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8va - Alimentarse en función las cuatro estaciones: para asegurar la salud
a través de la alimentación, esta hay que adaptarla a cada estación. Cada una
de las estaciones comporta la cosecha de determinados alimentos. Cada uno
de ellos contiene su propio Qi y su propio sabor. Estos alimentos van
cargados de temperatura dominante de la cantidad de agua que han recibido.
Con lo cual los alimentos propios de cada estación proporcionan a quien los
ingiere el Qi de la tierra en armonía con las estaciones teniendo en cuenta
que los humanos deberíamos estar en armonía con el entorno parece lógico
aspirar a comer aquello que este mundo nos ofrece.
En cualquier caso, nuestra alimentación debe priorizar el beneficio del
sistema digestivo para que los alimentos sean bien transformados y
transportados y para que los residuos sean eliminados adecuadamente, el
sistema digestivo tiene que estar fuerte. Ello quiere decir que cualquier
alimento que ingiera más debe facilitar la digestión y reforzar los órganos
responsables de la misma. A partir de aquí, sobre esta base hay que adaptar
la alimentación a las diferentes estaciones teniendo en cuenta una serie de
parámetros. El primero de ellos es que durante las 5 estaciones siempre
tenemos que ingerir los 5 sabores, aunque beneficiaremos un porcentaje
mayor de aquel sabor que corresponda a la estación según la teoría de las 5
fases (madera, fuego, tierra, metal y agua) así en primavera debe priorizar el
ácido, en verano el amargo, durante el verano tardío el dulce, el picante en
otoño y el sabor salado en invierno.
Así como los sabores escogen de acuerdo con el movimiento de las distintas
estaciones seleccionaremos la naturaleza de los alimentos en sentido
contrario a este movimiento, es decir, durante las estaciones frescas
comeremos alimentos de naturaleza tibia, y durante las estaciones tibias
comeremos alimentos de naturaleza fresca. Por una parte el calendario
tradicional chino es diferente del que usamos en occidente. Se trata de un
calendario que se subdivide en 24 periodos, estacionales de unos 15 días,
cada periodo.
La primavera correlaciona con el viento y con el movimiento ascendente.
Representa el Qi del yang menor que empieza a crecer en el interior del yin.
Durante la primavera y el verano, el yan Qi es abundante y el yin Qi en
menor. En china, la primavera es una estación ventosa y se dice que el
viento es el causante de las 100 enfermedades, entendiendo también por
viento, los perversos, los patógenos, de cambiar súbitamente en primavera
hay 3 perversos que dominan el viento, el frescor y la tibieza y todos ellos
se caracterizan por la inestabilidad en el cambio. Para la mente el organismo
humano también responde a los cambios primaverales. El yang Qi que
despierta tras el invierno asciende y emerge. El Qi defensivo se activa en el
exterior del organismo y la importancia relativa del yin Qi disminuye. Para
armonizar con esta estación turbulenta hay que adaptar la alimentación
procurando incorporar el sabor picante y de naturaleza tibia, al principio de
la estación y el sabor picante, la naturaleza fresca, al final de la misma.
También hay que incorporar sabor acido, el sabor que correlaciona con la
fase madera. El sabor acido pertenece al yin, en descendente y centrípeto.
Tiene una acción astringente, que aguanta, retiene, lo que se escapa. Esta
acción astringente incide en la esfera del Qi, la sangre de la esencia y de los
fluidos o líquidos orgánicos. De manera que el sabor acido controla que el
ascenso del Qi en el cuerpo.
Como sabemos la primavera correlaciona con el movimiento madera, y para
que el Qi de la madera remonte armoniosamente, hay que nutrir su raíz, y su
raíz esta en el Yin. Ello se consigue comiendo acido en pequeñas cantidades
con moderación, ya que el sabor acido, sobretodo cuando se combina con el
sabor dulce, genera Yin. Hay que favorecer el consumo de verduras, carne
ligera, pollo y pescado.
El verano (Xia) y el verano tardío (Zhang Xia): comprenden un
periodo de 15 días que representan el 4to 5to y 6to mes del calendario
chino. El verano tardío, estación relacionada con la tierra, se sitúa en
las 3 últimas semanas del verano. El Qi dominante en verano es el
calor, un calor que se manifiesta en la naturaleza mediante la
exuberancia del mundo vegetal, se despliega hasta alcanzar su máximo
crecimiento. De manera que el movimiento propio de verano es el
ascenso.
