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Álvaro Mutis
Álvaro Mutis Jaramillo (Bogotá, 25 de agosto de 1923 – Ciudad de México, 22 de septiembre de 2013)
fue un novelista y poeta colombiano. Es Considerado uno de los escritores hispanoamericanos
contemporáneos más importantes. A lo largo de su carrera literaria recibió, entre otros, el Premio Xavier
Villaurrutia en 1988, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1997, el Premio Reina Sofía de
Poesía Iberoamericana en 1997, el Premio Cervantes en 2001 y el Premio Internacional Neustadt de
Literatura en 2002.
Biografía
nació en Bogotá (Colombia), el 25 de agosto de 1923, día de San Luis IX de Francia, de quien el autor
dice: "No descarto la influencia de mi santo patrono en mi devoción por la monarquía". En 1925, a causa
de la profesión de su padre, viaja a Bélgica, donde llega a los dos años de edad. Hizo sus primeros
estudios en Bruselas. Regresaba a Colombia, primero, durante las vacaciones y después por
temporadas más extensas. Vivió en una finca cafetalera y cañera que había fundado su abuelo materno,
en el corregimiento de Coello-Cocora, cerca a Ibagué (Tolima), en las estribaciones de la Cordillera
Central, de la cual el autor dice: "Todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a perpetuar ese
rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis
terrores y mis dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta o
explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia".
En Bélgica vivió hasta los nueve, cuando muere su padre repentinamente, a los 33 años.
En Bruselas están sus mejores recuerdos de él: "de él heredé, entre otras cosas, el gusto por los
buenos vinos y la buena cocina, por la tertulia y los buenos libros, y también su admiración por
Napoleón", afirma el narrador colombiano. A la muerte de su padre, su madre decide regresar a
Colombia para dedicarse a la hacienda de Coello. Dejar Europa fue para Mutis una gran pérdida: era en
aquellos años su mundo, mientras que Colombia era sólo un lugar donde pasar vacaciones y del cual
siempre se regresaba. Su fascinación por el mar, los barcos y el viaje tiene origen en esos
desplazamientos de Europa a Colombia en pequeños barcos mitad de carga y mitad de pasajeros.
Tras abandonar sus estudios en Bruselas en el colegio jesuita de Saint-Michel, hizo su último intento
para lograr el diploma de bachiller y se matriculó en la Universidad del Rosario, en Bogotá. Su profesor
de literatura española fue el notable poeta colombiano Eduardo Carranza. Las clases de Carranza, dice
el poeta, "son para mí una inolvidable y fervorosa iniciación a la poesía". El billar y la poesía pudieron
más y nunca alcanzó el título.
En 1941 contrajo matrimonio con Mireya Durán Solano, con quien tendrá tres hijos: María Cristina,
Santiago y Jorge Manuel. En 1942comenzó a trabajar de periodista en la emisora de radio Nuevo
Mundo, donde reemplaza a Eduardo Zalamea Borda.
Después de ser relacionista público de Esso, Standard Oil, Pan American y Columbia Pictures, entre
otras compañías, publica su primer volumen de poesía en 1948. Antes había publicado sus poemas en
el periódico El Espectador. En 1953 publica Los elementos del desastre, un poemario donde aparece
por primera vez su emblemático personaje Maqroll el Gaviero, uno de los grandes hitos de la literatura
en lengua española de este siglo.
Una pieza de hotel ocupada por distracción o prisa, cuán pronto nos revela sus proféticos tesoros. El
arrogante granadero, “bersagliere” funambulesco, el rey muerto por los terroristas, cuyo cadáver des-
pernancado en el coche, se mancha precipitadamente de sangre, el desnudo tentador de senos argivos y
caderas 1900, la libreta de apuntes y los dibujos obscenos que olvidara un agente viajero. Una pieza de hotel
en tierras de calor y vegetales de tierno tronco y hojas de plateada pelusa, esconde su cosecha siempre
renovada tras el pálido orín de las ventanas.
(Fragmento de Los elementos del desastre)
En 1954 se casa con María Luz Montané. De esta unión nacerá su hija María Teresa.
