22-9-2015

Análisis de Caso

Organización y Gestión Educativa

MARTA CECILIA QUIROGA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁNFACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN EDUCATIVA (PLAN ‘96).

LA INSTITUCIÓN Y SUS ORGANIZACIONESEN EDUCACIÓN

PRÓLOGO En lo que refiere a la experiencia.El presente análisis constituye un desafío personal, pues las circunstancias personales me imponen la situación de trabajar de forma individual.Ha sido una aventura compleja que decido afrontar pero que me enriquece a cada paso. Los errores en que vaya a incurrir espero absorberlos como gratas experiencias de crecimiento.Sin duda este trabajo carecerá de riqueza dialógica, pero espero que el esfuerzo no sea estéril al enriquecimiento de la práctica.En esta etapa de ciclo superior me he encuentro sumida a continuas producciones individuales, a veces por decisión propia, otras, como es este caso, por razones de tiempo y espacios de encuentro.Sinceramente, espero poder aportar una propuesta de trabajo superadora, que me permita cumplir los objetivos propuestos.

INTRODUCCIÓNEl presente estudio de caso es una propuesta pedagógica fundada en la práctica, lo que podemos llamar “en los zapatos de un asesor pedagógico”, una tarea que no dista demasiado tiempo en ser asumida por nosotros como profesionales.

1

El presente informe requiere de una lectura permanente del caso propuesto, una reflexión sobre la bibliografía y una construcción personal.El caso 3, es un relato de los acontecimientos que ocurren en una escuela pública de nivel medio, durante las horas de clase de la asignatura Biología: una pelea entre dos alumnos, que desemboca en daño físico de uno de ellos, intervención de las autoridades y de los padres de los jóvenes.El relato, elaborado por un asesor pedagógico externo, da cuenta de un complejo de consecuencias del hecho pero que se fundan en la misma complejidad de las relaciones interpersonales, marcadas por las experiencias socioafectivas, las construcciones identitarias, las interpretaciones de los adultos, y de los mismos jóvenes, que actúan atravesadas por las relaciones de poder, que se suscitan en el común de una organización educativa, y los espacios de diálogo que se generan o no en la comunidad educativa.

Para iniciar un informe y cumplimentar con la tarea de forma sistemática y organizada, se transcriben a continuación y de forma polarizada, lo que las primeras lecturas me permiten diferenciar como hipótesis descriptivas e hipótesis explicativas.

Primer momentoHipótesis descriptivas y explicativas de la autoraBajo un cuadro de doble entrada he de intentar diferenciar las hipótesis descriptivas y las correspondientes hipótesis explicativas, que infiriese la asesora pedagógica, al respecto.

HIPÓTESIS DESCRIPTIVAS HIPÓTESIS INTERPRETATIVAS

El suceso tiene lugar en escuela de nivel medio, a la que asisten aproximadamente mil alumnos entre los dos turnos, con Ciclo Básico y Ciclo Superior, ubicada en la zona céntrica de la ciudad. El conflicto se da en la hora Biología correspondiente al tercer año.Es un establecimiento que recibe una población variada, de movilidad notable que se no se caracteriza por bajas en los índices cuantitativos, sino por la heterogeneidad de clases, y porque emigran jóvenes a otras instituciones y al mismo tiempo llegan otros nuevos. Consecuencia de esto es que el tercer año donde se suscita el conflicto está constituido por unos treinta alumnos, de los cuales sólo 3 asisten a esta escuela desde el primer año.

Estamos frente a una formación del grupo-clase que no se asienta sobre lazos construidos entre los chicos a partir de la convivencia en la misma institución durante un tiempo prolongado. Nuevos y distintos sujetos, con nuevas y distintas mentalidades y modos de actuar y comportarse, distintas prácticas y significaciones en torno a esta escuela. Se trata de un colectivo fuertemente fragmentado, sin la construcción de lazos que suturen la atomización derivada de la continua desintegración y reconfiguración del grupo de alumnos que conforma el curso. Estamos además frente a jóvenes que se encuentran en proceso de elaboración de su nuevo lugar en esta nueva escuela, procesos que en algunos casos se encuentran signados por la sensación de la pérdida de espacios escolares considerados más

2

valiosos. Es de presuponer que estos cambios han representado pérdidas para cada uno de ellos, cuya elaboración no está prevista por la organización de las actividades escolares, muy marcadas por las exigencias de los cambios curriculares.

