Albizu Su Persecución Por El FBI Ed. Rev. Jun 2010

5/20/2018 Albizu Su Persecucin Por El FBI Ed. Rev. Jun 2010

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1ALBIZU: Su persecucin por el FBI


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2 Pedro Aponte Vzquez


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SAN JUAN DE PUERTO RICO

Pedro Aponte Vzquez

ALBIZU:Su persecucin por el FBI


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ALBIZU: Su persecucin por el FBIPedro Aponte Vzquez

Ttulo original de esta obra:

Pedro Albizu Campos:

Su persecucin por el FBI

1raedicin, 1991

Ttulo de la 2da. edicin, aumentada, 2000Albizu: su persecucin por el FBI

3ra. Edicin, aumentada, 2010documentos traducidos por el autor

1991, 2000, 2010 Pedro Aponte Vzquez

[email protected]

www.lulu.com/albizu


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Jorge Farinacci Garca

(Partido Revolucionario de los

Trabajadores Puertorriqueos)

Filiberto Ojeda Ros

(Ejrcito Popular Boricua) y

Ojeda

A la memoria de los lderes Macheteros

Farinacci


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La primera edicin de este trabajo1cubri el perodo com-

prendido entre enero de 1936 y diciembre de 1947. Es decir,desde que el scal federal Cecil Snyder solicit la interven-cin del FBI en las luchas libertarias del Partido Nacionalistade Puerto Rico-Movimiento Libertador, hasta el regreso deAlbizu de su destierro. Aquella narracin comprende las pri-meras cuatro carpetas y parte de la quinta del total de 20 quecomponen el expediente 105-11898. El FBI me envi las refe-ridas carpetas en agosto de 1990 y las recib el siguiente mesde septiembre. Haba solicitado copia del expediente en mayode 1986 al amparo de la ley de Estados Unidos sobre libertadde informacin.

A pesar de que casi todas las pginas encada una de las carpetas tienen extensas y nu-merosas tachaduras y de que fueron muchsi-mas las pginas que el FBI retuvo, los trozos

de informacin permiten estructurar relatosmuy coherentes y tiles, contrario a la im-presin de algunos espectadores. Ese es pre-cisamente uno de mis principales propsitos,

darles cohesin y continuidad a los numerosos documentosdel expediente. De ese modo no slo le proveo a usted datossobre Albizu, sino tambin pongo a su disposicin fuentes de

referencias que le faciliten futuras bsquedas. En este sentidose trata, pues, de un instrumento que estudiantes, investiga-dores y curiosos y quin sabe si hasta algunos intelectualesde butaca reclinable encontrarn tiles para sus respectivasaveriguaciones. Sabe Dios si hasta algn dirigente indepen-dentista siente alguna curiosidad por saber qu hay en el his-trico expediente.

De las hojas de las primeras cuatro carpetas, algunas delas cuales estn totalmente tachadas, surgen, por ejemplo, lasimplicaciones legales y polticas que tuvo la opinin del Tri-bunal Supremo de Estados Unidos en el caso Braverman2, lle-gado el momento de Albizu salir en probatoria de la crcel de

Fiscal Cecil Snyder


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Atlanta, as como durante su reclusin voluntaria en el Hos-pital Columbus, en la Ciudad de Nueva York. Cabe sealar,

de paso, que Albizu sali, como acabo de decir, en probato-ria y no en libertad bajo palabra, como de en la primeraedicin. La probatoria estaba incluida en la sentencia.

En la segunda edicin, sustancialmente ampliada, se re-conrm el hecho ya irrefutable de que Albizu se radic en laCiudad de Nueva York por su propia decisin y no por impo-sicin del gobierno de Estados Unidos. Esta edicin especial,

como aquella, consta de tres partes.As como la primera parte cubre el perodo comprendidoentre enero de 1936 y diciembre de 1947, correspondiente a laprimera edicin, la segunda parte comienza en enero de 1948con la parte de la quinta carpeta que no inclu en aquella y seextiende hasta abril de 1954, en la carpeta nmero 12. Es decir,desde unos das despus del regreso de Albizu en diciembrede 1947 hasta poco despus de su encarcelamiento en 1954.

Este tercer encarcelamiento result ser el ms prolongado yel ltimo.

La tercera parte comienza inmediatamente despus delarresto de Albizu en marzo de 1954 y termina despus de suentierro en abril de 1965.

En esta ocasin he incorporado, adems, algunos datosque no inclu antes, pero siguen incluidos los provenientes

de los documentos que el secretario de Justicia Hctor RiveraCruz le entreg a nuestro Archivo Nacional por orden judicial,pero haciendo creer que lo hizo espontnea y gustosamente.El hecho de que en el ao 2000 el congresista norteamericanode origen puertorriqueo Jos Serrano (D-NY) obtuvo una co-pia del expediente de Albizu y otros ms con menos tachadu-ras que la copia que recib en 1990, me permitira agregar ms

datos a esta edicin si no fuera porque la copia que obtuvedel Senado de Puerto Rico en no pocos casos resulta ilegiblepor tratarse de sucesivas reproducciones fotostticas de otrascopias. Por esa razn no me es posible aludir a toda la infor-


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macin que de otro modo estara disponible. Por consiguienteincluyo solamente aquellos datos que, adems de ser legibles,

los consider de suciente relevancia para el logro del prin-cipal propsito de este trabajo: crear consciencia. Cuando lohaga identicar el documento como proveniente de lo quedenominar CCS (copia congresista Serrano). Debo sealarque Albizu no pas 27 aos connado en el sistema carce-lario de Estados Unidos, como arma el congresista Serranoen Hispanic Link News Servicecon fecha del 9 de abril de 2000bajo el ttulo Dialogue Opens About FBI/Carpeta Questions(hp://www.puertorico-herald.org).

El Autor.

Agentes policiales que intervinieron en el arresto de Albi-zu en 1954. (ANPR)


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primera parte

1936-1947


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CARPETA1

En una carta fechada el 15 de enero de 1936, dirigida aJohn Edgar Hoover, director vitalicio del Negociado Federalde Investigacin (FBI) del Departamento de Justicia de Es-tados Unidos, el entonces scal del Tribunal de Distrito deEstados Unidos en Puerto Rico, Cecil Snyder, solicit con ca-rcter de urgencia que un agente del FBI fuese enviado inme-diatamente a Puerto Rico con la encomienda de realizar unainvestigacin encubierta de las actividades de un grupopoltico conocido por Partido Nacionalista.3Seala en su mi-siva el scal Snyder que el referido grupo se propone sepa-rar a Puerto Rico de Estados Unidos con el n de convertirloen una repblica y agrega que el mismo ha estado dirigidodurante los anteriores siete aos, aproximadamente, por un

tal Pedro Albizu Campos, quien es virtualmente el dictadorde todas sus polticas y actividades. Como fundamento desu profunda preocupacin, Snyder le informa a Hoover quedurante aos recientes, Albizu y otros miembros de su parti-do han publicado en la prensa local (sic) numerosos artculosinsultando a Estados Unidos y sus instituciones y esforzndo-se por incitar a los puertorriqueos contra Estados Unidos.El scal hace entonces un recuento de las actividades delPartido Nacionalista; de los discursos de Albizu por toda laisla desde el ao de 1928 a favor de la independencia y encontra de la explotacin de Puerto Rico y sus ciudadanos;de los artculos publicados en el semanario La Nacinen losaos de 1932 y 1933; de varios actos fsicos de desorden; dela colocacin de bombas en edicios privados y del gobier-no insular en San Juan y en otros lugares; as como de las

declaraciones inamatorias de Albizu Campos y varios desus secuaces durante los sepelios de los Nacionalistas que laPolica de Puerto Rico asesin en la denominada Masacre deRo Piedras.4


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Snyder alude adems a la fundacin del semanario LaPalabraluego de La Masacre de Ro Piedras y de una espe-

cie de milicia que usa camisas negras como modo de identi-carse. Agrega que el Partido Nacionalista ha iniciado unacampaa de reclutamiento y de recaudacin de fondos parasu llamado Ejrcito de Liberacin. Estos hechos llevaron aSnyder a concluir que Albizu Campos indudablemente estplanicando usar las prximas elecciones en noviembre de1936 como foco principal para sus actividades. En justica-cin de su alarma agrega que, tanto el Gobernador, como elDepartamento de lo Interior, han consultado el asunto con ly, adems, el presente Gran Jurado me ha preguntado si hayalguna accin que pueda tomar al respecto. El scal Snyderestaba en la creencia de que Albizu y sus seguidores habanviolado las Secciones 4, 6, 7, 8, 344 y 345 del Cdigo Penal deEstados Unidos. Est implcito en la citada carta que all parael ao de 1936 Albizu era una gura no muy conocida para la

scala de San Juan.El que Snyder logr transmitirle su alarma a Hoover lo

demuestra el hecho de que el siguiente 29 de enero, tan slodos semanas despus de escribir su carta, Hoover orden rea-lizar un estudio general del movimiento Nacionalista enPuerto Rico. As se desprende de una carta de tres pginasdel 8 de febrero de 1936 donde el agente Edgar K. Thompson

le notica que el estudio general ya haba sido realizado y quela preparacin del informe tomara tres das ms debido alo extenso del mismo. El agente expresa que si lo nico quese interesaba hasta ese momento era un estudio general, losagentes asignados al mismo saldran de regreso por barco elsiguiente 13 de febrero y que, de no hacerlo en esa fecha, ten-dran que esperar hasta el da 21. El agente Thompson informaque la investigacin fue conducida de modo muy discreto

y que no encontraron pruebas de violaciones de estatutosfederales en vigor, sino slo rumores (hearsay). A renglnseguido provee un resumen breve del informe. El contenidodel resumen hace que Hoover ordene continuar la investiga-


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cin una semana ms y que se obtenga durante ese perodotoda la informacin posible.

Thompson comienza sealando que parece ser un hechoque Pedro Albizu Campos, ho ilegtimo de un comercianteespaol [sic]y una mujer negra, nacido hace unos cuarentaaos en Ponce, Puerto Rico, se ha instalado a s mismo comoPresidente de la Repblica de Puerto Rico en Aguas Buenas,P. R., donde est rodeado por un gabinete y una compaade cadetes supuestamente armados. El padre de Albizu eranatural de Ponce. El autor del resumen advierte que, aunque

los cadetes no despliegan armas durante sus ejercicios mili-tares pblicos, se dice, sin embargo, que estas compaas stienen armas que han sido escondidas en varias partes de laisla y que las mismas son tradas de contrabando de EstadosUnidos, Espaa, y otras repblicas americanas, especialmen-te de Cuba, de donde el Partido Nacionalista se alega que haimportado un nmero de miembros del ABC con experiencia

en la preparacin de bombas y otros explosivos.5

El agente seala que, mientras unas personas comentaronque ha llegado el momento de hacer algo con el n de des-bandar el partido, otras, entre ellas el scal federal, creen quecualquier accin drstica en contra de [Albizu] Campos y deunos pocos de sus lugartenientes podra agravar seriamen-te la situacin, ya que las masas consideraran un martirio elenjuiciamiento de los lderes y recurriran, con toda [probabi-lidad], a actos desesperados. El resumen termina con la si-guiente advertencia: Es la creencia general que se intentaruna revolucin para las elecciones de noviembre de 1936.

