16
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES CENTRO DE ESTUDIOS EN CIENCIA DE LA COMUNICACIÓN MATERIA: GÉNEROS PERIODÍSTICOS II Profesora: Canales Lizaola Laura Leticia 26 de abril de 2013 Nombre: Pineda Romero Gustavo Angel “Crónica de una muerte anunciada” Autor de culto, novelista clásico moderno imprescindible de la literatura en castellano, representante y artista comprometido cuyo esfuerzo y talento natural le permiten brillar por su increíble imaginación, su estética peculiar y su capacidad para desarrollar páginas míticas. Sus temas esenciales son la vejez, la soledad, la muerte y paradójicamente el amor. Escritor, novelista, cuentista, guionista y periodista, Gabriel José de la Concordia García Márquez nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia es una figura central del realismo mágico, su yuxtaposición entre la fantasía y las actividades cotidianas le ha valido entre otros reconocimientos, recibir el Premio Nobel de Literatura en 1982. Gabo se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Bogotá el 25 de febrero de 1947, sin mostrar gran interés por estos estudios, fue su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella lo que le permitió acceder al periodismo. En ese mismo año público en el diario El Espectador un cuento titulado “La tercera resignación” emprendiendo con ello su actividad periodística en diarios locales y otros de gran trascendencia en su país como El Universal. Su profesional le permitió residir en Francia, España y desde luego, México. A partir de entonces sus textos han aparecido en numerosos periódicos y revistas a nivel internacional. La carrera como escritor de Gabriel García Márquez comenzaría con la publicación en 1955 de una novela breve llamada La hojarasca, primera oportunidad en la que se filtraba el legendario pueblo de Macondo y la estirpe de los Buendía. Con ella vendría una cascada de novelas memorables. En 1961 publicó El coronel no tiene quien le escriba donde se hace presente la soledad devastadora y la miseria. Un año después, reuniría algunos de sus cuentos en Los funerales de Mamá Grande, y publicaría la novela La mala hora. Todos los

Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICOFACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

CENTRO DE ESTUDIOS EN CIENCIA DE LA COMUNICACIÓNMATERIA: GÉNEROS PERIODÍSTICOS II

Profesora: Canales Lizaola Laura Leticia26 de abril de 2013

Nombre: Pineda Romero Gustavo Angel

“Crónica de una muerte anunciada” Autor de culto, novelista clásico moderno imprescindible de la literatura en castellano, representante y artista comprometido cuyo esfuerzo y talento natural le permiten brillar por su increíble imaginación, su estética peculiar y su capacidad para desarrollar páginas míticas. Sus temas esenciales son la vejez, la soledad, la muerte y paradójicamente el amor. Escritor, novelista, cuentista, guionista y periodista, Gabriel José de la Concordia García Márquez nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia es una figura central del realismo mágico, su yuxtaposición entre la fantasía y las actividades cotidianas le ha valido entre otros reconocimientos, recibir el Premio Nobel de Literatura en 1982.

Gabo se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Bogotá el 25 de febrero de 1947, sin mostrar gran interés por estos estudios, fue su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella lo que le permitió acceder al periodismo. En ese mismo año público en el diario El Espectador un cuento titulado “La tercera resignación” emprendiendo con ello su actividad periodística en diarios locales y otros de gran trascendencia en su país como El Universal. Su profesional le permitió residir en Francia, España y desde luego, México. A partir de entonces sus textos han aparecido en numerosos periódicos y revistas a nivel internacional.

La carrera como escritor de Gabriel García Márquez comenzaría con la publicación en 1955 de una novela breve llamada La hojarasca, primera oportunidad en la que se filtraba el legendario pueblo de Macondo y la estirpe de los Buendía. Con ella vendría una cascada de novelas memorables. En 1961 publicó El coronel no tiene quien le escriba donde se hace presente la soledad devastadora y la miseria. Un año después, reuniría algunos de sus cuentos en Los funerales de Mamá Grande, y publicaría la novela La mala hora.  Todos los elementos de sus relatos cobrarían un interés inusitado, al ser integrados en una de las más representativas de la literatura, Cien años de soledad.

Tras este libro vendrían El otoño del patriarca (1975), los cuentos La increíble historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1977), y la breve novela que incentiva este ensayo, Crónica de una muerte anunciada (1981). En 1982 su trayectoria literaria se veía coronada con el Premio Nobel de Literatura. Después del galardón su siguiente gran obra fue El amor en los tiempos del cólera (1987) a la cual le seguirían Miguel Littin, clandestino en Chile (1986), Diatriba de amor para un hombre sentado (1987), Doce cuentos peregrinos (1992), Del amor y otros demonios (1994), y Noticia de un secuestro (1997), entre otros.  

