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Enigmas de la Biblia 15, de Ariel Álvarez Valdés. 30 de enero de 2015 Tomado del blog de Antonio Piñero Antonio Piñero He disfrutado mucho leyendo el último libro de Ariel Álvarez Valdés. Bien escrito, con un lenguaje sencillo y atrayente, con una presentación de las cuestiones en plan de “intriga/suspense”, es decir, el planteamiento de un enigma cuya solución está a final de cada capítulo. Y como el lector lo sabe, va leyendo cada capítulo –que no son muy extensos-- con la avidez de un lector de nivelas policíacas. En líneas generales estoy de acuerdo con Ariel en casi todo (hablaré luego de un disentimiento profundo) lo que argumenta como historiador, y no me parece mal, aunque me abstengo de pronunciarme decididamente sobre las consecuencias para la vida cristiana que como teólogo extrae de prácticamente todos los textos que aclara. Señalo ahora algunas notas de lectura a través de sus quince capítulos. En el caso de Jefté, el juez de Israel que sacrificó su hija por un voto a Yahvé, capítulo 1 del libro de Ariel, me parece totalmente plausible su análisis de la historia de este personaje y su análisis de cómo los episodios del voto, de la muerte de su hija y de su incineración en pro de Yahvé son inconsecuentes – y están mal unidos al relato central-- con la nuclear de la vida del personaje en el libro de los Jueces (capítulo 11). Es también plausible el porqué ofrecido por Ariel de los designios

Alvarez Ariel - Enigmas de La Biblia 15 - Comentario a Piñero

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Recoge historias bíblicas del Antiguo Testamento.Hace una crítica a las historias naturalistas del milagro

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Enigmas de la Biblia 15, de Ariel lvarez Valds.

30 de enero de 2015

Tomado del blog de Antonio Piero

Antonio PieroHe disfrutado mucho leyendo el ltimo libro de Ariel lvarez Valds. Bien escrito, con un lenguaje sencillo y atrayente, con una presentacin de las cuestiones en plan de intriga/suspense, es decir, el planteamiento de un enigma cuya solucin est a final de cada captulo. Y como el lector lo sabe, va leyendo cada captulo que no son muy extensos-- con la avidez de un lector de nivelas policacas.

En lneas generales estoy de acuerdo con Ariel en casi todo (hablar luego de un disentimiento profundo) lo que argumenta como historiador, y no me parece mal, aunque me abstengo de pronunciarme decididamente sobre las consecuencias para la vida cristiana que como telogo extrae de prcticamente todos los textos que aclara.

Sealo ahora algunas notas de lectura a travs de sus quince captulos. En el caso de Jeft, el juez de Israel que sacrific su hija por un voto a Yahv, captulo 1 del libro de Ariel, me parece totalmente plausible su anlisis de la historia de este personaje y su anlisis de cmo los episodios del voto, de la muerte de su hija y de su incineracin en pro de Yahv son inconsecuentes y estn mal unidos al relato central-- con la nuclear de la vida del personaje en el libro de los Jueces (captulo 11). Es tambin plausible el porqu ofrecido por Ariel de los designios sesgados del autor deuteronomista, que ha aadido el episodio del voto en pro de una concepcin particular de la historia de Israel. Cuando no exista la monarqua el pueblo de Israel viva mucho peor, de modo que sutilmente ensalza la realeza (davdica), con lo cual est tambin justificando el papel real del futuro mesas, que ha de nacer de la semilla de David.

Encantadora la lectura de la historia de Tobas, el primer ciego curdo en la Biblia, el modo de contarla por parte de Ariel, y la enseanza final extrada por el autor de su lectura en conjunto del libro: Dios no nos deja solos: Simplemente, bajo la forma de una novela sapiencial, el autor quiso mostrar cmo en la vida ordinaria de toda persona acta siempre la providencia de Dios.

