Alba Lobera Vallejoninguna mosca en trampa de araña y niño pequeño sin poder al parque asistir. Sin embargo, algo ya practicado salió, una palabra de dos sílabas: fingir. Los

PROPIEDAD DE ALBA LOBERA VALLEJO PROHIBIDA SU DIFUSIÓN SIN CONSENTIMIENTO DE LA AUTORA

Alba Lobera Vallejo



Recopilación literaria. Poesía de elrincondevelvet.wordpress.com Poemas ordenados de menor a mayor complejidad Escritos y difundidos por Alba L. Vallejo



Pareados emparejados

Un poema he de hacer y no se me ocurre qué poner.

Llevo ya borrados tres versos anteriormente creados.

Me va a entrar la depresión… ¡Ayudadme, cacho vagos! Es broma, es broma, esto no es despectivo.

Quiero hacer algo perfecto, digno de halagos. Dios mío, ¿y ahora qué hago? ¿Y qué escribo?

Ja, ja, ja… ¿A que os habéis reído? Pues ¡hala! ya no sigo.

Me gusta este poema, lo conservaré. Y al que diga lo contrario, ni le miraré.


¡Ánimo!

Este sencillo poema que hago es para todos aquellos de alma pura

pero no opara los que la educaron fura o celosa y frívola como en invierno un lago.

Quitando a las mujeres como hembras emocionales, quitando a los hombres de sensible y delicados

todas nos hemos hundido y hay muchos casos llorados y todos seguramente, sido obligados a reprimir males.

Tal vez consideres que llorar es cobarde acto o quizá algo infantil, estúpido o rastrero

mas yo te digo que chilles cual pregonero que tú haces lo que quieres menos tan terrible pacto.

No te calles, rompe el candado pero nunca delante de los enemigos ya que apoyarte debes en los amigos

y como bien sabes en la vida, todo lo pone un dado.

En una esquina oscura chilla y patalea, no te reprimas, hacerlo es algo natural y aceptado en cualquier tema cultural

como en la guerra una sangrienta pelea.

¿Envidias, celos? Tu persona es atacada. Pero tú eres fuerte, así que los plantas

mientras todos sus defectos gritando cantas a un vulgar puñado de gente muy pasada.

Recuerda lo dicho, tú en secreto puedes llorar, en tu alma digna aflora algo furo

un negro carbón somete a tu blanco puro y poco a poco a los enemigos puedes olvidar…


El Barroco

El siglo diecisiete fue para España algo difícil para en un poema resumir

ninguna mosca en trampa de araña y niño pequeño sin poder al parque asistir.

Sin embargo, algo ya practicado salió, una palabra de dos sílabas: fingir.

Los nobles ahora atendían si ese pájaro pió y no con cuanto oro a la calle salir.

De cara mucha riqueza, de retaguardia mucha simpleza.

Destruyeron un fuerte ideal de belleza enlazado con pura delicadeza.

Hoy día, ¿qué es lo que vemos? Algo muy parecido a época del Barroco.

Obligados a que en grandes fiestas estemos pero en casa mucho agua y de pan poco.

¿Nos dejaremos influenciar por los políticos? Contemplemos en qué nos hemos convertido:

en despeluchados plumajes con oro en los picos y a callar la boca de lo ayer vivido.

La política y la economía ya está escrita ahora me queda hablar de la sociedad. Descapotable, música y moda muy pita

que muestra su estilo, pero no el de verdad.

¿Pícaros? La escuela de ellos llena. ¿Prostitutas? La calle de ellas completa.

Tiene menos límite que estómago de ballena pero no han pensado en ponerse una meta.

Mucho salir de la crisis, mucho medio ambiente y la sociedad se ayuda con programas en antena.

¡Por favor, ya, debéis abrir vuestra mente! Y romper de una vez esta oscura cadena.

O nos esclavizan o luchamos, abrid los ojos y que no os llenen la cabeza.


Querida España, dulce patria, ¡seamos francos! Y abandonemos nuestra común simpleza.

Un cruel villano

Alma tierna la de aquel anciano que se retira habitualmente a aquel lugar agotado está de luchar contra un villano y por ello va allí a descansar.

Un día le pregunté quién era ese villano y él tan sabio, me sonreía al hablar: no es quién, sino cuál, haz caso a este frágil anciano cuya agitada vida le dio tantas cosas que contar.

Yo escuché y replanteé la cuestión: pero, ¿cuál es ese malvado malhechor? Él me contestó: aquello para lo cual hay solución. Se cura con libros, preguntas y atención, te lo dice este señor.

Me quedé pensativa. Ya entendí. Sabia preocupación para alguien como usted: ¿Tal vez es la ignorancia? Acerté. Él me miró con mucha brillantez.

Te vas acercando, dulce chiquilla, mas no es eso el fondo del común contratiempo es una enemiga muy, muy pilla si se tiene, se sabe y no se trata a tiempo.

¿Acaso es la ignorancia tenida, pregunto yo, sabio señor y no se hace nada para que no siga contenida? Exacto, contestó, y es un duro malhechor.

Si tú no sabes nada porque no es deseado la culpa es tuya, no de la gente y tu futuro ya estará perjudicado me contestó, fríamente.

Sus ojos se volvieron dos pedazos de hielo, se fue al bello bosque a caminar, yo guardé esa lección con mucho celo mientras oía al sabio tarareando al andar.

Tiene razón, pero no es nada nuevo, lo peor es que lo sabe él, yo, los demás. Esto lo conoce hasta el más cabeza huevo, se debe leer, escuchar y preguntar más.

Este es mi mensaje (oíd bien, gente): debemos parar esto, haciendo lo que se pueda pensemos, corramos y actuemos velozmente en vez de anunciarlo con voz queda.


Desesperación

La desesperación debe ser estar al borde de un precipicio

y nunca jamás poder caer. Observar tu vida y verla un desperdicio.

El hecho de contemplar con lágrimas en los ojos sin ecosistema el mar,

que tu alma son ya despojos.

Mirar las ruinas humeantes de tu vida sabiendo que seguirán sin cesar ardiendo

escuchar un desgarrador grito, sin posible huida querer escapar y no poder irte corriendo.

Ser a duras penas, una muñeca abandonada

sin sangre en las venas y perdida allá lejos en la nada.

Pero como el amanecer esta pesadilla finalizará

y yo podré volver a nacer sabiendo que todo esto, posteriormente, acabará.


Mamá

Mujer tranquila, perfecta, inteligente, siempre cuidándome, día y noche y tarde

me ayudabas con una tierna mirada paciente, gracias a tu corazón, el mío también arde.

Nací y tú, con valentía, me has criado y con dulzura me diste ropa y comida

mas no sólo materiales, en mente me has formado sabias cosas me dices mientras voy muy bien vestida.

¡Cuántas madrugadas atendiendo mi llanto! ¡Cuánto tiempo recibiendo tu cariño!

Para dormir, me tranquilizabas con tu canto más enternecedor que la sonrisa de un niño.

Leer, escribir, sumar, restar… Mi vida, ¿te encuentras bien? ¿Quieres parar?

Cuentas, letras, lecciones, notas… Mira, aquí tienes tus tan necesitadas botas.

Agradezco todo tu esfuerzo en mí puesto, cuidándome y protegiéndome tan bien

seguro que fue (y es) difícil lidiar con esto pero lo solucionas con compresión y galletas de miel.

Tengo catorce años, ¡cuidado, adolescencia! cabeza llena de pájaros, hormonas revolucionadas

sé que seguirás cargada de tanta paciencia y en esta edad tan curiosa, las cosas bien explicadas.

Todo es poco para agradecértelo, francamente, he pensado que esto quizá te gustaría.

Feliz Día de la Madre, espero lo hayas leído gustosamente, aunque siempre supe que tu amor por mí eternidad duraría.


A los relojes

Redondo, plano, cuadrado, plástico, muñequero, diminuto,

infantil, serio, ovalado, solitario, único, anaranjado.

Canta, canta, la misma canción no duerme, siempre ruido metálico

hasta que no muera, contar su misión. Es rosa, azul o con alegre estampado.

Nunca se le escapa un minuto, siempre trabaja con tanta precisión,

no tiene aletas, dedos o pico, jamás se mueve, está parado.

Melódico “tik-tak” el suyo, es el latido de su vida artificial,

menos tiempo activo que el tuyo, ¿contará, quizá, las horas hasta su final?

¿Contará, tal vez, el trecho que le queda a su existencia de detenerse en el frío pecho

que fallará con invisible herencia?

¡Dura vida, corta y esclava! A nuestro servicio está el criado numérico, calculador, sumaba y sumará hasta vida expirada.


Tamara (desde la piel de una modelo)

Un pequeño tirón de pelo, muchísimo maquillaje en la cara

extravagante vestido, esto no para tengo dieciocho años, soy modelo.

Mi pelo es trigo, en pleno verano, elástico y juvenil y largo y aceptado y

brilla, brilla, oro en noble mano, el sueño de chiquillas ahí atrapado.

Dos ojos que son esmeraldas que muestran dinero dorado

admirados por todas, en vano quieren ser dueñas de cuerpo delgado.

Su templo se derrumba de lado, sus ojos pierden fulgor y vida,

su mente se seca, no es humano por todo ello, de su nombre se olvida.

No comen, no sonríen, puro pecado para mí no es justo la distorsión

de lo sincero, lo no bien mostrado, el morirse de hambre no es una vocación.

Dejo por vosotras mi sueño retirado para que no imitéis esta forma de existencia, para que el plato por vosotras sea tomado,

para que esté tranquila por fin mi conciencia.


Mi paloma Esperanza

Yo, estudiante colegio católico

y amante de los peluches

cuando por primera vez abriste el pico

y, muy sorprendida grité: ¡leches!

¡Una palomita blanca, delicada,

dulce, fresca, nueva, juguetona!

Procuraré que esté mimada

y le daré sabrosa comilona.

La llamaré Esperanza, ¡qué pocholada!

misteriosa, mística, sabia, ardiente…

Es blanca plata, pico dorado, voz helada

y a la vez clara sinfonía inocente.

Con su canto me alegra, ¡oh, su mirada!

Rebosa salud, dicha, gozo, estoy pendiente

para cuando viene hambrienta de ternura,

darle amor con toda su hermosura.

Nacida de huevo de viuda, ¡vida dura!,

su madre murió al poco de ella nacer,

cerca de mi alféizar, vino pura,

yo te daré amor y de comer.

Miguitas de pan, te hacen escultura

prenden fuego tu alma al ver

la voz materna perdida en su sepultura

repito, tranquila, para mí eres de menester.

Con tu presencia, alegras mi mañana,

con tu voz, me pones tontorrona

hasta los huesos me deja calada,

tu canto, fuerte como reina leona.

Es cristalina, virtuosa, limpia, singular,

concierto satisfactorio a exigentes orejas

me dan ganas de reír y correr y saltar,

hasta a enamorados tú cortejas.

Así que, Esperanza, mi vida,

eres mi ilusión, mi ángel guardián,

ella tendrá todo lo que me pida,

durante su ya corta y solitaria dicha.


Ciao Bella!

Vagaba yo, por el bosque, asustada por mil historias fantasmales en cabeza: que si un niño rubio asesinado y ahora no va al cielo por pereza.

¿Pereza? Se perdió, ¡qué mala pasada! Su espíritu vaga, con gran tristeza por pasar cien años fríos, desamparado entre cuervos, lunas y maleza.

¿Miedo, yo? ¡Quería decir preocupada! En casa me espera zumo de cereza, mantita caliente, ¡y mi madre por mí, agobiada! ¿La historia decía “por tu alma reza”?

Sí, sí, y decía que su llamada daba a chicas morenas, pobreza, soledad, mala suerte y con ellas acababa, por venganza a su asesino demente.

