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47 tecnología Agroecología, Agricultura ecológica y Sostenibilidad. ¿Un trío de moda? C. Ocón J. Arnau, A. J., J. L. Porcuna, V. Zacarés ÁREA DE PROTECCIÓN DE LOS CULTIVOS L a utilización de términos tales como Agroecología, Agricultura Eco- lógica o Sostenibilidad, resulta ya habitual en nuestra sociedad, aun- que apenas hace 10 años, su uso, estaba restringido a los ambientes y sectores más marginales ocupados por el movimiento “ecologista”. Entre estos términos, es especialmente el de “sostenibilidad”, el que se ha convertido en un auténtico comodín de moda. Hace tiempo que no apare- cía entre el vocabulario un comodín de este tipo. Desde un político a un director de fábrica, desde un sindicalista a un estudiante, la utilización del término está garantizada. Tanto en un informativo de un medio de comuni- cación, como en un informe científico o en una conversación informal su uso esta asegurado. Sin embargo, si analizamos el significado que le con- fiere cada usuario del termino, nos encontramos con grandes divergencias en sus contenidos. Igualmente, resulta a veces normal, y otras veces sorprende, cómo personas e Instituciones altamente cualificadas, utilizan indistintamente dichos térmi- nos, intentando componer un trío con cartas de distintos palos. Quizás, el retraso de la instituciones educativas en abordar los temas medioambientales en los programas de enseñanza, ha favorecido que se mantenga la confusión. En otros países, ya existen Universidades que han abordado la inclusión en sus planes de estudio la Agroecología como ciencia. Es el caso de la Uni- versidad de Bekerley (California-USA), Chapingo (México), o Wangeningen (Holanda) entre otras. En el Estado español, la Escuela de Ingenieros Agró- nomos de Córdoba ha puesto en marcha un programa de Doctorado en Agro- ecológía, que para el curso 99-00 ha sido, entre todos los programas oferta- dos, el único que ha conseguido un número suficiente de matriculaciones. Este articulo solo pretende aportar un grano de claridad, en este confusio- nismo. De cualquier forma, el manejo de conceptos novedosos requiere que sea el paso del tiempo, la maduración conceptual y la inclusión de nuevas aportaciones teóricas y científicas, las que completen y esclarezcan con preci- sión sus definiciones. LA AGROECOLOGÍA Aunque la agroecología surge tímidamente en Latinoamérica, como respuesta a la crisis ecológica y sobre todo frente a los graves problemas medioambientales y sociales genera- dos por el “desarrollismo”, pronto se muestra también en Europa, como la ciencia necesaria para interpretar el grave deterioro de los agrosistemas, que requerían cada vez más la utiliza- ción de grandes cantidades de insu- mos para mantener sus capacidades productivas, generando a su vez pro- blemas de contaminación ambiental y toxicológica. Efectivamente, durante muchísi- mos años el hombre ha podido ir adaptándose a la evolución de la naturaleza, de tal forma que la coevo- lucion que se producía aseguraba el sometimiento de este a las leyes natu- rales y garantizaba los equilibrios de los sistemas biológicos. Sin embargo en muy pocos años los papeles se han invertido. La ciencia ha permitido al hombre dominar numerosos aspectos de la naturaleza, y el hombre ha pasa- do en poco tiempo, de “temerla”, a desarrollar programas para “prote- gerla”. De esta manera el curso de la coevolucion se rompía Esta falta de sincronismo entre evo- lución y adaptación se hace especial-

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tecnología

Agroecología,Agriculturaecológica y

Sostenibilidad. ¿Un trío de moda?

C. OcónJ. Arnau, A. J.,J. L. Porcuna,

V. ZacarésÁREA DE PROTECCIÓN DE LOS CULTIVOS

La utilización de términos tales como Agroecología, Agricultura Eco-lógica o Sostenibilidad, resulta ya habitual en nuestra sociedad, aun-que apenas hace 10 años, su uso, estaba restringido a los ambientes y

sectores más marginales ocupados por el movimiento “ecologista”.Entre estos términos, es especialmente el de “sostenibilidad”, el que se ha

convertido en un auténtico comodín de moda. Hace tiempo que no apare-cía entre el vocabulario un comodín de este tipo. Desde un político a undirector de fábrica, desde un sindicalista a un estudiante, la utilización deltérmino está garantizada. Tanto en un informativo de un medio de comuni-cación, como en un informe científico o en una conversación informal suuso esta asegurado. Sin embargo, si analizamos el significado que le con-fiere cada usuario del termino, nos encontramos con grandes divergenciasen sus contenidos.

