5. Circularidad Revisitada Cecchin

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La circularidad revisitada por Cecchin. Un interesante extracto de lectura para continuar estudiando la Terapia Sistémica.

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  • NUEVA VISITA A LA HIPOTETIZACIN, LA CIRCULARIDAD Y LA NEUTRALIDAD: UNA INVITACIN A LA CURIOSIDAD1

    Gianfranco Cecchin, M.D.

    Este ensayo examina los principios sistmicos gula de la neutralidad, hipotetizacin y circularidad,

    histricamente desarrollados por el Equipo de Miln, compuesto por Selvini-Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Prata (12, 13). Con la reorganizacin de estos miembros del equipo (ver 11 para el resumen de la divergencia entre el equipo de SelviniPalazzoli y Prata, y el equipo de entrenamiento encabezado por Cecchin y Boscolo), han evolucionado diferentes reconstrucciones de los principios sistmicos originales. Ahora se hizo posible una nueva comprensin de los conceptos de circulardad, hipotetizacin y neutralidad, dada la epistemologa sistmica en la que se asentaba el temprano modelo de Miln. Sin embargo, cabe enfatizar que las ideas presentadas en este ensayo estn mayormente asociadas con el trabajo sistmico del equipo de Cecchin y Boscolo.

    A lo largo de los aos, numerosas discusiones destacaron convincentemente que es imposible permanecer

    neutral respecto del lenguaje. Todo comportamiento, incluyendo el lenguaje, tiene una carga poltica. Cualquier accin particular ayuda a organizar y restringir los posibles patrones de la interaccin social (15). Dicho de otro modo, el comportamiento de uno est siempre en relacin con el comportamiento de otros, "actuamos en relacin".

    La neutralidad Aceptando nuestra inhabilidad de actuar en forma neutral y no-poltica, el trmino "neutralidad" fue

    originalmente usado para expresar la idea de evitar activamente la aceptacin de cualquier posicin dada como siendo ms correcta que otra. De este modo, la neutralidad fue empleada para ayudar a orientar al terapeuta hacia una epistemologa sistmica. Sin embargo, el resultado fue que muchos terapeutas consideraron la neutralidad como el cultivo de una posicin de no-involucramiento, de no tener opiniones fuertes, de no asumir responsabilidades cuando era necesario -o sea, cultivar la posicin fra e indiferente de un relativista-.

    Para evitar la trampa de sobresimplificar la idea de la neutralidad, propongo describirla como un estado de curiosidad en la mente del terapeuta, la curiosidad lleva a la exploracin e invencin de puntos-de vista y movimientos alternativos, y los diferentes puntos de vistas engendran curiosidad. En esta forma recurrente, la neutralidad y la curiosidad se contextualizan la una a la otra en un compromiso para con las diferencias evolutivas, con el concomitante distanciamiento de cualquier posicin particular.

    El uso de algunos conceptos centrales de Maturana puede asistimos en esta revisin lingstica del significado de la neutralidad. La enseanza, el entrenamiento y la terapia son contextos que utilizan el lenguaje, creando y orquestando descripciones (8). Algunas veces nuestras descripciones sugieren una explicacin lineal que toma la forma de "causa y efecto Estas descripciones lineales se convirtieron en la manera habitual de mirar el mundo. Esto no es necesariamente problemtico; reconocemos con facilidad que el pensar lineal puede ser til en una situacin apropiada.

    Por ejemplo, cada vez que tratamos de explicar nuestro comportamiento, encontramos, tpicamente, que las descripciones causales son las ms satisfactorias: llegu tarde a nuestra cita porque estaba enojado contigo. Esta declaracin, falsa o verdadera, tiene poca importancia para la mayora de nosotros en nuestra interaccin diaria. El criterio que generalmente aplicamos en estas situaciones es el de la utilidad. A nivel pragmtico, generalmente nos interesa ms la utilidad de nuestra explicacin acerca de nuestro comportamiento que su valor como verdad.

