Amor y vidaperdurable

Amor y vidaperdurable

Noviembre de 2007 - N.º 709Noviembre de 2007 - N.º 709

Carné de identidad:

Nombre: Juana Fernández SolarTeresa de Jesús (en el Carmelo)

Nace: 13 Julio 1900 en Santiago de ChilePadres: Miguel y LucíaMuere: 12 abril 1920Canonizada: en 1993 por Juan Pablo IIFiesta: 13 de Julio

Su vida:

Es la cuarta de seis hermanos, tres chicos y tres chi-cas, de una familia muy cristiana. A los 7 años una tíasuya le regala una imagen de la Virgen de Lourdes: “des-de entonces me hice muy amiga de la Virgen”. En 1907empieza a estudiar en el Colegio del Sagrado Corazón.En 1910 hace su primera comunión: “A Jesús le pedí sersiempre suya”. Comulga todos los días: “Hablaba con Je-sús por dentro. Yo le preguntaba y me decía cosas queiban a pasar y pasaban. Yo creía que eso pasaba a todoel mundo”. En verano vive en el campo, en Chacabuco,en casa de su abuelo. Le gusta jugar al tenis, nadar y so-bre todo los caballos. Llega a ser una perfecta amazona.Lee la “Historia de un alma” de santa Teresa del Niño Je-sús y decide ser carmelita. Es alegre, servicial, da cate-quesis a los niños, se preocupa de los pobres. Al acabarel colegio en 1917 escribe a la superiora del Carmelo deLos Andes, un pueblo pequeño a los pies de la cordille-ra. Quiere entrar allí al cumplir 18 años. A su familia nole gusta: “Siento la oposición de los míos. Me sacan afiestas para que se me olvide la idea”. Al final les con-vence. En enero de 1919 visita Los Andes: “Sentí unapaz y una felicidad inexplicables. Vi claro que Dios mequiere aquí”. El 7 de mayo ingresa definitivamente. Pocodura: el 2 de abril, Viernes Santo, enferma de tifus y el12 el Señor de la lleva al Cielo. “Pronto hará milagros”,dice su confesor. Y así fue.

Un momento de gracia en su vida:

En 1917, en enero (verano en Chile) está en Cha-cabuco. “Lo pasamos muy bien. Aquí hay un regi-miento que arregla los caminos, cuyo capitán es muyentretenido, dice versos y canta. Salimos a veces acaballo y otras a pie...”. Pero hace dos años que se

comprometió con otro capitán. Había escrito en sudiario: “Hoy cumplo 15 años. Jesús ha tomado elmando de la barquilla de mi vida. Conociendo a esteCapitán, mi corazón ha caído en el anzuelo del amor.Quiero vivir sólo para Él”. Ese verano de 1917 lee lavida de santa Teresa de Ávila. Será toda de Jesús.

Para meditar

Unos pensamientossuyos:

❥ “Por favor, te ruego que me digas mis defectos,pues yo me tengo compasión y no me los echo encara lo bastante. Soy muy orgullosa y quiero serhumilde. Ayúdame tú. Y soy rabiosa, me impacien-to por todo. Así, cuando veas la menor señal, aví-same, te lo ruego” (a una amiga).

❥ “Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca”.

Santa Teresa de los AndesLoca de amor por Jesús

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(Continúa en la pág. 43)

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REVISTA DE INFORMACIÓN

Y FORMACIÓN CRISTIANA

Y SOCIAL

Año LV – Número 709Noviembre de 2007

DIRECCIÓNJosé María Sánchez Cremades

Vicente Muñoz Pellín

Blasco Ibáñez, 55

46021 Valencia

elreino@scj.es

REDACTORES-COLABORADORESAriel Álvarez Valdés (R. Argentina)Victorio Almodóvar Arteaga (Torrejón)Mª Ángeles Chavarría Aznar (Valencia)Egidio Driedonkx (Holanda)Pedro García Verdú (Francia)Ciriaco Izquierdo Moreno (Valencia)Ángeles Linares Lorente (Madrid)Javier Luengo Mesonero (Madrid)Artemio López Merino (Ecuador)Evaristo Martínez de Alegría (Roma)Eduardo Perales Pons (Valencia)José María Salaverri (Valencia)Jorge Sans Vila (Roma)José Luis Segura Lacruz (Venezuela)José Mª Suárez Campos (Madrid)

EDICIÓNEditorial EL REINO

Sacerdotes del Corazón de Jesús

(Padres Reparadores)

ADMINISTRACIÓNPedro Jesús García González

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IMPRIMEGRÁFICAS DEHON

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Depósito legal: M. 1.176-58

DISEÑO Y MAQUETACIÓNFrancisco Antón Martínez

S umario

15 • Sociedad

34 • Páginas Sociales

29 • Objetivo, Educar

NUESTRA PORTADALa portada del mes de noviembre hace alusión por medio delreloj a la duración de la existencia y a su término. Esto se conju-ga con el Especial El Reino que trata sobre el amor y la vida per-durable.

4 Editorial Doctrina social

5 Desde la fe Evaristo Martínez de AlegríaUna otoñada sin contornos

8 El espejo Vicente Muñoz Pellínde los días En tono menor

11 Divulgación Ariel Álvarez Valdésbíblica ¿Se cumplieron siempre

las profecías de los profetas?

15 Sociedad Enrique Torres Rojas, smEl martirio cristiano hoy

19 ESPECIAL José María Salaverri AraneguiEL REINO Amor y vida perdurable

27 Para pensar Eduardo Perales PonsDios me protege

28 Objetivo, Padre Zezinhoeducar Moral individual

29 Ciriaco Izquierdo MorenoAprender a ser feliz (I)

31 Nuevo Jorge Sans VilaDiccionario La morada del ser

33 Hacia María Ángeles Chavarría Aznarun mundo mejor Concesión y otros poemas

34 Páginas sociales Benedicto XVI

En el Centenario de los scouts

35 Lourdes en 2008

37 Aquel adiós de Juan Pablo II

39 Misión Artemio López Merinoy misioneros Un fin de semana completo

y ocupado

41 ...Y me visitasteis José Luis Segura LacruzLa cuestión es entrar

La Iglesia, en cada época de la historia huma-na, no debe estar situada al margen de los proble-mas, aspiraciones y necesidades del mundo enque vive. Si en algunas ocasiones ha podido pro-ducirse cierto divorcio entre las condiciones devida de la humanidad, la filosofía vigente y la acti-tud de la Iglesia, este hecho no puede referirse alos tiempos actuales, cuando desde el Vaticano IIse va cumpliendo la valiente consigna del papaJuan XXIII de abrir las ventanas de la Iglesia parapercibir mejor los signos de los tiempos.

De todos modos, desde la primera encíclicadenominada social, la Rerum Novarum del papaLeón XIII hasta nuestros días, no ha cesado la preo-cupación de los Pontífices, de muchos obispos,sacerdotes y fieles por los problemas del mundoobrero, por la doctrina y la praxis del uso de los bie-nes de la tierra y por las cuestiones relacionadascon la economía y la sociedad. En este terreno, noúnicamente han sido las encíclicas y documentospontificios, sino surgieron diversas iniciativas, comolas semanas sociales, las publicaciones de esta na-turaleza, la creación de movimientos, como los de lajuventud obrera católica y otros, que llegaron hastala acción comprometida de los sacerdotes-obreros.Esta breve enumeración creo que sirve para confir-mar la aseveración asentada al principio de esteeditorial sobre la preocupación de la Iglesia por lasnecesidades y urgencias, por las angustias y espe-ranzas de nuestra sociedad moderna.

En esa línea de presencia de la Iglesia en laproblemática actual del mundo, se fundó en Romala Academia pontificia de ciencias sociales, cuyocometido es el de estar abierta a los avances en lagestión práctica, en los estudios sociales de laépoca contemporánea y en loa avances de lasciencias y de la investigación en esta materia. Lasencíclicas que siguieron a la Rerum Novarum en elsiglo XX tuvieron muy en cuenta esos avances enla investigación sociológica y en las aplicacionesprácticas de la doctrina consiguiente.

En nuestros días, el papa Benedicto XVI hadirigido una carta significativa a la profesora MaryAnn Glendon, presidenta de la Academia arribamencionada, valorando positivamente el tema pro-puesto para el estudio y reflexión de los participan-tes en el encuentro del presente año. . Considerael Papa que el contenido de este encuentro, bajoel título de “ Caridad y justicia en las relaciones en-tre pueblos y naciones” es de gran interés para la

Iglesia, puesto que la búsqueda de la justicia y lapromoción de la civilización del amor son aspectosesenciales de su misión al servicio del anuncio delevangelio de Jesucristo.

Recordando su encíclica “ Deus caritas est”, elPontífice subraya que incluso en la más justa de lassociedades, habrá siempre espacio para la caridad,pues no hay ningún orden estatal, por justo que sea,que haga superfluo el servicio del amor. El interés delPapa no es solo el de dirigirse a los creyentes, sinotambién a todos los hombres de buena voluntad. Porello, apela a la recta razón y a una .sana comprensiónde la naturaleza humana al proponer principios capa-ces de guiar a los individuos y a las comunidades ha-cia la búsqueda de un orden social marcado por lajusticia, la libertad, la solidaridad fraterna y la paz.

El principio fundamental para el uso de losbienes terrenos está señalado en la actualidad conclaridad meridiana. Se formula así:” Todo lo queproduce la tierra y todo lo que el hombre transfor-ma y confecciona, todo su conocimiento y toda sutecnología, todo está destinado al desarrollo mate-rial y espiritual de la familia humana y de todos susmiembros.”

Es digno de destacar que el Papa, en la cartadirigida a la presidenta de la Academia pontificiade ciencias sociales, ponga de relieve tres desafí-os dignos de toda atención en la actualidad. El pri-mero se refiere al medio ambiente y a un desarro-llo sostenible. El segundo afecta a las relacionesentre las personas, lo que implica un determinadoconcepto de la persona humana. El tercer desafíoconcierne a los valores del espíritu. Acerca de es-tos, afirma Benedicto XVI: “A diferencia de los bie-nes divisibles, los bienes espirituales, como el co-nocimiento y la educación, son indivisibles, ycuanto más se comparten, más se poseen”.

Respecto del capitalismo, la doctrina de laIglesia considera que no es el único modelo válidode organización económica. La emergencia delhambre y la ecológica denuncian con crecienteevidencia que la lógica del beneficio, si es predo-minante, incrementa la desproporción entre ricos ypobres y una ruinosa explotación del planeta.Cuando, en cambio, prevalece la lógica de com-partir y de la solidaridad, es posible enderezar laruta y orientarla hacia un desarrollo equitativo ysostenible. Así se expresó el Pontífice en una alo-cución del Angelus en Castelgandolfo. ❦

EDITORIAL

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DOCTRINA SOCIAL

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DESDE LA FE

UNA OTOÑADASIN CONTORNOS Evaristo Martínez de Alegría

ablando de novedades, estamañana, antes de ponerme, a escribir me he tropezado conun texto de la Sagrada Escritu-

ra del profeta Ezequiel. Ya desde

H

UNAS PALABRASDE EZEQUIEL

No sé lo que diría el Pastor del Gorbea, durante muchos años clarividente observador del tiempo portierras alavesas y de Bilbao, en estos últimos años en los que parece que la atmósfera va destruyéndose amarchas forzadas entre contaminaciones y ozono. Los largos ciclos climáticos están desorientando a losmismos meteorólogos, y a todos cuantos siguen día tras día los mapas del tiempo.

En Roma, desde donde escribo estas líneas, ya en octubre llevamos meses y meses sin llover esperan-do el agua suficiente que haga respirable la ciudad, riegue la vegetación y así se pueda iniciar en paz ysalud –tiempo de gripes–, el nuevo curso. Por la gente que mueve, niños y jóvenes, y por las actividadesque comienzan a ponerse en marcha se podría decir que es año nuevo.

chaval en el seminario me llamaba la atención, pues la imaginación en aque-llos años, aun sin haber visto televisión ni haber leído novelas, como no fue-ran las que los tiempos y medios permitían, aprovechando los relatos de laBiblia, volaba ante las imágenes más insólitas.

En el texto de Ezequiel, las imágenes son espectaculares: un inmenso vallerecubierto de esqueletos y huesos es una imagen no tan infrecuente en épocade guerras y lutos, Nos ayudan a imaginar algunas de nuestras llanuras reque-madas por el sol, en las que no hay ya ni hierba, en las que la muerte es visi-ble entre la soledad y el silencio. El viento que arrastra cardos secos haceblanquear los huesos y entonces el profeta escucha la voz del Señor: “Hijo deAdán, ¿podrán revivir estos huesos? Yo respondí: Señor tú lo sabes. Él medijo: Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y diles: ¡Huesos secos, escu-chad la palabra del Señor! Yo mismo traeré sobre vosotros espíritu y viviréis.

Ezequiel sigue reviviendo la escena de la resurrección progresiva hasta quelos huesos reciben el espíritu, reviviendo y poniéndose en pie. Una multitud in-numerable aparece dándonos la explicación del mensaje de salvación y de lavuelta a casa para los que estaban exiliados en Babilonia, así como tambiéncomo para cuantos estaban viviendo la experiencia dura de ir rehaciendo el cul-tivo de la tierra, la ciudad y el templo, a los que Ciro el grande les había permiti-do volver.

Recorriendo los libros de los profetas sin adentrarse demasiado, pero conuna lectura lenta y reposada, y con una proyección hacia el Nuevo Testa-mento y a la experiencia de la Iglesia, lo primero que uno encuentra es lasana pedagogía del Señor. En medio de las pruebas a las que somete a supueblo, como consecuencia de sus infidelidades en todo terreno, “para queaprenda a quien tiene que obedecer y amar”, les recuerda la alianza que ha-bía sellado con sus padres.

“Con amor eterno os amé”, llegará a escribir uno de ellos. Por eso, en me-dio de las continuas desgracias, amenazas y aparente abandono llega el men-saje:“Hijo de Adán, estos huesos son la entera casa de Israel, quedice:’Nuestros huesos están secos, nuestra esperanza ha perecido, estamosdestrozados’. Por eso profetiza y diles:’Así dice el Señor: Yo mismo abrirévuestros sepulcros, pueblo mío y os traeré a la tierra de Israel. Y cuandoabra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sa-bréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré envuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago”.

“Y os daré un corazónnuevo, infundiré en vosotros

un espíritu nuevo”(Profeta Ezequiel).

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Desde la fe

En estos capítulos 36 y 37, cuya lectura detallada y lentame permito aconsejaros, podréis encontrar una respuestapara los tiempos actuales que nos toca vivir. A lo largo de lossiglos, la Iglesia ha hecho uso constante de esa palabra queilumina el camino de los tiempos nuevos, tanto en lecturascomo en comentarios y cantos, cargados de esperanza e ilu-minados por las palabras y promesas del profeta. “Y os daréun corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo,quitaré de vuestro pecho el corazón de piedra y os daré uncorazón de carne”. Infundiré mi espíritu en vosotros y haréque os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practi-quéis mis normas”.

El arrepentimiento viene de considerar la infidelidad alamor gratuito de Dios, del Señor; del abandono por seguirotros dioses( de los cuales el peor es uno mismo) hasta negarla existencia del mismo mal. Con ello, toda la moralidad seva al traste. Y con las varas de medir y juzgar al hombreconcreto, que ha renegado de su propia libertad en aras a laopinión pública y de las célebres mayorías impensantes, setoman como normas provenientes desde el Estado, convir-tiéndose así en regla de moralidad.“Entonces os acordaréisde vuestra mala conducta y de vuestras perversas acciones ysentiréis asco de vosotros mismos por causa de vuestras cul-pas y de vuestras prácticas abominables”.

pesar de que la situación entre nosotros se encuentre en fase menguantepor lo que se nos viene diciendo y por lo que se observa, los cristianostenemos que ser irremediablemente optimistas, porque la fuerza nosviene del Señor que es capaz de cambiarnos el corazón y hacer de este

cristianismo desorientado y sin fuerza unas comunidades y unos creyentescon un corazón nuevo capaces de renovar la vida y la presencia de la Iglesia.

Y no tener miedo de exigir la defensa de nuestros derechos garantizadospor la Constitución: la posibilidad de vivir, ser respetados y no estar sujetosa la burla y a la indefensión ante situaciones provocativas e hirientes bajocapa de cultura.

Antes fue en Extremadura y ahora se repite en Ibiza. La mezcla entre faltade respeto y falta de talento en artistas de medio pelo termina por ser unaofensa al sentido común y a las propias raíces cristianas y culturales de Es-paña. Se llaman progresistas y estamos obligados a respetarlos, si uno quiereser considerado no se sabe por qué, si uno no quiere ser tratado de retrogra-do y cavernícola, fascista, etc.

Ibiza, la cloaca de Europa, esta vez con la anuencia de los poderes políticosde uno y otro signo, hizo honor a esa secuencia de casi cuarenta años de des-madre en todos los sentidos, cultivando impunemente a los jóvenes de todaEuropa, en el sexo, la droga y el alcohol. Ofender por ofender los sentimientosreligiosos, sin posibilidad de respuesta, en el fondo no es otra cosa que volvera las mismas dictaduras de las que pensábamos que habíamos salido.

A¿SER OPTIMISTAS?

Ayer, hojeando el ABC(27.09.2007)me encontré con una entrevista, su-gerente y clarificadora, que hacían aAndré Glusckmann, una de las con-ciencias más indomables del pensa-miento europeo, como lo clasifica-ban. El título con el que estoy deacuerdo: “El peor crimen de nuestrotiempo es la indiferencia”… A lapregunta: “Retorna el nihilismo, unconcepto de hace más de un si-glo…” responde: “Nihilismo no esrelativismo, es mucho peor, negar laexistencia del mal, que es la ideamás nefasta del siglo XX, la de losfascismos negros y rojos. Si no exis-te el mal todo está permitido. Tene-mos el nihilismo violento de la gue-rra y un nihilismo pasivo queconsiente el crimen. El nazismo nofue solo un crimen de alemanes, fueun crimen europeo, el crimen de laindiferencia”.

El Obispo dimisionario de Volte-rra, no lejana de Florencia, con mo-

El peor mal de nuestro tiempoes la indiferencia.

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tivo de la solemnidad de S. Lino, vi-cario de S. Pedro, nos hizo una visi-ta a la parroquia que en Roma llevasu nombre. A sus ochenta y cincoaños, hombre jovial, dicharachero,buena voz y peregrino empedernidopor Lourdes, Fátima y Tierra Santa,en la homilía de la fiesta, que no fuelarga como acostumbran nuestrosprelados, nos hizo un par de suge-rencias, tomando como punto departida la lectura del Apocalipsisque nos presenta la visión de la Mu-jer que da a luz un Hijo y que delabismo surge un dragón que quieretragársela. La lucha entre la Iglesiay el Mal, brevemente.

