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1 APUNTES DE CLASE DE ÉTICA. TEMA 3. [Material para los alumnos. No citable] El contenido del bien deseado El modo como interpretamos el bien y su relación con el objetivo de nuestras vidas tiene mucho que ver con el contenido que le atribuimos al bien. Así, si indicamos que el bien se reduce al placer, o que es simplemente la adquisición de determinadas virtudes para alcanzar la paz del alma, etc., entonces estamos atribuyendo un contenido al bien. Esto nos llevara a interpretar su relación con nuestra vida de modos distintos. Por este motivo, vamos ahora a examinar a fondo cuatro posturas sobre el contenido del bien. Éstas son el estoicismo, el epicureísmo, el relativismo moral, y el utilitarismo. Para el epicureísmo y el estoicismo es fácil identificar qué contenido le atribuyen al bien que configura la vida, o la existencia personal: el placer y la virtud. Para el caso del relativismo ético, y del utilitarismo, tal vez la cuestión sea un poco más compleja, pero también le atribuyen un contenido al bien. Para el caso del utilitarismo el bien al que aspira el sujeto es algo que se configura bajo la razón de lo útil: el contenido que se atribuye al bien es la razón de utilidad. Finalmente, para el caso del relativismo moral parece que hay tantos contenidos del bien como perspectivas, culturas, normas, etc., puedan existir en la historia de la humanidad, que se podría decir que para esta postura no se puede decir que haya propiamente un contenido del bien. Estos apuntes se han desarrollado casi íntegramente con las voces de los profesores Andrea Lozano, Juan José García Norro y Sergio Sánchez Migallón del proyecto Philosophica. 1. El contenido del bien humano: placer y virtud. 1.1. El estoicismo[1] En muchos sentidos, los estoicos son la más conservadora de las escuelas helenísticas. Herederos del intelectualismo socrático y la creencia platónica de que todo hombre vive en la sociedad que merece, dedicaron sus esfuerzos teóricos, terapéuticos, didácticos para demostrar que somos libres, responsables y capaces de ser felices gracias a nuestra razón, incluso en un mundo cuyos acontecimientos ya están determinados. Enmarcaron su ética de la virtud, independiente de toda otra consideración, en un fisicalismo y causalismo extremo que los aleja de los filósofos predecesores y los vincula con las otras escuelas de su tiempo (concretamente con el epicureismo). Su influencia no sólo fue determinante para la filosofía romana, sino que alcanzó incluso a los tiempos modernos y son reconocibles a simple vista rasgos estoicos en la postura de Kant, por ejemplo. En castellano, el término “estoico” es un adjetivo de uso común que designa una cierta actitud moral: fortaleza y ecuanimidad en el carácter. Pero, en ese mismo marco común, esta actitud está vinculada con la resignación, con aceptar el destino que fatalmente conduce todo evento de la vida. Sin embargo ésta es sólo una posible lectura y que conviene solamente al lado romano de la escuela. Por el contrario, para los filósofos estoicos Zenón, Cleantes y Crisipo, el objetivo de toda vida humana sigue siendo la felicidad y ésta es posible para todo aquel que precisamente sigue, voluntaria e intencionalmente, el curso de lo natural[2] . Lo paradójico del eudaimonismo estoico se deriva en gran medida de la tesis

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APUNTESDECLASEDEÉTICA.TEMA3.[Materialparalosalumnos.Nocitable]

ElcontenidodelbiendeseadoElmodocomointerpretamoselbienysurelaciónconelobjetivodenuestrasvidastienemuchoqueverconelcontenidoqueleatribuimosalbien.Así,si indicamosque el bien se reduce al placer, o que es simplemente la adquisición dedeterminadas virtudes para alcanzar la paz del alma, etc., entonces estamosatribuyendo un contenido al bien. Esto nos llevara a interpretar su relación connuestravidademodosdistintos.Porestemotivo,vamosahoraaexaminarafondocuatro posturas sobre el contenido del bien. Éstas son el estoicismo, elepicureísmo, el relativismo moral, y el utilitarismo. Para el epicureísmo y elestoicismoes fácil identificarquécontenido leatribuyenalbienqueconfigura lavida, o la existencia personal: el placer y la virtud. Para el caso del relativismoético,ydelutilitarismo,talvezlacuestiónseaunpocomáscompleja,perotambiénleatribuyenuncontenidoalbien.Paraelcasodelutilitarismoelbienalqueaspirael sujeto es algo que se configura bajo la razón de lo útil: el contenido que seatribuye al bien es la razón de utilidad. Finalmente, para el caso del relativismomoral parece que hay tantos contenidos del bien como perspectivas, culturas,normas,etc.,puedanexistirenlahistoriadelahumanidad,quesepodríadecirqueparaestaposturanosepuededecirquehayapropiamenteuncontenidodelbien.Estos apuntes se han desarrollado casi íntegramente con las voces de losprofesoresAndreaLozano, Juan JoséGarcíaNorroySergioSánchezMigallóndelproyectoPhilosophica.1.Elcontenidodelbienhumano:placeryvirtud.1.1.Elestoicismo[1]En muchos sentidos, los estoicos son la más conservadora de las escuelashelenísticas.Herederosdelintelectualismosocráticoylacreenciaplatónicadequetodo hombre vive en la sociedad quemerece, dedicaron sus esfuerzos teóricos,terapéuticos,didácticosparademostrarquesomoslibres,responsablesycapacesdeserfelicesgraciasanuestrarazón,inclusoenunmundocuyosacontecimientosya estándeterminados. Enmarcaron su éticade la virtud, independientede todaotra consideración, en un fisicalismo y causalismo extremo que los aleja de losfilósofos predecesores y los vincula con las otras escuelas de su tiempo(concretamenteconelepicureismo).Suinfluencianosólofuedeterminanteparalafilosofía romana, sino que alcanzó incluso a los tiempos modernos y sonreconociblesasimplevistarasgosestoicosenlaposturadeKant,porejemplo.Encastellano,el término “estoico”esunadjetivodeusocomúnquedesignaunacierta actitudmoral: fortaleza y ecuanimidad en el carácter. Pero, en esemismomarcocomún,estaactitudestávinculadaconlaresignación,conaceptareldestinoque fatalmente conduce todo evento de la vida. Sin embargo ésta es sólo unaposible lectura y que conviene solamente al lado romano de la escuela. Por elcontrario,paralosfilósofosestoicosZenón,CleantesyCrisipo,elobjetivodetodavida humana sigue siendo la felicidad y ésta es posible para todo aquel queprecisamentesigue,voluntariaeintencionalmente,elcursodelonatural[2].Lo paradójico del eudaimonismo estoico se deriva en gran medida de la tesis

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extrema de la autonomía de la virtud. Según estos filósofos ser virtuoso escondición necesaria y suficiente para la felicidad; el virtuoso es completamentefeliz aunque no posea ningún otro ‘bien’ incluida entre estos la salud. En lostestimonios que se conservan sobre la definición de felicidad, además deevidenciar las modificaciones y adiciones que fue sufriendo el primerplanteamientozenoniano(serfelizesvivirenconcordancia[3]),secríticaquelosobjetivos de las acciones no tengan nada que ver con el fin ―telós― de la vida.AunqueCrisipo,porejemplo,aclarequeserfelizes“vivirsegúnlaexperienciadelas cosas que suceden por naturaleza”[4] se sigue sin dar cuenta del papel quejueganlosbienesexternos;alosojosdesuscríticosladefiniciónestoicadebienesdemasiadoteóricaynoofreceningunaguíaefectivaparalaacción.La crítica de Plutarco se enfila además contra otras dos tesis de Crisipo queresultanproblemáticasenelterrenodelaacción[5].Porunlado,que“elmayordelosbienes[consista]enserinquebrantableyfirmeenlosjuicios”.Ylaconfianzaenquelaprudenciaentantoquecienciadelosbienesymalesprocuralafelicidad”[6]Ambas tesis son una muestra patente del intelectualismo de la escuela. ParaCrisipo,comoseguramentetambiénparasusantecesores,estarenposesióndelaverdad,enelestadodelalmaqueseidentificaconellayqueesconstitutivodelasabiduría o prudencia, en el que la firmeza de sus juicios lo hace inmune a laspasiones,esgarantíadefelicidad.Noseestableceunaconexiónmásdirectaconlosobjetosdelasacciones,puestoqueellossonindiferentes,eseltipodeelección―elasentimiento y el impulso― lo que determina la calidad moral y el peso quefelicidadquecontienensusacciones.Esta distinción entre el bien supremo ―el real, podría decirse― y los que sonmeramente aparentes depende de unamuy tajante separación entre los estadosdelalmay losobjetosoestadosexternosaellos[7].DeacuerdoconEstobeo, losestoicosprimitivosconsideranquesólolavirtudesunbienysóloelviciounmal,puessóloellostocanelalma,yenmediodeestosseencuentranlosindiferentes:lasalud, laenfermedad, la fortuna, la fama…,sibienenel interiordeestosúltimosalgunossonpreferibles, como lasaludy la riqueza,yotrossonnopreferibles, laenfermedad, el destierro, la pobreza. En otras palabras, estas acciones u objetosson indiferentes con respecto al fin último de la vida, la felicidad, pero no conrespecto a los movimientos anímicos de elección o rechazo. Los indiferentespreferibles mueven al alma hacia su consecución en la medida en que elloscontribuyen a llevar una vida conforme a la naturaleza, aunque no seanindispensablesparaella.Enestesentido,sereconocequeexistealgúnvalorenlos‘bienes’externos.Más estrictamente hablando, se considera que dichos bienes son indiferentesporquenotienenunrolcausalnienlasaccionesnienelestadoanímicodelsujeto;estoesasíporque loquecausaprincipalmente lasaccionesdeunsujetosonsusactitudesanímicas,elasentimientoqueotorgaa lospredicadosque lepresentancursosdeacción.Enesteordendeideas,susaccionesdependendesiestáonoenposesióndelaverdad,desiseencuentraenunaespeciedeestadoinalterable.En el estoicismo, ese estado de naturaleza, entendido en términos normativos(vivir conforme a lo natural, esto es de acuerdo con la razón en el caso de loshumanos), coincide con el estado de naturaleza original, por decirlo de alguna

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manera.Enefecto,elorigendelcomportamientoéticodeautocuidadoybúsquedadelbienestary,porlamismavía,eldelcomportamientosolidario,depreservacióndel otro y la sociedad, son explicados por estos estoicos a partir del impulsonaturalquedirigealanimalasupropiapreservación.Paralosestoicosexisteunaconjuncióndetresinteresesexplicativos:elorigendelprimerimpulso―esdecirdelosmotivosparalaacción―,sunaturalezaespecíficay su peculiaridad en los animales y el hombre. Crisipo para dar cuenta de la‘naturalidad’ de ese primer impulso apela a una deducción: dado que no pareceposibleque,pornaturaleza,elanimalfueraextraño―ajeno,adverso―asupropiaconstitución,éstaesloprimeroqueleesfamiliarydeesafamiliaridad―unciertoconocimiento―surgesuinclinaciónaesanaturaleza.Lanaturalezaentantoorden,dimensiónnormativa―i.e. racional y bondadosa―del universo, garantizaque elanimal se familiarice con su naturaleza, identificada con su constitución, elapropiado funcionamiento de ella, sus específicas necesidades. De la mismamanera, lo que resulta familiar no es sólo aquello que es primeramenteconocido/percibido/sentido, sino también eso que es conocido comoapropiado/propio/perteneciente a la peculiar constitución, es decir el animalreconocecomodeseableaquelloqueleconviene.Aprimeravista la teoríaesperamostrarcuálesson losresortesoriginariosde laacción.Alpostulareldirigirsealofamiliar―entantoconocidoyapropiado―comouna operación propia del alma, equivalente funcionalmente a la comprensiónhabitualdeldeseo,perofundadaenelreconocimientodeloconvenientealanimal,sedilucidalamotivaciónentérminosintelectuales.Yanoesprecisopostularunafuente distinta del intelectomismo para la acción y se niega la intervención defactoresirracionales,animales,enlosresortesdenuestrocomportamiento.Simultáneamente, en virtud de su raíz natural, el mismo instinto comporta larazonabilidad,laópticacósmicaqueorganizatodo.Luego,esclaroporquéyenquésentidolonormativoylobiológicocoinciden.Cadaunadelaseleccionesrealizadasconmirasalcriteriodeloconformealanaturaleza―alaconservacióndelapropiaconstitución―contribuyeaafianzarladisposiciónanímicayacomprenderqueesúnicamente dicho criterio el que debe dirigir cada elección. Así se garantiza depaso no sólo la coincidencia entre la voluntad de laNaturaleza y elmovimientoanímicoindividual,sinotambiénlaposibilidaddeaprendizaje,deprogresomoral.Finalmente, en el estoicismo la familiaridad brinda una justificación para lasolidaridadylacooperaciónquenorecurrenialcontractualismonialanecesidaddelotro/lootro/losbienesenlafelicidad.Unaexplicaciónquetampocorecurreala separación entre ética y política que se había hecho tradicional en Platón yAristóteles; en el seno del estoicismo la ética y la política se identificancompletamente.Laconstruccióndeunapropuestacosmopolitaqueabogaporunaley natural y una continuidad entre la búsqueda de perfección y felicidadindividual y la social es crucial. No podemos introducirnos en estas ideas, demomento.Porahora,basteconseñalarqueapelandoaunargumentoqueanalizalas condiciones conceptualesde la ciudad (polis), los estoicos sostienenque éstaaún no existe y que cuando se dé será un lugar común para todos los quecompartanunúnicorasgo:estardotadosderazón.Elmundomismofuehechoa

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causade loshombresy losdioses,y lascosasqueestánenél,estándispuestasyson inventadas para el uso de los hombres. Es el mundo como si fuera la casacomúndediosesyhombreso laciudadqueperteneceaambos;sóloellostienenrazónyvivenenlajusticiaylaley[8].1.2.Elepicureísmo[9]Epicuroysusdiscípuloscombinaronunacomprensiónatomistadelanaturalezayunhedonismobastantemesuradoenel interésdehacerdelafilosofíaunaformadevida,unaterapiaquesacaalhombredeldoloryloconducealafelicidad.Enelepicureísmo, el conocimiento en general tiene sentido si conducen a laimperturbabilidaddelalma.Enesamedida,todoloestablecidoenlaspartesfísicay lógicade la filosofíaseconjugaen laéticaparaproveeralhombredefelicidad.Sondos las fuentesmás clarasde infelicidad: las creencias falsas, sobre todo lasvinculadas con los dioses y el destino de las almas tras lamuerte, y los deseosvanos,apoyadostambiénencreenciassocialmenteaprendidassobreelvalordelafama, el dinero, el amor…etc. Para el epicureísmo, existen mecanismos paraeliminar este primer tipo de creencias; pues ellas se desvirtúan al conocer elfuncionamientoexactodeloreal.Sepuedecontodoconsiderarlarelaciónentrelosdiosesyloshombres;enefecto,segúnEpicuroéstaesunadelasprincipalesfuentesdeangustiaparaloshombres.Gracias al conocimiento de la naturaleza atómica y aleatoria de losacontecimientos,esposiblerechazarlaideadequelossucesosrelacionadosconeldestino humano son controlados por los dioses. Nada de lo que ocurre en elcosmosocurre con algúnpropósitopor lo quenohay razónpara considerar loseventospremiosocastigosdivinos.Masellotampocoesposiblesiseconfíaenlaprolepsis que se tiene de dios. De acuerdo con ésta, la divinidad debe serconsiderada como “un servivo incorruptible y feliz” ynodebeatribuírselenadaextraño“alainmortalidadoimpropiodelafelicidad”[10];enconsecuenciaresultaclaro que dios, en virtud de su propia naturaleza, no interviene en los asuntoshumanos.Eseconocimientodelanaturalezanosóloafectalarelacióndelhombrecondios,sinoqueademás ledeja claro el finde supropia existencia. Lejosdepostular labúsqueda del placer como un impulso instintivo y primitivo, Epicuro intentamostrar que ésta nace una vez conocemos que nuestros deseos naturales ynecesariosnosconducenalafelicidad.Porelloafirma,elplaceres“principioyfindel vivir feliz”. Este dictum condensa la ética epicureísta. Es preciso, entonces,distinguir qué tipos de deseos efectivamente conducen al placer y cuálesinvolucranalhombreenbúsquedassinsentidoyproyectosvitalessujetosalazar.Popularmente se considera a Epicuro como un hedonista; sin embargo, bastaexaminar con algún detenimiento su teoría para notar que hizo un esfuerzoenorme por distanciarse de los hedonismos extremos como el cirenaico[11].Ciertamente,elcriterioparalaacciónylaelecciónapelaalplacer—labúsquedadeéste— y el dolor —su evitación—. Pero ambos deben entenderse de un modoespecial. No se trata de comprender el placer como un movimiento, siempremomentáneo y particular, deseable en sí mismo y no por sus consecuencias,elegible independientemente tambiénde sus causasyprimordialmente corporal.Epicurocreequeelplacerqueeselfindelavidadelhombreesunaciertaquietud,

