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consecuencia, peligro de guerra en todas laspartes del mundo, a veces incluso de guerranuclear. Lo que la Virgen les mostró a lostres pastorcillos está hoy más vigente quenunca. El Papa emérito Benedicto XVI dijoen su homilía en Fátima: “Se equivocaquien piensa que la misión profética de Fá-tima está acabada”.

“La humanidad se encuentra en una encru-cijada sin precedentes […] Hoy posee me-dios increíblemente poderosos: está encondiciones de convertir este mundo en unjardín floreciente o en una montaña de ce-nizas”, escribió San Juan Pablo II en la con-sagración mundial al Corazón de la Virgen.Para poder contribuir al “jardín flore-ciente”, la Virgen nos regaló recursos sen-cillos y sobrenaturales que incluso puedenutilizar los niños, como demostraron lossantos pastorcillos de Fátima: el rezo diariodel Rosario, la consagración vivida a su In-maculado Corazón, la comunión de repara-

Ayuda a la Iglesia Necesitada no sería hoyconcebible si no fuera por las aparicionesde la Virgen en Fátima, pues la Fundaciónpontificia sigue la “estrategia espiritual” in-dicada por la Reina del Rosario en Fátimapara impedir el mayor mal de este mundo–la ausencia de fe– y para regalar así almundo la paz. “Si se atiendenmis deseos, habrá paz”, dijo laVirgen en 1917. Sus palabrasproféticas y la consagración delmundo exigida por ella tambiénrevisten una importancia deci-siva un siglo más tarde. El PapaPío XII incluso calificó las apariciones deFátima de “la mayor intervención de Diosen la historia de la humanidad tras lamuerte de los apóstoles”.

Con la venida de la Virgen María a Fátima,Dios quiso preservar al mundo de la catás-trofe de la Segunda Guerra Mundial y delcomunismo ateo. Pocos creyeron en las pa-labras de la Virgen, y hasta hoy seguimossufriendo las terribles consecuencias deeste “no escuchar”: persecución de cristia-nos, apostasía en grado inconcebible, unadecadencia moral nunca antes vista y, como

ción en los primeros sábados del mes y elsacrificio cotidiano que aceptamos poramor a Dios para reparar los pecados, con-vertir a los pecadores y ser así un consuelopara Dios: un camino de penitencia y con-versión. En este sentido, Ayuda a la IglesiaNecesitada ocupa un lugar propio en el co-razón del mensaje de Fátima.

Queridos amigos, con nuestraperegrinación internacional aFátima con ocasión de nuestro70°. aniversario queremos forta-lecer la unidad entre nuestraFundación y el mensaje de Fá-tima, y renovar la consagración

a la Virgen. Quiera que el mes del Rosario,Octubre, sea de nuevo un acicate para querecemos con aún mayor fidelidad y hagamosrealidad los deseos de la Virgen. Tal y comonos aseguró el Papa Francisco: “Bajo sumanto, no nos perdemos; de sus brazos ven-drá la esperanza y la paz que necesitamos”.

Os bendice vuestro agradecido

P. Martin Maria BartaAsistente Eclesiástico

“ACN ocupa un lugar propio en el corazón delmensaje de Fátima”.

©Arlindo Homem

N° 7 · Octubre/Noviembre de 2017Los donativos entregados a esta Fundación son

deducibles en la Declaración de la Renta.C.I.F. nº R-2800175-H

70 años de

Ayuda a la

Iglesia Necesitada

Estipendios

de Misas

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“¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría. Dios leobedece; pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oírsu voz y se encierra en una pequeña hostia”.

Juan María Vianney, Santo Cura de Ars,vivió este misterio hasta el agotamiento.Pasó innumerables horas, a menudo hasta16 al día, en el confesionario. Hasta el úl-timo momento quiso unir cielo y tierra através del perdón y la Sagrada Eucaristía.

Ofrendas de Misas y sufrimiento en Venezuela

Gracias a 1,436 millones de estipendios de Misas, se celebra en todo elmundo cada 22 segundos una Misa por los benefactores de ACN.

