante los primeros aosdel decenio del setenta. Ambas agrupaciones comprendan la pertenenciaa una nacin, poseedora de smbolos patrios y de tradiciones culturales,adquiridas durante un largo proceso histrico en el cual se fundaron loscimientos de la nacionalidad. No obstante, tambin eran conscientes deque el estadio histrico en el que se desarrollaban era distinto. Distinto devarias formas.

    En primer lugar, el mundo del decenio del setenta haba reflexionadosobre el carcter histrico de la dcada inmediatamente anterior (Ollier,

    1998:90). Las utopas sealadas por las generaciones anteriores se debili-taron y la idea del mundo industrial feneca. Era el momento para que los

    Imagen 2 Arco Iris

    Diario La Nacin. 29 de mayo de 1975

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    jvenes de los pases emergentes y en desarrollo, repensaran el sentidode la nacin, su participacin en la cultura mundial y el valor poltico desus acciones.

    Corrientes musicales modernas

    a travs de la Columna de Fuego

    La Columna de Fuego apareci en la msica colombiana a comienzos dela dcada de los aos setenta, despus de la desintegracin de varias agru-

    paciones pioneras del rock nacional del decenio anterior.4Sin embargo, laagrupacin rompi con los esquemas tradicionales del grupo de msicamoderna. A primera vista sobresale el amplio nmero de integrantes: elestilo de las agrupaciones de msica juvenil sugera la utilizacin de tres o

    cuatro msicos en escena. Las instrumentaciones eran bsicas: una guitarraelctrica, un bajo elctrico, una guitarra rtmica y una batera. Las voces enla mayora de los casos eran realizadas por los guitarristas rtmicos, aun-que hubo varias excepciones. Sin embargo La Columna de Fuego estuvoconformada por siete integrantes. Este aspecto seala un distanciamientoimportante frente al modelo musical juvenil internacional. Aunque Colom-

    bia permaneca en la periferia de la cultura moderna, reciba con atencinlos modelos culturales provenientes de lo que comnmente se conoce comoOccidente, principalmente de Estados Unidos e Inglaterra. Sera entonces a

    partir de esta influencia que surgieron los jvenes modernos en Colombia,aproximadamente en la segunda mitad del decenio del sesenta, directamenterelacionados con el consumo y la produccin de la msica moderna.

    Pareciere tautolgico que la modernidad implique un consumo de ella

    misma, aunque resulta lgico que lo moderno imponga unas caractersti-cas bsicas para su realizacin. Las generaciones de jvenes modernos enColombia compartan los principios bsicos de la modernidad occidental,establecida como una gradacin histrica en la cual las generaciones actua-les se consideran superiores a las anteriores (Berman, 1988:7). Superioridaden cuanto a los valores sociales, morales y ticos. Superioridad frente aun pasado caracterizado por necesidades bsicas que son abastecidas por

    4. La Columna de Fuego estaba integrada por: Jaime Rodrguez guitarra; Guillermo Guz-mn bajo; Evelio Villarraga trompeta; Freddy Bozzo rgano; Danilo Escobar congas.Roberto Fiorilli y Jaime Rodrguez, creadores del sonido columna y fundadores del mismo.Roberto es el ms experimentado baterista colombiano en la actualidad y su trayectoria profe-sional abarca los grupos musicales ms sobresalientes de los ltimos aos. Young Beats, TimeMachine, Los Speakers y Siglo Cero, al desintegrarse este se prendi la Columna con Jaime(Ampex) Rogdrguez en la guitarra lder, su nmero tradicional africano La Joricamba conletra de Esteban Cabezas y arreglos propios, alcanz alto grado de aceptacin y fue prensado

    para lafirma internacional Polydor. La nota pertenece a un diario de prensa bogotano, queno registra el nombre. La fecha se calcula hacia 1973, justo cuando la agrupacin reorientasus perspectivas artsticas. Tomada del Archivo Personal de Roberto Fiorilli (2007).

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    el ingenio de las generaciones ms recientes. Por supuesto, el debate dela posmodernidad an estaba allanando las mentes de los intelectuales

    parisinos y, por lo tanto, lo moderno se segua comprendiendo como unacualidad histrica. En este sentido, el acercamiento que hicieron los artistasde la Columna de Fuego a la modernidad, que al mismo tiempo los carac-teriz como modernos, radic en la capacidad de construir experienciashistricas semejantes a las que vivan las generaciones juveniles en los

    pases denominados modernos.

    La mayora de los integrantes de las agrupaciones de msica modernalocal provenan de familias con condiciones econmicas favorables, conla capacidad de acceder a educacin secundaria y superior de excelencia,y con la posibilidad de acercarse a la modernidad por medio de la cultura y

    los viajes.5Sin embargo, su realidad segua estando asentada en un terrenoque no ofreca condiciones para lo moderno.

    Como fue sugerido al inicio del texto, es necesario comprender la vin-culacin entre la modernidad y la nacionalidad. Los artistas colombianos,tanto los de la Columna de Fuego, como los integrantes de las numerosasagrupaciones surgidas desde mediados del sesenta, antepusieron un deseoidentitario generalmente relacionado con la nacionalidad. Para los artistasde la segunda mitad de esa dcada, la modernidad significaba imitar loque consideraban moderno. Su msica fue inocente, repetitiva, carente decreatividad, aunque debe ser comprendida como la necesidad cultural delmomento. Era prematuro exigir cambios ontolgicos, epistemolgicos yfenomenolgicos. Sin embargo, con el devenir de los aos la juventud localfue consciente de la distancia que separaba su realidad de la modernidadoccidental. Si volvemos a definir el concepto, miraremos que la moderni-dad no significa modernizacin, sino el acceso al reconocimiento. El pasatravesaba por una crisis incalculable de desindustrializacin. Las cadasen los precios del caf amenazaban las finanzas internas y el ingreso decapitales ilegales incrementaban el riego de permanecer en la premoder-nidad. No obstante, ste no era el caso de los jvenes artistas del setenta.Sus condiciones personales y familiares les permitan acceder a las ventajasde la modernizacin, de la tecnificacin y de la industrializacin, pero anas no obtenan el anhelado reconocimiento de la nacionalidad. Colombia,

    para el decenio del setenta, no tena una idea de nacin o, por lo menos, unsector destacado de su poblacin no lo senta as. En este orden de ideas,

    5. En un estudio previo se comprob que los sujetos interesados en la produccin de lamsica rock necesariamente provenan de familias con capacidades econmicas favorables.

