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Ajedrez de Los Grandes Maestros Jugada a Jugada - John Nunn

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  • aj~:ctrez de los G ran a-~eS~:;;:M ae.stros jugada:,:a~/jugada

    Jotin Nunn

    EDITORIAL LA CASA DEL AJEDREZ

  • John Nunn

    Editorial La Casa del Ajedrez Calle San Marcos, 41 Telfono 91 521 2008 - Fax 91 531 3880 Madrid :.... 28004 Eni.ail: [email protected] okecci.n Internet: http ://www.lacasadelaiedrez.com

    Ttulo original: Grandmaster. chess m ove by move. Gamblt Publicatlons, 2005

    Direccin editorial_: Andrs Tijman Marcus Consejero editorial: Daniel ~lguezbal Varela Traduccin: Antonio Gude Correccin: Sofia Montero Orla de Rueda - Gabriel Rojo Huertas Diseo de portada: Claudia Tijman

    I.S.B.N.(10): 84-935454 .. 2-2 I.S.B.N.(13): 978-84-935454-2-0 Depsito Legal: M-32118-2007

    Impresin: Impresos y Revistas SA Impreso en Espaa ~ Printed in Spain

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    c-.,a:Oj~t37-J'&OM

  • Sumario

    S. . 1 . 1gn.os convenctona es. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . Introduccin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -. . . . . . . . . . .

    N" Jugadores, torneo

    1 J. Nunn- The King, AEGON Hombre vs Mquina, La Haya 1993 ........... ,. ..... . 2 The King Il- J. NUnn, AEGON Hombre vs Mquin, La Haya 1993 .............. . 3 J. Nunn - I. Stcihl, Pardubice 1993 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 J. Nunn- M. Sadler, Londres (Lloyds Bank) 1993 ............................. . 5 s. Conquest- J. Nllnn, Londres (Lloyds Bank) 1993, ... o o o o o 6 M. Sadler- J. Nunn, Hastings 1993-94 ... o o o ............... o 7 J. Nunn- I. Rogers, Hastings 1993-94 ........ o 8 J. Nunn- D. Barua, Hastings 1993..:94 .............................. o 9 J. Nunn-M. Sher, Vejle 1994 .. o o o o o o o . 10 J .. Nunn- V. B.ologan, Bundesliga 1993-94 .... ................... o 11 S. BjOmsson-J. Nunn, Londres (Lloyds Bank) 1994 ........... ........... o 12 M. Petursson-J. Nuim, Londres (Lloyds Bank) 1994 ....... .- ......... o o 13 J. Nunn -:- J. Howell, Isla de Man 1994 .. o o o 1 1 14 J. Nunn- R. Kuczynski, Bundesliga 1994-95 ........ o o o ! 1 15 V. Bologan-J. Nunn, Jiundesliga 1994-95 ........................... 1 16 J .. Nunn- C. Lutz, Bundesliga1994-95 ...... ............ ~ .... ~ ....... ~ ....... . 17 D. Norwood-J. Nunn, Bundesliga 1994-95 ........ o ......................... . 18 J. Nunn - Xie Jun, San Francisco 1995 . , ..................... ; .............. . 19 J. Nunn- A. Vydeslaver, Leeuwarden 1995 .................................. . 20 E. Gleizerov- J. Nunn, Leeuwarden 1995 ................................... . 21 A. Shirov- J. Nunn, Am.Sterdam (Memorial Donner) 1995 ....................... . 22 J. Piket- J. Nunn, Amsterdam (Memorial Donner) 1995 . ........................ . 23 J. Nunn-P. Van der Sterren, Bunde$ligti 1995-96 ............................. . 24 J. Hodgson- J. Nunn, Bundesliga 1995-96 ................................... . 25 J. Nunn-I. Stohl, Bundes?iga 1995-96 ...................................... . 26 J. Nunn-B. Lalic, Londres 1996 ............................................ . 27 J. Nunn- R. Slobodjan, Bundesliga 1996-97 ............................ -; . : . . . 28 M. Adams-J. Nunn, Hastings 1996-97 ....................................... . 29 J. Nunn- Xie Jun, Hastings 1996-97 .................................. -: ...... . 30 J. Nunn-S. Conquest, Hastings 1996-97 ..................................... 31 J. Nunn-C. Ward, Hastings 1997-98 ....................................... . 32 J. Nunn- C. Ward, Cto. Britnico por equipos (4NCL) 1997-98 .................. . 33 J. Nunn-M. Chandler, Cto. Britnico por equipos (4NCL) 1997-98 ........... , ... .

    4 5

    Pg.

    9 12 15 20 25 30 35 40 45 50 54 56 60 64 70 75 83 85 89 .94 96

    102 104 111 119 126 133 138 147 151 158 166 174.

  • 34 J. Nunn- J. Hector~ Oxford 1998. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180 35 J. Nunn- N. Miezis, Campeonato de Francia por equipos 1999. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187 36 J. Nunn-D. McMahon, Copa de Europa de clubes, Reykjavik 1999.. .. . . . . . . . . . . . . . 192 37 H. Teske -J. Nunn, Bundesliga 1999-2000.................................... 194 38 J. Nunn- T. Hillarp Persson, Paignton (Memorial Golombek) 2000................ 201 3 9 1 Nunn - M. Borriss, Bundes liga 2000-01 ....... : .............. 1 211 .40 J. Nunn- M. Stangl, Bundesliga 2000-01. . . . . . .. . . . . .. . .. . .. . . . . . . . .. . . . . . . . . 214 41 J. Nunn- T. Heinemann, Bundesliga 2001-02 ........ =....................... 216 42 J. Nunn- U. Bonsch, Bundesliga 2001-02 ..................................... 220 43 J. Nunn- M. Krasenkow, Copa de Alemania por equipos, Baden-Baden 2002 . . . . . . . 228 44 J. Nunn- E. Lobron, Bundesliga 2_001-02 ..................................... 235 45 p. Wells -J. Nunn, Campeonato Britnico por equipos ( 4NCL) 2001-02 . . . . . . . . . . . . 241 46 J. N~- L. Keitlinghaus, Bundesliga 2002-03 . .-................ 1 248

    Est'u.dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254 Soluciones a los estudios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261

    Problemas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . 276 Soluciones a los problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 282

    La situacin del mundo del ajedrez .............................................. 285 Las publicaciones de ajedrez y el caso Batsford....... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294

    ndice de los oponentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 03 nd.iee de aperturas .......................................... . . . . . . . . . . . . . . . . 304

    Signos convencionales

    + Jaque ++ Jaque mate ! Buenajugada J! Jugada excelente ? Malajtigada ?7 Grave error 1? Jugada interesante ? l Jugada dudosa

  • Introduccin ..

    He publicado ya dos recopilaciones anteriores de partidas mas, a saber: Secrets of r;;randmaster Play (libro escrito con Peter Griffith, BatSford 1987) y John Nunn's Best Games (Batsford 1995). El primer de estos libros fue reeditado en.l997, bajo mi exclusiva autora y con el ttulo Secrets of Grandmaster Chess. Esta edicin haba sido enteramente reescrita y contena buena cantidad de anlisis nuevos y corregidos, junto con una nueva seccin, dedicada a los comienzos de mi carrera. Secrets of Grandmaster Chess cubra .mi ctividad s.nte el tablero .hasta 1985, y el contenido de John Nunn's Best Games abarca el periodo 1985-1993. Cuando, en 2003, me retir del ajedrez de competicin, me pareci natural escribir un tercer tomo sobre la ltima fase de mi carrera.

    Al esc~bir este libro, tuve muy en cuenta la favorable acogida del pblico lector a Com-prender ajedrez jugada a jugada (Gambit, 2002). Desde luego, he recibido varias propuestas de atenerme a esta concepcin y conservarla en el ttulo. Mientras que el presente libro es .una recopilacin tradicional de partidas, ha sido escrito siguiendo el enfoque de Comprender ajedrez jugada a jugada, si bien hay algunas diferencias. Los comentarios estn efectuados a un nivel ligeramente ms alto que en Comprender ajedrez jugada a jugada, pero los principios generales que he aplicado son muy similares. He procuracJ.o comentar cada momento significativo de la partida, conservando el tono de las explicaciones todo. lo general que fuese posible, evitando e_nfrascarme en excesivos anlisis, salvo cuando la posicin los requera realmente. Una significativa diferencia es que las partidas de C.omprender ajedrez jugada a jugada fueron cuida-dosamente ele.gidas para ilustrar varios temas importantes, de modo que, aunque contuviesen los detalles confusos tfpicos de ~oda partida duramente luchada, los temas en cuestin quedaban claramente expuestos. En la prctica, sin embargo, pocas partidas son tan claras y muchas de ellas implican una mezcla de ideas, a medida que los jugadores modifican sus planes respectivos, en respuesta a las necesidades y evolucin de la lucha. Las partidas de esta obra mustran cuantos temas ajedrecsticos intervienen en los combates de los torneos actuales. Antes de cada. partida, menciono algunos. aspectos clave a los que el .lector deberla prestar especial atencin, per las partidas de este libro no pueden ser resumidas en unos cuantos conceptos. .

    Los comentaristas a menudo tratan de averiguar qu pasaba por la mente del jugador, pero, en general, yo trato de evitar esto al comentar partidas de terceros, porque, normalmente, se trata de pura es-peculacin. Incluso en aquellos casos en que has tenido ocasin de presenciar un anlisis post-mortem o comentar la partida en cuestin con uno de los jugadores, no hay garanta alguna de que pueds captar un cuadro preciso del proceso mental del jugador ante el tablero. Es niuy habitual que los jugadores creen, retrospectivamente, una estructura lgica para explicar las decisiones que, en realidad, fueron tomadas de modo asistemtico. Una de las ventajas de co-mentar las partidas propias es que te permiteil.hablar a partir de una experiencia de primera ma-no, y en estelibro he tratado de ser todo lo honesto posible acerca de factores subjetivos. ~sto se refiere no slo a lo que hice o ~o vi ante el tablero, sino tambin a temas como la eleccin "de

    ape~a. Muchos lectores de Comprender ajedrez jugada a jugada observaron que, a pes.ar de mis

    esfuerzos por ~inimizarlos, el libro contena demasiados anlisis, de modo que creo que vale la

    INTRODUCCIN 5

  • pena comentar algo ms este punto. Los principios generales pueden servir de gran ayuda en ajedrez, ya que pueden ayudar al jugador a definir una lista de "jugadas candidatas", sin analizar en exceso. Sin embargo, los principios generales tienen tambin serias limitaciones, y el hecho de que tengan muchas excepciones no es la menor de ellas. Cada jugada tiene sus pros y sus contras y suele estar de acuerdo con algunos principios generales, pero en desacuerdo con otros. Cmo, entonces, podemos decidirnos por una jugada concreta? La respuesta es que debemos analiz~. Los comentaristas, normalmente, prefieren explicar las cosas en trminos generales, lo que, lo que en verdad, puede resultar muy til a los lectores, puesto que un buen principio general puede equivaler a pginas de minuciosos anlisis.

    Un excelente ejemplo puede citarse de los comentarios de Alekhine, en su libro sobre el Torneo de Nueva York 1927: La posicin del diagrama se produjo en la partida Vidmar-Nimzovich, Nueva York 1927 (despus de las jugadas l.d4 ~f6 2. ~tJ e6 3.c4 ib4+ 4.i.d2 V!ie7 s.~c3 0-0 6.e.3 d6 7Jl.e2 b6 8.0-0 ib7 9.Y!Vc2 ~bd710.gadl).

    Las negras prosiguieron con 10 ..ixc3 ll..ixc3 ~e4, una maniobra a la que Alekhine dio su aprobacin, sobre la base de que, de no jugar as, las negras slo podrlan mover una torre, a pesar de que la posicin an nQ ofrece pistas para in~par dnde deben situarse las torres. Este es un ejemplo de com~ntario realmente til para mejorar el propio ajedrez. En un~ posicin: cQmo la anterior, uno puede fcilmente extraviarse, preguntndose acerca de qu torre jugar y dnde si-tuarla ("d8" o "e8"). Lo que Alekhine nos est diciendo es que si empezamos a pensar as, en-tonces la posicin nos sugiere que debemos buscar otro plan no relacionado con el comprometido desplazamie0:to de l.as torres. Alekhine sabia muy bien que todas las reglas del ajedrez tieJ?.en excepciones, y su comentario se refera slo a la posicin concreta del diagrama, pero el lector no puede dejar de perqibir que su razonamiento tiene una aplicacin mucho ms amplia. Obsrvese que la advertencia de Alekhine entra en contradiccin con el consejo que se encuentra en la mayora de libros para debutantes, segn el cual, despus de enrocar, las torr~s deben situarse en "dl" y "e 1" (o "d8'~ y 11 e8 ", respectivamente) lo antes posible. . . Comentaristas de menor calibre a menudo proponen grandes principios generales, pero estn completamente equivocados. Un ejemplo tpico lo tenemos en Logical Chess Mo.ve by Move (Si-mon & Schuster, 1957), de Irving Chemev. Su partida n 3 se desarrolla as (he convertido las jugadas de descriptiva a algebraica): l.d4 dS 2.~0 ~f6 3 e3, y leemos: ~'Generalmente, es una estrategia dudosa abrir paso a uno de los alfiles propios y encerrar el otro". Despus de 3 ... c6, dice: "Esto merece ser censurado, porque es una jugada rutinaria que parece no tener en cuenta los planes de las blancas". Sin embargo, un poco despus, la partida nm. 8 sigue este curso: l.d4 4Jf6 2.~f3 e6 (" ... las negras liberan su alfil rey y no se comprometen con ninguna lnea especfica de defensa.") 3.e3 dS ("las negras sitan un firme pen en el centro".) Ahora no hay

    6 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A IUGADA

  • censura para el juego negro, slo aprobacin, a pesar de que hemos llegado exactamente a la misma. posicin de la partida anterior. Cul puede ser, entonces, el principio general de Chemev para el desarrollo de los alfiles? Bsicamente, es errneo. Muchas aperturas habituales lo igno-ran, como el Gambito de Dama Rehusado, la Ruy Lpez Cerrada, la Francesa y vrias lneas de la Siciliana. Incluso en 1957, estas aperturas las practicaban muchos campeones del mundo.