Igualmente, resulta a veces normal, y otras veces sorprende, cómo personase Instituciones altamente cualificadas, utilizan indistintamente dichos térmi-nos, intentando componer un trío con cartas de distintos palos. Quizás, elretraso de la instituciones educativas en abordar los temas medioambientalesen los programas de enseñanza, ha favorecido que se mantenga la confusión.

En otros países, ya existen Universidades que han abordado la inclusiónen sus planes de estudio la Agroecología como ciencia. Es el caso de la Uni-versidad de Bekerley (California-USA), Chapingo (México), o Wangeningen(Holanda) entre otras. En el Estado español, la Escuela de Ingenieros Agró-nomos de Córdoba ha puesto en marcha un programa de Doctorado en Agro-ecológía, que para el curso 99-00 ha sido, entre todos los programas oferta-dos, el único que ha conseguido un número suficiente de matriculaciones.

Este articulo solo pretende aportar un grano de claridad, en este confusio-nismo. De cualquier forma, el manejo de conceptos novedosos requiere quesea el paso del tiempo, la maduración conceptual y la inclusión de nuevasaportaciones teóricas y científicas, las que completen y esclarezcan con preci-sión sus definiciones.

LA AGROECOLOGÍA

Aunque la agroecología surgetímidamente en Latinoamérica, comorespuesta a la crisis ecológica y sobretodo frente a los graves problemasmedioambientales y sociales genera-dos por el “desarrollismo”, pronto semuestra también en Europa, como laciencia necesaria para interpretar elgrave deterioro de los agrosistemas,que requerían cada vez más la utiliza-ción de grandes cantidades de insu-mos para mantener sus capacidadesproductivas, generando a su vez pro-blemas de contaminación ambientaly toxicológica.

Efectivamente, durante muchísi-mos años el hombre ha podido iradaptándose a la evolución de lanaturaleza, de tal forma que la coevo-lucion que se producía aseguraba elsometimiento de este a las leyes natu-rales y garantizaba los equilibrios delos sistemas biológicos. Sin embargoen muy pocos años los papeles se haninvertido. La ciencia ha permitido alhombre dominar numerosos aspectosde la naturaleza, y el hombre ha pasa-do en poco tiempo, de “temerla”, adesarrollar programas para “prote-gerla”. De esta manera el curso de lacoevolucion se rompía

Esta falta de sincronismo entre evo-lución y adaptación se hace especial-

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mente patente en el mundo vegetal,donde la utilización de variedadeshíbridas ha provocado la pérdida demiles de variedades locales (abier-tas), que habían evolucionado ligadasa zonas y a manejos determinados, yque han sido literalmente barridas dela mayor parte del planeta.

En la agricultura moderna, las for-mas de producción se caracterizansobre todo porque requieren unaextracción continua de energía prove-niente de la naturaleza. Esta energíaprovoca a su vez una descarga resi-dual al aire, al agua y a la tierra... quegenera grandes cambios y problemastal vez mayores que los que se pre-tendían solventar.

Para muchos científicos la veloci-dad de dichos cambios, ya ha supera-do la capacidad de adaptación de lapropia naturaleza: el efecto inverna-

dero, la lluvia y deposiciones secasácidas, la disminución de la capa deozono estratosférica, el incrementode las concentraciones de ozono tro-posféricas, la deforestación, la deser-tización, la contaminación del aguasuperficial y subterránea, la erosióngenética en especies animales y vege-tales, las alteraciones de mecanismoshormonales en animales y el propiohombre, el incremento de plagas yenfermedades en las plantas cultiva-das..., son las señales palpables deque avanzamos hacia una situación decrisis ambiental profunda.