    Por medio del estudio serial de los precios de instrumentos musicales se poda observar laaltsima inversin que implicaba acceder a la msica juvenil moderna. Vase: HernandoCepeda (2008:104).

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    los jvenes artistas de la Columna de Fuego tendran que conformar elimaginario de nacin.

    Posturas modernas

    a travs de la agrupacin Arco Iris

    La Columna de Fuego se convirti en este caso en un microscopio paraanalizar la representacin nacional en Colombia durante la dcada de losaos setenta. En realidad el fenmeno de la cultura juvenil se puede ex-trapolar a cada uno de los pases latinoamericanos; quiz con la excepcinde Cuba y de algunos referentes centroamericanos, es posible aseverarun comportamiento homogneo en la recepcin de las culturas juvenilesengendradas en Estados Unidos e Inglaterra. Tan solo como ilustracin se

    podra sealar el Tropicalismo en Brasil, el cual incorpor los aspectos msrepresentativos de la cultura internacional ropa, estilos, jergas juvenilescon elementos provenientes de la cultura popular brasilea.

    En ese orden de ideas, la joven guarda y la msica popular brasilera(MPB), se suman a un proyecto ambicioso que consisti en el fortaleci-miento de una cultura juvenil capaz de sostener los elementos modernosapropiados del modelo occidental, sin desconocer la importancia de losvalores folclricos locales (Groppo, 2002:145). Sin embargo, el caso com-

    parativo para la comprensin de la modernidad musical latinoamericana lecorresponde al proyecto emprendido por Arco Iris en Argentina. De formasemejante al trabajo de los colombianos, la apuesta del lder de la agrupa-cin, Gustavo Santaolalla, estaba dirigida por un proyecto fundamentadoen la bsqueda de la modernidad.6Para mediados del setenta los msicos

    del rock nacional argentino haban realizado pastiches e imitaciones, abar-cadores de significados utpicos en la construccin de la nacionalidad.7Sin embargo, la fenomenizacin de la nacin permite que la experienciahistrica del sujeto se ontologice en tanto que la comunidad ejerce influenciasobre el individuo.8En otras palabras, la experiencia personal en el caso de6. Pop nacional Esta pera que responde ms estrictamente al esquema de una cantatacomo suele suceder con las peras rock, sigue la lnea musical y temtica conocida a tra-vs de las anteriores obras de Arco iris. Textos sencillos no exentos de lirismo proponen unregreso a la aurora, simbolizada en el sol de los antiguos Incas Pero el verdadero valor deSudamrica o el regreso de la aurora est en su planteo musical. El pop indo, esa mezclade ritmos americanos con elementos del pop que Arco Iris ensay en Zamba . DiarioLa

    Nacin.Buenos Aires, 6 de abril de 1973:12.7. Escasa difusin para el rock de calidad. El rock es una manifestacin musical importante,especialmente en los ltimos diez aos. Su evolucin musical repercuti en Argentina, desdelas aoradas pocas de La Cueva (donde surgieron Lito Nebbia y algunos de los que formaranlos grupos ms interesantes de la primera hora, como Manal, Almendra, y hasta Sandro seatrevi a lidiar con blues). DiarioLa Nacin. Buenos Aires, 6 de enero de 1974:14.

    8 En primer lugar existe un discurso legitimado acerca del valor histrico de la nacin. El ciu-dadano se construye en la relacin al discurso nacional, impartido por las instituciones socialesaunque, igualmente, por el grado de conciencia que alcanza el sujeto en la relacin frente al

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    Santaolalla tambin est vinculada al proceso histrico de su comunidad.Las orientaciones polticas en Argentina, la participacin constante delos militares en el poder y el fortalecimiento de los regmenes populistas,generan una idea absolutamente distinta del concepto nacional. Desde esta

    perspectiva podramos reafirmar que el nacionalismo y el patriotismo, sinque sean lo mismo, son construcciones fenomnicas en las que participanlos individuos, de acuerdo a componentes bsicos como la experiencia, elhbitus y el capital social.9

    Como sealbamos anteriormente, el proceso de imitacin y de apropia-cin de la msica moderna internacional supuso la concepcin de ideas alre-dedor de la nacin y de su estadio histrico (Chartier, 1988:13). Al igual quelos colombianos, los argentinos mantuvieron como base esttica las mtricasde la msica moderna. La formacin cultural de los artistas que integraronla agrupacin bonaerense sostiene la idea, defendida anteriormente, sobrelos requerimientos econmicos para acceder a bienes culturales como lamsica rock. El contacto cultural de los artistas con la msica moderna seexplica desde una primera influencia ejercida por padres y familia, quienesincentivaron el consumo del rock. Igualmente, los constantes viajes a Es-tados Unidos, sumados a una educacin bsica secundaria en colegios deexcelencia acadmica, favorecieron una experiencia distinta de la relacinentre el consumo y la produccin de la msica.10Sin embargo, la bsque-da del reconocimiento incentiv a la agrupacin Arco Iris a modificar laestructura de la msica juvenil. En primer lugar cambiaron el conjuntode instrumentos. A la guitarra elctrica, el bajo y la batera, le sumaron elsaxo tenor, el saxo alto y las flautas, interpretadas por Ara Tokatlian, quienacompa a Santaolalla desde los primeros aos de vida artstica. Ambos

    artistas se conocieron en la secundaria, momento en el cual definieron susintereses musicales, que los condujo a la creacin de la agrupacin ArcoIris. Tambin se adhirieron a los instrumentos tradicionales la utilizacinde variadas percusiones a cargo de Horacio Gianello.11A esta altura es

    Estado. Por este motivo se cree que el valor nacional subyace en experiencias que relacionanla visin del mundo con la conciencia. Hofstader, 1988:3; Solomon, 1980:13-15.9. Podramos sumarnos a la idea de que el patriotismo valora los elementos humanos de laconstruccin de la nacionalidad, mientras el nacionalismo se concentra en aspectos relacio-nados con el funcionamiento de una nacin. Sin embargo, el texto asume ambas tendenciascomo semejantes, por el enfoque revisionista que adoptan los sujetos de la investigacin.Robert Audi, 2009:365-381.10. Una vez mis viejos trajeron un disco de Bill Haley y sus cometas, que eraRock Around theClock, y un poco ms tarde uno de Elvis, y ah ya me empec a volver totalmente loco Paraesa misma poca, yo tena 5 aos, mi abuela me regal mi primera guitarra, era una guitarrachiquita que ms tarde la usamos como sello en el primer LP de Arco Iris. Gustavo Santaolallacuenta sus quince aos de rock. RevistaMordisco(1978). Buenos Aires, mayo:25.