Toda la naturaleza, crece, florece, ello significa un movimiento
ascendente, centrífugo, hacia afuera y ascendente. Es el movimiento de
máximo calor, en el que los días son más largos y la actividad humana
tiende a relentizarse para compensar esta Yanginizacion del ambiente. Es
que durante el verano el yang asciende, los fluidos se escapan mediante la
transpiración y el Qi le sigue. Ello provoca una disminución de los fluidos
fisiológicos y que el Qi se debilite. La nutrición veraniega necesita
alimentos refrescantes e hidratantes, ya que es necesario nutrir el yin para
evitar que los fluidos se consuman. Además, teniendo en cuenta que en
general hay que comer de acuerdo con las diferentes estaciones y que el
Qi del verano no es caliente, y que el calor tiene tendencia ascendente, se
trata de comer moderadamente picante y fresco ya que el picante posee la
misma tendencia ascendente y centrifuga que el calor y emparejado con la
naturaleza fresca empuja el calor hacia afuera. Si observamos las
correlaciones sistemáticas, se correlaciona con la fase fuego, con el
corazón y con el sabor amargo.
El amargo es el sabor que pertenece al corazón en verano.
Particularmente, la asociación amargo-frio es magnífica para drenar el fuego
del corazón, ya que protege a esta víscera contra su tendencia natural, que
es la de inflamarse. Pero si no se trata de cuadros patológicos, el amargo
puede ser un sabor demasiado extremo, excepto si es ingerido en pequeñas
cantidades ya que, como contrapartida, el amargo endurece y seca, con lo
cual puede dañar la sangre. Además, el frio daña el yang, y este aspecto hay
que tenerlo siempre presente. Desde un punto de vista médico lo mas
importante es reconocer los movimientos del Qi y hacerlo bajo cualquier
circunstancia que el del fuego, ello conlleva al ascenso y dispersión a los
que siguen relajación y ralentización. Para que el corazón funcione
adecuadamente debe estar concentrado y fuerte, no disperso.
Es por ello que se dice que el corazón desea la suavidad. Para lograrla, el
sabor acido le es excelente ya que reúne, completa, pero sin endurecer. Y
acido que domina al corazón más jugosa. Por otra parte, cuando hace
demasiado calor el corazón se agita, pierde su suavidad y tiende a
concentrarse y endurecerse. Para ablandarlo hay que utilizar una pequeña
cantidad de sabor salado, ya que este sabor representa por una parte un
movimiento centrípeto, contrario a la tendencia ascendente del movimiento
del corazón y por otra el salado ablanda los endurecimientos. De esta
manera que el uso de un poco de sabor salado beneficia al corazón por su
efecto centrípeto y su capacidad de ablandar. Nutre el yin para proporcionar
un mejor anclaje al yang, y evitar así la dispersión y la agitación. Además
cuando el corazón se agita tiene la tendencia a batir más rápidamente para
compensar el debilitamiento. En este caso conviene el sabor dulce que lo
armoniza y lo sosiega pero no demasiada cantidad de dulce, ya que el dulce
relaja y ralentiza, y eso tampoco conviene al corazón. Para sintetizar el
sabor que mas conviene al corazón es el acido porque el corazón gobierna la
sangre y toda la sangre se dirige al corazón.
La sangre es la compuesta en buena parte de líquidos orgánicos. Una, y
otros, sangre y fluidos son los portadores del Qi. De manera que cuando los
fluidos se agotan, la sangre se seca y el Qi se debilita y durante el verano,
uno de los efectos principales el calor es la transpiración, es el humor del
corazón si se transpira demasiado, el Qi del corazón se debilita y
simultáneamente, pierde su base ya que la sangre se empobrece. El sabor
acido nutre los líquidos orgánicos y también los retiene protegiendo, así el
corazón, de los efectos nefastos del calor. Además, el sabor acido reúne,
recoge, recolecta y cuando el Qi del corazón pierde sus líquidos, su Yin
tiene tendencia a dispersarse, porque pierde su anclaje, el acido astringe
para que no se disperse. Para sintetizar, en verano hay que refrescar el
organismo mediante la naturaleza fresca, hay que proteger el exterior del
organismo con el sabor picante, hay que hidratar y retener con el sabor
acido, suplementar y nutrir con el sabor dulce y anclar y suavizar con el
sabor salado, siempre que sea preciso. Hay que evitar la naturaleza caliente
y los alimentos secantes y hay que consumir más alientos refrescantes como
verduras y frutas de estación y menos cereales. Hay que evitar los alimentos
demasiado cocidos o grasos y hay que evitar los alimentos fríos ya que
dañan el calentador medio, es decir, el bazo y el estomago.