Magistral, la novela de la vida de Márquez está llena de constantes cambios de ambientes y sus relaciones a menudo lo han situado cerca del poder, tal como su controversial relación con el líder cubano Fidel Castro. Y su obra simboliza para literatura latinoamericana un reflejo de la esencia más

Page 2: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

pura de la cultura, la moral y la conciencia hispana, con su inagotable ingenio ha conseguido plasmar a través de cada texto su ideología social y política a medio camino de la realidad y la fantasía.

La obra de Gabriel García Márquez es exquisita, sin embargo, en este momento para efectos de la materia, solo nos interesa hacer una revisión de su séptima novela, Crónica de una muerte anunciada de 1981. Basada en hechos reales, esta reconstrucción literaria toma lugar en un pequeño poblado cerca de Cartagena, sobre la costa del mar Caribe. Trágica, agridulce, compleja, parte de una premisa aparentemente simple y gracias a su estilo, el autor entreteje una narración complicada, llena de suspenso. Comienza con el final, indicando que el protagonista, Santiago Nasar, morirá. En el desarrollo de la obra se descubrirá el motivo de los asesinos, ¿por qué es una “muerte anunciada”? y el relato finalizará con la descripción detallada de la muerte de Nasar.

Tras las primeras páginas se descubren los hechos que rodean la muerte de Santiago Nasar. En la madrugada posterior a su matrimonio, Bayardo San Román descubre que su esposa, Ángela Vicario, no es virgen. Por tal motivo sus hermanos se ven obligados a defender la honra de su hermana, matando al presunto culpable, dicho únicamente de labios de la propia Ángela, Santiago Nasar. Sin embargo, ninguno de los dos quiere hacerlo e incluso realizaron más de lo imaginable para que alguien les impidiera cometer el homicidio. De ahí el título, una de las muertes más anunciadas no logra ser impedida por nadie en el pueblo, a pesar de que la mayoría era consciente del hecho, algunos creyendo incluso que a esa altura era imposible que Santiago no estuviera al tanto de ello, siendo el único que lo descubre llegada la hora, sin entender por completo las causas.

El libro se construye a través de los testimonios de los habitantes de la comunidad, quienes brindan la información necesaria para la edificación del único hecho verídico, la muerte de Santiago. A pesar de ser una “crónica”, el arraigado estilo de Gabo le permite recrear una historia que es contada de forma alineal y en la cual hay retrocesos constantes.  La historia se halla dividida en cinco partes, en cada una de las cuales desarrolla temas concretos que giran alrededor de diferentes participantes del relato, alterando el orden temporal de los hechos, al final obtenemos una exacta y eficaz pieza de relojería. En la historia se hace referencia a temas sociales y culturales aun en nuestros tiempos arraigados en la cultura hispana como el machismo, la justicia por propia mano, la virginidad, el honor e incluso, los matrimonios arreglados.

Dicho esto, a continuación se analizaran los mecanismos a través de los cuales Gabriel García Márquez conforma su escritura y logra reconstruir en esa delgada línea de los hechos cotidianos relatados con tintes de fantasía y fiel a su estilo, llena de discordancias temporales, la realidad. El pasado de Gabo se haya más presente que nunca en esta obra que pese a ser considerada una novela, está sujeta a los cánones aprendidos durante sus orígenes como periodista.

Pero, ¿qué es el periodismo? Una actividad que interpreta un periodo de la realidad social, permitiéndole a la gente comprenderla, adaptarse a ella y modificarla. Se puede hacer un paréntesis y señalar que el avance de las relaciones gobierno-medios-sociedad, además del grado de evolución del gremio, hacen poco alentador el panorama de esta actividad en México (Martínez, 1990, pág. 36), sin embargo, regresando a esta obra que tiene lugar en otro contexto, debe servir como ejemplo al continente, lo que el Nobel de Literatura logró en esta oportunidad, la posibilidad de narrar una historia de interés público supedita en gran medida a la idiosincrasia hispanoamericana.

Page 3: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

Al retomar un suceso completamente verídico y considerando que García Márquez ha sido desde sus comienzos, periodista, no es extraño que emplee en esta obra técnicas para la construcción de un texto con una base periodística revestida de la ilusión literaria que le caracteriza. La obra se presenta como una crónica en los cuales él investiga e incluye sus propias opiniones, su principal objetivo es reconstruir la historia a través el tópico principal, el asesinato de Santiago Nasar Podría decirse entonces que Crónica de una muerte anunciada es una obra literaria para la cual el autor se ha apoyado en unos hechos reales, y ha elegido voluntariamente una forma periodística.

