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1 1 ' TODAS LASSe puede considerar al tractor agrícola
como la máquina menos agrícola de todaslas que trabajan en la agricultura, y, sinembargo, es la base de la mecanización.Muy raro es encontrar una explotación agraria, incluso con
una mecanización inciniente, sin que disponga de un
tractor, que utiliza como elemento motor para los pocos
aperos y máquinas disponibles.
esde el momento en que se ^^^^inicia la mecanización de laAgricultura, la elección del
tractor más apropiado, para cada si-
tuación, no resulta sencilla. Para ha-
cerlo bien, se necesitaría conocer con
antelación los tipos y tamaños de las
máquinas que se van a utilizar, accio-
nadas por el tractor, y actuar en con-
secuencia.
Sin embargo, esto no suele ser así;primero se compra un tractor, lo másgrande posible, y luego, si queda di-nero... La consecuencia: una agricul-tura excesivamente `tractorizada' conun equipo mecánico, la mayoría delas veces, obsoleto.
Durante muchos años, la demandade tractores ha ido creciendo; susti-tuían a los animales de tiro en las pri-meras etapas de la mecanización de laagricultura. Después, sólo se necesi-tan para la reposición; esto, unido alaumento de la potencia media de lostractores que Ilegan al mercado, haceque el total de unidades vendidas setenga que reducir.
Las ventas de tractores yue se es-
tán produciendo en el conjunto de los
países desarrollados están en ligero
descenso, aunque en España, por el
momento, se mantienen o suben lige-
ramente. La competencia entre `mar-
cas' es muy fuerte y los `comerciales'
presionan a los de `ingeniería' bus-
1 ►Z !r^r^^i^ MARZO `99
CARASTRACTOR
La estructura del tractorse adapta al cultivo
sobre el quetiene que
trabajar.
cando, como sea, abaratar, o al menosno encarecer, el tractor, pero son losproductos de alta gama lo que tienenuna `salida' mejor, <tunque incluyenalgunos elementos que nunca seránutilizados por el comprador.
Cualyuiera se pregunta: ^,yué utili-
zación real se hace de las numerosas
innovaciones yue han surgido en el
tractor agrícola a lo largo del tiempo'?
EI empleo del motor diésel, las ruedas
neumáticas o el sistema Fer^uson de
control han sido verdaderos hitos en el
desarrollo del tractor. Pero otros avan-
ces, sin duda notables, no se aprove-
chan en lo yue valen, unas veces por
desconocimiento y otras por falta de
capacitación en el utilizador. Ejemplo
de ello tenemos en los cambios bajo
carga, yue correctamente
utilizados pueden aumen-
tar notablemente la capa-
cidad de trabajo, o el blo-
yueo de diferencial yue no
sólo no se acciona, sino que incluso se`bloquea' la palanca de mando, pai ayue nadie la pueda usar.
Sin embargo, otras mejoras, comola utiliración de componentes nonna-lizados, el diseño adaptado al hombreyue lo conduce, o las modificacionesen los motores en busca de un ahorrode combustible, tienen algo más desuerte, aunyue algunos fabricantes deaperos se encargan de 'desnormalizar'lo normalirado, bastantes usuarios in-troducen un riesgo voluntario en ope-raciones seguras, y, con el empleo in-
correcto de los aperos, ^e hace consu-
mir un combustible innecesario yue elperfecto ditieño de motor es incapazde evitar.
Frente a esto cabe preguntar^c:
^,es posible dar unas orientaciones yuc
ayuden a decidir cuáles son la^ carac-
terísticas del tractor yue conviene a
una explotación agrícola, en funci^ín
de las condiciones de trahajo clc la
misma'?. No es una tarea scncilla, ^inte
la diversidad de circunstancia^ yue
aparecen en la Agricultura, pero inten-
temos dar alguna oricntaci^ín
MARZO'99 /c^^^r1r^ , 193
PARA QUÉ SIRVE UN^ TRACTOR
En 1996, el MAPA difundió un es-
tudio, realizado a partir de una en-
cuesta efectuada con una muestra de
3 000 tractores de las diferentes regio-
nes agrícolas españolas, sobre el esta-
do del paryue de tractores, que, según
los Registros Oficiales estaba forma-
do por 505 593 unidades (31-XII-95).