¿Qué fue eso? Seguro que nada. ¿El viento? No, no hay corriente. No quiero pensar nada de cada una de las tonterías, lógicamente.

¡Eso no existe! Sólo historia contada por críos como yo -glups-, alegremente. ¡Cuánta imaginación! ¡Qué chulada! aún así ansío ir a casa igualmente.

El niño: Eros se llamaba. Era italiano, de abierta mente, en el coro antes él cantaba, daba gusto oírle cantar tranquilamente.

¡VEO LA SALIDA! Ahí estaba: ¡que no es miedo! Es, simplemente por la preocupación materna guardada (por mí), así que corro allí velozmente.

Sé que no hay fantasma pendiente porque esto es bosque, no cueva alumbrada donde ocurrió ese sombrío accidente del niño rubio cantante asesinado.

Grito con ganas: ¡He salido velozmente! Añado un: ¡Adiós, bosque! ¡Qué pasada! Conseguido el encontrar salida valientemente, pero me derrumbo al escuchar “ciao bella”...


El poder de las estrellas

Alcé la vista lentamente y me sentí enormemente chiquitita

porque en manto sagrado vi estrellita lucir con las demás, fuertemente.

Luces fieles a soñadores, felizmente las contemplamos, cómo tranquilita se va quedando el alma, dormidita

y a la vez, brota en los ojos, descaradamente,

un águila real, que rápidamente desea liberar su yugo. Purita

y añorando, la libertad, tan blanquita, bate sus alas, realeza, noblemente.

Y con sus ojos lentamente absorbe el firmamento, ¡tan negrita

deja su sombra! Y qué bella su plumita caída, jugando con el viento, rápidamente.

Huye, sube, vuela, peligrosamente roza límites de libertad, consentidita

poco estás, por culpa de la terrible sociedad, que te revelas contra ella, ferozmente.

Para despierta dormir, claramente miro las luces de la oscurita

agua elevada, y entonces, ya calmadita, me dejaría llevar por lo abstracto, eternamente.


Día y noche, ¿qué son?

El sol y la luna, ¿qué son? ¿Son amigos, son rivales?

Sean las razones, principales o infantiles, sean los motivos,

ya bien humildes o tremendamente reales, son lo contrario, son agua y fuego,

son contestación y buenos modales, son sencillez y dinero a raudales.

Uno es calor, luz y alegría, masculino, fuerte, dios romano.

La otra es plata, oscuridad y misterio, anhelo, delicadeza, mujer y hielo en mano.

¿Son la misma persona? ¿Son contrarios de la naturaleza?

¿Son dioses del clima, del tiempo? ¿Son, su posesión mortal, fuente de riqueza?

¿Qué son el sol y la luna? ¿Qué son el día y la noche?


Oh... La música

La música es viajar al mundo de la imaginación,

de las risas y la emoción, su resultado es bailar.

Pones el cacharro para escuchar esa melodía que te causa emoción,

que te hace tanta ilusión, que te dan ganas de cantar.

¿Algo para poder disfrutar? Oigo la voz a la que admiración

siento, es mi secreta poción para ánimos poder sacar.

A veces el mundo matar puede mi escudo, y como sanación

de telarañas de espinas, por intuición mi cuarto suena y fuerzas puede hablar.

Voces, instrumentos, que al sonar yo me detengo a verlo, por intuición, y dejo que fluya, la siento, mi ración

diaria me ocupo de cazar.

Y adoro, siempre imaginar que la cantante soy yo, mi vocalización es perfecta, y mi persona es combustión de escenarios que no tardo en quemar.

Y me encanta pensar que yo soy la hidratación

de la voz que ansía romántica pasión, del que volver me pide para amar.

La música es soñar con las orejas, bonita tradición

que esta forma de sanación natural, efecto en gente sensible haga.


Historias de madrugada

Todas las noches ilusionada que al dormirme soñaré lo que yo ahora llamaré

mis historias de madrugada.

Siempre está bien empezada pero extraña, mas las continuaré con curiosidad, y las recordaré

cuando fin, cuando esté finalizada.

A veces paseo por Teruel, o hablo con algún animal,

o escucho una voz angelical, o con mis padres como jurel.

¿Quién sabe si un clavel cojo, rojo, con rabia y arrozal

besa mis pies descalzos? ¡O un carcamal puede llamar a mi puerta a pedir gel!

Un sueño, un poema, una narrada historia, que yo ávida viviré

y clavadas, y a flor de piel tendré. Son, las llamadas, historias de madrugada.

¡Puedo comprar un hotel bañado en polvo de luna artificial!

Que está al lado de un caudal seco, pedregoso, sin avisador cartel.

Llenas de variedades, de madrugada estas historias, ilusión las dedicaré y en ellas con pluma y tinta daré

vida eterna, sello personal, ¡ahí, clavada!

De pequeña, en mis manos un pincel quedaba atrapado, y con celestial

color trazaba un manantial sin reparos en el que salia de él, miel.

Mi individuo puro, soñadas quiere tener las que yo llamaré y, por supuesto, querer viviré

ficticias y cuerdas historias de madrugada.


Un lazo blanco, ¿qué será?

Fallece Esperanza y me deja un vacío amargo y helador, un corazón triste y orador,

un pensamiento entre ceja y ceja.

“A partir de ya me olvidaré de cuidar animales y quererlos porque luego, sola me quedaré

y arrepintiéndome de perderlos”.

La voy dar fielmente, calor a cambio de que me proteja, y lo hice, y lo hizo, con amor. ¡Esto es fábula sin moraleja!

¡Me falta algo! Ya caso no haré de los bichitos que me quieran. ¡Solos, solos, solos los dejaré!

No quiero que más daño me hagan.

Una luz aparece y me deja asustada, ¡es un hada!: “Te diré,

niña, que me has conmovido, y por ello un favor te haré”

Con juego de manos muy movido me entregó un lazo blanco, se deshacía en mis manos y dijo: “TE EXPLICARÉ”.

“Cuídalo bien, es tu ángel, ¿sí? Nacerá pronto, es para ti.

Nunca te abandonará. Nunca te dejará.

¡No, no me lo creí! ¿Qué, en mis manos, tendré?


Se llama Muláhel

Ato a mi muñeca el delicado lazo blanco y una melodía

aparece, velozmente a mi lado algo más bello que el fresco día.

Noble animal, serio, callado, me ve, quieto, ¿estudios de espía?

¡Es gris, agudo, ágil y honrado! Hace su papel de oficio de clerecía.

Olfatea, me mira ¡eh, ahí se ha colado! ¡Calla, preciosidad! ¿Mis padres qué dirían

si ven lobezno aquí? ¡Ha aullado! Me da miedo… Bah, desde ahora, ellos me gustarían.

Lleva algo del cuello colgado. Medallón de plata, y ¿quién escribiría ahí su nombre? Muláhel está llamado.

¿Y ahora qué? Si le hablo… ¿Caso me haría?

Me olisquea, se sienta ¿le he gustado? Ladra y me doy cuenta de que me protegería

aquel fuerte lobo, que ahora tranquilizado sacaba la lengua y conmigo siempre estaría.

¡Hola, Muláhel! Saludé. ¡Ha contestado! No hace falta entrenarle, caso me haría cuando mi voz oiga. Se ha levantado

y me propongo, que jamás mal le cuidaría.


Una noche a las cuatro

Una noche a las cuatro, con ilusión cierro la maleta, apago la luz, siento mi cuarto, salgo de casa con mi bicicleta.

Visito el aeropuerto y con sencillo trato consigo un billete… ¡Soy doña demencia! Ni Indiana Jones hace tanto teatro. ¡Recorreré el mundo sin escuchar su clemencia!

Y empiezo: París y Japón e Inglaterra, y Egipto y Argentina y Grecia y América y por supuesto Alemania. En esta experiencia, yo mucho crezco.

Ciudad de las luces, de rojo te tiñes, azul, naranja y sus perfumes inundan el corazón de los romanticones.

¡Sushi! ¡Qué rico! Población, buenas risas, thrillers por tanto y pico. Ve rápido y ¡cuida dónde pisas!

Música, camellos, oro, muchachas que desean bailar, chicos que bien hacen el coro (¡tal vez conmigo quieran ligar!).

El che y su gracia al hablar me alegran, nombres bonitos como “Marcia”. ¡Y los aviones ya llegan!

¡Visito el país de la *Rëina! Es extraordinario, qué cultura! Hacen de una niña señorita fina. ¡Oh! ¡Maravillosa escultura!

Cine, moda y pasarelas, limusinas, gente y hamburguesas. Tal vez admiren las melenas morenas. ¡O tal vez las pelucas! ¡Déme esas!

Importante, fuerte, Europeo es mi último (qué pena) destino. ¡Tanto viaje provoca mareo! Quizá me compre elegante traje de lino…

Es que quiero visitar a más países, ¡fotos hacer! Pero necesito un rato descansar y, tal vez ¡litros de agua beber!

Mas yo apagaré ganas de continuar y haré un libro que querrán leer almas soñadoras como yo ¡sin dejar de escribir, ni leer, desde adultos a bebés!


Querer hablar y no poder

Poca gente tuvo el honor de conocer esa desagradable sensación los síntomas son: en la cara rojizo color

y ganas de chillar tu importante canción.

Es querer hablar y no poder y que haya espada de mantequilla en mano

cuando el Alto Mando se hace de ver y silencia tu voz indirectamente: ¡Calla, enano!

A punto entre culebras de pinchos caer, y en aguas de hielo no adueñarse del calor el frustrado intento de una semilla crecer

ver a una madre consumirse de dolor.

Te exigen tu boca silenciar, de vez. Quieres mostrar diplomacia, y el ardor

de tu sangre se vuelve frío, pues el querer subir se te niega de nuevo, el dueño: Alto Depredador.


A mentes abiertas

Comenzamos viviendo en la ignorancia por lo que queremos saber más.

El saber puede vencer a metálica ganancia. Dos opciones: ¿guardo o comparto con los demás?

Devoramos palabras en abundancia y aseguro que no querríamos parar jamás. Pero esto que nos pasa: fuerte repugnancia

TODOS somos esclavos que dicen ¡mil gracias!

Para colmo existe poca distancia entre la libertad y la muerte, mas quizás

lo solucionemos si eliminamos la arrogancia ganado si nos unimos más, y además

podremos conseguir (con una ilusión de infancia) la verdad para todos, y con un lanzallamas

de cristal líquido, repartirla, con una pura fragancia y sin que unos pocos mueran por bocazas.

Sólo advierto que luchemos con perseverancia, que no nos engañe el zorro con sus trampas,

que olvidemos las cosas sin sustancia. Que hagamos del saber, miles de enormes dunas.


Mi aura lo creó, ¿y la tuya?

La gente me exige el regreso a la realidad, que atienda en clase y

guarde con el receptor complicidad.

Alba, ¿estás en la Luna, en Saturno o país de castidad?

¡No, señor mío! Habito en mundo índigo, todito, sin ápice de oscuridad

porque brilla con almas reseteadas que diariamente iluminan con su creatividad

mi burbuja indolora, que en secreto atesora cualidades dignas de caridad

y, ¿sabes qué? Me calma permanecer allí porque al mirar esas almas, siento su calidad,

de sus gesto sólo mana justicia y dulzura están cargadas de infinita sensibilidad.

Es lugar natural, sencillo y familiar, cada noche, la lluvia nos cede su musicalidad

con acciones sabias y tranquilizadoras son algo sin estrógenos o virilidad

y lo mejor es que tú eres tu dios, pero respetan Ramadán, Bar Mitzvah o Navidad,

están para curar, enseñar y amar. Ven. Ellos respetarán tu privacidad.


