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4º domingo pascua

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1. MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a esta Eucaristía del 4º Domingo de Pascua. Caminamos alegres hacia el encuentro con el Espíritu. El día de Pentecostés ya está más cerca. En la parábola del Buen Pastor que se lee en la misa de hoy Jesús nos deja claro que Él es el gran mediador entre Dios y todos los hombres y mujeres de todo el mundo y de todos los tiempos. A Jesús durante toda su vida pública lo hemos visto compartir su vida con el Padre. En muchas ocasiones manifestó a todos lo unido que estaba a Él. Y eso le ayudó a vivir con los hermanos, a mezclarse con los grandes multitudes que no tenían Pastor, a compartir su vida y entregarla muriendo por todos. Su testimonio vital, humano y divino, dejó claro que los dos aspectos fueron inseparables en su misión: amor al Padre y amor por los hermanos. Por eso la frase de: “Yo soy el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas” es como un canto de esperanza para todos los que nos empeñamos en seguir desunidos. Aprovechemos esta Eucaristía para pedir al Buen Pastor que envíe muchos y buenos sacerdote y religiosos que den la vida por los pobres, por los marginados y excluidos de nuestra sociedad.

2. ACTO PENITENCIAL • Señor Jesús, nuestro Buen Pastor, tú entregaste tu vida por tus ovejas, por todos los hombres a quienes

viniste a salvar: R/. Señor, ten piedad de nosotros. • Cristo Jesús, nuestro Buen Pastor, tú conoces a tus ovejas, a toda tu gente, y los que te acogen también te

conocen a ti: R/. Cristo, ten piedad de nosotros. • Señor Jesús, nuestro Buen Pastor, tú tienes todavía otras ovejas que están fuera y quieres que se integren y

pertenezcan a tu rebaño: R/. Señor, ten piedad de nosotros.

3. ORACIÓN COLECTA

Oh Dios, Padre nuestro: Por su propia y libre voluntad Jesús entregó su vida por nosotros para que viviéramos y nos salváramos. Danos valor para escuchar su voz y para seguirle en nuestro caminar hacia ti. Que

nosotros también sepamos reflejar el amor que nos ha mostrado, preocupándonos los unos por los otros con la misma generosa amabilidad que él nos ha mostrado a nosotros. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

4. DIOS NOS HABLA POR SU PALABRA PRIMERA LECTURA

• Comentario Pedro deja claro que Jesús ama a la Iglesia universal, sin excluir a nadie. Por eso un buen seguidor de Cristo tiene que vivir en comunión de amor con los hermanos. Una vez más se nos presenta a Jesús como la piedra angular donde ha de cimentarse la salvación.

CUARTO DOMINGO DE PASCUA 29 abril de 2012

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LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4,8-12 En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: Jefes del pueblo y senadores, escuchadme: porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar que poder ha curado a ese hombre. Pues quede bien claro, a vosotros y a todo Israel, que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar y, bajo el cielo. no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos. Palabra de Dios SALMO RESPONSORIAL (SALMO 117) R.- LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS ARQUITECTOS, ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR. Dar gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Mejor es refugiarse en el Señor, que fiarse de los jefes. R.- Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación, La piedra que desecharon los arquitectos. es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente. R.- Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor. Tú eres mi Dios, te doy gracias. Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. R.-

BUEN PASTOR (Cf 1P 2, 21-25)

Pastor sin engaño, desinteresado, pastor no-violento, pastor inocente, que carga pecados, pecados ajenos. Pastor admirable que entrega su vida, que sube pecados al leño, pastor que derrama su sangre y se hace alimento. Pastor que ahuyenta los lobos temibles y aleja de pastos que tienen veneno. Pastor que vigila en lo alto

nuestros descansos y sueños. Pastor que a todos reanima con su vivificante Aliento. Pastor que extiende y extiende los brazos para reunir a los pueblos. Pastor que a todos conoce, que nos quiere con un amor verdadero. Pastor que hace pastores a ovejas y corderos: ¡Pastor, haznos pastores, suplicamos, según tu Corazón, según tus deseos!

SEGUNDA LECTURA

• Comentario Que somos hijos de Dios no es sólo un pensamiento bonito, sino la más profunda realidad, ya que estamos unidos a Jesús, Hijo querido de Dios. Solamente cuando vivamos a Dios seremos capaces de entender esto. LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN 3,1-2 Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues, ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos: ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es. Palabra de Dios EVANGELIO

• Comentario El evangelio de San Juan nos recuerda hoy que la Iglesia no puede basarse en el poder sino en una vida interior que se traduce en obras de amor, entrega y libertad. Esa vida de perfección es el camino hacia la puerta estrecha de la que nos habla el Jesús. Pero, sobre todo, es un canto profético del propio Cristo para indicarnos que Él es el Único Pastor del único rebaño donde todos juntos debemos vivir en amor, esperanza y paz.

