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Agradecimientos
Cada vez son más las personas que por el deterioro en su estado de salud
dependen de los cuidados de alguien para cubrir sus necesidades
cotidianas y/o realizar las actividades básicas diarias. En este manual
encontrarás información que te ayudara a realizar de una forma eficaz
para la persona dependiente y segura para tu salud esas tareas diarias y
así mantener su bienestar con la mayor calidad y calidez.
Esta guía no hubiera sido posible sin el interés y ánimo que nos han
dado una serie de personas e instituciones. En especial Mª Jesús
Garcia de los Servicios Sociales de Pravia por dejarnos desarrollar
este proyecto con total libertad de actuación, al Ayuntamiento de
Pravia por poner a nuestra disposición los locales y medios técnicos
necesarios para la realización de las ponencias, a Rosario Cuervo,
María del Valle Iturrate y demás concejales por acompañarnos
durante las mismas, a todos los vecinos que asistieron y que con
sus preguntas contribuyeron a la ampliación de los temas tratados y
sobre todo a los miembros de este equipo de trabajo con los que
siempre es un placer embarcarse en una aventura.
Ignacio González
Capitulo 1
(Por Monica Colorado)
El cuidado diario
Cambios posturales, prevención de úlceras por presión
Los cambios posturales en pacientes encamados, generalmente ancianos,
son muy importantes a la hora de proporcionarles confort y de prevenir la
aparición de úlceras por presión. Los cambios posturales los puede
ejecutar cualquier persona que haya aprendido a manejarlos.
Cambios posturales en cama
Si el paciente fuera colaborador, puede hacerlo una sola persona, pero
generalmente se hace entre dos. Pondremos la cama horizontal (sin
ángulo de elevación) y nos ayudaremos de una entremetida (sábana
doblada en su largo a la mitad), que colocaremos debajo del paciente,
cubriendo desde los hombros hasta los muslos.
Si el paciente está en decúbito supino y queremos dejarlo en decúbito
lateral, nos situaremos a ambos lados de la cama, le doblaremos con
suavidad la rodilla más distal del lado al que vamos a girarlo, con una
mano le cogeremos la rodilla elevada y con la otra el hombro del mismo
lado, tiraremos hacia nosotros, mientras el compañero que está al otro
lado tirará de la entremetida hacia él. Para que mantenga la postura
podemos ponerle una almohada de apoyo en la espalda.
Si el paciente está en decúbito lateral y lo queremos dejar en decúbito
supino, cada uno se situará a un lado de la cama y mientras uno lo
aguanta por el hombro y la rodilla, el otro retira la almohada y
suavemente lo dejamos caer hasta dejarlo en la postura deseada.
Cambios posturales de la cama al sillón
Si el paciente colabora, esta técnica podrá ser realizada por una sola
persona. Primero pondremos el sillón al lado de la cama por donde lo
vamos a bajar. Lo ayudaremos a sentarse en la cama con las piernas por
fuera, lo pondremos de pie y cogiéndolo por los hombros lo giraremos y
sentaremos en el sillón. Cuando lo vayamos a acostar, situaremos el sillón
junto a la cama, lo ayudaremos a ponerse de pie y lo giraremos haciendo
que se siente en la cama. Después, lo tumbaremos y le subiremos las
piernas.
Si el paciente no colaborara, esta técnica se hará entre dos personas, salvo
que haya una cualificada para hacerlo sola. En el caso de que sean dos, lo
realizarán de la misma manera: mientras uno lo aguanta de pie y lo gira, el
otro empuja el sillón o silla de ruedas para facilitar el asiento. Cuando lo
acostemos, uno lo sentará en la cama mientras el otro le sube las piernas.
A continuación, entre los dos lo subirán a la altura adecuada y pondrán el
ángulo correcto según prescripción.
Aseo en cama
El aseo en cama es un procedimiento muy frecuente, ya que muchos
pacientes deben permanecer en la cama, bien porque se encuentran en
estado grave, o bien porque les está contraindicado moverse.
El baño se realizara generalmente con la colaboración de dos personas.
Durante la ejecución de la higiene debes mostrar tacto y delicadeza para
no herir la sensibilidad del paciente.
Material necesario
Guantes
Palangana con agua caliente.
Esponjas desechables.
Toalla de baño y de cara.
Gasas
Pijama o camisón limpios.
Crema hidratante.
Ropa de cama.
Bolsa para la ropa sucia.
Peine o cepillo.
Colonia
Protocolo
1. ExplÍcale al paciente que es la hora el baño y pide su colaboración.
2. Ofrece la cuña o la botella antes de iniciar el aseo.
3. Prepara el material y sitúalo de manera que este a tu alcance.
4. Lávate las manos y ponte los guantes.
5. Coloca al paciente en decúbito supino.
6. Retira la ropa de cama, deja la sabana superior sobre el enfermo
para preservar su intimidad y desvístele.
7. Solamente debe estar al descubierto la zona del cuerpo que se va a
lavar. Sigue el siguiente orden:
8. Lava en primer lugar la cara, las orejas y el cuello. Para la cara no se
utilizara jabón para evitar irritaciones oculares. Los ojos se lavan con
una gasa húmeda, del borde interno al externo para evitar
contaminar el conducto lagrimal y usando una distinta para cada
ojo. Para la higiene de los oídos, se empleara una gasa, no
bastoncillos de algodón y se continúa con un orden descendente.
9. Los miembros superiores se lavan con jabón, comenzando por las
axilas. Incide de forma especial en los dedos y en los pliegues
interdigitales. Aclara y seca bien.
10. Tórax. Se lava con movimientos circulares. Aclara y seca
meticulosamente, haciendo especial hincapié en los pliegues
mamarios de la mujer.
11. Se ejecute mediante el mismo procedimiento, insistiendo en los
pliegues cutáneos, la región umbilical y en la zona pubiana.
12. Miembros inferiores. Si es posible, se flexionan las rodillas para
facilitar su limpieza en sentido descendente, desde la ingle hacia el
muslo, la pierna y los pies. Aclara y seca perfectamente. Ten
cuidado con los dedos y los espacios interdigitales.
13. Espalda y nalgas. Tras cambiar el agua, se coloca al paciente en
decúbito lateral, bien sea izquierdo o derecho, siempre que no haya
contraindicación. Se lava la espalda desde la nuca hasta los glúteos.
Después de aclarar y secar, se debe observar el estado de la piel.
Puedes dar un masaje suave con crema o una loción protectora para
activar la circulación y prevenir las ulceras por presión.
14. Región perineal. Cambia el agua. Si el paciente puede participar en
el aseo de sus genitales, se le facilitaran los útiles necesarios y lo
realizara el mismo, porque le puede resultar embarazoso que lo
haga otra persona. Si no es así, lo hará el auxiliar, colocando al
paciente en decúbito supino. Se lava de arriba hacia abajo y de
delante hacia atrás. Este orden es importante para evitar la
contaminación de los genitales con microorganismos de la región
anal.
15. Finalizado el baño, viste al paciente con su pijama o camisón limpio
y cambia las ropas de la cama. En muchas ocasiones, el baño y el
cambio de la ropa de cama se hacen al mismo tiempo.
16. Péinalo y ponlo cómodo.
17. Recoge todo el material y la ropa sucia. Deja la habitación
ordenada.
18. Quítate los guantes y lávate las manos.
19. Anota en la historia clínica el baño, incluyendo la hora y cualquier
signo que hayas apreciado – erupciones, enrojecimiento o llagas,
confusión, disnea, debilidad de las extremidades, etc.- o cualquier
incidencia que se haya producido. Si es necesario, comunícalo
también al enfermero.
El aseo del paciente en la bañera y en la ducha
Material necesario
Alfombra antideslizante.
Jabón liquido adecuado.
Esponja desechable.
Toalla de baño y de cara.
Pijama o camisón limpios.
Bata y zapatillas.
Crema hidratante.
Peine o cepillo.
Tijeras, colonia.
Bolsa para la ropa sucia.
Guantes desechables.
Protocolo
1. Explícale al paciente que es la hora del baño y pídele su
colaboración.
2. Lávate las manos y ponte los guantes.
3. Prepara el material de aseo, teniendo cuidado que esté al alcance
del paciente.
4. Coloca la alfombra antideslizante en el suelo.
5. Llena la bañera con agua templada (alrededor de 37˚C). Comprueba
la temperatura con un termómetro de agua.
6. Ayuda al enfermo a desvestirse y entrar en el baño si es necesario.
7. Solicita al paciente que realice su higiene de forma habitual. En
relación con su grado de independencia, se le ayudara a lavarse,
observando el estado de la piel, sus reacciones, su grado de
actividad y su estado de ánimo. El baño debe durar 10-15 minutos.
8. Incide en la importancia de secar correctamente la piel. Ayúdale a
secarse con suavidad si es necesario.
9. Proporciona crema hidratante.
10. Ayúdale a ponerse el pijama o camisón, la bata y las zapatillas si es
necesario.
11. Acomoda al paciente en su habitación.
12. Recoge el baño y el material e introduce la ropa sucia en una bolsa
13.Quítate los guantes y lávate las manos.
14.Anota en la historia clínica el baño, incluyendo la hora y cualquier
incidencia que se haya producido, comunicando al enfermero/a las
incidencias o anomalías si las hubiera.
Aseo del cabello
El cabello es una estructura que tiene una secreción abundante y una
descamación continua de células epiteliales; a esto se le une el polvo del
ambiente. El lavado del cabello se debe efectuar cuando sea necesario, si
no hay contraindicación para ello, y como mínimo, una vez a la semana.
Material necesario
Dos hules, dos toallas.
Pinza (Kocher o similar).
Palangana o recipiente grande (cubo).
Jarra de agua y Champú.
Peine o cepillo.
Secador de mano.
Algodón y Guantes
Protocolo
1. Explícale al paciente lo que le vas a hacer y pide su colaboración.
2. Lávate las manos y ponte los guantes.
3. Con la cama horizontal y partiendo de la posición de decúbito
supino, retira la almohada y el cabezal de la cama. Si no se puede
quitar, sitúa al paciente en diagonal en un extremo superior de la
cama, de forma que sobresalga la cabeza por un lateral de la cama.
Coloca al paciente en posición de Roser (decúbito supino con la
cabeza en hiperextensión).
4. Sitúa una silla en la cabecera. Protege la parte superior del colchón
con un hule y una toalla.
5. Pon una toalla alrededor del cuello del paciente para que no se
moje.
6. Extiende el otro hule debajo de la cabeza del paciente, enrollándolo
por los lados. Se puede sujetar con una pinza Kocher. Deja un canal
que desemboque por su otro extremo en la palangana, de modo
que el agua caiga en ella.
7. Cubre el cuerpo del paciente con una sabana.
8. Tapa sus oídos con algodón para evitar que el agua penetre en ellos.
9. Vierte el agua para mojar el cabello y aplica el champú.
10.Procede a lavar el pelo, dando ligeros masajes con la yema de los
dedos.
11. Acláralo a fondo protegiendo los ojos. Vierte agua tibia con una
jarra. Efectúa un segundo lavado.
12. Retira el hule.
13. Envuelve el cabello con una toalla, desenrédalo y procede a secarlo
con el secador. Péinalo.