    Aqu, la utilidad se refiere al potencial dar una explicacin a fin de que nuestro mundo (nuestras interacciones) nos sean comprensibles, tal vez para ayudamos a cambiar o, por lo menos, comprender el cambio o la falta del mismo.

    Co-Director, Centro Milanese di Terapia della Famiglia, Via Leopardi 19,20123, Milano, Italia. 1 Este e artculo ha sido previamente publicado por Family Process. Vol. 26, Ng 4 diciembre, 1987, pg. 405413. Traduccin

    revisada por Cecile R. Herscovici.

  • Sin embargo, el problema es que, histricamente, hemos empaado la distincin entre utilidad y verdad. Lo til es lo que la comunidad /lega a creer que es verdico.

    Como clnicos deberamos aceptar las explicaciones lineales siempre que no creamos en ellas, porque este tipo de orientacin descriptiva del mundo, de causa y efecto, no nos ayuda a construir un marco de curiosidad. Las explicaciones lineales, tal como lo demostr Bateson (1), tienen el efecto de terminar el dilogo y las conversaciones: "Por qu cae una manzana?. "A causa de la gravedad. La descripcin de la cada de una manzana est explicada, apretada dentro del marco de la causalidad. Cuando suponemos que ya tenemos una explicacin, a menudo dejamos de buscar otras descripciones. As, renunciamos a una postura de curiosidad porque creemos haber "descubierto una descripcin que "encaja; las descripciones tienden a ayudamos a evitar una postura neutral ya que no estimulan nuestra curiosidad.

    Una conclusin que puede ser sacada de esta observacin, es que deberamos evitar totalmente las descripciones. Por supuesto, esto es imposible. En la prctica, descripciones y explicaciones son repetidamente entrelazadas y confundidas. Por ejemplo: el esfuerzo de un terapeuta para explicar el proceso que organiza la acalora-da pelea de la pareja depende, tpicamente, de la descripcin de cmo la mujer actu de un modo, mientras el marido actu de otro modo. De manera similar la descripcin de la conducta humana por un conductista, es, en trminos de estmulo y respuestas, las que posteriormente se convierten en explicaciones de la conducta (5).

    Una explicacin no es necesariamente problemtica. Sin embargo, cuando creemos que nuestras explicaciones son, o bien veraces o falsas, nos resulta fcil creer que ciertas conexiones causales son ms correctas que otras. Por desgracia, esto nos lleva la conclusin global de que la compleja interaccin humana puede ser reducida y trivializada hasta convertirse en algunos sencillos postulados de procedimiento.

    La perspectiva alternativa es aquella que celebra la complejidad de la interaccin e invita a tomar una orientacin polifnica respecto de la descripcin y explicacin de la interaccin. Si adoptamos este encuadre de encuadres, abandonamos el intento de determinar si las explicaciones son verdicas o falsas. En cambio, un proceso evolutivo de inventar mltiples puntuaciones de un comportamiento, interpretaciones, eventos, relacin, etc., ayuda a desarrollar una visin ms sistmica (3).

    Qu es lo que alienta el desarrollo de mltiples perspectivas y voces? Volvemos nuevamente a la idea de que la curiosidad facilita el desarrollo de la multiplicidad y de la polifona. En esta orientacin sistmica generamos descripciones dentro de un marco de curiosidad ms bien que dentro de un marco de explicaciones verdicas y falsas.

    Esttica/patrones

    Otra idea central al desarrollo de un estado de curiosidad es el concepto de la esttica. Al describir a los artistas, a los que estaba enseando en la Escuela de Bellas Artes de California, Bateson reconoci que "respondan al patrn que conecta (2, pg. 8). Una orientacin hacia el patrn, opuesta . a la orientacin hacia entidades discretas, es ms sugestiva del mbito artstico. Por otro lado, la ciencia ha sido histricamente caracterizada como enfatizando comparaciones cuantitativas de entidades discretas.