También en la ciudad de mártires de Homs,Siria, han celebrado a diario la Misa, aveces, acompañados del estruendo de lasgranadas, pero siempre conscientes de loque el Santo Cura de Ars expresaba así:“No es necesario hablar mucho para rezarbien… Sabemos que Jesús está ahí… Venida la Comunión, venid a Jesús. Venid paravivir de él para que podáis vivir con él”.“Cuánto nos ayudan los estipendios parasobrevivir como cristianos”, nos escribe,agradecido, el Arzobispo siro-católico deHoms, Mons. Philippe Barakat. “Sobretodo ahora que nuestra de por sí pobre

diócesis está desangrada. La necesidad denuestros sacerdotes y creyentes clama alcielo. Os rogamos: ¡Rezad por la paz!”.

En Homs son 1.020 Misas este año; en Mul-tán, Pakistán, son 935; en Ivano-Frankivsk,Ucrania, 3.500; y cientos de miles en África.Un sacerdote francés ha dejado en herenciatodos sus bienes para la concesión de esti-pendios de Misas en todo el mundo. De SanJuan María Vianney ha aprendido que sin elsacramento de la Ordenación, sin sacerdotes,la Iglesia no sería más que una asociación depersonas caritativas. Son los sacerdotes losque las convierten en una comunidad deCristo, por lo que son “uno de los regalosmás valiosos de la misericordia divina”. Losestipendios de Misas son una forma de ac-ción de gracias por este regalo. ¡Sed genero-sos con los estipendios de Misas! •

“Venid a Jesús”

Vía Crucis en Venezuela: El sacerdoteune el cielo y la tierra.

Juan María Vianney: “Si desapareciese el sacramento del Orden,no tendríamos al Señor”.

En la guerra yen la paz:

Santa Misa en Homs.

Él es patrono y ejemplo de los sacerdo-tes.

También el sacerdote Ramón Moya quieresacrificar su vida por los hombres. Tiene cán-cer en la columna vertebral, ha sido operadoy recibe quimioterapia, pero, no obstante, ce-lebra la Santa Misa. Y gracias a los estipen-dios de Misas puede pagar los medica-mentos, lo cual es hoy especialmente difícilen Venezuela, un país que se encuentra pa-ralizado. Hasta ahora, ACN no ha tenido queprestar allí un gran apoyo, pero ahora esca-sean los alimentos y apenas se consiguen me-dicinas. A veces, incluso falta una capilla.

El párroco P. Milton Correa celebra la Misaen la calle en una pequeña ciudad de la islade Margarita, y los creyentes se arrodillandevotos en el polvo cuando eleva la hostia.Todo un contraste con la violencia presente

en el país. También este párroco está agrade-cido por los estipendios de Misas que le per-miten sobrevivir y realizar su servicio. Estoles infunde esperanzas. En Margarita, antesun paraíso turístico ahora totalmente empo-brecido, hay 14 sacerdotes. Vosotros ayudáisa los sacerdotes con estipendios (8.160euros) y ellos también ayudan con estos alos necesitados de sus parroquias. •

Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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Misión

“La caridad de las obras corrobora la caridad de las palabras”, escribeSan Juan Pablo II. De ambas, obras y palabras, se compone la misión.Y nosotros podemos prestar ayuda en las obras.

En ocasiones, la obra consiste en hacer po-sible la presencia de sacerdotes. La pobla-ción indígena de la Diócesis de Jinotega,Nicaragua, espera un año entero al sacer-dote, pues solo se accede a ella por agua. Alos sacerdotes les gustaría realizar el viajetres o cuatro veces al año para llevar la fuerzade los sacramentos y, sobre todo, de la Eu-caristía a los 31 pueblos de las tribus de losmiskitos y los mayangnas. Cristóbal Gadea,uno de los misioneros, dice: “La misión noes una vía de un solo sentido; nosotros po-demos aprender mucho de su fe profunda ynatural”.

El viejo motor de la lancha no deja de ave-riarse y su mantenimiento se está volviendo

demasiado caro. Por desgracia, faltan recur-sos para comprar uno nuevo; estos alcanzanjusto para financiar los viajes con lanchasde alquiler. El Obispo, Mons. Carlos Enri-que Gutiérrez nos presenta las cuentas:“Las piezas útiles del viejo motor lashemos vendido por 1.300 euros. Dispone-mos de dos barcas sin motor, una pequeñay una algo mayor, dependiendo de cuántaspersonas hagan el viaje. Dos nuevos moto-res –uno menos y otro más potente– cues-tan 5.500 euros, a lo que hay que añadir elgasto en gasolina y piezas de recambio”. ElObispo nos pide 4.500 euros. Es un devotoadmirador de la Virgen. Al pie de su papelde carta aparece impreso este lema: ¡Quiéncausa tanta alegría! ¡La Inmaculada Con-cepción de María! Con gusto hemos apro-bado su solicitud, para que pueda compartirmás a menudo la alegría de la salvación conlos miskitos y los mayangnas.

