Adorno Theodor - Notas de literatura (Págs. 11-36 y 53-72)

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    THEODOR W. ADORNO

    NOTASDE LITERATURA

    Traducci6n de Manuel Sacristan

    EDICIONES ARIELBARCELONA

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    Titulo original:~OTEN ZUR LITERA TUR

    P ara J utta B urg er

    by Suhr kaurp Ver lag', Frankfurt am Main de la t t' ad1 .l cd6n castellann para Espafia y Amer icaEdicion.. Ariel, S. A. Barcelon ..

    Printed in SpainErupreso en Espai ia .Nam. regist ro: 401 1962Deposito legal: B. 13.394 1962

    Impreso eft IDs talleres de Ediciones Ariel, S. A . Berlin, 4650 Barcelonc

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    EL ENSAYO COMO FORMAVer 10 preciso, ver lo i IHminab3J) [ 'o J )Sf2?u jdo .modil i ca r en J).ada c J PIC-juicio nacional. La e1ogiosa caliiicacion de ecrivain sirve aun hoypara tener exduido del mundo academico al destinatario del elo-gio. A pesar de la gravida cornprension gue Simmel y el jovenLukacs, Kassner y Benjamin han 'conhado a la especulacion acer-s a de objetos especificos, ya preformados culturalmente.P el gIe-

    1. GEORQ v, LUKAc s , Die Seele und die Forme, Berl in, 1911, P: 29.2.' Crr. LUKACS,o c o cit., p. 23; "1 ensavo habla ==r= de algo ya

    Iormado 0, en el mejor de los casos, de algo que ya en otra ccasion h a sido ;es pues de SU, esencia el no sacar cosas nuevas de, una nsda vacia, sinoIimitarse a ordenar de un modo nuevo cosas que ya en algtin mementofueron vivas. Y como se Iimita a ordenarlas de un modo nuevo, en vezde dar forma a algo nuevo a partir de 10 informe, se encuentra vinculadoa ellas, tiene que decir siempre "la verdad' acerca de ellas, y hallarexpresion de su esencia ",

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    12 NOTAS DE LITERATURA EL ENSAYO COMO FORMA 13mio no acepta como filosofIa mas que 1 0 que se reviste de ladignidad de ]0 universal, permanente y , hoy tambien, si es posi-ble, originario, sin entrar en tratos con Ia fonnaei6n espiritual par-ticular sino en 1 3 medida en que hay que ejemplHicar en ella lascategorias generales , 0, a l menos, en la medida en q ue 1 0 particu-lar se hace transparente par estas, La tenacidad con que sobreviveesc esquema seria tan enigmatica como su componente afectivasi no Fuera q ue la alirnentan motivos mas importances q ue Iamolesta conciencia de 1 0 que falta de cultivo a una cultura queapenas conoce hist6ricamente 3 1 homme de lettres. En Alemania,el ensuyo provoca a Ia defensa porque recuerda y exhorta a IaIiberrad del e sp fr ir u, la c ua l, d es de e l Fracaso de una tibia ilustra-cion ya Fracasada en los dias de Leibniz, no se ha desarrolladosulicienremcnte ni aun hoy, bajo las condiciones de la Iibertadformal, sino que siempre ha estado dispuesta a proclamar comosu mas propia aspiracion el sometimiento a cualesquiera instan-cias. Pero el ensayo nOadmire que se Ie prescribe su competencia,En vez de producir cientificamente algo 0 de crear algo artistica-mente, e 1 esfuerzo del ensayo relleja aim e1 ocio de 1 0 infantil,que se inllama sin escrupulos con 10 que ya otros han hecho. EIensayo refleja 1 0 amado y 1 0 odiado en vez de presentar el espi r i -tu, segun e1 modelo de una ilimirada moral del trabajo, comocreacion a partir de la nada. Fortuna y juego Ie son esenciales,No ernpieza por Adan y Eva, sino par aquello de que quiere ha-blar: dice Jo que a su prop6sito se le ocurre, termina cuando e lmisrno se siente llegado al final, y 110 donde no queda ya restoalguno: as! se sinra entre las "di-versiones". Sus conceptos no seconstruyen a partir de algo primero ni se redondean en algaultimo. Sus interpretaciones no e s t ri n f il o log i c ar nen te fundadasy medidas, sino que son por principia hiperinrerpretaciones- para el veredicto automatizado de esc despierto entendimientoque se contrata como alguacil de Ia tonteria contra el espfritu-.Par eso se estigrnatiza como cosa ociosa el esfuerzo del sujeto enel ensaya par penetrar 10 que se esconde como objetividad detrasde la fachada: se Ie estigmatiza par puro miedo a la negatividad.Se arguye que todo es mucho mas sencillo. Se adjudica la ciegamancha amarilla a aquel que interpreta en vet de =r=sin masy Iimitarse a ordenar, la ciega mancha amaril la del irnpotente que,con inteligencia erroneamente orientada, inventa fantasmas y

    mete [nterpretativamente contenidos donde no hay ninguno queeicp1icitar mediante interpretacion. La alternative es: hombre dehechos u hombre de aire, Pero una vez que se sucurnbe a1 terrorde esa prohibicion de pensar mas de 1 0 que se encuentra ya pen-sado en 1 0 dado, uno esta va acep tando la Ialsa intencion quehombres y cosas abrigan de ~i misrnos. Y en tender no es entoncesmas que mondar l a f ru ta para o?tener 1 0 que e1autor h~querid?decir en cada caso, 0, en el meJor de los casas, las mociones PSI-co16gicas individuales que son indices ~el Fenomeno. P~ro ~~artede que dificilmente sera posible precisar 10 que un individuoha pensado en un caso dado, 1 0 que ha senti d o en el, con co~-prensiones de esetipo no se ganaria tarnpoco mucho. Las mo ci o- .nes del autor se borran en e 1 contenido objetivo que aferran.Yen cambia, para desvelarse, la pletora objetiva de signihcacioncsque se encuentran encapsuladas en cualquier fen6meno espiri-tual exige de su receptor precisamente esa espontaneidad de lafantasia subjetiva que se condena en nombre de Ia disciplinaobjetiva. No es posible obtener pasivamente por interpretacionalgo que no haya side introducido al rnismo tiempo por un inter-pretar activo. Los cri terios de esta actividad son la cornpatibil idadde 1 a interpretacion con el texto y la fuerza que tenga la interpre-tacion para llevar juntos a lenguaje los elementos del objcto. Canesto se acerca el ensayo a cierta independencia estetica que esfadl reprocharle tornandola por r ne r o p r es t amo del arte, del cual,empero, el ensayo se diferencia por su media, los conceptos, y porsu aspiracion a verdad, horra de apsriencia estetica. Esto es 1 0 quepasa por alto Lukacs cuando en su carta a Leo Popper, introduc-cion a E l a lm a y l as f orm a s , llama al ensayo forma artistica, 1Perono es superior a esa concepcion la maxima positivista segun lacual Io que se escribe sabre arte no debe aspirar en absolute a te-ncr rasgos de exposicion arristica, esto es: no debe aspirar a auto-nomia formal. La tendencia positivists general, que contraponedgidarnente al sujeto todo objeto posible COmoobjeto de investi-gaci6n, se queda, en este COmO en todos sus demas mementos, enla mera separacion de Iormas y contenido: (como podria serposible hablar aesteticarnente de 1 0 estetico, sin la menor semejan-za con 1 a cosa, a menos de caer en banausia y deslizarse a priori

    1. LUKACS, l oc o c ir ., p. 5 passim.

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    14 NOTAS DE LITERATURA EL ENSAYO OOMO FORMA 1 5fuera de Ia cosa rnisma? Seglin uso positivista, el contenido, unavez fijado segun la protoimagen de la proposici6n de protocolo,debena ser segun esto indiferente a su exposicion, y esta tendriaque ser convencional, no exigida par la cosa; y toda rnocion expre-siva en Ia exposicion es, para el instinto del purismo cientifico,pe1igrosa para una objetividad que saltaria a la vista $010 despuesde la retirada del sujeto, pcligrosa par tanto tambien para la con-sumacion de la cosa, la cual, se supone, se afirmara tanto mejorcuanto menos apele al apoyo de la forma, a pesar de que la normamisma de esta consiste prccisamente en dar Ia cosa pura y sinafiadido, En la alcrgia a las Formas como pmos accidentes, el espi-ritu cientificista se acerca al tercamente dogmatico. La palabradisparada irresponsablemente pretcnde ser prueba de espiritu deresponsabilidad para con la cosa, y la rellexion sobre 1 0 espiritualse convierte en privilcgio del que carece de espiriru,

    Todos estes abortos del rencor no son 5610 1a "no verdad",Pues si el ensayo no se digna empezar par derivar las formacionesculturales de un alga subyacente, por otra parte se enreda dema-siado celosamente ell la organizacion cultural de la prominencia,el exito y el prestigio de los productos de l mercado. Las biograHasde novelas y toda Ia dernas li teratura de prernisas 0 presupuestosemparentada con ellas y que las acornpafia, no son mera degene-racion, sino tentacion constante de una forma cuya sospecha con-tra 1a Ialsa profundidad no queda en absolute satisfecha por 1ainversion en consciente superficialidad, Ya en Sainte~Beuve, delque probablementc desciende el genero del ensayo rnoderno, sedibuja esta rendencia, que, junto con productos Como los perfilesde Herbert Eulenberg, prototipo aleman de una inundaci6n deindigna literatura cultural , junto Con los Ii lrnes sobre Rembrandt,Toulouse-Lautrec y [a Sagrada Escrirura, ha seguido promovien-do la neutralizacion de formaciones culturales, su conversion enmercancias, una neutralizacion que ya se manihesta irresistible-mente en la reciente historia de Ia cultura antes de que en elEste cobre e 1 vergonzoso nombre de herencia. Este praceso es talvez maximamente visible en Stefan Zweig, que en su juventudeonsigui6 algunos ensayos diferenciados para acabar par caer,en su libra sobre Balzac, en la psicologia del hombre creador,Esta literatura no critica los conceptos absrractos fundamentales,los datos sin concepto, los raidos discs, sino que los presupone

    todos implicitamente, y por eso mismo con complete acuerdo.E1 resultado externo de la psicologia comprensiva se Iusiona canlas mas corrientes categorias procedentes de Ia concepcion delmundo del cursi analfabeto de la cultura, Como las categories depersonalidad e irracionalidad, Estos ensayos se confunden porculpa propia con e1 Iollenn literario, con el eual los enemigos dela forma confunden a la forma rnisma, Libre de la disciplinade la servidumbre academica, 1 a libertad espiritua] misma se haecservil y aeepta gustosamente la necesidad socialmenre preformadade la clientela. La irresponsabilidad, rnorncnto, en S 1 misma, detoda verdad que no se agite en la responsabilidad por 10 existcnte,se hace en cambio responsable de las necesidades de la concicnciaestablecida; los males ensayos no SOnmenos conformistas que lasmalas tesis doctorales. Solo que la responsabilidad no respeta s610a autoridades y gre111i05,sino tambien la cosa.

