Análisis Narrativo Marcos

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Perícopa de la resurrección

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UNIVERSIDAD DE LA SALLEMtodo Narrativo en Teologa PrcticaJavier Alonso Granda Osorio 27141700

ELEMENTOS DE ANLISISCOMENTARIO

PREPARACIN DEL MINISTERIO DE JESS

1 Comienzo de la buena noticia de Jess, el ungido, hijo de Dios.Segn est escrito en el 1profeta Isaas:

1Mira, envo mi mensajero delante de ti,El que ha de preparar tu camino.Voz del que grita en el desierto:Preparad el camino al Seor;Allanad sus senderos!

Apareci Juan el Bautista en el desierto predicando un bautismo de conversin para el perdn de los pecados. Toda la regin de Judea y todos los habitantes de Jerusaln acudan a l y, despus de reconocer sus pecados, Juan los bautizaba en el ro Jordn. Iba Juan vestido con pelo de camello, llevaba una correa de cuero a su cintura, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Esto era lo que proclamaba: 2Detrs de m viene el que es ms fuerte que yo. Yo no soy digno ni de postrarme ante l para desatar la correa de sus sandalias. Yo os bautizo con agua, pero l os bautizar con Espritu Santo.

Por aquellos das lleg Jess desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordn. / En cuanto sali del agua vio rasgarse los cielos y al Espritu descender sobre l como una paloma. Se oy entonces una voz desde los cielos: 3T eres mi hijo amado, en ti me complazco.

2 A continuacin, el Espritu lo impuls hacia el desierto, donde Satans lo puso a prueba durante cuarenta das. Estaba con las fieras y los ngeles le servan.

1. NARRADOR: Extradiegtico homodiegtico (Ext- Pre) Intradiegtico homodiegtico (Int- Pre) Extradiegtico heterodiegtico (Ext- Aus) Intradiegtico heterodiegtico (Int- Aus)A nivel general el narrador es omnisciente, lo sabe todo a pesar de no participar en ninguno de los hechos, nos dice incluso pensamientos ntimos o cosas que se le escaparan a un espectador; por ejemplo, en este relato nos cuenta que fue lo que dijo la voz del cielo y quien impuls a Jess al desierto. ADEMS DE ESTO ES extradiegtico heterodiegtico.1 El narrador pasa a ser intradiegtico, por estar vinculado a un personaje, heterodiegtico. Este pasaje sirve para reforzar la tesis central de todo el evangelio mediante una confirmacin veterotestamentaria. 2 Narrador intradiegtico homodiegtico. Es Juan quien habla de sus acciones ante el que viene detrs de l.3 Narrador intradiegtico homodiegtico. Podramos entender por la boz de los cielos a Dios, quien confirma la identidad de Jess como su hijo y participa de los hechos mediante su complacencia en l.

2. PERSONAJES Esquema actancial Sujeto Objeto Emisor Destinatario Ayudante OponenteOtras. Protagonista Figurante Cordelle Redondo Plano Bloque

PERSONAJES: Esquema actancial 1 presentacin de la persona de JessSujeto: JUAN es un personaje redondo de l se dice que predicaba la conversin y se describe sus vestiduras. En la secuencia narrativa podra ser considerado como personaje principal por su funcin como anunciador y bautizador de precursor de Jess.Objeto: Anuncio de la naturaleza de Jess como HIJO DE DIOS; JESS personaje redondo, se define que es hijo de Dios, que es ms fuerte que juan. Que bautizara con Espritu. En esta secuencia narrativa es un cordel pero en el macro relato es el protagonista principal.Emisor: Dios, LA VOZ DE LOS CIELOS, personaje plano tiene dos caractersticas (El que enva mensajeros y es Padre de Jess). Acta como figurante.Destinatario: Habitantes de Judea y Jerusaln personajes planos, se caracterizan por acudir a Juan EL bautista, y figurantes.Ayudante: Isaas personaje plano y figurante. Espritu plano y figurante. La voz de los cielos que confirma la identidad de Jess. Esquema actancial 2 tentaciones en el desierto todos los personajes son planosSujeto: SatansObjeto: poner a prueba a JessEmisor: el espritu. Destinatario: Jess Ayudante: las fierasOponente: los ngeles

3. TRAMA Sndwich Esquema quinario1. Situacin inicial2. Nudo3. Accin transformadora4. Desenlace5. Situacin finalLa trama sobre el personaje de Juan es introducida mediante un esquema de Sndwich, donde en los extremos se encuentra la afirmacin de que Jess es el hijo de Dios.

Esquema quinario1. Situacin inicial presentacin del tema del evangelio2. Nudo presentacin del ministerio de Juan el Bautista y de Jess3. Accin transformadora el bautismo de Jess4. Desenlace Jess movido por el espritu pasa cuarenta das en el desierto5. Situacin final divinidad de Jess porque los ngeles le servan

4. MARCO Temporal Geogrfico horizontal y vertical Social

El marco temporal los verbos indican acciones pasadas, al igual que hay muchas expresiones de tiempo para indicar la secuencialidad de los sucesos. La mayora de las referencias temporales son tcitas. Por las palabras de Juan sabemos que su ministerio comenz antes que el de Jess. Sabemos que apareci pero no sabemos cundo. Jess Fue bautizado al llegar al Jordn en aquellos das (Una expresin temporal indefinida).

Marco geogrfico el Jordn puede tener una trascendencia simblica por ser la el lugar por el que el pueblo judo ingreso a la tierra prometida; el desierto para el pueblo de Israel desde los profetas es el lugar privilegiado de conversin y enamoramiento con Dios. Judea, Jerusaln y Nazaret de galilea. Verticalmente tenemos que la paloma desciende, podra significar el abajamiento o presencia histrica de Dios en la Historia.

Marco social, el bautismo hace referencia a un rito de purificacin judo con agua, como lo hizo Naamn. El tipo de vestiduras de Juan caracterizan una poblacin determinada (extra bblicamente se dicen que son los esenios.)

5. TIEMPO Escenas Sumarios Elipsis Pausas

Pausas es la descripcin del vestuario de Juan y su discurso.

Escenas (- introduccin programtica de todo el evangelio Descripcin de Juan: sus acciones y su discurso El bautismo de Jess Y sus tentaciones en el desierto) Velocidad rpida en la narracin de las acciones de Juan y en las tentaciones de Jess. Y normal en la introduccin del bautismo de Jess.Elipsis se omite datos de la vida anterior tanto de Juan como de Jess. El paso de Jess en el desierto y la introduccin del ministerio de Juan los considero sumarios. La narracin es rpida porque se resume en unas pocas lneas lo que paso durante cuarenta das.