    El desplazamiento hacia la esttica en la terapia subraya nuestra sensibilidad al patrn. "Una base esttica... requiere que tengamos el valor de construir y encontrar diferencias (6, pg. 198), Y proporcionar "un marco contextual para la accin prctica (p. 8). Esta propuesta est vinculada a la discusin sobre la curiosidad ya mencionada. Adoptar una orientacin esttica hacia el estudio de la interaccin, no slo traslada nuestro foco hacia el patrn, sino que tambin enfatiza la multiplicidad de posibles patrones. Mientras existe una pluralidad de alternativas, podemos mantener un estado de curiosidad. Esta curiosidad aumenta merced a la excitacin de tener miles de "historias aplicables para describir una interaccin. Por medio de la mirada de historias comenzamos a ver la descripcin y la explicacin subsiguiente de manera ms neutral.

    Supongan que estamos conduciendo una entrevista inicial con una familia que se defini como necesitada de terapia. Si creemos que hay una descripcin de la interaccin que explicar el problema de la familia, probablemente buscaremos la mejor descripcin entre las que nos fueron proporcionadas por los miembros de la familia. Esto puede significar la aceptacin de la descripcin ofrecida por un miembro, sin tomar en cuenta la de otros. O bien, puede significar una combinacin de las descripciones de todos o de algunos de los miembros, a fin de formar la descripcin correcta. Finalmente, podra significar que el/la terapeuta suministre su propia descripcin (utilizando tal vez partes de la descripcin de uno/algunos/todos los miembros de la familia). En esta situacin, nuestra curiosidad se concentra en descubrir cul de las descripciones provee la explicacin ms lgica. Este tipo de curiosidad puede ser apropiadamente llamada "explicacin cientfica en el sentido tradicional.

  • Por otro lado, si aceptamos la orientacin esttica, perdemos el inters en descubrir la mejor descripcin y/o explicacin del problema familiar. En cambio nuestro enfoque sobre un patrn genera una especie de curiosidad acerca de cmo se ajustan entre s las descripciones de los miembros de la familia)Cmo se ajustan con nuestras propias descripciones clnicas? Cmo es que estas descripciones particulares son similares? Cmo es que estas descripciones particulares son diferentes? A qu vienen esas descripciones en este momento? Cules descripciones se ofrecieron en puntos ms tempranos en la historia familiar? Qu descripciones podran ser construidas en el futuro? y as seguido. Observen el alto nivel de curiosidad generada por un marco esttico. No estamos seleccionando la mejor descripcin. Ms bien estamos buscando un patrn a fin de descubrir de qu modo estas descripciones se ajustan entre s. A medida que sentimos ms curiosidad acerca de las posibles formaciones de patrones, nuestro anlisis se torna ms estticamente placentero.

    Aqu podemos ver que los patrones crean un estado mental que podramos llamar neutralidad. La neutralidad, a su vez, se describe mejor como un estado de curiosidad. Si somos curiosos, actuamos de cierto modo frente a los sistemas que estamos estudiando. Esta es la clase de actuacin que lleg a ser definida como neutral. Cuando nos sentimos curiosos acerca de los patrones o relaciones entre ideas, gente, eventos y comportamientos, perturbamos (8) el sistema con el cual estamos interactuando pero en formas diferentes de las perturbaciones basadas en nuestros intentos de descubrir la descripcin/explicacin correcta (o sea conexiones causales).

    Especficamente, recurriendo al trabajo de Maturana (8), el tipo de curiosidad producido por el marco causal incorpora la nocin de "interaccin instructiva"; la curiosidad dentro del marco esttico no lo hace. La interaccin instructiva puede describirse como actuando "como si algunos individuos instruyeran a otros individuos acerca de qu hacer y cmo hacer lo que hacen" (4, pg. 246).

