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Algodón en Colombia y la adopción de semillas transgénicas. Estudio de caso en el
departamento de Córdoba.
Lorena Catalina Rodríguez Moreno*
Resumen: Este texto pretende hacer una revisión de la situación del algodón en Colombia,
examinando el implemento de tecnología transgénica como elemento importante para el aumento
de la productividad. Bajo un debate polémico en torno a su uso, se hace un análisis de
rendimiento y costos de producción de algodón en el departamento de Córdoba con semillas
transgénicas, comparándose con semillas convencionales. Lo anterior para la cosecha 2007-
2008.
Clasificación JEL: Q22, Q120, Q180
Palabras clave: Organismos genéticamente modificados, rendimiento, semillas transgénicas,
nivel producción, fibra algodón
*Estudiante Facultad de Economía, Universidad de los Andes. Correo electrónico:
Agradezco a Juan Manuel González por su colaboración y a la Confederación Colombiana de Algodón
(Conalgodón) por su disposición y sus valiosos aportes.
2
1. Introducción
El algodón en los años setenta del siglo pasado representaba después del café, el segundo cultivo
de mayor importancia agrícola en el país. Este cultivo tuvo un desarrollo productivo importante,
una articulación a una cadena productiva clara y clave para el proceso de industrialización en el
país (González, 2007). Posteriormente para la década de los noventa el algodón se enfrentó con
un periodo de crisis por diversos factores, entre ellos la revaluación del peso, la apertura
económica efectuada durante el gobierno del ex presidente Gaviria y bajos precios
internacionales, propiciados por ayudas gubernamentales a la producción del algodón. Lo
anterior aunado a la situación de orden público del país, provocó pérdida de competitividad
relativa y el país paso de ser exportador neto a importador neto (Conpes 3401, 2005).
El gobierno no siendo ajeno a la situación de los cultivadores y a la importancia que representa
este cultivo en el país, encontró necesario otorgar apoyo directo a la producción desde 1997 a
2000 y en 2001 establecer una política compensatoria que les asegurara a los agricultores un
ingreso básico y que los estimulara a sembrar. Esta fue la idea del Precio Mínimo de Garantía
(PMG) (Conpes 3101, 2005).
Ahora bien, en orden de reducir los costos de producción, en Colombia se autorizó desde 2002 la
siembra de semillas transgénicas, con especial importancia en el Caribe colombiano. A pesar de
las ventajas con las que se presenta a estas semillas y de su rápida adopción, los rendimientos
siguen disminuyendo desde 2007 y se presentaron inconvenientes con las cosechas de 2008-
2009 y 2010-2011, donde los agricultores tuvieron pérdidas millonarias. Adicionalmente en 2009
los algodoneros productores de Córdoba y Sucre aseguraron que entablarían una demanda contra
Monsanto por no haber entregado información pertinente sobre las características de las
variedades sembradas por primera vez en la región (Portafolio, 2009). Este inconveniente fue
una de las principales motivaciones para el presente estudio.
Por lo tanto, este trabajo tiene como propósito comprender la situación del algodón en Colombia
enmarcándolo en el debate nacional e internacional sobre el uso de tecnología transgénica. Para
lo cual se busca responder ¿cuál ha sido el impacto en los rendimientos y costos de producción
de algodón, cuando se diferencia semillas transgénicas y semillas convencionales? El análisis se
3
realiza tomando como referencia la cosecha de 2007-2008 de algodón en el departamento de
Córdoba, dada su condición de principal departamento productor.
El presente texto se estructura en las siguientes partes. En un primer momento, se relata
rápidamente el contexto del algodón en Colombia y el mundo. En segundo lugar, se expone la
definición de Organismos Genéticamente Modificados (OMG), seguido de una revisión de
literatura sobre los argumentos esbozados por las posturas a favor y en contra del uso de
transgénicos en la agricultura. En tercer lugar, se revisa el escenario colombiano, examinando
brevemente normatividad sobre transgénicos, indicadores generales y estudios al respecto.
Posteriormente y en base a la teoría del productor, que nos permite entender la estructura
productiva, las decisiones de los agentes, la de gremios y Estado, se hace un análisis con
estadísticas descriptivas comparando el rendimiento y costos de las dos clases de semillas.