A mis padres: muchas felicidades

Esta bella y tierna historia comienza en un noble altar,

cuando dos llamas deciden atar sus vidas en apasionante gloria.

Su cariño tejió liberatoria morada, su confianza, cabe destacar

lo llenó de espíritu familiar y su igualdad al bien no dejó escapatoria.

Un camino de variedades instantáneas van pasando

los dos, siempre, llevan el mando y todos participan, sin banalidades.

Fuerza legendaria, con autenticidades llenas de afecto y firmeza, que cambiando

a mejor sus vidas, está resultando que son la envidia de las autoridades.

El aura de esta pareja, bondades desprende y cariño, y sé que durando

está, y más que lo hará cuando sus cenizas tengan avanzadas edades.


El conocimiento

El conocimiento es poder, la ignorancia esclavitud. La sabiduría no te dará la felicidad, pero sí te hará más libre. La libertad no hace felices a los hombres, los hace hombres.

Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco.

No es más rico quien más tiene sino quién menos necesita. No creas todo lo que oyes

No digas todo lo que sabes No hagas todo lo que puedes No gastes todo lo que tienes

Pero

Escucha sin menospreciar nada Enseña al que quiere aprender

Ayuda y comparte con quien lo merece No seas miserable, disfruta de la vida

Quien vive en una comunidad basada en la amistad comprende de inmediato que, si quiere sobrevivir debe procurar hacerse la mayor cantidad de amigos que pueda, y eso lo vuelve más sociable y más disponible en su trato con el

prójimo.

Este poema fue escrito por Belén Abeal Pérez, quien me lo envió con cariño.


Palabras a Barcelona, mi Barcelona

Llena de cualidades, esta ciudad limpia mis heridas y multiplica mis latidos consigue que los destinos estén derretidos

en ella nada está escrito, por favor, escuchad

amo a Barcelona y todas sus posesiones porque su belleza emana de toda su historia, Barcelona es agraciada, llena de fuerte gloria,

y cada vez que pienso en ella me devoran mil pasiones.

Tierra noble, dueña de mis más vastas admiraciones, sus lugares y gente refrescan la más anciana memoria, es tan maravillosa que confunde a avecilla migratoria,

quiero visitarla otra vez, me hace volver a ensoñaciones

con paredes plumosas que hasta curan las infecciones del caprichoso Cupido; Barcelona saca una suplicatoria de mi intenso romanticismo, y es que la triste oratoria

de cualquier Rey enfría, pues son dulces infusiones

sus dominios, bañados en sangre honorable de agitaciones (efímeras mas intensas) propias de ilustrada territoria

¡qué delicia es Barcelona! Con su aura sublimatoria y la alianza de sus personas, me animan a canciones

vivarachas entonar, pues jaraneros son sus anfitriones. ¡Qué cautivadora es Barcelona! Es estancia satisfactoria, caricias, besos, emociones, júbilo y experiencia sanatoria,

y sus letras son, ¿cómo decirlo? Seguras afirmaciones

a la cuestión de sus lujuriosas anticipaciones, a la cuestión de si me causa sensación vibratoria,

¡Barcelona me aviva, la quiero! Me hace cantar victoria, deseos de saciar mis más recónditas “anotaciones”…

Los apasionados, su única esencia desnudad debéis -como yo-, porque Barcelona los sentidos

sabe estimular, su fonética penetra como zumbiados de mil abejas reinas con voto de pura castidad.


¿De quién es la culpa?

Uñas puntiagudas, corazón ennegrecido voz helada y amarga

impulso de venganza amanecido.

Mis ojos nadan en lágrimas espesas que murieron hace años, y por ello pido

a mi conciencia que se retire, ¡ahora! en mis manos, el cuchillo ha crecido.

Primero voy a por Pepito* enjaulándole en mis más hondas cavernas,

bañándole en llamas que aprisionan el atardecer, envenenándole con la sustancia de tus raíces paternas.

Ya está, ¡listo! Nunca más me guiará. Mi luz interna ha desaparecido, ¡por ti!

Ahora, lo que mereces -algo horrible-, se te dará. Sí señor, es tu inevitable ¡inevitable! final.

Pero, ¡un momento! ¡Algo me está pasando! Más perversidades me poseen, me muerden

y me exigen cobrar más vidas, ¡matando! Mirada expirada, dolor, esperanza durmiente.

Acabo contigo como si nada y para mí ha sido algo insignificante

una simple chispa contra zona helada, alimentar con una semilla a un fiero gigante.

Pierdo el control, me voy al olvido, me alimento del llanto, mas no me sacia tú me obligaste, ¡tuyo es este descuido! Sin ti el impulso no habría amanecido…

*Pepito Grillo (Pinocho)


Los gritos de mi silencio

Nada, ni a las divinidades respeta. ¡Es mi ánima! Se escapó y es rebelde, ahora pasa de mi cuerpo y me espeta

que no le pertenezco y que estoy demente.

Fue un momento, yo dormía despierta y con fuerza, silenciosa, engañó a mi mente,

su lecho cuadriculado y oscuro virgen permanece y no se cerciora del reinado de esta revuelta.

¿Acaso, a ser juzgada, mi ánima teme? Curiosidad, me repite, sólo es curiosidad.

¡Ten cuidado, no saltes de julio a diciembre! Para al final conseguir el descanso, en verdad

debes ascender antes de un tiempo, me parece o si no, en el limbo te quedarás, atrapada

antes de que el Doce suene; la regla se merece que tú, ánima mía, seas por Ellos juzgada.

Aúllan las campanadas y mi miedo crece, mi ánima en bosque oscuro se encuentra asustada

la esperanza, de ir al Jucio en cristalitos se desvanece, ¡en el infierno del averno acaba su mala jugada!

Aquí me encuentro yo, por su (¿mi?) error pagando con la sangre de mi cansancio, lentamente derramada mi furia eléctrica devora entonces su voz de mando,

ha matado a mi muerte, ahora ya inútilmente llorada.


Una sonrisa infantil

Es algo sumamente indescriptible, como ducha helada en arenoso infierno como ser una potente bailarina flexible,

como un soberbio y justo gobierno…

Son fuerte argumento por todos discutible, algo mágico y feliz, propio y eterno

que muestra el poder de tu fuerza posible, escribir tu propia vida con sangre en un cuaderno.

Siento algo eléctrico, inconfundible. Cuando la veo, me salva del mundial averno,

una sonrisa me da esperanza, como un dulce fusible, es como lluvia, sol, saboreados por un Interno,

porque cuando surge, ¡es imprevisible! Hacen del momento limpio, cálido, tierno, dan ganas de morderlo y hacerlo divisible,

una sonrisa es presencia de ángeles, es “adiós, invierno”.

Es una potente arma contra lo indestructible, porque esa sonrisa es suave, hija de lo materno,

convierte lo extraño y dudoso en algo comprensible, inocente y dulce, sencillo, pensamiento hodierno.

Una sonrisa es cura compatible incluso al más oscuro alaterno.

No puedo continuar, no es definible el momento que reina cuando te sacan del infierno…


Demonios de la noche

Camino por una zona iluminada tan sólo por rayos lunares

que está quieta, ni evoluciona, ni si quiera conservan sus irregularidades.

Es un lugar milenario, que me dona variados escalofríos, gemidos y ansiedades,

y a la vez su fuerte esencia me obsesiona, me hallo perdida, necesitada de amistades.

Continúo, descalza, entre pedrería monótona que pincha, grita, clava, sin amabilidades,

no me importa, sólo quiero salir, ¡esto impresiona! Oigo gritos, susurros y miles de agresividades…

Mi llanto se escapa y al terror se aficiona, corro, huyo, desconozco el porqué, no hay comodidades,

las ramas me pegan, y la tierra tan gruñona araña mi piel y ensucia mis bondades,

me rindo, caigo, abandonándome a la corona impuesta a los lobos, cuervos y demás identidades

pero algo más hay: mirada escarlata y chillona propia de las más perversas y demoníacas divinidades.

Ahora erguida, me desplazo cual madona, mas no evito que me inunden debilidades, siento que me estudian potentes neuronas

cargadas de maldad, peligro y crueldades…

Silencio. Oscuridad.

Abro los ojos, ¡el Sol me traiciona! Carboniza, muerde, ¿posee ambigüedades? Me oculto en una cueva como herida leona

y entonces descubro inconfundibles atrocidades:

Por mi cuello, ahora no padezco mortaldad, mis labios saben al néctar de mi ya pasada vida ahora necesito negrura y penetrante frialdad, Nosferatu, has dejado a mi alma aturdida…


Hay ángeles entre nosotros...

El Sol tiñe un nuevo mañana sobre exactas cabezas de ganado,

que exponen su Ego en la Ventana un Ego picudo, matador, manipulado,

con efecto calmante de una semana ¿necesitan ahora ese Ego violado

como un loco compañías de catana? Exigen que ese Ego les sea incrustado.

Proporcionalidad inversa hacia el aumento de pan y circo llamado,

la plebe es diamante en bruto con donaire y gracia, pues hacen de tu mundo un jardín cambiado,

con serpiente inocente y perdón que sana una y otra vez nuestro sueño frustrado

de extender a cada rincón la verdad llana, de hacer sentirte un humilde ser amado.

Somos fuentes límpidas de las que mana esa luz que perturba al mentiroso publicado,

no buscamos dinero, fama o espera plana; sólo ofrecerte una parte del Everest picado…

Nuestra paradisíaca esencia sacia -si tú nos dejas- tu agobio sobre el otro mañana ¡de no saber qué ocurre! ¿Te sentirás afectado? Cálmate, y descansa entre el fruto y la acacia.

Renace y rompe conmigo la Ventana, ¡despierta, siente lo que te han dado!

Ábrete y disfruta, juega con los planetas así destruirás sus planes y sus tontas rabietas.


Lluvia, lluvia, ¡lluvia!

Lo naranja se oculta raudo en un mar gris muy nuboso,

ancho, adulto, fragmentado y sabio dejándome entre paraíso viscoso

que vuelve mis genes bipolares, siento un viento en mi rostro dichoso

me vuelve reina inocente, blanca y rosa, dueña de la luz y sentimiento cariñoso.

Una gota en mi mejilla provoca chispas y por ello evoluciono a espíritu mañoso que colorea paisajes grises y en sepia,

que saca a los tímidos de un momento embarazoso.

Con fuerza y muchos mimos femeninos, el agua que me toca es ácido correoso:

mi piel se funde entonces, mi suspiro es ceniza, así que asciende a ese océano caluroso,

tocando fragmentos de placenteras noches fortaleciéndome con un brebaje que es costoso para mortales sin latidos ni rojiza salsa interna

guiados por ladridos y alarmas de tren vidrioso.

El agua de lluvia besa mis risas, abraza y destruye mi defecto más soso,

las gotitas limpian, perdonan, ofrece nuevo juego, amansan, dominan, calman al más fiero oso.

La lluvia es dulce sorpresa de madrugada, es visita digestiva del plato más sabroso,

es mordisquito del más suave y juguetón gatito pero todo esto me viene cuando en mis ojos entra cielo nuboso…


Me rindo ante mis amantes

Tengo un problema formado

por papel, tinta e imaginación,

se llama LIBRO, ¡y me ha enredado!

sabe que para mí es una adicción. Veo uno y siento que mi espíritu es llamado,

es cuando empieza a arañarme la tentación,

y entonces susurra mi nombre, en su lomo sentenciado,

puedo sentir su deseo, y el porqué de su intención.

Mis ojos absorben sus palabras ¡vaya pecado!

y a la vez mi piel y mis pupilas sienten la reacción,

luego me zambullo en sus entrañas, con carácter disfrazado, para portarme salvajemente, abandonándome a la perdición

de percibir un torbellino fuerte y emocionado,

¡puedo notarlo! El libro sabe que no hay condición

cuando me arrastra con sus textos de pergamino estampado,

sabe que puede domarme y envolverme, con sumisión. No recuerdo nunca, contra ellos, haber luchado,

pues soy débil ante su magia, ¡ante su canción!