    Si creemos en la interaccin instructiva, tratamos de cambiar a la gente dirigindola. Esto se puede lograr solamente cuando tenemos una descripcin "exacta" del problema. Esta es la orientacin de la ciencia e ingeniera lineal tradicional. Por otra parte, una ciencia esttica centrada en la curiosidad "abandona" el intento de dirigir a la gente.

    Adems, podemos notar que la curiosidad y la preocupacin esttica por el patrn, generan respeto, casi del mismo modo que el respeto genera un sentido de curiosidad y de esttica. En la vida diaria, la mayora de la gente no siente curiosidad (en el sentido neutral) acerca de gente, eventos, ideas o comportamientos para los cuales no siente respeto. Y, recursivamente, es tpico que no sintamos respeto por gente, eventos, ideas o comportamientos que no despiertan nuestra curiosidad. Desde luego que podramos identificarnos como curiosos respecto del comportamiento de una persona que no respetamos. Empero, esta curiosidad es de sentido lineal puesto que se orienta a "descubrir" y, por consiguiente, a "explicar" por qu esa persona se comport de tal manera. En estas situaciones estamos interesados, tpicamente, en "descubrir" ms y ms evidencia de que nuestra falta de respeto es "correcta" y "bien fundamentada".

    Por otra parte, la curiosidad desde una perspectiva esttica (que es la clase de curiosidad que nos interesa desde el punto de vista sistmico), est basada en la nocin que cada sistema tiene una lgica en su interaccin. Esta lgica no es ni buena ni mala, ni correcta ni incorrecta. Es, simplemente, operativa. Desde esta perspectiva respetamos la integridad del sistema. Y, nuevamente, nuestro respeto hacia el sistema acrecienta nuestra curiosidad acerca de cmo ideas, comportamientos y eventos participan en la creacin y el mantenimiento de la integridad del sistema. Respetar un sistema significa que actuamos hacia el sistema con la recurrente comprensin de que el sistema simplemente hace lo que hace y que esta accin es la misma que lo hace.

    Tambin es necesario reconocer los lmites de lo que sabemos acerca de los sistemas humanos. Especficamente, las situaciones sociales y el estilo de vida familiar cambian con el correr del tiempo. Slo sabemos lo que ocurri en el pasado; no sabemos cules sern los patrones culturales del futuro. Por lo tanto, no podemos ensear a una pareja cmo ser una pareja, a un padre cmo ser un padre y al nio cmo ser un hijo o una hija.

    Como terapeutas familiares no podemos inventar una familia. Lo que mejor hacemos es traer a la luz patrones mediante la interaccin con la familia. No podemos pensar en nosotros mismos como en maestros que ensean a la familia mejores guiones a fin de ser familias. Sin embargo, al no saber cul guin especfico tendr xito en una familia especfica, slo nos queda interactuar de alguna manera que tal vez perturbar al sistema de tal forma que encontrar su propio guin nuevo (o reescrito). Por lo tanto se vuelve necesario un marco esttico, para que dentro de l se pueda realzar la curiosidad.

    Desde esta perspectiva, el respeto por el sistema no es una posicin de control social (pese a que ciertamente deberamos reconocer y aceptar nuestra obligacin legal de actuar en ese rol), sino una posicin desprovista de control social y de interaccin instructiva. En lugar de concentramos en ensear, podemos concentramos en aprender, en el

  • sentido que, mediante la interaccin (entrevistando en el contexto clnico) generamos ms curiosidad que realza al aprendizaje.

    Responsabilidad y control social

    Por desgracia, la mayora de nosotros fuimos criados en un contexto social en cual la responsabilidad se confunde con el control social. En la prctica teraputica se nos pide que nos centremos en el comportamiento considerado inmoral y/o ilegal por la sociedad. Por ejemplo, si sospechamos o tenemos conocimiento de un incesto en una familia que estamos tratando, es nuestra responsabilidad social el ser organizados por esa informacin y actuar como contralores sociales. Al aceptar el requerimiento de servir como contralores sociales, nos coloca en una posicin en la que resulta difcil mantenemos neutrales porque perdemos fcilmente nuestro sentido de curiosidad. Perdemos nuestra perspectiva esttica. Dejamos de buscar patrones)" dejamos de barajar la multiplicidad de patrones. Regresamos a explicaciones perezosas de los comportamientos discretos, tildndolos de malos, incorrectos, inmorales, etctera.

