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Análisis de la visión de algunos europeos, sobre
las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto Rico,
A finales del Siglo XIX
Analysis of the Vision of some Europeans on the
Autochthonous Obediences of Cuba and Puerto
Rico at the end of the XIX Century
IV Simposio Internacional de Historia de la Masonería
Universidad de Costa Rica; San José, Costa Rica, CA
Cuba y Puerto Rico son, de un pájaro las dos alas;
Reciben flores o balas sobre un mismo Corazón.1
Resumen
Las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto Rico, durante la segunda mitad del Siglo
XIX, han sido estudiadas por algunos historiadores académicos, europeos, y sobre todo
españoles, así como por varios otros de estas islas. La percepción de estos dos grupos de
historiadores difiere, con respecto a la interpretación y a la exclusión de tres elementos
claves. En el presente trabajo analizaremos y contrastaremos tales diferencias de opinión,
y argüiremos sobre sus méritos respectivos.
Palabras Clave: masonería autóctona; Siglo XIX; Cuba; Puerto Rico
Summary
Autochthonous obediences in Cuba and Puerto Rico, during the second half of the XIX
Century, have been studied by several European academic historians, especially from
Spain, as well as by a few from these islands. The perception of these two groups of
historians differs, with respect to the interpretation and exclusion of three events. In this
paper we analyze and contrast such differences and argue about their respective merits.
Keywords: autochthonous freemasons, XIX Century, Cuba, Puerto Rico
1 Famosa frase de Doña Lola Rodríguez de Tió, patriota y poetisa puertorriqueña, quien fuera autora de la
letra del himno La Borinqueña. Vivió muchos años exiliada en Cuba, y murió en La Habana, en 1924.
2
Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo principal el ofrecer una visión alternativa,
desde la ribera americana del Océano Atlántico, respecto a las masonerías autóctonas de
Cuba y Puerto Rico durante el último tercio del Siglo XIX2.
Al presente existen pocos libros de historiadores académicos que discuten dichas
masonerías en esta época, y la mayoría son de historiadores europeos3. El primer estudio,
del Prof. José A. Ayala, ya fallecido, fue publicado a comienzos de los 1990, y consiste
de dos libros sobre las obediencias españolas en Puerto Rico4. Como parte de su
excelente estudio, el Prof. Ayala dedica un capitulo a la masonería autóctona,
representada por la Gran Logia Soberana de Puerto Rico (GLSPR).
A mediados de los 1990, y siguiendo el mismo patrón de trabajo del Prof. Ayala,
el Prof. José Manuel Castellano Gil publica como libro5 su tesis doctoral, presentada en la
Universidad de La Laguna, dirigida por el Prof. Manuel de Paz6. Ella incluye un prólogo
del Prof. José A. Ferrer Benimeli7, calificando como publicaciones partidistas, pseudo-
históricas y panfletarias, a las publicaciones que presentan pro-masónicas al movimiento
emancipador cubano, asi como a sus héroes nacionales. Paz y Ferrer, son reconocidos
historiadores de la masonería, con amplia experiencia en tales estudios en América.
En la década del 2000, la Prof. Dominique Soucy8 publica como libro su tesis
doctoral, dirigida por el Prof. Paul Estrade9. Y el profesor cubano Eduardo Torres
2 Por tanto, remitiremos a los lectores, para los detalles históricos de este trabajo, a otras fuentes.
3 De autores españoles y franceses. Recientemente han aparecido trabajos publicados en REHMLAC, o en
congresos del CEHME, sobre el tema, con otra visión. Ver “La historiografía masónica latinoamericanista
actual. Presente y futuro”, de Yvan Pozuelo. Actas del XIV Encuentro de Lationoamericanistas Españoles,
Santiago de Compostela. Coord. Eduardo Rey Tristán, Patricia Calvo González. 2010. 281-288. 4 José A. Ayala, La masonería de obediencia española en Puerto Rico: Siglo XIX. (Universidad de Murcia,
1991). 5 José M. Castellano Gil, La masonería española en Cuba. (Tenerife: Universidad de La Laguna, 1996).
6 Manuel de Paz, “Masonería española y emancipación colonial”, Revista de las Indias, LXVI, no. 238
(2006): 737--760. 7 José A. Ferrer Benimeli creó, presidió. y es actualmente Presidente Emérito del CEHME. Es autor de
múltiples estudios sobre la masonería cubano-española del siglo XIX, la masonería y la independencia de
Puerto Rico, y la masonería en el Caribe, entre otros temas. Sus trabajos pueden leerse en las en las Actas
del CEHME, que editó durante muchos años, y en la revista REHMAC,entre otras publicaciones. 8 Dominique Soucy, Masonería y nación. (Sta. Cruz de Tenerife: Editorial Escuadra y Compás, 2006).
9 Su extensa producción sobre la América Latina puede leerse en https://dialnet.unirioja.es/Un ejemplo es
su trabajo sobre Betances, un masón inconforme, publicado por el Decanato de Estudios Graduados, el que
puede leerse en https://www.yumpu.com/es/document/view/14874355/betances-mason-inconforme-
decanato-de-estudios-graduados-e- (accedidos en I/4/2018).
3
Cuevas10
publica como libro sus seis ensayos presentados en los Simposios del
CEHME11
. Estos dos últimos libros versan sobre la masonería autóctona cubana.
En la década del 2010, el Dr. Miguel A. Pereira presenta su tesis doctoral sobre la
masonería puertorriqueña12
, el Prof. Jorge Luis Romeu publica varios artículos sobre la
masonería cubana13
, y aparecen varios trabajos sobre el tema en la revista REHMLAC14
.
Los enfoques de estos dos últimos autores arriba mencionados, caribeños, difieren de los
dos españoles, y han tenido menor difusión por haber aparecido más recientemente.
Las masonerías autóctonas también fueron estudiadas por historiadores masones:
en Cuba, por Aurelio Miranda15
, Denslow16
, Murphy17
y Fernández Callejas18
; en Puerto
Rico por Cordero19
, Rodríguez Escudero20
y González. Ginorio21
, entre otros autores.