Mi ego evoluciona al leer, es dulcemente acribillado

por reflexiones, risas, hechos, ¡y una buena protección

pues un libro es saber, es fantasma envidiado!

Y CONFIESO que soy su amante en cualquier habitación,

me rindo ante su jardín del saber públicamente mostrado,

porque sabe, que para acompañarme, no precisa invitación.


Necesito que entierres una cuerda

Estoy sola y muy dolorida, no veo nada, sólo oscuridad

llevo años así, y no hay salida mi rostro irritado lo conoce bien…

Es por ello que su esencia está partida y es tan pobre que apenas tiene piel

ya que ésta en boca de lobos está dormida, entre sus dientes y su pestilente aliento.

No sé cómo se han llevado mi vida

pero está claro que cumple condena ahora bajo una zona, con sollozos y nieve concebida.

Agujas se clavan bajo mi lengua, fuerte pesadez en mis hombros, y lágrimas secas, como mi saliva son parte de mi castigo, hora tras hora tras hora,

lo que me zambulle en una loca escalera, ¡sin huida!

Mientras oigo a un bebé llorar, con voz aguda. Con tacones troto yo hacia una posible guarida

mis ojos blancos sangran y manchan mis pronunciados huesos sin importarles arrancarme jadeos entre una maleza perdida.

Me detengo. Mi corazón no late, pero puedo escucharle aunque haya vísceras e insectos en mi decidida

(y arañada) sentencia, que me hace vomitar agua negra, caldosa y corrompida, resultado de mi esperanza desfallecida

que huele a rosas muertas y a espejos mohosos.

Si con tu fe descubres mi cara, sin expresión y confundida

poco a poco escalaré hasta un prado libre de lunas llenas y recuperaré mi piel rota y mojada, de extraña medida,

para limpiarla con tus risas y coserla a mi esqueleto usando mi cabello como un largo hilo de pasión explosiva.

Gracias a ti, en mis ojos hay una dulce voz, hija del llanto infantil. Y con tu fuerza, mi sangre matará a la luciferiana vela encendida.

Estoy lista, sólo busca mi vida y entierra una cuerda…


¿El payaso Azul lo hace por mí?

Antes de que en plena oscuridad la lágrima roja brote de mis ojos una voz escasa de joven carnosidad me susurra consejos y algunas experiencias que le han hecho ver con claridad el mundo en el que yo caí, me aconseja, debida mi edad, con caballerosidad quitando la suciedad a sus recordatorios mientras una nana llena de atrocidad entona, acompañada de mueca psicópata por su parte, y poco a poco quema su suavidad para sembrar las cenizas de algo nuevo. Es ese payaso azul de gran autoridad el que exime mis deslices más profundos, y me hace sentir en este mundo, aceptabilidad demostrando que no soy carne y hueso grises. Me dice que tengo mucha bondad que ofrecer a la gente cuyo silencio grita su sed de recuperar la dignidad, y me lo dice todos los lunes… Los martes, cantando con fugacidad exige, por mi parte, olvidar el rencor y el odio, con su pañuelo de generosidad, acordándose de que sólo selecciona Dios… El día de Mercurio, con bestialidad, suplica que busque lo verdadero en tus pupilas, manteniendo mi psique en estricta castidad y el conocimiento y mente bien atentas… Cada jueves me narra (de casualidad) sus experiencias enamoradas del crepúsculo que anestesiaron, durante un tiempo, su vitalidad para luego despertarla bruscamente y enseñarle, con ligera deformidad que él debe compartir su sabiduría con una chiquilla llena de elasticidad y ansias de comerse el universo. El viernes yo, con peligrosa curiosidad trazo preguntas en el eco de mi cama y el Payaso Azul con notable crueldad, responde, a desgracia mía, una minoría de cuestiones.

Los sábados y domingos, con descomodidad él guarda silencio y vigila mis sueños, en los cuales aprovecha con inequidad a mostrarme sucesos futuros entre ellos. El Payaso Azul tiene, en su rostro infelicidad su voz, es lo único que lucha por ser angelical pero suena macabra debido a su infidelidad cometida cuando él seguía vivo, (¿cuál sería?) y para que de gran longevidad su comatoso cuerpo disfrute en el futuro él debe darme una base de luminosidad en mi principiante vida, inundada por la inocencia.


Palomitas de maíz, ¡siempre me hacéis reír!

Las palomitas de maíz, blancas vienen salvajes en bolsa de papel

y sólo esta humilde comida es franca cuando en mi lengua vibra cual cascabel.

Las poseo, muy despacio, al atardecer acompañadas del ritmo de tu voz,

mientras me olvido de aquel frío ayer dejándome abrazar por ese peculiar albornoz

que te ceden, mientras oigo al futuro crecer de forma fuerte, rauda, con espíritu precoz,

mueren los segundos, ¡y yo no paro de comer! Dentro de mí, aumentan, hasta dedicarme algo feroz.

Las palomitas guardan sentimientos, entre ellos, nostalgia, sonrisas y algún lloro los noto, mientras predicen acontecimientos

susurros, fuerza y calambritos a coro,

además, ellas, son muy buenos aposentos para encarcelar mis más tiernos recuerdos

porque en cada uno vives tú, sin arrinconamientos, donde cedes sin vacilar tus reinos a los cerdos.

Duermen en nuestro corazón, sin temor, protegen nuestra ánima, satisfacen los momentos,

dejan su huella salada en los labios del amor, y lo mejor es que no entienden de raza o acentos.


Me he perdido en ti

Mis latidos ya no tienen sentido cuando sé que no puedes oírlos, mi corazón se desangra dormido

acallando su grito entre paredes de carne

pero hasta Afrodita oye su quejido, su deseo de convertirte en fuego,

pues tu existencia supera al más fiel marido tu esencia supera al más fuerte Camposanto.

Con esa mirada mi alma ha salido, dice que al percibirte se electrifica,

se vuelve loca y mi ego está partido e intenta experimentar con tu triste ausencia

convirtiéndose así en un espíritu fugitivo que araña a los muros universales con hielo. Desesperado, se vende, por estar a ti unido

quiere sentir tu ardiente voltaje, ¡ahora!

Quiero coserme tu deseo más malherido, en las horas tenebrosas cobijarme en tus caricias,

convertirnos entonces en un mundo fundido, saciando así nuestras más dulces malicias…


Me llaman Peluche

Mis ojos cuentan historias con una base de ilusión,

su luz pasa de mano en mano hasta llegar al infantil corazón

de aquellos que portan la dulzura, los niños me toman con cariñosa intención,

me quieren, me cantan, me hablan saben que en mí, no hay posible sustitución.

Mi tela esconde, por ello, risas, repite voces ya muertas, y, con emoción,

yo les limpio sus preocupaciones, quemando con mi brillo cualquier depresión,

yo les acompaño en su camino, brindándoles paciencia y una dulce loción,

que aprisiona nubes, hilos y dolor, protegiendo sus sueños y educación.

No miro atrás, pues siempre me despiden, mas sus suspiros son mi única combustión,

me ven y me aman y me recuerdan y me regalan, y yo les veo, les amo y les perdono, sin coacción

siento que mi deber es ese, ¡lo siento! Luchar por sus latidos, atender su dimensión,

bailar con sus alegrías, y ofrecer mis alas para teñir de rosa su niñez…, ¡sin objeción!


Promesas

Abro los ojos, contemplo la oscuridad, mientras mi cuerpo rechaza las sábanas

y los párpados me queman con intensidad, destacando entre los glaciarismos suspiros

que huyen con fuerza, lejos de su ciudad convirtiendo mis labios en un corte vacío, que imitan a las sombras de la vencidad propias del más funesto Camposanto.

Y es que, desde cándida edad, me han iluminado los sueños, planes y deseos, trazándose en mi mente esperanzas de calidad

salpicadas de azúcar, chispas y rosas,

pero la espera las cargó de electricidad y ahora, incineradas, descansan en una botella

teñida de negro por mis lágrimas de agresividad, cuya única huella, ahora, es el polvo de mi risa.

Me levanto, con escasa agilidad y en la fría noche, invoco a Dione

para que acompañe a mis heridas sin maldad y evite así, mi descenso a una viva necrópolis,

pues mi alimento, ahora, carece de finalidad todo está roto, comenzando así mi fin,

con un alma cansada y, fracaso, en verdad, me agoté de luchar y de esperar a la luz.

Dione, entonces, me promete su amistad y automáticamente riega mis venas con vida,

su palabra aprieta, ¡enjaula fidelidad! las promesas me aplauden y abofetean así.

¿Sólo queda eso, promesas e inexpresividad? Un camino alterno, las promesas, con claves de Sol, que limpian mis pelusas y enfrían mi mentalidad…

Fue así, como ESAS promesas, adquirieron mi control.


Cuando llega la noche, no es mi turno

La enemiga de mi cordura aparece, gris, con las estrellas,

diosa peligrosa, ¿por qué me tortura? Intensifica mis deseos, erizando mis sentidos

me vuelve felina, mente poco madura afiladas garras que cubren mis actos,

interés que me gobierna, me vuelve dura dado a su magia me drogué con su fragancia.

Te advierto que una réplica me pone fura pues en la noche, sólo yo tengo voz

y olvido modales, educación y fina manicura pierdo el control, soy puramente impulsiva,

me rodea una nube de negrura sin importarme tus súplicas o risas

lo nocturno me concede, en el poder, soltura ya que se apoya en mis anhelos multiplicados…

Cuando despunta el alba mi ego madura pierdo fuerza, interpreto otro papel…,

se desintegra la tortura, me posee la cordura se ocultan mis garras, se van mis impulsos

invierno, verano, ¡constante TORTURA! Calma cíclica, alivio diurno.

Secreto temerario el mío, ¡y conciencia dura! Aquí está otra vez… No es mi turno.


Lancelot

Quiero encontrarte, cueste lo que cueste para escribir bajo la luz de tus ojos,

cobijarme, indefensa, en tus espinas de miel para sentir así diez dedos en mi piel,

dormir contigo bajo la pureza de Helios, acunados por nanas de jilgueros dorados

relajados por una ligera brisa marina, regalando sonrisas a ángeles terrestres.

Despertarme al sentir el primer rayo lunar y devorar juntos a los cuervos más salvajes haciendo después, música con sus huesos,

y bañando a Madreselvas con su espesa sangre

para luego, al alba, construir una Nueva Era y quemar entonces, las faltas del Humano

poco a poco, con inyecciones de cariño y paz, tolerancia y libertad, sin rotos o desorden,

deseo ver sonrisas, miradas refulgentes que acompañen a nuestro mensaje de Amor,

precisamos de ayuda, un Reino Azul para ello te necesito, Guerrero de la Luz.


¿Eres un DonNadie?

Los sueños de otros nos corrompen y sus desesperanzas nos destrozan

pues por ello recordamos que la actualidad rompe la vida mezclada concedida

pues posee, en problemas, millones por eso no se califica de blanco o negro

es catalogada de ceniciento con múltiples identificaciones nos hace llorar en negro y reír con miedo.

Se nos clavan en la piel los eslabones que destruyeron vidas anónimas

la poesía oscura parece tocar sus dones pues es la única que anuncia su error

que quemó su salvación con cañones cargados de crucifijos ensangrentados

y regala refugio a todos nuestros clones, copias de masas sin molde agraciado.

Esas imitaciones descansan en sillones tejidos con plumas y cuernos de goma

que nos ignoran entre viscosas ilusiones no quieren ni perdón ni salidas

y, desgraciadamente, cuales carbones bajo fuerte lluvia se deshacen

y nosotros, DonNadies, les convertimos en medallones que cuelgan en nuestro cuello, como un perverso premio.