Aunque pronto entraremos a la discusión sobre el género periodístico en el cual podría clasificarse esta obra, en este momento quisiera señalar la importancia de las fuentes para la construcción de este texto. En el periodismo la “ética no solo significa hablar de la calidad de la información, sino paralelamente de calidad de los informadores en el sentido más redondo de la expresión” (Martínez, 1990, pág. 42), teniendo en mente esa premisa García Márquez reconstruye los hechos con maestría desde la voz de sus testigos, cita cada una de las fuentes de la información, precisando su origen, lo cual le permite reconstruir un mismo hecho desde la perspectiva de sus distintos actores.

Victoria Guzmán, por su parte, fue terminante en la respuesta de que ni ella ni su hija sabían que a Santiago Nasar lo estaban esperando para matarlo. Pero en el curso de sus años admitió que ambas lo sabían cuando él entró en la cocina a tomar el café. Se lo había dicho una mujer que pasó después de las cinco a pedir un poco de leche por caridad, y les reveló además los motivos y el lugar donde lo estaban esperando. “No lo previne porque pensé que eran habladas de borracho”, me dijo (García Márquez, 2013, pág. 16).

Para muestra un botón, este fragmento donde la cocinera y amante del padre de Santiago, Ibrahim Nasar, le cuenta al narrador el conocimiento que tenía respecto al hecho antes de que se llevase a cabo, esto prueba que no hay narración, por admirable que sea, que se sostenga sin las vértebras de una investigación cuidadosa y certera, así como tampoco hay investigación válida, por más asombrosa que parezca, si se pierde en los laberintos de un lenguaje insuficiente o si no sabe cómo retener a quienes leen, la oyen o la ven (Eloy, 2005, pág. 1).

Nada de ello parecería verosímil pueda ocurrir en un texto de García Márquez, aquí la frontera entre la crónica periodística y la literatura se disuelve y ningún dato queda suelto o aparece sin una previa justificación. Como típico poblado pequeño dentro de nuestros países latinoamericanos, el autor cita los testimonios y diálogos de una cantidad infinita de habitantes del poblado, se puede destacar a la ya mencionada Victoria Guzmán; la hija de Victoria, Divina Flor; a la madre de Santiago, Plácida Linero; su comadre y la única que trata de impedir el acto, Luisa Santiaga; al árabe, antiguo socio y amigo de la familia Nasar, Yamil Shaium. A las “víctimas”: Bayardo San Román y Ángela Vicario; sus hermanos, Pedro y Pablo Vicario; la madre de los gemelos, Pura Vicario. Y otros testigos importantes como Clotilde Armenta, dueña de la tienda de leche de la plaza; el carnicero Faustino Santos; o el Padre Carmen Amador; y el alcalde del pueblo, Lázaro Aponte; entre otros.

Este libro es un sobreviviente y ejemplo fiel de la importancia, el valor de la labor periodística bien ejecutada; esta obra del Nobel debería servir de modelo al periodismo narrativo y una profesión que está enfermando frente a una peste de narcisismo. La parte de la inmensa cantidad de noticias que se exhiben por televisión están concebidas sólo como entretenimiento o diálogos donde las preguntas no están sustentadas por información. El periodismo narrativo les parece a muchos el atajo más fácil y productivo hacia la fama, los estimulan para aumentar las cifras de venta o los rátings de audiencia o

Page 4: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

los favores del mercado (Eloy, 2005, pág. 3), sin embargo, no está exento de principio y una metodología como en Crónica de una muerte anunciada se hacen visibles.

El periodismo escrito debe establecer desde el principio un pacto de fidelidades con la propia conciencia y a la verdad. Tomas Eloy (2005, pág. 5) sostiene que la avidez de conocimiento del lector no se sacia con el escándalo sino con la investigación honesta; no se la aplaca con golpes de efecto sino con la narración de cada hecho dentro de su contexto y de sus antecedentes.

La capacidad narrativa de Gabo, además de metodología meticulosa le permite recrear en esta obra la totalidad de un hecho, donde cierto, hay algunas contradicciones intrascendentes como podría esperarse (como ¿sí acaso llovió o no aquel día?), sin embargo, todo gira en torno al hilo conductor, la muerte de Santiago. “Lo malo es que en periodismo un solo dato falso desvirtúa sin remedio a los otros datos verídicos. En la ficción, en cambio, un solo dato real bien usado puede volver verídicas a las criaturas más fantásticas” (García Márquez, 1981, pág. 2).

Ahora, revisemos los procedimientos narrativos llevados a cabo por el Nobel en este texto. Esta novela bien puede considerarse dentro del periodismo narrativo, si se parte de este hecho, tenemos que establecer en primer lugar el (o los) género predominante a lo largo del escrito. Los géneros son modalidades históricas específicas y particulares de la creación literaria, concebidas para lograr fines sociales determinados (Santamaría, 1994, pág. 5).