Debido al manejo caprichoso de unos dineros de la multinacional Esso, en la que era jefe de relaciones
públicas, dinero que asignaban a obras de caridad y que Mutis usó como si fuera suyo en quijotadas
culturales, no siempre con base en una necesidad real, fue demandado por la compañía. Ante esta
situación, su hermano Leopoldo, Casimiro Eiger y Álvaro Castaño Castillo le arreglan un viaje de
emergencia a México, que desde entonces es su lugar de residencia.
En 1956 se estableció en la ciudad de México, donde llegó con dos cartas de recomendación, una
dirigida a Luis Buñuel y otra a Luis de Llano; gracias a éstas consiguió trabajo como ejecutivo de una
empresa de publicidad, y luego fue promotor de producción y vendedor de publicidad para televisión y
conoció en el medio intelectual mexicano a los que han sido sus amigos en ese país: Octavio Paz,
Carlos Fuentes Emilio García Riera y Luis Buñuel, entre otros.
A los tres años de su llegada a México, Mutis fue detenido por la Interpol e internado durante 15 meses
en la cárcel preventiva de Lecumberri, más conocida como "El palacio negro". Su experiencia en la
cárcel cambió del todo su visión del dolor y del sufrimiento humano.
Por 1960 inicia un viraje hacia la prosa con su Diario de Lecumberri, escrito en la cárcel.
En 1966 contrae matrimonio con Carmen Miracle Feliú.
El primer reconocimiento importante a la obra de Álvaro Mutis fue en 1974 con el Premio Nacional de
Letras de Colombia.
Se inició en la novela en 1978, pero sólo sería reconocido popularmente en 1986, con la publicación de
la primera novela de Maqroll el Gaviero, La nieve del Almirante. A partir de entonces comenzó a recibir
premios importantes. Uno de sus contemporáneos escribió: "La saga novelesca de Maqroll el Gaviero
es, sin duda, por su emocionante despliegue narrativo, su profundidad terrible, su construcción de gran
artesanado, su poesía constante y su delicadeza, una obra mayor de la escritura en nuestra lengua".
En 1988 cumple el tiempo para el retiro y se dedica completamente a leer y a escribir. Aparece en
España su novela Ilona llega con la lluvia, publicada por Mondadori.
En 1989 en México recibe el Premio Xavier Villaurrutia y es condecorado con el Orden del Águila
Azteca. Mondadori publica su novela Un bel morir y Arango Editores publica La última escala del Tramp
Steamer. Francia le otorga el premio Médicis Étranger por sus novelas La nieve del Almirante e Ilona
llega con la lluvia. El Gobierno francés le concede la Orden de las Artes y las Letras en el grado de
Caballero.
En 1990 Amirbar es editada en España y Colombia simultáneamente. Italia le otorga el premio Nonino al
mejor libro extranjero publicado en ese país. Termina la novela Abdul Bashur, soñador de navíos, que
se publicará el año siguiente.
En 1993 la editorial Siruela publica en dos volúmenes y bajo el título Empresas y tribulaciones de
Maqroll el Gaviero las novelas de Maqroll el Gaviero, incluyendo el hasta entonces inédito Tríptico de
mar y tierra.
En 1996 la editorial Alfaguara decide reeditar Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero en un
único volumen.
En 2001 recibe el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras hispanas.
El 22 de septiembre del año 2013 murió en Ciudad de México a sus 90 años de edad a causa de una
enfermedad respiratoria.
La desesperanza y la historia
"A mayor lucidez mayor desesperanza y a mayor desesperanza mayor posibilidad de ser lúcido" A.
Mutis
Uno de los legados más importantes en la obra de Alvaro Mutis a la literatura universal y particularmente
a la latinoamericana tiene que ver con su visión de la historia y del devenir humano. Sin este elemento el
autor pasaría por ser un escritor de maravillosas aventuras exóticas. En 1965 Álvaro Mutis dio una
conferencia en México, "La desesperanza", que resume magistralmente su pensamiento sobre este
tema. En ella se sobreentiende que el verdadero poeta vive en el exilio; su soledad, su desarraigo son
consecuencias de una forma de entender la historia y el efímero paso del hombre sobre la tierra. El
trópico, su naturaleza indómita, la descomposición vegetal y animal que le caracteriza, la corrosión a la
que son sometidos los elementos que lo habitan son una metáfora del deterioro con el que el tiempo
somete al hombre. El único sentido de la poesía y del arte, en su expresión más pura, es el de
permitirnos un goce sagrado, por lo efímero, de algunos instantes de plenitud pasada. Es por ello que
Mutis es el poeta del deterioro, no para admirar o consolarse ante el espectáculo de lo que fue la
grandeza humana sino para poner en evidencia el sin sentido de sus acciones.