El siguiente 13 de febrero, Hoover le envi un mensajepor radio naval a Thompson al hotel Palace de San Juan quedeca: CONTINE INVESTIGACIN POR UNA SEMANAMS Y OBTENGA TODA LA INFORMACIN POSIBLE EN

ESE PERODO. El mensaje le fue ledo a Thompson a las 8:00de la noche.

Segn se desprende del citado expediente, Hoover recibiun informe de Thompson y otro del agente Dante Dilillo, de la


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ocina de Pisburgh, sobre su conjunta investigacin super-cial. El primero, con fecha del 19 de febrero de 1936, consta

de 21 pginas y cubre el perodo del 3 al 10 de febrero de eseao. El segundo cubre del 10 al 20 de febrero, consta de 29 p-ginas y tiene fecha del 26 de febrero. Algunas de las pginastienen tachaduras y no son totalmente legibles. Es, pues, enfebrero de 1936 cuando el FBI procede a char a Albizu, conlo que inicia una persecucin sistemtica del prcer hasta untiempo despus de su sepelio al cabo de unos 30 aos. Comoveremos ms adelante, Hoover se ocup de manejar su perse-cucin personalmente.

Adems de la informacin contenida en el resumen, elFBI establece en el primer informe que Snyder se retract desus armaciones en la carta a Hoover en el sentido de que elGobernador de Puerto Rico y el jefe del negociado de territo-rios y posesiones del Departamento de lo Interior lo habanconsultado en torno a las actividades de Albizu. Al ser en-

trevistado por el FBI, tal cual l mismo lo haba solicitado,Snyder do que en verdad ellos no lo haban consultado na.Adems, el scal federal Snyder rectic, sin asomo de rubor,su aseveracin en el sentido de que el Gran Jurado le habapreguntado si podan ellos tomar alguna accin en el asunto.

Durante la entrevista, dice el informe, el seor Snyder nopudo decir denitivamente cuntos miembros del Gran Ju-

rado le haban hecho el alegado acercamiento. Agrega que,aparte de la informacin general aqu mencionada, el scalSnyder no pudo proveer hecho alguno ni informacin algunamediante los cuales fuera posible obtener los hechos necesa-rios para probar [su] alegacin. Snyder le asegur al agentedel FBI que lo entrevist que de tener alguna prueba admisi-ble, no vacilara en instituir procesos criminales contra PedroAlbizu Campos, lo que demuestra que careca de fundamen-to legal alguno para acusarlo. Luego Snyder condicion suopinin sealando que, toda vez que el enjuiciamiento de Al-bizu Campos podra reaccionar desfavorablemente, es decir,podra inducir a sus seguidores a creer que era un mrtir de la


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causa, l, el seor Snyder, no instituira tales procesos sin estarautorizado por la ocina del Procurador General en Washing-

ton, D. C. Con esta armacin de Snyder queda demostradala naturaleza poltica del subsiguiente enjuiciamiento de Albi-zu. Adems, hemos visto su admisin de que no tena con qusostener acusaciones en su contra.

La falta de base legal, por oja que fuera, para fabricarleun caso a Albizu, cambi desde el momento en que, el 23 defebrero de ese ao, Hiram Rosado y Elas Beauchamp ajusti-

ciaron al jefe de la Polica de Puerto Rico, coronel Elisha Fran-cis Riggs. (Aunque el caso no cay dentro del perodo que cu-brieron los referidos informes, los hechos s ocurrieron antesde los informes ser sometidos a Hoover).

El primer informe incluye una breve biografa de Albizuy el contenido de una hoja suelta dirigida a los socialistas,republicanos, liberales, comunistas, de Puerto Rico, herma-nos en la esclavitud, en la que se insta a la guerra contra elinvasor y se arma que la revolucin est en pie. Dichoinforme establece como un hecho que el Partido Nacionalis-ta est reclutando voluntarios para el ejrcito de liberacin yque los ejercicios militares estn basados en el sistema ale-mn, el cual es el tipo usado en la mayora de las repblicassuramericanas debido al hecho de que las escuelas militaresen esos pases tienen de instructores a ex ociales del ejrcito

alemn.Al igual que lo hace el primer informe, el segundo alude a

los sucesos conocidos como La Masacre de Ro Piedras y a lasdeclaraciones de Albizu durante los servicios fnebres paralas vctimas; a los sucesos del 16 de abril de 1932 en el Capito-lio6y a la carta en la cual el doctor Cornelius P. Rhoads cone-sa que ha asesinado a ocho personas y les ha trasplantado el

cncer a varias ms.7

El informe hace un breve recuento de lahistoria poltica de Puerto Rico a partir del ao de 1900, dosaos despus de la ocupacin americana de la isla hasta estafecha (sin nfasis en el original). Sobre el Partido Nacionalis-ta dice que el mismo aboga por la inmediata e incondicional


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independencia de Puerto Rico por la fuerza de las armas si esnecesario.

Al ser entrevistado por el FBI, Riggs do que tena dos in-formantes en Aguas Buenas que lo mantenan al tanto de to-dos los planes del Partido Nacionalista y que asignaba uno oms detectives a los actos pblicos del partido. Estos tomabannotas de las expresiones pblicas de Albizu. Seal Riggs,adems, que toda la informacin que la Polica ha obtenidoha sido sometida al Procurador General de Puerto Rico, quien

le ha noticado que hasta la fecha [Albizu] Campos y sus sub-alternos no han violado estatuto alguno. De acuerdo con elreferido informe, Riggs asegur que la matrcula del PartidoNacionalista era bastante pequea y estaba disminuyendo;que debido a la falta de dinero y de organizacin, una re-volucin de este partido sera prcticamente imposible, peroque [Albizu] Campos estaba siguiendo las tcticas utilizadasen la rebelin irlandesa bajo De Valera. Riggs advirti que,

como parte de tales tcticas, algunos miembros radicales delpartido demostraran la existencia del mismo asesinando aamericanos prominentes en la Isla, tales como el Gobernador,el Jefe de la Polica, o algn otro ciudadano americano pro-minente. El agente que redact el informe intercala aqu queRiggs fue asesinado el domingo 23 de febrero de 1936 pordos jvenes miembros del Partido Nacionalista. El informe

menciona a varias personas prominentes, entre estas, milita-res, abogados y banqueros, quienes opinaron que el PartidoNacionalista no estaba en condiciones ni econmicas ni orga-nizativas para una sublevacin armada. Hubo quienes alega-ron que Albizu embaucaba a sus seguidores, a quienes descri-bieron como principalmente negros y estudiantes. Uno de los in-formantes fue Manuel V. Domenech, a quien el autor del informedescribe como un puertorriqueo que es asesor econmico del

gobernador Blanton Winship.8Domenech aludi a la condicineconmica del Partido Nacionalista y arm que Albizu era unhombre muy pobre y que no vivir mucho porque est padecien-do de tuberculosis. Otro informante fue C. Shear, gerente de


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la sucursal de San Juan del Chase Manhaan Bank. Schear doque no le preocupaba de modo alguno el Partido Naciona-

lista o el propuesto plan de Campos para la independencia dePuerto Rico; que el Movimiento era un chiste y el partidoun racket aunque Albizu era sincero en sus creencias. Enreferencia a los Cadetes de la Repblica, el banquero Scheararm que la vasta mayora de los seguidores de Camposson negros y usted sabe lo que le gustan a un negro los uni-formes y los desles. Schear pronostic que el Partido Na-cionalista nunca sera lo sucientemente fuerte para intentarderrocar el gobierno.

El general y gobernador Blanton Winship no pensabaigual. Segn el informe, Winship do que las actividades delPartido Nacionalista le causaban seria preocupacin; que enel momento en que Albizu violara alguna ley federal l actua-ra de acuerdo a Derecho; que consideraba las actividades delpartido como muy peligrosas para el gobierno establecido

en la isla y que l estaba haciendo todo en su poder paraderrotar las metas de esta organizacin.

El ex scal federal y ocial de la llamada Guardia Na-cional, Harry Besosa, conoca personalmente a Albizu, segndo, pero no tena informacin para ofrecerle al FBI ms allde corroborar la informacin general que haba recibido deotras personas en relacin con el Partido Nacionalista.9Besosa

do que l personalmente no consideraba a dicho PartidoNacionalista muy seriamente; que el partido, en vista de suinsignicante (negligible) matrcula nada lograr; que l, per-sonalmente, cree que si las autoridades apropiadas llamarana Campos y le hicieran comprender que la propaganda an-tiamericana de su partido puede causarle serios problemas,l, Campos, impartira instrucciones a sus lugartenientes dedesistir de sus actividades antiamericanas. El seor Besosaarm que l cree que Campos no es directamente respon-sable de los actos de sus lugartenientes y demostr con suspredicciones lo poco que lo conoca.


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Besosa desvi la atencin hacia Jos Enamorado Cuesta.Do conocerlo y que ste haba sido primer teniente en el ejr-

cito de Estados Unidos a pesar de lo cual rehusaba hablar in-gls. Agreg que esa negativa a hablar ingls a pesar de queestaba muy familiarizado con ese idioma le cost un des-acato y una condena de crcel en el tribunal federal cuando seneg a responderle en ingls a un juez. El ex scal federal Be-sosa lo describi como uno de los miembros ms activos delPartido Nacionalista y para ilustrar cunto los nacionalistasodian al gobierno americano y sus instituciones arm queno permiti que el alguacil pagara por su transportacin a lacrcel y pag l mismo por todas las comidas y las necesida-des durante su perodo de connamiento. Termin diciendoBesosa que Albizu no estaba al presente muy bien balancea-do mentalmente; que su inters en la presidencia del parti-do se deba al poco dinero que pueda haber en eso o por elprestigio entre sus seguidores; que Campos no iniciar una

revolucin y que no era el tipo de hombre que recurrira aactos terroristas con el propsito de alcanzar la independen-cia de la isla de Puerto Rico.

