Alianzas políticas : ¿alianzas políticas?

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  • 8/8/2019 Alianzas polticas : alianzas polticas?

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    De traicin a la democracia, a mal necesario?

    Alianzas y polticas

    Sergio S. Maicot

    Interesante ha sido el ruido que ha ido ocasionado la posibilidad de concretar las alianzas polticas de

    manera cada vez ms generalizada. Valorarla como alternativa poltica con sus implicaciones frente a laamplia experiencia histrica al respecto, aqu y en China y estimar su pertinencia o no para el casonacional y en lo local podra ser vlido.

    Una alianza poltica entendida como un acuerdo de cooperacin entre diferentes entidades o elementos,en este caso partidos polticos, en relacin con una agenda poltica comn, tiende a formarse cuando secomparten intereses bsicos, al menos parcialmente y entre ms cercanos sean estos intereses entre losmiembros aliados podra ser de mucho ms peso y valor la alianza, podran ser ms los beneficios quelos costos.

    Construir una alianza puede significar, hacer compromisos con los aliados, estar dispuesto a escuchar, anegociar siempre, a ceder en ocasiones, a instalar a la cooperacin como un valor en la gestin poltica,pero sobre todo a evitar todo tipo de purismo o radicalismo. Una convergencia requiere un esfuerzo yun ejercicio cotidiano de tolerancia, es un tanto una tarea de equilibrista, ya que se trata de mantenerviva la alianza pero igualmente de hacer avanzar el propio inters partidario. Se trata evidentemente deuna situacin social en la que hay que adoptar decisiones y asumir riesgos ante componentes aleatorios.Resulta imprescindible pues madera poltica de inmejorable veta.

    Gobernar en alianza da mayor oportunidad de obtener mayora absoluta o casi, asimismo evita lastentativas de bloqueo sistemtico de oposicin, podra as evitar la parlisis, que llega a instalarse en lospalacios legislativos.La alianza como concepto poltico despierta una gran inquietud y sensibilidad social, deja verclaramente las posiciones contrastantes, desde quien lo percibe como algo contranatural, hasta quienlo valora como un parte de una normalidad democrtica, con amplios testimonios histricos a su favor.

    La situacin de la experiencia internacional se aprecia variopinta, se pueden reconocer diversas manerade operar las alianzas, por ejemplo, entre pocos partidos (como en Alemania con dos), o con muchos(como en Finlandia entre 5, o en India, con 14 partidos o en Japn e Israel, con participacin tambincrecida.

    Una alianza se supone que es cooperativa y en la que sus miembros aportan recursos de todo tipo, conla intencin de cumplir con alguna meta comn. Pero la naturaleza de las alianzas, sealan losanalistas, es cambiante, tanto en su naturaleza, como en su apariencia y comportamiento, lo que haceesencial e imperativo una concrecin y claridad de los principios y lmites de una coalicin entre losparticipantes, para que el siempre posible fuego amigo pueda ser del menor impacto posible. Unaalianza ser viable slo hasta el punto en que sea capaz de reflejar los intereses de sus miembros, perono se puede forzar o hablar de seguridad en los resultados. Una alianza busca la consecucin de unameta y se piensa que si se hace con otros puede resultar ms efectiva la accin, de como podra hacersesin apoyo mutuo.

    En la, digamos, dinmica de los convenios aliancista histricos, se ha visto cmo es posible queprimero los participantes se acerquen para posiblemente irse distanciando despus o llegar incluso avolver enemigos a los aliados, que pueden serlo una jornada y ser enemigos en la siguiente.

  • 8/8/2019 Alianzas polticas : alianzas polticas?

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    Historiadores sealan que esta por ejemplo, fue la lgica (tan oportunista como de alto sentido prcticomilitar) de las alianzas polticas de lvaro Obregn y Venustiano Carranza contra Francisco Villa yEmiliano Zapata.Los argumentos a favor de esta lgica de alianzas seala que hoy y ya desde tiempo atrs, son un malnecesario, o quiz un bien necesario?. Que son ya algo comn en no pocos pases donde, desde hacetiempo, no son ms una novedad. Ya forman parte de su normalidad de convivencia poltica. Otroargumento a favor es que resultan necesarias cuando se enfrentan elecciones muy competidas, dondeparece que han funcionado mejor, como en los sistemas polticos bipolares al extremo.

    Se pueden rastrear mltiples experiencias que dan cuenta de la posible conveniencia o no, de lasalianzas: la experiencia internacional documentada seala algunos casos notables, como en Chile en1973 a 1988, entre el partido demcrata cristiano y el partido socialista (s, justo entonces!), tambinen Alemania del 2005 al 2009 el gobierno aliancista lo integraron tanto el partido de la seora Merkel,la unin demcrata cristiana, y sus adversarios socialistas, de la que se deca se trataba de una alianza"de ensueo".

    En Argentina en 1999, se construy una alianza entre el Frente Pas Solidario (Frepaso) y la UninCvica Radical (UCR), que se unieron para derrocar al Menem, dando una unificacin histrica de partidos representantes de la clase media para romper, dijeron, con la inercia de una gestingubernamental con corrupcin galopante y una mala gestin poltica.Igualmente hoy funcionan alianzas en la ONU, donde existen de manera no oficial 5 grupos integrados por alianzas (Africa, Asia, Europa Oriental, Europa Occidental, Latinoamrica y el Caribe). Estamodalidad comenz como un medio informal para organizar la distribucin de las comisiones de laasamblea general. Un pas que no es miembro de alguno de estos grupos regionales es Estados Unidos,junto con Israel al que no se le ha permito tener participacin en uno de estos grupos regionales.