    El principio general que aqui se esgrime puede qu~ ni siquiera sea aplicable a la posicin que.. _ discutimos. Refuindome de nuevo a Logical Chess Move by Move, la partida n. 12 comi~a- : as: t~c4 eS 2.~c3 li)f6 3.g3 dS! 4.cxdS ~xdS S .ig2 lilb6! (los signos deadm.fraci6n son de Chemev), y ahora leemos: "Hay un toque de sutileza en esta jugada de caballo, que con fre-cuencia plantea el maestro moderno. El caballo explota el desarrollo del al:tilpor fianchetto y pone sus miras en el punto. "c4", una casilla debilitada por la ausencia del alfil." La cursiva tambin es de Chernev que, obviamente, consideraba importante esta aclaracin. Sin embargo, es absurda. Las blancas jugarn inevitablemente d3 (o, tal vez, b3) para desarrollar su alfil de "el", despus de lo cual el caballo negro jams llegar a "c4". Aunque pudiese, no atacara nada y seria inmediatamente rechazado. La partida prosigui as{: 6.lbf3 !flc6 7.o .. o ie7 8.d3 o .. o, llegndose a una posicin estndar de apertura. El pen de "d3" cubre "c4", cosa.que sigui haciendo durante el resto de la partida, de modo que ni siquiera e~ un caso de comentario retrospectivo. Chemev trataba de fo~ular un principio general, esta vez basndose en los defectos del fianchetto de al-fil, pero no guarda la menor relacin con la realidad. Ntese tambin la frase " ... que con frecuen-cia plantea el maestro moderno", una tpica tentativa por refrendar un ~ome~~o sin sentido. Tuve la ingrata tarea de trabajar, para Baisford, en una nueva edicin de este libro, en 1998. Siempre es desagradable una revisin de estilo en una situacin as, porque hay una reticencia natural a modificar la intencin del autor, pero tu primera obligacin es hacia los lectores que pagan el libro, de modo que si . algo carece de sentido, debe ser modificado o directamente suprimido. As pues, no se encontrarn en la mencionada edicin de Batsford las incongruencias citadas. Sin embarg, yp s me qued afectado por el contenido, por lo que decid no volver a ocuparme de la edicin final de un libro de ese tipo.

    La principal diferencia entre Alekhine y Chemev es evidente: Alekhine era un campen del mundo, mientras que Chemev slo particip en un torneo de alto nivel: el Campeonato de EEUU de 1942, en el que sum 6 puntos 4e 15 partidas. No todos los libros de Chemev son malos. Est claro que era un entusiasta del ajedrez, y cuando se atena a temas elementales, su efervescente estilo de escritor poda ser beneficioso, pero no es probable que un jugador de su fue~a descubra nuevos principios generales que, de algn modo, incluso se le escapaban a otros como Tarrasch, Nimzovich y Rti. Es fcil que este tipo de comentarios prendan en el lector, porque parecen .. ex-plicar" una partida, pero una inspeccin ms detenida rev~la que es un tejido de superficialidades. De la misma forma que las teoras seudocientficas pueden parecer convincentes a quienes po-seen una escasa formacin cientfica, los libros sobre "seudoajedrez" pueden parecer convin .. centes a su pblico potencial. Lamentablemente, tales libros abundan, y mientras que una even-tual creencia eti teoras seudocientficas no le costarti al lector puntos Elo, una creencia en seu-doaj edrez seguramente si.

    Los principios generales a menudo son contradictorios (como los _refranes "al que madruga Dios le ayuda" y "no por mucho madrugar, amanece ms temprano"), y no podemos seguirlos .todos al pie de la letra. Imagnese que tiene ante si la posicin que resulta de 1.e4 eS 2.~13 ltJc6, pero no conoce teora. Si se adhiere al principio que recomienda "enrocar rpido", probab_lemente jugar 3.1c4 6 3 . .ib5. Si prefiere seguir el consejo de "desarrollar los caballos antes que los alfiles", entonces jugar 3.ltlc3. Si se ha aprendido lo de .. controlar el centro", podra jugar 3.c3, para seguir con 4.d4. En este caso, los principios generales pueden servirle para descartar, por ejemplo, 3 .h3, pero no le ayudarn a decidir entre las distintas opciones a su alcance.

    Otro problema es que cada jugada sirve a algunos principios generales, pero contraviene otros.

    INTRODUCCIN 7

  • Al exa.nllnar retrospectivamente una partida, es fcil citar principios generales, de forma que el juego del ganador los cumpla, mientras que el del perdedor los incumpla. Esto puede producir la impresin de que la partida ha seguido un desarrollo lgico desde el principio al final, pero tales comentarios no hacen sino crear confusin. De haber sido inverso el resultado de la partida, el autor sin duda habra elegido distintos principios generales y criticado las jugadas que antes haba alabado, ensalzando en cambio aquellas antes criticadas. Los autores que "comentan segn el resultado" suelen abundar.

    La conclusin es que, salvo en las partidas ms monolticas, para dar una impresin precisa de una partida se requiere una cierta cantidad de anlisis concretos. Donde los comentarios ge-nerales son tiles y apropiados, los he realizado (aunque no pretendo que mi penetracin sea equiparable a la de Alekhine ), pero si la correccin de una jugada depende de una sutileza tctica, he indicado el anlisis que la justifica. He realizado un considerable esfuerzo para que mis comentarios de este libro sean objetivos, de modo que encontrar unos cuantos signos de interrogacin a lo largo del mismo. Me he servido de ayud~ informtica para comprobar los anlisis, sobre todo de los programas Deep Fritz y Deep Junior, en un PC con dos procesadores Xeon de 2,8 GHz.

    Los comentarios de apertura ofrecen un particular problema, porque presentar una detallada cobertura terica requiere gran cantidad de espacio, y a menudo slo sirve para repetir material, que puede encontrarse en libros monogrficos especializados. Por consiguiente, en la mayora de los casos, he limitado mis observaciones de apertura a un resumen de las ideas generales y a la conclusin terica actual. Algunas de las aperturas complementan las de Comprender ajedrez jugada a jugada, y a los lectores que busquen una exposicin ms detallada de estas aperturas puede resultarles til echar un vistazo a aquel libro.

    El conjunto del libro est compuesto por partidas comentadas y fragmentos de partidas, con insercin de algunos apuntes biogrficos y resultados de torneos. Hacia el final, hay unos captulos que incluyen mis estudios y problemas compuestos. El libro concluye con sendos cap-tulos sobre la situacin del mundo del ajedrez y de las publicaciones de ajedrez,que podran ha-ber alterado la unidad de la parte principal del contenido de haberse incluido en su lugar crono-lgico.

    Una seleccin de partidas hace inevitable el uso del material que ha aparecido antes en las revistas y publicaciones de ajedrez, como lnformator, y este libro no es una excepcin. Algn material ha aparecido tambin en otros libros mos: la partida n 32, por ejemplo, la haba publicado ya en Comprender ajedrez jugada a jugada, y fragmentos de las partidas 19 y 30 fueron incluidos en. Secrets of Practica[ Chess (Gambit, 1998). En todos los .casos en que el material ha sido previamente publicado, los comentarios y anlisis han sido reescritos y am-pliados para el presente libro. Los estudios 16 y 18 se publicaron en Secret.s of P'awnless Endings (Gambit, 2002), el estudio n 19 en Secrets of Rook Endings (Gambit, 1999) y el estudio no 24 en Endgame Challenge (Gambit, 2002).

    8 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • Partida no 1 John Nunn- The King

    AEGON, Hombre vs Mquina, La Haya 1993

    Mi anterior coleccin de partidas, John Nunn's Best Games, conclua con un extracto de .la par-tida Bologan - Nunn; que se jug en febrer de 1993. Aunque, a continuacin, mencionaba brevemente un par de torneos de los meses siguientes,', no pud~ incorporar ninguna partida de tales eventos, de modo que comenzar este libro con el torneo AEGON, que se disput en mayo de 1993. Los torneos AEGON estaban concebidos como enfrentamientos entre homDres y com-putadoras, y se celebraron entre 1986 y 1997. Durante los afios en que particip, el formato era un sistema suizo en el que tomaba parte el mismo nmero de humanos que de computadoras o programas de ordenador~ pero ~xcluyendo los emparejamientos hombre vs hombre y computa-dora vs computadora. Los humanos representaban un amplio espectro de niveles de juego, y los organizadores procuraban que tuviesen ms o menos e1 mismo Elo, a fin de poder evaluar de algn modo los progresos que eventualmente pudiesen haber experimentado las computadoras.

    En 1993, las competiciones hombre vs mquina eran una rareza, y el torneo AEGON atraa a algunos de los mejores programas existentes. Mirando en retrospectiva, es interesante ver nombres familiares como Fritz (contra el que me enfrent a menudo, aunque entonces su nombre era Quest). Compet cuatro veces en el Torneo AEGON, de 1992 a 1995. En 1992 sum 5 de 6, pero en 1993, aprendiendo de mi mala eleccin de aperturas del afio anterior, sum 5,5 de 6, empatando en el primer puesto con David Bronstein.

    El siguiente fmal resulta de espeial inters, ya que contiene muchas ideas tpicas de finales de peones complejos: ~ar la estructura de peones co~traria, juego especulando con el tiempo, zugzwang y,. sobre todo, impedir el contrajuego del rival (vase la jugada 42 de las blancas). Tambin muestra cmo el clculo en estos finales puede simplificarse identificando las posicio-nes clav~, que son objetivo.

    El material est igualado, pero la situacin del caballo negro no es buena. En cualquier momento, las blancas pueden forzar un final de peones, con d2, que obliga a las negras a responder ... ~d4. Sin embargo, resulta dificil afirmar que el final resultante est ganado: 37.g3!

    Si se juega la inmediata 37.~d2?, las ne-gras siguen con 37 ... ~d4, y tras 38.ixd4 exd4

    39~b4 c.f?es 40.ci>d3 hS! (sta es la defensa clave: las negras avanzan el pen a "h4", fre-nando la maniobra de minado g3 y h4) 4l.g3 h4, justo a tiempo de impedir el avance del pen blanco a "h4".

    De esta lnea, podemos inducir que las blancas necesitan mejorar su posicin antes de pasar a un final de peones. El avance del pen "g" sirve.a dos propsitos: en primer lugar, ya hemos visto que es ventajoso para ambos ban-dos situar un pen en "h4", de modo que g3 gana un tiempo en relacin a ese fin. En se-gundo lugar, despus del cambio en "d4", las blancas podran jugar f4, manteniendo v~dada al rey negro la casilla "e5", y privando de apo-yo al pen de 11d4". 37 ... e6

    En esencia, ~a jugada de espera. Intentos

    PARTIDA W l. IOHN NUNN- THE KING 9

  • ms activos tampoco salvan la partida: 1) 37 ... llld4+. 38.ixd4 exd4 39.b4, y las

    blancas ganan, como en la nota a la jugada 40 que sigue.

    2) 37 ... !0al (el caballo no puede escapar de esta forma) 38.b4 ti.)c2 (38.:.~b3 pierde, por 39.i.e3) 39.b5, y ahora:

    2a) 39 ... ~e6 40.~d2 {~sto conduce a una victoria forzosa, debido a la avanzada posi-cin del pen "b" blanco) 40 ... ti)d4 41.hd4 exd4 42.~d3 ~e5 43.f4+ (en esta posicin, las blancas pueden prescindir de sutilezas y

    . dirigirse a por el pen de "c7") 43 ... gxf4 44.gxf4+ ~xf4 45.xd4 h5 46.~d5 h4 47.c6, y las negras no llegan a tiempo.

    2b) 39 ... li)al 40.c;t>d3 (hay un mtodo ganador ~ltema#vo, con 40.b6 cxb6 4l.ixb6 tbc2 42.icS ttt>e6 43. cbd2 ~d4 44.ixd4 exd4 45.f4, ganando el pen de "d4" y la partida; por ejemplo: 45 ... gxf4 46.gxf4 fS 47.e5 cat>d5 48. md3 ~e~ 49 .e6 ~d6 50. 'ttxd4 'tt>xe6

    51.~c5, etc.) 40 ... tDb3 41.~c4 li)d2+ (s( 4l. .. lila5+, 42.~d5, y las blancas ganan) 42.~d5 ~xf3 43.!d6! cxd6 44.b6, y el pen "b" llega a su meta.

