Aguinaldo 2105

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    COMENTARIO DEL RECTOR MAYOR

    AL AGUINALDO 2015Da mihi animas, cetera tolle

    Mis queridos hermanos y hermanas:

    Deseo comenzar esta carta, que tiene por finalidad ser el comentario o desarrollo del lema del Aguinaldo, salu-dando muy afectuosamente a todos mis hermanos salesianos, a mis hermanas salesianas, a quienes por tradi-cin se entrega en primer lugar, en la persona de la Madre General, el Aguinaldo de cada ao. Despus pasa aser una propuesta de comunin para toda nuestra Familia Salesiana en el mundo.

    La entrega del Aguinaldo lleva consigo un viva y sincera felicitacin en esta Navidad y en el inicio del NuevoAo, ambos momentos festivos como Don y Gracia del Seor. Una felicitacin que, como deseo de corazn,quisiera que fuese una real oportunidad de saludarnos personalmente. Como no puede ser, confo en que almenos la expresin de este sentimiento pueda llegar a todos, al mismo tiempo que les acerco este sencillo co-mentario y desarrollo del lema central del Aguinaldo para este ao 2015.

    1. UNAHERMOSA HERENCIA ESPIRITUAL

    Califico de hermosa herencia espiritualnuestra tradicin familiar del Aguinaldo porque ha sido algo quesiempre ha estado muy en el corazn de Don Bosco. Los primeros mensajes que, a modo de aguinaldo, estnrecogidos en nuestra tradicin se remontan a la dcada de 1850. En las Memorias Biogrficas1leemos que unaestrategia de Don Bosco era la de escribir, de cuando en cuando, un papelito hacindolo llegar a quien queradarle un consejo. Algunos de ellos fueron conservados y son mensajes muy personales que invitan a una buenaaccin, o a remediar algo que no va bien; pero adems de esto, desde los primeros aos del Oratorio, Don Boscohaba comenzado a entregar, hacia el final del ao, un aguinaldo a todos sus jvenes en general y otro a cadauno en particular. El primero, el general, sola consistir en indicar algunos procedimientos y aspectos a tener en

    cuenta para la buena marcha del ao que estaba por comenzar.Y casi cada ao Don Bosco continu dando talesaguinaldos.

    El ltimo Aguinaldo el ltimo que Don Bosco dedic a sus hijos vio la luz en circunstancia muy especial.Est en las Memorias Biogrficas2. Sintiendo Don Bosco que llegaba el momento final, hizo llamar a Don Rua y aMons. Cagliero y, con las pocas fuerzas que le quedaban, les dio unas ltimas recomendaciones para ellos y paratodos los Salesianos. Bendijo las casas de Amrica y a muchos de los Hermanos que en esas tierras estaban,bendijo a todos los cooperadores italianos y a sus familias y, finalmente, les pidi que le prometieran que seamaran como hermanos, y que recomendaran la frecuente comunin y la devocin a Mara Santsima Auxilia-dora.

    Recogiendo estas palabras de Don Bosco, Don Rua describe en su tercera circular ese momento y esas pala-bras, y aade que estas podran servir como Aguinaldo del nuevo ao para enviar a todas las casas salesianas.Dese que fuesen para toda la vida y dio su aprobacin para que sirviesen realmente como aguinaldo para elnuevo ao3.

    1MBeIII, p. 472.

    2MBe III, p. 436.

    3Ibid.

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    2. EL AGUINALDO QUE QUIERE SER PALABRA DE UNIDAD PARA TODA NUESTRA FAMILIA SALESIANA

    Nuestra Familia Salesiana se distingue y caracteriza por ser, en primer lugar, una familia carismtica4en laque el Primado de Dios-Comunin es el corazn de la mstica salesiana. Esto es as porque nos remite al origende aquel carisma del Espritu que se nos ha transmitido a nosotros desde Don Bosco para ser vivido, custo-diado, profundizado y desarrollado constantemente en sintona con el Cuerpo de Cristo en perenne creci-miento5.

    En tal comunin de carisma reconocemos la diversidady, al mismo tiempo, la unidadque tiene su fuente enla consagracin bautismal, en el compartir el espritu de Don Bosco, y en la participacin de la misin salesianaal servicio de los jvenes, y especialmente los ms pobres6.

    Por eso en cada Aguinaldo subrayamos este aspecto de la comuninque es prioritario en nuestra Familia. Enla medida en que el mismo aguinaldo pueda ayudar a las programaciones pastorales de las diversas ramas ygrupos, es bienvenido,pero sabiendo que su finalidad primaria no es la de llegar a ser un programa de pastoral

    para el ao, sino ms bien ser un mensaje creador de unidad y comunin para toda nuestra Familia Salesiana,en un objetivo comn. Despus veremos en cada rama de este nuestro rbol de familia cmo concretarlo en

    vida, cmo hacerlo operativo.

    De ah mi propuesta de Aguinaldo, queridos Hermanos y Hermanas de nuestra Familia Salesiana, para esteao 2015 que el Seor nos regala:

    COMO DON BOSCO,

    CON LOS JVENES, PARA LOS JVENES!

    4Cfr. Carta de Identidad de la Familia Salesiana, art. 5.