6. ORDEN Analepsis Prolepsis Social Individual Sociorreligioso CulturalAnalepsis es la profeca de Isaas, en cuanto que es una referencia a palabras dichas en un tiempo pasado. Prolepsis el testimonio de Juan sobre la forma como bautizar Jess. Tanto la prolepsis como la analepsis son de tipo sociorreligioso.

7. FRECUENCIA Singulativo Repeticin Iterativo

EL relato en s es de carcter singulativo, son nicos dentro del texto del evangelio. Los dos sumarios, ya mencionados, cumplen un papel iterativo pues se cuenta una vez lo que paso muchas veces.

8. FOCALIZACIN Interna Externa Cero

La focalizacin general es cero por la informacin suministrada por el narrador.Focalizaciones internas desde Isaas para introducir el personaje de Juan; desde Juan Para introducir a Jess; y desde la voz para dar a conocer reafirmar la identidad e Jess expuesta en el principio del evangelio.Como focalizaciones externas podemos considerar la frase con la que inicia el narrador su relato, pues al afirmar que Jess es Hijo de Dios nos cuenta algo que solo l sabe. Al igual que decir que Jess fue impulsado por el Espritu Santo al desierto es una focalizacin de este tipo.

9. DISCURSO Showing Telling

El narrador de Marcos gusta de showing lo que los personajes hacen, solo Telling cuando describe cmo iba vestido Juan. Las palabras dichas por los personajes son discursos restituidos que cumplen la funcin de focalizar los hechos desde una perspectiva diferente. Este hecho permite caracterizar a los personajes desde sus acciones.

10. PUNTO DE VISTA EVALUATIVO Empata Simpata Antipata

El punto de vista evaluativo del narrador busca crear empata del lector con Jess presentando informacin sobre su divinidad desde el comienzo, nos dice que es hijo de Dios, elabora la persona de Juan y del Espritu en funcin de corroborar la identidad de Jess.

11. POSICIN DEL LECTOR Igualdad Inferioridad SuperioridadLa posicin del lector es de superioridad respecto a la informacin brindada, en un primer lugar, sobre Juan y, posteriormente, Jess. Desde el comienzo del evangelio el narrador nos ha revelado la identidad de Jess. Esto implica que los relatos siguientes tienen que ser vistos desde esta perspectiva. Aun cuando la multitud este en contra de Jess y decida crucificarlo.

ELEMENTOS DE ANLISISCOMENTARIOEVANGELIO DE MARCOS

MINISTERIO DE JESS EN GALILEA

1. NARRADOR: Extradiegtico homodiegtico (Ext- Pre) Intradiegtico homodiegtico (Int- Pre) Extradiegtico heterodiegtico (Ext- Aus) Intradiegtico heterodiegtico (Int- Aus)1Narrador intradiegtico homodiegtico, pues es l quien trae el Reino de Dios. (al igual que las frases indicadas con los nmeros 2, 3, 7, 8, 9, 13, 15, 17, 19, 22, 23, 28, 29, 30, 31, 32, 37, 38, 42, 43, 45, 48, 49, 51, 55, 56, 57, 58, 60 ) Por ejemplo, la frase 43 quien narra es la mujer hemorrosa, corresponde a un personaje del relato y cuenta acciones que desea hacer y hace. En las frases 4, 5, 6, 10, 11, 12, 14, 16, 18, 20, 21, 24, 25, 26, 27, 33, 34, 35, 36, 39, 40, 41, 44, 46, 47, 50, 52, 53, 54, 59, 61, 62, 63 el Narrador es intradiegtico heterodiegtico, un ejemplo claro de este tipo de narrador es cuando Jess ensea mediante parbolas pues no participa, aparentemente, en ellas.

Despus que Juan fue arrestado, march Jess a Galilea, proclamando la buena noticia de Dios. Deca: 1El plazo se ha cumplido. El reino de Dios est llegando. Convertos y tened fe en la buena noticia.

Pasando Jess junto al lago de Galilea, vio a Simn y a su hermano Andrs que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jess les dijo: 2Venos detrs de m y os har pescadores de hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron. Un poco ms adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan. Estaban en la barca reparando las redes. Jess los llam tambin; y ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras l

Llegaron a Cafarnan y, cuando lleg el sbado, entr en la sinagoga y se puso a ensear. La gente estaba admirada de su enseanza, porque les enseaba con autoridad, y no como los maestros de la ley. Haba precisamente en la sinagoga un hombre con espritu inmundo, que se puso a gritar: 3 Qu tenemos nosotros que ver contigo, Jess de Nazaret? Has venido a destruirnos? S quin eres: el santo de Dios! Jess lo increp diciendo: 4 Cllate y sal de ese hombre!. El espritu inmundo lo retorci violentamente y, dando un fuerte alarido, sali de l. Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: 5 Qu es esto? Una doctrina nueva llena de autoridad? Manda incluso a los espritus inmundos y stos le obedecen!. Pronto se extendi su fama por todas partes, en toda la regin de Galilea.

Al salir de la sinagoga, Jess se fue inmediatamente a casa de Simn y de Andrs, con Santiago y Juan. La suegra de Simn estaba en cama con fiebre. Le hablaron en seguida de ella, y l se acerc, la cogi de la mano y la levant. La fiebre desapareci y se puso a servirles.

Al atardecer, cuando ya se haba puesto el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La poblacin entera se agolpaba a la puerta. l cur entonces a muchos enfermos de diversos males y expuls a muchos demonios, pero a stos no les dejaba hablar, pues saban quin era.

Muy de madrugada, antes del amanecer, se levant, sali, se fue a un lugar solitario y all se puso a orar. Simn y sus compaeros fueron en su busca. Cuando lo encontraron, le dijeron: 6Todos te buscan. Jess les contest: 7Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar tambin all, pues para eso he venido. Y se fue a predicar en sus sinagogas por toda Galilea, expulsando demonios.

Se le acerc un leproso, que se arrodill ante l y le suplic: 8Si t quieres, puedes limpiarme. Sintiendo compasin, Jess extendi la mano y lo toc diciendo: 9Quiero, queda limpio. Al instante se le quit la lepra y qued sano. Entonces Jess lo despidi, pero le orden enrgicamente: 10No cuentes esto a nadie, pero vete y presntate al sacerdote y haz por tu purificacin la ofrenda que ordena la Ley de Moiss, pues t tienes que hacer tu declaracin. Pero el hombre, en cuanto se fue, empez a hablar y a divulgar lo ocurrido, de tal manera que Jess ya no poda entrar pblicamente en el pueblo; tena que andar por las afueras, en lugares solitarios. Pero la gente vena a l de todas partes.

