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18 Abril Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión Científica ENTRE EL DESEO Y EL DOLOR Expositora: Dra. Rosario Allegue Discutidora: Dra. Yubarandt Bespali Sede de AUDEPP RESEÑA Estimados Socios: El miércoles 18 de Abril dio comienzo la actividad científica: “AUDEPP va de Congreso”. La Dra. Rosario Allegue expuso su trabajo “Entre el deseo y el dolor” y la Dra. Yubarandt Bespaldi fue la encargada de comentarlo. En el marco de una numerosa concurrencia, tanto de socios como de estudiantes de psicología, el encuentro permitió profundizar sobre las intervenciones clínicas en el entorno de la procreación cuando existen dificultades que requieren una indicación tecnológica. Por otro lado, fueron esclarecedores los aportes desde la Bioética Médica. Agradecemos a las expositoras como al público y los invitamos a participar de las próximas actividades. Atentamente, Comisión Científica de AUDEPP 2 Mayo Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión Científica ABUSO SEXUAL INFANTIL. LAS MARCAS EN LA VIDA ADULTA Expositora: Lic. Elina Carril Berro Discutidoras: Lics. Psics. Viviana Kohen y Silvia Tejeria Sede de AUDEPP RESEÑA Estimados Socios: El miércoles pasado, 2 de mayo, continuando con la actividad científica: “AUDEPP va de Congreso”, la Licenciada Elina Carril Berro expuso su trabajo "Abuso sexual infantil. Las ma rcas en la vida adulta" y las Licenciadas Viviana Kohen y Silvia Tejería fueron las encargadas de comentarlo. En el marco de una masiva concurrencia, el encuentro dio lugar al intercambio sobre la clínica de mujeres y varones que fueron abusados sexualmente en su infancia. Se realizó un amplio recorrido teórico considerando el estatuto de la verdad histórica y su articulación con la construcción fantasmática. Asimismo se reflexionó sobre la gran variabilidad de las modalidades del sufrimiento, rescatando la singularidad de cada caso. Se hizo especial hincapie en los conceptos de contratransferencia y neutralidad complejizando los mismos a la luz de los desafíos que plantea la clínica con estos pacientes. Agradecemos a las expositoras como al público y los invitamos a participar de las próximas actividades. Atentamente, Comisión Científica de AUDEPP

Abril Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión … · para Schopenhauer enteramente producto y expresión de la voluntad, como objetividad de la voluntad en el espacio y en el tiempo

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18 Abr i l Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaENTRE EL DESEO Y EL DOLORExpositora: Dra. Rosario AllegueDiscutidora: Dra. Yubarandt BespaliSede de AUDEPP

RESEÑAEstimados Socios:

El miércoles 18 de Abril dio comienzo la actividad científica: “AUDEPP va de Congreso”. La Dra. Rosario Allegue expuso su trabajo “Entre el deseo y el dolor” y la Dra. Yubarandt Bespaldi fue la encargada de comentarlo.En el marco de una numerosa concurrencia, tanto de socios como de estudiantes de psicología, el encuentro permitió profundizar sobre las intervenciones clínicas en el entorno de la procreación cuando existen dificultades que requieren una indicación tecnológica. Por otro lado, fueron esclarecedores los aportes desde la Bioética Médica.Agradecemos a las expositoras como al público y los invitamos a participar de las próximas actividades.Atentamente,

Comisión Científica de AUDEPP

2 Mayo Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaABUSO SEXUAL INFANTIL. LAS MARCAS EN LA VIDA ADULTA Expositora: Lic. Elina Carril Berro Discutidoras: Lics. Psics. Viviana Kohen y Silvia TejeriaSede de AUDEPP

RESEÑAEstimados Socios:

El miércoles pasado, 2 de mayo, continuando con la actividad científica: “AUDEPP va de Congreso”, la Licenciada Elina Carril Berro expuso su trabajo "Abuso sexual infantil. Las ma rcas en la vida adulta" y las Licenciadas Viviana Kohen y Silvia Tejería fueron las encargadas de comentarlo.

En el marco de una masiva concurrencia, el encuentro dio lugar al intercambio sobre la clínica de mujeres y varones que fueron abusados sexualmente en su infancia. Se realizó un amplio recorrido teórico considerando el estatuto de la verdad histórica y su articulación con la construcción fantasmática. Asimismo se reflexionó sobre la gran variabilidad de las modalidades del sufrimiento, rescatando la singularidad de cada caso. Se hizo especial hincapie en los conceptos de contratransferencia y neutralidad complejizando los mismos a la luz de los desafíos que plantea la clínica con estos pacientes.

Agradecemos a las expositoras como al público y los invitamos a participar de las próximas actividades.Atentamente,Comisión Científica de AUDEPP

6 Junio Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaSCHOPENHAUER – FREUD: PERSPECTIVAS ACTUALES”Expositoras: Profs. Lics. Marianella Lorenzo y Sheila AsteggianteDiscutidora: Prof. Lic. Laura SilvestriSede de AUDEPP

SCHOPENHAUER – FREUD: PERSPECTIVAS ACTUALES.

Asteggiante, Sheila.1

Lorenzo, Marianella.2

Filosofía y Psicoanálisis Diversos autores han señalado la relación conflictiva que Freud mantuvo desde siempre con el romanticismo y sus expresiones en la filosofía. Assoun sostiene que “la referencia filosófica es también una justificación teórica de fondo. Esta referencia es abundante en el momento en que Freud introduce cada una de las tesis principales del psicoanálisis y representa una legitimación por la anticipación filosófica. Dicho de otra manera, en el caso de cada tesis básica, Freud experimenta la necesidad de encontrar en algún gran texto filosófico un precedente.” (Assoun, P. L. 1982, p .143). Aún en 1920, en su trabajo sobre Más allá del principio del placer, se vuelve a sorprender y a inquietar cuando cree haber arribado al “puerto de Schopenhauer”.

Schopenhauer – Freud: encuentros y desencuentros.La obra más importante y difundida de Schopenhauer es El mundo como voluntad y representación. Nos consta que los intelectuales de la época conocían bien la obra, íntimamente ligada a Kant por la crítica del conocimiento, de manera que Schopenhauer tomó la “cosa en sí” kantiana, como una realidad que está más allá de los fenómenos, asignándole un nombre y un sentido diferente. De tal manera, que la “cosa en sí” para Schopenhauer es la “voluntad”, en tanto, engendradora y productora del mundo visible y de la vida, esto es voluntad de vivir. Asimismo, va a llamar al fenómeno “representación”. Esta voluntad de vivir es ajena a todo conocimiento y absolutamente incondicionada. Consiste en un impulso básico, irracional e inmotivado. “El mundo es para Schopenhauer enteramente producto y expresión de la voluntad, como objetividad de la voluntad en el espacio y en el tiempo. A la vez, el mundo es representación. La luz del intelecto convierte al mundo en representación.” (Galende, E. 1992, p. 47). De modo, que es la voluntad la que impone la vida, la que nos arroja al conocimiento del mundo. El intelecto sólo es una expresión de la voluntad, un modo de racionalización de los instintos humanos. El pesimismo schopenhaueriano acerca de la razón se evidencia en preocupaciones cercanas a las que describe el Freud de Más allá del principio del placer. Su pesimismo se basa en entender la felicidad como negación de dolor. La existencia humana consiste en un sufrimiento constante. “La felicidad es imposible, lo

1 Uruguay. Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica -AUDEPP- [email protected]

2 Uruguay. Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica -AUDEPP- [email protected]

más alto que se puede alcanzar es una vida heroica” (Schopenhauer, 1950). El placer va a ser el resultado del cese del dolor, pero es un estado negativo en tanto lo primero es el deseo. Schopenhauer lo expresa de la siguiente forma: “todo esfuerzo o aspiración nace de una necesidad, de un descontento con el estado presente, y es por tanto un dolor mientras no se ve satisfecho. Pero la satisfacción verdadera no existe, puesto que es el punto de partida de un nuevo deseo, también dificultado y origen de nuevos dolores. Jamás hay descanso final; por tanto, jamás hay límites ni término para el dolor” (Schopenhauer, A.1950, p. 53) Además se debe precisar que cuando se da ese momentáneo cese del dolor, este autor sostiene que adviene el hastío, por ello afirma que “la vida como péndulo, oscila constantemente entre el dolor y el hastío, que son en realidad sus elementos constitutivos”. (Schopenhauer, A.1950, p. 56). Assoun ve este pesimismo antropológico en la obra freudiana en ciertos pasajes de Psicologia de las masas y análisis del yo, cuando Freud refiere a la parábola de los puercoespinesi, los cuales para cobijarse tienen que necesariamente dañarse, donde “toda relación afectiva […] deja un resabio de sentimientos hostiles inamistosos” (Assoun, P.L. 1982, p. 214). Ahora bien, donde aparece este pesimismo con mayor claridad parece ser en ciertos pasajes de El malestar en la cultura. En esta línea, Assoun se apoya en dos postulados del filósofo: “la vida no admite verdadera felicidad” y “el sufrimiento es la condición del ser humano, la felicidad sólo puede concebirse negativamente”. (Schopenhauer, A.1950, p. 56). Se puede considerar ecos de dicho filósofo en Freud cuando expresa que “sólo el contraste es capaz de procurarnos un goce intenso” y “la vida como nos es impuesta resulta gravosa: nos trae hartos dolores desengaños, tareas insolubles”. (Freud, S. 1930, p. 75) Del mismo modo, coinciden, al hacer referencia a la felicidad definiéndola como “satisfacción de necesidades retenidas” (Freud, S. 1930, p. 76). Dando cuenta de una concepción de la felicidad de naturaleza negativa y lo momentáneo de la misma. Igualmente se podría encontrar aproximaciones cuando Freud indaga respecto a las tres fuentes del sufrimiento: el cuerpo, el mundo exterior y por últimos desde los vínculos. Schopenhauer afirma que “el hombre […] se encuentra en el mundo abandonado a sí mismo, incierto de todo menos de su indigencia y de sus necesidades; de ahí que toda su vida lo absorban los cuidados del cuerpo” y por otra parte señala que “la vida misma es un mar sembrado de escollos y arrecifes y […] sabe que aunque logre evitarlos, cada paso que da lo conduce al total e inevitable naufragio. La muerte.” (Schopenhauer, A.1950, p. 56). “La estupidez de los hombres es de tal calibre –señala Schopenhauer- que uno de los principales fines que se persigue es la opinión de las gentes, aunque la palabra vanidad, vanitas, expresa en todo los idiomas la inanidad de este fin. El primitivo sentido de vanitas es vacuidad, vacio, nada.” (Schopenhauer, A.1950, p. 69). Esta percepción del hombre parece trascender los tiempos de Freud y Schopenhauer y alcanza nuestros días con intenso despliegue. Otro abordaje reflexivo en que coinciden Schopenhauer y Freud reside en la inquietud del hombre ante la muerte. Ante ella se abre un abanico de interrogantes: frente a la muerte del otro ¿lloramos su pérdida o el destino de la humanidad? Lloramos al otro o ¿la parte de mí que se va en el otro? Podemos destacar varios infortunios que fueron marcando la biografía de Freud e incidieron en cierta perspectiva sombría del hombre. Los duelos: por las muertes, primero, el impacto del fallecimiento del padre, luego de su hija Sophie, además de las atrocidades de la guerra, el avance del nazismo en Alemania, los dolores físicos que venía padeciendo por el cáncer que lo aquejaba, etc. Tomando algunos aspectos de los mencionados la puesta en palabras del mismo Freud lo evidencian. Quizás existan momentos en su vida personal de fuerte pesimismo – la muerte de su nieto Heinele- pero cabe destacar que él se esfuerza en deslindar este escenario de su trabajo. Como ya señalamos, Freud recurre a la filosofía se ayuda de reflexiones filosóficas y lenguaje psicoanalítico para sobrellevar y nombrar el desgarro que corea la muerte. “La pérdida de un hijo – le escribió a Oskar Pfister- parece una grave afrenta narcisista: el duelo que pueda existir, sin duda llegará más tarde”. (Gay, P.

