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CASO PARA PEDAGOGIA
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Análisis de Caso: Evaluación de la Oralidad y la Escritura
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso es una de las 25 universidades que componen el
consejo de rectores de las universidades chilenas, perteneciente al grupo de las privadas-
tradicionales con aporte estatal. Esta casa de estudios inició sus actividades académicas en marzo
de 1928, dando cuenta esto de una vasta trayectoria en la formación de profesionales para la
región de Valparaíso y el país. Asimismo, cabe destacar que esta casa de estudios es una de las
tres universidades eclesiásticas presentes en el país junto a la Pontificia Universidad Católica de
Chile y la Universidad Católica de la Santísima Concepción, siendo la primera en fundarse fuera de
la capital.
En términos de calidad, cabe señalar que esta institución se encuentra acreditada por un período
de 6 años por la Comisión Nacional de Acreditación en todas las áreas que esta entidad evalúa
(tanto obligatorias como optativas). En relación con lo mismo, los diversos rankings de
universidades la han posicionado tanto a nivel nacional como latinoamericano en buenas
ubicaciones, figurando, por ejemplo, como la séptima universidad chilena según la clasificación
webométrica del CSIC, en julio de 2011,en el octavo lugar según el ranking de El Mercurio, En el
ranking 2011 del QS World University Ranking se ubicó en el puesto 41 a nivel latinoamericano y
sexta a nivel nacional, mientras que en el Ranking Universitario de la revista América Economía,
versión 2011,4 la PUCV ocupó el quinto lugar a nivel nacional, y primero dentro de la Región de
Valparaíso.
En términos administrativos, esta universidad se encuentra dividida en 9 facultades (Ciencias,
Agronomía, Arquitectura y Urbanismo, Ciencias Económicas y Administrativas, Derecho, Filosofía y
Educación, Ingeniería, Recursos Naturales y Ciencias Religiosas), donde cada una de ellas se
distribuye a su vez en institutos, que agrupan a una serie de carreras afines, escuelas.
La universidad se distribuye en distintos sectores de la región de Valparaíso, encontrándose la
casa central en avenida Brasil de la ciudad de Valparaíso, sector donde también es posible
encontrar el grosso de las independencias de esta institución. El resto de las sedes se ubican en
las ciudades de Viña del Mar, Quilpué y Quillota.
Esta universidad tiene una matrícula de 13.291 alumnos los que provienen de distintas zonas
geográficas, destacando principalmente la gran presencia de alumnos de otras regiones como
también del extranjeros. En este último caso la mayor parte de los estudiantes provienen desde
Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y varios países Latinoamericanos.
Tal como ya fue mencionado, esta universidad se divide en facultades, institutos y escuelas. En el
caso particular de la facultad de filosofía y educación, esta alberga a las carreras de Castellano y
Comunicación, Historia y Geografía, Inglés, Traducción, Interpretación, Educación Física,
Educación Básica, Educación Parvularia, Educación Diferencial, Psicología, Música y Filosofía.
Algunas de estas se agrupan conformando lo que son los Institutos, en este caso particular el
Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje está conformado por 4 carreras (Castellano y
Comunicación, Inglés, Interpretación y Traducción), logrando una matrícula de 627 alumnos
aproximadamente. Este instituto tiene sus dependencias en el Centro Universitario María Teresa
Brown de Ariztía, en el sector Sausalito en Viña del Mar, contando con un edificio exclusivo para
esta unidad académica. Además cuenta con recursos materiales (biblioteca de educación,
fotocopiadoras, salas de estudio, hemeroteca, salones) y con recursos tecnológicos (sala de
computación, sala de audio, sala de práctica de la interpretación, proyectores en sala y proyectores
movibles).
En el caso particular de la carrera de Castellano y Comunicación, esta tiene una matrícula de 285
alumnos distribuidos entre primer y quinto año, donde el grueso de los estudiantes se encuentran
en primer y segundo semestre. En términos de resultados, este programa de estudio se encuentra
acreditado por un período de 7 años, así como también cabe destacar que los puntajes de los
alumnos que ingresan a primer año fluctúan entre los 730 y 590 puntos. Al final del primer año
pueden optar por el programa de Licenciatura en Estudios Lingüísticos y Literarios, esto en virtud
del desempeño demostrado hasta el momento.
La malla curricular de la carrera de Castellano y Comunicación considera una duración de nueve
semestres para la pedagogía y diez para la licenciatura. La distribución disciplinar considera las
áreas de lingüística, literatura y educación, tomando una gran preponderancia la comprensión y la
producción del discurso oral y escrito, sobre las otras dos.
Descripción del Caso
En concordancia con la gran relevancia de la comprensión y producción del discurso dentro de este
programa de formación profesional, en el quinto semestre de la carrera se encuentran los cursos
de teorías de la comprensión y teorías de la producción del discurso escrito. En el caso del primero
ha evidenciado de manera histórica un gran índice de reprobación de los estudiantes (38% en
2009), es por ello, que las docentes a cargo del curso decidieron realizar algunos cambios en
términos de la forma de evaluar el trabajo de sus estudiantes.