14. Recoge y limpia los utensilios.
15.Quítate los guantes y lávate las manos.
16.Pon cómodo al paciente.
17.Registra la técnica y anota las posibles incidencias.
Higiene de boca, ojos y oídos
Lavado de Boca a Persona Dependiente
Cuando la persona de la que cuidamos, no puede mantener una higiene
correcta de su boca debemos encargarnos de realizar éstas por él.
Nos lavamos las manos y nos ponemos los guantes. Le colocamos la
cabeza de lado.
Cogemos una gasa y la mojamos con antiséptico bucal.
Limpiamos toda la boca repitiendo varias veces el proceso.
Al terminar les secamos los labios y aplicamos vaselina para hidratarlos y
evitar la aparición de grietas.
Lavado de Ojo a Persona Dependiente
Una de las fases más delicadas de la higiene diaria de cara es el lavado de
los ojos. Este lavado de ojos se debe realizar con mucho cuidado debido a
la zona tan sensible con la que estamos tratando.
Preparamos el material: guantes suero y gasas estériles.
Nos lavamos las manos y nos ponemos los guantes.
Limpiamos los bordes del ojo con una gasa humedecida con suero. Desde
el borde del ojo hacia el lagrimal.
Con mucho cuidado, separamos los párpados con los dedos evitando tocar
la conjuntiva y sin presionar el ojo.
Echamos el suero desde el lagrimal y secamos.
Capitulo 2
(Por José Ignacio González)
Lavado de Oído a persona dependiente.
Las orejas también deben formar parte de la higiene diaria de cara. Deben
limpiarse diariamente para eliminar sus secreciones.
Debe realizase evitando la introducción de bastoncillos de algodón en el
conducto auditivo, ya que esto facilita la formación de tapones de cera y
puede dañar fácilmente el conducto e incluso perforar el tímpano.
Cuidado de las uñas
La higiene de las uñas es un aspecto más de la higiene habitual que hay
que cuidar, sobre todo teniendo en cuenta que debajo de ellas se acumula
la suciedad y, por tanto, los microorganismos, con mayor facilidad. Los
pacientes pueden tener dificultad para su cuidado, sobre todo en los pies,
por lo que tendremos que suplir esta carencia cuando sea necesario.
Las uñas de las manos se cortan siguiendo la forma del dedo y las de los
pies, rectas, asegurándonos que la tijera o el cortauñas sobresale por el
lecho ungueal antes de iniciar el corte, para evitar la formación de picos
que darían lugar a onicocriptosis o uñas encarnadas.
Si, tras el corte en recto de las unas de los pies, las esquinas de las mismas
sobresale, se pueden limar ligeramente, sin entrar en ningún caso en el
lecho ungueal.
Si la uña es muy gruesa, se puede limar por encima para disminuir el
grosor, antes del corte.
Los pacientes diabéticos o con problemas circulatorios no deben cortarse
las uñas. En su lugar, deben limárselas para controlar su crecimiento, pues
cualquier herida, por pequeña que sea, puede producir graves problemas
a la deficiente cicatrización que presentan estas patologías.
Hacer una cama desocupada
La cama se denomina cama desocupada cuando la persona que guarda
cama no está dentro de ella en el momento de acondicionarla.
Materiales
Guantes
Funda de colchón
Almohada y funda
Sabana bajera
Empapador o hule y entremetida
Sabana encimera
Manta
Colcha
Bolsa de lencería sucia
Pijama o camisón limpio
Procedimiento
1. Lavado de manos según procedimiento higiénico.
2. Colocación de guantes desechables.
3. Preparación de la lencería limpia.
4. Se informa a la persona enferma del procedimiento a realizar.
5. Comprobación visual del buen estado del colchón, la almohada y de
las condiciones ambientales de la unidad.
6. Se coloca la cama en posición horizontal con la manivela o motor.
7. Se dobla la colcha hacia los pies y se deposita en una silla a los pies
de la cama.
8. Se afloja y retira la manta de la misma forma que la colcha,
colocándola en la silla.
9. Si están sucias, se depositaran en la bolsa de lencería sucia. Si están
limpias, se reservaran.
10. Se retira la almohada, se quita el almohadón y se deposita en la
bolsa de lencería sucia.
11. Se coloca en una silla a los pies de la cama la almohada y su funda,
la sabana encimera y la sabana bajera limpias.
12. Se aflojan y retiran las sabanas encimera y bajera sucias, tomando
las cuatro esquinas y doblándolas hacia el centro de la cama sin
airearlas.
13. Se cambia la funda del colchón si se precisa.
14. Si la lencería retirada esta sucia, se recomienda colocarse de nuevo
unos guantes desechables antes de la manipulación de la lencería
limpia.
15. Se coloca la sabana bajera limpia en el centro de la cama y se
desdobla hacia los pies.
16. Se remete la cabecera con las esquinas en forma de mitra o
colocando los bordes en los puntos de ajuste.
17. Se estira la sabana hacia los pies, se remeten los laterales y se
ajustan los pies con la esquina de mitra
18. Se evitan arrugas y pliegues que molesten al paciente.
19. Se coloca el empapador o el hule en el centro de la cama bien
estirado y encima la entremetida.
20. Se coloca la sabana encimera en el centro de la cama y se desdobla
de la cabeza a los pies, dejando que el extremo superior sobresalga
por encima del colchón.
21. Ajustar la parte de los pies con mitra y dejar un pliegue para que al
ocuparla el paciente no le pese la lencería.
22. Se coloca la manta sobre la cabecera de la cama y se abre hacia los
pies dejando el borde superior a unos 20 cm del colchón, para
asegurar que cubre los hombros del paciente. Remeter los pies en
forma de mitra. Aflojar un poco a la altura de los pies para facilitar
los movimientos de la persona enferma.
23. Se coloca la colcha, se remeten los pies con la esquina de mitra
dejando los laterales libres.
24. Se remete la colcha hacia el interior de la manta para evitar
molestias al paciente, realizando el embozo
25. Se dobla la sabana encimera sobre la colcha.
26. Se coloca la funda a la almohada.
27. Si el paciente va a ocupar la cama, se deja abierta:
28. En pico: doblaremos el extremo superior de la sabana encimera, la
manta y la colcha por el lado por donde va a acceder el paciente en
sentido diagonal de la cama.
29. En abanico o fuelle: se coge toda la ropa de cama superior (sabana
encimera, manta y colcha) y se forman pequeños pliegues hasta
llegar a los pies de la cama de tal forma que el embozo quede
accesible y mirando hacia la cabecera.
30. bien, se dobla la ropa de cama superior hasta los pies de la cama y
después se vuelve el embozo hacia la cabecera.
31. Sacar de la habitación la bolsa con la lencería sucia.
32. Quitarse los guantes y lavarse las manos.
Hacer una cama ocupada
Hablamos de cama ocupada cuando una persona permanece en su
interior mientras esta se acondiciona. Así ocurre cuando dicha persona no
tiene salud suficiente para levantarse o bien cuando la prescripción
médica no le permite hacerlo. Y se realiza después de asear a la persona
encamada.
Es importante
Informar de la situación al paciente para saber si se le puede mover o si es
necesaria la colaboración de otro profesional.
Observar los equipos terapéuticos que tenga el paciente para evitar el
riesgo de desconexiones, reflujos, extracción de catéteres, etc.
Material
Guantes
Funda de colchón
Almohada y funda
Sabana bajera
Empapador o hule y entremetida
Sabana encimera
Manta
Colcha
Bolsa de lencería sucia
Pijama o camisón limpio
Procedimiento
1. Lavado de manos según procedimiento higiénico.
2. Colocación de guantes desechables.
3. Preparación de la lencería limpia.
4. Se informa a la persona enferma del procedimiento a realizar.
5. Comprobación visual del buen estado del colchón, la almohada y de
las condiciones ambientales de la unidad.
6. Se coloca la cama en posición horizontal con la manivela o motor.
7. Se dobla la colcha hacia los pies y se deposita en una silla a los pies
de la cama.
8. Se afloja y retira la manta de la misma forma que la colcha,
colocándola en la silla.
9. Si están sucias, se depositaran en la bolsa de lencería sucia. Si están
limpias, se reservaran.
10. Se retira la almohada, se quita el almohadón y se deposita en la
bolsa de lencería sucia.
11. Se coloca en una silla a los pies de la cama la almohada y su funda,
la sabana encimera y la sabana bajera limpias.
12. Se retira en primer lugar la almohada y su almohadón.
13. Dejar la sabana encimera que cubre al paciente.
14. Colaborar con la persona enferma para colocarla en posición de
decúbito lateral, sujetándole del hombro y de la cadera. Si hay
barandilla, recomendar que se apoye en ella. Si presenta sondajes
y/o drenajes, el segundo técnico controla su integridad mientras se
realiza la técnica. Si esta inconsciente o muy debilitado, emplear
sistemas de movilización mecánica, como grúas, etc.
15. Enrollar el empapador, la sabana bajera y la entremetida hacia el
paciente.
16. Colocarse los guantes limpios antes de manipular la ropa limpia.
17.Extender la sabana bajera a lo largo de la cama procurando no tocar
la lencería sucia y remetiendo los laterales y los extremos.
18.Colocar el hule y entremetida o el empapador y remeter el lateral.
19. Indicar a la persona encamada la necesidad de cambiar de
posición
a decúbito lateral opuesto para continuar la realización de la cama y
ayudarle si lo precisa.
20. El técnico que controlaba al paciente retira la lencería sucia y la
deposita en la bolsa correspondiente. Si es necesario, para
manipular la ropa limpia, se cambia de guantes.
21. Extender la lencería limpia y remeter los extremos y laterales.
22. Terminar la realización de la cama según el procedimiento anterior.
Extender la sabana encimera limpia al tiempo que se recoge la que
cubrirá al paciente.
23. Revisar las condiciones de la lencería (estirada y sin arrugas).
24. Sacar la bolsa con la lencería sucia de la habitación.
25. Quitarse los guantes y lavarse las manos.
Higiene oral en pacientes independientes
Una higiene oral deficiente lleva implícitos problemas de salud tales como
caries, enfermedad periodontal, etc.
Los pacientes necesitan un control estricto de la higiene oral para prevenir
enfermedades, aumentar el bienestar, mantener la mucosa en buenas
condiciones y evitar contaminaciones de la vía respiratoria.
Como norma general, se realiza después de las comidas y siempre que un
paciente pueda colaborar, hay que procurar que realice sus cuidados en la
medida que se lo permitan sus posibilidades.
Material necesario
Pasta dentífrica y cepillo dental.
Colutorio o antiséptico oral.
Limpiador lingual.
Hilo o seda dental.
Cepillos interproximales.
Batea y vaso
Gasas estériles.
Toalla y guantes
Protocolo
1. Explícale al paciente la técnica que vamos a realizar y pide su
colaboración.
2. Lávate las manos y ponte guantes.
3. Prepara el material para la higiene bucal y colócalo al alcance del
paciente.
4. Coloca al paciente en posición Fowler.
5. Protege el tórax del paciente con una toalla.
6. Explícale la técnica de cepillado si es necesario: colocar el cepillo en
ángulo de 45˚ en el borde las encías, cepillar los dientes con
movimientos rotatorios, en sentido encíadiente siguiendo la línea
longitudinal del diente. Las caras oclusales (o de masticación) se
cepillan con movimientos horizontales.