1996, p 440). […] Durante algún tiempo, mantuvo su estado de ánimo reflexivo. “Es una gran desgracia para todos nosotros –le escribió al psicoanalista Lajos Levy, el esposo de Kata, de Budapest-, un dolor para los padres, pero nosotros aquí tenemos poco que decir. Después de todo, sabemos que la muerte forma parte de la vida, que es inevitable y que viene cuando quiere, […] no es grato sobrevivir a un hijo”. El destino no respeta ni siquiera este orden de precedencia,” (Gay, P. 1996, p 440). De este modo, podemos inferir respecto al pesimismo como estado afectivo que Freud, como todo hombre tuvo sus oscilaciones, pero no entre el dolor y el hastío como señala Schopenhauer sino entre el dolor y la actitud afanosa de allegarse a la reflexión fecunda de su obra, la confianza en la investigación clínica en un permanente devenir, entre otras. Ahora bien, es significativo que el libro que elige para leer en el final de su vida sea un relato fantástico de Balzac: La piel de zapa. En él, la piel tiene el poder de cumplir los deseos pero en la medida que estos se realizan la piel se encoge. Se podría recordar aquí lo que Freud reflexionaba en 1913 respecto a como el hombre se sublevo contra la ley de la muerte representada por el mito de las Moiras y las sustituye por la diosa del amor “y por todo lo que equivalga a esta en plasmaciones humanas.” (Freud, S. 1913, p. 314) M. Schur señala que el encogimiento de la piel que narra la obra evoca lo escrito por Freud en 1896 cuando su padre agonizaba: “se encoge inexorablemente […] hacia una fecha fatal”. (Freud, S. 1896, p.76) Asimismo, es importante señalar que para Schopenhauer también lo más doloroso iies la muerte del gestor de nuestros días. A la vez, el acontecer histórico sucesivamente sorprendía con atrocidad y barbarie a Freud hombre y a la civilización en su conjunto. De modo que, “la gran carnicería de los años 1914 a 1918, que en los combates y en belicosos editoriales sacó a la luz la verdad completa sobre el salvajismo humano, también había forzado a Freud a asignar a la agresión dimensiones realzadas. En una conferencia pronunciada en la Universidad de Viena en el semestre de invierno de 1915, le pidió a sus oyentes que pensaran en la brutalidad, la crueldad y la maldad repartidas entonces por todo el mundo civilizado, y que admitieran que el mal no podía excluirse de la naturaleza humana esencial”. (Gay, P. 1996, p 442) En estos tiempos de guerra se refuerzan para el sujeto la inquietud y enigma que generan las interrogantes escatológicas, el temor a la finitud o al acaso, el no saber ¿cómo y cuándo? El planteo de Schopenhauer es claro marcando que en el hombre el temor reside en la incertidumbre al igual que Freud, dado que el hombre no tiene representación respecto de la muerte y menos aún del cuándo ésta advendrá. “A partir de 1916, tiempo en que Freud lucha con su metapsicología, es evidente la influencia de Schopenhauer en su pensamiento tanto como las resistencias que ofrece a este giro romántico de sus teorías. (Galende, E. 1992, p. 50). “La teoría que desarrolla en Más allá del principio del placer no es precisamente la de un vitalismo triunfante, una afirmación pura de la vida, sino que postulará que la vida está en relación de aplazamiento con la muerte. Si la vida como principio (Eros) es unión (Bindung), será solamente como expresión de una lucha, de un lograr un aplazamiento en la tendencia a regresar a lo inorgánico, a la des-unión (Entbindung), a la muerte. Trabajo de la muerte que tiene para Freud la fuerza de una pulsión, que debe ser permanentemente neutralizada.” (Galende, E. 1992, p. 61). Con esto Freud se introduce en el debate filosófico, descubriendo los fundamentos de la tendencia humana a la destrucción, a la agresividad, a la repetición compulsiva de lo mismo. A su vez, a partir de la conceptualización de la pulsión de muerte se evidencia el alejamiento de Schopenhauer. El dualismo pulsional freudiano se opone, pues, al monismo de Schopenhauer, y la concepción del conflicto que le es intrínseco, constituye lo que preserva al psicoanálisis del nihilismo como doctrina y del pesimismo como actitud sobre el porvenir del hombre. Así, mientras Schopenhauer afirma que la base de todo querer es la falta de algo, la privación, el sufrimiento, es decir, la voluntad está condenada al dolor. Freud sostiene “no aseveramos que la muerte sea la única meta de la vida: no dejamos de ver junto a la muerte, la vida. Admitimos dos pulsiones básicas, dejamos a cada una su

propia meta”. En 1931 va a agregar “pero quien puede prever el desenlace”. Es que reiteramos, Freud se aleja del monismo de Schopenhauer y, por ende, de su pesimismo radical. “Lo que nosotros decimos no es exactamente lo que dice Schopenhauer. Nosotros no afirmamos que la muerte sea el fin único de la vida; no descuidamos la vida en relación a la muerte.”(Freud, S. 1930, p.143)

Perspectivas actualesTanto en Freud como en Schopenhauer está presente la idea de conflicto, existiendo una lucha intra y extrapsíquica. Si bien operando de forma distinta, pero es claro que no existe un sujeto auto-consistente. En el momento actual la cultura de masas parece dejar fuera el conflicto, lo niega. Es una sociedad llena de reglas, las cuales han desplazado a la ley, ley en la cual nos constituíamos como sujetos castrados. “La idea de tolerancia tiene reveces bastantes peligrosos o feos y principalmente porque tiende a negar el conflicto o el corte que conduce a la socialización simbólica.” (Núñez, S. 2010, p. 42) Hay una cultura menos crítica, un mandato social de mayor disfrute, sin que importe el otro, sin trascendencia alguna. Es una cultura de la sinceridad despiadada distinto de la parresia de los griegos, que es una verdad política, en la actualidad esa verdad es provocadora, emerge como grito. “No soy valiente al ser sincero. No soy nada, no me importa lo que ocurra con el otro, no me importa el otro, no hay otro.” (Núñez, S. 2010, p. 42). Y si llegara a importar es en tanto me devuelve la imagen que quiero. La sociedad ya no funciona por deseos sino por estímulos.” La misma “ya no funciona por ideas trascedentes sino por estímulos inmanentes” (Núñez, S. 2010, p. 36). Asistimos a una sociedad obscena, según Núñez, que evidencia una “trivialización de la sexualidad en la hiperproduccion ritual de los placeres.” (Núñez, S. 2010, p. 46). Percibimos como desde estas dificultades contemporáneas no es posible aceptar el dolor y la pérdida, en tanto consideramos que en la actualidad estas experiencias vitales adquieren características específicas. Por ejemplo, la no aceptación del vacío, la no aceptación del otro en tanto otro, la aceptación de la fascinación por la apariencia y la negación de la muerte. Así el proceso de subjetivación “consiste en abolir o ignorar por completo la distinción entre apariencia y esencia, entre sombra e idea, entre representación y cosa, distinción necesaria para el pensamiento” (Núñez, S. 2010, p. 84). “Allí donde había un síntoma, ligado siempre a una cuestión de sentido, ahora aparece una disfunción o un desorden. […] La cientifización o la tecnificación de la sexualidad nos planta en una sexualidad lisa, chata, desdramatizada.” (Núñez, S. 2010, p. 272). En esta línea según Zizêk “la consecuencia paradojal y trágica es un curso desenfrenado hacia el goce que conduce evidentemente a la imposibilidad de gozar, puesto que el superyó exige siempre más.” (Gil, D., 2007, 206). Goce que, “en la medida en que el superyó designa la intrusión del goce en el ámbito de la ideología, también podemos decir que la oposición de la ley simbólica y el superyó apunta a la tensión entre el significado ideológico y el goce: la ley simbólica garantiza el significado, mientras que el superyó proporciona el goce que sirve como soporte no reconocido del significado.” (Zizêk, S., 2005, 91). Actualmente las perspectivas antropológicas parecen dar cuenta que la metáfora ha sido sustituida por la metonimia o la cosa, introduciéndonos en un mundo asimbólico. Desbordante de incertidumbre, desasosiego, malestar en la cultura que nos reta a investigar y crear nuevos horizontes que inciten y fortalezcan procesos de subjetivación saludables.

Resumen: Atendiendo el espíritu inquieto e investigador de Freud respecto al conocimiento del hombre, allí se contacta con la disciplina filosófica, por lo cual, se abre un abanico de

conceptos, nexos, referencias, lazos, a lo largo de los años fecundos de creación y sistematización del psicoanálisis.

Si bien no es explicito el vínculo de Freud con la filosofía, él afirma “… de la filosofía nada tenemos que esperar…”, no obstante él se nutrió de varios conceptos filosóficos manteniendo una tensión en relación a su explicitación. Se percibe que hay un interactuar constante con la cultura de la época y una referencia al pensar filosófico, a veces más manifiesto y otras apenas latentes.

El interés de este ensayo reside en tomar el concepto de muerte y dolor en ambos campos, a partir de Schopenhauer y Freud. Esto nos despierta las siguientes interrogantes: ¿Por qué lloramos? ¿Por el dolor presente o por el recuerdo del dolor? ¿Cuál es nuestra actitud ante la muerte? El temor a la finitud o el temor al acaso y el no saber ¿cómo y cuándo? Ante la muerte del otro ¿lloramos su pérdida o el destino de toda la humanidad? Lloramos al otro o ¿la parte de mí que se va en el otro?

Las preguntas y posibles hipótesis de respuesta se trabajaran a la luz de lo que se despliega en la clínica y el pensamiento filosófico actual.

Palabras claves: Muerte; dolor; Schopenhauer; Freud; actualidad.

BibliografíaAbbagnano, N. (1956).Historia de la Filosofía. 2° edición, tomo III. España. Barcelona: Montaner y Simon. 1973.Anzieu, D. (1980).El autoanálisis de Freud. 2° edición. México: Siglo XXI. Aries, P. (1988) El tiempo de la historia. Bs. Aires: Paidós.Assoun, P. L. (1982). Freud. La filosofía y los filósofos. España: Paidós. 1982.------------------- (1982) Introducción a la epistemología de Freud. México: S XXI.------------------- (1994) Introducción a la metapsicología freudiana. Bs. Aires: Paidós.Caorsi, C. E. (1994). Lógica filosofía y psicoanálisis. Montevideo: Roca Viva.Laplanche, J. y Pontalis, J.B. (1968) Diccionario de Psicoanálisis. España: Labor.Freud, S. Obras completas. Bs. Aires: Amorrortu. 1975.------------ (1898) “Fragmentos de la correspondencia con Fliess”. Carta 84, T I.------------ (1899) “Sobre los recuerdos encubridores” T. III. ------------- (1900) “La interpretación de los sueños”. T IV. ------------ (1912) “Notas sobre el concepto de lo inconsciente en psicoanálisis”. T XII------------ (1914) “Recordar, repetir, reelaborar” T. XII.------------ (1915) “Lo inconsciente”. T XIV.------------ [1915] “XIII Conferencia. Rasgos arcaicos e infantilismo del sueño” T, XV.------------ (1917) “Una dificultad del psicoanálisis”. T XVII.----------- (1920) «Mas allá del principio de placer » .TXVIII.------------ (1921) «Psicologia de las masas y análisis del yo ». TXVIII.----------- (1930) «El malestar en la cultura.» TXXI.------------ (1927) «El provenir de una ilusión ». TXXI.------------ (1232) « Nuevas conferencias de introduccion al psicoanalisis ». Conferencia 32. TXXII.Gay, P. (1996). Freud. Una vida de nuestro tiempo. 2° edición. España: Paidós.Gil, D. (2007). Escritos sobre Locura y Cultura. Montevideo: Trilce. Hauffer, A. (1968) Historia social de la literatura y el arte. T III. México: Guadarrama.Núñez, S. (2010). Prohibido pensar. (Segunda edición). Montevideo: Hum.Schopenhauer, A. El mundo como voluntad y como representación. Bs. Aires: Atenea.1950.

