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8.- Explique y caracterice los grupos internos y los organizadores socio-culturales: Los grupos internos fueron acuñados por Pichon Rivière. Este autor hace referencia a cierto aspecto dialéctico entre el mundo y el sujeto. Por ende, llega a hacer referencia a una estructura organizada de representaciones de vínculos los cuales interactúan con el grupo externo, contribuyendo a su modificación progresiva por efecto de la acción recíproca entre ambos. El mundo interno es visto por el autor como una integrada estructura de interacciones que constituyen los entramados relacionales en las que el sujeto vivencia su experiencia particular, adquiriendo un fenómeno relacional con diversas características constitutivas de una formación grupal intra-psíquica. Por ende, considera al aparato psíquico como la noción de un grupo interno, lo cual corresponde a una forma de pensar al individuo entramado en su contexto y entorno social. Señala textualmente que el dominio de la fantasía inconsciente “debe ser considerado como las interacciones entre grupo interno en permanente interrelación dialéctica con los objetos del mundo exterior” (Pichon Rivière, 1988: p.42). Esto hace incorporar los factores socioculturales con sus múltiples determinantes enriqueciendo la comprensión y la interpretación de los fenómenos psicológicos de los individuos. De esta manera, y las implicancias a las que conlleva, el concepto de grupo interno constituye, como relevancia teórica, uno de los aportes teóricos al psicoanálisis que ha permitido pensar la clínica desde una perspectiva y enfoque vincular. Esta visión de la relación dialéctica entre individuo y sociedad aporta una mirada distinta a la concepción que poseemos, de las teorías anteriores, del aparato psíquico, alejadas tanto del modelo representacional como del modelo objetal. Al autor, por tanto, se debe esta concepción de “grupo interno” como una forma de que concibamos el componente psíquico como constituido en la relación intersubjetiva. Además, otra característica importante de esta noción de grupo interno de Pichón Rivière es que éste sustituye el concepto de

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8.- Explique y caracterice los grupos internos y los organizadores socio-culturales:

Los grupos internos fueron acuñados por Pichon Rivière. Este autor hace referencia a cierto aspecto dialéctico entre el mundo y el sujeto. Por ende, llega a hacer referencia a una estructura organizada de representaciones de vínculos los cuales interactúan con el grupo externo, contribuyendo a su modificación progresiva por efecto de la acción recíproca entre ambos. El mundo interno es visto por el autor como una integrada estructura de interacciones que constituyen los entramados relacionales en las que el sujeto vivencia su experiencia particular, adquiriendo un fenómeno relacional con diversas características constitutivas de una formación grupal intra-psíquica. Por ende, considera al aparato psíquico como la noción de un grupo interno, lo cual corresponde a una forma de pensar al individuo entramado en su contexto y entorno social. Señala textualmente que el dominio de la fantasía inconsciente “debe ser considerado como las interacciones entre grupo interno en permanente interrelación dialéctica con los objetos del mundo exterior” (Pichon Rivière, 1988: p.42). Esto hace incorporar los factores socioculturales con sus múltiples determinantes enriqueciendo la comprensión y la interpretación de los fenómenos psicológicos de los individuos. De esta manera, y las implicancias a las que conlleva, el concepto de grupo interno constituye, como relevancia teórica, uno de los aportes teóricos al psicoanálisis que ha permitido pensar la clínica desde una perspectiva y enfoque vincular. Esta visión de la relación dialéctica entre individuo y sociedad aporta una mirada distinta a la concepción que poseemos, de las teorías anteriores, del aparato psíquico, alejadas tanto del modelo representacional como del modelo objetal. Al autor, por tanto, se debe esta concepción de “grupo interno” como una forma de que concibamos el componente psíquico como constituido en la relación intersubjetiva. Además, otra característica importante de esta noción de grupo interno de Pichón Rivière es que éste sustituye el concepto de instinto natural, por el de experiencia en cuanto a la relación con la experiencia social. Señala textualmente que “toda la vida mental inconsciente, es decir el dominio de la fantasía inconsciente, debe ser considerada como la interacción entre objetos internos (grupo interno), en permanente interrelación dialéctica con los objetos del mundo exterior” (1988: 42). El grupo interno, entonces, corresponde a la organización primaria vincular que se interiorizó y que tiene que ver con el modo en que uno se relaciona con el mundo que lo rodea. Primeramente esto se dio en la familia, sin embargo puede ser flexibilizado por figuras importantes en la vida de la persona a posteriori, lo que puede servir para superar, por ejemplo, cierta ambivalencia que con los pares no pudo ser procesada de manera efectiva. René Käes, por otra parte, un psicoanalista francés, retoma el concepto de grupo interno de Pichon Rivière como organizador del grupo externo y propone, en un intento de concebir estas relaciones que se dan en cuando a los factores conscientes e inconscientes en los grupos, dos tipos de organizadores: Por un lado los organizadores psíquicos (entendiendo por esto que el grupo es objeto de representaciones psíquicas); y por otro lado, los organizadores socioculturales (entendido esto en la medida en que el grupo es objeto de las representaciones sociales).