Nos decía que, después de lamuerte de Juan Pablo II, en Italia,en Europa parecía que de nuevo estedragón había levantado la cabeza yestaba a punto de irse tragando yvomitando a la Iglesia, como lo es-tamos viendo en la marcha de estaEuropa, desmedulada, sin garras nifuerza para hacer frente a la pérdidade valores que estamos sufriendo

frente a la invasión pacífica del Islán, sobre todo de quienes saben y practi-can lo que quieren.

No podemos pensar en aquel refrán quijotesco: “Largo me lo fiáis, San-cho”… y no estar preparados según el modo de vivir en que se nos ha edu-cado, desde unas raíces cristianas y unos valores de libertad y democraciapropios nuestros. Y defenderlos con todas nuestras fuerzas y exigirlos aquienes necesitan y quieren vivir en Europa, que por otra parte tiene unas in-mensas tragaderas sociales y económicas.

esde hace tres años conservo entre mis papeles una entrevista que hi-cieron en Vida Nueva (25.09.2004) a Juan Martín Velasco, exdirectordel Instituto Superior de pastoral de Madrid. Desde su saber y expe-riencia viene a darnos un respuesta a varias de las cuestiones que se

nos vienen planteando: “En España, como todavía hay un número de practi-cantes numeroso, no nos damos cuenta de que son muy mayores y que, endos generaciones a lo sumo, el número de los visiblemente católicos, dismi-nuirá de forma drástica”.

Basta estudiar y cotejar las más recientes estadísticas y observar la marchade nuestras iglesias y parroquias, las dificultades en movimientos y asocia-ciones para agregar nuevos miembros y lo que está sucediendo con la vidaconsagrada y sacerdotal por falta de vocaciones. Hay modos y estilos de vidaque no tienen garra suficiente para que la llamada sea eficaz. Por ello se vancerrando instituciones y casas en otros tiempos centros de irradiación y vidareligiosa. “Y nos vamos a ver –como ya sucede en algunos países europeos-

en una situación de clara minoría, que nosforzaría a buscar otra manera de hacernospresentes distinta a la de ahora.

Al no reconocer esta situación en todasu gravedad, seguimos buscando solucio-nes paliativas, arreglos, mejorar esto oaquello, lograr un poco más de influenciapara asegurarnos las zonas que todavía te-nemos a nuestro alcance…en vez de pro-poner una solución radical, que incluiríaatender por supuesto las formas de cristia-nismo todavía existentes, pero ir buscandoel futuro en otra dirección, porque se trata-rá de un cristianismo minoritario, muycentrado en lo esencial…

“Los cristianos, o rehacemos el centro dela vida cristiana que es la fe hecha experien-cia y vida por los sujetos, o no vamos a tenernada que ofrecer porque no vamos a tenernada que ser. Y creo que la Iglesia no acabade ofrecer cauces concretos para buscar esecentro del cristianismo, porque la pastoral si-gue haciendo lo que ha hecho siempre”. ❦

DUNA ENTREVISTA

Desde la fe

“En España, aunque todavía hayun número de practicantesde la religión, no nos damos cuentade que son muy mayores”.

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EL ESPEJO DE LOS DÍAS

EN TONO MENOR Vicente Muñoz Pellín

1. El día 14 de este mes se cumplen cien años del na-cimiento en Bilbao del P. Pedro Arrupe, que fue Gene-ral de la Compañía de Jesús (de 1965 a 1983) y 28º su-cesor de san Ignacio de Loyola al frente de los jesuitas.Falleció en Roma el 5 de febrero de 1991.

Dice La Bella que Arrupe es una de las personalidadesmás significativas del siglo XX, uno de los protagonistasdel catolicismo y de la vida religiosa, artífice de la reno-vación conciliar de de la Compañía de Jesús. Y precisaque “su actuación al frente de la Orden ha sido con fre-cuencia objeto de juicios contradictorios y de opuestasvaloraciones”. Gianni La Bella ha dirigido la obra “PedroArrupe, General de la Compañía de Jesús. Nuevas apor-taciones a su biografía” (2007), de más de mil páginas.

En la presentación de esta obra, el Provincial de Es-paña dijo de Arrupe que “una cosa era cierta: cayó en lacuenta de que no se podía gobernar como si el ConcilioVaticano II no hubiera pasado”; y que fue “un líder es-piritual, profético, que vio en el Concilio una oportuni-dad, un tiempo de gracia para responder a los grandesdesafíos”.

En 1991, a la muerte del Pa-dre y conociendo mi “devoción”hacia él, alguien me envió desdeRoma el sencillo recordatorioimpreso por la Curia general,que aún conservo. Se lee en élque el P. Arrupe había entradoen la Compañía, en Loyola, alos 19 años; fue ordenado sacer-dote en Bélgica a los 28 y partióen seguida como misionero alJapón (en 1938). Tras veinteaños allí, fue nombrado Provin-cial de Japón (1958), y el 22 demayo de 1965 fue elegido Pre-pósito general.

El recordatorio reproduce es-tas emotivas palabras suyas: Me

siento, más que nunca, en las manos del Señor. En todami vida, desde mi juventud, he deseado estar en las ma-nos del Señor. Y todavía hoy es la única cosa que deseo.Pero, ciertamente, hay una diferencia: hoy es el Señormismo quien tiene toda la iniciativa. Os aseguro quesaberme y sentirme totalmente en sus manos es una ex-periencia muy honda (3 de septiembre de 1983, al dejarel Generalato por razones de salud).

Dice también el P. Arrupe, hablando de su misión:“Comprendo por qué san Ignacio señala que la principalcualidad del General de la Compañía debe ser una granunión con Dios, nuestro Señor”. Y respecto de la educa-ción, una actividad tan importante para los jesuitas, afir-ma: “No hay un sistema de educación neutro, puramen-te aséptico. Detrás de cada sistema educativo hay unaimagen del hombre, del hombre que se quiere hacer,que en último término es una filosofía, una teología delhombre y del mundo”.

2. Gustosamente enlazo la anterior evocación con lade un santo Hermano portero, también jesuita, el Hno.Francisco Gárate, de cuyo nacimiento se cumplenahora 150 años y que fue beatificado por Juan Pablo IIel 6 de octubre de 1985. Personalmente, recuerdo que,cuando hojeaba de niño las revistas religiosas que serecibían en mi casa, llamaba mi atención en “El Men-

sajero” la sección dedicada a“Favores del Hno. Gárate”; yono sabía de qué, ni de quién setrataba, y mi madre me explicóque allí se hacía mención delas gracias que las personas de-votas de este Hermano –quepodía ser santo- atribuían a suintercesión...

El hoy beato Gárate llegó a laUniversidad de Deusto en 1888,para hacerse cargo de la porte-ría, que atendería durante 41años (a la vez, fue enfermero,relaciones públicas, consejerode alumnos, limosnero, sacris-tán…). Allí murió en 1929, alos 71 años, con fama de santi-dad, sencillez y pobreza, cono-cido por casi todos como “elsanto portero de Deusto”.

En esta Universidad, el 10 deseptiembre, tras la misa presidi-da por Mons. Blázquez, se abrióuna Exposición en memoria delbeato, con el expresivo título de“Gárate. Puerta abierta”.

PEDRO ARRUPE (1907-2007)

“Para crear una sociedad másjusta y más equilibrada, que

permita a la humanidadsobrevivir, es preciso

comenzar por crear el homoserviens (Flp 2,7; Mt 20,28), que

se reconoce solidario, hermanoy hermana de todos”

(P. Arrupe, 1978).

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1. En septiembre pasado, losreligiosos Carmelitas (de laAntigua Observancia) han cele-brado el 800º aniversario de la“Formula vitae” de san Alberto,Patriarca de Jerusalén, que es eldocumento fundacional de laOrden del Carmen. Han partici-pado también en la conmemora-ción laicos, monjas de clausuray superioras generales de lasCongregaciones afiliadas, puesla Regla de san Alberto es eldocumento fundacional de to-dos; y fueron invitados asimis-mo los Carmelitas Descalzos.

2. Durante este año 2007 yhasta el 6 de enero de 2008, esta-mos celebrando el Año JubilarDominicano, con motivo del800º aniversario de la fundaciónde la Orden de Predicadores(Dominicos y Dominicas) por elsanto español Domingo de Guz-mán. La comunidad de Calerue-ga (Burgos), localidad natal delfundador, calcula que pasaránpor ella alrededor de 25.000 per-sonas en este tiempo; si bien laindulgencia del Año Jubilar sepuede ganar en todos los monas-terios dominicanos. El dominicoJuan José Gallego informó ya ennuestra revista de este octavocentenario del primer monasteriocontemplativo de la Orden en lazona francesa del Languedoc.

3. También los Frailes Me-nores o Franciscanos se prepa-ran para celebrar dentro de al-gún tiempo el 800º aniversariode su fundación. El año pasado se tuvo por estas fechasun Capítulo General extraordinario en Alvernia y Asís,que produjo un importante documento titulado: “El Se-ñor nos halla en el camino”. Con él, según el “icono” delos discípulos de Emaús, con los que se encuentra Jesústras su resurrección, las fraternidades franciscanas ca-minarán hasta el año 2009. En ese año recurre el VIII

Centenario de la aprobaciónde “Regla y Vida” por partedel papa Inocencio III.

A finales de septiembre,Benedicto XVI se reunió enAsís con muchos miles de jó-venes, a los que invitó a abrira Cristo las puestas de su co-razón. “Francisco es fasci-nante, pero no es fácil seguir-le, imitarle”, le dijo entoncesuna muchacha. Dejando a unlado los papeles, el Papa hizover a los jóvenes que, comoen el caso del fundador de losfranciscanos, la brújula de suvida debe ser la verdad, puessin verdad también pierde sufundamento la paz.

4. Por último, al igual queacabamos e celebrar el 90º ani-versario de las apariciones deFátima, el Santuario francés deLourdes conmemorará a lo lar-go de todo el año 2008 el 150ºaniversario de las aparicio-nes de la Virgen María a santa Bernardette Soubirous.Como preparación, tuvieronlugar allí unas importantes jor-nadas sobre la práctica del sa-cramento de la reconciliación,en las que participaron más de500 personas, y su título fue:“Acoger el gozo de ser perdo-nado”.

Merecerá la pena visitarLourdes el próximo año.Allí, “la dulzura de la miseri-cordia divina ofrece la posi-bilidad de superar la deses-peranza, en una sociedadmarcada por el pesimismoantropológico, especialmentela dificultad para vivir el

duelo y dejarse consolar… Quien experimenta el redo-blado amor de Dios, se convierte en un hombre en ca-mino”, decía entonces Claire-Anne Baudin, madre decuatro niños y profesora de Teología en el Instituto Ca-tólico de París.

El lema del 150º aniversario, a tono con el de ese sim-posio, será el paulino “Dejaos reconciliar con Dios”.

OTROS AÑOS JUBILARES

El espejo de los días

“Dejaos reconciliar con Dios”:es el lema del 150º aniversariode las apariciones de Lourdes”.

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Las dos intenciones papales de oración confiadas alApostolado de la Oración para este mes de noviembre son

las siguientes: Que los investigadores en medicina y los le-gisladores muestren un profundo respeto por la vida huma-na, desde su comienzo hasta su fin natural (intención gene-ral). Y: Que el espíritu de reconciliación y de paz aumenteen Corea del Norte y del Sur (intención misional). ❦

INTENCIONES DE ORACIÓN

El espejo de los días

Aparte la anécdota y los versos unamunianos ofreci-dos el mes pasado (“La sangre de mi espíritu es mi len-gua…”), me parece de interés evocar también que haceunos meses se celebró solemnemente en Medellín yCartagena de Indias elIV Congreso Interna-cional de la Lengua Es-pañola, (y, dentro de él,diversos aniversarios re-levantes en la biografíade Gabriel García Már-quez: el 40º de su obra“Cien años de soledad”o el 25º de la concesióndel Nobel de Literatura,entre otros).

A lo largo del Con-greso hubo importantesacuerdos, como la apro-bación del texto de lanueva Gramática de laReal Academia Españo-la y de las 21 Academiasde América y Filipinas;o la adopción del Siste-ma Internacional de Cer-tificación del Españolcomo Lengua Extranje-ra.

El acto de inaugura-ción, que contó con inter-venciones de estadistas yliteratos, comenzando porel propio Rey de España,tuvo como lema Presentey futuro de la lengua es-pañola. Unidad en la di-versidad. Se pasaría des-pués a tratar del españolcomo instrumento deintegración iberoameri-cana, como lengua de

comunicación universal o de intercambio comercial:en la ciencia, en el ciberespacio, en la técnica, en la di-plomacia y en los organismos internacionales, asícomo de su crecimiento fuera del mundo hispánico. Yse abordaron también otros muchos aspectos singula-res, como el del español en convivencia con otras len-guas hispánicas y con las lenguas indígenas de Améri-

ca, o el del periodismocultural.

Diversidad y unidadfueron realidades y pos-tulados bien presentes enel Congreso. De hecho,la Gramática citada con-cilia difícil y meritoria-mente las perspectivasnormativa y descriptiva,tras diez años de intensotrabajo común. Ya que“con un 90% de hispa-nohablantes fuera de lapenínsula, resultaría ana-crónica e inoportunacualquier reivindicacióncasticista o castellanistanormativa”, como diceMarisa Regueiro en suapreciable crónica “Lalengua española, una ydiversa” (Razón y Fe, ju-nio de 2007).

La edición conme-morativa de “Cien añosde soledad”, de la RealAcademia Española yla Asociación de Aca-demias de la LenguaEspañola, pulcramenteeditada, es sorprenden-temente barata. Tienelas mismas característi-cas de la edición con-memorativa del Quijoteen su IV Centenario(2004).

LA LENGUA ESPAÑOLA, UNA Y DIVERSA

En el Congreso se abordaron también muchos aspectossingulares, como el español en convivencia con otras

lenguas hispánicas y con las lenguas indígenas de América.

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LAS FALLAS DE DIOS

ara el común de la gente, unprofeta es alguien que puedeconocer el futuro, una especiede vidente capaz de predecir

el destino de las personas y delmundo. En una palabra: un adivino.Por eso cuando alguien anuncia algoque luego se cumple, solemos decir:“fue una profecía”.

Pero ¿es ese el sentido de los pro-fetas de la Biblia? ¿Podían éstosadivinar el futuro infaliblemente?

En la Biblia se conservan muchasprofecías, pronunciadas entre los si-glos XVIII y IV a. C. por hombresenviados de Dios. Pero cuando lasanalizamos, descubrimos que granparte de ellas no se han cumplido.

¿Se equivocó Dios con susanuncios? ¿O fueron los profe-tas los que se equivocaron? NiDios ni los profetas fallaron.Somos nosotros los que tene-mos una idea equivocada de loque es una profecía bíblica. Enefecto, si analizamos los librosde la Biblia, vemos que todaprofecía tiene siempre cuatrocaracterísticas.

EN BUSCA DE EMMANUEL

a primera, es que toda profecía es un mensaje de Dios para los contem-poráneos del profeta, va

dirigido a los oyentes del mo-mento en que es anunciada, esun mensaje para el presente, nopara el futuro.

Pongamos un ejemplo. Hay unafamosa profecía de Isaías, citada porSan Mateo, que dice: “He aquí quela virgen concebirá y dará a luz a unhijo, a quien pondrán por nombreEmmanuel, que significa «Dios connosotros»” (Mt 1,23). Siempre quela escuchamos, suponemos que Isaí-as se refería a María (la “Virgen”) ya Jesús (el “Emmanuel”). Pero si laanalizamos un poco, veremos queesto no es así.

Isaías pronunció esta profecía enel año 735 a.C. Ese año, Ajaz erarey de Jerusalén, y estaba preocupa-do porque le habían llegado noticiasde que dos reyes vecinos (Pecaj, deSamaria, y Resín, de Damasco) sehabían coligado para atacarlo. ¿Elmotivo? Ajaz no quería unirse a

ellos para rebelarse contra Asiria, ylos dos monarcas habían resueltodestronarlo y poner en su lugar a al-guien dispuestos a unírseles en larevuelta (Is 7, 1-6). Frente a esto, elrey Ajaz pensó que le quedaba unasola salida: pedir ayuda a la mismaAsiria. Pero tenía miedo porque sa-bía que, de hacerlo, quedaría auto-máticamente sometido a esta granpotencia enemiga. ¿Qué hacer? Eldilema era serio, y el pobre Ajaz es-taba en una gran incertidumbre.

¿SOLUCIÓN A LARGOPLAZO?

onociendo la difícil si-tuación por la que atra-vesaba el rey, el profetaIsaías lo fue a ver, y le

aconsejó que no pidiera ayudaa Asiria. Que Dios tenía otrasolución para él. Y como se-ñal, le anunció la famosa pro-fecía: “He aquí que la joven haconcebido y dará a luz a unhijo, a quien pondrá por nom-bre Emmanuel” (Is 7,14).

Ahora bien, frente al tremen-do problema que atravesaba enese momento el monarca, ¿quépodía importarle que 700 añosmás tarde la Virgen María dieraa luz a Jesucristo? Ante la in-minente invasión de los dos re-yes del norte, ¿qué significabapara Ajaz el nacimiento de unSalvador siete siglos después?¿Cómo podái ser tan torpe Isaí-as de llevarle al rey una solu-ción a tan largo plazo? Es comosi hoy, a alguien que padecehambre o sufre desempleo, loconsoláramos diciendo: “No tepreocupes, dentro de 700 años

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Toda profecía es un mensajede Dios para los

contemporáneos del profeta.

DIVULGACIÓN BÍBLICA

¿SE CUMPLIERON SIEMPRELAS PROFECÍASDE LOS PROFETAS? Ariel Álvarez Valdés

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las cosas van a cambiar, habrácomida y trabajo para todos”.¿Puede servir de algo un con-suelo tan absurdo?

Evidentemente estamos inter-pretando mal el texto. Si consul-tamos directamente la profecíade Isaías, veremos que en reali-dad ésta no habla de una “vir-gen” (como dice San Mateo),sino que usa la palabra “Al-mah”, que en hebreo significa“muchacha”, “joven”. Y tampo-co dice “concebirá” (como es-cribe San Mateo), sino “ha con-cebido” (en pasado). O sea queIsaías se refiere a una joven queya estaba embarazada en suépoca.

APARECIÓLA MUCHACHA

uién es esta misterio-ra muchacha, ya em-barazada en la época de Isa-ías, y a la que él alude? Hoy

los biblistas sostienen que se tratabade la misma esposa del rey Ajaz, esdecir, la reina. Y el Emmanuel es elhijo que ella está a punto de dar aluz, y que más tarde será el rey Eze-quías.

