Acerca de juzgar el prjimo
de Nicolae Steinhard (monjo de Romania)Cuando alguien consigue
hacer algo que le ha exigido mucho esfuerzo, dentro de el empieza a
trabajar la soberbia. El que adelgaza, mira con desprecio a los que
son gordos y aquel que ha renunciado a fumar mira con desprecio al
que todavia tiene el vicio de fumar. Si uno consigue controlar su
deseo sexual mira con desprecio y soberbia al que todava tiene el
pecado y que se esfuerza, pero su instinto lo traiciona. Lo que
conseguimos nos puede ensuciar ms que el pecado mismo. Lo que
obtenemos puede darnos en la cabeza, nos puede revolver tanto las
emociones que nos llenen el corazn de veneno.
El dinero que recibimos nos puede hacer arrogantes y codiciosos,
asi como tmbien el xito nos puede hundir en el abismo ms terrible
del pecado humano. El camino hacia el amor se estrecha cuando
miramos hacia los dems desde la altura de los buitres en pleno
vuelo. La ternura del corazn se seca en la rama del desprecio, del
odio y de la soberbia, si el alma no est preparada para recibir el
xito con la modestia y la gracia de una flor. Todo lo que
conseguimos para nosotros y nos da energa tiene como propsito
direccionarla hacia los que todavia se debaten en sufrimiento y
pecado.Nuestros ojos no son echos para despreciar, sino para
expresar con ellos la cara del amor que se esfuerza por salir de
nuestros corazones. Los xitos no son para pavonearse
(orgullecerse), sino para transformarlos en amor, crecimiento
personal y dedicacin hacia los que tenemos alrededor.
Si reprimes el hambre cuando ayunas, el hambre se hace cada vez
mayor. Tu mente soar comidas gustosas y exquisitas, la mente sentir
los olores ms apetitosos incluso en el sueo, para que al da
siguiente, enloquecida de frustracin compense su falta con un
desprecio desafiante hacia aquel que no ayuna. Entonces el ayuno se
convierte en ocasin para mostrar la soberbia, expresar el orgullo y
la victoria presuntuosa sobre el apetito. Pero ms all de todo esto,
la soberbia sigue siendo la soberbia, y el sentimiento de
frustracin lo confirma.Si has tenido xito en la vida, no mires al
fracaso del otro, para no despertar en ti el gusano feroz del
orgullo y el deseo de la vanidad. El xito es la energa del amor y
de tus capacidades de acceptar la vida, pero ella no queda inmbil,
no es como una montaa o como un ocano. El engreimiento y la
soberbia del xito te bajan, poco a poco de tu pedestal, porque
ellos disean en el cielo de tu vida eventos especficos.
Adelgaza, goza y calla! Deja de fumar, goza y calla! Limpia tu
patio, goza de la limpieza y deja la basura de tu vecino donde el
mismo la ha dejado! Porqu entre tu vecino y la basura de su patio
hay una relacin escondida, unas emociones que tu no conoces,
sentimientos que nunca adivinars y causas que posiblemente quedarn
escondidas de tu mente y tu corazn. Entre el gordo y su grasa hay
una relacin escondida. Un acuerdo. Un secreto. Un sentimiento
incomprendido. Una emocin no consumada. Un amor rechazado. La grasa
es el profesor del gordo. El vicio es el profesor del vicioso. Y en
nuestra vida no hay profesores ms severos que nuestras
incapacidades y vicios. Ahora se que cualquier odio, rechazo,
recuerdo de algo malo, cualquier falta de compasin, comprensin,
buena voluntad, simpata, cualquier comportamiento nuestro con los
dems, que no tiene la gracia y la ternura de un minueto de Mozart,
es un pecado y una inmundicia; no solamente el crimen, herir,
pegar, robar, insultar, rechazar, pero tambin cualquier vulgaridad,
desconsideracin, cualquier mala intencin, cualquier desprecio,
cualquier mala disposicin es del diablo y lo estropea todo.
Ahora lo se, lo he comprendido yo tambin....
(Nicolae Steinhardt)