Finalmente, se dan las respectivas conclusiones, donde se toman en cuenta las entrevistas
realizadas en el transcurso de la investigación.
2. Contexto del algodón
2.1 Mercado internacional del algodón
El algodón es un producto básico importante en la economía mundial, es cultivado
principalmente por su fibra, por ser materia prima para textiles. Tiene gran importancia política
por el peso que tiene en el comercio mundial y por ser un ingreso importante para numerosos
países en desarrollo. En África 27 países de 53 cultivan algodón y 30 son exportadores (Centro
de Comercio Internacional, 2007).
A nivel internacional el algodón se caracteriza por la alta volatilidad de los precios, debido en
mayor medida a las ayudas y subsidios que otorgan diferentes gobiernos productores y
exportadores de algodón (Conpes 3401, 2005). En 2011/2012 eran diez países los que otorgaban
subsidios, Burkina Faso, China, Colombia, Côte d’Ivoire, Grecia, Maali, Senegal, España,
Turquía y Estados Unidos (ICAC, 2012).
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Gráfica No. 1: Indice A del Cotlook en 2011/12
Fuente: ICAC, 2011.
En el gráfico No. 1 se pueden observar las fluctuaciones presentadas desde agosto de 2011 hasta
junio de 2012 en el precio del algodón. Así mismo se observa una tendencia decreciente debido
al aumento de existencias, ocasionada por los altos precios que llegó a tener en 2010/2011. Ya
para el cierre de año de 2013, el precio del algodón alcanzó 89.70 centavos de dólar por libra
(Cotllook índices).
Por otro lado es importante señalar que a pesar de que hay más de 100 países productores, las
exportaciones se encuentran concentradas en algunos países como Estados Unidos, China, India,
Pakistan, Brazil, Australia, entre otros, con un índice de 0,386 de concentración calculado por la
UNCTAD, donde valores cercanos a 1 representan un mercado muy concentrado y valores
cercanos a 0 reflejan una distribución más equitativa. Estados Unidos es el principal proveedor
mundial de fibra, participa con cerca del 40% del total de las exportaciones y brinda altos
subsidios a los productores, que como se mencionó, provoca distorsiones en los precios
afectando la competitividad de países que no reciben este tipo de ayudas.
Así mismo el mercado internacional ha sufrido cambios con la introducción de las semillas
transgénicas, que en diferentes regiones ha permitido hacerle frente a las plagas y aumentar la
producción. No obstante, los efectos se discutirán más adelante para el caso particular del
algodón en Colombia.
5
2.2 Algodón en Colombia
La evolución de la economía algodonera como suministradora de fibra se vio acompañada de la
industria textil que incentivó el cultivo de algodón en el país, hasta convertirlo por mucho tiempo
en el segundo producto agrícola más representativo en el país después del café. En los años de
auge abasteció más de dos terceras partes de la materia prima del consumo industrial textil y una
cuarta parte de la industria de grasas y aceites (Soler y Prieto, 2007).
No obstante, con la apertura comercial efectuada a principios de los 90´s, la revaluación del peso
y bajos precios internacionales, conllevó a una crisis en el sector algodonero, cayendo la
producción en grandes proporciones. Así mismo la situación de orden público y la economía
ilícita, influyó en los problemas que presentó el sector.
A principios de los noventa, Colombia pasó de ser exportador neto a importador neto, de tal
forma que se cubriera la demanda interna y en 2005 solo logró abastecer el 55% del consumo
doméstico. En ese mismo año el área sembrada fue de 73.306 hectáreas con una producción de
55.446 toneladas de fibra de algodón (Conpes 3401, 2005). Para la última cosecha, el área
sembrada se contrajo a 31.600 hectáreas –la más baja en la historia- y la oferta de fibra se redujo
a 23600 (Conalgodón, 2013).
Gráfica No. 2: Área sembrada y producción de fibra
Fuente: Conalgodón, 2013
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En el gráfico No. 2 se puede observar una producción baja en 2003 y una recuperación para 2004 y
2005, para luego caer y no volver a tener producción de más de 36.000 toneladas. Lo anterior parece
responder al clima, falta de oferta de semillas y problemas de adaptabilidad de las semillas transgénicas,
así como su adecuada información y manejo.