Tiempo despus, Jess volvi a Cafarnan. Apenas corri la noticia de que estaba en casa, se reuni tanta gente que no quedaba sitio ni siquiera a la puerta. Y mientras Jess les anunciaba la Palabra, cuatro hombres le trajeron un paraltico que llevaban tendido en una camilla. Como no podan acercarlo a Jess a causa de la multitud, levantaron el techo donde l estaba y por el boquete bajaron al enfermo en su camilla. Al ver la fe de aquella gente, Jess dijo al paraltico: 11Hijo, se te perdonan tus pecados. Estaban all sentados algunos maestros de la Ley, y pensaron en su interior: 12 Cmo puede decir eso? Realmente se burla de Dios. Quin puede perdonar pecados, fuera de Dios? Pero Jess supo en su espritu lo que ellos estaban pensando, y les dijo: 13 Por qu piensan as? Qu es ms fcil decir a este paraltico: Se te perdonan tus pecados, o decir: Levntate, toma tu camilla y anda? Pues ahora ustedes sabrn que el Hijo del Hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados. Y dijo al paraltico: 14Levntate, toma tu camilla y vete a tu casa. El hombre se levant, y ante los ojos de toda la gente, carg con su camilla y se fue. La gente qued asombrada, y todos glorificaban a Dios diciendo: 15Nunca hemos visto nada parecido.

Jess sali otra vez por las orillas del lago; todo el mundo vena a verlo y l les enseaba. Mientras caminaba, vio a un cobrador de impuestos sentado en su despacho. Era Lev, hijo de Alfeo. Jess le dijo: 16Sgueme. Y l se levant y lo sigui. Jess estuvo comiendo en la casa de Lev, y algunos cobradores de impuestos y pecadores estaban sentados a la mesa con Jess y sus discpulos; en realidad eran un buen nmero. Pero tambin seguan a Jess maestros de la Ley del grupo de los fariseos y, al verlo sentado a la misma mesa con pecadores y cobradores de impuestos, dijeron a los discpulos: Qu es esto? Est comiendo con publicanos y pecadores! Jess los oy y les dijo: 17No es la gente sana la que necesita mdico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Un da estaban ayunando los discpulos de Juan el Bautista y los fariseos. Algunas personas vinieron a preguntar a Jess: 18Los discpulos de Juan y los de los fariseos ayunan; por qu no lo hacen los tuyos? Jess les contest: 19 Quieren ustedes que los compaeros del novio ayunen mientras el novio est con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, claro que no pueden ayunar. Pero llegar el momento en que se les arrebatar el novio, y entonces ayunarn.Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de gnero nuevo, porque la tela nueva encoge, tira de la tela vieja, y se hace ms grande la rotura. Y nadie echa vino nuevo en envases de cuero viejos, porque el vino hara reventar los envases y se echaran a perder el vino y los envases. A vino nuevo, envases nuevos!

Un sbado Jess pasaba por unos sembrados con sus discpulos. Mientras caminaban, los discpulos empezaron a desgranar espigas en sus manos. Los fariseos dijeron a Jess: Mira lo que estn haciendo; esto est prohibido en da sbado. l les dijo: 20 Nunca han ledo ustedes lo que hizo David cuando sinti necesidad y hambre, y tambin su gente? Entr en la Casa de Dios, siendo sumo sacerdote Abiatar, y comi los panes de la ofrenda, que slo pueden comer los sacerdotes; y les dio tambin a los que estaban con l. Y Jess concluy: El sbado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sbado. Sepan, pues, que el Hijo del Hombre, tambin es dueo del sbado.

Otro da entr Jess en la sinagoga y se encontr con un hombre que tena la mano paralizada. Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jess en da sbado. Con esto tendran motivo para acusarlo. Jess dijo al hombre que tena la mano paralizada: 21Ponte de pie y colcate aqu en medio. Despus les pregunt: 22 Qu nos permite la Ley hacer en da sbado? Hacer el bien o hacer dao? Salvar una vida o matar? Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jess pase sobre ellos su mirada, enojado y muy apenado por su ceguera, y dijo al hombre: 23Extiende la mano. El paraltico la extendi y su mano qued sana. En cuanto a los fariseos, apenas salieron, fueron a juntarse con los partidarios de Herodes, buscando con ellos la forma de eliminar a Jess.

Jess se retir con sus discpulos a orillas del lago y lo sigui una gran muchedumbre de Galilea. Tambin de Judea, de Jerusaln, de Idumea, del otro lado del Jordn y de las tierras de Tiro y de Sidn, muchsima gente vena a verlo con slo or todo lo que haca. Jess mand a sus discpulos que tuvieran lista una barca, para que toda aquella gente no lo atropellase. Pues al verlo sanar a tantos, todas las personas que sufran de algn mal se le echaban encima para tocarlo. Incluso los espritus malos, apenas lo vean, se arrojaban a sus pies y gritaban: 24T eres el Hijo de Dios. Pero l no quera que lo dieran a conocer, y los haca callar.

Jess subi al monte y llam a los que l quiso, y se reunieron con l. As instituy a los Doce (a los que llam tambin apstoles), para que estuvieran con l y para enviarlos a predicar, dndoles poder para echar demonios. Estos son los Doce: Simn, a quien puso por nombre Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; Andrs, Felipe, Bartolom, Mateo, Toms, Santiago, el hijo de Alfeo, Tadeo, Simn el Cananeo, y Judas Iscariote, el que despus lo traicion. Vuelto a casa, se junt otra vez tanta gente que ni siquiera podan comer.

Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevrselo, pues decan: 25Se ha vuelto loco. Mientras tanto, unos maestros de la Ley que haban venido de Jerusaln decan: 26Est posedo por Belzeb, jefe de los demonios, y con su ayuda expulsa a los demonios. Jess les pidi que se acercaran y empez a ensearles por medio de ejemplos: 27 Cmo puede Satans echar a Satans? Si una nacin est con luchas internas, esa nacin no podr mantenerse en pie. Y si una familia est con divisiones internas, esa familia no podr subsistir. De igual modo, si Satans lucha contra s mismo y est dividido, no puede subsistir, y pronto llegar su fin. La verdad es que nadie puede entrar en la casa del Fuerte y arrebatarle sus cosas si no lo amarra primero; entonces podr saquear su casa. En verdad les digo: Se les perdonar todo a los hombres, ya sean pecados o blasfemias contra Dios, por muchos que sean. En cambio el que calumnie al Espritu Santo, no tendr jams perdn, pues se queda con un pecado que nunca lo dejar. Y justamente se era su pecado cuando decan: Est posedo por un espritu malo.