    5Mutuae Relationes, 11.

    6Carta de Identidad de la Familia Salesiana, art. 4.

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    3. COMO DON BOSCO DESDE SU CORAZN PASTORAL Y SU ACCIN EDUCATIVA,ENVUELTOS EN LA TRAMA DEDIOS

    Decir COMO DON BOSCO, hoy, es ante todo volver a encontrar y descubrir de nuevo en toda su plenitud elespritu de Don Bosco que, hoy como ayer, tiene y ha de tener toda la fuerza carismtica y toda actualidad.

    De entre todo lo que se podra explicitar sobre esta realidad carismtica, me permito subrayar dos aspectos

    en este momento:

    La Caridad pastoral(o el corazn del Buen Pastor), como elemento movilizador del ser y el hacer de DonBosco.

    - Su capacidad de leer el Hoy para preparar el Maana.

    3.1. Don Bosco, con el corazn del Buen Pastor

    El corazn del Seor Jess, Buen Pastor, marca todo nuestro hacer pastoral y es referencia esencial para no-

    sotros. Al mismo tiempo, la concrecin, al modo salesiano la encontramos en Don Bosco (plasmado en elsingular espritu de Valdocco, o en lo propio de Mornese, o en lo que de ms propio tienen todos los grupos dela Familia Salesiana). Por lo tanto, en nuestra Familia, el punto de confluenciaprimero y para todoses el carismade Don Bosco suscitado por el Espritu Santo, para bien de la Iglesia. Es esto que llamamos carisma salesianoyque nos abraza y acoge a todos y a todas.

    En Don Bosco la feliz expresin (que fue su programa de vida), me basta que seis jvenes para que osame, fue la palabra y, todava lo es hoy, la opcin educativa fundamental7por excelencia. Y bien sabemos quepor sus nios y jvenes Don Bosco desarroll una grandsima actividad con palabras, con acciones educativas,con presencia, con escritos, con asociaciones o compaas, con viajes, con fundaciones, y en encuentros contodo tipo de autoridades civiles y religiosas y con el mismo Papa. Por ellos, sobre todo, manifest una atencinmuy cuidada, dirigida a sus personas, a fin de que en su amor de padre los jvenes pudiesen acoger el signo deun amor ms alto8.

    Esa predileccin de Don Bosco por los jvenes, por cada joven, fue la que le llevaba a hacer lo que fuese, aromper todo molde, todo estereotipo con tal de llegar a ellos. Como atestigua don Francisco Dalmazzo alproceso de santidad de Don Bosco, bajo juramento en 1892,Yo vi un da a Don Bosco abandonar a don Ruay a m, que le acompabamos, para ayudar a un muchacho albail a transportar una carretilla muy cargada,que se senta incapaz de mover y que lo demostraba llorando; y esto suceda en una de las calles principales de

    la ciudad9.

    Esa predileccin por los muchachos llevaba a Don Bosco a entregarse del todo en la bsqueda de su bien, desu crecimiento, desarrollo y bienestar humano y de su salvacin eterna. Ese era el horizonte de vida de nuestropadre: ser todo para ellos, hasta el ltimo suspiro! Lo expresa muy bien una de nuestras hermanas estudiosade Don Bosco cuando escribe:El amor de Don Bosco por estos jvenes se manifestaba en gestos concretos yoportunos. Se interesaba por toda su vida, enterndose de las necesidades ms urgentes e intuyendo las ms

    7 JUAN PABLO II, Juvenum Patris, nm. 4.

    8Ibid.

    9Proceso Ordinario, copia pblica, folios 870-972, citado en BOSCOTeresio, Don Bosco visto da vicicino, Turn, Elle Di Ci, 1997, p.

    108.

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    ocultas. Afirmar que su corazn se entregaba totalmente a los jvenes significa que toda su persona, inteligencia,corazn, voluntad, fuerza fsica, todo su ser estaba orientado a hacerles en bien, a promover su crecimientointegral, a desear su salvacin eterna. Por tanto, para Don Bosco ser hombre de corazn quiere decir estar total-mente consagrado al bien de sus jvenes y gastar a favor de ellos todas sus energas hasta el ltimo aliento!10.

    Este mismo ardor lo llev, con criterios similares, y con el mismo espritu, a buscar una solucin a los proble-mas de las jvenes, con la cercana de la Cofundadora Mara Dominica Mazzarello y el grupo de mujeres jvenes

    unidas a ella y dedicadas, en el mbito parroquial, a la formacin cristiana de las chicas.

    Su corazn pastoral lo anim, de igual manera, a contar con otros colaboradores, hombres y mujeres, con-sagradoscon votos estables, cooperadoresasociados en el compartir los ideales pedaggicos y apostlicos11.A esto se suma su condicin de gran promotor de una especial devocin a Mara Auxiliadora de los cristianos yMadre de la Iglesia, y su cuidado y afecto permanente por sus exalumnos.

