Pedro Abraham Valdelomar Pinto

nació el 18 de abril de 1888, en

Ica.

• En 1913 ganó el Premio Nacional de Cuento convocado por el diario la Nación.

Con el fin de conocer el Perú, en 1918, inicia

una extensa gira

• por el norte (Trujillo, Cajamarca, Piura) y el sur (Arequipa, Puno, Moquegua), en donde ofrece conferencias.

En 1919, elegido diputado por Ica,

sufre un accidente en el hotel Bolognesi

(Ayacucho),

• fracturándose la espina dorsal, muriendo el 3 de noviembre del mismo año.

CUENTOS

• Cuentos yanquis • Cuentos chinos

• El Caballero Carmelo

• Vuelo de los Condores

NOVELAS

• La ciudad de los tísicos • La mariscala (1914), etc

POESÍAS

• Tristitia • El hermano ausente en

la cena pascual, etc

TEATRO

• La mariscala (1916) • Verdolaga

ENSAYOS

• La psicología del gallinazo

• Belmonte, el trágico, etc

1917

Conferencia ante los universitarios de Lima

• “Quise después, desengañado, derrochar mi vida y vivirla deprisa, y me entregué a todos los placeres (…) creí en el amor y odié el amor, creí en la ciencia y odié la ciencia, creí en la muerte y odié la muerte. Ensayé todos los caminos…”

Por el norte del Perú 1918

• Acaba de culminar otra de sus exitosas conferencias. De pronto en un acceso de delirio estético se tiende en el suelo del atiborrado salón y exige que lo cubran de rosas. Uno a uno los puñados de pétalos lo sepultan en el extraviado abismo.

CONFESIONES PRIVADAS

Fragmento de un poema que Valdelomar dedicara a Artemio

Pacheco.

Gracias, señor, por la blandura de su lengua afelpada y extensa, gracias por la

divina sal del licor que mana de las vertientes de su boca

Gracias por la agilidad

lingual de sus caricias alocadas y ardientes.

Señor ¿A quién has podido darle tanta felicidad?

…

El infierno me aguarda con sus piras ardientes

¡Tanto ha pecado mi carne mortal!

Y su alma irá al cielo

Porque en la tierra fue solo un instante celestial

Una versión escandalosa sobre la muerte de Valdelomar circuló poco después, asegurando que el escritor había fallecido al caer dentro de un profundo silo u hoyo de excrementos humanos. Tal patraña, cuyo origen no se ha podido precisar, posiblemente fue difundida por los enemigos del escritor, aquellos mismos que habían sido víctimas de sus críticas. Dicha versión tuvo tanta acogida que hasta un escritor del nivel de Alberto Hidalgo lo asumió como verdadera. Hasta hoy día muchos educadores difunden dicha versión en el Perú, lo cual es un error grave, pues diversos testimonios de personas que estuvieron cerca del fatídico suceso concuerdan unánimemente que el escritor cayó desde una altura de unos seis metros sobre un montículo de piedras que se elevaba a un metro de altura cerca de la escalera, lo que le produjo la fatal rotura de la columna vertebral. De otro lado, se sabe que la razón por la que Valdelomar bajó apresuradamente por la escalera fatal en medio de la oscuridad, fue su deseo urgente de aplicarse una inyección de morfina, a la que se habría vuelto adicto, según los testimonios recogidos por Luis Alberto Sánchez.