    3) Es natural 37 ... h5, buscando, de nuevo, ocupar la oasilla "h4". Sin embargo, las blan-cas pueden utilizar. ahora la segunda clave de g3: 38.Wd2 ~d4 39.ixd4 exd4 40.f4! eS (40 ... gxf4? 41.gxf4 es desesperado para las negras, porque ya no tienen la posibilidad de

    liquidar los peones "h") 4l.h41 (es esencial prevenir el cambio de los peones "h", porque permitira al. rey negro un contraataque en su flanco; 41.ci>d3? h4 42.b4 cxb4 43.ci>xd4 hxg3

    44.hxg3 gxf4 45.gx.f4 ~g6 46.@c4 o mh5 47.~xb4 ~g4, y tablas fciles) 41. .. gxh4 42.gxh4 ge6 43,gd3 f5 (la nica posibilidad, pues de otro modo las blancas ganan con ~c4, seguido de b4, ganando los peones negros dol flanco de dama) 44.e5 g,d5.

    Llamaremos a sta, posicin A, una poHi-cin clave en todo el final, puesto que est ga-nada para las blancas, juegue quien juoguo. Est claro que si juegan las negras, pierden,

    o porque deben retirar su rey,-permitiendo mc4. seguido de b4~ El rasgo caracterstico es quo

    1~ blancas ganan aunque sea su turno. HR cierto que ambos bandos cuentan con un pet~n pasado protegido en la quinta fila, pero la di-ferencia crucial es que mientras el pen bhm co de "eS" est completamente seguro, la oH-tructura de peones negros puede ser miwuln con un oportuno b4. Sin embargo, llevar u en bo este. plan requiere cierta sutileza: 45.\~1c4 Wl:C, 49.b4 cxb4 50.ti>xd4 ci>bs 51.'tt>d5 ld (5l. .. ~b6 52.~c4, y las blancas ganan) 52.oc, b2 53.e7 blVB 54.e8U+, y las blancas gutum In dama contraria.

    3b) 46 ... Q;>b6 47.d3 ~b5 (las blancuH no pueden ganar slo maniobrando con el roy, pero en esta posicin pueden afiadir un in gro diente adicional) 48.b411 c4+ 49.'i!lc2 (49.\!ldi. c3+ 50.'tt>cll tambin es ganador para lnH blancas) 49 ... ~c6 50.~d2 ~b5 5l.e6 \1;cc, 52.b5+ i>d6 53.b6, y las blancas coronan. 38.~d.2

    Al jugar g3, las blancas han obtenido un

    10 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAPSTROS, JUGADA A JUGADA

  • tiempo Vital, y la jugada del texto ahora gana. 38 .. )Lld4 39~xd4 exd4

    41.ct!ld3?, porque permite a las negras contraa-tacar con su rey: 41. .. gxf4 42.gxf4 cj;f6 43.b4 cxb4 44.\t>xd4 ~g6 45.~c4 ci>h5 46.h3 ~h4 47.e5 ~h5!, y tablas) 41. .. gxf4 42.gxf4 cj;f6,

    _ que traspone a la partida. 41.gxf4 c5

    40.f4 Tambin ganaba 40.b4, npidiendo ... c5: 1) 40 ... ~d6 41.~d3 ~eS (41. .. c5 42.bxc5+

    qxc5 43.h4 ganando) 42.h4 c6 43.h5 f6 44.f4+ gxf4 45.gxf4+ ~xf4 46.@xd4 cbf3. 47.e5 fxe5+ 48.~xe5. El pen "b" corona antes.

    2) 40 ... ~e5 41.ci>d3 h5 (41. .. f6 42.h4 h5 traspone) 42.h4! (tambin aqu deben las blan-las impedir ... h4) 42 ... f6 ( 42 ... gxh4 43.f4+ ci>d6 44.gxh4 c5 4S.b5,. y las blancas ganan fcilmente) 43.b5 (una posicin de zugzwang mutuo) 43 ... gxh4 44.f4+ ~d6 45.gxh4 ~eS 46.f51 'tt>xb5 47.e5 mc6 48.e6 ~d6 49.c6 ~d8 52.e7+ ~xe7 53.~xc7, y las blancas ganan) 50.cbc4 ~d6 51.xd4 g6 45.c4 ~hS, una posicin que ya hemos visto en la nota a la jugada 40 de las negras. 42 . ~e7

    Es lo mismo 42 ... f5 43.e5: el rey llega a "c4", de forma que las blancas ni siquiera tienen que usar el mtodo ganado~ descrito en la posicin A. 43.md3 fS 44.e5 md7 4S.b4 xd4

    'tt>xe6 49.~c5 h5 50.~c6.

    Los finales de peones que se _producen ante el tablero a menudo son muy fciles de analizar, pero cuando son dificiles, tienden a ser muy dificiles. El ejemplo anterior demuestra lo complejos que pueden llegar a ser, y esto plantea serios problemas cuando se juega con un tiempo limitado. Si puede aplicar principios generales, entonces es posible que pueda reducir sustancialmente la cantidad de anlisis. En el ejemplo anterior, comprender qu~ ocupar la casilla "h4" era beneficio-

    s~ para ambos bandos desvela una clave de la posicin. . Es posible que el jugadr tenga que asumir tambin que no pueda analizarse un final de peo-

    nes hasta llegar a un resultado definitivo. En tal caso, debemos guiarnos por una eval}lacin general. Puede que tenga usted que contentarse con "progresar" (ganando espacio, por ejemplo), aunque, en principia, no vea un claro mtodo ganador. En el anlisis casero puede resultar posible determinar con certeza que una posicin est ganada, pero buscar la perfeccin en una lucha competitiva, ante el tablero, tal vez sea contraproducente.

    P AR.TIDA W l. JOHN NUNN- THE KING 11

  • Partida n 2 The King 11- John Nunn

    AEGON, Hombre vs Mquina, La Haya 1993

    Tras ganar mis cinco primeras partidas en este torneo, me enfrent, en la ltima ronda, a uno de los programas mejor situados. La partida fue una sefial de los tiempos por venir. A pesar de obtener una posicin ganada por completo, por primera vez aprendf lo dificil que puede resultar rematar a una computadora, que encuentra continuamente la defensa ms ingeniosa.

    Pese a su ventaja material, las blancas se encuentran en posicin perdida. Es evidente que su rey est muy expuesto y que la mayora de sus piezas estn atadas a la defensa de un rpido mate. Esto las deja impotentes ante la amenaza de avance del pen "d" y las amena-zas de las blancas a los peones del flanco de rey. Con todo, e8 en estas posiciones caticas donde es dificil noquear a la computadora. Era tarde ya, con la sesin avanzada, yo tena po-co tiempo y ya haba realizado no pocos es-fuerzos por rmper las defensas del programa, as que pronto comenc a recorrer el camino equivocado. 39 ... 1d2!

    Esta jugada no tiene nada de malo, y puede afirmarse que es muy fuerte. El principal pro-blema de las negras es que su alfil bloquea la columna "e" e impide que la torre se sume al ataque. Con este desplazamiento, se resuelve el problema y se amenaza la demoledora 40 .. J~c2. 40.h3

    Este avance de pen me confundi por completo. Haba estado examinando lineas ca-

    mo 40.~b3 !el+ 41.~a2 d3! 42.Wixd3 'iMg2+ 43.~al %Ygl 44.!la5 (44,ga6 !xf4+ 45.rtfia2 hes 46. ~a3 . ig7 gana fcilmente; con el alfil situado en una diagonal ptima que .lleva hasta el rey enemigo, no hay esperanzas de defensa) 44 ... W/el 45J~a6 ixf4+ 46.'tt>a2 i.xe5 4 7. 'tt>a3 ig7, y las negras ganan. De pronto, la computadora se decanta por la, en apariencia, irrelevante 40.h3. En mi confu-sin, olvid por completo mi propia amena-za! 40 .. Vd3+? .

    40 ... gc2 gana en el acto. Este negligente jaque hace muy dificil la victoria, si es que es posible.

    41.~b2

    41 .. J~b8+? Pensaba que con esto se ganaba, pero no _es

    as. La mejor liea era 4L .. ic3+ 42.caba2 W/xg3 43.e6! (la nica opcin, tratando de ex-poner al rey negro; 43.\Wg4? Wff2+ 44.@a3 ib4+ 45J~xb4 ~c2 46.YHxc8+ W/xc8 47J~bb7 d3, y las negras ganan; por ejemplo: 48.~xf7 d2 49J3g7+ ~f8 50Jbch7 %VeS+ Sl.b2

    12 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A niOADA

  • 51. .. Yxa7 52J3xa7 dlYN, y caen los peones blancos restantes) 43 ... \Wf2+ (si 43 ... fx.e6?, entonces 44.Wtb3 'ifig2+ 45.ciia3 Wfc6 46.Yh7 da a las blancas contrajuego suficiente para hacer tablas) 44.a2 gc2+ 48,gb2 gxb2+ 49.xb2 Wfxh3 50.~c8+ if8 51.~c7, tablas) 45.Wfd3 !!c3+ 46.%Yxc3 dxc3 47.e7 VNb6+ 48. i>c2 V!fxa7 49 .e8W/+ ~g7, y aunque las negras tienen ventaja, la victoria dista de estar clara. 42.ma2 'l'c4+ 43J~b3 d3

    Las negras amenazan 44 .. J~xb3 45.'ixb3 Y!! c2+, y cuando realic mis jugadas 40 y 41, no vi defensa para las blancas. 44,gaa3!

    La jugada que se me haba escapado. Ahora son las negras quienes tienen que buscar las tablas. 44 .. ~xb3

    Ms sencillo hubiera sido 44 ... !c3 45.ttt>bl gxb3+ 46J3xb3 (46.Vxb3?? \We4, y _las .negras ganan) 46 ... d2 47.c2 !a5+ 48.

  • de IBM hizo trampas, pero no parece que haya evidencias que sustenten su afirmacin), pero los ltimos acontecimientos tenan que ver con programas comerciales, operando en un hardware. poderoso, pero que se puede adquirir en el mercado. A fines de 2004, los humanos probaron de nuevo suerte, con un equipo compuesto por Topalov, Ponomariov y Karjakin, que se enfrent a Fritz, Hydra (una computadora especial con mltiples procesadores) y !Jeep Junior. El equipo humano no estaba integrado por Grandes Maestrqs del montn, pues, en el momento de escribir estas lineas, Topalov es el tercero del mundo, mientras que Ponomariov ha sido campen mun-dial de la FIDE. A pesar de eso, las mquinas aplastaron a los jugadores humanos,. por 8,5-3,5. De 12 partidas, los humanos slo consiguieron ganar una, y lo peor de todo es que Fritz, operando en un 9rdenador porttil de 1,8 GHz, consigui sumar 3,5 puntos en 4 partidas. Ahora nos encontramos en la. situacin de que un programa. que puede comprarse en una tienda local, operando en un porttil~ estndar, puede derrotar a casi cualquier jugador del m~do. El dominio de las computadoras se puso de relieve en 2005 cuando, Michael Adams, perdi un match contra Hydra, por 0,5-5,5. Este evento demostr que las computadoras puede~ jugar extremadamente bien, y no slo en posiciones salvajes o tcticas, sino tambin en posiciones tranquilas ..

    Parte de la razn del xito de las computadoras es la naturaleza injusta de la competicin. Los programas de ordenador tienen acceso a una vasta biblioteca de aperturas, bastante mayor de la que puede almacenar la memoria humana. Aunque el juego se desve del libro de aperturas del programa, ste puede acceder a una base de datos de .millones de partidas para determinar qu jugada ha tenido ms xito. Luego, si el jugador humano sobrevive hasta el final, el programa dispone de bases

  • Partida n 3 John Nunn -. lgor Stohl

    Pardubice 1993 Defensa Caro-Kann, Variante del Avance

    Despus del Torneo AEGON, pas dos meses dedicado a escribir, y luego viaj a Pardubice, en la Repblica Checa. Se trataba de un agradable torneo pot sistema liga, aunque, cuando. el viento corra en determinada direccin, un feo olor penetraba en el centro de la ciudad. Cuando pregunt por la causa, se me dijo que el olor proceda de una fbrica de explosivos que se encontraba en las afueras de la ciudad. Esta factora produca, entre otras cosas, Semtex, uri producto favorito de los terroristas. Cuando comenz eJ torneo, estaba preocupado por no haber jugado contra un ser humano durante ms de cinco meses, un temor que result justifiqado cuando, en la primera ronda, perd, de mala manera, ante Greenfeld. Me pas las rondas siguientes tratando de evitar que se repitiese el desastre, pero la serie de tablas lleg a su fin en la sexta ronda. .

    Los principales temas de esta partida son la ven~aja espacial de las blancas y su control de las casillas negras, derivado del cambio del alfil negro del mismo color en la jugada 16. La nica compensacin de las negras es su activo caballo de "e3" .. Aunque el caballo permiti a las negras plantear ciertas trampas (vase jugada 26), .~us otras piezas no po

  • lada. Esta continuacin parece excelente para las negras. 10.i.b2 .ie71l.~bd2

    Otra opcin es ll.~a3, seguida de ltlc2-e3, pero objetivamente hablando, tampoco ofrece ventaja a las blancas. 11 ... 0-0

    Las blancas tienen una ligera ventaja espa-cial, pero en su momento las negras jugarn ... f6 y ganarn algn espacio para sus huestes. El problema ms evidente para las blancas es el caballo de "d211 , que no est haciendo nada activo y que no tiene ninguna casilla decente a la que mover. Las blancas podran jugar ~e 1, seguido de ll)f1-g3, pero esto se contesta f-cilmente con ... .ig6, y el caballo sigue sin ha-cer nada en "g3 11 La alternativa es tratar de activar el caballo en el flanco de dama. 12.a3!?