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que puede llegar a ser un estado permanente, deseable en tanto garantiza latranquilidad,elegiblesiempreycuandoprocedadeundeseonaturalnecesarioymejor si esunopropiodel almaquedel cuerpo.Enesta subsección se intentaráexplicar por qué son éstas y no otras las características del placer que puedeidentificarseconlafelicidad.Paraentenderaquellodequeelplaceresunestadoesnecesario primero distinguir entre deseos naturales y vanos y las clases deplaceresqueellosprovocan.Conceptualmente,laestrategiadeEpicuroconsisteennegar que el placer puede ser sólo un movimiento instantáneo, la reaccióninmediatadeunestímuloexterno.Nosólo lasatisfacciónde losdeseoshadeserconsideradaplacenterasinotambiénlaausenciadeéstos.Losdeseosvanosovacíossondescartadosrápidamentedelareflexión;dehecho,éstos ni siquieramerecen atención pues aquel que ha conocido la doctrina y elrechazo de ésta a las falsas creencias que inculca la sociedad, sabrá que no esnecesariotenerfama,dinerouotrocualquieradelossupuestosbienesqueaquéllapondera.Elquiddeladistinciónseda,porello,entrelosdeseosquesonnaturales.Losdeseosnaturalessonaquellosquesevinculancon lasapetenciaspropiasdelcuerpo,aquellasquetieneelindividuoenvirtuddeserhombreynadamás;porlotanto estarían allí los deseos de comida, bebida, vestido, conocimiento, etc.Mastampocoestossonbuenossinmás.Lasaluddelcuerpoydelalmasedefinenenfunción de la ausencia de dolor, estado que, se vio ya, es considerado un placerestático, que genera un estado[12]. Ese placer estático depende de un deseonecesario por naturaleza, el cual es satisfecho apenas con lo necesario paraconservar al cuerpo en su estado natural, en el que le es posible vivir. Es, porejemplo,eldeseodelabebidaquecalmalasedymantienealcuerpovivosinquesepidaunabebidaespecíficaounacantidadilimitada.Eldeseodebebersincuentaes,porsupuesto,tambiénnatural,productodelapetitoanimalporlabebida,perononecesarioydehechodebeevitarse,porquepuedeserfuentededolor;piénseseporejemploenlosefectosindeseablesdelaembriaguez.Elmismorazonamientoaplicaparaeldeseodecomeroelapetitosexual.Lanaturalezacumpleunroldobleenladoctrinaepicureísta;puescuandoEpicuroafirmaqueloshombrestiendenpornaturalezahaciaelplacernosólodescribesuscomportamientos animalesmásbásicos sinoqueademás los regula ynormaliza.Por lo que, el placer en tanto criterio para elegir aquello que es propicio paramantener el bienestar es principio, origen, de la acción así como fin pues laconservaciónde ese estado inicial de equilibrionatural es la felicidad[13].A esecriteriodeconservaciónestánpuessometidostodosloscálculos,deseosyaccionesque el hombre sabio realiza. Por lo que el epicureísta estámuy lejos de ser unhedonistasinmás.Lastradicionalesvirtudes,comolaprudenciaylasabiduría,vande la mano de la acción de quien busca el placer pues ambas son condiciónnecesaria de la educación del deseo y de la elección de los medios parasatisfacerlos[14].Asílascosas,nopareceríadistanciarsetantolaposturaepicúreadelasplatónicayaristotélicaenlaquetambiénsereconoceunrolalplacerenlafelicidad.Dehechoescuriosoque,comoerahabitualensuépoca,Epicuroincluyacasos en los que a pesar del dolor físico y la enfermedad, el sabio puede serfeliz[15]. Con todo debe reconocerse que plantear el placer, aun con todas lasrestricciones explicitadas, como fin de la vida feliz significa al menos un gestoradicalencontradeaquellosqueponenalbienolavirtudcomolametadelfeliz.

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No puede culminarse un esbozo, así sea somero, de la ética del epicureísmo sindeciralgosobrelafiguradelsabio.Mientrasenelsocratismoplatónico-aristotélicose habla del “filósofo”, del buscador de la sabiduría como modelo de vida, lasposturas helenísticas se refieren al “sabio” como aquel que posee una sabiduríamásbiendeíndolepráctica.Suprincipalobjetivoesunavidalibre,serenayfeliz.Diógenes Laercio presenta el sabio epicureísta en directa oposición al estoico;frentea lamoderaciónde laspasionesquecaracterizaalprimero, el segundoescompletamenteinalterable;antelatorturacuandoésteniegainclusolasensacióndedolor, elprimero se retuerceygimeaunquenodejeporellode considerarsefeliz.Peroantetodo,elsabioestoicotieneciertostintesdeinaccesibilidad,lejanoscompletamente almodelo de vida epicúreo que resulta encarnadopor elmismomaestro.2.Elrelativismomoral[16]El relativismo moral debe ser distinguido con claridad del escepticismo moral.Mientrasqueelescepticismoengeneralyelmoralenparticularmantienenintactala noción de verdad como correspondencia entre la creencia y la realidad, yúnicamentedudandesiesposibleestarplenamentesegurosdehaberalcanzadoestaadecuación,esdecir,nieganqueelserhumanoseacapazdecertezaobjetiva,el relativismo, tanto el general como el específicamentemoral, socava la nociónmismadeverdad,pues la identificaconlacreenciasubjetivamentefirme.Enunapeculiar mezcla de humildad y orgullo, el relativista considera desmesurada lapretensión de conocer, aunque sea en una sola ocasión, la realidad misma, lascosas tal y como son. En su opinión, el ser humano debe conformarse con elpareceryrenunciaralserrealdelascosas.Pero,alavez,elrelativistaconviertealhombreen lamedidade todas las cosas, incluida laverdad.Ahorabienmedir laverdadequivaleaestablecerlao,loqueeslomismo,crearla.Porconsiguiente,deesta forma, bastaría creer algo para que ello fuese, eo ipso, verdadero.Naturalmente no habría verdad para todos, no una verdad objetiva, válida en símisma, sino válida para aquel individuo que la tiene por verdadera (relativismosubjetivo o subjetivismo) o grupo de individuos que comparten la creencia encuestión (relativismo cultural).Muchos pensadores—por ejemplo, E.Husserl, o,másrecientemente,H.Putnam[17]—hanestimadoqueunrelativismototal,osea,que se extienda a todo objeto de conocimiento, es de suyo incoherente, tanabsurdo como un escepticismo completo que niegue la posibilidad de cualquierconocimientoalaparqueafirmaelconocimientodequenosepuedeconocer.Seacomofuere,elrelativismomoral,queeselúnicodelqueaquísevaahablar,nocaebajoestacrítica,porquereducesualcanceauntipodeverdades:laséticas.Hemosde ver, pues, con qué argumentos se avala esta pretensión y cuál puede ser sufuerza.2.1.NivelesdelareflexiónéticaEscomúndistinguirtresnivelesdereflexióndentrodeladisciplinafilosóficaquerecibe el nombre de ética. El primero, conocido como ética descriptiva, es, enrealidad,unaramadelasociología.Suobjetoseciñe,enprincipio,adescribirlascreencias morales vigentes en una sociedad. Se habla más de creencias que demodos de vida porque realmente la ética descriptiva no se ocupa delcomportamiento habitual de los miembros participantes en una cultura en la

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medidaenque,comoessabido,estenuncaseacomodaenteramentealosidealesmorales quepersiguen los integrantesdeuna sociedad. La éticadescriptiva, portanto,constadeunaseriedeenunciadosdescriptivosyempíricosqueexpresanlasexpresionesnormativasy los juiciosdevalorquesontenidosporválidosenunadeterminadacultura.La ética descriptiva, o como también a veces se la conoce, la ciencia de lascostumbres, de acuerdo con la denominación acuñada por los sociologistasfranceses[18] es, pues, un saber empírico, una ciencia con un estatusepistemológico similar a la mineralogía, por señalar una. El ser humanodifícilmenteseconformaconelreconocimientodeloshechos.Deseaexplicárselos.Siguiendo esta tendencia natural en el hombre, la ética descriptiva añade a larecopilacióndecreencias sobreelmododevida recomendadoencadasociedad,unintentodeexplicarlas,deencontrar lascausasquelashanproducidoyque,alserdistintasenépocasyculturasdiferentes,daríanrazóndeporquénotodoslospueblos de la tierra comparten unmismo credomoral, unamanera parecida devalorarlasconductaspropiasylasdesussemejantes.Lapropuestametodológicadelmaterialismocultural avanzadaporMarvisHarris esunejemplo, entreotrosmuchos, del proyecto de dar cuenta de la diversidad de estilos de vida de lasdistintassociedadeshumanasencontrandosuscausasenlabiologíayecología,esdecir,“enexplicacionesmaterialesdetipopráctico”[19].En un segundo nivel, el de la ética normativa, la reflexión ética se ocupa de lasnormas y de los juicios de valor que el investigador propone como válidos conindependencia de la adhesión que susciten en su propio grupo social o encualquierotro.Lejosdelimitarseadecirloquehay,adescribircómosonlascosas,enestecaso,lascreenciasmorales,quienpracticalaéticanormativaindicaloquedeben ser. Por consiguiente, la ética normativa no se compone de juiciosdescriptivosniempíricos.Susproposicionessonnormativasovalorativasy,dadoque laexperienciasensiblees incapazdemostrar loquedebeser,puesse limitanecesariamentealoquees,tampocosonproposicionesempíricas.Por último, cabe distinguir un tercer nivel de reflexión moral, que, en labibliografíaéticamásreciente,suelerecibirladenominacióndemetaética.Enestenivel se pretende encontrar un fundamento a la propuesta moral que ofrece laéticanormativa.Hayquerepararquesetratadeunfundamentoentendidocomojustificación, en vez de como un fundamento que sea una mera explicación[20],comoseproponeen laéticadescriptiva,que toma lasnormasyvaloresmoralesexclusivamente como creencias, o sea, como acontecimientos psicológicos osociológicos,que,aligualquecualesquieraotrossucesosdelmundonatural,tienencausas que los explican completamente. Al decir de Arthur Schopenhauer,“predicar moral es fácil, fundamentarla difícil”[21]. Lo primero, la predicación,pertenecealaéticanormativa,losegundo,lafundamentacióndeuncódigomoral,que Schopenhauer encuentra más arduo, es parte de la metaética. Con todo,convieneaclararquelametaéticanoseocupadelafundamentacióndeunanormamoral cualquiera. Por lo general, este paso corresponde todavía a la éticanormativaque,apartirdeunospocosprincipiosmoralesmuygenerales,oenuncasoextremodeunosolo,deduceotrosmásconcretos.Enestaperspectiva,laregladeoro,quodtibifierinonvis,alterinefeceris,elprincipioutilitaristademaximizar

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elplacer,oelprincipioagustinianodeamaetquodvisfac,puedenhacerlasvecesde principios supremos de la moralidad de los que se deduzcan normas másprecisas para regular conductas concretas. Este proceso de fundamentación deunasnormasapartirdeotrassemueve todavíadentrode laéticanormativa.Laperspectivametaéticasealcanzacuandoelénfasisseponeencómofundamentarlosprincipios supremosde lamoralidadoel conjuntocompletode lasnormasyjuiciosdevalorqueseproponen;sereflexionasobrequévalidezsepuedeotorgara esa fundamentación y se medita acerca de la naturaleza de las proposicionesnormativasyaxiológicasqueconstituyenlaéticanormativa.2.2.ElrelativismomoralnormativoEl relativismo moral normativo, o simplemente relativismo moral, es una tesispertenecientealtercerniveldereflexiónética,eldelametaética,poresoalgunosautoreslodenominanrelativismomoralmetaético.Esterelativismoafirmaquelasnormasmoralesylosjuiciosdevalordeíndoleéticanotienenunavalidezabsolutay,porconsiguiente,todafundamentaciónquepretendaotorgárselaseencaminaalfracaso.Deacuerdoconesterelativismo,nohayuncriteriouniversalmenteválidopara juzgar lasaccioneshumanas, loshábitosni las instituciones,demaneraquelosjuiciosmoralessolopuedenaspiraravalidezdentrodeuncódigodeterminado.Porconsiguiente,lasnormasmoralesylosjuiciosestimativosnoposeenunvalorde verdad absoluto u objetivo, sino relativo a las tradiciones, convicciones oprácticasdeungrupodepersonas(relativismonormativosociológicoocultural)o,en algunas ocasiones, relativo a las creencias de una sola persona (relativismonormativo individual o subjetivista). Está mucho más extendido el relativismosociológicoqueelsubjetivista,puestoqueestedifícilmentepuededarcuentadelcaráctersuprapersonalconquesevivenlasnormasqueseconsideranmorales,sibienalgunosautores[22]piensanqueteóricamenteesmássólidoelsubjetivismoque el relativismo sociológico. En lo que sigue, nos referiremos siempre, salvoindicación en contra, al relativismo normativo sociológico, donde se confundenormaválidaynormavigente.Las normas morales no son las únicas normas utilizadas en nuestro lenguajecotidiano. Muchas de las normas a las que nos referimos en nuestrasconversacionesmuestran un patente e innegable carácter relativo. Por ejemplo,todas las normas regulativas de los juegos a los que nos entregamos confrecuencia. Nadie en su sano juicio aceptaría que está absolutamenteprohibidotocarelbalónconlamano.Alapreguntadesieslícitoonotocarelbalónconlamano,solocabeunarespuestasensata:segúneljuegodequesetrate;enunossíyenotrosno.Lanormaacercadetocarelbalónconlamanoesunanormarelativaauncódigoquedefineoconstituyeunjuegoodeporte.Ensímismaconsiderada,conindependenciadelcódigoenelqueseencuadra,lanormanoesválidaoinválida,verdaderaofalsa.Suvalidezdependedeaquésejuegue;portanto,esunanormarelativa. Su carácter relativo proviene del hecho de que la norma es claramenteconvencional:lacreaelserhumanoalproponerla.Bastaconaceptarla,aunqueseatácitamentecuandounodecideparticiparenesejuego,paraquelanormaentreenvigor, restringida naturalmente al deporte de que se trate. Que la norma seaconvencional no equivale a declararla arbitraria. Una norma constitutiva de unjuegonopuedemodificarsegeneralmentesinqueseresientaeljuego,porejemplo,estepierdainterésparalosparticipantesoparalosespectadores.Enestesentido,