    Pero la forma es inocente del hecho de que el mal ensayonarre de personas en vez de abrir.la cosa, La separacion de cienciay arte es irreversible. S610la ingenuidad de los Iabricantes de lite-ratura la pasa par alto, porgue el fabricante de literatura se tomapor un genio de la organizaci6n y sabe hacer can buenas obras dearte chatarra para otras malas, La ciencia y el arte se han separadocon la cosilicacion del mundo en el curso de la creciente desmito-Iogizacion: es imposible restablecer con un golpe de varita magi-ea una conciencia para 1a cual sea una sola cosa inruicion y con-cepto, imagen y signa - si es que esa conciencia ha exisrido algu-na vez -, y la restitucion de esa conciencia caeria otra vez en elcaos, S610 como consumacion de l proceso de rnediacion seriaimaginable esa conciencia, como utopia, tal como la pensaronlos fil6sofos idealisras desde Kant con e1 nombre de inruicionintelectual, Ta cual fracas6 siempre que el conocimiento actualapelo a ella. Cuando, mediante ernprestito de la poesia, la filoso-fia cree pader eliminar el pensarniento objetivador y su historia,la antitesis (segun terminologia usual) de sujeto y objeto, y hastaespera que en una poesia montada con piezas de Parrnenides y deJ ungnickel, hable el Ser misrno, esa filosofia no haec mas queacercarse a la mas lixiviada chachara cultural. Can astucia cam-pesina recompuesta como originariedad, esa filosofia se niega aeumplir con las obligaciones del pensamiento conceptual, obliga-ciones que, sin embargo, ha suserito en cuanto se puso a utilizar

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    16 NOTAS DE LITERATURAEL ENSAYO COl\ IO FOnl'v1A 17

    conceptos en la proposicion y e 1 juicio, rnientras que su e1ementoesterico no pasa ?c ser una agu?da. reminiscencia de segundarnano de Holderlm, 0 del exprestOnIsmo, 0 a veces incluso delmodern sty!, porque ningun pensarniento puede conliarse tanilimitada y cieg am en te allenguaje com o fing e la idea de l deciroriginario. \Ll. violencia que en esto se inlieren reciprocarnentela imag~n y eI concepto surge de Ia jerga de la propiedad,l* enIa que tiemblan palabras de tremolosa conmocion que al misrnoticmpo se callan aquello que las conmueve. La ambiciosa trascen-den~a de11enguaje al sentido desemboca en una oquedad signi-Ecariva que es para el positivisrno muy EacHdetener y bloquear,pues aunque aquel Ienguaje se creyera superior al positivisrno,no ha servido mas que para jugar la partida de este, ofrecerlematerial de cri tica y aceptar sus cartas, Bajo 1 a constricci6n deesos desarrollos, ellenguaje, cuando aun se atreve a moverse enlas ciencias, se aproxima a la industria artistica, y el investizadorcicnnfico es cl que, negativamente, mas mantiene la delid;d es-tetica al sublevarse a resistirse contra el lenguaje en general y,en vez de rebajar la palabra a mera parafrasis de sus cifras, p r e -Iiere la tabla numerica, que tiene al menos el valor de reconocersin rodeos la cosificacion de la conciencia y ya solo con ellaencuentra por S 1 misma algo asi como una Iorma sin necesidadde apologerico prestamo del arte. Cierto que el arte ha estadodesde siempre tan enrrelazado con la dorninante tendencia de laIlustracion que ya en 1 a Antiguedad beneficio en su tecnica ha-l1azgos cientihcos, Pero Ia cantidad se trasrnuta en calidad. Sila tecnica se absoluriza en la obra de arte, si la construccion se~~ce tota.l y extermina su rnotivacion contrapuesta -]a expre-ston -, 51 el arte pretende ser directamente ciencia, ciencia seglinsu recta medida, sanciona la entrega preartistica a la materia,tan significativa como pueda serlo el Ser 2'" de los seminaries

    de filosofla; y asi se hermana el arte con la cosificaci6n, Ia protesta contra la cual, por opaea y hasta e6sieamente que se prer-duzca, ha sido siernpre hasta el dia de hoy la funci6n de 1 0que no tiene Funcion, Ia fund6n del arte.

    Perc si el arte y la ciencia se separaron en Ia historia, tampocodebe hipostatizarse su contraposicicn. La repugnancia por su ana-cronica mezcla no basta para santifiear una cultura organizadapar cajones especiales, Pues a pesar de toda su necesidad, eseencajonarniento no hace sino confirmar institucionalmente larenuncia a la verdad entera. Los idcales de limpieza y pureza,cornunes a una Filosofia orientada a valores de etemidad, a unaciencia internamente organizada a prueba de corrosion y golpcsy a un arte intuitive desprovisto de conceptos, son ideales quelIevan visible la hueHa de un orden represivo. Se exige del espi-ritu un certificado de competencia administrativa, para que norebase las hneas-limite culturalmente confirmadas de la eulturaohcial, Y al hacerlo se presupone que todo conocimiento puedetraducirse potencialmente en ciencia, Las teorias del conoci-mien to que distinguen entre conciencia precientifica y con-ciencia cientifica no han concebido ni ellas misrnas esa dife-rencia sino como gradual. Pero el hecho de que todo se quedaraen la mera segura a6.rmaci6n de esa traducibilidad, sin que jarnasse translormara seriarnente la conciencia viva en eoncienciacientilica, nos remite a la precariedad de la transicion misma, ala existencia de una diferencia cualitativa, La mas simple refle-xion sobre la vida de la conciencia puede ilustrar acerca de 10escasamente que es posible eapturar COnla red cientifica conoci-mientos que no son en absoluto rneras impresiones "no vincula-torias", La obra de Marcel Proust, que esta tan poco falta deelemento cientlhco-positivo como la obra de Bergson, es todael~a ~n unico intento de expresar conocimientos necesarios y cons-tncnvos acerca del hombre y de las conexiones sociales, conoci-micntos que, a pesar de esos caracteres, no pueden ser recooidossin mas por Ia ciencia, a pesar de que la aspiracion de esos ~ono.cimientos a Ia objetividad no queda en absolute disminuida nireducida a vaga plausibilidad, La rnedida de esta objctividadno es la verihcacion de tesis sentadas mediante su examen 0comprobacion repetida, sino Ia experiencia humana individualquese mantiene reunida en la esperanza y en la desilusion. Ella

    1* "Propiedad" traduce Eigentlichheit, el tecnicisrno heideggeriano1uealg:-rI_las,eces se vierte incorrectamente en Ia literatura casrellana porautenll.cldad (Echtheit). La prec ision de este paso de polemics del autorcon Heldegger no permire satisfacerse con [a laxa traduccion "autenrici-dad". (N. del T.)

    2~ "Ser" con mayuscula traduce el cuasi-tecnicismo heideggerianoSeyn, de In epoca de l escrito II JUnger. (N. del T.)

    2 --. NOl'AS Dlo: LlrE:RATURA

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    18 NOTAS DE LITERATURA EL ENSAYO COMO FORMA 19da relieve a sus observacionas, confirmandolas 0 refutandolas enel recuerdo, Pero su unidad, individualmente cerrada y en la quea pesar de ello aparece el todo, no resultaria divisible, por ejern-plo, entre las separadas personas y el aparata multiple y divididode In pS1cologfa y la socioloqia. Bajo la presion del espiritu den-tifidsta y de sus desiderata, omnipresenres y laterites tambien encl artista, Proust, con una tecnica imitada de las ciencias, en unaespecie de serie experimental, ha intentado salvar 0 restableccr10 que en los dias del individualismo burgues, cuando la con-ciencia individual aun conliaba en S 1 misma y no se estrechabaanticipadamente bajo la cerisura de la organizacion, valia auncomo conocimienros de un hombre experimentado del tipo deaquel desaparecido homme de lettres, tjpo que Proust resucitamin como caso supremo de dUettantismo. A nadie se Ie habriaentonces ocurrido considerar irrelevantes y rechazar COmoacci-dcntalcs e irracionales las comunicaciones de una experiencia,solo porgue son las suyus y porque no son sin mas suscept iblesde gcneralizaci6n. Mas aquella parte de sus hallazgos qne sedesliza por las mallas cicntilicas queda ciertamcnte pcrdida parala cicncia. Como ciencia del espiritu deja de curnplir esta 10 quepramete al espfriru: abrir desde dentro las formaciones del es-piritu, E1 joven escritor que quiere aprender en la Universidadque es una obra de arte, que es forma lingiilstica, que es cuali-dad estetica, incluso que es tecnica estetica, no oira en el mejorde los casos mas que noticias sueItas y genericas, informacionesque "5C'loman )'a \15'l35UE:\a nlQSOna tlue esta en circuracion encada caso y que se pegan mas a menos arbitrariamente al conte-nido de las formaciones de que se trate. Si en cambia se dirige aIa estetica Elosofica, se Ie ofreceran proposiciones de un nivel deabstracci6n que ni estan en mediaci6n can las formaciones queel desea enrender ni son en verdad unas can e1 contenido quebusca, Pero la culpa de esto no recae solo sobre Ia division deltrabajo del k6smos noetikos en arte Y ciencia ni son e1iminablesestas lineas de demarcacion mediante buena voluntad y una pla-nihcacion que las rebase, sino que el espiritu modelado inape-lablernente segun el modele del dominic de 1anaturaleza y de laproducci6n material se entrega al recuerdo de aquella Iase supe-rada, pero prometcdora de otro futuro, a 1 a traseendencia res-pccto de las endurecidas relaciones de producci6n; y esto para-

    liza su procedimiento especializado precisamcnte frente a susespeciales objeros.

    Por 10 que hace al procedirniento cientifico y a su fundamen-tad6n Iilosofica como metodo, el ensayo, segun 5U idea, explicitala plena consecuencia de la critirn al sistema, Incluso las doctri-nas ernpiristas, que conceden a la experiencia inconcluible e in-anticipable preernincncia sabre el fijo orden conceptual, siguensiendo sistematicas en la medida en que discuten y aclaran COn-diciones del conocirniento concebidas como mas 0 rnenos cons-tantes y desarrollan el conocimiento mismo en una conexion 10mas continua posible. Igual que el racionalismo, el empirismofue, desde Bacon - cnsayista el misrno -, "metoda", La dudasobre e 1 derccho absolute del rnerodo no se ha realizado casi, enel modo de proceder del pensamiento, sino en el e11$ayo.E1 en-sayo tiene en cuenta la conciencia de "no identidad", aun sinexpresarla siquiera; es radical en cl "no radicalismo", en 1a abs-tencion de reducirlo todo a un principia, en Ia acenruacion de 1 0parcial Irente a 1 0 total, en su caracter fragmentario. "Tal vezha sentido algo asi cl gran sieHr de Montaigne cuando dio a susescritos la dcnominacion extraordinariamente hermosa y acertadade essays . Pues ia senciIIa modestia de esta palabra es una O r-gu110sa cortesia. E1 ensayista despide las propias orgullosas es-peranzas que alguna vcz se creen haber llegado cerca de 1 0 ul-timo: se trata s610 de cornentarios a las poesias de otros, eso es1 0 unico que 6 1 puede oi'recer y, en el mejor de los casas, cornen-tanos a 'los propios concepros, ' ,?"(;ru'nvn'lCamCn\

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    20 NOTAS DE LITERATUnA EL ENSAYO COMO FOTIMA 21n.irsele en el concepto. EI ensayo retrocede espantado ante laviolencia del dogma de que el resultado de la abstraccion, elconcepto atemporal e invariable, redama dignidad ontologica envez del individuo subyacente y aferrado par d. E1 enganode que el ordo ulearum es el ordo rerum arraiga en la posicion dealgo mediado como si fucra inmediato, Del mismo modo que unalgo rnerarnente factico no puede ser pensado sin concepto, por-que pensarlo significa siempre conceptuarlo, asi tampoco es pen-sable el mas puro concepto sin referenda alguna a la Iacticidad.Inc1uso las Formaciones de la fantasia, supuestamente liberadasdel espacio y del tiempo, remiten a existencia individual, porderivadamente que sea. POt ello no se deja intimidar el ensayopor los ataques de la mas depravada meditabunda profundidadque afirma que Ia verdad y la historia se contraponen irrecon-ciliablernente. Si la verdad tiene en realidad un nucleo tem-poral, el plena contenido historico se convierte en momenta inte-grante de ella; el a 1 Jo ,te ri or i se convierte concretamente ena - pr io r i, como exigieron Fichte y sus sucesores solo en tt~Iminosgenerales. La referenda a experiencia - a la que el ensayo prestatanta sustancia como In traditional reoria de las merasjcatego-rias -es la relerencia a la historia enrera; la rnera expenenciaindividual, con In que la -conciencia arranca y ernpieza comocan 1 0 que mas proximo le es, esta ya rnediada por la experienciacomprehensiva de Ia humanidad historica; y la idea de que envez de eso la experiencia de la hurnanidad historica sea mediada,micntras que 10 propio individual en cada caso seria 10 inme-diato, no es mas que autoengano de la sociedad y de Ia ideoloziaindividualisras, Par ella el ensayo rectihca el desprecio por 1:>10hist6ricamente producido como objero de la teorfa, Es insoste-nible la distincion entre una primera filosofia y una mera filosofiade Ia cultura, la cual presupondrfa a [a primera y construiria so-bre su fundamento; y esa distincion sirve precisamente para ra-cionalizar teoreticamente el tabu que pesa sobre el ensayo. Pier-de as! su autoridad un modo de proceder del espiritu que veneracomo canon 1a separacion entre 10 temporal y 10 aremporal, Unnive] de abstraccion mas alto no otorga al pensamiento dignidadmayor ni contenido metahsico, mas bien se volatiliza este con elproceso de la abstracci6n, y cI ensuyo se propone precisarnentecorregir alga de esa perdida. La corriente objecion contra el

    ensayo, a saber, que es fragmentario y accidental, postula sinmas el caracter dado de Ia totalidad, y can ella la identidadde sujeto y objeto, POt 10 que se cornporta COIDO si realmente seestuviera en poder del todo. Pero el ensayo no se pl'Opone buscar10 eterno en 10 perecedero y desri larlo de 10110, sino m3 S bien cter-nizar 10 perecedero. Su debilidad da testimonio de la "no identi-dad" misma que 02 1 tiene que expresar, testimonio del exceso d ela intencion sobre la cosa, y, con ello, de aquella utopia excluidapor la articuladon divisora del rnundo en eterno y perecedero.En el enfatico ensayo el pensamiento se libera de la idea tradi-donal de verdad.