El verano tardío (Zhang Xia): como hemos dicho se trata de una estación
relacionada con la tierra, que se sitúe en las últimas 3 semanas del verano.
En este cortísimo periodo estacional, coexiste el calor veraniego con
altísimo grado de humedad se fusionan para crear un clima extremo de
humedad, calor en el que a las consecuencias del verano, es decir, el yang
asciende, los fluidos se escapan mediante la transpiración y el Qi se debilita,
a todo ello se le añade una humedad extrema, que penetra las carnes y
genera una pesadez del sistema digestivo que puede conllevar a diarrea y
humedad. Ello hace que sea conveniente la utilización de alimentos y/o de
remedios medicinales de naturaleza neutra ofrezca y sabor insípido, como
las hojas de loto. Que ni calientan ni enfrían el organismo sino que filtran la
humedad acumulada, sin dañar el yin. Recordemos que filtrar la humedad
significa expulsarla suavemente del cuerpo a través de la orina.
Una fruta magnifica para consumir en este momento es la sandia, ya que
clarifica el calor, resuelve la canícula, detiene la sed, desinhibe la orina. Por
lo tanto durante el verano tardío convienen alimentos de naturaleza fresca
que clarifiquen el calor sin dañar el yang, alimentos ligeramente ácidos que
nutran los fluidos sin dañar el bazo, alimentos dulces que suplementen el Qi
y sin generar estancamiento. A causa de la humedad, también alimentos de
naturaleza neutra, de sabor insípido y ligeramente aromáticos que filtren la
humedad. En definitiva, durante la primavera y el verano hay que
privilegiar los siguientes alimentos:
Verduras (hortalizas) (Shu Cai): espárragos, alcachofas, berenjenas,
zanahorias, coliflor, espinacas, pepinos, judías verdes, cebollas,
guisantes, rábanos, ensaladas y tomates.
Fruta (Guo Shi): albaricoque, plátano, cereza, higo, frambuesa, kiwi,
melón, sandia, mandarina, melocotón, ciruela.
Cereales (Gu Wu): trigo, mijo, cebada.
Leguminosas (Dou Lei Shi Pin): judías murzi.
Carnes (Rou Lei) poco grasas y aves (Qin Lei).
El otoño (Qiu): el otoño empieza justo tras el tremendo calor canicular. Cuando
llega el otoño el cielo está limpio y el aire es fresco, la densa humedad canicular
a desaparecido, y el calor a menguado considerablemente para dejar paso a la
sequedad como Qi climático dominante. Esta sequedad se manifiesta en la
naturaleza en la maduración de la fruta y de los cereales y a nivel humano, en
una serie de signos de sequedad: boca seca, sequedad nasal, garganta seca, piel
seca. Esta sequedad puede dividirse en 2 sub tipos. La sequedad tibia y la
sequedad fresca. Ello es así porque al principio del otoño subyacente
reminiscencias del calor veraniego, que mezclado con la sequedad da lugar a la
sequedad tibia que como hemos dicho es el Qi dominante a principios del otoño.
Sin embargo tras el equinoccio de otoño, el calor estival se retira y el frio del
invierno empieza a asomar, con lo cual la mezcla de frescor y de sequedad da
lugar al segundo subtipo climático del otoño, la sequedad fresca.
Es el Qi dominante durante la segunda parte del otoño. Hay que tener en cuenta
que en tanto en cuanto no rebase un determinado limite, estos fenómenos
climáticos se consideran normales. Pero si el Qi estacional es demasiado fuerte
en todo aspecto, se convierte en Qi perverso, potencialmente peligroso.