    11. Un recital del conjunto Arco Iris, en:La Nacin. Buenos Aires, 2 de julio de 1971:14.La Nacin. Buenos Aires, 15 de septiembre de 1973:3. Arco Iris en una nueva y ms definidaetapa, en:La Nacin. Buenos Aires, 9 de octubre de 1976.

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    posible comprender que la variacin instrumental en el rock de los artistaslatinoamericanos no era un caso aislado. Sucedi tanto en Colombia comoen Argentina y naturalmente hizo parte de las transformaciones generadas

    por el Tropicalismo brasilero. Las influencias fueron tanto el rock androllestadounidense como el folclore andino, aunque hubo una marcadaexcepcin: la msica antillana no influenci al rock argentino, mientrasque la cercana geogrfica de Colombia con la costa caribe determin elcambio en la esttica de la msica juvenil. Con estos dos casos empricoses posible preguntarse por los mviles que condujeron a los artistas a dareste salto conceptual.

    En primer lugar el proceso imitativo no ofreca alternativas estticas.Los artistas latinoamericanos se haban acercado a la modernidad desde el

    modelo occidental, aunque para mediados del setenta la idea de la moder-nidad haba adquirido visos distintos. De hecho, era la misma modernidadel aspecto que incentivaba los intereses artsticos, slo que ste conceptoinduca a la reflexin sobre el lugar que ocupaban los sujetos frente alos polos de dominacin. Visto desde otra perspectiva, aspectos como lacultura, el arte y necesariamente el imaginario de nacin, tendran que serreevaluados para alcanzar una mayora de edad. Como podemos obser-var, el estudio de caso le pertenece a dos naciones emergentes que desdediversos ngulos persiguieron la consolidacin del proyecto nacionalista.La cultura y en este caso tomamos el concepto como la relacin de loselementos simblicos de una comunidad determinada aparece como unespacio vital para la lucha de los imaginarios, aunque subyace el problemasobre qu tipo de cultura habra de predominar en los imaginarios locales.En este caso estaramos hablando de una lucha simblica en la que tomaron

    partida las instituciones culturales, aunque fueron de un valor excepcionallas propuestas de los artistas juveniles.

    Polticas culturales e industria cultural:

    promocin del ideal nacional

    La relacin entre las polticas culturales y los consumidores de la culturaes recproca. Las instituciones se orientan por un modelo poltico que in-centiva la promocin de determinados bienes culturales, siempre con unobjetivo especfico. La msica juvenil moderna era promovida por diversasinstituciones ministerios de cultura, festivales musicales, administracio-nes locales que prestaban los escenarios deportivos para realizacin deconciertos, promocin de eventos en diarios oficiales que propendan alacercamiento con modelo cultural occidental.

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    A mediados de 1970 la promocin de msica moderna fue mucho menorque una dcada atrs, aunque el terreno estaba dispuesto para su distribucinen ambos pases. No obstante, la modernidad alcanz un punto importanteen Latinoamrica a comienzos de los aos setenta, porque artistas y empre-sarios emprendieron un camino independientemente del favorecimiento delas polticas culturales y organizaron sellos independientes que auspiciaronlas fusiones entre la msica moderna y el folclor regional.

    En Argentina se fund el sello discogrfico Mandioca, con el cual gra-baron importantes agrupaciones argentinas como: Alma y Vida, ClaudioGabis y la Pesada y La Cofrada de la Flor Solar12; en Colombia crearonZodiaco, tambin promotora de agrupaciones como Siglo Cero, de enormesignificacin para el rock colombiano del setenta. De esta manera se puede

    observar que los incentivos econmicos que reciban los artistas anterioresno eran los motores para construir el nuevo concepto artstico. La modamusical fue revertida por los artistas locales, quienes se esforzaron en

    producir msica poseedora de autenticidad. En este punto llegamos a unmvil que subyace a los debates tericos sobre la nacionalidad. La bs-queda de la autenticidad es un factor determinante para que los sujetos seconsideren una comunidad identificada entre todos sus miembros, perodistinta de las dems.

    En el caso de las dos agrupaciones se observa la bsqueda de la inde-pendencia artstica, aunque continuaron unidas a la industria cultural. Suspropuestas diferan de los modelos aceptados por la moda, aunque siguieronaliados a las cadenas comerciales e institucionales que favorecan la distri-

    bucin de sus productos. La Columna de Fuego grab a comienzos de la

    dcada del setenta su primer lbum denominado La Columna de Fuego.Aunque la recepcin de la msica juvenil local en Colombia fue discreta,estos artistas alcanzaron un reconocimiento importante tanto a nivel radialcomo en el ncleo de consumidores. Debido al incipiente xito comercialalcanzado por la msica juvenil, la casa disquera RCA Victor promovi otrotrabajo de la agrupacin que inclua una gira por las principales ciudadeseuropeas.13La misma disquera RCA Victor, que desde los primeros dece-

    12. Para el caso argentino se encuentran los siguientes textos: Pablo Alabarces (1993).Entregatos y violadores. El rock nacional en la cultura argentina. Buenos Aires, Ediciones Colihue;Sergio Pujol (2002).La dcada rebelde. Los aos 60 en la Argentina. Buenos Aires: Emece,108. Miguel Grinberg (1977).La msica progresiva argentina. (Cmo vino la mano)BuenosAires: Editorial Convergencia, 77; Daz Claudio F.Libro de viajes y extravos. Un recorrido

    por el rock argentino. (1965-1985). Unquillo: Narvaja Editor, 2005. 44.13. Columna de Fuego: Sorpresa en Domingo Peninsular Columna de Fuego era ungrupo prcticamente indito en Espaa. Haban venido acompaando a Leonor Gonzlez,

    La Negra Grande de Colombia. Pero al independizarse, estos siete jvenes colombianos hanpodido expresar su msica latina, caliente, vibrante y contagiosa. La fecha se calcula hacia1973, despus de la gira que hizo la agrupacin por el viejo continente. Archivo personal de

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    nios del siglo XX haba expandido el negocio de las disqueras por EstadosUnidos y Canad, grab sencillos de agrupaciones argentinas importantescomo Los Gatos, Almendra y Arco Iris.

