10
AGUAS DE CONTACTO Son aguas de origen natural que entran en contacto con las instalaciones mineras debido a que éstas, por su envergadura, están expuestas a las aguas lluvia deshielos, escorrentías, afloramientos de napas, entre otros fenómenos naturales. Estas aguas de contacto pueden experimentar una alteración de calidad en su interacción con las instalaciones mineras, dependiendo del tipo de material con que entran en contacto. NORMATIVA AMBIENTAL PARA UNA MINERÍA SUSTENTABLE Ministerio del Medio Ambiente-Gobierno de Chile En el marco del proceso de revisión de los Decretos Supremos N°90 1 y N°46 2 , han surgido varias observaciones asociadas a la aplicación de dichas normas sobre las denominadas “aguas de contacto”. Concepto general: Escorrentías superficiales y/o subterráneas de origen natural, que no siendo utilizadas en un proceso, actividad o servicio, entran en contacto con éstos o con las materias primas, insumos o residuos de los mismos. Estas aguas pueden experimentar un cambio en su calidad causada por la interacción que experimentan con las materias primas, insumos o residuos de procesos, actividades o servicios. Dicho cambio, dependerá de las características del material con el que entran en contacto, los cuales pueden lixiviase o ser arrastrados a los cuerpos de agua naturales, ya sean superficiales o subterráneos, produciendo un impacto no considerado, y eventualmente un deterioro ambiental). AGUAS DE CONTACTO EN EL SECTOR MINERO 1 D.S. N°90/00 (SEGPRES), Norma de Emisión para la Regulación de Contaminantes Asociados a las Descargas de Residuos Líquidos a Aguas Marinas y Continentales Superficiales. 2 D.S. N° 46/02 (SEGPRES) Norma de Emisión de Residuos Líquidos a Aguas Subterráneas.

Aguas de Contacto

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Minero

Citation preview

Page 1: Aguas de Contacto

AGUAS DE CONTACTO

Son aguas de origen natural que entran en contacto con las instalaciones mineras debido a que éstas, por su envergadura, están expuestas a las aguas lluvia deshielos, escorrentías, afloramientos de napas, entre otros fenómenos naturales. Estas aguas de contacto pueden experimentar una alteración de calidad en su interacción con las instalaciones mineras, dependiendo del tipo de material con que entran en contacto.

NORMATIVA AMBIENTAL PARA UNA MINERÍA SUSTENTABLEMinisterio del Medio Ambiente-Gobierno de Chile

En el marco del proceso de revisión de los Decretos Supremos N°901 y N°462, han surgido varias observaciones asociadas a la aplicación de dichas normas sobre las denominadas “aguas de contacto”.

Concepto general: Escorrentías superficiales y/o subterráneas de origen natural, que no siendo utilizadas en un proceso, actividad o servicio, entran en contacto con éstos o con las materias primas, insumos o residuos de los mismos.

Estas aguas pueden experimentar un cambio en su calidad causada por la interacción que experimentan con las materias primas, insumos o residuos de procesos, actividades o servicios. Dicho cambio, dependerá de las características del material con el que entran en contacto, los cuales pueden lixiviase o ser arrastrados a los cuerpos de agua naturales, ya sean superficiales o subterráneos, produciendo un impacto no considerado, y eventualmente un deterioro ambiental).

AGUAS DE CONTACTO EN EL SECTOR MINERO

Concepto: Interacción de aguas de origen natural con las sustancias minerales del yacimiento, instalaciones de proceso o que contienen residuos mineros (canchas de acopios, depósitos de estériles, embalses, afloramientos o alumbramientos de aguas mina y aguas de crecidas en depósitos de relave, entre otros).

Producen acidificación y aumento de los contenidos de sólidos en suspensión, metales y sales en las aguas, respecto de su condición natural.

56% de las faenas mineras de Chile presentan este fenómeno, particularmente en aquellas que se emplazan en zonas de ocurrencia relativamente frecuente de precipitaciones pluviales y/o nivales.

