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Trabajo Práctico Análisis del Discurso “Evasión y justificación en el discurso del general Jorge Rafael Videla” O.INTRODUCCIÓN Todo país del mundo tiene en su historia algún hecho u acontecimiento que produjo un quiebre y dejó marcas en su sociedad. En Latinoamérica, hubo un período de dictaduras militares, cuyas marcas, en algunos casos más, en otros menos, son imborrables. Una de ellas tuvo lugar en nuestro país, conocida como “El Proceso”. Un proceso que abarcó desde 1976 hasta 1983, cuando volvió la democracia. Sin embargo, esta restauración no hizo que ese pasado quedará atrás, constituyendo una mera parte de la Historia argentina, sino todo lo contrario: hoy, es uno de los sucesos más presentes en nuestro presente como país. Sobre ese período terrible, se suscitan múltiples y muy opuestas lecturas. Este trabajo puede llegar a ser una de ellas: me propongo analizar uno de los muchos discursos dados por el general y represor Jorge Rafael Videla: el de su asunción como presidente (de facto) del gobierno nacional. 1. MODELO DE ANÁLISIS DEL DISCURSO El análisis propuesto se realizará desde una concepción del discurso como práctica social e históricamente situada;

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Trabajo PrcticoAnlisis del DiscursoEvasin y justificacin en el discurso del general Jorge Rafael Videla

O.INTRODUCCINTodo pas del mundo tiene en su historia algn hecho u acontecimiento que produjo un quiebre y dej marcas en su sociedad. En Latinoamrica, hubo un perodo de dictaduras militares, cuyas marcas, en algunos casos ms, en otros menos, son imborrables. Una de ellas tuvo lugar en nuestro pas, conocida como El Proceso. Un proceso que abarc desde 1976 hasta 1983, cuando volvi la democracia. Sin embargo, esta restauracin no hizo que ese pasado quedar atrs, constituyendo una mera parte de la Historia argentina, sino todo lo contrario: hoy, es uno de los sucesos ms presentes en nuestro presente como pas.Sobre ese perodo terrible, se suscitan mltiples y muy opuestas lecturas. Este trabajo puede llegar a ser una de ellas: me propongo analizar uno de los muchos discursos dados por el general y represor Jorge Rafael Videla: el de su asuncin como presidente (de facto) del gobierno nacional.

1. MODELO DE ANLISIS DEL DISCURSOEl anlisis propuesto se realizar desde una concepcin del discurso como prctica social e histricamente situada; perspectiva que implica tener en cuenta la relacin del lenguaje y el contexto sociocultural y que responde al modelo sistmico funcional de Halliday. Sin embargo, un anlisis crtico no se centra en la etapa de descripcin, sino que tambin incluye una de interpretacin y otra de explicacin. Es decir, que requiere interpretar como determinadas prcticas lingsticas se relacionan con ciertos procesos socioculturales (Fairclough, 1989).Dentro del modelo hallidiano, un texto es un producto cultural y como tal est cargado de significados histricos y sociales del grupo en el que fue producido. Texto es significado y significado es opcin, una corriente continua de selecciones. El rasgo principal del texto es su interaccin con su contexto de produccin. Esta relacin es moldeada como una serie de mltiples funciones que se dividen en: ideacional, interpersonal y textual. La primera se relaciona con la representacin, la segunda con la interaccin y la ltima con el flujo de informacin. Estas metafunciones a su vez, se realizan en el lenguaje a travs de sistemas de estructura gramatical: la transitividad (es una de las formas en que la accin social es representada. Halliday sostiene que los verbos representan procesos que requieren participantes especficos para llevarlos a cabo. Dichos procesos se clasifican en: materiales, mentales, verbales, relacionales, existenciales y de comportamiento), el modo (establece la relacin entre quien produce el texto y la persona que interacta con l) y el tema (describe la configuracin estructural de la clusula como mensaje en el cual el evento comunicativo est organizado mediante la opcin temtica. La clusula se divide en dos componentes: Tema, el punto de partida del mensaje y Rema, el resto de la clusula que generalmente contiene informacin nueva). (Achugar, 1999)