    Por desgracia no podemos ignorar totalmente las construcciones sociales impuestas por sistemas legalsticos, sociales y culturales. El incesto est denunciado como crimen. Cuando estamos limitados a trabajar con la construccin social del crimen, debemos reconocer que no podemos actuar teraputicamente, sino que estamos, ms bien, constreidos a actuar legalmente. Estamos en una posicin diferente frente al sistema.

    Si aceptamos la posicin legal, cmo podemos responder a la necesidad de ser teraputicos? Volviendo a nuestro argumento anterior, debemos co-desarrollar un sentido de curiosidad que difiere del sentido de moralidad lineal. En muchos casos, trabajar con un equipo teraputico nos ayuda a actuar tanto legalmente como teraputica-mente. El equipo, alejado de la interaccin directa con la familia, queda libre para hipotetizar y cuestionar las premisas y creencias de la familia. Durante las conferencias con el equipo, ell1a terapeuta puede desarrollar su curiosidad. Para aquellos de nosotros que no podemos damos el lujo de trabajar con un equipo, los colegas y amigos se tornan importantes ya que nos pueden ayudar a construir un contexto teraputico neutral. Amigos, colegas y miembros de equipos pueden ayudar a liberar al clnico, a fin de que pueda actuar en mltiples formas que incluyan ser legal y moral y que aumenten su curiosidad.

    Sntomas de la no-neutralidad Cuando el/la terapeuta se desplaza de la posicin sistmica experimenta menos curiosidad. Afortunadamente,

    existen varios sntomas que indican el deslizamiento desde un marco esttico, sistmico y polifnico, hacia un marco lineal y monofnico. La siguiente discusin presenta dos clases de sntomas: el aburrimiento y la experiencia psicosomtica.

    El aburrimiento

    El aburrimiento ocurre con frecuencia cuando sentimos como si fcilmente sabemos lo que est ocurriendo. Los casos clnicos se convierten en cliss ms bien que en metforas estimulantes. En otras palabras, no hay ninguna nueva informacin que signifique algo para el terapeuta. Por ejemplo, imagnese que est jugando a un sencillo juego de naipes con un nio. Siendo adulto, resulta fcil sentirse aburrido debido a la sencillez del juego, porque ya conocemos todas las estrategias. Adems, los nios, cuando estn aprendiendo a menudo muestran sus cartas a sus oponentes porque todava no han aprendido la estrategia del encubrimiento. As, al adulto no se le ofrece ninguna informacin nueva. El juego es interesante slo cuando el nio trata de inventar nuevas reglas mientras juega, Y slo entonces nos sentimos menos aburridos ya que de ese modo se introduce nueva informacin en el sistema.

    En el contexto clnico se encuentra a menudo una situacin similar. Frecuentemente sentimos como si .supiramos. lo que hacen los miembros familiares, cmo piensan o cmo llegaron a la situacin actual. Llegados a tal punto, sentimos que cualquier informacin proporcionada por las historias y descripciones de los miembros de la familia es redundante. Dejamos de escuchar. Nos identificamos como aburridos por la familia, y si la familia nos

  • aburre, es natural sentimos intiles en nuestra profesin y, por consiguiente, en nuestras vidas. A veces la persistente fantasa-sntoma toma la forma de "qu lindo sera ser plomero" o "qu lindo sera si fuera empleada en una confitera.