Schur, M. Enfermedad y muerte en su vida y en su obra. Volumen II. Bs. Aires: Paidós. 1980.Vilar, P. (1992) Pensar la historia. Barcelona: Mora.Zizêk, S. (2003). Las metástasis del goce. (1ª reimpresión). Bs. Aires: Paidós.

# Notas: “En un frío día de invierno un grupo de puercoespines se acercaron mucho los unos a los otros, apretujándose, con el fin de protegerse, mediante el mutuo calor, de quedar helados. Pero pronto sintieron las recíprocas púas, que los hicieron distanciarse otra vez a los unos de los otros. Mas cuando la urgencia de calentarse volvió a acercarlos, se repitió otra vez la misma calamidad, de modo que eran lanzados de acá para allá entre uno y otro mal, hasta que por fin encontraron una distancia moderada entre ellos, en la que podían mantenerse óptimamente. Así es como la necesidad de compañía, brotada de la vaciedad y monotonía de su propio interior, empuja a las personas a juntarse; pero sus muchas propiedades repulsivas y sus muchos defectos intolerables vuelven a apartarlas violentamente. La cortesía y las costumbres delicadas son la distancia media que acaban encontrando y con la cual puede subsistir una coexistencia entre ellas. En Inglaterra, a quien no mantiene esa distancia le gritan: Keep your distance! Es cierto que mediante ella se satisface sólo de manera incompleta la necesidad de mutuo calentamiento, pero, en compensación, no se siente el pinchazo de las púas. Ahora bien, quien tiene mucho calor interior propio prefiere permanecer alejado de la sociedad, para no dar molestias ni recibirlas.”

(Arthur Schopenhauer, Parábola del erizo)

# Recordemos la rica bibliografía Freudiana en que reflexiona y teoriza en relación al duelo, a la actitud ante la muerte y a la destructividad colectiva de los hombres

RESEÑA

Estimados socios:

El miércoles pasado, 6 de Junio, continuando con la actividad científica "AUDEPP va de Congreso", las Profesoras y Licenciadas Marianella Lorenzo y Sheila Asteggiante expusieron su trabajo "Schopenhauer - Freud: Perspectivas actuales" y la Profesora, Licenciada Laura Silvestri fue la encargada de comentarlo.

El encuenro permitió un rico intercambio entre todos los participantes acerca de la relación de Freud con la Filosofía y en particular con el pensamiento de Schopenhauer. Partiendo de esos orígenes la charla derivó hacia los abordajes filosóficos actuales y los aportes que desde la filosofía nos permiten pensar la clínica psicoanalítica hoy.

Agradecemos especialmente a las expositoras como a todos los que concurrieron y con sus aportes enriquecieron la jornada.

Atentamente,

Comisión Científica de AUDEPP

4 Ju l io Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaINCESTO CONSUMADO. CONCEPCIÓN PSICOANALÍTICA”Expositora: Lic. Beatriz ZincofSede de AUDEPP

RESEÑAEstimados Socios:

El miércoles pasado, 4 de Julio, continuando con la actividad "AUDEPP va de congreso", la Psicóloga Beatriz Zincof expuso su trabajo, "Incesto consumado. Concepción Psicoanalítica".

El encuentro permitió transitar por las diferentes definiciones de incesto de acuerdo a las disciplinas que lo estudian así como por los autores que han tratado el tema. Se profundizó en la postura psicoanalítica actual y la del pasado, constatándose años de silencio sobre la problemática. La autora se cuestionó sobre un abanico de ítems como ser la conceptualización freudiana sobre el trauma y la seducción; los movimientos de liberación femenina y su influencia en la visualización del incesto; las familias incestuosas, etc.

Agradecemos especialmente a Beatriz así como todo el público que nos acompañó.

Atentamente

Comisión Científica

1º Agos to Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaACERCA DE LA SUPERVISIÓN INSTITUCIONALIZADA”Expositores:Lic. Teresa Quirici y Dr. Enrique RestainoSede de AUDEPP

ACERCA DE LA SUPERVISIÓN PSCOANALÍTICA

2do. CONGRESO DE FUPSI

DR. ENRIQUE RESTAINOLIC. TERESA QUIRICI

Nos referiremos a la supervisión psicoanalítica como parte de la formación del psicoterapeuta psicoanalítico, en un marco institucional. Sabemos de la importancia de la misma, ya que junto al estudio de la teoría y técnica psicoanalítica, así como el tránsito por un análisis personal se crean las condiciones para el ejercicio tanto del psicoanálisis como de la terapia psicoanalítica.

Si bien Freud dio pautas para la formación de psicoanalistas tempranamente, como forma de difusión y profesionalización de una práctica que se iniciaba y que él intentaba

difundir en el medio, sobre todo en el ámbito médico, con respecto a la supervisión esta nace con la institucionalización del psicoanálisis y se incluye como parte de la enseñanza a partir de la sugerencia de Max Eitingon en 1925, que trabajaba junto con Abraham en el Instituto de Berlín. (IX congreso psicoanalítico Internacional). Dice Palacios López (2002) que si algo tiene de arte la terapéutica analítica es la de pulirse durante la supervisión, aprovechando los dotes naturales del analista en formación y que supervisar es el arte de enseñar el arte de analizar, de allí que se requieran cualidades que nadie ha definido con certeza. La supervisión es tan singular como el análisis mismo.

La idea de que el supervisor posea una visión “super”, ha perdido peso en el presente y se trata de concebirlo como que tanto supervisor como supervisando, sin perder las referencias de cada uno, estudien el material clínico en cuestión tratando de captar diferentes visiones de la clínica. Es necesario respetar las diferencias ayudando al supervisando a desarrollar su propia estilo de trabajo

Abel Langer (2004) en un trabajo acerca de la supervisión en un marco hospitalario, nos recuerda que Freud al inscribir al psicoanálisis como método de investigación y tratamiento de las neurosis, le imprimió una decisiva importancia al análisis del analista y a la instalación de la transferencia como método de investigación del inconsciente y será a partir de esta transferencia desde donde se tramitarán dos operaciones concomitantes con este lugar: la formación del analista y el “control” de la tarea analítica de éste. Citando a Lacan dirá que será desde el lugar de sujeto supuesto saber que se requerirá esta tarea de “control” del analista. El término control se impuso primero en alemán y después en francés y castellano, por influencia de Jacques Lacan,mientras que el término supervisión se generalizó en los países anglosajones y en las sociedades pertenecientes a la IPA, donde ha reemplazado a la traducción directa del vocablo alemán.

La tarea de supervisión implicará no solo a los analistas en formación, sino que se adecuará a la posibilidad de ampliar la escucha de aquellos con años de análisis y formación. Esta tarea de supervisión implicará, entonces, una escucha ampliada. Hugo Bleichmar (1998) sostiene que dado que el diálogo terapéutico se estructura por el encuentro ente dos inconscientes, el del paciente y el del terapeuta, se requiere que el terapeuta mantenga, simultáneamente con su involucración en la interacción, un yo observador que, a la manera de un tercero mire a esos dos que son él mismo y el paciente; tal como lo haría un terapeuta de pareja. Esto va a estar presente en el material clínico a supervisar, al que se sumaría esta escucha ampliada del supervisor como un tercer participante, paciente, terapeuta y supervisor forman pues una tríada a la que en nuestro caso se le añade una cuarta, que es la institución en el caso al que nos referimos se trata del IUPA (Instituto Universitario de Post-grado de Psicoterapia Psicoanalítica de AUDEPP).

A lo largo de la literatura que hemos consultado nos encontramos que no se ha instrumentado la formación del supervisor, no existen cursos para acceder a esa categoría, o sea que el ejercicio de la misma la realiza un terapeuta generalmente con larga experiencia en el ejercicio de la psicoterapia psicoanalítica. En un trabajo anterior Restaino-Quirice (2011), nos preguntábamos ¿qué es supervisar? Y para responder esta pregunta nos remitíamos a Grinberg (1986) quién sostiene que en la tarea de supervisión existe una relación de aprendizaje donde alguien con más conocimientos enseña y otro trata de aprovechar esa experiencia y entender el material

del paciente. Y que lo más importante es enseñar a pensar y ayudar al supervisando a pensar solo. También Donald Meltzer (Waksman deFisch, 1999) pone el énfasis en la experiencia del supervisor como lo único que tiene para ofrecer al más joven o al estudiante. Supervisar, es por lo tanto un requisito formativo del futuro analista o psicoterapeuta psicoanalítico, y un privilegio para el analista que, según Palacios López, por desgracia pocos disfrutan.

Parece haber acuerdo en que por el hecho de que uno pueda analizar bien, que sea un buen psicoterapeuta psicoanalítico o un buen docente de seminarios, no significa que se tenga condiciones de supervisor.

La tarea que realizamos en nuestro instituto como supervisores tiene características propias, una de ellas es supervisar la gestión clínica que realiza el estudiante. Dicha gestión clínica consiste en tratar a un paciente suministrado por el instituto durante 60 horas a un promedio de una sesión semanal. Hacemos constar que además de la supervisión individual que realiza el estudiante del paciente en tratamiento, también hay una instancia de supervisión grupal realizada por supervisores que por lo general además de su condición como tales, poseen experiencia en dinámica grupal, funcionando el grupo con la modalidad de taller.

Todos los institutos pedagógicos de formación en terapia psicoanalítica exigen que el supervisor, aparte de supervisar el trabajo del estudiante, realice una evaluación de sus capacidades como terapeuta y es ésta una tarea complicada. El hecho de que el supervisando es consciente de que su desempeño está sujeto a una ponderación, en algunos casos puede distorsionar el desarrollo del proceso, dando lugar a actitudes de sometimiento con el fin de agradar al supervisor, a ocultamiento de material o “elaboración secundaria” del mismo con el fin de complacer a quien lo va a “juzgar”.

Estas actitudes de algunos estudiantes, cuando son detectadas, deberían ser desalentadas dado que la honestidad es una cualidad bien deseable para un futuro terapeuta. Si bien reconocemos que como terapeutas no podemos trabajar con todos los pacientes o con determinadas patologías, parece que aún estamos lejos de aceptar que no podemos supervisar a todos los alumnos. En realidad la supervisión pasa por las mismas dificultades que un análisis, transferencias y contratransferencias están presentes entre supervisor y supervisando que pueden amenazar el desarrollo de la tarea y que deben ser puestas en consideración para clarificar el campo.

Uno de los puntos sobre los que todavía no hay consenso absoluto entre las diferentes escuelas psicoanalíticas se refiere a la contratransferencia y más específicamente: ¿a quién compete su interpretación? Dicho con otras palabras: ¿corresponde en la supervisión abordar los conflictos personales del supervisando, analizar sus puntos ciegos? Si esto se hiciera – y quizás todavía algunos supervisores lo hacen- la supervisión correría el riesgo de convertirse en un análisis, Grinberg, (1986) Sopena, (1981) ; Palacios López, (2002).; Frijling- Schreuder (1981) y peor aún, en un análisis “silvestre” (según opinan los autores citados). Si partimos de la base de que todo terapeuta en formación debería estar él mismo transitando por un proceso terapéutico, tal interpretación de la contratransferencia durante la supervisión complejizaría y complicaría el campo, porque se estaría controlando el desarrollo de la terapia del estudiante ( y a su terapeuta), con todas las derivaciones indeseables que podamos plantearnos. La supervisión no debe de interferir con el proceso terapéutico del supervisando. Cuando el supervisor se encuentra con una contratransferencia muy negativa e injustificada o ante una seducción evidente del paciente o del supervisando, o

cuando capta puntos ciegos en el estudiante, la actitud más sabia sería la de remitirlo a que vea en su propia terapia qué le está pasando y por qué. Por eso, consideramos, la condición sine qua non para todo terapeuta principiante debería ser la de estar transitando por su propia terapia de modo que la tarea de supervisión sea un encuentro adulto entre dos colegas, uno de los cuales por su mayor experiencia guía al más joven, pero que no promueve en él fenómenos regresivos. Estas consideraciones nos llevan de la mano hacia otro punto central que atañe a la filosofía de la supervisión.