En ocasiones, la obra de amor consiste en seguir al pueblo objeto de misión. Tres reli-giosas Combonianas llevaban varios añosimpulsando la misión en Kajokeji, Sudán delSur, también y precisamente durante la guerra. Su cercanía infundió consuelo en lagente y confirió a sus palabras la fuerza dela verdad. Pero las luchas constantes obliga-ron a la población a huir, la pequeña misiónquedó destruida y las religiosas siguieron a

Compartir la alegríade la salvación

Nicaragua: Labarca que traemedicamentosy, sobre todo,al sacerdote,ha llegado.

Presencia entre los expulsa-dos: Hermanas Combonianascon refugiados.

los refugiados hasta Uganda. Allí se aloja-ron en el convento de otras religiosas de suorden, pero, por desgracia, este se encuentraa 170 km, demasiado lejos del campo de re-fugiados. Una casa modesta cerca del campode refugiados costaría 25.000 euros, a losque habría que añadir una cisterna, un sis-tema de energía solar y un horno de gas. Paralos cristianos huidos sería un lugar de fe. Lashermanas Combonianas nos han pedidoayuda para poder estar cerca de sus protegi-dos y compartir con ellos, pese a las circuns-tancias, la alegría de la salvación. Nosotroshemos prometido destinar a este fin 30.000euros, porque la misión debe ser visible. •

“Allí estoy yo en medio de ellos”: Procesión conel Santísimo Sacramento.

Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Líbano

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“Permanecemosagradecidos yfieles a vosotros”

El emisario llegó desde Chipre por mar,pues el aeropuerto era demasiado inse-guro. Fue a los campos de refugiados a losno acudía ningún delegado de la ONU y alos abarrotados monasterios de los maro-nitas en las montañas. Allí vio la necesi-dad y apuntó lo que precisaba la gente.Llevó esperanza. Tras él llegaron carga-mentos de medicinas, leche en polvo ymantas. Todavía hoy, los libaneses más

mayores recuerdan llenos degratitud al emisario de la es-peranza del Padre Werenfried. “Durantelas guerras y en las décadas posteriores,ustedes percibieron nuestra necesidad ypermanecieron a nuestro lado”, escribe elArzobispo maronita de Tiro, Mons. Chu-crallah Nabil Hage. Precisamente en sudiócesis, que hace frontera con Israel, lapersecución y el hostigamiento de los cris-

Era a finales del verano de 1977, cuando en el Líbano había guerra.Los periodistas estaban en la zona segura de Beirut occidental,mientras los cristianos vivían bajo las bombas en la parte oriental.Los medios de comunicación occidentales calificaban a los cris-tianos de fascistas, y estos se sentían abandonados. En esta situa-ción, el Padre Werenfried envió a un emisario a la zona cristiana.

tianos nunca ha cesado. Los cristianos hansido las víctimas de las guerras entre losisraelíes y las milicias de Hezbolá, y suprotección eran las iglesias, y la ayudaque recibieron se la prestaron los sacerdo-tes. Y así sigue siendo hoy. Muchos refu-giados de Siria tienen allí parientes o hanencontrado un poco de protección y unalojamiento provisional en las casas de laIglesia. “Mis 25 sacerdotes se desvivenpor ellos”, dice el Arzobispo Chucrallah.“Para infundirles ánimos, pido limosnapor doquier. Quiero que experimenten lasolidaridad de los cristianos“.

En este sentido, el Arzobispo también nospide estipendios de Misas. Del Padre We-renfried ha aprendido a depositar sus pe-ticiones en las manos de Dios. En su cartanos escribe: “Si pudieran ayudarme les es-taría muy agradecido. Si no pueden, nuncaolvidaré lo que ya han hecho por nosotros.Permanezco agradecido y fiel a Ayuda ala Iglesia Necesitada, y tengan por seguroque seguiré rezando cada día por ustedes.El Señor los bendiga y se lo pague abun-dantemente con Sus gracias, Su paz y Sualegría”.