En cuanto al empleo que genera, según el Conpes 3401, para 2005 el algodón era el cultivo
transitorio que mayor empleo generaba, siendo superado por tabaco rubio, hortalizas y papa. Y
aunque hay un mercado internacional distorsionado, el algodón colombiano cuenta con niveles
de competitividad significativos, dados sus rendimientos, costos y calidad de la fibra (Conpes,
3401). Lo anterior hizo que el Estado otorgara un apoyo directo a la producción en el periodo de
1997 a 2000 y que desde 2001 tenga en marcha una política compensatoria establecida mediante
el Precio Mínimo de Garantía (PMG). Este establece un precio mínimo por tonelada fibra de
algodón a los productores después de cumplir con los lineamientos respectivos.
3. Organismos Genéticamente Modificados
Desde que el hombre empezó a usar la agricultura como forma de subsistencia, la producción
mediante el mejoramiento genético de distintas variedades de plantas ha sido una técnica de
producción agrícola. Procesos ancestrales y las tecnologías que se han ido implementando con
numerosos descubrimientos, han permitido que la cantidad de productos agrícolas haya crecido
para hacer frente al aumento de la población y sus respectivas necesidades. No obstante, siguen
persistiendo numerosos retos y problemas en la población mundial. Se estima que entre 1950 y el
2000 el crecimiento poblacional fue de 244%, pero la necesidad de producción de alimentos
incrementó 300% (Imhoff et al., 2004). Es aquí donde la biotecnología juega un papel relevante
con las plantas transgénicas, las cuales “contienen uno o más genes que han sido insertados de
forma artificial en lugar de que la planta los adquiera mediante la polinización. La secuencia
génica insertada (llamada el transgen) puede provenir de otra planta no emparentada o de una
especie por completo diferente: por ejemplo, el maíz Bt, que produce su propio insecticida,
contiene un gen de una bacteria” (Byrne et al., 2004)
Los defensores de los OMG argumentan una serie de ventajas en la producción agrícola. Una de
ellas es que reduce el uso de herbicidas e insecticidas debido a ciertas variedades como Bt, las
7
cuales son resistentes a determinadas plagas. En este caso se encuentra que debido a la siembra
de algodón transgénico en algunos estados de México la cantidad de insecticida aplicada por
hectárea se redujo de 14 kilos en 1980 a 2 kilos en 1999, lo que se traduce en menor
contaminación de los suelos, aire, etc. (Traxler, 2001). Por otro lado hubo una mejora en la salud
de los productores de algodón en México debido a la disminución en la aplicación de insecticidas
(Terán, 2008).
La disminución en el uso de insecticidas en el sector algodonero se encuentra documentada en
varios países, en México la reducción ha sido en más de un 50% para 2003 (Traxler y Godoy-
Ávila, 2004), en Sudáfrica, 66% (Benett et al., 2003), 80% en India, lo cual trae implicaciones
positivas en el medio ambiente.
Así mismo se encuentra que hay un aumento en los rendimientos y las utilidades de los
productores. Para el caso de algodón transgénico en la provincia de Makhathini en Suráfrica, en
1998 el rendimiento promedio de los productores que sembraron estas variedades fue de 18%
mayor a los cultivos convencionales y en 1999 de 60%. En esta misma vía las utilidades de los
productores de algodón transgénico fueron entre 11% y 77% superiores en 1999 y 2000
respectivamente (Ismael, 2002).
Ahora bien, para que un país obtenga beneficios de la biotecnología, de acuerdo con la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, este debe contar con un sistema de
investigación agrícola bien definido, con un proceso de regulación de bioseguridad y con acceso
a los mercados (FAO, 2003). Es decir que los estados necesitan cumplir con una serie de
lineamientos, de tal forma que pueda existir la mayor seguridad posible para la salud de los
consumidores y el ambiente.
