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Actitudes implícitas y síndrome de Down 1
ACTITUDES IMPLÍCITAS Y EXPLÍCITAS EN UNIVERSITARIOS Y
FAMILIARES SOBRE SÍNDROME DE DOWN
María José Bernal
Pontificia Universidad Javeriana
Actitudes implícitas y síndrome de Down 2
Tabla de Contenido
Contents Introducción ......................................................................................................... 4
El síndrome de Down: definición y características.............................................. 4
Epidemiología del SD ....................................................................................... 6
Aspectos psicológicos y cognitivos del SD ........................................................ 8
Factores psicológicos .................................................................................... 9
Actitudes hacia el síndrome de Down ............................................................. 13
Actitudes en psicología ................................................................................ 13
Descripción del IAT ..................................................................................... 14
El Relational Responding Task .................................................................... 17
Problema .......................................................................................................... 19
Método ................................................................................................................ 22
Diseño ............................................................................................................. 22
Participantes ................................................................................................... 23
Instrumentos .................................................................................................. 23
Procedimiento ................................................................................................. 25
Resultados ........................................................................................................... 31
Preparación de los datos del RRT ................................................................... 31
Descriptivos ..................................................................................................... 31
Actitudes implícitas y síndrome de Down 3
Análisis inferencial ......................................................................................... 32
Discusión ............................................................................................................ 33
Referencias ......................................................................................................... 39
Actitudes implícitas y síndrome de Down 4
Introducción
La experiencia cotidiana, y la literatura científica también, han mostrado que
poblaciones como la afectada por el SD, y también por otras condiciones genéticas con
un componente de discapacidad física o intelectual, sufren estigmatización, rechazo y
exclusión. Por ello, este trabajo se interesó por investigar las actitudes, implícitas y
explícitas, hacia los niños con síndrome de Down (SD) en un grupo de familiares de
personas con SD y de estudiantes universitarios, con el fin de describir y comparar
estas medidas y llegar a conclusiones sobre los posibles prejuicios y sesgos
relacionados con la población con SD. También se relaciona con el interés de la autora
por esta condición debido a que tiene una hermana con SD y ha tenido contacto con
instituciones que trabajan con esta población.
Antes de poder presentar estos resultados, inicialmente se definirá el SD y se
explicarán sus factores psicosociales asociados, las evidencias sobre actitudes hacia el
SD y algunos aspectos teóricos sobre las actitudes. Posteriormente, se presentará el
diseño metodológico, los resultados y finalmente se propondrán algunas conclusiones
derivadas del análisis.
El síndrome de Down: definición y características
Una persona con síndrome de Down (SD) tiene trisomía (copia extra) en el par
del cromosoma 21 (Fernandez et al., 2012). La mayor parte de la población con esta
discapacidad intelectual de origen genético (95%) debe el exceso cromosómico a un
error durante la primera división meiótica, llamándose a esta variante "trisomía libre"
o regular. Las otras dos explicaciones etiológicas hacen referencia a un cambio en la
localización ente el cromosoma 21 y otro, generalmente el 14 o el 22, correspondiente
Actitudes implícitas y síndrome de Down 5
al 4% de los casos; y por último, un 1% de los casos de SD se explica por un mosaico,
un cariotipo normal y trisomía 21 (Zemel et al., 2015).
La relación edad materna y alteración cromosómica tiene efectos directos sobre
la producción de embriones trisómicos, es decir, existe una compleja asociación entre
la edad materna avanzada y la no separación del cromosoma 21 durante la ovogénesis.
La autora evidenció cuarto hallazgos: en primer lugar, la asociación entre edad
materna avanzada y la ausencia de separación de cromosomas durante la división
celular se restringe a errores meióticos en el óvulo, y no en el esperma o debido a
errores meióticos postcigóticos; segundo, la edad materna se asocia
significativamente con ambas, meiosis I (MI) y meiosis II (MII), siendo así que
madres de infantes con trisomía 21 debido a la no disyunción durante la MI, son 8.5
veces más propensas a ser ≥40 años que aquellas gestantes entre los 20 – 24 años en
el momento del nacimiento del caso; en tercer lugar, la proporción entre los errores
en la MI y la MII difieren acorde a la edad materna, así, la proporción es más baja
entre mujeres <19 años y ≥40 años, y más alta en grupos de edad media. (Allen et al.,
2009)
La expresión fenotípica del SD tiene características, síntomas y signos comunes
tales como la hipotonía muscular y el retraso mental, que a la vez varían en su
proporción dependiendo del caso. En ese sentido, vale la pena hacer énfasis en que
ninguno de ellos resulta patognomónico (es decir, ninguno de ellos es indicativo del
diagnóstico por sí solo), pero su valoración vinculada es suficiente para el diagnóstico
(Zemel et al., 2015). En la cabeza y cuello se presenta leve microcefalia con
braquicefalia; en la cara se hacen característicos los ojos alargados, o en forma de
Actitudes implícitas y síndrome de Down 6
almendra, la nariz es pequeña, al igual que la boca, acompañada por la protuberancia
lingual, y las orejas habitualmente con ausencia de lóbulo; las manos y pies son
pequeñas y con falanges cortas, además de la evidencia de un único surco en la palma
de la mano; acerca del sistema reproductor, se sabe que los genitales y testículos son
también pequeños (Basile, 2008).
Las patologías afiliadas con mayor recurrencia en individuos con SD son
relacionadas con las cardiopatías congénitas, enfermedades del tracto digestivo y
disfunción tiroidal. Así mismo predomina la evidencia de un sistema inmunológico
insuficiente para atacar y remediar infecciones. (Flórez, 2012)
Los datos actuales de comorbilidad neuroconductual y psiquiátrica señalan un
18% y 38%, indicando que los trastornos aparecen generalmente luego de los 13 años
de edad. Capone (2007) caracteriza tres trastornos psiquiátricos típicos para estos
casos: enfermedad depresiva, TOC y trastorno de carácter psicótico.
Epidemiología del SD
De acuerdo a Nazer y Cifuentes (2011) frente a los hallazgos estadísticos del
ECLAMC (Estudio Colaborativo Latino Americano de Malformaciones congénitas) se
conoce que en el periodo de 1982 – 2001 la prevalencia del SD a nivel mundial es de
una tasa de 1.62 por mil, y para el periodo ente 1995 – 2008 corresponde a 1.9 por mil
nacimientos.
Por su parte, el International Clearinghouse for Birth Defects (Nazer &
Cifuentes, 2011) indica que para el caso particular de Latinoamérica se ha evidenciado
un aumento significativo en las tasas de SD como tendencia. Así, en el periodo de 1974
Actitudes implícitas y síndrome de Down 7
– 1979 la tasa correspondía a 1,46 por mil nacimientos, y en el periodo entre 1990 –
1994 fue registrada una tasa de 1,58 por cada mil nacimientos, para alcanzar un
crecimiento importante de una tasa de 1,88 por mil nacimientos en el periodo de 1995
– 1998 (Cocchi et al., 2010). En cuanto a las tasas de prevalencia del nacimiento de
SD en los países Sudamericanos inscritos en el ECLAMC entre 1998 – 2005 se
registra una Tasa Global de 1.88%.