Dicho de otra forma, la labor periodística consiste en interpretar la realidad, sin embargo, hay distintas modalidades para ejecutar está creación lingüística, atendiendo a dos grandes objetivos de la información: el relato de los acontecimientos y su juicio valorativo. Los géneros periodísticos parten del potencial creativo del hablante, es decir, su estilo, para convertirse en manifestaciones concretas y singulares del acto periodístico que cumplen con una función específica.

Partiendo de lo elemental, la obra podría dar en apariencia la solución a dicha interrogante desde su título. La crónica es un género periodístico que gira en torno a un propósito fundamentalmente informativo, sin embargo, desde la perspectiva más rígida del periodismo (debo confesar que discrepo con esta afirmación) requiere indisolublemente que el reportero haya sido testigo de lo que relata. Implica una reconstrucción de los hechos desde la propia subjetividad del autor, exhibiendo un nivel auténticamente literario tanto por el uso creativo del lenguaje como por la concepción de que se parte para construir la versión de una serie de hechos en orden temporal (Simpson, 1983, pág. 19).

El carácter presencial del narrador como testigo de los hechos descartaría la posibilidad de clasificar a este texto propiamente como una crónica. Entonces, ¿en dónde podríamos ubicar Crónica de una muerte anunciada? La respuesta es la figura del reportaje, relato de actualidad que interpreta un hecho social dentro de su contexto otorgándole un significado por medio de la narración y el cual realiza una explicación de las relaciones entre sus antecedentes, consecuencias y comparaciones El marco teórico de referencia constituye una exigencia metodológica y como en todo texto periodístico, la imparcialidad absoluta es una utopía, lo primordial es determinar las causas de los acontecimientos que estamos interpretando, analizando los hechos en relación con la coyuntura social y política en que se producen (Simpson, 1977, pág. 147).

Page 5: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

Todos los géneros informan, es un hecho, sin embargo, considerado el reportaje como el rey de los mismos, prevalece la información producto de investigación documental, observación, testimonios, opiniones de expertos, entre otros. El narrador puede o no participar en los hechos que cuenta, como ya se ha establecido, en esta obra el narrador participa sólo en la recopilación de todos los testimonios que le dan forma a la historia que es y debe ser abordada desde el presente (a pesar de retomar constantemente sus antecedentes).

El reportaje responde a las siete preguntas básicas, pero ya que su prioridad es la explicación prioriza el ¿por qué? y ¿para qué? Un discurso esencialmente expositivo (información objetiva) y argumentativo (persuadir, subjetividad explicita). No sucede tal cosa en forma recurrente en este texto, ya que esta narración informativa puede auxiliarse de la anécdota, la noticias, las entrevistas, la biografía y desde luego, la crónica. Es decir, podemos establecer que este reportaje literario se auxilia principalmente en la crónica y la entrevista para narrar los hechos.

Esta modalidad del reportaje cómo crónica requiere de una investigación documental o testimonial previa para brindar información acerca de la situación que se narra; en el proceso se auxiliará de la observación, entrevistas y una recolección de datos en el camino. Aunque en efecto la crónica debería seguir una secuencia temporal lineal en la narración de los hechos, el realismo mágico de García Márquez hace que la obra en su conjunto sea un conglomerado de historias del mismo suceso narradas linealmente que dan prioridad al ¿cuándo?, ¿cómo y ¿dónde?

Los principales tipos de discurso que emplea son la descripción (personas, lugares y hechos) y la narración (selectiva, personal y en tiempo presente). Retomando los testimonios da a conocer los hechos apegándose al orden en que este se fueron desarrollando; esto le permite recrear el ambiente para el lector; mostrar su subjetivad y la de sus entrevistados; y aún más importante, todo es teleológico (todo debe ser significante: cada dato y testimonio lo es).

Finalmente en esta discusión sobre los géneros, Crónica de una muerte anunciada hace explícitos los principales elementos del reportaje: representa una investigación; proporciona antecedentes, comparaciones y consecuencias; se refiere a una situación de carácter social; incluye análisis e interpretaciones; y establece conclusiones (Simpson, 1977, pág. 146) dentro del texto sobre la forma en que se dieron los hechos, así el lector puede interpretar y desglosar paso a paso el suceso.

     Pasemos entonces al estilo, la estructura, la composición y la construcción del relato. Seymour Chatman (1990) nos dice que la narración es una estructura con significado independiente (enunciados autónomos del medio expresivo concreto), con un conjunto de sucesos que tienden a estar relacionados o ser causa unos de otros. Esto implica una selección, la separación de una parte del resto del universo donde nuestro autor eligió aquellos sucesos que cree darán una idea más clara de la sucesión de acontecimientos.