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unas normas son “mejores” que otras al aumentar la emoción, la dificultad o elatractivodeljuego.Perocarecedesentidosostenerquelavalidezdeunanormadeeste tipo es un rasgo suyo objetivo o que muestra un valor de verdad conindependenciadecualquiercódigoconcreto.Hastahaceunosaños,elporterodeunequipodefútbolpodíatomarlapelotaconsusmanos,aunqueselapasaseuncompañerodesuequiposiemprequeestuviesedentrodesuárea.Posteriormentelos organismos deportivos correspondientes establecieron la norma de que la“cesiónalportero”obligaaestea jugarelbalónconelpie.Podrádiscutirsesiesmejorlanormaactualolapasada,peroestacontroversianoafectaalhechodequeningunadeestasdosnormas,lavigenteyladerogada,esensímismaválida,sinoqueeslaaceptacióndeunadeellaslaqueleconfiereaestaunavalidezrelativa.Lodichoparalasnormas,setrasladasindificultadalosjuiciosestimativos.Resultamanifiesta lanaturaleza relativademuchosdeellos.Que lamismabrisaprocedente del mar sea agradable o desagradable es una pareja de juiciosestimativosque,apesardesuapariencia,nosecontradicenentresí,siemprequelospronunciendospersonasdiferentes,puestoqueloqueafirmanesqueparaunade estas personas la brisa le agrada por la sensación térmica que experimentamientras que a la otra le incomoda porque la siente de otra forma. Carece desentidosostenerqueensímismalabrisaesagradableyqueesteeselvalorquelecorrespondeobjetivamente.Al contrario, sucarácter “agradable”se loconfiere lasensación correspondiente que una persona experimenta. Es este sentimientoplacenteroelquecreaelvalordeagradoenelvientosuave.Sindichasensación,labrisa no tendría ningún valor. Aunque en este caso, y a diferencia de la normaconstitutiva de un juego, no es un acto de voluntad quien crea el valor, sino unsentimiento que se experimenta sin que el sujeto se lo proponga, el carácterrelativodelvalordeagradabilidadesigualmentepatente.Con todo, el relativismo moral no se define por reconocer que hay normas yvaloresrelativos,loquenadiehanegadonunca,sinoporsostenerquesinningunaexcepción todanormay todo juicioestimativoposeeunavalidezexclusivamenterelativa.Deestemodo,lodichodelasnormasconstitutivasdelosjuegosseamplía,enelrelativismomoralnormativo,atodogénerodenormas,y loqueespeculiarde los valores de lo agradable o de lo subjetivamente satisfactorio se extiende atodaslasclasesdevalores.Junto a las normas constitutivas de los juegos, se suelen distinguir las normassocialesy lasnormas legales.Estosdosúltimos tiposdenormascoincidenensucarácter condicionado, o hipotético en el lenguaje kantiano, porque, de acuerdoconunainterpretaciónhabitualdeellas,selimitanaordenaraunsujetounaciertaclasedeacciónbajolacondicióndequeestedeseeundeterminadofinquees,enestoscasos,evitarunasanción.Tambiénlasnormasconstitutivasdelosjuegossonhipotéticas,yaquesoloobliganbajolacondicióndequeelindividuoqueaellassesomete desee participar en el juego que definen. La diferencia entre las normassocialesylegalesradicaenlaautoridadquelaspromulga(elpoderlegislativoentodassusvariantesounadifusavozdelasociedad),ensucarácterescritoonoy,sobretodo,enelgénerodesanciónaquesearriesgaquienlasinfringe.Tantolasnormas sociales como las legales sonprima facieconvencionales, puesto que lascreaunacuerdo,explícitootáctico,deloshombresy,enconsecuencia,suvigencia

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essolorelativa.Comoenelcasode los juegos,unapreguntaacercadeellas(porejemplo, la cuestión de si se puede fumar en un local público) no admite unacontestación sencilla (sí o no) en la medida en que inmediatamente hay querestringirelvalordeestarespuestaaunámbitodeterminado(lalegislacióndeunterritorio enunmomento concreto) o, en el casode quenos refiriésemos a unacuestiónsocial,ladesiestábienomalvisto,aunaculturaosubcultura.Las normas hasta aquí mencionadas no agotan todas las clases de normasexistentes.Comomínimo,habríaqueseñalarotrasdos: lasnormastécnicasy lasmorales. Las normas técnicas presentan asimismo un carácter netamentecondicional.Obliganarealizardeterminadasaccionesuomitirotras,siemprebajolacondicióndequeelsujetodeestaobligacióndeseealcanzarundeterminadofin.Porejemplo,ingieretalsustanciaparamitigarundolor.Enestecasoesinnegablequeelvínculoentreelmediopropuesto(objetodelmandatodelanorma)yelfinacuyotravésseobtienevienedadaporlanaturalezadelascosas,envezdesurgirde una voluntad humana. Por esta razón estas normas parecenno compartir elcarácterrelativoqueveíamosquecaracterizabalasanteriores.Sinembargo,estasnormassontambién,enciertosentido,relativaspordosrazones.Enprimerlugar,porquesiguensiendohipotéticasocondicionadas.Ningunanormatécnicaordenaactuaruomitirunaacciónatodoserhumano,sinosoloaaquellosquedeseenelfinparaelquelomandadoenlanormaesunmedio.La“obligación”detomarunanalgésico solo afecta a quien desee aminorar la intensidad del dolorexperimentadonoaquienestálibredeélenesemomento.Unavezmás,sevequela pregunta relativa a unanorma (por ejemplo, si debo tomarun analgésico) noadmitemás contestación que undepende.Depende de si sufres dolor. Pero estaúltimarestricción,aminorareldolorquesufres,nocapta loesencial.Yesquesepodríaobservarquecualquiernorma,incluidaslasnormasmorales,elúltimotipodenormaqueaquísevaadistinguir,soloobligacuandosedanlascircunstanciasque son ocasión de su aplicabilidad. Dar de comer al hambriento, de beber alsedientoo consolaral afligido, comocualquierotraobrademisericordia,que seproponen ahora provisionalmente como normas morales, requieren, como todanorma, para obligar a un sujeto que exista la ocasión para poderla cumplir: quehayahambrientos,sedientosoafligidos.Latristeabundanciadepersonasenestassituacionesnoimpidereconocerquelanormaseríainaplicablesinoloshubieraalmenossuficientementecercadequienpretendellevarlaacumplimiento.Ensuma,sindolor,nohayobligacióndetomaranalgésicosysinafligidosnohaydeberdeconsolarlos.Contodo,estaobservaciónpasaporaltounadiferenciaesencialentrela norma técnica y la norma moral. Esta última norma se presenta comoincondicionada.Naturalmente,comosehavisto,sehallasometidaaquesedé lacondicióndesuaplicabilidad,peronodependedenadamás.Encambio,lanormatécnicaexigelapresenciadesucondicióndeaplicabilidad,experimentardolorenel caso de la prescripción de tomar un analgésico, y además que se produzca eldeseo de no experimentarlo. La condición de la norma técnica es, pues, doble:condición de aplicabilidad—común a cualquier norma—y deseo del fin para elqueloprescritoesunmedio—estoeslopeculiardelasnormascondicionadas—.La norma moral sólo se encuentra sometida a la condición de su aplicabilidad.Contra esta diferencia, de nada sirve objetar que todo el mundo desea noexperimentardolorporque,sibienesverdadquedolorllevaconsigoelvehementeanhelodequecesejuntoalmiedodequevayaamás,lasganasdequecesepueden

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versecontrarrestadasporotrosdeseos.Porejemplo,sielanalgésicoadormeceytengointerésenpermanecertotalmenteatentoaunatarea,nomesientoobligadopor la norma técnica. Un asesor fiscal puede garantizarme que ciertas limosnasperjudicanespecialmenteamipatrimonioysinembargo,nosentirmeobligadoadejardeentregarlas.Alfinyalcabo,lasnormastécnicasversansobrelosmedios,nuncasobrelosfines.Porotraparte,ensegundolugar,larelatividaddelanormatécnicaestásometidaaunasegundarestricciónquelarelativizaaúnmás.Nohayun único medio de alcanzar un determinado fin deseado. El avance delconocimiento técnico descubre continuamente nuevos recursos, por lo que a lapregunta de si una determinada persona, con su concreto historial médico, quepadeceundolorcausadoportaltumor,debetomarunanalgésicoopiáceo,hayqueresponder,otravezmásquedepende.Depende,entreotrasconsideraciones,desila investigaciónde la industria farmacéuticanohadescubiertootromáseficazoconmenosefectossecundarios.Frente a todas lasnormashasta ahora consideradas, que compartenun carácterhipotético, lasnormasmoralessepresentancomo incondicionadas.Suestructuralógica no es “si quieres A, haz B”, sino “debes hacer B”. Y este mandato no sesomete a los vaivenes de la historia ni a las especificaciones de la geografía.Cuando Platón pone en boca de Sócrates que es preferible padecer la injusticiaantesquecometerla,estáproponiendoun juiciodevaloryunanormadeducibleinmediatamentedeél,quepretendeserincondicionadayconvigenciamasalládelosmurosdeAtenasyencualquierépoca.Enestecaso,Platónnohabríaaceptadoquea lapreguntadesiespreferiblepadecer la injusticiaantesquecometerla,serespondiese que depende de qué código tengamos en estemomento por válido,puesparala“moral”delosfuertes,no;mientrasqueparala“moral”delosmansos,sí.El relativismo moral normativo sostiene, en cambio, que también en este caso,comoencualquierotro,lanormaesrelativa.Noesválidaoinválidaensímisma.Es un desatino atribuirle un valor de verdad sin ulteriores consideraciones. Unfilósofoespañolcontemporáneoloexpresaconunarudezamuyesclarecedora:¿Con cuántas mujeres me puedo casar, con cuántas mujeres tengo derecho acasarme,concuántasmujeresmeestápermitidocasarme?Conninguna,segúnlosausteroscódigosnormativosdeloscátarosyanabaptistas.Conunaoconninguna,según los códigos matrimoniales de tradición cristiano-occidental.Obligatoriamenteconuna, según lasnormascitadasporOctavianusAugustusenRomaaprincipiosdenuestraEra.Contantascomopuedaalimentar,hastacuatro,segúnelcódigoislámico.Conunnúmerodemujeresproporcionalaldemisvacas,segúnelcódigomasai,etc.Alguienpuedepreguntar:conindependenciadeesosyotrosmuchoscódigoshistóricoso imaginables,ensímismoydesdeunpuntodevista absoluto, ¿con cuántas mujeres puede casarse un hombre? La preguntacarecedesentido.Lavalidezdeunanormaessiemprerelativaaunciertocódigo,juego o institución. Hay que reconocer el relativismo insuperable de lasnormas[23].Enlamedidaenque,paramuchosautores,unanormamoraloesnorelativa—esdecir, incondicionada y válida más allá de condiciones históricas, geográficas,etc.— o no es una norma moral, existe una versión alternativa del relativismo

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moral normativoque viene adecir queno existennormasmoralespropiamentedichas,yque lasquerecibenestadenominaciónsonenrealidadnormasdeotrotipo.Enestesentido,elrelativismomoralreducelassupuestasnormasmoralesanormasdecarácternomoral.2.3.ElrelativismomoraldescriptivoEl relativismomoraldescriptivo consisteen la tesisdeque lasdistintas culturascaracterísticas de diversos pueblos, sociedades y épocas poseen códigos éticosdiferentes. Las creencias morales no son inmunes a la historia, pues setransforman con el paso del tiempo, ni escapan tampoco a las determinacionesgeográficas,yaque,comosubrayaPascal,tresgradosdelatitudtransformantodala justicia; un meridiano trastoca la verdad; un río delimita el código moral; laverdadaesteladodelosPirineosesfalsedadalotrolado[24].Laobservacióndelamutabilidad de la conducta humana es familiar a cualquiera que frecuente loslibrosdehistoriaogusteviajarfueradelasfronterasdesutierraparamirarmásalládelhumodesuchimenea,comoapuntaLocke.Comprobarlapluralidaddelascostumbres conmocionó a los griegos. Heródoto, un gran viajero a la par quehistoriador,reflexionaacercadeldominioquelacostumbreejercesobreelhombrey narra la anécdota del asombro del gran rey de los persasmeditando sobre ladiferentemaneraenquelospueblosgobernadosporéltratabanaloscadáveresdesus allegados. Darío preguntó primero a los griegos si estarían dispuestos acomerseloscadáveresdesuspadres.Respondieronquenoloharíabajoningunacondición. A continuación convocó a otros súbditos de su inmenso imperio, losindios conocidos como calatias, que devoran a sus progenitores fallecidos, y lespreguntósiconsentiríanenquemarenunapiralosrestosmortalesdequieneslosengendraron, como acostumbraban los griegos. Le rogaron que no les forzase acometersemejantesacrilegio[25].Ladescripcióndeladiversidaddelasformasdetratarelcuerpodelosmuertospodríahabercontinuadocasi interminablemente.Deformasdeactuartandispares,Herodotoextrae,almenosprovisionalmente,latesis, resumida en el verso de Píndaro, de que la costumbre es la reina delmundo[26]. El descubrimiento de que hay otros modos de proceder abre ladistinción entre nomos y physis, entre convención y naturaleza, entre lo que elhombresedaasímismoyloqueencuentradadoyesinvariable.Noobstante, esmuydifícil citarautoresquehayanconvertido la reflexión sobreesta disparidad de costumbres en el eje de su pensamiento y, sobre todo, quehayanextraídodeella,laequiparacióndelvalordetodasellas.Posiblementehastael siglo XX todos los relatos de pueblos lejanos no hacíanmás que confirman lacreencia en la superioridad de la cultura del viajero que semaravillaba ante lavisióndeformas“estúpidas”,cuandono“abominables”,deactuar.SindudaDaríoexperimentabaparecidoestuporantelosgriegos,incineradoresdeloscuerposdesusallegados,queanteloscalatias,quelostomabancomoalimento;yteníaparasíqueexponerlosenaltoparaserdevoradosporlasaveseraelmodo“máscorrecto”,“más natural” de proceder, demanera que solo consideraciones prudenciales leaconsejabantolerarotrasformasdetrataralosfallecidos.Losrelatosetnográficosque eran tan del gusto de los europeos durante los siglos de los grandesdescubrimientos geográficos y procesos colonizadores compartían ese mismopuntodevistaetnocéntricoquepermitíaveralasotrasculturascomo“primitivas”.El colonialismo, característico de la historia europea de la época moderna y

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comienzosde la contemporánea, se justificabaprecisamente en la creenciade lasuperioridaddelaculturapropiafrentea ladelospuebloscolonizadosa losquehabía que rescatar de su atraso, a su pesar. Por ello fue justamente a partir delaugedelaconcienciaemancipadoradelospuebloscuandoganóterrenolaideadequenohabíaunascostumbresmejoresqueotras,sinoquetodoslosmodosdevidaeran similares en cuanto a su valía. Y la nueva antropología cultural, que searrogaba para sí misma el estatus de científica, iniciada por Franz Boas y susdiscípulos comoRuthBenedict,Melville J.Herskovits yMargaretMead suscribióampliamente esta concepción[27]. Es mérito de esta nueva antropología haberinsistido en la necesidad de que el antropólogo que estudia una cultura debeconvivirconesepueblodurantebastantetiempointerfiriendolomenosposibleensumododevida,nocontentarsecondescribirexternamentesucomportamiento,sinoesforzarseporcomprenderloteniendopresentesusconcepcionesglobalesdeluniversoyabstenersesiempredejuzgar,esdecir,devalorarloqueobserva.Másdiscutibleessi,apartirdeestasrecomendacionesmetodológicas,cabeextraerunatesismetaéticadelrelativismomoralnormativo.2.4.ElobjetivismomoralElobjetivismomoralesunatesismetaéticaqueadmitelaexistenciadenormasyvaloresmoralesobjetivos.Esunaposiciónmás“débil”queelrelativismomoralenelsentidodequeafirmamenos,puestoqueselimitaadecirquehaycomomínimouna norma moral o un valor moral de carácter objetivo, mientras que elrelativismo sostiene que no hay ninguna norma ni valormoral de esa índole. Elobjetivismo es, pues, una tesis existencial, expresada mediante una proposiciónparticular (“hay una cosa con tales y cuales características”), a diferencia delrelativistaquesostieneunaproposiciónuniversal,laqueexpresalanoexistenciade tales cosas. En tanto que esmás fácil probar la existencia de algo que la noexistenciadeesealgo,mássencilloprobarunaproposiciónsingularoparticular,que una universal, se dice que el objetivismo es una tesis más débil que elrelativismo. Por supuesto, que aquí “débil” no significa más improbablementeverdadera, sino simplemente que, como es menor su contenido informativo,resulta demás sencilla prueba. Dicho de otromodo, nada habría conseguido elrelativista si logra demostrar que ésta o aquella norma supuestamentemoral yobjetiva,es,enelfondo,unacostumbredevalidezrestringidaaunámbitosocial,pues tendría que probar a continuación esto mismo respecto de toda normaposible.Paraserobjetivistamoraltampocoserequieresostenerqueseconocentodaslasnormasyvaloresmoralesrealmenteobjetivos.Elobjetivismomoralescompatibleconlaadmisióndeladificultaddelconocimientomoralydelaposibilidaddequehayaerroresenél.Porconsiguiente,elobjetivistamoralpuedesentirse inseguroenalgunosde sus juiciosmorales, inclusoen lamayoríayhastaen todos.Enuncaso extremo, el objetivismomoral sería compatible con un escepticismomoral.Porejemplo,unaconcepciónestrictamenteconsecuencialista(escorrectalaacciónque trae consigo lasmejores consecuenciasposibles) es claramenteobjetivista ycompatible con el reconocimiento de que jamás se podrá estar segurode si unaacciónes correctao incorrectaen lamedidaenquenosepuedenconocer todassus consecuencias y mucho menos las consecuencias de las acciones posiblesdesechadasporelagenteensuelección.Latesisdelobjetivismomorales,pues,en