Entonces llegaron su madre y sus hermanos, se quedaron afuera y lo mandaron a llamar. Como era mucha la gente sentada en torno a Jess, le transmitieron este recado: Tu madre, tus hermanos y tus hermanas estn fuera y preguntan por ti. l les contest: 28 Quines son mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mo y hermana y madre.

Otra vez Jess se puso a ensear a orillas del lago. Se le reuni tanta gente junto a l que tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia, mientras toda la gente estaba en la orilla. Jess les ense muchas cosas por medio de ejemplos o parbolas. Les enseaba en esta forma: 29Escuchen esto: El sembrador sali a sembrar. Al ir sembrando, una parte de la semilla cay a lo largo del camino, vinieron los pjaros y se la comieron. Otra parte cay entre piedras, donde haba poca tierra, y las semillas brotaron en seguida por no estar muy honda la tierra. Pero cuando sali el sol, las quem y, como no tenan races, se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos: los espinos crecieron y las sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra buena: brotaron, crecieron y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. Y Jess agreg: El que tenga odos para or, que escuche. Cuando toda la gente se retir, los que lo seguan se acercaron con los Doce y le preguntaron qu significaban aquellas parbolas. l les contest: 30A ustedes se les ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que estn fuera no les llegan ms que parbolas. Y se verifican estas palabras:

Por mucho que miran, no ven; por ms que oyen no entienden; de otro modo se convertiran y recibiran el perdn.

Jess les dijo: No entienden esta parbola? Entonces, cmo comprendern las dems? Lo que el sembrador siembra es la Palabra de Dios. Los que estn a lo largo del camino cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la reciben, viene Satans y se lleva la palabra sembrada en ellos. Otros reciben la palabra como un terreno lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan con alegra; pero no se arraiga en ellos y no duran ms que una temporada; en cuanto sobrevenga alguna prueba o persecucin por causa de la Palabra, al momento caen. Otros la reciben como entre espinos; stos han escuchado la Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engaosas de la riqueza y las dems pasiones, y juntas ahogan la Palabra, que no da fruto. Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado la palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento.

Jess les dijo tambin: Cuando llega la luz, debemos ponerla bajo un macetero o debajo de la cama? No la pondremos ms bien sobre el candelero? No hay cosa secreta que no deba ser descubierta; y si algo ha sido ocultado, ser sacado a la luz. El que tenga odos para escuchar, que escuche. Les dijo tambin: Presten atencin a lo que escuchan. La medida con que ustedes midan, se usar para medir lo que reciban, y se les dar mucho ms todava. Spanlo bien: al que produce se le dar ms, y al que no produce se le quitar incluso lo que tiene. Jess dijo adems: Escuchen esta comparacin del Reino de Dios. Un hombre esparce la semilla en la tierra, y ya duerma o est despierto, sea de noche o de da, la semilla brota y crece, sin que l sepa cmo. La tierra da fruto por s misma: primero la hierba, luego la espiga, y por ltimo la espiga se llena de granos. Y cuando el grano est maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha. Jess les dijo tambin: A qu se parece el Reino de Dios? Con qu comparacin lo podramos expresar? Es semejante a una semilla de mostaza; al sembrarla, es la ms pequea de todas las semillas que se echan en la tierra, pero una vez sembrada, crece y se hace ms grande que todas las plantas del huerto y sus ramas se hacen tan grandes, que los pjaros del cielo buscan refugio bajo su sombra. Jess usaba muchas parbolas como stas para anunciar la Palabra, adaptndose a la capacidad de la gente. No les deca nada sin usar parbolas, pero a sus discpulos se lo explicaba todo en privado.

Al atardecer de aquel mismo da, Jess dijo a sus discpulos: 31Crucemos a la otra orilla del lago. Despidieron a la gente y lo llevaron en la barca en que estaba. Tambin lo acompaaban otras barcas. De pronto se levant un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca, que se iba llenando de agua. Mientras tanto Jess dorma en la popa sobre un cojn. Lo despertaron diciendo: 32Maestro, no te importa que nos hundamos? l entonces se despert. Se encar con el viento y dijo al mar: 33Cllate, clmate. El viento se apacigu y sigui una gran calma. Despus les dijo: 34 Por qu son tan miedosos? Todava no tienen fe? Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: 35 Quin es ste, que hasta el viento y el mar le obedecen?

Llegaron a la otra orilla del lago, que es la regin de los gerasenos. Apenas haba bajado Jess de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba posedo por un espritu malo. El hombre viva entre los sepulcros, y nadie poda sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Varias veces lo haban amarrado con grillos y cadenas, pero l rompa las cadenas y haca pedazos los grillos, y nadie lograba dominarlo. Da y noche andaba por los cerros, entre los sepulcros, gritando y lastimndose con piedras. Al divisar a Jess, fue corriendo y se ech de rodillas a sus pies. Entre gritos le deca: 36 No te metas conmigo, Jess, Hijo del Dios Altsimo! Te ruego por Dios que no me atormentes. Es que Jess le haba dicho: 37Espritu malo, sal de este hombre. Cuando Jess le pregunt: 38 Cmo te llamas?, contest: 39Me llamo Legin, porque somos muchos. Y rogaban insistentemente a Jess que no los echara de aquella regin. Haba all una gran piara de cerdos comiendo al pie del cerro. Los espritus le rogaron: Envanos a esa piara y djanos entrar en los cerdos. Y Jess se lo permiti. Entonces los espritus malos salieron del hombre y entraron en los cerdos; en un instante las piaras se arrojaron al agua desde lo alto del acantilado y todos los cerdos se ahogaron en el lago. Los cuidadores de los cerdos huyeron y contaron lo ocurrido en la ciudad y por el campo, de modo que toda la gente fue a ver lo que haba sucedido. Se acercaron Jess y vieron al hombre endemoniado, el que haba estado en poder de la Legin, sentado, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. Los testigos les contaron lo ocurrido al endemoniado y a los cerdos, y ellos rogaban a Jess que se alejara de sus tierras.