En el Evangelio de San Mateo leemoscómo Jesús llegó “a la región de Tiro y deSidón” (15, 21) y cómo elogió allí la fe de

la gente. Esta fe y la presencia de los cris-tianos pese a la persecución siguen siendoejemplares. Los maronitas son la Iglesiaoriental uniata más antigua. Nosotros leshemos prometido al Arzobispo y a sus 25sacerdotes 1.250 estipendios de Misas.Ellos rezarán por vosotros en la SantaMisa. •

“Ten piedad de nosotros”: El Arzobispo Chucrallah Nabil Hage durante la Santa Misa según el rito maronita en Tiro.

Unidos a Roma desde el principio:

Un sacerdote maronitacelebra la Santa Misa.

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70 años de ACN

Este año, Ayuda a la Iglesia Necesitada cumple 70 años. Fueron im-pulsos pontificios los que, en el transcurso de los años, se alinearonen el fundador –orador y actor– Werenfried van Straaten como cuentasde un Rosario de amor por los cristianos perseguidos y necesitadosde todo el mundo. En la actualidad, ACN es una fundación pontificiaque actúa en 150 países del mundo, y su objetivo es el mismo quehace setenta años: aliviar la necesidad y llevar a las personas a Dios.

Con este fin, el Padre Werenfried se dirigióen innumerables ocasiones a los benefacto-res. En el cambio de milenio les escribió:“Werenfried: luchador por la paz. Os quieroconfesar abiertamente que no siempre honréeste bello nombre que recibí cuando novicio,y a menudo fracasé en mi programa de vida.Pero Dios nos da también ‘la fuerza para rea-lizar lo que Él exige de nosotros’ (San JuanPablo II). De los muchos informes anualesque os envié se desprende que entre todoshemos llevado a cabo muchas cosas con laayuda de Dios. Sin embargo, Satanás siguesiendo el príncipe de este mundo. La paz estámás lejos de lo que esperamos tras la caídadel comunismo. Esto es una acusación. Nosafecta a mí y a vosotros. Indica que nohemos luchado lo suficiente, orado lo suficiente y no nos hemos sacrificado lo su-ficiente. Indica que tenemos que compro - meternos más generosamente con la causade la paz, que es inconciliable con la injus-

ticia, la opresión y nuestros propios pecados.Nos recuerda que nosotros, pobres pecadoresy seres débiles que hemos traicionado a Diostan frecuentemente, tenemos que decidirnosen esta Cuaresma a entrar de nuevo en lalucha. Y, por cierto, hacerlo como si fuera labatalla decisiva”.

Con palabras como estas, el Padre Weren-fried dirigió durante más de medio siglo susllamamientos a los benefactores, gracias alos cuales pudo erigir su Asociación que, en-tretanto, reúne donativos en 23 países. Nuncaes suficiente para afrontar la creciente nece-sidad, y cada vez nos llegan más peticionesde ayuda. A menudo podemos ayudar, perotampoco es raro que, con dolor en el corazón,tengamos que dar un no por respuesta porque“no hemos luchado lo suficiente, orado lo su-ficiente y no nos hemos sacrificado lo sufi-ciente”. También en este 70 aniversario, lapaz queda lejos y la persecución de los

Rosario salvador: La Virgen de Palo,Filipinas, sujeta al Niño Jesús quetiende la cadena de cuentas al niñoque llora para sacarlo del tifón Yolanda (2013).

Testigo de la fe de Níger:

Madre Marie-CatherineKingbo cuidando

a un bebé.

Testigo del amor de Siria: Hna. Annie Demerjian.

cristianos es peor que nunca. Pero tambiénel ejército de nuestros compañeros de armases mayor, en la oración y en el sacrificio…como un Rosario en las manos de la Iglesia.

Desde el principio, el Padre Werenfried apostópor la ayuda de la Virgen: en Fátima consagróla Asociación a la Madre de Dios. Unida, laahora Fundación pontificia se presenta en elcentenario de las apariciones de Fátima ante laVirgen para rezar por los hermanos y herma-nas necesitados de todo el mundo. Tres testi-gos de esta necesidad de Asia, África yOriente Medio representan a nuestros sociosde proyectos. Junto a ellos acudimos ante la“Dama Blanca” y rogamos por la paz “comosi fuera la batalla decisiva”. •

Como un Rosario enlas manos de la Iglesia

Testigo de la esperanzade Filipinas:

El Arzobispo de Palo,John Forrosuelo Du, delante de la basilica

de Fátima.