Frente a esta situación, la agroeco-logía como ciencia, puede ser defini-da como “la disciplina científica queenfoca el estudio de la agriculturadesde una perspectiva ecológica,pretendiendo construir un marco teó-rico cuyo fin es analizar los procesos

agrarios desde una perspectivaholística (global). Incluyendo laperspectiva del espacio y la del tiem-po, y considerando ensamblados losproblemas sociales, económicos ypolíticos, como participes activos ypasivos en la configuración y desa-rrollo de los sistemas agrarios.”

La agroecología como ciencia desíntesis pretende dar respuesta a estassituaciones mediante un análisis glo-bal. La agroecología se manifiestacomo una ciencia viva, una cienciacon corazón. Una ciencia que no pre-tende estar en el pasado, ni en loslibros, ni en las elucubraciones delos historiadores agrarios. Una cien-cia que no tiene límites, ni es asépti-ca, ni ajena a la realidad tangible dela agricultura moderna de fin delsiglo. Una ciencia políticamentedemocrática, porque incorpora y

La presencia de flores durante todo el año asegura la existencia de insectos auxiliares como los sirfidos.

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tiene presente en sus análisis a lamayoría de los ciudadanos, constitui-da inevitablemente por los que aúntienen que nacer. Una ciencia econó-micamente justa y solidaria, en cuan-to valora la multifuncionalidad de lasparcelas agrarias, especialmente, enlos servicios que prestan a la natura-leza los campos cultivados: mante-niendo el paisaje, preservando la bio-diversidad, conservando los suelos,sosteniendo una población, su cultu-ra, sus ritos y sus tradiciones,..., almargen del valor que puedan obtenersus productos en los mercados inter-nacionales. Una ciencia socialmenteética, en la que aparece, como unainexcusable obligación por parte decualquier investigador vinculado,introducir tales consideraciones ensus perspectivas de análisis. Por últi-mo, la agroecología se define agro-nómicamente sostenible, puesto quese dota de los instrumentos científi-cos necesarios para el análisis y eldiseños de sistemas agrarios perdu-rables.

En la investigación agroecológicase considera a los agrosistemas comolas unidades fundamentales de estu-dio, y en tales sistemas, la transfor-mación de la energía, los procesosbiológicos y las relaciones socioeco-nómicas son investigados y analiza-dos como un todo indivisible. Por lotanto al agroecólogo le interesa nosolo la maximización de la produc-ción de un componente particular,sino mas bien la optimización delagrosistema como un todo. Es decir,se plantea la investigación como inte-racciones complejas entre personas,cultivos, suelo, animales, etc... porlo tanto sus herramientas de trabajohan de ser las estrategias que permi-tan aprovechar las sinergias exis-tentes entre los distintos componen-tes del agrosistema.

Desde el momento que se plantea lanecesidad de trabajar con unidadesmayores que el cultivo (una cuenca,una región agrícola, etc...) y con pro-

cesos (reciclado de nutrientes,...), laespecialización científica aparececomo una barrera para un conoci-miento más global.

Integrar todos estos elementosconstituye un esfuerzo muy impor-tante para los investigadores queintentan su construcción, ya quetransciende la actuación de los pro-pios grupos interdisciplinares, en elsentido de que más que requerir unasuma de conocimientos, requiere quedesde distintas áreas se piense encomún, construyendo pensamientosglobales que sirvan para diseñar unnuevo y compartido espacio teórico.

Aunque la agroecología aun no haseñalado sus limites, las investigacio-nes y trabajos realizados hasta ahora,especialmente por el Dr. Miguel A.Altieri(Un. Bekerley. California),hanconformado un conjunto de premisasque constituyen las bases epistemio-lógicas de esta nueva ciencia emer-gente:

1. Los sistemas biológicos y socia-les tienen un potencial agrícola.

2. Este potencial, ha sido captadopor los agricultores tradicionales,mediante un proceso de ensayo,error, selección y aprendizaje cultu-ral.

3. Estos sistemas biológicos ysociales han coevolucionado enforma tal que cada uno depende de laretroalimentación del otro.

4. El potencial de los sistemas agra-rios y sociales puede ser mejor enten-dido estudiando cómo es que las cul-turas agrícolas tradicionales han cap-turado ese potencial.

