FRANCISCANS INTERNATIONALReflexiones sobre los derechos humanos y las mujeres

ADVIENTO 2017

ADVIENTO 2017

Adviento es una temporada de gozosa expectación. Como es tradicional, encendemos cuatro velas, una por cada semana que pasamos esperando la celebración de la llegada de la Navidad. El Evangelio de Mateo menciona en la genealogía de Jesús a cuatro mujeres, además de María de Nazareth. Paradójicamente, el escritor del Evangelio ha elegido incluir a mujeres cuyas historias podrían proyectar una luz sospechosa sobre ellas. Extranjeras, prostitutas, viudas, estas mujeres difícilmente son las matriarcas, como Sara y Rebeca, mencionadas en otras partes de la Escritura.

Las lecturas tradicionales se han centrado en lo “irregular” de sus situaciones; sin embargo, tales lecturas literales han sido vistas a través de un lente patriarcal y corren el riesgo de perder el mensaje central de los Evangelios. En vez de ello, podemos ver las historias de Tamar, Rahab, Rut y Betsabé desde una perspectiva más crítica. Habiendo comprendido la opresión y la injusticia que tradicionalmente han experimentado las mujeres, podemos ver y apreciar sus historias bajo una nueva luz.

Al igual que muchas mujeres de la Escritura, hoy también innumerables mujeres son víctimas de la opresión y la injusticia. Las violaciones de derechos humanos llevan consigo ramificaciones de género que afectan desproporcionadamente a las mujeres en todo el mundo. Una reflexión sobre estas historias de Tamar, Rahab, Rut y Betsabé a la luz de los problemas de derechos humanos contemporáneos revela la permanente importancia del mensaje del Evangelio.

En un mundo de oscuridad aparentemente interminable, sus historias nos ofrecen un vistazo de la Esperanza y la Justicia que han de venir.

TAMARTamar, mujer cananea, se casó, en sucesión, con Er y Onán, los hijos de Judá, hijo de Isaac y Leah. Después de que sus dos esposos murieron, Judá intentó evadir sus obligaciones de darle a Tamar un heredero enviándola a vivir en la casa de su padre como viuda. En su desesperación, Tamar concibió un plan para reclamar su legítima herencia y la seguridad que le correspondía según la ley y costumbre fingiendo ser prostituta y concibiendo gemelos con su suegro. El compromiso de Tamar de mantener el linaje de Judá, aunque por medios no convencionales, le ganó la admiración de Judá, que dijo de su nuera: “ella es más justa que yo” (Génesis 38:26). El mayor de los gemelos de Tamar, Fares, llegaría ser uno de los antepasados de Jesús.

POBREZA EXTREMA Así como Tamar, hoy se encuentran muchas mujeres a merced de sistemas patriarcales que hacen caso omiso de sus necesidades y la dignidad de su humanidad. Las desigualdades relacionadas con el género en las culturas y sociedades en todo el mundo resultan en el hecho de que la pobreza extrema afecta desproporcionadamente a las mujeres y a las niñas. Una miríada de factores contribuyen a la pobreza extrema, pero las normas societarias y culturales, la misoginia y el sexismo, así como las disparidades de ingresos contribuyen a dimensiones de pobreza según el género y hacen que las mujeres sufran al máximo sus efectos.

Para las madres solteras o solas y las mujeres que son divorciadas, separadas, o viudas, la pobreza extrema a menudo es exacerbada por la enajenación, el ostracismo y la falta de acceso y control sobre la propiedad y los bienes. Por tanto, las políticas contra la pobreza deben ser sensibles y considerar la variedad de situaciones vulnerables que las mujeres pueden encontrar en diferentes etapas de sus vidas.

Phot

o: ©

UN

HC

R/Jo

hn W

esse

ls

TAMAR

RAHABRahab es el compendio de una paria social. En el Libro de Josué, Rahab es identificada como una prostituta que tenía un burdel en Jericó. Sin embargo, su ocupación no era el único origen de su marginación. Además de ser una prostituta, era también extranjera y mujer. A pesar de su estatus de mala reputación, Rahab desempeñó un papel muy importante en la historia del pueblo judío. Cuando Josué envió dos espías a explorar la ciudad de Jericó, Rahab arriesgó su vida al ocultarlos y garantizar su seguridad. Cuando Josué conquistó la ciudad, pagó la bondad de Rahab salvándola, y con ella a toda su familia.

La profética declaración de fe de Rahab, “el SEÑOR, el Dios de ustedes, es Dios lo mismo arriba en el cielo que abajo en la tierra” (Josué 2:11), al igual que sus obras rectas (su compromiso con Josué y sus hombres), presagiaba su posición como antepasada de Jesús.

DERECHOS IGUALES La historia de Rahab es un llamado a reconocer derechos iguales y dignidad para todas las mujeres y niñas. Factores económicos, culturales y políticos se unen y confabulan para hacer a las mujeres y niñas más susceptibles a abusos y violencia, incluida la exclusión social. Esto es especialmente cierto para las que se encuentran en situaciones vulnerables, tales como las migrantes y las refugiadas.

Rahab también representa la figura de una mujer fuerte que, pese a sufrir los prejuicios y la marginación, vive su vida con coraje y dignidad. Sin embargo, con muchísima frecuencia hoy, las mujeres todavía enfrentan discriminación y experimentan violencia física, sexual y psicológica. Todos, independientemente de su género, debemos promover los esfuerzos para garantizar derechos iguales y dignidad para todas las mujeres y las niñas eliminando todas las formas de violencia pública y privada, incluidas la trata, la violencia sexual y la exclusión social.