VACÍO NORMATIVO

Dictamen Contraloría General de la República N° 058790, 4 octubre.

“No resulta procedente calificar las “aguas de contacto” como residuos líquidos industriales a efectos de aplicarles las normas de emisión establecidas en los Decretos Supremos N°90 del 2000 y N°46 del 2002, ambos del Ministerio Secretaría General de la Presidencia de la República.”

1 D.S. N°90/00 (SEGPRES), Norma de Emisión para la Regulación de Contaminantes Asociados a las Descargas de Residuos Líquidos a Aguas Marinas y Continentales Superficiales.2 D.S. N° 46/02 (SEGPRES) Norma de Emisión de Residuos Líquidos a Aguas Subterráneas.

Page 2: Aguas de Contacto

“Sin perjuicio de lo anterior, y atendida la alteración que sufren las aludidas “aguas de contacto”, dicho fenómeno debe quedar sujeto a las medidas de prevención y control que resulten pertinentes con el objeto de enfrentar las situaciones de riesgo para el medio ambiente, o de efectos adversos en la población, y de hacer efectivas las responsabilidades por daño ambiental a que hubiere lugar a consecuencia de esas circunstancias.”

En este contexto, el Departamento de Asuntos Hídricos del Ministerio del Medio Ambiente está trabajando en la elaboración de instrumentos para regular los efectos ligados a las “aguas de contacto”, evaluando alternativas de control y/o regulación de estas aguas en relación a su gestión, mitigación y prevención de efectos.

Las aguas de contacto mineras, como el drenaje ácido de mina, son de origen natural y se pueden gestionar a través de soluciones preventivas y correctivas.

Tan grandes como sus utilidades, cuando los metales se cotizan a precios como los actuales, son los desafíos ambientales que debe sortear la actividad minera. Y a veces por causas que no se vinculan directamente con su operación propiamente tal.

Es lo que ocurre, por ejemplo, debido a la generación de las denominadas aguas de contacto, que “corresponden a aquellas escorrentías y flujos superficiales y/o subterráneos de origen natural que pueden entrar en contacto con las instalaciones mineras, incluyendo las labores mineras propiamente tales (superficiales y subterráneas), los acopios de mineral, los depósitos de lastre y estériles, los depósitos de relave y los depósitos de residuos masivos mineros en general”.

Tal definición se puede encontrar en el informe “Hidrología en Faenas Mineras y Decreto Supremo N° 90” - preparado por el Consejo Minero y la Sociedad Nacional de Minería -, como aporte al proceso de revisión de esa normativa, aún en curso. Ahí también se señala que estas aguas son ajenas al proceso productivo y responden a los patrones climáticos y a las condiciones hidrológicas e hidrogeológicas locales, presentando, en la mayoría de los casos, una significativa variación estacional e interanual de caudal.

Agrega: “El contacto entre las aguas naturales y las instalaciones mineras se produce básicamente por el paso del fluido a través de los intersticios del material acopiado o depositado, o a través de las fisuras e intersticios de la roca en las labores mineras. Este contacto puede provocar una alteración en la calidad de las aguas, dependiendo de las características geoquímicas del material. La alteración más común es la acidificación y el aumento de los contenidos de sólidos en suspensión, metales y sales en las aguas, respecto de su condición natural. Sin embargo, estas situaciones de contacto son esporádicas y se presentan bajo condiciones de crecidas extremas, en que se hace inevitable el ingreso de parte de las escorrentías a los depósitos”.

Page 3: Aguas de Contacto

No son ResiduosA juicio de los gremios que representan a las compañías mineras, y como se expresa en una de las conclusiones del informe, “existen diversos motivos que permiten sostener que las aguas de contacto no pueden ni deben ser consideradas como un residuo industrial liquido: son de origen natural y responden a los patrones climáticos y a las condiciones hidrológicas e hidrogeológicas locales; son ajenas al proceso productivo y no constituyen una sustancia que deba eliminarse o descartarse; en general, se necesita de derechos de aprovechamiento de aguas para captarlas; y asimilarlas a un residuo industrial líquido implicaría asignar una calidad de ‘residuo’ (norma de emisión) a un recurso natural, desconociendo sus aptitudes de uso”.

