Yo considero que el aspecto más difícil de aplicación de la convención de los derechos del niño según la lectura de E. Durán, es el que concierne a la universalidad de los derechos versus las diferencias culturales, dado que se presentan desacuerdos entre culturas acerca de prácticas que pueden ser un riesgo para la integridad de los niños, sin embargo dentro de la una comunidad donde estas son llevadas a cabo, estas son concebidas como creencias importantes, lo anterior es abordado en la lectura de la siguiente manera “Los derechos humanos, fruto de la cultura occidental, con frecuencia entran en contradicción con cosmovisiones y prácticas de otras culturas”. Es evidente que esto es un punto controversial, en este punto de corte todos estamos llamados a reflexionar acerca de la postura que tomamos en la discusión y pudiéramos asumir una posición de diálogo para concertar que es lo que conviene a la población infantil.