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En cuanto a explicar más los organizadores socio-culturales, estos hacen referencia al efecto que se logra de la transformación por el trabajo de la cultura y de lo social; es decir, de aquellos dos factores inconscientes que se dan en la representación de los grupos. (Kaës 1995, pp220).

9. Refiérase a la idea de funciones fóricas y la de alianzas, pactos y contratos inconscientes.

Las funciones fóricas fueron propuestas por Käes, las cuales corresponden a las formaciones intermediarias entre los sujetos singulares y el grupo. Estas corresponden a diversas funciones como por ejemplo las de porta-palabra, porta-sueño, porta-síntoma, etc. Estas corresponden a las funciones que asume cada miembro del grupo en el grupo. Por ejemplo el porta-sueño será aquel sujeto que deberá actuar como la manifestación del sueño, cansancio o estrés de acuerdo a todos los del grupo; el porta-palabra como aquel en el que posicionan como la figura que verbaliza ciertos aspectos, generalmente cuando en el grupo precede un momento de silencio. Las funciones fóricas ser tratadas desde una doble perspectiva: la del sujeto singular y la de la intersubjetividad. Y es justamente en esta línea de trabajo que Kaës ha propuesto también el modelo del aparato psíquico grupal. Los contratos inconscientes, los pactos y las alianzas son mecanismos que usan los individuos, con otros individuos del mismo grupo para no hacerse cargo de a lo que les ha convocado esa instancia grupal, o más bien para el abordaje principal del síntoma que les acarrea intersubjetivamente. Es decir, como caso hipotético, cuando un grupo cualquiera entra en un espacio terapéutico, el coordinador pretendería interpretar, desde una mirada psicoanalítica vincular, sus aconteceres psico-sociales en cuanto a los síntomas que ellos tendrían latente, los cuales serán reprimidos por la resistencia y los mecanismos de defensa que subyacen en los integrantes del grupo. Una de estas resistencias serían las alianzas, los pactos y los contratos inconscientes. Estos vendrían a formar acoplamientos entre los miembros de un grupo para no sobrellevar la carga de hacerse cargo y de procesar el síntoma. Es importante mencionar que estos pactos inconscientes y acoplamientos pueden hacerse sólo a partir de los grupos internos, que es la pauta de interacción interiorizada. Para esto primero se señala que se debe trabajar con las proto-fantasías, las cuales tienen que ver tanto con los orígenes comunes, de sexo, etc. que hay entre los miembros del grupo para lograr cierta diferenciación y singularidad. Esta diferenciación y singularidad tiene que ver con el eros en los miembros del grupo. Es decir con la pulsión de vida, en el cual lo individual no es limitado ni coartado por aspectos del grupo, lo cual es contrario al Thanatos, como pulsión de muerte que tiende hacia un cierto movimiento estático, isomorfo, y de indeferenciación que se da en los grupos. Estos acoplamientos limitan el desarrollo de la proto-fantasía. El grupo no quiere abordar lo que le produce daño, por ende, genera un pacto inconsciente, lo cual se traduce en compromisos sintomáticos para no afrontar lo que deben afrontar. Estas alianzas inconscientes serán formaciones de compromiso en cuanto a lo que reprime el grupo. Para no hacerse cargo de aquello que acarrean; para evitar empoderarse y poner en la mesa las cartas del juego, por así decirlo. Para evitar tratar la sintomatología que subyace en el grupo; para esconderse entre ellos mismos y no mostrarse, lo cual se explica por estas resistencias que fueron explicadas anteriormente.