Algunos historiadores académicos argumentan que los trabajos de historiadores
masónicos, que llaman masonólogos, incluyen matices, interpretaciones e idealizaciones
de la realidad, bien porque estos historiadores, a diferencia de los académicos, carecen de
10
Eduardo Torres Cuevas: (1) Historia de la masonería cubana: seis ensayos. (La Habana: Imágenes
Contemporáneas, 2003); (2) El proyecto independentista de 1868 y la masonería cubana. (La Habana:
Casa de Altos Estudios, Universidad de La Habana). 11
CEHME: Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española, es una asociación universitaria de
investigación, ajena a la Masonería, integrada por profesores universitarios y de segunda enseñanza e
investigadores interesados en el estudio de la Masonería española como fenómeno histórico. 12
Miguel A. Pereira, “Las relaciones exteriores de la Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Masones
de Puerto Rico como elemento de afirmación de la identidad nacional puertorriqueña, 1885-1888”. (Tesis
de Doctorado en Historia, “Universidad Inter Americana de Puerto Rico”, Recinto Metropolitano, 2015. 13
Jorge L. Romeu: (1) “Cuban Freemasons: Analysis of a Unique Niche”, Ars Quatuor Coronatorum, V.
127 (2014): 217—240; (2) “Apuntes para un Estudio Comparativo de las Masonerías Autóctonas de Cuba y
Puerto Rico durante el Último Cuarto del Siglo XIX” en La Masonería Hispano-Lusa y Americana; de los
Absolutismos a las Democracias (1815-2015), coord. José Miguel Delgado Idarreta e Yván Pozuelo Andrés
(Gijón: CEHME, 2015), Tomo II, 981--1006. 14
REHMLAC: Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña, UCR.Varios
de ellos, por historiadores cubanos, fueron dirigidos o impulsados por el Dr. Eduardo Torres Cuevas. 15
Aurelio Miranda y Álvarez, Historia documentada de la masonería en Cuba (La Habana: Molina, 1933). 16
Ray V. Denslow, historiador masón norteamericano, escribió sobre la masonería cubana y puertorriqueña
en su libro Freemasonry in the Western Hemisphere (Edicion Privada, 1953), sobre Cuba (317—337), y
Puerto Rico (317—348).; y también sobre Cuba en su libro Cuba, Queen of the Antilles (Edicion Privada,
1944). Ambas publicaciones fueron obtenidas a través de la Biblioteca de la Gran Logia de Iowa. 17
W. Murphy, A History of Freemasonry in Cuba, (Walter.Meir Lodge of Research. V. 4. 1974) 69—78. 18
Roger Fernández Callejas. Cien Años de Actividad Masónica. (La Habana: Academia de Altos Estudios
Masónicos de la Gran Logia de Cuba, 1961). 19
Modesto Cordero, “Apuntes Históricos de la Masonería en Puerto Rico”, en Junto al Ara, ed.Voz Escolar
(Mayagüez, Puerto Rico), 25—51. 20
Néstor Rodríguez Escudero, Apuntes Sobre la Historia de la Masonería Puertorriqueña (San Juan de
Puerto Rico; Gran Logia Soberana de Puerto Rico, 1964). 21
José González Ginorio, Luminarias (San Juan, PR: Gran Logia Soberana de Puerto Rico, circa 1934).
4
la preparación profesional necesaria, o de recursos económicos para estudiarlos, o porque
los historiadores masones se encuentran demasiado cerca del tema, para ser objetivos22
.
Sin embargo, como veremos en el presente trabajo, los historiadores profesionales
también presentan ciertos problemas. Algunos parecen desconocer los reglamentos o el
funcionamiento interno de la masonería, lo que les da una visión incompleta de la misma,
y los lleva a malinterpretar ciertos eventos. Otros, basan sus estudios exclusivamente en
actas y documentos de las sesiones de las logias, sin comprender que lo que ocurre antes
o después de dichas sesiones y que, por tanto, no está incluido en dichas actas, es a veces
tan importante (y a veces más) que los eventos reportados en las sesiones mismas.
Por otra parte, los historiadores académicos tampoco están exentos de cometer
errores, interpretaciones parciales, u omisiones, como ha ocurrido con algunos autores
españoles quienes, al interpretar ciertos eventos políticos relacionados con la masonería
autóctona23
, se dejan llevar por su hispanofilia24
. Como bien dice el Prof. Paz, respecto
al Gran Desastre de 189825
: “De esta época arranca uno de los ejes principales de la fobia
anti-yanqui en nuestro país [España]”26
. Y las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto
Rico están demasiado ligadas a tales eventos históricos, que tanto afectaron a España.
Por último, algunos autores han estudiado las masonerías autóctonas separadas de
su contexto histórico. Como dijera el polígrafo español José Ortega y Gasset: el hombre
es él y sus circunstancias. Y, producto de hombres de su época, la masonería autóctona
cubana y puertorriqueña está muy influenciada por tales circunstancias históricas, y no
puede estudiarse ni comprenderse sin considerar tales circunstancias.
Contexto Histórico
Para entender el desarrollo de las masonerías autóctonas en las Antillas Españolas
debemos conocer sus historias. La de la República Dominicana ha sido estudiada, por
22
Un ejemplo de tal tipo de evaluación puede leerse en Castellano, La masonería española, 23—27. 23
Obediencias creadas en estas islas, independientes de las de España, integradas mayormente por criollos. 24
Amor acendrado a su patria española 25
La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, tras la Guerra de 1898 con los EEUU. 26
De Paz. Masonería Española. 754--755.
5
Moya Pons27
y Franklin Franco28
. Para Cuba, usaremos a Moreno Fraginals29
y Calixto
Masó30
; para Puerto Rico, a Morales Carrión31
, y para la de España, a Comellas32
.
Brevemente, Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico fueron, durante los siglos XVI
al XVIII, colonias pobres y desatendidas, en oposición a otras mas ricas de la América
continental. La Habana, con su excelente bahía que alojaba la Flota, fue la excepción33
.
El resto de Cuba, sin embargo, siguió la misma pauta de sus hermanas antillanas.
Dos eventos cambiaron este panorama. Primero, la sublevación de los esclavos de
Haití francés, que dio a Cuba la posibilidad de heredar su potencial azucarero, y facilitó
la difusión de la masonería, en las Antillas34
primero, y en América continental, después.
Segundo, la independencia de las colonias españolas del continente, tras la cual España
al fin fijó su atención en lo que le quedaba de su ya menguado imperio colonial.
Dos acciones contrapuestas tuvieron lugar durante este Siglo XIX. Primeramente,
se incrementó la introducción masiva de esclavos africanos, con idea de (1) producir más
azúcar35
, (2) e intimidar a los criollos con una sublevación como la de Haití, en caso de
que estos últimos buscaran la separación de España. Segundamente, criollos cubanos y
puertorriqueños buscaron inútilmente de España, comenzando desde las Cortes de Cádiz,
la autonomía insular. La dinámica de las relaciones entre los habitantes criollos y
peninsulares de Cuba36
y Puerto Rico37
durante este siglo, gira en torno a estos dos ejes.