2. CONTEXTO SOCIOHISTRICOEl texto analizado es un discurso dado por Rafael Videla el 30 de marzo de 1976 en nuestro pas, en un marco de profunda crisis social, donde la violencia, los atentados y asesinatos eran constantes y el gobierno constitucional de Isabel Pern no encontraba una salida satisfactoria para superar los conflictos entre empresarios y trabajadores. Designado comandante en jefe del Ejrcito en julio de 1975, Videla fue una de las caras visibles, y entre ellas la ms importante, y el principal responsable de la lucha contra la subversin. Tres das despus de que la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas depusiera el gobierno constitucional (un 24 de marzo de 1976), fue nombrado presidente de la nacin, sin haber renunciado a su cargo en el ejrcito. Comenzaron as los aos del Proceso, del Golpe Militar (1976-1983). Un golpe visto con alivio y ampliamente aceptado, no solo en la sociedad, sino tambin en instituciones como la Iglesia, pero que luego se torn en uno de los perodos ms terribles de la Historia argentina. Proceso que, segn el propio general, constitua una tarea de gran magnitud: una profunda reorganizacin nacional. Y como tal, sera por tiempo indefinido.

3. EL DISCURSO POLTICOEste texto pertenece al discurso poltico. Un discurso que, de acuerdo con Eliseo Vern (1987), tiene una dimensin polmica: implica enfrentamiento, relacin con un enemigo, lucha entre enunciadores. Es decir, es inseparable de la construccin de un adversario. Por lo tanto, se podra hablar de un Otro negativo habitando dicho discurso, pero tambin de un Otro positivo, aqul al que es dirigido. El enunciador poltico, de esta manera, entra en relacin con ambos. Este lazo, si nos referimos al destinatario positivo (prodestinatario), reposa en la creencia presupuesta: el receptor participa de las mismas ideas, valores y objetivos que el enunciador. Es el partidario y su relacin con el enunciador toma la forma de una entidad llamada colectivo de identificacin, expresado en un nosotros inclusivo. Sucede lo opuesto al centrarnos en el destinatario negativo (contradestinatario), cuyo lazo con el enunciador descansa sobre la inversin de la creencia e implica una lectura destructiva de su discurso. Sin embrago, en contextos democrticos, se revela la presencia de un tercer tipo de destinatario (paradestinatario) representado en la figura de aquellos sectores de la ciudadana situados al margen, fuera de juego y cuya posicin podra definirse como la del indeciso. Su relacin con el enunciador se basara en la suspensin de la creencia. A l le va dirigido todo lo que dentro del discurso poltico es del orden de la persuasin.

En el caso del discurso que nos ocupa, tenemos como enunciador a Jorge Rafael Videla, hablando en nombre de las Fuerzas Armadas. De hecho, l jams hace alusin a su propia persona (no se registra en ningn momento el pronombre personal Yo), sino que se incluye dentro de esa institucin como un miembro ms. Aspecto que se puede verificar en el constante uso de la primera persona del plural. Sin embargo, la tarea se vuelve ms compleja para identificar a los receptores, dado el marco histrico social en el que tiene lugar y las caractersticas del gobierno: un gobierno de facto al que nadie eligi y que por lo tanto no asumi por elecciones, pero cuyos representantes apelan a la confianza y fe del pueblo, de los trabajadores, de toda la sociedad. Creo, entonces, que podramos considerar dos contradestinatarios: la delincuencia subversiva como principal, pero tambin el gobierno precedente. Y un paradestinatario representado en la apelacin: Al pueblo de la Nacin Argentina. A travs de su discurso, Videla no solo informa a todo el pas del grave deterioro en el que se encuentra, trayendo a colacin varios hechos del pasado inmediato, sino que recalca que la tarea propuesta es la de devolver el orden a la Argentina. Busca recuperar la confianza y la fe de la gente para obtener as su colaboracin en un proceso que ellos consideran la nica alternativa posible.

3. ANLISIS DEL TEXTOEl presente trabajo se propone estudiar cmo construye una representacin de s mismo el general represor Jorge Rafael Videla y de las Fuerzas Armadas y qu lugar le deja al otro en su discurso (pero tambin en el contexto), para despus tratar de pensar si este mismo discurso no estara justificando el accionar posterior y sus terribles consecuencias.

