LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN.

AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN. AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

HOMENAJE A LUIS G. INCLÁN, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE SU NACIMIENTO.

El próximo martes 21 de junio de 2016, se conmemoran dos siglos del nacimiento de Luis G. Inclán Goicoechea, hecho que ocurrió en el rancho de Carrasco, hacienda de Coapa, del municipio de Tlalpan el 21 de junio de 1816. Muere el 23 de octubre de 1875 de enfisema pulmonar en la ciudad de México. Sin temor a equivocarnos, y ahora que se conmemoran los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes de Saavedra y William Shakespeare, Inclán puede ser considerado, junto con otros grandes autores nacionales como Lizardi, Prieto, Payno o Altamirano como el que mejor retrata la vida rural de este país, lo que consigue en forma por demás destacada en Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama, cuya primera edición es de 1865. Hoy día, nuevas generaciones se reencuentran permanentemente con esa gran obra que otorga la posibilidad de tener un conocimiento más amplio sobre la historia y las costumbres mexicanas de la primera parte del siglo XIX. Costumbres que no variaron gran cosa, en la segunda parte, por lo menos hasta 1880. Inclán fue autor, además de otras obras que dejan entender el ambiente al que se entregó en vida. Nos referimos a trabajos como Reglas con que un colegial puede colear y lazar (1860), Recuerdos del Chamberín con varias ediciones. El Capadero en la Hacienda de Ayala de 1872, la Ley de Gallos de 1872. Unos versos, muy famosos para la época Don Pascasio Romero, mismos que seguramente fueron impresos en hoja suelta. Lamentablemente otras obras como Los Tres Pepes o el Consejo de los tres; Pepita la Planchadora y un Diccionario de Mexicanismos o Gramática Mexicana se perdieron en el incendio y naufragio del barco en que su hijo menor viajaba de San Andrés Tuxtla a Tlacotalpan en 1884. Fue colaborador en varios periódicos, escritor y empresario taurino, responsable de una imprenta, de la que también salió un buen día la “Explicación de las suertes de Tauromaquia que ejecutaban los diestros en las corridas de toros, sacada del Arte de torear escrita por el distinguido maestro Francisco Montes” en 1862. Es decir, su vínculo con charrería y tauromaquia durante el curso del siglo XIX, dejan clara su relación directa con estas expresiones que hoy recuperamos gracias a este sencillo pero merecido homenaje.

Ciudad de México, Junio – Julio de 2016.

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN.

AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN. AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

HOMENAJE A LUIS G. INCLÁN, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE SU NACIMIENTO.

El próximo martes 21 de junio de 2016, se conmemoran dos siglos del nacimiento de Luis G. Inclán Goicoechea, hecho que ocurrió en el rancho de Carrasco, hacienda de Coapa, del municipio de Tlalpan el 21 de junio de 1816. Muere el 23 de octubre de 1875 de enfisema pulmonar en la ciudad de México. Sin temor a equivocarnos, y ahora que se conmemoran los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes de Saavedra y William Shakespeare, Inclán puede ser considerado, junto con otros grandes autores nacionales como Lizardi, Prieto, Payno o Altamirano como el que mejor retrata la vida rural de este país, lo que consigue en forma por demás destacada en Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama, cuya primera edición es de 1865. Hoy día, nuevas generaciones se reencuentran permanentemente con esa gran obra que otorga la posibilidad de tener un conocimiento más amplio sobre la historia y las costumbres mexicanas de la primera parte del siglo XIX. Costumbres que no variaron gran cosa, en la segunda parte, por lo menos hasta 1880. Inclán fue autor, además de otras obras que dejan entender el ambiente al que se entregó en vida. Nos referimos a trabajos como Reglas con que un colegial puede colear y lazar (1860), Recuerdos del Chamberín con varias ediciones. El Capadero en la Hacienda de Ayala de 1872, la Ley de Gallos de 1872. Unos versos, muy famosos para la época Don Pascasio Romero, mismos que seguramente fueron impresos en hoja suelta. Lamentablemente otras obras como Los Tres Pepes o el Consejo de los tres; Pepita la Planchadora y un Diccionario de Mexicanismos o Gramática Mexicana se perdieron en el incendio y naufragio del barco en que su hijo menor viajaba de San Andrés Tuxtla a Tlacotalpan en 1884. Fue colaborador en varios periódicos, escritor y empresario taurino, responsable de una imprenta, de la que también salió un buen día la “Explicación de las suertes de Tauromaquia que ejecutaban los diestros en las corridas de toros, sacada del Arte de torear escrita por el distinguido maestro Francisco Montes” en 1862. Es decir, su vínculo con charrería y tauromaquia durante el curso del siglo XIX, dejan clara su relación directa con estas expresiones que hoy recuperamos gracias a este sencillo pero merecido homenaje.

Ciudad de México, Junio – Julio de 2016.

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN.

AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN. AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

HOMENAJE A LUIS G. INCLÁN, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE SU NACIMIENTO.