Ahora bien, España ha sido un país relevante para dar cuenta de que a pesar de
las frecuencias de prevalencia del SD en Latinoamérica son elevadas, existen
elementos claves que dan cuenta de tasas reducidas en países de Europa y África,
como es el caso de la posibilidad y derecho legal de la interrupción voluntaria de
formación del feto. Así, el EMEC (Estudio Colaborativo Español de Malformaciones
Congénitas) indica que mientras que para el periodo de 1980 – 1985 la tasa de recién
nacidos con SD correspondía a 1,48 por mil nacimientos, a partir de la aprobación de
la Ley del aborto se encontró una caída altamente significativa correspondiente a un
45% de los nacimientos, es decir, 0,5 por cada mil nacimientos.
Según los registros de un estudio colaborativo para América Latina sobre
malformaciones congénitas, entre 1998 y 2003, se registran 49 casos de Síndrome de
Down lo que significa 5 casos por cada 10.000 nacidos. Asimismo, las mujeres son
más propensas a tener Síndrome de Down. De igual manera, en Colombia se registró
entre 1991 y 1995 una prevalencia de nacimiento de 15 niños y niñas con Síndrome de
Down de cada 10.000 nacidos vivos (Nazer & Cifuentes, 2011). Por último, se añade
que el Síndrome de Down afecta a 0,071% de la población
Actitudes implícitas y síndrome de Down 8
Una de las hipótesis planteadas por los autores es que la existencia de los
estudios citogenéticos posibilitan el diagnóstico del SD, y al ser detectado ocurren
generalmente dos casos: la presentación de un aborto espontáneo debido al carácter
invasivo del procedimiento, correspondiente al 0,5% y 1% de los casos, o la elección
por el aborto voluntario, correspondiente al 95% de los casos.
En Colombia, la Estrategia Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia
denominada “De Cero a Siempre”, reportó que por uno de cada cien nacimientos en el
país entre poblaciones de los 40 a los 44 años de edad, nace un infante con SD por
cada 106, y después de los 45 años la frecuencia evidenciada es de 1 por cada 30
nacimientos, coincidiendo con otros autores en que la probabilidad de concepción de
un infante con dicha discapacidad incrementa en madres gestantes mayores de 40
años (Comisión Intersectorial de Primera Infancia, 2013).
Aspectos psicológicos y cognitivos del SD
A pesar de que el lenguaje mantiene ciertos patrones estables en los sujetos
con SD, como por ejemplo su adquisición y desarrollo, ciertas particularidades
fenotípicas del síndrome han sido las responsables de condicionar las recepciones
auditivas cerebrales, causando pérdidas auditivas leves o significativas que supeditan
el desarrollo lingüístico, si se considera que la dificultad para discriminar sonidos
recae directamente en la producción fonética (Santos Pérez & Bajo Santos, 2011). El
lenguaje receptivo se preserva más que el expresivo, y que el léxico, la morfosintaxis y
la fonología son las tres áreas más afectadas del lenguaje (Pérez Molina, 2015).
Fidler, Hepburn & Rogers (2006) atribuyen el éxito en el desarrollo y
adquisición del lenguaje en las personas con SD a las habilidades en la interacción
Actitudes implícitas y síndrome de Down 9
social, puesto que en la mayoría de los casos se evidencia facilidad y fluidez en éste
aspecto del desarrollo psicológico. Se les reconoce usualmente por ser personas
sociables, afectivas y espontáneas, demostrando gran capacidad para adaptarse a la
cotidianidad de cualquier individuo que no tenga alguna discapacidad.
Las personas con SD presentan problemas con la memoria a corto plazo (Næss,
Lyster, Hulme, & Melby-Lervåg, 2011),al igual que la memoria a largo plazo como lo
indican (Jarrold, Baddeley, & Phillips, 2007), y la memoria de trabajo (Chapman,
2006). El coeficiente intelectual promedio de las personas con SD es de 50, variando
entre los 30 y 70 puntos (Chapman, 2006). Entre las fortalezas indiscutibles (Jarrold,
Cowan, Hewes, & Riby, 2004) indican que la memoria visual a corto plazo es un gran
punto a favor, potencializada especialmente por la memoria viso – espacial y su
procesamiento.
El desarrollo motor es generalmente regular, y la única característica común
registrada en personas con SD es una evolución un poco más lenta en el momento de
gatear, extendiendo éste proceso hasta los 16 meses. Sin embargo, Chapman (2006)
señala que la estimulación temprana de la locomoción podrá provocar el desarrollo
regular de éste.
Factores psicológicos. Algunas de las características de la personalidad de
las personas que poseen Síndrome de Down son la escasa iniciativa, una menor
capacidad para inhibirse, tendencia a la persistencia de las conductas y resistencia al
cambio; menor capacidad de respuesta y de reacción frente al ambiente, suelen
mostrarse colaboradores y suelen ser cariñosos y sociables, en el trabajo, son
Actitudes implícitas y síndrome de Down 10
trabajadores, constantes y tenaces, puntuales y responsables; realizando las tareas
con cuidado y perfección (Ruiz, Álvarez, Arce, Palazuelos, & Schelstraete, 2009).
Dentro de la caracterización psicológica de ésta población, se ha dado por
sentado que los individuos con síndrome de Down no pueden comunicar fácilmente
sus emociones, lo que ha llevado a estigmatizaciones y rechazo social. Para lograr
entender el entorno, primero es necesario que se comprendan las emociones y se
logre identificarlas. Lo que se busca con la educación emocional es que el niño
aprenda a enfrentarse a las distintas situaciones de una manera en que no precise más
adelante terapias psicológicas, sino por el contrario tratar esto como una manera de
prevención de los problemas emocionales que surjan. Los objetivos principales según
Ruiz et al. (2009) de los modelos para la educación emocional son: a) autoconciencia
emocional; b) control emocional; c) el aprovechamiento productivo de las emociones
y d) empatía y reconocimiento de las emociones ajenas.
El autoconcepto y la autoestima son importantes en el mundo emocional del
individuo con síndrome de Down; pues son temas muy relevantes en la vida de estos
individuos que muchas veces por la sociedad misma se ven afectadas (Millá & Mulas,
2009).
Se ha documentado lo que intuitivamente se piensa y se infiere de lo anterior:
que en la sociedad son prevalentes las percepciones negativas hacia el síndrome de
Down, y que padres y cuidadores suelen sentir que la responsabilidad de prestar los
cuidados necesarios a los niños con SD es de entidades del gobierno y del sistema de
salud, y que a veces ellos mismos tienen dificultades en asumir esta responsabilidad
(Julian-Reynier et al., 1995). Por otro lado, se encontró que además de las
Actitudes implícitas y síndrome de Down 11
estigmatizaciones sociales a la población con Síndrome de Down por sus rasgos físicos
diferenciados, o el manejo de sus propias emociones, el lenguaje ha sido un factor
determinante para el rechazo o aceptación de estos individuos.