    La nica opcin de luchar por la ventaja. 12.!Jc17! tlJb4 y 12.lel ~6 son buenas para las negras. 12 ... h61?

    Las negras quierenjugar .. .f6, sin que re-sulte peligroso lh4 (porque dispondran ~e ... ih7), pero esta jugada es, sin duda, una im-precisin. Las negra~ no deberan permitir que las blancas ganasen espacio en el flanco de dama, con b4, porque luego podrn continuar con lb3, apuntando a "eS". Las negras dificil-mente podrn oponers~ a este plan con ... b6, porque dejaran prisionero a su caballo de "c8". An es peor 12 ... f6?, por 13.lLlh4 fxeS

    14.~xf5 ~~ 15.dxe5 (amenazando 16.ig4), y ahora 15 ... llJxe5 pierde material, por 16.g4.

    Lo ms sencillo y mejor era 12 ... a51, abor-tando el plan de las blancas de una vez por todas. En tal caso, creo que las negras habran igualado fcilmente. 13.gcl?!

    Dndoles a las negras una segunda oportu-nidad de jugar ... aS, pero por entonces ningu-no de nosotros comprendimos la importancia de ese avance. Es ms preciso 13.b4. 13 .. f6?

    Esta es la consecuencia natural de la jugada precedente, pero ahora las blancas pueden lo-gtar ventaja. Si las negras permiten que las. blancas ejecuten su plan de expansin en el flanco de dama, entonces no lograrn igualar. Por ejemplo: 13 ... lb6 14.b4 a6 15.~b3 gc8 16.ltlc5 ~c717.a4! (ms fuerte que 17.VNb3 l0d7 y que 17.%Vd2 l0d7 18.YNf4 gfd8) 17 ... ld7 (las negras deben tratar de eliminar el caballo de "c5") 18.b5 lilxc5 19.dxc5 lilb4 20.\&b3 heS 2l.id4 b6 22.a5, con ventaja blanca. Una lnea puede ser sta: 22 ... 'b7 23.bxa6 lDxa6 24.%Yb5 Ci:Jc7 25.Wlb2 ix.d4 26.ltlxd4 gb8 27 .liJxfS (a 27.~c6 se replica con 27 ... bxa5) 27 ... e~ 28.%Yc2 lile6 29.a6, y las negras estn bajo presin. La idea correcta segua siendo 13 ... a5. 14.b4

    No puede estar mal seguir con el plan te-mtico, pero incluso haba una segunda linea prometedora: 14.ib5 ltlb6 (14 .. :~e8 15J~el es muy inc~odo para las negras) 15.exf6 .hf6 16.ixc6 bxc6 17Jixc6 Wfe8 18"J~c7, y las negras no tienen compensacin bastante por el pen. 14.exf67! .hf6 15.ltle5 podra ser tambin ligeramente mejor para las blancas, pero despus de 15 ... tLl8e7, existen posibili-dades de igualar para las negras. 14 ... ~b6

    Las negras no pueden cambiar en 11 e'5" antes, porque 14 ... fxe5 15.dxe5 liJb6 16.b5

    ~a5 17.ld4 concede a las blancas una clara ventaja. 15.exf6

    Las blancas deben tener en cuenta el posi-ble contrajuego enemigo. Ahora que ~1 caballo negro est comprometido en "b6", ya no puede moverse a "e7" o 11d6", de modo que es correcto cambiar en '!f6" y ocupar "eS". Es un

    16 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • error 15 .l b3?!, porque despus de 15 ... lLl c4! 16.1xc4 dxc4 17.~xc4 W/d5, la fuerte presin de las negras en casillas blancas les da com-pensacin adecuada por el pen. 15 .. .j.xf616.ti)e5

    16 ... .ixe5 Es comprensible que las negras no quieran

    permitir a las blancas tomar en "c6", lo que que dej aria a las negras con un pen retrasado en dicha casilla, pero el cambio en "e5" tam-bin las deja muy. dbiles en casillas desuco-lor. Sin embargo, 16 ... lDxe5 tambin da a las blancas una posic_i6n muy satisfactoria, des-pus de 17.dxe5 ie7 18.lab3 ~c8 (18 ... lc4 slo pierde un pen; tras 19.ixc4 dxc4 20.gxc4, 20 ... .\td3 falla, por 21.~d4) 19.Wfd4, amenazando li) c5. 17.dxe5 a6

    Si las blancas consiguen controlar la casilla "d4", entonces su ventaja ser indiscutible, de modo que las negras deben impedir b5, des-viando el caballo de "c6". 18.'ffb3

    Una buena jugada. En algn momento, las negras tendrn que jugar .. .'d4J pues de no ser as{, las blancas bloquearn con total eficacia la casilla "d4". Cuando esto suceda, la dama ejercer presin sobre el pen de "e6" y como controlar la casilla "d3", y las blancas podrn bloquear el pen con .td3. 18 ... ~d7

    El ataque a "e5" ya no es un inconveniente para las blancas. 19.Wg3

    Ms preciso que 19.Wfe3, pues en tal caso

    19 ... Wib6 plantea problemas a las blancas. El intento de solucin tctica 20.~xb6 'xb6 21.ha6 es dudoso, en vista -de 21. .. ~xa6. 22.b5 ga4 23 .bxc6 bxc6 24J~xc6 gb8, y las blancas no tienen verdaderas posibilidades~ debido a los alfiles de diferente color y a las activas piezas negras. 19 .f4 tambin permite posibilidades a las negras, tras 19 ... \Wb6+

    20.~hl a5 21.b5 ~d4. En la posicin que se produce. despus de

    19.Wfg3, las perspectivas a largo plazo de las blancas radican en sus dos alfiles y presin sobre casillas negras. Por consiguiente, la prioridad de las blancas es limitar el contra-juego negro, antes que seguir con sus propios planes. Una vez que las negras hayan sido re-ducidas a la pasividad, las blancas no tendrn ningn problema para progresar. En la prc-tica, por supuesto, las cosas no suelen ser tan simples. Las negras probablemente compren-dern que no pueden sobrevivir jugando pasi-vamente, y en algn momento crearn activi-dad, aunque tengan que incurrir en riesgos. En. este punto la partida seguramente entrar en el terreno tctico, pero si surgen complicaciones, . las blancas deben llevar la iniciativa, a causa de su ventaja posicional. Sin embargo, no se puede ser complaciente en tales situaciones, pues el hecho de que su posicin sea mejor no significa que se juegue sola. Siempre se re-quiere precisin. 19 .. d4

    He aqui la tentativa de actividad por parte de las negras. Las blancas amenazaban pro-gresar con ~ b3, gfdl, etc. Las negras, por tanto, deciden recurrir a su pen pasado. Sin embargo, los riesgos que supone el avance del pen "d" son evidentes: no tiene soporte de otros peones, de modo que puede ser asediado y perdido. Por otro lado, al entregarse las casillas "c4" y "e4", las negras abren la puerta a la posibilidad de que el caballo "blanco lle-gue a "d611 Tras 19 ... ~c8 6 de 19 ... ~b6, las blancas siguen con 2Q,gfdl y una clara venta-ja posicional, mientras que 19 ... Wfg5 .. 20.f4

    ~xg3 2l.hxg3 tampoco es atractivo para las negras. 20.f4

    Primero el blanco asegura su pen de "e5".

    PARTIDA N 3. JOHNNUNN- lOOR STOHL 17

  • 20 ... ttlb6 Cubriendo "c4", a fin de que el caballo

    blanco no pueda llegar a "d6". El negro espera tambin jugar ... tfld5-e3 en algn momento. Ntese que 20 ... d3 21.ixd3 ixd3 22.\Wxd3

    ~dxe5 falla, por 23.Wfc3, ganando pieza. 2l.id3

    Tambin era bueno 21.if3, seguido de llJ e4, pero me contentaba con impedir que el pen pasado negro siguiese avanzando. 2l ... .bd3

    N o es mejor hacer 21 ... tjJ d5, ya que tras 22.lDe4. tDe3 23.!H2 gcs 24J~d2, las blancas se disponen a saltar con su caballo a "eS" o "d6". 22.~xd3 ~d5 23.g3

    Defendiendo "f4" y amenazando, sencilla-mente, 24.lDc4, que impedira ... le3 y, al mismo tiempo, apuntarla a la casilla "d6". 23 .. .lt~e3

    Las negras han logrado su objetivo, situan-do su caballo en la excelente casilla "e3". Lamentablemente, el resto de sus piezas no est en disposicin de apoyar a la pieza del puesto avanzado.

    24J~f2

    El plan, sencillamente, consiste en E!d2 y, tal vez, lLld6, cortando la defensa al pen de "d4" y ganndolo. Las negras no pueden hacer gran cosa por impedirlo. 24 ... gcs O bien 24 ... W/d5 25.lilf3 (puede que tam-bin sea bueno para las blancas 25.liJe4 lLJg4

    26J~e2cilgxe5 27.fxe5 ltJxeS 28.Widl, pero no hay necesidad de permitir este grado de acti-

    vidad a las negras) 25 ... lllf5 26J~~d2 gad8 27J~tc5 V!fd7 28.Ye4 h5 29.~g5, y las negras se encuentran bajo una tremenda presin. Las blancas amenazan tanto h3, seguido. de g4, como ~e2, seguido de %Vc4. 25.tlle4

    Dirigindose a "d6". 25 .. J~~c7

    25 ... l f5 permite una fuerte presin a las blancas, despus de 26.~c5 V!ie7 27.~e4, o bien de 26.YMb3 V!ie7 27.l0c5 gfe8 28.h3, aun-que no se gana de inmediato. Las negras pro-bablemente prefiriesen la textual porque plan-tea una fea trampa. 26.Yfb3

    A primera vista, 26.1t)d6? parece ms sen-cillo, ganando el pen de "d4" sin mayor his-toria. No obstante, despus de la sorprendente 26 ... txe51 (durante la partida no vi esta ju .. gada, y lo que me preocupaba era 26 ... li)f5 27.~xb7liJxb4, sin percibir que 28.YNxf5! ga-na pieza; quiz estuve afortunado aqu, ya que, de haber visto 28.Wfxf3!, hubiese cado en la trampa de las negras), el blanco debe con-tentarse con una liger.a ventaja, tras 27 .%Yxd4, pues 27.fxe5?.1 gxf2 28.xf2 Y:Yf8+ 29.~el Yf3 30.Ye2 Hxcl+ 31.ixcl lg2+ 32.d2 1Wc3+ 33.ci>dl ~3+ 34.\Wc2 W/f3+ slo con-duce a tablas.

    La jugada de la partid~ que enfila al ex-puesto pen de "e6", debe ser suficiente para ganar. 26 ... d3

    Las alternativas no son mejores: 26 ... ~d5 27.~xd5 ~xd5 28.~c5 ge8 29.l0xb7, y las

    18 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS. JUGADA A JUGADA

  • blancas ganan. 26 .. J~e7 27 .~.d6 \Wb6 28,gd2 obtendrla el pen "d" en pocas jugadas, y 26 ... lfld5 27.llJd6 cuesta un pen a las negras, ya que no hay defensa contra las amenazas 28.\Wd3, seguida de hd4, y 28.llJxb7. 27.lDd6!

    Las blancas no se distraen con el pen de "e6" y ponen. cerco al peligroso pen "d". Tras 27 .Wfxe6+ cl>h8 28.Y!Yd6 (28.tLld6!? permite 28 ... ~d4!) 28 .. J~d7 29.\Wcs lDg4 30.gd2 !!d5, por el pen las negras tienen una compensa-cin considerable. 27 ld4 28.Wxd3

    El pen finalmente cae. Ahora, las negras tienen un pen menos, en una mala posicin, y el fm no deber estar lejos. 28 .. J~xcl+ 29.1xclll)ef5

    30.!b2?! Aunque no cambia el resultado de la par-

    tida, hubiera sido ms sencillo 30.tLlxb7, se-guido de lDcS, con dos peones de ventaja. 3o .. )obs 3t.E~d2 Vfh6+ 32.

  • Partida no 4 John N unn- Matthew Sadler

    Londres (Lloyds Bank) 1993 Defensa Siciliana,Variante Najdorf

    Mi siguiente torneo fue el Lloyds Bank de Londres. Esta vez me encontraba en buena forma y, aparte de una derrota ante Tony Miles (en la sexta ronda), jugu razonablemente. bien. Por su-puesto, hubo un par de momentos afortunados, pero es imposible jugar bien en un amplio torneo abierto sin tener suerte en algn momento. Mis dos mejores partidas se produjeron en las dos ltimas rondas.