Grinberg señala el doble papel que se le asigna al supervisor, como terapeuta y como educador, papeles que son excluyentes entre sí. El nos dice: “hay supervisores que se ocupan fundamentalmente del estudiante. Centran su atención primordialmente en sus intervenciones y en juzgar cómo ha interpretado, en qué momento lo hizo, qué entendió del material, etcétera. En ciertas ocasiones, cuando este enfoque está especialmente acentuado, parece tratarse más de un examen que de un verdadero proceso de enseñanza. Si la filosofía del supervisor se orienta aún más allá y trata de entender lo que pasa en el inconsciente del estudiante, encarando sus puntos ciegos y su contra tansferencia, la supervisión corre el riesgo de convertirse más en una forma de terapia. Por otro lado, puede ocurrir el fenómeno opuesto, o sea que el supervisor trabaje con la filosofía de centrar demasiado su interés en el paciente, prescindiendo del estudiante; ello desencadena problemas consistentes en un déficit de la enseñanza y en fomentar el aprendizaje por imitación (pag.9)

Entre estos dos polos opuestos se debe de llevar adelante la supervisión, atendiendo por supuesto el buen progreso de la cura en beneficio del paciente y al mismo tiempo guiando al estudiante para que pueda desarrollar su pensamiento analítico, evitando caer en situaciones que puedan ser sentidas como persecutorias o superyoicas por el supervisando. Difícil equilibrio que exige al supervisor observar al unísono las comunicaciones preconscientes e inconscientes del paciente y del alumno como las transmite éste último como decantado de sus propios filtros internos Palacios López (2002) En el trabajo anterior que ya citamos Restaino, Quirici (2011) señalábamos que hay situaciones en las que aparentemente no se sabe de quién es el paciente. Maud Mannoni (1989) nos dice que cuando la supervisión está reglamentada “coloca al supervisor en posición de ser no el referente del analista sino el responsable de la cura…” (pág 104). Esta autora se pregunta entonces quién es el responsable del paciente. Si el supervisor usurpa el lugar del terapeuta- movido, por ejemplo, por su rivalidad con su colega más joven- la situación se falsea porque deja al estudiante ubicado en el lugar de un intermediario entre el paciente y el supervisor. El aprendizaje queda bloqueado y el terapeuta imita a su supervisor y llega incluso a repetir exactamente con su paciente las intervenciones que aquél le ha aconsejado. En nuestro medio Luz Porras (1996) califica a esta situación como uno de los espacios transgresivos que se pueden dar en las supervisiones institucionalizadas. Si el paciente es su paciente entonces es su mérito la buena marcha del proceso terapéutico y es su demérito el fracaso de la cura (ya que el terapeuta queda borrado) y el supervisor siente que tiene que rendir cuentas ante sus pares del grupo de supervisores.Demás está decir que el proceso de aprendizaje queda bloqueado como ya dijimos y que no se promueve en el supervisando el encuentro con su propio estilo ni la capacidad de pensar por sí mismo. Citando a Palacios López (2002): “El éxito dependerá de la capacidad que tenga el supervisando para desarrollar y emplear su propia personalidad como instrumento en el tratamiento de su paciente. Dicho en otras palabras, en la medida que convierta funciones de su yo en instrumento analizador”

Por otra parte respecto a la supervisión expresa que la misma debe cursar por todos los escollos del análisis y así como ningún analista es capaz de tratar todos los casos, no hay supervisor que pueda trabajar con todos los alumnos que se le asignen. Pensamos que esto también rige desde el lado del estudiante, de ahí que debemos reflexionar si no será conveniente que el estudiante tenga la libertad de escoger su supervisor como sucede en otros institutos. Y por último Palacios López en referencia a las condiciones que debe tener un buen supervisor expresa que debe ser pluralista, flexible y tolerante y agrega que a la lista de sus virtudes se debe agregar, la paciencia, la sinceridad y, antes que ningún otro, el respeto indeclinable por las cualidades del joven que tiene como colaborador de su tarea. A veces sentirá envidia del devenir de ese alumno porque el representa el futuro y el supervisor suele haber ya dejado atrás sus mejores años. (Palacios López, 2002)

BIBIOGRAFÍA

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Frijling-Schreuder E.C.M., Isaac-Edersheim E., and VanDer Leeuw P.J., Amsterdam, The supervisor´evaluatioon of the candidate, Int.Rev. Psych-Anal. (1981) 8,393.

Grinberg, L, (1986). La supervisión psicoanalítica, Teoría y práctica. Madrid, España, Tecnipublicaciones.

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Mannoni, M, (1989). De la pasión del ser a la “locura” del saber. Freud, los anglosajones y Lacan. Buenos Aires, Argentina, Paidos.

Palacios López, A. (2002). La supervisión en la enseñanza del psicoanálisis. APM/cuadernos/2002/2002.htlm. Nº 1 y 2, volumen XXXV – enero-junio. Recuperado de http:www.apm.org.mx/portal%.

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Restaino E, Quirici T, (2011). Supervisar dentro de un marco institucional. Revista de psicoterapia psicoanalítica, tomo VII,No. 4. 131- 139.

Roudinesco E, Plon M, (1998). Diccionario de Psicoanálisis. Buenos Aires, Argentina, Paidos. Waksman de Fisch, F. (1999). Introducción a las ideas de Donald Meltzer vinculada con el material clínico de las supervisones. Psicoanálisis: Revista de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, 21,(1/2), 021-039.

RESEÑA

Estimados socios: El pasado miércoles 1 de Agosto en el marco del ciclo "AUDEPP va de congreso", se realizó la actividad prevista, en la cual el Doctor Enrique Restaino nos presentó el trabajo que realizara junto a la Licenciada Teresa Quirici sobre la supervisión psicoanalítica institucionalizada.

El encuentro permitió profundizar en un tema generalmente poco discutido desde el punto de vista teórico y que hace al quehacer psicoanalítico. El aporte de los compañeros realiza un recorrido teórico por los autores que han tratado el tema, y se detiene y cuestiona acerca del rol del supervisor y los aspectos transferenciales que se ponen en juego en esta tarea.

La discusión se vio enriquecida por la participación de otros compañeros, también supervisores de AUDEPP, así como del público joven que nos acompañó.

A todos muchas gracias, afectuosamenteComisión Científica

15 Agos to Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión Científica¡¡DEBERÍA DARTE VERGÜENZA!! La vergüenza una construcción psicosocialExpositora: Lic. Nora Pomeraniec Discutidora: Lic. Adriana Di TomasoSede de AUDEPP

RESEÑA

Estimados socios: El pasado miércoles 15 de Agosto en el marco del ciclo "AUDEPP va de congreso", se realizó la actividad prevista, en la cual la Lic. Nora Pomeraniec nos presentó su trabajo sobre la vergüenza como construcción psicosocial en contrapunto con dos discutidoras: la Lic. Adriana Di Tomaso y la Psic. Ana de la Peña.

Un tema con poca “prensa psicoanalítica” despertó sorpresas e interés por el mismo así como el deseo de seguir profundizando e intercambiando. Se planteó un minucioso recorrido teórico por autores que han tratado el tema, así como la visión desde la clínica y su estrecha relación con el vínculo terapéutico. Se discutieron conceptos relacionados como la culpa y su diferenciación con la vergüenza y los aspectos narcisistas subyacentes a esta temática.

Un número importante de socios y público joven fue el marco de un debate que generó expectativas de un futuro acercamiento a la temática.

A todos muchas gracias, afectuosamenteComisión Científica

5 Set ie mbre Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaPATOLOGÍAS del CONSUMO. PRODUCCIONES del MERCADOExpositora: Dra. Rosario Sica - Discutidora: Dra. Rosario OyenardSede de AUDEPP

RESEÑA

Estimados socios: El pasado miércoles 5 de setiembre en el marco del ciclo, "AUDEPP va de congreso", tuvo lugar la actividad “PATOLOGÍAS DEL CONSUMO. PRODUCCIONES DEL MERCADO”, en la que las Dras. Rosario Sica y Rosario Oyenard presentaron muy interesantes perspectivas sobre una realidad que nos convoca e interpela. El esfuerzo de las compañeras se centra en abordar temas de extrema actualidad desde el paradigma de la complejidad, integrando el aporte de diversas disciplinas, enriqueciendo y ampliando nuestra comprensión clínica. El vasto abanico de "adicciones", que va desde las drogas legales a la TV, pasando por los trastornos alimentarios y los video juegos nos ponen sobre alerta de la influencia del marketing y los medios de comunicación en la generación de los mismos. Invitamos a todos a seguir integrándose y compartiendo esta "red social" que constituimos y no nos queda más que agradecer a las compañeras por tanta generosidad. Afectuosamente,Comisión Científica

VI CONGRESO de FLAPPSIP

2011

PATOLOGÍAS DEL CONSUMO. PRODUCCIONES DEL MERCADO

Esta mesa discute Patologías del Consumo. (Punto y seguido). Producciones del Mercado. Este punto y seguido separa y une estos términos. Resalta la interrelación, la influencia de conceptos que provienen de diferentes disciplinas. Jerarquiza la interdisciplina.

Vamos a dialogar con la medicina con sus “patologías”, las neurociencias, y el cuerpo teórico-práctico de la psicoterapia psicoanalítica siempre interesada en la búsqueda de los motivos que determinan los fenómenos que investiga. En este caso cómo las producciones del mercado determinan y/o influyen en la subjetivación o en la desubjetivación del ser humano.

Hasta hace 20 años las patologías del consumo se asimilaban exclusivamente a aquellas donde las sustancias psicoactivas, “las drogas”, y el “acto de drogarse” (Vera Ocampo, 1987) tenían un papel determinante.

Hoy la mayor parte de los autores las extienden a otros comportamientos que permiten dejar de lado las propiedades químicas de sustancias externas y sus efectos

farmacodinámicos (Sica R, 2000). Incluyen la bulimia, la anorexia, la timba nominada como ludopatía, las compras compulsivas, la adicción al trabajo, a las cirugías estéticas, a determinados programas de televisión, el vértigo como finalidad de vida, etc.

Desde el punto de vista psicopatológico tienen suficientes factores en común que justifican su agrupación (Jeammet P, 1997)1 . Philippe Jeammet se interroga sobre la función que tiene en la economía psíquica esta actividad de consumo sin desconocer los efectos que el mismo produce. Jerarquiza que hay una búsqueda desesperada de objetos exteriores al sujeto, para “colgarse”, buscando “algo” que apacigüe ese malestar, sin conocer el sujeto que le pasa. Este autor lo considera fundamentalmente emparentado con un intento de restitución narcisista y búsqueda de identidad. (Libertman A., 1998)2

El desarrollo de la neurociencias y los adelantos tecnológicos han mostrado la complejidad de la interrotroacción (Yaría A., 2008) de factores biológicos, psicológicos y sociales generando cambios en el psiquismo, en la relación de hombre consigo mismo y con los demás.

Teniendo en cuenta el título que nos convoca: Patologías del Consumo. Producciones del Mercado, destacamos el papel del mercado con su marketing violento y la influencia mediática bombardeando con la publicidad de objetos, productos, supuestos “estilos de vida” que son “la felicidad”, mientras introducen una dimensión mortífera. Influyen en la determinación de funcionamientos mentales que en esta situación están siempre en busca del supuesto objeto apaciguador que no logran alcanzar. Funcionamientos mentales que pivotean el conflicto psíquico para establecerse en la actuación.

El deseo como motor humano que relacionando pasado, presente, resignifica, construye historia y planifica futuro, deja lugar al acto, al acontecimiento. Reconocer el deseo pasa por reconocer la incompletud, la muerte, que las patologías del consumo tratarían de obturar.

No hay lugar para la reflexión, para la posibilidad de pensar en tanto inhibición de la acción, en tanto espacio psíquico.