Convincente el captulo dedicado al milagro de Jess andando sobre las aguas. Su crtica al estudioso norteamericano Doron Nof, que demor ms de una dcada en llegar a una solucin obsoleta, ya que la investigacin bblica hace tiempo que haba abandonado este tipo de explicaciones es totalmente pertinente. Ariel ridiculiza --criticando la solucin de Nof (Jess camin en circunstancias muy especiales sobre un trozo de hielo formado en el Mar de Galilea)-- los intentos pseudo racionalistas de explicar los milagros de Jess en contra de las leyes de la naturaleza. Estoy, pues de acuerdo, pues como seala el autor, esta explicacin, y otras suponen que los discpulos eran tan tontos que no se dieron cuenta de lo que pas, y pensaron que era un milagro, ya que el relato dice que ellos quedaron completamente estupefactos (Mc 6,51). Y para peor, Jess habra consentido que se creyeran semejante engao.

La crtica de Ariel ha de aplicarse igualmente a las explicaciones naturalistas del milagro del cruce de las aguas en el libro del xodo, a las historias del diluvio en el Gnesis o la destruccin de Sodoma y Gomorra. Pero atencin-- hay explicaciones de dos clases: una que dan una aclaracin naturalista del milagro y afirman que el hecho en s, por ejemplo, Moiss y sus exiliados caminando a pie enjuto por el Mar de las Caas, sucedi tal cual lo narra la Biblia, aunque tenga su explicacin natural; mientras que otras ---que si son aceptablesofrecen explicaciones puramente geolgicas de fenmenos que ocurrieron en el entorno de la cuenca del Mediterrneo oriental hasta el mar Negro y el Mar Caspio en tiempos pretritos y que pudieron dar origen a mitos muy antiguos, no hebreos especficamente, sino sumerios, o acadios, como el diluvio o la destruccin de las dos malvadas ciudades por una lluvia de fuego y azufre.

La solucin o aclaracin de Ariel al milagro de caminar sobre las aguas me parece excelente: La caminata de Jess no fue un hecho sobrenatural ni tampoco natural, sino que simplemente no se produjo. Por eso no debe tomarse literalmente, como si se tratara de una crnica histrica. Es ms bien un relato compuesto por las primeras comunidades cristianas para transmitir una idea teolgica. Con ello admite nuestro autor que existen leyendas puras y duras, no histricas, aunque presentadas por los autores bblicos como tales, en los libros sagrados, porque la revelacin se hace con los hombres de una poca que tenan esa mentalidad y no la nuestra.

Me convence tambin la idea de Ariel sobre que el mensaje evanglico sobre la eucarista cristiana, que empezaba en la multiplicacin de los panes y terminaba en la caminata sobre el mar, expona cmo los cristianos, que se hallaban en el desierto de sus vidas, sintindose solos y experimentando hambre de muchas atenciones, podan alimentarse con un pan especial que les ofreca la Iglesia, multiplicado gracias al poder de Jesucristo. El segundo milagro en concreto, la caminata marina, ilustraba de qu manera Jesucristo se haca presente en aquel grupo que haba comulgado, y que luego se haba lanzado a la oscuridad de la noche, en medio de un mundo hostil que le impeda remar y avanzar. Aun cuando se encontraran en la situacin ms catica y perturbadora, como era el mar para los judos, Jess hallara la forma de presentarse ante ellos para infundirles nimo y calmar sus temores. Me parece que est bien sealado mensaje qu quiso transmitir el Evangelio.

El episodio del tributo al Csar est desentraado en una lnea que --creoempieza poco a poco a gozar de un cierto consenso entre los estudiosos. Escribe nuestro autor: En conclusin, si bien Jess era un hombre de gran valenta e integridad moral, tambin era astuto. Saba que no convena exponer de modo directo su pensamiento a los interrogadores, porque tal respuesta habra significado su captura y condena inmediata. Por eso replic con una frase ambigua y enigmtica. Pero ambigua nicamente para quienes no conocan la teologa de que Israel era slo propiedad de Dios. Es decir, para los romanos. En cambio para la gente qued en claro que la declaracin de Jess fue: no corresponde pagarlo. La estrategia fue tan brillante que, como revela el Evangelio, la gente qued maravillada con su respuesta (Mc 12,17).

