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Adopción Clínica Infanto Juvenil II Ps. Paulina Sarmiento C.

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Adopción

Clínica Infanto Juvenil II

Ps. Paulina Sarmiento C.

Adopción en Chile

• Derecho Universal a tener una familia.– Política de Estado.

• Campaña de sensibilización que tiene como objetivo central validar la adopción como otra forma de hacer familia.– ¿Definición de familia?

Adopción de chilenos en Chile y para países extranjeros.• En Chile, la adopción es regulada por la

ley Nº 19.620, de 1999, su reglamento y el Convenio de La Haya sobre protección del niño(a) y cooperación en materia de adopción internacional.

El Sename apoya a los tribunales de familia en lo relativo al proceso adoptivo, como:

• orientar y apoyar a las familias de origen de los niños y niñas,

• acoger las postulaciones de quienes desean adoptar y evaluar su idoneidad.

• Además, supervisa a los organismos colaboradores acreditados para desarrollar programas de adopción.

• preparar a las familias idóneas para ejercer la paternidad adoptiva mediante la realización de talleres de capacitación, antes y luego de la adopción.

• Como resultado de la nueva ley, actualmente el 83% del total de las adopciones son nacionales y sólo el 17% internacionales. Esa proporción era a la inversa antes de la ley, con un 73% de adopciones internacionales y sólo el 27% nacionales.

• Hasta antes de la ley de adopción los niños salían del país “con fines de adopción” y el trámite se hacía en el país de origen de los padres adoptivos. Hoy, en cambio, los niños salen de Chile con la calidad de adoptados, de acuerdo con la normativa y requisitos establecidos en nuestro país.

Requisitos de Adopción:

• Ser mayores de 25 años y menores de 60 años.• Que exista una diferencia de edad con el adoptado de

por lo menos 20 años.• Si se trata de matrimonios, al menos dos años de

casados, lo que no será exigible en caso que uno o ambos cónyuges sean infértiles.

• Haber sido evaluados como física, mental, psicológica y moralmente idóneos por el Servicio Nacional de Menores o algún organismo acreditado ante éste para desarrollar programas de adopción.

• Las personas interesadas en adoptar deben reunir algunos requisitos que las capaciten para desarrollar la paternidad adoptiva, lo cual debe ser evaluado por los profesionales de los Programas de Adopción que ejecutan el Sename y los organismos acreditados ante él.

• Certificado de idoneidad.• Tribunal competente.

Requisitos Fundación San José para la Adopción• La pareja debe estar casada civilmente.• La edad promedio entre los cónyuges no debe superar los 45 años para la

adopción de lactantes (niños de 0 a 2 años), y no debe superar los 49 años para la adopción de pre-escolares (niños de 2 a 5 años).

• Presentar infertilidad o incompatibilidad genética con el embarazo, sólo en caso de adopción de lactantes.

• Los postulantes deberán tener domicilio en la Región Metropolitana; V, VI y VII región (*)

• En el caso de los matrimonios extranjeros, éstos deberán tener residencia permanente en Chile.

• Tener ingresos económicos que permitan un adecuado bienestar del niño.• Enseñanza media completa en ambos cónyuges.• Que no existan enfermedades invalidantes crónicas o con riesgo de muerte.• Postulación a la adopción, únicamente con una sola institución.

Bienestar del Niño o Niña:

• Abandono como experiencia traumática que amenaza la vida y todo el desarrollo futuro.

• La historia de un bebé a ser adoptado comienza con un embarazo no deseado por parte de sus progenitores y con ambivalencia o abierto rechazo intrauterino. Al nacer, sus primeras experiencias están marcadas por la ruptura o no existencia de vínculo con su madre biológica.

• Necesidad de vínculo reparatorio.• Logrará a través de la adopción una

interacción entre el bebé y su cuidador estable y regular en el tiempo permite que se conforma el vínculo de apego, que implica una relación afectiva sólida y duradera, y por ello confiable.

• La estabilidad produce seguridad, por consiguiente, los cambios van produciendo focos de inestabilidad acumulativos, que hacen paulatinamente al niño perder la confianza en el mundo.

Variables importantes:

• Tiempo de institucionalización.

• Recursos físicos del centro.

• Calidad del apego de las cuidadoras.

• Calidad del apego de los padres adoptivos.

• Razón de niños por tías.

• La institucionalización NO condena a los niños a la desadaptación y vulnerabilidad.

• Las condiciones de institucionalización son claramente un factor de riesgo muy importante, pero no generan un efecto causal directo en el riesgo de los niños.

• La formación y establecimiento de los vínculos de apego ocurre en torno a los seis meses de edad, en que el bebé ya comienza a formar un modelo mental específico para reconocer, anticipar y vincularse de un modo determinado con su cuidador significativo.

• Una adopción posterior a este periodo conlleva mayores dificultades para lograr establecer un apego seguro, dado que el niño ya ha vivido hasta entonces una experiencia de carencias en el establecimiento de sus vínculos, siendo ésta una etapa crítica para el desarrollo del apego (Lecannelier, 2004).

Períodos críticos:

• Procesos de adopción anteriores a los 6-7 meses: no tiende a haber diferencias en la calidad del apego, en relación a niños que no han sido adoptados.

• Los bebés adoptados posterior a los 6-8 meses de edad, tendían a presentar mayores dificultades para formar relaciones positivas y de confianza con sus padres adoptivos.

Ante una adopción tardía, las conse- cuencias de un periodo de instituciona- lización prolongado aparecen a nivel:

• conductual (síntomas externalizantes: agresividad, impulsividad, desinhibición e hiperactividad),

• emocional (déficit en la regulación de la atención y el control inhibitorio de la rabia y la agresión),

• relacional (problemas de relación con sus pares, dificultad para reconocer y respetar límites) y

• de apego (formación de patrones de apego inseguro).

Debe comprenderse también la importancia de anticipar lo más posible este encuentro, ya que ello facilitará en gran medida la creación de un vínculo y de una identidad familiar, tanto para el

bebé como para los padres adoptivos, lo que en ambos casos favorece

significativamente el proceso de desarrollo del niño.