Es de suma importancia realizar valoraciones constantes del entorno al cual la
persona que presenta síndrome de Down pertenece, ya que las emociones puede ser el
reflejo de lo que pasando a su alrededor (Cebula, Moore, & Wishart, 2010). Como
sabemos, estas personas tienen un límite de lenguaje y esto puede causar
interpretaciones erradas respecto a su conducta. Esto por lo tanto significará para el
sujeto con SD frustración, irritación e ira. En varias ocasiones se presentan problemas
en la interacción con el entorno pues muchas veces la persona recibe muchos
estímulos antes de que pueda ser procesada; así esta situación representa una
confusión que llegará a ser expresada como frustración y por esto, generalmente se
abandonan los intentos de interacción (Cebula et al., 2010).
Para optimizar la comunicación es importante tener en cuenta que, para poder
clarificar una conversación, los mismos familiares pueden generar más preguntas
para dar aproximaciones más concretas y de este modo, evitar confusiones para el
sujeto que presenta el síndrome. Clarificar este tipo de tareas lingüísticas en puntos
claros y cortos, podría representar una clara alternativa para detener las confusiones
dentro del desempeño de alguna labor de la vida cotidiana (Cebula et al., 2010).
La enseñanza de las habilidades de socialización en una persona que presenta
síndrome de Down es fundamental para su crecimiento como individuo participe de
una comunidad ya que los individuos con Síndrome de Down presentan en muchas
ocasiones dificultades para relacionarse, vemos entonces que las habilidades sociales
Actitudes implícitas y síndrome de Down 12
son las capacidades o destrezas sociales específicas requeridas para ejecutar
competentemente una tarea (Izuzquiza Gasset, 2003); así identificamos tres variables
esenciales:
1. La efectividad en alcanzar objetivos determinados
2. La efectividad para mantener o mejorar las relaciones con las personas.
3. La efectividad en mantener la autoestima de la persona que se siente
socialmente habilidosa.
Según Izuzquiza Gasset (2003) se ha identificado que las personas con
síndrome de Down presentan múltiples características temperamentales y que
además como grupo pueden presentar particularidades netamente grupales. Se reunió
a un grupo de 368 personas dentro de las cuales 198 tenían SD. Dentro de las
variables que se pretendían estudiar estaban: liderazgo, jovialidad, sensibilidad social,
respeto, retraimiento, agresividad y ansiedad. Las discusiones que se presentaron
fueron estas:
El grupo de personas que presentaban síndrome de Down y a las cuales se les
aplico el procedimiento, obtuvieron como resultado a comparación del otro grupo las
siguientes características: Menor iniciativa, menos popularidad, igualmente muestran
poca confianza en sí mismos; Menos extrovertidos en el momento de realizar una
tarea que implique socialización y buen ánimo, así miso se preocupan poco por los
demás y son menos serviciales, en muchas ocasiones son indisciplinados y agresivos
también pueden ser faltos de energía, introvertidos y apáticos, por último puede ser
tímidos, miedosos y nerviosos en cuanto a las relaciones sociales.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 13
Habiendo hablado ya de los factores biológicos, epidemiológicos y psicosociales
relacionados con el SD, es importante pasar a hablar sobre las actitudes que las
personas externas tienen hacia la población con SD, en tanto este es uno de los
intereses de la presente investigación.
Actitudes hacia el síndrome de Down
Se ha encontrado que las actitudes negativas frente a la discapacidad generan
barreras para alcanzar logros y desarrollar proyectos efectivos frente a la inclusión de
esta población en la sociedad. De hecho, a nivel gubernamental se reconoce la
existencia de dichas barreras y en el caso específico de Colombia se han promulgado
leyes para intentar combatirlas y facilitar la inclusión de población con necesidades
especiales (ICBF, 2013).
Las actitudes son vistas como predisposiciones que implican respuestas hacia
algo o alguien (Santiago García & Marrero Rodríguez, 2003), y en términos de la
integración de niños con SD, se ha evidenciado la existencia de conductas negativas
hacia esta población, lo cual ha generado procesos de negación y exclusión por parte
de sus pares y de estudiantes de áreas que se involucran con ésta población.
Actitudes en psicología. Para hablar en profundidad de estas actitudes
negativas hacia la discapacidad, lo primero es definir las actitudes, que se entienden
como valoraciones o evaluaciones que las personas exhiben frente a objetos, personas
o situaciones. Así, Greenwald, McGhee & Schwartz (1998) señalan que éstas actitudes
se manifiestan como acciones o juicios que están bajo el control de evaluación
activada automáticamente, sin que haya necesidad de plena conciencia al momento
de dar una respuesta.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 14
Las evaluaciones tradicionales de las actitudes se realizan mediante
procedimientos convencionales en psicología tales como cuestionarios, entrevistas,
autorreportes, etc. Sin embargo, se ha visto que estos procedimientos se pueden ver
afectados por sesgos cognitivos, distorsiones, sesgos de auto-presentación, etc. (Van
de Mortel, 2008). De hecho, esta autora recuerda que aquello que guía la mayoría de
las respuestas a preguntas socialmente sensibles es posiblemente el deseo de
aceptación social para evaluar la crítica y ganar aprobación social, lo cual tiene un
efecto sobre la validez de muchos de estos cuestionarios.
Por ésta razón, en los últimos años se ha investigado sobre técnicas que
permitan medir atributos psicológicos al tiempo que se controlan los sesgos
mencionados, generando instrumentos que sean válidos en tanto la medición
adecuada es aquella que mide lo que tiene como objetivo a medir. (Huang, Liao, &
Chang, 1998). El resultado es la aparición de una serie de instrumentos que utilizan la
latencia de respuesta como indicador básico de las actitudes, aprovechando que la
operación de los sesgos toma un tiempo adicional al modificar la respuesta. El más
conocido de ellos es el Test de Asociación Implícita (Implicit Association Test o IAT),
una tarea de computador que pide a los participantes categorizar una serie de
palabras en condiciones de tiempo limitado. Es decir, el procedimiento IAT busca
medir las actitudes implícitas al medir su evaluación automática subyacente. Su valor
potencial recae en que es una medición de asociaciones automáticas en contextos
sociales significativos.
Descripción del IAT. A continuación, se describirá el procedimiento general
de un IAT, que comparten muchos otros métodos implícitos. El IAT es una tarea
Actitudes implícitas y síndrome de Down 15
presentada en un computador, que consta de cinco bloques, cada uno consistente en
un número determinado de ensayos (alrededor de 30-60 por bloque). En cada ensayo
se presentan dos palabras que corresponden a dos categorías diferentes (por ejemplo,
flores-insectos). Y en el centro de la pantalla aparece una palabra que puede
clasificarse en una de las dos categorías (por ejemplo “margarita” o “abeja”). La idea
general es que la persona, utilizando teclas del computador, clasifique con precisión y
velocidad, la palabra que aparece en el centro en una de las dos categorías.