No obstante, así como hay defensores claros de esta tecnología en la producción agrícola, los
transgénicos cuentan con enemigos de su uso. Dentro de los argumentos esbozados se encuentra
que esta tecnología tiene una mirada unidimensional y que no contempla los principios básicos
de la agricultura como la gestión del agua, el policultivo, la fertilidad de la tierra y otras prácticas
sostenibles que doblarían el rendimiento (Rees, 2008). Es decir, el debate no debe centrarse solo
en el uso o no de los transgénicos, sino que debe estar acompañado de otra serie de elementos,
como los sistemas de riego, la capacitación y apoyo a los agricultores, los niveles de inversión e
8
investigación en cada país o región e incluso conocimientos tradicionales que puedan ser
utilizados y reproducidos en aras de aumentar la productividad.
Dentro de los que se han declarado en contra de los transgénicos, se encuentran algunos
gobiernos europeos que prefieren abstenerse de su uso apelando al principio de precaución. Este
se invoca cuando hay alguna actividad que puede tener algún efecto sobre el medio ambiente y
donde no pueda probarse con certeza que no es dañino para el medio ambiente y para
generaciones futuras.
En cuanto a una posible disminución de insecticidas, se encuentran casos que en vez de
disminuir, aumenta su uso. El informe de la USDA (U.S. Department of Agriculture) afirma que
los cultivos genéticamente modificados tolerantes a ciertos herbicidas, no han causado
reducción, sino que al contrario, en el caso de la soja Roundup Ready han generado aumento en
el uso de agroquímicos (Fernández-Cornejo y MacBride, 2002). El mismo estudio determinó por
otro lado que la variedad Bt tuvo un impacto negativo para los agricultores y en el caso de la soja
RR no hubo efectos estadísticamente significativos en los beneficios netos.
En otro estudio realizado por el Centro para la Política Agrícola de China, la Academia de
Ciencias China y la Universidad de Cornell, se encontró que si bien al principio había
disminuido el uso de insecticida, con el tiempo estos beneficios habían ido en retroceso por el
aumento de insecticidas para el control de plagas secundarias (Wang, Just y Pinstrup-Andersen,
2008).
El aumento en el rendimiento también es cuestionado. Una investigación llevada a cabo en la
Universidad de Nebraska, confirmó un rendimiento pobre de la soja Roundup Ready,
encontrando que sus cosechas son entre 6% y 11% menores que las obtenidas en los cultivos que
no eran genéticamente modificados (Elmore, 2001).
A lo anterior se suman los cuestionamientos acerca de los altos precios tanto de las semillas
como de los insumos y la falta de capacidad de los agricultores de subsistencia para acceder a
estos productos (Rees, 2008), la alta concentración del mercado en algunas compañías
comercializadoras, procesadoras, fabricantes, que controlan aproximadamente el 70% de las
opciones y decisiones del sistema alimentario (Future Of Food report, 2010). En especial el
mercado de semillas transgénicas se encuentra concentrado en empresas como Dupont,
9
Monsanto, Syngenta y Limagrain, lo cual genera inquietudes sobre oligopolios, manejo de los
precios y los derechos de propiedad, que pueden amenazar la seguridad alimentaria de países en
vía de desarrollo.
En general, no se pueden dar resultados concluyentes en todos los países que permitan
generalizar la situación de los OMG, por lo tanto vale la pena hacer una revisión de la situación
en el caso colombiano, ya que el impacto de estos cultivos es diferente según la localización,
tamaño y sistema biológico y agrícola específico.
4. Contexto colombiano
En el caso colombiano, el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) constituyó el 22 de
diciembre de 1998 el acuerdo 13 por el cual se crea el Consejo Técnico Nacional (CTN) para
introducción, producción, liberación y comercialización de Organismos Modificados
Genéticamente (OMG) de uso agrícola (ICA, 1999). Este fue compuesto por el Jefe de la
División de Semillas del ICA, el Jefe de la División de Sanidad Vegetal del ICA, el Coordinador
de la Unidad de Recursos Genéticos y Bioseguridad del ICA, representantes de los ministerios
de Salud , Medio Ambiente, Agricultura y Desarrollo Rural, de la Asociación Colombiana de
Productores de Semillas (ACOSEMILLAS), de la Asociación de Industriales (ANDI), de la
Asociación Nacional Usuarios Campesinos (ANUC) y de la Sociedad de Agricultores de
Colombia “SAC”. Así mismo ese día se establece la Resolución ICA Nº 03492 “Por la cual se
reglamenta y se establece el procedimiento para la introducción, producción, liberación y
comercialización de Organismos Modificados Genéticamente (OMG) y se dictan otras
disposiciones”. Posteriormente con la ley 740 de 2002 el país se adhirió al Protocolo de
Cartagena, un instrumento internacional que regula los organismos vivos modificados, OVMs,
producto de la biotecnología moderna y con el Decreto 4525 de 2005 se reglamenta la Ley 740
de 2002.