5. La combinación de los conoci-mientos sociales y ecológicos, juntocon el conocimiento desarrollado porlas ciencias agrícolas, puede mejorarambos agrosistemas, los tradiciona-les y los modernos.

6. El desarrollo agrícola enfocado através de la agroecología, enfatiza enla conservación de las opciones cul-turales y estrategias agricolas para el

futuro, y en consecuencia tendrámenos efectos perjudiciales que losenfoques de la ciencia agrícola con-vencional.

La dificultad de la agroecologíaestriba, al menos respecto a otrasciencias, en que mientras en lasdemás la suma de conocimientos sir-ven para caminar de lo desconocido alo conocido, en ésta, la globalizacióno la síntesis desde distintos espaciosdel conocimiento hacen avanzardesde lo conocido en la dirección delo desconocido. Mientras que en lasotras ciencias el análisis y la deduc-ción sirven para aclarar y separar loselementos que definen un determina-do comportamiento, en ésta, la globa-lización y la síntesis de cada una delas parcelas en que se divide y subdi-vide la ciencia ortodoxa anulan lospropios presupuestos de partida cre-ándose un espacio para la reflexiónen vez de un espacio de conclusión.

La agroecología tiene que incorpo-rar en sus análisis muchos de los cos-

Cubierta tradicional de oxalis en cítricos.

LA AGROECOLOGÍA EN EL MARCOECONÓMICO

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tes olvidados por los científicos, eco-nomistas y gestores medioambienta-les... es el precio del desarrollo, delconsumismo, de la mala gestión de latierra. El precio que estamos yseguiremos pagando durante un buenperiodo de tiempo constituyen unaspérdidas económicas espectaculares.¿Cuánto vale el suelo agrícola que semuere por erosión, contaminación,...mala gestión.?. ¿Por qué no calcularla capacidad productiva directa eindirecta de dichos suelos durantelos próximos 50 o 100 años?. ¿Cómopodríamos valorar la contaminaciónde un acuífero? ¿Qué coste tendrá lautilización de aguas contaminadassobre los cultivos que riega, o sobrelos hombres que la beben? ¿Qué pre-cio podemos poner a los valoresestéticos, éticos, culturales, etc...?¿Qué precio podremos aplicar en lavaloración del capital genético des-pilfarrado y casi perdido en pocos años, cuando componerlo costó cien-

tos y miles de años de rigurosa ycallada selección?

Un ejemplo sencillo: Cuando seaplican criterios asépticos (científi-cos) en el cálculo del coste de un kilode tomate producido químicamente,en un invernadero, en sustrato, fuerade época...aparece un valor cercano alas 1000 ptas como consecuencia deintroducir el valor real de los elemen-tos empleados en su producción (sus-tratos, abonos, desinfectantes, insec-ticidas, carburantes...) mas el costedel deterioro de los elementos natura-les (agua, suelo, aire, efectos toxico-lógicos, etc...). Sin embargo el valordel producto en el mercado es de 100pesetas. La pregunta lógicamente es¿quién ha pagado o pagará la diferen-cia de 900 ptas?.

Todos los estudios realizados hastaahora sobre el tema, desde la Dra.Carolyn Alkire, economista de laWilderness Society (EEUU) hasta elDr Martinez Alier (Universidad deBarcelona) han puesto en evidenciaque existen importantes discrepan-cias entre los costes y precios de los

productos en los mercados. Dichosautores, entre otros, han señalado,que los precios, que es la herramien-ta principal de la economía moneta-ria, no dicen la verdad. Los preciosson ciegos a la mayoría de los costessociales y ecológicos... Mientras quelos productos vegetales procedentesde la agricultura industrial son cobra-dos a precios muy inferiores a suvalor real, los servicios que incluyenel trabajo intensamente, incluyendola salud pública y la mayoría de losotros servicios, ....tiene precios exce-sivos. Para la Dra. Carolyn Alkire, silos precios de la energía, del trans-porte, de los productos químicos, deltrabajo...fueran alineados de formacorrecta respecto a su valor real, laeconomía se beneficiaría enor-memente. Los puestos de trabajo pro-liferarían parejos al medio ambiente.