Resumimos el contexto histórico a fines del Siglo XIX, en Cuba y Puerto Rico38
:
27
Frank Moya Pons, “Para estudiar la masonería”, Diario Libre.com, 23 de Agosto, 2008. Accedido en
IV/2015. http://www.diariolibre.com/noticias/2008/08/23/i30109_para-estudiar-masonera.html. 28
Franklin Franco Pichardo, Historia del Pueblo Dominicano. (Santo Domingo: Ed. Dominicana, 2002). 29
Manuel Moreno Fraginals, El Ingenio (La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1978). 30
Calixto Masó. Historia de Cuba. (Miami: Ediciones Universal, 1998). 31
Arturo Morales Carrión. Puerto Rico: a political and Cultural History. (Nashville: Norton & Co. NY &
American Association for State & Local History, 1983). 32
José Luis Comellas. Historia de España Moderna y Contemporánea. (Madrid: Ed. RIALP) 33
Tan es así que España, tras la recuperación de La Habana en 1763, luego de su toma por los ingleses, y
por la prosecución del Despotismo Ilustrado, introdujo beneficiosos cambios en el manejo de la isla, a
través de competentes y eficaces gobernadores como Ricla, de la Torre, Bucarely y Las Casas. 34
Ver los citados trabajos de los Profesores. Torres Cuevas y Ferrer Benimeli, sobre este tema. 35
Idea propuesta por el criollo Arango y Parreño quien, al igual que el Padre Las Casas 300 años antes, y
para proteger a los indios del excesivo trabajo, tambien la propuso. Ambos se arrepintieron amargamente. 36
M. Bizcarrondo y A. Elorza. Cuba/España: El dilema autonomista 1878-98. (Madrid: Colibrí. 2001) 37
Cesar Guiven Flores. “Vigencia en Puerto Rico de la Carta Autonómica de 1897”, en Anuario Mexicano
de Historia del Derecho, Nº 10 (1998): 399—423. 38
Todo resumen es una simplificación; los detalles son siempre mas complejos. A la autonomía se llegó
después de transitar por el anexionismo y el reformismo. Cuba termino optando por la independencia.
6
1) El problema de la autonomía estaba claro. Criollos cubanos y puertorriqueños
querían un gobierno insular con parlamento propio, como el del Canadá con Inglaterra, y
no una representación provincial en las Cortes de Madrid. Ambas islas querían mantener
su identidad propia y diferente, aún dentro de la familia española.
2) Ninguno de los regímenes políticos españoles del Siglo XIX: desde la Junta de
Cádiz, en 1808; la restauración de la monarquía; el Trienio Liberal; el regreso de
Fernando VII; la Regencia; el reinado de Isabel II; la Gloriosa Revolución; el reinado de
Amadeo de Saboya; la Primera República; la Restauración de Alfonso XII, hasta la
Regencia y el reinado de Alfonso XIII, tuvo el talento político de conceder a Cuba y a
Puerto Rico la autonomía insular que tanto solicitaron a España39
. Como bien advirtiera
el patriota y estadista cubano José Antonio Saco: O España concede a Cuba derechos
políticos, o Cuba se pierde para España40
-y así se cumplió.
3) Fue la desastrosa política colonial de España, y no el separatismo cubano ni el
puertorriqueño, ni la masonería, lo que produjo el Gran Desastre de 1898.
Criticas a las masonerías autóctonas y sus argumentaciones41
Las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto Rico mantienen muchos puntos en
común, no solo por su cercanía geográfica e histórica, sino también porque la GLSPR
surgió de la Gran Logia de Colon (GLCol) como Gran Logia Provincial, primero, y luego
como Soberana. Tales semejanzas pueden compararse de la Tabla 1:
Tabla 1. Comparación entre las masonerías autóctonas cubana y puertorriqueña
Años Función Histórica Cuba Puerto Rico Hechos
1859+ Precursores Andres Cassard (1) Eugenio Ma. Hostos Origen de GLCol.
1860+ Precursores V. A. De Castro (1) Ramon E. Betances Gritos Yara/Lares
1870+ Organizadores Aurelio Almeida Santiago R. Palmer Funda Gran Logia
1875+ Organizadores Fco. Paula Rdguez R. Matienzo Cintron Funda Gran Logia
1878+ Organizadores Jose Fdez. Pellon Segundo Ruiz Belvis Funda Gran Logia
1880+ Organizadores Aurelio Miranda Ant. Ruiz Quinones Funda Gran Logia
1885+ Politicos/Masones Antonio Govin Luis Muñoz Rivera Partido Autonomista
1890+ Politicos/Masones Jose Ma. Galvez Manuel Fdez Juncos Partido Autonomista
39
La autonomia fue al fin concedida a ambas islas a fines de 1897, e implementada en 1898, solo meses
antes de que EEUU entrara en guerra con España, e invadiera estas islas. No llegó realmente a funcionar. 40
Jose A. Saco. La situación política de Cuba y su remedio. Imprenta E. Thunot y Cia. Paris. 1851. 41
El presente trabajo examina solo una pequeña parte de la historia de la masonería caribeña en la segunda
mitad del Siglo XIX, con el objetivo de estudiar ciertas interpretaciones de algunos historiadores europeos.
7
1899+ Politicos/Masones Juan Hdez Barreiro Jose Celso Barbosa Transfer. Soberanía Fuente: Miranda, Torres Cuevas, Castellano, Ayala, Cordero, Rodriguez Escudero
En los mencionados estudios de los Prof. Ayala y Castellano hemos encontrado
ciertas críticas comunes a las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto Rico, las que han
sido más tarde retomadas por la Prof. Soucy. En esta sección analizaremos dichas críticas
y presentaremos argumentaciones a las mismas. Consideramos que no solo es necesario,
como dijera Don Quijote de la Mancha, enderezar tuertos42
, sino también proveer una
visión alternativa, de este lado del Atlántico, para que futuros estudiosos puedan sopesar
los méritos de estas dos posiciones y decidir por ellos mismos cual tomar.
Estas críticas son tres:
Que la GLCol (y por extensión, la GLSPR, que surgió de ésta) eran cubano-
norteamericanas (infiriendo que éstas eran dependientes de aquéllas)
Que sus masones carecían de una ideología consistente ya que, en diferentes
épocas, habían sido autonomistas, independentistas, reformistas o anexionistas
Que la GLCol era españolizante (que no respondía a una línea política criolla)
En lo que sigue analizaremos estas tres imputaciones, dando ejemplos de las mismas,
y argumentaremos cómo es que tales imputaciones son inconsistentes y carecen de base.
Primera Imputación: la GLCol era cubano-norteamericana (dependiente de ésta)
“la masonería de origen cubano-norteamericana (…) una masonería
autodefinida como autóctona, procedente de Cuba, es anterior a la propiamente
española (…) En 1871 se inició la penetración de las obediencias españolas en
Puerto Rico (...) contestada hasta 1898 por una masonería autodefinida como
autóctona, procedente de Cuba”43
.