    El movimiento cultural juvenil de mediados del setenta valor la relacincercana con las polticas culturales, las industrias culturales y el ncleode consumidores, porque implcitamente se persegua la resignificacinde los valores culturales como baluartes modernistas de la nacionalidad.Al revisar el desarrollo de las dos agrupaciones se observa un proyectomancomunado, donde individuos, instituciones y polticas culturales seorientaron en la misma direccin. Si fuera un caso aislado el trminomodernismo sera inoficioso; no obstante, las dos agrupaciones cuentanla experiencia de dos pases diferentes, con poderes locales distintos, que

    compartieron la idea de la modernidad. En trminos de polticas cultura-les basta con destacar que los espacios ofrecidos en la radio, la prensa, latelevisin y desde finales del sesenta, en las locaciones destinadas a la altacultura, fueron cedidos para que los jvenes asistieran masivamente a la

    presentacin de los artistas.14

    En este ltimo aspecto surgieron numerosas diferencias entre el casoargentino y colombiano, aunque en realidad no le compete a los agentesde esta historia, sino a las instituciones encargadas de promover la culturalocal. No es un descubrimiento que la cultura se ha convertido en un as-

    pecto poltico en los ltimos aos; en este sentido, la cultura adquiere uncomponente de lucha que involucra distintos poderes, debido a la capacidadde crear sobre ella valores inmanentes (Yudice, 2002:23).

    Sin embargo, Argentina y Colombia presentaron dos posturas diferentesfrente a las polticas culturales: una cultura pblica en el cono sur y unacultura privada en la desembocadura de los Andes. El fortalecimiento delEstado nacional como institucin central es determinante para los interesesculturales de las comunidades; ste, adems de obrar como agente regulador,dispone de los poderes locales. Aunque ambas naciones compartieron unlegado histrico parecido; reconocan smbolos identitarios semejantes:

    participaban de la cultura, de la lengua y de la delimitacin territorial; lasexperiencias polticas de la segunda mitad del siglo XX las distanciaron

    Roberto Fiorilli. Visitado en abril de 2007.14. Desde el mircoles pasado, el instituto Di Tella desmiente las acusaciones de exclusi-vismo y se afana en la presentacin de un ciclo que se extender hasta el 15 de marzo bajoel ttulo de Cancin nueva y Beat Argentino. Los salones de exposicin se abrirn para queel cantante jamaicano Jimmy Cliff, los solistas Vico Berti, Arnaldo Garcs, Carlos Javier

    Beltrn, Teddy Jaurn y los conjuntos Pintura Fresca, Los Nufragos y Los Dulces Jvenesdel Tiempo entablen un contrapunto sofisticado. RevistaPrimera Plana. 18 de febrero de1969. Buenos Aires, 29.

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    notablemente. La cultura se hizo pblica en Argentina por la presin de loslderes populistas, quienes fortalecieron a las clases medias y a los traba-

    jadores en un proyecto conjunto dirigido por el Estado (Luna, 2000:21).En Colombia no existieron los gobiernos populistas concentrados en elvalor pblico de la cultura. En otras palabras, mientras que Argentina

    buscaba una cultura nacional, en Colombia se defenda la multiplicidadde las culturas regionales.

    Tres aspectos de la discusin se encuentran entreverados: las polticasculturales, las instituciones y las agrupaciones de msica moderna. Comoveamos, las polticas culturales, interpretadas como mecanismos de poderen el mbito cultural, sumadas a las instituciones organismos encargadosde velar por el patrimonio cultural de la nacin observaron el nacimiento

    de propuestas musicales juveniles, que favorecieron idearios de nacincontrapuestos a las tradiciones histricas.

    La msica popular en Colombia de mayor consumo entre los crculosjuveniles a comienzos del setenta eran los ritmos modernos anglo ameri-canos, destinados en gran medida a individuos de clases medias y mediasaltas, que acogan el producto como mecanismo de distincin e identidad.15La distincin se diriga hacia las generaciones adultas, carentes de disposi-tivos bsicos para reconocer el gusto promovido por la industria cultural;no obstante, la distincin tambin buscaba un alejamiento con los secto-res denominados populares. Por supuesto, la msica comercial moderna

    mejor conocida como msica rock tambin era popular, aunque no secomprende como msica destinada a los sectores populares. Para estosltimos existan ofertas ms regionales como los porros, las cumbias, los

    primeros vallenatos y una pequea incursin de la msica salsa en espaciosdeterminados. En Argentina observamos que la cultura pblica dirimaestas marcadas distinciones. Exista msica popular y, naturalmente, los

    jvenes que producan y consuman msica moderna adoptaron el gnerocomo dispositivo de distincin. Ahora bien, la distincin que buscaban los

    jvenes argentinos estaba dirigida contra las generaciones mayores y nocontra los sectores denominados populares.16

    15. El dato ms significativo son los mltiples nacimientos de emisoras radiales destinadasal creciente pblico juvenil. Ejemplos son: La Voz de Amrica y la emisora juvenil Radio 15,entre las ms importantes. Vase:El Tiempo. Bogot, 12 de Marzo de 1966, 16.El Tiempo.Bogot, 15 de enero de 1967, 12.16. Tangos y Beat, espectculo de la Sala Planeta. El viernes a las 22 se estrenar en lasala planeta, Suipacha 927, el espectculo denominado Tangos y Beat. Stroncio en Bando-nen, Miguel Praino en violn y Juan Cedrn en guitarra y canto y el conjunto de los msicos

    beat Cofrada de la flor solar, compuesto por estudiantes de la ciudad de la Plata dedicadostambin a la artesana popular. Los recitales se repetirn los viernes 16, 23 y 30.La Nacin.7 de enero de 1970. Buenos Aires, 10.

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    La cultura argentina posea un amplio arsenal de ritmos regionalesque fueron desplazados hacia los festivales de folclor con el ingreso delas corrientes culturales internacionales; sin embargo, estos festivales secelebraban como acontecimientos de carcter nacional.17De esta forma,la juventud local encontraba en el folclor un smbolo de identidad nacio-nal, aunque no fuese con los ritmos promovidos por su colectividad. Lamsica moderna en Argentina, tambin conocida como msica progresiva,adquira a comienzos del setenta el apelativo de msica nacional, justa-mente porque se reconoca la expresin cultural como un recurso pblico(Grinberg 2008:19).