    Y en el centro de todo este hacer y de su visin ha estado, como verdadero movilizador de su fuerza personalel hecho de que Don Bosco realiza su santidad personal mediante el compromiso educativo vivido con celo ycorazn apostlico12, lacaridad pastoral. Esa caridad pastoral que para Don Bosco, precisamentepor sentirse

    envuelto en la Trama de Diossignificaba que Dios tena la primaca en su vida, era l la razn de su vivir, de suhacer, de su ministerio sacerdotal, hasta el punto de abandonarse en l hasta la temeridad. Este sentirse envueltoen la Trama de Diossignificaba, por eso mismo, amar al joven, a todo joven, cualquiera que fuese su estado osituacin, para llevarlo a la plenitud de ese ser humano, que se ha manifestado en el Seor Jess y que se con-cretaba en la posibilidad de vivir como honrado ciudadano y como buen hijo de Dios.

    Y esta ha de ser la clave de nuestro ser, vivir y actuar el carisma salesiano. Si llegamos a sentir en las propiasentraas, en lo ms profundo de cada una y de cada uno de nosotros, ese fuego, esa pasin educativa quellevaba a Don Bosco a encontrarse con el joven en el t a t, creyendo en l, confiando en que en cada unosiempre hay semilla de bondad y de Reino, para ayudarlos a dar lo mejor de s mismos y acercarlos al encuentrocon el Seor Jess, entonces estaremos haciendo realidad, sin duda, lo ms bello de este nuestro carisma sale-

    siano.

    3.2. En la historia de Dios y de los hombres

    Yo creo, y muchos de nosotros creemos que Don Bosco tena una capacidad especial para saber leer los signosde los tiempos. Supo hacer propios tantos valores que su tiempo le ofreca en el campo de la espiritualidad, dela vida social, de la educacin y fue capaz de darle a todo ello una impronta tan personal que lo ha distinguidoy diferenciado de otros grandes de su tiempo.

    Esto le permita leer el hoy como si viviese ya en el maana. El hoy de Don Bosco era contemplado por l con

    los ojos del historiador de Dios, con los ojos de quien sabe mirar la Historia para reconocer en ella los signosde la presencia de Dios. Historia presente, no pasada! Historia contemplada con una lucidez que a la mayoranos resulta posible nicamente con la relectura en Dios de los acontecimientos, para poder dar as respues-tas a las necesidades de sus jvenes.

    Por su estilo de vivir y de actuar, nosotros tambin estamos llamados hoy a pedir a Don Bosco que nos ensee

    10P. RUFFINATO, Educhiamo con il cuore di Don Bosco, in Note di Pastorale Giovanile, nm. 6/2007, p. 9.

    11Ibid. 10.

    12Ibid. 5.

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    a leer los signos de los tiempos para ayudar a los jvenes.

    Esta misma conviccin la expresa el Captulo General Especial cuando dice que Don Bosco posey en altogrado la sensibilidad a las exigencias de los tiempos Sus primeros colaboradores se formaron en este esprituY la sociedad moderna, con sus cambios rpidos y profundos exige un nuevo tipo de persona, capaz de superarel ansia provocada por dichos cambios y de proseguir buscando, sin anquilosarse en soluciones hechas capazde distinguir, sin extremismos, lo permanente de lo mutable13. En este deseo de actualizar el carisma, el camino

    que nos queda es, justamente, el de buscar para nosotros ese su corazn pastoral, junto con esa capacidad demovilidad, de adaptacin, de lectura creyente del aqu y ahora.

    4. CON LOS JVENES, PARA LOS JVENES EN ESPECIAL LOS MS POBRES

    4.1. Con los JVENES! estando con ellos y en medio de ellos

    Y decimos CON LOS JVENES!, hermanos y hermanas de nuestra Familia Salesiana, porque el punto de partida

    de nuestrohacer carne y sangre (ENCARNAR)el carisma salesiano,es el de ESTAR CON LOS JVENES, estar con ellosy entre ellos, encontrarlos en su vida cotidiana, conocer su mundo, amar su mundo, animarles en su ser protagonis-tas de sus vidas, despertar su sentido de Dios, animarlos a vivir con metas altas.

    El mundo de los jvenes es un mundo de posibilidades. Para poder ser fermento en ese mundo, debemosconocer y valorar positiva y crticamente aquello que los jvenes valoran y aman. El desafo de nuestra misinen medio de los jvenes pasa a travs de nuestra capacidad proftica para leer los signos de los tiempos, comoanteriormente decamos de Don Bosco; es decir, qu nos est diciendo y pidiendo Dios a travs de estos jvenescon los que me encuentro?

    Este desafo comienza por tener la capacidad de escuchar, y por tener el valor y la audacia de entablar un

    dilogo horizontal, sin posicionamientos estticos, sin arrogarnos previamente la posesin de la verdad. Adop-temos la actitud del aprendiz, y mucho aprenderemos de ellos y de la imagen de Iglesia que para ellos encar-namos. Los jvenes, con su palabra, su presencia o su indiferencia, con sus respuestas y sus ausencias, estnreclamando algo de nosotros. Y tambin el Espritu en ellos, y a travs de ellos, nos est hablando. Del encuentrocon ellos nunca se sale indemne, sino recprocamente enriquecidos y estimulados.