    Con ello suspende al rnismo tiempo el coneepto tradicionalde metodo. E1 pensamiento tiene su profundidad en la prchm-didad con que penetra en la cosa, y no en 10 projundamcnteque le reduzca a otra cosa. Esto es 10 que aplica pokmica-mente el ensayo al tratar 1 0 que segun las reglas es deri-vado sin recorrer 6 1 rnisrno su definitive derivacion. E1 ensayopiensa junto en libertad 1 0 que libre y junto se encuentra en elobjeto elegido. No se encapricha con un mas alla de las media-ciones -las rnediaciones hist6ricas en las que esta sedimentadala sociedad entera-, sino que busca los contenidos de verdadcomo historicos en S 1 rnisrnos, No pregunta el ensayo pOl' ningunprotodato originario, para dano de la sociedad persocializada, laeual, precisamente porque no tolera nada que ella misma nohaya acufiado, no puede tolerar en modo alguno 10 que recucrdesu propia omnipresencia, razon par Ia cual tierie que traer a cola-cion, como ideo16gico complernento, esa naturaleza de Ia que supractica no deja nada, E1 ensayo denuncia sin palabras la ilusionde que el pensamicnto pueda escaparse de 10 que es ihesei, cul-tura, para irrumpir en 1 0 que es physei , de naruraleza. Atadopor 1 0 fi jado, por 1 0 confesadamente derivado, por 1 0 formado,el ensayo honra a la naturaleza a1 conhrrnar que ella no es ya elhombre. Su nlejandrinismo es la respuesta a la fingicla pretensiondel sauco y del ruisefior, que, cuando acaso la red universal Iespermite sobrevivir, aun querrlan hacer creer, por su mera exis-tencia, que la vida sigue viviendo. E1 ensayo abandons 1 a rutamilitar que busca los odgenes y que en realidacl no lleva sino a10 mas derivado, al ser, a la idcologla dupHcadora de 10 qHC yapreviamente existe; perc can eso no pierde 1a idea misma de in-

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    22 NOTAS DE LITER/\TURA EL ENSAYO COMO FOIUIIA 23mediatez, postulada ya por cl sentido de 1a mediacion. Todos losgradas de 10 mediado son inmediatos para el ensayo antes de queeste se disponga a reflexionar.

    Del rnismo modo que niega protodatos, as! tambien niega Iadefinicion de sus conceptos. La filosofia ha erigido la plena cri-tica de estes desde los mas divergentes aspectos, en Kant, enHegel, en Nietzsche. Pero la ciencia no se ha apropiado nuncaesa critica, Mientras que el movimiento que nace con Kant, entanto que movimiento dirigido contra los residues escolasticospresentes en e 1 pensarniento rnoderno, coloea en el lugar de lasdeiiniciones verbales la conceptuaci6n de los conceptos a partirdel proceso en el que se producen, las ciencias particulares siguentenazmente fides a su precritica obligaci6n de definir, con objetode preservar plenamente la seguridad de SU operacion; en estocoinciden con los escolasticos los neopositivistas, para los que file-sofia no es mas que el metodo cientihco. E1 ensayo, en cambio,asume en su propio proceder el impulse anti sistematico e intro-duce conceptos sin cerernonias, "inmediatarnente", tal como losconcibe y recibe, No se predsan esos conceptos sino por sus rela-ciones redprocas. Pero en esto se encuentra can un apoyo enlos conceptos mismos, Pues es rnera supersticion de Ia ciencia porrecetas la de que los conceptos son en 5 1 mismos indeterminadosy no se determinan hasta 1 a definicion. La cieneia necesita de esaidea del concerto como tabula rasa can objeto de consoli d ar supretension aI dominic, pretension de potencia que domina 1 asituacion en exclusiva -que pone ella sola Ia mesa rasa. Enrcalidad, todos los principios estrin previarnente concretados porel lenguaje en el que se encuentran.

    1 ensayo parte de esas significaciones y, siendo como es elmismo esencialmente lenguaje, las Ileva adelante; el ensayo qUt7rria avudar aI lenguaje en su relacion COn los conceptos, y tomara los conceptos, rellejandolos, tal como ya se encuentran nombra-dos inconscientemente en el Ienguaje. E1 procedimiento feno-meno16gico del analisis significacional presientetodo esto, peroconvierte en fetiche la relacion de los conceptos a1 lenguaje. Elensayo se contrapone tan escepticamente a esto como a la pretension de dehnir, E1 ensayo carga sin apologia con la objecionde que es imposible saber Iuera de toda duda que es 10 quedebe imaginarse bajo los conceptos, Y acepta esa objeci6n por-

    que comprende que la exigencia de dehniciones estrictas contri-buye desde hace tiempo a eliminar, mediante fijadoras mcnipu-laciones de las significacioues conceptuales, el elemen to irritantey peligroso de las cosas que vive en los conceptos. Pero no porello puede salir adelante sin conceptos generales - tampoco lalengua que no Fetichiza el concepto puede prescindir de el-, niprecede con ellos a capricho. Por eso precisamente toma masseriamente la carga de la exposicion, si se le compara con losmodes de proceder que separan el metodo de la cosa y son indi-ferentes respecto de [a exposicion de su eontenido objctivado. EIcomo de la exposicion tiene que salvar, en cuanto a precision,10 que sacrilica 1 a renuncia a la "de-finicion" circunscriptiva,pcr(} sin entregar la ccsa mentada a Ia arbitrm:iedad de signHlca-ciones conceptuales decretadas de una vcz para siempre. Enesto ha side )3e_!lj!'lc.~i:r:maestro inalcanzable, Mas una tal precisi6n no puede quedaxsc en 10 gtomizado. 1 ensayo urge, masque el procedimiento delinitorio, la interacci6n de sus conceptosen el proceso de la experiencia espiritual. En esta los conceptosno consrituyen un continuo operative, el pensamiento rio pro-cede Iinealmente y en Un solo sentido, sino que los momentosse entretejen como los hilos de una tapiceria, La Iecundidad delpensamiento depende de la densidad de esa intrincacion. Propia-mente, el pensador no piensa, sino que se haec escenario de expe-riencia espiritual, sin analizarla. Tarnbien el pensamiento tradi-cional recibe de ella sus impulsos, pero elimina su recuerdo encuanto a Ia forma. EI ensayo, en cambio, eseoge la experienciaespiritual como modele, aun sin imitarla simplemente comoforma refleja; el ensayo la somete a mediacion mediante 51 1 pro-pia organizaci6n conceptual; si quiere expresarse asi, puededecirse que el ensayo precede de un modo met6dicamente arne-t6dieo.El modo como e1 ensayo se apropia los conceptos puede com-pararse del modo mas oportuno can el comportamiento de unapersona quc, encontrandose en pais extranjero, se ve obligada ahablar 1 a lengua de este, en vez de irla componiendo medianteacum91aci6n de elementos, de rnuriones, segun quiere la peda-gogia academics. Esa persona leera sin diccionario. Cuando hayavisto treinta veces la misma palabra en contextos siempre cam-biantes, se habra asegurado su sentido mejor que si hubiera en-

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    24 NOTAS DE UTERATURA ar, ENSAYO COMO FORl\L\ 25contrado tras bt'tsqueda en el diccionario todas esas significacionesrecogidas, las cuales son en su mayor parte demasiado estre-elias , en comparacion can lo s c arn bio s e n e l c on te xt e y demas iadovag as e n co mp aracio n co n lo s inconfundiblcs matices q ue el con-t ex to I un da en cada caso , Y de l rn ism o modo que ese modo deaprendizaje esta expuesto a1 error, asi tambien 1 0 esta el ensavocomo forma; el ensaro tienc que pagar su alinidad con la abie;taexpericncia espirirual al precio cle Ia falta de seguriclad ternidacomo la muerte por la norma del pensamiento establecido. 1ensayo no se limira a prescindir de la ccrteza Iibrc de duda, sinoque, ademas, dcnuncia su ideal, EI ensayo se hace verdaderoen su avarice, que le ernpuja a mas alhl de 5 1 mismo, y no enla obsesion del buscador de tesoros a caza de fundamentos. Susconceptos rcciben la luz de un terminus ad quem oculto en elensayo mismo, no de un descubierto terminus a quo, y con estosu mcrodo mismo expresa sin mas la intencion utopica. Todossus conceptos deben exponerse de tal modo que se soportenentre todos, que cada cual se articule segun las configuracionescon otros. En cl ensayo se reunen en un todo legible elementosdiscrcros, separados y contrapuestos; no es e l cnsayo andarniajs niconstruccion. Pcro, como conngutaciones, los elementos cristal i-zan par su movirniento. La configuracion es un campo de fucrzas,como, en general, bajo 1 a mirada del ensayo toda Iormacion cs-piritual t iene que convertirse en un campo de Iuerzas,

    E1 ensayo es una provocacion al ideal de I a clara et disiinctapcrceptio y de 1 a ccrteza Iibrc de duda. En su conjunto podrfainterpretarse como protesta contra las cuatro rcglas que el Dis-cours de la A1ithode de Descartes coloca al principio de In cien-cia occidental y de su teoria. La segunda de aquellas reglas, ladivision del objeto "en autant de parcellcs qu'il se pourrait erqu'iI serait requis pam les mieux rcsoudre", ofrece e l esbozo delanalisis elemental bajo cuya ensefia II I teoria tradicional pone encquivulcncia los csqucmas de ordcnaci6n conccpruales y Ia es-tructura de l ser, Pero d objcto de l ensayo, los artefactos, se resis-ten al aniilisis elemental y no pucdcn construirsc sino en basea su idea especihca: no en van a ha tratado en esc punta Kanta n al og a rn e nt e l as obras de lute y lo s organismos, a pesal' de seguirdistinguiendolos insobornablemcnte contra todo oscurantisIll0

    romantico, No se debe hipostasiar la totalidad en cuanto cntidadprimera, igual que no se deben hipostasiar como primeros losproductos del a na li si s, l os elementos. Frente a a rnb as c ondu c ta scl cnsayo se orienta por la idea de a q uc ll a a cc io n r cc ip ro ca querechaza tan encrgicamente 1 a prcgunta intcrcsada por los ele-mentos como Ia busqucda que se in teresa por 1 0 elemental. Losmomentos no puedcn dcsarrollarsc puramente a partir del toJoni, a la inversa, cl todo de los mementos, E1 todo osm6nada y no1 0 es; sus momentos, de naturaleza conceptual en tanto que mo-mentes, aluden a mas aHa del objeto especiiico en el que cstanreunidos. Pero cl ensayo no les persiguc hasta alli donde, masalla del objeto espedfico, se legitimarfan: de hacerlo caeria en lamala inhnitud. Mas bien se accrca tanto al hie et mmc del objetoque este se disocia en los mementos en que tiene su vida, envez de ser objeto mero,