La mayoría de las personas creenque deben de elegir entre un ambien-te saludable y una economía boyan-te. Cuando se escucha a pensadorescomo Carolyn Alkire se comprendelos erróneo de tal aseveración. Ellaha demostrado, calculando los costes

La utilización en los bordes de las parcelas decultivos diferentes constituye una importanteestrategia para el control de numerosas plagas.

Las cubiertas vegetales de cereales en primavera son utilizadas para su reproducción por numerosasespecies útiles como la Coccinella septempunctata.

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reales de cada cosa, que para pros-perar, e incluso para sobrevivir, losprecios deben de contar la verdadecológica. No se puede agitar unavara mágica y cambiar los precios decentenares de bienes y de servicios.Sin embargo hay una manera de rea-lizar el tránsito,: reemplazando par-cialmente los impuestos existentescon impuestos sobre la contamina-ción, el agotamiento de los recursoso las modificaciones de la naturale-za. Los cambios realineados median-te un cambio en los impuestos,podrían ser las riendas que dirigieranel consumo.

A la luz de estos planteamientos, laagricultura-industria que hoy sepractica, aparece como una actividadaltamente subvencionada, al nosoportar los costes reales que genera.Esos costes ocultos, suelen ser che-ques al portador que cargamos sobrela biosfera, o sobre las próximas

generaciones. A su vez, el cuerpolegislativo europeo en el que seenmarca la agricultura ecológica, seconfigura para muchos juristas, comode dudosa legalidad, ya que grava enla “práctica” mediante controles,registros, análisis... a los agricultoresque optan por el modelo ecológico yno contaminante.

El problema radica en que segui-mos manteniendo una concepción delmundo, que procede de la época enque éste era grande y tenia pocoshabitantes,y parecía vacío e indes-tructible. El medio ambiente y lascomunidades humanas aparecíansubordinadas a la economía. Laindustria, cuya base son los recursosforestales, la agricultura, la minería ola energía, aparecían como la loco-

motora que arrastraba la economíaentera. Esta concepción habitual,familiar y reconfortante se muestrahoy como completamente errónea.

En una visión agroecológica, elmundo aparece como algo ya lleno ymuy frágil. La economía o la pobla-ción no son más que subconjuntos deun ecosistema más amplio y la bús-queda de la calidad de vida respetan-do los recursos naturales debe deconvertirse en la locomotora de lanueva economía.

Durante mucho tiempo hemoshablado de la necesidad de demostrarcientíficamente la bondad de lasprácticas ecológicas y su rentabili-dad real, pero esto tipo de debate yahoy ha sido ampliamente documenta-do y en consecuencia superado; sinembargo no podemos olvidar en losplanteamientos de todas estas cues-tiones algo que se hace cada vez maspatente en las sociedades modernas y

Espaldera tradicional con paja de arroz en tomate de Cullera.

VISIÓN AGROECOLÓGICADE FUTURO

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es que el rechazo o aceptación deanálisis, teorías o técnicas científicasno sólo dependen de su consistenciay fuerza para enfrentarse a la reali-dad, sino que intereses económicos,sociales y políticos pueden influirdecisivamente en su adopción por lasociedad o en su paso al ostracismo.

Aunque existen muchos especialis-tas que consideran inaplicables losmodelos agroecológico en la socie-dad actual, hay que recordar que elmodelo agrario valenciano constituyeen si mismo (aún hoy en la actuali-dad), un modelo lleno de grandesvalores agroecológicos. Dichos valo-res son los que mantienen la granplasticidad y capacidad de adapta-ción demostrada por el campo valen-ciano a lo largo de su historia, espe-cialmente en las condiciones másdifíciles. Analicemos algunos deellos:

Microparcelación:Si es bien cierto que las parcelas de

escasas dimensiones plantean impor-tantes problemas de incremento decostes al impedir o complicar la ges-tión y mecanización de las mismas,también es cierto que constituyen ensi mismas un modelo escrupulosa-mente científico de diseño, ya queesa configuración ha permitido pre-servar unos altísimos niveles de bio-diversidad. Esta biodiversidad hasido la clave para atemperar el desa-rrollo de muchas plagas y enfermeda-des, respecto a la virulencia con laque se han desarrollado en otraszonas con paisajes mas continuos yhomogéneos.