Se aclara así el mensaje de Isaías.Lo que quiso decir es que el actualembarazo de la reina era la mejor ga-rantía de que la familia real iba a con-tinuar y no iba a desaparecer. Si que-daba lugar para pensar en un herederoal trono, era porque Dios iba a prote-ger al rey de la invasión de los dos re-yes vecinos. Más aún: Isaías le poneal niño el apodo de Emmanuel (enrealidad se llamará Ezequías), paradecirle que, en el futuro, las cosasiban a cambiar para mejor. Este niñosería la prueba de que Dios estaba departe del rey, defendiéndolo y cuidán-dolo. Por eso Isaías agrega: “Y antesde que el niño tenga uso de razón (esdecir, dentro de tres o cuatro años), elpaís de los dos reyes que te dan mie-do quedará abandonado” (Is 7,16).Vemos, entonces, que la profecía deIsaías era un aviso para el presentedel rey Ajaz, no para el futuro.

Muchos siglos después los cristia-nos descubrieron que esta profecíatenía un “plus” escondido, una cargamayor de contenido, que alcanzabasu pleno cumplimiento en María yen Jesús. Pero se trata de una segun-da aplicación de la profecía. La pri-mera, la histórica, se refería al reyAjaz). Y muchas otras profecías queel Nuevo Testamento aplica a Jesús,no es porque estuvieran “histórica-mente” referidas a él, sino porquelos autores del Nuevo Testamento,iluminados por el Espíritu Santo,encontraron su aplicación y su con-creción plena en Jesús.

PARA HACER ALGO AHORA

as profecías no son, pues, avi-sos de acontecimientos futu-ros, sino anuncios de Dios so-bre hechos presentes, sobre

algo que está pasando a los oyentesde ese momento (aunque pueda te-ner consecuencias futuras). Si lasprofecías fueran advertencias para

un futuro lejano, sin alusón alpresente, ¿qué sentido tieneque Dios las anuncie con tantaanticipación? ¿Por qué no es-pera a que se acerque el mo-mento de su realización pararevelarlas?

De acuerdo con esta prime-ra característica, entonces,debemos descartar como pro-fecías (en el sentido bíblico)todos los anuncios meramen-te futuristas, y todas las pre-dicciones a largo plazo. Diosnunca predice el futuro a unapersona, a menos que seapara que ella haga algo aho-ra, en el presente, o para querealice alguna tarea en estemomento.

A la revelación de hechosfuturos, pues, (como por ejem-plo las supuestas “profecías deSan Nilo”, anunciadas en el si-glo V para que se cumplieranen el siglo XXI, o las de Ras-

putín, monje del siglo pasado quedejó mensajes para un futuro incier-to) deberíamos llamarlas “prediccio-nes”, o “vaticinios”, pero no “profe-cías” como erróneamente se lasdenomina.

DIOS CUMPLE SI LE PARECE

a segunda característica detoda profecía es que siemprese trata de un anuncio condi-cionado, es decir, que puede o

no cumplirse. Nunca es infalible.Porque en las profecías lo que haceDios es comunicar un proyecto, quepuede verse o no alterado por el ac-cionar humano.

En efecto, muchas veces en la Bi-blia Dios advierte sobre un castigo,una catástrofe, o una tragedia, paraindicar que ése es el “proyecto” queÉl tiene en ese momento (según lamentalidad del Antiguo Testamen-to). Pero si los destinatarios de laprofecía reaccionan y cambian, en-tonces Dios no tiene por qué cum-plir su anuncio. Y al revés: muchasveces Dios advierte de la llegada deun tiempo de prosperidad, de bie-

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Q¿ Isaías escribió proféticamenteacerca de la futura pasión y muerte

de Cristo (Grabado de Miguel Ángel).

Divulgación bíblica

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Divulgación bíblica

nestar y de dicha, pues eso es lo queÉl ha planeado en ese momento.Pero si la gente no colabora y notrabaja en ese proyecto, no llegarála prosperidad, y la profecía no secumplirá.

Pongamos un ejemplo. La Biblianos cuenta, en la novela de Jonás,que este profeta fue enviado porDios a predicar en la ciudad de Ní-nive, diciendo: “Dentro de 40 díasNínive será destruida”. Al oír esto,los habitantes de la ciudad se arre-pintieron de su mala conducta, hi-cieron ayuno y oración, y pidieronperdón a Dios por sus pecados.Dios, al ver el cambio de conductade los ninivitas, los perdonó y nocumplió su profecía.

ESTROPEAR EL PLAN DIVINO

emos, pues, que Dios, cuando transmite unaprofecía, simplemente lo que hace es comuni-

car los planes que Él tiene enese momento para los hom-bres y su historia. Pero noestá obligado a cumplirla in-faliblemente. Si Él cree quela situación que motivó laprofecía ha cambiado, enton-ces suspende su cumplimien-to. Por eso tenemos tantasprofecías incumplidas en elAntiguo Testamento. Porquelos israelitas no pusieron desu parte, y frustraron los bue-nos anuncios, o sí pusieron desu parte, y evitaron los malosanuncios.

Las profecías no son, pues,avisos infalibles de cosas quese cumplirán con toda certe-za. Son simplemente una in-vitación a trabajar, a cooperaractivamente con un determi-nado proyecto revelado, paraque se realice lo que Diosestá queriendo para ese mo-mento.

De acuerdo con esta segunda ca-racterística, no deberíamos llamarprofecías a las famosas “profecías deSan Malaquías” (esa larga lista connombres de papas que, según dicen,infaliblemente se van cumpliendo alo largo de los siglos). Cuando al-guien hace una predicción que se su-pone infalible, entonces se trata deuna “clarividencia”, de una “precog-nición”, o de un “fenómeno psikiné-tico”, pero nunca de una profecía.

DIOS QUIERE LAS COSASCLARAS

a tercera característica de todaprofecía, según la Biblia, esque se trata de un texto claroy transparente. Los profetas

no pronunciaban enigmas, ni daban

mensajes en clave. Querían que laPalabra de Dios fuera clara y sin do-bles sentidos, para que los oyentes notuvieran dudas de cuál era la adver-tencia que el Señor quería transmitir.

Por ejemplo, vemos que Amósprofetiza a los comerciantes de Sa-maria: “Porque ustedes pisotean alos pobres del país, usando medidascon trampa y falsificando las balan-zas, Dios los castigará”. (Am 8, 4-8). O que Isaías denuncia a las mu-jeres ricas de Jerusalén: “A ustedesque son orgullosas, que caminancon el cuello estirado y miran consoberbia, Dios las dejará peladas ydesnudas” (Is 3, 16-17). O que Jere-mías profetiza al monarca de Jerusa-lén: “Dios hará que el rey de Babi-lonia incendie esta ciudad, y tú nopodrás escapar” (Jer 34, 2-3).

Todos son, pues, mensajes fácilesde entender. Y si algunasprofecías de la Biblia resul-tan actualmente incompren-sibles y oscuras, se debe aque hoy están sacadas delcontexto en que fueron pro-nunciadas, y no sabemos aqué se referían en su momen-to. Por eso debemos hacer unesfuerzo para reconstruir susignificado. Pero cuando fue-ron pronunciadas eran muyclaras, y los oyentes las com-prendían perfectamente.

PROFECÍAS CONFUSAS

sta tercera característi-ca nos lleva a descartartambién, como verda-deras “profecías”, los

famosos anuncios de Nostra-damus.

En efecto, este astrólogo ymédico francés del siglo XVIpublicó en 1555 un libro titu-lado “Las Verdaderas Centu-rias”, en el que dejó escritas1.174 “profecías” sobre di-versos acontecimientos quesucederán en los siglos veni-deros. Pero cuando uno in-tenta leerlas, se encuentra porejemplo que dicen: “Aqué-

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Ezequiel era un profetamudo, pero escribió mucho.

(Grabado de Miguel Ángel).

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llos de las islas largo tiempoasediadas / cobrarán fuerza yvigor contra sus enemigos. /Los de afuera, muertos de ham-bre y exhaustos / padecerán ne-cesidad como nunca antes”(3,17). ¿Quiénes son “aque-llos”? ¿A qué “islas” se refiere?¿De dónde son los “de afuera”?¿Cuándo vendrá el hambreanunciada?

Las “profecías” de Nostrada-mus son tan confusas e intrinca-das que ni siquiera los más ex-pertos estudiosos del videnteestán de acuerdo en cómo inter-pretarlas. Y lo que es peor, hastalos contemporáneos de Nostra-damus confesaban no haberlasentendido en su momento. ¿Quéobjeto tiene un anuncio que pue-de entenderse en varios sentidosdistintos? Jamás eso puede seruna profecía.

Las manifestaciones veladassobre el futuro pueden llamarse“enigmas”, “acertijos”, “adivi-nanzas”, pero no profecías.

ES PALABRA DEL SEÑOR

a cuarta y última caracte-rística de toda profecía bíblicaes que proviene siempre deDios. Sólo Él puede inspirar-

la. Sólo Él puede enviarla.Esto aparece permanentemente en

los libros sagrados. Cuando alguienrecibe una profecía, la Biblia dice:“Vino la palabra de Dios a...” (Isaías,Jeremías, o Ezequiel). O sea, siemprees Dios y sólo Dios el que ilumina alprofeta. Esta convicción es tan im-portante, que la frase “Vino la pala-bra de Dios a...” aparece 233 vecesen la Biblia. Y cuando un profeta sepresenta para hablar a la gente, siem-pre comienza diciendo: “Así diceDios” (Is 7,7), o “Así habla Dios”(Jer 28,2), o “Esto dice Dios” (So2,9). Y esa expresión figura en la Bi-blia nada menos que ¡900 veces!

Únicamente Dios puede revelaruna profecía, porque sólo Dios con-duce la historia, y sólo Él puede darindicaciones hacia dónde debemos

trabajar y colaborar con su proyecto.Un mensaje recibido por cualquierotro medio, no es propiamente unaprofecía.

En este sentido debemos descar-tar como “profecía” todas las mani-festaciones que proceden de la Vir-gen María. Muchos cristianos caenen el error de hablar de “profecíasde la VIrgen” (como cuando se re-fieren a los famosos secretos de Fá-tima, o a las predicciones de la Vir-gen de Garabandal, en España). Enestos casos habría que hablar de“mensajes” o “anuncios” de la Vir-gen, pero nunca de “profecías”. Por-que María es un ser humano, y lasprofecías sólo pueden tener origenen Dios.

NECESITAMOSPROFETAS

os profetas del AntiguoTestamento no fueronhombres extraordinarios,ni dotados de poderes

parasicológicos o sobrenatura-les para conocer el futuro. Eransimples seres humanos, con susdebilidades y miserias. Entreellos hay, por ejemplo, un cam-pesino (Amós), un marido en-gañado (Oseas), un resentido(Nahúm), un profeta a la fuerza(Jonás), un permanente fraca-sado (Jeremías), y para que nofalte nada tenemos incluso ¡unprofeta mudo (Ezequiel)!

Pero todos ellos tuvieron unafirme convicción: habían reci-bido una inspiración de Diospara iluminar el momento enque vivían. Para poner un pocode esperanzas en el presente dela gente. Para advertir al pue-blo de Israel qué es lo que pe-día Dios en esa etapa de la his-toria.

Actualmente es la Iglesia laque conserva el carisma de laprofecía. Por eso todo el que sebautiza participa de este caris-

ma, es decir, se convierte en profeta,dentro de la Iglesia. Y por lo tantodebe cumplir esa misión. Lamenta-blemente muchos cristianos, a pesarde estar bautizados, nunca se acuer-dan de esa tarea que tienen.

Hoy hacen falta en la Iglesia pro-fetas. No para que adivinen el futu-ro, ni para que predigan el mañana,sino para que hablen en nombre deDios a los demás. Para que denun-cien lo que Dios no quiere de estasociedad, lo que Dios no aprueba, loque Dios no tolera. Y para que a suvez hablen de los proyectos divinos,aunque a veces parezcan utópicos yridículos.

Hacen falta profetas. Pero que pre-diquen con palabras y con hechos.Una Iglesia con estos profetas es laque imaginó Jesús, cuando antes desubir a los cielos nos dejó el encargode ir a predicar su palabra por todo elmundo (Mt 28, 18-20). ❦

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Divulgación bíblica

Jeremías profeta fue muy pocoescuchado por sus contemporáneos

(Grabado de Miguel Ángel).

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on motivo de la beatificaciónde los religiosos mártires ma-rianistas Miguel Leibar, Flo-

rencio Arnáiz, Sabino Ayastuy yJoaquín Ochoa, el Padre José Ma-ría Salaverri Aranegui, que fue Su-perior general de la Compañía deMaría y colabora desde hace añosen la revista EL REINO, ha publicadoen la editorial PPC la biografía delos nuevos beatos.

La obra posee un prólogo desumo interés acerca de qué es yqué no es el martirio cristiano,que nos honramos en publicar consu autorización para mejor com-prender la numerosa beatificaciónacontecida el día 28 de octubre enla Basílica de San Pedro del Vati-cano.

C En estas páginas quisiera compartir con los lectores mi experiencia deunos veinte años de trabajo en Roma, como postulador de Causas de Bea-tificación y Canonización. Vayamos por partes, exponiendo las bases teo-lógicas de estos procesos, algo de su enfoque jurídico procesal y tambiénalgunas de mis experiencias de esos años.

EL MARTIRIO: CONCEPTO TEOLÓGICO Y PRUEBA JURÍDICA

mpecemos aludiendo al martirio. El estudio de un mártir contemporá-neo presenta unas dificultades especiales que exigen mucha cautela a lahora de proceder. Un mártir cristiano es un testigo de Cristo que ha lle-

vado adelante el seguimiento del maestro hasta dar su vida por Él. El con-cepto cristiano del martirio tiene pues una perspectiva cristológica, pues fueCristo el primero que dio su vida como señal de amor a su Padre y a sus her-manos. Y es el mismo Cristo el que da fuerza al mártir para seguir su ejem-plo; hay también una dimensión eclesial, pues el martirio forma parte de lavida de la comunidad (la Iglesia hace los mártires y los mártires hacen laIglesia); requiere siempre una entrega voluntaria de la vida basada en unaconvicción de fe y también en una agresión que viene de fuera; y conlleva eltestimonio público de Cristo Resucitado. El martirio tiene siempre algo de“espectáculo”, aunque no se haga en una plaza pública o en un coliseo.

En estos cuatro aspectos hay elementos netamente objetivos, en particularel hecho de una muerte violenta. Y hay otros componentes subjetivos, porejemplo el “animus” del perseguidor o las disposiciones de la víctima. Y

todo hay que analizarlo minuciosamente, hasta llegar a una certe-za moral fundada “ex actis et probatis”, es construida con testigosfidedignos y con documentos contrastados.

EL ESTUDIO DE UN MARTIRIO

iendo el momento de la muerte el punto culminante de unavida martirial podemos decir que bastaría para la declaracióndel martirio el estudio de este momento final, en sus dos as-

pectos objetivo y subjetivo. Lo anterior de la vida del mártir seríasólo una preparación. En el momento del martirio Dios concede alperseguido una gracia extraordinaria que le abre las puertas delparaíso, como ocurrió con el buen ladrón. Cristo se hace presenteen esa lucha final y da al mártir una fortaleza que le identifica conÉl. De hecho la Iglesia ha reconocido como mártires a muchoscristianos de cuya vida sólo se conoce la apoteosis final.

Sin embargo, estudiar la vida entera de un mártir tiene su im-portancia, porque nos permite ver, en la mayoría de los casos,cómo la gracia del martirio es la culminación de una vida de fide-lidad: el mártir a ser fiel en lo mucho, con la fidelidad a lo peque-ño. Y Dios, de modo ordinario, le va disponiendo para ese combatefinal, con una etapa de preparación. De ahí la necesidad de analizarlos antecedentes de un martirio: las disposiciones remotas del már-tir, su aceptación personal de la muerte y también el ambiente de lapersecución y su reflejo en una comunidad eclesial determinada.

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SOCIEDAD

EL MARTIRIOCRISTIANO HOY Enrique Torres Rojas, sm

Es el mismo Cristo el que da fuerzaal mártir para seguir su ejemplo.

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EL TRABAJO DE LA CONGREGACIÓNDE LAS CAUSAS DE LOS SANTOS

studiar un caso de martirio exige, pues, elconocimiento riguroso del ambiente enque la persecución religiosa ha tenido lu-

gar. Yo he podido estudiar despacio el clima so-cio-político y eclesial de dos persecuciones re-ligiosas del siglo pasado: la española de losaños treinta y la nacionalsocialista de los pri-meros años cuarenta. Y hacer este estudio enRoma es una garantía de objetividad. El carác-ter internacional de la Curia Romana favorece mucho la imparcialidad deestos estudios: en los martirios españoles he trabajado con tres relatores, unitaliano, un canadiense y un español. Y en un martirio de un austriaco hecontado con un relator alemán. Y nuestra tarea, compilada en la llamada“Positio”, ha sido juzgada en los sucesivos órganos decisorios (congreso deConsultores teólogos y congreso de Cardenales y Obispos) por personas demuchas nacionalidades diversas. Creo que todo esto es sumamente positivoy quizás no se conoce suficientemente.

Es importante hacer notar otro detalle que suele pasar desapercibido. Lafórmula procesal de una causa de martirio –el llamado “dubium”– se esta-blece así: ¿consta del martirio (de NN.NN.) y de su causa, en el caso ypara el efecto de que nos ocupamos? La Iglesia estudia no sólo el hechode la muerte martirial sino también su causa. Es clásica la sentencia de sanAgustín comentando el salmo 34: “no es la pena sufrida la que hace a unomártir, sino la causa”. Por causa se entiende aquí el motivo por el que elejecutor lleva a cabo su acción de matar y el motivo por el que el mártiracepta su muerte. Y todo esto se considera, no en general, sino en un casoconcreto. Y además no se trata de sacar conclusiones históricas sobre laresponsabilidad del perseguidor, sobre la eventualidad de que se hubierapodido evitar la persecución, etc. El juicio se hace sólo a los efectos de ladeclaración de martirio. Se trata solo de juzgar si la muerte de una personatiene carácter martirial o no, a efectos de declararla santo o beato. Es decir,a efectos de proponerla como modelo y como intercesor a la comunidadcristiana. La Iglesia, instruyendo estos procesos, no quiere entrar a juzgartodos los aspectos históricos de una persecución. Temas tan complejoscomo la revolución francesa y sus causas, la antigua religiosidad japonesa ysu oposición al cristianismo, los mártires católicos de la Inglaterra anglica-na, o la República de 1931 y las causas de la guerra civil española, no sonobjeto de estudio en un proceso de canonización “super martyrio”. Por po-ner sólo algunos ejemplos. Tampoco se está entrando en analizar los fallosde los cristianos en cada uno de estos momentos históricos. Este enfoquede “estudiar sólo este caso a efectos de la declaración de martirio” es igno-rado por muchos detractores de los mártires modernos, porque casi nadielee los documentos procesales de la Congregación de las Causas de losSantos. Y créanme que es una verdadera pena, porque son trabajos de rigorhistórico, que además contribuyen a hacer luz para quien quiera entrar enotro tipo de consideraciones.