“Frente a este tipo de masonería [española] surgió otra a finales de los años
setenta, autodenominada autóctona, aunque en realidad era de origen
norteamericano-cubano”44
.
42
“Yo soy un caballero de La Mancha, llamado Don Quijote, y es mi oficio y ejercicio andar por el mundo
enderezando tuertos y desfaciendo agravios”. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Aguilar.
Madrid. 1985.Tomo I. Parte I, Cap. XIX, 387. 43
José Antonio Ayala, “La Masonería de obediencia Española ante el conflicto colonial puertorriqueño”,
Cuadernos de Investigaciones Históricas, no. 17 (1001): 22 -- 23. 44
Ayala, La masonería de obediencia española, 15
8
“El apoyo oportunista [de la GLSPR] al nuevo régimen norteamericano le
granjeará la tutela (…) de su vecino del Norte”45
.
“La influencia masónica proveniente de Estados Unidos dejó sentir su huella”46
.
Nuestra argumentación se basa en la legislación masónica47
, tal vez desconocida
por estos autores. Esta implica, que para crear una Gran Logia, es necesario: (1) la
existencia de al menos tres logias en activo (hubo que crear una tercera), (2) tratarse de
un territorio masónicamente desocupado, y (3) obtener Cartas Patentes de potencia
regular que autorice tal creación (dicha tercera, requirió una Patente de Carolina del Sur).
La España de los 1850 perseguía y prohibía a la masonería; por tanto no existía
una potencia que pudiera extender tal Carta Patente. En EEUU, donde muchos cubanos y
puertorriqueños habían sido deportados o se habían exiliado, perseguidos por el gobierno
colonial por sus actividades políticas48
, y donde estos criollos ingresaron a la masonería,
si existía un Supremo Consejo y una Gran Logia49
dispuestos a darlas.
Dos masones fueron sucesivamente enviados a Cuba por Albert Pike, Gran
Comendador del Supremo Consejo Madre del Rito Escoces50
: Andrés Cassard, para
organizar en Santiago de Cuba, en 1859, la Gran Logia y el Gran Oriente de Colon, y
Vicente Antonio de Castro, enviado en 1862 para “rectificar los errores” cometidos por
Cassard en la organización del Gran Oriente. De Castro decidió, en su lugar, crear otra
organización: el Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA)51
. Ambos eran cubanos, y
habían vivido expatriados en EEUU por sus actividades separatistas.
Por otra parte, la influencia masónica de los Estados Unidos dejó poca huella. Por
ejemplo, en lugar de adoptar los rituales de los primeros tres grados norteamericanos, que
trabajan en Logias Azules usando el rito de York, la Masonería Simbólica de Cuba, y la
45
Ayala. La masonería ante el conflicto colonial, 35 46
Castellano, Masonería, 60 47
Los estatutos de la Gran Logia Unida de Inglaterra y de la Confederación Masónica Interamericana (Art.
1.2.1 y 1.2.2): http://www.cmisecretariaejecutiva.org/jst3/media/pdf/estatutoscmi.pdf requieren, para la
Regularidad de Origen, que cada Gran Logia debe haber sido legalmente constituida por una Gran Logia
Regular, o por tres o más Logias aisladas, cada una de ellas, garantida por una Gran Logia Regular, y ser
independiente y autónoma, con indiscutida autoridad sobre la Masonería Simbólica de su jurisdicción. 48
Acusados de ser autonomistas, reformistas, anexionistas o separatistas, según el periodo histórico. 49
La Gran Logia de Carolina del Sur, en Charleston, dió carta patente para la tercera logia, necesaria para
la creación del GLCol. El Consejo Madre, de Charleston, autorizo la creación del Gran Oriente de Colón. 50
Recien elegido en 1859, Pike controló con severidad dicho Supremo Consejo, hasta su muerte en 1892.
Descontento con la independencia ejecutiva de estos dos cubanos, los sustituyó. Soucy, Masonería. 141. 51
Para más detalles, consultar las ya citadas obras de Miranda, Torres Cuevas y Soucy.
9
de Puerto Rico, usan el diferente rito Escocés. Las liturgias norteamericanas no fueron
traducidas, sino re-escritas (por De Castro). Y el mismo Prof. Castellano reconoce cómo
“a partir de 1859, la proliferación de obediencias de corte esencialmente cubano
generaría un ambiente cargado de disputas y rivalidades”52
.
Por su parte, el Prof. Eduardo Torres Cuevas, cubano, comenta: “lo más destacado
de la masonería de Colón radicaba en que, pese haber obtenido las cartas patentes para su
constitución en los cuerpos masónicos norteamericanos, su militancia y sus proyecciones
se vinculaban con la que se dió en llamar la masonería latina”53
.
Resumiendo argumentos: a menos que las obediencias españolas del siglo XIX se
hubiesen creado a sí mismas, como hizo la Gran Logia de Inglaterra en 1717, también
tuvieron que seguir este mismo proceso. Las obediencias españolas obtuvieron sus Carta
Patentes del Gran Oriente de Francia, y del Gran Oriente Lusitano, como apunta el Prof.
Paz54
. Sin embargo, en ningún momento los Profesores Ayala y Castellano califican a las
obediencias españolas, como Masonería Hispano-Lusitana o Hispano-Francesa.
Por último, la actitud de la GLSPR para con los norteamericanos, tras el cambio
de soberanía de 1898, y calificada por el Prof. Ayala de oportunista, es explicada por el
mismo Prof. Ayala así: “La torpe administración española del XIX discriminó sin dudas
a estos españoles de ultramar y favoreció al peninsular, que gozó en la isla de una serie
de privilegios: oficios, destinos, y confianza de las autoridades”.55
Segunda Imputación: la masonería autóctona carecía de una ideología consistente
“Hubo masones en el Partido Conservador y los hubo también en el Partido
Liberal, y después en el autonomista. Sin embargo, los ejemplos más numerosos
los hemos encontrado en este último”56
.
“(discrepamos que) la participación de algunos de sus miembros en las filas del
ejército libertador determine que esta obediencia haya pasado a la historia como
un centro de revolucionarios independentistas”57
.