Al respecto, la Sonami y el Consejo Minero estiman inconveniente la aplicación de una norma de emisión a las aguas de contacto, y consideran necesario que en la versión revisada del DS 90 quede explicita la inaplicabilidad de dicha norma de emisión a las aguas ajenas al proceso productivo, reconociendo su condición de agua natural sujeta a las normas secundarias que se definan de acuerdo a sus aptitudes de uso.

También con el afán de aportar a la actualización de la norma que regula la descarga de residuos líquidos a cursos de agua superficial, Codelco elaboró el trabajo “Antecedentes de las aguas de contacto minera y el Decreto Supremo Nº 90”, en el cual expone soluciones preventivas y correctivas para gestionar las aguas de contacto. Son las que a continuación se detallan:

Soluciones PreventivasSon las más evidentes y eficientes desde el punto de vista económico. Consisten en el manejo de la hidrología de la cuenca, para minimizar el contacto entre el agua y el material expuesto y así evitar la lixiviación. Implican el manejo de aguas de escurrimiento mediante canales de desvío, manejo de la nieve sobre el material, separación del material generador de aguas de contacto del no generador para reducir el área de infiltración, impermeabilización de superficies, entre otras medidas.

Page 4: Aguas de Contacto

Tales acciones permiten una reducción en los costos de la solución correctiva al minimizar el volumen de aguas de contacto, aunque no aseguran su no generación. Entre las más empleadas figuran:

Manejo de aguas (intercepción de aguas no contaminadas)

Las obras fundamentales son canales, piques y túneles de desvío para evitar el contacto entre el agua de escorrentía natural y la zona de anomalía geoquímica - como una mina, depósitos de estéril y cráter de hundimiento -, de modo que no se generen y arrastren las aguas de contacto. La intercepción de las aguas no contaminadas que provienen de las laderas aledañas a los depósitos de estéril, rajos, cráteres o mina subterránea, permite una reducción de los escurrimientos de agua, disminuyendo el caudal de aguas de contacto, lo que a su vez hace bajar los costos totales de las soluciones correctivas posibles. El porcentaje de agua a interceptar se determina a partir de un análisis técnico ambiental y económico, que indica cual es la capacidad total que deben poseer las obras de intercepción.

Separación de materiales

No todos los materiales movidos por una explotación a rajo abierto tienen contenidos de minerales generadores de aguas ácidas. Por eso, la segregación de estos materiales de aquellos con potencial neutralizador permite “encapsular” la roca generadora, de manera que el agua de infiltración por las laderas y base de la cuenca no esté en contacto con la roca generadora. Esto puede hacerse depositando la roca neutralizante en la base del depósito y/o en estratos intermedios, para que los flujos superficiales no pasen por roca generadora. El manejo de la infiltración en la superficie, junto con una segregación y construcción adecuada, puede permitir un manejo que mantenga la roca generadora con mínima humedad.

Impermeabilizado de la superficie de los depósitos de estéril para evitar la infiltración del agua de escorrentía

Esta medida busca evitar la infiltración del agua de escorrentía para que no entre en contacto con el material generador, mediante la impermeabilización de la superficie sobre la que se coloca el depósito, a través de componentes geosintéticos, evitando así el aporte de agua innecesaria al sistema. La viabilidad de este tipo de solución es muy limitada para una situación de operación de una faena, debido al constante e inevitable movimiento de maquinarias y la consecuente imposibilidad de mantener la integridad de la carpeta. Además de su compleja implementación, esta opción requiere que la superficie que será cubierta sea previamente trabajada para asegurar un drenaje y estabilidad adecuada en el largo plazo, lo que tampoco resulta viable en un depósito de estéril en crecimiento.

Por las razones señaladas, esta solución no es posible de implementar durante la operación del botadero, utilizándose preferentemente como medida de cierre.