Obras
Poesía
La Balanza, Talleres Prag, Bogotá, 1948 (en colaboración con Carlos Patiño Roselli)
Los elementos del desastre, Losada, Buenos Aires, 1953
Reseñas de los hospitales de Ultramar, Separata revista "Mito", Bogotá, 1955
Los trabajos perdidos, Era, Ciudad de México, 1965
Summa de Maqroll el Gaviero, Barral Editores, Barcelona, 1973
Caravansary, FCE, Ciudad de México, 1981
Los emisarios, FCE, Ciudad de México, 1984
Crónica regia y alabanza del reino, Cátedra, Madrid, 1985
Un homenaje y siete nocturnos, El Equilibrista, Ciudad de México, 1986
Narrativa
Diario de Lecumberri, Universidad Veracruzana, 1960
La mansión de Araucaíma , Sudamericana, 1973
La verdadera historia del flautista de Hammelin, Ediciones Penélope, 1982
La nieve del Almirante, 1986
Ilona llega con la lluvia, Oveja Negra, 1988
Un bel morir, Oveja Negra; Mondadori, 1989
La última escala del Tramp Steamer, El Equilibrista, Ciudad de México, 1989
La muerte del estratega, FCE, Ciudad de México, 1990
Amirbar, Norma; Siruela, 1990
Abdul Bashur, soñador de navíos, Norma; Siruela, 1991
Tríptico de mar y tierra, Norma, 1993
Ensayo
Contextos para Maqroll, Igitur-Cilcultura, 1997
De lecturas y algo del mundo, Seix Barral, 1999
Caminos y encuentros de Maqroll el Gaviero, Editorial Áltera, 2001
Antología
Poesía y prosa, Instituto colombiano de Cultura, 1982
Antología poética, selección y notas de José Balza, Monte Avíla
Summa de Maqroll el Gaviero. Poesía 1948-1988, Visor, 1992
Poesía completa, Editorial Arango, 1993
Summa de Maqroll el Gaviero. Poesía 1948-1997, Ediciones Universidad de Salamanca-Patrimonio
Nacional, 1997
Antología, selección de Enrique Turpin, Plaza y Janés, 2000
Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero , Siruela, 1993 (2 volúmenes);
Alfaguera, 1996 y 2001 (1 volumen). Incluye las siete novelas: La nieve del almirante (1986); Ilona
llega con la lluvia (1988); Un bel morir (1989); La última escala del Tramp Steamer (1989); Amirbar
(1990); Abdul Bashur, soñador de navíos (1991); Tríptico de mar y tierra (1993).
La voz de Álvaro Mutis, edición de Diego Valverde Villena, Poesía en la Residencia, Residencia de
Estudiantes, Madrid, 2001
Reconocimientos
Premio Nacional de Letras de Colombia, 1974
Premio Nacional de Poesía de Colombia, 1983
Premio de la Crítica Los Abriles, 1985
Comendador de la Orden del Águila Azteca México, 1988
Premio Xavier Villaurrutia México, 1988 por Ilona llega con la lluvia.6
Doctor Honoris Causa por la Universidad del Valle en Colombia, 1988
Premio Juchimán de Plata en México, 1988
Orden de las Artes y las Letras , del Gobierno de Francia, en el grado de Caballero, 1989
Premio Médicis Étranger de Francia, 1989
Premio Nonino de Italia, 1990
X Premio del Instituto Italo-Latinoamericano de Roma, 1992
Orden al Mérito de Francia, 1993
Premio Roger Caillois de Francia, 1993
Gran Cruz de la Orden de Boyacá de Colombia, 1993
Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio de España, 1996
Premio Grinzane-Cavour de Italia, 1997
Premio Príncipe de Asturias de las Letras de España, 1997.7
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de España, 1997
Premio Rossone d'Oro de Italia, 1997
Premio Ciudad de Trieste de Poesía de Italia, 2000
Premio Cervantes de España, 2001.8
desde 2005 la biblioteca del Instituto Cervantes de Estambul lleva su nombre.9
Hechos y curiosidades
Influencias y amistades
Recibió la influencia de Octavio Paz, Pablo Neruda, Saint-John Perse . Es gran amigo de Octavio Paz y
de Gabriel García Márquez; de este último es el primer lector de sus borradores. Además publicó su
primer libro de poemas con Jorge Gaitan Durán.