De manera que cuando el Qi de la estación otoñal es muy exagerado, se
convierte en sequedad perversa, causante de enfermedades, como por ejemplo
enfermedades epidémicas, como la encefalitis y/o enfermedades respiratorias.
Durante el otoño hay que evitar los alimentos secantes y hay que priorizar en los
alimentos capaces de humedecer, e hidratar, generalmente el pulmón. Además
teniendo en cuenta la relación interior-exterior entre el pulmón y el intestino
grueso, la sequedad otoñal puede generar un estreñimiento derivado de una
eventual precariedad de los fluidos del intestino grueso. Ello quiere decir que
también tendremos que comer alimentos que humedezcan esta entraña. A
principios del otoño, durante la sequedad tibia, es conveniente comer alimentos
humedecedores de naturaleza fresca. Más tarde, cuando el tiempo refresca y se
impone la sequedad fresca tendremos que comer alimentos que nos calienten
ligeramente, no demasiado, ya que el calor seca los fluidos y empeora la
sequedad. De manera que en este caso los alimentos deben ser de naturaleza
tibia para que de esta forma la tibieza interna equilibre el frescor externo. Otro
aspecto importante a tener en cuenta es que el movimiento del Qi en el pulmón
es idéntico al del Qi del otoño, descendente. Ello quiere decir que para
armonizar estos movimientos también hay que comer alimentos ligeramente
amargos, ya que el sabor amargo tiene la propiedad de hacer descender. Aunque
cuidado, hay que escoger un sabor solo ligeramente amargo, aparte de hacer
descender también seca, y esto es justo lo que no queremos en pleno otoño seco.
Por otra parte, el picante es el sabor del pulmón, ello quiere decir que en otoño,
una pequeña cantidad picante armoniza el pulmón, pero solo una pequeña
cantidad, ya que en una proporción mayor, el efecto dispersante del sabor
picante debilitaría el pulmón. De manera que en otoño hay que consumir
básicamente alimentos que se cosechen en esta estación, bien disminuyendo
progresivamente la proporción de alimentos y fruta cruda ingeridos durante el
verano, son demasiado refrescantes para ir comiendo alimentos más cocidos y
en la medida que esta estación vaya avanzando, la cocción deberá ser más
intensa y más larga, en parte porque una cocción prolongada yanginiza mas los
alimentos, en parte porque los cereales y las verduras que vamos incorporando a
la dieta precisan de una cocción más larga.
Durante el otoño, si el tiempo es caluroso, hay que consumir alimentos
humedecedores y frescos, con moderación; si refresca, hay que evitar los
alimentos humedecedores, frescos y fríos, y los excesos de sabores dulce y
picante, y hay que consumir verduras y leguminosas.
El invierno (Dong): el Qi dominante en invierno es el frío, y el movimiento
típico de esta estación es el descenso y la interiorización. Desde finales de
otoño, hasta mediados de invierno, el Yin Qi crece y el Yin Qi disminuye, y es
justo este crecimiento del Yin Qi el que genera un movimiento centrípeto, de
contracción; y una vez que es alcanzado su punto máximo, el Yin Qi decrece y
Yan Qi empieza a despertar en su interior. Cuando ello sucede, nos hallamos en
la segunda parte del invierno, la que nos va acercando a la primavera, los días se
alargan, las noches se hacen más cortas, mientras el calor despierta poco a poco.
La humanidad responde al cambio climático que representa el invierno,
simplemente ajustándose.
En una sociedad natural, el ritmo de vida humano se ralentiza y los poros se
cierran bajo el efecto del frio. La gente se abriga más que de costumbre y busca
el calor del fuego. Ello es así porque su Yang Qi está menos activo y permanece
concentrado en el exterior del organismo en forma de Qi defensivo, que no tan
solo mantiene los poros cerrados, sino también protege al cuerpo del frio. Si
eventualmente este Qi defensivo se debilitara, los poros se abrirían.
El frio externo penetraría y daría lugar a resfriados y gripes. Y si el frío es el
principal perverso externo invernal, pero así nunca llega solo, puede penetrar en
el organismo acompañado de viento y de humedad e instalarse en diferentes
articulaciones para interceptar el libre fluir del Qi y de la sangre y manifestarse
en lo que la medicina china conoce como patrón de impedimento (Bi Zhen) o
también como se reconoce como reumatismo en occidente.
