10
63 Vejez y envejecimiento en perspectiva histórica: Retos de un campo en auge 1 David—Sven Reher A menudo las prioridades para la investigación histórica vienen determinadas por los intereses y preocupaciones de la sociedad contemporánea. Aunque tal vez los historiadores quisiéramos que fuese diferente, esta influencia suele tras- ladarse desde la sociedad actual hacia la inves- tigación histórica, y los efectos para nuestra disciplina suelen surgir después de un mayor o menor lapso de tiempo. Es inútil intentar librarse de esta influencia —siempre se ha dado— aunque tal vez sería deseable que el lapso en muchos casos fuese menor. Un ejem- plo de este proceso, y el que nos ocupará a continuación, es el tema del envejecimiento y de los viejos, que en estos momentos se está vislumbrando como uno de los retos más importantes que nuestra sociedad tiene y ten- drá ante durante las próximas décadas. El peso en aumento de los ancianos dentro de la sociedad promete traer consigo inmensas implicaciones económicas, sociales y cultura- les. Por ello, un número cada vez mayor de economistas, sociólogos, antropólogos, profe- sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas se esfuerzan por comprender mejor un fenómeno que hace tan sólo 20 años no figuraba entre las prioridades de casi nadie. Los historiadores no podemos quedar ajenos a la importancia que va adquiriendo este fenó- meno. Dentro de la investigación histórica, el tema de los ancianos tradicionalmente ha sido más bien de importancia menor, incluso dentro de la tradición de historia de la familia: o bien no se les ha mencionado a los ancianos o se les ha considerado como sujetos casi pasivos del devenir histórico (dependientes en lo económi- co y social, receptores netos de la solidaridad familiar, una carga para la sociedad, etc.). Todo eso va a cambiar en los próximos años ya que, por una parte, el olvido de la vejez supo- ne menosvalorar un sector muy importante de la población y, por otra, la sociedad actual no lo permitirá. Prueba de los nuevos aires que corren es el hecho de que existe una sesión dedicada a esta cuestión dentro del programa del IV Congreso de la Asociación de Demo- grafía Histérica. Igualmente sintomático, sin embargo, es el hecho de que fue la sesión menos concurrida de todo el citado Congreso. David-Sven Reher, Dpto. de Sociología II,Universidad Complutense de Madrid. Política y Sociedad, 26(1997), Madrid (pp. 63-lI)

63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

63

Vejez y envejecimientoen perspectivahistórica: Retos de uncampo en auge 1

David—SvenReher

A menudolas prioridadespara lainvestigación histórica vienendeterminadaspor los interesesy

preocupacionesde lasociedadcontemporánea.Aunquetal vez los historiadoresquisiéramosque fuesediferente,estainfluenciasueletras-ladarsedesdela sociedadactualhaciala inves-tigación histórica,y los efectos paranuestradisciplinasuelensurgirdespuésde un mayoromenor lapso de tiempo. Es inútil intentarlibrarse de esta influencia —siempre se hadado— aunquetal vez sería deseableque ellapsoen muchoscasosfuesemenor.Un ejem-plo de este proceso,y el que nos ocuparáacontinuación,es el temadel envejecimientoyde los viejos, queen estos momentosse estávislumbrando como uno de los retos másimportantesquenuestrasociedadtiene y ten-drá antesí durantelas próximasdécadas.Elpesoen aumentode los ancianosdentrode lasociedad promete traer consigo inmensasimplicacioneseconómicas,socialesy cultura-les. Por ello, un númerocada vez mayor deeconomistas,sociólogos,antropólogos,profe-sionalesde la salud,políticosy personalde lasadministracionespúblicas se esfuerzan porcomprendermejor un fenómenoquehacetansólo 20 añosno figurabaentrelas prioridadesde casi nadie.