El cine
Muy ligado a la industria del cine, Mutis ha sido agente en Latinoamérica de varias productoras. Es poco
conocida su participación en la industria de doblaje en México pero en el libro sobre la historia del
doblaje ¿De Quién es la Voz que Escuchas? del escritor y director Rubén Arvizu, el primer actor Ignacio
López Tarso nos cuenta en el prólogo que él escribe, que Mutis prestó su voz como el narrador de la
famosa serie Los Intocables e hizo muchísimas traducciones-adaptaciones de libretos para doblaje. Dos
novelas suyas fueron adaptadas como películas por directores de cine colombianos: La mansión de
Araucaima (1986) de Carlos Mayolo, e Ilona llega con la lluvia (1996) de Sergio Cabrera.
La política
Nunca ha participado en política, no ha votado jamás y el último hecho que en verdad le preocupa en el
campo de la política y que le concierne y atañe en forma plena y sincera, es la caída de Constantinopla
en manos de los turcos el 29 de mayo de 1453. Sin dejar de reconocer que no se repone todavía del
viaje a Canossa del emperador sálico Enrique IV, en enero del año 1077, para rendir pleitesía al
soberbio pontífice Gregorio VII. Viaje de tan funestas consecuencias para el Occidente Cristiano. Por
ende dice ser "gibelino, monárquico y legitimista".
Un antepasado ilustre
Álvaro Mutis desciende de una familia gaditana, y uno de sus antepasados, José Celestino Mutis, fue un
famoso botánico que en1783 encabezó una expedición botánica al Virreinato de Nueva Granada y
consiguió clasificar, con la ayuda de los indígenas, miles de plantas de la zona ecuatorial. Su hermano
Manuel es el padre del tatarabuelo del escritor, que curiosamente ha dejado para la literatura
latinoamericana algunas de las mejores páginas sobre la selva.
La publicidad
Entre los múltiples oficios con los que Mutis se ganó la vida (locutor de radio, jefe de relaciones públicas
y distribuidor de películas de la 20th Century Fox en América Latina, empleado de una compañía de
seguros, de Columbia Pictures y de Esso) el más curioso es sin duda su colaboración para una agencia
de publicidad. Nadie sabe muy bien cuál fue la impronta que dejó Mutis en el mundo de los anuncios
publicitarios. Algunos dicen que Coca-Cola le debe uno de sus mejores slogans; otros juran que dedicó
un bello poema al vino, recitado con atuendo de Baco desde un paisaje de vides.
El regalo para "Gabo"
En la dedicatoria de su novela El general en su laberinto, Gabriel García Márquez desliza una frase que
ha dado lugar a numerosas especulaciones: "Para Álvaro Mutis, que me regaló la idea de escribir este
libro". Luego, en sus "gratitudes", el Nobel colombiano llama la atención sobre un relato de su amigo, "El
último rostro", que cuenta un episodio de los últimos meses de la vida de Simón Bolívar, a partir del
hallazgo de unos manuscritos perdidos, escritos por un coronel polaco de apellido Napierski, quien, en
Cartagena, conoce a Simón Bolívar y pasa algunos días a su lado. La figura de Napierski, puro invento
de Mutis, la objetiva García Márquez al utilizarla -irónicamente y muy a su manera- como fuente
histórica en su novela.