De manera que por regla general, las enfermedades que predispone el invierno,
focalizan en el exterior del organismo y en el pulmón: resfriados, gripes,
desordenes, respiratorios y dolores musculares, y articulares. Por lo que hace
referencia a la dietética invernal hay que tener en cuenta que este es un momento
en el que la naturaleza apenas ofrece alimentos frescos, por lo tanto hay que
acudir a la reserva de cereales y leguminosas, cosechadas durante el otoño y
aplicar la regla general del invierno, nutrir y calentar el interior, durante la época
invernal, acudimos al cocido de cocción larga, a los alimentos cargados de Yang
denso que solo largas cocciones pueden generar y al tratarse de suplementar el
Yang interno escogeremos sabores dulces y picantes intensos combinados con
naturalezas tibias y puntualmente calientes de los alimentos. El cuerpo tiene
necesidades de un Yang denso que penetre en el interior, no un Yang ligero que
ascienda al exterior. Este Yang denso ofrece al Qi defensivo la base necesaria
para su despliegue por el exterior del organismo, con el objetivo de controlar la
apertura y el cierre de los poros, y proteger el cuerpo de los ataques externos.
Así, en invierno hay que evitar los alimentos de naturaleza fresca o fría, hay que
favorecer los alimentos de naturaleza tibia y puntualmente caliente. Realizar un
consumo moderado de alcohol y favorecer aquellos alimentos que suplementen
el Yin, el Yang, el Qi y la sangre.
Durante el otoño y el invierno hay que privilegiar los siguientes alimentos:
Verduras (hortalizas) (Shu Cai): la remolacha, las zanahorias, apios,
champiñones, coles, coles blancas, coles chinas, endivias, bulbos de
hinojo, cebollas, puerros, calabazas.
Fruta (Guo Shi): almendras, castañas, membrillo, avellana, nueces,
peras, manzanas, uvas
Cereales (Gu Wu): avena, mijo, arroz, sésamo, trigo.
Leguminosas (Dou Lei Shi Pin): lentejas, judías, garbanzos.
Carnes (Rou Lei): cordero, buey, cerdo o entraña de animales.
9na: Consumo moderado de líquidos (Shi Du Xiao, Fei De Ye Ti): si bebemos
demasiados líquidos, particularmente si estos son fríos de temperatura, o bien si
bebemos demasiado durante las comidas, el bazo no podrá ni transformar ni
transportar adecuadamente, con lo cual estos líquidos se acumularan y acabaran
generando mucosidades-humedad, que obstruirán el flujo del Qi y de la sangre.
Por otra parte el sobre esfuerzo de tener que dirimir con tantos fluidos, debilitará
el Qi del bazo lo cual puede repercutir en una menor generación de Qi y de
sangre, que significa una menor producción de esencia del cielo posterior. En
cuanto al riñón, su Qi puede sobrecargarse al tener que gestionar tantos líquidos
con lo cual al cabo de un tiempo puede producirse un vacio del Qi del riñón y
este vacío hace generar el proceso de envejecimiento, entonces, ¿Cuándo y
cómo es conveniente beber? Hay que beber a temperatura natural, siempre que
se esté sediento, durante las comidas conviene beber una taza de te verde o bien
de agua caliente y al ser posible, al final de las mismas. En ambos casos se
beneficia el fuego digestivo en lugar de dañarlo y con ello se facilita el proceso
digestivo. Y evidentemente hay que beber sin límites en casos de emergencia,
que supongan la pérdida de fluidos y de sangre. Especialmente en casos de
transpiración, profusa, diarreas, hemorragias y litiasis renal.
10º Consumo moderado de alcohol (Shi Du Yin Jiu): el alcohol es picante y
caliente, bebido con moderación moviliza el Qi y activa la sangre, de manera
que beber un poco de alcohol en forma de licor o vino, es beneficioso sobre todo
en invierno. El problema es que bebido en exceso, el alcohol genera humedad-
calor, esta bloquea fácilmente el mecanismo del Qi y con el tiempo el calor
acaba consumiendo el Qi y el Yin.