Y aade: Sin embargo cuatro dcadas ms tarde las comunidades cristianas, que conocan el mensaje original de Jess, tuvieron que traducirlo y aplicarlo a una forma de sociedad diferente, organizada y bien constituida jurdicamente como era la romana. No pretendieron modificarlo, ni falsearlo. Al contrario. Como entendan perfectamente la mentalidad de Jess y lo que l haba querido decir, saban que su doctrina haba estado influenciada por las condiciones histricas que le tocaron vivir. Saban tambin que si Jess se hubiera hallado en el ambiente en que ahora ellos estaban, habra predicado de otra manera. Por eso Marcos recogi una adaptacin del mensaje de Jess, y la volc en su Evangelio. Quienes son creyentes (no simples historiadores), y por lo tanto admiten que los Evangelios son tambin palabra de Dios inspirada a los hombres, no tienen dificultad en aceptar que Marcos escribi una adaptacin de las enseanzas de Jess por inspiracin divina, ya que eran sas, y no las palabras histricas de Jess, las que en ese momento deban orse en su comunidad.

Estas palabras de nuestro autor justifican el intento de la crtica histrico-literaria de los evangelios en su bsqueda del Jess histrico, y dejan a la vez un regusto de escepticismo sobre la fiabilidad de los evangelios, puesto que en muchas ocasiones se puede pensar-- adaptaran ms de la cuenta.

Respecto al primado de Pedro y la discusin sobre Mt 16,16, debo mostrar mi discrepancia --aqu s que, creo, radical con algunas interpretaciones de nuestro autor de la teologa paulina y petrina. Sostiene Ariel que Desde su conversin, san Pablo haba comprendido que los cristianos ya no estaban sometidos a la ley de Moiss. Se hallaban libres de las prescripciones judas, y no tenan por qu practicar la circuncisin, ni las normas dietticas, ni el descanso del sbado. Pablo afirmaba que la muerte y resurreccin de Cristo los haban liberado de todos esos ritos, y que bastaba con creer en l y seguir sus enseanzas para ser un buen cristiano. Muchos creyentes aceptaban esa postura, porque ayudaba a los paganos a convertirse al cristianismo y les simplificaba su prctica religiosa.

Opino que es esta una interpretacin radicalmente errnea por falta de especificacin: ni Pablo se convirti a nada, salvo a vivir su judasmo en el mesas, y slo supo de su llamada para proclamar el evangelio del Hijo a los gentiles, ni jams Pablo extendi esa libertad sobre la ley de Moiss a todo converso a le fe en Jess, judos incluidos que parece dar a entender el prrafo transcrito. Solo los gentiles nunca los judosconvertidos al mesas estn libres de cumplir la ley de Moiss completa. Hay en la Ley dos partes: una eterna y universal y otra especfica para los miembros de la Alianza. Los judos conversos, la observancia de la Ley, y por tanto, para Pablo mismo era absolutamente obligatoria.

Son estos postulados que explico largamente, con la aclaracin de abundantes textos, en la obra que espero salga en abril o principios de mayo Gua para entender a Pablo. Una interpretacin del pensamiento paulino, y que dar lugar, supongo, a una fuerte discusin.

Y segundo, no puedo admitir, por el mismo argumento bsico, lo que escribe Ariel a propsito del conflicto de Antioqua entre Pablo y Pedro: Pedro por un lado, rechaz la posicin extrema de Pablo, que eliminaba todas las leyes judas de la comunidad cristiana. Pero por otro tambin descart la lnea radical de Santiago, que pretenda imponer a todos las normas del Antiguo Testamento, lo cual desalentaba la conversin de los paganos. Asumi, pues, una postura ms equilibrada entre las dos visiones, y propuso una solucin intermedia: acept que algunas normas de Moiss deban ser observadas por los cristianos (como deca Santiago), pero elimin el rito de la circuncisin y otras normas judaizantes (como propona Pablo). De esta manera, la iglesia de Antioqua qued marcada por la posicin petrina de pensamiento, y Pedro se convirti en el referente teolgico por excelencia de los cristianos antioquenos.