Mutis mismo ha declarado que "El último rostro" es lo que quedó de una obra mucho mayor, quemada
porque le pareció demasiado "de tesis". Al contárselo a su amigo, éste le sugirió intentar escribirla. "Y yo
le contesté, me parece muy bien, nadie lo hará mejor. Aquí está toda la documentación, y le di los libros
que yo había leído, la correspondencia de Simón Bolívar, en fin, una serie de documentos históricos
esenciales, y se lo llevó todo, y se marchó de mi casa diciendo "Ya sabrás de mí". Cuando terminó la
novela me la dio, porque siempre me muestra sus originales antes que a nadie y me dijo, "A ver, ¿va a
quemar esta también? Y allí estaba el Simón Bolívar que debía haber escrito yo. Pero lo escribió él.
Perfecto."
La visita a Hernán Cortés
No es un secreto la devoción de Mutis por la Monarquía Española. Por ejemplo, piensa que la
humanidad sufrió un tremendo retroceso cuando terminó la autoridad de los reyes para ser reemplazada
por la voluntad popular. Pero tal vez sea menos conocido el hecho de que durante la visita del Príncipe
de Asturias a México, el escritor colombiano tuvo la oportunidad de servirle de guía en una visita a la
tumba de Hernán Cortés, que está escondida detrás del altar mayor de la pequeña Iglesia que el
conquistador fundó junto con el Hospital de Jesús. Aunque el equipo de seguridad y algunos
funcionarios se opusieron, el Príncipe insistió en ir a pie desde el Zócalo de la Catedral mexicana, que
está a dos o tres calles. Cuentan que al llegar un despistado sacerdote de cierta edad les dijo: "Aquí no
pueden entrar turistas". Con la mayor de sus sonrisas, Mutis soltó una frase que todavía lo divierte: "Es
que no se trata de turistas, dijo. Es S.A.R. el Príncipe de Asturias".
Predecesor:Francisco Umbral Premio Miguel de
Cervantes2001
Sucesor:José Jiménez Lozano
204
Para Fernando López
I
Escucha Escucha Escucha
la voz de los hoteles,de los cuartos aún sin arreglar,los diálogos en los oscuros pasillos que adorna una raída alfombra escarlata,por donde se apresuran los sirvientes que salen al amanecer como espantados murciélagos
Escucha Escucha Escuchalos murmullos en la escalera; las voces que vienen de la cocina, donde se fragua un agrio olor a comida, que muy pronto estará en todas partes, el ronroneo de los ascensores
Escucha Escucha Escucha
a la hermosa inquilina del "204" que despereza sus miembros y se queja y extiende su viuda desnudez sobre la cama. De su cuerpo sale un vaho tibio de campo recién llovido.
¡Ay qué tránsito el de sus noches trem0lantes como las banderas en los estadios!
Escucha Escucha Escucha
el agua que gotea en los lavatorios, en las gradas que invade un resbaloso y maloliente verdín. Nada hay sino una sombra, una tibia y espesa sombra que todo lo cubre.
Sobre esas losas -cuando el mediodía siembre de monedas el mugriento piso- su cuerpo inmenso y blanco sabrá moverse dócil para las lides del tálamo y
conocedor de los más variados caminos. El agua lavará la impureza y renovará las fuentes del deseo.
Escucha Escucha Escucha
la incansable viajera, ella abre las ventanas y aspira el aire queviene de la calle. Un desocupado la silba desde la acera del frente y ella estremece sus flancos en respuesta al incógnito llamado.
II
De la ortiga al granizodel granizo al terciopelodel terciopelo a los orinalesde los orinales al ríodel río a las amargas algasde las algas amargas a la ortigade la ortiga al granizo,del granizo al terciopelodel terciopelo al hotel
Escucha Escucha Escucha
la oración matinal de la inquilinasu grito que recorre los pasillosy despierta despavoridos a los durmientes, el grito del "204"¡Señor, Señor, por qué me has abandonado!