Todas las reglas que hemos formulado sirven como una guía general para
conservar la salud. Es decir, estamos en un contexto de nutrir con alimentos (Shi
Yang), que implica comer adecuadamente para conservar la salud. En cambio, si
la persona ha enfermado, habrá que realizar ajustes dietéticos específicos para
tratar el patrón o patrones responsables de la desarmonía, con el propósito de
restaurar su salud. En este último caso, estaríamos en un contexto de terapia
dietética (Shi Liao), que implica tratar al paciente con alimentos una vez que la
enfermedad se ha manifestado.
Resumen de las reglas para comer adecuadamente:
Alimentarse preferentemente de alimentos frescos
Consumir preponderantemente verduras, cereales, leguminosas y fruta
Adaptar la alimentación a cada estación y a cada constitución
Consumir menos carne y productos de origen animal
Consumir menos productos lácteos
Evitar comer alimentos sin cocción
Evitar comer alimentos y bebidas dulces en exceso
Evitar comer un exceso de fritos y alimentos grasos
Evitar las bebidas frías de temperatura
Evitar beber antes y durante las comidas, excepto te y/o agua tibia
No comer ni poco ni demasiado, masticar bien, y no comer hasta saciarse
Comer a horas regulares y en un estado de calma
No “picar” entre comidas
Desayunar abundantemente
Almorzar bien
Cenar poco y no ir a dormir justo después de cenar
Pirámide de alimentos
De acuerdo con todo lo expuesto anteriormente, la base de una alimentación
correcta debería reposar sobre todo en verduras, frutas, cereales y leguminosas
y, en menor medida, en los restantes grupos de alimentos:
Sal y azúcar
Condimentos
Huevos y lácteos
Carne y pescado
Cereales y leguminosas
Verduras y frutas
Consecuencias de una alimentación inadecuada
Debilitamiento del fuego digestivo: si el fuego digestivo se debilita puede
conducir a un vacío del Yang del bazo. Ello se puede manifestar en forma
de dolor abdominal, heces desechas, diarrea, fatiga tras las comidas,
ausencia de sabor y extremidades frías.
Humedad (Shi): un vacio del Qi o del yang del bazo, hace que esta visera
pierda sus funciones de transformación y transporte con los líquidos no
metabolizados se acumulan en forma de humedad, esta es densa, pegajosa,
pesada y con tendencia descendente. Se manifiesta mediante una
disminución del apetito, pesadez corporal y de la cabeza, distensión
abdominal, heces desechas o diarreica, descargas vaginales blancas
(leucorrea) y pulso resbaladizo. Además la humedad combina tanto con el
frio como con el calor, dando lugar respectivamente a frio humedad y a la
humedad calor.
El frio humedad se manifiesta mediante la falta de apetito, ausencia de sed,
pesadez en la cabeza, rigidez y dolores articulares, micciones frecuentes, a
veces diarrea o hinchazón por agua (edema).
La humedad calor tiene diferentes manifestaciones en función de donde se
sitúa, así:
- En el bazo-estomago: malas digestiones, sed y náuseas.
- En el intestino grueso: diarrea súper apestosa, sensación de quemazón en
el ano al momento de defecar, hemorroides, colitis.
- En el hígado-vesícula biliar: ictericia, cálculos biliares, colecistitis
- En el calentador inferior: infecciones vaginales o genitales, y el patrón de
estranguria.
Mucosidades (Tán): una vez que la humedad ha consolidado acaba
generando mucosidades
Mecanismos patológicos de las mucosidades (Tán Bìng Ji): las
mucosidades poseen varios mecanismos patológicos, por ejemplo, un vacío de
Qi de bazo puede ocasionar que la función de transformación y transporte de
este órgano quede dañada y que los líquidos no transformados o no
transportados, se acumulen en forma de humedad.