Utilizando los datos de las en-
^uestas realizadas, se puede determi-
nur, aunque sólo sea de una manera
aproximuda, ya que la muestra es de-
masiado peyueña para que mantenga
prerisión al ser utilizada por estrata-
tos, algunos aspectos de su funciona-
miento, que ayudan a definir la forma
de utilización del tractor agrícola enEspaña.
Estableciendo cuatro bandas depotencia, en la tabla 1 se dan el núme-ro total medio de horas de utilizaciónpor año, así como los porcentajes detiempo dedicado a diferentes gruposde actividades.
Se puede observar que, a medidaque aumenta la potencia de referen-cia, las horas de utilización anual tam-bién lo hacen, pasándose de las 275h/año para los de menos de 41 CV, alas 788 de los de más de 100 CV.
Asimismo, se observa que los tra-bajos de preparación del suelo son a losque se dedica más tiempo, sobre todoen los tractores de más de 100 CV, quellega a ser del 38.6%, así como la im-
TABLA 1.- TIEMPO DE UTILIZACIÓN DE TRACTORES EN LAS DIFERENTESOPERACIONES AGRÍCOLAS PARA LA AGRICULTURA ESPAÑOLA (EN PORCENTAJE
SOBRE EL TOTAL DE HORAS UTILIZADAS) - MAPA, 1996
^ ^ ^•
•^ ^ •
Tiempo total de utilización
^ ^ ii ii
h/año 275 419 596 788 ;
• Preparación del suelo % 20.5 28.2 31 .1 38.6
• Recolección % 21.8 16.3 16.1 16.5
• Transporte remolque % 21.9 22.7 15.5 15.3
• Distribución de abono % 7.6 8.8 8.5 9.7
• Traslados % 5.2 4.3 6.6 7.3
• Siembra - plantación °/, 6.0 6.1 6.9 3.7
• Tratamientos fitosanitarios %, 7.9 6.1 6.9 3.7
• Trabajo interior instalaciones % 4.9 3.4 4.2 2.5
• Accionamiento equipos fijos %, 1.0 2.3 2.7 1.1
• Otros %^ 0.9 1.1 1.3 1.0
• Trabajos forestales % 2.5 0.6 0.4 0.6
>, f^t^
TIEMPOS DE UTILIZACIÓN ANUAL EN PORCENTAJE
^ L os traba josde preparaciónd el suel o son
1 os que exigenma yor tiem pode utilizacióndel tractor ^
•̂^ 71 - 100^̂^° 41 - 70
<40
0`%^ 20`% 40"/°
portancia relativa del tiempo dedicadoa transporte con remolyue, que resultam^is elevado en las bandas de potenciade referencia más bajas. En tercer lugar,se encuent^a el porcentaje de tiempodedicado a tareas de recolección, queen algunas bandas de potencia llegan aocupar la segunda posición.
También conviene destacar que
entre el 4.i y el 7.3% del tiempo de
utilización se dedica a`traslados', sin
que ello implique una actividad pro-
ductiva.
6^^,° 80%^ , 00',^q Preparación del suelo ^ Recolección
^ Transporte remolque q Distribución de abono
^ Traslados ^ Seimbra-plantación
^ Tratamientos fitosanitarios ^ Trabajo interior instalaciones
® Accionamiento equihos fijos ^ Otros
^ Trahajos forc:stales
^ ^%4 ^ ^'i^r^ , MaRZO '99
• Tractor como elemento motor clr
máyuin^ts móviles.
• Tractor con aperos intcgraclos.• Tractor arr^tstrancio ^tpcro^.• Tracto ►-es con apero^ t^rontale^ y la-
terales.• Tractor con r^trgador t^rontal.