RAHAB

Photo: © UNHCR/Saiful Huq Omi

RUTDespués de una época de hambruna, Noemí y su familia se fueron de Belén a vivir en la tierra de Moab. Allí, sus dos hijos se casaron con dos mujeres moabitas, Rut y Orfa. Cuando les golpeó la tragedia, dejando a las tres mujeres viudas, Noemí decidió regresar a Belén y liberó a sus nueras de su obligación marital. Orfa retornó a su familia pero Rut se quedó fielmente con ella, diciendo, “Iré a donde tú vayas… tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios” (Rut 1:16). A pesar de encontrar muchas dificultades en el trayecto, el amor y el compromiso de Rut para con Noemí se justificaron al final. Ella conoció y se casó con un pariente de Noemí, Booz, y ambos fueron los padres de Obed, que fue padre de Isaí, quien fue el padre del Rey David.

MIGRACIÓN La de Rut es una historia de fidelidad y amor, pero también es la historia de una extranjera y de las dificultades que las personas migrantes y refugiadas enfrentan en tierra extranjera. La migración global, ya sea inducida por el clima, o causada por la guerra, los desastres naturales o la falta de oportunidades económicas, es hoy uno de los problemas más apremiantes en el mundo. Las mujeres y las niñas son de las personas migrantes y refugiadas más vulnerables, y con mucha frecuencia enfrentan una violencia inenarrable en la forma de asalto físico o sexual, y hasta incluso la muerte. Es más, las mujeres experimentan opresión múltiple y entrecruzada antes, durante y después de su viaje de migración. El sexismo, la misoginia, el racismo, la xenofobia, la homofobia y la transfobia se confabulan con otras formas de violencia basadas en el género para infligir daño a las mujeres y niñas migrantes o refugiadas.

Por lo tanto, nuestra respuesta a la crisis de la migración global debe ser trabajar para desarrollar y promover políticas que tengan en cuenta las cuestiones de género, y con una visión compasiva y basada en los derechos humanos de la migración que reconozca y defienda la innata dignidad de todas las mujeres.

Photo: © UNHCR/Markel Redondo

RUT

BETSABÉ Nombrada en el Evangelio de Mateo solamente como “la mujer de Urías” Betsabé sufrió violencia como resultado del abuso de poder de un hombre. El Rey David, después de ver a Betsabé bañándose en una azotea, mandó que se la trajeran para acostarse con ella. Dado el desequilibrio de poder, su unión puede comprenderse como una de coerción y dominación.

Después de darse cuenta de que Betsabé estaba embarazada, David trató de encubrir su transgresión ordenando a Urías ir a dormir con su esposa. Cuando Urías se rehusó, David hizo que lo enviaran a las primeras líneas de batalla para que lo mataran. Betsabé fue forzada a casarse con el asesino de su esposo y luego fue castigada con la muerte de su primer hijo. Después, daría a luz un hijo llamado Salomón, quien sería uno de los antepasados directos de Jesús.

EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES Las mujeres en todo el mundo experimentan violencia basada en el género. Sin embargo, también son victimizadas con otras formas de violencia incluyendo muertes y asesinatos que no toman como objetivo directo a las mujeres o las niñas. Entre los muchos ejemplos, la guerra sobre las drogas en Filipinas y la brutalidad policiaca en los Estados Unidos han devastado comunidades ya vulnerables. Y si bien las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales y de la brutalidad policiaca son más a menudo los hombres, las mujeres también son atrapadas en los puntos de mira de esta violencia.

Una madre que llora en las calles después de que su hijo fue acusado de ser un distribuidor de drogas. Una mujer que transmite la muerte de su novio en los medios sociales después de que un policía le disparó durante una rutinaria parada de tráfico. Ellas también, igual que Betsabé, lloran la pérdida de sus hombres y sus hijos, así como también de la de sus hermanos, padres, compañeros y otros miembros de su comunidad.

Photo: Courtesy of Raffy Lerma

BETSABÉ

PLEGARIA DE ADVIENTOAltísimo y Glorioso Dios, así como las velas de Adviento disipan la oscuridad, así también Tú disipas la oscuridad de la injusticia y la opresión. Te damos gracias por Tamar, Rahab, Rut y Betsabé, porque a través de ellas has iluminado el camino a Tu Hijo.

Dios de los Pobres, concédenos la generosidad de corazón para ayudar a quienes sufren debido a la carga de la pobreza extrema – Abre nuestros ojos a las fuentes de la desigualdad que privan de sus derechos civiles a las mujeres en todo el mundo.

Dios de Libertad, concédenos la confianza para trabajar por la liberación de aquellos que han sido entrampados por la esclavitud moderna – Danos el coraje de defender los derechos de nuestras hermanas y de todas las personas que han sido degradadas por la explotación sexual y la trata y tráfico de humanos.

Dios de Justicia, danos fuerza para hacer el recorrido con nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados – Inspíranos para desmantelar las barreras, tanto las que son murallas físicas como las construidas en nuestros corazones, que son apuntaladas por la xenofobia, el racismo y el miedo.

Dios de Misericordia, concédenos compasión para confortar a quienes lloran por causa de la violencia sin sentido – Que podamos aprender a valorar la santidad de todo tipo de vida, especialmente la de aquellos que son vistos como inferiores por causa del color de su piel, su clase social o su adicción.

Enciende nuestros corazones con tu justicia, mientras esperamos Tu venida con esperanza gozosa e ilusionada.