De "Los elementos del desastre"
Ciudad
Un llantoun llanto de mujer interminable,sosegado,casi tranquilo.En la noche, un llanto de mujer me ha despertado.Primero un ruido de cerradura,después unos pies que vacilany luego, de pronto, el llanto.Suspiros intermitentescomo caídos de un agua interior,
densa,imperiosa,inagotable,como esclusa que acumula y libera sus aguaso como hélice secretaque detiene y reanuda su trabajotrasegando el blanco tiempo de la noche.Toda la ciudad se ha ido llenando de este llanto,hasta los solares donde se amontonan las basuras,bajo las cúpulas de los hospitales,sobre las terrazas del verano,en las discretas celdas de la prostitución,en los papeles que se deslizan por solitarias avenidas,con el tibio vaho de ciertas cocinas militares,en las medallas que reposan en joyeros de teca,un llanto de mujer que ha llorado largamenteen el cuarto vecino,por todos los que cavan su tumba en el sueño,por los que vigilan la mina del tiempo,por mí que lo escuchosin conocer otra cosaque su frágil rodar por la intemperiepersiguiendo las calladas arenas del alba.
De "Los trabajos perdidos"
Diez Lieder
V. Desciendes por el río...
Desciendes por el río.La barca se abre pasoentre los juncos.El golpe en la orillaanuncia el término del viaje.Bien es que recuerdesque allí esperé,vanamente,sin pausa ni sueño.Allí esperé,tiempo suspendidogastando su abolida materia.Inútil la espera,inútiles el viajey el navío.Sólo existieronel áspero vacío,
en la improbable vidaque se nutrede la estéril materiade otros años.
* * * * *
VI. En alguna corte perdida...
En alguna corte perdida,tu nombre,tu cuerpo vasto y blancoentre dormidos guerreros.En alguna corte perdida,la red de tus sueñosmeciendo palmeras,barriendo terrazas,limpiando el cielo.En alguna corte perdida,el silenciode tu rostro antiguo.¡Ay, dónde la corte!En cuál de las esquinas del tiempo,del precario tiempoque se me va dandoinútil y ajeno.En alguna corte perdidatus palabrasdecidiendo,asombrando,cerniendoel destino de los mejores.En la noche de los bosqueslos zorros buscantu rostro. En el cristalde las ventanasel vaho de su anhelo.Así mis sueñoscontra un presentemás que imposibleinnecesario.
* * * * *
VII. Giran, giran...
Giran, giran,los halconesy en el vasto cieloal aire de sus alas dan altura.Alzas el rostro,sigues su vueloy en tu cuellonace un azul delta sin salida.
¡Ay, lejana!Ausente siempre.Gira, halcón, gira;lo que dure tu vuelodurará este sueño en otra vida.
* * * * *
VIII. Lied de la noche
La nuit vient sur un char conduit par le silence. La Fontaine
Y, de repente,llega la nochecomo un aceitede silencio y pena.A su corriente me rindoarmado apenascon la precaria redde truncados recuerdos y nostalgiasque siguen insistiendoen recobrar el perdidoterritorio de su reino.Como ebrios anzuelosgiran en la nochenombres, quintas,ciertas esquinas y plazas,alcobas de la infancia,rostros del colegio,potreros, ríosy muchachasgiran en vanoen el fresco silencio de la nochey nadie acude a su reclamo.Quebrantado y vencidome rescatan los primerosruidos del alba,cotidianos e insípidoscomo la rutina de los díasque no serán yala febril primaveraque un día nos prometimos.
* * * * *
IX. Lied marino
Vine a llamartea los acantilados.Lancé tu nombrey sólo el mar me respondiódesde la leche instantáneay voraz de sus espumas.
Por el desorden recurrentede las aguas cruza tu nombrecomo un pez que se debate y huyehacia la vasta lejanía.Hacia un horizontede menta y sombra,viaja tu nombrerodando por el mar del verano.Con la noche que llegaregresan la soledad y su cortejode sueños funerales.
El deseo
Hay que inventar una nueva soledad para el deseo. Una vasta soledad de delgadas orillas en donde se extienda a sus anchas el ronco sonido del deseo. Abramos de nuevo todas lasvenas del placer. Que salten los altos surtidores no importa hacia dónde.Nada se ha hecho aún. Cuando teníamos algo andado, alguien se detuvo en el camino para ordenar sus vestiduras y todos se detuvieron tras él. Sigamos la marcha. Hay cauces secosen donde pueden viajar aún aguas magníficas. Recordad las bestias de que hablábamos. Ellas pueden ayudarnos antes de que sea tarde y torne la charanga a enturbiar el cielo con su música estridente.