El informe del 26 de febrero de 1936 alude a una entre-vista del agente Dilillo con otro abogado y ocial de la llama-da Guardia Nacional, Francisco Parra Toro.10Este informantedo que lo que saba sobre el Partido Nacionalista era slo de

referencia (hearsay), pero provey una breve biografa (shortlife history) de Albizu, a quien do conocer personalmente. Pa-rra Toro le do a Dilillo sin encomendarse a nadie que Albizuera un pervertido. Aparentemente a Dilillo le sorprendiun epteto que nadie haba utilizado para referirse a Albizu,pues tal parece que le pregunt qu quera decir con perver-tido. Dice el agente del FBI en la pgina 20 del referido infor-me que Parra Toro explic que por pervertido l, el seor

Toro, quiere decir que Campos, siendo ho ilegtimo, siendonegro, habiendo sido rechazado, descuidado por los blancos,se amarg tanto que empez a odiar a los blancos en general y


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a los americanos en particular y al no tener otros medios paravengarse, organiz el Partido Nacionalista.

Cabe sealar en este instante que la madre de Parra Toro es-taba emparentada con Albizu, aunque no por lazos de sangre.Veamos: Doa Matilde Toro Labarthe, madre de Parra Toro, eraha de don Jos Toro Ganda y de doa Josefa Labarthe Tirado.Por otro lado, un hermano de don Jos, don Lino Toro Gan-da, era esposo de doa Rita Albizu Romero (nacida en 1853).Por consiguiente, doa Rita, por ser esposa de don Lino, era

ta poltica de doa Matilde. Pero doa Rita a su vez era her-mana de don Alejandro Albizu Romero, padre de don PedroAlbizu Campos, por lo que, adems, doa Rita era ta deAlbizu y don Jos, abuelo de Parra Toro, era concuado dedon Alejandro.11En resumen, la madre de Parra Toro y Albizutenan una ta en comn aunque no los una vnculo algunode sangre. Por cierto, Rita era el nombre de la hacienda de donAntonio Albizu Ordez, padre de don Alejandro y de doa

Rita y abuelo de Albizu.As que el capitn de la llamada Guardia Nacional de

Puerto Rico, Francisco Parra Toro conoca personalmente aAlbizu por muy buenas razones. Su evidente desprecio visce-ral por esa persona a quien aos despus los puertorriqueosle erigieron una estatua en el barrio donde naci, parece serdel que suele surgir de los roces y prejuicios de familias anta-

gnicas inmersas en profundos y diversos conictos sociales.A Parra Toro s que le preocupaba el lento, pero crecientexito de Albizu en el proceso de organizar el partido, lo cualconstitua una amenaza no slo para el gobierno invasorde la patria de ambos, sino incluso para el sector del puebloinvadido que no simpatizara con sus postulados.

Pues bien, el 5 de marzo de 1936, el gobierno de Estados Uni-

dos expidi rdenes de arresto contra Albizu y otros altos lderesdel Partido Nacionalista bajo acusaciones de conspirar para de-rrocar el gobierno que ya el propio FBI haba denominado deocupacin. La Masacre de Ro Piedrashaba generado el acto


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abierto que Riggs haba estado esperando que los Nacionalis-tas cometieran, el cual fue, irnicamente, la ejecucin del propio

Riggs por los Nacionalistas Hiram Rosado y Elas Beauchamp.En un mensaje dirigido a Hoover va radio naval en la fe-

cha de marzo ya sealada, el scal Snyder informa que, aun-que cree tener ahora sucientes pruebas para sostener unaacusacin ante el Gran Jurado, se trata de un caso de tre-mendamente seria magnitud, por lo cual solicita que venganpor avin inmediatamente tres agentes especiales, prefe-

riblemente de apariencia latina, que hablen espaol. ArmaSnyder que por varias razones la polica local ha sido de pocaayuda. Seis das despus llegaron a San Juan dos agentes es-peciales y otros dos fueron asignados al caso. En una carta del14 de marzo de 1936, el agente Dilillo le informa a Hoover delos arrestos, los allanamientos y la incautacin de una grancantidad de prueba documental. En torno a la muerte deRiggs, Snyder le do al agente del FBI que no haba contem-, Snyder le do al agente del FBI que no haba contem-

plado tomar accin dentro de la jurisdiccin federal, pero fuecompelido por el gobernador Blanton Winship a hacerlo,pues ste insisti en que se hiciera algo en la esfera federal.Lo que se hizo en la esfera federal fue acusar a Albizu, enjui-ciarlo, reenjuiciarlo ante un Jurado manipulado, expatriarlo yencarcelarlo. El agente agrega a rengln seguido:

Para la informacin del Negociado es bueno sealar que, deacuerdo con la informacin recibida y observaciones hechas,el asesinato del coronel Riggs ha sido enteramente olvidado.Lo que no ha sido olvidado es el asesinato de los dos Naciona-listas confesos que cometieron el asesinato [a su vez asesina-dos] por la Polica estatal en la estacin policial despus de serarrestados. La accin de la Polica ha creado una situacin muytensa en Puerto Rico, donde todos los americanos ahora andan

armados o con guardaespaldas, procurando evitar ser vctimasde represalias.

El agente le informa a Hoover, adems, que 200 policashan sido reclutados y que las armeras de la llamada Guar-


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dia Nacional estn bajo constante custodia y equipadas conradios de onda corta; que se ha llamado a una huelga general

en las escuelas de toda la isla para el 18 de marzo en protestapor el arresto de [Albizu] Campos y sus asociados, y que,en breve, la situacin aqu es vista como muy seria para losamericanos.

El ao de 1936 comenz con violencia, como haba ter-minado el de 1935, cuando el 26 de enero, en Utuado, resultherido en un intercambio de disparos con dos agentes de la

Polica el joven Nacionalista Luis Baldoni Martnez. Un agen-te result tambin herido. Fue Baldoni quien cinco aos antes,aproximadamente en noviembre o diciembre de 1931, le hizollegar a Albizu el original de la carta en la que el ya mencio-nado doctor Rhoads confes los asesinatos que haba cometi-do. Luego vinieron el ajusticiamiento de Riggs apenas un mesdespus y los asesinatos de Rosado y Beauchamp, este ltimoex condiscpulo de Baldoni en la escuela elemental. El mismo

da muri en Utuado en un enfrentamiento con la Polica, elNacionalista ngel Mario Martnez. A propsito, fue en oca-sin de conmemorar la muerte de ngel Mario Martnez queAlbizu do al presentarle al pblico al padre de ngel Mariolas siguientes palabras que resultaron profticas para l: Latragedia de los grandes hombres ha sido muchas veces quesus hos no han estado a la altura de la grandeza de sus pa-

dres. Y agreg: Aqu est un padre superado en su grande-za por un ho.12

De la referida carta del 14 de marzo de 1936 a Hoover,surge que el gobernador Winship estaba dirigiendo por suparte otra investigacin del asunto, para lo cual haba gestio-nado que le enviaran detectives puertorriqueos de la Ciudadde Nueva York y de Detroit, Michigan, para labor encubier-ta. (Dicho sea de paso, algunos estudiosos sostienen que elpresidente Roosevelt envi a Leahy a sustituir a Winship conel propsito de ambos disear conjuntamente un plan paraconvertir gran parte del oriente puertorriqueo, incluyendolas islas-municipios de Vieques y Culebra, en la mayor base


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naval de Estados Unidos en el Atlntico.13Dice el lder inde-pendentista Juan Mari Bras que por eso Roosevelt envi a

Leahy a Puerto Rico como gobernador, para dejar en el aoque ocup el puesto, todo ese diseo en operacin. Otro lderindependentista hace igual sealamiento. Dice Carlos Gallisque el nombramiento de Leahy lo hizo Roosevelt para acele-rar la construccin de [la base naval de] Roosevelt Roads y am-pliar el complejo naval de esa base con Vieques y Culebra.14El hecho de que Winship haya recorrido a caballo al menosparte del territorio viequense sugiere la probabilidad de quehaba iniciado ya el proceso de evaluacin sobre el terreno delas caractersticas geogrcas de Vieques. Hay que recordarque Winship, al igual que Leahy, era un militar de alto rango,por lo que no era imprescindible que Roosevelt lo desplazarade la gobernacin tan slo para los propsitos sealados. Esprobable, sin embargo, que las presiones de Vito Marcanto-nio provocaran la destitucin de Winship, como sostuvo el

congresista, y que la seleccin de Leahy obedeciera a lo quesealan los citados lderes independentistas. Aun as, podrahaber sido Winship quien iniciara el proceso de convertir lasdos islas en bastiones navales. De todos modos, Leahy podahaber venido con los propsitos que se le atribuyen aunqueWinship fuera el gobernador colonial).

Mientras tanto, el anterior 7 de marzo Hoover le haba en-

viado un memorando a su jefe, el Procurador General de Esta-dos Unidos, en el cual le comunicaba el contenido del mensajede Snyder de dos das antes y le noticaba que haba enviadodos agentes a San Juan. Ese mismo da, Hoover le enva unacarta a Snyder en la cual acusa recibo de su telegrama fecha-do el 4 de marzo de 1936 y de su subsiguiente telegrama del5 de marzo de 1936. El telegrama del 4 de marzo no gura enel expediente, pero del segundo y ltimo prrafo de su carta

podemos inferir que, durante la investigacin que hizo el FBIen el mes anterior, Snyder provey material que los agentesle llevaron a Hoover. De una carta de Hoover del 12 de marzode 1936 dirigida al agente a cargo de la ocina de Florida se


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desprende que los agentes enviados a San Juan fueron EdgarK. Thompson y Dante Dilillo.

Aparentemente es a mediados de marzo de 1936 cuandoel FBI se percata de la existencia de una Junta Municipal delPartido Nacionalista en la Ciudad de Nueva York, por unacondencia de una mujer cuyo nombre fue tachado en micopia del expediente15y que en la segunda copia del mismo(CCS) es identicada como Carmine Higgs en carta con fechadel 17 de marzo del agente R. Whitley, a cargo de la ocina

de Nueva York, a Hoover; en otra carta de Hoover al agenteDilillo; y en tres de las trece pginas a espacio sencillo de uninforme de Whitley de 30 de marzo que cubre los das 26, 27y 28 de ese mes, todos de 1936. El informe de Whitley alude ainvestigaciones realizadas en Nueva York durante esos das ydice en su seccin de resumen: Se ha constatado que la Jun-ta nacionalista puertorriquea est localizada en el segundopiso del nmero 2163 de la Octava avenida, Ciudad de Nueva

York. Otra rama desde la cual se distribuye literatura subver-siva est localizada en el nmero 26 del lado este de la calle116. En espera de instrucciones para realizar allanamientos deesos lugares.