52
Castellano. Masonería. 270. 53
Eduardo Torres Cuevas, “Masonería en Cuba durante el Siglo XIX”, REHMLAC, 3, no. 2, 86 – 108. 54
“La Logia Taoro, Canarias, (…) erigida bajo los auspicios del Grande Oriente Lusitano Unido, lo mismo
que otros muchos talleres españoles”. De Paz. Masonería Española, 740. También, Susy, Masonería, 136. 55
Ayala, La masonería ante el conflicto colonial, 27. 56
Ayala, La masonería de obediencia española, 15. 57
Castellano, Masonería, 72
10
Nuestra argumentación incluye varias partes. Primeramente, la GLCol fue
fundada en 1859 en Cuba; y las correspondientes de Puerto Rico, se fundaron varios años
después, cuando ya en Cuba ardía la Guerra, y España hacia concesiones a Puerto Rico
para mantenerla tranquila. En cuarenta años de difícil proceso58
, de 1859 hasta fin del
siglo, las estrategias políticas cambiaron, mas no así el objetivo criollo de lograr un
desarrollo político-económico-social propio, dentro o fuera de la familia española.
No puede entenderse la dinámica política de nuestras dos islas, durante el Siglo
XIX, sin conocer la lucha entre los criollos, que buscaban una vía de desarrollo propia
para su patria, y los peninsulares, partidarios de mantener a los primeros bajo una estricta
dominación. Hubo masones autonomistas, reformistas, anexionistas e independentistas,
dependiendo del periodo histórico vigente. La búsqueda del mejor camino para lograr el
objetivo final, en cada uno, explica la variación de las estrategias políticas seguidas.
El Dr. Miguel Pereira, en su mencionada disertación doctoral, explica cómo los
autonomistas y los masones utilizaron la promoción de la identidad puertorriqueña en
contraposición a una, única, identidad “española”, como elemento fundamental para el
reconocimiento de sus reclamos de autonomía política e independencia masónica,
impulsando así las soberanías política, económica, cultural y masónica de identidad
nacional diferente de España (y lo mismo puede decirse para el caso de Cuba). Tal
posición era contraria a la de las autoridades coloniales, así como a la de los
peninsulares radicados en estas dos islas, y también a la de sus respectivas obediencias.
Añade el Prof. Ayala: “En el fondo de esta disputa [entre obediencias autóctonas
y españolas] latía no solo un problema político –el de la autonomía de la isla y por tanto
el derecho de los puertorriqueños a crear sus propias instituciones –sino también social
(…) las logias de obediencia española tenían un fuerte componente de elementos
peninsulares que gozaban de considerables privilegios en el país antes de 1898”59
.
Con respecto a que algunos masones participaron en el ejército libertador cubano,
el mismo Prof. Castellano, en la Nota 429 (página 261) de su libro, dice: “Entre los
masones alzados en 1868 se encontraba un grupo importante de miembros de la logia
58
Esta compleja historia incluye la existencia de organismos masónicos anteriores a 1859, así como la
creación, en 1876, de la GLIC, y su fusión, en1881, con la GLCol creando la GLUCIC. Esta unión fue la
obra maestra del Gran Secretario Aurelio Almeida. Para los detalles de esta interesante historia, que se
aparta de nuestros objetivos, remitimos al lector a los libros de Miranda, Torres Cuevas y Soucy. 59
Ayala, La masonería de obediencia española, 15.
11
Buena Fe de Manzanillo: Carlos M. de Céspedes, Manuel de Jesús Calvar, Bartolomé
Maso Márquez …”. Y añadimos nosotros, en la logia de Bayamo estaban Tomas Estrada
Palma y Francisco Vicente Aguilera, y en la logia Tínima, de Camagüey, Ignacio
Agramonte60
. Para los que desconocen la historia de Cuba, esta lista incluye al Padre de
la Patria (Céspedes), a dos Presidentes de la República en Armas (Masó y Estrada Palma,
este último también fue el primer presidente de la República Independiente, en 1902), y a
Aguilera y Agramonte, dos de los más importantes héroes de la Guerra de los Diez Años.
Es importante entender la tenue frontera existente, en masonería, entre acción
cívica y política. De allí surge su filosofía de pacifismo y obediencia a la autoridad
constituida, que el Gran Maestro Wolter del Río, de la Gran Logia de Cuba, explica: “[los
masones] discutimos principios en abstracto porque, como Institución, no podemos
hacerlo. Cada Hermano individualmente, con las enseñanzas, los ideales y las doctrinas
masónicos, deberá por sí mismo y como individuo, proveer para tales conclusiones,
independiente de la Institución, las aplicaciones que libremente considere apropiadas61
”.
Dice el escritor masón cubano Garrigó: ”no es la institución masónica la creadora
de conspiraciones, sino que su doctrina la hace incompatible con los regímenes
coloniales (…) los masones, como individuos, sienten el deber de luchar por el
mejoramiento humano social y nacional”62
. El Prof. Torres Cuevas dice: “la Gran Logia
Unida de Colón e Isla de Cuba (GLUCIC) tenía sus elementos comunes (…) con el
proyecto revolucionario cubano de José Martí (…) compartía la concepción ética, laica,
que formaban parte de la acción social masónica (…) para una república democrática y
laica”63
. Y añade: “Los miembros de la dirección del Partido Autonomista [cubano] eran
destacadas figuras de los dos cuerpos masónicos [autóctonos: GLCol y GLUCIC]. (…)
Muchos de los más destacados intelectuales de la época, tanto autonomistas como
independentistas, eran masones”64
. Tras la guerra de los Diez Años, entre 1879 y 1895,
“fue el Partido Liberal Autonomista, en gran medida organizado y dirigido por masones
60
Muchas de estas logias orientales, que contribuyeron a organizar la Guerra Grande, pertenecían a GOCA. 61
Mensaje Anual del Gran Maestro Wolter del Rio, 1930. Miranda. Historia de la Masonería. 280-- 281. 62
Torres Cuevas, Seis Ensayos. 161. 63
Torres Cuevas, Masoneria, 99. 64
Torres Cuevas, Seis Ensayos, 69.
12
el que, en decir del Prof. Torres Cuevas, desarrolló la tesis de que resultaba preferible
lograr por la evolución65
lo que no se había podido conseguir por la Revolución”66
.
Y las Prof. Soucy y Sappez añaden: “la Gran Logia, como institución, afirma su
carácter apolítico, sus miembros (…) su compromiso como masones y como ciudadanos
(…) Será Govín como Gran Maestro, quien recuerde (…) que sería una grandísima
desgracia que hubiera escisión entre el ciudadano y el masón, porque entonces la obra
de la Fraternidad será una obra baldía, muerta”67
.
Tercera Imputación: la masonería autóctona era españolizante (no comprometida)
“la Gran Logia de Colón, no solo se mantuvo alejada de todo proceso
revolucionario-independentista, sino que además se mostró contraria al mismo”68
La Gran Logia de Colon mantuvo durante mucho tiempo su carácter firmemente
español y solo a partir de mediados de los años 1870 empezó a manifestar cierta
identidad masónica cubana”69
.