El conflicto se da entre dos alumnos, Andrés y Pablo, que pelean echándose mutuamente la culpa de haber sido los responsables de lanzar un chicle que quedó pegado en la pared, llegan a pegarse y el primero le saca un diente al segundo, de una trompada. Por recomendación médica el alumno es llevado a su casa. La madre del mismo se desespera ante la situación, agrede verbalmente a la directora, y hace responsable a la institución de no cuidar a los alumnos. La directora se ofrece para llevar al alumno al odontólogo.De regreso en el colegio la directora recibe al padre del alumno agresor, quien le solicita que lo acompañe al consultorio donde se encuentra el joven agredido por su hijo, quiere asumir los gastos del tratamiento, pero no se anima a concurrir sólo.

La asesora sostiene que las actuaciones que los directivos ponen en marcha para situaciones semejantes a la que se plantea son intervenciones aisladas y no logran encaminarse hacia un tratamiento colectivo de la problemática que por vía de tales indicios se anuncia. Considerados en muchos casos como situaciones derivadas de las características de tal o cual alumno, o características del curso, y no alcanzan a advertirse los procesos que están operando en la base de los sucesos y los modos en que la institución les da un lugar y un tratamiento.

La institución no cuenta con una vice directora, cargo que previamente ocupaba la actual directora.

La analista señala, en cuanto al rol de la directora, que este se desarrolla de forma precaria, y a su vez da cuenta de la existencia de una atmósfera de conflictividad y confusión en que ha quedado sumida la posición directiva a raíz de lo sucedido con la anterior gestión, factores que afectan la construcción de la directora como tal, y que ejercen presiones sobre su cargo

El padre de Andrés, quien agrediera al otro joven, ha concurrido en otras oportunidades a la institución a fin de conocer la situación de su hijo. Diferente es el caso de Pablo, quien no presenta antecedentes de involucramiento de sus padres en su proceso educativo.

En relación a la participación y significaciones en torno a los padres, la analista presupone que: Andrés goza de un cierto reconocimiento que deriva de la presencia asidua de su padre en la escuela. Aunque no se lo trata diferencialmente, se lo reconoce. Su familia muestra una dinámica de

3

relación con la escuela, en la que expresa sus demandas y busca la atención de responsables. Pablo es más anónimo. Aunque no ha tenido problemas, es él el único responsable de su escolaridad frente al establecimiento. Esta situación de fragilidad frente a Andrés no es una cuestión meramente individual. Habla del modo en que su situación social se convierte en situación institucional y se anuda a los modos en que, sin conciencia tal vez, se categoriza a los alumnos en la escuela.

Este grado es tema de queja recurrente por parte de los docentes. Algunos han llegado a pedir sanciones para los chicos como amonestaciones, otros deciden continuar la clase bajo la idea de que las aproveches quienes realmente tengan “interés”. Otra temática, es la recurrente inasistencia de los docentes a la escuela, lo que genera la multiplicación de horas libres difícilmente atendibles por el personal disponible en la institución. Finalmente, se describe que los docentes se encuentran involucrados en una disputa entre dos profesoras, ambas aspirantes a cargos directivos y que sostienen ideas opuestas respecto de los modos de trabajo con los alumnos, que además ejercen influencias contradictorias sobre sus colegas. Una de éstas docentes solía escuchar los problemas de los alumnos que se acercaban a solicitárselo, pero en los últimos tiempos su atención ha estado centrada en el conflicto que mantiene con la otra docente, con quien disputa él cargo. Ambas docentes tienen viejos enfrentamientos personales por razones ajenas a la institución.