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el fondo, bastantemodesta, se limita a aceptar la existenciade criteriosmoralesuniversales para juzgar los códigos éticos, aunque el propio objetivista no seconsidereasímismonecesariamenteunperitoentalespautas.Porotraparte, frentea loqueconfrecuenciasepiensa,elobjetivismomoralqueconcedeunvalormoral a una acción, una intención, unmotivo, unhábitoounainstituciónnotieneporquétransferirsinmásestemismovalormoralalagentedeesa acción o al sujeto que posee esa intención o es impulsado por esemotivo oparticipa en dicha institución. Dicho de otra forma, la incorrección de la acciónejecutadanoimplicaporsísolalamaldaddequienlaejecutaolainiquidaddeunainstitución, como la esclavitud, no supone inexorablemente la perversión dequienes participan de ella. Es importante subrayar esta observación porque aveceselrelativismonormativoseapoyaenlaidea,ampliamenteaceptada,dequenotenemosningúnderechoajuzgarapersonaspertenecientesaunaculturamuydiferente de la nuestra puesto que carecemos de los parámetros indispensablesparacomprendersusactosymotivaciones,o tambiénen laconvicciónasimismomuyextendidadequeloimportanteesquecadacualsigasupropiaconciencia,la“fidelidadparaconsigomismo”,laautenticidad,etc.Conindependenciadecuálseala verosimilitud de estas dos hipótesis, el objetivismo no se compromete con lanegacióndeningunadeellas.Elrepudioobjetivistadeciertasprácticashabitualesen muchas sociedades actuales, como puede ser la ablación de una parte delaparato genital femenino como rito de paso a la edad adulta, es totalmentecompatibleconabstenersedecondenaraquienespracticantalesconductas,comotambién,porsupuesto,consucondenaypersecución.2.5.Argumentosafavordelrelativismomoral2.5.1.ElargumentosociológicoEl relativismo moral normativo se propone generalmente a partir de dosargumentos.Alprimerodeellosselepuededenominarargumentoquepartedelarelatividad de opiniones morales o argumento sociológico. Consiste en aplicar elconocido tropo escéptico de la disonancia de pareceres al tema específico de laapreciación ética. Aunque, como hemos visto, desde muy antiguo, los sereshumanossehanasombradode ladiversidadde formasdeconducirseelhombreen sus quehaceres diarios o extraordinarios, no se sacó de ella, salvo en rarasocasiones,latesisdequetodoslosmodosdeprocedereranequivalentesentantoencuantoquesecarecíairremediablementedeunpatrónuniversalquejuzgasesucorrección.Porconsiguiente,delarelatividaddelascostumbresnoseextrajo,porlogeneral,laconclusiónqueafirmaelrelativismomoralnormativo.Deestemodo,la célebredescripcióndeMontaignede lascostumbresde loscaníbales,un temamuydemodaenlaépocadelosgrandesdescubrimientos,vaacompañadadeunaacerbacrítica,envezdelascostumbresdeestospueblos,delascomunesentreloseuropeos.Montaignecultivaconmaestríaelgénerosatíricoycomparalosusosdesu sociedad y época con los de otras que se tenían por más atrasadas pararidiculizarasílapretendidasuperioridaddequesevanagloriabansuscoterráneos.Escribe Montaigne: “Hallo más barbarie en comer a un hombre vivo que encomerlomuerto.Ynosotrossabemosnosoloporhaberloleído,sinovistohapoco[…] que aquí se ha estadodesgarrando a veces, conmuchas torturas, un cuerpollenodevida,asándoloafuegolentoyentregándoloalosmordiscosydesgarrosdecanesypuercos”[28].

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DeladescripcióndeMontaignedeningunamaneraextraeellector,pues,laideadeque la diversidad de usos y costumbres pone en entredicho la creencia en unpatrónmoralobjetivo.Y,aunqueenalgúnmomentosedeslizaalgunaapreciaciónque, tomada aisladamente, puede pasar por una explícita declaración derelativismomoral normativa, como la siguiente: “no tenemos otramedida de laverdadylarazónsinolasopinionesycostumbresdelpaísenquevivimosydondesiemprecreemosqueexistelareligiónperfecta,lapolíticaperfectayelperfectoycumplido manejo de todas las cosas”[29], considerada su obra en su conjunto,queda claro que, para Montaigne, como para muchos otros, es totalmentecompatibleunrelativismomoraldescriptivoconunobjetivismomoralnormativo.Dejandoapartealgunosatisbosenlasofísticagriega,posiblementeelprimerautorqueextrajodelamultiplicidaddecostumbresdispareslatesisrelativistaenmoralfue John Locke, aunque su postura definitiva reconoce que existen unas normasmoralesuniversalmenteválidasquehansidodictadasporDios.Enelprimerlibrode su Ensayo sobre el entendimiento humano,dirige su argumentación contra laposición que afirma que hay verdades innatas, tanto en el terreno delconocimientoteóricocomoenelámbitodelsaberpráctico.EnelcontextoenqueescribíaLocke,porverdadesinnatasseentendíaprincipiosquesuperanloquelaexperiencia sensorial puede enseñarnos. Verdades, por tanto, universales yobjetivas.Enloquerespectaalasnormasylosvaloresmorales,Lockepareceargumentardeestemodo:(a)Sihubieseverdadesmoralesuniversalesyobjetivas,todoelmundolas conocería. (b) Es así que no son conocidas por todos. Luego, (c) no hayverdades morales universales y necesarias. Muchos autores han encontradoinaceptableesteargumento.Puestoqueelrazonamientoesformalmenteválido,elrechazodelaconclusióntienequeapoyarseenlanegacióndequeseanverdaderaso,almenos,estéprobada,unadelasdospremisasoambas.La verdad de la primera premisa no resulta evidente. La existencia de verdadesuniversales y objetivas no parece implicar la necesidad de que toda persona lasconozca.EstehechoquedaenparteenmascaradoporlaterminologíaescogidaporLocke para designar las verdades universales y objetivas que él llama innatas,como anteriormente había hecho Descartes. Ciertamente Locke podría habercitadoensufavoreltextopaulinoquehabladelosgentiles,quenohanrecibidolaley, como teniendo esa misma ley moral escrita en su corazón (Rm 2,14) o loslugaresparalelosdelAntiguoTestamento(Dt3,14yJr31,33).Peroinnatasono,cualquieraquesealoqueestaexpresiónquieradecir,nosetienequesuponersuconocimiento inmediatoportodoserhumano.Losmásacérrimosdefensoresdelinnatismoadmitenlaposibilidaddequenuncaseactualiceenunsujetoconcretoelconocimientodeunaverdadinnata.Deestemodo,Leibniz,ensupolémicaconLocke,nosecansaderepetirqueelreconocimientodelasideasinnatasnosuponeenabsoluto su conocimientoactualizadoen todo serhumano.Esmás, insiste enquequienessostienenquehayprincipiosprácticosuniversalesyobjetivos,comoessucaso,admitenigualmentelaposibilidad,einclusoelhechocierto,dequenotodos los hombres los reconozcan. Por otra parte, este desconocimiento no esexclusivo de los principios que atañen a la moral, también los principiosuniversales y objetivos de orden especulativo son desconocidos por muchas

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personas.Hastalosprincipiosteóricosmásevidentes,comosonlosmatemáticos,pasan desapercibidos para muchos, que en su vida diaria no tienen el sosiegosuficientequelespermitapararseaconsiderarlos.Esmás,inclusolosmatemáticosmásfamososincurrieronenmultituddeerroresrespectodeellos.Leibnizcitaenapoyodeestaúltimaafirmaciónadoscélebresautores,ScaligeryHobbes(Nuevosensayossobreelentendimientohumano:lib.Icap.2,§12).Loserroresrespectodelasverdadesinnatasson,sinduda,másfrecuentesenloquetocaalosprincipiosde índole práctica que a los de naturaleza teórica, pero esto se explica, sinnecesidadderecurriralrechazodelcarácteruniversalyobjetivodeestosúltimos,por el hecho de que su conocimiento y aceptación afectanmuchomás a la vidapersonal que la admisiónde verdades teóricas, por lo quenohade extrañarnosqueelsujetoobligadoporlasnormasmoralesquecontraríansusapetitosintentenublarsuconocimientodeellashastadeformarsusentido,paradejardesentirseconstreñidoporellas.Sedescubretodounprocesodeautoengañomedianteelcualelinteréssubjetivoempañasuconocimiento.TambiénLeibnizensucríticaaLockees consciente de esta argucia psíquica: «Si la geometría se opusiese a nuestraspasiones e intereses tanto como la moral, tampoco dejaríamos de violarla eimpugnarla,peseatodaslasdemostracionesdeArquímedesyEuclides,queseríanconsideradas como fantasías llenas de paralogismos» (Nuevos ensayos sobre elentendimientohumano:libroI,cap.2,§12).Posteriormente,ensuobraLareligióndentro de los límites de lamera razón,Kant volvió a insistir en la existencia deciertos mecanismos psicológicos que elabora el ser humano, sin por lo generalpercatarse de ello, para borrar de este modo su conciencia de los principiosmoralesqueleentorpeceactuardeacuerdoconsusinclinaciones.Y lasociologíadel conocimiento, iniciadaporungrandefensorde la objetividadde los valores,como fue Max Scheler, y continuada por Karl Mannheim, que estudia en quémedidaunasociedadconformaelconocimientodesusmiembros,escompatible,salvo en sus versiones más radicales, como algunas marxistas y anarquistasepistemológicas,conlaaceptacióndeunmundorealcognoscible,incluyendoenéllasnormasyvaloresmorales.Portanto,muchosautorescreenqueelobjetivismomoralestotalmentecompatibleconlatesisdequeelconocimientodelasnormasy los valores morales está condicionado profundamente por la educaciónmoralrecibida. Lo que el objetivismo no puede admitir es que la educación moraldetermine de modo inexorable la totalidad de las creencias morales de todoindividuoalolargodetodasuvida.Larebeldíamoral,losintentosdereformadelas costumbres de la sociedad de uno y la propuesta de ideales más excelsosmuestranquecabereaccionarcontra la formaciónmoralrecibida,queesposibleelegir losejemplosqueseguiryque,endefinitiva,hayunmundomoralobjetivoquenoesenteramenteconstruidosocialmente.Asimismohasidodiscutida laverdadde lasegundapremisa.Estaafirmaque loshombresdediversasculturasdivergenentodassuscreenciasmorales.Portanto,la segunda premisa no se apoya en que los hombres se comporten de diferenteforma—queunosmientanyotrosdeclarenlaverdad—,sinoquesostienenpuntosdevistamoralesdiferentes,seseparanporsumaneradeconsiderarlalegitimidaddelamentira.Es cuestión muy discutida qué grado de divergencia existe entre los códigosmorales de diferentes culturas y si es más significativa la disparidad que la

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convergencia de las creencias éticas. C. S. Lewis, en su defensa del objetivismomoral, recoge abundantes testimonios del acuerdo de distintas sociedadesrespecto de las creencias morales. Sostiene que lo que él denomina el tao, elconjunto de las verdades morales, es reconocido ampliamente por hombres demuydistintasépocasylatitudesgeográficas[30].Detodasmaneras,hayquetenerencuentaqueestascoincidenciaspuedenserexplicadas,desdeelpuntodevistadelrelativismomoralnormativo,comooriginadasporlascomunescondicionesdelaexistenciadeestospueblos.Además,peseasuuniversalidad, lascoincidenciasenlasvaloracionesmoralesadmitenexcepciones.Sonestospuntosdedivergencialosquesirvendeapoyoalargumentorelativista.Frente a estas discrepancias, el objetivista intenta otra estrategia de respuesta.Ponedemanifiestoque ladivergenciaen lacreenciamoralessoloaparenteyseexplica sin dificultad por una discrepancia en el terreno fáctico, es decir, en elámbito nomoral. Para argumentarlo, subraya el carácter complejo de todas lasvaloraciones morales, que constan siempre de un elemento descriptivo y otropropiamente moral. Si tomamos como ejemplo la costumbre, tantas vecesmencionada comopracticada aparentemente por ciertas poblaciones esquimalesdeabandonarenelhieloasusancianos,olapersecuciónyejecucióndepersonasacusadas de brujería en sociedades cristianas, encontramos que estos juiciosmorales van acompañados de una serie de creencias fácticas sin las que notendríansentido.Enelcasodeloshombresdelasregionesfrías,laconviccióndeque una persona anciana desdentada no podrá sobrevivir a un largo viajeindispensableparalasupervivenciadelgrupofamiliaryladequeintentarrealizaresa migración pondrá en serio peligro a todos los demás. Visto desde estaperspectiva,elabandonoesmásbienunactoheroicoporpartedelancianoqueseaparta voluntariamente para favorecer las posibilidades de supervivencia delgrupofamiliar.Dealgúnmodo,sepodríadecirqueentregasuvidaparaqueotrosvivan.Avalaestainterpretaciónelhechodequeesteabandonodesaparececuandolospueblosesquimalessevuelvensedentarios.Asimismo,sicreyéramosqueunapersona, después de pactar con el diablo o haber sido poseída por él, poseepoderes fabulosos que emplea en perjudicar a la sociedad, su persecución yejecucióntomaotrocariztotalmentediferente.Enamboscasos, ladivergenciaseda,antesenunascondicionesdevidaoenunacreenciasobreunhecho,queenelterrenopropiamentemoral.Ahora bien, la discrepancia que requiere el argumento sociológico no es unadiferenciaentrelosconocimientosnomoralesdelosdistintospueblos—sihayono brujas— que producen comportamientos deseables dispares, sino en losmismoscódigosmoralesdedossociedades,demaneraqueseenjuiciemoralmentedeformadiferenteuncomportamientoquesedescribe,conindependenciadesusatributosmorales,demanerasensiblementesemejante[31].Aunqueestetipodediscrepancianomoralpuedaexplicarnumerososejemplosdedivergenciasenloscódigosmorales,siguesiendociertoqueotrosmuchoscasosnosedejanreduciraunanimidadmoraltanfácilmente,nipuedenversecomomodosdistintos de acatar un mismo principio moral. Especialmente renuente a estaconcordanciaeslapersistenciadenormasmoralestanextendidascomolaleydeltalión,lavaloracióndelasconductashomosexuales,laprohibicióndelaesclavitud,

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laaceptacióndelsuicidio,entreotras.Ennuestraépocaalgunosautores,comoG.Harman y D. B. Wong, siguen considerado decisivo el argumento sociológico afavordelrelativismomoral[32].Juntoaestadiscusión,queesdecaráctereminentementeempírico,enocasioneslosobjetivistashanrecurridoaunargumentoaprioriparanegarlaposibilidaddereconocerunadivergenciamoralentredistintasculturas.Elargumentoseapoyaen conocidas consideraciones acerca de la intraducibilidad de lenguajes y lainconmensurabilidad de las distintas culturas entre sí. Es innegable que elreconocimiento de un desacuerdo presupone un alto grado de acuerdo en otrostemas, pues si no lo hubiese, no cabría ni siquiera saber en qué no se está deacuerdo. Veamos este aspecto de la cuestión ayudándonos con un ejemplo delámbito no moral. Si alguien nos asegura que una misma superficie puede sersimultáneamente roja y verde, después de intentar eliminar ciertos equívocos,sobre todo losreferidosalusoestrictode laexpresión“misma” (puestoqueunamisma superficie en cierto sentido puede ser verde con lunares rojos) y“simultáneamente” (ya que algo puede variar ininterrumpidamente del rojo alverdecongranrapidez),sospecharíamosque,másqueundesacuerdoacercadelaimposibilidadde labicoloración,estamosanteunaincomprensióndelusoporsuparte de las expresiones “rojo” y “verde”, puesto que la “gramática” de estostérminosexcluyeque seapliquenalmismoobjetoa lavez.Dichodeotra forma,somosproclivesaaceptarquenonosentendemos,quenocompartimoselmismojuegodellenguaje,antesquereconocerquediscrepamossobreesteasunto.Algosimilarocurreasimismoenelterrenomoral.Pensemosenelmodoenquelacivilización hindú se comporta respecto de las vacas. Su conducta con estoscuadrúpedos es muy diferente de la que exhibe la cultura occidental. ¿Estamosante una diferencia de códigos éticos, como podría pensar el relativista moraldescriptivo? Para contestar afirmativamente, habría que admitir que tanto unoscomootroshablamosdelmismoobjeto,queentendemospor “vaca” idéntico servivo.Perocuantomásconscientesnoshacemosde ladiversidaddevaloraciones,más sospechamos que quizá hayamos traducido equivocadamente su expresiónparadesignar a las vacas, esdecir,másnos convencemosdeque en realidadnohablamosde lamismacosa.Acaso loshindúes se refierenaunsímbolo sagrado,mientrasnosotrosseguimosmentandounaespeciederumiantes.Laintroduccióndelelementoreligiosodisuelveinmediatamenteelmalentendido.Comprendemosque ladiferencia, lejosdeserdevaloraciónmoral,puesambasculturasaprecianque los símbolos sagrados merecen veneración, se encuentra en dóndereconocemosunosyotrosunahierofanía.Supongamos,noobstante,porseguirelargumento,quelosmiembrosdelaculturaquerespeta lasvacasasegurasenquenoveíanenellasnadasobrenaturalnialusivoalotrascendenteyfuesenparaellosobjetospuramenteprofanos.¿Creeríamos,entonces,haberhalladounejemplodepalmaria divergencia de códigos morales? Los autores partidarios de laimposibilidadaprioridelreconocimientodeladiversidadmoralestimanqueestano sería jamás nuestra respuesta, sino que seguiríamos buscando qué ven losmiembros de esa cultura ajena en las vacas, que nosotros no vemos y que lasconvierte en objeto de ese trato tan especial. Dicho de otra manera, lacomprobación experimental de la diferencia de opiniones morales exigiría queestuviésemosciertosdequehablamosdelasmismascosas,quenotraducimosmal