Nuestra argumentación se basa en dos partes: (1) en el asesinato, en 1870, del
Gran Maestro Puente, de la GLCol, y (2) en varios comentarios inconsistentes con los
puntos arriba expuestos, escritos en estos mismos libros, por los mismos autores arriba
citados, y que contradicen su versión de que la masonería autóctona era españolizante.
En febrero de 1870, en la finca San Juan de Wilson, cerca de Santiago de Cuba,
fuerzas militares coloniales bajo el mando del comandante Carlos González Boet,
asesinaron, al Gran Maestro Andrés Puente Badell, al Gran Tesorero, y a otros altos
dirigentes de la Gran Logia de Colón. Aurelio Miranda70
dedica un capítulo entero a
relatar estos hechos, el Prof. Torres Cuevas, también lo incluye en su libro71
, así como la
Prof. Soucy72
. Sin embargo, este evento no aparece en el libro del Prof. Castellano.
La relevancia del asesinato del GM Puente Badell surge de su contexto histórico.
En 1870 Cuba estaba en guerra con España. Menos de dos años después, el 27 de
65
Muchos autonomistas, como Gálvez, fueron laborantes durante la Guerra Grande y prefirieron otra vía. 66
Soucy y Sappez, Autonomismo y masonería en Cuba, REHMLAC, 1, no. 1 (2009): 95. 67
Soucy y Sappez, Autonomismo, 96. 68
Castellano, Obediencias, 261. 69
Soucy, Masonería y Nación, 115. 70
Miranda, Historia de la Masonería, “Asesinato de Andrés Puente” “Cap. XLII. 313—318. 71
Torres Cuevas, Seis ensayos, 61-- 62; Torres Cuevas, Masonería, 90. 72
Soucy, Masonería y Nación, 128 y 164—165.
13
noviembre de 1871, el gobierno colonial fusiló a siete estudiantes de medicina cubanos,
alumnos de la Universidad de La Habana, acusados de profanar la tumba del periodista
español Gonzalo Castañón73
. Y durante la Guerra de Independencia, en 1896, el General
Valeriano Weiler dictó el Bando de Reconcentración, mediante el cual cientos de miles
de campesinos fueron desalojados de sus fincas74
, sus casas y cosechas fueron quemadas,
sus animales fueron sacrificados, y los mismos fueron forzados a mudarse a la ciudad,
donde más de 200 mil de ellos murieron de hambre y enfermedades.
Estos tres casos evidencian el propósito del gobierno colonial de mandar un claro
mensaje, a los masones autóctonos, a los estudiantes criollos, y a los guajiros cubanos,
los cuales, cuando menos simpatizaban, si no abiertamente apoyaban, a los mambises.
Al terminar la presentación de nuestro trabajo, en el Congreso de San José (UCR,
XI/2015) un reconocido historiador español nos justificó la omisión del asesinato del GM
Puente Badell, en el libro del Prof. Castellano, arguyendo que dicho incidente sería
importante para nosotros, mas no para el Prof. Castellano quien no lo incluyó en su libro.
Tal argumento nos parece erróneo por dos motivos. Primero, si cada historiador incluye o
excluye eventos a su arbitrio, la historiografía pronto devendría un caos. Y creemos que
ha quedado indiscutiblemente demostrada la relevancia de este hecho histórico.
Nuestra restante argumentación consiste en reproducir segmentos de los propios
autores mencionados. Si la masonería autóctona cubana (y por extensión la de Puerto
Rico) fuese españolizante, o hubiese comenzado a ser cubana solo a partir de mediados
de los 1870, no habrían asesinado al GM Puente Badell en febrero de 1870, ni hostigado
y perseguido a los masones autóctonos de ambas islas, ni cerrado las logias autóctonas,
tanto en Cuba como en Puerto Rico, durante la Guerra de Independencia.
Citas referentes a la masonería autóctona cubana:
“[se pretendía] cortar los recursos que el Gran Oriente de Colón enviaba
ocultamente a la insurrección que aflige a la Isla de Cuba”75
.
73
Maso, Historia. 262—265. El capitán del ejercito español Federico Capdevila defendió a los estudiantes
durante el Consejo de Guerra que los condenó a muerte. Capdevila también fue masón, según conferencia
de 1962, en Buenos Aires, sobre la masonería cubana, del GM Piñeiro del Cueto, publicada por la GLSPR. 74
Maso, Historia, 385. 75
Castellano, Masonería, 78. El GODE era una obediencia peninsular, que disputaba a la GLCol el derecho
al territorio masónico cubano. El GODE llegó a Cuba mas de una década después de fundada la GLCol.
14
“La represión fue prácticamente constante”76
(p. 194).
“La publicación [del periódico masónico cubano] cesó como consecuencia de las
detenciones producidas el 5 de marzo de 1870, tras el allanamiento de la logia San
Andrés por los Voluntarios, cuando se celebraba una sesión para rendir tributo al Gran
Maestro Puente Badell”77
.
“Tras la revolución de 1868 en España (…) los masones cubanos, sospechosos de
animar la revolución, habían visto endurecer la represión gubernamental.”78
Citas referentes a la masonería autóctona puertorriqueña:
“El manifiesto publicado por el Gran Consejo del GOE en el Boletín Oficial de
1892 (...) lanzada la acusación de separatista a la masonería autóctona y no solo desde
el punto de vista masónico, sino también político. La causa de la masonería española era
una causa nacional, patriótica, según se decía”79
.
“Frente a esta masonería españolista es posible que coexistiera otro tipo de
masonería –la autóctona de la Gran Logia Soberana- menos apegada a la causa
nacionalista y al dominio colonial”80
.
“La idea de Palmer era fundar (…) un territorio masónicamente independiente.
Autonomía masónica para Puerto Rico; autonomía política también para la isla”81
.
Citas referentes a los sucesos del Morro de San Juan, PR, en octubre de 1887
El Prof. Ayala trata sucintamente este importante evento: “El Gobernador Palacio
metió en el mismo saco de su persecución a liberales autonomistas y masones y muchas
logias se vieron obligadas a suspender sus trabajos y muchos masones ingresaron en
prisión acusados de conspiración”82
.
Los historiadores puertorriqueños son menos parcos, dedicando artículos a estos
sucesos. El Dr. Miguel A. Pereira escribe: “El 24 de octubre de 1887, fue arrestado en
Mayagüez el primer Gran Maestro de los masones de Puerto Rico, Santiago R. Palmer83
,
en compañía de otros prominentes masones: Alberto Nadal, José Madera, José Vicente
76
Soucy, Masonería y Nación, 115. 77
Castellano, Masonería, 227. 78
Soucy, Masonería y Nación, 149. 79
Ayala, La masonería ante el conflicto colonial, 25. 80
Ayala, La masonería ante el conflicto colonial, 33. 81
Ayala, La masonería de obediencia española, 54. 82
Ayala, La masonería ante el conflicto colonial, 28. 83
Luis Santiago Ramos, “Santiago R. Palmer: escribano y notario”, Lumina, GLSPR, 2 (2016): 87—94.