Antes de la reformulación, los alumnos debían realizar lectura de un grupo de textos,
principalmente teóricos, para con posterioridad elaborar un ensayo crítico-reflexivo (guiado por un
cuestionamiento problemático dado por la docente), en torno las lecturas cuya extensión era de 6 a
9 páginas aproximadamente y con entregas cada 15 días. Durante el proceso de elaboración del
escrito, los estudiantes no tenían la oportunidad de recibir retroalimentación, situación que era
justificada en el hecho de que el trabajo era desarrollado en duplas, además del período de tiempo
que tenían para producir el texto. En virtud de esto, la única oportunidad que tenían, en términos de
retroalimentación, eran la corrección, evaluación y comentarios que realizaban las profesoras en el
producto final. Evaluaciones que no tenían mucho impacto dado que las bajas calificaciones
continuaban y el índice de reprobación del curso no cambiaba.
Esta situación significó un evidente problema para las docentes, ya que el nivel de reprobación
incide directamente en el período de acreditación que se le entregué a este programa de formación
de pregrado. Punto al cual se le ha dado mucha relevancia, tanto a nivel de unidad académica
como de autoridades de la universidad, considerando el posicionamiento que se le pretende dar a
las carreras de formación pedagógica.
Para lograr una mejora en los resultados obtenidos en los alumnos que cursan esta asignatura las
docentes realizaron una variación en la metodología, dejando de lado la entrega quincenal de
ensayos y comenzando a trabajar con lo que ellas denominaron “diarios de lectura”. Para poder
desarrollar este trabajo el curso fue dividido en dos secciones con alrededor de 30 alumnos cada
una, antes de esto era solo una, donde ambas docentes compartían la clase (cada una
desarrollaba un módulo del curso) y además incluyeron el trabajo de tutorías tanto virtuales como
presenciales.
El trabajo de los “diarios de lectura” consistía en producir un texto breve (1 plana y media como
máximo) que diese cuenta de una lectura crítica y reflexiva (no era guiada por algún
cuestionamiento) de los documentos revisada cada semana. Estos diarios debían ser entregados
semanalmente y de forma individual. Durante el proceso de elaboración del escrito todos los
alumnos estaban obligados a someterse a una tutoría, ya fuese virtual o presencial, de lo contrario
se recibían sanciones al momento de la calificación final. Respecto a este último punto las
docentes señalaron que: “[…] esta medida no siempre la adoptamos, era en relación a la calidad
del texto. Por lo general, la sanción era para aquellos que nunca en su vida se aparecían por la
oficina para que le diéramos una mirada al texto. […] esta sanción era una medida para meterles
miedo a los chiquillos y se pusieran las pilas. […] y por lo general la limitábamos a no aceptar
pataleos después de que tenían la nota” (Profesora que dictaba el curso).
En este sentido, se desarrolló un trabajo de proceso, a través del cual los estudiantes podían darle
una revisión a su texto antes de realizar la entrega para la calificación, utilizando para ello distintas
alternativas tutoriales, tanto presenciales, en la oficina con la profesora y/o ayudante, como
virtuales, a través del uso de las wiki o entregas de tareas de moodle.
Posterior a la implementación de esta estrategia se logró visualizar un cambio evidente en los
resultados de aprendizaje de los alumnos, pasando por ejemplo, desde la reprobación de 16(38%)
alumnos de 43 en el año 2009, a 6 de 45 (14%) y ninguna reprobación en el 2010, solo el
abandono de 4 alumnos de un total de 42.
En términos cuantitativos, las docentes manifestaron que lograron su objetivo en términos de
mejorar los resultados de aprendizaje de sus alumnos, ya que hubo una mejora de las
calificaciones, pero también señalaron que la calidad de los textos de sus estudiantes era mucho
mejor. No obstante, también dejan ver que un trabajo así con tutorías semanales implica un
agotamiento importante. Al respecto expresan: “[…] para mí el primer año fue caótico, porque
además tenía una sección de práctica inicial, o sea, imagínate lo que era eso, un caos. Después ya
nos acostumbramos y con el apoyo del ayudante logré terminar viva” (Profesora a cargo del curso).
En términos de lo que señalaron los alumnos a esta nueva metodología de las docentes, ellos
manifestaron, a través de la encuesta de evaluación del curso, que efectivamente sentían que
aprendían más a través de las tutorías y que, a su vez podían lograr mejores calificaciones, no
obstante, preferían hacer pruebas porque era una “lata” tener que entregar un “informe” todas las
semanas. Al respecto, dieron a conocer:
“El trabajo con tutorías es bueno, pero a veces uno no tiene tiempo de terminar el texto antes para
mandárselo a la profe y que te lo revise”.
“[…] hay semanas en que estamos llenos de pruebas, y los diarios de lectura se transforman en un
cacho.”
“Sería preferible disminuir la entrega de diarios de lectura, y quizás poner una prueba más en el
curso, considerando los tiempos”.