    La tercera regIa cartesiana, "conduire par ordre mes pcnsecs,en commcncant par les objets les plus simples et Ics plus aises aconnaitre, pour rnonter peu a peu comme par dcgres jusquesa la connaissance des plus composes", contradice brutalmcntc ala forma ensayo, pues esta parte de 1 0 mas complejo, no de 1 0mas simple y previamente s6lito. La forma cnsavo no se apar-tara de la actitud de aquel (lue cmpieza a cstudiar Iilosolla ytiene ya a la vista de algun modo la idea de ella. Diftcilrncnteernpezara esta persona por leer a los escritorcs mas simples cu)'ocommon sense suele rcsbalar por los lugares en los que habriaque qucdarse; sino cJue mas bien empczani por recurrir a los su-pucstamcnte dificilcs, los cuales proyectan entonces rctrospccti-vamente su luz a 1 0 sencillo y 1 0 iluminan como "posicion delpensamiento Icspecto de Ia objctividad". La ingelluidad del estu-diante que no se contenta, y aun a medias, sino con 1 0 dil'icil yformidable, cs mas sabia que [a adulta pedanterla que con arne-nazador dedo exhorts al pcnsamicnto a cornprcndcr prirncro 1 0scncillo, antes de atreversc can cso otro complcjo que cs 1 0 quepropiarncnte le atrae. Ese aplaznr el conocimicnto no sirve masque para impedirlo. Frente al convent! de la comprensibilidad,frente ala nocion de verdad como coherentc conjunto de clccios,el ensayo obliga a pcnsar Ia cosa dcsde cl primer paso con tantascapas 0 estratos como tiene, y es asi corrective de aquella rfgidaprimitividad que siempre se asocia a la ratio coiricnte. Mientras

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    2 6 NOTAS DE LITERATURA EL ENSAYO COMO FORl\L'I. 27que la ciencia, falsificando a su manera 1 0 dificil y complejo deuna realidad antagonistica y monado16gicamente escindida, Iareduce a modelos simp1ificadores y luego diferencia a p o st er io ries t e s mediante sedicente material, el ensayo en cambia 5e sacudela ilusion de un mundo sencillo, 16gico en el fondo, ilusiontan apta para la defensa del ente mero. E1 "ser diferenciado" delensayo no es un anadido, sino su medic mismo. EI pensamientoestablecido se complace en atribuir la dilerenciacion a la merapsicologia del sujeto conocedor, creyendo asi desligarse de lasconstricciones que aquella pone. Las tronituantes condenas cien-tlficas de l exceso de agudcza no se dirigcn en realidad al metodaprecipitado e indigno de conlianza, sino a 1 0 insolito en la cosa,que ese otro metodo permite manifestarse.

    La cuarta regIa cartesiana, "faire partout des denombrementssi entiers et des revues si generales, que je Fusse assure de ne rienomettre", el principio propiamente sistematico, vuelve a presen-tarse sin alteracion en Ia polemica de Kant contra el estilo "derapsodia" del pensamienro de Aristoteles, Esa regIa correspondeal reproche que se haec 0 1 1 ensayo de ser, par hablar como maes-trescuela, una investigaci6n que no agota su tema, cuando todoohjeto, y sin duda el espiritual, incluye en si injinitcs aspectosde cuya eleccion no decide sino la intencion del que conoce. La"vision de conjunto" no seria posible mas que en el caso de quepreviarnente se supusiera que el objeto tratado se resuelve com-pletamente en los conceptos de su rratamiento, que no quedanada que no quedara anticipado a partir de dichos conceptos.Segun esa hip6tesis, la regIa de Ia completitud de los rniem-bros particulares pretende que el objcto pucde exponerse en unaconexion deductiva sin lagunas, 10 cual es una suposic ion propiade la Iilosofia de 1a identidad. Del mismo modo que Ia e xi ge n-cia de definicion, tambien esta regIa cartesiana ha sobrevivido alteorerna racionalista en que se basaba: pues tambien a 1a cienciaernpirica y abierta se atribuye vision de conjunto y continuidaden la exposition. C on ella 1 0 que en De sc ar te s e ra c on ci en ci aintelectual de la necesidad del conocimiento se convierte en ar-bitrariedad de una "frame of reference", de una axiornat ica quehay que coloear al principio para satisfacer la necesidad merodicay por dar plausibilidad al conjunto, sin que esa axiomatica inicia]pucda ya manifestar su validez 0 su evidencia; 0 en la arbitra-

    riedad, pOl: citar la version aleman a, de un "proyecto" 1'1- (lue,con el pathos de dirigirse a1 Ser, no haec mas t lue ocultar suscondiciones subjetivas, La exigencia de continuidad en 1 0 1 pro-ceso del pensamiento prejuzga ya tendencialmente la concordan-cia en el objeto, la armenia propia de este, La exposicion de cohe-rencia continua estaria en contradiccion con una cosa antago-nistica, a menos que determinara la continuidad COmo discon-tinuidad a1 misrno. Inconscienternente, lejos de la teorizacion,en el ensayo como forma se manifiesta la necesidad de anulartambien en el proeeder concreto del cspiritu las exigencias decompletitud y continuidad ya rebasadas en la tcoria, IVlientrasse rebela esteticamente contra el estrecho y mczquino metodoque no desea mas que no dejar nada sin tocar, c1 ensayo obedecea un motivo critico-gnoseoI6gico. La concepcion romantica delfragmento, como formaci6n incomplcta que precede al inhnito atraves de la autorreflexion, defiende rambien ese mismo motiveanti idealista en e l seno mismo . . d e l idealismo. Tampoco en elmodo de elocucion puede fingir el ensayo que ha derivadoel objeto y que no queda nada mas que decir de este,

    Es inherente a la forma del ensayo su propia relativizacion:el ensayo tiene que estructurarse como si pudiera suspenderse encualquier memento. El ensayo piensa discontinuarnente, como larealidad es discontinua, y encuentra su unidad a traves de Iasrupturas, no intentando taparlas. La armenia del orden 16gicoengafia acerca del ser antagonistico de aquello a que 5e ha irn-puesto ese orden. La discontinuidad es esencial al ensayo, su cosaes siempre un conflicto detenido, Mientras armoniza conceptoslos unos con los otros 0 por medio de su Iuncion en e1 paralel6-gramo de fuerzas de las cosas, retrocede ante e1 concepto supe-rior bajo el cual habria que subsumirlos a todos; pues el rnetododel ensayo sabe que 10 que e1 concepto superior finge proporcio-nar resuelto es irresoluble; y a pesar de ella el ensayo intentatambien resolverlo. Como la mayoria de los terminos 'que sobre-viven historicamente, la palabra ensayo, en la que se unen lautopia del pensamiento - dar en el blanco - con la concienciade la propia Falibilidad y provisionalidad, da una informacion

    1* "Proyecto" traduce eI tecnicismo heideggeriano Entwurf. (Notade! T.)

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    2 8 NOTAS DE LITEllATURAEL ENSAYO COMO FORllL\ 2 9

    acerca de la forma en cuestion, que es tanto mas de tener encuenta cuanto que no 1 0 haec programaticamente, sino comocaracterizacion de In intencion tanreadora,

    El ensayo tiene que conseguir que In rotalidad brille porun memento en un rasgo p a rc ia l e scog ido 0 a lc an zado , p e ro sinafirrnar qpe In roralidad rnisma esni presente. El ensayo conige1 0 casual y aislado de sus comprensiones haciendo que estas, yasea en el propio decurso, ya sea en su relacion, como piedra demosaico, con otros ensayos, se rnultipliquen, se confirmen y selimiten: no par absrraccion dirigida a las notas abstraidas de aque-llas cornprensiones. "As], pues, se diferencis un ensayo de untratado. Escribe ensayisticamente el que compone experimen-tando, c 1 que vuelve y revuelve, interroga, paJpa, exaznina, arra-viesa su objeto can la reflexi6n, eI que parte hacia 61 desde di-versas vertientes y reune en su mirada espiritual todo 1 0 queve y da palabra a todo 1 0 que el objeto permite ver bajo las con-diciones aceptadas y puestas al escribir". 1 La inquietud susci-tada par este procedirniento, la sensacion de que puede llevarse acabo a voluntad, tienen su parte de verdad y su parte de false-dad. Verdad porque, efectivamenre, el ensayo no se cierra nitermina, y su incapacidad para hacerIo vuelve como parodia.desu propio apriori, y enronces sc Ie irnputa como culpa aquellode que s610 son culpables las fonnas que borran cuidadosarnentela huella de su arbitrariedad, Pero aquel1a inquietud es tam-bien inveraz porque, a pesar de todo, la constelacion del ensavono es tan arbitraria como parcec a un subjetivismo filos6fico quesustiruve [a constriccion de [a COSa par la constriccion del ordenconceptual. El ensayo esta dererminado por Ia unidad de su ob-jew, junto con la de la teorla )' la experiencia encarnadas en e scobjeto. La apertura del ensayo no es Ia vaga apertura del senti-miento y del estado de animo, sino que cobra contornos gracias asu contenido. EI ensayo se rebela contra 1 a idea de "obra capi-tal", idea que rcfleja ella misma las de creacion y totalidad. Suforma se atiene al pensarniento critico que dice que el hombreno es creador, c l L l e nada humane es crcacion. El ensuyo misrno,referido siemprc a algo previamenre heche, no se presenta como

    1. 1'v 1A X DE NS E, H Ub er d en Essay und seine Prosa", en lHsr/wT,uiio 1947, n.? 3, 9418.

    creacion ni tarnpoco pretende un algo que 1 0 abarcara todo y cuyatotalidad Iuera comparable a la de 1a creacion. Su totalidad, launidad de una forma construida en y a partir de S l misma, es latotalidad de 1 0 no total, una totalidad que ni siquiera comoforma afirma Ia tesis de la identidad de pensamiento y cosa Cluerechaza en cuanto al contenido. La liberacion de la constriccionde la identidad concede a veces al ensayo 1 0 que escapa al pen-samiento oficiaI, el momenta del color indeleble, de 1 0 imbo-rrable, Ciertos term in05 extranjeros usados por Simmel - cachet,attitude - revelan esa intencion, aun sin Clue la intenci6n mis-rna sea tratada por 61 teorericamente,

    El ensayo es a la vez mas abierto y mas cerrado de 1 0 gue pue-de ser grato a1 pensamiento tradicional, Es mas abierto en lamedida en que, por su disposicion misma, niega tocla sistematicay se basta tanto mejor a si mismo cuanto mas rigurosamcnte seatiene a esa negation; en el ensayo, los residues sistcmaticos, lasinfiltraciones, por ejemplo, de estudios [iterarios con Elosolercascomunes y tornados ya listos, infiltraciones que acaso aspiran adar respetabilidad al texto, no ticnen mas valor que las triviali-dades psicologicas, Pero eI ensayo es tambien mas ccrrado de 1 0que puede gustar a1 pensamiento tradicional, porque trabaja en-Faticamente en la forma de la exposicion, La concicncia de la noidentidad de exposicion y cosa irnpone a la exposicionun esfuerzo ilimitado. Esto y solo esto es 1 0 que en elensayo resulta parecido al arte; aparte de ello, el ensayoesta necesariamente emparentado can la teoria, a causa de losconceptos que aparecen en el, los cuales traen de afuerano solo sus signincaciones, sino tambien sus referencias teoreti-cas. Cierto que el ensayo se comporta respecto de la teoria tanprecavidamente como rcspccto del concepto. El ensayo no puedederivarse limpiamente de 1a teoria - el error cardinal de todoslos trabajos ensayisticos tardios de Lukacs- ni puede ser unafutura sintesis suministrada par entregas. La experiencia espi-ritual se ve amenazada cuanto mas esforzadarnente se solidilicaen teoria y toma sus gestos, como si tuviera en las manos Ia pie-dra filosofal, Pero a pesar de ello la experiencia espiritual, porsu propio sentido, aspira a una tal objetivaci6n. Esta antinorniase refleja en el espejo del ensayo. Igual que absorbc de afueraconceptos y experiencias, absorbe tarnbien teorias. S610 que su

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    30 NOTAS DE LlTERATURA EL ENSAYO COMO PORIllA 3 1

    L BENsn, l o c o cic., p. 420.