En la Octava Avenida nmero 2163 resida el militanteNacionalista Carlos Vlez Rickeho, segn me inform LydiaCollazo Corts, militante Nacionalista residente entonces en

aquella ciudad. Higgs, quien resida en el nmero 515 al oestede la calle 143 en El Bronx, le do al agente autor del informesobre una reunin reciente en el saln de bailes Park Palaceque el Partido Nacionalista haba convocado con el propsitode protestar por el arresto de Albizu.16Segn Higgs, el con-gresista Vito Marcantonio hizo un discurso inamatorio enfavor del pueblo de Puerto Rico y en contra del imperialis-mo yanqui. Sigui relatando la informante que dos conoci-dos lderes del Partido Comunista de Estados Unidos, Ford yRobert Minor, instaron a los puertorriqueos a continuar sulucha para lograr liberarse de los imperialistas americanos.Durante aquella reunin se recogi dinero para un fondo re-


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volucionario. La misma termin como el rosario de la auroracuando muchos de los Nacionalistas presentes resintieron

el que los comunistas supuestamente estuviesen inyectn-dole sus doctrinas al Movimiento Nacionalista Puertorrique-o. Unos das despus de ese testimonio, Higgs se reuninuevamente con Thompson y le cont que un chfer de taxisde nombre Carlos Torres, con residencia en el nmero 615 aloeste de la calle 143, le haba dicho que un amigo de ElasBeauchamp y de Hiram Rosado le haba comentado que sesupona que l (el amigo) viajara con ellos a Puerto Rico paraejecutar al coronel Riggs.

Subsiguientemente, el 27 de marzo de 1936, el agenteThompson fue acompaado por dos agentes de la Polica alnmero 87 de Hamilton Place, donde Luis de La Fuente, aliasSergio Bencosme, fue asesinado.17 All localiz al puertorri-queo Pablo Jos Santiago Lavandero y lo invit a acom-paarlo a la ocina, a lo que Santiago Lavandero accedi.

En una declaracin jurada de ocho pginas que hizo ante elagente L. G. Turron del FBI, ocina de Nueva York, SantiagoLavandero do que fue miembro ejecutivo de la FederacinNacional de Estudiantes, brazo estudiantil del Partido Na-cionalista y que ingres en el Ejrcito Libertador a principiosde enero de 1936.

El 1ro de abril de 1936 Hoover le enva al agente Edgar K.

Thompson al cuidado del administrador del correo, una cartacon la cual le acompaa copia de la que el doctor CorneliusP. Rhoads haba escrito en 1932 con su confesin de mltiplesasesinatos. Le dice Hoover a Thompson que la carta est diri-gida a Ferdie, cuya identidad al presente se desconoce. SiHoover desconoca la identidad de Ferdie es porque no leinteresaba conocerla, pues este autor la descifr medio siglodespus de los hechos en cuestin de horas. Lo que s le inte-res a Hoover fue informarle a Thompson que, de un modoque tampoco conoca, la carta fue a parar a manos de Albizuy que ste aluda a la misma frecuentemente durante sus dis-cursos.18El resto del referido informe de Thompson expone


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las declaraciones de un puertorriqueo residente en la ciudadde Nueva York.

El siguiente 8 de abril, el agente a cargo de la ocina dePuerto Rico, E. A. Tamm, le informa a Hoover que Brian Mc-Brian Mc-Mahon, Procurador General Auxiliar, lo llam para decirleque haba recibido una comunicacin del Negociado ree-jando los resultados de la investigacin en la Ciudad de Nue-va York, es decir, que la investigacin ha sido detenida en es-pera de instrucciones del Negociado y que le pareci que a

McMahon le preocupaba que la referida investigacin fuesedescontinuada. Segn Tamm, McMahon le haba dicho que legustara que las mismas continuaran para ver qu podemossacar all porque en el Departamento de Justicia temanque los acusados saldran absueltos. Le do Tamm a Hoover:

El seor McMahon pareci algo preocupado por la desconti-nuacin de esta investigacin en la Ciudad de Nueva York ydo que, de ser ello posible, quisiera que la misma continuasepara ver qu podemos sacar all. Seal que ellos temen unaabsolucin en Puerto Rico y, a modo de carta de reserva, quie-ren mantener el caso de Nueva York en el trasfondo de maneraque, si los acusados de hecho resultaran absueltos, puedan sersacados de Puerto Rico y juzgados en Nueva York por el cargode conspiracin.

Es evidente que el Departamento de Justicia considerabaque estaba muy ojo su caso contra los lderes Nacionalistas,tal cual result ser la apreciacin del panel de jurados. Es ob-vio, adems, que el Departamento de Justicia tena el rme pro-psito de obtener un veredicto de culpabilidad a toda costa.

En la referida misiva, el agente Tamm conrma algo delo cual el independentismo en Puerto Rico siempre ha estado

convencido. Le do Tamm a Hoover: Le de al seor McMa-McMa-hon que usted est manejando personalmente este caso, peroque le dara conocimiento de su solicitud al respecto. Tresdas despus, el 11 de marzo, la ocina de San Juan somete


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un informe de 77 pginas en el cual da cuenta de las acusa-ciones contra Albizu por el Gran Jurado el siguiente 3 de abril

por violacin de las Secciones 4, 6, 7 y 88 del Ttulo 18 delCdigo Penal de Estados Unidos. Seran acusados, adems,Juan Antonio Corretjer, Luis Florencio Velzquez, su ho Ju-lio Hctor, Rafael Ortiz Pacheco, Clemente Soto Vlez, JuanGallardo Santiago, Pablo Rosado Ortiz y Erasmo VelzquezOlmedo. Al nal de un memorando del 10 de abril de 1936Hoover le informa al secretario de justicia que el scal federalha retirado los cargos contra Juan Juarbe Juarbe, contra quienpesaban acusaciones desde el principio. Hoover no mencio-na explicacin alguna y agrega: Sin embargo, adems delos previamente indicados, se estn agregando las siguientespersonas a las acusaciones: Rafael Ortiz Pacheco, instructormilitar del Ejrcito Libertador; Julio H. Velzquez, instructormilitar auxiliar; Flix Feliciano, a cargo de reclutamiento enHumacao y Juan Gallardo Santiago, a cargo de reclutamiento

en Mayagez. (Flix Feliciano no fue incluido en este grupo).Un informe de la ocina de San Juan del FBI del 11 abril

1936, indica que el ttulo del asunto ha sido cambiado paraleer as: Pedro Albizu Campos; Juan Antonio Corretjer; LuisF. Velzquez; Rafael Ortiz Pachecho, alias Rafael A. Ortiz; JulioH. Velzquez; Clemente Soto Vlez; Juan Gallardo Santiago;Pablo Rosado Ortiz, alias Pablo Morreno (sic) Rosado; Erasmo

Velzquez. En su seccin de detalles, el informe explica: Elttulo ha sido cambiado debido a que han sido agregados losnombres de Rafael Ortiz Pachecho, Julio H. Velzquez y JuanGallardo Santiago; para corregir el nombre de Pablo RosadoOrtiz, previamente informado como Pablo Morreno Rosado ypor razn del hecho de que el nombre de Juan Juarbe Juarbese elimina, ya que no fue acusado. La prensa inform que elgobierno de Estados Unidos opt por retirar los cargos contra

Juarbe porque supuestamente no tena pruebas sucientes ensu contra.

Una carta fechada el 14 de marzo, 1936, originada en laocina de San Juan del FBI y dirigida a Hoover, menciona a


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Juan Juarbe Juarbe como uno de los siete lderes Nacionalistascontra quienes fueron radicadas acusaciones y contra quienes

se expidi rdenes de arresto el 5 de marzo de 1936. Los otrosseis fueron: Albizu, Luis F. Velzquez, Soto Vlez, Erasmo Ve-lzquez, Corretjer y Pablo Rosado Ortiz. Todos quedaron enlibertad al prestar 10,000 dlares de anza cada uno. En lareferida carta, el FBI identicaba a Juarbe como secretariopersonal del presidente del Partido Nacionalista. Es decir,mientras al secretario personal de Albizu se le retiran los car-gos, otros tres Nacionalistas, Julio H. Velzquez, Juan Gallar-do Santiago y Rafael Ortiz Pacheco son acusados. Los prime-ros dos fueron enjuiciados y encarcelados. El tercero, OrtizPacheco, huy despavorido el 9 de marzo de 1936 hacia LaRomana, Repblica Dominicana, seguido por su esposa EdithSnchez dos semanas ms tarde. El 7 de abril, los acusados,excepto Ortiz Pacheco, comparecieron ante el juez federalRobert A. Cooper, quien les ley los tres cargos. Los compa-

recientes permanecieron en libertad bajo anza. Un extensoinforme del agente Dilillo del 4 de abril de 1936 identica a al-gunas de las personas que proveyeron informacin sobre lasactividades de miembros especcos del Ejrcito Libertadoralgunos de los cuales describe e indica los cargos que ocu-pan y resume las declaraciones. Menciona, adems, las su-puestas pruebas sobre las cuales se apoya la scala federalpara instituir cargos en contra de los que resultaron acusados.Juarbe escolt a la familia de Albizu a Cuba sin pasaje de regre-so y los hos del prcer aprendieron a llamarlo To Juan.

Por otro lado, el siguiente 13 de abril, el Procurador Ge-neral de Estados Unidos, Homer Cummings, le pidi por es-crito al Secretario de Estado que a travs de sus funcionariosen Mxico investigara actividades de [Albizu] Campos enese pas. Durante la semana anterior, el FBI se encontraba

tramitando la autorizacin del Departamento de Estado paraque el scal Snyder entrevistara a los cnsules en San Juande Colombia, Mxico, Espaa, Repblica Dominicana, Cubay Venezuela. Todos los cnsules negaron tener o haber tenido


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contacto alguno con Albizu o que ste les hubiera hecho acer-camiento alguno. En la maana del 21 de julio de 1936, Hoover

le enva un breve memorando al agente Tamm en el cual ledice que McMahon le haba dicho que el panel de jurados queentendi en el caso contra Albizu y los otros Nacionalistas sehaba dividido, votando seis por la absolucin, cinco en contray uno abstenido. Le haba dicho McMahon a Hoover, adems,que haba hablado por telfono con el scal Snyder y que stele haba dicho que la situacin estaba tranquila, pero tensa,que ira a un nuevo juicio inmediatamente y que ahora tenaun nuevo panel de jurados que a l, a Snyder, le gustaba mu-cho. Un norteamericano a quien no le gust fue el popularpintor Rockwell Kent, quien tuvo conocimiento propio de lasilegales maniobras de Snyder para manipular los resultadosdel segundo juicio. Kent haba estado en una esta en La For-taleza, residencia ocial del Gobernador colonial, a la cual lohaba invitado el propio gobernador Blanton Winship. Los

invitados eran norteamericanos turistas y residentes de SanJuan y uno que otro nativo de clase econmica alta. Haca slohoras que haba terminado el juicio contra Albizu y los otrosNacionalistas y el fracaso de Snyder era el tema obligado. Unamigo de Kent le present al scal Snyder y se apartaron lostres a conversar sobre el caso. Snyder les do que el Departa-mento de Justicia le haba prometido respaldarlo hasta quelograra el veredicto que el gobierno deseaba a toda costa ydicho esto sac de un bolsillo un papel y se lo mostr al amigode ambos. Le do Kent al senador Henry F. Ashurst en cartadel 21 de mayo de 1939: El seor Snyder sac un papel desu bolsillo y se lo mostr a mi amigo dicindole: Este va aser mi prximo jurado. Qu te parece?. Recuerdo que miamigo estaba al tanto de los nombres y los puestos de todosexcepto uno de los enumerados en la lista y que le asegur al

seor Snyder que poda contar con ellos para el veredicto deculpabilidad. Esto pareca estar de acuerdo con lo que el seorSnyder ya saba.19


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Le dice Hoover a Tamm que le haba dicho a McMahonque Snyder debe tener mucho cuidado al seleccionar al nuevo

panel de jurados, ya que el sentimiento en Puerto Rico es muyantiamericano. Snyder s fue muy cuidadoso y constituy unpanel de jurados compuesto de diez norteamericanos y dospuertorriqueos muy vinculados [con] los intereses extranje-ros en Puerto Rico.20En el panel anterior haba siete puertorri-queos y cinco norteamericanos.