En algunos bloques, se introduce una dimensión semántica (por ejemplo
“placer-displacer” o “bueno-malo”). El efecto IAT está dada por que en el tercer
bloque se le pide a la persona que categorice algunas palabras en una combinación de
las categorías descritas en el párrafo anterior y la dimensión semántica (ejemplo
“flores-placer”) y en otro bloque el requerimiento para el participante es clasificar de
manera contraria (“flores-displacer”). La comparación de las latencias promedio en
estos bloques llamados “mixtos”, es la que permite determinar la fuerza de la
asociación de dos conceptos.
Secuencia Bloque 1 2 3 4 5
Descripción de la tarea
Discriminación inicial objetivo – concepto
Discriminación atributo asociado
Tarea combinada inicial
Discriminación revertida objetivo – concepto
Tarea revertida combinada
Ejemplos FLORES – INSECTOS
Placer - Displacer
FLORES Placer INSECTOS Displacer
FLORES ABEJAS
FLORES Displacer INSECTOS Placer
Figura 1. Descripción esquemática del Implicit Association Test (IAT), tomado de
Greeenwald et al. (1998).
Actitudes implícitas y síndrome de Down 16
Sin embargo, es de vital importancia no confundir el término implícito con
automático, conceptos que se han utilizado frecuentemente para describir
características de procesos psicológicos y las condiciones en las que esos procesos
pueden ser operativos (De Houwer, Teige-Mocigemba, Spruyt, & Moors, 2009). En
ese sentido, un proceso es automático en la medida que éste puede operar incluso
cuando los participantes no tienen metas particulares, recursos cognitivos suficientes,
tiempo o plena conciencia. Por su parte, un proceso es implícito cuando el resultado
de una medida es causado por el atributo a medir en ausencia de metas particulares,
recursos cognitivos o tiempo.
Así pues, al evitar la equivalencia entre esos dos conceptos, se le da valor a tres
criterios normativos para que una medida pueda ser reconocida como implícita, y así
mismo, especificar en qué medida un proceso puede ser considerado automático al
reconocer en qué características entra a regir el componente automático. (De Houwer
et al., 2009) indican que: a) se deben conocer los atributos que por causalidad
producen variación en la medición; b) el proceso mediante el cual el atributo a medir
causa variaciones en la medición debe ser reconocido; c) el criterio para que el
atributo sea considerado implícito conlleva a que el proceso subyacente de una
medida deba ser automático. De ésta manera, estas bases conceptuales para clarificar
el significado del término “medidas implícitas” proveen una mirada heurística de
criterios que se deben cumplir en las evaluaciones que pretenden medir actitudes
implícitas.
Consideradas dichas limitaciones del IAT, el presente estudio busca trabajar
usando una medida relativamente reciente en el marco de investigación de actitudes
Actitudes implícitas y síndrome de Down 17
implícitas, la cual permita caracterizar con mayor precisión la relación entre los
conceptos a evaluar. Así mismo, la justificación del uso de esta herramienta, se da
considerando que los estudios experimentales deben ser cruciales para validar las
investigaciones, en la medida que el ámbito experimental es el que permite
estandarizar y establecer si un atributo psicológico causa variación en el resultado de
una medición, y de qué manera lo hace.
El Relational Responding Task. La medida a la que se ha hecho referencia
es el llamado Relational Responding Task [Tarea de respuesta relacional] (De
Houwer, Heider, Spruyt, Roets, & Hughes, 2015), que es similar a otras pruebas
implícitas como el IAT descrito, pero tiene una estructura particular, también de cinco
bloques, cada uno de 40 ensayos. El primer bloque es llamado de inducción, y allí se le
muestran al participante palabras en color naranja que pueden ser clasificadas como
positivas o negativas, o ciertas o falsas (ver figura 2 para una representación visual de
los diferentes bloques).
Actitudes implícitas y síndrome de Down 18
Figura 2. Representación gráfica de los bloques que constituyen el RRT. Cada cuadro
representa una pantalla y se puede ver la ubicación de los estímulos (las flechas no
aparecen en las pantallas e indican la respuesta correcta para cada bloque).
El segundo es el primer bloque de prueba, en donde aparecen una serie de
afirmaciones en color azul acerca del SD y se le pide al participante que las clasifique
de acuerdo a la regla “Como si usted tuviera actitudes positivas frente al SD”. El tercer
bloque es uno de los bloques llamados “críticos” o mixtos, es decir, aparecen tareas
combinadas de clasificación entre palabras y oraciones de los bloques 1 y 2, y los
participantes deben responder acorde a la misma regla dada en el bloque 2. En el
bloque 4 la tarea consiste en que se presentan afirmaciones similares a las del bloque
dos, pero en este caso, se le pide al participante que haga la clasificación de las
afirmaciones “Como si sus actitudes frente al SD fueran negativas”,
independientemente de lo que realmente piense. Por último, el bloque 5 es una tarea
mixta entre el bloque 1 y 4.
De acuerdo con los autores, los sesgos se detectan en los bloques mixtos (es
decir 3 y 5), pues piden que el participante combine las tareas de selección de
categoría cierto-falso y actitud hacia el concepto evaluado (en este caso síndrome de
Down). El principio subyacente es que la tarea de clasificación será más fácil si la
tarea de clasificación corresponde con las actitudes reales, pues tendrá menos costo
cognitivo y las latencias promedio serán menores, al tiempo que la precisión es mayor.
La diferencia entre las latencias promedio en estas tareas de clasificación se toma
como indicador del sesgo – si el bloque 3 (que une Down positivo con la clasificación
de categoría CIERTO) produce menores latencias que el 5, se habla de un sesgo
Actitudes implícitas y síndrome de Down 19
positivo hacia el síndrome de Down (es decir, que es más fácil responder que los niños
con síndrome de Down tienen atributos positivos).
Si bien la tarea solamente se ha usado en un estudio publicado hasta ahora, los
autores han descrito ventajas de su uso en comparación con otras (específicamente la
posibilidad de evaluar la dirección del sesgo y no solamente la fuerza de la asociación
entre conceptos), y también han descrito datos de validez convergente y de
confiabilidad (De Houwer et al., 2015). Además, trabajos como el presente son un
buen escenario para el uso de estas técnicas que no cuentan con datos suficientes de
validez.
Presentado lo anterior, ya es posible indicar el problema de investigación que
ocupa la presente tesis, relacionado con la evaluación implícita de las actitudes hacia
los niños con síndrome de Down.