    ca de Hegel a] pie de la letra: no sc puede jugar inrnediata-mente 1 a verdad de la totalidad contra los jUicios individualcs,ni es posible Iinitizar Ia verdad hasta hacerla juicio individual,sino que Ia exigencia de verdad presentada par la singularidaddebe tomarse literalmente hasta la evidencia de su no verdad,Lo audaz, 10 anticipative, 10 prornetido y no cumpHdo totalmentede todo detallc ensavistico arrastracomo ncgaci6n otras tantasaudacias; 1a no verdad en la qlJe el ensayo se intrinca a sabien-das es el elemento de su verdad, Sin duda hay ya elemento deno verdad en su mera forma, en In referencia a entidad cultu-ralmcntc prcformada y dcrivada como si Fucra cntidad en 5 1.Pero cuanto mas energicamente suspende el concepto de un algoprimero y se niega a deshilar cultura de naturaleza, tanto masFundamentalmente reconoce la esencia natural de la cultura mis-mao Basta el dia de hoy se perpctua en la culture In cicga cone-xion natural del mito, y el ensayo reflcxiona precisamente sabreella: la relacion entre naruraleza v culture es su tema propio. Noen vano se sumerge el ensayo, en vez de "roducirlos", en losFenomenos culturales como en una segunda naturalcza a scgundainrnediatez, para suprimir precisamente POt su renacidad la ilu-si6n de esta, El cnsayo se engana tan poco como la Iilosofia de 1 0originario acerca de la diferencia entre la cultura y 1 0 que subyacea ella. Pero para ella cultura no es un epifenomeno supcrpuestoal Ser y que haya de destruir, sino que incluso 1 0 subyacente esth4sei, a saber, la Falsa sociedad. Por eso para el ensayo el origenno vale mas que Ia superestructur3. Su libertad en la eleccionde los objetos, su soberania frente a todas las Friorit ies de 1 0{actica 0 de Ia teoti, se debe 3 1 hecho de que para e 1 cIlSayotodos los objetos estan en cierto sentido a la rnisma distancia delcentro, del principio que los ernbruja a todos.El ensayo no glorifica la ocupaci6n can 1 0 originario como siella fuera mas originaria que la ocupacion COn 1 0 mediado, por-que 1 a misma originariedad es para el ensayo objeto d(~reflexion,a lg a n eg ative , E sto c orre sp on de a u na situation en la que la ori-ginariedad, como punto de vista oposici6n del espiritu en mediodel mundo persocializado, se ha convertido en una mentira. Latal mentira abarca desde el aislamiento de conceptos historicosde las Ienguas hist6ricas para ascenderlos a palabras originariashasta Ia educaci6n academics en creative writing y el prirnitivis-

    actitud para con ellas no es la del punta de vista 0 posicion_ Sila falta de pun to de vista, de posicion, del ensavo no es yn inge-nua y obediente a la preeminencia de sus objetos, si aprovechamas bien Ia relacion a sus objetos como medic contra la constric-cion del principio, consigue realizar, parodisticamente, por asidecirlo, Ia polernica, en otro caso impotents, del pensamientocontra la rnera fi1osofia de punta de vista, de actitud 0posicion.E1 ensa)'o consume Ias reorias que le son proximas: su ten-dencia es siernpre tendencia a la liquidacion de la opinion, in-cluso de Ia opinion de la cual partc_

    EI cnsayo es 1 0 que Fue desdc cl principio: la forma criticapar excellence, y precisarnente como critics inmanente de lasformaciones espirituales, como confrontaci6n de 1 0 que son consu concepto, cl cnsayo cs critica de la ideologia. "El ensayo es laforma de la catcgorfa criticn de nuestro espiritu. Pues el quecritica tiene nccesariamente que experimentar, t iene que estable-cer condiciones bajo las cuales se hace de nuevo visible un objetoen forma diversa que en un autor dado; y, ante todo, hay queponer a prueba, ensayar la ilusoriedad y caducidad del objeto,este es precisamente e 1 sentido de Ia ligera variacion a que el cri-t ico somete el objeto cri ticado", l Cuando se reprocha a1 ensayofalta de punto de vista y relativismo, porque no reconoce puntode vista alguno extern a a 5 1 misrno, se esta de nuevo en presenciade esa nocion de la verdad como cosa "lista y a punta", comojerarquia de conceptos, la nocion destruida par Hegel, tan pocoamigo de puntos de vista: y en esto se tocan el ensayo y su ex-tremo, la filosofla del saber absolute. El ensayo qucrria salvaral pensamien!o de su arbirrariedad reasurniendolo reflexivarnenteen cI propio proceder, en vez de enmascarar aquella arbitrariedaddisfrazandola de inrnediatez.Cierto que aquella filosofia, Ia del saber absolute, se qued6siempre can la inconsecuencia consisrcnte en que mientras cri-ticaba el abstracto concepto supremo, el mero "resulrado", ennombre del proceso, discontinue en 5 1, sin embargo, al mismotiernpo, seguia halilando, scgtin costumbre idealista, de "metoda"dialectico. For eso el ensayo es mas dialectico de 1 0 que 1 0 esla dialcctica wando se expone a S 1 misma, E1ensayo torna la 16gi-

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    32 NOTAS DE LITERATURA EL ENSAYO COMO FORII,tA 3 3rno artistico cultivado con organizacion industrial, y hasta la mu-sica de Hautas de caria y el f in ge r p a in ti ng en los que Ia oquedadpedagogics se disfraza de v:irtud m~taf1sica. El pensarniento noqueda al margen de la rebelion de Baudelaire, la rebelion de lap oe sfa c on tra la n at ura le za como reserva social. Tampoco lo s pa-raises de l pensamiento son ya sino artificiales, y par ellos l1eam-bula e l ensayo, Y como, segun e l d ic ho de Hegel, no hay entree 1 cielo y la tierra nada que no este mediado, e 1 pensamieneo nopuede ser fie! a Ia idea de inmediatez mas que a traves de ]0mediado, mientras queel pensamiento se convierte en victirna deIa mediacion cuando alerra inmediatamente 1 0 no mediado. Astu-tarnente se aferra el ensayo a los textos, como si existieran sinmas y tuvieran autoridad. De este modo consigue, perosin elengano de un algo primero, un suclo para sus pies, por dudosoque sea, de un modo comparable al de la antigua exegesis teolo-gien de textos. Pero la tendencia es Ia contrapuesta a esta ultima:cs la tendencia critica: la tendencia es a sacudir la pretension deIn cultura mediante la confrontaci6n de los textos con su propioenHtico concepto, can Ia verdad mentada por cada uno aunqueno quiera mentarla, y Ilevar asi a Ia culrura al pensamiento de su"no verdad", de aquella apariencia ideo16gica en Ia cual la cul-tum se manifiesta como decaida ile la naturaleza, Baja la miradade l ensayo In segunda naturaleza se interiorize en sl rnisma comonaturaleza primers.

    Si 1a verdad del ensayo se mueve a traves de su "no verdad",no ha y que buscarla empero en la mera contraposicion a suelemento insincero y proscrito, sino en este mismo, en su moti-Iidad, en su Falra de aquella solidez euya exigencia la cienciatransfirio de las relaciones de propiedad al espiritu. Los que secreen obligados a defender el espiritu de toda insolidez son susenemigos: e] espiritu rnismo, una vez emancipado, es m6vil. Encuanto quiere mas que 13mera repeticion y e l mero adobe admi-nistrativos de 1 0 ya existente en cada caso, e1 espiritu presentaalgun flanco sin cubrir, mas Ia vcrdad abandon ada por estejuego con riesgo no seria ya mas que tautologia. Hist6ricamenteel ensayo esta emparentado Con la retorica, a la que la menta-l idad cienttfica, desde Descartes y Bacon, quiso hacer Irente,hasra que, can mucha consecuencia, acabo por rebajarsc, en Inera cientilica, a In categona de una ciencia s u i g e rz e ri s , la ciencia

    de la comunicacion. Probablemente, es cierto , la retorica Iue yasiempre ,cl pensamiento en su adaptacion al lenguaje cornuni-cativo. Este pcnsamiento apuntaba a la obvia y trivial satisfaccionde los oyentes. Precisarnente en Ia autonomia de la exposidon,p or la q ue se dis tin gue de la co mun icacion ciennfica, e l e ns av oconserva restos de aquel elernento comunicativo de que careceIacornunicacion cientihca. La satislaccion que 1a retorica quieresuministrar al oyente se sublima en cl ensayo hasts hacerse ideade la felicidad de una libertad Frente al objeto, Iibertad que daal objeto mas de 1 0 suyo que si se le coloca en el despiadadoorden de las ideas. La conciencia cientificista, orientada contratoda representacion antropomorfist ica, estuvo siempre aliada cancl principio de realidad y Iue siempre, como este, enemiga de Iafe1icidad. Mientras que se afirma que la felieidad es la Iinalidadde todo dominic de la naturaleza, resulta que la Ielicidad se pre-senta siempre como regresion a la naruraleza mera. Ella se mani-fiesta has ta en la s !osofias suprcmas, has ta en Kant y en Hegel.A pesar de tener su pathos en la idea a bso lu te d e ra zo n, estaslosoHas denigran a1mismo tiempo a la razon, pot impertinentee irrespetuosa, en cuanto que ella relativiza algo vigente. E1'ensuyo, oponiendose a e sa tendencia, salva un momenta de so -flstka. La hosti1idad del pensamiento crit ico oficinl a la felieidades perceptible, especialrnente en la dialectica trascendenral deKant, la eual querna eternizar las Fronteras trazadas entre elentendimiento y la especulacion e impedir, segun Ia caractetis-tica metalora, e l "vagabundeo por los mundos inteligibles".

    Mientras que la razon que se critica a 5 1 misma pretende estaren Kant con los dos pies bien asentados en e1 suelo, fundandosea s f misma, en realidad, segul1 su mas intimo principio, esta ha-ciendose impermeable a cualquier novedad y cornbatiendo yala curiosidad, el ludico principio del pensamiento tan denigradotambien par la onto1ogia existencial . Lo que Kant, desde el conte-nido, ve como fin ali dad de la raz6n -la produccion de la hu-manidad, Ia utopia _:_, queda impedido desde la forma, desde Iateorja del conocimiento, la eual no permite a la razon rebasar e1ambito de la experiencia, el cual se contrae, en e l mecanismedel mere material y las inmutables categorfas, a aquello que yasiempre Fue, existio.

    Pero el objeto del en53Yo es 1 0 nuevo en tanto que nuevo, no3 - NOTAS D% LliElt.h1"Vll.A

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    34 NOTAS DE LITERATURA EL ENSAYO COll-IO FOllMA 35traducible a 1 0 viejo de las forrnas existentes, Al reflejar comosin violencia el objeto, el ensayo se queja calladamente de queIa verdad traicionara a la fe1icidad y, con ello, a S 1 misma. Y estelamento mueve a la colera al ensayo. El elemento suasorio de lacomunicacion se sustrae entonces, en analogi a con el carnbio defund6n de algunos rasgos de Ia musica autonoma, a su in ori-ginario y se convierte en pura determinacion de Ia exposicioncomo tal, en su factor de violencia que, en vez de reprodudr 1acosa, querria reconstruirla partiendo de sus membra disiectaconceptuales, Perc las maIfamadas transiciones de la retorica,en las que asociaciones, multivocidad de las palabras, abandonode la sintesis 16gica tenian que Facilitar el trabajo a1 oyente y 50-meterIo, una vez debilitado, a 1 a voluntad del orador, se fundenen el ensayo con el contenido de la verdad. Sus transiciones re-chazan la derivaci6n directa en beneficia de conexiones horizon-tales entre los elementos, conexiones para las cuales no tiene sitiola 16gica discursive.