A su vez Chatman (1990) reconoce que la narración posee cuatro componentes: la expresión de la sustancia que son los medios de comunicación a través de los cuales se pueden contar historia, en este caso la literatura; la expresión de la forma que es el empleo del discurso narrativo; el contenido de la sustancia que será la representación de objetos y acciones a través del medio narrativo; y el contenido de la forma que son los componentes de la historia narrativa: sucesos (el principal es la

Page 6: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

muerte de Santiago Nasar), existentes (personajes y el pequeño pueblo colombiano) y sus contextos (idiosincrasia y los valores de en este momento de la década de los cincuenta en Colombia).

En resumen, toda narración tiene dos partes: una historia (¿qué?) y un discurso (¿cómo?) de acuerdo con Seymour Chatman (1990). La historia es el contenido de la expresión narrativa o cadena de sucesos (acciones y acontecimientos) más aquello que podríamos llamar existentes (personajes, escenario); y el discurso es la forma de su expresión (estructura narrativa) y el medio a través del cual se comunica el contenido.

Siguiendo la línea del mismo autor no podemos obviar que la narración es comunicación y por ello presupone dos elementos: un emisor (hay un autor real que es GGM; aunque en este caso no lo hay, puede haber un autor implícito; y desde luego existe un narrador sumergido en la historia) y un receptor (hay un público real que somos los lectores del libro a través de los diversos soportes; y un público implícito que son los testigos narrando sus experiencias del hecho).

Si revisamos el orden de la acción desde el punto de vista clásico que suele responder a la lectura: planteamiento (presentación de los personajes y establecimiento de las acciones que se van a desarrollar), desarrollo (se desarrolla el conflicto en el que se verán inmersos los personajes) y desenlace (resolución del conflicto y final de los sucesos que se han planteado) (Kohan, 2006, pág. 44), veremos que a lo largo de los cinco capítulos quedan bien establecidos estos elementos.

En el planteamiento conocemos a Santiago Nasar, su familia y gente cercana a él, además del hecho de que será asesinado; en el desarrollo vemos como a pesar de que un gran número de personas estaban conscientes de ello, no hacen nada por impedirlo y los inténtenos de aquellos que sí se ven frustrados por situaciones absurdas, cuando llegamos a la parte clímax nos enterarnos del motivo: luego de que Bayardo San Román descubrió en la noche de bodas que Ángela Vicario no era virgen, esta confesó que el responsable de dicha ofensa era Santiago (aunque quizá estaba protegiendo a alguien más), por lo cual sus hermanos debían cobrar justicia de la honra perdida de su hermana; y el final es la narración de los últimos minutos en la faz de la tierra de Santiago Nasar.

Una serie de historias se cruzan para dar forma al relato en su totalidad, el hilo conductor (Kohan, 2006) configura un tejido sólido por medio una acción específica (la muerte tan anunciada de Santiago Nasar) y la serie de acciones distintas, pero ligadas entre sí, que fungen como mecanismo aglutinante de la trama y articula el relato (los hechos que rodearon su muerte: la boda, la llegada del Obispo, la gente que conocía el hecho, el recorrido matutino de los Vicario por el pueblo anunciándolo; mientras Nasar tomaba café en casa, entre otros). En este caso el narrador no es el ejecutor de los hechos, pero da cuenta de ellos de principio a fin.

Se hacen presentes, tal como dicta su estilo clásico, una serie de discordancias temporales que sirven para mostrar los antecedentes y los posibles desenlaces del hilo conductor de la historia, lo cual imprime suspenso a la trama, además de contextualizar los acontecimientos. Esto evidencia la manipulación de información que realiza GGM, con un objetivo, fungir como herramienta para la construcción un relato que crea esta atmosfera dramática que cautiva al lector.

     Ya que hemos situado al autor, su contexto y se ha reiterado constantemente la forma en que se estructura si obra, veremos a continuación ejemplos más concretos que hacen latente esta exquisitez

Page 7: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

literaria partiendo de la escenificación. Una escena se compone de los acontecimientos que se cuentan con la misma duración que sucedieron en la historia, es el relato de una acción en un tiempo y/o lugar concreto, es decir, el autor elige hecho para ser narrado detenidamente con el cual transmite tensión, dramatismo, entre otros (Kohan, 2006, pág. 82).

Silvia Kohan (2006) describe veinte maneras distintas de emplear la acción en la narrativa, no retomaré todas, pero si las que considero son características de GGM y se hacen presentes en este libro. En primer lugar el decide iniciar con el In extremas res que significa comenzar una obra contando el final de la historia, es decir el hecho más impactante. Es la modalidad más utilizada en el periodismo tradicional y luego de enunciar el hecho retoma su estructura cronológica.