Del síntoma con su dimensión conflictiva, formación del inconsciente, pasamos al acto que deja al sujeto mudo y más vulnerable a la presión del mercado.

Se prohíbe mostrar el conflicto. Nada para duelar. Todo es alegría, o broma. Las injurias más groseras dejan de estar en el campo de la violencia y como dice Sandino Núñez, filósofo uruguayo, es una “jodita para Video Match”. “Se borra la distancia entre lo serio y la broma”3, lo público y lo privado.

El Semanario uruguayo Brecha en su edición de 4/3/114 define como publicidad “…forma de comunicación paga, difundida por iniciativa de operadores económicos, que tiene…de modo intencional y sistemático…, como función, influenciar actitudes y la elección de los individuos respecto al consumo de bienes y servicios. …produce objetos útiles e inútiles… también necesidades, para que sean consumidas …”5 Y menciona a la televisión como “maquina siniestra…adiestradora de los consumos…”

Sandino Núñez considera6 la tecno comunicación como “…enorme fuerza de transformación de la sociedad”. Publicita estímulos que obturan deseos: “La gente no funciona por deseo sino por estimulo” (Núñez S., 2010). El estímulo es el juego, el fármaco, el video, el vértigo, que toca la materialidad del cuerpo, mientras que el deseo es lenguaje, ideas, proyectos.

Queremos destacar que la sociedad de consumo, con la masificación, con la presión social, entre otros factores incide en la estructuración psíquica creando un hombre dealer de su propio consumo.

Vargas Llosa en su libro “Civilización del espectáculo” señala en relación con la cultura del consumo, la importancia del “pasarla bien” a través de placeres efímeros, fáciles, lo banal y trivial “…en lugar del encuentro consigo mismo a través de la reflexión” (Vargas Llosa M., 2012, p. 41). Agrega “…la cultura de masa quiere ofrecer novedades…que distraigan a la mayor cantidad…de consumidores”. Este “divertir” está en función de una “…evasión fácil y accesible para todos sin necesidad de formación alguna, sin referentes culturales…” (p. 27).

El otro aspecto que nos interesa señalar de esta fuente, es la anulación de la diferencia entre precio y valor. Lo que tiene éxito es bueno, y se vende. Lo que no conquista al público hay que sacarlo del mercado y no tiene valor (p. 31)

Las producciones del mercado, la publicidad y los medios de comunicación apuntan muy especialmente a los adolescentes. Los utilizan como medio para asegurar presentes y futuros consumos. Son figuras identificatorias: para los niños en tanto “grandes” a los cuales imitar, y para los adultos son la imagen de la juventud ansiada, cuya pérdida no se quiere resignar. Son su medio y target predilecto.

El mercado conoce la vulnerabilidad adolescente, momento vital de reestructuración psíquica, biológica y social. Desde el punto de vista psíquico las bases edípico-narcisistas “tambalean”. Hay movilización en los procesos de la identificación primaria y secundaria7 .

La realización del proceso adolescente depende, entre otros factores, de cómo se haya desarrollado la infancia, y de “… la evolución de las estructuras sociales, los modos de pensamiento, del marco educativo y de la relación de los adolescentes con los objetos culturales” (Birraux A., 2000)8

Elegimos dos situaciones para ejemplificar la interrelación entre patologías del consumo y producciones del mercado: la primera está referida al abuso de alcohol en la población adolescente y la otra a la adhesión a ciertos programas de televisión ampliamente difundidos en la región.

Con respecto al primer punto, desde el 1999 organismos nacionales como la Junta Nacional de Drogas (JND), dependiente de la Presidencia de la República y el Observatorio Uruguayo de Drogas, e internacionales dependientes de Naciones Unidas como la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) realizan, en Uruguay y en 6 países de la región ( Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Perú, Bolivia, y desde el 2009 Colombia), una encuesta sobre el consumo de sustancias psicoactivas en población adolescente escolarizada. Se estudia el consumo, episodios de abuso, patrón de consumo, edad de comienzo etc. El objetivo es realizar un diagnóstico válido, confiable, actualizado que permita realizar proyecciones a futuro para desarrollar planes para la prevención.

Los encuestados son estudiantes de segundo año de Ciclo Básico (en Uruguay adolescentes de 13 años promedio), de primero y tercero de Bachillerato Diversificado (promedio de edad es 15 y 17 años respectivamente) . Lo que nos muestra la encuesta en Uruguay es que la sustancia psicoactiva más consumida en esta población es el alcohol. No sólo es preocupante por el volumen que se consume, los episodios de abuso, sino porque han cambiado los patrones de consumo siendo en un alto porcentaje

consumo diario. Las edades de comienzo del consumo son cada vez menores (en la escuela en población escolarizada). También han cambiado los lugares de consumo: ahora es la casa, el boliche, la vía pública. El desplazamiento de adolescentes de ambos sexos con una botella de a litro de cerveza, tomando del pico mientras caminan es moneda corriente en las calles uruguayas.

También esta encuesta ha detectado que si bien la cerveza es la más consumida, las bebidas alcohólicas llamadas blancas, que tienen mayor graduación alcohólica: vodka, tequila etc. tienen, cuando se grafican en la curva, una rápida escala ascendente entre los 15 y 17 años.

Según datos del 2008 del Ministerio de Sanidad y Consumo de España, se estima que la “industria alcohólica mueve 11 billones de Euros y representa el 20% de ventas de la industria alimenticia9.

¿Cómo llegamos a esto?

Como dijimos diversos factores actúan. Pero resaltamos cómo la propaganda colabora masivamente con este resultado, ya sea promocionando en forma directa el producto y/o a través del patrocinio de espectáculos juveniles, promocionando un ideal juvenil.

Las campañas de promoción y patrocinio se basan en estudios del comportamiento humano, de factores motivacionales según la edad, sexo etc., del target al que quieren llegar Como dice el Ministerio de Salud y Consumo de España “promueve estilos de vida lo que es más preocupante en los jóvenes”10

Todo es divertido, aconflictivo, asociado al éxito social y sexual.

No sólo buscan el mensaje que más llegue, sino los momentos donde estos hacen mayor eco. Y como si fuera poco, desde el estudio de las neurociencias, la publicidad está realizada promoviendo la acción en el sistema de recompensa a nivel neurobiológico.

Un espectáculo de rock que se desarrolla todos los años en Uruguay, es nombrado por la marca de cerveza No dicen los jóvenes y adolescentes vamos a un festival de rock… sino vamos al…y mencionan la marca de cerveza.

El setting donde se desarrollan las propagandas, son los lugares que frecuentan los adolescentes En verano sin disimulo aparecía un reclame en La Pedrera, Arachania (localidades de la costa de Rocha) con la visión de un supermercado que es el lugar donde habitualmente iban a comprar las bebidas los jóvenes, promocionando la marca de cerveza.11

Los slogans apuntan a la importancia de la relación entre pares en los procesos de subjetivación. Así hablan de:o

- “alma de amigos”. La amistad que exponen es fugaz, superficial y mediatizada por el alcohol La televisión por ejemplo muestra en un reclame una “manada” como llama Núñez, de jóvenes excitados, que a título de verano bomba se tiran de trampolines, saltan, una chica que se “destapa”, sacándose el soutien y salta también… ¿A dónde?

-factores que remiten a la identidad, al encuentro entre pares en atmosfera triunfalista. Cuando estuvimos con el mundial de football de Sudáfrica, y porque nos fue muy bien el slogan: era “naci celeste” o “naci sonando que unos amigos lograran esto” y aparece la marca de cerveza.

Todo es adrenalina, omnipotencia, tener química.

En el verano aluden al “calor” y aparece una cerveza “… de cuerpo dorado, brillante, delicada, espuma blanca...” (mientras muestra la imagen de una seductora adolescente) Y en invierno la industria cervecera nos dice: “el calor lo pones vos”

Promocionan el aumento del consumo, y el cambio de patrón de consumo: hacia una forma adictiva, compulsiva y diaria, aún trascendiendo el abuso de fines de semana Otras propagandas dicen: “!Que bueno que es disfrutar y que sea más de una!!” Otra:…“… pero martes es día y si son días, son días para tomar cerveza”, Otra: “Te juntas con amigos y tomas una, y vienen mas amigos y destapas otra y otra y ¡esta bueno!!”

El objetivo del mercado es aumentar sus dividendos económicos aumentando el consumo en los jóvenes y adolescentes, en los espacios de ocio.

El mercado con la publicidad de “consumos” se nos representa como una máquina donde se estudian deseos, motivaciones humanas para posicionar productos que destruyen lo humano. No es ajeno al poder de su convocatoria ni a las consecuencias de sus actos.

El segundo punto al que hacíamos referencia son determinados programas de televisión que tienen, como lo propagandean, un rating muy alto o sea, somos espectadores una gran cantidad de personas.

Tomaré las palabras de Sandino Núñez, en su libro Prohibido pensar, donde hay un capitulo que denomina: “Masticando distraídamente, por un sueño” 12

El nombre se entiende en su lectura porque lo asocia con el concepto snack en tanto bolsa de maníes o papitas que no importa si gustan o no, pero uno se las come hasta el final, dándose el sujeto cuenta de esto cuando no hay más.

Comienza el autor citado, manifestando que nunca le gustó bailar pero se da cuenta que ahora todos bailan: en la publicidad, aumentaron las academias de bailes, etc. Lo relaciona con un programa argentino que Uruguay y otros países lo compran cuyo conductor es Tinelli. Señala lo barroco “obsceno” de todo este “circo” y dice: “… descubrí algo más atroz que anula…todo aquello que me antipatiza. El programa funciona exactamente como un snack…Me como uno y dos y cuatro y mil. Miro a Tinelli dos segundos que se convierten en cuatro… en una hora. Ninguno tiene gusto a nada, ni me producen el menor placer, pero no puedo parar de llevármelo a la boca, compulsivamente… Puede no gustarme…, pero hay algo en su mecánica microscópica que bloquea toda resistencia y dispara una adhesión que parece situarse en lo físico”. Apunta al carácter adictivo de la relación.

¿Pero qué podemos hacer?

Desde el psicoanálisis como psicoterapeutas es imprescindible ver nuestros aspectos de funcionamiento adictivo para que no oficie de punto ciego en el trabajo con nuestros pacientes desde las vicisitudes de las transferencias. “Corremos el riesgo de bloquear el discurso del paciente y por tanto no contribuimos al rescate del sujeto” (Sica R., 2000)13

Con respecto a nuestro trabajo con pacientes a través de nuestras intervenciones esperamos que el acto de lugar a la palabra para que el paciente contacte con algo del orden de su deseo, entrando en la escena psíquica.

Adentrarnos en las complejidades de estos funcionamientos mentales, problematizarlos.

Sabemos que necesitamos un abordaje multidisciplinario con la consideración de aspectos relacionados con la salud mental y física pero también con aspectos políticos, económicos, educativos, sociales, publicitarios.

Necesitamos establecer políticas públicas, reorientar servicios de salud, fortalecer las redes comunitarias además de introducirnos en la dinámica psíquica.

En Uruguay desde el 2008 se estableció la ley 18.256 que ratifica el Convenio Marco de la OMS del 2004 y el decreto de 2006 que dispone medidas tendientes a reducir el consumo de tabaco y la exposición al humo del mismo. El objetivo es “…proteger a los habitantes del país de las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales ambientales, económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco.”

Las medidas están en relación a la prohibición de fumar o mantener encendidos productos del tabaco en:

Lugares cerrados que sean de uso público, lugares de trabajo, lugares abiertos o cerrados que sean dependencias sanitarias o centros de enseñanza.

La ley pone el ojo sobre la publicidad y patrocinio de los productos del tabaco prohibiéndola en los diversos medios de comunicación. Obliga a la industria tabacalera a manifestar el perjuicio que causa el tabaco en forma escrita y en figuras. Estas figuras deben ocupar por lo menos el 50% de las superficies principales expuestas. Obliga a los servicios de Salud pública y privados a realizar tratamientos de rehabilitación y dependencia. Prohíbe la venta a menores de 18 años y la venta de cigarros sueltos.

