ALPHA #2 Cárcel

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Escrito número dos de Memoria correspondiente al universo Alpha.

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No saba cunto tiempo llevaba metido all, en aquella especie de baera. Estaba mirando la galaxia y sus constelaciones cuando, de repente, pas a estar en un hermoso lago subido en una barca. El escenario cambi muchas veces: playas cristalinas, frondosos bosques, elevadas montaas e incluso pacificas ciudades. Pero en todos estos siempre predominaba la tranquilidad, se estaba tan relajado que a uno se le permita dejar de pensar en sus cosas para pasar un agradable tiempo. Esto era lo que ms le molestaba, muy tranquilo, demasiado tranquilo estaba todo. l era un hombre al que le gustaba la accin, pues haba vivido con ella toda su vida y ahora era algo que no poda desquitarse. As que al ver que no haban imgenes de guerra, o simplemente violentas, se hart y sali de la baera. La mquina era un espacio esfrico el cual se rellenaba de agua y proyectaba imgenes hologrficas tan reales, que incluso pareca que estabas all. Otro avance de la ciencia.

Cuando sali all le esperaba su fiel sirviente Ryan, con una toalla bajo el brazo. Su conversacin con l fue escasa.

Invierte una parte de mi fortuna en acciones y vende las que subieron anteriormente dijo l. Adems, apuesta otra parte a Marte en la final de la liga, esa Pandora me cae bien.

Y ya est. Esta era su relacin con Ryan, l era el amo y aquello era el sirviente. Nuestro protagonista tena que admitir que como sirviente Ryan lo haca muy bien, era muy culto, saba ms de sesenta idiomas y se llevaba estupendamente bien con las tareas del hogar. Adems Ryan nunca se cansaba ni se quejaba, pues se deba solamente a su seor y haba entregado su vida hacia l. El nico problema, y la razn de la inexistente relacin de amistad entre ellos, es que no era humano. Era un androide que el gobierno le haba dispuesto, no haba ningn gesto de humanidad en l, pues su inteligencia artificial no le permita aprender y salirse de sus bases, todo lo que haca y deca estaba programado. Muchas veces se preguntaba si la cara que tena haba sido alguna vez de un humano, pero luego se recordaba a s mismo que estas eran el tipo de cosas que no le importaban lo ms mnimo.

Adam era aparentemente un tipo despreocupado. Era atractivo y esbelto y eso era lo nico que necesitaba en el mundo. A parte de su melena rubia. Pero en realidad era alguien muy inteligente, no se dejaba ningn detalle y comnmente saba lo que otras personas pensaban y el por qu de sus palabras. As que en la mayora de ocasiones se aprovechaba de su aspecto, para que la gente creyera que era un musculitos sin cerebro.

Se sec y se visti con una camisa blanca y unos pantalones negros, saba que deba estar elegante. Pas por el blanco pasillo que daba al lujoso comedor tambin tan blanco y liso como el pasillo, y como toda la casa y se sent en su sof dispuesto a ver algo de televisin. La encendi y, para su sorpresa, estaba viendo el partido en el que acababa de apostar. En la pantalla sali la solicitud de disfrutar de la versin hologrfica, pero la ignor completamente. Mientras vea la carnicera habitual la televisin se apag, y desde una esquina del saln sali una familiar voz que dijo:

Sabas que vendra.

Por eso me he puesto elegante, Jazz.

S que habas notado mi presencia, sin embargo seguro que no sabes por qu vengo, Adam.

Y eso era cierto. Le sorprendi bastante que despus de tantos aos all, sin ms visita que su sirviente, se le presentara ahora un viejo amigo para Dios sabe qu. Jazz sola ser su compaero antes de estar recluido aqu, pero l eligi el otro bando y logr salvarse de esta crcel. Jazz eligi el lado de la poltica y l sin embargo eligi el lado de la guerra. La iglesia y el gobierno haban tenido una guerra hace ya diez aos cuando l apenas tena veinte y Adam luch en primera lnea por su religin. La guerra acab con una tregua definitiva y todos eludieron sus responsabilidades diciendo que los verdaderos culpables eran la gente que disparaba, y no ellos. As que en vez de encerrar a los mandamases, encerraron a gente como Adam, cuando la mayora de culpa la tena gente como Jazz. Se senta traicionado por Jazz y sin embargo, segua querindole. Su cabeza daba vueltas en torno a ese sentimiento contradictorio.

Se miraron.

Bueno, ser mejor que empiece hablando yo dijo Jazz, la propuesta principal es que te necesitamos. Eres uno de nuestros mejores criminales de guerra aquello son sarcstico, pero realmente no lo era, sabemos que ansas la libertad y si nos haces este favor, nosotros te la concederemos. Eres nuestra nica esperanza.

Dejando de lado el concepto de que no me gustara trabajar con unas asquerosas sanguijuelas como vosotros, dime por qu debo de aceptar eso. Aqu estoy mucho mejor de lo que estara all abajo, tengo dinero, tengo aseo, televisin e incluso puedo violar a mi sirviente si me da la gana dijo en tono burln. As que no, gracias pero te puedes marchar, porque jams dejara este paraso. Yo soy creyente y, creo en el ser humano y en su libertad, as que mientras la fe est conmigo, ser libre Jazz.

No digas tonteras, tu religin cree en el ser humano como una divinidad. Elevan el progreso al mximo exponente, lo que t quieres no es vivir una libertad con reglas como esta, lo que t quieres es tener tus propias reglas.

Lo que yo quiero es no someterme a ningn tirano en tu falsa libertad.

Y qu es un Dios sino un tirano? Que te obliga a jugar en su propio universo en el que nunca habr finales felices, pues lo nico seguro que te espera es la muerte, Adam.

Jazz, ests confundiendo religiones.

Vamos Adam, a quin intentas engaar? Te conozco perfectamente y s que no es este tipo de libertad la que ansas, t no necesitas un hogar tranquilo donde vivir, lo que t necesitas es accin. Ni siquiera el dinero que crees invertir es real, y la final que estabas viendo acab hace meses. Yo s que quieres hacerlo y salir de esta farsa.

Le estaba manipulando, Jazz le estaba manipulando para llevrselo a su terreno y Adam lo saba perfectamente. El problema era que le gustaba que le manipulase, y adems el lo permita completamente porque saba que tena razn. Aunque su empecinada cabeza pensara que quera seguir all, en el ltimo momento aceptara el trabajo, aun si fuese sin recompensa, igualmente lo aceptara. Pues odiaba estar all a miles de kilmetros del planeta ms cercano, en una crcel espacial diseada expresamente para l y sin ningn contacto humano. En realidad, este encuentro era lo mejor que haba tenido en toda su reclusin. Entonces, despus de pensar en todo esto, dijo:

Lo har. Y despus, te matar.

To be continued