De acuerdo con esta autora podríamos decir que en el primer párrafo de esta obra de Gabo se presentan tres maneras de emplear la acción: una acontecimiento principal determina el desarrollo de la historia y marca al personaje (El día que lo iban a matar, Santiago Nasar…); comienza el relato con una acción sorpresiva para abrir la expectativa del lector (¿por qué lo van a matar?, ¿cómo?); y la frase breve contiene información puntual, agrega más datos a continuación y finalizar el largo párrafo inicial con la primera acción del relato (inicia anunciando la muerte, habla de lo que había soñado esa mañana, sus sueños anteriores y retoma la muerte):

El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de interprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte. (García Máquez, 2013, pág. 7).

Otra modalidad recurrente es colocar al lector en medio de la acción dramática, como en esta escena donde Luisa Santiaga se apresura a casa de los Nasar para tratar de impedir la muerte de Santiago. GGM invita al lector a asistir mediante la descripción, la acción y el diálogo:

“Debieron pensar que me había vuelto loca -me dijo-. Lo único que recuerdo es que se oía a lo lejos un ruido de mucha gente, como si hubiera vuelto a empezar la fiesta de la boda, y que todo el mundo corría en dirección de la plaza.” Apresuró el paso, con la determinación de que era capaz cuando estaba una vida de por medio, hasta que alguien que corría en sentido contrario se compadeció de su desvarío. -No se moleste, Luisa Santiaga -le gritó al pasar-. Ya lo mataron.

(García Márquez, 2013, pág. 27).

También se puede presentar la acción mínima concertada en los gestos, en otras palabras, el uso del retrato descriptivo le permite dar a los personajes su visión subjetiva del comportamiento de otros, como en esta impresión del narrador sobre Bayardo San Román:

-Se me pareció al diablo -me dijo-, pero tú mismo me habías dicho que esas cosas no se deben decir por escrito. Lo conocí poco después que ella, cuando vine a las vacaciones de Navidad, y no lo encontré tan raro como decían. Me pareció atractivo, en efecto, pero muy lejos de la visión idílica de

Page 8: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

Magdalena Oliver. Me pareció más serio de lo que hacían creer sus travesuras, y de una tensión recóndita apenas disimulada por sus gracias excesivas. Pero sobre todo, me pareció un hombre muy triste… (García Márquez, 2013, pág. 30).

En este mismo terreno, GGM emplea recurrentemente en sus obras la acción para expresar un estado emotivo como en este fragmento donde los participantes en el absurdo hablan de sus acciones rutinarias derivadas del remordimiento que sienten años después de la muerte de Santiago:

Durante años no pudimos hablar de otra cosa. Nuestra conducta diaria, dominada hasta entonces por tantos hábitos lineales, había empezado a girar de golpe en torno de una misma ansiedad común. Nos sorprendían los gallos del amanecer tratando de ordenar las numerosas casualidades encadenadas que habían hecho posible el absurdo, y era evidente que no lo hacíamos por un anhelo de esclarecer misterios, sino porque ninguno de nosotros podía seguir viviendo sin saber con exactitud cuál era el sitio y la misión que le había asignado la fatalidad.

(García Márquez, 2013, pág. 101).

Algo inconfundible en la literatura de Gabo es el empleo de la acción como conductora de la mirada (Kohan, 2006), es decir las descripciones. La descripción es una estrategia discursiva de presentación de personajes, objetos, animales, épocas, conceptos, procesos y hechos, entre otros. Es una pintura que contiene un cúmulo de pormenores precisos, intensamente claros y verosímiles, de modo que resulta viva y enérgica que permite al receptor compenetrarse en la situación como testigo presencial (Beristáin, 1995, pág. 138). En este momento, siguiendo a Kohan solo no interesa lo que podría llamarse pausa descriptiva, es decir, no hay acción, el relato describe lugares, ambientes, personas:

La familia Vicario vivía en una casa modesta, con paredes de ladrillos y un techo de palma rematado por dos buhardas donde se metían a empollar las golondrinas en enero. Tenía en el frente una terraza ocupada casi por completo con macetas de flores, y un patio grande con gallinas sueltas y árboles frutales. En el fondo del patio, los gemelos tenían un criadero de cerdos, con su piedra de sacrificios y su mesa de destazar… …El interior de la casa alcanzaba apenas para vivir. Por eso las hermanas mayores trataron de pedir una casa prestada cuando se dieron cuenta del tamaño de la fiesta… Así que pintaron la casa de su color amarillo original, enderezaron las puertas y compusieron los pisos, y la dejaron tan digna como fue posible para una boda de tanto estruendo. Los gemelos se llevaron los cerdos para otra parte y sanearon la porqueriza con cal viva, pero aun así se vio que iba a faltar espacio. Al final, por diligencias de Bayardo San. Román, tumbaron las cercas del patio, pidieron prestadas para bailar las casas contiguas, y pusieron mesones de carpinteros para sentarse a comer bajo la fronda de los tamarindos. (García Márquez, 2013, pág. 40-41)

Sin lugar a dudas, dentro de la escenificación el diálogo es una parte fundamental para generar tensión dar dinamismo a la obra. El diálogo hace más que reproduce el habla de los personajes, tienen vida propia, actúan por sí mismos y deben convencer al lector de que son verosímiles, creíbles (Kohan, 2006, pág. 65). El intercambio debe ser natural, evitando el exceso de literatura innecesaria y permitiendo ampliar la información. Para un empleo adecuado de los mismos se debe establecer su intencionalidad, las acciones anteriores y posteriores al intercambio.