LOS MÁRTIRES MODERNOS, OCASIÓN DE POLÉMICA

uchas veces me he preguntado por qué las declaraciones de marti-rio suscitan tanta polémica en los países de procedencia del mártir.Y por qué se hace una lectura tan política de un hecho tan teológi-M

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co. Y esto no sólo en nuestro casode España, sino en tantos otros lu-gares. También en Austria y enAlemania hay personas bien inten-cionadas que no acaban de ver porqué no se deja en paz a los muertoso por qué se quiere hacer polémicaa su costa. Y lo mismo ocurre encasi todos los sitios: con los márti-res de África, de Asia, con losmártires en la persecución comu-nista, con los mártires de Méjico,etc. De hecho, el recuerdo de losmártires molesta a algunos, comosi la Iglesia al definir su martirioentrara en temas políticos o no tu-viera en cuenta la sensibilidad deotras personas, católicos o no. Ocomo si se beatificara por oportu-nismo, contra determinados gober-nantes o contra determinados parti-dos o ideologías. En este sentido,es justo afirmar que el cuidado dela Sede Apostólica ha sido exquisi-to tanto en los decretos de aproba-ción de los martirios como en lashomilías de los Papas, en especialde Juan Pablo II.

Por lo demás, no olvidemos queel martirio es ante todo un don, unagracia insigne de identificación conCristo, que ninguno merece. Sobran,pues, las preguntas de por qué a éstey sobran también nuestras compara-ciones humanas sobre quién hubierasido más digno. Entrar en este terre-no es no entender el sentido profun-do del martirio.

Sociedad

Estudiar un caso de martirio exigeel conocimiento riguroso del

ambiente en que la persecuciónreligiosa ha tenido lugar.

JUAN PABLO II Y SU INTERÉSPOR LOS MÁRTIRES

ambién he pensado mucho so-bre el gran interés de Juan Pa-blo II en que las iglesias locales

no perdieran la memoria de sus márti-res. Fue este uno de los temas recu-rrentes del jubileo del año 2000, juntocon la llamada a todos para purificarla memoria histórica. Y el mismoPapa que pidió perdón en nombre dela Iglesia por los errores del pasado,organizó en el Coliseo romano unacelebración ecuménica de los testigosde la fe del siglo XX. Y tuvo interés,en cumplimiento de una recomenda-ción del Vaticano II, en ampliar la“geografía” de la santidad de modoque se reconociera el martirio de losnumerosos católicos del siglo XX encomunidades católicas de los cincocontinentes. Hay ya libros importan-tes sobre los mártires del siglo pasa-do, con ejemplos realmente extraordi-narios, como pueden ser MaximilianoKolbe, Edith Stein, la comunidad cla-

Tretiana de Barbastro o la comunidad pasionista de Daimiel, por citar algunos delos ya reconocidos por la Iglesia. Y pido al lector que añada a esta lista su már-tir contemporáneo preferido, si es que lo tiene. Yo podría añadir a los mártiresmarianistas cuyas causas he tenido el privilegio de promover.

LA NUEVA TEOLOGÍA SOBRE EL MARTIRIO

odo esto ha hecho que la teología de martirio haya tomado un nuevo vigora partir del clásico opúsculo de Urs von Balthasar, de los años sesenta, sobrela mártir Cordula. Es conocida la tesis de este autor el mártir es alguien que

vive su fe con “seriedad” hasta sus últimas consecuencias. Un cristianismo queno tenga el Martirio como horizonte vital, es un cristianismo deficitario.

A partir de entonces se ha estudiado mucho el martirio dentro de la llamadateología fundamental (la antigua apologética). Y hay excelentes artículos so-bre el martirio en las enciclopedias católicas modernas. También se ha estu-diado mucho el martirio desde la teología patrística. Y los biblistas nos hanayudado mucho a perfilar la teología del martirio en el Antiguo y en el NuevoTestamento. Pienso, por ejemplo, en los excelentes comentarios actuales delApocalipsis. Pero, por lo que se me alcanza, este tema no ha interesado muchoen España, salvo en los casos de testigos de la fe de América Latina.

Tratemos ahora de aplicar estas ideas al caso de los mártires españoles delsiglo XX.

LOS MÁRTIRES DE LA PERSECUCIÓN ESPAÑOLA DEL SIGLO XX

mpecemos diciendo que tendríamos que hacer un gran esfuerzo por depu-rar nuestro vocabulario. Solemos hablar de “mártires de la guerra civil”.Y resulta que una guerra, o mejor un campo de batalla, no es sitio para

buscar mártires, pues Dios sólo da la gracia del martirio a los inermes. Hay unmarianista más bien olvidado, Agustín de Prada, que tuvo una vida y unamuerte ejemplar como soldado, en 1937 en el frente de Córdoba. Murió cum-

pliendo un deber cívico que le fue impuesto, pero a nadie se le haocurrido llamarle mártir. Desde aquí queremos honrar la memoriade este joven religioso marianista, muerto prematuramente. Qui-zás alguien se decida a escribir algo sobre él, pero no debería lla-marlo mártir. Los mártires son producto de una persecución reli-giosa y con ese nombre habría que situarlos. Además, hablandode la guerra civil habría que definir a los bandos contendientes delmodo menos polémico posible. Y desde luego no hacer pasar es-tas denominaciones al perseguido o al perseguidor. Cito sólo algu-nos ejemplos: facciosos, fascistas, nacionalistas, rebeldes, rojos,marxistas, gubernamentales, republicanos, etc. El escritor que pre-tenda ser neutral y no ofender a nadie, encontrrá dificultades parausar estos términos indiscriminadamente.

En el estudio de los mártires españoles del siglo XX, es muyimportante limitarse a lo sucedido en la persecución religiosa dellugar. Esta indicación la recibí del primer relator con el que tuveque trabajar, el sabio carmelita padre Valentino Macca, ya falleci-do. Me dijo simplemente: explique en pocas líneas, para los noiniciados, la situación general de España y estudie a fondo lo quepasó en Ciudad Real, en concreto. Creo que ésta es una regla deoro, porque en España no hubo una persecución religiosa unifor-me, sino que se vivieron situaciones muy diversificadas según loslugares, incluso según los pueblos de una misma provincia. Ytambién según el año y mes de la persecución.

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Sociedad

Juan Pablo II tuvo gran interésen que las iglesias localesno perdieran la memoriade sus mártires.

En cuanto al estudio del martirio en sí, hay que empezar por ex-cluir otros posibles supuestos, llegando a la certeza moral de que elpresunto mártir no fue asesinado por motivos directamente políticos,ni por enemistades personales, sino simplemente por ser cristiano (oreligioso o sacerdote). Y hay que tratar de reconstruir los últimosinstantes de su vida, lo que en estos casos españoles es particular-mente difícil. En casi todos los casos españoles las llamadas “ejecu-ciones” o “paseos” se han hecho de noche y en ausencia de otros tes-tigos y, dato curioso, en fines de semana (los llamados milicianostenían sus trabajos habituales). A estos efectos, hay que prestar mu-cha atención a los detalles. Encontrar, entre los restos morales de unmártir, un crucifijo, un rosario o una medalla, significa una clara ma-nifestación de fe, dados los riesgos que comportaba el llevar consigoesos objetos. Es importante la serenidad de ánimo con que el presun-to mártir se deja detener, reconociendo que es religioso o sacerdote, oel deseo que manifiesta de que no se detenga más que a él. Y es cen-tral para entender las disposiciones del mártir, atender a sus gestos opalabras de perdón hacia sus verdugos. También es importante consi-derar despacio las disposiciones de los perseguidores, por sus comen-tarios antes o después de la ejecución. El llamado “odio a la fe” semanifiesta también en el llamado “martirio de las cosas”, o sea en laquema o destrucción de objetos sagrados, y desde luego en las incre-paciones o blasfemias proferidas. Y esto ha sido muy frecuente enEspaña, en contraste con las persecuciones de otros países. En nuestro caso lasimilitud mayor está en la persecución de Méjico, anterior a la nuestra, y queinspiró a muchos mártires, sobre todo en lo de morir invocando a Cristo Rey.

EXAMEN DE CONCIENCIA A LA LUZ DE LOS MÁRTIRES

acabamos con dos citas. La primera de Juan Pablo II en Alemania,con motivo de la beatificación de un mártir: “A través del martirio, querepresenta la experiencia de nuestro siglo, la Iglesia ha adquirido una

comprensión mejor de sí misma y de su misión en el mundo”. La segunda esde Benedicto XVI, tomada de su Encíclica Deus caritas est: “La vida de lossantos no comprende sólo su biografía terrena, sino también su vida y actua-ción en Dios después de la muerte” (n. 42).

Y

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IN MEMORIAM: PEDRO JESÚS GARCÍA GONZÁLEZ

El hermano Pedro Jesús fue nombrado administrador de la revista EL REINO hace pocos meses. Con sentimiento comunicamos a nuestros lec-

tores que el Señor lo llamó a dejar esta tierra el 22 de octubre pasado enTorrejón de Ardoz, a los 59 años. Una penosa enfermedad que afectó asu cerebro terminó con su vida en este mundo en edad relativamentecorta. Pedro Jesús, que nació en Fuentes de Béjar (Salamanca) el 29 deabril de 1948, profesó en la Congregación nuestra el 29 de septiembrede 1967, como hermano cooperador. Desarrolló una meritoria tarea en

asuntos de administración en distintas comunidades en las que ha dejadoun recuerdo ejemplar. También son dignos de recordarse sus esfuerzos en

el ámbito de la comunicación con los bienhechores de nuestras casas deformación y en la edición de publicaciones.

Ojalá que la lectura de estas pági-nas ayude a comprender mejor elmisterio de la Iglesia y la urgenciade su misión. Y también a sentir queestos “santos”, que han vivido ennuestros mismos lugares, siguen vi-viendo y actuando en Dios, a favornuestro. ❦

Sociedad

El llamado “odio a la fe”se manifiesta también en el

llamado “martirio de las cosas”,o sea en la quema o destrucción

de objetos sagrados.

Me parece muy aventuradohablar del sufrimiento y del

dolor, cuando uno está sano. Esmuy bonito teorizar, y hasta darconsejos... pero siempre piensopara mí mismo: “Cuándo te to-que a ti, ¿cómo vas a reaccio-nar?” ¡Somos tan frágiles!

Me suelo acordar de una frasede Dostoievski (la cito de memo-ria), en la que pide –parece unaoración–: “Que yo sea digno demi sufrimiento”. Es decir que,cuando llegue ese momento, estéyo a la altura debida; con la dig-nidad personal, humana y cristia-na con que se debe acoger ese vi-sitante inoportuno, pero inevita-ble, que se llama el dolor, el su-frimiento, y en última instancia la muerte.

Y al escribir esto me viene también a la menteeste pensamiento de Confucio: “El que acepta su-frir, sufrirá la mitad de su vida; el que no aceptasufrir, sufrirá durante su vida entera”. ¡Qué ver-dad! Tal vez por eso muchos de nuestros contempo-ráneos, inmersos en una sociedad que no acepta, nicomprende, ni quiere comprender el sufrimiento,sufren tanto cuando en realidad tienen muchos me-nos motivos de queja que las generaciones anterio-res...

“SE ALZA LA IMAGENDE MI MUJER...”

Descubrí hace muchos años laobra de Viktor Frankl. Creo

que fue en los años de mi semi-nario en Friburgo de Suiza. Leíapasionadamente su libro queahora se conoce en España como“El hombre en busca de sentido”,en el que narra sus experienciasen los campos de concentración.

Hubo unos párrafos que mellegaron al alma y los copié. Los

he usado incluso durante años en ejercicios espiri-tuales. El autor se encuentra en el campo de con-centración:

“Los guardias nos empujan a culatazos. De re-pente, el compañero que camina junto a mí murmu-ra de repente:

–Oye..., ¡si nuestras mujeres pudieran vernos eneste momento!... Esperemos que ellas se encuen-tren mejor que nosotros, en su campo.

Y entonces, allí mismo, delante de mí, se alza laimagen de mi mujer... Mientras tropezamos por ki-

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ESPECIAL EL REINO

AMOR Y VIDAPERDURABLE José María Salaverri Aranegui

Viktor E. Frankl reflexiona desdeel campo de concentraciónde Auschwitz: “El amor es la únicaposibilidad de eternidad quetiene el hombre”.

Nuestro colaborador, el P. Salaverri, pronunció en el Colegio del Pilar de Valencia una con-ferencia titulada “Amor y vida perdurable”, con motivo de ser hecho socio de honor de la Aso-ciación Viktor E. Frankl. Esta Asociación, surgida en 2002, reúne a profesionales (psicólogos,médicos, enfermeros, maestros, pedagogos, psicopedagogos, abogados, periodistas, trabajadoressociales...) para la ayuda en el sufrimiento, la enfermedad y la muerte.

Con ocasión de cumplirse ahora el décimo aniversario de la muerte de Viktor E. Frankl, quefue un médico psiquiatra vienés (1905-1997) superviviente de los campos de concentración na-zis; y también porque en el mes de noviembre, al final del año litúrgico, la Iglesia piensa y orade manera especial por los que han muerto, publicamos aquí un amplio extracto de dicha con-ferencia, en la seguridad de que será de interés para nuestros lectores.

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ESPECIAL EL REINO

lómetros y kilómetros, mientras pateamos la nieve,mientras resbalamos y caemos sobre el hielo, apo-yándonos siempre los unos en los otros, ayudándo-nos a levantarnos..., ni una palabra sale de nuestrasbocas (...).

Mi espíritu está ahora totalmente ocupado porun rostro, que lo mantiene en esa especie de fan-tasmagoría, excepcional en tiempo de vigilia y quenunca había conocido antes en la vida normal. Ha-blo con mi mujer, la oigo que me contesta, la veosonreír, capto su mirada que me interroga, que meanima, y –real o no– esa mirada brilla ahora, mu-cho más que el sol que en este momento se levan-ta. Entonces, un pensamiento luminoso atraviesami espíritu: por primera vez en mi vida, vivo estaverdad que tantos pensadores han puesto en evi-dencia como el culmen de la sabiduría, y que tan-tos poetas han cantado, esta verdad: que el amores de alguna manera el fin soberano y la cimamás alta hacia los cuales pueda tender el desti-no humano.

Mi espíritu queda suspenso en la imagen amada.Le hablo, me habla. Ni siquiera sé si mi mujer estáviva todavía, pero hay algo que sé –algo que acabode aprender– así como el amor puede no ser signi-ficativo de la existencia corporal de un ser, en cam-bio, es significativo del ser espiritual del objeto denuestro amor... (...) ¡incluso su existencia corporal,su estar-vivo ya no tiene ninguna importancia!

Que la amada esté viva o no, no lo sé, no lo pue-do saber (...); pero en este momento, eso no impor-ta. No necesito saberlo: para mi amor, para mi re-cuerdo de amor, para la contemplación amorosa desu rostro en mi espíritu, eso ya no tiene importan-cia.

En esta página –que me parece impresionante–hay una continua alusión, al amor: 15 veces, de unau otra manera, se menciona esta palabra. Y aparececlaramente que el amor nos introduce en una nuevadimensión de la existencia, nos abre a la dimensiónde lo eterno. Alude el mismo Viktor Frankl a que“pensamiento, poesía y fe” han expresado la salva-ción por el amor y en el amor. Recurriré a filósofos,poetas y creyentes para expresarme.

En un libro precioso “El amor fiel”, Franz We-yergans, que fue un estupendo crítico cinematográ-fico belga, pero a la vez agudo escudriñador delamor matrimonial, escribe:

“Todos hemos pasado por esos momentos de so-ledad, a veces difusa, intensa otras, en que la au-

sencia de ser amado se traducía por una especie depresencia más íntima. Y no era tanto el deseo devolver a encontrarle, de verle, de tocar de nuevo sucuerpo y su rostro, lo que hacía nacer en nosotrosun movimiento de amor, sino la certidumbre de unapresencia invisible. Y aquello nos inundaba depaz”.

El amor no anestesia; no suprime ni el dolor, ni elsufrimiento, ni la soledad... Pero es evidente que loalivia. Pero no como un calmante, una medicina,sino elevándonos a una región superior y más pro-funda... Intentaré explicarlo.

EN EL AMOR SE ENTREVÉ LA ETERNIDAD

Nos dice Viktor Frankl que tal vez los poetas sonlos que mejor han captado esta relación del

amor con lo eterno... Sólo citaré, por ahora, dos. Deuno de ellos, Luis Rosales (1910-1992), me entu-

El amor nos introduce en una nueva dimensiónde la existencia, la dimensión de lo eterno.

ESPECIAL EL REINO

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siasmó, en su día, su Diario de una resurrección.Viene a decir: el amor te resucita, te da como unanueva vida. A Luis Rosales le gustaba hablar delamor. Tengo de él dos largas entrevistas en las queexpone algunas de sus intuiciones:

“El amor todo lo hermosea. El amor te revirgini-za. Es el misterio, el presente y un pequeño vislum-bre de futuro. El amor es la única posibilidad deeternidad que tiene el hombre. Saber que nuestroamor pudo resucitarnos”.

Lo dice de muchos modos: “Si el amor existe, elamor no puede morir” o “Si el amor existe, lamuerte debe morir”. El amor se ha relacionado conla muerte... pero también con el profundo deseo deeternidad que está en el corazón del hombre, vence-dor de la muerte.

AMOR Y ETERNIDAD

Demos un paso más en esta dirección. Empeza-remos con un testimonio. Lo saco de las me-

morias de Julián Marías: “Una vida presente”(tomo 3.º). Relata el efecto que causa en él lamuerte de Lolita, su mujer. La separación le hunde.La fe y la esperanza cristianas en la vida eterna (omejor, la vida perdurable como, con razón, le gustadecir) lo levantan de su postración. Entresaco al-gún párrafo:

“No me sostenía más que la profunda fe en laresurrección, la evidencia de que la persona queera Lolita no podía haberse destruido por un pro-ceso corporal, de que volvería a verla y a estarcon ella.”

“Tengo que mencionar la conmoción religio-sa que me produjo la muerte de Lolita. ‘Lo queDios une, que no lo separe el hombre’ está es-crito. Cuando el hombre no lo separa ¿no puedeesperar que no lo haga Dios? (...). Pude conser-var la fe –fidem servavi, dice san Pablo al finalde su vida– apoyado sin duda por la que Lolitaposeía; si la hubiese perdido, me hubiese pare-cido, no sólo una infidelidad a Dios, sino unadeslealtad a Lolita, una manera de apartarme deella.”