7. Proporciona al paciente un vaso con agua o colutorio para que se
enjuague la boca y una batea para recoger los líquidos del enjuague.
8. Dale una toalla o pañuelo desechable para secarse la boca.
9. Recoge el material, acomoda al paciente, quítate los guantes, lávate
las manos y anota las posibles incidencias.
Higiene oral en pacientes con un alto grado de dependencia
Material necesario
Guantes y Torunda de gasa.
Empapador y Depresor lingual o abrebocas.
Sonda de aspiración conectada al aspirador.
Vaso con agua o antiséptico oral.
Toallas o pañuelos desechables y Batea
Jeringas de 20 cc. Y Vaselina
Protocolo
1. Lávate las manos, ponte los guantes y prepara el material.
2. Coloca al paciente en posición decúbito lateral o con la cabeza
ligeramente girada a un lado, si no hay contraindicaciones. Quita la
almohada.
3. Coloca el empapador debajo de la cabeza del paciente.
4. Pon la batea bajo la cara del paciente.
5. Impregna la torunda con antiséptico bucal y limpia la cara interna
de las mejillas, lengua, encías, dientes y labios. Se utilizaran tantas
torundas como sean necesarias para una higiene total.
6. Al finalizar la técnica, hidrata los labios con vaselina o crema
hidratante.
7. Recoge el equipo, reinstala al paciente, quítate los guantes, lávate
las manos y anota incidencias.
Higiene oral en pacientes con prótesis dental
Si la persona tiene una prótesis dental, se le debe facilitar su limpieza y
cuidados.
Si se trata de un anciano encamado o de un enfermo incapacitado, esta
labor la realiza el auxiliar de enfermería.
Material necesario
Guantes y Toalla.
Batea y Gasas.
Cepillo dental o cepillo para limpieza de prótesis.
Dentífrico o solución antiséptica.
Protocolo
1. Lávate las manos y ponte los guantes.
2. Protege el tórax del paciente con una toalla.
3. Pide al paciente que se quite la prótesis. Si no puede, retírala con
una gasa estéril y colócala en una batea.
4. Cepilla la prótesis con el cepillo y la pasta dentífrica o solución
antiséptica.
5. Aclara con abundante agua fría, pues el agua caliente puede alterar
algunos materiales de las prótesis.
6. Proporciona un vaso con agua o antiséptico al paciente para que se
enjuague laboca y pañuelos desechables para secarse.
7. Recoge el material y acomoda al paciente, quítate los guantes,
lávate las manos y registra las posibles incidencias.
Cambio del pañal en una persona acostada
Empezamos explicando al enfermo que vamos a cambiarle el pañal usado.
Ponemos al enfermo en posición decúbito supino y desenganchamos el
pañal enrollando en la entrepierna. Ponemos a la persona en decúbito
lateral. Después asearemos la zona que cubría el pañal. Abrimos el pañal y
lo ponemos debajo de la cadera. La zona de la pegatina deberá quedar en
la parte superior. Giramos a la persona para colocarla boca arriba.
Sacando el pañal sucio y ajustando el limpio ajustando los elásticos a la
entrepierna. Seguimos colocando el pañal al enfermo. Despegamos lo
adhesivos y los pegamos a la zona de la cintura. Para acabar nos sacamos
los guantes, recogemos el material y felicitamos al enfermo por su
colaboración en el proceso de quitar el pañal.
Es recomendable que después de quitar el pañal al enfermo hacer una
limpieza de la zona si hay señales o elementos extraños avisar al médico.
Para cambiar correctamente el pañal a un enfermo hay que tener
paciencia y hacerlo con delicadeza para no herir al enfermo.
Materiales necesarios
Palangana, Loción hidratante. Guantes, Pañal limpio, Bolsa de
basura, útiles de aseo, Esponjas desechables, Toalla
Higiene genital femenina
Al igual que ocurre con el resto de los lavados, la limpieza meticulosa de
los genitales externos dificulta la diseminación de infecciones, retrasa o
impide la aparición de úlceras cutáneas por presión y consigue que la
paciente se sienta más cómoda.
La higiene perineal o genital ha de ser diaria, especialmente si la paciente
lleva una sonda vesical permanente; también será necesaria cada vez que
se ensucie o después de ponerle un enema.
La mayoría de las mujeres prefieren hacerlo ellas misma, si son
físicamente capaces. Proponédselo y ofrecedles la ayuda que quieran o
que les sea necesaria.
Material necesario
Una cuña o un hule.
Una palangana con agua caliente y otra con agua jabonosa.
Jabón antiséptico y guantes desechables.
Manoplas o torundas de gasa no estéril.
Papel higiénico y compresas.
Protocolo
1. Explica a la paciente lo que harás y pídele su colaboración. Ofrécele
el orinal antes de empezar.
2. Prepara todo el material, déjalo a tu alcance y protege la intimidad
del paciente cerrando la puerta de la habitación, corriendo la
cortina o poniendo una mampara.
3. Levanta la cama hasta una altura cómoda para trabajar y pon la
cabecera en posición de Fowler (semisentado).
4. Lávate las manos y ponte guantes, para evitar infectarte con las
secreciones perineales.
5. Destapa a la mujer, pero recúbrela entera con una toalla de baño
puesta al bies, de forma que evites la exposición innecesaria y
mantengas su calor corporal.
6. Llena una palangana con agua a 37˚C.
7. Ayuda a la enferma que lo necesite a flexionar las caderas y las
piernas y a apoyar los pies sobre la cama, de manera que los
genitales queden expuestos por completo.
8. Levanta la punta de la toalla cuando debas empezar el lavado.
Comienza por la parte proximal e interna de los muslos y por el
pubis y continua con los labios mayores, los labios menores, la
hendidura vulvar y el ano. Es decir, trabaja desde las partes menos
sucias a las más sucias.
9. Para lavar los labios mayores, sepáralos con la mano y limpia con
cuidado los pliegues cutáneos con la otra. Limpia desde el pubis
hacia el ano, para no transportar gérmenes hacia el meato urinario.
10. Si la mujer está sobre un orinal plano, viértele un poco de agua tibia
en el perineo para enjuagarlo. Seca el área completamente.
11. Ayuda a la enferma a volverse a decúbito lateral y límpiale la piel de
entre las nalgas de cualquier resto de heces. Hazlo con movimientos
desde la vulva hacia el ano y utilizando tejidos limpios para cada
pasada. Aclara la piel y sécala cuidadosamente.
12. Comprueba que la cama no ha quedado húmeda y cambia las
prendas de vestir que estén sucias o mojadas.
13. Ayúdala a ponerse en una posición cómoda y a ponerse
nuevamente el camisón. Colócale una compresa si lo necesita.
14. Anota en la historia clínica el baño, incluyendo la hora y las
observaciones apropiadas. Si es necesario, comunícalo también al
enfermero.
Higiene genital masculina
Al igual que ocurre con el resto de los lavados, la limpieza meticulosa de
los genitales externos dificulta la diseminación de infecciones, retrasa o
impide la aparición de úlceras cutáneas por presión y consigue que el
paciente se sienta más cómodo.
La higiene perineal o genital ha de ser diaria, especialmente si el paciente
lleva una sonda vesical permanente; también será necesaria cada vez que
se ensucie o después de ponerle un enema.
La mayoría de las hombres prefieren hacerlo ellos mismos, si son
físicamente capaces. Proponédselo y ofrecedles la ayuda que quieran o
que les sea necesaria.
Material necesario
Una cuña o un hule.
Una palangana con agua caliente y otra con agua jabonosa.
Jabón antiséptico y guantes desechables.
Manoplas o torundas de gasa no estéril.
Papel higiénico y compresas.
Manta de baño y bolsa de basura.
Protocolo
1. Explica al paciente lo que harás y pídele su colaboración. Ofrécele el
orinal antes de empezar.
2. Prepara todo el material, déjalo a tu alcance y protege la intimidad
del paciente cerrando la puerta de la habitación, corriendo la
cortina o poniendo una mampara.
3. Levanta la cama hasta una altura cómoda para trabajar y pon la
cabecera en posición de Fowler (semisentado).
4. Lávate las manos y ponte guantes, para evitar infectarte con las
secreciones perineales.
5. Destapa al hombre, pero recúbrelo entero con una toalla de baño
puesta al bies, de forma que evites la exposición innecesaria y
mantengas su calor corporal.
6. Llena una palangana con agua a 37˚C.
7. Ayuda al enfermo que lo necesite a flexionar las caderas y las
piernas y a apoyar los pies sobre la cama, de manera que los
genitales queden expuestos por completo.
8. Levanta la punta de la toalla cuando debas empezar el lavado.
Comienza: Escroto, pene descubriendo el glande, pubis, cara interna
de muslos y región perianal. Es decir, trabaja desde las partes
menos sucias a las más sucias.
9. Si el paciente no está circuncidado, retraer el prepucio y limpiar el
glande realizando movimientos circulares desde el meato hacia
fuera. Utilizaremos una esponja exclusivamente para ello.
10. Aclarar con abundante agua y secar suavemente. Colocar el
prepucio en su posición original.
11. Si no se ha hecho la higiene general, colocar al paciente en posición
decúbito lateral y proceder al lavado y secado de la zona perineal:
ano y pliegue interglúteo.
12. Comprueba que la cama no ha quedado húmeda y cambia las
prendas de vestir que estén sucias o mojadas.
13. Ayúdalo a ponerse en una posición cómoda y a ponerse
nuevamente el camisón o el pijama.
14. Anota en la historia clínica el baño, incluyendo la hora y las
observaciones apropiadas. Si es necesario, comunícalo también al
enfermero.
Las movilizaciones diarias
Capitulo 3
(Por Paula María González)
La movilización y transferencia de personas con movilidad reducida o con
cualquier otro trastorno del movimiento, son actividades muy presentes
en nuestro día a día con las personas dependientes y suponen una carga
física considerable para el cuidador, que en el caso de no estar entrenado
para ello pueden provocarle lesiones.
Movilización hacia arriba de la cama
Si la persona no colabora es aconsejable la presencia de dos cuidadores:
Opción A
Cada cuidador se situará a un lado de la cama:
Retirar la sábana superior y la almohada.
Los cuidadores se colocarán a nivel de la cadera de la persona, con
las piernas separadas y con la rodilla más lejana de la cabecera
semiflexionada. Esta posición evitará sobrecargar la espalda, ya que
se trabaja siempre con las piernas.
Evitar los roces y golpes al realizar la movilización.
Colocar un brazo bajo el hombro y el otro bajo el glúteo de la
persona encamada, a nivel del muslo.
En un movimiento sincronizado lo levantarán entre los dos,
realizando un cambio de carga desde la pierna más lejana a la
cabecera a la que está más cercana.
Opción B
Los dos cuidadores se situarán al mismo lado de la cama:
Retirar la sábana superior y la almohada.
Un cuidador se colocará a nivel del tronco, pasando un brazo por
debajo de los hombros y el otro por mitad del tórax; el otro
cuidador deslizará sus brazos por debajo de los glúteos. Los brazos
deben colocarse en forma de bandeja para no hacerse daño.