La idea de esta reglamentación y comités es hacer frente a la rápida expansión de la
biotecnología moderna y los posibles efectos para la diversidad biológica y la salud humana. De
esta forma es que desde el 2002 el ICA autoriza el cultivo de algodón transgénico y en 2007 las
siembras controladas de maíz, así como investigaciones en otros cultivos. A continuación se
10
presenta en el gráfico No. 3 la evolución que han tenido los cultivos de algodón, después de su
respectiva adopción.
Fuente: ICA.
Algunos de los departamentos que han adquirido esta tecnología son Bolívar, Córdoba, Cesar,
Tolima y Sucre (ICA). No obstante hay un fuerte debate, debido a que los resultados obtenidos
no han sido los esperados por diversos motivos como el clima, el acompañamiento a los
agricultores, la adaptabilidad de las semillas y la publicidad sobre estas. La adopción de
tecnología como se puede observar en el gráfico no. 4, no ha sido garantía de mejores
rendimientos en la costa.
Fuente: Conalgodón, 2013
En la actualidad hay 50 variedades de algodón transgénico, bajo la autorización del evento o
tecnología por parte del ICA, siendo responsables pocas compañías como Syngenta, COACOL,
0
20000
40000
60000
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20
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20
04
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20
12
Gráfico 3: Evolución de adopción/Algodón 2002-2012
Ha.
Gráfico 4: Rendimiento Promedio Fibra vs Porcentaje de Adopción semilla GMO
11
Bayer y DuPont. Entre estas variedades aprobadas, se encuentra el uso de la tecnología Bollgard,
o Bt, la cual posee el gen de la bacteria Bacillus thuringiensis, que le confiere protección a
ciertos lepidópteros, la RR que confiere tolerancia a las aplicaciones del herbicida Roundup
Ready o comúnmente conocido como glifosato y la BG/RR que permite reducir el número de
aplicaciones de herbicidas e insecticidas (Monsanto, 2009). Esta tecnología en teoría permite
hacerle frente a las plagas como los lepidópteros y tener aumentos en la productividad del
cultivo.
Es en esta línea que el estudio de Maldonado et al., señala la experiencia de hombres y mujeres
cultivadores de algodón, donde se encuentra que el algodón GMO es una oportunidad viable para
que las mujeres participen en el crecimiento de los cultivos comerciales rentables, ya que
parecen ser atractivos por el ahorro en costos laborales provocados por la disminución del uso de
insecticidas y que por lo general están ligados a la fuerza laboral masculina (Maldonado et al.,
2011).
Sin embargo, la disminución en herbicidas e insecticidas, parece no ser constante en todas las
zonas donde se cultiva algodón. En un estudio llevado a cabo por el Grupo de Ingeniería
Genética de Plantas de la Universidad Nacional de Colombia en el departamento de Tolima en
2009, se estima el Índice de Coeficiente Ambiental (EIQ) y se encuentra que para el cultivo en
El Espinal en 2009, la tecnología transgénica no brindó beneficios ambientales (disminución en
el uso de insecticidas y herbicidas) y que en contraste el EIQ fue superior al de la tecnología
convencional.
Aunado a lo anterior, han existido inconvenientes relacionados con las semillas transgénicas.
Para la temporada de 2008/2009 existieron cuantiosas pérdidas debido a plagas que atacaron el
algodón. La Confederación Colombiana del Algodón (Conalgodón), realizó una reclamación
ante el ICA “por información errónea, engañosa e insuficiente” por parte de Coacol, subsidiaria
de Monsanto en cuanto al manejo de la variedad de la semilla DP 164 B2RF (Portafolio, 2011).