    4.2. Con los JVENES! mostrndoles predileccin pastoral

    Y decimos CON LOS JVENES!, porque si lo que llena nuestro corazn desde el momento de la llamadavocacional de Jess a cada uno de nosotros, es la predileccin pastoral por los chicos y chicas, los muchachos,las jvenes y los jvenes, esta predileccin se manifestar en nosotros, como en Don Bosco, en una verdaderapasin buscando su bien, poniendo en ello todas nuestras energas, todo el aliento y fuerza que tengamos.

    Y nuestras comunidades, sea cual sea el grupo de nuestra Familia (sean comunidades de vida religiosa, comu-nidades de oracin y compromiso, comunidades testimonio), han de intentar adquirir visibilidad entre los j-venes de su propio ambiente. Esta visibilidad exige discernimientos, opciones y renuncias. Significa ante todogratuidad en el servicio, relaciones fraternas alegres y detallistas, en un proyecto comunitario de oracin, encuen-tros y servicio. Se requiere, ms que nunca, una casa abierta, con pluralidad de iniciativas convocantes, y conpropuestas oportunas para los problemas de los jvenes del entorno. Ojal los jvenes se percaten del valor quetiene el poder disponer de un hogar salesiano, poder contar con un grupo de personas amigas. La significativi-dad exigir que nuestras comunidades vivirn en una saludable tensin que se transforma en bsqueda, discer-

    nimiento y toma de decisiones que han de ser continuamente revisadas, llevadas a la oracin y contrastadas en

    13CGE, nm. 665.

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    la vivencia fraterna y en la praxis pastoral.

    4.3. Para los JVENES! en especial para los ms pobres

    En diversas ocasiones he comentado que cuando el Papa Francisco habla de ir a la periferia, dirigindose atoda la Iglesia, a nosotros nos interpela de manera muy viva y directa porque nos est pidiendo que estemos enla periferia, con los jvenes que estn en la periferia, lejos de casi todo, excluidos, casi sin oportunidades .

    Al mismo tiempo digo que estaperiferiaes para nosotros algo muy propio como Familia Salesiana, porque laperiferia es algo constitutivo de nuestroADNsalesiano. Qu fue el Valdocco de Don Bosco sino una periferia dela gran ciudad? Qu cosa fue Mornese sino una periferia rural? Ser necesario que nuestro examen de concien-cia personal y de Familia se confronte con esta fuerte llamada eclesial, que es a su vez de la esencia del Evangelio.Ser necesario examinarnos acerca de nuestro estar con los jvenes y para ellos, especialmente para los mspobres, necesitados y excluidos, pero no ser necesario buscar nuestro norte, nuestra estrella polar de nave-gacin,porque en los ltimos, los ms pobres, los que ms nos necesitan est lo ms propio de nuestra identi-dad carismtica y con esta identidad es con la que hemos de confrontarnos al buscar nuestro sitio, nuestra ma-nera de responder hoy a la misin, en el aqu y ahora.

    4.4. Para los JVENES! porque tienen derecho a encontrar modelos de referencia creyentes y adultos

    Cada vez se hace ms evidente que nuestro servicio a los jvenes pasa tambin, y en gran medida, a travsde la existencia de modelos de referencia creyentes y adultos. Los jvenes buscan y desean encontrarse concristianos audaces pero normales, a los que no slo admirar, sino tambin poder imitar. Nuestros jvenes,como en otras dimensiones de su persona en construccin, necesitan mirarse en otros, quieren reconocersea s mismos y aprender a vivir su fe, ms por contagio (por testimonio de vida) que por adoctrinamiento.

    Por eso precisamente nuestra accin pastoral no podr ser una tarea uniforme y lineal, dado que las situa-ciones de los adolescentes y de los jvenes son tan variadas. Esto implicar, sobre todo en nosotros educadoras

    y educadores, actitudes profundas como estar dispuestos a perder la propia vida para darla por el Reino,aceptar la pobreza, la austeridad, la sobriedad como opcin de libertad pastoral personal e institucional, estardispuestos a reconvertir nuestras obras cuando sea necesario, poniendo siempre en primer lugar a las personas,el encuentro con ellas y el servicio a las mismas.

    4.5. Para los JVENES! para quienes el encuentro personal ser oportunidad nica para sentirse acompaados

    Trabajar con los jvenes y por los jvenes, ha sido y es, no slo un privilegio por estar en contacto con perso-nas vitales, llenas de potencialidad, de sueos y frescura sino, sobre todo, una oportunidad que se nos ofrecede caminar junto a ellos para volver a Jess, para recuperar su vida y su mensaje, sin filtrar su radicalidad, sineludir la siempre incmoda confrontacin con nuestras escalas de valores y estilos de vida. Estamos convencidosde que el Evangelio, tanto hoy como ayer, cuenta con todas sus posibilidades de ser escuchado, odo y aceptadode nuevo en el mundo de los jvenes, como una Buena Noticia.