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LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 10, 11- 18 En aquel tiempo dijo Jesús: Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y los dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido de mi Padre. Palabra del Señor

REFLEXIÓN El cuarto domingo de Pascua nos invita a contemplar a Jesús como Buen Pastor: Para hacerlo

adecuadamente hay que recordar que dicha imagen tiene diversas connotaciones en el mundo de la Biblia. En primer lugar, este título se aplica a Dios mismo, que guía y acompaña a su pueblo a lo largo de la historia. Por otro lado, también son llamados así los dirigentes políticos y religiosos de Israel. Ellos, en nombre de Yahvé, debían liderar y gobernar al pueblo. De ahí que Jesús, en un contexto claramente polémico, denuncie a las autoridades judías de su tiempo, declarándose a sí mismo como el único buen pastor de las ovejas. Jesús compara la actitud del buen pastor con la del pastor asalariado. ¿Cómo actúa cada uno de ellos con las ovejas? ¿Por qué lo hace? ¿Qué consecuencias tiene el comportamiento de ambos para el rebaño? En el contexto de esta polémica, Jesús se está comparando a sí mismo con los fariseos, que en vez de servir al pueblo se han servido de él, lo han abandonado a su propia suerte y han mirado sólo por su propio interés. La meditación sobre Jesús como Buen Pastor nos invita, en primer lugar, al agradecimiento. Gracias a su entrega por nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene. Este domingo puede ser también una buena ocasión para agradecer el ministerio pastoral del Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los catequistas….llamados a reproducir en medio de la comunidad la imagen de Cristo Buen Pastor. Recordemos que hoy se celebra la Jornada Mundial de oración por las vocaciones religiosas y sacerdotales. Hoy es el día de rezar por l abundancia de vocaciones pastorales, “porque la mies es mucha y los obreros pocos”…Todo cristiano está llamado a ser pastor de su hermano. Pero hablamos de pastores especialmente consagrados y enteramente dedicados al trabajo pastoral…Pastores para administrar el pan y la palabra; para abrir las fuentes de la gracia; para orar, bendecir, interceder; para ser testigos de Dios, testigos de la resurrección; pastores que se han encontrado con Cristo y quieren ser Cristo-Pastor; que le prestan sus brazos, sus labios y su corazón. Dios sigue llamando. Se necesita capacidad de escucha, generosidad para el seguimiento y cultivos adecuados. Y el primer centro de cultivo y el primer seminario es, sin duda la familia. REFLEXION DE PAGOLA La figura de Jesús buen pastor se convirtió muy pronto en la imagen más querida de Jesús. Ya en las catacumbas de Roma se le representa cargando sobre sus hombros a la oveja perdida. Nadie está pensando en Jesús como un pastor autoritario dedicado a vigilar y controlar a sus seguidores, sino como un pastor bueno que cuida de ellas. El "pastor bueno" se preocupa de sus ovejas. Es su primer rasgo. No las abandona nunca. No las olvida. Vive pendiente de ellas. Está siempre atento a las más débiles o enfermas. No es como el pastor mercenario que, cuando ve algún peligro, huye para salvar su vida abandonando al rebaño. No le importan las ovejas. Los relatos evangélicos lo describen preocupado por los enfermos, los marginados, los pequeños, los más indefensos y olvidados, los más perdidos. No parece preocuparse de sí mismo. Siempre se le ve pensando en los demás. Le importan sobre todo los más desvalidos. Pero hay algo más. "El pastor bueno da la vida por sus ovejas". Es el segundo rasgo. Hasta cinco veces repite el evangelio de Juan este lenguaje. El amor de Jesús a la gente no tiene límites. Ama a los demás más que a sí mismo. Ama a todos con amor de buen pastor que no huye ante el peligro sino que da su vida por salvar al rebaño. Por eso, la imagen de Jesús, "pastor bueno", se convirtió muy pronto en un mensaje de consuelo y confianza para sus seguidores. Los cristianos aprendieron a dirigirse a Jesús con palabras tomadas del salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me falta... aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo... Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida".

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Los cristianos vivimos con frecuencia una relación bastante pobre con Jesús. Necesitamos conocer una experiencia más viva y entrañable. No creemos que él cuida de nosotros. Se nos olvida que podemos acudir a él cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas o perdidos y desorientados. Una Iglesia formada por cristianos que se relacionan con un Jesús mal conocido, confesado solo de manera doctrinal, un Jesús lejano cuya voz no se escucha bien en las comunidades..., corre el riesgo de olvidar a su Pastor. Pero, ¿quién cuidará a la Iglesia si no es su Pastor?

José Antonio Pagola

5.- ORACIÓN FINAL

BUEN PASTOR, MAL REBAÑO

Dime, pastor, pastor bueno, ¿por qué estás preocupado?, ¿por qué te sientes tan triste, mirando a uno y otro lado? ¿Qué le pasa a tus ovejas? ¿Algún peligro al rebaño? ¿Hay escasez de alimentos? ¿Un camino equivocado? Dime, pastor, pastor fuerte,

¿qué le pasa a tu rebaño? El rebaño está seguro y no hay lobo que haga estrago. Las ovejas están sanas, yo las curo con cuidado. No les falta el alimento, la bebida y el buen pasto. Tampoco se sienten solas,

conocen bien mi cayado. Yo les colmo de ternuras, del cariño necesario. ¿Por qué entonces estás triste, que casi veo tu llanto? Me entristecen las ovejas que se apartan de mi lado, se entretienen con sus cuentos, ni siquiera me hacen caso. Se cansan de mis palabras y se buscan otros pastos. Les ofrezco un buen banquete, pero dicen que está rancio. ¿No seré yo buen pastor? ¿Estaré ya desfasado? Hay numerosas ovejas que se escapan a otros campos, buscando experiencias nuevas siguiendo pastores falsos.

Mi rebaño disminuye. Siento gran pena y angustia por la oveja que ha marchado; temo que pueda comer los pastos envenenados. Entre las pocas que quedan hay también mucho pecado: se envidian y se dividen y caminan con retraso. Hay muchísimas ovejas que no son de mi rebaño, quiero que todas se pongan bajo mi dulce cayado. Comprendo bien, buen pastor que te sientas apenado. Quiero quedarme contigo y atender a tu rebaño.