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La Educación Ambiental nos posibilita desde una perspectiva global e interdisciplinaria aproximarnos a una mayor comprensión de las complejas relaciones en sociedad y ambiente. Es por esto que al estar todos inmersos en esta problemática que cada día va tomando cuerpo y si no hacemos algo por remediarlo nos estaremos lamentando en el futuro de los problemas mayores que tengamos que soportar.
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TEMA: ¿Es necesaria la aplicación de la Educación Ambiental en la vida
cotidiana y profesional?
La Educación Ambiental es un proceso que incluye un esfuerzo planificado
para comunicar información y/o suministrar instrucción basado en los más
recientes y válidos datos científicos al igual que en el sentimiento público
prevaleciente diseñado para apoyar el desarrollo de actitudes, opiniones y
creencias que apoyen a su vez la adopción sostenida de conductas que guían
tanto a los individuos como a grupos para que vivan sus vidas, crezcan sus
cultivos, fabriquen sus productos, compren sus bienes materiales, desarrollen
tecnológicamente, etc. de manera que minimicen lo más que sea posible la
degradación del paisaje original o las características geológicas de una región,
la contaminación del aire, agua o suelo, y las amenazas a la supervivencia de
otras especies de plantas y animales. En otras palabras, la Educación
Ambiental, como la palabra mismo lo dice, nos educa sobre cómo continuar el
desarrollo al mismo tiempo que se protege, preserva y conserva los sistemas
de soporte vital del planeta. Esta es la idea detrás del concepto de desarrollo
sostenible. Parecería curioso que tengamos que enseñar como desarrollar.
Pero hay razones para creer que algunas personas no comprenden el impacto
que muchos comportamientos humanos han tenido y están teniendo sobre el
ambiente.
Actualmente los problemas ambientales del planeta son tema de preocupación
de primer orden para muchos gobiernos y entidades nacionales e
internacionales. Existen problemas ambientales que por sus características e
impactos requieren de acciones inmediatas a nivel global. Tal es el caso de la
destrucción de la capa de ozono, el calentamiento progresivo del planeta, los
usos inadecuados del agua, que combinados con otros no menos importantes
a nivel local como la deforestación para dar paso a cultivos de coca, la
contaminación de diversas formas y una desmedida presión sobre los recursos
naturales, requieren todos de una acción inmediata y mancomunada. Pero no
solo se trata de acciones correctivas, también es necesario actuar sobre todo a
nivel preventivo desde una visión planificada de desarrollo sostenible.
La Educación Ambiental nos posibilita desde una perspectiva global e
interdisciplinaria aproximarnos a una mayor comprensión de las complejas
relaciones en sociedad y ambiente. Es por esto que al estar todos inmersos en
esta problemática que cada día va tomando cuerpo y si no hacemos algo por
remediarlo nos estaremos lamentando en el futuro de los problemas mayores
que tengamos que soportar. Es hora entonces de que hagamos conciencia de
ello y empecemos a aplicar una verdadera educación ambiental, en beneficio
propio y de la humanidad.
Por eso es urgente que la Educación Ambiental como dimensión
transdiciplinaria ser incorpore al currículo en la educación básica primaria y
media y también debe estarlo en la educación superior como requisito
indispensable para establecer una relación más inteligente con nuestro
entorno. No es suficiente la promulgación de leyes y sus decretos
reglamentarios, se requiere de una acción consciente y continuada en todas las
áreas del quehacer cotidiano donde el acto pedagógico esté presente.
En nuestro país, es necesaria la creación de una conciencia ecológica, que de
modo gradual, activo y funcional se incluya dentro del ámbito de la educación,
para crear un equilibrio entre los factores naturales, humanos y tecnológicos y
procurar así la preservación de un futuro seguro para la vida de las nuevas
generaciones.
A través de la Educación Ambiental los individuos y las comunidades adquieren
los conocimientos, destrezas y valores que les permitan actuar individual y
colectivamente en la solución de los problemas ambientales presentes y
futuros. No solo en la escuela sino también en cada momento de nuestra vida,
lo cual significa que los docentes tienen una responsabilidad fundamental en la
formación del nuevo ciudadano del mañana. La Educación Ambiental debe
estar presente no solo en el ámbito de la educación formal sino también en la
no formal y en la informal.
Muchos son los daños ecológicos causados por la inadecuada utilización de
nuestro medio natural, algunas veces por el grado de ignorancia en que vive la
sociedad y otras por el desarrollo tecnológico e industrial de la sociedad.
Es notorio que a nivel nacional, no existe conciencia sobre la necesidad de la
preservación del ambiente. En el ámbito educacional no hay una asignatura
específica que forme a los alumnos en la comprensión sobre la importancia del
mantenimiento y enriquecimiento del desarrollo ecológico para la supervivencia
de la sociedad. Los maestros de los diferentes niveles, desarrollan temas
relacionados con el Medio Ambiente, pero lo hacen superficialmente y sin la
documentación necesaria, por lo que se considera importante y de urgencia
nacional, que se incluya la orientación ambiental en todos los niveles del
subsistema de educación escolar, estableciendo las políticas y estrategias,
para alcanzar los objetivos referentes a la conservación del ambiente.
Está claro entonces, que la Educación Ambiental para el desarrollo sustentable
es en sí misma una expresión dinámica, comprometedora. No se trata de
entregar meros conocimientos o información de la situación ambiental. Por el
contrario, se trata de despertar la inquietud, la capacidad de innovar, de crear,
de tomar decisiones que efectivamente contribuyan a la sustentabilidad local y
por agregación del mundo entero. Por lo tanto, no bastará solo con el
diagnóstico, sino también hay que aprender a hacer propuestas. Sobre todo de
aquellas que abarquen lo cotidiano. Todo en un marco creciente de
participación ciudadana.
Así, por tanto, mujeres y hombres, niños y ancianos, debemos prepararnos,
junto a nuestras instituciones y organizaciones, públicas, privadas y de la
sociedad civil, para aprovechar positivamente esta nueva oportunidad que nos
damos como género humano y como habitantes de un mismo hogar, nuestro
Planeta Tierra.
Solamente la labor educativa ambiental, vinculada a la práctica y con la
participación de la familia, hará realidad un escenario nacional libre de
contaminación.