Según argumenta el gremio y los agricultores representados en este, la publicidad de la semilla
hablaba de alta resistencia a la principal plaga del algodón, Spodóptera. Al parecer los
agricultores atendiendo a la publicidad de 97% de resistencia, no realizaron todas las labores de
prevención y control de la plaga, por lo que se vieron comprometidas 7.000 hectáreas, en
perjuicio de 2400 agricultores.
12
Posteriormente la gerencia seccional del ICA Córdoba, sancionó a Coacol con una multa de 515
millones de pesos. No obstante, luego se reversó, ya que el ICA señaló que al imponer la
sanción se omitió información y no se cumplió con las notificaciones a la multinacional
(Portafolio, 2011). Posteriormente Monsanto, acordó aportar 130 millones de pesos a los
agricultores para “fortalecer la capacitación técnica, las publicaciones y el comité técnico de
Conalgodón” (Portafolio, 2009).
Así mismo es importante resaltar, que para el primer semestre de 2013, durante asambleas
llevadas a cabo por los algodoneros en el departamento, persistía la sensación de malestar con
respecto a estas semillas y el miembro del Comité de salvación para el cultivo de algodón y maíz
en Córdoba Alejandro Polo Montes, señaló que aunque las semillas transgénicas no son malas, no
son las adecuadas para el terreno y no controlan la plaga como señala la publicidad (El Universal,
2013).
La situación del agro, reflejada en las protestas llevadas a cabo durante el segundo semestre de
2013, los elementos mencionados anteriormente y el tema de desarrollo rural como punto clave
en el desarrollo del país y en las negociaciones con las FARC-EP, brindaron las motivaciones
suficientes para la realización de este trabajo.
5. Marco Teórico
Dentro de los elementos claves para abordar este trabajo, tenemos como referencia la teoría del
productor. Se sabe que la actividad principal de una empresa, es convertir los factores
productivos en bienes (Nicholson, 2007). En este caso se usará para comprender la producción
de algodón como materia prima clave para los textiles, donde su variación se da como resultado
de los cambios en alguno de los factores de producción como elementos endógenos y factores
ambientales y del medio como factores exógenos.
La forma más sencilla en que se lleva a cabo un análisis económico es usando una función de
producción con dos factores de producción de la forma , que expresa la cantidad
máxima del bien que se puede producir utilizando distintas combinaciones de capital (k) y de
trabajo (l) (Nicholson, 2007). También se tiene que para poder producir, la firma se enfrenta a
unos costos algunos fijos y otros variables CT= CF+CV, donde el coste total dependerá de la
cantidad de producto.
13
Por otro lado tenemos el concepto que ya algunos economistas del siglo XVIII mencionaron y es
el de rendimientos decrecientes y era generalmente aplicado en la parte agrícola, donde
resaltaban que si quería emplear más trabajadores, se iba a tener que trabajar en tierras de menor
rendimiento (Krugman, 2008).
Lo anterior resulta pertinente para este trabajo, para entender cuál es la diferencia en cuanto a
costos y rendimientos de las respectivas variedades de semillas. Se trabaja bajo el supuesto de
que las empresas toman decisiones con el fin de maximizar las ganancias derivadas de la
producción, de tal forma que se obtenga el mayor beneficio económico
Así mismo también será útil para entender el paso de semillas convencionales a
transgénicas, aunque previamente se encuentra que este paso según Conalgodón no obedece
necesariamente a un mejor rendimiento, sino a falta de disponibilidad de semillas
convencionales.
Es importante señalar que si bien la cadena de valor del algodón comprende tres eslabones
principales, la fibra de algodón, hilados y tejidos de punto y tejidos planos y confecciones de
algodón, este trabajo solo se enfoca en el primer eslabón.