Cuando Jess suba a la barca, el hombre que haba tenido el espritu malo le pidi insistentemente que le permitiera irse con l. Pero Jess no se lo permiti, sino que le dijo: 40Vete a tu casa con los tuyos y cuntales lo que el Seor ha hecho contigo y cmo ha tenido compasin de ti. El hombre se fue y empez a proclamar por la regin de la Decpolis lo que Jess haba hecho con l; y todos quedaban admirados.

Jess, entonces, atraves el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se junt en la playa en torno a l. En eso lleg un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jess, se postr a sus pies suplicndole: 41Mi hija est agonizando; ven e impn tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo. Jess se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gento, que lo oprima.

Se encontraba all una mujer que padeca un derrame de sangre desde haca doce aos. Haba sufrido mucho en manos de muchos mdicos y se haba gastado todo lo que tena, pero en lugar de mejorar, estaba cada vez peor. Como haba odo lo que se deca de Jess, se acerc por detrs entre la gente y le toc el manto. La mujer pensaba: 42Si logro tocar, aunque slo sea su ropa, sanar. Al momento ces su hemorragia y sinti en su cuerpo que estaba sana. Pero Jess se dio cuenta de que un poder haba salido de l, y dndose vuelta en medio del gento, pregunt: 43 Quin me ha tocado la ropa? Sus discpulos le contestaron: 44Ya ves cmo te oprime toda esta gente: y preguntas quin te toc? Pero l segua mirando a su alrededor para ver quin le haba tocado. Entonces la mujer, que saba muy bien lo que le haba pasado, asustada y temblando, se postr ante l y le cont toda la verdad. Jess le dijo: 45Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.

Jess estaba todava hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: 46Tu hija ha muerto. Para qu molestar ya al Maestro?Jess se hizo el desentendido y dijo al oficial: 47No tengas miedo, solamente ten fe. Pero no dej que lo acompaaran ms que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Cuando llegaron a la casa del oficial, Jess vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban. Jess entr y les dijo: 48 Por qu este alboroto y tanto llanto? La nia no est muerta, sino dormida. Y se burlaban de l. Pero Jess los hizo salir a todos, tom consigo al padre, a la madre y a los que venan con l, y entr donde estaba la nia. Tomndola de la mano, dijo a la nia: 49Talit kumi, que quiere decir: Nia, te lo digo, levntate! La jovencita se levant al instante y empez a caminar (tena doce aos). Qu estupor ms grande! Quedaron fuera de s. Pero Jess les pidi insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a la nia.

Al irse Jess de all, volvi a su tierra, y sus discpulos se fueron con l. Cuando lleg el sbado, se puso a ensear en la sinagoga. Mucha gente lo escuchaba con estupor. Se preguntaban: 50 De dnde le viene todo esto? Y qu pensar de la sabidura que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos? Pero no es ms que el carpintero, el hijo de Mara; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simn. Y sus hermanas no estn aqu entre nosotros? Se escandalizaban y no lo reconocan. Jess les dijo: 51Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre su parentela y en su propia familia. Y no pudo hacer all ningn milagro. Tan slo san a unos pocos enfermos imponindoles las manos. Jess se admiraba de cmo se negaban a creer.

Jess recorra todos los pueblos de los alrededores enseando. Llam a los Doce y comenz a enviarlos de dos en dos, dndoles poder sobre los espritus malos. Les orden que no llevaran nada para el camino, fuera de un bastn: ni pan, ni morral, ni dinero; que llevaran calzado corriente y un solo manto. Y les deca: 52Qudense en la primera casa en que les den alojamiento, hasta que se vayan de ese sitio. Y si en algn lugar no los reciben ni los escuchan, no se alejen de all sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darn testimonio contra ellos. Fueron, pues, a predicar, invitando a la conversin. Expulsaban a muchos espritus malos y sanaban a numerosos enfermos, ungindoles con aceite.

El rey Herodes oy hablar de Jess, ya que su nombre se haba hecho famoso. Algunos decan: 53Este es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso actan en l poderes milagrosos. Otros decan: Es Elas, y otros: Es un profeta como los antiguos profetas. Herodes, por su parte, pensaba: Debe de ser Juan, al que le hice cortar la cabeza, que ha resucitado. En efecto, Herodes haba mandado tomar preso a Juan y lo haba encadenado en la crcel por el asunto de Herodas, mujer de su hermano Filipo, con la que se haba casado. Pues Juan le deca: 54No te est permitido tener a la mujer de tu hermano. Herodas lo odiaba y quera matarlo, pero no poda, pues Herodes vea que Juan era un hombre justo y santo, y le tena respeto. Por eso lo protega, y lo escuchaba con gusto, aunque quedaba muy perplejo al orlo. Herodas tuvo su oportunidad cuando Herodes, el da de su cumpleaos, dio un banquete a sus nobles, a sus oficiales y a los personajes principales de Galilea. En esa ocasin entr la hija de Herodas, bail y gust mucho a Herodes y a sus invitados. Entonces el rey dijo a la muchacha: 55Pdeme lo que quieras y te lo dar. Y le prometi con juramento: Te dar lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Sali ella a consultar a su madre: 56 Qu pido? La madre le respondi: La cabeza de Juan el Bautista. Inmediatamente corri a donde estaba el rey y le dijo: Quiero que ahora mismo me des la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. El rey se sinti muy molesto, pero no quiso negrselo, porque se haba comprometido con juramento delante de los invitados. Orden, pues, a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Este fue a la crcel y le cort la cabeza. Luego, trayndola en una bandeja, se la entreg a la muchacha y sta se la pas a su madre. Cuando la noticia lleg a los discpulos de Juan, vinieron a recoger el cuerpo y lo enterraron. .