Problema
Si bien se han desarrollado investigaciones que buscan explicar las actitudes
frente al SD, los estudios que se han realizado de las actitudes implícitas frente a este
tema son muy limitados, en tanto luego de hacer una revisión de estados del arte del
tema de interés, se han enfocado en discapacidades físicas e intelectuales, y frente al
SD en particular, solamente se ha podido ubicar para este trabajo un estudio (Enea-
Drapeau, Carlier, & Huguet, 2012). Dicha investigación se realizó a partir del interés
por las actitudes implícitas, pero solamente se enfocó en la percepción facial frente a
sujetos con SD bajo la premisa de que estos individuos son, en gran medida,
señalados por estereotipos basados en rasgos faciales, lo cual resulta insuficiente para
Actitudes implícitas y síndrome de Down 20
explicar cómo esas actitudes influyen en la inclusión e integración social de dicha
población dentro de la sociedad.
Además de esto, resulta relevante señalar que el contexto de realización del
mencionado estudio es sustancialmente diferente al colombiano frente al avance en
estos temas debido a la diferencia, no solamente de desarrollo que hay entre una
nación y la otra, sino también a que los prejuicios discriminatorios se han configurado
social y psicológicamente de diferente manera de acuerdo a las múltiples formas que
culturalmente se han establecido y transmitido para asociar la discapacidad con la
integración.
Debido a las razones nombradas anteriormente, resulta importante llevar a
cabo una investigación frente a este tema no solamente por acercarse a conocer las
actitudes implícitas frente al SD en la sociedad colombiana, sino también para
examinar los factores que pueden incidir en los procesos de inclusión-exclusión, y
sugerir potenciales intervenciones como la influencia de las actitudes implícitas en
intenciones comportamentales frente a la discapacidad, con el fin de señalar
potenciales comportamientos discriminatorios.
La hipótesis parte de que existe una disociación entre los datos que arroja la
respuesta a una pregunta, aparentemente objetivos, y las experiencias de la vida real.
Por ejemplo, si bien las personas dicen que no tendrían inconveniente en que sus
hijos jugaran con otros niños con síndrome de Down, la experiencia cotidiana
muestra que dichos sesgos sí existen y aparecen conductas de alejamiento y
desagrado. Detrás de dichos comportamientos hay una respuesta madurada
previamente y mediada por un ejercicio reflexivo que involucra los pros y los contras
Actitudes implícitas y síndrome de Down 21
de la opinión emitida, es decir, la actitud explícita del pensamiento, que se presenta
como una tendencia natural, y es guiada por la conveniencia social o ideal social,
existe una interferencia con las respuestas reales sobre lo que las personas sienten.
Al hablar de actitudes explícitas se está hablando de lo que se conoce
coloquialmente como “pensamiento políticamente correcto”, ante lo cual se tiene
acceso de manera consciente y controlable, y la ciencia lo ha podido medir por medio
de los bien conocidos formularios de autorreporte. Es importante hacer énfasis en que
es probable que las respuestas expresadas explícitamente contengan, como se
mencionó anteriormente, un componente de disfraz de actitudes y convicciones
íntimas, pero su evaluación puede no ser suficiente para capturar la esencia de las
opiniones, valoraciones y verdaderas percepciones de la gente. Pero a la hora de la
verdad, la vida real de la sociedad y de las personas que la conforman sigue más la
actitud implícita que la explícita. Y eso puede explicar la enorme resistencia social,
vivida en la práctica diaria, a respetar y admitir la dignidad humana de las personas
con discapacidad con todas sus circunstancias.
Las actitudes y los estereotipos se usan de forma automática, y así de una
forma inmediata y sin esfuerzo, sin casi darse cuenta, influyen sobre la percepción, los
juicios y las acciones incluso contra las intenciones explícitas de una persona. Las
evaluaciones de actitudes implícitas explican las variaciones de la conducta por
encima de las evaluaciones de actitudes explícitas. Por consiguiente, a la hora de
explicar la reacción social ordinaria, la de la calle, ante la discapacidad intelectual no
sirven los resultados de las evaluaciones explícitas, las de las encuestas; tendríamos
Actitudes implícitas y síndrome de Down 22
que ser capaces de evaluar lo implícito, el pensamiento o estereotipo, lo que más
espontáneamente sale del interior, muchas veces oculto, de una persona.
En ese orden de ideas, en este trabajo se quiere responder a la pregunta por las
diferencias entre las actitudes implícitas y explícitas de un grupo de estudiantes
universitarios y un grupo de familiares con respecto al SD. Las hipótesis previas a la
recolección de datos son:
- El grupo de estudiantes no mostrará sesgo significativo en actitudes
implícitas hacia SD (promedio de sesgo del grupo de estudiantes = 0).
- El grupo de familiares mostrará un sesgo pro-SD significativo en actitudes
implícitas (promedio de sesgo del grupo de estudiantes > 0).
- Ambos grupos exhibirán un sesgo pro-SD en el cuestionario explícito.
A continuación, se describirá entonces el diseño metodológico, la conducción
de la recolección de datos y luego los resultados y las conclusiones.
Método
Diseño
En este estudio se ha propuesto un diseño cuasi-experimental de dos grupos,
con tipo de investigación cuantitativa, de corte transversal, usando una metodología
explicativa. El objetivo fundamental es observar y describir los resultados,
comparando los mismos en dos grupos de participantes que se describirán a
continuación.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 23
Participantes
Se contó con la participación de 49 voluntarios, seleccionados en un muestreo
por conveniencia y divididos en dos grupos de análisis. El primer grupo estuvo
compuesto por familiares de personas con síndrome de Down (N= 20). El segundo
grupo estuvo integrado por estudiantes universitarios de la Pontificia Universidad
Javeriana (N= 29). Adicionalmente, cinco personas no contestaron el cuestionario
explícito, aunque serán tenidas en cuenta en el análisis porque se dispone de sus datos
implícitos.
Instrumentos
Relational Responding Task (RRT): Este instrumento (De Houwer et al., 2015)
es una tarea de computador diseñada para responder a la pregunta por las actitudes
implícitas y su medición. Consiste en la presentación de una serie de afirmaciones y
palabras (estímulos) en la pantalla del computador – estas presentaciones son
ensayos, organizados en bloques. La tarea del participante es clasificar dichos
estímulos según una regla de respuesta, que varía dependiendo de cada bloque,
utilizando teclas del computador. Esta regla cambia de bloque en bloque entre
responder al estímulo “como si” estuviera de acuerdo o en desacuerdo. Al igual que
otras medidas implícitas, el RRT utiliza la latencia (es decir tiempo entre la
presentación del estímulo y la respuesta) y la precisión como indicador de las
actitudes. El programa que presenta la tarea está disponible para uso libre en el
laboratorio de Psicología de la Universidad de Gent (Bélgica), en la dirección
http://www.liplab.ugent.be/ y necesita una mínima configuración de los estímulos
para utilizar. Las frases y palabras utilizadas para configurar el RRT fueron:
Actitudes implícitas y síndrome de Down 24
- Palabras en la categoría CIERTO: Cierto, Correcto, Exacto, Preciso y
Verdadero
- Palabras en la categoría FALSO: Falso, Inexacto, Incorrecto, Erróneo e
Impreciso
- Oraciones con sesgo SD-positivo:
o Los niños Down son más alegres que los demás.
o Los niños Down son más capaces que los demás.
o Los niños Down son más fuertes que los demás.
o Los niños Down son más agradables que los demás.
o Los niños Down son más inteligentes que los demás.
o Los demás niños son más tristes que los Down.
o Los demás niños son más incapaces que los Down.
o Los demás niños son más débiles que los Down.
o Los demás niños son más desagradables que los Down.
o Los demás niños son más torpes que los Down.