El mismo Julián Marías ha hecho la “lectura filosó-fica” de esta experiencia que envuelve tres “miste-rios”: muerte, amor y vida perdurable. En su libro “La

felicidad humana”, reflexiona sobre “La felicidad enel horizonte de la muerte”. Copio alguna frase:

“El hombre tiene que morir, pero la vida es unaestructura abierta que postula la inmortalidad”.

“La situación es la siguiente: todo el mundo estáseguro de que morirá, pero nadie puede estar segu-ro de que con la muerte terminará absolutamentesu realidad. La seguridad de la muerte no es, ni

En Popayán (Colombia), pude visitar la casa-museo delgran poeta Guillermo Valencia. Allí copié los versos queél escribió a la muerte de Josefina, su mujer: y allí estánsepultados ambos en dos tumbas unidas.

I

De lo que fue un amor, una dulzurasin par, hecha de ensueño y alegría,sólo ha quedado la ceniza fríaque retiene esta pálida envoltura.

La orquídea de fantástica hermosura,la mariposa en su policromíarindieron su fragancia y gallardíaal hado que fijó mi desventura.

Sobre el olvido mi recuerdo impera;de su sepulcro, mi dolor la arranca;mi fe la cita, mi pasión la espera,

Y la vuelvo a la luz con esa francasonrisa matinal de primavera:inoble, modesta, cariñosa y blanca!

I I

Que te amé, sin rival, tú lo supistey lo sabe el Señor; nunca se ligala errátil hiedra a la floresta amigacomo se unió tu ser a mi alma triste.

En mi memoria tu vivir persistecon el dulce rumor de una cantiga,y la nostalgia de tu amor mitigami duelo que al olvido se resiste.

Diáfano manantial que no se agota,vives en mí, y a mi aridez austeratu frescura se mezcla gota a gota.

Tú fuiste a mi desierto la palmera,a mi piélago amargo, la gaviota,¡y sólo morirás cuando yo muera!

ESPECIAL EL REINO

puede ser, la seguridad de su aniquilación. Se pue-de creer y opinar una cosa u otra, pero la certidum-bre no es accesible. Del grado y del tipo de espe-ranza en la perduración depende el sentido de lafelicidad”.

“La felicidad plena no es posible en este mundo,pero es necesaria; si no hay esperanza de inmortalidad,la felicidad es un engaño, es ilusoria y falsa; puede serverdadera y auténtica si está sostenida por la esperanzaen la vida perdurable, pero ésta no es segura...”.

Muchas veces me he dicho que si el niño en elvientre de su madre pudiera pensar, le daría pánicoel parto. ¿No viene a ser parecida nuestra situaciónante la muerte, ante este parto a una nueva vida?Prosigue Julián Marías:

“El elemento de incertidumbre es intrínsecamen-te necesario. La perspectiva de la muerte introduceun máximo de inseguridad: no podemos estar segu-

ros de nuestro aniquilamiento; tampoco –salvo lafe, y repito que no le son ajenas la inquietud y laangustia– podemos tener plena certeza de la inmor-talidad”.

Efectivamente, la fe nos apoya. Y, ante la pers-pectiva de la muerte y del más allá, Julián Maríasapuesta por la vida perdurable. Ante todo porque,como filósofo, le parece más “razonable” (no digoracional) que su contrario; y luego porque, comocristiano, tiene fe, se fía de la palabra de Dios ex-presada en Jesucristo.

NOCHE OSCURA Y CLARA LUZ

Como anota Julián Marías, la fe da seguridad;pero matiza que a la fe “no le son ajenas la

inquietud y la angustia”. Tenemos ejemplos deluz y de oscuridad de la fe en la vida de los san-

tos. Sí, hasta los santos pueden tener sus“noches oscuras”. Una santa como Tere-sa del Niño Jesús, que a veces se ha pin-tado con caracteres excesivamente ange-licales, pasó esa noche oscura. Escuché-mosla:

“Yo gozaba por entonces de una fe tanviva y tan clara, que el pensamiento delcielo constituía toda mi felicidad. No mecabía en la cabeza que hubiese incrédulosque no tuviesen fe. Me parecía que habla-ban por hablar cuando negaban la exis-tencia del cielo, de ese hermoso cielodonde el mismo Dios quería ser su eternarecompensa.

Jesús me hizo saber por experienciaque hay realmente almas que no tienen fe(...). Permitió que mi alma se viese inva-dida por las más densas tinieblas, y que elpensamiento del cielo, tan dulce para mí,sólo fuese ya para mí motivo de lucha ytormento...”.

Esta prueba no iba a durar sólo unosdías, o unas semanas: no se extinguirá“hasta la hora marcada por Dios..., y esahora no ha llegado todavía”. Añade:

“Cuando canto la felicidad del cielo yla eterna posesión de Dios, no siento lamenor alegría, canto simplemente lo que

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Dice J . María que la fe nos apoya,pero que “no le son ajenasla inquietud y la angustia”

(Vincenzo Campi:Cristo en el Huerto

de Getsemaní).

ESPECIAL EL REINO

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quiero creer. Es cierto que a veces un rayito de luzviene a iluminar mis tinieblas...”

Esta ardua prueba le va a durar prácticamentehasta el final. Pero morirá mirando a un crucifijo ydiciendo: “Lo amo” y unos momentos después:“¡Dios mío, te amo!”. Como podéis ver, aquí tam-bién, el amor vence al final.

Finalmente el amor vence. Porque, como sueleinsistir Julián Marías, el amor no es propiamente unsentimiento sino algo que habita todo nuestro ser.

AMOR, SÍ, ¿PERO QUÉ AMOR?

Que el amor transfigura el sufrimiento y da unsentido a la muerte está claro.

Viktor Frankl afirma, y no le falta razón, que elamor es el fin soberano hacia el que tiende el desti-no humano. Sí, ¿pero qué amor? No es fácil llegar acaptr lo que es el amor, un fenómeno tan universal,tan personal, tan vital, tan íntimo... Del que todo elmundo habla, pero que resulta luego tan “inefable”,en el sentido propio de este término; es decir tan di-fícil de expresar con palabras...

Sería muy largo afrontar un análisis minuciosode lo que es ese amor que da esa fuerza. Y no merefiero a los que lo confunden con el sexo, con lapasión, el atractivo. Me limitaré aquí también atraer algunos testimonios.

Empezaré por el de Gustave Thibon, filósofofrancés. Se refiere sobre todo a la soledad. La sole-dad es un gran sufrimiento, uno de los mayores.Pero en este texto nos da una como definición delamor, del de verdad...

“Hay que habituarse a la soledad para podersoportar la soledad suprema que el sufrimientocrea en nosotros. Es cierto que demasiados hom-bres no saben estar solos. Y sólo viven de inter-cambios superficiales con el mundo exterior.Cuando están solos, están aislados. La mayor par-te de los hombres viven, desgraciadamente, porlos otros y para sí mismos: la definición delegoísmo. Sería preferible vivir por uno mismo ypara los otros. Y esta es la definición de la bon-dad, es decir lo contrario del egoísmo. Pero para

vivir por uno mismo no hay que aislarse en unomismo; hay que alimentarse en las fuentes pro-fundas...”.

“Vivir por uno mismo y para los otros”: defini-ción de la bondad, es decir, del amor. Luis Rosa-les, ya citado, lo expresaba muy bien:

“El amor posesivo se destruye. El amor quiere lalibertad de la persona amada, el respeto total de sulibertad humana. Cuando la convivencia se vuelveexigente acaba con el amor”.

“El amor tiene momentos de decaimiento... Perotambién es hermoso. Un decaimiento no significaun final”.

“Jesús permitió que mi alma se viese invadidapor las más densas tinieblas y que el pensamiento

del cielo sólo fuese ya para mí motivo de luchay tormento...” (Teresa del Niño Jesús).

“La admiración constituye el hecho promordial,el punto mágico, ese deslumbramiento que produceel amor. El que un hombre admire a una mujer –yuna mujer a un hombre–: su cuerpo, su sensibili-

dad, su espíritu, es fuente de donde brota la co-rriente inacabable del amor”.

Como se ve, no cito ni a padres de la Iglesia ni asantos, porque estoy convencido de que “Dios esamor” (lo dice san Juan) y que todo amor sano esparticipación de ese amor. Curiosamente una exce-lente descripción de ese amor del que nos hablaGustave Thibon, lo he encontrado en la autobiogra-fía de Catherine Hepburn, la actriz de cine. Unapersonalidad fuerte e independiente. Su autobiogra-fía se titula “Yo misma”. Así, nada menos. En el ca-pítulo en el que habla de su relación con SpencerTracy, dice cosas verdaderamente hermosas sobrelo que debe de ser.

“Descubrí lo que realmente significa la expre-sión ‘Te amo’. Quiere decir que te pongo a ti y tusintereses y comodidad por encima de mis interesesy de mi comodidad porque te amo. (...) El amor notiene nada que ver con lo que esperas recibir, sinocon lo que esperas dar..., que es todo.

Por otra parte lo que recibes varía, pero no tieneconexión real con lo que das. Das porque amas yno puedes evitarlo. Si tienes mucha suerte, tal vezte correspondan. Eso es delicioso, pero no sucedenecesariamente.

La gente me ha preguntado qué tenía Spencerpara que yo permaneciera a su lado casi treintaaños. Me resulta imposible contestar. Honestamen-te, no lo sé...

Cuando no estaba bien, hacia el fin de su vida(los últimos seis o siete años), literalmente dejé detrabajar para acompañarle, para que no se sintierapreocupado o solo Me llenaba de dicha hacerlo.Pintaba, escribía, estaba tranquila y esperaba que élviviese eternamente.”

AMOR HASTA EL EXTREMO:LA MANO AMIGA

Si la felicidad es un ‘necesario imposible’ (–así ladefine Julián Marías–) hacia el que debe irse

tendiendo siempre; si el principal componente dela felicidad es el amor, entonces en el momentosupremo de la vida es más necesario que nunca.Teresa de Calcuta lo comprendió perfectamente. Ensu ‘Casa para los moribundos’, el gran alivio queles podía y quería dar era un poco de amor en eseúltimo momento. La mano de Teresa en la mano deun pobre moribundo viene a ser la mejor expresión

ESPECIAL EL REINO

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“Si el principal componente de la felicidad es elamor, entonces en el momento supremo de la vida

es más necesario que nunca”, dice el autor. En elgrabado de OO.MM.PP., Santa Teresa Benedictade la Cruz (Edith Stein), muerta en el campo de

concentración de Auschwitz.

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de esa fe en la vida perdurable: de la mano amorosade Teresa a los brazos amorosos de Dios. No hacíafalta ningún sermón. Una respuesta de amor, sobretodo en ese momento, es redentora, puede ser re-dentora de una vida. En el depósito de cadáveres deesa casa, hay un letrero que dice: “Voy camino delcielo”.

En una de las casas de las Misioneras de la cari-dad de Nueva York, un hombre con Sida terminal,no quiso volver a su casa y prefirió quedarse con lasHermanas. “Sé que cuando me esté muriendo, esta-réis ahí cogiéndome de la mano.” Julián Marías re-lata así la muerte de Lolita:

“...Lolita seguía siendo la misma, la que siemprehabía sido. La tenía cogida de la mano, nos estába-mos mirando y hablando, cuando murió. Fue una

muerte humana, personal, conmigo, cerca de laspersonas queridas”.

Confieso que yo también desearía tener en mimano, en ese momento, una mano amiga –y la ten-go ya pedida–, pero me temo que, como tantos, ha-brá que contentarse con la maquinaria perfecta quevigilará nuestro cuerpo en una UCI, con unas enfer-meras atentísimas, eso sí, pero medio dopado y sinla mano amiga esperada. Sólo me verán de lejos, ya través de un cristal. Me lo decía una mujer queacababa de perder a su marido; “¡Qué a gusto lohubiera tenido en casa para atenderle yo misma!Aunque hubiese durado menos”.

Nuestro mundo materializado y calculador noacaba de comprender este tipo de necesidades, lanecesidad de dar y recibir amor antes que alimen-tos. Y, sin embargo “si la vida termina del todo ydefinitivamente, la felicidad es un engaño”. Por esose intenta sustituirla por el bienestar, el placer, la‘calidad de vida’... Es decir por un bienestar del‘instante’, que pasa y deja un poso amargo y displi-cente. Una calidad de vida que se reduce a lo mate-rial, y que deja frustrados a tantos que la disfrutan.

¿Por qué, se pregunta Julián Marías, ha disminui-do la creencia en la vida después de la muerte? ycontesta que no sólo porque está ‘combatida’, siste-máticamente y por principios, sino también porotros dos motivos:

“La inmoderada pasión de seguridad del hombreactual y la escasez del amor. Como la vida humanaes insegura, si se tiene afán de seguridad a cual-quier precio no se puede encontrarla más que en laaniquilación. Por otra parte el deseo de inmortali-dad afecta primariamente a las otras personas, aaquellas sin las cuales la vida carece de sentido;pero si el amor es escaso y débil, deja de existir esaimperiosa necesidad de que personas amadas siganviviendo, y es inevitable la actitud, frente a la ex-pectativa de otra vida, de preguntarse ¿para qué? Ytal vez encogerse de hombros”.

¿AMOR UNIVERSALO AMOR DE UNO A UNO?

Ese amor que alivia el sufrimiento ¿cómo es?¿Universal o concreto? No tengo tiempo de

ESPECIAL EL REINO

Encontré este poema en un artículo de Sheila Cassidy,directora del Hospicio San Lucas en Plymouth (Inglate-rra); un centro pequeño para una docena de personasterminales, en el que algunas mujeres se esfuerzan poratenderlas y aliviarlas. Las visitó la poetisa Sydney Carter,y les envió después este pequeño poema que comienzacon una frase evangélica.

“Vino una mujer que tra ía un frascode alabastro con perfume de nardo puro

y lo derramó sobre su cabeza” (Mc 14,3).

Ninguna revolución llegará en tiempo oportunopara cambiar la vida de este hombre,salvo la sorpresa únicade ser amado.Ya no le interesan los derechos cívicos,ni el neo-marxismo,ni la psiquiatría,ni siquiera el sexo.Le queda apenas doce horas de vida;¿qué importa ahora un tratamiento contra el cáncer,contra el abuso del tabaco, la lepra o la artrosis?Sobre este perdido, este inútil para la sociedad,derramas tu precioso perfume;aceptas el desafíoy te ríesde la pesadez ahíta y de los mecanismos impasiblesde nuestra economía.Lavas esos piesque ya no caminarán mañana.

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analizar más a fondo este problema. Me contentocon una pincelada. Vuelvo a Luis Rosales:

“Los jóvenes no sienten el amor. La juventud esincapaz de admirar a la persona –estoy hablando entérminos generales– Sus admiraciones son genéri-cas: la justicia, la belleza, el socialismo... Y no ad-miran a ese ser determinado que pasa por su lado”.

No sé si es injusto con los jóvenes, que no creoque tengan la culpa. Pero me temo que nuestra civi-lización de ‘eslogan y pancarta’ les está educandoen ‘admiraciones’ o ‘ideas’ genéricas, abstractas: la“liberación” de tal o cual grupo, “los pobres”, los“marginados”, los...

Está bien, pero para tener un corazón en el quequepa todo el mundo hay que empezar por el ‘pró-ximo’, si no hacemos un mundo al revés. Lo expre-sa muy bien Madeleine Delbrel, una mujer extraor-dinaria, atea, que después de su conversión a la fecatólica, decidió irse a vivir a un barrio marginal deParís, en el suburbio rojo. Decía:

“Imposible amar a Dios sin amar a la humani-dad; imposible amar a la humanidad sin amar a to-dos los hombres; imposible amar a todos los hom-bres sin amar a los hombres que uno conoce con unamor concreto”. (“Nous autres, gens des rues...”).

Por cierto que Madeleine Delbrel a sus amigoscomunistas les hablaba con frecuencia de Jesús. Ycomentaba, con cierto cariñoso humor, que lo hacíaporque al final de la vida ellos no se iban a encon-trar con Marx y Lenin, sino con Cristo. Y así al en-contrarle podrían decirle: “¡Ah, sí! Nuestra amigaMadeleine ya nos habló de ti”.

Uno a uno... A Teresa de Calcuta la acusaban deque así, con su sistema, no iba a arreglar el mundo.Replicaba que no lo pretendía. Pensaba en aliviar elsufrimiento próximo por medio del amor concreto.

En el momento final, ¿qué es lo que le da a unovida? (Acabo de escribir ‘vida’ ¡qué paradoja!, peroes verdad...). Tan sólo el nardo del amor derramadopor la mano amiga que aprieta la propia, y en ellauna promesa: la de la Misericordia que nos espera.Me impresionó siempre mucho esta frase de una car-ta de Francisco de Quevedo –gran escritor y gran pe-cador también–. La escribe a un amigo sintiendo ya

su muerte próxima: “Pido a Dios que en ese momen-to me mire en el rostro de su Hijo”. Además de granescritor y de gran pecador, era un gran hombre de fe.

“En el rostro de su Hijo...” ¡qué maravilla! Peroesto será más fácil que suceda, si yo, a mi vez, sicada uno de nosotros por nuestra parte, hemos sabi-do ver en la persona del que sufre el rostro mismodel Hijo de Dios. ❦

ESPECIAL EL REINO

VERLA LLEGAR

«Como buen aventurerocuando muera,

quiero saber que me muero»

Jorge Guillén

Cuando la tierra me llamevosotros, la buena genteque habéis vivido mi vida,que estéis viviendo mi muerte,no me ocultéis su llamada.Quiero sentirla y oírlay a la tierra, libremente,darle el polvo de mi cuerpoque es lo que la tierra quiere.

Pero la vida no es polvo.Es una luz, un aliento,un agua viva que sientoque brota de mis entrañasy se convierte en un fuego,un fuego de amor que vuelvea otro fuego que es su centro–agua, fuego, tierra, cielo–y es el centro de mi alma,y es el centro de mi centro.

Cuando yo vuelva a la tierra,esta Vida que no muerees la que saldrá a mi encuentro.Amigos, los que estáis conmigo,cuando se acerque la muerte,porque ella es también amigano la toquéis, os lo ruego,que ha llegado el momentocon su fuerza y su misterio;pedidle que me respete,en mi dignidad y fuero,porque ella es muy respetabley yo quiero su respeto.

Antonio Garr igues y Díaz-Cabañete

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PARA PENSAR

LA seguridad es una de las necesidades más apre-miantes que experimenta el ser humano. No ne-cesita que se la enseñen; la busca y aprende ins-

tintivamente. Los padres, conocedores de lanecesidad de protección que sienten sus hijos, y cons-cientes de que su presencia es seguridad para ellos,se vuelcan en los hijos en los primeros años. El cru-ce de la mirada de una madre con la del hijo que tie-ne en brazos es uno de los espectáculos más sublimesque podemos contemplar. Ambas miradas son la ex-presión de la ternura más intensa y sincera: ternurade la madre protectora; ternura del hijo que se sienteprotegido.