    EI ensayo no utiliza los equlvocos por negligencia, ni porqueno sepa que sobre ellos pesa una prohibici6n cientihcista, sinopara llevar, hasta alli adonde pocas veces llega la critica del equi-voco, la rnera distincion de signincaciones: a1 hecho de quesiempre que una palabra cubre diversidad, 1 0 diverse no puedeserlo completamente, sino que Ia unidad de la palabra alude auna unidad en Ia cosa,por rec6ndita que sea, sin que, por 10demas, esta unidad pueda confundirse con parentescos lingiiis-t icos segUn el uso de las actuales filosofias restaurativas, Tambienen esto roza el ensayo la logka musical, el, 3I.te. esttic.t1:i,im

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    ideas desde 1adefinicion del SympoS:lo, "eternas en su ser, ~i en-gendradas ni perecederas, ni sujetas a carnbio ni a disminuci6n";"un ser por sf mismo, para S1mismn, eterno, monolorme"; y apesar de ello el ensayo sigtle siendo idea, porgue no capitula anteel peso del ente, p O T 9ue no se inclina ante 10 q u e merarnente es,Pero no ]0 mide con e 1 canon de uri aloo eterno, sino mils bien\ 0con un entusiastico fragmento de l penodo tardio de Nietzsche:"Y supuesto que dijeramos 'sf a un unico instante, can cllo he-mas clicho 'sf' no s6lo a nosotros mismos, sino a toda existerlcia.Pues nada esta aislado en s f, ni en nosorros mismos ni en las ca-sas: y si nuesrra alma no ha temblado y resonado de felicidad,como una cuerda, sino una sola vez, para ello fueron necesariastodas las eremidades, para condicionar ese acaece~ tinico - y todaeternidad fue aceptada, liberada, justificada y afinnada en aquelinstante iinico de nuestro 'si'". 1S 6 1 0 que el ensayo desconfiajncluso de una tal justlficaci6n y alirmacion. Para Ia Felici-dad, que era sagrada para Nietzsche, e 1 ensayo no conoce masnombre que el negative. Incluso las suprernas manifestaciones delespiritu gue expresan [a felicidad siguen intrincedas en la o culpaque consiste en obstaculizarla en cuanm siguen siendo mero espi-ritu, Por eso la mas in r ima ley formal del ensayo es la herejia, Porviolencia contra Ia ortodoxia del pensarniento se hace visible en1' 1 cosa nquello, mantener oculto 10 cual es secreto y objctivo finde Ia orrodoxia.

    1. FRIED1U

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    Tanto "Discurso sobre I1rlca ysociedad" como REI artista comolugarteniente " estan extraidos deNotes de !iteratura (Ariel, Barcelona,1962. Traducci6n de M. Sacristlln). EJprimero de estes artkulos tuvooriginalmente la forma de unaconterencla para la emisora RIASBerlin. Tras haber sido revisadavarias veces fue public ada en 1957en Akzente. "EI art+sta comolugarteniente" tamblen fue. en unprimer momento, una conferencia yIue emitidas par la 8ayerischerRundfunk para luego ser publicada enel Merlwr, VII, 1953, II.

    D ISCU RSO SO BRE L lRICA Y SO CIED AD

    ~. 1M _~~ ~~ .... '''.J ...... ~, .._ .._ ...UISVU~It..;'VIl 011611101 u'" IV..,. \,,00 ..... ,.,....,. -" " .

    Ante el anuncio de una conferencia acerca de llriea y socie-dad much os de ustedes se sentiran inquletos, Esperaran una con-sideraci6n socio16gica de esas qu~ pueden pegarse a voluntada cualquier objeto, del mismo modo que hace cincuenta afiOS seinventaban psicolog(as -yo hace treinta, fenomenologias- detodas las casas imaginables. Sentirin ademas la sospecha de quela discusi6n de las condiciones bajo las cuales naeen las formacio-nes Hricas y las condiciones de su efecto va a situarse petulante-mente en el 1ugar de la experienda de las formaciones mismas;1 0 sospecha de que subsunciones y relaciones repriman la percep-cl6n comprensiva de la verdad 0 no verdad del objeto. lrritar'a ustedes que un inteleetual se haga culpable de ]0 que Hege lreproch6 al "intelecto omal", a saber, que contemplando desdearriba e l todo, se encuentra pot encima de fa existencia individualde que habla, 0 sea, que no la ve, sino que 5610 l a etiqueta. 1 . . 0penoso de un tal proeeder les r e s u J t a r a especialmente perceptibleen Ia llrica. to mas tierno, 1 0 mAs (r'gil. va a ser hollado, puestoprecisamente en el torbeWno del que, a J menos en el ideal delsentido traditional de la Urica, quiere mantenerse intocado. Unaesfera de exp res i 6n que tiene precisamente su esencia en no

    ., .1 t. 1f_~ ,+_ ~ __ ~__t~-VUu\':~1 U eu louFuu ......t ~ l'''.''v.> VI; ... UI:O........... - ........ "ocurre en Baudelaire 0 en NielZSche- la persodalizaci6n, vaa set arrogantemente convertida, por el tipo de consideraci6n queesperan. en 10 contrario precisamente de ]0 que ella se sabe set.~Puede hablar, pregunmrin ustedes, de Ilrica y sociedad un hom-bre que no carezca de musas?

    No puede, evidentemente, hacerse Irente a esa sospecha sino

    Los textos restantes sonparagratos pertenecientes adlferentes capltulos de la IeoneEstetice (Taurus, Barcelona, 1986.Traducci6n de F. Riaz a). Aprovechandola naturalez a fragmentaria del libra yconsiderando, adernas. el hecho deQue los segmentos que 10 componenno hayan encontrado su ordendefinitivo debido a la muerte deAdorno, los textos han sidodispuestos obedeciendo a unrecorrido de lectura particular: estasecuencia no colnctde con la

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    abs teniend~ de aJms:n de.]as ~ormationes Uricas c om o o bje to sd e d emo st ra o6 n d e t e s:i sSOC lo l6 g ic asY c on sig u ie n do q u e $\I refe-re nda a 10 social descu~ en eU as m itm as alg a esend al, alga de lfundamento de s u cu alldad. La refe te ncia a 1 0 s o c i a l no debea pa rt aI' d e 1 a obra de arte , sino inuadudr m 4s profundamenteen ella. J\hora bien: IamAs simple t f !8exi6n basta pad. mostl3rqu~ e sa p ro fu nd iz ac i6 n d eb e ~te esperarse. Pues el ton-tenido de un poema no es meramente f a expreSi6n de modonesy ~enciu .ind iv.idU aJes . S ino qu~ ~tas no D e g a n 8 set DUlleaartfSbcas a menes que cobtm par tiO:paci6n: en 10 pm! pormedia, p re e is amen te , d e l a e sp e ci6 c ac i~ q ue es 50 estaico t oma rform a. No se trata de q ue 10 q ue exp tesa e l poem a lbico tengaque se r a1iecwnen~ Jb vivido ~r toe(os. S u g e ne ra li da d DOesun a volont4 de tous, no es un a u mversM id ad d e la m era co muni-caci6 n d e ]0 que lo s d emA s no pueden tOncremmente oomunicar ,s ino que la inmeis i6n en ]0 individuada a J z a al p o em a l fr ic o h a st aIo general par e J p ro ce dU nie n~ d e J'OlleJ de man il ie st o a lg o nodefonn ado , no ap reh end ido , sun no Sllbsu mido , anclcip and o as(espfr i ruahnente algo de un a situaci6n en Ja cual ninguna malageneralidad. q ue es p ro fundfs iina P uticularidad ; encadenara~ 10 ? t r o . f~ 10 h~o .E1 poema Ifri~ e s p e r a 10 general de Iam~VlduaCJ6n m a s SID re$etVIIS.. Y ~.lirica tiene $U rlago caracte-rlstico en el h echo de q ue su pnnClplO d : e in div id ua ci6 n n o g ara n-tiza nunca la generaciOn de algo ~strictivo y auttmtico. Laliriea no tie ne p ode r ninguno con tra e l ~esgo d e q u ed ars e aherm-jada en la acddentalidad de I a mera ~encia.escindida.P ero esa g ene mH dad del amtenidi:) U iic o e s e se n cia lmen tesoC:lal. SOlo enllim(lI: JO que Clih e J . P lema aquef que pelCiLeen Ia 5 0Je da d d el m ismo Ia VOl de Ia hun .nidad; aUn m 6s: indo-so 1 a soledad m ism a de la p a 1 a b r a l it ie a e st li p re dibu ia da p ar Iasociedad individualista y h na hn en re a lO lrUs tic a d el m i Jm o modoq ue , a la in ve rs a, s u c on st ric ci6 n general 'rive de la densidadde w Jnd!viduaclI:Jn. P or es o e l p en sam i~to dirig id o a J a oh m dearte est! ~utorizado. y oblig ado a p reg un tarse o oncre taJnentepot el C O \ l t e D i d o social Y a no co nte nlarse co n el v a g o senti-m ien to de un algo genera l y c omp re h enSiv o. Un a ta l d e t e I m . i J l a . .dOn del pensamiento no es una reflexiOl1 extr8fia al ute Y exte r-na~sino q~e resulta exigida p ar toda ~ci6n lingilistica. E1 m a - -tenal pEOpIO de ~ta. lo s conceptos, no se agotan en . Is IDem intui-

    dOn. P ara p od er set c ont emp la do s ~ t ic amen t e e J D g e n s iempreset p e n s a d o s . y el pensanliento, Un a va puesto en matthap a r el p o e m s . DO _~u~e de ten~ ~do 1 0 ardene aquB. P eros e g U n esto, e J p en sanuen to en Cilesti6n. I a i nt e xp r et ac i6 n social,de la ~ c a ._ ~ ~ c . loda.ohm ~ ~ en general. n o d ebe a te nd ersm m ecuaaon a Ul uamaaa p o s a a o n . . S C l c i a i 0 a lasilllaCUn a c w u :re ses de las obras y sU n m en os de ~ s au te res , M as b ie n t ie neque p r e c i s a 1 ' el ~ento ~ ~ en Ia olna de 8Iteel J O d o de una socedad amao umdact en s f misma cxmtradi c: to r i. aen qu6 H m i t e s queda Is oIna de ~ par mz6n de la s o c i e d a d ,y en q u~ "basa esos.lfmires. U sando ~ Jenguaje de lo s Sl6soos, elprocedimiento debe s e r imnanen t e. l . . o s c on ce pt os s oc ia le s n o d ebe n afiadirse de sde s Eum 8 la s fOintac iones artlsb'cas, sino q ued e b e n set conseguidos mediante 1a ctms id er ac i6 n e xa ct a d e b . l t a s .La E rase de G oe th e e n sus ~ axi1 tU l:n u n a Refle:donen, segUnla eual no p o s e e s 10 que no enbendC%, n o se ap lica 56 10 a la rela-

    c i O O . e s te l ic a c on la obr:a de arte, sino tambim a la teorla estetica:nada q ue JIO e s t e en las ohm s, q ue no se a parte de su propiafonna.legitima la de ci si 6 n a ee re a de to que el c on te nid o d e e l I a s ,1 0 p oe tk ad o m is mo , representa ~ente . D etcIm inar estoexige dertamente tanto un saber ~ la in te rlorldad de la obrade arte cuan to de )a sociedad que Ie : es extcma. Pe rc c!$te sabern o e s c on st ru ct iv o m a s q ue cu an do te redescubre II. s f m ism o enel pum eo tregatse a la c o s a . Sobre t Q do e s n e ce sa ria 18 vigilanciacontra el concepto de ideologfa, ho y dia extendido hasta 1 0 inso-por table. Pues id eo lo gia e s "n o verdad". condencia falsa. men -tira, Ella e re ve Ja e n el fra cas o d e 1 !Jso bras d e arte, s u f al se d aden sf , y es 6IUlaJ a e kcrid'ar. Ga&aab en atmlIh g: tn/ta deg ra nd es o br as de arte que t im en su se t en e l dar fonna, y COD elloe n u na m :o nc ilia d6 n tendencial de l a . s c on tr ad ic ci on e s W s ic as dela existencia real, a cu sa r1 as d e s er iq e ol og ia , no es 5 6 1 0 un a in-ju st ic :ia a 5U p rop io contenido de ' v e x d a d , s ino , adem&s . unaf a 1 s U i c a d O n del concepto de ideologfa. Este COIlcepto no afinnaq ue to do espiri tu se a e xclusiwm en te cap az de dis &azar de generale s e n d ete rm in ad os h om bre s d ete rtn in ad os intereses particulares, sino q ue s e p ro pa ne d es eru na sd U\t el esplri tu decididamente a l s o y cuncebirlo at miSJnO t iem po e n 50 n ec es id ad . P e so l as o bra sde arte s o n e xcl u si vame n te grandes pot el h eche de que dejanh ablar a 1 0 q ue oculta la ideologfa. L Q quieran 0 DIlt su c : o n s e c u - -

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    56 57NOTAS DB LlTERA'rUR.Ac iOO , s u bito com o tale s obras de arte , las lleva mas ala de laconciencia Ialsa,