- Oraciones con sesgo SD-negativo:
o Los demás niños no son más tristes que los Down.
o Los demás niños no son más incapaces que los Down.
o Los demás niños no son más débiles que los Down.
o Los demás niños no son más desagradables que los Down.
o Los demás niños no son más torpes que los Down.
o Los niños Down no son más alegres que los demás.
o Los niños Down no son más capaces que los demás.
o Los niños Down no son más fuertes que los demás.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 25
o Los niños Down no son más agradables que los demás.
o Los niños Down no son más inteligentes que los demás.
Ítems de la EPSD-1 (Molina Saorín, Nunes Corredeira, & Vallejo Ruiz, 2012).
Para contrastar los resultados del RRT, se les solicitó a los participantes que llenaran
un cuestionario de percepción social en donde podían expresar en una escala dichas
creencias. Lo anterior se realizó debido a que las mediciones implícitas y explícitas del
mismo constructo, típicamente convergen en cierto punto, por lo cual se esperaba que
el RRT y dicho cuestionario estuvieran correlacionados. La EPSD-1 es una escala que
busca acercarse a las percepciones sociales, creencias y actitudes explícitas hacia
población con síndrome de Down. Fue realizado en la Universidad de Murcia en
España y está estructurado por diez factores y treinta y un ítems. Para la escala
original, la fiabilidad y la coherencia interna entre ítems dada por el alfa de Cronbach
de 0,871. Debido a la eliminación de dos ítems por considerarlos sensibles debido a su
contenido, para el estudio se recalculó el índice de consistencia interna alfa de
Cronbach, que resultó en 0.80 para la versión utilizada aquí.
Procedimiento
En primer lugar, se les presentó a los participantes el consentimiento
informado en donde se les explicó el compromiso ético y el componente de
confidencialidad y anonimato en el presente estudio, haciendo énfasis en que no se
podrían vincular nombres y datos, y en segunda instancia, señalando que estaban en
libertad absoluta de retirarse de la aplicación cuando así lo desearan.
Acto seguido, cada participante completó el cuestionario EPSD-1, y luego la
tarea RRT. A los participantes se les explicó que iban a participar de una tarea de
Actitudes implícitas y síndrome de Down 26
computador para evaluar actitudes hacia el SD, y que tendrían que presionar las teclas
Ctrl derecho e izquierdo como respuesta a una serie de palabras y oraciones en la
pantalla. La investigadora dio las instrucciones a los participantes y en los primeros
ensayos estuvo presente para para poder proporcionar ayuda y responder las
preguntas que tuvieran. Si no había preguntas, el participante iniciaba la tarea.
Cada bloque de la tarea inicia con una instrucción. Las instrucciones para el
bloque 1 fueron:
En esta primera parte aparecerán palabras escritas en color NARANJA
en el centro de la pantalla. Las palabras estarán en la misma categoría de
FALSO o de VERDADERO (por ejemplo, la palabra "CIERTO" está en la
categoría de VERDADERO, y la palabra "INEXACTO" está en el sentido
de FALSO).
Su tarea es indicar, rápidamente y con precisión, qué sentido tiene la
palabra que ve.
Cuando aparezca la palabra en NARANJA, por favor presione:
- La tecla Ctrl DERECHA si la palabra tiene el mismo sentido de CIERTO.
- La tecla Ctrl IZQUIERDA si la palabra tiene el mismo sentido de FALSO.
Si comete un error el computador le avisará - presione la tecla correcta
tan pronto como pueda!
Por favor ponga sus dedos índices sobre cada una de las teclas Ctrl y
presione Ctrl derecha para empezar.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 27
Para el bloque 2, en el cual se categorizaban las frases en azul, las instrucciones
fueron:
¡Muy bien!
Ahora le presentaremos frases escritas en color AZUL. Estas frases
siempre tendrán alguna relación con las características de los niños con
Síndrome de Down.
Independientemente de lo que usted realmente piense, por favor conteste
como si usted creyera que los niños con síndrome de Down fueran
mejores que los niños sin el síndrome. En esta tarea solamente estamos
evaluando qué tan rápido y con qué exactitud puede usted dar esta
respuesta.
Entonces, cuando vea cada oración en AZUL, responda así:
- Presione Ctrl derecho si la oración es CIERTA de acuerdo con la regla
anterior.
- Presione Ctrl izquierdo si la oración es FALSA de acuerdo con la regla
anterior.
Por ejemplo:
Si la oración es "Los niños Down son más alegres que los demás", usted
debería presionar CIERTO (Ctrl derecho)
Pero si la oración es "Los niños Down más tristes que los demás", usted
debería presionar FALSO (Ctrl izquierdo).
Actitudes implícitas y síndrome de Down 28
Si su respuesta no es la esperada el computador le avisará - presione la
tecla correcta tan pronto como pueda!
Por favor ponga sus dedos índices sobre cada una de las teclas Ctrl y
presione Ctrl derecho para empezar.
Las instrucciones para el bloque 3 fueron:
¡Muy bien!
Ahora vamos a complicar un poco la tarea, pues vamos a mostrar
palabras en NARANJA y frases en AZUL. Responda por favor según estas
reglas:
Cuando vea una de las oraciones en AZUL por favor responda como si
usted considerara que los niños Down tienen atributos positivos, así:
- Presione Ctrl DERECHA si la oración es CIERTA de acuerdo con la regla
anterior.
-Presione Ctrl IZQUIERDA si la oración es FALSA de acuerdo con la regla
anterior.
La regla para las palabras en NARANJA no cambia. Por favor responda
así:
- La tecla Ctrl DERECHA si la palabra tiene el mismo sentido de CIERTO.
- La tecla Ctrl IZQUIERDA si la palabra tiene el mismo sentido de FALSO.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 29
Por favor ponga sus dedos índices sobre cada una de las teclas Ctrl y
presione Ctrl derecho para empezar.
Las instrucciones para el bloque 4 fueron:
¡Muy bien!
¡ATENCIÓN! ¡AHORA VAMOS A CAMBIAR LA REGLA PARA LAS
ORACIONES EN AZUL!
Cuando vea una de las oraciones en AZUL por favor responda como si
usted considerara que los niños Down tienen características negativas (y
no positvas), así:
- Presione Ctrl DERECHA si la oración es CIERTA de acuerdo con la regla
anterior.
- Presione Ctrl IZQUIERDA si la oración es FALSA de acuerdo con la
regla anterior.