6. Metodología
6.1 Origen de los datos
La Confederación Colombiana del Algodón- Conalgodón, entidad autónoma, de carácter civil,
con personería Jurídica y sin ánimo de lucro, cuyo objeto principal es la representación y defensa
de los agricultores y de las empresas que se dediquen al cultivo y desmote del algodón en
Colombia, mediante los recursos del Fondo del Fomento Algodonero, realiza anualmente la
recolección de costos de producción y de comercialización, tomando como muestra 200
agricultores en la Costa, de los cuales 101 se encuentran en el departamento de Córdoba. La
metodología y la recolección de datos sigue siendo la misma desde 2004 hasta 2012 por la firma
Duarte Guterman &Cia. Ltda.
Estos datos se obtuvieron mediante preveía autorización de Conalgodón y el Comité del Fondo
de Fomento Algodonero y se pretende comparar los costos y rendimiento de los cultivos,
diferenciando las semillas convencionales de las transgénicas, utilizando como año de referencia
14
2007-2008, de tal forma que podamos entender el impacto de su uso en este cultivo (No se pudo
obtener acceso a más datos). Esta cosecha se toma como referencia debido a que para esta, no
hay una completa difusión de las semillas transgénicas, como si lo será la cosecha 2012-2013,
donde en la muestra solo existió una finca usando algodón convencional.
6.2 Muestra y resultados
Variable
Córdoba 2007-08
Convencional
Transgénica
Número de agricultores 59 42
Total de hectáreas sembradas 252,73 423,29
Hectáreas promedio 4,28 10,07
Fuente: Conalgodón, 2009. Cálculos autor
En la muestra, se puede observar que en promedio son pequeños productores los que se dedican
al cultivo de algodón. Con semillas convencionales es aún menor el tamaño promedio de las
fincas que se dedican al cultivo 4,28, en contraste con las que se dedican a la siembra de semillas
transgénicas 10,07.
Cabe resaltar que la temporada Costa-Llanos empieza a sembrarse entre junio y julio de cada año
y posteriormente se hace recolección entre diciembre y marzo del año siguiente. Esta es la
temporada que más aporta a la producción nacional en comparación con la temporada del
interior. A continuación se presentan los costos de producción desagregados en distintos
insumos para la cosecha de algodón de 2007-2008.
Cuadro 1: Característica de la muestra
15
Cuadro No. 2: Costos producción cosecha 2007-2008
Variable Córdoba 2007-2008
Convencional Transgénica
Promedio ponderado
Tierra ($/ha) 424363.9457 421687.4956
Mano de Obra ($/ha)
1021494.661 847056.8863
Abonos ($/ha) 507667.5518 505593.0569
Semilla ($/ha) 296182.2341 541503.8533
Plaguicidas ($/ha) 264638.1392 426010.6779
Insecticidas ($/ha) 353168.2455 304287.6301
Costos financieros ($/ha)
227557.8489 222946.5234
Kilos de algodón semilla por hectárea (Kg/Ha)
2157.445574 2524.37218
Costo de producción por tonelada de alg. semilla ($/t)
1406330.587 1385734.783
Desmote y comercialización por ton. de alg. semilla ($/t)
237,010 (2%) 231075.1945
Costo de producción por Ha.
3341739.2 3419380.192
Ingreso por tonelada de fibra de algodón ($/t)
43149773.54 4332865.491
Beneficio / Costo por tonelada de fibra de algodón ($/t)
-309819.6 368321.3133
Fuente: Conalgodón (2009), cálculos autor.
En el cuadro No. 2 se puede observar que no hay variaciones significativas en el precio de la
tierra. Los agricultores que tienen propiedad sobre ella o que toman en arriendo, pagan en
promedio valores similares para semillas transgénicas y para semillas convencionales. En cuanto
a mano de obra, si se puede observar una diferencia de $174.438 en promedio, lo cual
corresponde al menor uso de mano de obra en la aplicación de insecticidas. La diferencia en
insecticidas es de aproximadamente $50.000 siendo más altos los costos cuando se cultiva con
semillas convencionales. Lo anterior obedece al tipo de semilla Bt, que ya esta variedad produce
su propio insecticida.