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10. En relación al caso que se presenta a continuación, defina el rol que podría tomar el psicólogo, proponga orientaciones para un plan de trabajo, defina los sujetos con los cuales se podría trabajar, el encuadre y los elementos que se podrían tener en cuenta a la hora de analizar lo que acontece en los grupos en una intervención hipotética.

Primeramente, cabe señalar que la familia es la totalización del Estado y de los sistemas sociales, desde una perspectiva correlacional, ya que ambas se interrelacionan entre sí. Whilhelm Reich señala en su libro “Psicología de masas del fascismo”, cómo el individuo forma su subjetividad primeramente en la familia con patrones rígidos e in-flexibles, para luego entrar al Estado y ver en la nación y en el Fhürer la figura respetada del padre. Desde este punto de vista, es importante a nuestra opinión abordar un problema de tal magnitud como este desde una perspectiva psico-social. En esta situación distinguimos dos acontecimientos de suma importancia, que los dividimos en una forma de proceder reactiva y otra proactiva: -Primeramente una emergencia micro-social manifiesta que tiene que ver con el maltrato que sufren los menores y las familias ante los cuales nuestro rol como psicólogo sería implantar un programa de emergencia de tratamiento a aquellas personas violentadas; en este caso niños y mujeres; un tratamiento psicológico, con orientación sistémica, tanto a nivel local-municipal como escolar para el alcance de estas personas. -Por otra parte un método más proactivo vendría ser establecer un programa de políticas sociales en que el rol del psicólogo sea la intervención con grupos de vecinos (comunitarios) para el abordaje de estas problemáticas. Las personas con las que se debería trabajar en este caso, sería hipotéticamente con todas, puesta que cada uno forma parte de este entramado social, y los fenómenos sociales como bien se explica en el final del texto son intrínsecos a todos nosotros. Sin embargo, como es quizás más difícil una intervención a tal magnitud, lo que quedaría al alcance para nosotros los psicólogos sería esto manifestado anteriormente como el establecimiento de políticas públicas que venga a invitar mejores maneras de cómo desenvolverse en el ámbito social, ya que este problema expresa una tensión social, como todos los problemas mencionados en el macro-contexto cultural. Desde cómo controlar el estrés, de empoderamiento social; de trabajar con grupos de personas y, en base a estas teorías de la grupalidad, problematizar al evidenciarles de que en grupo, en sociedad, quizá nuestras formas de proceder se ven alteradas por esta atmósfera que no nos permite actuar como conscientemente pensamos que lo haríamos. Es decir, ya que vivimos en cultura, nos parece importante hacer la analogía de la cultura con el grupo como el mismo mecanismo que subyace en ambos en cuanto al Thanatos que nos hace perder nuestra individualidad y proceder conforme lo hacen los demás sub-grupos de nuestra sociedad: -los problemas en el trabajo, las confrontaciones diarias, etc. Por ello nos parece fundamental trabajar con estos grupos paralelamente a las políticas públicas de señalar mejores modelos de proceder para una comunidad integradora y no violentada.