En un movimiento sincronizado, elevar cuidadosamente a la
persona hacia la cabecera de la cama, cambiando el peso de la
pierna más alejada del cabecero a la otra, sin forzar la espalda.
Si la persona colabora solo será necesaria la presencia de un
cuidador.
Colocarse a nivel de la cadera de la persona dependiente.
Decir a nuestro familiar que se agarre a la cabecera o a los laterales
de la cama.
Pedir que flexione las rodillas para colocar las plantas de los pies
apoyadas en la cama y así, poder realizar fuerza para elevar los
glúteos e impulsarse hacia la cabecera de la cama.
Movilización hacia el borde de la cama
Nos situaremos en el lado de la cama hacia el cual va a trasladar al
enfermo y colocaremos el brazo más próximo del paciente sobre su tórax.
Frenaremos la cama y la colocaremos en posición horizontal (sin
angulación), retirando las almohadas y destapando al paciente (colocar
biombo para proteger su intimidad).
Pasaremos un brazo bajo la cabeza y cuello del paciente hasta asir el
hombro más lejano.
Colocar el otro brazo por debajo de la zona lumbar.
Una vez sujeto con ambos brazos, tiraremos suave y simultáneamente del
paciente hacia la posición deseada.
Una vez desplazada esa parte del cuerpo, situaremos uno de nuestros
brazos bajo los glúteos y el otro bajo el tercio inferior de los mismos,
procediendo a desplazar la otra parte del cuerpo del paciente hacia la
posición deseada.
Si el enfermo es corpulento debe realizarse entre dos personas.
Colocar de lado en la cama
El Auxiliar o Celador debe colocarse en el lado de la cama hacia el que va a
girar el enfermo:
En primer lugar, se desplaza al paciente hacia el lado de la cama contrario
al decúbito deseado, para que al girarlo quede el paciente en el centro de
la cama.
Se le pide al paciente que estire el brazo hacia el lado que va a girar el
cuerpo y que flexione el otro brazo sobre el pecho;
Se le pide que flexione la rodilla del miembro que va a quedar por encima;
A continuación el auxiliar o el celador debe colocar uno de sus brazos por
debajo del hombro y el otro por debajo de la cadera;
Girar al paciente hacia el lado en que se encuentra el auxiliar o celador,
dejándole colocado en decúbito lateral.
NOTA: En la posición de Decúbito Lateral hay que tomar precauciones con
orejas, hombros, codos, cresta ilíaca, trocánteres y maleolos para que no
se produzcan úlceras por presión.
Pasar de la cama a la silla de ruedas
Lo primero que hay que hacer es fijar las ruedas. Si aún así hay peligro de
que la silla se mueva harán falta dos personas, una de las cuales sujetará
la silla por el respaldo para evitar su movimiento.
Si la cama está muy alta se colocará un escalón que sea firme y que tenga
una superficie suficiente para que el enfermo se mueva sin caerse.
El paciente se sentará al borde de la cama y se pondrá, con la ayuda del
Auxiliar, la bata y las zapatillas (de forma que no se le salgan con facilidad).
Si el paciente no puede hacer solo los movimientos necesarios para
sentarse al borde de la cama se le ayudará de la manera indicada en
Forma de sentar al paciente en el borde de la cama.
La silla se coloca con el respaldo en los pies de la cama y paralela a la
misma. El Auxiliar o Celador se coloca frente al enfermo con el pie que
está más próximo a la silla por delante del otro.
El paciente pone sus manos en los hombros del auxiliar o celador mientras
éste lo sujeta por la cintura.
El enfermo pone los pies en el suelo y el Auxiliar o Celador sujeta con su
rodilla más avanzada la rodilla correspondiente del enfermo para que no
se doble involuntariamente.
El Auxiliar o Celador gira junto con el enfermo y, una vez colocado frente a
la silla, flexiona las rodillas de forma que el enfermo pueda bajar y
sentarse en la silla. Cuando la silla no es de ruedas se procede en la misma
forma, pero el peligro de que la silla se mueva es inferior.
Pasar de silla de ruedas a otro asiento
Lo primero que haremos será colocar al paciente con la silla de ruedas de
manera perpendicular al otro asiento y frenaremos la silla. Quitaremos los
reposapiés y el reposabrazos que queda pegado al otro asiento.
Ponerse delante del paciente con las piernas flexionadas y la espalda
recta. Rodear a la persona por debajo de las axilas con nuestros brazos y
colocar una mano en la parte alta de la espalda y la otra a la altura de la
cintura. Hacer bloqueo con nuestras piernas colocando nuestra pierna
entre las suyas y la otra detrás, como si fuéramos a dar un paso.
Una vez tengamos bien cogido al paciente contar hasta tres y desplazar el
peso hacia atrás, haciendo que las nalgas del paciente queden ligeramente
levantadas de la silla de ruedas. Entonces giraremos sobre la punta de los
pies hasta tener a la persona de espaldas al asiento que se le va a pasar.
Es aconsejable que la silla de ruedas y el asiento al que vamos a pasar al
paciente, tengan la misma altura.
Pasar de sentado a pie
Este movimiento se realizará para iniciar la marcha en personas con
capacidad para caminar de manera independiente, o bien con ayuda de
otra persona, o con ayuda de un andador.
Colóquese frente a la persona asistida con las piernas dobladas y la
espalda recta.
Pondremos nuestros brazos por debajo de los suyos a modo de abrazo.
Situaremos los brazos de la persona asistida por encima de nuestros
hombros indicándole que nos abrace y se apoye sobre ellos.
A continuación desplazaremos el peso de nuestro cuerpo hacia atrás para
despegar al enfermo de la silla y lo levantaremos de forma suave y firme.
Levantar una persona desde el suelo
Siempre que sea posible, pide ayuda.
Procedimiento
1. Únicamente aconsejamos realizar esta maniobra, con un solo
cuidador, cuando la persona asistida sea lo suficientemente
autónoma para colaborar en ella.
2. Colocamos al enfermo sentado en el suelo con sus piernas
flexionadas.
3. El cuidador se coloca detrás, con los pies a ambos lados de la cadera
del enfermo, quedando un pie algo más retrasado que el otro.
4. Doblamos las rodillas y colocamos nuestras manos a la altura de la
tripa del enfermo, sujetándola.
5. Los brazos del enfermo quedan por encima de los nuestros.
6. Procederemos a levantarle del suelo estirando nuestras rodillas.
Nos inclinaremos un poco hacia atrás para aprovechar el peso de
nuestro cuerpo, equilibrándonos con el pie más retrasado.
La alimentación Capitulo 4
(Por Nuria Aguado)
La correcta alimentación de las personas mayores es una parte
fundamental de una vida saludable. No obstante, los cambios que se
producen en el organismo con la edad exigen aumentar la ingesta de
determinados nutrientes para mantener una alimentación equilibrada que
cumpla con sus necesidades nutricionales.
Situaciones específicas ligadas a la edad
Pluripatología
Es habitual en las personas ancianas presentar varias enfermedades
crónicas simultáneamente que pueden influir en el estado nutricional:
diabetes, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial, demencia,
depresión... Y enfermedades del aparato digestivo que pueden interferir
con la digestión y la absorción de los nutrientes o que producen anorexia
(rechazo a la alimentación). Cuanto mayor es el número de enfermedades
que padece una persona mayor es su probabilidad de padecer
alteraciones nutricionales tanto por la enfermedad en sí como por los
tratamientos recibidos.
Polifarmacia
Los ancianos son el grupo de edad que más fármacos consumen. Existen
multitud de fármacos que pueden influir tanto en la absorción,
metabolismo y excreción de nutrientes, como en la sensación de apetito.
Cuantos más fármacos se consumen más posibilidades de presentar
problemas nutricionales.
Problemas sociales
Debido a los cambios que se han ido sucediendo en los modelos familiares
las últimas décadas cada vez son más los ancianos que viven solos. Una de
las primeras actividades que descuidan los ancianos que viven solos o los
que tienen un pobre soporte social, es la nutrición. Puede ser por pérdida
de motivación para comer o por desconocimiento para preparar
adecuadamente los alimentos. Además el comer en compañía es esencial
para mejorar el estado de ánimo.
Problemas económicos
Con frecuencia los ancianos tienen dificultades económicas que les
impiden comprar la comida necesaria. Cuando esto ocurre, los primeros
alimentos que se evitan son los más caros que suelen ser los que aportan
la mayor cantidad de proteínas, como las carnes y los pescados.
Incapacidad física
Una persona incapacitada, como puede ser un anciano hemipléjico con
pobre soporte social, puede desnutrirse por no poder comprar la comida,
por no poder cocinarla, por no poder llevársela a la boca, o por no poder
tragarla adecuadamente. De la misma manera, un anciano desnutrido irá
poco a poco perdiendo su capacidad funcional hasta llegar a ser
totalmente dependiente.
Alteraciones en la boca
La falta de higiene oral reduce la ingesta oral, altera el gusto y deteriora
tanto masticación como deglución. Las enfermedades dentales (pérdida
de piezas, ausencia de prótesis dentales o mal ajuste), de las encías
(gingivitis), de la lengua o cavidad oral (infecciones por hongos, úlceras),
de la musculatura oral, de las glándulas salivares (boca seca), de la
mandíbula y la articulación temporomandibular (dolor, limitación de la
apertura de la boca), etc. pueden favorecer la aparición de desnutrición.
Alteraciones de gusto y olfato
Con la edad se produce una pérdida de papilas gustativas linguales con
disminución de la capacidad gustativa y una pérdida de la capacidad
olfativa: apetece más lo dulce y lo salado.
Ejercicios para fortalecer la musculatura de la boca
Los trastornos o problemas en la musculatura orofacial se manifiestan
con rigidez muscular o movimientos bruscos o poco armoniosos y, por el
contrario, con la musculatura laxa que dificulta la articulación de
movimientos.
Tipos de ejercicios orofaciales
Los músculos orofaciales intervienen en la deglución y en el habla. En
general, los ejercicios indicados para mejorar la musculatura orofacial
inciden en su movilidad para fortalecerlos o relajarlos.
Ejercicios de respiración
La respiración adecuada mediante el uso del diafragma resulta esencial
para el correcto funcionamiento muscular.
Ejercicio de respiración diafragmática
Coge aire por la nariz y llévalo hasta el abdomen. Sabrás que lo trasladaste
al abdomen, porque éste se hinchará. Cuando notes el aire en el
diafragma, debes retenerlo durante 3 segundos. Por último, hay que
expulsar el aire por la boca de forma lenta y natural.
Ejercicio de respiración base. Hacer pompas
Inspira aire por la nariz de forma suave y corta. Retén el aire y expúlsalo
por la boca con una espiración prolongada.
Inspira por la nariz de forma suave y corta. Retén el aire, y espíralo por la
boca en dos veces.
Inspira por la nariz en dos tiempos. Retén y expulsa por la boca de forma
prolongada.
Ejercicios de succión
Puedes estimular el movimiento de succión, propiciando momentos en los
que necesite ejercerlo para beber líquidos de su agrado. Por ejemplo:
ofrece zumos, batidos o leche en brick individual para que beba mediante
una pajita. Es recomendable comenzar con pajitas cortas y delgadas, pues
exigen menos esfuerzo, e ir avanzando hacia otras de mayor grosor y
longitud.