Page 5: Aguas de Contacto

Manejo de nieve sobre depósitos de lastre

Mediante esta técnica se procura disminuir la infiltración de agua a los depósitos de lastre, con la consecuente disminución de las aguas ácidas generadas. Considera la preparación de la superficie en parte de los depósitos antes del invierno, con pendiente hacia las zanjas de desvío de agua clara y compactación para minimizar la infiltración. Con ello puede llegar a manejarse un porcentaje importante de la superficie plana de los depósitos, encausando el agua de deshielo en la primavera hacia los canales de contorno. La estimación del rendimiento de esta solución es del 50% del agua de deshielo. Para este propósito se requiere implementar un “plan invierno”, donde se deja sólo una parte del botadero disponible para depositación durante el invierno. La superficie restante queda preparada con pendiente adecuada y superficie semi impermeable para que en la primavera el agua escurra hacia los canales de contorno.

Tecnologías CorrectivasLas soluciones de tipo correctivo consisten básicamente en tratar químicamente el agua luego del contacto, para abatir - precipitar - los metales solubilizados y neutralizar el pH ácido. Esta alternativa se combina con mecanismos de recirculación de las aguas tratadas a procesos productivos, disminuyendo al máximo las cantidades a descargar en cuerpos de agua. El tratamiento de aguas puede ser pasivo o activo, pero respecto de las aguas de contacto consiste primordialmente en la adición de un neutralizante para subir el pH y abatir los metales pesados por precipitación.

El proceso más utilizado en la minería mundial es la neutralización con cal (CaO o Ca(OH)2), cuya expresión en términos conceptuales es la siguiente:

Metales en solución + sulfato en solución + cal = hidróxidos metálicos (sólido precipitado) + yeso (pulpa) + sulfato en solución.

Los metales y el yeso pueden separarse por precipitación en un decantador, sin embargo, este proceso no permite abatir el sulfato más allá del nivel de saturación del yeso: 2.000 ppm aprox., subsistiendo en una

Page 6: Aguas de Contacto

medida importante en la solución. Así se constata, por ejemplo, con la experiencia de las plantas de neutralización con cal existentes en Canadá, que descargan el efluente - alto en sulfato - directamente a ríos y mar sin otro tratamiento.

Los ejemplos más comunes de aguas de contacto son los siguientes:

Drenaje ácido: se genera cuando aguas de precipitación directa o de escurrimiento en las laderas adyacentes entran en contacto y se infiltran en un depósito de lastre, estéril o mineral de baja ley que contiene minerales sulfurados. También surge cuando el depósito se emplaza ocupando un cauce natural por donde escurren aguas naturales (intermitentes o permanentes).

Afloramiento o alumbramiento de aguas mina: se producen cuando una labor minera, superficial o subterránea, intercepta un cuerpo de agua subterránea. En tales circunstancias el agua aparece en las paredes, piso y/o techo de la excavación, acumulándose en la faena y, en el caso de los túneles o galerías, fluyendo pendiente abajo. Dependiendo de las características geoquímicas de la roca que la contiene, el agua puede presentar acidificación y contenidos elevados de metales y sales.

Aguas de crecidas en depósitos de relave: se generan cuando una cantidad importante de escorrentías naturales ingresa a la cubeta de un depósito de relaves, eludiendo las obras de intercepción y desvío. Estas situaciones son esporádicas y ocurren bajo condiciones meteorológicas extremas: grandes precipitaciones o deshielos inusuales.

Datos Relevantes

56% de las instalaciones de la mediana y gran minería presenta algún tipo de aguas de contacto, siendo el tipo más frecuente los drenajes de depósitos de lastre/estéril (33%).

2 son los principales obstáculos para tratar las aguas de contacto: las excedencias de escorrentía y la excedencia del sulfato en aguas tratadas (neutralización con cal).

6 han sido las tecnologías analizadas por Codelco para abatir los sulfatos: biotecnología, intercambio iónico, osmosis inversa, electroquímica, evaporización y cristalización, y sales de bario sin regeneración.