Se reglamenta el precio de la caja de cigarros. Esta es otra variable altamente conocida que aumenta los precios y desciende su consumo.

Hay por ley sanciones y fiscalizaciones

Con estas medidas se consiguió el descenso del porcentaje de fumadores de 35% a 24%. Lo que queremos decir con esta ejemplificación es que se necesita la conjunción de factores políticos, económicos, sociales, psicológicos y también publicitarios.

Pero dejamos claro que desde nuestra conceptualización no nos amparamos en una postura de supresión sintomática exclusiva, ya que sabemos que si se suprime un síntoma y permanece el funcionamiento mental este prontamente aparecerá con otro ropaje.

Gracias

Bibliografia

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3 Oc tubre Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaACERCA DEL SUICIDIOExpositores: Dres. Doris Cwaigenbaum y Miguel HoffnungSede de AUDEPP

RESEÑA

Estimados socios: En el marco del ciclo AUDEPP va de Congreso, se realizó el pasado 3 de octubre la ponencia "ACERCA DEL SUICIDIO", a cargo de la Dra Doris Cwaigenbaum y el Dr, Miguel Hoffnung, con la participación como discutidor del Dr. Rafael Sibils, la que contó con una numerosa concurrencia.Se contextualizó el lugar del suicidio desde el punto de vista de sus estadísiticas actuales, se realizó una caracterización teórica y tipíficaciones de los distintos tipos de suicidio, considerando esta problemática como un acto multideterminado que requiere de abordajes complejos y diversos.Asimismo, se hizo referencia a la importancia de los factores de riesgo y los factores de protección, al lugar y al rol del terapeuta y a los modos particulares de verse afectado en su subjetividad.Agradecemos especialmente la generosidad de los expositores por compartir una caso clínico de alto compromiso emocional, que hizo posible una discusión profunda e implicada sobre el material.

Afectuosamente, Comisión Científica

17 Oc tubre Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaACERCA DE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA DE LA PSICOTERAPIAExpositor: Dr. Manuel Laguarda Discutidor: Lic. Eliseo González RegadasSede de AUDEPP

Acerca de la Enseñanza Universitaria de la PsicoterapiaManuel LaguardaAsociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica (AUDEPP)Author noteDr. Manuel Laguarda, Médico especialista en Psiquiatría de adultos y en Psiquiatría de niños y adolescentes, Psicoterapeuta Habilitante de AUDEPP, Decano del Instituto Universitario de Postgrado de AUDEPP. (Mayo 2012)Dirección: El Viejo Pancho 2540Email: [email protected]

ResumenSe pasa revista a algunos puntos vinculados a la enseñanza de la psicoterapia en general y del psicoanálisis en particular. Se reconoce la necesidad de avanzar en estas temáticas reconociendo sus complejidades, con especial referencia al campo psicoanalítico.

Palabras clavesFormación – transmisión – profesiones imposibles – saber – episteme - discursos

I. Introducción

La temática de la enseñanza de la psicoterapia en general y la psicoterapia psicoanalítica en particular presenta muchas facetas algunas de las cuales, van a ser abordadas en el presente trabajo.

En los últimos tiempos los cambios en curso en los sistemas de salud le asignan a este tema una mayor importancia, vinculada a la necesidad de dar garantías a los usuarios de las prestaciones de salud mental. En el caso particular de la formación en psicoanálisis hay otras especificidades que también serán referidas en lo que sigue a continuación.

II. Consideraciones generales

El tema que hoy nos convoca, la enseñanza universitaria de la psicoterapia, esta vinculado a otras dinámicas sociales. En los últimos tiempos, múltiples y complejos cambios de la sociedad y de la cultura han afectado nuestra práctica.Más allá de todas las discusiones acerca de las patologías del nuevo milenio, o sea de las modificaciones en los cuadros clínicos vinculados a los cambios sociales, ha sido un lugar común señalar que la época de la posmodernidad y de la globalización neoliberal ha alentado la inmediatez, desestimado el pensamiento critico o incluso que el predominio de los medios centrados en la imagen no favorece la necesaria mirada reflexiva que es presupuesto de toda aproximación psicoterapéutica.Todo esto es cierto, pero esta perspectiva apocalíptica no agota el balance de la época.En sentido contrario a las orientaciones antiigualitarias y elitistas de las formulaciones del neoliberalismo, se ha afirmado en los tiempos más recientes volver a desarrollar las redes protectoras del estado de bienestar y extender los derechos al conjunto de la población con independencia de sus ingresos o de las circunstancias determinadas por el azar, el mercado o la herencia.Esto se ha traducido en las reformas a los sistemas de la salud y más concretamente en la universalización de las prestaciones en el campo de la salud mental, y como lógico corolario en concretar el acceso de la psicoterapia, una de las herramientas fundamentales para el tratamiento de estos cuadros al conjunto de la población.Nosotros, integrantes del campo psicoanalítico, no podemos menos que recordar que ya en 1918, Freud, en el Congreso de Budapest , había anticipado que llegaría el momento en que la sociedad se haría cargo de esta necesidad, en el sentido de la toma de conciencia de que los sectores menos pudientes tienen tanto derecho a la psicoterapia como a la cirugía básica, lo cual tendrá como consecuencia la adecuación de la técnica las nuevas condiciones.La referencia a Freud, me permite afirmar una primera reflexión: el psicoanálisis no tiene extraterritorialidad. Es parte de la cultura y de la sociedad, influye sobre ella y también es influenciado fuertemente por ella.La inclusión de la psicoterapia en los planes de salud mental, como parte de la salud para todos, se corresponde a los ideales que han guiado siempre nuestra vida y es parte de la razón de ser de FUPSI, velar por ese derecho.Todo esto tiene varias consecuencias, todas ellas interrelacionadas.Por un lado, la necesidad de dar garantías a los usuarios y al propio sistema de salud en lo institucional, acerca de las prestaciones que podemos brindar.Esto nos lleva al consecuencialismo, o sea demostrar las consecuencias de nuestras acciones y a los problemas de la investigación de una terapia basada en la evidencia, tema particularmente complejo, desde el punto de vista epistemológico, para el psicoanálisis, que no voy a desarrollar en esta ocasión.También nos lleva la formalización de nuestra actividad, con la necesidad de reglamentaciones y habilitaciones desde el marco jurídico estatal, lo cual nos conduce a la necesidad de promulgar una ley que tome a la psicoterapia como su objeto, en cuya elaboración tendrá que aportar FUPSI, un componente imprescindible.

En ese contexto, parece obvio, que las habilitaciones a nuestra formación, no podrán pasar solamente por el aval de nuestros pares, de nuestras asociaciones, también requerirán una instancia regulada por el orden jurídico, y en tal sentido, se impone la profesionalización universitaria.Como conclusión, el ejercicio de la psicoterapia estará regulado por la ley y la misma será una profesión universitaria especifica y distinta, aunque naturalmente una posible articulación puede ser considerar la formación para su ejercicio profesional a nivel de postgrado, con la titulación previa de psicólogo o psiquiatra, así como el establecimiento de maestrías y doctorados para su desarrollo desde el punto de vista académico.Naturalmente, otros problemas se abren a partir de este punto. Por ejemplo, si le corresponde a la universidad o a las asociaciones la dirección de estos institutos de formación universitaria.O, más aún, cuál será en la nueva situación, el papel de las asociaciones profesionales. Y también, la relación entre un aprendizaje meramente teórico y una formación vivencial, que incluye el pasaje del aspirante por su experiencia personal con la técnica respectiva.E incluso los problemas epistemológicos que surgen de la convergencia de saberes y conocimientos de diferente estatuto teórico.Por último, los problemas que surgen de la pluralidad de psicoterapias.Sin entrar en la compleja situación del diseño del dispositivo institucional de la legitimación de las mismas, la respuesta a estas y muchas otras cuestiones pasa por lo específico de cada una de ellas.En lo que sigue, me voy a referir a la orientación psicoanalítica, sin entrar tampoco en la discusión de las relaciones o diferencias entre psicoanálisis o terapia psicoanalítica.

III. Acerca de la enseñanza universitaria del psicoanálisis

Se ha discutido si puede enseñarse el psicoanálisis o si este sólo puede trasmitirse en el marco del análisis personal, siendo el único saber válido el de la experiencia analítica.Nuestra respuesta es que el psicoanálisis se enseña y se trasmite a la vez, pudiendo conceptualizarse a la formación como la síntesis de la enseñanza y de la trasmisión.Se trata de un proceso que abarca tanto a la adquisición de conocimientos como a la transformación de los sujetos involucrados, apuntando a la creación de nuevas estructuras mentales, lo que implica la constitución de las bases de la identidad psicoanalítica..Freud así lo entendió y en 1918 saludó su enseñanza desde la Universidad.Dejó bien claro que la formación del psicoanalista se basa en los pilares del análisis personal, el estudio y la supervisión de casos-el clásico trípode-y agregaba también la vida en las sociedades psicoanalíticas.Sin todo esto, no se podrá aprender cabalmente y no se podrá acceder al ejercicio del mismo.Freud planteaba también en 1918, que el psicoanalista podía prescindir de la Universidad para su formación, la podía conseguir por fuera de la misma y que las asociaciones debían su existencia, justamente, a la exclusión que la universidad le había hecho al psicoanálisis.Noventa años después, y en nuestro contexto, como ya vimos, nos posicionamos de diferente manera ante la relación del psicoanálisis y la universidad. Después retomaré el tema de las asociaciones.Para Freud, es la universidad quien se beneficiaría de ese encuentro y en tal sentido, visualizó la inserción del psicoanálisis en la misma a diferentes niveles.

Por un lado, un curso general en la formación de los médicos que incluyera como temas previos las relaciones entre la vida somática y la anímica, así como las otras terapias.En segundo lugar, conferencias especializadas para la formación de los psiquiatras.Y en tercer lugar, por el carácter de universalización, de articulación de los conocimientos, que es a lo que aspira la universidad, planteó su inserción en la formación de las ciencias humanas.Aclaro que esta enseñanza tendría carácter dogmático-critico, por medio de clases teóricas, y no implicaría la habilitación para el ejercicio del análisis. O sea que para la misma, sigue vigente el clásico trípode, el papel de las asociaciones y un saber que no se agota en lo teórico y dogmático.En 1926 Freud describió la enseñanza brindada en los dos institutos de formación que existían en aquel momento, correspondientes a las asociaciones de Berlín y Viena, basados en el clásico trípode, que de esta forma vuelve a ser reafirmado y proyecto la creación de una escuela superior psicoanalítica, con una currícula más ambiciosa que incluiría disciplinas por fuera del campo psicoanalítico y a la que parece ubicar en el ámbito universitario.En ese artículo, como es sabido, defendió la posibilidad del ejercicio del psicoanálisis por parte de los no médicos y planteó que el mismo implica otro tipo de fenómenos y de leyes diferentes al de la medicina.Respecto a la regulación legal de su profesión, si bien prefería el laissez faire, aceptaba la posibilidad de la misma con las debidas garantías.En suma, Freud entendía positiva la enseñanza de la teoría psicoanalítica en la universidad y sobre todo su articulación y encuentro con otras disciplinas, pero para el ejercicio clínico del mismo reivindicaba la vigencia del trípode y de las asociaciones profesionales.