    El rock argentino obtuvo el carcter nacional de forma semejante alproceso que condujo al tango a obtener caracteres nacionalistas desde el

    decenio del cuarenta. As, es posible hallar en la Argentina una amplia va-riedad de ritmos: zambas, tangos, chacareras, pero diferente de Colombia,

    porque la msica folclrica argentina engrandeca su imaginario nacional.En Colombia, la msica regional fue subestimada, menospreciada y malvista por los sectores ms opulentos. Como recordbamos anteriormente,el frgil Estado nacional de Colombia reconoca a determinados individuoscomo ciudadanos, pero no se desarrollaron los proyectos nacionalistas quevinculaban a las regiones dentro del imaginario nacional.

    En esta lgica interactuaron las dos agrupaciones escogidas. Hicieronuna lectura subjetiva de las condiciones que favorecan su acceso a la mo-dernidad, y como fue sugerido al inicio del texto, era necesario construiruna autonoma favorable para el reconocimiento social. La msica juvenilde mediados del sesenta haba contribuido para que los jvenes accedieranal reconocimiento generacional: surgi la juventud, se le otorgaron espaciosfsicos y simblicos, se reconoci la autonoma del sujeto construido dentrode los trminos de joven (Cepeda, 2008: 316).

    No obstante, ese reconocimiento fue moderno mientras la modernidadse mantuvo en trminos de tecnificacin, industrializacin y progresotecnolgico. A mediados del setenta la modernidad estaba enfocada enla construccin del sujeto, en la valoracin del sentido individual y en suconcepcin libertaria. En este sentido, un sujeto moderno, como entendemosa los artistas que conformaron a ambas agrupaciones, senta la obligacinde construir un escenario donde se desarrollara su esencia. Concretamenteest el caso de La Columna de Fuego, cuyos miembros construyeron una

    17. Los festivales musicales son de notable importancia en el arraigo de las tradiciones mu-

    sicales. En el decenio del sesenta este tipo de encuentros artsticos proliferaron en todos lospases de Latinoamrica con la intencin de promover a los artistas que ya haban alcanzadoun lugar preponderante en los pblicos locales (Groppo, 2002:143).

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    identidad artstica a partir de la confluencia de las tradiciones regionalesdel pas. La agrupacin colombiana present un producto musical caracte-rizado por la hibridacin. Conformada en parte por afro-descendientes, laagrupacin incorpor en su repertorio una amplia variedad de percusionesafricanas destacadas en los ritmos provenientes de las costas del pas.En principio parecera que la influencia fue caribea, porque se percibenmtricas propias de la cumbia y el porro. Sin embargo, no se reducen las

    percusiones al caribe; por el contrario, la msica del pacfico ocupa unespacio destacado.

    Es encomiable el empeo de la juventud colombiana por elaborar msicarock, sobre todo teniendo en cuenta el amplio arsenal de ritmos folclri-cos del pas, la profusin de ritmos antillanos y la msica de protesta que

    sonaba en las emisoras locales. Las orquestas Neoyorquinas de msicasalsa develaban una tendencia cultural de alto consumo, capaz de enfren-

    Archivo personal de Roberto Fiorilli

    Imagen 3 La Columna de Fuego de gira por Alemania

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    tar el impulso comercial de la msica rock de mediados del sesenta. Noobstante, los artistas juveniles locales estaban convencidos de la relacinindirecta establecida entre los ritmos tropicales y la premodernidad; poreste motivo, siguieron aferrados a la idea de producir msica moderna con

    bases provenientes de la msica anglo americana. No es extrao que lotropical se asociara a lo premoderno; sabemos por los estudios de subal-ternidad que las expresiones culturales provenientes de espacios alejadosde la esfera de occidente son mancilladas con adjetivos que denigran suesttica (Saurabh, 2004:22-23).

    Apelativos como salvaje, caliente, lujurioso, pueril, fueron muchas vecesutilizados para caracterizar a los ritmos latinoamericanos.18Naturalmente,lo salvaje tambin estaba directamente asociado con el origen africano. Para

    la juventud colombiana aspirante a la modernidad, era importante alejarsede los ritmos que obstaculizaran su bsqueda, por ese motivo la msicaantillana no accedi con importancia en este momento histrico. Por elcontrario, para mediados de los aos setenta, la revaloracin de la nacinse haba convertido en una tendencia cultural. Los ideales de la modernidadse relacionaban expresamente con la autonoma y el reconocimiento delsujeto, por lo cual, el compromiso artstico de la msica moderna deberaexponer aspectos vinculados directamente con la nacionalidad. Desde Esta-dos Unidos provenan cantantes solistas y grupos promotores de la msica

    folk, relacionados con el proyecto de rescatar el folclor de los pueblos. Poreste motivo, antes que un cambio exclusivo de la esttica, observamos uncambio real en el concepto del sujeto histrico.

    Sin embargo, un aspecto indiscutible eran los orgenes tropicales yfestivos de la cultura colombiana. Desde esta perspectiva, los artistas

    juveniles estaban inmersos en una disyuntiva histrica: convertir en mo-dernos los valores culturales de la nacin. Al fijarse como meta el accesoa la modernidad, la juventud local debera establecer un gnero musicalque reconociera los valores histricos de la patria; demostrar por mediode la msica la apropiacin de los valores nacionales para forjar un biencultural que reconociera los ideales nacionalistas.

    Por supuesto, el concepto de nacin, como aclarbamos al inicio, escomplejo: consiste en la suma de factores que defienden la pertenencia auna comunidad determinada, asentada en un suelo especfico y con prc-ticas en comn que los hace diferentes del resto de las otras comunidadesimaginadas.

    18. En este sentido vuelve a ser importante la nota a pie de pgina 13. Las referencias algrupo colombiano se adjetivan as: estos siete jvenes colombianos han podido expresar sumsica latina, caliente, vibrante y contagiosa.

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    esos trminos, la modernidad propuesta por los artistas norteamericanosencontr resonancia con la modernidad desarrollada por sus colegascolombianos, en tanto que fueron perseguidos los aires folclricos de lasregiones de Colombia.

    La Columna de Fuego

    Desde Espaa

    La agrupacin estaba constituida por Jaime Rodrguez, quien interpretabala guitarra; Roberto Fiorilli, encargado de las percusiones; Marcos Giraldo,al frente del bajo elctrico; la agrupacin la complementaban Luis FelipeBustos, Francisco Zumaque y Armando Velsquez, en los teclados, losvientos y las percusiones.