Ejercicios de masticación
La estimulación del proceso de masticación es un ejercicio muy
importante, combina texturas y grados de dureza de los alimentos.
Alimentación por sonda nasogastrica
Cuidados básicos del paciente con sonda
Hay que limpiar la boca tras cada toma de alimento o al menos dos
veces al día. Para ello deben cepillarse los dientes y la lengua con un
antiséptico o elixir, intentando que no se trague líquido.
Hidratar los labios con crema de cacao o vaselina al menos dos
veces al día.
También se deben limpiar las fosas nasales con cuidado, utilizando
un bastoncillo de algodón humedecido con agua caliente o
templada.
Aplicar crema hidratante en los orificios nasales para evitar
irritaciones.
Cuidados de la sonda nasogástrica
Lavar la sonda con agua jabonosa diariamente y secarla bien.
Limpiar el tapón de la sonda cuidadosamente y secarlo bien para
evitar que se quede pegado.
Cada día es conveniente apoyar esta sonda en un lugar diferente
para evitar que la piel se lesione.
Cambiar el esparadrapo o tirita cada día.
Si nota que la sonda se oscurece, presenta grietas u orificios, avise a
su médico o enfermera.
El cambio de la sonda lo indicará el médico o enfermera cuando lo
crea oportuno (el tiempo máximo recomendable es de 6 meses).
Cuidados de la gastrostomía
Si la sonda está insertada en el estómago (gastrostomía), debe
limpiarse cada día la zona de la piel donde está colocada con agua
templada y jabón, así como las conexiones. Mantener la zona de
inserción bien seca.
El soporte externo de la sonda puede levantarse ligeramente y
girarse para limpiarlo sin tirar bruscamente. Debe quedar apoyado
sobre la piel sin ejercer presión.
Una vez al día debe girarse la sonda para evitar adherencias.
Para fijar la sonda de gastrostomía, podemos poner esparadrapo
hipoalergénico aprovechando la flexión natural de la misma.
El cambio de la sonda lo indicará el médico o enfermera cuando lo
crea oportuno (el tiempo máximo recomendable es de 3 meses).
Si nota que la sonda se oscurece, presenta grietas u orificios, avise a
su médico o enfermera.
RECOMENDACIONES DIETÉTICAS EN EL ANCIANO
Diabetes
Repartir la dieta en 5-6 comidas diarias para evitar las hipoglucemias.
Evitar los azúcares refinados (glucosa, fructosa y sucrosa). Precaución con
los alimentos conocidos como "especiales para diabéticos", ya que suelen
aportar muchas calorías y con frecuencia se piensa que se pueden
consumir sin restricción.
Hipertensión arterial
Evitar el sobrepeso, limitar el consumo de sal, caminar todos los días y
limitar la ingesta de alcohol, son claramente eficaces en el control de la
tensión arterial. Con la ventaja de que los ancianos son más sensibles a las
dietas con poco contenido en sal y su efecto es mayor.
Cardiopatía isquémica
Obesidad, diabetes, hipertensión arterial e hipercolesterolemia son
factores de riesgo relacionados con la dieta. Ser recomienda consumir más
pescado blanco y azul que carne, especialmente a la plancha; en cuanto a
la carne es preferible las de pollo, pavo y ternera. No se deben ingerir más
de tres huevos a la semana y son recomendables los lácteos desnatados.
Lesiones de la boca
Una limpieza profesional de la cavidad oral mejora la percepción de los
sabores dulces y salados. Dieta líquida o licuada que pueda ingerirse con
una pajita, beber abundantes líquidos, el consumo de salsas con los
alimentos secos, la elección de alimentos fríos y evitar los ácidos. Los
dulces con concentración elevada de azúcar, como la miel y la mermelada,
resultan irritantes para las mucosas.
Alteraciones del gusto y olfato
La pérdida o disminución de sensibilidad a ciertos sabores en el anciano
puede conducir a un aumento o rechazo del consumo de determinados
alimentos.
Por ejemplo, tienden a aumentar el consumo de sal, lo que conduce a
agravar determinadas patologías como la insuficiencia cardiaca o la
hipertensión arterial. Por otro lado, pueden verse obligados a salar poco
las comidas por indicación médica, resultando menos apetecibles.
Por ello es recomendable potenciar el sabor de las comidas mediante la
condimentación (especias, ajo, hierbas aromáticas, etc.) y las técnicas
culinarias o combinaciones de alimentos (sofritos, marinados, escabeche,
etc.) para incrementar el sabor.
Disfagia
La disfagia (dificultad para tragar) a sólidos se puede aliviar licuando o
desmenuzando los alimentos. Algunos pueden requieren el uso del
mortero y luego mezclarlos con un líquido en la batidora eléctrica. La
disfagia a líquidos mejora con el uso de espesantes como la gelatina, el
almidón, la harina de maíz, la patata o el huevo batido, que, mezclados
con líquidos y con la preparación adecuada, dan texturas como flanes,
purés, cremas, pudines, etc., permitiendo mejorar la hidratación y la
inclusión de alimentos líquidos en la dieta.
Náuseas y vómitos Una dieta pobre en grasas, alimentos no
excesivamente condimentados y que desprendan poco olor, así como la
textura líquida o semilíquida y los alimentos a temperatura ambiente o
fría facilitan la tolerancia. También son recomendables ingestas pequeñas
y frecuentes. Durante y después de la ingesta deberá mantenerse al
paciente en posición sentada o incorporada.
Anorexia
Ingestas pequeñas pero atrayentes para el anciano. Buscar entre los
alimentos los más ricos en nutrientes y los más agradables. Se puede
triturar, batir, licuar o espesar, como convenga según la persona ya que se
debe tener en cuenta que incluso en pacientes con problemas de
masticación puede resultar más apetecible una dieta normal que
triturada.
AYUDAR A COMER A LA PERSONA DEPENDIENTE
El objetivo ha de ser siempre ayudar a la persona dependiente a mantener
el mayor nivel posible de autonomía.
Cocinar
El cuidador debe buscar la colaboración de la persona dependiente,
facilitando la comunicación y la partipación, e incluso pidiendo consejos.
También es recomendable respetar sus decisiones en la medida que sea
posible.
Ejemplos: Poner la mesa, pelar las verduras, vigilar la cocción…
Comer
La comida en nuestra cultura es un acto social, se debe acompañar a la
persona dependiente y si es posible comer con ella lo cocinado. Es
necesario hacer agradable el lugar en el que se come y evitar, siempre que
la situación lo permita, comer en el misma habitación en la que se
duerme.
La persona come por sí misma.
En este caso la labor del cuidador se limita a facilitar el consumo de los
alimentos, sirviendo la comida, por ejemplo, en pequeñas porciones
(cortar la carne, pelar y trocear la fruta…). El procedimiento debería ser el
siguiente.
1.) Anunciar a la persona que es la hora de la comida y que en breve se
servirá
2.) Si no puede levantarse, posición semisentada en la cama o sentada al
borde de la misma
3.) Retirar elementos desagradables como cuñas, bolsas de orina,
pañales…
4.) Recordar que es necesario lavarse las manos. Es recomendable que el
cuidador también se las lave delante de la persona dependiente
5.) Colocar al alcance los utensilios necesarios (cubiertos, servilletas…)
6.) Comprobar la temperatura de los alimentos (excesivamente fríos o
calientes)
7.) Trocear los alimentos si es necesario en fracciones fácilmente
masticables
8.) Recoger todo el material utilizado y facilitar la higiene bucal
La persona no puede comer por sí misma.
Son válidas las recomendaciones dadas en la persona que puede comer
sola con algunas de las siguientes adaptaciones.
1.) Proteger el pecho de la persona con una servilleta
2.) Proporcionar los alimentos en el orden que la persona prefiera y al
ritmo necesario para que pueda tragar y masticar con facilidad
3.) Comprobar siempre antes del siguiente bocado que la persona ha
tragado. Es frecuente que queden restos en la boca
4.)Limpiar la boca siempre que sea necesario extremando la pulcritud
5.) Ofrecer agua aunque la persona no la solicite
CONSEJOS GENERALES
El estado emocional y la salud mental son fundamentales: potenciar
la vida social y familiar, no es bueno comer solo.
El ambiente a la hora de las comidas debe ser agradable y
armonioso
El ejercicio físico mejora la evacuación y abre el apetito.
Las dietas deben ser sencillas y de fácil elaboración
Mantener en lo posible los hábitos y gustos personales
Cuidar la presentación de la comida
Dentadura en buenas condiciones higiénicas y mecánicas.
Las comidas deben ser ligeras
Los alimentos deben ser de fácil masticación y deglución
Se debe dar importancia en la alimentación a la leche y los
derivados lácteos
Cuidar la ingesta de sal y azúcar
Fraccionar la dieta en varias comidas (cinco comidas al día) Comer
despacio. Desayunar más y cenar menos.
Beber suficiente agua, unos dos litros al día. Acostumbrarse/le a
beber líquidos entre comidas
Verduras, hortalizas y frutas: presentes en cada comida.
Acompañar los platos de carne con ensaladas.
Incluir la fibra en cada menú (verduras, legumbres, cereales, pan
integral…) Potenciar la ingesta de fibra y alimentos integrales
Disminuir el consumo de grasas (quitar la grasa visible de la carne,
escurrir el aceite usado para cocinar, no guisar con mantequilla ni
manteca, tomar leche desnatada, evitar la mantequilla, alimentos a
la plancha mejor que fritos, no tomar más de tres huevos a la
semana)
Moderar el consumo de café, alcohol y bebidas estimulantes.
Cuidados específicos
Capitulo 5
(Por Jaime Pelaez)
Dentro de la atención diaria a las personas dependientes, están los
cuidados específicos que una determinada dolencia puede tener.
Como tomar la temperatura
1. Espere al menos 15 minutos después de bañarse o ejercitarse, antes
de tomar la temperatura axilar.
2. Saque el termómetro del estuche.
3. Ponga el termómetro dentro de una funda plástica desechable. Si
usted no tiene una funda desechable, limpie la punta del
termómetro usando agua tibia y jabón o alcohol. Luego enjuáguelo
con agua fría.
4. Introduzca el extremo cubierto debajo del brazo.
5. Mantenga el termómetro debajo del brazo hasta que éste pite.
6. Retire el termómetro cuando aparezcan los números en la ventana.
7. Digital Thermometer
8. Lea los números que aparecen en la ventana. Estos números indican
su temperatura. Agregue al menos un grado a la temperatura que
aparece en la ventana.
9. Su médico puede pedirle que anote en un registro las temperaturas.
Escriba la lectura de la temperatura cada vez que se la tome.
10. Retire la funda desechable bien sea con su mano o con el ejector del
termómetro.
11. Coloque nuevamente el termómetro en el estuche.
Como medir la glucemia
Pasos a seguir
Medir tu nivel de azúcar en sangre es un proceso simple utilizando un
dispositivo de punción, lanceta, tira reactiva y un monitor. Tu educador en
diabetes te enseñará como hacer esto con el monitor de glucosa en la
sangre que has elegido. Lo siguiente son las instrucciones generales para
utilizar un monitor de glucosa en sangre.
Lávate las manos o limpia el dedo u otro sitio con el alcohol. Si estás
utilizando el alcohol, dejar secar antes de pinchar el dedo.