Un ejemplo claro es el empleo de la acción como consecuencia del dialogo y el diálogo como refuerzo de la acción, este es el segmento clímax de la historia, cuyas líneas brindan la resolución de acciones anteriores y motivarán las posteriores, no hay diálogos extensos y se siente natural ya que se privilegia la descripción del momento, como ocurre la escena:

Page 9: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

Los gemelos volvieron a la casa un poco antes de las tres, llamados de urgencia por su madre. Encontraron a Ángela Vicario tumbada bocabajo en un sofá del comedor y con la cara macerada a golpes, pero había terminado de llorar (…) Pedro Vicario, el más resuelto de los hermanos, la levantó en vilo por la cintura y la sentó en la mesa del comedor. -Anda, niña -le dijo temblando de rabia-: dinos quién fue. Ella se demoró apenas el tiempo necesario para decir el nombre. Lo buscó en las tinieblas, lo encontró a primera vista entre los tantos y tantos nombres confundibles de este mundo y del otro, y lo dejó clavado en la pared con su dardo certero, como a una mariposa sin albedrío cuya sentencia estaba escrita desde siempre. -Santiago Nasar -dijo. (García Marquez, 2013, pág. 51).

Otra forma de escenificar por medio del diálogo es explotar las propias palabras enunciadas por los personajes para negar una serie de acciones que sugieren su estado de ánimo. En este breve diálogo los gemelos Vicario reconocen su culpa, pero se señalan inocentes y lo justifican:

-Lo matamos a conciencia -dijo Pedro Vicario-, pero somos inocentes.-Tal vez ante Dios -dijo el padre Amador.-Ante Dios y ante los hombres -dijo Pablo Vicario-. Fue un asunto de honor.

(García Márquez, 2013, pág. 53)

Terminando con los recursos de la acción narrativa propuestos por Silvia Kohan (2006) tenemos el uso de una serie de acciones mínimas pero intensas para llegar a una acción efectista como final, las últimas líneas de esta tragedia moderna:

…Santiago Nasar frente a la puerta, bocabajo en el polvo, tratando de levantarse de su propia sangre. Se incorporó de medio lado, y se echó a andar en un estado de alucinación, sosteniendo con las manos las vísceras colgantes. Caminó más de cien metros para darle la vuelta completa a la casa y entrar por la puerta de la cocina. Tuvo todavía bastante lucidez para no ir por la calle, que era el trayecto más largo, sino que entró por la casa contigua. Poncho Lanao, su esposa y sus cinco hijos no se habían enterado de lo que acababa de ocurrir a 20 pasos de su puerta (…) empezaban a desayunar cuando vieron entrar a Santiago Nasar empapado de sangre llevando en las manos el racimo de sus entrañas (…) al pasar frente a la mesa les sonrió, y siguió a través de los dormitorios hasta la salida posterior de la casa (…) Mi tía Wenefrida Márquez estaba desescamando un sábalo en el patio de su casa al otro lado del río, y lo vio descender las escalinatas del muelle antiguo buscando con paso firme el rumbo de su casa. -¡Santiago, hijo --le gritó-, qué te pasa! Santiago Nasar la reconoció. -Que me mataron, niña Wene -dijo. Tropezó en el último escalón, pero se incorporó de inmediato. «Hasta tuvo el cuidado de sacudir con la mano la tierra que le quedó en las tripas», me dijo mi tía Wene. Después entró en su casa por la puerta trasera, que estaba abierta desde las seis, y se derrumbó de bruces en la cocina. (García Márquez, 2013, págs. 123-125).

La obra se halla en primera persona, el narrador a lo largo de poco más de cien páginas es el propio García Márquez, un locutor que reconstruye los hechos a partir de los elementos verbales que los testimonios refieren a él. El autor se oculta detrás del narrador que es un personaje “sui generis” que asume la tarea de construir el relato (Beristáin, 1995, pág. 358).

La temporalidad juega un papel trascendente. El tiempo es una de las instancias en que se desarrolla el proceso discursivo, además de la espacialidad y la acción de los actores. Esta ofrece las dos facetas abordadas con anterioridad, por una parte la enunciación del discurso y por otro, los

Page 10: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

hechos relatados por el discurso (Baristáin, 1995, pág. 478). Como autor de ficción literaria o como periodista, la figura del realismo mágico siempre está presente en la obra de García Márquez, así como su obsesión por contar tramas complejas, historias no lineales y entretejer un mosaico de historias.