No olvides que mientras caminas

Las rosas están pintadas con tu sangre

cuando callas, oímos lamentos profundos sientes la frialdad del exterior con sólo imaginártelo

tu corazón tiembla y lentamente se paraliza

así que no te anules, dulce ánima, y aunque tu final sea el mismo de todos,

asigna una huella a tu ceniciento recuerdo y cumple las acciones del camino lleno.

Conviértete en miles de piedras y destruye el sistema desde dentro.

Resiste, cambia tu bienestar por el mío, no apagues, por favor, el brillo de tus ojos

e ignora a la Élite que intenta envolverte regalándote una vida metálica y vacía.

Quémala con tu sonrisa virgen y digiere sus cenizas, devorando con paciencia.

Cuando te pierdas, susurra mi nombre y siente así una melodiosa bocanada,

fusiona tus raíces con los cuatro elementos y añádeme como una quinta pieza

búscame en los espejos sucios y rotos

en las lágrimas, nostalgia y macabras espinas y registra las cómodas risas infantiles,

el astral y tus deseos, mientras caminas.


En tu camino no habrá barrotes

Los rayos dorados reflejan en tu sonrisa

la sombra de los barrotes que nos fueron impuestos, están todos los días, devorando tu evidencia, míralos bien, son fríos y de huesos indigestos,

sus promesas son humo que avivan tu demencia

y transforman tus sueños en océanos descompuestos rompiendo así tu voz y manipulando a su audiencia, esos barrotes, de ciertos tronos, te resultan molestos.

Sabes de su maldad y decides tener paciencia por lo que te descalzas y cruzas sus restos

cada paso que sientes, limita tu principal carencia, aunque pienses que tus actos son deshonestos

no caigas en sus trampas, suéltate de su ciencia

siente la lluvia, deshazte de tus gestos y traza en el aire una nueva circunferencia

que su primer los actuales métodos funestos

Toma las sonrisas cuando precises supervivencia, saborea con precaución los polos opuestos, transmite también al exterior tu conciencia

ve poco a poco, con actos antepuestos.


A mi luz Azul

Qué cálida es tu voz por las mañanas, electrizante, dulce, limpia, animadora

cómo adoro escucharla y sentirla me reconforta, tiene ritmo de cantaora.

¿Qué hay de esos ojos brillantes

que tan bien me conocen, guiadora? Luz de mi camino, sé que nunca te enfriarás

de mis males te transformaste en ahuyentadora

me quitas las espinas, besas mi alma, de todos mis paraísos tú eres la causadora

tiñes de blanco los infiernos con una caricia siendo así, de podridos cuervos, cazadora.

Tanto que agradecerte, mamá,

y sólo una vida para hacerlo, fiel auxiliadora, siempre luchando como una fiera

y a la vez, eres una atenta traductora

no me faltes o morderás mi corazón pues estoy perdida sin mi amparadora, das vida a los jardines de los muertos

secas la sangre de sus paredes, eres sembradora

de ilusiones y risas de cristal, conexión índigo, tu esencia es inspiradora, mis silencios gritan mi admiración por ti

tú, mamá, eres una vida tejedora.


Mi pequeño tesoro alado

Empieza a gritar el viento

y me araña por dentro el corazón el Sol se viste de plata, lento

y mis cabellos sienten su emanada risa

yo, descalza hacia el bosque, oriento todas mis ganas y fantasías recónditas que quieren salir, ¡quieren! No miento.

Aumento el ritmo. Me adentro al bosque.

Sus brillantes hojas son un asiento para mi tesoro alado, azul, noble animal

un poderoso unicornio odiado por lo sangriento espera a ver el centello de mi alma

para confesarle mis voces, no me arrepiento

pues es mudo, y ciego en materia pero siente mi luz y su dicha va en aumento este ser, místico, me hace devorar el mundo.

Es sólo mío, atiende a mi acento, de mi propiedad, y dulcificador del lamento

que a veces escapa de mi garganta cuando todos me inyectan un depresivo tratamiento

gran cuadrúpedo cedido por la luna,

le poseí sin ningún estricto juramento. Sus ojos, vacíos, buscan siempre un color… Y suprimen nuestro ánimo más polvoriento.


No, no es bandolera

La persona que con esto se tropiece recibirá una mirada de luz

para que recuerde que sigo en mis trece de que sé cuánto abarca su valía,

cuanta más oscuridad más se endurece

la armadura que se le concedió con tu voz cualquier necrópolis se humedece,

y repite que surgiste de una sábana blanca.

Te recuerdo, y el viento entonces me mece, pues tranquiliza que nos sigas inmortalizando.

El espejo de tus ojos muestra que siempre amanece aunque ahora nos ahoguen espinas de fuego

siempre serás un océanos donde aflorece

magia, azul y dorada y brillante y caliente que entinta cualquier llanto que crece

cuando percibe el eco que deja el mundo,

y al sentirte, cualquier mortal agradece tenerte a su lado y presente en esta carrera,

¡el mundo está contigo y ahora, te pertenece! Se percibe que tu alma no es bandolera…


¿Qué haces en mi Reino Helado?

Mi ánima encierra muchas fantasías y una de ellas se basa en la posesión

no, no es carne y hueso lo que me llama sino una materia que me produce adicción

es el hielo, tan frío y duro, humedece,

con sólo rozarlo estremecen, va a traición me encanta acariciarlo, morderlo y besarlo

ansío un palacio de hielo, ¡es obsesión!

Un paisaje azul, de fondo la luna llena tener como escolta, en mis dominios, un halcón

yo me reflejo en sus ojos y me aparezco en sus gritos, nuestras garras desgarran la tela de la traición

que tejen bajo el Sol mugrientos reptiles,

perseguidos ahora por mi inocente gorrión. Mi cuerpo duerme entre sábanas escarchadas

y mis manos retienen un campo de visión

hay plumas, viento, plata y gotas que componen mis dominios de aroma dulzón

escucha el eco de tus pasos al entrar y disculpa que, mi mirada, te lance esa cuestión…


Quiero ser fotógrafa de almas

He comprendido, después de tanto tiempo que, efectivamente, cada ser es un mundo

todos lo tienen en una sangrienta caja que muestran a tu luz o esconden en lo profundo,

y eso me excita, fascina, emboba y maravilla,

comportarme dentro de ella como dócil vagabundo coger un pedacito y ceder algo de mi purpurina

pues jamás osaría invadirte con carácter iracundo.

Quiero fotografiar tu alma en el espejo de mis ojos ¡déjame hacerlo, pues es mi oxígeno cuando yo me hundo!

Me ciega el aura de la gente y el pertenecerles deshacerme en ellas y aprovechar cada segundo

latiendo en sus llamativos silencios y caricias

y si te niegas, arrástrame a tu submundo o al menos entiérrame exhausta bajo tu piel

antes de responderme con un entredicho rotundo.

Prometo fundirme contigo entre los cuatro elementos ignorando a la Élite y a su método inmundo

dejemos huella entre tantas estampas, o su oscuridad te marcará como algo nauseabundo…


A mi futuro prometedor

Tus lágrimas para mí, son ácido esos suspiros congelan mi respiración

aquellos temblores me llenan de impotencia lo siento, es algo que exige mi atención

porque me quema verte sin calma

es vacío transcurrido cuando cae el telón nieve entre mi piel y calambres en el alma

sentir tus dudas me llenan de desesperación.

Me petrificas y a la vez escuece pues esa carga tuya es para mí una sanción

por no cumplir con mis deberes y promesas, desangra mis latidos hasta ennegrecer mi corazón

que sólo se limpia con tu confianza

estaré contigo incluso cuando portes bastón sujetando tus huesos y cansadas arrugas

eliminaré tu bochorno y desgarres de un tirón

para tallar con besos mi amor en ti intento, con temor a fallar, darte una solución

cuando sientas que todo está muy lejos darte paz, y a la vez, señal de revelación,

sé que lucharás. Saborearás el triunfo y te arroparé en silencio. Tejiendo tu canción

seré humilde, atenta y protectora para que en un futuro, tú tomes tu opción.


Mi piel está hecha con polvo lunar

Porque se siente atraída a ello con locura y percibe que tiene pedacitos de plata

que influyen en la gente con cierta finura y atonta a la electricidad y la química;

muérdeme y raudo perderás la soltura

porque yo hechizo con un solo roce a mi paso todo se humedece con dulzura

pues el océano es mi pariente, muy cercano.

Yo necesito a la noche, sentir su textura porque guía salvajemente mis instintos naturales me envuelven, y usan las estrellas como pintura

para estampar en su niebla mis deseos y caprichos,

la luna, despierta. Me saca de esta clausura ilumina mi esencia y rompe mis gritos

porque ella sabe que soy su criatura y siente mi piel manchada de mi sangre

que es ardiente, fuerte y de color púrpura.

¡Selene, quiero ser como tú! Influenciar, vigilar, proteger, seducir y ser oscura y dueña de las cosechas, las nubes…

Óyeme bien, no soy mortal, mi ser perdura camina entre olas y devora las tormentas que surgen en la ausencia de la cordura propia de la rabia y la pasión humana,

no confundas, no soy divinidad o diablura

pertenezco a la noche, al agua y a los secretos soy algo extraño… Complejo, esfera fría y dura sólo quiero iluminar y encandilar con sonetos…


La premonición del azar

Juego mis cartas, un poco marcadas echo así las palabras al fuego

y con esto evitaré dar esas andadas propias de unas piernas escarlatas

las golpearon con piedra, y poco mimadas

advierten que no hay nada nuevo bajo su Sol pálidas continúan aunque ahora esperanzadas

parecen sonreír, secando su sangre.

Dejo en la mesa mis cosas bien pensadas, a veces hay que perder algo en el camino

lo innecesario y tóxico morirá entre mis espadas eso es lo que perderé, creciendo entre luz,

¡ay, ay, ay el juego! Sensaciones nombradas

oscurecieron el ayer mas hoy ¿qué puedo perder? Estas piernas de desconfianza fueron señaladas

pero siguen regalando pasos al camino y

ahora, ya no temen quedarse colgadas porque han hecho buena apuesta,

si pierden, seguirán siendo salvadas por los obstáculos de las cartas,

tienen un objetivo, no son tontadas (han roto la piel de reptiles fantasmales)

hay mucho que ganar, están esperanzadas así que juego mis cartas, un poco marcadas.


¿Puedo regalarte dicha luz?

Esta luz se aproxima a ti, desnuda y suelta sus pensamientos de acero

que caen, mordidos a un océano revuelto y cansado, complicado y severo

que nació de órdenes, valores e inexperiencia

muy mayor, complejo, salvaje, pero es ardiente, cercano, tolerante, inteligente,

y, cuando lo miras, todo cabe en un caldero

que sellas con tus sonrisas y caricias teniendo sólo para ti el brillo verdadero.

Pocos lo han visto… Y menos la respetaron aunque tú… Eres diferente y quiero

que la consigas y rompa tu oscuridad

mas recuerda que es dinamita y tú yesquero debes ser elástico y no alzar la voz

para no despertar ese torrente, ese aguacero

que fluye y corretea, vuela y siembra en el corazón de tus sentidos, con salero

la luz es como el agua, diosa, grande, divina, para disfrutarla, protege la tuya primero.


¿Descosemos alfabetos de las piedras?

Palabras petrificadas y miradas propias de basiliscos, cometen a veces marcos helados con escenas castradas bien visibles, patéticos y con veneno

que se aproximan a mi castillo, llegadas de lo más profundo del ojo del miedo

que me enseña las almas atontadas que rondan por mis tierras removidas.