    En la partida que sigue, las negras decidieron dejar su rey en el centro. Muchas aperturas modernas suponen postergar el enroque o inclus"o renuncia al mismo, pero esto normalmente implica algn riesgo. En este caso, las bl~cas con un juego enrgico expusieron al rey negro, y aunque las negras consiguieron crear algunas amenazas en un contrajuego desesperado contra el enroque largo blanco, fue el ataque del primer jugador el que lleg antes. Tambin es notable cmo ambos bandos lucharon con consistep.cia por la iniciativa, sin preocuparse demasiado por el material.

    l.e4 eS 2.~f3 d6 3.d4 cxd4 4.~xd4 ~f6 s.~c3 a6 6.J.e3

    Esta lnea de juego contra la Najdorfha te-nido sus ms y sus menos .. Popular en los aos setenta, cay en declive durante los ochenta, antes de volver a primer plano a mediados de los noventa. Actualmente, junto con su pa-riente prximo 6.f3, puede considerarse la continuacin principal contra la Najdorf. 6 ... e5 .

    Los verdaderos jugadores N aj dorf prefieren responder a 6.!e3 con ... eS, porque la clave de 5 ... a6 es preparar el avance ... e5, y nor-malmente lo. efectan si la sexta jugada blanca lo permite. Tambin tiene la ventaja de que,

    de este modo, no necesitan estudiar lneas de la Scheveningen (que se produciran con 6 ... e6). Adems de avanzar el pen "e", las negras disponen de una tercera opcin impor-tante, 6 ... tog4, cando hay unabuena cantidad de teora tras la respuesta 7.ig5. Sin embar-go, algunos jugadores prefieren p~ovocar a las negras con 7.1c.l, cuando no hay nada mejor que 7 ... tiJf6. Entonces, continan con 8.f3 y, slo despus, 9 . .i.e3, un orden de jugadas que anula ... ~g4, a costa de permitir otras posibi-lidades. 7.lb3

    A principios de los ochenta, era muy popu-lar 7. ~ f3, pero esta juga~a ha desaparecido actualmente de la prctica. 7 ... !e6

    Cubriendo la importante casilla "d5". Si las blancas se desquidan, las negras podran _avan-zar su pen "d" en circunstancias propicias:~ 8.f3

    La estrategia bsica de las. blancas supone controlar "d.5", junto con un avance de peones en el flanco de rey. Las negras deben" desple-gar un rpido contrajuego en el flanco de da-ma para no exponerse a ser demolidas. 8 ... ~bd7

    Para una detallada cobertura de este plan-teo, recomiendo consultar teora especfica, ca-

    20 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • mo la excelente monografia The English Attack, de T. Sammalvuo (Gambit, 2004). Una linea con la que ni se sofiaba, cuando se disput la presente partida, es 8 ... h5. Aunque parece totpe, impide el plan principal de las blancas, g4-g5. El inconveniente es que a las negras les resultar dificil proteger a su rey. La otra continuacin principal es 8 ... ie7, con idea de enrocar antes de decidir cmo desa-rrollar el contrajuego en el ala de dama. Sin embargo, a muchos jugadores no les gusta en-rocar ante el ataque inminente de las blancas y prefieren dejar a su rey en el centro por tiem-po indefinido. Tales jugadores normalmente prefieren el movimiento txtual. 9.g4

    Hay muchas sutilezas relacionadas con el orden de movimientos en esta variante. Si las blancas tratan de llegar a la posicin de la par-tida con 9.Wfd2 b5 10.g4 (10.a4 es la jugada ms popular, pero en la poca de esta partida, se crea que no le reportaba ventaja a las blan .. cas; hoy da, las cosas no estn claras, y aun-que la teora supera de largo la jugada 20, no se ha pronunciado un veredicto definitivo), entonces el negro puede jugar 10 ... ~b6, dis-ponindose a responder a ll.g5 con 11 ... ~fd7 evitando as marginar al caballo en "h5". 9 ... ie7

    Las negras deciden trasponer a una tem-prana lnea con ... 1e7. Hay otras dos conti-nuaciones principales:

    1) Por la poca en que se jug esta partida, se consideraba impreciso 9 .. . ltl b6, basndose en la lgica de que ... lc4 slo es peligroso si

    las negras pueden retomar en "c4" de pen "b", por lo que las negras deberan jugar ... b5 antes de .. .liJb6. Sin embargo, 9 .. lbb6 ha sido adoptada por varios jugadores de primera fila, incluido Gari Kasparov, de modo que ese razonamiento lgico quiz no sea tan con-vincente como se crea.

    2) 9 ... b5 10~g5 b4 es una continuacin cri-tica, practicada con frecuencia en afias re-cientes. Curiosamente, aunque esta.lfnea pare-ce perfectamente natural, 1~ MegaBase 2004 no contiene un solo ejemplo anterior a 1998.

    10.~d2 Habiendo persuadido a las negras de renun-

    ciar a un temprano ... b5, las blancas trasponen a lneas normales. No hay nada mejor, ya que despus de 10.g5 liJh5 ll.Wfd2 ~f4! 12.ixf4 ( 12.h4 h6 tampoco es bueno para las blancas) 12 ... exf4 13.\Wxf4 1xg5 14.W/xd6 ie7, se-guido de ... .ih4+ y ... 0-0, las negras tienen una compensacin fantstica por el pen. lO . bS?!

    En el libro The English Attack antes men-~ionado, Samm.alvuo comenta que es~a jugada " ... fue virtualmente refutada por J ohn Nunn, hace . ms de dos dcadas, pero hasta los Grandes Maestros la plantean ocasionalmente. Ms extrafio an es que algunos jugadores pa~ rezcan haber olvidado la refutacin (ll.a4!) y hayan optado por otras lneas". Muy cierto. Hay dos alternativas:

    1) 1 O ... h6 pretende impedir directamente el avance gS. La desventaja es que dificulta an ms para las negras el emoque corto, ya que las blancas dispondran de una inmediata rup-tura con h4 y gS. Aunque muy popular a me-diados de los noventa, esta lnea ha cado aho-ra en desgracia terica, y slo rara vez se jue-ga.

    2) 10 ... 0-0 es la jugada ms precisa, tras-poniendo a una posicin estndar del orden d~ jugadas 8 ... .ie7. ll.a4!

    El test crtico para 10 ... b5. ll.g5 es menos peligroso, ya que ll. .. li)hs (da ventaja al blanco ll. .. b4 12.lLle2l/Jh5 13.lLlg3) 12.0-0-0 0-0 traspone a una lnea que ofrece a las ne-gras buenas perspectivas de igualar. ll ... b4 12.ld5 ixd5 13.exd5

    PARTIDA N 4. JOHN NUNN- MA TIHEW SADLER 21

  • Creo que esta posicin es favorable a las blancas. La justificacin tctica de su juego radica en que la evidente 13 ... lLl b6 permite a las blancas ganar pieza con la lnea 14.a5! lLlbxd5 15.g5 ~xe3 16.gxf6 .ixf6 17.\Wxe3 th4+ 18.cbdl. En este caso, las blancas tienen ventaja, porque las negras no cuentan con suficiente compensacin por la pieza, aunque la tarea tcnica que les espera a las blancas no sea en modo alguno, fcil.

    ' . 13 Yrrc7 Otra posibilidad es 13 ... 0-0, pero entonces

    .14.g5 ttlh5 15,ggl f5 16.\Wxb4 f4 17.!f2 gb8 18.YMe4 ,bg5 19.id3 g6 20.0-o-o !i)g7 21.W/el !DfS 22.hf5 gxf5 23.lfla5, dirigin-dose a "c6", que result bueno para las blan-cas en la partid.a Nunn - Morris, Manchester 1980 (la partida a la que Sammalvuo se refe-ria, y en la que se introdujo la novedad ll.a4!). Sadler ensaya una idea diferente. 14.g5 ~bS 1:5.0-0-0

    Las blancas tienen una clara ventaja estra-tgica. El pen de "b4" es dbil, y defenderlo con .. J~b8 dejarla colgado el pen de "a6", mientras que ... aS permite ib5. Por o1ra parte,

    d "h5" t' fu d . el caballo e -es era e JUego. 15 ... ~f4 .

    Las negras ofrecen un pen, con la espe-ranza de lograr algn contrajuego. Quiz fuese una mejor tentativa 15 ... 0-0. Si, entonces,

    16.~xb4, las negras pueden desplegar una peligrosa iniciativa, con 16.J~fc8 (no, sin em-bargo, 16 .. J'~ab8?, que permite 17.V9a5) 17 .~d2 (17 .id3 ~ab8 18.Y!ie4 ~hf61 19.gxf6 liJxf6 es bueno para las negras) 17 .. J~ab8

    18.1Wa3 ~b6, amenazando 19 ... tlJxd5. Por consigwente, las blancas deberan decantarse por 16.~gl, con idea de gg4, o simplemente 16.a5, bloqueando el flanco de dama y fijando los peones negros de "b4" y "a6". En ambos casos, las blancas conservan una .clara ventaja. 16.h4 '

    Mejor que 16.!xf4 .exf4 17 .Yxf4 0-0, se-guido de .. ~~eS y, posiblemente, .. .f6, y las negras tendran un potencial contrajuego en casillas de su color. Si las blancas pudiesen ju-gar .ixf4, seguido de ld4-c6, entonces .las negras tendran serios problemas, pero. el cambio en "f4" libera la casilla "e5", de modo que a ld4 puede seguir ... le5. 16 ... h6

    Las negras buscan contrajuego, pero ahora su re'y corre cierto peligro. en el centro.

    17J~gl Haba otras tentadoras posibilidades. Por

    ejemplo: 17.ixf4 exf4 18.g6 0-0 (18 ... if6 19.gxf7+ ~xf7 20.\Wx.f4 es muy bueno para ls blancas) 19.gxf7+ rax.f7 20.ih3 c;f;h8. Las negras tienen casillas dbiles .en "c6" y "e6", y las blancas pueden ganar el pen de "b4". S in embargo, de esta forma el alfil negro se acti-varla en la gran diagonal y, en consecuencia, decid mantener el pen en "g5" para res-. tringir al alfJ.l., aun a costa de ceder la columna "h" a las negras. 17 ... hxg518.hxg5 l!h4

    Las negras deben optar por un juego activo, so pena de perder el pen de "b4" o el de "f4", sin compensacin al~a. t9.Wbl

    La idea es que las negras no disponen de jugadas constructivas, de modo que las blan-cas pueden permitirse este tiempo. Ahora, por ejemplo, ganan pieza en caso de 19 ... lb6 20.YN:f2 l0bxd5 21.ixf4. Aun en posiciones muy agudas, vale la pena, a menudo, tomarso un tiempo en una jugada de consolidacin, aunque no hay excusa para la pereza. Convie-ne comprobar minuciosamente que e\ tiempo invertido no beneficiar al oponente. 19 \WdS

    Las negras no pueden esperar sentadas mientras las blancas mejoran gradualmente su posicin, as que deciden provocar una crisis

    22 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • con el ataque a "g5". Con frecuencia sucede que una tentativa de este tipo por parte del de-fensor dispara una erupcin tctica. Las blan-.cas deben hallar la respuesta conecta para mantener la ventaja.

    20.~d4! Con la mortal amenaza 21.~c6. Las negras no pueden responder 20.~.lxd5, debido a 21.lflc6 lDxe3 22.llJxd8 l'Oxdl 23.lc6, atra-pando el caballo. Por otra parte, 20 ... hg5 21.ltlf5 ~8 22.Wfxb4, seguido de t[}xd6+, es igualmente desesperado para las negras, de . modo que la respuesta es forzada. 20 ... exd4 21 . .bf4 ~ b6

    Si se permite las blancas consolidar con ,Ag3, seguido de f4, los peones de "b4" y "d4" caern sin remedio. As pues, las negras deben tratrrr de poner en marcha un rpido ataque al relativamente desprotegido rey blanco. No era bueno 2l. .. ~e5, debido a 22.1g3 ~xf3 23.'ig2!Dxgl 24.ixh.4, encerrando el caballo. 22.1l.g3

    Tras algunas agudas complicaciones, esto resulta ser muy bueno para las blancas, pero haba otra continuacin tambin muy fuerte: 22.\Wxd4 lilxa4 {22 ... ipxd5? 23.YMxd5 ~xf4.

    24.~hl sera demoledor) 23.\Wxg7! (no 23.\Wxb4?, por 23 ... ctlxb2), con la clave de que 23 .. J~xf4 24.ih31 concede a las blancas un ataque decisivo. 22 .t!oxa4

    La nica posibilidad. Las jugadas pasivas son desesperadas. Por ejemplo: 22 .. J~h5 23JWxb4 tLlxd5 (23 .. Jlxg5 24J!hl ~xg3 25J;h8+ if8 26.Etel+ *d7 27J!xf8 Wlxf8

    28.~xb6, y las blancas ganan) 24.~xd4 gxg5 25.ghl 'it>d7 26.ih4, y la posicin negra se viene abajo. 23.ic4!