En tanto al personal docente señala que estos trabajan en esta y otras instituciones, y que en sus imaginarios esta institución es la más señalada como problemática. Esto, a su vez, se vincula con los significados propios de las formas de la organización del nivel medio: la organización del trabajo de cada profesor no tiene como eje la institución singular, sino que el ordenador de su trabajo es el contenido de la asignatura que elaborará homogéneamente con particulares adaptaciones para cada escuela. El tratamiento de las problemáticas que se originan con los alumnos se resuelve en el aula y mediante los recursos que posibilita el ámbito de la clase. Pero no hay posibilidades de un trabajo del colectivo de los profesores en función de las problemáticas de diversa índole que se advierten en los alumnos. Cada profesor lo resuelve como puede y quiere en el contexto de su clase.Se trata también de las significaciones que el sistema va instituyendo respecto de cada escuela a raíz de las tácitas jerarquizaciones que se derivan de la impronta que las características de los alumnos de las mismas le imprimen. Estas jerarquizaciones operan en las valoraciones que los docentes realizan respecto de cada institución, y en los modos en los que se comprometen

4

con cada una de ellas. De hecho, varios docentes reconocen que ante las dificultades de su trabajo, concentran sus esfuerzos en otras escuelas en las que trabajan en las que todo es “como más estable” y los chicos les “dan más satisfacciones”. Es decir se suma una problemática general: la organización del trabajo en el nivel medio con el “desapego”, la escasa identificación de los docentes con esta escuela, lo cual redunda en un colectivo atomizado y un trabajo fragmentario.La autora sostiene entonces que todo lo señalado conforma un contexto de dispersión y cierto nivel de anomia en el ámbito del trabajo docente, que más allá de los proyectos institucionales, formalmente concertados, muestra una trama frágil en la que la contención del alumnado y la escucha de las necesidades de los chicos quedan libradas a quien espontáneamente las asuma.

Problema/ problemas

Algo enunciara ya en la introducción pero que aquí se me permite especificar.

Puedo establecer, lo que entiendo como el macro problema, en palabras sencillas la construcción de una identidad común institucional, tanto para el cuerpo docente como para el estudiantado.

De este defino una serie de subproblemas o micro problemas, para seguir con la con la denominación, que a mi entender son transversales entre sí y vinculantes en la construcción de esta identidad institucional:

Desapego del cuerpo docente a la escuela, generados por la particular organización del nivel medio, y una sensación de permanente conflictividad en dicha escuela.Vínculo no construido entre los jóvenes como compañeros.

Segundo momentoCondiciones, Estilo Institucional, resultados

5

Condiciones Estilo institucional ResultadosDe acuerdo a Lidia

Fernández, las condiciones son los

aspectos preexistentes al fenómeno que

estudiamos, y que establecen con él, alguna relación de

determinación.

Según Lidia Fernández, el estilo refiere a aspectos o

cualidades de la acción institucional que se reitera a lo largo del tiempo, y que configuran una

modalidad característica que se

percibe de forma directa en el clima, y

movimiento de su vida cotidiana, las

maneras de sus miembros…

La autora considera a los resultados como aspectos u

objetos derivados de la producción

institucional en los niveles materiales y

simbólicos. Los resultados entran en el circuito de la vida institucional como condiciones en sí

Existe una condición que se puede considerar como estructural, pues en términos

generales, escapa de la voluntad de la

escuela: la usencia de docentes que

ocupasen los cargos de matemática y

física, en los primeros meses del

año.

Ante dicha condición podemos

definir como estilo de la organización,

dentro de lo que Lidia Fernández considera como concepciones

pedagógicas explicitas e

implícitas acerca de los roles, las relaciones, las

formas de tratar con contenidos y

recursos, las expectativas de rendimiento: la actuación de la

escuela cuando al fin se cubren los cargos,

en tanto decide recuperar clases,

Genera en el conjunto del

alumnado malestar y protesta, de alguna

forma sienten desestimados sus

intereses

6

ocupando las horas de educación física y

plástica. Lo que subyace es una

sobrevaloración de ambas asignaturas en

detrimento de las otras, y un desprecio

de los espacios de placer y disfrute de

los jóvenes, en tanto sus intereses.

Malestar y disconformidad del

conjunto del profesorado, con la

institución en general, por

considerarla “más problemática” frente

a otras en las que también ejercen

cargo. Conflicto

explicito entre dos docentes por cargos

jerárquicos.