Si dicha acumulación de humedad se cronifica, acaba consolidando en forma
de mucosidades húmedas. Por otra parte, un ataque de perversos externos
como viento frio, calor, humedad, sequedad, o canícula puede dañar al Qi del
pulmón que no podrá llevar a cabo eficazmente sus funciones de difusión y de
descenso de los líquidos, con lo cual estos se estancaran en el pulmón y
acabaran consolidando en forma de mucosidades. Por otra parte, una dieta en
la que abunden los alimentos grasientos, como los lácteos genera humedad. Si
esta humedad se cronifica, acaba produciendo mucosidades. Además, el calor-
plenitud interno de cualquier origen y localización, seca los líquidos orgánicos
y genera mucosidades. También una retención de alimentos puede bloquear la
circulación de los líquidos orgánicos y estos por condensación, pueden
consolidarse en forma de mucosidades. Finalmente un vacio de Qi o de yang
de riñón, implica que los líquidos no sean transformados y se generen
mucosidades.
Diagnostico de las mucosidades (Zhen Duan Shi Tan): las mucosidades se
pueden diagnosticar:
- A partir de verlas físicamente: mocos, esputos, ceras, lagañas, caspa,
mucosidades en las heces o vómito.
También se pueden diagnosticar las mucosidades:
- Al escuchar: los estertores y las sibilancias del asma. Clínicamente el
90% de los casos de asma y de epilepsia son debido a mucosidades.
- El pulso resbaladizo (Hua) es un pulso de mucosidades o humedad-calor.
También pueden expresar la existencia de mucosidades el pulso de cuerda
(Xian), el pulso anudado (Jie) o el pulso corto (Duan).
También se puede notar la presencia de mucosidades:
- Una lengua con la saburra grasienta, espesa.
- Una piel grasienta y húmeda. Secreciones olorosas de las axilas y de los
genitales, de la palma de las manos y plantas de los pies. Caras que
poseen brillantes, aceitosa, denota presencia de mucosidades internas
- Las enfermedades recalcitrantes que no desaparecen con ningún
tratamiento, nos pueden llevar a sospechar de la presencia de
mucosidades.
Como ejemplo de mucosidades patológicas producidas por las mucosidades, en
el calentador medio: nauseas, vómitos, falta de apetito, distención abdominal. En
el pulmón: tos, asma, disnea, rinitis, sinusitis, opresión torácica. En los orificios
del corazón: desordenes psíquicos, depresión mental, desordenes psiquiátricos
como psicosis, desordenes neurológicos como epilepsia, vértigo, acv. En los
canales y colaterales: quistes, bocio, Qi del hueso de ciruela (Mei He Qi),
entumecimiento, parálisis facial. Canal de hígado: mucosidades pueden ascender
con el viento interno y producir convulsiones, epilepsia o pérdida del
conocimiento.
Tipos de mucosidades (Lei Xing De Tan): tradicionalmente se ha distinguido
entre:
- Mucosidades con forma (You Xing), que son las que pueden ser vistas a
través de expectoraciones, las deposiciones o a partir de otro tipo de
manifestaciones externas, que hemos descrito, y las mucosidades con
forma que no pueden verse y que se manifiestan con vértigos, sensaciones
de pesadez en el cuerpo y /o en la cabeza con pulso resbaladizo, con la
lengua con saburra grasienta, con espíritu lento de reacción o con quistes
o nódulos subcutáneos. En cualquier caso no hay expectoración de
mucosidades.
Clasificación de las mucosidades (Fen Lei De Tan): hay que distinguir entre:
Mucosidades-humedad (Shi Tan): se caracterizan por presentar signos
tanto de mucosidades como de humedad. Tanto el mal funcionamiento de
la transformación como del transporte del bazo, como una desarmonía
hígado-bazo, pueden acabar generando humedad. Si esta humedad
persiste y se espesa, se convierte en mucosidades humedad, que se
pueden localizar tanto en el bazo como en el estomago, como también en
el pulmón, los intestinos, el hígado o el corazón. Si se alojara en el
pulmón, seria fácilmente expectoradas y su apariencia es blanca y
pegajosa. Si se aloja en los demás órganos mencionados, pueden ser
vistas a través de los vómitos, de las heces desechas, pérdida del apetito o
vértigo, pesadez de la cabeza, aumento del peso corporal, capa lingual
blanca y grasienta desde la óptica biomédica puede producir bronquitis
crónica, hipertensión, vértigo o síndrome de colon irritable, por poner
unos cuantos ejemplos.