El anlisis se basar sobre todo en el estudio del significado experiencial y en menor medida del interpersonal, realizados mediante la estructura de transitividad y de modo, respectivamente. A travs de ambos se puede observar cmo la experiencia y las relaciones interpersonales se realizan en el texto. Teniendo en cuenta la nocin de registro como el resultado de la seleccin entre determinadas opciones, podemos decir que el contexto se caracteriza por tres variables: campo, tenor y modo, las cuales influyen en esa seleccin. Sin embargo, para la tarea que os ocupa, solo sern de utilidad las dos primeras: El campo es el asunto del que se habla (el tipo de accin social, se vincula con el significado experiencial). El tenor es la relacin en el texto entre el autor del mismo y sus receptores (se vincula con el interpersonal). (Achugar, 1999)El campo se expresa a travs de la estructura de transitividad. Dicha estructura, de acuerdo con Halliday, refiere a la opcin de procesos (grupos verbales) y participantes (grupos nominales). De esta manera, el mundo de la experiencia se construye como un conjunto manejable de procesos. En el discurso poltico elegido, esta variable est conformada por un solo tema: el proceso de reorganizacin nacional, que acab por constituir lo que fue la dictadura Militar de 1976. En l, las Fuerzas Armadas como institucin (y el propio Videla), identificadas en distintas partes del discurso con el gobierno nacional, tienen un papel preponderante:

Las Fuerzas Armadas () produjeron la nica respuesta posible a esta crtica situacin (Videla, Jorge Rafael, 1976)

Si analizamos esta clusula, vemos como las Fuerzas Armadas son participantes y agentes de la accin, que se realiza a travs de un proceso material abstracto, cuya meta es abstracta y constituye una frase nominal, con lo cual esa responsabilidad ya aparece atenuada.Tal agentividad, sin embrago, se atena ms en la siguiente oracin:

La intervencin de las Fuerzas Armadas ha constituido la nica alternativa posible frente al deterioro provocado por el desgobierno, la corrupcin y la complacencia (Videla, Jorge Rafael, 1976)

Aqu, el lugar de esa institucin cambia: ya no son los agentes directos sino los participantes de una nominalizacin: intervencin de intervenir. Videla podra haber dicho: Las Fuerzas Armadas has intervenido, pero esto implicara hacerse responsables enteramente de la accin referida y asumir la voluntad en la misma. La frase nominal nica alternativa posible como atributo de la nominalizacin, acta incluso de justificativo.Justificativo que puede verse con mayor claridad en:

Ante esta dramtica situacin, las Fuerzas Armadas asumieron el gobierno de la nacin (Videla, Jorge Rafael, 1976)

La accin est expresada por medio de un proceso material abstracto. Pero antes que nada, hay un circunstancial de causa que explica y justifica ese accionar. Es decir, no asumieron porque quisieron, sino porque las circunstancias lo pedan. Con lo cual estn queriendo demostrar que lo hicieron obligados.Por otro lado, el uso de sustantivos abstractos para describir esa dramtica situacin en la clusula anterior, es otro motivo de reflexin: est aludiendo indirectamente al gobierno constitucional previo, del cual las Fuerzas Armadas formaron parte. Es posible ver, entonces, una intencin de despegarse, de querer ocultar su participacin en l.Lo mismo podemos deducir de lo siguiente:

Una conduccin econmica vacilante y poco realista llev al pas hacia la recesin y al comienzo de la desocupacin () Herencia que recibimos y trataremos de paliar (Videla, Jorge Rafael, 1976)

Este es otro ejemplo del uso de nominalizaciones y abstracciones para referirse y a la vez separarse de ese gobierno anterior al que, en otras palabras, califican de ineficiente en todo sentido. Pero todo eso constituye esa herencia, meta abstracta de dos procesos materiales abstractos: recibimos y trataremos de paliar, de los cuales Videla y las Fuerzas Armadas son agentes (puede comprobarse en el uso de la primera persona del plural en la desinencia de los verbos). Sin embargo, uno de esos procesos implica un cierto grado de pasividad: recibimos. De manera que no es incorrecto interpretar que ellos tuvieron que hacerse cargo de ese desorden involuntariamente y no porque realmente hayan deseado hacerlo.