El juicio haba comenzado el 14 de julio, termin sin ve-

redicto cinco das despus y, efectivamente, el 27 de julio co-menz el segundo juicio, el cual termin a las 12:30 de la ma-drugada del 31 de ese mes. Ese mismo da el scal Snyder ledice en una carta al Procurador General de Estados Unidosque a los cinco minutos de haberse retirado el panel de ju-rados a deliberar en el [segundo] juicio, el veredicto era deonce a uno a favor de la culpabilidad de todos los acusados enlos tres cargos. Agreg que sin embargo, aproximadamente

ocho horas de deliberacin fueron necesarias antes de que elpanel de jurados de hecho rindiera su veredicto. La senten-cia de Albizu, tal cual la cita Snyder en su carta, fue comosigue: Seis aos en la penitenciara de Estados Unidos en At-lanta, Ga., en el primer cargo; connamiento por dos aos enla misma penitenciara en cada uno de los cargos segundo ytercero a ser suspendida al terminar de cumplir la sentencia

por el primer cargo, cuando se le pondr en probatoria porcuatro aos.Los convictos apelaron ante el Tribunal de Apelaciones

del Circuito de Boston y, mientras tanto, fueron encarceladosen la crcel La Princesa en San Juan.21El referido tribunal con-rm las convicciones y las sentencias y el 8 de junio de 1937fueron internados en la penitenciara federal de Atlanta, capi-tal de la provincia surea de Georgia, Estados Unidos.


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CARPETA2

Cuando Albizu se encontraba todava en La Princesa enespera de la determinacin del Tribunal de Apelaciones, unagente del FBI, presuntamente el que dirigi la investigacinque haba solicitado Snyder, le recomend al agente Tamm,de la ocina de San Juan, que no se enviara a Albizu a la crcelde Atlanta ni a la de Alcatraz, ya que Albizu era el nico delgrupo que no era blanco. En esas crceles, seal, sin dudasera vctima del racismo de los ociales encargados de losprisioneros, la mayora de los cuales, segn do, provenande estados sureos. Aludi el referido agente a la ya des-acreditada versin, divulgada sistemticamente por el propioFBI, de que las intransigentes posiciones ideolgicas de Albi-zu se deban a un amargo resentimiento que senta hacia la

raza blanca y especialmente contra los americanos luego deque, durante su servicio militar, se le asign a un regimientonegro. Presenta el autor de la misiva que Albizu les hara sa-ber a sus familiares y amistades que en la crcel era vctima dediscriminacin racial, lo cual seguramente sera publicado enel semanario Nacionalista La Palabra, el cual tiene sucientecirculacin para llegar a un gran nmero de personas. Desuceder esto, continu, sin duda causar numerosos comen-tarios editoriales, concentraciones masivas y marchas de pro-testa contra la llamada degradacin de un nativo de PuertoRico. Es completamente [probable] que su maltrato en prisincause asesinatos y otras violaciones de ley. Agreg el agente:

Sugerira, adems, que a Campos, quien es un hombre brillan-temente educado, se le asignen, inmediatamente despus de

su cuarentena, funciones de conanza acordes con sus dotesmentales. Entiendo que en las penitenciaras federales se en-sean varios cursos acadmicos y los servicios de Campos po-dran ser utilizados como maestro de ingls, espaol, francs,italiano o alemn, los cuales se dice que domina. De mi conver-


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sacin con l he formado la opinin de que es un hombre defuerte carcter y templada disposicin. Tiene, sin embargo, el

rasgo latino de entusiasmarse demasiado, lo que en ocasionesha causado que algunos de sus seguidores hayan recurrido aabiertos actos de violencia. Es un hombre profundamente re-ligioso y sus servicios en la penitenciara podran ser utiliza-dos en la esfera de la religin. Recomendara que no se le doportunidad de ensear historia, ciencias polticas o derecho,ya que, sin ser su intencin, podra transformar la clase en uncurso sobre nacionalismo puertorriqueo e independencia.

Grande fue el impacto de la personalidad de Albizu sobreeste agente del FBI cuando se arriesg a escribir esta apologade su adversario, la cual no viene a menos por el hecho deincluir advertencias realistas de naturaleza prctica. De he-cho, la preocupacin en torno a informaciones negativasque pudieran llegar a los medios de comunicacin en Puerto

Rico no careca de fundamento. En una carta de la ocina deSan Juan dirigida a Hoover, se informa que el diario El Mundohaba publicado en su edicin del 2 de octubre de 1937 unanoticia en primera plana bajo el ttulo a tres columnas Nece-sita inmediato tratamiento mdico el Lcdo. Pedro Albizu Campos.La noticia, originada en Nueva York, daba cuenta de los tra-bajos de la asamblea del Comit Norteamericano Pro PresosPolticos Puertorriqueos, cuyo presidente era Bayley W. Dif-Dif-

e. Andrew R. Newho, quien presidi la asamblea, informque haba visitado a Albizu durante una hora y que este seencuentra sufriendo un pobre estado de salud. Padece anemiay necesita inmediato tratamiento mdico.

El agente a cargo de la ocina de San Juan expresa en lareferida carta dos razones por las cuales le somete el asuntoa la ocina central del FBI: Si los Nacionalistas que visitan a

Albizu Campos le proveen a la prensa este tipo de informa-cin falsa, algn Nacionalista fantico de mente dbil enPuerto Rico podra creer que Albizu est muriendo lentamen-te debido a su connamiento y para ajustar cuentas, podra


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cometer un acto de violencia en Puerto Rico contra algn altoocial del gobierno. El agente agrega que la segunda ra-

zn y la ms importante es que tales informaciones las estnusando los Nacionalistas para iniciar propaganda y presincontra el gobierno federal con el n de lograr la inmediataexcarcelacin de Albizu sobre la teora de que su conna-miento es perjudicial para su salud y eventualmente le causa-r la muerte.

El alcaide de la crcel de Atlanta le haba informado el 3

de octubre al alguacil federal en San Juan que Albizu no esta-ba enfermo, pero estaba recibiendo tratamiento regular contrala anemia. De hecho, el expediente de Albizu en la crcel deAtlanta22revela que el 12 de agosto del 1937 tena 35% de he-moglobina y el 26 de septiembre siguiente fue hospitalizadopor [probable] tuberculosis pulmonar [...] no conrmada.Una radiografa del pecho realizada el 9 de octubre tuvo re-sultados negativos y fue dado de alta el siguiente 18 de octu-

bre. Al 13 de septiembre de 1938, tena 68% de hemoglobina ypara el 11 de mayo de 1939 haba aumentado a 82%.

De los documentos del FBI y de la crcel de Atlanta sur-ge, pues, que Albizu fue hospitalizado para recibir tratamientomdico al cabo de seis semanas de habrsele diagnosticado sucondicin y dos semanas despus de la denuncia pblica de quese encontraba enfermo. En un memorando del 1ro de noviembre

de 1937 dirigido a Hoover, Tamm alude a las informaciones pu-blicadas en El Mundoen las que se asegura que Albizu sufre dealta presin sangunea y debilidad del corazn, lo que el agen-te interpret que era parte de la campaa de ciertas personasdirigida a lograr la liberacin de Campos. Segn se informaen una carta del 25 de febrero de 1938 originada en San Juan ydirigida a Hoover, lareferida entidadPro Presos Polticos Puer-torriqueosestaba compuesta por numerosos norteamericanos,entre ellos siete graduados de Harvard, amigos de Pedro AlbizuCampos, y la preside Patrick L. Quinlan [...].

El 22 de diciembre de 1939, en carta dirigida a Hoover, laocina de San Juan alude una vez ms a esa supuesta campa-


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a, pero presenta otro ngulo. El autor de la carta le recuerdaa Hoover el caso de Rafael Ortiz Pacheco, uno de los acusados

con Albizu y quien, se recordar, abandon el pas rumbo ala Repblica Dominicana antes de los juicios. Dice el agente,cuyo nombre est tachado, que Ortiz Pacheco regres a laisla este ao y se entreg y, luego de repudiar pblicamenteal Partido Nacionalista, el scal le retir los cargos el 15 deenero de 1939. Desde entonces, contina la carta, conside-rable presin ha sido ejercida sobre el gobernador Leahy porel secretario de lo Interior, Ickes, y sobre el scal Snyder por elProcurador General Frank Murphy, por medio de cartas per-sonales y radiogramas en los que se le solicita su consejo entorno a si se le debe expedir un indulto presidencial a Julio H.Velzquez, el ms joven de los Nacionalistas convictos. JulioHctor era ho de Luis F. Velzquez.

El agente explica que hay un movimiento en pie dirigidoa lograr la liberacin de este muchacho debido a su juven-

tud y asegura que puede verse claramente que el prop-sito es el de clavar una cua de modo que con el correrdel tiempo, otros Nacionalistas puedan ser liberados por losmismos medios. Dice el agente que en las referidas comuni-caciones se alude al retiro de los cargos contra [Ortiz] Pache-co como una de las razones por las cuales se debe indultara Julio Velzquez. La misiva seala, adems, que existe un

indicio de que fuerzas de fuera del Departamento [de Jus-ticia de Estados Unidos] y quizs de dentro del mismo estnintentando (ilegible) este caso sealando que Albizu Camposy los Nacionalistas fueron convictos por su participacin enel motn del Domingo de Ramos. Se basa el agente delFBI en que, en un memorando que le provey al Negociadoel anterior 14 de noviembre, el Procurador General AuxiliarO. John Rogge dice lo siguiente en el primer prrafo rerin-

dose a Albizu: l fue sentenciado por participar en motinesdel Partido Nacionalista en Puerto Rico, el llamado motndel Domingo de Ramos, en el cual algunas personas resul-taron muertas.