Los historiadoresno podemosquedarajenosa la importanciaqueva adquiriendoestefenó-meno. Dentro de la investigaciónhistórica,eltemade los ancianostradicionalmenteha sidomásbiende importanciamenor,inclusodentrode la tradición de historiade la familia: o bienno se lesha mencionadoa los ancianoso selesha consideradocomo sujetoscasi pasivosdeldevenirhistórico(dependientesenlo económi-co y social,receptoresnetosde la solidaridadfamiliar, una carga para la sociedad, etc.).Todoesovaacambiaren los próximosañosyaque,por unaparte,el olvido de la vejezsupo-ne menosvalorarun sectormuy importantedela poblacióny, por otra, la sociedadactual nolo permitirá. Pruebade los nuevosaires quecorren es el hecho de que existe unasesióndedicadaa estacuestióndentro del programadel IV Congresode la AsociacióndeDemo-grafía Histérica.Igualmentesintomático,sinembargo, es el hecho de que fue la sesiónmenosconcurridade todoel citadoCongreso.

David-SvenReher,Dpto. de SociologíaII,UniversidadComplutensedeMadrid.Política ySociedad,26(1997), Madrid (pp. 63-lI)

Page 2: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

El interés—hastaahoraendeble—entrelos his-toriadorespor temadel envejecimientoirreme-diablementeirá en aumento. La demografíahistóricano serála únicaramade lahistoriaenvolver sus miras hacia este tema; lo veremostratadoen reunionesy publicacionesdehistoriasocial,historiaeconómica,historiaruraly otrosmuchosaspectosde la investigaciónhistórica.

Comotodo lo nuevo,el temade los ancia-nos y del envejecimientoencierraaspectosdegran interés, y también muchaspistas falsas.La falta de unabaseo basesteóricasparasuestudio contribuye a oscurecerel camino aseguir.Estacarenciaescomúnatodaslas cien-cias sociales,y la historia no es ajena a ella.Poreso,me parecequereflexionaracercade lavejezy del envejecimiento,evaluandoalgunosde los caminosa seguiren nuestraaproxima-ción a él, puedeserde muchautilidad. En laspróximaspáginasintentaréplantearunaseriede ideasquepodránservir de puntode partidaparaun amplio debateentre historiadoresdecaracter metodológico y conceptual. Seránreflexiones de cosechapropia que parten dealgunostrabajosquehe realizadoen los últi-mos añosqueme hanacercadodirectao indi-rectamenteal apasionantetemade la vejez.

Existenunaseriede cuestionesquemerecenserconsideradascomo objeto de análisisa lahora de abordareste fenómenodentro de uncontexto histórico. Es preciso recordar, sinembargo,quecadaunade estascuestionesestásujetaa su propio contextohistórico, y puedevariar segúnel mismo.El estudiode la vejezha de reflejarla multiplicidadhistóricaya que,si no, terminarásiendoopacoy sin relieve.Enestesentido,convienedestacardosconsidera-ciones que afectan a todos los puntos queluegose plantearán:

a) Sería erróneo considerarque el únicograncambio de caraa la vejez en la sociedadhayasido el derivado de la transicióndemo-gráficaqueha aumentadoel númerode ancia-nosy supesorelativodentrode la sociedaddemaneradramáticaen el último siglo. Sin dis-cutir en absolutola importanciade estaúltimarealidad,es tambiénesencialreconocerqueencontextospre-transicionalesel pesoy la situa-ción dé los ancianosdentro de la sociedadestabantambiénsujetosacambiosmuyimpor-tantes.Es decir, el mundoanteriora la transí-

ción demográficano fue en modo algunouni-forme. Es trabajoprioritario de los historiado-res indentificar estos cambios y evaluar suimportanciaparalas sociedadesen cuestión.

b) Es vital considerara los ancianosdentrodecontextossociales,económicos,culturalesehistóricosespecíficos.El papelde los viejosdependeestrechamentede las sociedadesy lasfamilias dondeviven, y de supropio contextohistórico.Por ello resultamuyproblemático,ya menudocontraproducente,intentaraislar alos ancianosdel resto de la sociedadcomoobjeto deestudio.

Existe unaseriede cuestionesreferentesa lavejezy al envejecimientoquemerecenlacon-sideraciónatentade la investigaciónhistórica.Estascuestionesconstituyenlineasdebúsque-da merecedorasde la atenciónde los historia-doresmás que temas concretosde análisis.Ningunade ellas ha sido abordadaadecuada-mentehastael momentopor la historiografíaespañola.Sin entrarde verdaden su estudio,nuestracomprensiónde la vejez serásiempreincompleta.