Pincha el sitio que hayas elegido con un dispositivo de punción.
Pon una gota de sangre sobre una tira de prueba.
Sigue las instrucciones para insertar la tira reactiva y utilizar el
medidor de glucosa en sangre.
En segundos, tendrás la lectura del nivel de azúcar en sangre.
Cuidados del sondaje vesical
Usted tiene un catéter (sonda) interno o permanente en la vejiga.
"Permanente o interno" significa dentro del cuerpo. Esta sonda drena la
orina desde la vejiga hasta una bolsa por fuera del cuerpo. Las razones
comunes para tener una sonda permanente son incontinencia urinaria
(escape), retención urinaria (no ser capaz de orinar), cirugía que hizo
necesaria la colocación de esta sonda u otro problema de salud.
Será necesario que usted verifique que la sonda permanente esté
trabajando adecuadamente. Usted también necesitará saber cómo limpiar
dicha sonda y el área donde se fija al cuerpo para no contraer una
infección ni presentar irritación de la piel. Convierta el cuidado de la sonda
y de la piel en parte de su rutina diaria.
Limpieza de la piel
Materiales
2 toallas limpias
2 toallas de mano limpias
Jabón suave
Agua caliente
Recipiente o lavamanos limpio.
Procedimiento
1. Lávese bien las manos con agua y jabón. Cerciórese de limpiarse
entre los dedos y debajo de las uñas.
2. Moje una de las toallas con agua caliente y échele jabón.
3. Lave suavemente toda el área alrededor del sitio donde entra la
sonda con la toalla enjabonada. Las mujeres deben limpiarse desde
el frente hacia atrás. Los hombres desde la punta del pene hacia
abajo.
4. Enjuague la toalla con agua hasta quitarle el jabón.
5. Agréguele más jabón a la toalla. Úsela para lavar suavemente la
parte superior de las piernas y los glúteos.
6. Enjuáguele el jabón y seque dando toquecitos con una toalla limpia.
7. NO use cremas, polvos ni aerosoles cerca de esta zona.
Limpieza de la sonda
1. Lávese bien las manos con agua y jabón. Cerciórese de limpiarse
entre los dedos y debajo de las uñas.
2. Cambie el agua caliente del recipiente si está usando algo distinto a
un lavamanos.
3. Moje la segunda toalla con agua caliente y échele jabón.
4. Sostenga la sonda con cuidado y empiece a lavar el extremo cerca
de la vagina o del pene. Vaya recorriendo lentamente la sonda hacia
abajo (lejos del cuerpo) para limpiarla. NUNCA limpie desde el otro
extremo de la sonda hacia el cuerpo.
5. Seque suavemente la sonda con la segunda toalla limpia.
6. Usted fijará la sonda a la parte interna del muslo con un sistema de
fijación especial.
Probablemente reciba dos bolsas. Una bolsa se fija a su muslo para usarse
durante el día. La segunda bolsa es más grande y tiene un tubo de
conexión más largo. Esta bolsa puede contener suficiente para usarse
durante la noche. Le enseñarán cómo desconectar las bolsas del catéter
de Foley para poder cambiarlas. También le enseñarán a vaciar las bolsas a
través de una válvula separada sin la necesidad de desconectar la bolsa
del catéter de Foley.
Consejos
Mantenga siempre la bolsa por debajo de la cintura.
Trate de no desconectar la sonda más de lo que sea necesario. El
hecho de mantenerla conectada a la bolsa la hará trabajar mejor.
Verifique si hay retorcimientos y mueva la sonda si no está
drenando.
Tome mucha agua durante el día para mantener la orina fluyendo.
Cuándo llamar al médico
Dolor alrededor de los lados o en la región lumbar.
La orina huele mal o está turbia, o de un color diferente.
Fiebre o escalofríos.
Una sensación de ardor o dolor en la vejiga o la pelvis.
Secreción o drenaje alrededor de la sonda en donde se inserta en su
cuerpo.
No se siente como si fuera usted mismo. Se siente cansado,
adolorido y tiene problemas para concentrarse
La bolsa se está llenando rápidamente y tiene un aumento en la
orina.
Usted está presentando escape de orina alrededor de la sonda.
Nota sangre en la orina.
La sonda parece bloqueada y no esta drenando.
Nota arenilla o cálculos en la orina.
Tiene dolor cerca de la sonda.
Cuidados en la colostomia
Un estoma es una porción de intestino, que sale al exterior de la zona
abdominal (mediante intervención quirúrgica), para eliminar residuos
orgánicos, que por algún motivo no pueden ser evacuados por el recto.
El estoma no es piel, sino una porción de intestino, que se lleva al exterior
mediante un orificio en la piel. Tiene un aspecto mucoso porque lo que se
exterioriza es la parte interna del intestino.
En una colostomía se exterioriza el colón. Hay diferentes tipos, según la
parte del colon que se exteriorice las heces tendrán menor o mayor
consistencia.
Cuidados
Higiene: Lavar el estoma con agua y jabón y secar bien mediante
toquecitos, con una toalla. NUNCA USAR SECADOR PARA EVITAR
QUEMADURAS.
Si el estoma sangra un poco, entra dentro de la normalidad. Lo que
será motivo de alarma es que sangre en abundancia.
Es más recomendable la ducha que el baño y el estoma lo
dejaremos en último lugar.
Se podrá duchar con o sin bolsa.
Existen dos tipos de bolsas
1. Las ABIERTAS, estas disponen de un sistema de vaciado en la parte
inferior.
2. Las CERRADAS, en estas no podremos vaciar el contenido, sino que
cambiaremos la bolsa.
Cambio de adhesivo y bolsa.
1. Retirar la bolsa despegando la parte pegada a la piel despacio y sin
tirones.
2. Lavar el estoma con agua y jabón.
3. Secar dando golpecitos con una toalla limpia y seca.
4. Medir el estoma con la ayuda de una plantilla medidora.
5. Recortar el nuevo adhesivo con las medidas del estoma.
6. Si la bolsa y el adhesivo son una pieza única, colocarla pegando el
adhesivo de abajo a arriba, para poder ver el estoma.
7. Si la bolsa y el adhesivo van separados, pegar el adhesivo primero y
luego adjuntar la bolsa encajando las guías y presionando.
Comprobar que la unión es correcta.
¿Cuándo debemos cambiar la bolsa?
1 - Las bolsas ADHESIVO+BOLSA CERRADA
Cada día, cuando el contenido de la bolsa supere la mitad de la
bolsa.
2 - Las bolsas DE DOS PIEZAS
El adhesivo cada 4 días. Bolsas ostomia
Si la bolsa es cerrada: cambiar todos los días cuando el
contenido supere la mitad de la bolsa.
Si la bolsa es abierta: vaciar la bolsa cuando el contenido
supere la mitad de la bolsa.
Es importante que la materia fecal no esté en contacto con la
piel que rodea el estoma para no irritarla, por eso hay que
cortar el disco adhesivo con el diámetro que tenga el estoma.
Síndrome del recto fantasma
Consiste en la sensación de querer defecar por el recto. La sensación
desaparece cuando se siente en el wc. Esta situación desaparecerá con el
tiempo.
Normas de administración de medicamentos
Nunca administrar medicamentos recetados a otras personas.
Administrar la dosis correcta a la hora indicada.
Mantener el medicamento en su envase original para evitar
confusiones.
Conservar el prospecto para posibles aclaraciones
Comprobar que la vía de administración es la correcta.
Compruebe la fecha de caducidad.
No interrumpa o modifique el tratamiento si no es por
indicación médica.
Comunicar al médico las reacciones adversas.
Comprobar que el paciente no sufre alergia al medicamento
que le vamos a administrar.
Uso de heparina
Uno de los medicamentos más frecuentes usados en las personas
dependientes son los anticoagulantes. El más común es la heparina, que
se administra por inyecciones subcutáneas
Zonas más adecuadas de inyección
El abdomen, que es el lugar preferente, evitando un círculo de
1cm aproximadamente alrededor del ombligo.
La parte lateral y posterior de los brazos.
La parte superior de los muslos en su cara lateral.
Recomendaciones a la hora de administrar heparina:
Es importante rotar las zonas de inyección. Cada inyección
debe estar separada unos 2,5cm entre sí Y No se debe
pinchar en una zona que esté enrojecida, cerca de un lunar o
cicatriz o si hay una placa dura.
Forma de proceder
1. Lavado de manos.
2. Desinfecte la piel de la zona de inyección con un algodón mojado en
un antiséptico.
3. Forme un pliegue cutáneo entre los dedos pulgar e índice, sin
oprimir.
4. Las jeringas vienen ya dosificadas y listas para su uso. La burbuja de
aire NO deber ser expulsada antes de la inyección.
5. Coger la jeringa precargada, con el dedo pulgar e índice de la mano
libre.
6. Introduzca la aguja en toda su longitud, formando un ángulo de 90º.
Si observa sangre en la jeringa saque la aguja y vuelva a pinchar en
otro punto.
7. Inyecte el líquido despacio y de forma regular, manteniendo
siempre el pliegue en la piel.
8. Después de haber inyectado la solución, retire la guja, suelte el
pliegue cutáneo y aplique un algodón seco en el lugar de la punción.
Administración de insulina
En este apartado, describiremos las acciones y consideraciones necesarias
para la administración de insulina en los pacientes diabéticos. El cuidador
se encargará de realizar la inyección de insulina previamente entrenado.
La vía habitual es la subcutánea, su dosis y hora de administración será
indicada por el médico.
Las zonas de inyección recomendadas son
Muslos, zona anterior y externa-lateral. Para insulinas de acción
lenta.
Brazos, zona externa-superior. Insulinas de acción rápida.
Abdomen, es el lugar donde la insulina se absorbe más
rápidamente. Insulinas de acción rápida.
Lo ideal es usar siempre la misma zona para un mismo tipo de
insulina (por ej. abdomen para insulinas rápidas y muslos para
lentas). Es importante ROTAR los sitios de inyección
Dispositivos para la administración de insulina
Jeringuillas, las jeringuillas desechables se utilizan para mezclar
diferentes tipos de insulina en la misma inyección o para tipos de
insulina que no se encuentras disponibles en cartuchos para
plumas. Su graduación en es unidades internacionales (en 1ml hay
100unidades de insulina). Los tamaños son de 1ml y deben utilizarse
una sola vez.
Plumas o bolígrafos de insulina, son dispositivos del tamaño de un
bolígrafo. El vial de insulina se encuentra en su interior y sólo es
necesaria la selección de las unidades antes de cada administración.
Debemos cambiar de aguja una vez utilizada.
Técnica de inyección de insulina con jeringa
1. Lavarse las manos.
2. Llenar la jeringa con la misma cantidad de aire que dosis de insulina
se vaya a administrar.
3. Inyectar el aire en el vial de insulina.
4. Aspirar del vial la dosis indicada.
5. Limpiar la zona donde se vaya a inyectar con agua y jabón.
6. Coger la jeringa con una mano y con la otra, coger un pellizco
superficial de la zona donde se vaya a inyectar la insulina.
7. Pinchar en la piel con un ángulo de 45º y empujar el émbolo de la
jeringa. Si hay mucha grasa o si la guja es corta se inyectará
verticalmente (90º). Si hay poca grasa o la aguja es larga se pinchará
con la jeringa inclinada.