16
Sin embargo, cuando se observa la cantidad de dinero gastada en plaguicidas la diferencia es de
$161.372, lo que al parecer corresponde con los argumentos de que determinada variedad puede
atacar el insecto principal, pero tiene mayor vulnerabilidad frente a plagas secundarias. Así
mismo, cuando se revisan de forma desagregada los costos de la aplicación de insecticidas por
hectárea es menor el monto destinado a combatir Lepidópteros en las semillas transgénicas, pero
más alto en Picudo, en Spodóptera, en Mosca Blanca y en otros. Lo anterior abre cuestionamientos
acerca de la efectividad de la variedad Bt para hacer frente a las plagas y los beneficios que
pueda traer al medio ambiente, dado la aparición o mayor incidencia de plagas secundarias.
Por el lado de costos financieros la diferencia no es significativa. En donde sí se puede observar
una diferencia bastante alta es en el precio de las semillas, la diferencia es de aproximadamente
el 81% (Conalgodón, 2009), siendo las transgénicas más costosas. Aunque en el terreno este
costo se supone que es compensado con menor utilización de kilos de semilla por hectárea. Con
respecto al rendimiento si hay diferencia significativa en la producción por hectárea, la diferencia
es de 367 kilos menos por hectárea sembrada con semillas convencionales. Lo que conduce a
pensar que los mayores costos en semillas transgénicas, son compensadas con mayores
rendimientos en el campo.
Finalmente los costos de producción por hectárea son apenas más altos $77.640 en los cultivos
con semillas transgénicas que con convencionales y el beneficio/costo por tonelada de fibra de
algodón es con saldo positivo en el caso de la fibra producto de la siembra con semilla
transgénica.
7. Conclusiones
A nivel mundial hay un fuerte debate sobre el uso de los Organismos Genéticamente
Modificados y la experiencia colombiana se enmarca dentro de este, encontrándose diferentes
puntos de vista y resultados diversos que en ocasiones no son concluyentes. Por un lado en las
flores y en el maíz, la experiencia ha sido satisfactoria, aunque haya un fuerte debate por lo que
representa el maíz en la cultura y las posibilidades de que se altere la diversidad producto de la
contaminación de semillas transgénicas. En cuanto al algodón, este estudio pretendió hacer una
revisión para el departamento de Córdoba, que comprendiera el impacto en rendimientos y
costos del algodón cuando se hacía uso de las semillas transgénicas en la cosecha 2007-2008.
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Se encontró que a pesar de que los costos en insumos son significativamente más altos, en
especial en las semillas, estos parecen ser compensados con mayores rendimientos en el campo,
menores costos en mano de obra y menores costos en combatir lepidópteros. Se tuvo en
promedio beneficio positivo en las siembras de semilla transgénica en contraste con las semillas
convencionales. No obstante, aumentó el uso en la aplicación de plaguicidas para combatir
otras plagas, lo que remite al análisis de las condiciones de cada región y a pensar si las semillas
transgénicas pueden ser efectivas o si pueden traer problemas de plagas secundarias a largo
plazo.
Es importante resaltar que para la cosecha de 2012-2013, de la muestra solo hubo una finca que
uso semilla convencional y lo anterior se debe no solo por el rendimiento de las semillas
transgénicas, sino por la falta de disponibilidad de otras variedades de semillas en el mercado. La
excesiva concentración de mercado de semillas transgénicas y la dependencia hacia pocas
empresas debe llamar al Estado a través del ICA, del Ministerio de Agricultura y de Corpoica en
alianza con Conalgodón a jugar un papel mucho más activo en investigación, de tal forma que no
solo se haga uso de tecnología importada, sino que se brinden mayores herramientas y acceso a
insumos a los cultivadores, haciendo uso del contexto y las características propias de cada
región.
Finalmente, si el Estado quiere seguir apoyando el cultivo de algodón en el país, resultaría
interesante analizar otras alternativas como el algodón orgánico, el cual podría abrir otros
mercados, teniendo responsabilidad sobre el medio ambiente. Para trabajos futuros y con la
disponibilidad de datos se podría realizar un análisis en el tiempo para los cultivos de algodón
utilizando otra metodología. Así mismo un análisis detallado de otros cultivos como el maíz
brindaría mayores herramientas para la toma de decisiones y para aterrizar aún más el debate
actual.
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