En cuanto al estilo de la

organización, a mi parecer, se encuadra

en lo que Lidia Fernández llamará conjunto más o

menos regular de estrategias y

modalidades para enfrentar y

resolver dificultades y tratar con las tensiones y

ansiedades que desencadenan el

trabajo y la vida de relación. En este

caso la escuela brinda escasos

espacios de encuentro y diálogo, en torno al colectivo docente, tanto para

sus relaciones interpersonales de trabajo, como para

Como resultado tenemos que los

docentes asumen los conflictos de los alumnos y los

resuelven, “como pueden”, al interior

de las aulas: haciendo uso de los

castigos disciplinares o tomando una

actitud de indiferencia frente al interés de los chicos

de aprender o no, con la asunción, de “que

aprenda el que quiera”.

Sentimiento de desapego a la

institución, donde el trabajo queda

enmarcado esencialmente por lo

académico de la asignatura que

imparte. División del

7

escuchar las dificultades que

acarrea el manejo de los grupos. Olvidando

la importancia fundamental que

tiene la oportunidad de aprender de los otras experiencias

similares, que enriquecen las

prácticas personales.

cuerpo docente en cuanto a la posición que toman frente al

conflicto entre las dos docentes.

La entendida como precariedad del rol de la directora, o

soledad, a mi entender, que

también se podría definir como

estructural, en tanto no cuenta con el

sostén compartido del cargo, por una

vicedirectora.

El estilo aquí podría considerarse, como un aspecto

más o menos estable en el proceso de

producción y en su resultado. Pues la docente a cargo del rol directivo, realiza

cercanas intervenciones, en tanto se informa de las situaciones, que

como la que desencadena el

análisis, se suscitan. Se involucra

personalmente y actúa como

mediadora en los conflictos.

Ejemplo es el hecho que acompañara al alumno Pablo, primero a su casa, y luego se ofreciera a seguirle hasta el

Mediar frente a las solicitudes de

amonestaciones de los docentes,

desencadena que muchas veces estás sean desestimadas,

conforme a una reflexión.

Ante la situación puntual puede dar

cuenta personalmente de la situación del alumno,

y actuar como mediadora entre el

padre de Andrés y la madre de Pablo,

permitiendo se libere la situación de

tensión primera. Mediación que

además, genera la confianza para que la escuela sea sitio de

próximos encuentros entre los padres.

8

odontólogo a fin de interiorizarse de la situación y el progreso del malestar que ahora tiene el joven.

Heterogeneidad de clase, y movilidad

del cuerpo estudiantil, en tanto

que en tanto alumnos se van otros llegan

Indiferencia de la escuela que no

genera espacios de encuentro que favorezcan la

construcción de una identidad

institucional común por parte de todos los

alumnos, y que además, a

conveniencia suprime horas de una

asignatura como educación física que,

de sobrada experiencia se sabe

que fortalece la relación entre los

alumnos.

Entre otras causas, este es una fundamental, del conflicto descripto. Pues los chicos, no construyen vínculos comunes que coloquen al otro, como un otro cercano.

Tercer momentoHipótesis explicativas propiasCabe señalar que coincido bastante con lo expuesto con la autora del relato, pero me animo a profundizar más allá en tanto al rol del director sobre todo como mediador fundamental a la hora de construir identidades.La docente a cargo de la dirección realiza efectivas intervenciones, pero que se enmarcan dentro un conjunto aislado, es decir, ante situaciones de desborde entre docentes y los alumnos, interviene en cada caso pero no aparecen propuestas superadoras, de trabajo interdisciplinario, o de dialogo entre los interesados.Luego es evidente que algunos adolescentes cuentan con un mayor interés de sus padres por sus trayectorias educativas, pero no se abordan proyectos que favorezcan el acercamiento de padres a la institución.Finalmente, como una hipótesis explicativa globalizadora del problema. La escuela no atiende a la necesidad fundamental de generar caminos de encuentro

9

entre toda la comunidad educativa, quizás talleres, quizás excursiones, quizás experiencias de trabajo mancomunado bajo fines altruistas, pero que principalmente se definen mediante el diálogo permanente y el encuentro de la diversidad que constituye la característica estructural de la institución.