1. Cl papeleconómicode losancianosy dela vejez.Este temapuedey debeserabordadotanto desdela perspectivade los viejos y susfamilias,comodesdela de la sociedad.

Pareceríaimportantedelimitarconmáspre-cisión la transiciónentreunavida economica-mente productiva y otra improductiva. Amenudose atribuyeestemomentoa unaedadpredeterminada(por ejemplo,los 60 años).Deentrada,el sentidomismode unadeterminadaedadha cambiadoa lo largo de la historia.Tener50 años,por ejemplo,en el siglo XVIIIno significaba en absoluto lo mismo quetenerlosen el primer tercio del siglo XX, nitampocoahora.En el Censode Floridablanca(1787) los 50 años de edad marcaban elumbralde la vejez,al menosparalos querea-lizabanel Censo2~ Hoyen día, encambio,unapersonade esaedad,lejosdeestarentrandoenla vejez,es atodaslucesde «medianaedad»yen los momentoscumbresde su propia vidaprofesional.Por otra parte,a pesarde la cos-tumbre generalizadahoy en día de suponerque la vejez empiezaa unaciertaedad,seríaun error suponerque la transición hacia lavejez tuviera que tenerlugar siemprea unaedadprecisao que ocurría de una sóla vez.

~RbI3LW&,

Page 3: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

Vejez y envejecimiento en perspectivahistórica: Retosde...

Más bien el procesode reducciónde la pro-ductividad sería gradual y dependeríadelnivel de salud y del contextosocial y econó-mico dondevivían los ancianos.La utiliza-ción de unadeterminadaedadbiológicacomoumbral de vejez no es más que un recursofacilón quepuedellegar a tergiversarun pro-cesogradualque tiene ritmos distintos segúnel momentohistórico,elcontextosocio-cultu-ral y económico,o el invididuo.

Aún cuandolos ancianosno se empleasenen trabajosactivos, es precisorecordarqueseguirían conservandoun importante pesoeconómicoya queeranla clavede las transfe-rencias intergeneracionalesde la propiedad,bien ínter vivoso mortis causa,a travésde lasherencias.Relacionadoqueestepunto estálacapacidadde ahorroa lo largo de la vida acti-va de las personas.En aquelloscasosen queexistiesendichos ahorros,estaríana disposi-ción de los ancianosa lahoradel abandonodelas tareasdirectamenteproductivasy serviríanparamitigar y dilatar la transiciónde unavidaeconómicaactivaaotra no activa. Todosestospuntosnos aconsejanno apresuramosen pen-

sar siempreen los ancianoscomo totalmentedependientes,una cargaeconómicapara susfamilias y parala sociedad.

La cuestiónde las implicacioneseconómi-casde la vejezsepuedeencarartambiéndesdelaperspectivade la sociedaden suconjuntoyaquea lo largode lahistoriael pesode los vie-jos dentro de la población llegabaa variarapreciablementepor razonesdemográficasy/omigratorias. En una muestrade Castilla laNueva a lo largo de más de 300 años, porejemplo, el pesode los mayoresde 50 añososcilabaentre15 y 18,5 porcien del total de lapoblaciónantesde hacerserealidad la transi-ción demográfica(Figura 1) ‘X Lasimplicacio-neseconómicasde la estructurapor edadde lapoblaciónno seríanen absolutolas mismassilos gruposde mayoredadteníanun pesorela-tivamentereducidoo en los momentosen quesu peso era mayor.La relación entredepen-dientese productivosen la sociedaddependíaen partedel pesode estegrupo. Convienedis-tinguir, por otra parte,entreel tipo de «depen-dencia»de los ancianosfrente al de los niños,ya quesusignificacióneconómicay socialno

---1]-

¡

~~E7_—

~———.

Figura 1. Pesode los ancianos(>50) en una muestradeCastillala Nueva.(Medidasmóvilesde 25 témiinos).

~9M3JfiA~

65

19 ________

16.5 ___

18

17.5 ___

17 ____

a,16.5 ___

a,oo~. 16 __ __

15.5 ___

15 ___ ___

14.5 ___ ____ ___ ___ ___ ________

14

1580 1600 162016401660168017001720174017601780180018201840186018801900

Page 4: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

66 David-SvenReher

seríanuncalamisma.Mucho mássetienequehacerconrespectoa la estructuraporedaddela población y sus implicaciones para lassociedadesa lo largode lahistoria.

