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1.2.2. Adicción a las compras. Cuando ir de compras se convierte en una necesidad, cuando es imposible controlar el impulso y cuando, además, esta acción causa sentimientos de culpa, vergüenza, irritabilidad e inclusive problemas económicos y familiares graves, estamos ante una adicción. Esta adicción se caracteriza por la obsesión por realizar adquisiciones innecesarias de forma excesiva. Lo que le interesa al shopaholic o adicto a las compras no es lo que se compra, sino el hecho de comprar. Muchas de las personas que sufren este problema pretenden aumentar su autoestima con esta conducta. Las mujeres de entre 30 y 50 años suelen ser las más propensas a padecer adicción a las compras, pero los jóvenes están cada vez más expuestos por las presiones constantes de la sociedad de consumo. Según estudios, en el caso de las mujeres se debe en gran parte a la atracción frecuente de éstas por las tiendas y comercios, por ver escaparates, acompañar a otras personas a hacer sus compras y hasta ir a grandes almacenes aunque no se tenga nada que comprar. También ha resultado evidente que las mujeres utilizan más la compra para afrontar situaciones de tristeza, abatimiento y depresión. En cuanto a la vulnerabilidad de los jóvenes, esto se debe a que las nuevas generaciones han nacido inmersas en una sociedad de consumo. El estereotipo marca que los adictos a las compras suelen ser del sexo femenino, en este caso una mujer de mediana edad. Pero lo cierto es que los primeros compradores compulsivos son los niños. No hay más que verlos deseando cosas que no necesitan. Es algo que no se toma en consideración, y este tipo de educación puede desembocar en futuros compradores compulsivos.

Adicción a Las Compras. Teoria

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Adicción compras

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Page 1: Adicción a Las Compras. Teoria

1.2.2. Adicción a las compras.

Cuando ir de compras se convierte en una necesidad, cuando es imposible

controlar el impulso y cuando, además, esta acción causa sentimientos de culpa,

vergüenza, irritabilidad e inclusive problemas económicos y familiares graves, estamos

ante una adicción. Esta adicción se caracteriza por la obsesión por realizar

adquisiciones innecesarias de forma excesiva. Lo que le interesa al shopaholic o

adicto a las compras no es lo que se compra, sino el hecho de comprar. Muchas de las

personas que sufren este problema pretenden aumentar su autoestima con esta

conducta. Las mujeres de entre 30 y 50 años suelen ser las más propensas a padecer

adicción a las compras, pero los jóvenes están cada vez más expuestos por las

presiones constantes de la sociedad de consumo. Según estudios, en el caso de las

mujeres se debe en gran parte a la atracción frecuente de éstas por las tiendas y

comercios, por ver escaparates, acompañar a otras personas a hacer sus compras y

hasta ir a grandes almacenes aunque no se tenga nada que comprar. También ha

resultado evidente que las mujeres utilizan más la compra para afrontar situaciones de

tristeza, abatimiento y depresión. En cuanto a la vulnerabilidad de los jóvenes, esto se

debe a que las nuevas generaciones han nacido inmersas en una sociedad de

consumo. El estereotipo marca que los adictos a las compras suelen ser del sexo

femenino, en este caso una mujer de mediana edad. Pero lo cierto es que los primeros

compradores compulsivos son los niños. No hay más que verlos deseando cosas que

no necesitan. Es algo que no se toma en consideración, y este tipo de educación

puede desembocar en futuros compradores compulsivos.

Es posible diferenciar los términos comprador compulsivo y comprador adictivo:

aunque en ambos trastornos se da una conducta incontrolada, la obsesión-compulsión

se refiere sobre todo a ideas, y la adicción a impulsos. La compulsión se vive por el

sujeto como algo extraño y absurdo, a diferencia de la adicción, que se vive como

propia pero no se domina. La persona adicta vive su conducta de comprar como algo

que escapa de su dominio o control.

¿Cuándo se sabe si uno es adicto a las compras? El sujeto sabe que es

comprador adictivo cuando no puede controlar el impulso a adquirir productos. Sea

como fuere, existen personas en las que se produce un autoengaño porque se sienten

culpables y avergonzados. Los sujetos que padecen este tipo de adicción se enfrentan

a la dificultad de recibir ayuda. Ello ocurre porque la sociedad de consumo refuerza la

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idea de que comprar es una actividad normal. En un primer momento el adicto dice

que controla la situación y que lo puede dejar. Pero muchas veces deben ser los

amigos y familiares los que se den cuenta de que tienen la casa llena de objetos que

no necesitan. Hay momentos en los que la misma persona se puede dar cuenta de lo

absurdo que es tener en casa tantas variables del mismo producto. Por ello, al igual

que en cualquier otra adicción, hay que destacar la importancia de que el sujeto

afectado reconozca que padece una adicción a las compras.

Entre los factores de riesgo que contribuyen al nacimiento y mantenimiento de

la adicción a las compras destacaremos los siguientes:

Existencia de insatisfacciones vitales, frustraciones y otros problemas

psicológicos que buscan salida y se proyectan a través del consumo y

de la adquisición de cosas nuevas.

La influencia de la publicidad omnipresente que invita constantemente a

la compra, presentando un mundo en el que la felicidad y orgullo de las

personas dependen de los productos que puedan adquirir.

La búsqueda de posesión de bienes como principal instrumento de

prestigio social y afán por destacar ante las demás personas.

Baja autoestima.

Una relación de pareja o un trabajo poco satisfactorios.

El alejamiento de la familia, entre otros.

La adicción a las compras produce consecuencias muy importantes como la

depresión, deudas, problemas con la justicia, deterioro de las relaciones

interpersonales, y como pasa con cualquier adicción, acaba rompiendo la vida de la

persona. Por todo ello se requiere ayuda especializada y la comprensión y afecto de

los amigos y familiares más cercanos. Desde el punto de vista psicológico las técnicas

cognitivo-conductuales cobran un marco muy adecuado para su tratamiento.