    P ennltasem e enlazar can su p rop la descon6 anza. U stedescondben Ia lirica com o alga contrapues to a Ia sodedad, como algap le nam ea te in div id ua l. S u a fe ct iv id ad $C afe na ade m" 8 q ue asidebe segulr siendo. a que Ja exprer i6n lirka, sustrafda a la pay e -da d objedva, ron jure Ja jmageb de una v.ida )jbre de la coerci6nd e Ia p nic tic a d om in an te , lfbre de u ti li da d, l ib re de la pres i6n dela testaruda autoconservaclon, Pe r o esta exig encia pues ta a laIlrica, la e xig en cia d e que se a 1 3 p alabra virg inal, e s en s f mismauna exigencia social. Ella implica la protesta contra una si tuacon

    s o c i a J que c a r l a .indjv.iduD e xp er im e nta c omo n os tiJ , a jt!J )8 , In a,o p re si vo d e pr es iv a, s it ua ci 6 n que se Irnp rim e negativam ente enla fonnacion llrica: cuando m a s duramente pe sa la situation,tanto m a s jn Be xib le m en te se le re sis te la formation, negandosea Iac linarse ante ninguna cosa he te r6 nom a y cons t i tuyendosee xc lu siva me nte s eg u.n e l o bje to e n e ad a c as o p ro pio . S u d ista nc iacion de Ia m era exis tencia se convie rte en crite rio de L a falsedadY maldad de es ta. En la p ro te s ta contra ella el poema expressel SUeDO de un m undo en el cual la s COsa5 fue ran de otto m odo.La iw os incrasia de l e sp fritu lfrico con tra la p repo tene ta de lascasas e n u na forma de reaccion a 1a cosiScaci6 n de l m undo, al do-m inio de las m ercan das sobre los h om bre s, do min io q ue se e xtie n-de de sde los com ienzos de la edad m odem a, y q ue s e d es arro llahas ta se r poder dom inan te de la vida desde el com ienzo de larevoluci6n i nd u st ri al . T ambMn el cu lt o r il ki 8n o de ]a c os a perle-\\ett. at mig io o c l. tt .u lo de es.ta idiClUt\.cra. ..w. , ~ i~t&\' .~ ~\\t. ~de asum ir V disolve r Jas ajenas casas en Ja exp resi6 n subjetivay pura, abonandoles en su haber, m etaffs icam en te , su p rop ioc ara cte r d e extrafiezai y la debilidad es t~ tica de e se eulto de lasr.n~r ,J n~t"I"\ . ' ~ O ~ D " " " ~ " ' " t n1 1 ...n~ 1 1 1' 1 , .. ., . . .. .. .. . 1' " rf_ ,...:.1i_~~.... " - # t:II ,- --- .__ -- .-"" -r -- ---- -- -_ ...0...........y 8 1te sa n.ia a rtis tic a, tra ic io na a l m is mo tie mp o y manil ies ta eIpoder leal de l a c o s; if ic ac i6 n . la cual no es ya susceptible d e d ora -do pol aura lfrica alguna ni puede recog erse en n inguna dad6 nd e s en tid o.

    Esta misma pene traci6 n social en la esencia de la lirica see xp re sa sim p le m .e nte d e o tro m od o c ua nd o se dice q ue el conrep-to de 1 8 l lrica, ta l como hoy se e ncue ntra in me diatam en te e ntren osotros , com o se gun da natu rale za e n cie rto se ntido , e s de natu-

    rale za p le nammte m odema. Del miuno modo la p o e s 1 a pasajls-t ica y su idea de " natura1e za" no han podido de s ar ro ll ar se au lb -n OD lam en te sin o e n l a e da d modema. s e que a t dedr e s to e xag c roy q ue u ste de s podran o po ne nn e m u ch os c on tra ejem plo s. EI mAsim pres ionaote de ellos seria Safo. Y no quiero aludir B la lin eac:lUna, la japonesa y ]8 limbe porq ue no las puedo lee r en el original. y tengo J a s os pe ch a de q ue po r Ia tradu cci6 n tod as e liascaen en un m ecan ism o de adap taci6 n q ue h ace rad icalm en te Un-p osible una com prensi6 n adecuada. P e r c las m an ifes tacio nes ar-alias de un espiritu lirico en el sentido e s p e c f f i c o q ue bo y no se s f am il ia r r el am p ag ue an 5 6 1 0 ais ladatnente , de l mismo modo quea va ::e s J O $ f ondos de pintuta ant igut ant idp:m to n mucho pte-'sentimiento Is idea de l e ua dr o p aiS l!jl st ic o mo demo. Pero esasanticipaciones n o co ns tituy en E oon a. Lo s g ra nde! ~ de l pa-s ad o x cm ot o q ue s olc:m os incluir en la lhica s eg lm eon cep ro s his-t6 rico- litem ios - P lndaro , par ejem plo , y Alceo, y tambim laobra de Walter von der Vogelweide en su parte mA s cons idera-b]e- est6n in6ni tamente le jo s d e DUestra actual y primaria 110'ci6n de lliica, pues caxecen de ese car4cte r d e ir uq c dia tc z, d edesmaterialidad que . c on ra zt Sn 0 sin ella, no s hemos acos tum-brado a c on s id e ra r criterio de Ja l in ea ,. y de l cua l 1 1 6 ] 0 podemossalir m e dia nte e l e sfu ea .o de 1 a educac i6 n .

    Pero 1 0 que s ol em o s p e ns ar al dedr lfrica, an te s de que am -p l iemo s h i st 6 ri camen te el concepto q de q u.e 1 0 enfren tem.os cri-ticam ente con la e s f e r a in dlvid ua lis ta, tie ne e n si un m om en tade " ' p t . " " " y e llo t an to m a s cuanto l n a s "p um " se d~ E l 'Yoquebaola en 18Thica es un yo q ue s e cle te nD in a y expresa aJDlO con-t rapues to a I eolectiso , a 18 obje tividad; no es =r=uno , s inmediaci 6n~ con la n aturale za. a la q ue apela 'i s e r e l'i er e III a-pres ion. Es e 10 1 8 ha perdido, e intenta n:stablecetla mediante~~~~!'. _...limnh" in~ en el w m ism o. S Olo no r h um a-niz:aci6n !Ie devo lved a la n at ut ale za ~ d e re :c h o q u e ie arrehat6el d om in io h um an o de ella. Incluso form aciones lirias a 1 1 5 queya no l l e g a ningim re st o d e la e xis te ec ia c on ve nc io na l y objet iva,ning una m ate rialidad cruda, incluso las form aciones lirlcas m a salms q ue con oce n ue st ra le og ua , deben su dignidad a la fuenacon que en eUas e lyo , retrayendole de Ia alin eac i6 n . d es pie rt a. laapariencla de la naturaleza. Su pu ra s ub je t iv id ad , aq ue llo q ueen ellss parece sin IUptur& y Iinn6ruco, c ia tanto te stim orJo de

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    1 0 contrario, de l sufrimiento por la existencia sin sujeto, comode l am or a e lla -: aun m as , 5U armonia no e s p rop iam en te masque la armonizadon de ese sufrir y ese amar, Hasta el "Wartenut, balde y ruhest du auch" 1" tiene el gesto del consuelo: su~~;;;Ii:i~~~ ~.:!~.::::= = : : : ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ I r : - J o '1 UP c::ilp.ncia. de la ideade un m undo que nieg a la paz. Y 0 0 1 0 en la m edida en que eltodo del po ema coincide s en t im e nt alm e n t e con la tris teza causadapor elIo, el poema mismo consigue seguir sabiendo que a pesarde rodo hay paz. Casi se decidiria uno a recurrir como interpre-taci6n a1 "Ach, ich bin des Treibens rnude", nque aparece enel poema de l mismo t i tulo, y a plic arlo a l Wanderers Nachtlied.Cierto que l a grandeza de este poema se debe a que no habla denada enajenado, petturbador, a que no contrapone en sf rnismo laagi tacion del ohjeto al sujeto, sino que mas bien tiembla Y re -suena en ella agitaci6n del sujeto mismo. Se promete en elpoema una segunda inmediatez: 1 0 humane aparece, la lenguamisma, como si fuera otra Vel la creacion, mientras que todo loextemo se apaga en cl eco del alma. Pero se hace, mas que apa-r ie nc ia , e nt era v erd ad , porque. gracias a la expresion lingiiisticade l buen c an sa nc io , s e mantiene po t enc ima de l a r econci li acionde las sombras de la nostalgia y hasta de las de la rnuerte: parael "e spe r a 5 6 1 0 , pronto" la vida enters, con la cnigmat iea sonrisade la tristeza, se convierte en breve instante antes del suefio. Eltono de paz da testimonio de que la paz no se consigui6. perosin

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    m a s verdad de la q ue re co no ce el sano se ntido com un; la r o o -sofia de ]~ h istoria hege liana podda decir bastan te s CO$3S para~lvar al diputado en cues ti6 n . P ero a pesar de todo ]8 eompara-C 16 n n o casa completamente. No se trata d e d ed uc lr la litie a d ela s oc ie da d; s u c on te nid o s oc ia l e s p re cis am e nte 1 0 espontAneo. 1 0que no se s igue de re lse iones ya exis ten te s en cada case , P erola 6 Iosofia Ja de Hege l tambito en este caso - conoee 1 & tesise sp ec ul at iv a s egU n 1 8 c ua llo i nd iv id ua l e st a m ed ia do pot 1 0 gene-ral , y a la inversa, Y estO s i g n i G c a que tampoco la resistenciacontra la p resi6 n social es alg o absolutam ente individua~ s inoque en ~ se mueven anf~ ticamente ; par el individuo y suesp onzane idad, las fue rzas obje tivas q ue m ueven a una siwaci6n~al estrecha y estrechadora nub a n a de s{ misma; hacia un adign~ d~ h ombr e; f ue rz as , pues, de u n a c on st it uc i6 n general , y~ rongun modo 5 6 1 0 de una rlg ida individualidad q ue se oponeC J~ gam ente a la sociedad. Si e s p os ible ronside rar e l con te nidollrico como un contenido o bje tiv o q ue ]0 es gracias precisamente~ la propia s ub je tiv id ad - y c as o d e no ser esto po s ib le r e su lt a ri am~licable 1 0 m as sim ple q ue fundam enta la posibi1idad de Jalinea como g en e ro a rt l! \r ir :o , a saber. su accidn sobre otros que noson :1 poe ta en m onologo -, en tonces tiene q ue estar soc:iaJm entemotivado, por encima de la intention del autor mismo, esc retro-traerse sobre sf misma de la ohm de arte Ilriea ese asumirse as f m ism a, su ale jam iento de )3 superficie .social. 1 :.1 me dio d e e samot iva?6n ~l es d. ]~nguaje. La p arad oja esp ed1ica d e lafo nn ~c l6 n llrica , la subjetividad q ue se trasm uta en obje tividad,esta ~lgada8 esa preeminencia del lenguaje en la llrica, preeml-nencia d e la q ue nace la del le ng uaje e n toda la poesia, bas ta lar~rma de la PIasa, P ues Is lengua es e lla m isma algo doble , M e-d ia nte s us c on ig urac io ne s, s e c on fo xm a to talm en te a Ja s m cx io ne ss ub ie tiv as ; u n poco m as. e n e fe eto , V basta podrla p en sa rs e Q uel~ len~a las engendra ella m isma. P ero a pesar de esc la lengua~gu~ s iendo el ~edio de lo s concep tus, aq ue llo q ue p roduce 1aInalienable relao6n a 10 general y a la s oc le da d. Las formacioDesHricas m as altas SOn por e s c > aque llas en las q ue el su je to , s inrest? de , meta mate ria, suena en el lenguaje hasta que el len-g uaJe rm sm o se h ace p erce ptible , E 1 autoolvida de l sujeto que seentreg.a ala lengua co mo a alg a obje tivo y la inm ed iate z e invo-luntanedad de 50 expresien son 1 0 mismo: : !s! media el lenguaje

    lirica y s oc ie da d e n 1 0 nuis in te rne , P or e lla I. U rica Ie encuentras oc ia 1m e nt e g ara nt iz ad a d el modo m a s profunda cu=ndo no re-p i te s im i e sc ament e to q ue dice la sxiedad. cuan do no com unicanada, sino euando el s uje to q ue redbe e J acierto de la expresi6nllega coinddencia con ellenguaje. a ID d on de e lle ng ua je pots f Y de si aspira.