2. El papel de los ancianosdentro de lasociedady dentro de las familias. Ya hemosmencionadoalgunosaspectosdel papeleconó-mico de este grupo de la población. No obs-tante,esprecisoreconocerquesu importanciano eraexclusivamenteeconómica.Los ancia-nosdesempeñabanun papelcentralen la edu-cacióny la socializaciónde susnietos, aunquela importanciade este papel estabasujeto acondicionantesculturales, sociales y —porsupuesto-demográficos.Su influencia a lahora de marcar los valores vigentes en lasociedad era muy importante. Todo pareceindicarqueen términosgeneraleslos ancianosdesempeñabanunafunciónmuy activadentrode la sociedady realizabanaportacionesqueningún otro sectorpodíahacer.Seríaerróneoconsiderarloscomo un grupo social quereci-bía todoy no contribuíanadaa suentorno.

3. Las transferenciasinter-generacionaleseran esencialespara el funcionamientode lassociedadeshistóricas.Estadinámicaimplicabaa todoslos componentesde unasociedad,sibien el papelde los ancianosen la mismaeraesencial.«Primerolos hijos vivían a costadelos padres,y luegolos padresvivían acostadelos hijos», resumebienal menosun aspectodeestastransferencias.El sistemade transferen-cias implicabanormalmentemásde dos gene-raciones.Ejemplode ello esquepadrese hijosno «seigualaban»del todo entresi, sino quelos hijos «devolvían»a suspropioshijos partede lo que habíanrecibido de sus padres.Laestabilidadde estesistemaalo largo del tiem-po era central para la estabilidadsocial. Denuevo,realidadesdemográficas,económicasysocialespodíanalterarlaecuación.Faltapreci-sar, no obstante,los contextos históricos deestastransferencias,y lamaneraen quese rea-lizabandentro de los distintos sistemasfami-liares vigentesen la Península.

4. La vulnerabilidadde los viejos y la aten-ción a la vejezsontemasqueplanteannumero-sos interrogantesy retos. Para abordarlosdemaneraadecuada,de entradacabeinsistiren laimportanciade delimitarel calendarioy elcon-texto de la transición de la terceraa la cuartaedad.Estosconceptos,propios de las socieda-desmodernas,puedenserútilesparala investi-

gaciónhistórica.Mientrasen la terceraedadlaspersonasdesempeñabanun papelmuy activodentrode la sociedady su gradode dependen-cia podíaser bastantereducido,en la cuartaeldesmoronamientode susalud obligabael pasohacia una situación de dependenciamás omenostotal. Estatransición,sin embargo,notenía lugar siempre a la misma edado en elmismo contexto,ni tampocoera uniforme laduracióndela cuartaedad.En estecontextolosfactoresdemográficosy de salud seríanclaves.Podemossuponerqueen regímenesde morta-lidad muy elevaday antes de la transicióndemográfica,la terceraedadseríarelativamen-te corta y la cuartacortísima. Muy poco sesabe,sin embargo,acercade estastransiciones

Las característicasespecíficamentedemo-gráficas de la longitud de la vida en ciertasedadessonmejorconocidos.Segúnun estudiode próxima apariciónacercade la mortalidaden España,es aparentequeinclusoen regíme-nes de mortalidad bastanteseveracomo losvigentesen el paísa principios del siglo XX,unavez alcanzadala edadde 50 añosunaper-sonapodíaesperartodavíaunavida mediadeunos 20 años,y a los 60 años de edadestamismavida mediaoscilabaentre 11 y 15 años(Tabla 1). Es decir, una proporciónno despre-ciable de personasquesuperabanlos 50 añosde edadllegabaa cumplir los 60 (79,4y 84,8por cien en 1900 y 1930, respectivamente),yde los quecumplían60 años,57,6 ó 69,1 porcien llegabana los 70 añosde edadsegúnlafechautilizada. Dicho de otra manera,la pre-senciade ancianosen la sociedadno era enmodo algunoinsignificante,comotampocoloera el tiempo quepasabancomo «ancianos».Ahora bien, estarealidaddemográficano nosdice nadaen torno ala duraciónde la tercerayo de la cuartaedad,ni de la transición entreambas.No obstante,a principios de siglo enEspañasedarazonablesuponerque la mayorparte de la población entre 55 y 70 años deedadseguíaconservandoun cierto grado deautonomíafísicay económicay que la mayo-ría de los por encimade los 70 habríanentra-do ya en fasede plenadependencia.