    En este ser escuchado y aceptado el Evangelio, se nos presenta el desafo de cultivar con empeo el encuentropersonal, el acompaamiento espiritual personal, donde cada Salesiano educador, cada Salesiana educadorapueda proponer caminos, sugerir opciones. A ejemplo de Don Bosco, tenemos una gran necesidad de educadorasy educadores abiertos a la novedad, giles para innovar, ensayar, arriesgar y ser personalmente testimonio verazen la vida de los jvenes. Se nos pide acercamiento personal en el encuentro espontneo, inters por sus cosassin pretender invadir su intimidad. Un acompaamiento preferentemente centrado en la consideracin positiva yafectuosa del otro, y que ha de materializarse en las tareas de facilitar, de valorar y de orientar. Poner en

    marcha itinerarios de educacin a la fe no consiste tanto en introducir cosa alguna del exterior al interior de losjvenes, sino en ayudarlos a dar a luz su intimidad ms radical habitada por Dios, a desarrollar las potencialidadesy capacidades que llevan dentro de s mismos. Se trata de acompaar sus vidas, de ayudarlos a descubrir su iden-tidad ms ntima y su proyecto personal de vida.

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    4.6. Porque los JVENES especialmente los ms pobres, son un don para nosotros

    Fue el mismo Rector Mayor don Juan Edmundo Vecchi quien escribi que los jvenes pobres han sido y sontodava un don para nosotros14. Y ciertamente no podemos pensar que don Juan Vecchi est defendiendo lapobreza, pero es cierto, que si estamos con ellos y en medio de ellos, son ellos y ellas, los primeros que nos hacenel bien, que nos evangelizan que nos ayudan a vivir verdaderamente el Evangelio desde lo ms propio del carismasalesiano.

    Me atrevo a decir, como ya he manifestado en alguna otra ocasin, que son los jvenes, las jvenes, y espe-cialmente quienes son ms pobres y necesitados, quienes nos salvarnayudndonos a salir de nuestras rutinas,de nuestras inercias y de nuestros miedos, a veces ms preocupados en conservar las propias seguridades, queen tener el corazn, el odo y la mente abierta a lo que el Espritu nos pueda pedir.

    Por ellos y ante ellos no podemos eludir las urgencias que desde la misma realidad juvenil nos estn gol-peando a la puerta. Colaboramos con nuestras obras y servicios mltiples en promover la acogida de los jvenes,escuchar los gritos del alma: jvenes solos, acosados por la violencia, con conflictos familiares, con heridas emo-tivas, con confusin, con sufrimiento y dolor. La Buena Noticia empieza por escuchar y acoger de forma incondi-

    cional sus necesidades, deseos, miedos y sueos. Urge tambin recuperar su capacidad de bsqueda, de indig-nacin ante las oportunidades que se les cierran por ser promesas vacas, estimular sus sueos para promoverla accin, la colaboracin, la bsqueda de unas sociedades mejores. Aceptar el abrazo de Dios como un regalo,aprender a llorar en l, a rer en l.

    14ACG 359, p. 25.

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    5. EN EL BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE DON BOSCO

    5.1. Hubo un Primer Centenario

    Estamos celebrando el Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Como es natural hubo un primer Cente-nariodel que quiero dejar una pequea resea histrica15.

    Comencemos por decir que en 1915 concurran no uno, sino dos centenarios, ambos muy salesianos. El naci-miento de Don Bosco y la determinacin de la fecha del 24 de mayo como celebracin en honor de Mara Auxi-liadora. Esta fue decidida por decreto del Papa Po VII, para dar gracias a la Madre de Dios por su liberacin dela cautividad, estableciendo la fiesta de Mara Auxiliadora en el da 24 de mayo, da en que entr de nuevo enRoma.

    La idea de celebrar solemnemente el primer Centenario del nacimiento de Don Bosco comenz con muchaantelacin. Don Pablo lbera quera dotar la celebracin de un doble carcter: que sirviera para extender ladevocin a Mara Auxiliadora y para el conocimiento de la figura y obra de Don Bosco, y tambin con el fin decontribuir as a acelerar la causa de beatificacin.

    En 1914 la organizacin de las celebraciones del primer Centenario del nacimiento de Don Bosco estaba yamuy avanzada. La prensa haba dado a conocer al gran pblico los actos principales que tendran lugar en dichaefemrides; las autoridades que iban a intervenir; se haban seleccionado tambin los planos del monumentoy de la nueva iglesia; la Santa Sede haba aprobado el cambio de fecha del Captulo General, y la renuncia delos miembros del Capitulo Superior a un ao de sus respectivos cargos; el cardenal Gasparri, en calidad deProtector de la Congregacin Salesiana haba escrito una carta, en nombre del Papa.

    Pero las circunstancias que vendran fueron muy adversas. En 1914 y 1915 se sucedieron una serie de trgicosacontecimientos: un fuerte terremoto que sacudi una parte de Sicilia, con graves daos materiales aunque, porfortuna, sin prdidas de vidas de SDB y FMA; un fuego que destruy completamente la casa chilena de Valdivia;

    la muerte de Po X, muy cercano a los Salesianos. Un nuevo terremoto que, a inicios de 1915, asol la regin delos Abruzos, ocasionando la muerte de tres hijas de Mara Auxiliadora. Dos Salesianos, fueron rescatados deentre los escombros.