Análisis a partir de la matriz pentagonalLa matriz pentagonal que Bianco (2007) expone, nos sirve como dispositivo para complejizar la mirada, direccionándonos a un diagnóstico que contemple en profundidad las problemática que nos convoca. Cabe señalar que este análisis está atravesado por la interpretación que ya ha realizado una analista, y que llega a nuestras manos presentado como diagnóstico institucional; dicha analista es una observadora externa a la institución, con una mirada objetiva de lo que intenta contar, pero que no deja de ser parcial, pero no por ello desacertada. Esto, limita la mirada personal que pueda construir, y deja fuera ciertos aspectos de la realidad. El análisis desde la matriz pentagonal permite un enfoque no sólo desde lo que dice, sino también en lo que no dice, buscando develar el entretejido de vínculos entre los sujetos participantes evidenciando cómo esta red le otorga a la organización en su conjunto y a sus colectivos, significancias y sentidos determinados.Desde lo estudiado la matriz pentagonal se define a partir de tres atributos: contexto, sujeto y organización. Y dos predicados: dimensión histórico-situacional y dimensión material-simbólica.No contamos con ningún registro que haga referencia a aspectos históricos de la institución, sencillamente contamos con una descripción del conflicto entre dos alumnos y algunos datos que hacen referencia a la debilidad en las relaciones vinculares. Podemos adjudicar este vacío de historia a factores estructurales, como ser el hecho de que los docentes trabajan por hora, yendo de un establecimiento a otro, y a factores culturales simbólicos que provienen de la forma en que el sujeto representa su práctica.Respecto a los actores que podemos definir, se encuentran: la directora, los docentes y preceptores, los alumnos y los padres. Así, nos encontramos con una organización trazada por fuertes discursos negativos, poco compromiso de algunos actores en el proceso de enseñanza-aprendizaje y socialización de los alumnos. Donde cada uno vive la institución de diferente manera: la directora la asume como responsabilidad propia pero se ve sumida en la limitación funcional al no contar con el respaldo de una vicedirectora. Los docentes la viven como conflictiva, y bajo la situación generalizada se limitan a organizar su curriculum académico, bajo una posición de indiferencia ante el conjunto de la institución, es decir más allá del espacio áulico. Los alumnos no han construido una identidad escolar y en muchos casos resienten aún el haber tenido que abandonar sus antiguas escuelas. Es decir, constituyen un grupo con una enorme movilidad matricular, cuya consecuencia es una sensación de desarraigo. Padres que no asisten en ninguna instancia a  la institución. Presencia que es entendida como reflejo directo de compromiso con el aprendizaje de sus hijos. Es decir, se vive una trama vincular fragmentada

10

Una preceptora que resuelve los conflictos, que se generan, teniendo en cuenta quienes son los “buenos” y quiénes son los “malos” alumnos, una mera forma de rotularlosDesde una mirada de los sujetos entonces, nos encontramos con vínculos fragmentados, con una trama en crisis que deterioran el desarrollo y la vida institucional, que muestra que su posicionamiento en la institución no responde a las expectativas.Con respecto al estilo, las relaciones se forjan, en torno a una jerarquía vertical. Es decir responden a una estructura de tipo piramidal. Con la directora en la cúspide, los docentes y preceptores en un mismo nivel, e inmediatamente por debajo los alumnos.En cuanto a las normas, desde la mirada de la analista, se puede decir que son los docentes y preceptores, los que deciden como se hace respetar una norma, por ejemplo, como se han de colocar las amonestaciones.Es la organización la da sentido a esas relaciones y al posicionamiento de los sujetos, atravesados por un estilo dado, con su dinámica y en sus condiciones estructurales. Finalmente en cuanto, al último atributo, el contexto, no se conoce más que la escuela está situada en la zona céntrica de la ciudad, que bajo conjeturas establecidas se refiere a San Miguel de Tucumán, pero que recibe a alumnos de diferentes zonas de la capital, es decir no tan solo del contexto inmediato de la escuela, y de diferentes condiciones socioeconómica familiar. No tenemos más referencias que éstas, a partir de las que, sólo podemos deducir que en la institución uno puede encontrarse con un crisol de realidades sociales, culturales y económicas.Lo material es aquí el conflicto que desencadena el análisis, la intervención de los directivos y la reacción de los padres, lo que se reconoce de los perfiles docentes y de la movilidad la población estudiantil, sumado a los conflictos internos por las luchas de poder, y a las condiciones estructurales de: no designación a tiempo de docentes suplentes, organización del trabajo por horas propio del nivel, y ausencia de un profesor/a que ocupe el cargo de vicedirector designado. En cuanto a lo simbólico, hace a las construcciones que de ello se derivan.