• I lf;nCnloti t'n Cllenlll l^Ul' ^ll Illl-
^orttlnCl^1 re^AhVil C^f' etilllti ^Unl'lonl'ti
b^ísica^ tiene c^ue estar rel^triona^la^
con loti tiempo^ clc utilizaci ►ín inclira-
dos en el a^^art^tclo anterior, cn ^ I mu-
mento actual puede elerirsc c^ue cl
tractor se enc^u-ga. ante toclo, cir ^u^ra^-
U^ar aperos integraeios, engancha^lo^
en tres puntos. ^rgí► n cl ti^^o norniali-
zado est^tblccicio por la nornia lSO
730, en el c^tso clc los U^actu ►'cs ^^ryur-
ños y ►nccli^tnos, o bicn scntisu^^cncli-
dos (con ruccla de ^tpoyo ^tuxiliar) o
arrastrados para los más ^ran^lcs. ^^ara
lo yue neresita `potenria cle t ►'arci^ín'
La tr<tcri^ín tamhién se nccc^ita
E^ara arrtstrar rrmolyuc^: cl U^an^^^ortr
En consecuencia, el tamaño del
tractor da unas orientaciones respecto
^t lo yue v^t a ser su utilizaci6n princi-
pal, aunque siempre se encontrarán
tractores polivalentes, que se encarga-
rán de todas las operaciones yue hayyue realirar en la explotari<ín agraria,
y especializados, cuando en una ex-
plotación se encuentran varios tracto-
res, en los que se puede pedir una ma-
yor adaptacibn.
FUNCIONES QUE SE^ ENCOMIENDAN AL
TRACTOR
Para elegir un tractor agrícola lo
primero que hay que saber es para
qué tie va a ntilizar. Las funciones ge-
néricas y^te se encomiendan al tractor
integrado en la explotación agrícolu
y la evaluación de su importancia re-
lativa ha variado en el tiempo, adap-
tándose a las formas de la mecaniza-
ción.
Podemoti establecer, como fun-ciones básicas, las siguientes:• Tractor como elemento de transpor-
te Ilevando sólo al conductor.• Tractor como elemento de transpor-
te arrastrando un remolque.• Tractor como elemento motor de
máquinas estacionarias.
MARZO '99
h1r^rlilic.rc iunc^tic^n r^l tlc^tilu^^c^ ^,c^n l,r h,rr.cll^c clc^
u„ n.u rr,rufilii.rnclu l,c
patiic^icín rc^Lcri^^,rcl<^ Lr rc^clurc icin
lin.cl.
195
agrícola, de corto y medio recorrido,en Europa, se hace con tractor y re-molque. En estos casos los enganchesnecesitan una adaptación particular,de acuerdo con la normativa de circu-lación vial, a la vez que, más frecuen-temente, se exigen `tomas' especiales(hidráulicas o neumáticas) para unfreno servoasistido.
El accionamiento de máquinasque demandan bajas potencias (comoabonadoras, pulverizadores,...) y otrasque exigen una po-tencia mayor (empa-cadoras, rotocultiva-dores...), ha potencia-do el empleo del ejede toma de fuerza nor-malizada (ISO 500),con sus diferentes ca-tegorías, que permitentransmitir el movi-miento tanto a máqui-nas de campo, elimi-nando lo que fue la`rueda motriz' en mu-chas de ellas, como alas que trabajan demanera estacionaria(anteriormente accionadas a través dela polea), aunque la frecuencia de uti-lización, en este último caso, resultamucho menor,
El empleo de aperos frontales esalgo que, poco a poco, se introduce ennuestra agricultura. Esto exige utílizartractores con enganche frontal, nosiempre adaptable a todos los modelosde tractores, no tanto por lo que signi-fica su instalación, como por el efectode debilitamiento que puede produciren su estructura resistente, ya que las
Tractor motociclo con apoyos laterales.
sobrecargas que introducen sólo hansido consideradas en el diseño de trac-tores modernos.
Esta forma de utilización es unaalternativa que se impondrá progresi-vamente para tractores grandes que sevayan a utilizar en operaciones quedemandan poca potencia, ya que deesta manera se pueden asociar variosequipos en la misma pasada. Por otraparte, la operación con aperos latera-les es muy limitada, y en la mayoríade los casos puede hacerse a partir delenganche posterior.
El empleo de cargadores, o palas
frontales, es algo que se ha generali-zado, y cualquier explotación agraria
dispone de una unidad con este dispo-
sitivo. La importancia creciente de es-
te tipo de utilización se pone de mani-
fiesto por la mayor presencia en el
mercado de tractores-cargadores, es-
pecialmente diseñados para uso en el
campo.