Por ejemplo:
Si la oración es "Los niños Down son tristes", usted debería presionar
CIERTO (Ctrl derecho)
Pero si la oración es "Los niños Down son alegres", usted debería
presionar FALSO (Ctrl izquierdo).
Por favor ponga sus dedos índices sobre cada una de las teclas Ctrl y
presione Ctrl derecho para empezar.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 30
Y finalmente, para el bloque 5 las instrucciones fueron las siguientes:
¡Excelente!
En la siguiente fase aparecerán palabras en NARANJA u oraciones en
AZUL. Cuando vea una de las oraciones en AZUL por favor responda
como si usted considerara que los niños Down tienen atributos negativos,
así:
- Presione Ctrl DERECHA si la oración es CIERTA de acuerdo con la regla
anterior.
- Presione Ctrl IZQUIERDA si la oración es FALSA de acuerdo con la
regla anterior.
La regla para las palabras en NARANJA no cambia. Por favor responda
así:
- La tecla Ctrl DERECHA si la palabra tiene el mismo sentido de CIERTO.
- La tecla Ctrl IZQUIERDA si la palabra tiene el mismo sentido de FALSO.
Por favor ponga sus dedos índices sobre cada una de las teclas Ctrl y
presione Ctrl derecho para empezar.
Al final de la prueba se les agradeció a los participantes y se respondieron las
preguntas que tuvieran. Los datos fueron tabulados inicialmente en una hoja de Excel
y se prepararon de acuerdo con las instrucciones que se presentan más adelante y se
analizaron con ayuda del programa JASP (www.jasp-stats.org). A continuación, se
presentan los resultados del análisis.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 31
Resultados
Preparación de los datos del RRT
El tratamiento de los datos del RRT procedió de acuerdo con lo recomendado
por los autores del instrumento (De Houwer et al., 2015), quienes adaptaron el
algoritmo denominado D-IAT (específicamente la versión D2SD) para obtener un
indicador de tamaño del efecto del sesgo a favor o en contra del concepto evaluado.
Los pasos principales del algoritmo son los siguientes (Greenwald, Nosek, & Banaji,
2003): 1) eliminar los casos con latencias por encima de 10.000 milisegundos o con
10% de respuestas con latencias por debajo de 300 milisegundos; 2) calcular una
desviación estándar conjunta para los bloques mixtos; 3) añadir a cada latencia de
ensayo incorrecto una penalización equivalente a dos veces la desviación estándar del
bloque; 4) dividir las latencias medias penalizadas por la desviación estándar
conjunta. Para el tratamiento de los datos se utilizó un guion de R disponible en
https://github.com/ianhussey/RelationalRespondingTask/blob/master/data%20red
uction/data%20reduction.r.
Descriptivos
La muestra estuvo constituida finalmente por 49 personas (25 mujeres), con
edades entre 19 y 53 años (promedio 25.92, DE = 8.15). Los grupos estuvieron
conformados por 29 estudiantes (edad media 23.41, DE = 1.37) y 20 familiares (edad
media de 29.55, DE = 11.91). La tabla 1 resume los estadísticos descriptivos de los
sesgos, implícito y explícito.
Tabla 1.
Estadísticos descriptivos para sesgos por grupo y total
Actitudes implícitas y síndrome de Down 32
dRRT (sesgo implícito) ESPD (sesgo explícito)
Grupo Rango Media DE Rango Media DE
Estudiantes -0,74 a 0,37 -0,04 0,26 27 a 81 52,56 13,30
Familiares -0,64 a 0,31 -0,05 0,23 34 a 71 52.50 10,27
Total -0,74 a 0,37 -0,04 0,25 27 a 81 52.53 11.98
Análisis inferencial
En primer lugar, se realizó una prueba de diferencia de medias para determinar
si los grupos (familiares y estudiantes) tenían sesgos diferentes. Como la prueba de
normalidad para los datos de sesgo arrojó un resultado de normalidad (w = 0.970, p >
0.05 para estudiantes y w = 0.914, p > 0.05 para familiares), pero no se puede asumir
que los grupos sean equivalentes debido a la diferencia de tamaños de muestra, se
condujo una prueba Mann-Whitney para muestras independientes (timplícita = 282.000
(gl = 47), p > 0.05 y texplícita = 254.500 (gl = 45), p > 0,05), que permite concluir que
no hay diferencias en los sesgos entre los grupos. El sesgo promedio de la muestra es
de -0.04, ligeramente anti-SD, aunque no significativamente distinto de cero (t = -
1,30 (48), p > 0.05).
También se realizó una correlación de Pearson entre sesgo implícito y explícito,
que resultó débil y no significativa (r = 0.10, p > 0.05). Esto concuerda con algunos
estudios que muestran que cuando se investiga la relación entre los dos tipos de sesgo
en situaciones de prejuicio y estereotipo, hay una baja relación entre ambas, aunque
también puede explicarse por otras razones que se abordarán a continuación en la
discusión.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 33
Discusión
El hallazgo principal de esta investigación y que está relacionado directamente
con las hipótesis es la ausencia de sesgos explícitos e implícitos hacia los niños con
síndrome de Down.
Por el hecho de haber utilizado una prueba implícita para explorar las actitudes
hacia el SD, es importante contrastar los resultados de este estudio con los de Enea-
Drapeu et al. (2012) en Francia, quien encontró sesgos en la misma dirección
(negativa), pero significativos, en tres grupos de análisis: profesionales, cuidadores y
estudiantes. Probablemente las diferencias entre los dos estudios se deban a varias
razones entre las cuales cabe mencionar, en primer lugar, el diferente tamaño de la
muestra, que le otorga más poder estadístico al estudio francés, pero también
posiblemente al contexto, como se mencionó anteriormente en el marco teórico. Por
supuesto, una posibilidad es que la prueba utilizada aquí no sea tan precisa como el
IAT para capturar las actitudes, y en ese sentido es recomendable hacer más estudios
con el RRT para validar su habilidad en esta tarea.
Relacionada con este último punto puede estar una dificultad procedimental
que se observó durante la recolección de datos, y fue que los participantes se detenían
a preguntarse sobre los ítems evaluados. Esto pudo haber afectado los datos
considerando que, en términos de tiempos, y como se dijo anteriormente en el marco
teórico, los tiempos más largos suponen una amenaza a la extracción de la actitud
implícita. Esto resalta la necesidad de que las instrucciones sean más claras y
enfáticas en la importancia de una respuesta rápida para el paradigma implícito.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 34
Del análisis se desprende que las variables de sexo y de grupo no tienen
influencia significativa sobre los sesgos, y por lo tanto son insuficientes para
explicarlos completamente. Es importante entonces, hablar de otras posibles variables
que sean responsables de los mismas en esta y otras investigaciones. El primer punto
en este sentido es el hecho de que las actitudes pueden variar en función del contacto
con determinados grupos sociales (Prestwich, Kenworthy, Wilson, & Kwan-Tat,
2008). De hecho, los dos grupos de análisis de este estudio estuvieron conformados
por individuos que tienen algún contacto con niños con síndrome de Down, en
diferentes formas: los familiares tienen un contacto directo, y los estudiantes, por la
naturaleza de su formación, se acercan a esta y otras poblaciones a través de la
experiencia indirecta y del material académico.