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de una lengua a otra, y esta seguridad no la alcanzaríamos jamás mientrasfuésemos conscientes de nuestras distintas valoraciones, puesto que estasdiscrepancias de estimación nos harían sospechar una y otra vez que no nosreferimos a lo mismo. De ser correcto este razonamiento, como pretende, porejemplo, D. Davidson [Davidson 2004], no habría forma de verificarexperimentalmente la divergencia de opiniones morales y el argumentosociológicoafavordelrelativismomoralnopodríanisiquierainiciarse.2.5.2.ElargumentodelasingularidadElsegundoargumentomásusualafavordelrelativismomoralnormativoeselqueseapoyaenlasingularidaddelobjetodeljuiciomoral.Esteargumentoharecibidotambién el nombre deargumentoepistemológico.Muchos son los autores que lohandefendido.Seencuentra,porejemplo,enHume,cuandohurtadelámbitodelarazón los juicios morales y los entrega al sentimiento. Con esta maniobra, aleliminar la jurisdicción de la razón sobre las valoraciones éticas, las sitúa almargendeladiscusiónracional,deformaqueyanohabráunabaserazonablequepermita resolver las discrepancias morales que puedan aparecer. En nuestraépoca,distintasformasdeemotivismoéticohanseguidoestamismalínea.UnodelosmásconocidosdefensoresdelrelativismomoralnormativoenelsigloXX,J.L.Mackie, denomina a este argumento el argumento de la singularidad [Mackie1983]. Para este autor, si hubiera valores morales objetivos o normas moralesuniversalmenteválidas,tendríanqueexistirunasentidadesdeunanaturalezamuy“extraña”,distintasdecualquierotraentidaddeluniverso(losvaloresylasnormasmorales).Estaes laversiónmetafísicadelargumentode lasingularidad.Ademástendríaquedarseennosotros,capacesdeconocerlaverdaddelosjuiciosdevalory de las normas morales objetivos, una facultad muy especial de captar esasentidades. He aquí la versión epistemológica de este mismo argumento de lasingularidad. Mackie reconoce que el intuicionismo ético, que admite dichafacultad,defendido,entreotrosporG.E.Moore,tieneelinnegableméritodehaberpuesto de relieve con toda claridad esta doble exigencia. CuandoMoore declaraquelascualidadesmorales,talescomocorrecto,justoobueno,sonpropiedadesnonaturales,estáexpresandoprecisamenteestecaráctersingular,o raro,dedichosatributos.Como el argumento sociológico, también el argumento de la singularidad puederesumirse de un modo muy sencillo. (a) Si hubiera normas y valores moralesobjetivos,entonces tendríaquehaberunasentidadessingulares(nonaturales)yuna capacidad intelectual, singular también, de aprehenderlos. (b) Es así quenoexistenentidadesnonaturalesniunacapacidadextrañadecaptarlas.Luego,(c)nohaynormasyvaloresmoralesobjetivos.Como en el caso del argumento sociológico, este es también un razonamientoimpecabledesdeelpuntodevista lógico,queobligaaquiennodeseeabrazarelrelativismo a negar una de las dos premisas o ambas. La premisa (a) esdifícilmenterefutablecomomuestra la reflexióndeque los términosestimativoscomo justo, bello, etc. no son equiparables a las expresiones que describencualidades “normales”. En cierto modo, se podría decir que los términosvalorativos expresan propiedades superestructurales, propiedades que noconstituyen laestructuraonaturalezadeunacosa, sinoqueadvienenaella,una

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vezqueestáconstituidacomosiendoloquees.Unejemplosencillomuestraquésepretendedecirconestareflexión.Tieneplenosentidoqueunapersonadigaaotraqueenelarmariodesuhabitacióncuelgauntrajeigualqueelsuyo,perodeunatallamás,deotrocolorodeotrotejido,etc.Tamaño,color, tejidosontodasellaspropiedadesestructuralesquenoseimplicanmutuamente.Sinembargo,careceríadesentidoqueesamismapersonaledijesealaotraquesucuartoguardauntrajecomoelsuyo(corte,tejido,color,talla,etc.),peromuchomáselegante.Salvocomobroma, esta afirmación carece de sentido. Del conjunto de las propiedadesestructurales podemos extraer una y sustituirla por otra. Como las propiedadessuperestructuralesnoestánenesenivel,noadmitesusimplesustituciónporotrasdejandointactastodaslasrestantespropiedadesestructurales.Sepuededecirquelas propiedades superestructurales se siguen, o son consecuencia, de lasestructurales. Este rasgo de peculiar de la propiedad “elegante”, lo poseenobviamentetambiénlaspropiedadesde“justo”y“bello”.Pero el hecho de que los términos valorativos parezcan expresar propiedadessuperestructuralesnoagotaenabsolutotodasusingularidadorareza,puestoquese suele aceptar que se dan otras muchas propiedades superestructurales cuyaexistencia no plantea dificultades especiales. Entre estas propiedadessuperestructurales que son generalmente admitidas cabe citar las cualidadessecundariasdelosrepresentacionistasuotrascualidadescomolautilidad.Pero,adiferenciadelosvaloresexpresadosporlaspalabras“justo”o“bello”,estasotrascualidadessuperestructuralesdependenensuexistenciadeunaconciencia,porlogeneralhumana,sinlacualnoexistirían.ComodiceLocke,elcuerpofísicoposeelacapacidad de producir, en determinadas circunstancias, sensaciones cromáticas,auditivas, olfativas, etc., del mismo modo que una pluma es capaz, movidaconvenientemente, de causar cosquilleo. Es el sujeto consciente el que, por asídecir, produce, en unión con ciertas propiedades estructurales del cuerpo, laspropiedades superestructurales, que son, por ello, a la postre, relativas a dichaconciencia,másaún,quesoloexisten,propiamentedicho,enesaconciencia,envezde en la cosa en la que parecen situarse. En cambio, para el objetivista, ciertosvalores se le presentan supuestamente comonodependiendode una concienciaquelosvive.Ciertamentealgunaséticas,lasnocognitivistasolaéticasemotivistas,no han encontrado dificultad en aplicar un análisis similar a las propiedadessuperestructurales como las cualidades secundarias y a los supuestos valoresmorales. Dada nuestra forma de ser (biológica, psicológica o cultural), ciertosconjuntos de propiedades estructurales suscitan en nosotros una reacciónemotiva.Laspropiedadessuperestructuralesnosonmásque“proyección”deesesentimiento en el objeto que lo produce. Este análisis, que elimina la rareza depropiedades tales como “justo” o “bello” supone, sin embargo, una forma derelativismo moral o estético. Si no subjetivista o sociológico, al menosantropológico.Pero lasingularidadde losvaloresmoralesnoseacabaaquí.Elobjetivistahadesuponerqueelvínculoexistenteentrelascualidadesestructuralesdeunaacción,digamosaquellasquepermitendescribirlacomounaacciónsádica,pongamosporcaso, disfrutar mediante el acto de infringir dolor a un inocente, y lassuperestructurales que la acompañan, la injusticia o incorrecciónde estos actos,tienequeserunnexonecesario,aunquenológicaoanalíticamentenecesario.Esta

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necesidad no se encuentra en las otras asociaciones entre propiedadesestructuralesysuperestructurales.Porejemplo,elsonidoproducidoporelrocedeunas uñas largas sobre ciertas pizarras —un sonido que posee propiedadesestructurales fácilmente descriptibles— va acompañado de la propiedadsuperestructural de “productor de dentera”. Ahora bien, el vínculo entre estossonidos desagradables y la sensación de dentera parece puramente fáctico, unmero hecho bastante inexplicable. Mientras que no vivimos este sonido comoexigiendo sentir dentera, experimentamos que la contemplación de los actossádicosexigequenazcaenquienlocontemplaelrepudio.Estaesladiferenciaquehace de los valores morales, y también de los estéticos, unas entidades muyextrañas.Lararezadeestosvaloresseamplíacuandoconsideramosotrorasgosuyocomoessu capacidaddemover a la acción con independenciadelplacerodisplacerqueproduzcan en nosotros. Ninguna otra propiedad, aunque sea superestructural,poseeplausiblementeestavirtualidad.Igualmenteelestatusontológicodelasnormasmoralessepresentaproblemático.Adiferenciadelasleyesnaturales,querecogenregularidades,lasnormasmoralesnodescribenacontecimientos.Porestarazón,elhechodequeseinfrinjanavecesoconfrecuencia,inclusoquejamássecumpliesen,nomermaríasuvalidez,desdeunpuntodevistaobjetivista.Este tipo de consideraciones son las que sustentan la primera premisa delargumento. Es muy difícil encontrar autores objetivistas que no terminenaceptándola.Losintentosdemostrarla“normalidad”delosvaloresylasnormasmoralesconducenprobablementetodosellosaalgunaformaderelativismomoral.Porconsiguiente,lamayoríadelosobjetivistasprefierennegarlasegundapremisayaceptar laexistenciadepropiedadesnonaturales.Naturalmenteestaadmisióntieneconsecuenciasfilosóficas,porejemplo,poneenentredichomuchasformasdeempirismo extremo. Así, semuestra la profunda conexión que se da entre tesisfilosóficas de ámbitos muy diferentes. De la misma forma, muchos objetivistasaceptan una intuición moral o capacidad especial de captar las propiedades nonaturales,quenoseconfundaconmétodosfamiliaresdeconocimiento,comosonla experiencia sensorial, la introspección, la inferencia, la elaboración ycontrastacióndehipótesisoelanálisislógicodeconceptos.En opinión de muchos autores, el intuicionismo es una posición que vuelveinviable el discurso racional sobre la ética y no proporciona herramientas parasolventarlasdiscrepanciasmorales,yaque,siseenfrentandosintuicioneséticasopuestas, parecequenadaquedeporhacerpara resolver el conflicto intelectualque ha surgido. El descontento con el intuicionismo ha impulsado a algunospensadores a intentar fundar el conocimiento de los valores, fines y normasmorales de otra manera. La moral del discurso de J. Habermas o losplanteamientosdeM.Nussbaumaspiranadarvozreala lospropios interesadosparaqueexpresensuspuntosdevistaéticosysusobjetivosvitales,demodoquepuedaalcanzarsemedianteundiálogounconsensoacercade lobuenoy lomalo[Habermas1983;Nussbaum2000].Paraestosúltimosfilósofos,nosetratatantode ponerse en el lugar del otro, de universalizar la máxima de conducta en mi

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pensamiento, sino de que el otro pueda expresar su punto de vista al respecto.Desde el punto de vista del intuicionismo moral estos planteamientos siguensiendo deficientes, porque están aún sometidos al argumento de la preguntaabierta, que consiste en darse cuenta de que, ante cualquier identificación entreuna propiedad no natural, como justo, y una natural, tiene pleno sentido lapreguntadesiloqueposeetalpropiedadnonaturalesrealmentejusto.Sicupieseunconsensouniversal,traseldiálogocorrespondiente,¿seríajustoobuenoloquesehubieseacordadoenélcomojustoobueno?Larespuestaaestacuestiónnoeslo importante, sino el hechodeque la pregunta tenga sentido, a diferenciade sipreguntamos si realmente placentero es lo que place. Estomuestra que lo justopuede coincidir con esa propiedad no natural, todo lo que es justo tiene dichapropiedadyviceversa,peronoseidentificaconella.2.6.PruebadelobjetivismomoralCasitodoslospartidariosdelobjetivismopiensanqueestatesisnoesdemostrable.Estaindemostrabilidadesotraformadeexpresarelintuicionismoéticodefendidopor numerosos objetivistas. Naturalmente que cabe construir un argumentológicamentesólidoquedemuestre,apartirdeciertaspremisas,quehaynormasyvalores morales objetivos. En realidad, en cierto sentido, si no somos muyexigentes respecto de lo que admitimos como premisa, toda tesis puede serdeducidalógicamente.Cuandoelobjetivismoinsisteenelcarácterindemostrablede suposición, ponede relieve el hechodeque cualquierpremisaque seutiliceparaargumentarlo (laexistenciadeunDiosprovidente, las tendenciasnaturalesdelhombre,etc.)nosuperaenevidencia la tesisquesepretendedemostrar.Porsupuesto que esto no exime de la necesidad de intentar una fundamentaciónmetafísica, antropológica, teológica, etc. de la moral, pero, de conseguirse dichafundamentación,ellanoañadirácerteza—segúnlamayoríadelosobjetivistas—ala tesisde lano relatividaddenormasyvaloresmorales.Enestaperspectiva, elobjetivismo moral formaría parte de esas verdades primeras, que a modo deaxiomas,noprecisandedemostraciónporquesuevidenciaesinmediata.Que no quepa demostración del objetivismo moral no significa que no puedaprobarsedealgunaforma.Engeneralestamaneradehablarasufavorconsisteenayudaraotrapersona,medianteeldiálogo, aqueexperimente intuitivamente lacerteza en la verdad de la objetividad de las normas y valores morales. Parafacilitar esta intuición conviene ante todo eliminar malas comprensiones delobjetivismo.Yesque,frecuentemente,lasposturasobjetivistassonrechazadasalserconfundidasconotrasposicionesquepocotienenqueverconella.Antetodo,esprecisodeshacerunequívocobastantecomún.Elobjetivistarehúsalatesisdeque toda norma es convencional. Pero este rechazo no le arroja por sí solo a laposiciónopuesta,ydemuydifícildefensa,dequelasnormassocialesdesugrupoculturalsonobjetivamenteválidas.Elobjetivistavelamayorpartedelasnormassociales (y jurídicas) vigentes en su grupo cultural como relativas a éste y soloconsideraobjetivasaunaspocas,aaquellasquereflejanmuyadecuadamente,asujuicio, normas morales supraculturales. Por consiguiente, el objetivista no tieneporquépretenderculturizaraotrassociedadesconlosestándaresvigentesenlasuya.Unsegundoerrorqueimpideavecesasentiralobjetivismoconsiste,comoyasehadicho,enconsiderarqueelobjetivistanecesariamentesecreeenposesióndetodas lasverdadesmorales.Evidentemente,estonoesasí.Sostenerqueexiste lo