Ellas, me ofrecen sensaciones robadas

incompatibles con su luz y escasas de sonrisas, me dejan velas con llamas, sangradas,

las dejan en mi portón y luego, retroceden

para despegar sus labios, bocas en manadas chocan en las piedras y se rompen, y rompen

mi mural herido y de armaduras gastadas se hunden demasiado, van en parejas,

acosa, agobia, castiga que estén mandadas por una pirámide hecha con oros y lloros

esas bocas están vacías, enfermas, desoladas no saben qué son ni qué hacen… ¡Amarga condena!

Pero el castillo se levanta, con piedras saladas

vuelve a curarse con Cronos y Afrodita, y nunca desaparecerá, pues sus luces, aladas

están cosidas al viento… Y a tu mirada.


Lo que te escribí y nunca te dedicaré

Palabras que circulan sólo para el deterioro de tu evidencia,

pues no sembraré niebla en tu alma ni daré reflexiones propias de la incoherencia,

regalaste luz para encender un día más

una luz quizá, extraña para mi independencia, cuya fragancia llegó a hipnotizar mis tormentas

y clavó un alífero incendio a mi dolencia,

pues aunque hiciste bello lo mejor de mi pasado eres ya una sombra acaecida, de tu supervivencia,

de rostro derramado en tierra fría pero yo, continúo, rasgando el humo de la audiencia

porque no estoy sellado a la sangre

del tiempo que transcurrió, sin carencia, acabé masticando el dolor que te correspondía,

esto explotó nuestra devota tendencia.

Yo atesoraré mi experiencia para brindarla a otro ángel que brille por su suave inocencia

así que conserva esta rítmica explicación que serán mis últimas palabras hacia tu decencia.


Ha nacido una flor de plata

No es mío, pero soy suya lleva ya bastón y carraspeos, ¡carraspeos! el rocío es su maná y la plata su identidad

frágil, majestuoso, conocedor de esos lloros

que limpian el alma y sanan las inseguridades que dan rodeos

al gobierno de nuestras ideas él siente mi mirada y mis manejos

le acaricio, le hablo, le cargo de risas

esa flor de plata ha probado mis besos, es mi huella, su aspecto me señala

a pocos regalo sus copias, sin juegos.

La flor de plata me absorbe en ella brilla, es suave, y regala sueños su tallo es firme, está paralizado

sus semillas son chispas de fuegos.

Interviene en guerras y pobreza: (de ideas y amor) con duelos

de silencios, sólo silencios. Silencios. Se aparecerá, y serás tú, sin dueños.


84 balas tatuadas en tu alma

Aparta tu ignorancia de mí,

la luz opaca de tus ojos está muriendo

tú quieres hacerlo así, y así acabarás

no te sientas superior por estar sintiendo

la estupidez en tu mente y odio en el corazón

expulsaste tu voluntad, queriendo,

qué decepción, ya no vales ahora

estás, cuerpo, vacío, ¡lo estás viendo!

Eres una cajita de genes negros, ¡malos!,

que no son dignos de lo que estoy escribiendo…

Vaya pena me das, ya no espabilarás,

te has enterrado en tonterías que van creciendo.


Y ahora he roto el látigo que me han dejado

Aquella madrugada fuiste malvado, gestos firmes, mirada rabiosa

latía en ti un demonio ensangrentado tus palabras me quemaban, ¡cuánta autoridad!

Mi corazón, indefenso, se quedó congelado

convirtiéndose en un trozo de madera muerta, se me cayó la confianza a mi ser ilusionado

y a ti la paciencia, y el tierno calor,

pues esa madrugada el precipicio fue saltado querías una sádica prueba, ¡caprichoso! No le maté, pero mi niño fue golpeado,

mi niño interior, ¿por qué lo hice?

Hoy duerme, entre lágrimas atado, me he decepcionado, esto costará…

Querías romper telas y tener todo controlado pero yo te quiero igual aunque me ensuciaras.

El Sol salió después de que me hubiese esforzado me retiré, con súplicas, de tus manos negras

y ahora grito porque esto lo has olvidado el mal vive en botellas y rompió tus cadenas,

pero esto se va a quedar enterrado

con besos y muchos abrazos invasores se tardará en irse de mi piel lo morado

recogeré mis esquemas con mucho cuidado…


Limpio mi voz y abro mis oídos

Alzar mi voz me hace revivir porque juega un papel importante al igual que cuando la ves morir

cuando se amordaza y araña

tiene algo que te hace verlo venir es muy aniñada y caprichosa

usada, y cada vez más nueva al salir le encanta, a mi voz, cantar. Sí.

Cantar a niños, y hacer sentir a enfermos su último sueño,

adora calmar, gritar risas y servir, pero tiene gobierno, muy estricto

varias veces le cuesta seguir

pero no es frágil, sólo sensible te acorralará, es firme, como el menhir

se funde con el mar y la luna,

no cuenta sus palabras, adora invertir. Mi voz tiene un buen amigo, los oídos,

que al ver bocas no evita pedir, la voz y los oídos hacen un buen enlace.

Verás, siempre, a uno de los dos intervenir

es muy importante el silencio, mi curiosidad parece no querer dormir…

Sólo quiero que ambos estén en forma.


Mis ojos nunca dejarán de latir

Mis ojos guardan muchos secretos: ilusión, empatía, rostros y decepción,

porque ahora han visto lo que les envuelve es un sistema mal hecho, hecho sin amor.

No encajan nunca allá donde van

sintieron en el mundo la ira del más duro escorpión tienen una puerta de fuego… ¡No los mires!

¿O es que oyes el silencio de su canción?

Si ante ese fuego, te dejas llevar, te bañarás en cascadas y depresión,

no pienses en esa etapa y sigue caminando porque deberás limpiarte y entrar en acción

ya que sigue una fuerte oscuridad

y un monstruo, baboso, con una gran infección le ha hecho así la soledad y los nervios

tenlo enfrente, sé paciente, toma la decisión

¿sacas tu espada o te unes al olvido? Pocas almas vencen esa última maldición porque pocos tienen amor y actos blancos

mis ojos son imposibles, te daría una enumeración…

Ve despacio y ellos te hablarán, son sencillos pero te darán comprensión no hagas que lloren sangre… Ni luz…

Mis ojos tienen su propio corazón.


Tu esqueleto no es tuyo sin mi sangre

¿Oyes las risas que escapan de mis ojos? ¿Saboreas la luz que emiten al verte?

¿Sientes el calor que tu imagen les proporciona? ¿Y las pupilas? Parecen querer comerte.

No eres más que piel y huesos

un par de chispas, y ruido emergente de ideas confusas y humo cortado

maldito, ¡maldito! ¡Deseo masticarte!

Te pondré un collar de fuego fuego que sale de tus manos… ¡Quiero tenerte!

Me confundes, debates, ¡yo soy mejor! ¡Calla ante mis ansias! Voy a mecanizarte

para que aprendas a coser tus ideas

darlas la vuelta, no eres como la gente tú y yo tenemos rostro pero te falta algo

¡te odio, te odio y odiaré también perderte!

Nadie escapa de mí, tú no serás paloma negra de un ademán tus gritos conseguiré robarte

sé que puedo, va a ser un placer desenvolver esa verja gris de tu corazón… Voy a marcarte.


Te ayudaré, te lo prometo

Los rayos nacen muy brillantes y yo sigo ascendiendo con mi mente

abriendo puertas con números sellados, cada año es un punto de luz

que tiñe mi cuerpo, están sumados

a un desarrollo despierto, sin ojos de pirámide, propios del terciopelo y sistemas liberados, lloran lava que arrasa con entes putrefactos

que devoran sonrisas, calabozos manipulados

les gusta su jaula vibrante y helada nacieron de cadáveres, y ya asesinados pues de la muerte se concibe muerte.

Rinde, evaporándolos, con discursos narrados con la voz de tu consciencia, debes creer en ti, los miras, inviértelos, eso es, los tienes calados,

por eso quiero que subas conmigo. Tú y yo.

Todos nosotros. Todas nosotras.


No falsifiques tus pasos

Qué ojos más brillantes tienes me tocan con sólo verme, me hacen arder

remueven mi sangre, se vuelve lava dibujan mi anatomía y empiezo a temer

cuando pienso en los planes que coses

dedicados a mi piel, con deseos de beber cada uno de tus besos, tan eléctricos paralizan mi espíritu, lo dejas caer.

Ansía vaciarte y se bloquea fríamente

no me toques con tu espada, debes saber que si la empuñas, ¡yo atacaré!

No uses hielo, oro o gritos, ya puedes correr

porque robaré cada parte de tu aliento quedarás tenso, muy débil, perdido, te haré entorpecer

quemaré tus fuerzas, no verás nada, desorientado inconsciente, pálido, sin voz. No podrás tejer

ningún contraataque ni plan perfecto

así que no juegues, usa tu instinto para prever que tú no puedes distraerte, tú no. Tú no,

pues sólo lograrás que mi voz te vaya a comer

te aviso, no saques espadas de plástico la quiero segura, afilada, la quiero poner entre nuestras almas en señal de combate

ya he movido ficha… Te toca prender.


Sentencia tu ignorancia

Veo flores heladas como un pareado sombras tóxicas de grandes manos

ellas te miran cada día, no estás entrenado ignoras que no sólo hay que olvidarlas

debemos acabar con ellas, estás dejado te enfrían los sepulcros de sus vientres

y tú huyes a tu mundo, preocupado con un cuerpo paralítico y una cabeza mordida

el saber se va con tu sangre, está hipnotizado

despiértale con un solo grito, tu mente chorrea canaliza las palabras, rescátalas del letargo

selecciona bajo el sol rojo del Amor.

No escapes, no falles, todo está pronunciado las sombras son más espesas cada día su veneno entra en tu cabeza herida

contaminándote con fuerza, te pierden en tu vida.


Demencia roja

Tu mirada viva me toca probaría la sangre por un beso

exhibo mi ser por un largo abrazo por un suspiro, marco al Asmodeo

un día a tu lado, ¡qué ardiente deseo! eres el sabor de mi alma ¡y lo ignoras! Agonizante yo, trazo planes y volteo

si es necesario el propio universo

para encenderte yo me planteo entre luna y luna qué hacerte

para lograr una risa y un toqueteo mi vida, ¿qué hacerte? ¡Ven aquí!

Bailemos, con carnes, sin freno

la destrucción acaba y todo se parte fundando una ópera de gritos y veneno

tengo mucha luz que darte.


Luces brillantes de colores

Los segundos mueren azules en la habitación pero no me turba, hoy confío en mí

fluyen entre mis manos, que no pecan de prisión respiro y busco la luz sin garras

mírame, hay paz que baña mi corazón,

me siento feliz escribiendo esto ¿palpas mis carcajadas, mi pasión?

Abrázame y déjate acariciar

contra las rocas chocó mi vacía desazón llévate un poco de mi felicidad, ¡toda tuya! Multiplícate y reparte, conviértete en pastor

elimina almas negras y seca la sangre

funde las sombras con todo este calor que desprenden mis palabras eufóricas

amasan la brea y la desintegran sin temor se vuelven perlas que devoran los perros.

¡Regenérate con el brillo de esta entonación!

Baila con ella, siente y aráñala hasta que esté dentro de ti como una canción

díctala entre los corazones, date prisa.


Entrañas cansadas

Qué amarga e hiriente es la traición cuando te toman de la mano para sólo romperte

esforzándote en no helarte en el alma de otro ignorando golpes y al peligro de comerte

te maldicen con su vacío, tu uso y sus burlas

no hacen más que pedir y no cesan de moverte porque esperan y esperan y mienten y abruman

devoradores de confianza, desearán deberte.