IV. La enseñanza del psicoanálisis, las asociaciones y la Universidad.

La enseñanza teórica, a la que Freud llamaba dogmática-critica, así como la supervisión del trabajo clínico, pensamos puede brindarse desde institutos con rango universitario, los cuales pueden estar insertos en la universidad o estar vinculados a las asociaciones, con las correspondientes habilitaciones legales.Lo primero tiene la ventaja justamente de lo universal de la universidad y la facilidad para la articulación de saberes. Lo segundo, la cercanía de un saber específico y la mayor facilidad para la articulación con el tercer componente del trípode.O sea, la formación no se agota en estos institutos, siempre habrá necesidad de la experiencia vivencial del tratamiento personal lo cual deja pendiente el tema que ya preocupaba a Freud en el texto de 1926, o sea la instancia que fije las condiciones bajo las cuales se permita el ejercicio de la practica clínica.Por supuesto, también podría diseñarse una suerte de Facultad de Psicoterapia, en la orbita de la Universidad o de las asociaciones, donde confluyeran varias técnicas y escuelas, se brindarán conocimientos generales a todas ellas, desde las neurociencias a las ciencias sociales y luego se siguieran orientaciones especificas. También se mantendría la especificidad de los tratamientos individuales de los aspirantes y la instancia convalidante de los mismos.

V. Especificidades de la enseñanza del psicoanálisis

Me remito, en lo esencial, a un trabajo que elaboré sobre este punto hace tres años (Laguarda, 2009).

Lo específico de esta formación es que el saber de la teoría y el saber de uno mismo están vinculados. Si la formación es la síntesis de enseñanza y trasmisión y si la primera es la formación teórica, la segunda no se limita al análisis personal. La trasmisión alude a una serie de procesos, a veces no predeterminados, que se dan en el marco del análisis personal, en la vida de las instituciones, en los propios espacios docentes y en general, dado el carácter conciente e inconciente de estos procesos en muchas otras actividades de los sujetos involucrados. Las instituciones protegen contra las angustias surgidas en la situación analítica y ofrecen una referencia simbólica, un tercero entre paciente y terapeuta, situación esta siempre en riesgo de pervertirse en relación dual. Lo que se trasmite tiene que ver con un modo de pensar analítico, una tradición, un conjunto de ideales, un superyó, una disposición a la critica, a no conformarse con lo dado e inmediato, un ideal de apertura, movilidad y creatividad. Este tema se cruza con el que desarrolla Wainsbrot (1995), al plantear que el analista como el yo tiene sus propios vasallajes:

-la teoría y su transmisión, en su doble vertiente de productor y producido por dicha trasmisión-el superyó de la cultura psicoanalítica, que incluye los aspectos éticos y el “como se debe ser analista”, con las obvias referencias epocales y geográficas-la clínica y sus reglas

Esto supone una paradoja: son necesarios para construir la identidad psicoanalítica, pero deben ser superados. Más profundamente, el psicoanálisis debe postularse en un lugar en el que si permanece desaparece en su función. Lo mismo cabe respecto a la transmisión o enseñanza, hay momentos fundantes necesarios, pero destinados a desaparecer, porque sino desaparece el psicoterapeuta. La construcción de la identidad y de la formación es un arduo proceso de metabolización, que nunca concluye, cuestionando sin abandonar lo esencial. Por todo esto Freud ubicaba a la enseñanza y al psicoanálisis dentro de las profesiones imposibles, junto con la política, por lo cual el gobierno de las instituciones de formación en psicoterapia sería tarea triplemente imposible. La diferencia seria que en el análisis y en la enseñanza se ejerce el poder con el objetivo de renunciar a el y en la tercera profesión imposible no se renuncia al poder. Otra diferencia que Marcelo Viñar (1987) desarrolla en su trabajo sobre las tres profesiones, es que a la pedagogía y al análisis les importa las trayectorias personales y el decir respecto a ellas. A la política le importa los acontecimientos y el actuar para modificarlos. Van a estar siempre presentes las tres porque son formas de aproximarnos a lo real, son imposibles porque siempre va a haber un resto inaccesible en lo real. Y son imposibles porque es imposible que algún día renunciemos a ellas.

VI. Algunos problemas filosóficos

La doble vertiente de enseñanza y trasmisión que postulamos para la formación en psicoanálisis, plantea algunos problemas que desarrolla Daniel Gil en algunos trabajos recientemente editados en su libro Enrancias (2011). Dice este autor que Lacan utiliza la palabra saber en dos acepciones, por un lado como episteme, como saber ligado por una coherencia formal, saber teórico, saber transmisible y por otro lado como saber no-sabido propio del inconciente.

Lo primero es lo que se enseña en los institutos de psicoanálisis. A lo segundo se podrá acceder eventualmente, en forma episódica o puntual, en la experiencia analítica. Lo primero es del orden del conocimiento, lo segundo se relaciona con la verdad del inconciente. Y Lacan pone sobre sus pies a Descartes que decía que la verdad era de Dios y el conocimiento de los hombres al decir que la verdad esta en el inconciente. Es un saber no sabido, un saber paradójico. Un saber poseído por el analizando, que es quien sabe, pero no sabe que sabe. El analista posee un saber como episteme, como saber ligado como teoría con la cual opera y que posibilita la creación del dispositivo analítico que puede permitir que la verdad del inconciente hable, como saber donde el sujeto queda indeterminado, como saber no sabido del orden de la verdad. La formación del analista implica transitar por los dos saberes, por las dos experiencias, lo cual remite a discursos distintos.,que para Lacan son diferentes formas del vínculo social. La formación teórica remite a lo que este autor llama discurso de la universidad, y (que a su vez se desprende del llamado discurso del amo), cuya función es trasmitir un saber y el que lo trasmite lo detenta, y funciona como modelo identificatorio La experiencia analítica implica el encuentro con el discurso de la histérica, donde el saber está permanentemente cuestionado y con el discurso analítico que hace advenir al lugar de la verdad al

deseo inconciente y es el analizante-en este caso el terapeuta en formación – el agente o sea el que sabe aunque no sabe que sabe. Toda formación implica entrar en el orden del discurso de la institución (discurso del amo o de la universidad), someterse a un conjunto de reglas. Entrar en cualquier institución implica lo anterior, lo contrario sería la anomia. El asunto es en que medida la institución-asociación profesional, instituto de enseñanza, etc-alientan o permiten la autonomía, o sea acatar las reglas paro también dejar espacio para cuestionarlas, en que medida también no obturan el desarrollo de los otros discursos. Y también en que medida en el tratamiento personal el analista posibilita salirse de la posición de supuesto saber para que aparezca el saber del inconciente. La articulación en la formación de estas diferentes experiencias, posiciones, discursos y saberes, contribuyen a hacer de la misma una tarea imposible.

VII. Algunas posibles conclusiones.

En primer lugar las referencias a la imposibilidad de obturar cualquier campo de lo real, nos pueden ayudar a alejarnos de la pretensión de omnipotencia, pero no deben justificarnos para caer en la resignación. En segundo lugar, la temática de la habilitación no se reduce a los aspectos legales, tiene que ver con el tema más complejo de la identidad profesional. La identidad no depende de un titulo, pero este nos habilita en nuestras relaciones con la sociedad. En tercer lugar, para quienes estamos comprometidos con la enseñanza universitaria de la psicoterapia se nos abre en lo inmediato una extensa agenda, que pasa tanto por aportar para la elaboración de un marco normativo legal, como por crear teoría en nuestro caso en el campo de la

pedagogía de la formación psicoanalítica, con toda la temática de la fantasmática involucrada que estudiaron Filloux (1973) y Anzieu (1973), o crear teoría en relación a la supervisión en el ámbito institucional universitario. Y al mismo tiempo, articular saberes con otras disciplinas, formar a los docentes, participar con voz propia en los debates educativos, atender a la investigación y a la extensión, integrarnos a los sistemas y planes de salud y un largo etcétera que no podemos agotar. Y por último, la permanente actitud autocrítica para desarrollar instituciones que exalten el valor de la autonomía y el ejercicio del libre pensamiento.

Referencias

Anzieu, D. (1973).La fantasmatique de la formation psychanalatyque.En Kaes, R. et al ,Fantasme et formation.(72-102).Paris, Dunod.Filloux, J.(1973).Des positions de l’énseignant et de l´enseigné dans le champ pédagogique.En Kaes, R.et al.Fantasme et formation.(150-192). Paris, Dunod.Freud,S.(1918/1986).Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica(1918). En: Obras Completas, tomo 17.Buenos Aires, Amorrortu.Freud,S.(1918/1986).¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la Universidad?.En: Obras Completas, tomo 17.Buenos Aires, Amorrortu.Freud,S.(1926/1992).¿Pueden los legos ejercer el análisis? En: Obras Completas, tomo 20, Buenos Aires,Amorrortu.Gil,D. (2011).La formación entre el saber y la verdad. En Gil, D. Enrancias. Montevideo,Trilce. Gil,D.(1994/2011).Verdad, conocimiento y saber en psicoanálisis. En Gil, D. Errancias, Montevideo,Trilce.Laguarda, M. (2009). Acerca de la enseñanza del psicoanálisis. Montevideo, Audepp. (inédito).Viñar, M.(1987) .En Paris, en diciembre de 1982, los tres oficios imposibles .Revista de Psicoterapia Psicoanalítica,2(3), 295-301.Wainsbrot, D.(1995).Los vasallajes del psicoanalista .Revista de Psicoterapia psicoanalítica,4(3), 300-312.

Comentarios al trabajo del Dr. Manuel Laguarda “Acerca de la enseñanza universitaria de la psicoterapia”. Presentado ante el II Congreso de FUPSI, en representación de AUDEPP y discutido el 17-X-2012 en actividad científica de AUDEPP (“AUDEPP va de Congreso”).

Comentarios de Eliseo M. González Regadas al trabajo “Acerca de la enseñanza universitaria de la psicoterapia” del Dr. Manuel Laguarda.

Cuando leí esta ponencia de nuestro colega y director del IUPA, el Dr. Manuel Laguarda, y la vi tan redonda, densa en sus contenidos, coherente… pensé: ¿y cómo lo abordo? ¿Qué comentarios puedo hacerle para que no sean solo redundantes y/o laudatorios? Luego de una re-lectura del mismo vi que me suscitaba muchísimos interrogantes generándome, también, incertidumbres, cuestionamientos múltiples, y aquí –a mi modo de ver-, es donde radica la riqueza del aporte de Manuel. Así que decidí, como este es un espacio para el encuentro, los intercambios respetuosos y el debate; plantearles algunas preguntas que fueron surgiéndome (para muchas de las cuales no tengo, al menos en esta ocasión, una respuesta clara y contundente) y que ya se dieron en otros ámbitos y momentos de la historia del psicoanálisis.

El Dr. Laguarda hace una afirmación fuerte cuando, en una parte de su presentación nos dice que: “el psicoanálisis no tiene extra territorialidad. Es parte de la cultura y de la sociedad, influye sobre ella y también es influenciado fuertemente por ella”.

Ciertamente, en lo que me es personal, coincido plenamente con este comentario al que hay que fundamentar desde ángulos diversos: desde nuestra propia disciplina y desde lo que la historia y la sociología nos aportan al respecto. Si hacemos una revisión de las publicaciones del International Journal, por ejemplo, o de las publicaciones rioplatenses referidas a nuestra temática, veremos que las cuestiones abordadas tienen una relación directa con las preocupaciones de la época, de la cultura hegemónica, de los modos de concebir lo saludable y lo problemático, de quiénes son aquéllos que tienen derecho a intervenir y modificar aspectos del funcionamiento del psiquismo, etc.

Reconociendo esto en un debate acerca de una propuesta de reglamentación de las psicoterapias y del psicoanálisis ocurrida en Francia en 1992 (hace ya 20 años); se planteaba como preservar la singularidad del psicoanálisis “sin ceder a la tentación solipsista [por una parte] como a la intervención intrusiva [por otra]”1. En esta tónica es que, en dicho debate, René Major propone a los participantes que: “para que el psicoanálisis no pierda la cabeza es mejor que tenga, al menos, un pie por fuera de toda institución”.2 Se plantea qué es lo que puede garantizar la institución psicoanalítica respecto a si un psicoanalista está bien formado y concluye que no se trata de una respuesta sencilla porque, entre otras cosas, lo más que puede decirse es que ésa persona estuvo en análisis, lo que no significa, necesariamente, que hizo un análisis.