    Tambin podemos definir al aburrimiento como un sntoma de no-neutralidad. Si el permanecer neutral significa mantener una postura de curiosidad y deleitarse con la invencin Y descubrimiento de mltiples patrones, entonces la falta de neutralidad implica el abandono de nuestra curiosidad creyendo que hemos descubierto la interpretacin correcta, e ignorando los patrones alternativos por conocer. En este escenario actuamos como "trivializados. obreros de una fbrica. Sacrificamos la esttica de la terapia sobre el altar de una visin simplista de la condicin humana.

    Sntomas psicosomticos

    La segunda clase de sntomas es aquella de la experiencia psicosomtica. Esta tambin se encuentra relacionada con la no-neutralidad. Los dolores de cabeza son probablemente la expresin ms comn, a pesar de que la transpiracin, presin alta y dolor de espalda son tambin quejas frecuentes. Cada terapeuta debera aprender a reconocer sus respuestas psicosomticas. Una secuencia tpica puede incluir un conflicto entre el terapeuta y el contexto en el cual l/lla trabaja. Si los terapeutas trabajan para una institucin legalmente subordinada al mandato de tratar slo a familias que necesitan control social (por ej.: incesto o drogadiccin), es fcil que pierdan su posicin teraputica Y se conviertan en una nulidad en trminos de lo que haban sido entrenados para hacer. Si Ios/las terapeutas sienten que no pueden ser teraputicos, probablemente sentirn que no tienen valor alguno. Sin embargo, al mismo tiempo y en virtud de su profesin, deben defender a la familia contra la sociedad y, a menudo, contra s misma.

    En tal contexto, la institucin est en contradiccin directa con la idea de un marco esttico. La curiosidad del terapeuta es fcilmente sofocada. En estos casos colegas y/o amigos a veces ayudan a regenerar la curiosidad del terapeuta preguntando simplemente por qu l o ella tienen tan mal aspecto. Tales preguntas, cuando son sentidas como preocupacin, ayudan al terapeuta a iniciar nuevas preguntas y a renovar su curiosidad con el fin de encontrar nuevos patrones.

    Una de las estrategias para manejar este sntoma de no-neutralidad, es hacer lo que exige el contexto o sea actuar como agente del control social, pero, simultneamente, evitar asumir toda la responsabilidad de controlar el problema. Asumir plena responsabilidad para controlar el problema de la familia significa suponer que el trabajo del terapeuta es instruir. Hacerse cargo del problema es limitador; oculta la habilidad de sentirse curioso acerca del contexto. Hacerse cargo Y actuar teraputicamente responsable no son la misma cosa. La responsabilidad del terapeuta comienza con ver su propia posicin en el sistema. Muchas veces esto significa simplemente reconocer el poco poder que uno tiene y, al mismo tiempo, conservar el respeto por el sistema. Nuevamente, la curiosidad ayuda a crear un puente entre estos reconocimientos distintos.

    Consideren la posicin de intentar encargarse totalmente del problema. Con demasiada frecuencia esto acarrea un sentido de indignacin moral. Para tener el derecho de control sobre la gente, debemos sentimos moralmente superiores. O sea, debemos sentimos como alguien que lo sabe todo, que reconoce el mal y el bien y que puede indicar el camino correcto. Las familias a menudo esperan de nosotros que actuemos de ese modo (por ej.: familias que estn en tratamiento por incesto, esperan vemos fruncir el ceo ante tal conducta). Sin embargo, al sentimos moralmente indignados asumimos la responsabilidad de intervenir para que esa conducta inmoral no se repita. En lugar de buscar recursos (que es lo que el terapeuta tradicionalmente trata de hacer) gastamos nuestro tiempo tratando de controlar a la familia. Dejamos de buscar recursos dentro de la propia familia porque estamos demasiado ocupados rotulando el patrn como correcto o incorrecto.