El tamañoy composicióndel grupofamiliaren condiciones de socorrer a los ancianosdurantesu étapa de mayor vulnerabilidad ydependenciaera esencial. Mientras todavíavivía un conyugemáso menosautónomo,enmuchoscasos—pero no siempre—era posible

Page 5: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

Vejez y envejecimientoen perspectivahistórica: Retosdc...

Tabla 1Esperanzade vida (el) a distintas edadesen España,1900, 1930

1900-01 1930-31

esperanzade vida a: varones mujeres total varones mujeres total

5506070

34,418,011,66,5

35,618,911,96,5

35,018,411,86,5

48,220,313,67,9

51,622,715,28,8

49,921,514,48,4

Porcentaje de unacohortesintética que

subrevive hasta:varones mujeres total varones mujeres total

5506070

34,440,431,217,6

35,642,134,320,2

35,041,332,818,9

48,259,448,531,5

51,663,355,540,4

49,961,352,035,9

Fuente:Dopico, Faustoy Reber,David (en prensa).publicación: 1998).

mantenerunaviviendapropia,y ello condicio-nabala maneraenquesematerializanlos apo-yos necesarios.Factoresdemográficospodíanhacercambiarde manerasignificativa la pro-pensidadacoresidir los ancianoscon suscón-yuges, tal y como se apreciaen el ejemploreflejadoen laFigura2, dondevemoscomolaproporción de hombres ancianos viviendosólosse reducíaapreciablementea lo largo dela transicióndemográficaen las zonasruralesde la provinciade Cuenca.La situaciónde vul-nerabilidadtampocoseríalamismaencontex-tosen los queel grupofamiliar erapequeñoygeográficamentedisperso,frente a momentosen queera numerosoy vivía cercadel hogarpaterno.Otro tanto se puededecirde las redesde parentescocuyotamañoy utilidadde caraalos ancianospodíanvariar muchísimo,sobretodoen el cursodel procesode modernizacióndemográfica(Figura 3) ~‘. La capacidadde losgruposfamiliarespararespondera las necesi-dadesde susancianosdependíaestrechamentede realidades demográficas, económicas,migratoriasy culturalesy todasellashansufri-do grandescambiosa lo largo de los últimosdos ó tressiglos.

Las dinámicas de socorro transcendían,claroestá,los límitesde los gruposcoresiden-ciales, pero existían múltiples maneras dehaceresteapoyoefectivo.No funcionabade lamisma manerauna atención a los ancianos

La mortalidadenEspaña,1900-1930(titulo provisional) (fechaprobablede

basadaen su propia autonomía residencialfrente aotra basadaen la coresidencia.Cadauna tenía implicaciones bien diferentes. Espreciso que los historiadoresprecisenmásestoscontextos.Por otra parte, las formas enque las familias materializansus vínculos desolidaridadno hande ser siemprelas mismas.El ejemplomásevidentede estaheterogenei-dadse dabaen contextosdondeexistíangaran-tíasde retiro o jubiliación máso menossegu-ras para al menos algunos elementosde lasociedad(casode los sistemasde familia tron-cal), frentea los caracterizadospor la ausenciacompleta de controles legales de cara a lavejez(casode los sistemasfamiliaresbasadosen la divisibilidad de las herencias).¿Cómodifererían las dinámicasde solidaridady elreparto de responsabilidadesen cadauno deellos? Una diferenciaevidentees que en laszonas de familia troncal la responsibilidadcorresponderíasobre todo al herederoy supropia familia, mientrasqueeramásequitati-vo el repartode responsabilidadesen sistemasde familia nuclear. Pero habrá otras muchasdiferenciasaúnpor descubriry explicar ade-cuadamente.¿Sepuedeafirmarqueun sistemafamiliar procurabaunos niveles de apoyomayoresqueel otro? A pesarde su aparenteclaridad, la respuestaa esteinterrogantedistamucho de ser sencillao unilateral.¿Sepodríaarbitrar unamanerade comprobarla eficacia