El próximo martes 21 de junio de 2016, se conmemoran dos siglos del nacimiento de Luis G. Inclán Goicoechea, hecho que ocurrió en el rancho de Carrasco, hacienda de Coapa, del municipio de Tlalpan el 21 de junio de 1816. Muere el 23 de octubre de 1875 de enfisema pulmonar en la ciudad de México. Sin temor a equivocarnos, y ahora que se conmemoran los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes de Saavedra y William Shakespeare, Inclán puede ser considerado, junto con otros grandes autores nacionales como Lizardi, Prieto, Payno o Altamirano como el que mejor retrata la vida rural de este país, lo que consigue en forma por demás destacada en Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama, cuya primera edición es de 1865. Hoy día, nuevas generaciones se reencuentran permanentemente con esa gran obra que otorga la posibilidad de tener un conocimiento más amplio sobre la historia y las costumbres mexicanas de la primera parte del siglo XIX. Costumbres que no variaron gran cosa, en la segunda parte, por lo menos hasta 1880. Inclán fue autor, además de otras obras que dejan entender el ambiente al que se entregó en vida. Nos referimos a trabajos como Reglas con que un colegial puede colear y lazar (1860), Recuerdos del Chamberín con varias ediciones. El Capadero en la Hacienda de Ayala de 1872, la Ley de Gallos de 1872. Unos versos, muy famosos para la época Don Pascasio Romero, mismos que seguramente fueron impresos en hoja suelta. Lamentablemente otras obras como Los Tres Pepes o el Consejo de los tres; Pepita la Planchadora y un Diccionario de Mexicanismos o Gramática Mexicana se perdieron en el incendio y naufragio del barco en que su hijo menor viajaba de San Andrés Tuxtla a Tlacotalpan en 1884. Fue colaborador en varios periódicos, escritor y empresario taurino, responsable de una imprenta, de la que también salió un buen día la “Explicación de las suertes de Tauromaquia que ejecutaban los diestros en las corridas de toros, sacada del Arte de torear escrita por el distinguido maestro Francisco Montes” en 1862. Es decir, su vínculo con charrería y tauromaquia durante el curso del siglo XIX, dejan clara su relación directa con estas expresiones que hoy recuperamos gracias a este sencillo pero merecido homenaje.

Ciudad de México, Junio – Julio de 2016.

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN.

AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

LA “ASTUCIA” DE LUIS G. INCLÁN. AFIRMACIÓN DE LO MEXICANO.

(1816-2016).

HOMENAJE A LUIS G. INCLÁN, CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DE SU NACIMIENTO.

El próximo martes 21 de junio de 2016, se conmemoran dos siglos del nacimiento de Luis G. Inclán Goicoechea, hecho que ocurrió en el rancho de Carrasco, hacienda de Coapa, del municipio de Tlalpan el 21 de junio de 1816. Muere el 23 de octubre de 1875 de enfisema pulmonar en la ciudad de México. Sin temor a equivocarnos, y ahora que se conmemoran los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes de Saavedra y William Shakespeare, Inclán puede ser considerado, junto con otros grandes autores nacionales como Lizardi, Prieto, Payno o Altamirano como el que mejor retrata la vida rural de este país, lo que consigue en forma por demás destacada en Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja o los charros contrabandistas de la Rama, cuya primera edición es de 1865. Hoy día, nuevas generaciones se reencuentran permanentemente con esa gran obra que otorga la posibilidad de tener un conocimiento más amplio sobre la historia y las costumbres mexicanas de la primera parte del siglo XIX. Costumbres que no variaron gran cosa, en la segunda parte, por lo menos hasta 1880. Inclán fue autor, además de otras obras que dejan entender el ambiente al que se entregó en vida. Nos referimos a trabajos como Reglas con que un colegial puede colear y lazar (1860), Recuerdos del Chamberín con varias ediciones. El Capadero en la Hacienda de Ayala de 1872, la Ley de Gallos de 1872. Unos versos, muy famosos para la época Don Pascasio Romero, mismos que seguramente fueron impresos en hoja suelta. Lamentablemente otras obras como Los Tres Pepes o el Consejo de los tres; Pepita la Planchadora y un Diccionario de Mexicanismos o Gramática Mexicana se perdieron en el incendio y naufragio del barco en que su hijo menor viajaba de San Andrés Tuxtla a Tlacotalpan en 1884. Fue colaborador en varios periódicos, escritor y empresario taurino, responsable de una imprenta, de la que también salió un buen día la “Explicación de las suertes de Tauromaquia que ejecutaban los diestros en las corridas de toros, sacada del Arte de torear escrita por el distinguido maestro Francisco Montes” en 1862. Es decir, su vínculo con charrería y tauromaquia durante el curso del siglo XIX, dejan clara su relación directa con estas expresiones que hoy recuperamos gracias a este sencillo pero merecido homenaje.

Ciudad de México, Junio – Julio de 2016.