El creyente encuentra enDios la protección que de élpuede esperar. A lo largo de lavida son muchas las cañadasoscuras por las que caminamos:son los fracasos, las enfermeda-des, los desprecios, los olvidos,los abandonos, las depresio-nes... En todo contratiempo, lafe nos recuerda que Dios no seaparta de nosotros, y confesa-mos con el salmista: “Tu bon-dad y tu misericordia me acom-pañan todos los días de mivida” (Sal 22,6). ¡Ahí es nada!:sentirse acompañado por Diosen todo momento. Somos hijosy Dios es el padre. Hijos y pa-dre que se miran con toda laternura que cabe en sus corazo-nes filiales y en el corazón pa-terno. Mirada implorante y con-fiada la de los hijos; miradasaturada de amor la del padre.Dios ha querido ser padre, ami-go y compañero de camino delhombre, presente con su bon-dad y su misericordia. Protector del hombre en todomomento.

Pablo VI escribió que “la religión es, por su pro-pia naturaleza, una relación entre Dios y el hombre”(ES 64). No podemos olvidar que la idea que nos ha-cemos de Dios condiciona inevitablemente nuestrasprácticas religiosas, nuestra relación con él, al igual

que sucede en las relaciones que establecemos dia-riamente, en que la idea que nos hemos forjado de lapersona con quien hablamos influye inevitablementeen la relación. Jesús nos enseñó a orar dirigiéndonosa Dios como padre nuestro. El mismo Pablo VI nosrecuerda “cómo quiere ser conocido Dios: amor es él;y cómo quiere ser honrado y servido por nosotros:amor es nuestro mandamiento supremo” (ibíd.).Amor de padre e hijo es la relación que caracteriza alDios de Jesucristo. Olvidar la paternidad de Dios ynuestra filiación respecto a él es un error de increíblerepercusión práctica en nuestra vida de fe. Se vive

entonces una caricatura de lareligión, carente de todo atrac-tivo, y más bien odiosa, antipá-tica, repelente. No obstante,hay quien prefiere ver a Dioscomo juez exigente y castiga-dor, lejano y desinteresado dela causa de los hombres, y só-lo interesado por lo suyo, sugloria; o sólo percibe el ladomisterioso e incomprensible deDios. ¿Es posible vivir una re-ligión del temor? Dios es en-tonces el ojo que ve todo cuan-to el hombre piensa y hace ydice; que de todo toma nota enel libro de su vida,...

En la vida de fe es un acier-to vivir en la convicción de que“el Señor es quien salva a losjustos, él es su alcázar en el pe-ligro; el Señor los protege y loslibra, los libra de los malvadosy los salva, porque se acogen aél” (Sal 36,39-40). La fe enDios que salva, protege y libranos permite vivir en una paz yserenidad envidiables, fruto

precisamente de esa visión de Dios como padre,siempre motivado por el amor paterno en su relacióncon el hombre, su hijo. Será muy bien empleado eltiempo que dediquemos a la contemplación del Dios-Amor, que no sabe hacer otra cosa que amar, porquelo suyo es amar. “El Señor vela por los días de losbuenos” (Sal 36,18). ❦

DIOS ME PROTEGE Eduardo Perales Pons

“Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo,porque tú, Señor, vas conmigo” (Sal 22,4).

Olvidar la paternidad de Dios y nuestrafiliación respecto a él es un errorde increíble repercusión práctica

en nuestra vida de fe.

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llá lejos, muy le-jos de aquí, enuno de esos paí-ses donde casi to-

do está permitido en latelevisión, la muchachaque se especializó enaparecer casi totalmentedesnuda en todo el tiem-po que duró su progra-ma en pantalla, se mos-tró así delante deadolescentes que, comopremio por acertar unarespuesta, pudieron ver-la de esta guisa delantede sus narices. Ella osa-ba decir en un desahogoen casa de los artistas:Usted tiene que respe-tarse para ser respeta-da.

Allá lejos, en un pa-ís en donde todo vale para conse-guir puntos en un concurso, la jo-ven de veinte años, entrevistada enun programa de radio, decía que susueño consistía en comprar unapartamento para su madre. Comoésto no lo conseguía trabajando, sehabía inscrito en uno de esos pro-gramas atrevidos de la televisión.Si de esta forma conseguía que laaceptasen, posaría para una revistamasculina y con su desnudez lo-graía financiar ese apartamento. Lamadre, presente en la entrevista,afirmaba que oraba todos los díaspara que su hija alcanzase ese pro-yecto... Si la chica era bonita,¿por qué no hacer dinero con sucuerpo?

Allá fuera (porque en Brasil todova bien y parece que no hay peca-do en el sur del Ecuador) existe unrelativismo de la moral, que con-siste en lo siguiente: “–Las normaslas hace la gente. Si yo digo que nohe pecado y siento que no lo he co-

A

metido, ¡entonces no he pecado! Yo decido lo que es bueno o malo paramí. No doy la mínima opción a la opinión de los otros. Si yo quiero apa-recer desnuda en público, aparezco. Nadie tiene que ver con eso. El cuer-po es mío y hago con él lo que quiero.”

¡Esto es un error! Pues sucede que una pequeña inflamación en la uña, oun pequeño aneurisma pueden llevarte a la tumba. No tienes control ni si-quiera sobre un centímetro de tu cuerpo, ¿y cómo vas a tenerlo sobre elcuerpo entero?

La Biblia dice que el primer pecado humano fue ése exactamente. Po-sesionarse del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y dis-pensarse de las normas de Dios, creando cada cual su propia moral. Losprimeros padres querían ser como Dios. Querían tener el derecho de de-cidir ellos mismos lo que era correcto o errado. Por ello, el primer hom-bre terreno, Adán, y la primera guardiana de la vida, Eva, fueron casti-gados. Hitler y Stalin mataron millones de personas y consideraron éstonormal, porque tenían su propia moral. Hitler juzgó que estaba en locierto. Había relativizado a Dios. Después de esto, todo le estaba per-mitido.

Cuando Dios tiene el tamaño que le queremos dar, en general lo consi-deramos menor que nosotros. Y por eso sucede lo que oímos: la madre re-za para que la desnudez de su hija produzca lo suficiente para que ambaspuedan comprar el deseado apartamento. ¡Negocian con algo que no les per-tenece! ❦

OBJETIVO, EDUCAR

MORAL INDIVIDUAL Padre Zezinho, scj

No es aceptable el criterio que sostiene el “yo decido lo que es buenoy malo para mí”.

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LA ALEGRÍA DE SER FELIZ

n filósofo ha dicho: «Tu primer deber es procurar tu felici-dad. Siendo dichoso, harás también dichosos a los demás. Elhombre dichoso no puede ver más que gente dichosa en tor-

no a él».– Si quieres ser feliz: no busques la felicidad en los bienes ma-

teriales.– Si quieres ser feliz: realiza tu trabajo con ilusión y sirve lo

mejor que puedas.– Si quieres ser feliz: busca los bienes ilimitados, los bienes

espirituales, aquellos que no ocupan lugar y dan paz, ganasde vivir y alegría.

– Si quieres ser feliz: cuida tu cuerpo, vigila tu peso e inclusohaz gimnasia, pero sobre todo, no olvides que la felicidad esun bien espiritual, interior, que nace y se hace en el alma.

Lacordaire decía: “La felicidad es privativa del alma y no delcuerpo; nace de la abnegación y no del placer; del amor y no dela voluptuosidad».

HAY MÁS GOZO EN EL DAR QUE EN EL RECIBIR

a felicidad más que en recibir consiste en dar. En la medidaen que damos y nos damos en la vida aumenta en nosotrosla felicidad que es la genuina alegría que inunda el corazón

de paz y serenidad. La felicidad auténtica en toda persona essiempre el resultado de una acción dinámica en favor del compa-ñero(a). Cuando el prójimo ocupe el centro de tus atenciones, cuandoesté entronizado en un punto privilegiado de tu corazón, experimentarásla verdadera alegría, una alegría que no es más que el fruto maduro detu generosidad.

De ahí que:Puedas ser feliz...– si consigues conocerte a ti mismo: cualidades y defectos; potencia-

lidades y fracasos;– si consigues llegar a entender y practicar que uno de los secretos

de la vida y de la felicidad, está no en hacer lo que uno quiere, si-no en querer lo que uno hace;

L

U

– si consigues liberarte de unbuen número de ambicionesque aparentan, pintan una co-sa y en realidad nos traen ten-sión, infelicidad;

– si consigues amar a Dios so-bre todas las cosas;

OBJETIVO, EDUCAR

APRENDERA SER FELIZ (I) Ciriaco Izquierdo Moreno

Uno de los secretos de lafelicidad está no en hacer lo que

uno quiere, sino en querer loque uno hace.

Iniciamos con el presente número de EL REINO la publicación de una serie de artículos que hemos pe-dido al profesor Ciriaco Izquierdo en torno al tema de la felicidad, del camino para conseguirla, los cua-les ocuparán la sección “Objetivo, educar” a lo largo de este curso 2007-08, hasta el mes de junio. Agra-decemos a don Ciriaco, una vez más, su valiosa respuesta a nuestra solicitud.

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– si consigues sacudirte, reírtede tantas preocupaciones co-mo te acechan cada día. Ellasson causa de sufrimientos,desesperaciones y desgracias.

LA FELICIDADSE CONSTRUYE,NO SE HALLA

a felicidad se trabaja, no se ha-lla. Brota del interior, no vienede afuera. La felicidad no se

obtiene como quien gana en la lote-L

ría ni se encuentra como quien halla inesperadamente un objeto valioso. No.La verdadera felicidad se hace, se construye día a día, pacientemente, en elinterior de la persona. El interior de la persona es el taller donde se labra lafelicidad. Si estás en paz con Dios, con tu familia, con tus compañeros, conlos otros, con las cosas que te rodean y contigo mismo, poco a poco senti-rás una gran alegría interior que es, en definitiva, la felicidad.

Muchos son los que piensan que la felicidad viene de fuera, que se pue-de comprar en los supermercados como quien compra algo con dinero ocon tarjeta de crédito. Y no es así. La felicidad no es sinónimo de «tener»,sino de «ser». El que más tiene no es el más feliz, sino el que se esfuerzapor ser más con los otros y para los otros, es decir, el que vive la solida-ridad, la fraternidad, el amor.

El escritor y filósofo Carlos Díaz afirma «La felicidad no es algoque se acumula, sino algo que se gana y se pierde, y por paradojase encuentra más a la mano de quien va por la vida ligero de equi-paje. Es, en fin, algo que se gana regalando y que se cosecha sem-brando».

Alcanzamos la felicidad regalando y la cosechamossembrando. En la medida en que la damos, la consegui-mos. Quien va por la vida más ligero de equipaje, más sellena de felicidad. Es el momento de reflexionar para ha-cer de tu vida algo modélico y ejemplar, una vida feliz.Que crece, madura y puede llegar a su plenitud en el amoren el servicio a los demás y en la felicidad. Quien másvive el desprendimiento evangélico en favor de los de-más, más experimenta lo que significa ser feliz. La so-ciedad necesita de almas buenas y útiles, que sean ejem-plos de honestidad, de virtud y de moral. De personas quesepan brindar la desinteresada colaboración de sus es-fuerzos e ilusiones en pro de su mejoramiento espiritual,moral y social.

La felicidad no es sinónimo de egoísmo que nos pro-tege, sino de donación que nos vacía en favor de losotros, de entrega y servicio. Desprendimiento voluntarioy gozoso es igual a felicidad. Nada más sublime, enton-ces, que la belleza de una vida consagrada ya en el no-viazgo a saber compartir la felicidad y hacer felices a losdemás.

«El ser feliz se conjuga en pretérito por medio delrecuerdo y en futuro por medio de la esperanza, pa-reciendo a veces que falta el tiempo presente; con fre-cuencia, sin embargo, se es feliz cuando uno no se dacuenta de ello, pues –como ocurre con la salud– sólose comprende y se echa de menos cuando se ha per-dido».

Los agradables recuerdos del pasado son ciertamenteuna fuente de felicidad. Una visión esperanzada del futu-ro es también un manantial de genuina felicidad. Y unaentrega generosa en favor de los demás es la conjugaciónen presente de la felicidad. ❦

Objetivo, educar

La felicidad se construye,no se halla.

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PAN

Antes de empezar la hogaza o la barra de pan, lo se-ñalo con la punta del cuchillo. Mi padre hacía lo mismo,lo hacía mi abuelo... Soy incapaz de cortar las rebana-das sin haber trazado la señal de la cruz rápidamente.¿Por qué esa imperiosa necesidad? ¿Es la tradición, elvínculo con mis antepasados, lo que me obliga a esegesto? Sin duda... ¿Un resto de comportamiento mágicoo supersticioso? Posiblemente... En realidad, como de-cía Víctor Hugo de la oración, ese gesto «sabe muchomás que yo». Siento deseos de preguntarle.

La señal de la cruz sobre el pan de cada día me recuer-da que todo alimento es don de Dios. Habría que agrade-cerle constantemente el recibir la vida misma y todo loque la mantiene como un increíble regalo. Bendigo al Pa-dre de los cielos al bendecir la hogaza. Cada día, esa se-ñal de la cruz hecha rápidamente va hasta muy lejos.

Sin embargo es una cruz lo que trazo furtivamente. Elsigno es de victoria, pero también de sufrimiento. A loshombres les cuesta ganar su pan y el de su familia. Haymuchos lugares en la tierra en los que no tienen con quésaciar el hambre. Los dos brazos de la cruz parecen yacompartir el pan. ¿Con quién? ¿Cómo?

Al hacer la señal sobre el pan, pienso también en Je-sús. ¿Había reflexionado mucho antes de «instituir la eu-caristía» –como decimos nosotros– o le vino la idea derepente cuando tomó el pan durante la última cena, paradar gracias a Dios? Tenía que romperlo, partirlo, distri-buirlo. ¿No era, en sus manos, el símbolo totalmentesencillo, absolutamente pobre de su vida y de su muerte?

Nunca terminaremos de meditar en ese pedazo depan.

Una mujer protestante joven a la que conozco, al co-mienzo de la comida, acerca a la boca un pedazo de pany lo besa (B).

PEREGRINACIÓN

Era la primera vez que tomaba el tren. Dos peldaños per-mitían subir al vagón; cada compartimento tenía la porte-zuela al exterior; los bancos eran de madera. Casi todos losniños de la parroquia estábamos allí, con el coadjutor. Lospadres nos sonreían desde el andén. Mi hermano mayor ve-nía conmigo. Mamá había puesto en nuestra mochila unalata ovalada de «foie gras» con la llave para abrirla. Era laprimera vez que veía una lata de «foie gras» ovalada.

Pitido, humo, sacudida, los padres parecían deslizarsehacia la izquierda. Acabábamos de partir. Atravesamosel río por un puente, vimos caseríos, viñedos, y en estollegamos a una gran estación: Cahors. Habíamos reco-rrido 15 kilómetros.

Qué impresión la entrada en la «catedral». Era unaamplia sala luminosa. Parecía tocada con dos semicas-carones de huevo: las «cúpulas». Pero sobre todo es queestaba atestada de niños. En la escuela, éramos unatreintena. Imposible contar el número allí. Cuando em-pezó el canto, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.Había allá arriba, detrás de nosotros, encima de laspuertas, un gran mueble que producía música.

Me sentía ebrio, embriagado de aquel mundo. Expli-caron que la «catedral» estaba allí desde la Edad Media,que había pasado por ella muchísima gente... Estuvimosdentro mucho tiempo. Las piedras olían bien. Se estabaa gusto. No sé ya dónde ni cuando abrimos y comimosla lata de foie gras.

Por la tarde, el tren nos regresó. Los padres nos espe-raban en el andén. Todos estamos contentos y felices.

UN NUEVO DICCIONARIO

LA MORADA DEL SER Jorge Sans Vila

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No parábamos de contar. Traíamos, vacía, la lata ovala-da de «foie gras», y la llave.

Era un jueves. ¡Cómo se había agrandado el mundoaquel día! Habíamos descubierto también que vivía-mos en un pueblo pequeño, y que la «catedral» de Ca-hors, nos esperaba desde hacía mucho, muchísimotiempo (B).

POBREHOMBRE

Le pisan y no chilla; le estrujan, le disparan, le ago-tan, le hieren, y el tonto de él calla que calla. Pobrehom-bre. Pobre; de oficio pobrehombre. Luego, en el epitafiole pusieron Don Pobrehombre Martínez Conde, sacer-dote (J).

POLIFONÍA

Cuando viajo solo en coche, me gusta cantar paraDios. A veces, le hablo también en voz alta: ¿para des-pertar en mí el sentimiento de su presencia? ¿para daruna expresión precisa a los movimientos interiores con-

fusos? Lo uno y lo otro, sin duda. Pronto vuelvo al can-to, en concreto a los amplios introitos gregorianos queensanchan mi alma desde hace mucho tiempo y levan-tan en ella auroras de paz.

El repertorio varía según los colores del día y los ma-tices de la meteorología íntima. Pero tropiezo con unadificultad siempre insalvable. Quisiera cantar para Dioscantos polifónicos. Pero ¿cómo hacerlo estando solo?Lo intento pasando de una voz a otra, conservando en lamemoria la anterior, pero queda cojo. Podría integrar enmis tentativas el ronquido del motor de mi viejo R 4, enla modalidad de fabordón, pero la nota varía poco. ¿Quéhacer? Siempre me sorprendo intentándolo de nuevo,sin conseguirlo nunca. Esta obstinación tiene que teneralgún significado.

Un día, casi lo consigo. Estaba en una playa del Ríode la Plata, cerca de Montevideo. Dos compañeros deinmensidad, dos de las mayores voces del mundo,acompañaban y tapaban a veces mi débil canto: el océa-no y el vendaval. Apenas oía mi voz, arrastrada comobrizna de paja por el ruido de las olas y las amplias ráfa-gas. Fue uno de los días de mi vida en que la polifoníaera desgarradora (B).

PROFETA

Jeremías, el profeta, dice la Biblia, «devoraba» laspalabras de Dios: «Tus palabras eran mi delicia y la ale-gría de mi corazón.

Así luego soltaba por su boca llamaradas de ira y deamor.

La tibieza en que a veces dormitamos algunos sacer-dotes hallaría remedio si «comiéramos» las palabras deDios.

El profeta devora «primero» la palabra incandescen-te. «Después» habla, profetiza. Ejerce (J).

RESFRIARSE

Les ocurre también a los monjes y monjas, especial-mente en invierno. Si la avería es grave, puede obligar auno a guardar celda y cama tres o cuatro días, porquelos monasterios suelen ser fríos. Esto permite, si la ca-beza no está turbia, leer algún bello libro más, de esosque están entre la literatura y la espiritualidad, como«Cautivado por la alegría» de C.S. Lewis (que es la his-toria muy inglesa, de la conversión de este medievalis-ta). O incluso una novela policíaca. Si a veces el estadode la mente de uno no le permite rezar el Oficio, siem-pre puede ir rezando algunos rosarios. Rezar el rosariono es ningún pecado.