    Pero , pot otra parte. lampoco luIy que ab so 1ut iz a r e11enguajecontra el sujeto llrioo, como la vo z de l ser, at m odo com o com pla-ceria a mas de un a teoria o nt ol6 g ic a d el le ng ua je , de la s ho yeomentes , El sujeto , cuya exp res i6 n, ren te a la mera sipica-ci6 n de co nte nidos objetivos , e s ne cesaria p ara conse guir aq ue llaca pa d e la o bje tiv id ad lingU1stica. no es un aiiadido al amtenidopmpio de ~ ni Ie e s . extemo. E l i ns ta nt e del a ut oo lv id o, e n elcual el sujeto se sumerge en el Icng uaj~ no es el saai6cio de lsujeto al set. No es un instante de v io le nc ia, n o d e ftole:ncia con-tra el suje te , s ino un instante de reconciliaci6n: la lengua nohabla s ino cuando de ja de h ablar com o algo ajeno a l sujero y ha-bl a com o voz p rop ia de ~ Cuando el yo se o lY ida en ~Jenguaje est4 del todo p resen te en B~en otro caso el lenguaje ,como e so tm co ah Iacad abra, s ucum birla a I. cosiJicaci6n exacta-mente igual q ue Ie ocurre en el d i s c u r s o cmnunicat ivo. M as es tore mire a la relad6n re al e nt re in div id uo y so cie dad. N o s6 Io e sUel i nd iv iduo s o ci ah n en te mediado en s f . n o S lS lo10 0 su s CODteni -des siempre y a 1 mi smo t iempo sociales, sino que , a la invena.. las oc ie da d n o s e fo nn a y vive tampoco sino p o r lo s in div id uo s, c uy oesencial con ce pto e s ella. Si en o tro tiem po la gran 6 l 0s 0f fa c on s-truy6 la ve rdad, hoy sin duda de Sp re ciad a p or la 16gica de ladencia, de que su je to y objeto no son en abso luto dos polos:rigidos y a isla do s, sin o q ue s610 p ue de n d ete nn in ars e p artie nd ode l p r o c e s o en el cual se altenm y r ee la bo ra n r ed p ro camen te ,la lfric a e s Ia p ru eb a e st et ic a d e a qu elJ iJ os o ema d ia lk tic o. 'En.1 _. . 11 __ ._ ~_..l! __ ~_ !..l_...:I': __..:.t... _ ~) 1 .: __ 1

    Il;O,l ~ ;&. I..&'\,.V J ......r,A.& AD.I.I ............. __ .. __ w_ .. .. . . . . - "-.6-J -suje to niega bnto su m eta contradicci6 n mon ad ol6 g ica d e Jasociedad cuanta su mero fwtdOIlBl en el seno de la sociedadtraruocializada. P ero a medida q ue crece el p redom inio de esasociedad soble el s uje ro v a h ac ib ld os e m a s p te ca ri.a la situaci6nde la llrica.

    La obra de Baude laire es 1 a p rim era q ue 10 b a r eg is tr ad o.eft el momenta en q ue , sup rema consecuencia d e ) europeo

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    dolor cosrnico, no se content6 con los sufrimentos del individuo,sino que cscogi6 como objeto de $U reproche la modernidad comotal, como 1 0 antillrico en s f , y consigui6 la chispa poetica de esaelecci6n gracias a la heroica estilizacion del lenguaje. Ya en Ia: ;:: :: : !:: ~::~:!~!~~!"~':'~~! ,;~it>ct,. pn 1 ' < : < 1 0 pmnrp

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    de si e n e sto s c as es el principio p oe tico d e in div id uaci6 n fu e re al-mente superado en uno superior. 0 si el fondo del fen6meno esre gre si6 n, d eb ilitac i6 n d el 10 ' Es p osible q ue en m uch os.C Il5O $la fuetta colectiva de la lirica c:ontempomnel. fie deb. al rudhnento lingiiistico y animioo de una stuaci6n no totabnente indivi-duada au.n, p x e b U I g U e . s a en el oW amplio sentido: at dialecto.Pero la Urka tradicional, en su condici6n de mU rigurosanegad6n es~tica de l Ie[ bu~ se ha encontmdo, preeisa-mente pot e50. ligada hasta ho y a la sodedad burguesa.Como la s c on s id er ac ic ne s d e p rin ci pio no ba stan mmca , q ue -rria concretar ron auda de algunos p o e m a s la relaci6n del sujetop o e t i O O , q ue siempre e s t 6 . puesto P O l ' un sujeto colectivo y masgeneral. con la realidad social q ue Ie es an ti~tic :a.. En estaconsi .demci6n, lo s e le me nto s m ate rialrs,. d e lo s q ue n in gun a fo r-maci 6 n l in g ii ls ti ta , ni siquiera la polsIe pure. p ue de s us tra ers ecompletamentc; e s t a r a n tan necesitados de interpretaci6n como los .l lam ad o s fo n na le s . Especiabnente habra q ue destacar cOmo seinterpenetran ambos, pues 56Jo gracias a esa jnmncaci6n .afe-rra el pocma lirico en sus lhnites Ia campanada de la hora his-t6rica.Pero no quenm escoger Formaciones llricas como Ias deGoethe. en las que ya he destacado algo sin analizarlo, sino ohmposterior, versos que no tengan esa autenticidad incondicionadadel Nachtlied. Cierto que los dos poemas acerca de los cualesquiero decir algo participan de la corriente subterranea, Perome in te re sa d iri gi r p ri nc lp a 1m e nt e. la alenci6n bacia el m od o ro moen ellos se presentan diversos grados de una relaci6n fundamen-tal contradictona de la sociedad en el medio sujeto poetico. Mes e r a permitido repetir que no se tram de In persona ptivada de lpoeta, nide su psicologia. nl de su Ibm.do punto de VISta social,sino del. poema. . .; .. .bot;. ~n r eJ. o l de so l hist6rico-fil0s6licoP a ra emp eza r querna leerles AUf einer Wmutenmg. at : y~Vrike:

    Und c in e S timm e scheint e m Nacht igaUenchot ,D ass die Blilten beben,D as s d ie Lurte leben.DaSi in boherem Rot die Rosen Ieuchten VO[.Lang ' hidt ic h s ta un en , lu sth ek lomm en .Wie ich hinaus vors Tor gekommen,Ie h weis s es w ah rlich se iber nich t,Ach hier, wie l iegt die Welt so'licht!Der Himmel wog t in putpumem Gewiihle,.R iickw arts d ie S tad t in g oldn em R auc h;Wie rauseht dee Erlenbach, wie rauscht1m Grund die Miihle!kh bin m e trunken, irrgeiihrtoMuse. du hast mein Here heriihrtM it einem Liebeshauchl 1'"

    Desde el poems se impone la imagen de esa ptomesa.de feU-cidad que aun hoy. en un huen dia, hace la pequefia ciud~ dela Alemania del sur aI huesped que Uega a ella. pero sm lam enor conce si6 n a 1 8 fionerla d e lo s cris taU to s de co lo re s, al ldi~lio de ]8 pequena ciudad. El poerna c i a el sentimiento del calory Ia p ro tecci6 n en 18 es trech ez, y es sin embargo. at mismo tiem-po, una obra de estilo superior, no ennegada 8 Ia co mo did ad de lanimo y de la inteHgencia. no un elogio sentimental de la es -trechez contra Ja ampIitud, no una apologia.de la Celicidad delr incon.

    In ein freundliches Stiidtchen tret'ich e m ,In den Strassen liegt r ot e r Abend s ch e in .Aus einem offnen Fenster eben.Uber den reichsten Blumen(]OIHinweg, hOlt man Goldg locken t5I '1e schweben ,

    1" "f.ntro en un a IIlII1Iblepequeila ciu dad. / en las calles yaa: faluz roja de 1 a tUde. I Por una ventul:a aoiuta. ahOla, I pa r mama IkJ a mils 9 . o r i < J a ventana I aW .m , s e o r e n Bot. wn.idO$ de c a m p a n ade oro, I y un. '1 10 2. ~ un coro de ruisefiores, I tanto C l . u e tiemblan} , ." RI 1l '& I tanto qu e riven lo s aires, Itanto que J~ ro58$ brillan COil Ullrojo mU alto.. _ ,"Mucha tietnpo estuve qu ie to . ~ ~ . pualiudo porel. PJace:s: . IQSmo Uegu l a s a m : de la s 1 J U e r t U , Im yo uusmo, verdaderamente. . J o ~ '. IIAh , aqw. qu h Juminoso pte e l ll:Iundo! / E l ddo baa. en e illg m e p ut-pum Ic i t : espa.ldas. la ciudad. ell un hruno de o ro; I I c6mo IIIUfQ1;1Ua dsrrwio de lo s .ooos, t 6mo murmura I en el rondo el mo}iQo! I E . s t o ycomo ebrio, extralliado I IOh musa, t6 has toeado mi cmn6n I con \1Qsoplo de amorl" (N. ckl T.)5-100711" 1)1: I.tna.uvu

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    F~bul~ r Jenguaje rudimentarios ayudan igualrnente aC?n~l r arUstll::amente en uno ] 1 ' 1 utopia de 11'1m a s pr6xin t3 p r 0 ' - 4ximidad y 18 de la extrema JejanJa. La Iabula .1)0 conoce la pe-quetia ciudad mh que com o fugat escenario, no com o escenariode ~~rm:menc::ia. La g rn nd eza d el s en tim ic nto que s e abre en 13dellcla pol la VOl; d e mu ch a ch a , y p erc ibe n o s oio ia o. e e s l . l l , :;iuvla voz de toda la naturaleza, e) core, no se revels sino m&s alladel Umilado escenario, ba]o el abierto y purpureo mar del cielo,cua?do la ciudad dorada y el murmurante arroyo se fundenen , m a g o _ En ayuda de ello aeude un elemento antiguo, comode oda, I in g ii is ti came nt e in I sim e, apenas Sjabte e n d etalle s,< ;:o rne de le jes recuerdan los ritrnos Iibres estrejas griegas si nnma, como tambien , por e je mp lo , e l pathos s us pe ns iv e d el ve rs ofinal de la primera estrola, conseguido sin embargo ton e 1 dis-cm o meo iD de la invc ts i6n: "!> as in hahe lc m R ot die Rosenlech te ver" . O ecisiva la sola palabra Muse al 1 1 1 ) 3 1 . Ocurre comosi e s ta p a la b ra , una de la s mAs manoseadas del clasicismo alemanbrillara p or e l hecho d e a plic ars e I'll genius lod de la amable vi:l Ia , b r il la r a otra ve z Verdadcramente a la lUI; de l s ol p cn ie nte ycomo si Iuera, y a a punto de desaparecer, capaz de todo el poderde encanto que en otro caso )3 apelaci6n a la musa COn pala-bras de las lenguas rnodemas suelc errar con c6tnica indefensi6n.L _ a in sp ira ci6 n d el poema se consuma dificilmente en su s rasgosaislados tanto como en la eJecci6n de la pa)abta escandalosa en~ ]~ga~ cr '~co. cuidad?samente motivada pot el latente gestola ng ub tic o g ne go . del mlsmo modo que una coda musical resuel-~'er cwnple 1 1 1 urgente r apremianre dinstniea de l t odo . L a . ll-ri~ consigm: en reducidisimo espacio ]0 que deja de log rar Ia~Plca alemana incluso en concep: : ioncs-comoJHermann und Do -rothea.

    La ~nter_Pre~ci6n social d~ ese lagro atiende at grad" de ex-penenoa lust6nca que se evidencia en el poema. El clasicistnoalemdn haMa emprendido en nombre de Ia humanidad de la~e~eralidad de 1 0 humane, Ja tarea de liberar a la moci6n subJehva de la accidentalidad que Ia amenaza en una sociedad enl~ eual las telacione~ entre ]0$ hombres no S()n ya inrned.iatas,smo meramente rnedladas por el mercado El clasieismo alem~nhabra aspirado a la objetivaci6n de ]0 subjetivo, de l miSItJo modoque Hege l en la liloso({a, y habea in(entado superar conciliatoria-

    mente en el esplritu en la ideai las contradicciones de I B v id areal de los hombres. Pero Ia subsistenda de esas contradiccionesen Ia realidad habia comprometido la soludon espirirual: ,compIO-metido Irente a la vida no sopoqada pot ningu.n sentido, tor-turada en la actividad fe bril d e intereses concurrentes, en la vidaprosaica, pol oecirio lai como eSta se presenla a ia experienciaartistica; Irente a un mundo en el cual el destino de los hombresindividuales se consuma s e g U n Ieyes degas.