A la luz de los conocimientosactuales, el diseño microparceladodel campo valenciano constituye unimportante herramienta agroecológi-ca, y desde este punto de vista lo apa-sionante del problema está, no en elcambio de estructura que homogeni-

ce el paisaje, sino en reconvertir yjuntar parcelas, pero al mismo tiempomantener, preservar y aumentar losniveles de biodiversidad actuales,Reconvertir los factores limitantes(microparcelación) en señas de iden-tidad cultural y estabilidad agroeco-lógica, debería constituir un eje estra-tégico, para el planteamiento deldesarrollo de la futura agriculturavalenciana.

Estas estrategias deben de ser apo-yadas por campañas de “marketing”para que el comprador sienta que ade-más de comprar un producto hortofru-ticola valenciano, está preservando undiseño, un paisaje, una cultura agrariamilenaria y modélica y una manera depensar.

La validez del diseño microparce-lado, ha sido refrendado, apoyado yrecomendado, por las mejores insti-tuciones científicas de todo elmundo. Recordemos que las reco-mendaciones de la OILB (Organiza-ción Internacional para la Lucha Bio-lógica) para el control integradorecomienda que:

- “... las parcelas no sean superiores a100 m. de lado...”, avalando, en conse-cuencia científicamente nuestro diseño.

- “... la superficie de reserva ecoló-

gica será al menos del 5% de lasuperficie total de cultivo..." , avalan-do igualmente, la continua presenciade setos, ribazos y lindes presentes ennuestro campos, como estrategia sos-tenible para el control de plagas yenfermedades.

Para muchos agricultores y técni-cos puede resultar extraño saber quelas relativas pocas plagas presentesen los campos valencianos, o la grancapacidad de nuestros cultivos parahacer frente a las virosis en general,en comparación con otras zonas, esdebido en gran parte a la estructuramicroparcelada heredada de susantepasados, asi como a la presen-cia de muchos cientos de kilómetrosde setos y ribazos asociados a lasacequias.

El agua:Un análisis agroecológico consi-

dera que con el enterrado de unaacequia se produce un ahorro deagua, pero también la posible pérdi-da de unos elementos biológicos cla-ves para la preservación del equili-brio de los agrosistemas, compuestopor toda la vegetación asociada aella.

LA AGRICULTURA VALENCIANA.UN MODELO AGROECOLÓGICO

La Inula viscosa ha sido citada como planta utilizada como reservorio para muchos insectos útiles y porlo tanto como planta estratégica para la estabilidad de los agro-sistemas mediterráneos.

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Un estudio global ha de considerarque con la instalación de un riegopor goteo se ahorra una parte deagua, pero a la larga se pierde lacapacidad del suelo de retenerla, alirse perdiendo el complejo arcilloso-húmico (auténtica esponja estruc-turadora del suelo) y la capacidad delas plantas de extender su sistemaradicular y aprovecharla en lejanaszonas de la planta.

Con la instalación del riego porgoteo, se gana en una indiscutiblecomodidad para el agricultor, pero ala larga también se aumentan los pro-blemas de desertización y pérdida desuelo al quedar una gran parte de lasuperficie sin cubierta vegetal duran-te todo el año, y por lo tanto tambiénaumentan los problemas de pérdidade equilibrio y salud de la planta...

En cualquier caso, no podemosolvidar que la medida mas importan-te a la hora de ahorrar agua, consis-te en conservar y mejorar la capaci-

dad de retención del suelo, y esto seconsigue manteniendo un sueloestructurado. Estudios realizadossobre el tema, han puesto en eviden-cia que la capacidad de retención deagua en un suelo estructurado,aumenta hasta un 50% respecto a unsuelo desestructurado a causa deluso continuo de abonos químicos,herbicidas, etc... y sin los aportesesenciales de materia orgánica, sinla cual se destruye el complejo arci-lloso húmico.

En los suelos en los que el com-plejo arcilloso-húmico ha sido mer-mado, la actividad microbiológica,el trabajo de transformación y airea-ción de las lombrices, etc.. va poco apoco desapareciendo.