Estar en cama tres o cuatro días tonifica. Y si el queestá fuertemente resfriado no intenta cortar violenta-mente su estado con fármacos, sino solo irlo acompa-ñando suavemente con ellos, los tejidos se renuevan ysale de su estado rejuvenecido (A). ❦

Un nuevo diccionario

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HACIA UN MUNDO MEJOR

CONCESIÓNY OTROS POEMAS María Ángeles Chavarría Aznar

CONCESIÓNTengo que aprovechar este refugio mágico

[del pensamiento,darle sonoridad o darle rabia,viveza o calma, según las circunstancias.

Acogerá mi voz sin un quejido,sin juzgar mi impaciencia,sin sermones que no vienen a cuento.

Dejará insinuante que me acerque,que lo acaricie, frágil, permanente,que roce su limpiezay transforme su rostro en mis cegueras,en anhelos con llamas de rocío.

Es el espejo huella y esperanza,la imagen de mi espíritu,mi confidente amigo a cualquier hora.

Mi regalo más claro,mi obsequio más auténtico.

Mi espacio en blanco.

UN DÍA CUALQUIERAMe he arremolinado en mi propio seresta misma mañana, entre una y otras cosas,entre espacios,entre turbaciones,entre la sensación de vivir y, por qué no,la sensación de morir.

He huido un poco de mi propia pieldejando orillados algunos martilleosciertamente molestosy he salido a la calle,

sin rumbo y sin naufragio,un poco ausente tal vez,un poco ajena.

Me he sentido origen de aromas,humedad de presencias otoñales,ser real en mi tiempoy un poco agitadapor mi fragilidadentre tanta presencia desbordante,ancestral,perpetua.

He sentido sin másla dulce suavidad, presente e ignorada,de dejarse vivir,sin otra explicación,este día cualquiera.

He salido a la calle sin rumbo y sin naufragio.

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PÁGINAS SOCIALES

EN EL CENTENARIODE LOS SCOUTS Benedicto XVI

Scouts cristianos según el Papa: “propuesta fuerte, una verdadera maduración espiritual y moral”.A los 100 años de su fundación por el anglicano Baden-Powell, el Papa felicita la eficacia del método

scout católico.Publicamos la carta que ha dirigido Benedicto XVI al cardenal Jean-Pierre Ricard, arzobispo de

Burdeos y presidente de la Conferencia Episcopal de Francia, con motivo del centenario de los scouts.

l 1 de agosto se celebrará elcentenario de la apertura, enla isla de Brownsea, en Ingla-

terra, del primer campo scout, or-ganizado por Lord Baden-Powel.Con este motivo, todas las perso-nas, jóvenes y adultos, que en elmundo un día han pronunciado lapromesa scout serán invitadas, in-dividualmente o en grupo, a reno-varla y ofrecer un gesto de paz, su-brayando cómo la vocación de«artesano de paz» está ligada alideal scout.

Desde hace un siglo, a travésdel juego, la acción, la aventura, elcontacto con la naturaleza, la vidade equipo y el servicio a los de-más, se ofrece una formación inte-gral a todos los que se unen alscoutismo.

Fecundado por el Evangelio, elscoutismo no es sólo un lugar deauténtico crecimiento humano, si-no también el lugar de una pro-puesta cristiana fuerte y de unaverdadera maduración espiritual ymoral, así como de un auténticocamino de santidad.

Hay que recordar, como subra-yaba el padre Jacques Sevin, S.I,fundador del scoutismo católico,que «la santidad no tiene tiempo niuniforme». El sentido de responsa-bilidad que despierta la pedagogíascout lleva a una vida en la cari-dad y al deseo de ponerse al ser-vicio del prójimo, a imagen deCristo servidor, basándose en lagracia que ofrece Cristo, en parti-

cular a través de los sacramentosde la Eucaristía y del Perdón.

Junto a todas las personas queen vuestro país se han beneficiadode un grupo scout, en los Scouts yGuías de Francia, en los Scouts yGuías de Europa, o en los Scoutsy Guías Unitarios de Francia, mealegro por el hecho de que, des-pués del llamamiento lanzado en1997 por mi predecesor a una ma-yor unidad entre los scouts católi-cos, se colabore, en el respeto delas sensibilidades de cada movi-miento, a favor de una unidad másgrande en el seno de la Iglesia.

Los dirigentes scouts se acorda-rán de que ante todo tienen quedespertar y formar la personalidadde los jóvenes que les han sidoconfiados por las familias, ayu-dándoles a encontrarse con Cristoy educándoles en la vida de laIglesia. También es importanteque se manifieste y se desarrolleentre los scouts y entre los dife-

rentes movimientos la«fraternidad scout», queforma parte de su idealinicial y que constituye,en particular para las jó-venes generaciones, untestimonio de lo que esel Cuerpo de Cristo, en

el que, según la imagen de san Pa-blo, todos están llamados a cum-plir una misión desde el lugar queles corresponde, a alegrarse con el progreso de los demás y a apo-yar a sus hermanos en las pruebas(Cf. 1 Corintios 12, 12-26).

Doy gracias al Señor por todoslos frutos que, a través de este siglo,ha ofrecido el scoutismo. Con todala Iglesia, confío en que los dife-rentes movimientos, Scouts deFrancia, Scouts y Guías de Europa,Scouts y Guías Unitarios de Fran-cia, continúen su camino, con unapoyo cada vez más intenso entrelos movimientos, y que propongana los chicos y chicas de hoy una pe-dagogía que forme en ellos una per-sonalidad fuerte, fundada en Cristoy deseosa de vivir los altos idealesde fe y de solidaridad humana.

Desde este punto de vista, lapromesa y la oración de los scoutsconstituyen una base y un idealque hay que desarrollar a través

E El escultismo es un lugarde una propuestacristiana fuertey de una verdaderamaduración espiritualy moral –afirma el Papa–.

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de la existencia. Ya lorecordaba Lord Baden-Powel: «¡Sed siemprefieles a vuestra prome-sa scout, aún cuandohayáis dejado de sermuchachos, y que Diosos ayude a hacerloasí!». Cuando el hombrese esfuerza por ser fiel asus promesas, el Señormismo fortalece sus pa-sos.

A los scouts y guías que com-ponen los tres movimientos, a los

jóvenes, a los adultos ya los capellanes que lesacompañan, a las fami-lias, a los antiguosscouts y guías, les im-parto de todo corazón labendición apostólica, asícomo a todos los pasto-res de la Iglesia en Fran-cia. ❦

Vaticano,22 de junio de 2007.

BENEDICTUS PP. XVI

Doy gracias al Señor por todos losfrutos que, a través de este siglo,

ha ofrecido el escultismo.

LOURDES EN 2008LAS GRANDES CITASDICIEMBRE

• 6-8: «Voluntarios para el ser-vicio de los demás». Segundoencuentro internacional de Hos-pitalarios.

• 8: Fiesta de la InmaculadaConcepción de María. Apertu-ra del año jubilar.

• 9-11: Coloquio de apertura:«El Mensaje de Lourdes, ayery hoy».

• 22-25: Vivir la Navidad enLourdes: No se quede solo enNavidad: María le espera.

• 31-1.er enero: «Despertemosnuestra fe». Velada especial-mente destinada a los jóvenes,pero abierta a todos: Espectácu-lo-Música. A medianoche, Mi-sa en la Gruta. Después de laMisa: Adoración-Canto-Convi-vencia.

ENERO

• 1.er: Fiesta de Santa María,Madre de Dios.

• 6: En Francia, fiesta de la Epi-fanía.

• 15: 75.º aniversariode las Aparicionesde “Nuestra Señorade los Pobres”, enBanneux (Bélgica).Los mensajes deLourdes y de Ban-neux son muy simi-lares.

• 18-25: Octavariode oración por launidad de los cristianos.

• 21: En 1858, día en que Ber-nardita regresó de Bartrès aLourdes.

FEBRERO

• 2: Fiesta de la Presentacióndel Niño Jesús en el Templo.Día de la vida consagrada.

• 6: Miércoles de Ceniza. Co-mienzo de la Cuaresma.

• 9-11: Retiro «Acoger el Men-saje de Lourdes».

• 11: 1.ª aparición. Fiesta deNuestra Señora de Lourdes.Día mundial del enfermo. Apartir de esta fecha, los enfer-mos y discapacitados podránser recibidos en los Centros deAcogida.

• 14: 2.ª aparición. Cita ante laGruta, a las 11:30.

• 16-18: Retiro: «Con Bernardi-ta, vivir la gracia de Lourdes».

Páginas sociales

El 8 de diciembrese inaugura el añojubilar con motivo

del aniversario 150ºde las aparicionesde la Virgen María

en Lourdes.

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Páginas sociales

• 18: 3.ª aparición. Fiesta deSanta Bernardita, en Francia.Procesión por la ciudad. Co-mienzo de «la quincena de apa-riciones»: La Señora pidió aBernardita que fuera a la Grutadurante quince días. Bernarditalo prometió y mantuvo su pro-mesa, a pesar de todas las difi-cultades. En dos ocasiones, el 22y el 26 de febrero, la Señora nose apareció. Del 18 de febrero al4 de marzo, incluso los días 22y 26 de febrero, de 11:30 a12:15, evocación, ante la Gruta,del acontecimiento del día, me-ditación dirigida por un cape-llán, rezo del Rosario y Ángelus.

• 22-24: Retiro «La Cuaresma ala luz de Lourdes».

• 29-2: marzo: Retiro «La Cua-resma a la luz de Lourdes».

MARZO

• 4: 15.ª aparición. Fin de la «quin-cena de las apariciones». Comotodos los días de la quincena, ci-ta ante la Gruta a las 11:30.

• 7-9: Retiro «La Cuaresma a laluz de Lourdes».

• 14-16: Retiro «La Semana San-ta con Santa Bernardita».

• 23: Domingo de Pascua.• 23-29: Peregrinación de len-

gua inglesa de H.C.P.T.• 23-30: Festival de Música sacra.• 25: 16.ª aparición. Fiesta de la

anunciación de Nuestra Seño-ra. En este día, la Señora dijo,por fin, su nombre: “Yo soy laInmaculada Concepción”. 50.ºaniversario de la consagraciónde la basílica de San Pío X.

ABRIL

• 7: 17.ª aparición. Cita ante laGruta a las 11:30.

• 13-18: Peregrinación Mont-fortiana.

• 16: Muerte de Bernardita enNevers, en 1879, conmemoradaen la Misa Internacional.

• 23-26: Peregrinación de los jó-venes de la Región de París.100.º aniversario del “Fraternal”.

• 25-26: Coloquio «¿Tiene la Igle-sia confianza en los jóvenes?»

MAYO

• 1.er: Fiesta de la Ascensión.• 2-7: 50.º aniversario de la pe-

regrinación de la Orden deMalta.

• 11: Fiesta de Pentecostés. Pe-regrinación de los Portuguesesde Francia.

• 22-25: 50.º aniversario de laPeregrinación Militar Interna-cional (PMI). El 25 estará abier-ta a todos la “Ciudad de la paz”.

• 29-30: Encuentro internacio-nal de periodistas y medios decomunicación.

• 31: Fiesta de la Visitación.

JUNIO

• 3: Primera comunión de Ber-nardita, en 1858.

• 15-22: Congreso EucarísticoInternacional de Québec. Cadadía: Misa sobre el tema del Con-greso, conferencia, hora santa.

• 23-27: Peregrinación de UNI-TALSI con niños enfermos.

• 29-3 julio: Peregrinación de laprovincia eclesiástica de Bar-celona.

JULIO

• 15-20: «En Lourdes, vivir lasJMJ de Sydney». Animaciónpor grupos de jóvenes artistascristianos.

• 16: 18.ª y última aparición.Fiesta de Ntra. Sra. del Carmen.

AGOSTO

• 9-10: Peregrinación de los Ta-mules.

• 11-16: Peregrinación nacionalde los Asuncionistas.

• 15: Fiesta de Ntra. Sra. de laAsunción.

• 20-25: Peregrinación de losGitanos.

SEPTIEMBRE

• 4-8: Congreso mariano mario-lógico internacional. «Las apa-riciones de la Santísima Virgen:entre historia, fe y teología».

• 6-7: Festival de cine: «Lourdesen el cine».

• 8: Fiesta de la Natividad de laVirgen.

• 23-26: Peregrinación de la“Society of Mary”.

• 29-4 octubre: Peregrinaciónnacional de UNITALSI.

OCTUBRE

• 7-11: Centenario de la pere-grinación de Ntra. Sra. delRosario.

NOVIEMBRE

• 1.er: Fiesta de Todos los San-tos.

• 4-9: Asamblea plenaria de losobispos de Francia.

• 14-16: Congreso de H.C.P.T.«Nos llaman por nuestro nombre».

DICIEMBRE

• 8: Fiesta de la InmaculadaConcepción de la VirgenMaría.

Clausura solemnedel Jubileo ❦

La Virgen se aparecióen Lourdes cuatro años

después de la declaracióndogmática de la Inmaculada

Concepción de María.

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AQUEL ADIÓS DE JUAN PABLO II

l clausurar solemnementeeste cuarto centenario,abierto hace un año por mi

cardenal legado, quiero que mispalabras sean una evocación yuna plegaria dirigida a Teresade Jesús, presente entre nosotrosen la comunión de los Santos.

Ante todo, la evocación deaquella muerte gloriosa: ¡Teresade Jesús!, quiero recordar las pa-labras de los últimos instantes detu vida. La humilde confesiónde tus faltas: Cor contritum ethumiliatum, Deus, non despicies[Un corazón quebrantado y hu-

millado, tú, Señor, no lo despre-cias]. La exhortación a tus hijasa mantener intacta tu herenciaespiritual, la fidelidad al caris-ma. El deseo de ver a Dios: Se-ñor mío. Tiempo es ya de quenos juntemos, ya es tiempo decaminar. La gozosa profesión defe: En fin, Señor, soy hija de laIglesia.

Entregaste tu vida al Señor, en-vuelta en el cariño maternal de esaIglesia de la que te sentías hija:con la gracia del sacramento de lapenitencia, el viático de la Euca-ristía, la santa unción de los en-fermos.

Fue la tuya una muerte deamor, como bien expresó san Juande la Cruz: Consumida por la lla-ma de amor vivo, se rompió la te-la del dulce encuentro con Dios.Ahora, pues, decimos que estamariposita ya murió... y que viveella con Cristo.

Vives con Cristo en la gloria yestás presente en la Iglesia, cami-nando con ella por los senderos delos hombres. En tus escritos plas-maste tu voz y tu alma. En tu fa-milia religiosa perpetúas tu espíri-tu. Nos has dejado como lecciónla amistad con Cristo. Nos has le-gado como testamento el amor yservicio a la Iglesia, Dichosas vi-das –como la tuya– que en esto seacabaren.

Tu patria es España, pero todoel mundo es hoy tu hogar, dondehabitan tus hijas y tus hijos, don-de hablas desde las páginas de tuslibros. Eres mensajera de Cristo.Eres palabra universal de expe-riencia de Dios. Tu vivo lenguajecastellano ha sido traducido enmuchos idiomas. Tus autógrafosse han multiplicado en edicionessin fin. Has entrado en la culturareligiosa de la humanidad. Estáspresente, honrando a la Iglesia, enla literatura universal.

Se han cumplido, Teresa, tusdeseos de servir al Señor sin lími-

A“

Páginas sociales

Una panorámica de Alba de Tormes,donde se encuentra el sepulcrode santa Teresa.

Acaban de cumplirse 25 años de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a Alba de Tormes, el1 de noviembre de 1982, para clausurar el IV centenario de la muerte allí de santa Teresa de Jesús.La venida estaba prevista para la Apertura del Año Teresiano, en 1981, pero el atentado sufrido porel Papa el 13 de mayo de ese año no la hizo posible, Juan Pablo II quiso mantener su compromisode venir a España y, singularmente, a los lugares teresianos de Ávila y Alba de Tormes.

En el 25º aniversario, de aquella fecha, hemos releído las palabras finales del papa en el con-vento de carmelitas de Alba que guarda el sepulcro Santa Teresa. Como dicen referencia tambiénal término de la vida humana –al igual que las páginas centrales de EL REINO de este mes–, lasofrecemos a continuación. Aparte de su riqueza de contenido, poseen una gran calidad literaria,al modo de la Santa Madre.

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tes de tiempo ni de espa-cio, hasta el día de la ve-nida gloriosa de Jesús.

Suba ahora hasta elPadre, por intercesióntuya, Teresa de Jesús, laardiente plegaria del pa-pa peregrino. Te pidopor la Iglesia, nuestraMadre: No ande siempreen tanta tempestad estanave de la Iglesia. Inter-cede por su extensiónevangelizadora y por susantidad, por sus pasto-res, sus teólogos y mi-nistros, por los hombresy mujeres que se hanconsagrado a Cristo, porlos fieles de la familia de Dios.

Te ruego por un mundo de paz,sin guerras fratricidas como lasque herían tu corazón. Descubre atodos los cristianos el mundo in-terior del alma, tesoro escondidodentro de nosotros, castillo lumi-noso de Dios.

Haz que el mundo exterior con-serve la huella del Creador y sealibro abierto que nos habla deDios. Acoge mi súplica por las al-mas que alaban a Dios con sosie-go, por los que han recibido lagran dignidad de ser amigos deDios, por los que buscan a Diosen tinieblas, para que se les reve-le la luz que es Cristo.

Bendice a los que buscan el en-tendimiento y la armonía, a los quepromueven la hermandad y la soli-daridad, porque es menester hacer-se espaldas unos a otros, y crece lacaridad para ser comunicada.

Protege a los hombres del mary del campo, a los que trabajan ya los que dan trabajo, a los ancia-nos que en ti encuentran un mo-delo de sabidría y de incansablecreatividad.

Bendice a las familias, a los jó-

venes, a los niños. Que encuen-tren un mundo en paz y libertad,digno de hombres llamados a lacomunión con Dios, donde pue-dan cultivarse esas virtudes huma-nas que tú llevaste al esplendor dela santidad cristiana: la verdad yla justicia, la fortaleza y el respe-to de las personas, la alegría y laafabilidad, la simpatía y el agra-decimiento.

Pongo en tus manos la causa delos pobres que tú tanto amaste.Haz que se cumplan tus ideales dejusticia, porque todos los bienesson de Dios y Él los reparte a al-gunos como administradores su-yos, para que los compartan conlos pobres.