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justoy lo justoobjetivamenteconsideradono implicaqueseestéyaenposesióndel conocimiento de qué es justo en un caso dado. Tampoco el objetivismo valógicamente unido a una posición deontológica que reconozca la existencia deabsolutosmorales.Una vez desechados posibles equívocos que dificultan aceptar el objetivismo, eldiálogoquefavorecelacaptacióndesuverdadhadeencaminarseaponerdelantedel relativista situaciones en las que resulte especialmente patente el carácterobjetivo de las normas y valores morales. En su diálogo con el relativista, elpartidario de la objetividad de lamoral utiliza un argumentoadhominem,en elsentidoenquelodefineLocke(Ensayo,IV,17,21).Enesteargumentosepretendeponer de manifiesto que una persona concreta —de aquí su denominación—sostienealavezunatesisy,probablementesindarsecuentadeello,sunegación.Admite,enestecaso,elrelativismoyalavez,generalmenteensusjuiciossobreelcomportamientoajenoy, sobre todo, en supropioactuar, laposiciónopuesta: elobjetivismo. Naturalmente con ello no se ha demostrado la falsedad delrelativismo,pero lapersonaasí interpeladadebereconstruir lacoherenciadesupensamientoolacongruenciaentresupensarysuactuar,yrechazarelrelativismooabandonarunaseriedeconductasverbalesynoverbalesquese leoponen.LaidealaexpresóyaAristóteles:nosiemprecreemosloquedecimos(Metafísica,IV,3,1005b25-26).Nosetratadeunaacusacióndehipocresía.Esmásgravesicabe.Ocurre a veces que nuestra vida teórica, las teorías a las que nos adherimos, ynuestravidaactiva,laformaenquenoscomportamos,nosoncompatiblesentresí.Segúnelobjetivista,estaes lasituaciónen laqueseencuentrapor lohabitualelrelativista.Mostrar esta incompatibilidad entre lo afirmado intelectualmente y lo creídocordialmenteyreflejadoenelpropiocomportamientonoresultadificultoso.Platónlo intentaen losdosprimeros librosde laRepública.HerodotohabíahabladodeGiges,mayordomoreal,ydecómolatorpezadeáquelaquienservía,deseosodeque su consejero admirase de primera mano la belleza de su esposa, le habíaescondidotrasunascortinasparaqueviesealareinadesnudarseensuhabitación.LahistoriaquenarraHerodototerminamuymalparaelrey.DescubiertoGigesporlareina,estafingenodarsecuentadequeestásiendoobservada.Perodespués,aldía siguiente, obliga a Giges a que le ayude a vengarse de su marido, al quedestrona. Platón convierte este relato de vanidad y despecho en una narraciónmítica.AhoraunseísmoquehaabiertounatremendazanjalepermiteaGiges,unpastor,apoderarsedeuntesoroocultobajotierra.Unadelasalhajasdeestetesoroesademásmágica:unanilloqueposeeeldesconcertanteefectodevolverinvisibleaquienloportaconlapiedrahacialapalmadelamano.ElanillodeGigesotorgalainvisibilidady,conella,laimpunidad.Deaquíparteelargumentoplatónicoafavordelajusticia,eltestquenotodorelativistadeclaradoescapazdepasar,segúnelobjetivismo. Consiste en rogar al relativista declarado que suponga por unmomento que es dueño del anillo de Giges, que tiene, pues, garantizadaenteramente la impunidad. Y preguntarle a continuación que nos digasinceramentequéaccionesqueahoranoefectúa,aunqueleapetezcanolevenganbienasusintereses,haríaunavezobtenidalainvisibilidad.Breveolarga, lalistarefleja las normas condicionadas que se cumplen solo para evitar un castigo.Normasevidentemente relativasporsucarácterhipotético.Acontinuación, se le

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pide que componga una segunda lista. Ahora se trata de que, siguiendo con elsupuestodeposeereldondelaimpunidad,anotelasaccionesque,pormuybienquelevengan,noharíao,sicediesea latentación,sentiríaquenodeberíahaberejecutado.Elrelativistaconsecuentetendríaquedejarestaúltimalistaenblancoporcompleto.Cualquiercosaquepusiesehablaríaencontradesucoherencia.Estees el punto clave de la prueba y puede expresarse de otra forma: El relativismosocavalosmotivosparaactuarmoralmente.Sielrelativismoesverdad,dejadeserracionalpostergarlosinteresespropiosasupuestasnormasobjetivasinexistentes.No se trata, claro está, de que el relativista tenga que actuar siempre como uninmoral. En lamedida en que las normas supuestamentemorales coinciden connormassocialesolegales,elrelativistatienemuybuenasrazonesparaplegarseaellas (engeneralevitarel castigocorrespondiente)y también tienerazonesparaintentarqueesténenvigordichasnormas,dadoqueesprevisiblequepromuevanel bienestar general enmayormedida que un estado de anarquía o de anomía.Peroqueelrelativistaacepteleyesycostumbresnosignificaquesearacionalparaél incumplirlas cuando los beneficios que espera de su infracción superan losperjuicios previsibles; por ejemplo, cuando tiene garantizada la impunidad. Otambién cuando se encuentra fuera de su cultura. Para poner de nuevo un casoficticio, aunque por desgracia todavía se siguen produciendo en nuestros díassituacionessimilares,laactuacióndelprotagonistadelanoveladeJulesVerneLavueltaalmundoenochentadías,ensuaccidentadoviajecontemplalosiniciosdelaceremoniadelsati,lainmolacióndelaviudaenlapiraenquesecremaelcadáverde su esposo. Además le resulta evidente que la joven viuda no desea serincinerada viva pues se resiste a ser colocada al lado del difunto. ¿Cuál es laposición racional de un relativista? ¿Qué motivos le pueden llevar a actuarponiendoenriesgosuvida?¿Porquénodejarquelascosassigansucurso?Estascuestiones ante una situación ficticia que bien pudiera ser real ponen demanifiesto laprincipaldebilidaddel relativismo, segúnelparecerdelobjetivista.La objetividadde las normas importaporque sin esta cualidad sedesactivan lasmotivacionesracionalesdeactuarsiempredeacuerdoconellas.Esmás, laprimera incongruenciaquecometeelrelativistaespropagarsucredo.Protágoras haría mejor en callar su terrible descubrimiento, que guardado leotorga un gran poder, ya que él no se siente sometido a las normasmorales, alhaber descubierto su origen espurio, pero sabe que los demás sí las tienen encuenta. Divulgar su secreto es perder posibilidades de dominio sobre sussemejantes,traicionarsuproyectosofístico.2.7.RelativismomoralytoleranciaUno de los atractivos del relativismo es que parece promover una actitud detoleranciarespectode losquesonmuydistintos,mientrasqueelobjetivista,consuadmisióndenormasyvaloresobjetivamenteválidos,debedesentirseinclinadoa imponer supropiopuntode vista a aquellos queno lo comparten. En algunosautores, esta consideración se fortalecemediante el examen de casos históricos,donde pueblos conquistadores —generalmente entre la amplia historia de lahumanidadseeligesiemprea loscristianos—imponengraciasa la fuerzade lasarmas susconcepcionesmorales.Aquí loque importaesverenquémedidaestaasociaciónderelativismomoralytolerancia,porunaparte,yobjetivismomoraleintolerancia,porotra,puedemantenersedesdeelpuntodevistateórico.

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Elargumentorelativistaseapoyaaparentementeenlasiguienteconsideración:nohayunúnicocriterioparajuzgarlasconductasdesdeunpuntodevistamoral.Estoimplicaque,dedosconductas,comoquelospadresacuerdenelmatrimoniodesushijosoque los futurosesposos seelijanmutuamente,nocabedecirqueunaseamejorque laotradesdeunpuntodevistanorelativo,estoes,queseamejorsinmás. Por consiguiente, los miembros de una sociedad no deben interferir en elmodo de actuar de los miembros de otra. El mismo argumento vale para unaconcepción relativista de tipo subjetivista. Puesto que las creenciasmorales queprofeso son solo válidas paramí, no tengo ningún derecho a inmiscuirme en elcomportamientodeningunaotrapersona.Elobjetivistareplicaquesemejanterazonamientoesabsurdo.Lacontradicciónseproduceporquesuconclusión,eldeberdenointerferencia,conculcaloqueafirmaunadelaspremisas,asaber,que,enrealidad,nohaydeberes.Dichodeotraforma,de la tesis metaética relativista que viene a negar cualquier posibilidad de uncódigo normativo con pretensiones de universalidad, se extrae la normapretendidamente universal de que debemos tolerar prácticas distintas de lasusualesennuestracultura.El objetivismo no acepta el principio tantas veces repetido de que “todas lasopinionesson igualmenterespetables”,quepareceseguirsede la tesisrelativistadequenohayunasopinionesmejoresqueotras.Porelcontrario,elobjetivismo,aunque concede que de todas las opiniones cabe aprender algo y conviene, porello,escucharlasymeditarlasconatención,creequeunasopinionesexigenrespetoy otrasmerecen desprecio. Pero esta posición no lleva consigo el rechazo de latoleranciaporqueescompatibleconelreconocimientodeque,sibiennotodaslasopiniones son respetables, sí lo son todos los opinantes. Al contrario, elreconocimiento del otro como un semejante en cuanto que comparte la mismahumanidadrequierenosoloquese leveacomosujetocon losmismosderechosque uno mismo reclama para sí, sino también sometido a los mismos deberes.CuandoHernánCortés y sus compañeros llegaron aMéxico, segúnnarraunodeellos, Bernal Díaz del Castillo, se sintieron horrorizados ante los sacrificioshumanospracticadosporlosaztecas.Estesentimientoessignoindiscutibledequeconsideraban a los indios como verdaderos seres humanos, a pesar de que suconducta desmereciese esta creencia [Williams 1982: 37]. De haberlosconsiderados como infrahumanos, no habría surgido en el ejército de Cortés larepulsapor su comportamiento.Entre los rasgosdefinitoriosdelhombreestá elposeerunidealdevidaaceptable.Cuandounocreequeotrossereshumanosnolotienen,nisoncapacesdetenerlo,necesariamenteterminaporverloscomomenosquehombresytratarlosenconsecuencia.Elmonoteísmoteológico—hayunúnicoDiosdetodoydetodos—,delquebrotaelmonoteísmoético—aligualqueDios,lamoralidad es común a toda la humanidad— es condición indispensable de lahermandaddetodoslossereshumanosydelagenuinatolerancia.3.Utilitarismo[33]El utilitarismo es una doctrina ética formulada explícitamente a finales del sigloXVIIIydesdeentonceshacontadoconnumerosospartidarios,particularmenteenelmundoanglosajón.Comosunombre indica, sucontenidoesencialesdefinir lacorrección de toda acción por su utilidad, es decir, por los resultados o

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consecuencias producidos por ella.De ahí que esta doctrina se conozca tambiénconelnombredeconsecuencialismo.3.1.Elutilitarismoclásico:JeremyBenthamyJohnStuartMillElcreadoryconfiguradordelutilitarismofueJeremyBentham(1748-1832)consuIntroduction to the Principles ofMorals and Legislation (1780). De hecho, puededecirse que los utilitaristas posteriores no han hechomás que retocar diversosaspectosdeesapropuesta inicial.Naturalmente, tampocoBenthampartedeceroalconcebirsuteoríamoral:fácilmentesepercibenlosinflujostantodelempirismobritánico(sobretododeJohnLockeyDavidHume)comodealgunospensadoresde la Ilustración francesa (como Claude-Adrien Helvétius), y puede notarseasimismolahuelladeFrancisHutcheson,deCesareBeccariaydeJosephPriestley.Benthampartedeunsupuestopsicológicoquenodiscuteporparecerleevidente.Según él, el hombre semueve por el principio de la mayor felicidad: este es elcriteriodetodassusacciones,tantoprivadascomopúblicas,tantodelamoralidadindividualcomodelalegislaciónpolíticaosocial.Unaacciónserácorrectasi,conindependenciadesunaturalezaintrínseca,resultaútilobeneficiosaparaesefindela máxima felicidad posible. Una felicidad que concibe, además, de modohedonista;sebuscaenelfondoysiempreaumentarelplacerydisminuireldolor.Ahora bien, no se trata, en primer lugar, de una incitación al placer fácil einmediato(como,porlodemás,tampocoeraasíenelhedonismoantiguo),sinodecalcularlosefectosamedioylargoplazodelaspropiasaccionesdemaneraqueelsaldo final arrojemás placer que dolor. Así, en ocasiones el sacrificio inmediatoserálocorrectoenarasdeunbeneficiofuturoqueseprevémayor.Dichocálculoha de resultar en principio sencillo, pues aunque Bentham reconoce que hayplaceres y dolores tanto del cuerpo como del alma, ve posible aplicar criteriossimplemente cuantitativos para esa evaluación (criterios como la duración delplacer,suintensidadyextensión,laprobabilidaddeobtenerlo,etc).En segundo lugar, esta doctrina tampoco pretende alimentar directamente elegoísmo. Si bien es asimismo un presupuesto psicológico y moral (como enThomas Hobbes) que el hombre es por naturaleza egoísta y busca su propiointerés, y que por tanto las relaciones sociales y políticas son artificiales, elutilitarismo tendrá como misión corregir precisamente ese primer impulso. Elutilitaristasepercatarádeque,puestoqueelbienconjuntoeslasumadeinteresesindividuales,elmejormododefomentarelpropiointerésespromoverel interésglobal.Poresoelutilitarismopropugnano sólono limitarsealpropiobien, sinocuidar escrupulosamente la imparcialidad en las decisiones y evitar cualquieracepción de personas. Únicamente esta regla hará que el saldo de bien sea elmayor; de ahí la famosa consigna atribuida a Bentham por John Stuart Mill:everybodytocountforone,andnobodyformorethanone[34].El contenido y sentido del utilitarismo de Bentham se comprende mejor si serecuerdalaintencióndesuautor.Estanoeraotraquereformarprofundamentelalegislación británica, que contribuía en realidad amantener unas desigualdadessociales y discriminaciones políticas muy notables. Y, conforme al espírituilustrado de la época, nada mejor que sustituir ese régimen jurídico basado enprivilegios heredados por un sistema transparente, racional y secular. Una vezdeterminadoelfinnaturaldelafelicidadplacentera,todoconsisteendejarquela

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luzde la razónordeney sancione lo justoy lo injusto, aboliendo todaotra reglaprocedente de oscuras e injustificadas instancias (metafísicas, religiosas,tradicionales, etc.). En realidad, se tratade trasladar a la vida social ypolítica elcriterioque sirvepara la vida individual, a saber, el sensatoprocedimiento—yaexpresadoporelhedonismoclásico—decalcular loscostesybeneficiosdecadaacciónparaelegirencadacasolamásfecundaentérminosdeplacer.ElmásimportantecontinuadordeladoctrinautilitaristaesJohnStuartMill(1806-1873).J.S.MillfueunestrechodiscípulodeBenthamydesupropiopadre,JamesMill, y la exposición de su concepciónmoral se encuentra en suUtilitarismo, de1863.Allídefinesuteoría—deacuerdoconBentham—como“elcredoqueaceptacomofundamentodelamoralla‘utilidad’oel‘principiodelamáximafelicidad’,elcual sostiene que las acciones son buenas en cuanto tienden a promover lafelicidad, malas en cuanto tienden a producir lo opuesto a la felicidad. Por‘felicidad’seentiendeplaceryausenciadedolor;por‘infelicidad’,doloryprivacióndeplacer”[35].Sinembargo,Millcorrigeasumaestroenunpuntoimportante.MientrasqueparaBentham los placeres son todos homogéneos y sólo se distinguencuantitativamente (lo cual hacía sencillo el cálculo de la suma entre diversosconjuntos de ellos), Mill advierte que hay placeres cualitativamente distintos;diferencia cualitativa que se traduce en superioridad o inferioridad. Másconcretamente,sostienequelosplaceresintelectualesymoralessonsuperioresalas formas más físicas de placer; y asimismo distingue entre felicidad ysatisfacción, afirmando que la primera tienemayor valor que la segunda. Ahorabien,estaposicióndeMill,queretomaunadelasideasdelamoraltradicionalmáscomún, cuestiona en realidad las bases del utilitarismo. Pues, por un lado,introducenecesariamenteuncriteriodevalorajenoalplacer,locualsaleyadelapropiateoríadeMillyplanteaproblemasprácticamenteirresolublesalahoradecalcular comparativamente, de modo homogéneo, beneficios resultantes deaccionesalternativas.Y,porotro lado, laasignacióndeunvalorosuperioridadaciertotipodeplaceresplantealadificultaddesiconellonoselesreconoceyaunabondadintrínseca,siendoasíqueelutilitarismodeBenthamyMillmidelabondaddelasaccionesporelplacersiempreresultantedeellas.Talvezporestemotivo,Henry Sidgwick (1838-1900), otro representante del utilitarismo, vuelve a laposicióndeBenthamsosteniendoqueesasaparentesdiferenciascualitativasentrelos placeres son, en el fondo, diferencias cuantitativas[36]. En cambio, luego severá que en este punto G. E.Moore sostiene, con su particular utilitarismo, unaposiciónpeculiar.Por lodemás,Mill compartía lapreocupacióndeBenthamdeprovocar reformassociales que condujeran a una sociedad más equitativa. Sin duda, la deseada ydeseabledemocratizaciónyracionalizacióndelavidapública,quehatenidolugargracias a las ideas de Mill (no sólo la doctrina utilitarista, sino su idea de laslibertades individuales y cívicas), es una de las mayores razones de la ampliaaceptacióndelutilitarismocomoteoríamoralypolítica.3.2.EvolucióndelutilitarismoComoeradeesperar,elutilitarismosehavistocontestadopornumerosascríticas