- Mucosidades-frío (Han Tan): en este caso un yang de riñón débil, por una
parte no puede transformar los fluidos, con lo cual se acaban generando
mucosidades fluidas y por otra parte genera frio interno. Si las
mucosidades combinan con el frio, se generan mucosidades frio, que
pueden exacerbarse con reiterada exposición al frio-humedad externo.
Este tipo de mucosidades se aloja en el pulmón, en los canales y sus
colaterales. Si se alojan en el pulmón adhieren la forma de mucosidades
profusas, blancas y muy espumosas. Si lo hace en los canales, no pueden
verse. En cualquier caso el paciente tendrá síntomas generales de un
vacio de yang; disneas que en el pulmón da dolor e hinchazón local, si lo
hace en sus canales y colaterales. Desde la óptica biomédica, puede
producir bronquitis crónica, o nódulos en las articulaciones.
- Mucosidades-calor (Re Tan) y mucosidades-fuego (Huo Tan): tanto una
sobrepresión sobre el hígado con estancamiento del Qi, como un calor
externo, como un calor producido por un vacio de Yin, puede secar los
fluidos, y generar mucosidades que combinadas con el calor o con el
fuego, pueden producir, respectivamente, mucosidades calor o
mucosidades fuego. Las mucosidades calor se aloja en el pulmón, las
mucosidades fuego en el corazón y/o en el hígado. En el pulmón son
visibles en forma de mucosidades espesas, pegajosas y amarillas. Las
mucosidades fuego en el corazón y/o en el hígado, son visibles pero
pueden generar patrones como mucosidades fuego hostigando el corazón
o mucosidades fuego cerrando los orificios, que producen patologías de
tipo neurológica o psiquiátrica. Desde la óptica biomédica pueden
producir neumonías si se aloja en el pulmón o neurastenia, o infarto
cerebral, si se alojan en el corazón y/o en el hígado.
- Mucosidades-sequedad (Zao Tan): en este caso tanto una sequedad
externa, como un vacio de yin de pulmón, pueden secar los fluidos y
generar estas mucosidades sequedad, que se alojan en el pulmón y son
secas resecas, pegajosas y muy difíciles de expectorar, provocan tos seca
y se acompañan de signos generales como heces secas, orina escasa y una
capa lingual delgada y reseca. Desde la óptica biomédica puede producir
laringitis, faringitis. Bronquitis.
- Mucosidades-viento (Feng Tan): las mucosidades-viento se disocian en
dos subcategorías:
Mucosidades-viento por viento externo (Wai Feng Feng Tan): de manera
que el viento externo invade el pulmón, obstruye el Qi del pulmón y en
forma de mucosidades en el pulmón. Cuando estas mucosidades combinan
con el viento, se generan mucosidades viento. Estas mucosidades son
delgadas, blancas y provocan tos. Desde el punto de vista biomédico,
pueden producir bronquitis crónica.
Mucosidades-viento por viento interno (Nei Feng Feng Tan): en este caso,
tanto un vacio del yin como una hiperactividad de ascenso del yang del
hígado como un fuego del hígado que se inflama hacia arriba, como una
sobrepresión del hígado transformada en fuego, pueden generar una
agitación interna de viento del hígado. El calor, de todos estos patrones
pueden condensar los fluidos en forma de mucosidades. Si estas combinan
con el viento y se localizan en el canal del hígado generando patrones como
mucosidades viento arrasando la parte superior del cuerpo o un a lo que
repentino de mucosidades viento se manifiesta en forma de epilepsia,
hemiplejia, o paraplejia o parálisis facial. Desde la óptica biomédica pueden
producir un infarto cerebral o epilepsia.
- Estasis de mucosidades (Tan Yu): significa una atadura mutua de
mucosidades y estasis de sangre. Una sobrepresión de hígado con
estancamiento del Qi, puede generar una estasis de sangre y además
puede transformarse en calor. Si las mucosidades y la estasis combinan,
genera una estasis de mucosidades. Esta estasis puede afectar el corazón
en forma de dolor torácico o enfermedades coronarias, o al hígado,
entumecimiento en las piernas, afasia, o al bazo y el estomago
manifestaciones con dolor torácico o abdominal en los canales y
colaterales manifestándose en forma de impedimento como reumatismo.