Intercede por los enfermos, ob-jeto de tus cuidados hasta el fin detus días. Ayuda a los desvalidos, alos marginados, a los oprimidos,para que en ellos se respete y hon-re la morada de Dios, su imagen ysemejanza.

¡Teresa de Jesús, que sigues vi-viendo en esta tierra de España!,te pido por todos sus pueblos. Hazque vivan la riqueza de sus valo-

res culturales en espíritude fraterna y solidariacomunicación.

A ti, que eres amiga deDios y de los hombres ycon tus escritos abres ca-minos de unidad, te en-comiendo la unidad de laIglesia y de la familia hu-mana: entre los cristianosde diversas confesiones,entre los miembros de di-versas religiones, entrelos hombres de diferen-tes culturas.

Que todos se sientancomo tú los sentías: Hi-jos de Dios y hermanos.

Haz que se cumpla tuoración y tu palabra de

esperanza escrita en el castillo in-terior:

Orando una vez Jesucristo,Nuestro Señor, por sus apóstoles,dijo que fuesen una cosa con elPadre y con él, como Jesucristo,Nuestro Señor, está en el Padre yel Padre en él. ¡No sé qué mayoramor pueda ser que éste!, y nodejaremos de entrar aquí todos,porque así dijo Su Majestad:“No sólo ruego por ellos, sinopor todos aquellos que han decrecer en mí también”. Haz quetodos lleguemos donde tú llegas-te: hasta la comunión con la Tri-nidad, donde nuestra imagen estáesculpida.

¡Teresa de Jesús, escucha nues-tra oración! Suba hasta el trono dela sabiduría de Dios la acción degracias de la Iglesia, por lo quehas sido y has hecho, por lo quetodavía harás en el Pueblo deDios, que te honra como doctoray maestra espiritual. Quiero ha-cerlo con tus mismas de alabanzay bendición: Sea Dios, nuestro Se-ñor, por siempre alabado y bendi-to. Amén. Amén. ❦

Páginas socialesEstatua de piedra de Santa Teresa,

ante la basílica en construccióndedicada a la santa en Alba de Tormes.

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MISIÓN Y MISIONEROS

UN FIN DE SEMANA COMPLETOY OCUPADO Artemio López Merino

uando al cabo del tiempo te vuelves a encontrar con los compañeros,amigos y familiares, es normal que, en las primeras conversaciones,haya un verdadero “bombardeo” de preguntas, señal inequívoca del in-

terés que tienen por saber de ti, de tu vida y de tus andanzas, la gente quemás quieres, los tuyos. Sin duda, hay preguntas que son del todo obligadasy, por ello, hay que responderlas muchas veces; pero se hace con sumo gus-to, al entender que no se trata de complacer meras curiosidades, sino quequien te pregunta tiene ganas, deseos e ilusión de que le cuentes muchas“bondades” de ti. Además, aunque sea la misma pregunta, cada interlocu-tor pone en ella su propio estilo, cariz, intensidad y cariño.

Como cada uno tiene su propia forma de ser y de expresarse en estoscírculos de diálogo, entiendo que no dicen más los muy locuaces que losparcos en palabras, precisamente, porque los reunidos nos conocemos sufi-cientemente; más aún, hasta es posible que uno diga más cosas con el as-pecto de su rostro y con su estado de ánimo que con largas explicaciones.Entonces, es claro que sobran los malos y los buenos “rollos”, cosa queequivaldría casi a responder a preguntas que nadie te hace.

Después de esa especie de aluvión de preguntas sobre tu salud, tus ilu-siones, trabajo, apostolado, compañeros de misión, proyectos, amigos deallá, etc., es frecuente que alguien te pida que le cuentes cómo pasas un díacualquiera. Esto, a primera vista, parece muy sencillo de responder, pero en-seguida te das cuenta de que ningún día se parece a otro en casi nada. Ade-más, después de cada cosita contada, parece que necesites de un paréntesisexplicativo. Para aclararme, pongo el ejemplo siguiente: Si le digo que melevanto a las cuatro y cuarto de la mañana, y que a las cinco y cuarto te-nemos el rezo de las Laudes, debo añadir que no me dedico a “poner lascalles”, sino que los estudiantes, para estar a punto en la universidad, dadoque vivimos lejos del centro, necesitan más de una hora en el transporte.

C Tampoco sería mala explicación de-cir que, por acá, a las seis de la ma-ñana es completamente de día yque, para esa hora, la mayor partede la gente está caminando hacia suquehacer. Pues bien, después de es-ta aclaración, parece que a esa pre-gunta tan solo se pueda respondermuy vagamente o, tal vez, haciendouna mención especial a los horariosde la comunidad religiosa en la quevives y completarlos con tus obliga-ciones y encomiendas personales.

Una vez metido en esta onda deintentar contar con cierto detalle có-mo transcurre para mí una jornada,sí que me apetece y tengo deseos decontaros un poco el ajetreo de estepasado fin de semana, aunque la pri-mera salvedad que debo hacer es lade que, en vez de estar en casa lostres sacerdotes, solamente estuvi-mos dos, lo que implica que se pue-dan acumular ciertos trabajos apos-tólicos. El sábado, antes del rezocomunitario de la mañana y del de-sayuno, tuve que preparar (comosiempre que salgo de visita a los en-fermos) los bártulos para poder ad-ministrar los sacramentos de la eu-caristía (viático) y de la santaunción. A las ocho, con puntualidadreligiosa, estoy en el lugar de parti-da, donde recojo con el coche a lasdos compañeras de la pastoral de lasalud de esa zona parroquial. Estedía toca la visita en la zona central,esto es, en los barrios cercanos a laiglesia principal, la dedicada al pa-trono, San Antonio Mª Claret. Tienela ventaja de la proximidad, perotambién nos toca hacer más visitasque en ningún otro sector. Con laagenda en la mano, veo que sonveinte las casas a las que tenemos

El P. Artemio con una familiaen la zona de Argelia Alta de Quito.

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que ir, aunque siempre ocurre quehay alguna ausencia. Normalmente,tan solo les damos la comunión, pe-ro este mes, recordando a la Virgende Lourdes (día 11), patrona de losenfermos, también les administré lasanta unción. Aproximadamente,solemos estar con cada enfermounos doce minutos y, si a esto uni-mos los desplazamientos, aunquesean cortos, con el reloj en la mano,como se suele decir, vinimos a ter-minar a eso de la una y media. Porsupuesto, ya al final, con un notablecansancio, por las muchas gradas(escaleras) que tuvimos que subir.

Aunque quedaban tres horas pa-ra comenzar a tocar para la misa delas cinco, no me podía encandilarni en el almuerzo ni en el descan-so, pues había visto que habían tra-ído unos ramos de rosas y, efecti-vamente, la preparación y el adornode la iglesia me llevó más de trescuartos de hora. Esta misa de lossábados por la tarde es acá en casay un tanto original, pues está pues-ta, sobre todo, para celebrar losbautizos, las bodas y la bendiciónde las jóvenes “quinceañeras”...Hoy, tan solo hubo dos bautizos; ydigo tan solo, porque suele ocurrirque sean más y, hasta que se juntenlas tres cosas. La gran pega de hoyera que teníamos averiada la mega-fonía, por lo que los toques decampana debían hacerse a mano,así como que la ceremonia teníaque ser proclamada con el concur-so de unos buenos pulmones y me-jor garganta, máxime para cantarbien y a “palo seco”. Como eransolo dos bautizos, efectivamente,no hubo problema de demora en elcomienzo de la eucaristía. Lo digo,porque a continuación, exactamen-te a las seis y media, me tocaba ofi-ciar otra misa en la cercana capillade Nuestra Señora del Quinche, enel Mirador de la “Bella Argelia”.Esta suele ser una misa ordinaria

como víspera de domingo pero, en esta ocasión, teníamos la novedad dela celebración de una boda. Qué gran suerte la de los novios, por el estu-pendo conjunto de músicos y cantores de ese pequeño santuario mariano.Ordinariamente, suele haber una buena asistencia de fieles pero, en oca-siones tan peculiares y poco frecuentes como la celebración de un enlacematrimonial en ese templo, estuvimos más acompañados.

Las seis misas de este domingo (séptimo del tiempo ordinario) nos las re-partimos equitativamente entre el Padre Párroco y un servidor. No sé si elP. José Miguel Ochoa me las propuso o, fui yo más bien quien eligió decirlas tres de la zona norte de la parroquia (a las 8:00, en el sector de Mons.Leonidas Proaño; a las 9:30, en el de Aida León y a las 11:00 en el deOriente Quiteño). Lo primero que noté en las tres capillas fue la ausenciade bastantes niños y jóvenes. Me explicaron que no habían tenido cateque-sis por estar en los días del carnaval, razón que sigo sin entender, porquetampoco son tantas las familias de nuestros barrios que se vayan esos díasa disfrutar de las playas. Bueno, dejémoslo así. Aunque no estaba previsto,a la una de la tarde tuve exequias (corpore insepulto) por el eterno descan-so de la feligresa Fanny Mercedes Flores, a la que yo había asistido el vier-nes a las ocho de la mañana y fallecía a las once de la noche de ese mis-mo día (d.e.p.). A pesar de mi ya larga experiencia en atender a enfermosterminales, difícilmente podré olvidar su cara, tan terriblemente deformadapor el cáncer que padecía en la garganta (tiroides).

La tarde, que se prometía tranquila, al no haber catequesis ni tampocoreunión del grupo de reflexión cristiana y vocacional, no lo fue tanto, de-bido a los grupos juveniles, especialmente uno de ellos, que está confec-cionando el número primero de una revista parroquial y, a cada poco, lla-maban a la puerta para hacer alguna consulta o pedir cualquier cosilla quenecesitaban.

En verdad, estos son días en los que terminas bastante cansado por lasmuchas cosas hechas y, especialmente, por la intensidad con la que has vi-vido, pero interiormente se siente mucha paz por haber trabajado duro en laViña del Señor, siendo el símbolo de este gozo espiritual el gesto de mirartelas manos y vértelas cuajadas de bien. ❦

Caras indias de nuestra parroquia de san Antonio Mª Claret en Quito.

Misión y misioneros

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stando nuestra parroquia de San Miguel Ar-cángel en una zona marginal de Caracas, conun inmenso cerro abarrotado de “ranchos” y

con modestas viviendas cercanas al eje comercial dela avenida que llega hasta el Cementerio General delSur, son muy pocos los edificios de apartamentos opisos que requieren portería, conserje y tantas limi-taciones para la entrada.

Lo comento a veces porque me parece providen-cial, así lo creo, para el apostolado y visita a los en-fermos. Es siempre más fácil entrar en un rancho ocasa de familia a nivel de la calle, que atravesar con-troles o puertas herméticamente cerradas por razo-nes de seguridad en un elevado edificio de pisos encondominio.

De todos modos, ya he dado a entender en ante-riores artículos, que tampoco la entrada en estas vi-viendas más sencillas y accesibles es lo rápida queuno quisiera por razones tan simples como éstas:“espere un momentico que voy a encerrar el perroen la cocina o a atarlo en el patio”; “la nieta fue ala bodeguita de la esquina a comprar unos cambu-res y se llevó la llave pero, como no dilata mucho,espere unos segunditos (?)”; “con esta cabeza quetengo se me olvida todo y no sé dónde dejé la lla-ve, pero verá cómo la encuentro pronto”; minutosmás tarde llega el mensaje salvador: “¿sabe dóndela tenía?, debajo de un cojín del recibo pero ya leabro”. Y así sucesivamente.

Pero la manera de poder entrar a la casa donde vi-ve Hortensia me parece de lo más peregrino. Por lopronto tengo que acomodar las manos junto a la bo-ca para hacer pantalla y poder ser oído más fácil-mente. Lo hago mirando en dirección a una ventana del primer piso quepermanece abierta y, aunque no me gusta nada alborotar y gritar en la ca-lle, no tengo más remedio que hacerlo: ¡¡¡Hortensia!!! Un día, para mayorinri, no pude menos que ponerme a reír porque un motorizado chequeabala moto enfrente de la casa dando acelerones, y yo tenía que gritar ¡¡¡Hor-tensia!!! en el preciso y breve momento en que cesaban los acelerones. Tu-ve suerte poque pude ser oído y reconocido por la voz. “¿Es el Padre?”¡¡¡Sí!!!

Antes Hortensia todavía tenía fuerzas para incorporarse de la silla de rue-das y se asomaba a la ventana. Ahora, ni tiene fuerzas, y le acompaña a lavista porque apenas distingue a las personas, pero menos mal que todavíapuede lanzarme la llave por la ventana. Al abrir la puerta de chapa tengo laprecaución de colocar una astilla de madera de tope que guardo celosamenteescondida en un matero de la entrada para que la brisa no me la cierre. Así

E

...Y ME VISITASTEIS

LA CUESTIÓNES ENTRAR José Luis Segura Lacruz

puedo subir tranquilo y dar un por-tazo cuando acabe la visita desen-tendiéndome ya de la viajera llave.

¿Será por este curioso procesoque cuando veo por televisión unacarrera de obstáculos me acuerdo demis visitas a Hortensia?

Pero hablando de entradas a unacasa he comprobado que, gracias a

Altar central de la parroquiade san Miguel de Caracas,

donde trabaja desde hace variosaños el P. José Luis Segura.

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mi apostolado, conozco situacionesy problemas de algunas familias sinhaber atravesado jamás las puertasde sus casas. ¿Cómo es posible esto?

Semanalmente dedico un día a laatención espiritual de los alumnosde los últimos cursos de primaria yde bachiller del Colegio Pablo VI,de unos mil alumnos, ubicado enpleno cerro, fundado y dirigido porlas religiosas Siervas del Santísimo.Además de celebrar la Eucaristíacon algunos cursos en rotación, lesbrindo a los alumnos la posibilidadde confesarse, si así lo desean.

Vienen en buen número y a gus-to. Estas confesiones son como unaconfiada conversación en la que mecuentan sus cosas con mucha since-ridad. Diría que, en la mayoría delos casos disfrutan dándome detallesde sus travesuras y defectos. Perotambién, con frecuencia, me comu-nican problemas que les hacen sufriry, estos problemas, son los que, en

...Y me visitasteis

definitiva me ayudan a entrar en sus casas pudiendo ver cómo anda una fa-milia de puertas adentro. Para mí son lecciones de la vida que es bueno te-ner en cuenta y que no quisiera se hicieran presentes en ninguna familia demis queridos lectores.

Describo brevemente unos casos:• El padre se marchó con otra mujer dejando a la madre con toda la res-

ponsabilidad de la casa y de la educación de unos hijos todavía pe-queños que no pueden ayudarle económicamente. Se ve obligada a tra-bajar de sol a sol donde sea y en lo que sea llegando agotada a la casa.Ausencia de hogar y falta de control. Nervios alterados porque no esfácil hacer de padre y de madre a la vez. Todo esto marca a los hijos,pierden seguridad y pelean entre ellos o se conceden libertades incon-venientes. En algunos casos, confiar esta situación a unos tíos o abue-los, es siempre un mal menor.

• La madre se marchó porque no aguataba los malos tratos del esposo y selleva a los pequeños. Él se queda con los mayores y trae a su casa a otramujer. La madrastra siempre cae mal. Los hijos no acaban de perdonar alpadre porque le pegaba a la madre y no aceptan que otra mujer la susti-tuya. Si la madrastra trae a su vez a la casa hijos que ha tenido con otrohombre, éstos gozarán de su preferencia y a los otros los ignorará o tra-tará mal. Se crea una fuente perenne de conflictos, envidias y pleitos.

• El padre se fue con otra y la madre, que no se resigna a estar sola alfrente de la casa, se compromete con otro hombre con la ilusión de quele ayudará económicamente y será un compañero amable y fiel. Difí-cilmente cae bien el padrastro. Los hijos siempre prefieren que su ma-dre se quede como soltera en vez de meter a otro hombre en la casa y,como ella trata de halagar al hombre y tiene más atenciones con él, loshijos se sienten olvidados y surge la rabia y la envidia.

Podría aportar otras situaciones más pero me parecen suficientes las quehe resumido, para destacar lasnegativas consecuencias de lafalta de verdadero amor en algu-nas familias, que tantos traumascausa en los hijos dejándoles se-cuelas imborrables. Por ser testi-go privilegiado de los sufrimien-tos, rencores, envidias y malostratos que sufren algunos alum-nos del Colegio, trato de com-partir con ellos lo que me cuen-tan con tanta sinceridad ycrudeza. Quisiera ayudarles acomprender que el amor es lomás bello en la vida, pero tam-bién lo más delicado para que,cuando ellos sean adultos res-ponsables, eviten favorecer o ca-er en situaciones como las quelamentablemente están viviendo.

Desde Caracas, ❦

jlsegura@scj.es

El P. José Luis con un grupode niños ante la capilla del barriodel Maristal Sucre,en Mariara (Venezuela).

Señor Jesús, Pan vivo bajado del cielo:nos has entregado el memorial de tu Pascuaen el sacrificio y la mesa eucarísticos.

Con gozo recibimostu sagrado Cuerpo,y el cáliz de tu Sangre.

A nosotros, alimentados en la Eucaristía,nos convidas a unirnos a ti

en tu ofrecimiento al Padre Dios,y a incorporar en esta ofrendalas esperanzas y anhelos del mundo.

Haz que hagamos nuestraslas disposiciones de tu Corazón:servicio, solidaridad para con los que sufreny, sobre todo, generosidad en el amor.

Así sea.

Unidos en el Culto Eucarístico

SUSCRIPCIÓN PARA EL AÑO 2007PRECIO DE SUSCRIPCIÓN

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REVISTA EL REINO - Apartado 112. Tel. 91 675 15 36. 28850 TORREJÓN DE ARDOZ (MADRID)

❥ “Sé que en el Carmen habrá sufrimientos. Pero enla Cruz está Jesús”.

❥ “Cada día doy más gracias a Dios por mi vocación.¡Qué feliz me encuentro! Me pregunto muchas ve-ces cómo no nos volvemos locos de amor pornuestro Dios”.

Para rezar con ellay a ella:

Teresa de los Andes, que de la mano de Maríate convertiste en una joven enamorada de Jesucristo,eres modelo y camino de santidad.Tú supiste reír, amar, jugar y servir.Tú fuiste fuerte para asumir el dolor y generosa para

amar.

Tú supiste contemplar a Dios en las cosas sencillasde la vida.

Muéstranos el amor del Padre para vivir la amistadcon alegría y con ternura en la familia.

Ayuda a los débiles y a los tristes para que el Espíri-tu los anime en la esperanza.

Teresa de los Andes, hija predilecta de la Iglesia chi-lena, religiosa del Carmelo, amiga de los jóvenes, ser-vidora de los pobres, ruega por nosotros cada día.Amén.

¿Y yo?

Decía Teresa de los Andes: “Soy feliz y nunca dejaréde serlo porque pertenezco a Dios”. ¿Lo hago mío?

P. José María Salaverri, SM