Tanto para la utilización de aperosposteriores como frontales, o de palascargadoras, la producción de energíahidráulica constituye algo esencialpara el tractor agrícola moderno. Enalgunos casos debe de suministrar un
f
Tractor 'corto' paratrabajar en espaciosreducidos.
caudal de aceite suficiente para accio-nar motores hidráulicos situados sobrelas máquinas que arrastra el tractor, loque implica un sobredimensionamien-to de su sistema hidráulico.
Por último, no se debe de olvidar
la importancia relativa de los `trasla-
dos'; en ellos el tractor se comporta
como vehículo sujeto al Código de
Circulación, y debe de estar equipado
para cumplir la normativa establecida,
y de una manera especial en todo lo
que se refiere a diseño ergonómico del
puesto de conducción y de todos sus
elementos, que, por otra parte, son
esenciales para conseguir una buena
productividad en el trabajo agrícola.
Resumiendo lo anteriormente ex-
puesto, la utilización del tractor agrí-
cola, en el momento actual, es máxi-
ma con aperos suspendidos y máqui-
nas accionadas por la toma de fuer-
za, seguida del uso en transporte
arrastrando un remolque, o accio-
nando un cargador frontal. En un ni-
vel menor se encuentran las funcio-
nes de accionamiento de los aperos
frontales, los aperos arrastrados y la
utilización en transporte llevando só-
lo al conductor.
196 ^^^rni rv^ARZO ^99
EL TRACTORESTÁNDAR FRENTE AL
^ ES PEC IALIZADO
Todo usuario que decide adquirirun tractor tiene que plantearse clara-mente las funciones que le va a enco-mendar. Puede buscar un tractor úni-co, capaz de resolver con mayor omenor fortuna todas las operacionesque demanda su explotación, o puededecidirse por un tractor especializado,específicamente diseñado para unadeterminada función.
La mayor dificultad para optimi-zar, en el diseño, un tractor agrícola,es definir cuál va a ser su trabajo prin-cipal. Mientras que una máquina quetenga que realizar grandes esfuerzosde tracción debe ser pesada y con rue-das anchas o de gran diámetro, untractor para trabajos entre las líneasdel cultivo debe ser ligero, con ruedasestrechas para evitar dañar al cultivoy, a ser posible, con la suficiente altu-ra sobre el suelo que le permita respe-tar las líneas de cultivo que yuedandebajo de él.
Las masas de lastre y las opciones
de neumáticos, cajas de cambio, en-
ganches, etc., son las herramientas de
que dispone el usuario para especiali-
zar un tractor, que en el diseño hace
posible cualquier misión.
^ ^=^3 J" ^
LAS'DIMENSIONES'^ DEL TRACTOR
Largos o cortosA pesar de todo hay una cierta
`orientación' cuando se diseña untractor. Sin separarse de lo que se pue-de considerar un tractor estándar, elmercado ofrece tractores `largos' y`cortos', valorando así la distancia en-tre ejes (batalla), para la misma poten-cia de motor.
Un tractor `corto' tendrá un radio
de giro menor, y por tanto una mayor
maniobrabilidad: cuando se busca un
tractor para mover remolques, o ma-
nejar un cargador frontal en lugares
estrechos, estos tractores encuentran
la máxima utilidad, su denominación
Dos alternativas para trabajar sobre la viña: zancudoy estrecho.
como tractor `granjero' o`utilitario', define claramentesu principal función.
Por el contrario, un trac-tor `largo' resulta mucho másestable cuando tiene quearrastrar aperos en las varia-das condiciones de campo,incluso cuando las fuerzas dearrastre no estén situadas enel plano medio del tractor.Este tractor `arador' o `cam-pero' será la opción recomen-dable para el usuario que uti-lice su tractor fundamental-mente para arar.
Anchos o estrechosPor otra parte es necesa-
rio considerar la anchura devía del tractor. Determinadoscultivos obligan a unas limi-taciones que, a veces, supe-ran lo yue se puede conseguircon un tractor convencional.
EI diseiio del c jedelantero de lostractores estrechosdiiieresignificativamentedel cle !os tractnrescle tipo norrnal.
En los tractores estándar, disponi-bles en el mercado, se pueden conse-guir con ciertas tolerancias tres anchu-ras de vía normalizadas: 1.50, l.KO y2.00 m(ISO 4004). Al menos dos deestas anchuras de vía se pueden ohte-ner, cualquiera que sea el tamaño deltractor considerado, actuando sobrc elsistema de regulación de vía yue estasunidades deben incorporar.