    La jugada ms fuerte, desarrollando el. alfil para defender a su rey. 23 .ixh4? es un error; que conduce a tablas tras 23 ... ~c3+ 24 .. Wcl. (24.bxc3? bxc3 cuesta ladam.a a las blancas) 24 ... lila2+ (despus de 24 ... \Wa5? 25.\Wel r, las blancas tienen posibilidades 'de ganar) 25.~bl lLlc3+, con jaque perpetuo. Otra posibilidad era 23.WI'xb4, pero no est

    del ; todo clara, tras 23 ... lllxb2 (23 ... t[}c3+ 24.bxc3 ~b8 25..ixh4 dxc3 26Jld4 defiende, ya que a 26 ... a5 sigue 27.ib5+) 24.W/xb2 Gugada nica) 24 .. J!b8 25 .. ixh4 gxb2+ 26. xb2, y aqu surge la cuestin de si las blancas podrn evitar el jag~e perpetuo. La lnea principal es sta: 26 ... VNb6+ 27.~cl d3 (de: otro modo, .~d3 . defiende) 28.ixd3

    (28.J~~g4 ~e3+ 29.gd2 YMxf3 es incmodo para ls blancas) 28 ... ~e3+ 29.bl \Wb6+ 3'0~ira2

    . V!f a5+ 31. b3 y, pese a la expuesta situacin del rey blanco, las negras no disponen eter-namente de jaques. Por ejemplo: 31 ... \Wb6+

    32.~c3 Wlc5+ (o bien 32 ... Wia5+ 33.ctf1d4) 33 .ic4 YfJ e3+ 34. ~b2. Por consiguiente, las negras deberan ensayar 3l ... Wixd5+, seguido de ... Wxf3, recuperando algn material, aun .. que las blancas tienen buenas perspectivas de ganar un~ vez coordinadas sus piezas. No de-be 'sorprender que no me atrajese la idea de llevar mi rey a "d4" y, en cualquier caso, la jugada textual es objetivamente mejor. 23 ~c3+

    Las negras no pueden retroceder, porque si 23.J~h5, 24.f4 (24.\Wxd4 gxg5 25.f4 !1xg3 26.~x~3 if6 es menos claro; la prioridad de las blancas debe ser impedir q1:1e el alfil ene-migo llegue a '"f6") 24 ... Wib6 25 . .tb3 ltJcS 26.\Wxd4 ci>f8 27 .~hl da a las blancas un ata-que ganador. 24. bxc3 d.xc3

    tina vez ms, las negras no tienen mucha eleccin, porque 24 ... bxc3 25.%Vcl ~b8+ (25 ... Wfb6+ 26.ib3 a5 27.i>al a4 no es mejor, porque tras 28.%Ya3, las negras deben perder tiempo en desplazar la torre de "h4", despus

    PARTIDA W 4. JOHN NUNN- MATI'HEW SADLER 23

  • de lo cual las blancas rechazan el ataque con ic4 y ~b1; a 25 ... d3 se contesta con 26 . .txh4, y las negras no tienen nada peligroso) 26.ib3 a5 27.W/a3 consolida la pieza de ventaja. La textual no slo ataca a la dama, sino que plan-tea las .. amenazas 25 .. J!xc4 y 25 .. .''lia5, segui-da de ... ~a3. Sin embargo, con un juego pre-ciso, las blancas tienen la partida ganada. 25.Wfe2!

    Jugada nica. 25 .. 1Na5

    A primera vista, las blancas tienen graves problemas, ya que tanto hd6 como gdel (o gge1) pueden contestarse con ... ~a7, y no hay una forma clara de impedir ... V!J a3, seguido de mate. En realidad, hay dos refutaciones del juego negro, la segunda de las cuales slo la descubr despus de la partida. Como slo me quedaban 15. minutos de tiempo, me content con verificar el mtodo ganador que ya habia descubierto, en lugar de buscar un segundo mtodo! 26.gdel ga7

    27if4! La clave del juego blanco, que prepara la

    respuesta i.cl a ... ~a3, y si las negras juegan 27.J~xf4, entonces 28JThllas deja totalmente indefensas ante la amenaza gh8+. Sin la posi-bilidad ... ~a3, el ataque negro S~ rechaza f-cilmente. Estaba muy contento con esta atrae-

    ti va combinacin, pero cuando llegu a casa descubr que dispona de la igualmente atrac-tiva 27.ha6f A primera vista, parece una locura abrir la columna "a" a la torre negra, pero lo cierto es que no hay defensa. La ame-naza es 28.'ifb5+, y tras 27 ... VNxa6 (27 ... ~f8 falla, por 28.Wlh5) 28:~xa6 ftxa6 29.ixh4, las negras pierden, sencillamente, una torre, de modo que deben jugar 27 .. .'%Va3 28.\WbS+ gd7, y las blancas pueden elegir entre varios mates, como 29.ti'b8+ gds 30.ib5+

  • Partida no 5 Stuart Conquest- John Nunn

    Londres (Lloyds Bank) 1993 Defensa Siciliana, 2.d3

    En la partida siguiente, las blancas jugaron con pasividad la apertura, permitiendo a las ne~as no .:. slo igualar, sino incluso vislumbrar una ventaja. A comienzos del medio juego, las negras propusieron un sacrificio de calidad que las blancas aceptaron con reticencia, ya que supona desprenderse del alfil de fianchetto que protega a su rey. Tales alftles a menudo tienen un valor mayor que el nominal de 3 puntos, como es aqu el caso. Las negras pudieron atacar a lo largo de la debilitada gran diagonal, y con dama y alfiles operando en equipo, sus amenazas pronto resultaron devastadoras.

    l.e4 eS 2.d3 Esto puede conducir a una Siciliana Ce-

    rrada normal, pero Conquest adopta una pa-siva estrategia de .apertura que no le concede posibilidades reales de obtener ventaja. Al enfrentarse a algo inusual en la apertura, la principal trampa en que puede uno caer es ju-gar con excesiva ambicin. En lugar de prose-guir tranquilamente con jugadas "normales", nos dejamos tentar por una "refutacin". El resultado slo puede justificar el juego del rival. Lo mejor, normaltlente, es atenerse a .los principios generales. En esta partida, las negras se contentan con desarrollar sus piezas y ocupar el centro. Tampoco las negras aspi-ran a gran cosa. Pero se requiere jugar verda-deramente mal para que las negras puedan ob-tener ventaja de apertura, y el juego blanco no es realmente malo, sino slo carente de am-bicin. Esto significa que aunque las negras puedan esperar conseguir una cmoda igual-dad, no deberan esperar v~ntaja de la aper-tura. 2 ... t!i) c6 3.g3

    3.~c3 desemboca e~ sistemas estndar. 3 ... d5

    Aprovechando que las blancas no han ju-gado ti.Jc3 para poner una pica en el centro. 4.lLld2

    La alternativa es 4.exd5 Yxd5 5.lLlf3 ~d4 6.ig2, y ahora:

    1) 6 ... We6+ 7.ie3 lllf5 8.1M/e2lxe3 9.fxe3 g6 lO.li)c3 ih6 ll.e4 lDf6 es algo confuso, Davis- Chandler, Zonal de Blackpool1990.

    2) 6 ... .th3 (esto permite a las blancas unas tablas forzadas, si es que las quieren) 7 .ixh3 (7.0-0 ixg2 8.cl>xg2 tambin es una posicin igualada) 7 .. .!oxfl+ 8.~fl ld2+ 9.'tt>gl

    ~f3+, Davies- Renet, Campeonato de Euro-pa por equipos, Haifa 1989, y varias otras par-tidas. 4 ~f6 S..ig2 eS

    La estrategia ms directa. Las negras bus-can una India de Rey con colores invertidos y un tiempo menos. Normalmente seria una es-trategia arriesgada, pero aqui las blancas han optado por la un tanto pasiva tLl d2, que les im-pide emplear de forma efectiva ese tiempo ex-tra. En. numerosas partidas, las negras jugaron 5 ... dxe4 6.dxe4 e5 7.li)gf3 ie7 8.0-0 0-0 9.c3 f!c7, pero el temprano cambio en "e4" no es necesario y slo sirve para mejorar la posicin de las blancas. 6.lile2

    PARTIDA Na 5. STUART CONQUEST- JOHNNUNN 25

  • En la partida Arencibia- Kramnik, Interzo-nal de Biel 1993, l3:s blancas siguieron con 6.exd5 ll:lxd5 7.~gf3 g6 8.0-0 !g7 9.1tlc4 0-0

    lOJ~el ges ll.li)g5, a lo que las negras res-pondieron con la curiosa 11 .. J:lf8. Esta jugada les dio resultado, debido a la continuacin 12.c3 h6 13.le4 b6 14.a4 !e6 15.h4 We7 16.a5 f5 17.\Wa4 fxe4 18.Yxc6 gac8 19.'id6 Wlf6 20J3xe4 gcd8 21.Wlc6 l:iJe7 22.YMa4 %Yxf2+ 23.~hl Wxg3 24.ie3 ~f5 25J~gl tiJxh4 26.txe5 b5 le dio a Kramnik una rpida victoria (0-1). Creo que si las blancas hubiesen repetido jugadas, con 12.ll:)f3, las negras habran tenido que hallar la forma de eludir las tablas, por ejemplo con 12 .. J'~e8 13.liJg5 lb6!?.

    Otra idea es 6.lgf3, esperando 6 ... ie7, antes de jugar 7.exd5 lflxd5 8.0..0 0-0 9J~el. En este caso, las negras podran arreglarse con 9 ... f6 10.c3 &i:Je7, pero su pobre desarrollo me hubiera puesto nervioso. Una opcin ms se-gura es 6 ... d4, que lleva a una especie de Sis- tema Petrosian, con un tiempo menos. En esta posicin bloqueada, el movimiento extra tiene poca importanci~

    La jugada de la partida es bastante pasiva y no crea problemas a las negras. 6 . .J.e7 7.0-0 0-0

    A menudo podemos ver que las blancas adoptan una posicin con colores invertidos y un tiempo extra, pero es sorprendente la fre-cuencia con que tal estrategia no les reporta ventaja alguna. El problema radica, normal-mente, en que las aperturas negras estn di-seadas sobre todo para conseguir la igualdad.

    De modo que disponer de un tiempo extra equivale a que resulte ms fcil igualar, pero no cambia la estrategia fundamental de la apertura. Esta partida es un ejemplo expre-sivo. Las blancas estn jugando en el espritu de una inspida India de Rey con un tiempo de ventaja, pero la naturaleza general de su aper-tura es la misma: sigue siendo inspida. 8.exd5

    Las blancas no pueden arriesgarse a jugar 8.f4, porque 8 ... exf4 9.gxf4 dxe4 10.dxe4 .ig4 darla a las negras una peligrosa ventaja en desarrollo. Yo esperaba 8.h3 (preparando f4), aunque 8 ... dxe4 9.dxe4 b6, seguido de ... ia6, concede a las negras una agradable posicin. 8 .. ~xdS 9J~el ?l

    Pero ahora las blancas corren el peligro de quedar peor. Hubiera sido mejor 9.~c4 ic6 10.f4 exf4 ll.lilxf4 liJxf4 12.Axf4 !d5, con posibilidades ms o menos equilibradas. 9 .. .Ae6

    Era tentador 9 ... ig4, pero lo descart debi-do a 10.h3 th5 (IO ... !e61? es interesante, ya que el avance h3 puede favorecer a las negraR) ll.ixd5 W/xd5 12.lc3 hdl 13.ltlxd5 !xc2

    14.lilxe7+ li:Jxe7 15J~~xe5 tbc6 16J~~xc5 fuer1.a prcticamente unas tablas. El reiterado juego tmido de las blancas ha hecho crecer las ex-pectativas de las negras hasta. el punto de que ahora evitan lneas de tablas forzadas. Aunquo es correcto ser ambicioso y tratar de crear pro-blemas al rival, la ambicin debe estar direc-tamente relacionada con la posicin del table-ro. Los buenos jugadores siempre estn bu-cando la forma de crear problemas al oponen-te, aunque estn ligeramente peor, pero loH mejores son capaces de hacerlo sin compro-meter su propia posicin, de forma que si sus esperanzas no llegan a materializarse, su posi-cin no sea peor que antes. Aqu la posicin sigue siendo objetivamente igual, pero las no-gras tienen derecho a adoptar una actitud po-sitiva, porque son las blancas quienes dobcn jugar con precisin si quieren mantener el equilibrio. 10.lilc4 V!lc7

    Efectu esta jugada slo tras alguna re-flexin, porque implica un sacrificio de cali-dad. Sin embargo, es una jugada lgica, por-

    26 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A ruGADA

  • que las negra8 prefieren no responder a f4 con ... exf4, que resuelve los problemas de desa-rrollo de las blancas. Al defender "e5" con la dama, las negras pueden respon~er a f4 con una jugada de desarrollo. ll.f4 gad8

    12.id2?! Las blancas deciden mantener la tensin en

    el centro, a la vez que contrarrestan la ame .. naza 12 ... litxf4, seguido de 13 ... ixc4. Sin em-bargo,. esta jugada es, sencillamente, demasia ... do lenta y entrega a las.negras un til tiempo. Despus de la partida, Conquest revel que en este momento su posicin ya no le satisfaca pero, como . demuestran los anlisis que si .. guen, esa opinin es demasiado pesimista, ya que las blancas podan haber mantenido el equilibrio con un juego correcto. Las alterna .. tivas son:

    1) 12.f5?l .hf5 13.ixd5 gxd5 14.~e3, y las blancas tendrn calidad por un pen, pero a costa de una horrible posicin, despus de 14 ... Wfd7 15.lxd5 ~xd5 16.li)c3 V!fd7, segui-do de ... ig4 y ... f5 .. f4. .