    Y lleg el acontecimiento ms trgico, doloroso y duradero: el estallido de la Primera Guerra Mundial, que divi-di el mundo en dos grandes bandos beligerantes, dejando millones de muertos en su transcurso. Italia, al principioneutral, entr en guerra el 23 de mayo de 1915, precisamente el da antes del comienzo de la celebracin de losactos conmemorativos del centenario de la fiesta de Mara Auxiliadora.

    El conflicto blico afect gravemente a las obras salesianas en diversos pases. Unos 2.000 jvenes Salesianos

    fueron llamados a las armas, en uno y otro bando. La guerra impidi o hizo muy difcil el contacto y la comunicacincon las casas salesianas de las FMA y de los SDB. Disminuy tambin en gran medida la ayuda de los cooperadores.Don Pablo lbera hizo continuos llamamientos a la oracin, insistiendo sobre todo en la conmemoracin del 24 decada mes, dedicado a Mara Auxiliadora. Era evidente que en esta situacin los brillantes programas del Centenariotendran que ser suprimidos o reducidos o en la espera de circunstancias mejores. Se determin suspender losactos festivos, reducir los programas y darles un carcter ms religioso e ntimo, aunque siempre con la esperanzade que la paz llegara pronto y se pudieran vencer los obstculos. Pero la paz tard en llegar ms de lo esperado ymuchos de los actos previstos no pudieron celebrarse nunca.

    Con todo, y si bien el da anterior a la fiesta, el 23 de mayo, Italia declar la guerra a Austria, como ya se dijo,

    15La informacin, que yo he resumido al mximo, me la ha facilitado don Jess Graciliano Gonzlez, quien ha preparado para

    el Boletn Salesianode Espaa once pequeos artculos, uno para cada mes de edicin, recogiendo lo que fue la historia de

    aquel primer Centenario.

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    y entr a formar parte del bloque de los aliados, el 24 de mayo se celebr en el abarrotado santuario un so-lemne pontificalpresidido por el cardenal arzobispo de Turn.

    Tambin hubo festejos en Valsalice y Castelnuovo. Para cerrar el aniversario, el Rector Mayor invit a todoslos amigos de Don Bosco a una doble peregrinacin: la primera, el da 15 de agosto, para visitar la tumba de

    Don Bosco y la segunda, el da 16, para visitar la cuna, que estaba en I Becchi, donde haba nacido y en Cas-telnuovo, donde haba sido bautizado. En Valsalice la asistencia fue tan numerosa que fue necesario levantar

    un altar en el prtico que est delante de la tumba. Miles de personas se agrupaban ocupando todos los espa-cios del patio y sus adyacentes. Cantos, oraciones y ofrendas precedieron a la bendicin eucarstica impartidapor don Pablo lbera desde la terraza situada ante la tumba de Don Bosco. A todos los presentes se les entregun elegante recuerdo con la imagen de Don Bosco y algunas de sus mximas.

    La segunda jornada, el 16 de agosto, concentr en torno a la casita de Don Bosco en I Becchi a numerososgrupos de jvenes y adultos, eclesisticos y laicos, que venan de Turn y de los pueblos de los alrededores. Loesperaban don Pablo lbera y todo el Captulo Superior. Don Pablo Albera celebr la Santa Misa y despus seprocedi a la colocacin de la primera piedra de la nueva iglesita que se quera levantar all en honor de MaraAuxiliadora como recuerdo del doble centenario. En Castelnuovo se descubri una lpida conmemorativa. Des-

    pus de una comida popular, sigui el homenaje oficial del pueblo. Don Pablo lbera fue nombrado ciudadanode honor.

    En Amrica pudieron celebrarse ambos centenarios, el de la fiesta de Mara Auxiliadora y el del nacimientode Don Bosco. En todas la naciones americanas donde estaba implantada la obra salesiana se celebraron actosmasivos en honor de Don Bosco y de Mara Auxiliadora. En varios lugares se dio el nombre de Don Bosco a lascalles y se levantaron centros e iglesias en perpetua memoria del acontecimiento. Argentina y Brasil fueron lasnaciones que ms se distinguieron en esta circunstancia.

    5.2. En la celebracin del Bicentenario

    Hasta aqu fue la historia de la primera celebracin. Son tambin muchos los actos, en gran medida muy sen-cillos, que estn teniendo lugar en todo el mundo. Yo pretendo subrayar, como ya lo hice el da 16 de agosto en IBecchi al inicio del Bicentenario, el sentido del mismo.

    Hoy nosotros, mientras celebramos el Bicentenario de este hecho histrico, damos profundas gracias a Diospor lo que ha hecho con su intervencin en la Historia, y en esta historia concreta aqu, en las colinas de I Becchi.Varias veces digo en esta carta, de una u otra manera, que el carisma salesiano es el regalo que Dios, a travs deDon Bosco, ha hecho a la Iglesia y al Mundo. Se form en el tiempo, desde las rodillas de Mam Margarita hastala amistad con buenos maestros de vida y sobre todo en la vida cotidiana con los jvenes.

    El Bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco es un ao jubilar, una ao de Gracia, que queremos viviren la Familia Salesiana con un profundo sentimiento de gratitud al Seor, con humildad pero gran alegra, porqueha sido el mismo Seor quien ha bendecido este hermoso movimiento espiritual apostlico fundado por DonBosco bajo la gua de Mara Auxiliadora. Es un ao jubilar para los treinta grupos que ya formamos esta granFamilia, y para otros muchos que, inspirados en Don Bosco, en su carisma, en su misin y espiritualidad, esperanser reconocidos en esta Familia.