POUT!Ca’,

67

Page 6: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

Figura 2. Porcentajede la poblaciónviviendo ensolitario a distintasedadesyendistintos períodoshistóricos.

relativade caraal cuidadode los ancianosdecadauno de los sistemasfamiliaresexistentesen la Península?Tal vez mereceríala penaintentarlo. Existen otros enfoquesde estamisma cuestión que revisten igual interés.Quedamuchopor haceren estepunto.

Aunque se suele creer que en Españalafamilia constituíala principal red de apoyoalas personasvulnerables,es igualmenteciertoque no era laúnica.¿Cómointerveníala Igle-sia en este contexto en un país tan católicocomo España?¿En qué momentoo en quécontexto se veía desbordadala familia y seteníaquerecurrira las institucionespúblicas?¿Se puede estableceruna tipología de losancianosresidentesen los hospitales?Y elEstado: ¿cuándoy cómo se materializabasuintervenciónactivaen el socorrode las perso-nasvulnerables?La intervenciónactiva y efi-caz del Estado modernoen este terreno hatenidomúltiples implicacionesde carano sóloal nivel de bienestarde los ancianos,sino para

la organizacióneconómicay social de la pro-pia sociedad,y paralas funcionestradicional-mentedesempeñadaspor las familias.Porúlti-mo, hoy en día la necesidad de unaintervencióndoblede partedel Estadoy de lafamilia enfavor de las personasvulnerableshaadquirido rango casi de articulo de fe en lospaísesdesarrollados.No obstante,estasrela-cionessonsusceptiblesacambiosy tienenunalargahistoria que es precisoretratar.En esteplano pareceoportunorecordarquelos ancia-nos no eranel único grupo vulnerableen lasociedad,aunquesí el másnumeroso.

5. Desigualdadesante la vejez. Ya se hamencionadoqueexistennumerososcontextosdemográficosy de salud que hacen que lavejezno empiecesiemprea la mismaedad,níseasiempreigual a lo largo de la historiao endistintosmarcoseconómicos,socialesy cultu-rales.Es tambienesencialreconocerla hetero-geneidadde la experienciade la vejez parahombresy paramujeres.Ni desempeñabanlas

Ambossexos.Zonasruralesde Cuenca,1750-197040

35

30

* 25e~ 20a-oo-

15

10

5

o50-54

Edad55-59 60-64 65-69 70-74 75-90

Page 7: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

Vejez y envejecimientoen perspectivahistórica: Retos de... 69

Figura 3. Razónde dependenciadelgrupode parentescoparamujeresajicianas.(Sin incluir el ego).

mismasfuncioneseconómicasy sociales,nieran iguales sus relacionescon el resto delgrupo familiar, ni probablementefuncionabaigual la dinámicade solidaridadfamiliar paraconellos,ni teníanlas mismasexpectativasdesalud y de vida. Comomínimo podemosafir-mar que las mujeres ancianasgozabandemejor saludy vivían másquelos hombres,quela sociedadestaballena de viudasquevivíansólas,que las mujeresviudasteníanun nivelde vida marcadamenteinferior al de los hom-bres de su mismaedady estadocivil ~, y quelas personasvulnerableseranmayoritariamen-te mujeres. Sin embargo,todos estasrealida-desno permanecíaninalterablesa lo largo deltiempo, ni teníanpor queserigualesen distin-tos contextos socio-económicosy culturales,ni eranajenasal funcionamientodel mercadomatrimonialde las segundasnupcias.La reía-

ción hombre-mujeren la ecuaciónde la vejezno tendríaque ser igual en zonas urbanasorurales,ni dondepredominabala pequeñapro-piedad,ni dondeimperabandistintos tipos detransmisiónde lapropiedad.Sabemospoquísi-mo de la heterogeneidadde la experienciadela vejezdentrode la sociedadespañola,y aúnmenosdecómocambióalo largode la moder-nizacióndemográfica,económicay socialqueha tenidolugar en el último siglo.