Y no puedo admitirlo por el mismo argumento de fondo: ni Pablo elimin todas las leyes judas de la comunidad cristiana, ni fue Pedro el inventor de que los gentiles no tenan que cumplir la ley de Moiss. Entre otras razones porque eso supone creer en la historicidad de fondo de Hechos 10 (visiones de Pedro y conversin del pagano Cornelio bautizado por Pedro), que es totalmente legendario e irenista por parte de Lucas/Hechos, inventado para tender puentes entre petrinos y paulinos = Pedro acta como Pablo (cap. 10) y Pablo habla como Pedro (cap. 13. Discurso en Antioquia de Pisidia).

Espero que cuando salga mi interpretacin de Pablo, discutiremos ms tranquilamente. Por ahora solo pongo en guardia que no creo que este captulo del libro de Ariel interprete correctamente a Pablo, ni a Pedro. Por tanto, tambin pongo en duda el siguiente juicio Mateo puede justificar la teologa y la estructura que haba en su Iglesia de Antioqua, diciendo que estaba fundada sobre el pensamiento de Pedro. Por ello conservaba la garanta de la voluntad histrica de Jess Interpreto: acaso quiere decir Ariel que Jess dio a Pedro el poder de que este estableciera como norma en la iglesia de Antioqua lo que l, el Jess histrico, jams hizo en vida, ni lo pens probablemente jams, es decir, eximir a los paganos de la circuncisin? Lo pongo en duda.

Respecto al captulo sobre Santiago, el hermano del Seor, veo plausible que como explicacin psicolgica dentro de una imposible explicacin histrica del fenmeno de las apariciones de Jessse pregunta Ariel: Qu hizo cambiar a Santiago de postura, es decir, de considerar un loco a Jess (Mc 3,20) y luego pasar a ser seguidor suyo? Y responde: San Pablo lo cuenta en una de sus cartas: tuvo una visin de Jess resucitado (1 Cor 15,7). No sabemos cmo fue. Pero aquella experiencia lo impact de tal manera, que termin abandonando su incredulidad y acept a Jess como Mesas y salvador de Israel. Por eso, el da de Pentecosts, lo encontramos ya integrado al grupo de los fundadores de la Iglesia (Hch 1,13-14)A partir de ese momento, Santiago se convirti en un fervoroso difusor de las ideas de Jess, en Jerusaln.

Tambin es iluminadora la explicacin de por qu se denomina Lucifer al Diablo, que creo es ya opinin comn entre los exegetas: Cmo se produjo tan lamentable confusin? Debido a la mala interpretacin de un pasaje de la Biblia. En el libro del profeta Isaas existe un antiguo himno, no compuesto directamente por Isaas (quien vivi en el siglo VIII a.C.), sino por un poeta judo doscientos aos ms tarde, hacia el ao 562 a.C. El poema gust tanto en su poca que termin incluido en el libro de Isaas como si lo hubiera escrito ste As, la fantasa juda termin atribuyendo la stira conmemorativa de los funerales del rey babilonio, a la cada del Diablo al infierno. Por eso alrededor del ao 50, en una obra apcrifa llamada El 2 Libro de Henoc, encontramos ya relacionado este himno con la figura de Satans. Ms tarde tal interpretacin juda pas al cristianismo, y comenz a extenderse entre los Santos Padres y escritores de la Iglesia. Tertuliano ( 220), Orgenes ( 255), Agustn de Hipona ( 430), y muchos otros, estn convencidos de que el Lucero de Isaas no es otro que Satans expulsado de la presencia divina.

Muy interesante la aclaracin muy novedosa para las gentes, incluso las que saben que el nombre de Lucifer aplicado al Diablo no est en la Biblia-- es lo siguiente: Siguiendo la prctica del Nuevo Testamento (llamar lucero de la maana a Jess en el Apocalipsis y en 2 Pedro), algunas comunidades cristianas comenzaron a llamar Lucifer a Jess. Por ejemplo el poeta cristiano Prudencio (de fines del siglo IV), en su famosa obra Psychomachia, compuesta alrededor del ao 395, escribe:No tiemblen, hombres;el que da la vida, tambin la sostiene; busquen a Lucifer, alimento del dogma celestial, para que, aumentando la esperanza, la llene de vida eterna.

Como ven por estos comentarios a vuela pluma, me parece que quedar muy claro al lector que el libro de Ariel que comentamos, merece la pena ser ledo. A m me ha interesado mucho y yo recomiendo encarecidamente su lectura.