    An seguimos confrontando un dilema. Si no disuadimos el comportamiento de la familia quin lo har? Una forma de manejar el asunto del control social es empezar por la suposicin de que vivimos en un mundo lleno de violencia. Esta es, obviamente, una posicin moralstica. Por otra parte, si arrancamos desde la perspectiva de la curiosidad, llegamos a dos importantes observaciones: a) el sistema con que tratamos est vivo y, por lo tanto, algo debe funcionar; y b) si hay violencia en la familia no significa necesariamente que el terapeuta tiene el derecho de

  • ser a su vez violento con la familia. La violencia puede no ser esttica en y por s misma, pero es ciertamente un patrn. No todos los patrones son estticamente placenteros2

    El trabajo del terapeuta es ayudar al sistema familiar a desarrollar patrones ms estticos. Nuestro trabajo como terapeutas incluye ayudar a que los sistemas parezcan lgicos. En primer lugar esto requiere aceptarlas tal como son. Esto no significa que no aspiremos al cambio -particularmente en patrones identificados por nuestra cultura como inmorales o ilegales. Debemos recordar que esperar un cambio es una consecuencia inevitable de vivir en una cultura que cre la profesin de "terapeuta". El cambio, desde la perspectiva esttica, ms probablemente tenga lugar cuando el sistema no est instruido directamente, sino ms bien cuando se le ofrecen opciones diferentes. Demostrar la lgica de un sistema, incluyendo el violento, slo puede ser logrado a travs de una postura de curiosidad y un enfoque esttico al observar una amplia variedad de patrones. La confirmacin de la lgica en un sistema, basada en una postura de neutralidad, es una estrategia que difiere del juicio rgido y posteriores esfuerzos para corregirlo.

    Hipotetizando La curiosidad nos impulsa a continuar buscando descripciones y explicaciones diferentes aun cuando no

    podamos imaginar de inmediato la posibilidad de que existan otras. En este sentido la hipotetizacin est conectada con la curiosidad. La hipotetizacin tiene que ver ms con la tcnica. La curiosidad es una postura, mientras la hipotetizacin es lo que se hace para tratar de mantener esa postura.

    Una manera de generar hiptesis tiles, es el uso de la metfora del relato de las historias. Las familias son maravillosas narradoras de historias porque tienen guiones tan interesantes para describir. Llegan a la terapia con esos guiones apretadamente escritos. Su problema es que sus guiones no los ayudan a funcionar del modo que ellos consideran til. Como clnicos, ofrecemos a la familia nuevos guiones (basados en nuestras hiptesis) a los cuales la familia responde adaptando su propio guin, el que, a su vez, nos ayuda a cambiar el nuestro, y as seguido. Cuando nos sentimos incapaces del desarrollar hiptesis, sabemos que hemos (aceptado el guin de la familia y perdido as nuestro sentido de curiosidad.

    Sin embargo, el tratamiento clnico de las familias no es el nico contexto en el cual resulta difcil generar hiptesis. Hemos notado que los estudiantes frecuentemente encuentran difcil captar la idea de formar hiptesis o de hipotetizar acerca de un sistema. Esto ocurre probablemente porque hemos sido educados en un contexto cultural en el cual la creencia comn es que los maestros saben ms que los estudiantes. Nos inclinamos a respetar a "aquello que es". Resulta difcil desarrollar un estado de curiosidad dentro de este tipo de contexto. El respeto por la autoridad, al punto de sentimos incapaces de influenciar o cuestionar la posicin de la autoridad, es una seal de pensamiento lineal, el cual es, adems, marcado por creer en lo que dice la familia. Es imposible ser curiosos cuando somos "verdaderos creyentes".

    La historia del mundo occidental se caracteriza por nuestra bsqueda de explicaciones exactas. Con semejante historia, no es sorprendente que a todos nos resulte difcil generar hiptesis, lo cual requiere la suspensin de la bsqueda de una explicacin. En el trabajo del Equipo de Miln de los primeros tiempos (12), se sugiri que "la tirana del condicionamiento lingstico era parte de esa herencia. Para ayudamos a superar explicaciones lineales se sugiri evitar el uso del verbo autoritario "ser". Cuando describimos a la gente, eventos y creencias como "siendo", tendemos a dejar de buscar hiptesis en lugar de actuar en forma de dilogo: desafiando constantemente las historias/hiptesis de las familias y nuestras propias historias/hiptesis previas.