    A

    pesar de la efmera carrera musical de la agrupacin, es posible observarun cambio entre sus primeras grabaciones, financiadas por los estudiosmusicales de Ingeson, un espacio independiente en donde Los Speakersgrabaron un lbum que inici el rock psicodlico colombiano, hasta losltimos sencillos lanzados por la RCA Victor.20

    El primer trabajo, justamente aquel grabado en los Estudios Ingeson,mantuvo un estilo eclctico, inmerso entre la guabina, el bambuco y losritmos de la cumbia caribea. Por momentos, la intencin de la agrupacin

    20. Los Speakers graban un lbum por su cuenta, en: El Tiempo. Bogot, 16 de octubrede 1968.

    Imagen 4 La Columna de Fuego

    Archivo personal de Roberto Fiorilli

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    pareciera ser la reversin de los valores locales. Los ritmos seleccionadospertenecan a las generaciones adultas, campesinas y regionales; sin embar-go, por medio de una renovacin de los gneros tradicionales, los artistaslocales juveniles rescataron un pasado histrico con valores pertenecientesal imaginario nacional tradicional. Se propuso una nueva instrumentacin,con novedosos arreglos, aunque predomin la base musical de los ritmostradicionales. Podramos sugerir que esta primera etapa fue un experimentosobre la capacidad de recepcin de un pblico juvenil, pero los msicostambin ambicionaban ensearle a las generaciones mayores su vocacinnacionalista.

    En un segundo intento la agrupacin solidific una propuesta que enprincipio generaba dudas por su carcter innovador. Era la mezcla de dos

    culturas, dos posturas artsticas y, lo ms importante, era la hibridacin dedos tradiciones: la msica moderna con la msica regional.

    En el segundo lbum de la agrupacin intervino con mayor fuerza laindustria cultural. El sello discogrfico RCA Victor intuy la posibilidad degrabar un trabajo musical que incluyera composiciones propias, siempre ycuando se mantuviera la linealidad artstica de la produccin anterior. Noobstante, en este caso, los ritmos del caribe fueron los predominantes. Airesdel pacfico y del caribe fueron la base musical para las composicionesnarrativas. El rock imitativo de las agrupaciones anteriores se apart de losideales artsticos al punto que slo se mantuvieron las instrumentaciones

    bsicas. Pero la msica segua siendo rock, debido a su carcter comercial,irreverente y porque sent una postura crtica frente a la sociedad.

    La inversin de los valores de los que se hablaba anteriormente, limitel consumo indiscriminado de productos culturales internacionales, locual se demuestra a partir de la proliferacin de numerosas agrupacioneslocales, interesadas en la promocin de una msica que mezclaba los ritmosmodernos con los regionales. Por otro lado, las inversiones, presentadas

    por medio de la stira, de la burla y del sarcasmo, se dirigieron contrala cultura colombiana, enfrascada an en problemas regionales de viejadata. Los artistas de la Columna de Fuego tenan la conviccin de que sumsica era un medio para construir un sentido de lo nacional, basado enlos aspectos ms relevantes de la tradicin cultural colombiana, pero conel aditamento rtmico de la msica moderna.21

    21. La belleza eterna de la msica popular colombiana se presenta vestida aqu con untraje nuevo. Las melodas ms populares de la tradicin colombiana han sido estudiadas yarregladas para ponerlas al da El humor no se ha evitado Pero lo principal de todo es

    haber buscado, con todo respeto, poner la msica colombiana en forma que est al alcancey al gusto de las nuevas generaciones. Firmada por Los Electrnicos. Material fotogrficode Roberto Fiorilli. Entrevista en mayo de 2007.

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    Las composiciones originales de la agrupacin versaron sobre una am-plia gama de temticas, aunque apareci constantemente el componenteidentitario de la nacin. La base musical ms repetida fue la cumbia,ritmo de altsimo valor patrimonial en la segunda mitad del siglo XX, quedesplaz de los imaginarios locales al bambuco, considerado por las elitestradicionales como la msica nacional (Wade, 2002:25).

    La cumbia contena un significante de raza, color y una tradicin de afro-descendientes que la propona como ritmo identitario de la costa atlntica.Dicho ritmo se caracterizaba por la notoria utilizacin de tambores y devientos, que fueron reproducidos tanto por medio de instrumentos realescomo por sonidos sintetizados. Las letras destacaron motivos que incenti-vaban el sentimiento patrio aunque incorporaban elementos provenientes

    de las culturas del Caribe.Los bambucos tradicionales haban expresado un gran sentido de admira-

    cin hacia la mujer colombiana, aunque sus referentes de belleza pudieronser las rubias, dada la estirpe hispana hallada en las razas iberoamericanas.Tambin se aluda en esos bambucos a las morenas, comprendido comoel significante de la mezcla entre los hispano-descendientes y los indge-nas. En las inversiones lideradas por la Columna de Fuego se orient elconcepto de belleza de mujer hacia la morena caribea, que a diferenciade la primera, tena un origen afrodescendiente. Para los colombianos dela primera mitad del siglo XX el nacionalismo se presentaba a travs deun cuadro costumbrista: las mujeres, la cultura y el licor regional. Comose observa en este caso, las fronteras y la lengua perdieron importanciafrente a otros aspectos privilegiados por los artistas locales. Sin embargo,

    para mediados del setenta estos objetos mantuvieron la simbologa y elsignificado de la nacionalidad.

    Los artistas de La Columna de Fuego tambin destacaban orgullosa-mente a la mujer; pero tomaron importancia las prcticas culturales comolos carnavales,fiestas regionales, bailes y bebidas. El aguardiente, la bebidade mayor consumo local y conocida como el licor de Colombia, se destacen alguna de las composiciones.

    Naturalmente, las canciones tambin presentaron directamente los doselementos que mayor atraccin generaban en trminos de identidad nacio-nal: el accidentado paisaje colombiano, destacado por la enorme cantidadde montaas y ros; y por supuesto, el caf, recordado desde siempre comoel producto que destacaba a los colombianos en el exterior.22

    22. Tristeza, tiene mi canto, tristeza tiene mi voz, y en mis ojos melancola, del paisaje y delcolor. Dolores, que hay, que hay en mi tierra colores, que traen, que traen mal. Ilusin deamor, de sus --- con su sombra gris bajo el sol. Sus llanuras tan extensas son, sus montaas

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    Arco Iris

    Suramrica o el regreso a la aurora

    Arco Iris se constituy, junto a Almendra, Manal y Sui Gneris, en unade las agrupaciones ms representativas de la msica juvenil argentina.Comenz su vida artstica a finales del decenio de los aos sesenta, justocuando las primeras agrupaciones de rock local haban cedido terreno paraque los nuevos artistas emprendieran una fase creativa.