Desde la perspectiva agroecológi-ca, "la agricultura ecológica" aparece

como una más de las agriculturasalternativas. Después de su regula-ción en la Unión Europea, esta consi-deración de “alternativa”, sólo esválida en la medida que la agricultu-ra ecológica contribuya a crear:

•un medio ambiente equilibrado, •proporcione rendimientos sosteni-

dos,•preserve la fertilidad de los suelos,• incremente el control natural de

plagas mediante la potenciación delos sistemas naturales de control,

• en la medida que la agricultura eco-lógica permita producir recursosque surjan como consecuencia delas combinaciones de cultivos,árboles, animales... en distintascomposiciones espaciales y tempo-rales aprovechando sus comple-mentaridades y sinergismos,Sin embargo, la agricultura ecoló-

gica, tal como hoy la conocemos, enmuchos casos no llega a ser mas queun conjunto de normas y métodos, a

La junta de riego de la acequia de Rascaña reconoció en sesión del 16-V-00 el derecho de los agricultores ecológicos a conservar sus setos y en consecuenciaordenó que la obra para cubrir la acequia se realizara con piedras en vez de cemento.

LA AGRICULTURA ECOLÓGICA

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veces con una gran carga simbólica,que ha servido, y sirve indiscutible-mente aún hoy en la actualidad, pararesaltar la innecesidad de los usos yabusos habituales de la agriculturaquímica. La agricultura ecológicademuestra que es posible obtenerproductos de mejor calidad sin conta-minar el medio ni a las personas queen él habitan.

La menor calidad nutricional de losproductos procedentes de la agricultu-ra química respecto a la biológica hasido suficientemente documentadatanto en los referente al contenido deagua, sales minerales, proteínas, etc... ymucho más en lo referente a la presen-cia de nitratos y otros contaminantes.

Por lo tanto, la agricultura ecológi-ca constituye una estrategia de tránsi-to hacia sistemas más sostenibles.Otras estrategias de tránsito como: laproducción integrada, la agriculturadel no laboreo, la permacultura, ...forman parte de un conjunto de cami-nos que facilitan el cambio a unmodelo agrícola mas humano y eco-lógico. Entre estos modelos, la agri-cultura ecológica constituye sin lugara duda, la estrategia mas armonizaday con un cuerpo teórico mas docu-mentado.

El “cuerpo teórico” de la sostenibi-lidad, definido en la “economía polí-tica oficial” ha evolucionado en pocotiempo de la siguiente manera:

Un primer aviso: se produce ainicios de los 70, cuando se descubreque la expoliación del Tercer Mundo,repercute sobre el primero.

Un primer diagnóstico: queaparece cuando se publican los prime-ros estudios del Club de Roma, conti-nuados con el informe “GLOBAL2000” de 1980.

Un primer planteamiento: en1987, para corregir los efectos del

crecimiento sin limite a través delinforme “Brundtand”. Este informees elaborado por la Comisión Mun-dial del Medio Ambiente y del Desa-rrollo, y en el se establece el Desa-rrollo Sostenible como método ofi-cial para corregir los efectos de la cri-sis ecológica definiéndose comoaquel “que satisface las necesidadesde las generaciones presentes sincomprometer la capacidad de lasgeneraciones futuras para satisfacersus propias necesidades”

En general, en la mayoría de losinformes y estrategias oficiales seconfunde el desarrollo con el creci-miento, quizás porque en nuestrasociedad occidental éstos los percibi-mos unidos. Sin embargo en muchaszonas deprimidas y en países pobresel desarrollo se suele obtener a travésde la mejor distribución de los recur-sos, mientras que el crecimiento suelegenerar en muchos casos una mayorpobreza para la mayoría de la pobla-ción.

Herman E. Daly analiza y aclara losconceptos de desarrollo y crecimientode la siguiente manera:” Crecer signi-fica aumentar el tamaño, de unamanera natural por medio de la adi-ción de material a través de la asimi-lación. Desarrollarse significa expan-dir o realizar las potencialidades conque se cuenta, acceder gradualmentea un estado más pleno, mayor o

mejor. Mientras que el crecimiento escuantitativo en una escala física., eldesarrollo significa mejora cualitativao despliegue de potencialidades. Unaeconomía puede crecer sin desarro-llarse, o desarrollarse sin crecer, ohacer ambas cosas o ninguna.”