Cuarto y quinto momentoHipótesis OperativasDespués de una profunda lectura del caso presentado, y el avance procesual en un análisis, que intentara, no fuese prejuicioso o superficial, plantearse la posibilidad de elaborar propuestas operativas factibles de ponerse en marcha para superar la problemática institucional, parece algo complejo y hasta posible de caer en la esterilidad o el tratamiento superfluo de la situación. Porque lo que dejara el análisis, es que el conflicto desatado es consecuencia de un conjunto de antecedentes profundos, que se encuentran marcados por una forma de ser y hacer en esta organización, es decir; por el estilo institucional.

11

Entonces la tarea parece imposible, porque cambiar una forma de hacer y ser, es poner la forja a cero y empezar de nuevo. Pero esta afirmación no puede atar nuestras manos o cortar la creatividad para enfrentar los problemas, esta afirmación debe movilizarnos a poner en juego todas las herramientas posibles. Quizás para algunos cambiar el estilo institucional de una organización, es imposible, otros dirán que mínimamente se necesitan años, algunos encasillaran la situación a una mera forma de “terapia familiar”; y quizás todos tengan una cuota de razón. Pero no se tira todo abajo para remodelar, se evalúa y se debe conserva lo valioso y lo que todavía servirá de cimiento. Además, qué obra de remodelación no inicia primeramente colocándose el primer ladrillo. Pues la realidad es que si el principal problema, que subyace a esta institución, es poder forjar una identidad propia y profundizar la trama vincular, no podemos tirar abajo todo, se debe tomar la fortaleza y crecer desde allí.Luego, lo que quedará será centrar el problema, reconocer las fallas, resaltar las fortalezas y comprometer a cada actor en el proceso.Como no soy partidaria de los dictámenes sin sentido, creo que toda propuesta superadora, debe iniciar con un diálogo capaz de exponer la situación al conjunto de actores intervinientes en la organización. Un encuentro que podría traducirse en una jornada comunitaria, en que cada actor bajo una propuesta general de trabajo democrática, tenga el mismo derecho de intervenir y presentar sus inquietudes. Una jornada, con espacios de debate y momentos de esparcimiento. El objetivo de dicha jornada debe ser, hacer visible la problemática, palpable a cada realidad subjetiva; y favorecer el compromiso de cada actor a implicarse en el cambio. Un cambio activo donde cada uno en su rol sea propositor de acciones concretas que fortalezcan el vínculo y el trabajo hacia el crecimiento.Posterior a esta jornada, debe desarrollarse un conjunto de actividades/acciones que se enmarcaran en propuestas desde la dirección, que tendrán un avance vertical pero que no serán deterministas sino que se fortalecerán y desarrollarán a partir de la creatividad y el acuerdo mancomunado de todos los actores de la comunidad educativa.Sin dejar de lado mi postura, y mi creencia sostenida de que sin un compromiso previo no se puede partir, intentaré enunciar un conjunto de propuestas factibles de poner en marcha, en un corto y mediano plazo para favorecer la construcción o el fortalecimiento de vínculos.Jornadas deportivas: fortaleciendo el trabajo en equipo de cada división y curso, al interior de su cotidiano, que no centre la mirada competitiva, sino la recreativa. Las jornadas deportivas, tendrán como objetivo fortalecer los vínculos desde el más cercano para luego poder avanzar hacia la construcción de una identidad de pertenencia más general. Para cada encuentro cada curso o división a de plantear un juego deportivo y proveerse de los elementos pertinentes para ponerlos en marcha. Como en una misma jornada es posible no sea factible desarrollar cada juego, podría abordarse por turnos, quizás una jornada cada dos meses donde cuatro cursos pongan en marcha su propuesta. El objetivo será tener presente la realidad de cada compañero, es decir, alguna imposibilidad motora o subjetiva, que no le dejara participar en el juego, contemplando así que cada alumno tenga una