    2) 12.lilxe5 tLlxe5 13.fx.e5 VNxe5 14.d4 (14.ltlf4?! Y9d4+ 15.~hl lxf4 16.ixf4 if6 conduce a una ligera ventaja de las negras) es un plan sencillo que conduce a una posicin ms o menos igualada. El juego podra conti-nuar as: 14.JWf5 (14 ... Yc7?1 15.c4 ttlb6 16.d5lll)xc4 17.lL\c3, con posicin claramente superior de las blancas, o bien 14 ... Wfh.S 15.c4 lb6 16.d5 ig4 17.liJf4!?, con juego confuso) 15.c4 lilb4 16.d5 VNd3, y las negras no tienen ms que una ligersima ventaja.

    3) 12.:fxe5, y ahora: 3a) 12 ... l0xe5 13.lf4 ig4, con nueva bi-

    furcacin: 3al) 14.~d2 lDxc4, y ahora las blancas

    deberan evitar 15.lxd5? !lxd5, que traspone a 15.'&d2 en la linea 3a2. En lugar de esto, es mejor .15.dxc4, y ahora 15 ... ~b6 (15 ... llJb4: 16.Vff2 es bueno para las blancas) da un juego equivalente.

    3a7) 14.lLlxd5 !lxd5, y ahora 15.Wfd2 es malo, debido a 15 ... ltlxc4 16.\Wf4 ~e5! 17J~e4 f5!, ganando material (ya que 18.gxc4 gel+

    19.~f2 Ad6 atrapa a la dama blanca), mien-tras que en caso de 15.ixd5 !xdl 16J~~xdl, su ventaja material concede a las negras bue-nas posibilidades de ganar. Las blancas, sin embargo, disponen de una tercera posibilidad: la increble 15.~e2! 1, una jugada que es prc-ticamente imposible de ver durante una parti-da. Despus de esto, las negras slo pueden defenderse con un juego exacto:

    3a21) 15 ... lDf.3+? 16.ixf3 hf3 17.'Bxe7, y las blancas ganan.

    3a22) 15 ... if3 16.if4, con una posicin desagradable para las negras.

    _3a23) 15 .. Jjd7 16.llJxe5 W/xe5 17.gxe5 ixdl 18.ih3, con un final desagradable para las negras.

    3a24) 15 .. J~~d6! (un giro sorprendente se merece otro en respuesta: con esta jugada. las negras pueden sostener el equilibrio in ex-trem.is) 16. ~ xe5 ixe2 17. Yxe2 ge6 18.1f4 .if6 (18 ... id6? l9.1d5 'Se7 20J~~el gfe8 es tentador, pero permite la espectacular combi-nacin 2l.lt)xf7! gxe2 22 lDxd6+ ~f8 23.!!fl! ~el 24.~xe8 gx:n+ 25.~xfl Yh>6 26liJc7 (~ie7 27.b3, y las blancas estn mejor) 19.id5 ~xe5 20.ixe5 YMxe5 21.Wlxe5 ixe.5, con un final de tablas.

    3bj 12 ... b5 13.4Jd6 lDxe5, pero las blancas pueden, sencillamente, eliminar un pen, con 14.ttlxb5 Vb6 15.~bc3, y las negras no tienen suficiente compensacin.

    3c) Por sorprendente que pueda parecer, 12 ... Wib8! posiblemente sea lo mejor. Las negras mejoran la linea 3b) anticipndose a defender el pen de 11b5 ", y explotando el hecho de que tanto 13.~f4 como 13.i.f4 pier-

    PARTIDA N' S. STIJART CONQUES1'- JOHN NUNN 27

  • den pieza. Las blancas deberan optar por la natural 13.a4 (13)e3 ~xe3 14 . .Axe3 c!xe5 15.if4 i.d6 da ventaja a las negras) 13 ... tlJxe5 14.tf4 .ig4, y ahora:

    3cl) 15.ll:lxd5?! gxd5 conduce a una nueva encrucijada:

    3cll) 16.ge2 ya no da resultado, pues la dama negra est fuera de alcance en la lnea 16 ... ll:H3+ 17 . .txf3 (a 17.rtlfl. sigue 17 ... lild4l) 17 .. :.txf3.

    3cl2) 16.%Yd2 ltlxc4 17.VNc3 ges 18 . .if4 id6 es claramente mejor para las negras.

    3"c2) 15.YMd2 (esto es mejor) 15 ... lllxc4 16.dxc4, con igualdad, que parece ser la eva-luacin correcta de la posicin, despus de 12.fxe5. 12 ... if6

    La posibilidad ms evidente. Las negras re-fuerzan "eS" y frenan todos los trucos tcticos de la nota anterior y, al mismo tiempo, enftlan al pen "bn blanco. Por supuesto, las blancas podran continuar con una jugada de espera, como 13.%Ycl, pero las negras pueden hacer lo propio, con 13 .. J~fe8, y las jugadas de espe~a de las negras tienen un efecto ms positivo que las blancas. La nica razn para dudar acerca de 12 ... if6 es que permite a las blancas ganar calidad en circunstancias ms favora-bles que en la lnea 1) de la nota precedente, pero aun as, las negras no tienen por qu te-merlo. 13.f5

    Las blancas pensaron mucho tiempo, antes . de aceptar el t;naterial que se les ofreca. 13 ... ixf514.~xd5 !3xdS 15.~e3 ti'd7

    Mucho mejor que 15 ... ie6 16.lLJxd5 ixd5 17.li)c3, y las negras deben abandonar la gran diagonal. 16.tiJxd5

    Las blancas pueden jugar tambin 16J~f1, pero las negras disponen de una agradable eleccin:

    1) 16 ... e4!? 17.~xd5 (despus de 17.t0f4 ~e5 18.i.c3 ld4 19.lxf5 Wlxf5 20.ixd4 cxd4 21.llld5 ~g6 22.lxf6+ gxf6 23.dxe4 gxe4, las negras conservan alguna ventaja) 17 ... Wix~, y ahora 18.dx.e4?! Wtxe4 dara a las negras un tremendo ataque, pero quiz las blancas puedan tratar de defenderse con 18.Ac3.

    2) 16 ... Ag4 17.lllxd5 Yxd5 es similar a la partida.

    3) 16 ... 1h3 17.li:lxd5 Wxd5 18Jlf2 ie7, seguido de ... f5, tampoco es muy diferente de la partida. 16 ... Yrxd5 17.~c3

    De otro modo, las negras clavan el caballo con ... ig4, lo que hace la situacin an ms desagradable. Las negras tienen ~ pen por la calidad, adems de dos activos alfiles, ventaja en desarrollo y posibilidades de ataque al expuesto rey blanco, todo lo cual constituye compensacin ms que suficiente. 17 . 'fd7

    El plan a largo plazo de las negras implica situar al alfil de casillas blancas en la gran diagonal, abriendo paso al avance ... fS, a fin de desalojar eventuales piezas bloqueadoras. La inmediata amenaza negra es ... ig4, segui-do de ... lLld4. 18.ie3

    A 18. tO e4 se contesta, sencillamente, con 18 ... ie7. 18 ctld4

    Lo ms simple. La amenaza ... ig4 obliga a las blancas a tomar, con lo cual las negras obtienen dos fuertes alfiles contra un caballo , adems de un fuerte ataque. 19 . .bd4 Y!ixd4+ 20. ~g2 id7!

    El alfil se dispone a ocupar la gran dia-gonal. 21.Wle2

    Las blancas pueden cerrar temporalmente

    28 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • la diagonal, con lLle4, pero antes o despus .. .f5 romper el bloqueo. A las blancas les gustarla jugar h3, seguido de ci>h2, saliendo al paso de las inminentes amenazas de mate so-bre la gran diagonal, pero en caso de 21.h3, !c6+ 22/ile4 es obligado, y las negras juegan tranquilamente 22 ... ~xb2, aadiendo ~ se-gundo pen a su botn. 21 .. j,c6+ 22.Wfl

    Despu~s de 22,ti)e4, las negras tienen una agradable eleccin entre la sencilla 22 ... Wxb2 y 22 ... ie7 23.c3 '@Yd5 24.g4 g6 25.gl f5 26.gxf5 gxf5 27.lg31h4, con posicin gana-dora en ambos casos. 22 Wld7

    La idea es jugar ... id8-c7, seguido de ... f5. Ntese que las blancas no pueden tomar en "e5 ", tras ... id8, a causa del jaque en "h3 ".

    23.~gl?! Esto permite la respuesta negra, pero la po-

    sicin era, en cualquier caso, muy incmoda para las blancas. Por ejemplo: 23.ti)e4 !e7 (amenazando ... f5, seguido de ... f4) 24.lilf2 f6 (mejor que 24 ... %Yd5 25.VN.e4!) 25.~gl id6, y ahora las negras pueden forzar el avance ... f5. 23 ... e4!

    Gracias a la imprecisa jugada 23 de las blancas, las negras logran activar su alfil de casillas oscuras sin perder tiempo en jugadas preparatorias. 24.d.xe4

    O bien 24.ti)xe4 id4+ 25.@fl \Wh3+ 26JWg2 ~f5+ 27.cJle2 ti'g4+ 28.cJld2 f5, y las negras ganan. 24 .J.d4+ 25. ci>g2 f5

    El ltimo dique ha sido dinamitado, y ya no hay refugio para el rey blanco contra la dama y los alfiles negros, que operan con efectos le-tales sobre tres diagonales paralelas. La ame-naza es, simplemente, 26 ... fxe4. 26.gn

    Con esta jugada, las blancas resisten mo-mentneamente. 26 ... :Se8

    A las negras les gustarla tomar en "e4" de torre, asi que ... b5 -b4 es ahora una fuerte ame-naza.

    27J~ael

    Si 27.~adl V!ifl (amenaza ... hc3, seguido de .. J~xe4) 28.~d3 Wle6, 1~ negras ganaban tambin.

    27 .. b5! Decisivo. Por el momento, a 27 ... hc3 po-

    da seguir 28.\Wc4+, pero ahora 1~ amenaza ~s 28 ... .ixc3 29.bxc3 gxe4. Las negras tambin amenazan ... b4, seguido tnto de ... he4+.co-mo de .. J~xe4. 28.lYh5

    Tan bueno como cualquier otra cosa. 28 ... g6 29.Yeg5 b4 30.~dl

    30.ld5 ~xe4 es demoledor. 30 .ixe4+ 31.~h3 mg7

    Esta modesta jugada de rey es la forma ms . clara de ganar. Las negras plantean multitud

    de ainenazas, entre ellas ... h6, seguida de ... g5-g4+, o bien, sencillamente, ... if6, segui-do de ... f4+. 32.c3

    Las alternativas no son mejores: 32.llJf2 ~f3! (amenazando 33 ... h6 y 33 ... if6) 33J~xe8 (con 33.c3 !f6 34.Y!ff4 VBc6, las negras ganan) 33 ... 'Wxe8 34.Wid2 '\Wc6, y las negras ganan, o bien 32.1Wd2 f4+ 33.g4 f3, seguido de ... h5. 32 . .if6 33.'ti'cl

    O bien 33.'if4 gS. 33 f4+ 34.g4 %Yd3+

    Las blancas se rindieron, ante las catas-trficas prdidas de material.

    Estas dos victorias me llevaron a compartir el segundo puesto con Tony Miles, con 8 de 10, a medio punto del vencedor, Jon Speel-man.

    PARTIDA NV 5. STUART CONQUEST- JOHN NUNN 29

  • Partida n 6 Matthew Sadler- John Nunn

    Hastings 1993-94 Defensa India de Rey, Ataque Samisch

    En los meses posteriores, slo jugu algunas partidas de la Bundesliga~ y mi siguiente torneo fue el tradicional de Afio Nuevo en Hastings. a comienzos de los noventa, Hastings era un torneo realmente fuerte, con jugadores como Bareev y Judit Polgr entre sus participantes. Sin embargo, a fmes de 1993 inici un tenue declive. El apoyo de los patrocinadores fue decayendo y eso sig-nificaba que los jugadores de elite ya no seran invitados, y aunque el torneo segua siendo muy agradable y beneficios.o para el ajedrez britnico, ya no poda tener pretensiones de grandeza. Lamentablemente, su declinar ha proseguido hasta el da de hoy, y el una vez orgulloso evento se ha visto reducido a una sombra existencia, celebrndose en un pabelln deportivo, en los arrabales de una ciudad fra y barrida por los vientos.

    Comenc con 2 de 3, y luego me anot tres buenas victoiias consecutivas, que me situaron en cabeza de la tabla. Esas tres partidas se incluyen a continuacin. En la primera puede ver~e una linea muy aguda de la India de Rey. El juego precso es esencial en un apertura tan de doble filo, pero aqu las blancas no jugaron la apertura con la energa requerida. Las negras pudieron romper con sus peones el centro blanco y, aunque el juego no fue del todo exacto, las negras pronto se aseguraron una clara ventaja. El rey blanco en ''el" no logr la seguridad necesaria, debido al control de las negras de la diagonal "fS-b 1", una disposicin tpica cuando el enroque largo ha quedado debilitado por el avance del pen "e". Cuando las negras abrieron la columna "e", en la jugada 25, el rey blanco cay vctima de un ataque mortal.

    l.d4 ~f6 2.c4 g6 3.lilc3Ag7 4.e4 d6 5.f3 0-0 6.J.g5 .