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El agente dice estar en la seguridad de que en el Departa-mento de Justicia, al cual est adscrito el FBI, no han ledo los

informes que le han sometido, pues, en el mismo memoran-do el seor Rogge pide informacin sobre el historial de Al-bizu Campos, trasfondo y estado nanciero, todo lo cual yahaba sido informado en el ao de 1936. Esos informes indi-caban, adems, que el Partido Comunista de Estados Unidosno estaba conectado con el Partido Nacionalista. El agente sesorprende de que el Departamento de Justicia no supiera queAlbizu Campos y sus seguidores haban estado en prisindurante nueve meses sin anza cuando ocurri el motn delDomingo de Ramos. La referencia al Partido Comunista sedebe a que Rogge dice en el segundo prrafo de su memoran-do que el Departamento de Justicia cree que el Partido Nacio-nalista recibe ayuda nanciera de ese partido. El agente ledice a Hoover que El Negociado hara bien en determinarsobre qu hechos o rumores fundamenta el Departamento su

creencia porque, en mi opinin, el Departamento podra estarpidindole al Negociado informacin que ya ellos saben queser en la negativa luego de una investigacin por agentes es-peciales y podran usar esto en un memorando al ProcuradorGeneral o al Presidente de Estados Unidos para que indultea Albizu Campos diciendo que el Negociado fue incapaz deproveer informacin positiva alguna de que Albizu Campostiene vnculos con el Partido Comunista, etc. Agrega el agen-te que el FBI no investig los sucesos del Domingo de Ramospor no estar el asunto dentro de su jurisdiccin y arma que,no obstante, es un hecho comn, tanto aqu como en EstadosUnidos, que la Polica insular fue casi cien por ciento culpablede este terrible tiroteo [...]. La misiva termina con el sea-lamiento de que cada uno de estos Nacionalistas en Atlan-ta ha rehusado solicitar libertad bajo palabra y que, cuando

salgan, a cada uno le quedar una sustancial sentencia porcumplir en probatoria, mientras que, de ser indultados, es-taran en libertad de iniciar inmediatamente que regresen aPuerto Rico, la misma campaa que result en su presente


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sentencia, lo cual, en ausencia de un indulto, podra ser su-ciente para revocarles la probatoria.

Los argumentos fueron convincentes. El 3 de enero de1940, Hoover le enva al Procurador General un memorandode cuatro pginas sobre Insurreccin en Puerto Rico en elcual resume las actividades conspiradoras del Partido Na-cionalista bajo la direccin de Albizu y deja claramente esta-blecida su oposicin a que cualquiera de los Nacionalistas seaindultado.

Entretanto, Hoover haba recibido una carta del FBI enSan Juan en la que se le informaba que un organismo identi-cado como Defensa Obrera Internacional, les haba enviadocinco dlares a cada uno de los siete Nacionalistas arrestadospor intentar darle muerte al juez Robert A. Cooper el 8 dejunio de 1937. El dinero iba con una nota en la cual les decanque lo usaran para cigarrillos y para mantener su espritu enalto. Segn la noticia que public el diario El Imparcial, sobreuna mocin para rebaja de anza, fueron diez los arrestados.Estos fueron: Julio Pinto Ganda, Juan lamo, Manuel vi-la, Raimundo Daz Pacheco, Santiago Nieves Marzn, TulioMonge Hernndez, Dionisio Vlez, Juan Bautista Coln Ri-vera, Jess Casellas Torres y su primo Anbal Arzuaga Case-llas.23Segn inform el New York Times, los primeros tres noparticiparon directamente en el ataque a tiros, Casellas Torres

declar en contra de sus compaeros en una declaracin ju-rada y tanto l como su primo no fueron acusados.24Inform,adems, el referido diario, que Antonio Rivera Crdova, unapersona a la que identic como un Nacionalista de 19 aosque delat a los que atacaron al juez Cooper, se suicid el 29de agosto de 1937 con un tiro en la sien derecha luego de salirbajo anza acusado de atacar a un tal El Galgo porque estele haba dicho a la Polica que la dinamita hallada en su casaperteneca a l, a Rivera Crdova. Una hora antes de su cuer-po ser encontrado, Rivera Crdova le haba pedido 25 centa-vos a un polica para trasladarse a Ro Piedras, presuntamen-te desde San Juan.25


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En la referida carta del FBI, fechada el 26 de diciembre de1939, se alude a un informe del anterior 21 de diciembre en

el cual se menciona el hecho de que Pedro Albizu Campospublic una declaracin en la cual notica ocialmente que[Gilberto] Concepcin de Gracia ya no era su abogado [...].El resto de la oracin esta tachado.

Otra carta del FBI en San Juan, dirigida a Hoover el mis-mo 26 de diciembre, hace referencia a copias fotostticas deun artculo titulado La lucha por la independencia de Puerto

Rico, por Harry Robinson,26

las cuales haban sido someti-das con otra carta del anterior 29 de noviembre. En el artculose indica que el mismo haba sido obtenido de la publicacinllamada El Comunista. El epgrafe de esta carta del 26 de di-ciembre, as como el de la carta de cinco das antes ya cita-da, alude al Partido Comunista de Estados Unidos y a PedroAlbizu Campos. Aparentemente, entre nes de noviembre yprincipios de diciembre de 1939, el FBI comienza a percatarse

de la irrefutable existencia de nexos entre Albizu y el PartidoComunista de Estados Unidos. 27

Una carta suscrita el 11 de marzo de 1941 por el agenteR. G. Danner, encargado de la ocina de Atlanta, dirigida aHoover, indica que la cuestin de si Albizu haba perdido suciudadana americana por consecuencia de sus actividadesrevolucionarias debe ser referida al Departamento. Enten-

da Danner que, toda vez que Albizu haba nacido en PuertoRico en el ao de 1891, debe de haberse convertido en ciu-dadano americano al momento de recibir su comisin de o-cial del ejrcito de Estados Unidos. Probablemente la cuestinde si Albizu era o no ciudadano americano cobr importanciadentro del contexto de la emergencia nacional pertinentea lo que vino a ser la llamada segunda guerra mundial. Alrespecto, Hoover recomend el 3 de abril de 1941 que esteindividuo sea considerado para reclusin preventiva en casode una emergencia nacional. Hoover acariciaba jubiloso laidea de que la guerra en Europa le diera la dorada oportuni-


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dad de ver a Albizu connado ms all de cuando cumplierasu sentencia de seis aos.

En relacin con este asunto, Danner le informa a Hooverel subsiguiente 13 de abril que, segn le inform el Alcaidede la crcel de Atlanta, no era probable que Albizu fuese ex-carcelado el 4 de noviembre de ese ao, cuando sera elegibledebido a la bonicacin por buena conducta. La razn eraque ya Albizu haba indicado que no habra de aceptar condi-ciones para su libertad. As es que, aunque no se le detuviera

preventivamente, se vislumbraba que Albizu permaneceraen prisin por negarse a aceptar las condiciones de su senten-cia en probatoria. El Alcaide le do a Danner que le avisarasi Albizu era liberado o trasladado a otro penal, pero que eramuy improbable que fuese excarcelado antes del 3 de juniodel 1943.

En octubre de 1941, sin embargo, haba honda preocupa-cin en la ocina del FBI en San Juan ante la aparentementeinminente excarcelacin de Albizu y su subsiguiente regre-so a Puerto Rico. En una carta dirigida a Hoover, el agentea cargo de esa ocina, Roger F. Gleason, le do que el ocialfederal de probatoria en San Juan le haba noticado que envista de la buena conducta de Pedro Albizu Campos, este serliberado [...] el 6 de noviembre de 1941 y que deber llegar aSan Juan el 6 (sic) de noviembre de ese ao. Esto sera siete

meses casi exactos desde la fecha en la que Hoover haba soli-citado que se le retuviera como medida de precaucin. En sucarta de cuatro pginas (la segunda de las cuales la retuvo elFBI), Gleason expresa su preocupacin de que Albizu fueraliberado con todo y no haber rmado la documentacin per-tinente a su liberacin condicional tal cual haba sucedidocon los otros cuatro Nacionalistas que haban regresadoa Puerto Rico, quienes no rmaron estos papeles. Le pa-reca a Gleason que era parte del martirio de estos Na-cionalistas continuar desafiando (flaunt) al gobierno deEstados Unidos.


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Gleason no albergaba duda alguna de que Albizu rehusa-ra aceptar las condiciones requeridas para su excarcelacin

y presenta que, de regresar en las mismas condiciones quelo hicieron los otros, es decir, sin haber aceptado condicio-nes, sera recibido en el muelle por una tremenda multitudy numerosas pancartas inamatorias y, adems, surgira laagitacin que ocurre cada vez que un Nacionalista de estossale a la luz.

Agreg Gleason:

Me parece que la poltica de mandarlo para ac a pesar de ne-garse a rmar los usuales certicados en la penitenciara resul-tar en el innecesario desarrollo de su popularidad entre lasmasas aqu. Incuestionablemente l seguir el procedimientode los otros individuos y rehusar reportarse ante el Ocial deProbatoria, lo que le causara una enorme publicidad innece-saria y, en mi opinin, es [probable] que toda la situacin des-

emboque en violencia, lo cual sera muy desafortunado en estemomento en Puerto Rico, donde se est intentando desarrollaramistad entre los continentales y los puertorriqueos.

Tres semanas despus, en carta del 29 de octubre de 1941,la ocina de San Juan le reclama a Hoover que se contestesu carta del anterior 9 de octubre y le recuerda que Albizullegara a San Juan el siguiente 10 de noviembre si era excar-celado el da 6. En atencin a dichas comunicaciones de laocina de San Juan, Hoover le enva al Procurador Generalel 3 de noviembre de 1941 el mismo resumen ya citado sobrelas actividades conspiradoras de Albizu las que Danneracertadamente denomin revolucionarias y en su ltimo p-rrafo le advierte del hecho de que el Partido Nacionalistaprobablemente reanudar sus actividades al regresar Albi-

zu. Cinco das despus, Hoover le enva al Procurador Gene-ral otro memorando de una pgina cuyo contenido est casitotalmente tachado.


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El citado expediente del FBI no revela de qu modo cons-pir el gobierno de Estados Unidos y qu pasos dio con el

n de lograr que Albizu no saliera de la crcel antes del 3 dejunio de 1943, pero sabemos que la propia intransigencia deAlbizu le allan el camino. El 14 de noviembre de 1941, unsosegado Gleason le informa en carta a Hoover que el Alcaidede la crcel de Atlanta le haba informado lo siguiente al O-cial de Probatoria en San Juan: Albizu Campos #51298-A, noser excarcelado maana. Excarcelacin sealada para fechaexpiracin de sentencia, 3 de junio de 1943. Le do Gleasona Hoover que esta informacin no haba sido publicada enPuerto Rico todava y que, aunque se anticipaba que la noticiatendra repercusiones en crculos Nacionalistas, la agitacinno sera tan grande como lo habra sido si Albizu Campos hu-biese sido liberado y luego arrestado nuevamente.