La modificación de la anchura devía es imprescindible para un correctoajuste del conjunto tractor-arado (porejemplo: hay que procurar yue entrelas ruedas exista una separacicín iguala la anchura de trabajo del arudo au-mentándole medio cuerpo m^ís), perotambién hay que ajustarla a la interlí-nea del cultivo de escarda, llegandoincluso, si así lo demanda el cultivo,al cambio de rueda y a la rueda geme-la con separador. La realidad es yueen la agricultura española apenas seutilizan estas posibilidades del tractor.
La reducción de la anchura del
tractor presenta unas limitaciones, y
cuando se necesita trabajar entre las
líneas de una plantación frutal, o entre
las cepas de un viñedo, sólo los tracto-
res especializados, conocidos con de-
nominaciones como compactos, frute-
ros, estrechos y viñeros, se adaptan a
esta misión.
Así, el tractor viñero puede traba-
jar hasta en una entrelínea con un cs-
pacio mínimo de pasada de 090 m; y
en el tractor conocido como esh•echo
o frutero sobre una entrelínea de I.50
m de espacio libre de vegetación.
De acuerdo con la normativa dehomologación se considera tractor`estrecho' aquél cuya menor anchurade vía puede ser inferior a I 150 mm(A los tractores incluidos en este gru-po se les aplica un procedimiento di-
MARZO'99 Ir-r•rri 197
La potencia del motornecesita 'apoyo'suficiente
para convertirse en potenciade tracción.
z
ferente para el ensayo de laresistencia de las estructu-r^► s de protecrión en elvuelco -cabinas y bastido-res de seguridad-).
A1tos o bajosTambién la altura sobre
el suelo o 'despeje', admiteuna cierta orientación en elcliseño del h^actor. EI trac-tor estándar, de despeje
^ La relaciónpeso/po ten cia es una d e
las característicasesenciales para definir elcom portamien to d e un
tractor agrícola ^normal, permite la circulación sobrelíneas de rultivo que no superen los30-40 cm de altura. A medida que lasplantas se de^arrollan limitan la ciccu-lación del tractor.
El trabajo sobre línea se enco-
►niencla al tractor internacionalmente
conocido como hi,^^h-cro^^, al que se le
puede dar como denominación caste-
Ilana la cle `alto despeje' o'elevado',
y yue, utilizando las posibilidades de
la reciucción final, se p^ ►ede levantar
del ^uelo hasta 80 c ►n, o algo ►nás,
sie ►npre que se aproveche el efecto
complementario de un neumático de
diá ►neh^o mayor. La regulación com-
bin^ida altur^^distancia entre ejes (ba-
talla) es una opción frecuente que pro-porciona al tractor una doble función.
Cuando se desea superar etite des-peje (más de un metro sobre el suelo),el tractor tiene que ser especializado yrecibe la denominación de 'zancudo'por su particular posición, pero quepor motivos de est^ ►bilidad queda re-ducida su capacidad de tracción.
APOYARSE EN^ EL SUELO
El análisis de las diferentes
`caras' que puede ofrecer el tractor no
queda completo sin hacer unas consi-
deraciones relativas a loselementos de apoyo: rue-das, cadenas o bandas degoma, que junto con el pe-so del tractor condicionanst► capacidad de tractor pa-ra cada tipo de suelo.
La relación peso/poten-cia es una de las caracterís-ticas fundamentales paradefinir el comportamientodel tractor cuando se des-
plaza en el suelo agrícola, por lo que
analizaremos próximamente, de una
manera detallada, las diferentes alter-nativas c^ue llegan al mercado, así co-
►no la forma de adaptar un tractor a
cada labor, utilizando el lastrado.
Para finalizar, hay yue señalar
que, en el momento actual, l^ ► oferta es
variada y cada diseño se orienta mejor
a una determinada forma de utiliza-
ción. Sin embargo, cuando se dispone
de un solo tractor, ^^ el tractor tiene
yue realizar tareas diferentes, el usua-
rio puede modificar, en límites bastan-
te amplios, las condiciones del tractor
básico, para adaptarlo a cada situa-
ción.^
19^ '^'(7I1^ ^1 MARZO `99