Al volver los apstoles a donde estaba Jess, le contaron todo lo que haban hecho y enseado. Jess les dijo: 57Vmonos aparte, a un lugar retirado, y descansarn un poco. Porque eran tantos los que iban y venan que no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar despoblado. Pero la gente vio cmo se iban, y muchos cayeron en la cuenta; y se dirigieron all a pie. De todos los pueblos la gente se fue corriendo y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jess vio toda aquella gente, y sinti compasin de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a ensearles largamente. Se haba hecho tarde. Los discpulos se le acercaron y le dijeron: 58Estamos en un lugar despoblado y ya se ha hecho tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los pueblos ms cercanos y se compren algo de comer. Jess les contest: 59Denles ustedes de comer. Ellos dijeron: Y quieres que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para drselo? Jess les dijo: Cuntos panes tienen ustedes? Vayan a ver. Volvieron y le dijeron: Hay cinco, y adems hay dos pescados. Entonces les dijo que hicieran sentar a la gente en grupos sobre el pasto verde. Se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tom Jess los cinco panes y los dos pescados, levant los ojos al cielo, pronunci la bendicin, parti los panes y los iba dando a los discpulos para que se los sirvieran a la gente. Asimismo reparti los dos pescados entre todos. Comieron todos hasta saciarse; incluso se llenaron doce canastos con los pedazos de pan, sin contar lo que sobr de los pescados. Los que haban comido eran unos cinco mil hombres. Inmediatamente Jess oblig a sus discpulos a que subieran a la barca y lo fueran a esperar a Betsaida, en la otra orilla, mientras l despachaba a la gente. Jess despidi, pues, a la gente, y luego se fue al cerro a orar. Al anochecer, la barca estaba en medio del lago y Jess se haba quedado solo en tierra. Jess vio que sus discpulos iban agotados de tanto remar, pues el viento les era contrario, y antes de que terminara la noche fue hacia ellos caminando sobre el mar, como si quisiera pasar de largo. Al verlo caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, pues todos estaban asustados al verlo as. Pero Jess les habl: 60Animo, no teman, que soy yo. Y subi a la barca con ellos. De inmediato se calm el viento, con lo cual quedaron muy asombrados. Pues no haban entendido lo que haba pasado con los panes, tenan la mente cerrada. Terminada la travesa, llegaron a Genesaret y amarraron all la barca. Apenas se bajaron, la gente lo reconoci, y corrieron a dar la noticia por toda aquella regin. Empezaron a traer a los enfermos en sus camillas al lugar donde l estaba, y en todos los lugares a donde iba, pueblos, ciudades o aldeas, ponan a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar al menos el fleco de su manto. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.

Se renen junto a l los fariseos, as como algunos escribas venidos de Jerusaln. Y al ver que algunos de sus discpulos coman con manos impuras, es decir no lavadas, - es que los fariseos y todos los judos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradicin de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se baan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradicin, como la purificacin de copas, jarros y bandejas -. Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: Por qu tus discpulos no viven conforme a la tradicin de los antepasados, sino que comen con manos impuras? l les dijo: 61Bien profetiz Isaas de vosotros, hipcritas, segn est escrito:

Este pueblo me honra con los labios,pero su corazn est lejos de m.En vano me rinden culto, ya que ensean doctrinasque son preceptos de hombres.

Dejando el precepto de Dios, os aferris a la tradicin de los hombres. Les deca tambin: Qu bien violis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradicin! Porque Moiss dijo: Honra a tu padre y a tu madre y: el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte. Pero vosotros decs: Si uno dice a su padre o a su madre: "Lo que de m podras recibir como ayuda lo declaro Korbn - es decir: ofrenda -", ya no le dejis hacer nada por su padre y por su madre, anulando as la Palabra de Dios por vuestra tradicin que os habis transmitido; y hacis muchas cosas semejantes a stas. Llam otra vez a la gente y les dijo: 62Odme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en l, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Quien tenga odos para or, que oiga. Y cuando, apartndose de la gente, entr en casa, sus discpulos le preguntaban sobre la parbola. l les dijo: 63 Conque tambin vosotros estis sin inteligencia? No comprendis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, pues no entra en su corazn, sino en el vientre y va a parar al excusado? - as declaraba puros todos los alimentos -.

Y deca: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazn de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.

2. PERSONAJES Esquema actancial Sujeto Objeto Emisor Destinatario Ayudante OponenteOtras. Protagonista Figurante Cordelle Redondo Plano Bloque

En primer lugar se nos presenta el personaje De Juan el Bautista como personaje plano. Este mismo personaje aparecer despus vinculado a una analepsis en la que se narra cmo fue su muerte. Aparece relacionado con personajes como Herodes, Herodas y la hija de Herodas. SON PERSONJES PLANOS. En el microrelato Muerte de Juan, Juan es el protagonista; pero en el macro relato est en funcin de Jess.

Seguidamente aparece Jess, PERSONAJE PROTAGONISTA, REDONDO. Entre sus caractersticas destacan que es quien ensea y anuncia el reino de Dios ya sea dando testimonio de su llegada mediante los milagros y curaciones que hace o por su predicacin.

Considero que los seguidores de Jess (apstoles y discpulos) los podemos agrupar como un Personaje BLOQUE (aparecen durante todo el relato) REDONDO USUALMENTE CUMPLEN LA FUNCION DE CORDEL EN ALGUNAS ESCENAS PERO TAMBIEN APARECEN COMO FIGURANTES, a pesar de las variantes que van a resaltar en algunos de ellos como lo son Simn Pedro, Santiago, Andrs, Juan, Lev o Judas. Se caracterizan por acompaar a Jess y colaborarle en su misin. Al igual que la Gente estn asombrados del poder de Jess sobre los demonios. Todava no comprenden la identidad de Jess y por ello tienen miedo.

La gente, la multitud o la poblacin en general se caracterizan por Buscar a Jess para que cure o simplemente para escucharlo. Son un personaje en BLOQUE, PLANO, Y FIGURANTE. Presentan una progresin frente la actitud que asumen respecto a Jess, se admiran de lo que hacen y alaban a Dios pero no pasan de ah.

Los maestros de la ley, los escribas y los fariseos son tambin un personaje en BLOQUE que acta, dependiendo del microrelato, como Cordel y figurantes caracterizados por su oposicin a Jess y su incredulidad. Buscan poner a prueba Jess para poder matarlo.

A pesar de que cada los personajes en cada relato de las curaciones son particulares (tenemos por ejemplo a la Suegra de Pedro, a la hija de Jairo, Al endemoniado Legin) considero que en esta parte los puede ser un personaje en BLOQUE por su presencia durante el relato, REDONDO por la descripcin que se hace de su condicin los endemoniados o enfermos. En los microrelatos son protagonistas por la expresin de su fe en el reino de Dios y en el reconocimiento que hacen de Jess como Hijo de Dios.

Esquema actancial general del ministerio de Jess en Galilea.

Sujeto: Jess.Objeto: El anuncio de la llegada del Reino de Dios.

Emisor: Dios.Destinatario: las gentes de la regin de Galilea y Cafarnam. Ayudante: el grupo de seguidores cercanos de Jess (discpulos, apstoles)Los enfermos y endemoniados son oportunidad de expresin y difusin de la inminencia del Reino de Dios. Los demonios corroboran la identidad de Jess y con ella que l es portador del mensaje del Reino. ES DE RESALTAR QUE ESTOS PERSONAJES SE POSTRAN ANTE JESS.