Desde una perspectiva sociológica3 Zaretsky se plantea el dilema que tuvo que enfrentar el psicoanálisis posterior a la Segunda Guerra Mundial (“la Segunda Revolución Industrial”), entre la “absorción y reconocimiento” por parte de la sociedad; o la “marginalidad”, por otra. Destacando que “de cualquier manera la dimensión crítica del psicoanálisis resultaría debilitada” como precio a pagar por su reconocimiento e inclusión social. El psicoanálisis, desde esta perspectiva, debía escoger entre dejar de ser “un movimiento”, “una causa”, “abandonando su característico interés por la autonomía personal y reorientando sus objetivos hacia el control social”.

(p. 103) Esta dialéctica entre inclusión y marginalidad tuvo que ver con el desigual desarrollo económico que, por ése entonces, aconteció en Europa y los Estados Unidos (destaca este autor). En Europa, por varias décadas el psicoanálisis conservó esa posición de marginalidad con respecto a las estructuras del Estado y de la sociedad; mientras que, en los Estados Unidos el psicoanálisis quedó integrado a la academia, a las universidades y a la medicina, como un posgrado de ella, hasta promediar la década de los Ochenta en que la Asociación Psicoanalítica Norteamericana perdió un juicio por excluir dar formación a otros profesionales que no fueran los médicos psiquiatras.

¿Instituto universitario? Las referencias -siempre problemáticas- al psicoanálisis y la universidad -en todas partes, y sobre todo a partir de Lacan-, generan rispideces y posiciones variadas. Más aún, cuando hablamos de universidad: ¿Pública, privada; a cuál estamos mentando? ¿Cabe distinguir entre una y otra con referencia a este tópico?

Las relaciones entre Psicoanálisis y Universidad son problemáticas porque las reglas que regulan al método psicoanalítico, por una parte y a la institución universitaria, por otra, son muy diferentes. Se trata de la puesta en juego de saberes diferentes: en nuestro caso el saber que resulta de la experiencia de tener contacto con el inconsciente. En esto vamos en la línea de los planteos que se hicieron en el punto anterior.

Por lo pronto, institucionalmente, la Universidad tiene jerarquías, reglas de intercambio claramente pautadas entre los estamentos que la componen en el marco de una estructura altamente jerarquizada; mientras que, las reglas del discurso psicoanalítico apuntan a un descentramiento de los lugares de poder y de las jerarquías, para habilitar un espacio donde pueda decirse el propio deseo sin sujetarlo a otras constricciones que no sean más que hacerlo pasar por la palabra. ¿Estamos hablando del psicoanálisis y las diversas psicoterapias psicoanalíticas; o de la Institución del Psicoanálisis? Si hablamos de las instituciones del psicoanálisis y de la institución universitaria no podemos soslayar el tema de la autoridad, del poder, que Foucault se encargó de poner de relieve. El lugar de la autoridad, en la Universidad y en las instituciones del psicoanálisis se localiza en un espacio muy diferente a dónde podemos encontrarla en la sesión del psicoanálisis (teniendo en cuenta, como señalan numerosos autores, las diferencias que hay entre las instituciones del psicoanálisis; el psicoanálisis en las instituciones y el psicoanálisis en las sesiones).

Algunos problemas: ¿Cómo articular, por ejemplo, el requisito obligatorio de pasar por la experiencia de ser paciente, con la libertad que tiene el universitario de hacerlo o no hacerlo, por ejemplo? ¿Cuáles son las diferencias entre la exigencia por un lado –como parte del trípode formativo- y la libertad de no hacerlo en la universidad, por otro. No se trata de una asignatura que deba cursar –opcional u obligatoriamente- es saber si una persona está dispuesta, o no, a asumir el riesgo de conectarse con su inconsciente, y a quién elige para hacerlo como compañía de ruta.

Participar en un proceso de entrevistas para ver si tiene condiciones o no para desarrollar una formación psicoanalítica, es un planteo que se maneja corrientemente en las instituciones de formación (los Institutos). Esto no puede hacerse del mismo modo en una universidad sin correr el riesgo de ser tildado de estar realizando una discriminación entre el alumnado.

¿Cómo articular un programa de estudios teórico-clínico y las estructuras y jerarquías docentes universitarias; con el lugar esencialmente cuestionador y crítico del psicoanálisis? (De las jerarquías, de los docentes, de los programas, del poder, etc.)

Cuando hablamos de Psicoanálisis –en bloque- ¿de qué Psicoanálisis hablamos? En esta época de pluralismo y diversidad.

¿Uno o muchos psicoanálisis? (Tema de constante debate en las instituciones y publicaciones psicoanalíticas y entre ellas en sus intercambios). Un psicoanálisis ¿para qué época, en qué momento histórico, para cuál sociedad, con qué tipo de vínculos con ella? Temas insoslayables que se plantean en a partir de la ponencia de Manuel, y que no pueden dejarnos indiferentes si queremos seguir siendo fieles al espíritu freudiano en esta época, en esta sociedad y en la cultura y en éste país.

¿Y la institución? ¿Qué tipo de institución para cuál psicoanálisis? ¿Cuál sería la estructura institucional más adecuada para cuál psicoanálisis y para formar cuáles psicoanalistas que den cuenta de lo que les demanda la sociedad y la cultura del momento? ¿Es necesaria, ineludiblemente, una institución? Un psicoanálisis ¿para qué paciente; en qué contextos? Por ejemplo: ¿en el marco del SNIS al que alude el autor del trabajo? ¿Psicoanálisis o psicoterapias? (Viejo debate que tuvo su auge a mediados del pasado siglo). De nuevo, ¿qué psicoanálisis, qué psicoterapias inspiradas o esclarecidas por el psicoanálisis para qué personas y en cuál contexto?

¿Cómo articulamos el lugar de la institución en la formación del/los psicoanalistas? Sabemos, porque ya hay una experiencia acumulada acerca de las instituciones en general, y de las del psicoanálisis en particular, que su condición de tales replica dinámicas que engendran sufrimiento y padecimientos que deben ser esclarecidos, analizados, también, desenmascaradas y –eventualmente y en el mejor de los casos-puestos al servicio de la tarea. La institución psicoanalítica: ¿qué institución y para qué psicoanalistas? ¿sólo para psicoanalistas o también para los analizados? ¿Qué espacios de análisis tienen las instituciones para cuestionar su propio funcionamiento al servicio de la desalienación? ¿Corresponde que lo hagan?; o ¿deben ser como el resto de las instituciones de la sociedad que buscan que nos adaptemos a ellas?

Manuel nos habla de una formación de posgrado universitario o, simplemente, de posgrado. ¿Por qué de Medicina o de Psicología y no de otras profesiones? (Servicio Social, enfermería, otras…) ¿Por qué posgrado y no un grado específico con especializaciones y posgrados? ¿Es necesario tener un título universitario para ser psicoanalista?4 ¿Qué busca la Universidad cuando forma un profesional con un posgrado, y ¿qué buscamos cuando queremos formar un analista –o un psicoterapeuta? ¿Es lo mismo, es diferente? ¿En qué pueden haber coincidencias y en qué diferencias?

¿Cómo ser parte –en el decir del autor de la ponencia-, de la sociedad, de la historia, de la cultura y poder cuestionarlas con la mayor de las libertades posibles, sin cortapisas de ningún tipo? Todo esto a sabiendas, y aceptando, que todas ellas nos someten a vasallajes y restricciones de diversos tipos, que son muy diferentes a los “vasallajes del yo” mencionados por Freud.

¿Es un ámbito universitario tradicional el más adecuado para que una persona, en proceso de formación y de devenir un psicoanalista en algún momento, de cuenta de un trayecto singular y único y de la impronta dejada en ella por ese recorrido?

Seguramente a todos ustedes –y a mí también- nos surgirán muchísimas más preguntas a partir de esta propuesta del trabajo de Manuel y, reitero, ésta es su riqueza.

Gracias al autor y a la Comisión Científica por la oportunidad que me han dado de ser parte de este encuentro y del diálogo por venir re-lanzado por estos interrogantes.

1 Ver el No. 44, otoño de 1992, de la Revue du Collège de Psychanalystes (Les réferences de la psychanalyse), p. 6.

Idem, p. 125. Eli Zaretsky: Secretos del alma. Historia social y cultural del psicoanálisis, Madrid, Siglo XXI, 2012, pp. 102-103.

4 Pensemos en aquéllos psicoanalistas que eran docentes, o estaban vinculados al arte, las letras y carecían de un título universitario y que fueron parte de nuestrasRESEÑA

Estimados Socios:

En el marco del ciclo AUDEPP va de Congreso, tuvo lugar el pasado 17 de octubre la presentación del trabajo “Acerca de la Enseñanza Universitaria de la Psicoterapia” a cargo del Dr. Manuel Laguarda, con la participación del Lic. Eliseo González Regadas como discutidor. El encuentro resultó una fecunda oportunidad para situar una paradoja imposible de soslayar en la formación, y que tiene que ver con los aspectos dogmático-críticos de la misma, y las tensiones que se traducen en las diferentes instituciones implicadas en ello, así como los atravesamientos de poder que quedan implicados.Agradecemos a los expositores por la riqueza y profundidad de los aportes y a todos los presentes por su participación y aportes. Afectuosamente,

Comisión Científica

7 Noviembre Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaPROBLEMÁTICAS ACTUALES DE LA NIÑEZExpositora: Prof. Alicia Muniz- Discutidora: Adriana GandolfiSede de AUDEPP

RESEÑA

Estimados socios:

Una vez más nos dirigimos a ustedes para contarles a través de una reseña sobre la actividad "AUDEPP va de congreso" del 7 de Noviembre.

En esta oportunidad para hablar de la ponencia de la Profesora Alicia Muniz sobre "Problemáticas actuales de la niñez", con la participación de la Profesora Adriana Gandolfi como discutidora.

La ponencia de Alicia analiza las características actuales de la producción de la infancia; describe la patologización de la infancia, al niño consumidor propio de la época, los miedos actuales y los borramientos de la asimetría parento-filial. También se cuestiona sobre el papel de la familia y la escuela para deternerse específicamente en el rol del psicólogo en los espacios de salud y educativos.

Por su parte Adriana tomando como base los derechos internacionales del niño nos recordó datos estadísticos que hablan de la infantilización de la pobreza para también detenerse en conceptos de gran actualidad como la infancia hiper realizada versus infancia desrealizada.

Queremos agradecer a las compañeras expositoras por este interesante recorrido que recoge lineamientos teóricos pero com una fuerte base practica así como el aporte de autores contemporáneos que nos ayudan a pensar la realidad actual de los niños.

Muchas gracias también a todos los que nos acompañaron por otro intercambio enriquecedor y fecundo.

Afectuosamente

Comisión Científica

21 Noviembre Ciclo AUDEPP va de Congreso - Comisión CientíficaNIÑOS TEMIENDO A OTROS NIÑOSExpositora: Psic. Ana Mosca - Discutidor: Dr. Marcelo ViñarSede de AUDEPP

RESEÑA

Estimados socios:

Nos dirigimos a ustedes para comentarles acerca de la actividad del 21 de noviembre donde dimos por finalizado el ciclo "AUDEPP va de congreso".

En esta oportunidad la Psic. Ana Mosca y el Dr. Marcelo Viñar expusieron sobre el tema "Niños temiendo otros niños". A partir de un caso clínico se profundizó en la necesidad de enmarcar esta nueva fobia en la tensión conflicto intrapsíquico vs. inseguridad ciudadana.

Esta realidad donde hay un "alter que nos altera", al decir de Viñar, nos convoca como sociedad y nos lleva a cuestionarnos sobre las fragmentaciones sociales, la educación y los medios de comunicación, estos últimos verdaderos catalizadores del imaginario colectivo. Pero también la pregunta por la familia, su crisis y el papel de la misma en la forma en que los niños abordan estos miedos.

A todos los que nos acompañaron y con sus aportes enriquecieron la noche, así como a todos los que nos han acompañado a lo largo del año,

Muchas Gracias, afectuosamente,

Comisión Científica