El 3 de diciembre siguiente, Hoover le transmiti la bue-na nueva al secretario auxiliar de estado, Adolph A. Berle,

ho. Dos semanas despus, el agente F. R. Hammack, encar-gado de la ocina de Atlanta, le comunica la noticia tarda-mente a Hoover en carta del 18 de diciembre. Albizu habarenunciado a la bonicacin por buena conducta.

El 30 de abril de 1943, cuando se acercaba la fecha de laexcarcelacin de Albizu con cuatro aos a ser cumplidos enprobatoria tal cual lo haba dispuesto el juez Cooper, Ham-

mack le inform a Hoover en carta de dos pginas que, segnle haba informado el Alcaide, tanto Albizu como Luis Floren-cio Velzquez, haban declarado su intencin de permaneceren Estados Unidos y que Albizu se establecera en Washing-ton, D. C., donde tiene la intencin de continuar su trabajo enconexin con el Partido Nacionalista, del cual es presidente.

Indica Hammack, adems, que ambos, Campos y Velz-quez, cuando fueron elegibles para salir en libertad en proba-toria en marzo de 1940 (sic)28, rehusaron rmar la solicitud ydieron como razn para su negativa, la contencin de que elTribunal de Estados Unidos no tiene jurisdiccin en PuertoRico y que, si rmaban algn formulario reconociendo cual-


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quier clase de supervisin por parte de cualquier rama del go-bierno de Estados Unidos, estaran reconocindole al Tribunal

de Estados Unidos jurisdiccin sobre ellos. Estaba implcitaen la misiva de Hammack la esperanza de que Albizu se nega-ra una vez ms a aceptar que el gobierno de Estados Unidossupervisara su vida en libertad, por lo que el FBI se dedic atratar de impedir que se le permitiera salir en el ao de 1943como ya lo haba hecho en el 1941. Una vez ms contaran conla intransigencia de Albizu.

Este documento de la corte de distrito de Estados Unidosen Puerto Rico muestra los nombres de los presos polti-cos Nacionalistas recluidos en la crcel de Atlanta, provin-cia de Georgia, las fechas en las que cada uno era elegi-

ble para solicitar salir en libertad bajo palabra y las de suprospectiva salida condicional. Todos rehusaron solicitar.


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La ocina de San Juan puso al da su informe biogrcode Albizu durante la segunda mitad del mes de mayo de 1943

y aludira a razones de seguridad nacional con el n de lograrsu propsito. Sobre su servicio militar, el referido informe se-ala que Albizu se ofreci voluntariamente para el ejrcito el 7de mayo de 1917 y que inmediatamente fue ascendido al ran-go de primer teniente y enviado a Puerto Rico, donde sirvien el Regimiento 375 de Infantera y recibi licenciamientohonorable en abril de 1919. En este informe se alude una vezms al porqu Albizu no sali en libertad en el ao de 1941.El 4 de noviembre de ese ao, dice el informe, se le ofreci lalibertad condicional por buena conducta y la rechaz por-que, antes de rmar los correspondientes papeles, preferacumplir la sentencia entera y no estar bajo obligacin algunacon el gobierno de Estados Unidos. Surge de este documentoque ya Albizu no tena la intencin si es que la tuvo, y pro-bablemente s de establecerse en Washington, D. C., sino en

la Ciudad de Nueva York. El informe indica que la ocina deNueva York obtendra de la ocina de Libertad Bajo Palabrala direccin residencial de Albizu una vez en libertad, deter-minara si llevaba consigo la tarjeta de servicio selectivo29se-guira sus actividades concernientes al Partido Nacionalista einformara sobre las mismas al FBI.

Mientras tanto, una persona cuyo nombre aparece tacha-

do, le pidi autorizacin en mayo de 1943 a la ocina federalde probatoria en Nueva York para visitar a Albizu en la crcelostensiblemente para persuadir a Campos a rmar las con-diciones de la probatoria. (Se le deja a la imaginacin de loslectores descifrar cmo esa persona se enter de que all enla crcel de Atlanta, en un formulario, Albizu haba indicadoque se establecera en la ciudad de Nueva York). Un informedel 28 de mayo de 1943 de la ocina del FBI en Atlanta sobre

investigaciones realizadas durante el perodo del 18 al 26 demayo, inclusive, seala en su Seccin de resumen que [Al-bizu] Campos indic que no est dispuesto a aceptar proba-toria y que crea que deba ser puesto en libertad incondicio-


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nalmente, en cuyo caso se ira a Mxico. De lo contrario,regresara a Puerto Rico, donde impugnara en el Tribunal la

sentencia en probatoria. Cun distinto habra sido el cursode la Historia si hubiese hecho con xito esa impugnacin?No lo sabremos.

El informe de cuatro pginas, tres de las cuales fueronretenidas, causa la impresin de que la visita aludida fue au-torizada y que tuvo lugar el 12 de mayo de 1943. Una comu-nicacin subsiguiente hace pensar que la referida persona era

un informante del FBI en Nueva York. Se trata de una cartadel agente a cargo de la ocina del FBI en esa ciudad, E. E.Conroy, quien le solicita a Hoover $80 con el n de sufragarlos gastos del informante y compensarlo parcialmente por susprdidas nancieras debidas a su ausencia de su negocio.Esta peticin la hace Conroy en el ltimo prrafo de su carta.Todo el contenido precedente ha sido tachado, por lo que nose sabe cul era el verdadero propsito de la visita. Es lgi-

co conjeturar que el FBI deseaba conrmar por medio de uninformante de su conanza cul era la posicin de Albizu entorno a la probatoria.

En una carta condencial de Hoover del 17 de junio de1943, dos semanas despus de Albizu haber salido de la cr-cel, el director vitalicio del FBI informa sobre las actividadesradicales de Albizu y seala que, durante su connamiento,

Campos continu dirigiendo las actividades del Partido Na-cionalista de Puerto Rico. Hoover hace saber en esta cartaque ya el FBI haba establecido la existencia de algn vnculocon el Partido Comunista de Estados Unidos cuando dice quese ha reportado tambin que el Partido Comunista, USA, hadado su aprobacin a las metas y propsitos del Partido Na-cionalista. Dice Hoover en la referida carta, adems, que Al-bizu haba solicitado, antes de ser liberado, que su caso fuesetrasladado a la ocina de probatoria de Nueva York, dondese propona residir por varios meses, y alude a una notapublicada en la edicin del 8 de junio de 1943 del Daily Workersegn la cual Albizu se encontraba enfermo y haba sido inter-


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nado en el Hospital Columbus, en esa ciudad, el anterior 6 dejunio. Surge de la segunda pgina de esta carta que el FBI estaba

planicando otro enjuiciamiento de Albizu sobre pruebas some-tidas al Departamento de Justicia cuando haca slo dos semanasque haba sido liberado. Concluye as la misiva de Hoover:

Se le instruye a instituir de inmediato una investigacin paradeterminar la identidad y las actividades de los principalesmiembros y simpatizantes de las polticas del Partido Nacio-nalista de Puerto Rico en Cuba. Se le hace saber al respecto quede acuerdo con informacin recibida en el Negociado, Camposplanica conducir una campaa de propaganda en la AmricaLatina en contra de Estados Unidos en el futuro cercano.

Era pues, el deseo de Hoover, que Albizu fuese devueltoa la prisin e impedirle as que llevara a cabo una campaapoltica que, aunque no violaba ley alguna, era contraria a los

intereses de Estados Unidos.Al cabo de tres meses, Hoover todava no haba recibido

respuesta a las rdenes que imparti y en carta fechada el 18de septiembre le requiere a su destinatario que le informe losresultados de la investigacin hasta la fecha. Mientras tan-to, en un informe, la ocina del FBI en Nueva York hace otroresumen de las actividades de Albizu en pro de la indepen-

dencia de Puerto Rico y arma falsamente que los dos Nacio-nalistas que le dieron muerte a Riggs fueron muertos al tra-tar de escapar. En su seccin de resumen, el referido informeindica que Albizu les do a unas personas no identicadasque lo visitaron en la crcel aparentemente periodistas queno saldra en probatoria debido a que el aceptar las condicio-nes restringira su libertad. El informe agrega, sin embargo,fue liberado el 3 de junio de 1943 y seala que la ocina de

Nueva York mantendr estrecho contacto con Albizu a travsde informantes.

En carta del 9 de julio de 1943, cuando haca poco ms deun mes que Albizu haba sido recluido en el Hospital Colum-


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bus, Conroy le informa a Hoover que en una peticin del Con-cilio Pro Democracia Panamericana, acompaada de una carta,

se le peda al presidente Roosevelt que conmutara la sentenciade Albizu. Se armaba en la carta que los mdicos de Albizuhaban declarado que encarcelarlo nuevamente equivaldraa una sentencia de muerte. Conroy agrega que sus agenteshaban obtenido informacin en el hospital a los efectos de queaunque al paciente se le han hecho numerosos exmenes, nohan podido encontrar incapacidad fsica alguna de naturalezasignicativa. Les informaron a los agentes de Conroy, ade-ms, que Albizu se vea saludable y que, de acuerdo con sumdico, podra ser dado de alta en cualquier momento.

El informe seala que, de acuerdo con las fuentes de in-formacin en el hospital, Albizu tena una habitacin privadadonde reciba durante el da numerosos visitantes, la mayo-ra de ellos puertorriqueos. Concluye Conroy: Tal parece,pues, que Campos permanece en el hospital, no porque est

enfermo, sino porque desea evocar simpatas con el n de lo-grar su meta, la cual es que el Presidente le conmute la sen-tencia. La peticin dirigida al Presidente de Estados Unidosseala que el delito de Albizu Campos fue que urgi laliberacin de su patria de la esclavitud colonial y que du-rante siete aos, voces del mundo entero han pedido su libe-racin en nombre de la justicia.

Ese respaldo a Albizu, indica la peticin, ha sido expre-sado no slo en Puerto Rico, donde la mayora de las asam-bleas municipales y la Asociacin Nacional de Sacerdotes Ca-tlicos aprobaron resoluciones urgiendo su liberacin, sinoque, adems, el Congreso Popular Pro Paz Americana cele-brado en Buenos Aires (1936) con la participacin de todoslos partidos polticos y grupos cvicos de la Amrica Latina, elCongreso de Periodistas Latinoamericanos, celebrado en Val-paraso, Chile, (1937), el Simposio de los Pen Clubs (BuenosAires, 1936) [y] en los aos de 1938 y 1939 el Senado de la Re-pblica Dominicana; el Congreso de Trabajadoresen Guada-


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lajara, Mxico, y la Asamblea Constituyente de la Repblicade Cuba, todos haban pedido su liberacin.