    El Samisch tradicional (6.ie3) es una de las lneas ms agudas de la India de Rey. 6 . .ig5 se basa en ideas estratgicas similares, pero hay significativas diferencias de detalle. En un caso normal, sin embargo, estas diferen-cias son irrelevantes. Si el blanco juega, en un momento dad9, 6, las dos lneas revierten. 6 tDc6

    La respuesta ms habitual de las negras a 6.ig5 es trasponer a una Benoni, con 6 ... c5 7.d5 e6, seguido de ... exd5. Sin embargo, 6 ... llJc6 es una opcin perfectamente viable. 7J!lge2 a6 8.~d.2 id7 9.h4 hS

    En otros tiempos, una jugada como sta habra sido inconcebible, dado que vulnera el principio general de que no deben avanzarse los peones en la zona en que un jugador est siendo atacado, sobre todo, si su rey se en-cuentra en ese sector. Sin embargo, responder a h4 con ... h5 se ha convertido en una es-tructura ms o menos estndar (la Siciliana

    Dragn es otro ejemplo). El fume control de las negras del punto "g4" significa que si las blancas quieren romper en el flanco de rey, tendrn que hacerlo a base de sacrificios. Las negras, no obstante, deben tener cuidado, ya que si no evalan acertadamente la situacin, la ruptura de las blancas puede resultar devas-tadora. 10.0-0-0 bS

    1

    30 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • Un momento crtico. El afio anterior, en Hastings, Sadler me haba jugado ll.ih6, anotndose una espectacular victoria. En esta ocasin, tal vez temiendo una mejora, adopta una linea diferente y menos radical. ll.llld5 .

    La partida anterior sigui con ll.J.h6 e5 12.~d5! (12.hg7 ~xg7 13~~d5 bxc4 es menos peligroso) 12 ... .hh6? 13.W/xh6 bxc4 14.g4! {la activa posicin de la dama en "h6" justifica esta jugada) 14 ... lDxd5 15.exd5 li)b4 16.lg31 (ignorando, correctamente, las consi-deraciones materiales, las blancas juegan deci-didamente al ataque) 16 ... c3 17.lxh5! gxh5 18.gxh5 .. Aqu ya no hay defensa y la partida concluy as: 18 ... ig4 19J~g1 f3 20.fxg4 f4 21.bxc3 ~xa2+ 22.i>c2 YMxh4 23.1?ig6+ h8 24.id3 V!le7 25.Wlh6+ ~g8 26.Wfe6+ W/xe6 27 .dxe6, y las negras se rindieron, Sacller -Nunn, Hastings 1992-93. Naturalmente, yo no . iba a repetir toda la partida, pero en realidad no contaba con ninguna innovacin terror-fica.

    El error clave de las negras fue cambiar demasiado pronto alfiles en ''h6", lo que slo sirvi para situar la dama blanca en una peli-grosa posicin de ataque. Las negras deban haber optado por alguna de estas lineas:

    1) 12 ... li)xd4 13.il:)xd4 ~xd5 (13 ... !xh6? 14.%Vxh6 exd4 15.g4 es demasiado peligroso) 14.ix.g7 Wxg7 15.cxd5 exd4 16.YNxd4+ Wff6 17.ie2 ~ac8, con una pequefia ventaja blanca.

    2) 12 ... exd4 13.hg7 (13.~xd4 ixh6 14.\&xh6 ~xd4 t5J~xd4 lDxdS 16.cxd5 ~f6 17.gd2 c5 18.dxc6 ~ac8 es ms o menos equi-valente; aqu los mltiples cambios han dilui-do las perspectivas de ataque de las blancas) 13 ... Wxg7 14.lxd4ltle5, con juego c.onfuso. tt ... bxc4 t2Joxf6+?1

    Una clara imprecisin. El temprano cambio en "f6" reduce las posibilidades de ataque de las blancas y concede a las negras la posibi-lidad de romper el centro blanco. La linea cri-tica es, sin duda, 12.g41?, que el propio Sadler prefiri en una partida posterior (que, por cierto, gan rpidamente): 12 ... hxg4 13.h5 t)xd5 14.exd5 gxf3 15.lDf4 tilxd4 16.hxg6 fxg6 17.lLlxg6 ge8 18.VNh2 ifS 19.~7+ ~fl

    20.gxd4, y las blancas ganaron, Sadler- Rai-. sa, Gausdal 1994. El error de las negras fue cambiar en "d5". La codiciosa 13 ... ltJxh5 tam-bin es mala. Por ejemplo: 14 . .ih6 J6 (14 ... gxf3 15.ixg7 ~xg7 16J~xh5 gxh5

    I7.~gs+ mh7 ts.~xhs+ q;g7 t9.VNgs+ ~h7 20.ili3 fuerza el mate, mientras que 14 ... e5 15 .ltl g3 es bueno para las blancas) 15 .!D g3 i (15.1xg7 ~xg7 16/~g3 gh8 17.t"ilxh5+ gxh5 18J3xhS gxh5 19.!xc4 \Wh8 es una posicin confusa) 15 ... lxg3 16.hc4 !e6 17.i.xg7

    ti)xh118J~xhl, con ataque demoledor. La me-jor defensa es 13 ... ti)h7!, y ahora:

    1) 14.hxg6lDxg5 15.~xg5 e6 16.~5 fxg6 17.Wlxg6 exd5 18.\Wh7+ ~ 19.~5+, y las negras pueden optar por las tablas, haciendo 19 ... @g8, o bien jugar a ganar, con 19 ... e7.

    2) 14.fxg4 li:)xg5 15.'M/xg5 e6. es favorable a las negras.

    3) 14..ih6 ixh6 15.W/xh6 g5 16.f4 e6 17.ltle3 ~h8 es bueno para las negras.

    4) 14..ie3 parece lo mejor, con una posi-cin muy complicada. 12 . exf6 13 .ih6 fS!

    En la India de Rey, las negras normalmente atacan el centro blanco en las casillas negras, con ... eS o ... c5. Es muy poco habitual ver un ataque a las casillas blancas, como en este caso, pero aqu resulta muy lgico. Si las ne-gras lo~an cambiar peones en "e4", ent?nces las blancas perdern el control de "g4'\ lo que llevar su ataque contra el enroque negro a punto muerto. Las negras se apoderarn de la casilla "g4" para su alfil de casillas blancas,

    PARTIDA N' 6. MATIHBW SADLER- JOHN NUNN 31

  • que normalmente resulta una pieza muy difcil . de. situar en el Ataque Samisch. 14.i.xg7 q;xg71S.tt)c3?

    Un error, porque permite a las negras eje-cutar su plan sin oposicin. La estrategia blan-ca se basa en un ataque en el flanco de rey, y deberan haber proseguido con este plan, aun a costa de algn material. He aqui las alterna-tivas:

    1) 15.\Wc3? 1Wf6 16.\Wxc4 fxe4 17.fxe4 ~ab8 tambin es favorable a las negras.

    2) 15.&ilf4 fxe4 16.g4!? es confuso. 3) 15.exf5 ix.fs 16.g41 hxg4 (16 ... id3!?

    17.gxh5 ~f6 18.lf4 ix.fl 19,ghxfl gab8 tambin es confuso) 17.~g3 d5 (17 ... yqf6 18.lLlxf5+ W'xf5 19.fxg4 W/xg4 20.h5 es peli-groso para las negras) 18.h5 gh8, con una po-sicin de doble filo. 15 ... fxe4 16.fxe4

    No hay nada mejor. 16.lxe4 d5 y 16.d5 l[} e5 17 .l xe4 .lf5 tambin son lneas buenas para las negras. 16 ... 1g4

    17.!e2 No 17 ,gel %Yf6, con un molesto ataque a

    "d4". Despus de la textual, las negras tienen una clara ventaja. Casi han completado su de-sarrollo, mientras que las blancas an tienen que recuperar su pen de "c4". Por otr~ parte, a las blancas ya no les queda ataque en el flan-co de rey. 17 .. ~d7

    No 17 ... llJb4 18.hg4 ld3+ 19.ci>bl hxg4 20 .h5, y las blancas han reavivado su ataque.

    18.ctd5 Anticipndose a la amenaza ... ~b4.

    18 .. Jiae8 Si las blancas tuviesen la posibilidad de

    consolidar y recuperar el pen de "c4", enton-ces an podran igualar. Por consiguiente, las negras optan por acciones enrgicas, abriendo lineas con el objetivo de lanzar un ataque directo al rey blanco. 19.if3

    La nica forma de defender el pen de "e4". 19 ... f5!

    . .

    El segundo avance .. .f5 en pocos movi-mientos ha contribuido a erosionar el centro blanco. Desaparecido el pen de "e4", las ne-gras pueden controlar la diagonal "f5-b 1", im-pidiendo que el rey blanco encuentre un re-fugio seguro. 20.exf5

    20.hg4 fx.g4 tambin es muy bueno para las negras. Por ejemplo: 21.Y!fc2 (21.~dol &fJe7 22.li)e3 d5 23.exd5 li)xd5 24.lxc4 V!lch 25.b3 tLlb6 26.Wic2 ltlxc4 27.bxc4 Y9f6. atacando los peones de '.'d4" y "h4", deja a h1H blancas en serias dificultades) 2l. .. ~e/ 22.YNxc4 (22.lile3 d5) 22 ... !xd5 23.exd.'i (23.Wlxd5 c6 gana el pen de "e4") 23 ... ftf2. con una clara ventaja de las negras. 20 .. hfS? .

    Un error, que pone en peligto la vonl1~jn negra. Tambin era errneo 20 ... ixf3?, ya que despus de 2l.f6+ (si 21.gxf3? fuf5 22.4)fi1 Vlif7 23.~h3 Wfd5, las negras ganan) 21 ... ~th'l 22.gxf3 Yfifl 23.%Yg5 (si 23.lb4?, liJxb'l

    32 AJEDREZ DE LOS GRANDES MAESTROS, JUGADA A JUGADA

  • 24.\Wxb4 ~d5 dejarla a las negras con un claro pen de ventaja) 23 .. .!iJxd4 24.gxd4 ges 2S.Wif4 ~xd5 26J~xd5 YNxdS 27.gel, el . pen nr blanco de pronto se vuelve peligroso. Lo correcto es 20 .. :~xf5! 21.li)xc7 (21.~e3 gxe3 22.\Wxe3 li)b4 23.1e4 ~xa2+ 24.~bl V!fa5 25Jldfl gb8 26.ib7 .tf5+ 27J~xf5

    ~xf5+ 28.xa2 gxb7 deja a las negras con dos peones de ventaja) 21 .. J!c8 22.hg4 (22.d5 ~x~7 23.dxo6 ixf3 24J~hfl VNe5 25.gxf3 gxn 26.gxf3 gxc6, con un claro pen de ventaja para las negras) 22 .. .'~xg4 (mucho niejorque 22 ... hxg4? 23.~hfl Wfxfl 24.ft)e6+ ct!1h7 25J~~xfl gxfl + 26. ~c2, con ventaja blanca) 23 . .fi)d5 1We4! 24.li)c3 ~f5, y la amenaza .. .fl) b4 es dificil de contestar. Vea~ mos: 25.ghfl VNxfl 26.~xfl ~xfl + 27.ldl gcf8, y las negras estn cl~ente mejor.

    Este error fue el resultado de una mala eva-luacin. Yo quera trasladar mi alfil a la dia-gonal "f5:..bl'.' con la esperanza de atacar al rey blanco, pero, en realidad, no hay ataque m.ien-tra~ las piezas menores blancas sean tan acti-vas. Para generar amenazas contra el rey bl~co, las negras deben expulsar al caballo ene-migo de "d5". Con ... 'i!ix.f5 s~ ataca "d5" y, al mismo ~empo, se prepara el cambio de alfiles en "f3 ", y era, por tanto, la decisin correcta. 21.~c3 li:Je7

    Las negras comprenden, con retraso, la im-portancia de eljminar el caballo de "d5 ". A 2l ... .id3 se juega 22.lDf4!t ya que a 22 .. J3xf4, 23 . .ixc6 costara calidad a las negras. No, sin embargo, 22. ~ b6?, que me preocupaba duran-te la partida, debido a la sorprendente rplica

    22 ... lb4!, y las negras quedan mucho mejor. La opcin 2l. .. ie4 22.ixe4 gxe4 23.W/xc4 no est clara. 22.lxe7?

    Esto permite a las negras trasladar su dama a una posicin ms activa y, de nuevo, inclina. la balanza a su favor. Lo correcto era hac~r 22.!'!hel!, con lo que las blancas tendran to- das las posibilidades de igualar. No serva, en cambio, 22.\Wxc4?, por 22 ... !e6 23.ie4 gb8, seguido de ... c6, y las negras ganan pieza. 22 .. V!lxe7 23J!del

    Las blancas no pueden jugar la otra torre a "el", debido a que su pen de "h4" est col-gando. Otra idea es 23.Wfxc4 Ve3:+ 24.:gd2 c6, y ahora:

    1) 25.idl !e6 26.\Wd3 (26.\Wxa6 ~f2 27.'iMd3 Wff4 tambin es muy desagradable

    . .para. las blancas) 26 ... id5 es muy bueno para las negras, ya que todas sus piezas estn situa-das en posiciones ms activas que sus colegas. blanca