De "Primeros poemas" 1948-1952
La orquesta1 La primera luz se enciende en el segundo piso de un café. Unsirviente sube a cambiarse de ropas. Su voz gasta los tejados y en su grasiento delantal trae la noche fría y estrellada.
2 Aparte en un tarro de especias vacío, guarda un mechón de pelo. Un espeso y oscuro cadejo de color indefinido como el humo de los trenes cuando se pierde entre los eucaliptos.
3 Vestido de amianto y terciopelo, recorrió la ciudad. Era el pavor disfrazado de tendero suburbano. Cuántas historias se tejieron alrededor de sus palabras con un sabor de antaño como las nieves del poeta.
4 Así a primera vista, no ofrecía belleza alguna. Pero detrás de un cuerpo temblaba una llama azul que arrastraba el deseo, como arrastran ciertos ríos metales imaginarios.
5 Otra luz vino a sumarse a la primera. Una voz agria la apagó como se mata un insecto. A dos pasos de allí, el viento golpeaba ciegas hojas contra ciegas estatuas. Paz del estanque. ..luz opalina de los gimnasios.
6 Sordo peso del corazón. Tenue gemido de un árbol. Ojos llorosos limpiados furtivamente en el lavaplatos, mientras el patrón atiende a los clientes con la sonrisa sucia de todos los días. Penas de mujer.
7 En las aceras, el musgo dócil y las piernas con manchas aceitosas de barro milenario. En las aceras, la fe perdida como una moneda o como una colilla. Mercancías. Cáscara débil del hollín.
8 Polvo suave en la oreja donde brilla una argolla de pirata. Sed y miel de las telas. Los maniquíes calculan la edad de los viandantes y un hondo, innominado deseo surge de sus pechos de cartón. Mugido clangoroso de una calle vacía. Rocío.
9 Como un loco planeta de liquen, anhela la firme baranda del colegio con su campana y el fresco olor de los laboratorios. Ruido de las duchas contra las espaldas dormidas. Una mujer pasa y deja su perfume de cebra y poleo. Los jefes de la tribu se congregaron después de la última clase y celebran el sacrificio.
10 Una vida perdida en vanos intentos por hallar un olor o una casa. Un vendedor ambulante que insiste hasta cuando oye el último tranvía. Un cuerpo ofrecido en gesto furtivo y ansioso.Y el fin, después, cuando comienza a edificarse la morada o se entibia el lecho de ásperas cobijas.
De "Los elementos del desastre"
Letanía
Esta era la letanía recitada por el gaviero mientras se bañabalas torrenteras del delta:
Agonía de los oscuros recoge tus frutos. Miedo de los mayores disuelve la esperanza. Ansia de los débiles mitiga tus ramas. Agua de los muertos mide tu cauce. Campana de las minas modera tus voces. Orgullo del deseo olvida tus dones. Herencia de los fuertes rinde tus armas. Llanto de las olvidadas rescata tus frutos. Y así seguía indefinidamente mientras el ruido de las aguasahogaba su voz y la tarde refrescaba sus carnes laceradas porlos oficios más variados y oscuros.
Extraído de ciertas visiones memorables de Maqroll El Gavierode la Obra poética.
Nocturno
La fiebre atrae el canto de un pájaro andróginoy abre caminos a un placer insaciableque se ramifica y cruza el cuerpo de la tierra.¡Oh el infructuoso navegar alrededor de las islasf donde las mujeres ofrecen al viajerola fresca balanza de sus senosy una extensión de terror en las caderas!La piel pálida y tersa del díacae como la cáscara de un fruto infame.La fiebre atrae el canto de los resumiderosdonde el agua atropella los desperdicios.
De "Los elementos del desastre"
Nocturno 2
Respira la noche,bate sus claros espacios,sus criaturas en menudos ruidos, en el crujido leve de las maderas,se traicionan.Renueva la nochecierta semilla ocultaen la mina feroz que nos sostiene.Con su leche letalnos alimentauna vida que se prolongamás allá de todo matinal despertaren las orillas del mundo.La noche que respiranuestro pausado aliento de vencidosnos preserva y protege"para más altos destinos".