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que reclaman el valor de la naturaleza intrínseca de la acción, además de susconsecuencias,alahoradeevaluarlamoralmente.Ylareaccióndelosutilitaristashasidoladereformularcontinuamentesuteoría.Unintentodeescaparalaestrechaconcepcióndelutilitarismoclásicovinoprontode lamanodeGeorgeEdwardMoore(1873-1958).Lapropuestadeeste filósofobritánico (en lo que al utilitarismo se refiere), expuesta en sus Principia Ethica(1903),consisteensuperarelhedonismodeBenthamyMillaunmanteniendolatesisprincipalutilitarista.Segúnél,elplacernoeslaúnicaexperienciavaliosa,noeselúnicocomponentedelafelicidad,yportantonoeselúnicofinquesedebeperseguir. Por eso, además, el fin moralmente correcto no es sólo promover lafelicidad humana, sino fomentar todo lo valioso, con independencia de que noshagaonofelices.Esdecir,setratadepromoverelmayorvalorposible,propiooajeno,humanooenlanaturaleza(porejemplo,labelleza).Moorenotieneningúnreparoen introducir lanocióndevalorobondad intrínsecacomounapropiedad“nonatural”—enelsentidodenofísicaosensible—,simplee indefinible;por loque su teoría es conocida como un utilitarismo “ideal”. Con lo cual el modo decaptarlovaliosonopuedeserlainducciónapartirdelosensibleniladeducciónracional,sinoúnicamentelaintuición[37].AunquealgunosutilitaristassecundaronaMoore,comoHastingsRashdall(1858-1924), la mayoría de los pensadores posteriores de esta matriz rechazaron deplanolastesisdeMoore.Enprimerlugar,porquecasitodoselloseranempiristasdeentrada;ensegundo lugarydemodocomplementario,porqueen la intuiciónconlaqueseaccedealosvaloresintrínsecosveíanunpeligrososubjetivismoqueseprestabaalaarbitrariedadoalelitismo.Posteriormente,elutilitarismoevolucionóhaciaeldenominadoutilitarismode lapreferencia;entresusdefensoresrecientespuedemencionarsealeconomistaJohnC.Harsanyi(1920-2000)yaPeterSinger(1946).Setrataenrealidaddeavanzaren la coherencia con el principio empirista e individualista que ya incluía elutilitarismoinicial.Deestemodo,yanoesposibleapelaraunanaturalezacomúnatodos lossereshumanosquetuvieraunúnico fin(aunque fueraelmeroplacer);ahorasehabladepreferenciasindividualesdelaspersonasafectadas,sinningunareferenciaobjetiva,alegandoladiferenteconcepcióndelafelicidadquecadacualpuedelibrementesostener[38].Noesdifícilimaginarlosproblemasenlosqueseve envuelto quien pretende calcular las consecuencias de sus acciones bajo estepresupuesto,pueslaspreferenciasindividuales(siesqueseconocen)puedensermuydisparesyademáscambiantes.Otradiscusiónenelsenodelutilitarismoesladesielcriteriodeutilidadseaplicano tanto a actos cuanto a normas; es decir, si hay que hablar no tanto de unutilitarismo de actos sino de un utilitarismo de reglas. Según este último, unaacción es correcta cuando cumple una norma que, de ser obedecida de modogeneral,acarrearámejoresconsecuenciasquecualquierotranormapertinenteenel caso. Sin embargo, esta forma de utilitarismo ha sido criticada comoinconsecuente,puesenfavordeunareglaciertamentebeneficiosaaveceshabríaquedejar de realizar una acción concreta que efectivamente tuviera losmejoresefectos,conloqueenrealidadserenunciaríaalaesenciaalutilitarismo.

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Peronoacabanahílasdiscrepanciasentrelosutilitaristas.Discutentambién,porejemplo,acercadesilafelicidadquesetratadeproducirconlaaccióncorrectaeslamayorsumatotaldefelicidadoelmejorpromediodefelicidad.Comoseve, lacuestiónnoestrivial,puesavecesunaumentodelbienestartotalpuedeconducirsimultánea o posteriormente a una disminución del mismo en promedio (porejemplo, aumentandomuchoelbienestardeunospocosolvidandoal resto;o, alcontrario, repartiendo los bienes materiales entre tantos que finalmente no sepuedandisfrutarensumáximoyglobalrendimiento).Últimamente,además,hayutilitaristas (sobre todo P. Singer) que defienden que, si realmente el bien quetratadepromoverseeselplacer,nohayrazónparalimitarlosbeneficiariosaloshombresynoampliarlostambiénalosanimales,inclusoenpiedeigualdadconlossereshumanos,especialmentealosgrandessimios[39].Porlodemás,hayquedestacartambiénelimportanteinflujodelutilitarismoenelpragmatismo americano (aunque no es directamente una corriente ética), queimprimió una huella tan profunda en la cultura estadounidense y que vinorepresentado especialmente por Charles S. Peirce (1839-1914), William James(1842-1910)yJohnDewey(1859-1952).Enlasdoctrinasdeestosautores,aunqueposeen sus respectivas características peculiares, destaca un rasgo común: elpensamientoesenelfondounaintervenciónactivasobrelarealidadysuvalidezse justificaporsuutilidadpráctica.Peircesededicómása la lógicaconel findefundamentarelconocimiento;Jamesprofundizóenlapsicología;yDeweyaplicóelpragmatismoalaeducación.3.3.Plausibilidadycríticadelutilitarismo3.3.1.RazonesenfavordelutilitarismoYaantes sehanmencionadodos razonesdel éxitoode la amplia aceptacióndelutilitarismo: su carácter reflexivo y ponderado en la conducta individual, y laracionalizaciónobjetivaeimparcialdelavidasocial.Todoelloenelmarcodeunadoctrina que proclama como principio el interés por la felicidad general, labenevolencia.Mayorymejorprincipionocabe; con loquesepretendecargarelpesodelapruebasobretodaotrateoríaqueseenfrentealutilitarismo.Dehecho,elutilitarismosepresentaasímismocomolaúnicateoríaresponsable,por tener en cuenta las consecuencias y su influjo con vistas al bien general. Encambio,sontachadasdeirresponsablesaquellasdoctrinasquesedesentiendendelos efectos de una decisión, sean lo graves que sean, por defender tercamentesupuestos principios dogmáticos e irrenunciables; es decir, las éticas que semoveríanporelprincipio“Fiatjustitiaetpereatmundus”.Además, laaparentesimplicidadsistemáticade lateoríautilitarista leotorgaunaventaja indudable para defenderse frente a la complejidad de otros sistemasmorales,loscualesnoselibranporlogeneraldeenfrentarseadifícilesconflictosdedeberes.Esasimplicidadsevebienentrescampos.Primero,ensuenunciadoteórico,pueselutilitarismosostieneunúnicoprincipio,otorgándoleunaclaridadysencillezmáxima;segundo,ensudescripciónpsicológica,puesloúnicorelevantepara la moralidad es la intención de producir felicidad, obviando el complejosistemademotivos,normas,virtudes…;ytercero,ensuaplicación,puessetratadeunamismadoctrinatantoparalamoralindividualcomoparalapública.

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Enunplanomásteórico,elutilitarismohaprocuradoofrecer—comoeslógico—una justificación de la racionalidad de su propia propuesta. Ya Bentham seenfrentóconestatareanofácil,puesalsostenerqueelplacermotivatodaacción¿cómo podría explicar un principio moral que se caracteriza por el desinteréspersonaly laatención,encambio,a lageneralidadde loshombres?Surespuesta(difundidahastahoyentodohedonismo)esqueexistetambiénunplacer,alqueigualmentetendemos,aparejadoalaltruismoquesuponepromoverlafelicidaddelosdemás.De estemodo, el principiodel utilitarismohedonista esposible, pero¿porquéesundebermoral?Benthamrespondesencillamentequetalprincipioesindemostrable, pues se trata de un principio simple y primero. Mill defiendeasimismo la indemostrabilidad del axioma utilitarista. Pero además argumentadiciendoque,yaquedeseamosdehecholafelicidad,ésteeselmayorbien;ysiloesparacadauno, lo serápara todos.Sidgwickdaunpasomásafirmandoqueelprincipiodeutilidadseconoceporintuición;Mooretambiénacabaráreclamandola evidencia intuitiva para su utilitarismo. Sin embargo y consecuentemente, aligualquesevioqueocurríaconlaconcepcióndelobuenoengeneral,tambiénaquíel empirismo ha terminado por rechazar la evidencia intuitiva por verla comopeligroso signo de un dogmatismo arbitrario, pues se trata —dicen— de uncriterioprivadoysubjetivo.Así,utilitaristasmásrecientesdefiendensudoctrinadesde una postura o justificación no-cognoscitiva, no racional. Bertrand Russell(1872-1970)ensuetapademadurezlopensabaasí,yaqueparaéltodamoralnosebasabaenelconocimientosinoeneldeseo.Demodosimilar,RichardM.Hare(1919-2002) y el mismo Singer, entre otros, sostienen que quien abraza elutilitarismo —como cualquiera otra doctrina moral— no lo hace porconvencimientoracional,sinoporpreferenciassubjetivas,privadasy,endefinitiva,nidefendiblesnidiscutiblesracionalmente[40].3.3.2.CríticasalutilitarismoAhorabien,apesarde todasestasrazonesque losutilitaristashanesgrimidoenfavor de su teoría, nunca faltaron desde muy pronto las objeciones a dichaconcepción.Objecionesque,obienpretendendescubriralgunaincoherenciaenelseno del utilitarismo, o bien—sobre todo— resaltan su inconsistencia e inclusooposiciónaconviccionesmuyarraigadasenelsentircomúnmoral.Enrealidad,alutilitarismo se opone toda aquella doctrina moral que admita, además delprincipiodeutilidadbenevolente,otrosprincipiosmoralesodeldeber.Acualquiersistemaéticodeestaclaseselellamadeontologismo,enoposiciónalutilitarismo.Demodoque lasdoctrinasmoralesdeontológicashan sido lasdominantes en lahistoria de la ética; lo cual, por supuesto, nada dice en su favor. Es más,precisamente el utilitarismo nace con la expresa intención de sustituir por fintodasesasteoríasconfusasycomplicadas.Por su acento en la experiencia y noción de diversas clases de deberes, losdeontologistasmásrelevantessonacasoInmanuelKantenelcontinenteeuropeoySirWilliamDavidRoss (1877-1971)enel ámbitoanglosajón, consupredecesor,HaroldArthurPrichard;ambosdeontologistaseintuicionistas.Losdospiensan—como todo deontologista— que muchas convicciones del sentido común moral,que comparecen ante nuestra conciencia, son auténticos deberes morales(ciertamentenotodas,yprecisamenteesunatareadelaéticaeldiscernirlascomo

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talesdeberes).Esverdadqueeldeberde realizar loútilparaproducir elmayorbien que podamos es una de esas convicciones, pero también lo es el cumplirnuestraspromesas,elnomatarauninocente, lagratitud,etc.Esasimismociertoqueestapluralidaddedeberesenfrentaráaldeontologismoalproblemadedecidirqué deber observar en el caso, no raro, de que varios deberes coincidan en unamisma situación, o sea, de establecer criterios de prioridad entre esos diversosdeberes.Peroeldeontologismoentiendequeespreferibleatenersea la realidadmoral,porcomplejaquesea,antesqueoptarporunateoríamássencillaperoquecercenalosdatosdelaexperienciaética[41].Por otra parte, la resistencia al utilitarismo es mayor no sólo cuanto más seimaginancasosenlosqueseconculcanconviccionesmoralesbásicasyquedichateoríajustificaría,sinocuantomásseconstatancasosrealesyescandalososdeesasposiblesatrocidades(desgraciadamente,lostotalitarismosdelsigloXXsonpruebapatentedeesto;nomenosquelasactualesinjusticiasentrepaísesricosypobres).Essindudamotivodefelicitaciónelquecadavezestémáspresente,almenosenteoría,laconcienciadeladignidaddecadapersonahumanaindividual.Peroquizáseamásprovechosoexponerlasobjecionesalutilitarismoporelordenenquesehanpresentadolosargumentosenlosqueseapoyaesadoctrina.En primer lugar, se invocaba el carácter reflexivo y ponderado en la conductaindividual, así como la racionalizaciónobjetivae imparcialde la vida social.Masestaventajaesenrealidadambiguamientrasnose llenedecontenido,puesunaconductaegoístaydesconsideradapuedellevarsetambiénconlamayorreflexióny objetividad; e incluso podría decirse que, en ese caso, las decisiones moraleshabrían de dejarse enmanos de expertos en objetivar fríamente los datos de lasituaciónyaplicarelcriteriooportuno.Locual,denuevo,esporsímismoambiguoomeramente formal hasta que no se diga qué tipo de objetividad se aplica, quéclasedeexperienciaosabiduríaserequierey,endefinitiva,quécriterioseusa.Es verdad que justamente ese criterio es el que se aduce con el interés por lafelicidadgeneral,conlabenevolenciaaltruistauniversal.Comoseharecordadodelamanodeldeontologismo,elproblemanoessostenereseprincipio(¿quiénpodránegar su conveniencia?), sino sostenerlo como el único. Enparticular, el sentidomoral común advierte los peligros de un principio de tal generalidad sin elcomplementodeotroprincipioquesalvaguardelaindividualidaddelapersona,nopara perpetuar injustos privilegios sino para respetarla, pues las personashumanassonenúltima instancia individuales.Enefecto, es fácil suponerqueunutilitarista sacrificará el bienestar de un inocente (quizá incluso su vida) si ellocontribuye a aumentar la felicidad del conjunto. De manera que la crítica alutilitarismoenestepuntonosebasatantoenloqueéstedice,sinoenloquecalla.Dichodeotramanera,lafelicidaddetodoshadecomprendersecomolafelicidadde todos y de cada uno, pues tratándose de personas, una no vale menos quevarias,nivariasmásqueuna.Estapeculiaridaddelapersonahumana,sudignidadabsoluta,osea,irreductibleaunconjunto,seapoyaenunaconviccióncomúnyesproclamadatantoporlaéticaclásicacomoporautoresmodernos(porejemplo,seexpresaenlafamosafrasede

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Kant en su Fundamentación de lametafísica de las costumbres: «Todas las cosastienen ‘precio’, pero el hombre tiene ‘dignidad’»). En efecto, todas las cosas soncalculablesycanjeables,perono laspersonas.Ynose tratasólodeunacuestióncuantitativa(locualnotendríasentido,comopiensaelutilitarismo),sinodeunaraízcualitativa.Únicamentelapeculiareirrepetibleíndoledelserhumanopuededar cuenta de esa dignidad de que goza; índole no sólo innata, sino tambiéncualificada por sus actos. Esto explica que, aunque el resultado seacuantitativamente el mismo (si es posible hablar así, tal como lo haría unutilitarista), no es lo mismo que un castigo lo sufra un inocente o elcorrespondiente culpable, que sea cualquiera quien perdone una ofensa oprecisamenteelofendido,queelagradecimientosedirijaacualquierpersonaoalrespectivo benefactor, etc. Pero para poder percibir estas peculiaridadescualitativas no precisamente sensibles se requiere ejercer un conocimiento nosensible. Y como es así que el utilitarismo se aferra solidariamente—en casi latotalidaddesusversiones—alempirismo,esa teoríanopuedehacersecargodetalesdatosmorales y ontológicos. Lo cual se echade ver cuando losutilitaristascifranlasaccionesmalasenaquellasqueproducenalgúndañofísicoopsíquicoaotros, o cuandomiden ladignidadde la vidahumanapor la llamada “calidaddevida” según baremos de bienestar material y saludable. (Naturalmente, lospartidariosdelutilitarismomostraránacasogranpesarcuandoellogrodelmayorbienposiblematerialacarreeinevitablessufrimientosdeotrasupuestaíndolenodeseadosdirectamente,perolateoríaexigedesatenderesebuensentimientoynoprofundizarensunaturalezayfundamento).En fin, el utilitarismo se presenta también a sí mismo como la actitudauténticamente responsable por hacerse cargo de las consecuencias de lasacciones,encontraposiciónatododeontologismoquesedesentiendedeellasporsostener férrea y obstinadamente ciertos deberes. MaxWeber ha caracterizadoesta oposición, para él irreconciliable, como la tensión entre la “ética deresponsabilidad”yla“éticadeconvicción”;laprimeraeslasensataylapropiadelos políticos, mientras que la segunda es la inflexible y la propia de los santos[Weber 2002]. Como recuerda Robert Spaemann, esta manera de presentar lascosastraealamemorialaspalabrasdeHegel:«elprincipioquellevaadespreciarlasconsecuenciasdelosactosyelqueconduceajuzgarlosporsusconsecuencias,convirtiéndolas en norma de lo bueno y de lo malo, son, por igual, principiosabstractos». La imagen que ahí se dibuja del deontologismo o de la ética deconvicciónesunacaricaturainexistente.Ningúnsistemamoralpuedepedirqueseactúeprescindiendototalmentedelasconsecuenciasdelosactos,puesesdeltodoimposible definir un acto sin tener en cuenta sus consecuencias, ya que actuarsignificaprecisamenteproducirconsecuencias[Spaemann2007].Eldeontologistaloquenoquiereesproducirunefectoqueconsiderainjustificable,yesagravedades la que expresa el respectivo deber de omitir esa acción; y el utilitarista, porcierto, quiere producir efectos beneficiosos globalmente, pero es asimismoresponsable del efecto inmediato de la acción con la que los produce (con otraspalabras,esresponsabletantodelfinquepersiguecomodelmedioqueparaelloemplea).No se trata, entonces, de atenderonoa las consecuencias, sinodequéconsecuencias son responsablemente aceptables, por su naturaleza o cualidad, ycuálesno.Estaeslaverdaderacuestiónalaqueelutilitarismopretendesiempreescapar, pues carece de criterio para un discernimiento cualitativo y se empeña