Cogen tu esqueleto y luchan por morderlo a caballo ascienden a las entrañas para verte,

convertir tus anhelos en pequeñas órdenes prometidas te regalan palabras para en tus narices venderte

y yo estoy cansada y dolida, pero no rota, mi vestido de lágrimas secas temía perderle,

ahora estoy bajando una montaña con la espada aturdida yo no tiemblo, pero mi cabello puede oscurecerte.

No me toques si no eres incorpóreo

sufro un empacho de naturaleza humana, no puedo creerte, tengo muchos fallos, pero mi decepción es ajena

estas quemaduras no son tan fuertes… Ya puedes esconderte.


Imítame, tienes poder

Puedo colgar mis deseos en el cielo y serán estrellas (en claros) sembradas

puedo dar o quitar vida a lo frágil de un solo toque brotan llamaradas

puedo caminar entre corazones latentes

puedo hacer que las mentes sean cambiadas jugando con ellas y con sus tristes dueños

arrojar manzanas al mar sin que salgan saladas;

estoy constantemente actuando, siempre gano y ellos se reproducirán con hembras castradas

las almas lo resisten per ceden con mi presencia he masticado mi futuro en situaciones pasadas.

Puedo afirmar que siempre me llevo algo,

una visión envuelta en emociones prestadas mi trabajo es seguir adelante, atada a una luz

que trae un color extraño y soluciones trazadas

que se dibujan en mi piel pálida donde las ideas viven, reflejadas son mías, son un gran presente

y vienen a mí… Puntuales. Enlazadas.


Expresionismo – No sé qué hacer

El calor del Sol me llama por la ventana me llama silencioso, pero muy impaciente

o quizá la ansiosa sea yo… ¿Esto es cabello gris? Estoy entre mordiscos de hojas de papel

los apuntes me quitan el sueño, mis muñecas se quiebran, tiñendo así mis palabras de sangre

mis uñas están tan mordidas que parecen arrancadas.

No sé qué hacer.

Me consume el deber.

Mis pensamientos me acompañan, por eso mis andares son brea. Me miro al espejo.

Mi aspecto excitaría a Lucifer.

Mi vitalidad se derrite, es cera en un volcán. Ya no hay Sol fuera. Hay frío.

Hojas muertas.

En la pared hay una línea por cada años pasado entre papel, el muro yace rayado, mi vida pasó con él.

El deber parece no terminar.

Quizá deban las ánimas tejer el final.

Dejo los papeles. Dejo los lápices. Quemo mi ropa. Mis dedos grises se rompen al abrir la ventana.

Mis pulmones se queman al recibir oxígeno. Y caigo. Caigo. Mírame, soy mejor que tú, rota y sin ropa.

Mi voz exhala gritos que componen un réquiem. Y mientras caigo,

no sé qué hacer.


Greguerías varias

La palmera: Son plantas cuyo peinado se consigue metiendo los dedos en un enchufe.

La pelota: Es como el mundo, no tengas cuidado que no te perderás por sus rincones.

La guitarra: Féretro de almas sensibles, tímida, sólo habla si la acaricias.

La nube: Son sábanas muy solicitadas por los vientos.

Las tijeras: Son caminantes con un habla transparente a la par que cortante.

Las gomas [de cabello]: Son culebras internacionales que dominan nuestros cabellos.

Las llaves: ¿Nadie se ha fijado que las llaves son pasaportes muy mal tratados?

El papel: Es como las personas; según su color o procedencia se les da un valor u otro.

El bosque: Es una salvaje metáfora sobre la depilación humana.

Las gafas: Son como las emociones; tan oscuras que no ves bien el Sol, o tan claras que te calcan la realidad.

El ordenador: Creado y manejado por humanos, si pudiese hablar diría que es superior a ellos.

La tristeza: Es un manto deforme: aprisiona tu tórax pero deja fríos tus pies.

La cordura: La locura vive inventando mundos y la cordura vive en mundos inventados.


Poema robado – La sombra enemiga del Astro Rey

Cuando el reloj lunar señala medianoche, el demonio se agita a mi lado sin cesar

y sus ojos pasean por las visiones blancas ¿quién abre los rituales? ¿Quién va a cantar el Réquiem?

Aquella luna no les sirve nunca para lo mismo

ella se entrega a dilatados pasmos que vuelan, afanosos del celaje,

así me conducen, lejos de la mirada de Dios.

Indignos, los que amabais en ella solamente, pero ya sus pedazos pequeñitos se tornan leve lluvia

y lanza a mis ojos, llenos de profunda confusión. Cantos fúnebres que entona el fraile

¡Y el aderezo sangriento de la destrucción!


Poema futurista - GPS

Tu voz es mi guía en este atlas de destinos inexorablemente cruzados sabes que sin ti no soy capaz de andar

estudio nuestros caminos y dejo pintados

los pasos que damos, guiados desde el Universo estos caminos abrazaron espíritus anillados

y con nuestros paseos los encarnaremos nunca nos separamos al recorrer distancias

el mundo memorizará estos andares malcriados por nuestra sed avariciosa de compañía tus palabras sapienciales dejan burlados

a perros viejos de selvas y mares

incapaces de juntar sus miedos tramados y su valor por dejarse llevar por algo como tú,

imposible que peques de frialdad, pues prestados a todos son tus consejos de viaje,

oráculo de calles, avenidas y edificios izados corazón metálico de mis múltiples destinos

jamás soltará mi semblante tu luz, mis músculos morderán tus caminos desalmados.


Poema surrealista – La pantera

Miraba su piel la lluvia caer las gotas saltaban entre paso y paso

y el agua, interrogante, fluyó, fluyó entre sus lágrimas, firme.

El brillo de sus ojos deslumbró entonces al Sol de rayos de lana que pican en sus retinas

y ella, feliz por adelantarse a la Naturaleza corrió hacia su guarida, crujiéndoles las zarpas,

antes de que la pena lograse alcanzarle fue a su cueva

rompió la luz, quebró la oscuridad olvidó la lluvia y el silencio y el ruido

y sentada esperando a la Sombra Negra, se dejó cazar por un manto de fuego.

Su espíritu ya no será preso del sentimiento terrenal.

(Así, al día siguiente, no tuvieron que incinerarla pero el bosque lloró por su baño de lava)


A mi amado microondas

Cajita de fuego invisible y lento mis ojos te han propinado mil discursos

eres testigo de mi comportamiento más atento ávido a oír tus timbres de gustativo placer,

has devorado mis gritos, órdenes y aliento

de espera paciente ante esos alimentos concedidos de tus entrañas chispeantes, ¡eres mi adviento!

Me regalas recipientes impecables, llenos

de peculiar forma, color y grave acento… Araño tu piel metálica y abuso de tus teclas te martirizo a diario hasta que me asiento

y la calma me baña, y tú, pasiva y sumisa, cajita

no toleras verme en ese sonado tormento que acosa al hambriento y al sediento, ay amor esto no es un lamento, son gracias a tu talento,

sedoso y materno, que mil veces frecuento.


Amor usado, tirado, jamás recuperado

El amor usado que por ti tiré lo que me guiaba y me marcaba

y se perdió en el río.

Si el alma quiebra en gritos cenicientos Si escapé del abismo con la emboscada

Si he conocido la nada y me he sentido solo Sentí una frustración en mi ser

La oscuridad de la tristeza ha quedado olvidada

Si he sentido el miedo Que me quitaba el habla

Si he rechazado por los que me querían Mi luz se quebró como la luna en el día.


Corazón enjaulado por la oscuridad

Un corazón que ha dejado de latir petrificado, seco, azulado y sin luz

¿se puede, de un modo u otro, partir? ¿Se puede cortar, rasgar, desfragmentar?

¿Puede un corazón sin ya vivir

ser congelado entre los ojos de la espesura? Un corazón eléctrico tan cansado de sentir no puede haberse abandonado fácilmente

quizá lo único que hace es dormir paralizando temporalmente su calor

y esté a la espera de volver a salir con más fuerza, dientes negros y lastre.

Un corazón muerto, lo que hace es dormir

mientras sus profundidades reclaman lluvia fresca y los latidos aguardan a volver a seguir

con esos silencios que devoran tempestades.


Jugar a los misterios mata a quien los empieza

Aunque nunca pierdo de vista al Sol no hay día que no me sienta respirar bajo un manto negro

aunque es suave, traslúcido y pequeño trabaja como recordatorio en esta etapa humana.

Yo veo etiquetas mal impuestas constantemente

hace años que me despreocupé de la mía nunca la atendí y cuando lo haga la olvidaré… Cuando me bañan tormentas grito mis risas,

en los campos de soledad concibo océanos

se adónde voy, pero lo hago en silencio quiero llegar al final alejada de las sombras y a la vez deseo pintarlas con mucha fuerza.

Casualidad y coincidencia son hermanas

llevadas por sujetos que nunca están solos los misterios que se ofrecen son fríos y calculados

el truco está en ser juglar mientras se resuelven

cada ser tiene su manada y buen olfato muchos filtros que abrazan la protección. Yo habito en profundidades que quiebran

hasta que el otro mueve primero…

Y después, sigue el juego.


Toca lavarse en el prado

Piel fría, cabello sucio y voz maltratada tengo la ropa rota y las lágrimas vacías

el dolor de mis pies recuerda mi batalla ganada contra la huida de esa cárcel llamada mundo

la fuerza y la valentía salen de mi herida cobrada que late en lo más profundo del pecho de esta mujer

el mareo que voy olvidando dejó mi mente desordenada y cuando veo mis venas redactadas por el sistema

suspiro con alivio al sentir esa sangre evaporada porque las quemaduras hacen cambiarte de piel yo sigo, orgullosa, mi camino de libertad trazada

que evita ensuciarme más de la polución

pues mi arma no es otra que estar bien informada las palabras así serán finas y a todos llegarán

veo árboles de música y color en agua deseada (Si vienes sin luz, pierdes, y tu presencia retirarán).


Corazón esclavo del destino

Mi instinto acaricia sin pestañear a un corazón vacío, lleno de pena

que late obligado, encerrado en la celda, detenido, por una protección salvaje

a este corazón, (¡pobre corazón!) roto, hueco, solo

que escribe con su aliento, el cual sella su destino esclavo al subsuelo que le venda

a este corazón (¡pobre corazón!) roto, hueco, solo.

Vacío, lleno de pena, quieto por temor a quebrarse, agradece a su mitad la devolución de cada pieza

están cosidas por ese instinto, desesperado, las besa (¡pobre corazón!) no verá nunca más el Sol

ni la Luna, las estrellas, el mar [sin azufre]

firma un último discurso de entonación obscena se acurruca, callando cascabeles, vacío, lleno de pena

que late obligado, a ciegas, esclavo del destino.


Pasos afilados, abrazos cortantes... Protección constante

Estoy por error en las calles de París la luna me ignora, se congeló el viento mientras la gente levita entre sus tareas

yo busco a alguien… ¿Recordar? Lo intento.

Bombillas que hacen sombra a la luna las alas de mi amigo vienen, ¡lo siento!

Agarra mis brazos y susurra ásperas rimas retumban entre el eco de cualquier lamento

surgido de la ciudad más nostálgica tiene su magia, pero yo no la siento estoy centrada en mi propia esencia

libre fui, con este camarada, quedó exento

del salvajismo artificial de la metrópolis. la catedral; nuestro castillo de eterno cimiento

me abraza con esas alas, largas, pesadas protección trocada por un ánimo contento.


¿Quieres sus caricias?

¡Oh, escamas, amarga tentación! Te aplauden con canciones oscuras abusas de las presas de este eslabón

regalas trampas e historias…

¡Ojos de rayas, cuánta confusión! Tejen trajes de humo, ¡humo!

Acaricias tu mente, ¡reina la destrucción! Toc, toc… ¿Podemos pasar?