6. El conflicto ha sido siempre una parteintegrantede las dinámicasfamiliares,y buenapartede estosconflictos implicabaaancianos.Existen fuentesy faltan estudiossobre esteaspectosin dudaubicuoen las sociedadeshis-tóricas.

Como con otrasparcelasde historia social,unacomprensiónadecuadadelavejez implica-

WMISOÁiP

1

0.9

0.8

0.7<Uoc4>0 06c4>o-o>o

0.5

0.4

0.3

0.2

Edad del ego50 55 60 65 70 75 80 85 90 95

Page 8: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

rá la utilización de unamezclade fuentes.Lanqueza y disponibilidad de estas fuentes esmuy variable.Sueleccióndependerádel enfo-queque se quieredar al análisis.Buenapartede las fuentesson las mismasquesirvenpararealizarlahistoriade la familia; asaber:padro-nesy libros de matrículas,registrosparroquia-les, censos,testamentos,capitulacionesmatn-moniales, donacionese inventarios «postmortem»,archivosde protocolosy otras fuen-tes judiciales o policiales, y finalmente laInvestigación etnográfica. Ninguna de estasfuenteses nueva,aunquela tendráqueser suutilización si hemos de ensancharnuestroconocimientode los procesosdeenvejecimien-to. De particularinterésserálacapacidaddelosinvestigadoresparaacoplarfuentesde distintanaturalezaen tomo a determinadosindividuoso familias a lo largo desucursode vida, ya quepennitirá matizar mucho mejor todo aquelloreferentea las transicionesvitales.

Dentro del elenco de prioridadestemáticasparael estudiode la vejezquehemosplantea-do, existen una serie de enfoquesanalíticoscargadosde perspectivasenormementericas,entrelos quecabencitar:

1. La demografíadel envejecimientopuedearrojar ideas muy útiles ya que la definiciónmisma de la vejez viene determinadapor fac-toresen buenamedidademográficos.Es sabi-do quelos cambiosdemográficospuedenalte-rarel sentidoy la importanciade lavejez tantoparalas familias como parala sociedad,aun-que los mecanismosy contextosdonde estecambio se produce son poco conocidos.Elnúmerode viejos, el tiempo queunapersonavive como anciano,la propensidado no dequedarviudo/a, y el tamañode grupofamiliardisponibleparael socorrode los ancianossontodosestrechamentedependientesde las reali-dadesdemográficas;y cadaunade las cualesayudaráaconformarunarealidaddiferentedela vejez.En estesentido,las fuentesson abun-dantes,pero los trabajosrealizadoshan sidomuy pocos.

2. Relacionadacon el punto anteriorestála cuestiónde lasaludde los ancianos.No eslo mismo vivir la vejez, o una parte de lamisma,con unasaludrelativamenterobustaocon unasalud quebrantada.No es fácil apro-ximarse a este tema con la documentación

histórica existente,pero tampocoes imposi-ble. Lascausasde defunciónpor edadduran-te la vejez representanuna posibilidad, yexisten datos al respectodesde al menosmediadosdel siglo pasadoen archivoslocalesy los primerosañosdel siglo actual en fuen-tes publicadas.Información provenientedehospitalesy otros centrosde salud tambiénpodríaserde utilidad.

3. Trabajos basadosen los patrones decoresidenciahan sido y seguiránsiendo muyimportantesa la horadeabordarlacuestióndela vejez. Aparte de los enfoquestradicionales(estructurafamiliar, etc.), hay que situar losanálisis desde la óptica de los viejos y delcursode vida de las personas.Normalmenteun enfoque de estetipo se basaen la yuxtapo-sición de las tipologías de coresidenciadeancianosa distantasedadesderivadasde unasólalista de habitantes.Esteprocedimientonoes másque un atajo, aunquesu utilización esaceptable.No obstante,si se puedevincular lacoresidenciade unapersonaen un padrónconla de la misma personaen otro padrónunosañosmástarde,lavisión serámuchomásrea-lista. Ello no es imposible, sobretodoapartirde las últimas décadasdel siglo XIX cuandoexisten padronesmás o menosfrecuentesenmuchosmunicipiosespañoles.