15
González, Salvador Carbonell Toro y Tomás Vázquez”84
. Y el Prof. Luis A. Otero añade:
“Fueron torturados tras su arresto. Carbonell fue alzado por los brazos, con los codos
amarrados, hasta que sus pies apenas tocaban el suelo. La brutalidad fue tal, que sus
brazos quedaron afectados para el resto de su vida” 85
.
La Masonería Autóctona como escuela de Líderes
Hemos presentado argumentos que cuestionan criterios de ciertos historiadores
europeos, con respecto a que las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto Rico eran pro-
norteamericanas, españolizantes, y que sostenían un ideario político inconsistente.
Mas, si éstas no eran españolizantes como ellos aducen, ni tampoco un partido
político o un movimiento subversivo, qué eran entonces estas masonerías autóctonas?
Examinemos de nuevo su contexto. En una época en la que no existían en estas
islas, sindicatos, clubes cívicos, ni partidos políticos, fue la masonería la escuela y el
vehículo para que muchos próceres prepararan y realizaran su ingente labor patriótica.
Romeu explica la contribución de la masonería autóctona al proceso de formación
nacional de Cuba y Puerto Rico de la siguiente forma: “Existen tres funciones claves que
la masonería, y en particular la Gran Logia de Cuba [y de Puerto Rico], proveyeron a la
sociedad (…) Ellas son la función conectiva, la función diseminadora y la función
incubadora” 86
. Expliquemos este importante concepto más detalladamente:
En Puerto Rico, ni en el Oriente cubano, existía universidad durante el Siglo XIX.
Los que poseían medios económicos, como Betances y Hostos, en Puerto Rico, o
Agramonte y Céspedes, en Cuba, estudiaban en la Universidad de La Habana, o en las de
EEUU y Europa. La mayoría, estudiaba en su respectivo país hasta el nivel medio, y
luego se superaba mediante lecturas, o participando en tertulias y logias.
Los masones de aquella época fueron, en su mayoría, autodidactas. Muñoz Rivera
y Fernández. Juncos, en Puerto Rico, dirigieron periódicos y partidos políticos. En Cuba,
Cassard se hizo maestro, y luego fundó logias, periódicos y colegios. Calixto Garcia,
Maceo y Máximo Gómez, hombres de campo, fueron altos jefes del ejército libertador. Y
84
Miguel A. Pereira, “Encarcelamiento de Baldorioty y Palmer en El Morro en 1887”, El Nuevo Periódico
de Caguas. Miércoles 24 de octubre del 2012. 85
Luis A. Otero, “The Prisoners of San Felipe del Morro”, Scottish Rite Journal (Nov-Dec. 2013): 22—24. 86
Jorge Luis Romeu, “Characteristics and Challenges of Cuban Freemasons in the XX Century: A
demographic approach”, REHMLAC, Special Issue: Grand Lodge of California. (2013): 137—154.
16
sus estrategias y campañas, se estudiaron en academias militares europeas. Fue en la
logia masónica donde ellos escucharon y dieron conferencias, se conocieron, pulieron sus
facultades intelectuales, y fertilizaron y divulgaron sus ideas.
Suponer que en las actas de las logias encontraremos tales labores políticas es
ingenuo. Unas veces para evadir a las autoridades coloniales, y otras para cubrir las reglas
de la institución masónica, que prohíben las actividades políticas partidarias, dichas
labores políticas o se realizaban fuera de la logia, o se realizaban pero no se reportaban.
Caso en punto es el del GOCA, que cumplía con ambas condiciones arriba expuestas.
Sin embargo, tal situación se puede explorar mediante la estadística matemática.
Consideremos dos factores: Liderazgo político, (inclusión en el gobierno autonómico), y
pertenencia a la masonería. Analicemos si ambos están correlacionados (asociados).
Consideremos como población en riesgo, la compuesta por personas que pueden
(por sus conocimientos y preparación) aspirar a formar parte del gobierno autonómico.
Supongamos que en todo Puerto Rico hubiera diez mil (cifra bastante conservadora).
Sabemos, por el Prof. Ayala, que el número de masones puertorriqueños nunca
pasó de unos tres mil. Supongamos que todos ellos tuvieran la preparación para aspirar a
ser parte de dicho gobierno autonómico (o sea, de la población en riesgo).
Podemos entonces a través del procedimiento estadístico Tabla de Contingencia87
analizar si tal relación es estadísticamente factible. Construyamos dicha tabla, que estará
compuesta de cuatro cuadros: (1) aquellos que ni integraron el gobierno autonómico, ni
fueron masones; (2) aquellos que no integraron dicho gobierno, pero sí fueron masones;
(3) aquellos que integraron el gobierno autonómico, pero no fueron masones; y (4)
aquellos que fueron, a la vez, miembros del gobierno autonómico y de la masonería.
Tabla 2: Masonería y Liderazgo Político: Planteamiento Teórico
Factor A: Masoneria
Factor B: No Masones Masones
Total
Factor-B
87
La Tabla de Contingencias compara valores “observados” en la práctica, con los “esperados”, que
ocurrirían si no existiera efecto de los factores analizados. Estos últimos se obtienen multiplicando los
totales de las correspondientes filas y columnas, y dividiendo por el total general. Estas diferencias, al
cuadrado por celda, divididas por el valor esperado de la celda para ajustar por el peso de las mismas, se
suman y se comparan con un valor tabular Chi Cuadrado. Si esta suma es mayor, se entiende que tales
diferencias no son producto del azar, sino de la asociación entre los factores considerados.