Oponente: los fariseos, Herodianos, Escribas y maestros de la ley cuestionan la autoridad de Jess y lo confrontan con las tradiciones. Adems buscan cmo matarlo.

3. TRAMA Snwich Esquema quinario1. Situacin inicial2. Nudo3. Accin transformadora4. desenlace5. Situacin finalEsta segunda parte del evangelio comienza afirmando la llegada inminente del reino de Dios, tema central de esta parte del evangelio. Es confirmada en un primer momento por el seguimiento que se hace de Jess y las seguidas curaciones y expulsiones de agentes sobrenaturales, en la sinagoga, en la puerta de la casa; al igual que por la forma y la autoridad con la que Jess predica y ensea.

Esquema quinario1. Situacin inicial proclamacin del reino de Dios hecha por Jess2. Nudo el deseo de Jess de predicar en otras partes y las peticiones de curacin por la fe3. Accin transformadora los milagros de Jess (curaciones y expulsin de demonios) y su predicacin en parbolas en los pueblos cercanos4. Desenlace la multiplicacin de los panes 5. Situacin final controversia con los fariseos y explicacin de la impureza a los discpulos.

4. MARCO Temporal Geogrfico horizontal y vertical Social

El marco temporal est condicionado por el arresto de Juan como inicio de la actuacin de Jess; hay una referencia escatolgica en el discurso sobre la llegada del reino de Dios.La expulsin de demonios se realiza usualmente en da sbado o despus de este; ya sea al atardecer o anochecer del mismo da o en la madrugada del da siguiente.Jess gusta de ir a orar en la noche o muy temprano en la madrugada.

La narracin extradiegtica tiene los verbos en tiempo pasado, pero los discursos restituidos traen verbos en tiempo presente.

El geogrfico abarca la regin de Galilea y Cafarnam. Jess y sus discpulos actan en los pueblos que estn ubicados a las orillas del lago pues constantemente se desplazan de una orilla a otra en una barca. Su predicacin es realizada en las Sinagogas los das sbados, principalmente. Busca lugares solitarios, alejados o ubicados en las afueras de los pueblos y aldeas para ir a orar o para estar con sus discpulos. Pero ora principalmente en Cerros y montes. Se encuentra con sus discpulos para explicarlos en privado mientras ensea a la gente y tiene controversias con los fariseos en pblico.Uno de sus lugares favoritos es la CASA, ensea y cura en la puerta de la casa.

5. TIEMPO Escenas Sumarios Elipsis Pausas

Escenas: Texto programtico de la predicacin del reino de dios Llamado de los primeros discpulos Enseanza de Jess en la sinagoga y curacin de un hombre con espritu inmundo Curacin de la suegra de pedro Sumario de las curaciones hechas en la puerta de la casa de Pedro Oracin de Jess y anuncio de la predicacin en los pueblos vecinos Curacin de un leproso De un paralitico y controversia con los judos Llamado de Lev y controversia con los fariseos por comer con publicanos y pecadores. Controversia sobre el ayuno Controversia por la curacin de un paralitico en Sbado Eleccin de los doce Controversia sobre la autoridad de Jess. Parbolas sobre El Reino de Dios o predicacin de Jess La tempestad en Lago con los discpulos en la Barca Curacin del Endemoniado de Legin Curacin de la hemorrosa y la hija de Jairo La muerte de Juan el bautista Multiplicacin de Los panes y los peces Controversia sobre la pureza.LA VELOCIDAD DE LA MAYORA DE MICRORELATOS ES NORMA DEBIDO A QUE PRESENTAN GRAN CANTIDAD DE DISCURSOS RESTITUIDOS QUE FUNCIONAN COMO DILOGOS

El relato de la muerte de Juan es una paralipsis u omisin intencional del narrador para mostrar como Herodes relaciona las Figuras de Juan y Jess.

6. ORDEN Analepsis Prolepsis Social Individual Sociorreligioso Cultural

Se presenta varias analepsis sociorreligiosas cuando Jess hace referencia a textos de los profetas o del abuso de declarar una ofrenda a los padres como Korbn, o cuando el Narrador explica el origen o el porqu de algunas tradiciones como lavarse las manos.

Hay una serie de prolepsis escatolgicas en los discurso de Jess sobre la forma en que sern juzgados los fariseos

7. FRECUENCIA Singulativo Repeticin Iterativo

La mayora de los relatos son singulativos. Las controversias.

Las curaciones podran ser consideradas repeticin por guardar una estructura similar matizada por la splica y el llamado de alguien (endemoniado o personas cercanas) para que cure y posteriormente la cercana de Jess para curar.

Hay relatos iterativos presentes en los sumarios que narran una vez y resumen por ejemplo la predicacin de Jess en varias ladeas y pueblos o las curaciones que haca.

8. FOCALIZACIN Interna Externa Cero

La focalizacin es, en la mayor parte del relato externa. Cuando los personajes hablan mediante discursos restituidos pasa a cero y en algunos momentos se introducen comentarios o pensamientos de los personajes y se convierte en interna.

9. DISCURSO Showing Telling

El narrador Showing lo que hacen los personajes incluso cuando introduce discursos restituidos.

10. PUNTO DE VISTA EVALUATIVO Empata Simpata Antipata

El narrador busca crear antipata del lector hacia los fariseos dndonos a conocer su mala intencin de corazn y sus anhelos y deseos de poder. Crea simpata con los discpulos por la presentacin de la disponibilidad de su seguimiento y la ayuda en la misin de Jess pero tambin muestra su incomprensin ante la identidad y lagunas acciones de Jess que generan antipata.La simpata sigue siendo en alto grado hacia Jess pues desde el principio del evangelio sabemos que es el Hijo0 de Dios por ms que Jess prohba que se comunique a otros.

11. POSICIN DEL LECTOR Igualdad Inferioridad Superioridad

La misma razn mediante la cual se crea simpata del lector hacia Jess es la que lo coloca en una posicin superior frente al resto de personajes.