    Esta agrupacin fue escogida por reunir los elementos artsticos y polticosque suscitan la comparacin con la Columna de Fuego. Por supuesto, unconocedor de la materia evadira la comparacin debido a la longevidad dela agrupacin argentina y quizs por la denodada importancia en la msicanacional. No obstante, la falta de representacin comercial de la agrupacin

    colombiana es consecuencia de las variables del gusto y del mercado queexceden a este documento.

    La comparacin es posible por la bsqueda de la modernidad culturalemprendida por ambas agrupaciones. Arco Iris presenta un recorrido quese extiende desde la imitacin del primer rock and roll anglo americanohasta la incorporacin de instrumentaciones, lricas y problemticas queintentaban resolver el problema del reconocimiento de la cultura argenti-na. La juventud local participaba en la configuracin de la nueva culturaargentina (Ollier, 1998:89).

    Ahora bien, el caso de la agrupacin obtiene mayor inters porque laidentidad nacional que pretendan sus integrantes no se resolvi de la misma

    verdes me llaman con su voz, en sus costas vibra el sonido del tambor y en sus selvas la

    magia de mis tipo esplendor. De lejos siento tu ausencia, y mis ojos van a llorar, cuandomiro que el horizonte, se que ests all, all del mar. Columna de Fuego. Nostalgia.

    Desde Espaa. 1971.

    Imagen 5

    Arco Iris

    Cartula del lbum

    Suramrica o

    El regreso de la aurora

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    forma que lo hicieron los colombianos. En realidad surgieron dos vertientesque orientaron los imaginarios nacionales de la juventud argentina.

    En primer lugar, los regmenes autoritarios de la primera mitad del sigloXX hicieron mella en las representaciones de la argentinidad, por lo cual,fueron incorporados los discursos de los sectores trabajadores y obrerosen la construccin de la nacionalidad. A diferencia de la colombianidadla argentinidad no era excluyente, pero lo haba conseguido por medio deuna renovacin cultural que tena como su mximo representante al tango(Garramuo, 2007:38). Pero esta era nicamente una posibilidad sobre elimaginario nacional. En segundo lugar estaba la orientacin esttica de laagrupacin argentina Arco Iris que, cmo anuncia el ttulo de su trabajomusical, propona reconfigurar la tradicin histrica latinoamericana.

    Debido al notorio incremento industrial del pas a comienzos del sigloXX y al fortalecimiento de sus clases medias en el decenio del treinta,Argentina consolid un Estado slido y moderno, cuando los otros pasesdel hemisferio apenas lo estaban construyendo. Este factor, que a primeravista parece lejano, est directamente relacionado con los aspectos delimaginario nacional juvenil.

    Argentina avanz tecnolgicamente con un crecimiento industrialcomparado a los pases europeos, lo que signific arriesgar su pasado

    prehispnico. Los sectores ms progresistas eliminaron los rastros de unpasado mancillado por una raza impura que, a los ojos del modernismodel siglo XIX, contravena los objetivos del progreso.

    Adems, el pas se haba construido con base en las numerosas reme-

    sas de inmigrantes provenientes de diferentes pases de Europa, lo cualhaca cada vez ms complejo definir un origen comn para los argentinos(Devoto, 1999:190-220). Sumadas a las migraciones europeas encontra-mos un alto contingente de migrantes del mismo subcontinente, quienesfijaron sus esperanzas econmicas en el progreso econmico argentino decomienzos del siglo XX. En este sentido, era natural que los argentinosasumieran una herencia europea, que los diferenciaba del resto de los

    pases latinoamericanos; un pasado donde eran inexistentes los indgenasy los afroamericanos.

    Cada uno de estos elementos coadyuv a formar la idea entre los artistasargentinos de tener una modernidad superior, en comparacin con las otrasnaciones latinoamericanas. De esta manera los artistas argentinos asumieronuna posicin vanguardista, al proponer la integracin de Latinoamrica y

    de rescatar un pasado histrico que hermanaba a todas las naciones delsubcontinente.

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    Apenas en 1969 los trabajos de la agrupacin ya anunciaban cambiosimportantes en la orientacin musical. Inicialmente, los integrantes de ArcoIris haban realizado imitaciones cercanas al rock and roll anglo americano;en seguida emprendieron una bsqueda incesante hacia el bluesy la zamba.Infortunadamente, ambos ritmos se constituan en patrones identitarios paralos miembros del grupo, pero carecan de una verdadera relacin histricacon el pasado argentino.

    El bluesinspir a artistas ingleses y estadounidenses, porque lo iden-tificaron como un ritmo avasallado por la msica comercial. Si bien no

    perteneca al pasado latinoamericano, cantantes como Spinetta con laagrupacin Almendra, la propuesta de Manal y, por supuesto, el trabajo deArco Iris, estuvieron orientados por las mtricas del blues.

    Para 1972 los artistas anteriormente nombrados haban clarificado lasbases de sus imaginarios nacionales. Latinoamrica se constituy en laprincipal inspiracin de los msicos juveniles. Salta a la vista el lbumSuramrica o el regreso de la Aurora, orientado por el sello discogrfi-co RCA Victor, interesado en los experimentos musicales de los artistaslatinoamericanos. La disquera se consolid como un importante apoyocomercial para estas agrupaciones, lo cual manifiesta un repentino inters

    por parte del sello discogrfico hacia los orgenes folclricos de los pue-blos latinoamericanos; sin embargo, sobresale la visin comercial de ladisquera, que a su vez conlleva a comprender el monopolio de la cultura

    juvenil, debido a la ampliacin del pblico latinoamericano que consumirasus productos.