17
Participacion en
la Politica
Fuera del
Gobierno
Personas ni
en
gobierno, ni
masones
Masones
fuera del
Gobierno
Total de
gente Fuera
del
Gobierno
Autonomica
puertorriqueña
En el
Gobierno
No Masones
en el
Gobierno
Masones
parte del
Gobierno
Total de
Secretarios
del
Gobierno
Total
Factor-A
Total de No
Masones
Total de
Masones
Total
General Fuente: derivación de la tabla estadística por el autor
Sabemos por el Prof. Ayala que de las once secretarias del gobierno autonómico,
puertorriqueño de 1898, ocho fueron ocupadas por masones88
. Entonces, utilizando las
cifras arriba dadas, de población en riesgo y de total de masones, podemos escribir:
Tabla 3: Masonería y Liderazgo Político: Valores Observados
Factor A: Masoneria
Factor B:
No
Masones Masones Total-B
Fuera del
Gobierno 6997 2992 9989
Parte del
Gobierno 3 8 11
Total-A 7000 3000 10000 Fuente: Ayala, Cordero, Rodríguez Escudero y el autor
Convirtamos la anterior tabla en otra que contenga Valores Esperados89
, o sea,
aquellos que, si los miembros del gobierno fueran seleccionados al azar, serian masones:
Tabla 4: Masonería y Liderazgo Político: Valores Esperados
Factor A: Masoneria
Factor B:
No
Masones Masones Total-B
Fuera del
Gobierno 6992.3 2996.7 9989
88
“El primer Gabinete Autonómico insular fue nombrado el 10 de febrero de 1898. De sus seis
componentes al menos cuatro eran masones (…) De los cinco subsecretarios nombrados, cuatro también
(del quinto hay algunas dudas) lo eran“. Ayala, La masonería ante el conflicto colonial, 30. 89
Multiplicando, para cada cuadro de la tabla, el total de su fila por el total de su columna, y dividiendo por
el total general. Ejemplo: 9989*7000/10000 = 6992.3 es la entrada (valor esperado) del primer cuadro.
18
Parte del
Gobierno 7.7 3.3 11
Total-A 7000 3000 10000 Fuente: calculos del autor
Vemos cómo, considerando solamente al número de masones en la población en
riesgo, los miembros masones del gobierno autonómico deberían ser solamente 3.3. Pero
en realidad hay ocho: más del doble del número esperado. Además, el estadístico Suma
Total, de la Tabla de Contingencia, es 9.57, más del doble del valor admisible de la Tabla
Chi Cuadrado para este caso, que es de 3.84. La hipótesis de que existe asociación entre
pertenecer a la Masonería y ser Miembro del Gobierno Autonómico es factible.
Para el caso cubano haremos un análisis similar en un trabajo futuro. Más, sus
resultados serían similares, ya que la proporción de masones en el gobierno autonómico
cubano fue mayor que en Puerto Rico90
. Al menos cinco de los seis secretarios, Gálvez,
Govín, Doltz, Montoro y Zayas, eran autonomistas cubanos y masones (83%). Esta cifra
es superior a la de Puerto Rico, donde cuatro de los seis secretarios (66%), y cuatro de los
cinco sub-secretarios (80%), también lo fueron, dando un total de 8 de 11 (72%)..
La formación de líderes para las luchas por la soberanía de Cuba y Puerto Rico,
fue la mayor contribución de la masonería autóctona de las Antillas españolas..
Conclusiones
En el presente trabajo analizamos la visión de algunos historiadores españoles y
franceses respecto a las Masonerías Autóctonas de Cuba y Puerto Rico, y argumentamos
contra las mismas. No queremos implicar con esto, que todos los historiadores europeos
necesariamente piensen así. Sin embargo, estimamos que aquí hemos demostrado:
Primero: Autonomistas y masones (que coincidieron en gran número) utilizaron la
promoción de su propia identidad, en contraposición a una identidad española, como
elemento fundamental para obtener de España, el reconocimiento de sus reclamos de
autonomía política y de independencia masónica.
90
“Formabase un gobierno provisional con figuras eminentes del Partido Liberal Autonomista y de la
masonería)”. Soucy, Masonería y Nación, 269. El Gabinete estuvo compuesto por: José María Gálvez,
Eduardo Dolz, Francisco Zayas, Laureano Rodríguez (español), Antonio Govín y Rafael Montoro. Solo
Laureano Rodríguez, acaudalado comerciante gallego radicado en Cuba, no era conocido como masón
19
Segundo: Los masones autóctonos adoptaron, a través del tiempo, diversas vías
para forjar su identidad, incluyendo el reformismo, la autonomía y la independencia. Esto
no implica que no tuvieran una ideología y un objetivo bien determinados.
Tercero: La masonería autóctona funcionó como una escuela de líderes en los
procesos políticos de ambas islas. Ejemplos de tales líderes, en Cuba, incluyen a Martí,
Maceo, Gómez, Céspedes, Agramonte, Estrada Palma, Juan Gualberto Gómez, Gálvez y
Govin. En Puerto Rico, señalamos a Hostos, Betances, Baldorioty, Palmer, Ruiz Belvis,
Quiñones, Muñoz Rivera, Fernández Juncos91
y Barbosa. El desarrollo intelectual y
político de tales líderes constituye su mayor contribución.
Cuarto: Algunos historiadores europeos han sido inconsistentes al evaluar
determinadas características de las masonerías autóctonas de Cuba y Puerto Rico,
basados en el origen de sus cartas patentes, Sin embargo, no han hecho una evaluación
similar para analizar el origen de las cartas patentes de sus propias masonerías.
Quinto: Ciertos autores han sido inconsistentes al considerar a las masonerías
autóctonas como españolizantes, pasando por alto, o ignorando elementos tan fuertes que
lo contradicen, como son el asesinato del GM Puente Badell, en Santiago de Cuba, o los
Presos del Morro, de octubre 1887, en San Juan de Puerto Rico.
Finalmente, es importante presentar una visión alternativa de estos criterios92
,
proporcionando una perspectiva del lado americano del Atlántico93
, que sirva para
balancear las perspectivas europeas, para el beneficio de los futuros estudiosos del tema.
Teniendo ahora la oportunidad de escuchar y sopesar los criterios de ambas partes, los
futuros historiadores podrán formar su opinión al respecto, de manera más informada.
Agradecimientos
Reconocemos con gusto el estímulo y cooperación de muchos colegas de la Logia
Jose G. Bloise de Investigación de la GLSPR, que han compartido valiosa información, y
de los bibliotecarios de las Grandes Logias de Nueva York, Iowa y del Supremo Consejo
del Sur de EEUU, que nos han facilitado materiales, para nuestros trabajos.
91
Nació en Asturias; vino de siete años a Puerto Rico; perteneció a una Obediencia peninsular; fue líder del
autonomismo y miembro de este gobierno. Una importante avenida de San Juan lleva su ilustre nombre. 92
Emitidos por los tres historiadores académicos europeos estudiados aquí, e implícitamente avalados por
sus respectivos directores de tesis, y los prologuistas de sus libros, todos ellos especialistas en estos temas. 93
Representados aquí por los historiadores académicos de Cuba y Puerto Rico, ya mencionados.
20
Agradecemos especialmente al árbitro de REHMLAC su exhaustiva revisión de
nuestro trabajo inicial, y sus excelentes sugerencias para mejorar la versión final.
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