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constantementeencálculoscuantitativos.Encuantoalamencionadasimplicidaddelateoría,yasevioqueelutilitarismolaexhibecomounaventaja.Sinembargo,tambiénseadvirtióantesqueelvalorquemereceesasimplicidadesdeltodoambiguo,pueslo importantedeunateoríaesqueseaverdadera,querespondaalarealidad,noqueseasimpleoelegante.Dichasencillez se manifestaba en tres campos: en su enunciado, en la consideraciónpsicológicayenlaidentidaddelaaplicacióntantoenelplanoindividualcomoenelpúblico.Delprimeroyasehahablado,argumentandoquelocriticablenoeselprincipio enunciado por el utilitarismo, sino que se enuncie como el únicoprincipio moral. En lo que se refiere al ámbito psicológico, la crítica surge aladvertirqueelsentidocomúnmoraltienegrandesdificultadesendesprendersedela idea de que la intención de producir felicidad sea, de nuevo, el único factorpsicológico a tener en cuenta en el juicio moral de una persona. No nos dafácilmenteigualquealguienhagaalgoconunosuotrosmotivosacasoañadidosaesa general benevolencia (por ejemplo, alegrándose de un mal en alguienparticularquealapostreciertamenteproduciráunbiengeneral);nitampocoquelas personas actúen bien por casualidad o por convicción y habitualmente.Además,quedapendientecómocompatibilizarelpresuntoaltruismoutilitaristayel egoísmo que en el fondo anima a buscar el placer (incluso el placer queproporcionaelaltruismo).Según lamayoríade losautores,elutilitarismonuncaha logrado una respuesta satisfactoria en este punto, especialmente cuando—comoúltimamentesucede—enelcampodelasociobiologíaseintentaexplicarelaltruismo desde una base biológica; (como hacen, por ejemplo, William. D.HamiltonoRobertTrivers).Perotalvezlacríticaasuvezmássimplees,entercerlugar, la referente a la aplicación tanto individual como social del criterioutilitarista.Enefecto,lasimplicidadenestepuntoestámuylejosdeserverosímil,pues la presunta ventaja de un cálculo más objetivo y sencillo se tornaprácticamente imposible. Ya en la esfera individual, el cálculo de todas lasconsecuencias(enprincipioenunplazoindefinido)detodaacciónalternativayenlosmásdiversosindividuosafectados(cuyaspreferencias,además,puedenvariar)esunaempresamásquehumana.Nodigamosenelforopúblico,dondetodasesasvariablessemultiplicanenormemente.EnelámbitodelajusticiapolíticaautorescomoJohnRawls(1921-2002)hansidomuysensiblesaposiblesefectosdelutilitarismo,queatodosparecenclaramenteinjustos.En concreto,Rawlsvepeligros (queaveces sehanconvertidoen tristerealidad)encualquieradelasdistintasformasdelajusticia:enlajusticiapolítica,elutilitarismoadmitiríadiscriminacionesdecualquiergénerocontaldefomentarelbiendelconjunto;enlajusticiadistributiva,daríaiguallaequitativadistribucióndebienesyderechos,puesloimportanteeselsaldoglobal;yenlajusticiapenal,elutilitarismo permitiría (y ordenaría) castigar a un inocente si con ello seconsiguieraelaltobiendelordenpúblico[42].Otroflancodeobjecionesprovienedelafenomenología,enconcretodeE.Husserl,y se dirigen al carácter hedonista (también para sostener el altruismo) delutilitarismo.Enprimerlugar,Husserlcriticaelhedonismoengeneralsubyacenteatodo utilitarismo señalando que de la universal tendencia la placer no es lícitoextraerlavalidezdelplacercomofinbuenoydebido;confundelodeseadoconlo

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deseable.(Curiosaconfusión,porcierto,paraquienesabrazanlaposicióndeHumesegúnlacualnoeslícitopasardelseraldeber).Elresultadodeestaconfusiónesquelatesisdelatendenciauniversalalplacertiene,paraelhedonista,unsentidosimultáneamente fáctico y lógico-normativo. Identificación de sentidos que elhedonistaderivadelcontrasentidodeunatendenciaquenoacarrearagozoalsersatisfecha. Y Husserl pone de manifiesto dos distinciones esenciales que pasaninadvertidasenestaconfusiónhedonista.Laprimeraesque,aunqueciertamentenoespensablealcanzarunobjetivosinelgozodehaberloalcanzado,elgozoalquesetienderealmentenoeselmismoqueelgozoqueacompañaalaconsecucióndelobjetivo. Sólo el primer gozo es pretendido (por ejemplo, la satisfacción en elaprendizajedeunidioma),noelsegundo(elgozosoreposoenloyalogrado).Yeseprimeroespretendidoporque,enrealidad,espretendidosucorrelato,elvalorquecumplelatendencia.Lasegundadiferenciaesencial—enelfondocontenidaenlaanterior—consisteenquetampocosonlomismoelestadoafectivosubjetivoyelvalor objetivo del bien buscado. El valor es un carácter objetivo unido a un serdado como cierto, y no ingrediente alguno del acto, como lo es el estado delsujeto[43].Pero Husserl también atiende, en segundo lugar, al hedonismo del utilitarismoaltruistaparticularmenteexpuestoporMill.Segúnéste,apartirdelabúsquedadela propia satisfacción se crea, por asociación, un interés haciamotivos altruistasdesligadosyadesuorigen.Setratadeunprocesoanálogoacomoelinterésporloasequible se desplaza al interés por el dinero; o a como alguien busca la famaaunque no le reporte inmediatamente ningún beneficio. Sin embargo, para quehaya traslación asociativa —observa Husserl— el medio, lo que se desplaza otransforma,hadeserneutral.Portanto,lamismamotivacióndirectriz(egoísmo)nopuede,sindejardesertal,trasformarseoverterseenotradecarácteropuesto(altruismo). Y ésta es la quiebra de la argumentación del utilitarismo altruista.Paraelfenomenólogo,laactitudempiristadelhedonismoutilitaristaimpideverlanaturaleza esencial de la motivación, pues para ello es preciso distinguir lamotivación activa dirigida y atraída por lo valioso y la motivación pasiva oasociativadeloneutralociego[44].Semejantes consideraciones fenomenológicas acerca de la intencionalidad ynaturaleza intrínseca de la acción provocaron a lo largo de todo el siglo XXnumerosos estudios sobre la teoría de la acción y la nociónmisma de fin. Unasinvestigaciones que a menudo se han entreverado y catalizado bien con laracionalidadprácticaengeneral,biencondiscusionesenelcampodelaTeologíamoral,comolomuestrabienlaEncíclicapapalVeritatisSplendordelaño1993[45].Porúltimo,enloqueserefiereala justificacióngnoseológicadesupostulado,sevio que todos los utilitaristas sostienen el principio de utilidad como simple eindemostrable, locualresulta lógicoalpensarsecomoelúnico.Ahorabien,unospiensan que es intuido intelectualmente y otros lo abandonan a la preferenciairracional. Ante los primeros cabe replicar: ¿no luce acaso la misma evidenciaintuitivaenotrasconviccionesdelsentircomúnmoralapartedelautilidad?Yalossegundoshabríaque enfrentarles sencillamente con supropiaposición: primeroabandonaron la intuiciónporconsiderarlaprivadaysubjetiva,y luegoconfían lajustificacióndelprincipiodeutilidadalapreferenciasubjetivaeirracionaldecada

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cual. Además, en esa situación, ¿cómo se querrá afirmar como moralmentevinculante una teoría que sólo puede abrazarse por un motivo irracional?; ¿esrealmentedeseabledejarciegamentelamoralpúblicaenmanosdeunateoríaqueno puede aducir argumento racional alguno en su favor?; ¿cómo y quién podríacontrolarla?3.3.3.BalancedelasobjecionesalutilitarismoVerdaderamente,daquepensarqueunadoctrinatansimplecomoelutilitarismosobreviva y mantenga cierta pujanza —aunque claramente cada vez menos, almenosenelmundoacadémico—peseatantascríticasrecibidas.Bienmirado,esosólo puede deberse a que dicha teoríamoral contiene un importante núcleo deverdad. Y así es, en efecto. La benevolencia del mayor número de personas esdesde luego algo deseable; y es cierto que en muchas ocasiones hay fines quejustificanciertosmedios(comocuandounmédicodecideamputarlapiernadeunapersonaparasalvarsuvida,ocuandoelEstadoprivadelibertaddemovimientoaunpeligrosodelincuente).Pero—yasedijo—lanegacióndeotrosdeberesqueencasos necesarios contrarresten éste puede ocasionar graves males moralmentehablando.Ahorabien,enlasobjecionesalutilitarismocasicontinuamentesehanreconocidoesos posibles peligros éticos en virtud del sentido comúnmoral. Pero almismotiempo se ha advertido que el utilitarismo pretende justamente rectificar dichosentido moral, con lo que no se sentirá interpelado por tales críticas. ¿A quéinstancia apelar, entonces, para dirimir la discusión? ¿Qué autoridad posee, enrealidad,elsentircomúnmoral?Heaquí,desde luego,unproblemanuclearde laéticaengeneral: lacuestióndelpuntodepartidade estadisciplina y, almismo tiempo, del criterio al quehadeatenerse toda teoríaética.HasidoeldeontologistaRossquienharecordadoquefilósofosmoralestanclásicosytandistintoscomoAristótelesyKantsosteníanquelas creencias éticas del hombre común no son simples opiniones ciegas, sinoauténtico conocimiento; tesis a la que personalmente se suma. Efectivamente,estostresautores(yenrealidadlainmensamayoríadeloscultivadoresdelaética)entiendenquelafilosofíamoraldebepartirdelaexperiencia;ylaexperienciaenética son las conviccionesmorales que comparecen en la conciencia del sentidocomúnmoral.Naturalmente,asimismoestostrespensadoresadviertendemaneraexplícita que, lógicamente, no todas esas convicciones son fiables y verdaderas.Justoporesolatareade laéticaconsistiráfundamentalmenteenexaminartodasesasopiniones,comprobarlasyensucasociertamentecorregiralgunasdeellas.Siseprescindieradetodoesesuelodelaexperienciaéticacomún,deltestimoniode la conciencia moral, faltaría en primer lugar el motivo de cualquierplanteamientoético.Siserenunciaraaloqueparecebienomalmoralmente,aloque se debe o no se debe hacer, ¿quémovería a plantearse obrar bien omal, ymenosaúnapensarunateoríasobrecómosedebeactuar?Y,ensegundolugar,sise desoyeran esos pronunciamientos interiores, ¿cómo se sabría que una teoríamoralestáenlocorrecto,quemandaloquesedebeyesbueno?Sería imposibletoda crítica y contraste porque faltaría el criterio desde el que podría partir laobjeción.

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Sinduda, el utilitarismo sedefenderá alegandoque supostulado fundamental, yúnico, goza de amplia aceptación en el sentirmoral común, e incluso que lo haextraído de ese sentir demodo intuitivo (almenos en el utilitarismo que no sehayaabandonadoalairracionalidadensufundamentación,comosevio).Pero dicha defensa no tarda en caer por sí misma. Primero, porque aunque esverdadquelautilidadconvistasalafelicidadcolectivaesuncontenidoplausibleparalaintuiciónmoralcomún,elutilitarismoanulatodaslasdemásconvicciones.De manera que ya no puede hablarse de corregir algunos posibles errores elsentidocomún,sinodesustituirosuplantarcasicompletamentelasconviccionesirrenunciablesdelaconcienciamoralespontánea(especialmentelasquesebasanen el respeto a la dignidad de cada persona humana, prohibiendo tratarla comomeromedio para el fin que sea). El utilitarismo resulta, pues, una teoría que seimponealasconciencias(avecesracionalyotrasvecesirracionalmente)yquelesniegaporprincipio toda críticamoral: ¿hayalgunaposturamásarbitrariay,porconsiguiente, inmoral? En segundo lugar, además, la última defensa delutilitarismosedesmoronaporinconsecuente.Enefecto,sisuprincipioesintuitivo,esdecir,sise justificapor laevidencia intuitivaquecompareceúnicamenteenlaconciencia, ¿por qué se rechazan de antemano otros principios (como los queexigen respeto incondicionado a cada persona) que exhiben igualmente, por lomenos, dicha evidencia intuitiva? De modo que, al final, el utilitarismo acabaenarbolandoeldogmatismoinjustificadoqueachacabaatododeontologismo.[1]Toda esta secciónha sido tomada casi de forma integrade: LozanoVásquez,Andrea, Estoicismo, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés(editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line,URL:http://www.philosophica.info/archivo/2011/voces/estoicismo/Estoicismo.html[2]Estobeo,2,75-77.[3]Estobeo2,75.[4]Estobeo2,75.[5]Sobrelasnocionescomunes1061e.[6]Sobrelasnocionescomunes1066d8.[7]DL7,95.[8]Cicerón,Sobrelanaturalezadelosdioses2,154.[9]Toda esta secciónha sido tomada casi de forma integrade: LozanoVásquez,Andrea,Epicureísmo, en Fernández Labastida, Francisco –Mercado, JuanAndrés(editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line,URL:http://www.philosophica.info/archivo/2011/voces/epicureismo/Epicureismo.html[10]CM123.[11] Diógenes Laercio se ocupa expresamente de separar el epicureísmo de ladoctrinadeAristipo,elcirenaico,quesostieneunhedonismomásbásicoenelquesólosereconoceelplacerinmediato,elcinético,comoelúnicoreal.Loscirenaicossonotradelasescuelasfilosóficashelenísticasqueconsideranlafelicidadcomoelobjetoúltimodesuvidayporendedesureflexión.No tienenningún interésencuestionesquenoseanéticasyprácticas,porlocualnotienenunadoctrinafísicaológica,aunqueinsistenenexpresarseescépticamenteconrespectoalaposibilidad

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de conocimiento. Se consideran a sí mismos socráticos. Su doctrina no alcanzómayoraceptaciónysecreequeparalamitaddelsigloIIIa.C.yaeraconsideradaobsoleta.[12]DL10,136-137.[13]CM127-129.[14]CM130,132.[15]DL10,118.[16]Todaestasecciónhasidotomadadeformaintegrade:GarcíaNorro,JuanJosé,Relativismo moral, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés(editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line,URL:http://www.philosophica.info/archivo/2013/voces/relativismo_moral/Relativismo_moral.html[17]Husserl1900:Prolegómenos,§§36;Putnam1981:113-123.[18]Lévy-Bruhl1927.[19]Harris1980:11.[20]Boudon2008.[21]SchopenhauerPreisschriftüberdieGrundlagenderMoral:Motto-[22]Williams1972.[23]Mosterín1981:22-23.[24]Pensamientos,60-294.[25]Historia,III,38.[26]Frag.152.[27]Boas1921;Benedict1934;Herskovits1948;Mead1928.[28] Ensayos, I, XXX. Y concluye: “Esto es más bárbaro que asar y comer a unhombreyadifunto”(ibídem).[29]Ensayos,I,XXX.[30]Lewis1943.[31]Westermarck1932:283-285.[32]Harman1996;Wong1984y2006.[33]Todaestasecciónsehatomadoíntegramentede:Sánchez-MigallónGranados,Sergio, Utilitarismo, en Fernández Labastida, Francisco – Mercado, Juan Andrés(editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line,URL:http://www.philosophica.info/archivo/2012/voces/utilitarismo/Utilitarismo.html[34]Mill2002:CapítuloV.[35]Mill2002:50.[36]Sidgwick1962.[37]Moore1983.[38]Singer1984,Harsanyi1976.[39]Singer1999.[40]Hare1975.[41]Prichard1949,Prichard2003,Ross1972,Ross1994.[42]Rawls1985,Rawls2002.[43]Husserl2004.[44]Husserl2004.[45]RodríguezLuño1996.