En Crónica de una muerte anunciada el uso de analepsis es contante, la infracción temporal de hechos le permite introducir acotados según el orden lógico con el que los acontecimientos deberían de haber sido expresados; los sumarios provienen en su mayoría de los diálogos y entrevistas con los partícipes de la historia, condensando algunos datos de la información; y la figura de la elipsis es recurrente al suprimir información clave en el desarrollo de la obra, la cual imprime intriga, mantiene al lector a la expectativa en un proceso constante de construcción de los hechos, resolviendo el rompecabezas. Algunos de ellos se presentan posteriormente en la obra, otros no (aún no se sabe si Nasar fue realmente el culpable de violar la honra de Ángela Vicario).

Desearía concluir con mi opinión, con el genuino temor de omitir algo de lo que ya he mencionado a lo largo de este ensayo. Es admirable la narrativa magistral del Nobel colombiano, en esta obra en particular la realización de una meticulosa investigación y la presentación efectiva de la recreación del suceso a través de un lenguaje fino, sobrio y efectivo García Márquez crea como es costumbre, un mundo tan semejante al cotidiano pero al mismo tiempo totalmente diferente a ello. Su expresión realista se encuentra en la delgada línea de la presentación entre lo verdadero y lo irreal, delgada línea que se desvanece naturalmente en un texto lleno de intriga.

Tratare de hablar de algo que no he dicho, me queda cada vez más claro que establecer de forma rígida esa frontera entre el periodismo y la literatura es solo un capricho de la teoría sobre los géneros que nos coloca en medio de debates innecesarios sobre el lugar donde ponderar una obra y limita la capacidad creativa del literato sobre el papel. Después de leer Crónica de una muerte anunciada y disfrutar del suspenso, el drama, la forma de retratar en nuestra mente imágenes tan vivas y estéticas (siendo un servidor amante de la tragedia griega y sus derivados posmodernos) provenientes de su narrativa; así como reflexionar sobre el valor del capital cultural del escritor, la necesidad de tener en cuenta y hacer presente de forma explícita e implícita el espacio y la temporalidad, y sobre todo concretar la obra con información efectiva de una investigación rígida; no logro entender porque se discute sobre la rigurosidad de separar estos hemisferios en una sociedad tendiente a la globalidad y la convergencia.

Para escritores: periodistas o literatos, esta obra es un modelo a seguir; y para Latinoamérica, Gabriel García Márquez significa una de las figuras más importantes de la cultura, la moral y la conciencia hispana, su obra es un reflejo de la esencia de una humanidad oprimida, decadente, pero siempre esperanzada. Su inagotable ingenio siempre ha conseguido plasmar este pensamiento a medio camino de la realidad y la fantasía.

Fuentes Consultadas• Beristáin, Helena (1995). Diccionario de retórica y poética. 7ª edición. Ed. Porrúa, México. 508 pp.• Chatman, Seymour (1990). Historia y discurso. La estructura narrativa en la novela y en el cine. Taurus

Humanidades, España.• Eloy, Tomas (2005). Los hechos de la vida. [http://www.lanacion.com.ar/1228740-los-hechos-de-la-vida]

(Consultado el 15 de abril de 2013. 5:30 p.m.)

Page 11: Análisis Crónica de una Muerte Anunciada

• García Márquez, Gabriel (2013). Crónica de una muerte anunciada. Ed. Diana, México. 8va reimpresión. 125 pp.

• García Márquez, Gabriel (1981). ¿Quién cree a Janet Cook? en El País. 29 de abril. Opinión. • Kohan, Silvia (2006). La acción es narrativa: claves para desarrollar escenas, diálogos y personajes

creíbles. Ed. Alba, España. 106 pp.• Martínez, Omar Raúl (2000). “Un acercamiento a la ética y la deontología periodísticas en México” en H.

Aznar, E. Villanueva (coord.). Deontología y autorregulación informativa: Ensayos desde una perspectiva comparada. FMBAC, México. pp. 33-42.

• Santamaría Suárez, Luisa (1994). “Estudio actual de la investigación sobre la teoría de los géneros periodísticos” en Estudios sobre el mensaje periodístico. N° 1. Ed. Complutense, Madrid. Págs. 37-56.

• Simpson, Máximo (1977). “Reportaje, objetividad y crítica social (el presente como historia)” en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. Núms. 86 y 87. México, FCPyS, UNAM. Año XXIII. Nueva Época. Págs. 143-151.

• Simpson, Máximo (1983). “Crónica, cronología y narración testimonial” en Cuadernos del Centro de Estudios de la Comunicación, Núm. 7, México, FCPyS, UNAM. Págs. 19- 41.