    Hacia el perodo 1971-72, el rock nacional argentino haba alcanzado unalto grado de legitimidad, aunque permaneca vigente la duda en cuanto asi era Msica Progresiva o la fusin de la Msica Pop en el folclor argen-tino.23Esta ltima categora estaba constituida por los ritmos tradicionalesde la zamba, las chacareras y un poco el tango junto a las milongas, aunqueestos gneros carecan an de la tradicin cultural necesaria para englobarla definicin del imaginario nacional. El tango renace para los artistasargentinos a mediados de la dcada de los aos setenta, con agrupacionescomo ALAS o los trabajos de experimentacin de Charly Garca y Spi-netta. A ellos se sumaron otros artistas argentinos que intentaron recuperarlos ritmos del tango, aunque fueron varios tambin los que denigraron la23. Arco Iris: El 7 de abril el conjunto Arco Iris dar comienzo a sus actividades de 1972.Ese da a las 22:30, ofrecer un concierto en el teatro coliseo, donde presentar obras de sureciente Long Play, as como nuevas composiciones en las cuales segn se anticipa se

    fusionan la msica pop en el folklore argentino. Arco Iris est integrado por Ara Tokatlin,Gustavo Santaolalla, Guillermo Bordarampe y Horacio Gianello. Arco Iris. La Nacin.Buenos Aires. 26 de marzo de 1972, 15.

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    tendencia cultural, porque la vieron como el resultado de una moda sinfundamentacin artstica.24

    El caso de Arco Iris suscita inters, porque sus integrantes reinventaronun discurso nacionalista, sobrepuesto al del eclecticismo de la tradicinmusical argentina y a su pasado histrico. En trminos tericos la nacio-nalidad consiste en la capacidad de inventar discursos que incorporen

    pasados, tradiciones y costumbres, lo cual lo convierte en un fenmeno,porque emerge como objeto a partir de la subjetividad. Como fue sugeridopreviamente, la agrupacin manifest un alto grado de inters por nuevossonidos desde 1969. Se incorporaron melodas que recordaban el ambienteselvtico y pampeo; igualmente fueron sonorizados los trinos de las avesy el rugir de los rboles con el viento. A partir de estas someras modifica-

    ciones, los artistas juveniles argentinos sealaron el alejamiento explcitode las tradiciones culturales y folclricas. Las peas folclricas de altsima

    popularidad durante el mismo perodo interpretaban ritmos creados enla segunda mitad del siglo XIX; sin embargo, estos artistas buscaban un

    pasado ms longevo.25

    Desde 1972 Arco Iris inaugur una nueva faceta artstica, destacada por laimplementacin de valores estticos reconocibles como latinoamericanos.En la ilustracin 6 se observa la tendencia ascendente en la participacinde la nacionalidad en los discursos juveniles. Se busc un registro de las

    24. Claudio Gabis:La inclusin de bandoneones en el rock no me termin de gustar hastaahora. Es vlido y real, porque todos llevamos un tango adentro (Risas), pero es recin un

    germen. Hay que esperar a ver qu pasa. La pasin de un especialista musical, en:Mor-disco. Buenos Aires, abril de 1977, 13.25. Por medio del anlisis de discurso se procur medir el porcentaje de canciones que aludandirectamente el tema de la pertenencia a una nacin. Comenzando en 1966 y teniendo en

    cuenta destacadas agrupaciones como: Los Abuelos de la Nada, La Joven Guardia, Almendra,Manal, Sui Gneris, entre otras, se pudo observar que en el decenio del setenta los artistasexpresaron con mayor asertividad su idea de nacin.

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    veces en que los artistas utilizaron los aspectos nacionalistas como motivode inspiracin en las canciones. A partir de las armonas y las melodas,sumadas a los discursos en los cuales se aludi directamente a la nacin,fue posible registrar una vocacin nacionalista que aument progresiva-mente hacia mediados del setenta. A lo largo del perodo, las agrupacionesms importantes del rock argentino, incluyendo en primer lugar a ArcoIris, haban demostrado un compromiso explicito con la definicin delimaginario nacional.

    El lbum de Suramrica o el regreso de la Aurora contiene una veintenade canciones en las cuales la reflexin social es fundamental. La cancinque parafrasea el ttulo del lbum (Suramrica o el regreso de la aurora.Las colinas y el maestro) seala un cambio importante en el imaginario de

    la agrupacin argentina. Es un texto proftico que seala a Amrica del Surcomo el nuevo origen de la constitucin histrica de la nacin.

    El texto destaca figuras histricas, personajes del pasado suramericanoy un escenario caracterizado por las pampas, las cordilleras y los Incas. Esun documento en el que sobresalen con holgura las tradiciones ancestralesde los pueblos suramericanos. Aunque la postura de Santaolalla, el com-

    positor ms prolfico de la agrupacin, radica en un convencimiento sobrelos valores ticos y morales provenientes del catolicismo, es evidente quelos trabajos de comienzos y mediados de los aos setenta se orientaron

    por los valores nacionales. No obstante, Arco Iris construa una nacinirreconciliable con los modelos establecidos por la tradicin histrica.

    ConclusinLa modernidad no alude a una elaboracin teleolgica que culmine en laimitacin de los modelos occidentales. Es preferible partir de un supuestoque vincula a lo moderno con la condicin de la elaboracin del sujeto. Enestos trminos, el hecho de que el individuo se reconozca a s mismo comoun agente activo en su construccin histrica, significa que el individuo haalcanzado un estadio de reflexin sobre el s mismo (Foucault, 2002:26).

    Con el anlisis de la Columna de Fuego y Arco Iris se observa que losintegrantes expresaron una profunda aoranza por su reconocimiento. Sinembargo, no fue un reconocimiento individual; era un reconocimientoestructurado alrededor de la conformacin de la nacin. En este sentido,es posible establecer una relacin directa entre la modernidad perseguida

    por ambas agrupaciones y la necesidad de construir un imaginario nacio-nalista.

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    La imitacin debe ser reconocida como modernista, porque intuye yseala los valores modernos, pero no los crea. En el momento en que sevaloran los aspectos que identifican a una comunidad determinada, el sujetoha alcanzado la racionalidad para expresarse como moderno. En amboscasos, tanto el argentino como el colombiano, los artistas que aceptaronel desafo de acceder a la modernidad: actuaron como individuos con lacapacidad de reconocer una carencia en su conformacin interior. De estamanera, ellos comprendieron que la modernidad no era un proceso imita-tivo sino una fase de apropiacin, lo que conllev a valorar los elementosesenciales de la msica moderna juvenil, que fueron fusionados con losvalores musicales reconocidos e interpretados dentro de la tradicin his-trica nacional.

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