Víctor M. Toledo aún matiza más laexpresión desarrollo ya que para él :“significa no solo integrar aquellossectores o núcleos sociales o paísesque se hallan retrasados… sino que ,equivale a destruir, en muchos casos,su capacidad de suficiencia material yespiritual, es decir se les despoja desus habilidades para dotarse por simismos de alimentos, energías,agua… así como de ideas, inspiracio-nes, sueños y proyectos de vida.”

Para la agroecología, la economía esun subsistema de un ecosistema glo-bal. Este ecosistema global, es finitoy sus equilibrios son frágiles. En con-secuencia, plantearse el crecimientosostenido de la economía, resultaalgo nítidamente imposible e inviable,en un periodo largo de tiempo, ya quese pretende construir un sistema infi-nito en uno finito, frágil y limitado.

Para la agroecología, además, losproblemas sociales son muchos máscomplejos que los tecnológicos, por loque las soluciones apuntadas por elinforme Brundtland aparecen comomuy parciales. En este sentido com-partimos, la crítica realizadas pormuchos científicos, como Weinberg,cuando afirma que “las soluciones tec-nológicas sirven para arreglar los pro-blemas sin tener en muchos casos queeliminar las causas del problema”.

El concepto de sostenibilidad delinforme Brunntand, se basa en la mer-cantilización de los recursos naturales.Las referencias a la sostenibilidadestán expresadas siempre en términoseconómicos y mercantiles, en térmi-nos de sostenimiento de la suministra-bilidad de materias primas y en lavelada creencia de que los recursosnaturales podrán ser sustituidos porcapital. Coincidimos con la Dra. Van-

SOSTENIBILIDAD

SISTEMASSOSTENIBLES

SISTEMASDE

TRANSICIÓN

- Permacultura- Ag. Ecológica- P. Integrada

AGROECOLOGÍA

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dana Shiva cuando afirma que “clara-mente existen dos conceptos de soste-nibilidad.

El significado real se refiere a lasostenibilidad de la naturaleza y de lagente, lo que implica una recuperacióndel conocimiento de que la naturalezamantiene nuestras vidas y sustento,siendo la fuente primaria de subsisten-cia. La naturaleza sostenible implicamantener la integridad de los proce-sos, ciclos y ritmos de la naturaleza.

Hay una segunda clase de sosteni-bilidad, que se refiere al mercado, loque implica mantener permanente-mente el suministro de materiales parala producción industrial. Esta es ladefinición convencional de sostenibili-dad, en cuanto asegura y facilita lasmaterias primas para el desarrollo. Lasostenibilidad se convierte en estecaso en suministrabilidad de materia-les, tomándose esta, mas tarde, en con-vertibilidad, en beneficio y dinero..”

La sostenibilidad de la naturalezaimplica la regeneración de los pro-cesos naturales y una subordina-ción a las leyes del retorno a la

La ausencia de maquinaria adaptada a muchas labores de desmerbado en parcelas pequeñas de hortalizas obliga a la utilización de aperos tradicionales en loscampos ecológicos.

ANÁLISIS DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS SISTEMAS AGRARIOS

EXPLOTACIÓN AGRARIA

Sistema POLITICO

Sistema SOCIAL

Sistema AGRARIO Sistema

ECONÓMICO

naturaleza. La sostenibilidad en elmercado implica asegurar el suminis-tro de materiales, la circulación demercancías, la acumulación de capitaly el retorno de las inversiones. Ello nopuede proporcionar la subsistenciaque estamos perdiendo al dañar lacapacidad para mantener la vida.

A modo de resumen podríamosdecir, que la ciencia agroecológica, sedota de las herramientas que requiereel análisis global de la sostenibilidad.En este análisis, la agricultura ecoló-

gica aparece como una estrategia vali-da, útil, necesaria y posible para eltránsito, hoy ya urgente e inaplazable,hacia agrosistemas mas sostenibles.

La agroecología es una ciencia, laagricultura ecológica es una estrate-gia de tránsito y la sostenibilidad unvalor ético inevitablemente necesariopara incorporar a todos los análisis ydiseños de agrosistemas... en resu-men un trío compuesto con cartas dedistintos palos.