De "Los trabajos perdidos"
Nocturno 3
Esta noche ha vuelto la lluvia sobre los cafetales.Sobre las hojas de plátano,sobre las altas ramas de los cámbulos,ha vuelto a llover esta noche un agua persistente y vastísimaque crece las acequias y comienza a henchir los ríosque gimen con su nocturna carga de lodos vegetales.La lluvia sobre el zinc de los tejadoscanta su presencia y me aleja del sueñohasta dejarme en un crecer de las aguas sin sosiego,en la noche fresquísima que chorreapor entre la bóveda de los cafetosy escurre por el enfermo tronco de los balsos gigantes.Ahora, de repente, en mitad de la nocheha regresado la lluvia sobre los cafetalesy entre el vocerío vegetal de las aguas
me llega la intacta materia de otros díassalvada del ajeno trabajo de los años.
De "Los trabajos perdidos"
Dos poemas
1. Si oyes correr el agua
Si oyes correr el agua en las acequias,su manso sueño pasar entre penumbras y musgos,con el apagado sonido de algoque tiende a demorarse en la sombra vegetal.Si tienes suerte y preservas ese instantecon el temblor de los helechos que no cesa,con el atónito limo que se debateen el cauce inmutable y siempre en viaje.Si tienes la paciencia del guijarro,su voz callada, su gris acento sin aristas,y aguardas hasta que la luz haga su entrada,es bueno que sepas que allí van a llamartecon un nombre nunca antes pronunciado. Toda la ardua armonía del mundoes probable que entonces te sea revelada,pero sólo por esta vez.¿Sabrás, acaso, descifrarla en el rumor del aguaque se evade sin remedio y para siempre?
2. Como espadas en desorden
Mínimo Homenaje a Stéphane Mallarmé
Como espadas en desordenla luz recorre los campos.Islas de sombra se desvanecene intentan, en vano, sobrevivir más lejos.Allí, de nuevo, las alcanza el fulgordel mediodía que ordena sus huestesy establece sus dominios.El hombre nada sabe de estos callados combates.Su vocación de penumbra, su costumbre de olvido,sus hábitos, en fin, y sus lacerías,le niegan el goce de esa fiesta imprevistaque sucede por caprichoso designiode quienes, en lo alto, lanzan los mudos dadoscuya cifra jamás conoceremos.Los sabios, entretanto, predican la conformidad.
Sólo los dioses saben que esta virtud inciertaes otro vano intento de abolir el azar.
De "Poemas dispersos"
Sonata
Otra vez el tiempo te ha traídoal cerco de mis sueños funerales.Tu piel, cierta humedad salina,tus ojos asombrados de otros días,con tu voz han venido, con tu pelo.El tiempo, muchacha, que trabajacomo loba que entierra a sus cachorroscomo óxido en las armas de caza,como alga en la quilla del navío,como lengua que lame la sal de los dormidos,como el aire que sube de las minas,cono tren en la noche de las páramos.De su opaco trabajo nos nutrimoscomo pan de cristiano o rancia carneque enjuta la fiebre de los ghettosa la sombra del tiempo, amiga mía,un agua mansa de acequia me devuelvelo que guardo de ti para ayudarmea llegar hasta el fin de cada día.
De "Los trabajos perdidos"
Sonata 2
Por los árboles quemados después de la tormenta.Por las lodosas aguas del delta.Por lo que hay de persistente en cada día.Por el alba de las oraciones.Por lo que tienen ciertas hojasen sus venas color de aguaprofunda y en sombra.
Por el recuerdo de esa breve felicidadya olvidaday que fuera alimento de tantos años sin nombre.Por tu voz de ronca madreperla.Por tus noches por las que pasa la vidaen un galope de sangre y sueñoPor lo que eres ahora para mí.Por lo que serás en el desorden de la muerte.Por eso te guardo a mi ladocomo la sombra de una ilusoria esperanza.
De "Los trabajos perdidos"