    Es un ao jubilar para todo el Movimiento Salesiano que, de una u otra manera, hace referencia a Don Boscoen sus iniciativas, acciones, propuestas, camina compartiendo espiritualidad y esfuerzos por el bien de los jvenesy las jvenes, en especial los ms necesitados.

    Este Bicentenario quiere ser, para todos, y en todo el mundo salesiano, una ocasin preciosa que se nos ofrecepara mirar el pasado con agradecimiento, el presente con confianza, y para soar el futuro de la misin evange-lizadora y educativa de nuestra Familia Salesiana con fuerza y novedad evanglica, con coraje y mirada proftica,dejndonos guiar por el Espritu que siempre nos acercar a la novedad de Dios. El Bicentenario est siendo ya

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    una oportunidad para una verdadera renovacin espiritual y pastoral en nuestra Familia, una ocasin para hacerms vivo el carisma, y hacer tan actual a Don Bosco como siempre lo fue para los jvenes, en nuestro caminohacia lasperiferias fsicas y humanasde la sociedad y de los jvenes. El ao del Bicentenario, y el camino poste-rior que hemos de recorrer, ha de ser para nosotros, un tiempo para aportar lo que humildemente forma partede nuestra ms viva esencia carismtica.

    Este Bicentenario ha de ser, y est siendo tambin, la evocacin de tantas mujeres y hombres que en este

    proyecto apasionante han dado su vida por este ideal de manera heroica, en las condiciones ms difciles y ex-tremas del mundo, y por eso son un triunfo, un tesoro inestimable que solo Dios puede valorar.

    Con esta conviccin que tenemos, nos sentimos ms animados no solo a admirar a Don Bosco, no solo apercibir la actualidad de su figura, sino a sentir fuertemente el irrenunciable compromiso de imitacinde quien,desde las colinas de I Becchi lleg a la periferia de Valdocco, y a la periferia rural de Mornese, para implicarconsigo y con otras personas a todo aquel que buscara el bien de la juventud y sufelicidad en este mundo y enla eternidad.

    6. MAM MARGARITA, MADRE Y EDUCADORA DE JUAN BOSCO

    No quisiera terminar el comentario de este Aguinaldo que tiene como punto central a Don Bosco en sus prxiseducativa y pastoral, en este ao del Bicentenario de su nacimiento, sin hacer referencia a la que fue su madrey educadora. Y esto porque ignorar o silenciar a su madre, Mam Margarita, es ignorar que tantos dones natu-rales que reconocemos en Don Bosco tienen su origen, ciertamente, siempre en Dios, pero con la mediacinhumana que fue su familia y muy especialmente su madre. De ah el porqu de esta sencilla reflexin16.

    En mayo de 1887, Don Bosco fue por ltima vez a Roma para la consagracin de la iglesia del Sagrado Corazn,monumento perenne de su amor al Papa. Estaba ya al final de una larga vida de trabajo, que la construccin de

    este templo haba contribuido a reducir. El domingo 8 de mayo se realiz una recepcin en su honor con laparticipacin de personalidades eclesisticas y civiles, italianas y extranjeras. Al final de la recepcin, muchosinvitados tomaron la palabra en diversas lenguas. En alguno naci la curiosidad de saber cul era la lengua quegustaba ms a Don Bosco. Este, sonriendo respondi: La lengua que ms me gusta es la que me ense mimadre, porque me cost poco trabajo aprenderla, y porque encuentro en ella ms facilidad para expresar misideas; adems, no la olvido tan fcilmente como las otras lenguas17.

    Don Bosco reconoci siempre los grandes valores que haba adquirido en su familia: la sabidura campesina,la sana astucia, el sentido del trabajo, la esencialidad de las cosas, la ocupacin permanente, el optimismo a todaprueba, la resistencia en los momentos de infortunio, la capacidad de recuperacin despus de los altercados,la alegra siempre y en todo lugar, el espritu de solidaridad, la fe viva, la verdad y la intensidad de los afectos, elgusto por la acogida y la hospitalidad. Todos estos bienes los haba encontrado en su casa y lo haba formado enaquel mundo. Qued marcado por esta experiencia hasta tal punto que, cuando pens en una institucin edu-cativa para sus muchachos, no quiso otro nombre que el de casa y defini el espritu que debera caracterizarlacon la definicin de espritu de familia. Y, para imprimir la impronta exacta al hecho, haba pedido a MamMargarita, ya anciana y cansada, que abandonara la tranquilidad de su casita en la colina para bajar a la ciudady responsabilizarse del cuidado de aquellos muchachos recogidos de la calle, muchachos que le daran no pocaspreocupaciones y disgustos. Pero ella fue a ayudar a Don Bosco y a hacer de madre para quienes no tenan ya ni

    16He pedido a don Pier Luigi Cameroni, procurador sdb de la causa de los santos, y quien ha instruido la causa de Mam

    Margarita, que pudiera iluminarme en esta sencilla reflexin. As lo ha hecho y se lo agradezco vivamente.