8. Sin soltar el pellizco, inyectar la insulina lentamente.
Posteriormente, soltar el pellizco y esperar de 5 a 10 segundos
antes de retirar la aguja.
Técnica de inyección con bolígrafo
1. Lavarse las manos.
2. Colocar una aguja nueva si es necesario.
3. Eliminar una pequeña cantidad de insulina para asegurarse que la
insulina llena toda la aguja y el aire de la aguja se ha eliminado.
4. Cargar la pluma con la dosis adecuada.
5. Coger la pluma en una mano y con la otra coger un pellizco.
6. Pinchar en posición perpendicular a la piel y presionar el émbolo.
7. Soltar el pellizco.
8. Contar 5 a 10 segundos antes de retirar la aguja.
Conservación y almacenamiento de la insulina
La insulina se puede mantener a temperatura ambiente de 4 a 5 semanas
sin perder efectividad. La insulina glargina pierde eficacia tras 20 días a
temperatura ambiente. La temperatura no debe ser mayor de 25 a 30º y
debe estar a oscuras. Los viales y cartuchos que no se estén utilizando
deben estar en frigorífico.
Mantener el Tono Muscular en personas
dependientes
Capitulo 6
(Por Sara Alvarez Menéndez)
EJERCICIOS EN CAMA
Los ejercicios en cama aportan una serie de beneficios:
- Previenen la rigidez articular y las deformidades óseas.
- Conservan la amplitud articular, ya que se estiran las cápsulas y
ligamentos y se estimula la secreción sinovial, haciendo más fácil la
realización de los movimientos.
- Evitan la pérdida de masa muscular.
- Mejoran la circulación, pues la contracción muscular actúa como
una bomba mecánica que contribuye al retorno venoso y linfático.
Ejercicios:
Para realizar los ejercicios debemos de tener una buena alineación
corporal.
Los movimientos se harán de forma lenta y controlada. En caso de
resultar doloroso algún ejercicio se dejará de ejecutar. Si el paciente
no es capaz de realizar algún ejercicio por sí solo, se puede asistir
dicho movimiento.
Se realizarán 2-3 series de cada ejercicio con 8-10 repeticiones,
entre cada serie se hará un breve descanso de 30-60 segundos.
1. Abrir/ cerrar manos: Cerrar lentamente la mano, todo lo que sea
posible “hasta lograr hacer puño”. Nos podemos ayudar de una
pelota blanda o una esponja y apretarla.
2. Flexión/ extensión de muñecas: Realizar lentamente
movimientos de flexión y extensión de la muñeca alternativamente.
Notar como se contrae la musculatura del antebrazo.
3. Circunducción de muñecas: Realizar círculos con la muñeca,
primero hacia un lado y después en sentido contrario.
4. Flexión/ extensión de codos: Llevar de forma alternativa las
manos hacia los hombros y hacia el suelo. Mantener los codos
pegados al cuerpo durante todo el movimiento. Notar como se
contrae la musculatura anterior del brazo (bíceps braquial y braquial
anterior).
5. Supinación de antebrazos: Rotar el antebrazo, de forma que se
pongan las palmas boca arriba y boca abajo alternativamente.
Conservar este movimiento permite al anciano realizar el giro
necesario para llevar la comida a la boca, o para asearse.
6. Flexión/ extensión brazos: Elevar los brazos hacia el techo y
descender hacia el suelo alternativamente. Se debe tener especial
precaución al elevar los brazos por encima de los 90º en lesiones
del manguito rotador o cuando existe conflicto subacromial.
7. Abducción/ aducción brazos: Separar y acercar los brazos al
cuerpo. Al igual que en el anterior ejercicio se debe tener especial
precaución al elevar los brazos por encima de los 90º en lesiones
del manguito rotador o cuando existe conflicto subacromial.
8. Rotación brazos: Sin separar los codos del cuerpo, acercar y
alejar la mano del abdomen todo lo posible. Notar como se desliza
la cabeza humeral.
9. Flexión/ extensión de tobillos: Se realiza un movimiento similar
al que se hace en las “máquinas de coser antiguas”. Este ejercicio
también puede aparecer con el nombre de “bombeos de pie”, ya
que al contraer los gemelos se ayuda a bombear la sangre venosa
hacia el corazón.
10. Circunducción de tobillos: Realizar círculos con los pies, primero
hacia un lado y después hacia el contrario, con la máxima amplitud
posible.
11. Extensión/ flexión de rodillas: Sentados en la silla elevar la
pierna hasta que quede paralela al suelo y descender lentamente
hasta dejar el pie debajo de la rodilla. Notar como se contrae la
parte anterior del muslo (cuádriceps) al elevar la pierna, y al
descender como empieza a actuar también la parte posterior del
muslo (isquiotibiales).
12. Flexión de cadera: Llevar la rodilla al pecho.
13. Abducción/ Aducción de cadera: Separar y juntar las rodillas
alternativamente. Trabaja principalmente el glúteo medio, el cual se
encarga de dar estabilidad a la pelvis durante la marcha.
14. Inclinación de cabeza: Llevar la oreja derecha hacia el hombro
derecho y la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo.
15. Rotación de cabeza: Decir “no” con la cabeza lentamente,
abarcar todo el recorrido posible. Para evitar mareos realizar
primero 4-5 giros hacia un lado acompañando el movimiento con la
mirada y después hacia el contrario.
16. Flexión de cabeza: Decir lentamente “sí” con la cabeza, es decir,
llevar la barbilla al esternón y volver hasta acabar con la mirada al
frente. En personas con mareos evitar realizar la extensión.
17. Llevar la barbilla al esternón a la vez que se despega la parte
superior del tronco de la cama. Este ejercicio se realiza tumbado,
con miembros inferiores flexionados. El objetivo es fortalecer el
abdomen, proporcionando estabilidad al tronco.
18. Puente de pelvis: El paciente se encuentra tumbado con los
miembros inferiores flexionados, desde esa posición elevar la
pelvis, mantener 3 segundos y volver a descender la pelvis
lentamente. Objetivo: fortalecer abdomen y glúteos, proporcionando
estabilidad a la pelvis y tronco.
EJERCICIOS EN SEDESTACIÓN
Realizar los ejercicios en sedestación aporta una serie de
beneficios:
- El control postural del tronco es mayor, hay una mayor
solicitación de la musculatura extensora.
- En esta posición se facilita la respiración y deglución.
- Mejora el campo visual del paciente y con ello el confort.
Ejercicios:
Para realizar los ejercicios debemos de tener una buena higiene
postural con los pies bien apoyados en el suelo y la espalda recta.
Los movimientos se harán de forma lenta y controlada. En caso de
resultar doloroso algún ejercicio se dejará de ejecutar.
Se realizarán 2-3 series de cada ejercicio con 8-10 repeticiones,
entre cada serie se hará un breve descanso de 30-60 segundos.
1. Abrir/ cerrar manos: Cerrar lentamente la mano, todo lo que sea
posible “hasta lograr hacer puño”. Nos podemos ayudar de una
pelota blanda o una esponja y apretarla.
2. Flexión/ extensión de muñecas: Realizar lentamente
movimientos de flexión y extensión de la muñeca alternativamente.
Notar como se contrae la musculatura del antebrazo.
3. Circunducción de muñecas: Realizar círculos con la muñeca,
primero hacia un lado y después en sentido contrario.
4. Flexión/ extensión de codos: Llevar de forma alternativa las
manos hacia los hombros y hacia el suelo. Mantener los codos
pegados al cuerpo durante todo el movimiento. Notar como se
contrae la musculatura anterior del brazo (bíceps braquial y braquial
anterior).
5. Supinación de antebrazos: Rotar el antebrazo, de forma que se
pongan las palmas boca arriba y boca abajo alternativamente.
Conservar este movimiento permite al anciano realizar el giro
necesario para llevar la comida a la boca, o para asearse.
6. Flexión/ extensión brazos: Elevar los brazos hacia el techo y
descender hacia el suelo alternativamente. Se debe tener especial
precaución al elevar los brazos por encima de los 90º en lesiones
del manguito rotador o cuando existe conflicto subacromial.
7. Abducción/ aducción brazos: Separar y acercar los brazos al
cuerpo. Al igual que en el anterior ejercicio se debe tener especial
precaución al elevar los brazos por encima de los 90º en lesiones
del manguito rotador o cuando existe conflicto subacromial.
8. Rotación brazos: Sin separar los codos del cuerpo, acercar y
alejar la mano del abdomen todo lo posible. Notar como se desliza
la cabeza humeral.
9. Flexión/ extensión de tobillos: Se realiza un movimiento similar
al que se hace en las “máquinas de coser antiguas”. Este ejercicio
también puede aparecer con el nombre de “bombeos de pie”, ya
que al contraer los gemelos se ayuda a bombear la sangre venosa
hacia el corazón.
10. Circunducción de tobillos: Realizar círculos con los pies, primero
hacia un lado y después hacia el contrario, con la máxima amplitud
posible.
11. Extensión/ flexión de rodillas: Sentados en la silla elevar la
pierna hasta que quede paralela al suelo y descender lentamente
hasta dejar el pie debajo de la rodilla. Notar como se contrae la
parte anterior del muslo (cuádriceps) al elevar la pierna, y al
descender como empieza a actuar también la parte posterior del
muslo (isquiotibiales).
12. Flexión de cadera: Llevar la rodilla al pecho.
13. Abducción/ Aducción de cadera: Separar y juntar las rodillas
alternativamente. Trabaja principalmente el glúteo medio, el cual se
encarga de dar estabilidad a la pelvis durante la marcha.
14. Inclinación de cabeza: Llevar la oreja derecha hacia el hombro
derecho y la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo.
15. Rotación de cabeza: Decir “no” con la cabeza lentamente,
abarcar todo el recorrido posible. Para evitar mareos realizar
primero 4-5 giros hacia un lado acompañando el movimiento con la
mirada y después hacia el contrario.
16. Flexión de cabeza: Decir lentamente “sí” con la cabeza, es decir,
llevar la barbilla al esternón y volver hasta acabar con la mirada al
frente. En personas con mareos evitar realizar la extensión.
EJERCICIOS EN BIPEDESTACIÓN
Realizar los ejercicios en bipedestación aporta una serie de
beneficios:
- El control postural es mayor que en sedestación, pues toda la
musculatura antigravitatoria debe estar activada para mantener el
cuerpo en posición bípeda.
- Requiere un trabajo de equilibrio.
- Se carga el peso sobre los miembros inferiores, aportando la
sensación de peso a los pies, lo cual ayuda a la desmineralización
ósea.
- Previene las úlceras por presión.
- Facilita la actividad intestinal.
- Aumenta el campo visual, por lo que la persona recibe mayor
información y estímulos del medio.
Ejercicios:
Para realizar los ejercicios se debe de adoptar una correcta postura,
incluye lo siguiente: repartir el peso del cuerpo en los dos pies,
mantener la espalda recta, respetando la curvatura normal de la
columna y, colocar la cabeza con la mirada al frente.
Para minimizar el riesgo de caídas los ejercicios se realizarán con la
pared a las espaldas del paciente, y se colocará una silla delante, la
cual puede darle apoyo si es necesario durante la realización de
algún ejercicio.