Seala la peticin, adems, que en el ao de 1940, el sena-dor Alfredo L. Palacios introdujo en el Senado de la Argentinauna resolucin pidiendo la liberacin de Albizu Campos y, enmayo de 1942, le dirigi a usted una peticin personal. En laRepblica de Chile, contina la peticin, 17 diputados rma-ron una resolucin similar y los cuerpos legislativos de otrasnaciones latinoamericanas luego hicieron lo propio. Arma

el documento, adems, que la Confederacin de ObrerosLatinoamericanos,las uniones obreras del hemisferio entero,han pedido repetidas veces la liberacin de Albizu Campos.

El 14 de julio siguiente, en carta dirigida a Harry L. Hop-kins, Casa Blanca, Hoover arremete contra la peticin, apro-vechando para colocar a Nacionalistas y comunistas en unmismo saco. Pens que el Presidente y usted, dice Hoover,estaran interesados en saber que este Negociado ha recibi-do informacin a los efectos de que Pedro Albizu Campos, elpresidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico, est tra-tando de soslayar los trminos de su sentencia en probatoriay en ello le est ayudando el Concilio Pro Democracia Pana-mericana [...]. Hoover les recuerda a ambos que Albizu y elPartido Nacionalista tienen el propsito de echar a los lla-mados invasores yanquis de Puerto Rico en preparacin

para el establecimiento de una repblica independiente bajola presidencia y el control de Campos. A rengln seguidoestablece denitivamente que los Nacionalistas puertorrique-os y los comunistas de Estados Unidos han estado operandoconjuntamente en los esfuerzos por lograr la total liberacinde Albizu. Un resumen biogrco acompaa la referida cartay en el mismo el FBI arma que se sabe denitivamenteque, mientras estuvo connado en Atlanta, Albizu escribiartculos que fueron publicados en peridicos extranjeros, encuyos escritos aboga por el derrocamiento del gobierno deEstados Unidos.


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El FBI crey que uno de tales artculos fue publicado enel peridico Exclsior, de Mxico, con el ttulo de Puerto Ricoaspira a su libertad con el seudnimo de Pedro Gringoire.30Ese artculo, en efecto, fue publicado en la edicin del 9 dejunio de 1943 en el referido peridico mexicano, pero el seu-dnimo de Pedro Gringoire lo usaba el doctor Gonzalo BezCamargo, un periodista mexicano que escriba la columnaeditorial El Pulso de los Tiempos en el peridico Exclsior,de su pas, desde el ao de 1929 hasta que muri en 1983.31

Ante la probabilidad de que Bez Camargo estuviera vin-culado con los Nacionalistas boricuas radicados para entoncesen Mxico, ya que era muy amigo de Jos Vasconcelos, quien

representaba all al Partido Nacionalista de Puerto Rico, leenvi a su ho, Victoriano Bez Camargo, un documento delFBI segn el cual un periodista del Exclsiora quien Albizu noidentic era uno de los delegados del Partido Nacionalista en

Crcel federal, provincia deGeorgia en Atlanta, 1942(Revista Life).

Gonzalo Bez Camargo, destacado periodista yprofesor normalista en la ciudad de Puebla, ob-tuvo numerosas distinciones, entre las que des-tacan los Grados de Doctor de Humanidades,Honoris Causa, por la Universidad de San Pablo,

en Tokio, Japn, en 1958, y por el Instituto Inter-nacional de Estudios Superiores, en Mxico, en1972, y la Medalla Carlos Mara Bustamante,otorgada por el Club de Periodistas de Mxico,por 25 aos en el periodismo.


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Mxico para la poca del connamiento de Albizu en Atlanta.Al consultarle sobre la probabilidad de que el referido artculo

fuese escrito por su padre y someterle el documento del FBI alcual aludo aqu, su ho me contest que en efecto, tiene ustedrazn, todo apunta que el periodista conectado con Exclsiores Pedro Gringoire por los nexos que son muy obvios. Nueva-mente muchas gracias y un afectuoso saludo muy mexicano.32Es razonable establecer, pues, que el delegado del Partido Na-cionalista en Mxico para aquella poca, a quien Albizu se abs-tuvo de identicar, era el periodista mexicano Gonzalo BezCamargo.

La ocina de probatoria en Nueva York trabaj en estre-cha colaboracin con el FBI. El 6 de septiembre de 1943 Con-roy, del FBI en Nueva York, le informa por carta a Hooverque esa ocina le haba comunicado a uno de sus agentes,los de Conroy, que Albizu no haba rmado todava las con-diciones de la probatoria ya que se encuentra en el Hospital

Columbus [...] y ha estado all desde poco despus de llegara Nueva York procedente de la penitenciara de Atlanta. Elocial de probatoria do que esto se lo haba noticado JamesBenne, director del Negociado de Prisiones, en carta del 7 dejunio de 1943. Benne le haba dicho al ocial de probatoriaque se le haba informado que Albizu estaba enfermo y eranecesario que se hospitalizara. El ocial le do al FBI que,

en vista de tales circunstancias, no haba credo prctico re-querirle a Albizu que rmara las condiciones de la probatoria.A Hoover no le agrad en absoluto esta injerencia de Benneen el asunto y tom represalias contra l, como se ver msadelante.

Una de las personas cuyo nombre aparece tachado en lacarta, presumiblemente el del ocial de probatoria, do queAlbizu vena obligado a solicitarle al juez Cooper autorizacin

para permanecer en Nueva York y al respecto seala Conroyque se sabe que el juez Cooper no tiene objecin a ello, perose desconoca si Campos de hecho le ha hecho la peticin al


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propio juez Cooper tal cual lo requiere el Tribunal. Albizu,desde luego, no haba hecho peticin alguna. Segn el agente

del FBI a quien alude Conroy en la referida carta, las auto-ridades del hospital aseguraron que, aunque Albizu estabaacabao luego de su largo connamiento en la penitenciara,no obstante, denitivamente no estaba enfermo. Conroyagrega que se ha conrmado que el seor Campos recibe amuchos prominentes visitantes y sostiene numerosas reunio-nes en su habitacin y concluye que Albizu aparentementepermanece en el hospital por las siguientes razones: Prime-ro, evocar simpatas [...]; segundo, sostener reuniones del par-tido sin temor de interrupciones; tercero, eludir el rmar lascondiciones de la probatoria [...].

Una vez ms el FBI alude a vnculos entre Albizu y elPartido Comunista de Estados Unidos cuando en el ltimoprrafo de su carta a Hoover arma que ese partido est su-fragando los gastos de su hospitalizacin.33Al cabo de slo

cuatro das de Conroy enviarle la referida carta a Hoover, stecomparte los pormenores de la misma con el Procurador Ge-neral en memorando del 10 de septiembre, del cual le envacopia a la divisin de asuntos criminales del Departamentode Justicia, a Tom C. Clark, procurador general auxiliar, y aBenne. En reaccin al memorando, Benne le dice a Hooveren otro del 23 de septiembre que pone a la disposicin delFBI la informacin que posee el Negociado de Prisiones sobreAlbizu. Hoover, como usted ha podido suponer, no vacil enenviar a uno de sus agentes a examinar el expediente.

En medio de tanta intriga no poda faltar un embrollo bu-rocrtico. El mismo empez a tomar forma cuando, en cartadel 5 de octubre de 1943, Conroy le informa a Hoover que lasupervisin de la probatoria de Albizu no haba sido asigna-da todava de San Juan a Nueva York. A mediados de octubre,

segn se desprende de un informe del FBI fechado el 18 deese mes en San Juan, haba confusin en torno a si la supervi-sin le corresponda a la ocina de probatoria en San Juan, ya


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que Albizu se supona que regresara a Puerto Rico, o a la deNueva York, a donde opt por establecerse temporalmente.

Dicho informe seala que el expediente de Albizu haba sidoenviado por correo areo de San Juan a Nueva York el an-terior 11 de agosto. Veremos ms adelante las consecuenciaslegales de esta situacin.

Mientras tanto, el agente Lpez, a cargo de la ocina delFBI en San Juan, le informa a Hoover en carta del 18 de oc-tubre de 1943 de una consulta que Benne le haba hecho aCooper en torno a las sentencias en probatoria no slo deAlbizu, sino tambin de Velzquez. En un radiograma del 11de junio anterior, cuando todava Albizu no llevaba una se-mana en el hospital, Benne le haba preguntado a Cooper siconsiderara relevarlos a ambos de cumplir esas sentenciasen vista de las dicultades que aparentemente anticipamosrespecto a [su] supervisin en probatoria. Cooper se negrotundamente.

De un memorando del agente D. M. Ladd a Hoover, fe-chado el 3 de noviembre de 1943, se desprende que Benne lehaba informado que la jurisdiccin del Negociado de Prisio-nes sobre Albizu haba terminado el da en que fue excarcela-do, dato este que el FBI no habra de pasar por alto. Ladd diceen su memorando que un ayudante de Benne de apellidoLoveland, quien haba atendido al agente del FBI que fue aexaminar el expediente de Albizu, haba dicho y repetido endos ocasiones diferentes durante su entrevista con el agen-te que en lo que concierne a este Negociado [de Prisiones]nuestro caso sobre Campos est cerrado y lo ha estado desdeel 3 de junio de 1943 [...]. El agente Ladd lleg a la conclu-sin de que el Negociado de Prisiones, es decir, Benne, habaexcedido los lmites de su jurisdiccin cuando intercedi porAlbizu en su peticin a Cooper y que esta indebida e injusti-

cada intervencin haba resultado en lo siguiente:

a) Aunque Campos sali de la crcel hace cinco meses,todava no ha rmado las condiciones de su probatoria.


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b) (totalmente tachado)c) Aunque a los liberados en probatoria no se les permi-

te ordinariamente escoger el distrito donde han de residir, atodos estos Nacionalistas se les permiti establecer residenciaen el lugar de su eleccin.

d) Ordinariamente, a los liberados en probatoria no se lespermite asociarse o trabajar en el mismo establecimiento [...],sin embargo, cinco miembros del Partido Nacionalista que es-tn en probatoria en Nueva York se ven diariamente y algu-nos de ellos trabajan en el mismo sitio.

El contenido de este informe se le hizo llegar el 1ro de no-viembre al Procurador General. A nes de diciembre siguien-te continuaba la confusin tocante a cul ocina de probato-ria tena jurisdiccin sobre la supervisin de Albizu. Aunquese haba establecido que el expediente haba sido enviado aNueva York en agosto de 1943, el ocial de probatoria en San

Juan planicaba radicar una Mocin Para Mostrar Causa porla cual no se le deba revocar a Albizu su libertad condicio-nal.

Documents

Albizu Su Persecución Por El FBI Ed. Rev. Jun 2010