    La circularidad La circularidad, junto con la hipotetizacin, es una tcnica alimentada por la curiosidad. Es una tcnica

    empleada en el desarrollo de las hiptesis y en el sostenimiento de la neutralidad. Hay muchas bellas discusiones acerca de la tcnica del interrogatorio circular y tipos de preguntas circulares (7, 9, 10, 14). En lnea con la presente discusin, el interrogatorio circular puede entenderse como un mtodo con el cual el clnico crea curiosidad dentro del sistema familiar y del sistema teraputico. Pueden observarse consecuencias interesantes que surgen de la construccin de un contexto mediante el proceso interrogativo, merced al cual la familia misma puede tornarse algo neutral hacia sus propias hiptesis.

    2 Desde esta perspectiva, la violencia teraputica es definida como un intento del terapeuta de instruir a la familia segn

    su propio patrn. Esto es consistente con la definicin que hizo Maturana (8) de la violencia: estar tan convencido de tener una opinin verdadera que la opinin de otro es falsa y debe cambiar.

  • El interrogatorio circular ofrece la posibilidad de socavar el sistema de creencias familiares que est asentado en verdades y el uso continuo del verbo ser (Mi hijo es perezoso"; "Mi hija es obstinada"; "Mi padre es un alcohlico"). Las preguntas circulares socavan el sistema de creencias de la familia usando el lenguaje de relacin y no el de "qu es". Eso se puede hacer por medio de preguntas que comienzan con un "si", y preguntas orientadas al futuro (por ej.: "Si tu madre dejara de preocuparse por ti, qu hara tu padre?"). Estas preguntas implican patrones y no hechos. En el momento en que una pregunta sacude el sistema de creencias crea oportunidades" para nuevas historias.

    En suma, estos tres principios: hipotetizar, circularidad y neutralidad pueden ser vistos como recurrentemente entrelazados de modo que la neutralidad proporciona el contexto para formar muchas hiptesis. A su vez las mltiples hiptesis suministran un contexto para ver patrones circulares (opuestos a relaciones lineales de causa y efecto), y hacer preguntas circulares. La tcnica del interrogatorio circular su usa para desarrollar, refinar y descartar hiptesis acerca de la familia, lo cual ayuda a construir un contexto de curiosidad y neutralidad.

    Ver las relaciones entre estos principios bsicos, sugiere que cuando las preguntas circulares no ayudan a generar hiptesis, nos hemos mudado al mbito de la tcnica y perdido nuestro sentido de curiosidad. De modo similar, cuando las hiptesis dejan de ayudarnos a formular preguntas circulares o no nos ayudan a mantener el sentido de curiosidad, probablemente hemos tropezado con una hiptesis en la que estamos muy dispuestos a creer y aceptar (como decimos generalmente, nos "casamos con nuestra propia hiptesis) -lo que representa una seal muy molesta para un terapeuta sistmico-. Y, finalmente, cuando nuestra posicin neutral deja de ayudamos a generar hiptesis, hemos perdido, sin duda alguna, nuestra curiosidad y nos hemos convertido en contralores sociales.

    Si somos curiosos, cuestionamos las premisas -nuestras propias y las de la familia que tratamos-. La interaccin de la familia con nosotros debera facilitar el cuestionamiento de nuestras propias premisas. No slo estamos interviniendo en su sistema, sino que las familias tambin intervienen en nuestro sistema ayudndonos a ser mejores pensadores sistmicos. La idea de una relacin entre la neutralidad, la hipotetizacin y la circularidad como principios bsicos, propone un marco que nos invita a ser ms curiosos acerca de los sntomas en la terapia, tanto de las familias como del terapeuta.

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