Las presentes citas permiten observar las distintas formas por medio de las cuales Videla y, por lo tanto, las Fuerzas Armadas atenan su agentividad y responsabilidad con respecto a la toma del poder y a las decisiones futuras como consecuencia de ese acto.Esta intencin puede verse a lo largo de todo el discurso. Prueba de ello, y como parte de esta estrategia de evasin, es el hecho de que la mayora de los procesos (de los cuales ellos, por supuesto son agentes) son materiales abstractos con metas tambin abstractas. Es decir, no hay nada que se pueda considerar un hecho concreto.

Comenzaremos, entonces, por establecer un orden justo, dentro del cual sea valedero trabajar y sacrificarseAs, elaboraremos el punto de vista indispensable para enfrentar la grave crisis por la que atraviesa nuestro pasUn Estado ordenado nos permitir dotar a la Nacin del instrumento capaz de impulsar una profunda tarea de transformacinPromoveremos la autntica relacin entre el capital y el trabajoEn funcin de intereses comunes, mantendremos relaciones con todos los pases del mundoHemos de concretar francas vinculaciones basadas en el respeto, el apoyo y la colaboracin mutuos (Videla, Jorge Rafael, 1976)

Todo lo que se expresa conforman abstracciones. No hay nada claro, no hay nada concreto. No se explicita en qu consiste ese punto de vista indispensable o a qu se refieren con el instrumento. No se aclara qu medidas se tomarn, cmo se pondrn en prctica Lo que nos invita a pensar que estn ocultando informacin.Pero los casos ms destacables para nuestro propsito son aquellos nicos dos en los que Videla hace referencia a su principal contradestinatario:

Se empearon a lo largo y ancho del pas en una exitosa lucha contra la delincuencia subversiva (Videla, Jorge Rafael, 1976)

En esta clusula, Videla se refiere al desempeo que tuvieron las Fuerzas Armadas durante el gobierno constitucional de Isabel Pern. Tanto las Fuerzas Armadas como la

delincuencia subversiva son ambos participantes, pero la primera es el agente del proceso material abstracto y la segunda es el participante afectado, que es a su vez, una abstraccin. As como lucha es una nominalizacin del verbo luchar.En el siguiente caso ocurre algo parecido:

Utilizaremos esa fuerza cuantas veces haga falta para asegurar la plena vigencia de la paz social () Combatiremos, sin tregua, a la delincuencia subversiva, hasta su total aniquilamiento. (Videla, Jorge Rafael, 1976)

Aqu, hay dos clusulas cuyos procesos son materiales concretos y sus metas, por el contrario, abstractas. En ambos, tanto las Fuerzas Armadas como el mismo Videla son agentes. La meta, en el primer caso, es fuerza, pero en el segundo nos encontramos nuevamente con la abstraccin delincuencia subversiva y con otra nominalizacin: aniquilamiento de aniquilar.Lo ms importante en estas citas, radica en el uso de esa abstraccin, cmo a travs de ella se realiza una estrategia de evasin mucho ms grave que las anteriores. Porque de esa manera, delincuencia se conceptualiza como si dijera el mal y as se oculta lo que en realidad, concretamente, se va a hacer: luchar, combatir y aniquilar delincuentes subversivos. En otras palabras: van a asesinar personas.

4. MARCO INTERPERSONALQueda por analizar qu lugar ocupa dentro de este discurso, ese otro que aqu podramos llamar paradestinatario: el pueblo de la nacin argentina.