    Otros pases donde hay experiencia reciente al respecto y tambin experiencia histrica de alianzas polticas son: aparte de los ya mencionados, Australia, Chile, Grecia, Italia, Lbano, Montenegro,Serbia, Taiwan, Rusia, Espaa, Irlanda, Inglaterra, Turqua, Suiza, Suecia y otros nrdicos. En el parlamento europeo se han dado tambin estos procesos, que han llegado a ser calificados desorprendentes. Hay pases donde es inimaginable pensar que un partido pueda gobernar solo (cmo enBlgica, Alemania, Holanda).As, desde esas experiencias las alianzas han sido no slo necesarias sino hasta inevitables. En algunossentidos y circunstancias, han resultado convenientes tanto para los partidos como para los electores.

    Aqu, Lpez Portillo fue candidato comn de los partidos Popular Socialista y Autntico de laRevolucin Mexicana, adems del PRI, en la eleccin presidencial de 1976. No fueron en coalicin,simplemente adoptaron el mismo candidato. Fidel Herrera gan en 2004 su eleccin como gobernadorde Veracruz por menos de un punto porcentual. Y fue en coalicin encabezada por el PRI, mientras quesu adversario Gerardo Buganza contendi slo y solo por el PAN. Por mencionar algunos casos.

    En Mxico, las coaliciones, candidaturas comunes y alianzas entre partidos, han venido realizndosedesde no pocos aos, y se han vuelto ms comunes a partir de la llamada "transicin democrtica",cuando fue posible sacar al PRI de Los Pinos.

    Desde la oposicin a esta idea, con reacciones cargadas de emocin, se califica con adjetivos subidosde tono, se dicen cosas como que se trata de simple amnesia cnica, incluso se llega a calificar comoun patolgico Alzheimer poltico. Se argumenta que representa una autentica traicin a la tradicin ya una idea elemental de democracia, por lo menos de la que conocemos hasta hoy.

  • 8/8/2019 Alianzas polticas : alianzas polticas?

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    Las alianzas polticas podran ser smbolos de progreso y estabilidad democrtica, si tuvieran comoobjetivo neto, se dice, el hacer frente a los tpicos monopolios partidarios que toman posesin sinms miramientos. O tambin si no se olvidara tan fcilmente la meta ltima de todo trabajoparlamentario en una sociedad como la nuestra, con toda su constelacin de rezagos histricos.

    Un elemento ms que podra inscribirse en los contras, y es la creciente desconfianza de electores porlas decisiones polticas, por percibirlas tan distantes a sus necesidades, por identificarlo como parte dela simple rebatinga por el poder como meta ltima y nica. Se ven desde ah, de ese modo, slo comoelectorales estas alianzas, electoreras, supeditadas slo a esos fines.Finalmente esto ltimo es el resultado de la distancia que se ha construido a pulso, nuestra clasepoltica indiferente frente a la mayora de sus representados famlicos, desde sus bunkers de nuevos yviejos millonarios. Desde jueces y magistrados en quien la gente ya no cree, hasta funcionarios ydiputados de un estado y pas en pobreza mayscula mientras nos dejan ver, sin ruborizarse siquiera,sus desempeos dispendioso hasta el escndalo, comenzando por sus sueldos de primer mundo.

    La experiencia reciente igualmente deja ver, para alimentar la desconfianza, algunas muestras deconvenios, pactos, alianzas, o cmo llamarles? cochupos?, entre por ejemplo el paisanito presidentey la seora que dice ser maestra y tambin es duea de la SEP, que entre sus creaciones nos hanimpuesto la miope y vituperable Alianza por la Calidad Educativa (ACE).O aquellas alianzas trabajadas para ir contra otras alianzas, como la establecida hace unos meses entrelideres, el panista Nava y la priista Paredes, para no hacer alianza con ideologias contrarias(contrarias a qu?), a cambio de mayoritear para la aprobacin de la ley de ingresos de este ao.Frente a engendros semejantes, ser posible alimentar la confianza en las posibles bondades deencuentros aliancistas?

    Otros polticos han hecho advertencias acerca de sus grandes y graves consecuencias y de la traicinimplicada en el hecho de aliarse con fuerzas contrarias, como lo seal el lder moral e histrico delPRD, desde su vitrina. Ser otro caso de Alzheimer o slo desmemoria de oficio, pero quiz no, quizrecuerda bien, las consecuencias graves de esa especie de alianza suya, de los tiempos de lasolidaridad institucionalizada. Esas consecuencias estn hoy aqu instaladas. Quiz se trata entoncesde un mea culpa histrico, a destiempo?

    Este fenmeno de la hibridez en las alianzas polticas parece que ha recibido menos atencin de lainvestigacin acadmica de lo que meritara, aunque es precisamente la dificultad para estudiarlas fuerade las situaciones en que se precipitan sus consecuencias en la vida pblica, puede ser algo que explicaesta situacin de pobreza en su estudio y anlisis.

    Y entonces, qu responderemos a nuestros insufribles representantes polticos, cuando nos consulten(algn muy lejano da, quiz) deben aliarse o mejor no ? La respuesta debe ser S, deben aliarse, peroprimero con nosotros, de entrada, sus representados. No lo crees usted as?.

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