12

función o se involucre en el proceso. A modo de ejemplo, si se propusiese un deporte de mayor participación masculina, las adolescentes no deben quedar excluidas e involucrarse de algún modo. O mejor aún pensar en equipos mixtos de deporte.Cada docente deberá asumir un rol activo en los juegos, y de ser posible actuar como coordinador, coach o entrenador, Así fortalecer el vínculo con aquella división. Es de sabida experiencia, que los adultos se admiran de la creatividad y energía de los jóvenes cuando los ven actuando bajo un denominador común. Entonces el objetivo deberá ser que el docente sea capaz de vislumbrar, quizás conocer, las potencialidades de sus alumnos, si hasta el momento sólo conocía sus disvalores.

Un campamento por ciclo: las jornadas deportivas permitirán iniciar un camino para fortalecer los vínculos con el compañero más cercano, pero es claro que de no enfocarse correctamente, incluso haciéndolo, se podría limitar la interrelación más allá del aula, por la competitividad.Es aquí donde una actividad más masiva podría permitir progresar en reconocer aquellas características que nos acercan más, superadoras de la edad cronológica o una identificación organizativa de aulas o cursos.El campamento debe trabajar sobre las realidades de cada etapa que se está viviendo, el aprendizaje en experiencias del prójimo, y en valores como la solidaridad, la lealtad, la amistad y el respeto a las diferencias.El equipo encargado de planificar dicho campamento debe estar conformado por múltiples actores, el equipo directivo y docente, pero también por un grupo representativo del cuerpo estudiantil a ser involucrado en el campamento, y de ser posible y pertinente, padres representantes de la cooperadora escolar.Incluirán en las funciones de cada actor, encontrar desde los espacios físicos para dicho campamento, los presupuestos a manejar, los recursos a usar, y la temática a desarrollar.

El juego del rol player debe ser una opción a contemplar, sea dentro de la actividad campamentista, a modo de esparcimiento¸ o de mayor compromiso. El “mayor compromiso” implicará delegar algunas funciones o intercambiarlas, entre los diferentes actores para que cada uno pueda conocer y experimentar sobre la función y el papel del otro. Esta actividad debe pensarse con cuidado, para que todos puedan comprender que no hay un rol menos importante, y que cada papel tiene sus complejidades, problemáticas, pero también sus fortalezas y posibilidades.

El apadrinamiento solidario: esta actividad es un trabajo que puede tomar un mediano plazo, pues debe planificarse con cuidado y compromiso. La idea central será trabajar en base a la solidaridad y la caridad comunitaria con el más desfavorecido; se intentará progresar en el vínculo hacia la institución y toda la comunidad educativa bajo el objetivo del trabajo común.

13

Primero deberá plantearse un objetivo común que enfoque el sujeto de la actividad solidaria, es decir, el barrio, una escuela de mayor carencia, una institución con niños o adultos en situación de abandono, o niños en situación de calle. Luego deberá progresarse hacia un que queremos hacer, que se afinará hacia un qué podemos hacer.Las propuestas de trabajo deben surgir del conjunto de la organización donde se escuchen o consideren todas las propuestas. Para una mayor eficacia organizativa, sería pertinente quizás conformar un equipo más reducido de trabajo, pero representativo de todos los involucrados.Las reuniones de ¿cómo estamos?: esta es una propuesta más específica, dirigida a fortalecer los vínculos docentes con la institución. Puede desarrollarse con diferentes grados de formalidad, encuentros programados donde cada docente pueda exponer su sentir personal, en cuanto a su trabajo y relación con sus pares y alumnos. También, es pertinente que se favorezcan espacios de encuentro más informales, como cenas, almuerzos, festejos de cumpleaños, etc.; que favorezcan la fraternidad del encuentro con el otro.

14