Este proceso de reorganizacin nacional demandar tiempo y esfuerzo, requerir una amplia disposicin para la convivencia, exigir de cada uno su personal cuota de sacrificio, necesitar contar con la sincera y efectiva confianza de los argentinos. (Videla, Jorge Rafael, 1976)

A travs del uso de la metfora de modalidad dentica, expresada por medio de distintos predicadores con modal en indicativo, Videla (en representacin de las Fuerzas Armadas) est ordenando solapadamente que se tenga una determinada actitud, una conducta adecuada para poder llevar a cabo ese proceso de reorganizacin. De esta

manera, expresan su autoridad en la tarea a seguir y su dimensin de poder, su asimetra con respecto a ese otro. Lo mismo puede observarse en las siguientes citas:

Los trabajadores (...) deben saber que el sacrificio que demande la tarea de reorganizacin nacional ser soportado por todos los sectores sociales

Las organizaciones del capital y del trabajo debern ajustar el ejercicio de sus funciones a la defensa de las legtimas aspiraciones de sus integrantes (Videla, Jorge Rafael, 1976)

En ambas clusulas se expresa una imposicin, una orden a travs del uso de una construccin modal: la modalidad dentica, cuyo verbo modal es deber.Teniendo en cuenta que de esta forma se los est colocando, tanto a empresarios como a trabajadores, en una posicin totalmente asimtrica (por debajo), es interesante ver el tipo de acciones que se les pide: en el primer caso, se trata de un proceso mental de cognicin al que le sigue una presuposicin de verdad. En el segundo se trata de un proceso material abstracto cuya meta tambin es abstracta y constituye una nominalizacin. Es decir, no se les pide ningn tipo de participacin concreta o activa, con lo cual tambin su rol dentro del proceso de reorganizacin se ve disminuido. Idea que se puede reforzar si advertimos lo que ocurre en:

Demandamos comprensin para las razones que motivaron la actitud adoptada, demandamos comprensin para las pautas orientadas impuestas al proceso de reorganizacin nacional, demandamos comprensin para los esfuerzos que debemos exigir a cada argentino como contribucin impostergable. (Videla, Jorge Rafael, 1976)

Nuevamente observamos el uso de la metfora de modalidad dentica expresada a travs del predicativo modal demandamos (demandar). Pero lo interesante es ver lo que se est demandando (ordenando de manera no explcita): comprensin: nominalizacin de un proceso mental de cognicin: comprender. A esto se limita el rol del pueblo argentino, un rol absolutamente pasivo pero que tambin indica una posicin de sometimiento a las Fuerzas Armadas y a Videla. En esto radica el ejercicio de su responsabilidad.

5. CONCLUSIN Como puede verse, las Fuerzas Armadas, si bien aparecen como agentes del accionar, tratan de atenuar y evadir su responsabilidad de diferentes maneras, indicando por sobre todas las cosas, que las circunstancias los obligaron y que no quedaba ninguna alternativa posible dentro del mbito constitucional.Es una estrategia que se da en todo el discurso, pero con la cual tratan de justificarse incluso hasta el da de hoy, 35 aos despus, donde las consecuencias de ese suceso todava continan, no solo a nivel nacional, sino tambin individual, en cada una de las familias que se vieron afectadas, para decirlo diplomticamente. Porque lo que produjo dicho proceso de reorganizacin fueron muertes, desaparecidos, menos paz social.Construyen una imagen de s mismos como si fueran vctimas (algunos de ellos estn convencidos de que as era y es, porque varios continan afirmando haber luchado y querido salvar a la patria de un terrible enemigo). Imagen, lamentablemente, compartida por parte de la sociedad.Pero tambin hay una mayora, gran mayora me permitira decir, que los ve como lo que en realidad son: represores que hicieron un terrible abuso de poder, poder que s tomaron por voluntad propia. Y ms all de que esta decisin en un principio haya sido aceptada por la sociedad, no justifica los irreparables daos cometidos despus. Daos de los cuales, se quiera o no, deben hacerse cargo.

5. REFERENCIAS Achugar, Mariana. 1999. Construccin de la memoria: Anlisis de un Confesor. Revista Iberoamericana de Discurso y Sociedad. Vol.1, n4: 7-33. Fairclough, 1989. Vern, Eliseo, La palabra adversativa: Observaciones sobre la enunciacin poltica. El discurso poltico, Buenos Aires, Ed. Hachette, 1987. Videla, Rafael Jorge. 1976. Grandes Discursos de la Historia Argentina, Buenos Aires, Ed. Aguilar, 2000.

Macarena Junquera.