4. Abordar las transicionesvitales (calen-dario, proceso,implicaciones,etc.) representaotro enfoque analítico de un enormeinteréspero poco utilizado en España.El paso de lasegundaa la terceraedad,o de la terceraa lacuarta,la pérdidade autonomíaresidencial,lainversiónde la direccionalidadde las transfe-rencias inter-generacionales,y la entradaa laviudez son todosejemplosde estastransicio-nes.Si comprendemosmejor las transiciones,comprenderemosmejor lavejez.La coresiden-cia, la salud,y lacesióndelajefaturadel hogarson factoresque ponen de manifiesto estastransiciones,pero no son los únicos. Quedamuchoporhaceren estepunto.

5. Incuestionablemente,el hecho demo-gráfico de mayor importanciaen los últimossiglos ha sido la transición demográfica.Susimplicaciones para la sociedadhan sidoenormes.La realidadde la vejez y del enve-jecimientoha cambiadosustancialmentegra-ciasa ella. Loshistoriadoresno hande rehuiresta época más reciente de la historia deEspañacomo objeto de análisis ni deben

Page 9: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas

dejarsuestudioaespecialistasde otroscam-pos.Lasposibilidadessongrandesy la docu-mentación abundante.Además, abordar eltemade la vejez y sus cambiosdentro de lamodernizaciónde la sociedadacercaráa loshistoriadoresde la población al presente,dondetienenmuchoquedecir. A nivel prag-mático,es aquí dóndelos historiadoresten-drán mayores posibilidades de encontrarfinaciación para sus propios proyectos deinvestigación.

Los retossongrandesy los beneficiostam-bién. En el caminose encontraránnumerososobstáculos,pero ninguno insuperable.Si aco-metemosla tareacon ilusión, rigor, inteligen-cia e imaginación, lograremosiluminar unacuestiónde acucienteactualidadconla luz dela comprensiónhistórica.

NOTAS

El presenteescritoesunaversión ampliadadel tra-bajo presentadoal 1V Congreso de la Asociación deDemografíaHistórica (ADEH), celebradoen Bilbao enseptiembrede 1995. Desearíaagradeceral profesorJordiNadal sus agudasobservacionesacercade una versiónpreliminardel mismo.

2 50y máserael último grupode edadutilizadaenel

Censo.Los base de datos utilizada en la Figura 1 se

encuentradescritaen: Reher,D. S., 1991, «Dinámicasdemográficasen Castilla la Nueva, 1550-1990: unensayodereconstrucción»,en NadalOller, J. (coord.),La evolucióndemográficabajo los Austrias, InstitutoJuan Oil Albert, Alicante, Pp. 17-75. Véasetambién,Livi Bacci, M. y Reher,D. S., 1993 «Otherpathsto thePast. From vital series to population patterns», enReher,D. S. y Schofield, R. S., eds.,Oíd and NewMethodsin Historical Demography,OxfordUniversityPress,pp. 66-83. Existeunaversióncastellanadeesteescrito: Liví Bacci, M. y Reher, D. S., 1991, «Otrasvías haciael pasado.De las seriesvitalesadinámicasdemográficasen poblacioneshistóricas»,Boletínde laAsociaciónde DemografíaHistórica, IX, 3, pp. 87-108.

La fuenteparalasFiguras2 y 3 son Reher,DavidS. (1996), La familia en España,Pasadoy Presente(Madrid, Alianza Editorial), Pp. 145, 352. En la pri-merade estasfiguras, los datosprovienende unabasede datosreferentea la citada provinciaentre 1700 y1970. Enla Figura3, los resultadosse refierenal con-junto de la población españolay provienen de unaseriedemicrosimulacionesllevadasa cabocondatosde entrada correspondientesa 1900, 1930, 1960 y1985-90.

En Cuencaentre 1910y 1930, hogaresencabezadospor viudos tenían 51 por cien mayores ingresosqueaquelloshogaresencabezadospor viudas (Reher,ibid.,PP. 148-160).

Page 10: 63 Vejez y envejecimiento en perspectiva A histórica ...economistas, sociólogos, antropólogos, profe-sionales de la salud, políticos y personal de las administraciones públicas