Los movimientos se harán de forma lenta y controlada. En caso de
resultar doloroso algún ejercicio se dejará de ejecutar.
Se realizarán 2-3 series de cada ejercicio con 8-10 repeticiones,
entre cada serie se hará un breve descanso de 30-60 segundos.
1. Abrir/ cerrar manos: Cerrar lentamente la mano, todo lo que sea
posible “hasta lograr hacer puño”. Nos podemos ayudar de una
pelota blanda o una esponja y apretarla.
2. Flexión/ extensión de muñecas: Realizar lentamente
movimientos de flexión y extensión de la muñeca alternativamente.
Notar como se contrae la musculatura del antebrazo.
3. Circunducción de muñecas: Realizar círculos con la muñeca,
primero hacia un lado y después en sentido contrario.
4. Flexión/ extensión de codos: Llevar de forma alternativa las
manos hacia los hombros y hacia el suelo. Mantener los codos
pegados al cuerpo durante todo el movimiento. Notar como se
contrae la musculatura anterior del brazo (bíceps braquial y braquial
anterior).
5. Supinación de antebrazos: Rotar el antebrazo, de forma que se
pongan las palmas boca arriba y boca abajo alternativamente.
Conservar este movimiento permite al anciano realizar el giro
necesario para llevar la comida a la boca, o para asearse.
6. Flexión/ extensión brazos: Elevar los brazos hacia el techo y
descender hacia el suelo alternativamente. Se debe tener especial
precaución al elevar los brazos por encima de los 90º en lesiones
del manguito rotador o cuando existe conflicto subacromial.
7. Abducción/ aducción brazos: Separar y acercar los brazos al
cuerpo. Al igual que en el anterior ejercicio se debe tener especial
precaución al elevar los brazos por encima de los 90º en lesiones
del manguito rotador o cuando existe conflicto subacromial.
8. Rotación brazos: Sin separar los codos del cuerpo, acercar y
alejar la mano del abdomen todo lo posible. Notar como se desliza
la cabeza humeral.
9. Flexión/ extensión de tobillos: Se realiza un movimiento similar
al que se hace en las “máquinas de coser antiguas”. Este ejercicio
también puede aparecer con el nombre de “bombeos de pie”, ya
que al contraer los gemelos se ayuda a bombear la sangre venosa
hacia el corazón.
10. Circunducción de tobillos: Realizar círculos con los pies, primero
hacia un lado y después hacia el contrario, con la máxima amplitud
posible.
11. Extensión/ flexión de rodillas: Sentados en la silla elevar la
pierna hasta que quede paralela al suelo y descender lentamente
hasta dejar el pie debajo de la rodilla. Notar como se contrae la
parte anterior del muslo (cuádriceps) al elevar la pierna, y al
descender como empieza a actuar también la parte posterior del
muslo (isquiotibiales).
12. Flexión de cadera: Llevar la rodilla al pecho.
13. Abducción/ Aducción de cadera: Separar y juntar las rodillas
alternativamente. Trabaja principalmente el glúteo medio, el cual se
encarga de dar estabilidad a la pelvis durante la marcha.
14. Inclinación de cabeza: Llevar la oreja derecha hacia el hombro
derecho y la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo.
15. Rotación de cabeza: Decir “no” con la cabeza lentamente,
abarcar todo el recorrido posible. Para evitar mareos realizar
primero 4-5 giros hacia un lado acompañando el movimiento con la
mirada y después hacia el contrario.
16. Flexión de cabeza: Decir lentamente “sí” con la cabeza, es decir,
llevar la barbilla al esternón y volver hasta acabar con la mirada al
frente. En personas con mareos evitar realizar la extensión.
17. Sentarse / Levantarse de la silla.
Para levantarse el paciente debe colocar los pies por detrás de las
rodillas, inclinar el tronco hacia anterior, elevar los talones, y
contraer glúteos y cuádriceps a la vez que se impulsa hacia arriba.
Una vez que esté en posición bípeda se debe mantener 5-10
segundos la posición, alineando y estabilizando el cuerpo. Para
sentarse lo hará lentamente, controlando el movimiento en todo
momento.
18. Puntillas.
Elevar los talones apoyándose lo mínimo en la silla, mantener la
posición 2-3 segundos, y volver a descender lentamente. Notar
como se contrae la parte posterior de la pierna (gastrocnemios).
19. Talones.
Elevar la parte anterior del pie apoyándose lo mínimo en la silla y
manteniendo el cuerpo alineado, mantener la posición 2-3
segundos, y volver a descender lentamente. Notar como se contrae
la parte anterior de la pierna. Este movimiento suele estar limitado
en las personas mayores, es importante practicarlo para facilitar la
flexión dorsal del pie durante la marcha.
20. Flexión de rodilla.
Se realizará el gesto de “intentar tocar el glúteo con el pie”
manteniendo la rodilla alineada con la cadera (precaución de no
adelantar o atrasar la rodilla). Notar como se contrae la parte
posterior del muslo (isquiotibiales).
21. Flexión de cadera.
Elevar la rodilla sujetándose lo mínimo en la silla, y descender
lentamente. Se intentará mantener el cuerpo alineado durante la
ejecución. Al quedar sobre una pierna se desafía al equilibrio,
siendo necesario un mayor control postural.
Ejercicios de estiramiento para el cuidador
Estirar la musculatura correctamente aporta una serie de beneficios:
- Mejora la flexibilidad de los músculos
- Reduce la probabilidad de lesiones
- Reduce la tensión muscular y contracturas
- Mejora la coordinación de los músculos agonistas-antagonistas
- Aumenta la circulación muscular
Los estiramientos se pueden realizar antes y después de la
actividad. Si se realizan antes la duración será más breve (10-15
segundos), en cambio, si se hacen después el estiramiento se
mantendrá más tiempo (20-30 segundos). Se debe notar una
molestia moderada, pero NO dolor.
1. Bíceps braquial: Se debe realizar con el codo y muñeca en
extensión, para aumentar la tensión llevaremos los dedos hacia
posterior y descendemos los hombros.
2. Tríceps: Elevar el brazo por encima de la cabeza y flexionar el
codo de forma que la mano quede por detrás del cuello, con la otra
mano aumentamos la flexión hasta que notemos la tensión
muscular.
3. Interescapulares: Llevar el brazo por delante del cuerpo y
traccionar con la mano contraria del brazo, de forma que
deslicemos la escápula por la parrilla costal, separándola de la línea
media. Mantener los hombros relajados durante el estiramiento.
4. Trapecio:
a. Llevar la oreja hacia el hombro homolateral, mantener la
posición, e ir intentando ganando recorrido a medida que pasan los
segundos. Mantener los hombros hacia abajo.
b. Llevar la barbilla al esternón, ayudándonos con las manos.
Mantener los hombros hacia abajo.
5. Pectoral mayor: Colocar la palma de la mano y el hombro contra
la pared, e ir rotando el cuerpo sin despegar el hombro. Para estirar
todas las fibras del pectoral se debe colocar el brazo a distintas
alturas.
6. Estiramiento global de columna: Flexionar progresivamente la
columna, comenzando por la cabeza, cuello, tórax y lumbar, hasta
quedar con los brazos colgando y las piernas semiflexionadas. Si
queremos estirar la parte posterior de los miembros inferiores se
finalizará con las rodillas en extensión.
DONDE ACUDIR
No estás solo!
El concejo dispone de una amplia red de ayudas y asistencia.
Ayuntamiento de Pravia
Plaza Marquesa de Casa Valdés, Nº1, 33120 Pravia
Teléfono: 985 82 35 10
Servicios Sociales
Avda. Prahúa nº 8, bajo (Pravia)
Teléfono: 985 82 20 20
Centro de Salud
Lin de Cubel, S/N
Teléfono: 985 82 00 96
Residencia de ancianos ERA
Avda. de Prahua nº5 , 33120 - Pravia
Teléfono: 985 82 13 46
Residencia de ancianos El Valle
C/ Las fuentes S/N 33120 Pravia
Teléfono: 985 82 00 79
Policía local
C/ Ramón Suárez Pazos, S/N - 33120 – PRAVIA (Estación de autobuses)
Teléfono: 679 40 71 00
Guardia Civil
Avenida Prahua, nº 11, Pravia
Teléfono: 985 82 00 74
Emergencias
Teléfono: 112
Taxi pravia
Avda. Carmen Miranda Nº3 - 33120 Pravia
Teléfono: 985 82 08 00
AYUDAS TECNICAS
El avance tecnológico está a nuestro lado. Con nuevos materiales y
modernización de los diseños de siempre consiguen paliar parte de la
incomodidad de la dependencia.
Ortopedia Mateo
C/ San Antonio - Nº9 - Pravia
Teléfono: 985 82 09 20
Bazar ortopédico
Óptica Pravia
C/ Vital Aza - Nº6 - Pravia
Teléfono: 985 82 21 94
Últimas novedades en audífonos
Óptica Zita
AV. Carmen Miranda - Nº11 - Pravia
Teléfono: 985 82 20 71
Graduación de la vista
Frutería Ana
C/Vital Aza - N°8 - 33120 Pravia
Teléfono: 984 15 41 05
Reparto a domicilio
Clisaden
Plaza Conde Guadalhorce Nº1 - Pravia
Teléfono: 985 82 20 83
Cuidamos la salud de tu boca
Fisioterapia Alfonso Selgas
C/ Pico Andolinas Nº 17 - Pravia
Teléfono: 985 82 28 88
Cuídate con nosotros
Clínica Mamel
C/ Bances y Valdes Nº7 - Pravia
Teléfono: 985 82 22 23
Clínica de fisioterapia
Clínica Pravia
C/ Ramón G. Valle Nº4 - Pravia
Teléfono: 985 82 25 26
Nuestro objetivo es tu salud
Bajo Nalón podólogos
C/ Agustin bravo Nº23 - Pravia
Teléfono: 647 80 64 88
Cuidamos tus pies
Consulta Dr. Areces
C/ Pico Andolinas Nº8 - Pravia
Teléfono: 985 82 17 95
Tu medico en Pravia
Fotografía Mirta
Avda. Carmen Miranda Nº6 - Pravia
Teléfono: 985 82 09 71
Tus fotografías en tu domicilio
Gimnasio Pravia
C/ Lin de Cubel Nº8 - Pravia
Telefono: 985 82 00 31
El ejercicio es una de las bases de la salud
Limpiezas Narcea
C/ Sabino Moutas Nº2 - Pravia
Teléfono: 605 25 74 42
La ayuda que tu domicilio necesita
Limpiezas Ayser
Pravia
Teléfono: 647 03 32 10
Servicios de limpieza
La Taberna de Silo
Santa Catalina Nº10 - Pravia
Teléfono: 985 82 00 20
Comida a domicilio
Bar del jubilado
C/ Pico Cueto - bajo - Pravia
Teléfono: 629 78 73 62
Comida para llevar
Edita: Créate Soluciones
© Los autores. NOTA EDITORIAL: Las opiniones y contenidos de los textos
publicados en el libro “Cuidador principal”, son responsabilidad exclusiva de los
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Ayuntamiento de Pravia y Servicios Sociales de Pravia para su divulgación gratuita a
través de los medios digitales que estimen oportunos.
Pravia 09 de Febrero de 2018