Otro factor de los grupos de este estudio que puede estar relacionado con lo
anterior, es que la muestra por conveniencia de la que se dispuso está integrada por
personas con un nivel educativo al menos universitario. La literatura (por ejemplo
López, 2013) señala que el nivel implícito de la actitud puede cambiar en función del
nivel educativo, por lo cual es posible pensar que los resultados se ven influidos
también por el hecho de que los participantes de la muestra tienen un nivel
homogéneo de formación académica.
Otro factor importante para considerar podría ser que el nivel cultural cambie
los sesgos. Por ejemplo, algunas investigaciones muestran que efectivamente aspectos
como las actitudes raciales y las particularidades de los contextos culturales producen
actitudes tanto explícitas como implícitas diferentes (Florian & Katz, 1983; Sciarra,
Chang, Mclean, & Wong, 2005). Incluso se ha sugerido (Sciarra et al., 2005) que
Actitudes implícitas y síndrome de Down 35
ciertos niveles de actitud se “transfieren” o son responsables de la generación de
actitudes en otros contextos. Para el caso de Colombia, valdría la pena preguntarse
por la manera en que se entiende el concepto de discapacidad y así buscar los posibles
nexos con otros grupos actitudinales.
Un punto clave a la hora de pensar en estos factores en un contexto
Latinoamericano, como el caso de Colombia, es el de la inclusión educativa en centros
escolares, así como el papel de las ONG’s, que han organizado diferentes eventos con
el propósito de dar un vuelco importante en las percepciones sobre el síndrome de
Down. En ese sentido, el rol del discurso de los Derechos Humanos ha servido en
función de reivindicación de las actitudes hacia el síndrome.
Habiendo discutido ya los factores que están involucrados en la explicación de
los resultados, centraremos nuestra atención ahora sobre algunas ideas, algunas con
un toque personal, que se decantan del trabajo presentado.
Lo primero es que es importante incitar una reflexión sobre el significado de la
discapacidad, incluyendo el contexto del SD. Esta reflexión debería ser punto de
partida para lograr que las actitudes y las conductas de relación con personas con SD
vayan más allá de una simple declaración de intenciones y empiecen a permear la
realidad cotidiana. Naturalmente, debería comenzarse por promover el buen
entendimiento de las realidades de las personas con discapacidad desde la más
temprana edad.
Uno de los motivadores principales de este trabajo fue la observación de que
quizás la gente no es totalmente consciente del daño que estas conductas de sutil (y en
Actitudes implícitas y síndrome de Down 36
ocasiones, no tan sutil) rechazo ocasionan sobre el propio desarrollo personal de
quienes sufren de SD y otras condiciones. En el diario vivir se evidencian formas de
señalamiento y exclusión que son negadas por la deseabilidad social, pero que de
todas maneras afectan la conducta no solamente de quienes excluyen, sino de quienes
son excluidos. Por ende, es importante estudiar estas discriminaciones utilizando
metodologías que permitan un mejor y más completo acceso a esas realidades
psicológicas.
Esta situación es complicada por algunas prácticas de los discursos
institucionales y sociales, en los cuales un elemento importante es la
autoidentificación con la etiqueta de la discapacidad (“ustedes tienen que saber que
ustedes tienen Síndrome de Down”). Si bien esto puede generar efectos positivos en el
reconocimiento de las exclusiones y de las posibilidades de inclusión social, también
puede, como lo muestra la literatura de cognición implícita, generar prejuicios,
estereotipos y conductas de discriminación que incluso pueden ser interiorizadas por
quienes sufren las consecuencias de dichas conductas.
Por último, es importante añadir que futuras investigaciones relacionadas a
este tema deben tener en consideración otros rasgos que no fueron evaluados aquí. A
pesar de que la evaluación de actitudes implícitas se realiza a través de instrumentos
que controlan el ambiente, como por ejemplo que el participante evaluado no esté
sentado junto a la persona con SD, es importante tomar elementos de la experiencia
cotidiana para evaluar las maneras en las que las personas se acercan y conviven con
un niño con SD.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 37
Lo anterior es relevante para la Psicología, y sobretodo para la Psicología
relacionada con el estudio de la discapacidad debido a que siendo consecuentes con la
multiplicidad de discursos de exclusión social existentes, vale la pena articular
diferente epistemologías que le atribuyen a la exclusión causas diferentes. Una de
ellas podría ser la actitud implícita. Así, las explicaciones sobre este asunto recaen en
filosofías políticas de alto alcanze ideológico afliliadas a una gran multiplicidad de
discursos de integración social y los procesos de marginalización del mundo
industrializado. Sin embargo, pese a que existe una gran variedad de definiciones de
lo que significa el concepto de exclusión social, de cómo se ha entendido a través de
los cambios historiográficos, y de las múltiples problemáticas complejas que este
abarca, existe un punto en común entre todos los paradigmas, el cual hace referencia
a la desventaja social.
De esta manera, la pregunta por un constructo teórico que manifieste la
urgencia de concebir cambios en las relaciones y comprensiones entre normalidad y
discapacidad, a través de estrategias académicas, políticas, y prácticas, que involucren
a la población con SD en procesos que trascienden a la participación educativa por la
mera lástima u obligación, es una necesidad del mundo moderno cuando se piensa
sobre el potencial transformador que puede tener una sociedad, teniendo en cuenta,
de forma imperativa, la construcción de las posibilidades de ser y de estar en el
mundo. Pensado esto desde el desarrollo humano, se podría decir que es importante
la búsqueda de la integración discutida desde la participación con fines de
transformación.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 38
Así pues, es vital reconocer dimensiones de carácter cognitivo, como el
conocimiento que se tiene frente al SD y las condiciones construidas alrededor de
este, el componente político, enmarcado desde el hacer, es decir, la capacidad de
acción frente al cambio de dichos condicionamientos psicológicos, social y
políticamente construidos alrededor de la discapacidad, y por último, el componente
psicológico, el cual hace frente a la re construcción cognitiva para transformar una
creencia o una actitud previamente establecida.
En síntesis y para terminar, el trasfondo de estos componentes radica en que
estos son los niveles que permiten avanzar hacia la acción práctica, aquello a lo que
apela la perspectiva del desarrollo humano y su formación desde la esfera social. Esto
resulta un reto constante y necesario para visualizar los avances de estos temas no
solo en el ámbito académico, sino en la misma cotidianeidad. Esto, considerando la
urgencia por la búsqueda constante de generar y provocar transformaciones tanto
visibles como simbólicos que existen alrededor del síndrome de Down. Es decir,
avanzando en los procesos de construcción de nuevas lógicas que consideren lo
imaginario, lo corporal, lo simbólico, etc. Los cuales hilarán la re significación del SD.
Actitudes implícitas y síndrome de Down 39
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