    17MBeXVIII, p. 285.

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    familia ni afectos.

    Precisamente la presencia de Mam Margarita en Valdocco los ltimos diez aos de su vida influy significa-tivamente en el espritu de familia que todos consideramos como el corazn del carisma salesiano. De hecho,aquel decenio no fue un decenio cualquiera sino el primer decenio en el que se pusieron las bases del clima quepasar a la historia como clima de Valdocco. Don Bosco haba invitado a su madre impulsado por necesidadesprcticas. En realidad, en los planes de Dios esta presencia estaba destinada a transcender los lmites de una

    necesidad contingente, para inscribirse en el marco de una colaboracin providencial en un carisma todava enestado naciente. Mam Margarita fue consciente de su nueva vocacin. La acept con humildad y lucidez. Asse explica el coraje demostrado en las circunstancias ms duras. Por ejemplo: en la epidemia de clera, en losgestos y palabras que tienen algo de proftico como la utilizacin de los manteles del altar para convertirlos envendas para los enfermos. Sobre todo valga el ejemplo de las clebres Buenas Noches, una nota original de latradicin salesiana. Era un punto al que Don Bosco daba mucha importancia y fue iniciado precisamente por lamam con un pequeo sermn dirigido al primer joven interno18. Despus Don Bosco continuara esta costum-bre no en la iglesia como si se tratara de un sermn, sino en el patio o en los pasillos o bajo los prticos demanera paterna y familiar. La talla interior de esta madre es tal que el hijo, cuando ya se haba convertido en unexperto educador, continuar aprendiendo de ella. Para comprender lo que acabamos de decir, valga el juicio de

    don Juan Bautista Lemoyne: En ella poda estar personificado el Oratorio19

    .

    Esta relacin entre madre e hijo madura hasta la participacin de Mam Margarita en la misin educativa delhijo: Querido hijo mo, te puedes imaginar cunto cuesta a mi corazn abandonar esta casa, a tu hermano y alos dems seres queridos; pero, si te parece que esto puede agradar al Seor, estoy dispuesta a seguirte. Aban-dona su querida casa de los Becchi, le sigue entre los jvenes abandonados de Turn. Aqu, durante diez aos(los ltimos de su vida), Margarita se dedica sin escatimar esfuerzos a la misin de Don Bosco y a los comienzosde su obra, ejerciendo una doble maternidad: maternidad espiritual hacia el hijo sacerdote y maternidad edu-cativa hacia los muchachos del primer Oratorio, contribuyendo a educar a hijos santos como Domingo Savio yMiguel Rua. Analfabeta, pero llena de la sabidura que viene de lo alto, se convierte en la ayuda de muchos

    jvenes pobres de la calle, hijos de nadie. En definitiva, la gracia de Dios y el ejercicio de las virtudes han conver-

    tido a Margarita Occhiena en una heroica madre, en una sabia educadora y en una buena consejera del incipientecarisma salesiano. Mam Margarita es una persona sencilla, y no obstante brilla en el extraordinario nmero demadres santas que viven en la presencia de Dios y en Dios, con una unin hecha de invocaciones silenciosas, casicontinuas. La cosa ms simple que Mam Margarita repite continuamente con el ejemplo de su vida es esta:la santidad est al alcance de la mano, es para todos, y se realiza en la obediencia fiel a la vocacin especficaque el Seor confa a cada uno de nosotros.

    18Don Bosco cuenta este episodio en las Memorias del Oratorio, San Juan BOSCO, Madrid, Editorial CCS, 2003, pp. 145-146.

    19MBeIII, p. 293.

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    7. CON MARA, LA MS INSIGNE COLABORADORA DEL ESPRITU SANTO

    Concluyo recordando las palabras de Juan Pablo II, hoy ya santo, en la conclusin de la carta ya citada, en laque nos exhorta a tener siempre presente a Mara Santsima como a la ms insigne colaboradora del EsprituSanto. El Papa nos invita a mirar a Mara y a escucharla cuando dice en las bodas de Can: Hacer lo que l osdiga (Jn 2,5).

    En un precioso final, dirigindose a los Salesianos de aquel momento y en un contexto muy adecuado para nuestraFamilia de hoy, Juan Pablo II dice: A Ella os confo a todos vosotros, y a la vez a todo el mundo de los jvenes,para que atrados, animados y guiados por Ella puedan obtener, con la mediacin de vuestra obra educativa, latalla de hombres nuevos en un mundo nuevo: el mundo de Cristo, Maestro y Seor20.

    Es tal la fuerza de este anhelo, de estas palabras que nos dirigi entonces el Papa que creo no quepa aadirnada ms que amn!, contando con la Gracia del Seor, con la intercesin de Mara Auxiliadora y con elcorazn del Buen Pastor de todos los miembros de la Familia Salesiana.

    Que el Seor nos conceda su bendicin.

    Roma, 8 de diciembre de 2014

    Solemnidad de la Inmaculada Concepcin de Mara

    ngel FERNNDEZ ARTIME,SDB Rector Mayor

    20JUAN PABLO II, Iuvenum Patris, nm. 20