© Arquivo fotográfico || Santuário de Fátima

Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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JohannesHeereman ,PresidenteEjecutivo

Queridos amigos:Echando la vista atrás a siete décadasde existencia, me vinieron a la mente lassiguientes palabras de San Pablo:“Puedo asegurarles que ellos estabandispuestos a dar según sus posibilidadesy más todavía: por propia iniciativa,ellos nos pidieron, con viva insistencia,que les permitiéramos participar de esteservicio en favor de los hermanos de Je-rusalén” (2 Cor 8,3-4). Eran las comu-nidades de Macedonia las que, segúnescribe San Pablo, pese a su “extremapobreza”, dieron de forma desintere-sada. Y así es como veo yo vuestra ge-nerosidad cuando repaso las últimasdécadas. Ayuda a la Iglesia Necesitadaes desde hace 70 años una obra de vues-tro amor desinteresado.

¿Seguirá siendo así en las próximas de-cadas? Debe serlo y lo será, porque lanecesidad va en aumento y el númerode peticiones crece. Puede que la Fun-dación cambie en la forma, pues ahorase dona más por Internet, la comunica-ción con los benefactores es más directay la información será cada vez más amplia.No obstante, la base de nuestro desarro-llo siempre será vuestra generosidaddesinteresada. “El amor es la raíz detodo lo bueno”, escribe el Padre de laIglesia Juan Crisóstomo. Por este amoros doy las gracias de todo corazón.

Gratitud y felicitaciones por el 70°. aniversarioSu Obra sirve al Reino de DiosPara nosotros en Cuba sería imposible desarrollar las labores pastorales sin el apoyo de Ustedes.Gracias a su generosidad nuestros niños tienen La Biblia del Niño, los jóvenes el YOUCAT, los sacerdotes ayuda a través de estipendios de Misas y nuestros templos son reparados. Tenemos muypresente que sus colectas se nutren “del centavo de la viuda” y por eso son para no sotros más va-liosas aún. Les animo a seguir adelante con la Obra, que es la Obra de la extensión del Reino deDios en todo el mundo. … Sepan que la recompensa viene de Dios que sabe pagar al ciento por unoy mucho más. Invoco sobre Ustedes y sus bienhechores la bendición del Señor y les pongo bajo laprotección del manto de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, Madre del Amor.

Mons. Álvaro Beyra Luarca, Obispo de Bayamo-Manzanillo, Cuba

A menudo, la única ayuda¡Mis más cordiales felicitaciones! Os doy las gracias por la ayuda a mi diócesis en los úl-timos 25 años. Gracias a vuestros donativos hemos podido reconstruir iglesias. Sobre todolos estipendios de Misas son, a menudo, la única ayuda que reciben los sacerdotes para susupervivencia. De esta forma, el Reino de Dios llega a aquellos que lo anhelan. Mons. Maksymilian Leonid Dubrawski, Obispo de Kamianets-Podilskyi, Ucrania

Copiosos frutosDe corazón envío a Ayuda a la Iglesia Necesitada mis felicitaciones. Vosotros apoyáis enNigeria y, en general, en África, nuestra misión. Un aspecto que quisiera subrayar son lasayudas a la formación para sacerdotes y religiosos, que dan copiosos frutos. Mi deseo esque algún día también nosotros nos podamos convertir en benefactores.

Cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, Arzobispo de Abuya, Nigeria

Con gran emociónVuestro apoyo a nosotros, los cristianos en Siria, se ha vuelto imprescindible desde el iniciode la guerra. Nunca habéis cesado de prestarnos ayuda, tanto en la pastoral como en losámbitos de la educación y la salud. Sigo recordando con gran emoción la fantástica nocheal lado de la Fontana di Trevi de Roma, cuando se iluminó de rojo en recuerdo de la sangrede los mártires cristianos.

Mons. Antoine Audo, Obispo caldeo-católico de Alepo, Siria

Redacción: Jürgen LiminskiEditor responsable: ACN InternationalEl Boletín es gratuito, aunque se aceptan donativos para ayudar a suenvío. Impreso en España. De licentiacompetentis auctoritatis ecclesiasticae.D.L.M.-11011-1986www.acn-intl.org

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100 años de Fátima,70 años de ACNQué mejor que emprender eneste aniversario una peregrina-ción a Fátima, tanto más dadoque el Padre Werenfried consa-gró en varias ocasiones la Asociación a la Virgen de Fátima–la primera vez, hace 50 años– .La foto muestra a algunos parti-cipantes de la peregrinación enseptiembre.