Arañan tu pelo y roban tu decisión recubren tus secretos de espinas arrancan con una triste emoción

escamas, escamas de fuertes hilos,

duras, firmes, cándida distorsión aúllan entre precipicios lunares

gélidos acordes adornan los pentagramas pinchados con voces infantiles… Fugaces.


Espinita de diosa

Mi diosa interior ha dejado de bailar apagó todas las velas, y, acostada

cubrió su corazón con mantas pedregosas. Llueve, llueve por esta diosa inundada

las risas ajenas la bajaron del escenario

en un silencio abrasador, de sombra sagrada. Jamás estuvo tan sucia, tan corrompida.

Jamás se sintió tan robada, engañada.

Esta diosa huyó con su esposo muerto él limpió los suspiros a la indignada

y ella, ligera y de piel tan frágil se volvió intranquila, de traición colmada,

esta diosa no quiere curar esa herida,

esta desazón será un recuerdo. Sentenciada quedó la luz, por siempre ¿o desde siempre? Mi diosa apagó todas las velas, está acostada.


No existe el cuándo ni el por qué

¿Quién borra las sonrisas?

¿Quién mordió a Drácula?

¿Quién palidece a Baphomet?

¿Dónde está la respuesta?

¿Dónde vuela esa presencia?

¿Dónde arrastra su odio?

¿Qué disfruta bebiendo sangre?

¿Qué goza con los gritos infantiles?

¿Qué devora el brillo de las ilusiones?


Sin reloj, porque el tiempo quiso

Sintiendo su piel los huesos cansados que arremetieron contra las tristezas de la luna

en su día, ignorantes, en promesas bañados promesas quebradizas, propias de infancias

clavando sus gritos, por tempestades silenciados

caminan a un ritmo crispantes y tedioso. Esos minutos nuevos murieron batallados y dejaron a un felino de brasas calcinadas.

Los párrafos risueños fueron suavemente tachados

regalando a la oscuridad a las nubes que lloran se quedó con la paciencia (y ademanes arañados)

él no podía volver al mundo de las Ideas.

Incorpóreo, aquí habita, tiene sus sentidos vigilados en un mundo donde nadie aprende por miedo a dudar los dos bandos de la guerra por el mismo son pagados

él, FUERTE, limpió sus cenizas [mas felino siguió siendo]

Un león que mordió a un alma femenina (ambos cansados) convirtieron una salita en un bosque de besos,

dejando a esa chica dulcemente envenenada (espíritus casados) aquí estoy yo… Y aquí está Lancelot.

Sin reloj. Sin pretextos.

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Hace falta sombra para que haya luz

Caminar por el asfalto sin zapatos… Hace frío, pero la sangre que lo besa me quema

he de salvarme [para ello he de calzarme] y veo dos zancos hechos de fémur

decorados con intestinos.

Pero hacen ruido y me elevan demasiado y me ilumina la luna

[y la luna no puede iluminarme porque si no, los cuervos me ven]

Segando lenguas viles con pequeños pasos

qué explosión de veneno negro jugar con los charcos de sangre. Riéndome de vuestra adicción al dinero y la lujuria…

Cuando los huesos muertos quiebran

yo ya estoy en la puerta del rascacielos Lancelot me lleva arriba

y mientras, la luna me protege con sus rayos [ devoro cuervos devoro la sangre

devoro lo oscuro ]


El manual de este arte lo inventé YO

Conocer a personas es un juego supone estudiar presencias teatrales

el oro puede probarse con fuego y sus intenciones con aguja y dedales…

El tiempo juega siempre a mi favor

como buena anciana poseo armas y buenos males ojos más allá de córneas, cuando la llama produce calor

el baño dorado puede irse o fundirse

y sabré si reluce con razón o desazón los amigos de verdad son una delicada selección

que iluminan, con su brillo mis ratos intactos los enemigos reales rápido se cazan, pero…

Disfruto con ellos gracias a los años

(acumulados bien apretados

sólo hay 18 mostrados)

ver hasta dónde mienten, estudiar sus pasos, poner a prueba sus emociones y sus muecas transparentes.

Una leona juega con el ratón

que intentó burlarla con su indiscreción y la leona lo deshace al son de sus lamentos

dicho felino ríe y lo exhibe (ella puede hacerlo, ella ya superó pasados intentos).

Querida falsa amistad

¿crees que puedes engañarme? Crees que puedes detener mi camino

que puedes oscurecer mi futuro… Que en este terreno, ¿puedes superarme?

Me he cansado de jugar contigo

ya es hora de que el ratón desaparezca, ya es hora de silenciar esta situación es hora de que la leona crezca [más]

QUIEN TIENDE TRAMPAS

ACABA FINALMENTE CAYENDO EN ELLAS


Carcajadas sin complejos

Reír, reír, reír sin complejos hacer de tu alegría una canción

compuesta por el alma, ojos cerrados gastar el aire, liberar el corazón

toda risa es buena si es sincera

contagiada, aguda o de un mismo patrón las carcajadas son un lenguaje puro dorado, liso, esconden una pasión:

dueñas del anhelo de abrir las alas.

Una risa es una defectuosa (rota) prisión es una guerra ganada contra el demonio,

una risa, es, para un reptil, polvorienta destrucción.

Reír, reír evaporando disgustos espesos, es hacer en tu historia oscura, un tachón decorado con sirenas que cantan al albor

es patear lo taciturno, tedioso, ¡es una canción!

La risa es pluma de fénix, pluma milenaria es acallar las burlas con tu valor,

ese que guardamos, tan puro, tan en bruto. Qué lindo es reír, reír sin complejos.


Y es cariño lo que siento si tú entiendes esto...

Me apasiona el trabajo, me apasiona la sabiduría

me apasiona la inteligencia la tolerancia, la igualdad

Me apasiona el respeto

los diferentes puntos de vista, los caminos que nacieron de los pasos de los sabios.

Es éxtasis una profunda hipótesis

el no parar los pensamientos el no doblegar las ideas

el vivir para conocerlo todo, y no conocer (entiéndase lo justo) para vivir

Es éxtasis la práctica (la lógica) los numerosos esquemas

las charlas que originan de las mentes abiertas

Es amor estudiar la tecnología las letras, la filosofía, los idiomas

Es amor sentir la ciencia

los números, los trueques [de sabiduría] los campos típicos (y todos sus rincones).


Las huellas de la noche

Tormenta plateada que conquista mis pupilas

erizas mi piel, y revuelves mi sangre otra noche así, con un traje de tinieblas

que levanta mis párpados con polvo estelar. Tiembla, tiembla noble tierra, mientras yo

arrodillada, me retuerzo bajo las nubes y se ensucian mis cabellos, manchando mis dedos

cuando mis latidos congelan el tiempo salta la chispa y mis piernas corren,

cortando el aire.

Mi ser fundiéndose con las horas de la madrugada, el alba

esa luna eléctrica me reconoce, me despide por hoy, la noche me acepta porque yo la deseo siempre

me deja una huella, una pequeña línea que remarca mis cuencas anotando sus sombras

en mi rostro quedan los recuerdos de la luna, bajo mis ojos duermen las huellas de la noche.


Porque no hay nada como recibir cartas

Escritas a mano, con folios de colores, con folios blancos, con tinta de colores, con tina

sencilla,

da igual,

de pluma,

de boli

a lápiz

con rotuladores.

¿Tú sabes lo que es leer las palabras plasmadas así?

Es una sensación rápida

que alcanza el corazón

y dura largas horas recorriendo con suavidad el alma,

mientras en tu mente oyes a esa persona hablar

a través de las frases que han salido de sus manos.


Se necesita algo de amor, se necesita algo de rencor

Al igual que las espinas tienen a las flores el manto negro a las ardientes estrellas,

tragar sudor sangriento una increíble recompensa, al igual que el madurar trae sabiduría

al igual que la lluvia esconde a Apolo

ella guarda un lado blanco, un corazón vestido con vendas

una última oportunidad a lo desconocido una sonrisa sincera a la esperanza.

Esa blancura, esas vendas, esa oportunidad

esa sonrisa y esa esperanza no es suya, es de él.

Es algo regalado, prestado para siempre. Ella tenía cuervos, dolor, huesos

piel rota, hilos perdidos y agujas en las uñas gritos de odio reservados…

Por eso se unió a él. Por eso se unió a ella.

Ella necesitaba guardar algo de amor (no tenía). Él necesitaba guardar algo de rencor (no tenía).


El botecito

Todos guardamos recuerdos varios entre miles de muecas dibujadas por el alma

y aunque no se asoman en vuestras voces, la mirada sí que peca de chivata

aunque enmudezcas y cubras tus ojos en la sangre laten los gritos bestiales

que nacieron del dolor, la envidia y el rencor la baja autoestima, la auténtica pena,

la impotencia, la impaciencia, la rabia y tristeza.

Todo hace una poderosa mezcla viscosa con negros tubos de ensayo; experimento humano

cóctel trágico donde reina la frialdad, absorbe esos llantos tatuados en los latidos

[Los ojos tristes necesitan menos preguntas y más abrazos]

La gente insiste en contaminar, con su interés sucio su odio, su rabia, su risa estúpida

quiere llenarte de aire, cargado de su propio dolor y no hay marcha atrás, y no hay marcha atrás.

Y no hay marcha atrás.

Sólo una limpieza.

Tus gritos y llantos se vuelven espesos, y verdes

y amarillentos y oscuros y chillan más

se bañan en lágrimas y… Laten. En un bote… En forma de corazón.


No hay nada como yacer junto a vosotros

Me dejas absorta, siempre atrapándome, los de tu clase pueden conmigo

me da igual el género, siempre hechizándome el color o lo que digas, me es indiferente.

Sabes tenerme quieta, atenta, aprovechándome y eres capaz de agotarme rápidamente

no me importan tus palabras, digo yo, riéndome sólo me importa el hecho de que TIENES palabras.

Cada segundo que en ti, mis ojos, se clavan se multiplican mis latidos y comienzo a temblar,

quiero más, más, más, ni tus finales me sacian al tú acabar, fantaseo con una posible continuación

y cuando sé de memoria tus caminos magenta y cian agarro a otro y lo devoro despacio,

quiero diez, mil, millones a mi lado, ¡me dominan! Yo sólo quiero seguir y coleccionar y seguir y coleccionar.

Porque no hay nada como yacer

junto a un buen libro.


Y es que cuando te aburres

Y es que cuando te aburres empiezas a replantearte ciertas cosas, y el cansancio te empuja a escuchar aquello que siempre oías.

Anoche no apareció la Luna en el cielo

un océano extraño cosió el aire por unas horas y mientras esas nubes aplaudían con recelo

de sus corcheas salieron vapores negros y es que los chasquidos siguieron, tras un velo,

para dar paso a una pequeña calavera enjoyada,

como vómitos de alcantarillas caldosas, apestosa (podrida, resquebrajada, tan dura que es frágil)

pero brillante…con mucho diamante… (ojos vacíos, boca enorme, sin orejas, con muchas promesas)

Me dijo “en una mano tienes hielo,

así puedes pararlo todo…, pensar y poner orden. En la otra guardas un potente fuego

así puedes marcar, destrozar, y por fin, olvidar”

No más asfixia, no más presión, deja ya el escudo permite a tus pensamientos esfumarse y descansa

(que la vida es bella mas no el mundo). l hielo puede petrificar al fuego, congelando sus raíces.

El fuego puede desfragmentarlo todo con sus llamaradas.

Eterna lucha entre el bien y el mal (sólo unos pocos logran dominar el bando)

y es que esa calavera gris tiene una bella lengua que regala unas palabras

que ahora se empiezan a entender…


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Alba Lobera Vallejoninguna mosca en trampa de araña y niño pequeño sin poder al parque asistir. Sin embargo, algo ya practicado salió, una palabra de dos sílabas: fingir. Los