ELEMENTOS DE ANLISISCOMENTARIOEVANGELIO DE MARCOS

MINISTERIO DE JESS EN GALILEA

1. NARRADOR: Extradiegtico homodiegtico (Ext- Pre) Intradiegtico homodiegtico (Int- Pre) Extradiegtico heterodiegtico (Ext- Aus) Intradiegtico heterodiegtico (Int- Aus)Narrador extradiegtico heterodiegtico. Se presenta una focalizacin interna vinculada a un personaje (Jess) al ver a los pescadores.1Narrador intradiegtico homodiegtico, pues es l quien trae el Reino de Dios. (al igual que las frases indicadas con los nmeros 2, 3, 7, 8, 9, 13, 15, 17, 19, 22, 23, 28, 29, 30, 31, 32, 37, 38, 42, 43, 45, 48, 49, 51, 55, 56, 57, 58, 60 ) Por ejemplo, la frase 43 quien narra es la mujer hemorrosa, corresponde a un personaje del relato y cuenta acciones que desea hacer y hace. En las frases 4, 5, 6, 10, 11, 12, 14, 16, 18, 20, 21, 24, 25, 26, 27, 33, 34, 35, 36, 39, 40, 41, 44, 46, 47, 50, 52, 53, 54, 59, 61, 62, 63 el Narrador es intradiegtico heterodiegtico, un ejemplo claro de este tipo de narrador es cuando Jess ensea mediante parbolas pues no participa, aparentemente, en ellas.

Despus que Juan fue arrestado, march Jess a Galilea, proclamando la buena noticia de Dios. Deca: 1El plazo se ha cumplido. El reino de Dios est llegando. Convertos y tened fe en la buena noticia.

Pasando Jess junto al lago de Galilea, vio a Simn y a su hermano Andrs que estaban echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jess les dijo: 2Venos detrs de m y os har pescadores de hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron. Un poco ms adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan. Estaban en la barca reparando las redes. Jess los llam tambin; y ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras l

Llegaron a Cafarnan y, cuando lleg el sbado, entr en la sinagoga y se puso a ensear. La gente estaba admirada de su enseanza, porque les enseaba con autoridad, y no como los maestros de la ley. Haba precisamente en la sinagoga un hombre con espritu inmundo, que se puso a gritar: 3 Qu tenemos nosotros que ver contigo, Jess de Nazaret? Has venido a destruirnos? S quin eres: el santo de Dios! Jess lo increp diciendo: 4 Cllate y sal de ese hombre!. El espritu inmundo lo retorci violentamente y, dando un fuerte alarido, sali de l. Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: 5 Qu es esto? Una doctrina nueva llena de autoridad? Manda incluso a los espritus inmundos y stos le obedecen!. Pronto se extendi su fama por todas partes, en toda la regin de Galilea.

Al salir de la sinagoga, Jess se fue inmediatamente a casa de Simn y de Andrs, con Santiago y Juan. La suegra de Simn estaba en cama con fiebre. Le hablaron en seguida de ella, y l se acerc, la cogi de la mano y la levant. La fiebre desapareci y se puso a servirles.

Al atardecer, cuando ya se haba puesto el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La poblacin entera se agolpaba a la puerta. l cur entonces a muchos enfermos de diversos males y expuls a muchos demonios, pero a stos no les dejaba hablar, pues saban quin era.

Muy de madrugada, antes del amanecer, se levant, sali, se fue a un lugar solitario y all se puso a orar. Simn y sus compaeros fueron en su busca. Cuando lo encontraron, le dijeron: 6Todos te buscan. Jess les contest: 7Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para predicar tambin all, pues para eso he venido. Y se fue a predicar en sus sinagogas por toda Galilea, expulsando demonios.

Se le acerc un leproso, que se arrodill ante l y le suplic: 8Si t quieres, puedes limpiarme. Sintiendo compasin, Jess extendi la mano y lo toc diciendo: 9Quiero, queda limpio. Al instante se le quit la lepra y qued sano. Entonces Jess lo despidi, pero le orden enrgicamente: 10No cuentes esto a nadie, pero vete y presntate al sacerdote y haz por tu purificacin la ofrenda que ordena la Ley de Moiss, pues t tienes que hacer tu declaracin. Pero el hombre, en cuanto se fue, empez a hablar y a divulgar lo ocurrido, de tal manera que Jess ya no poda entrar pblicamente en el pueblo; tena que andar por las afueras, en lugares solitarios. Pero la gente vena a l de todas partes.

Tiempo despus, Jess volvi a Cafarnan. Apenas corri la noticia de que estaba en casa, se reuni tanta gente que no quedaba sitio ni siquiera a la puerta. Y mientras Jess les anunciaba la Palabra, cuatro hombres le trajeron un paraltico que llevaban tendido en una camilla. Como no podan acercarlo a Jess a causa de la multitud, levantaron el techo donde l estaba y por el boquete bajaron al enfermo en su camilla. Al ver la fe de aquella gente, Jess dijo al paraltico: 11Hijo, se te perdonan tus pecados. Estaban all sentados algunos maestros de la Ley, y pensaron en su interior: 12 Cmo puede decir eso? Realmente se burla de Dios. Quin puede perdonar pecados, fuera de Dios? Pero Jess supo en su espritu lo que ellos estaban pensando, y les dijo: 13 Por qu piensan as? Qu es ms fcil decir a este paraltico: Se te perdonan tus pecados, o decir: Levntate, toma tu camilla y anda? Pues ahora ustedes sabrn que el Hijo del Hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados. Y dijo al paraltico: 14Levntate, toma tu camilla y vete a tu casa. El hombre se levant, y ante los ojos de toda la gente, carg con su camilla y se fue. La gente qued asombrada, y todos glorificaban a Dios diciendo: 15Nunca hemos visto nada parecido.

Jess sali otra vez por las orillas del lago; todo el mundo vena a verlo y l les enseaba. Mientras caminaba, vio a un cobrador de impuestos sentado en su despacho. Era Lev, hijo de Alfeo. Jess le dijo: 16Sgueme. Y l se levant y lo sigui. Jess estuvo comiendo en la casa de Lev, y algunos cobradores de impuestos y pecadores estaban sentados a la mesa con Jess y sus discpulos; en realidad eran un buen nmero. Pero tambin seguan a Jess maestros de la Ley del grupo de los fariseos y, al verlo sentado a la misma mesa con pecadores y cobradores de impuestos, dijeron a los discpulos: Qu es esto? Est comiendo con publicanos y pecadores! Jess los oy y les dijo: 17No es la gente sana la que necesita mdico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.

Un da estaban ayunando los discpulos de Juan el Bautista y los fariseos. Algunas personas vinieron a preguntar a Jess: 18Los discpulos de Juan y los de los fariseos ayunan; por qu no lo hacen los tuyos? Jess les contest: 19 Quieren ustedes que los compaeros del novio ayunen mientras el novio est con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, claro que no pueden ayunar. Pero llegar el momento en que se les arrebatar el novio, y entonces ayunarn.Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de gnero nuevo, porque la tela nueva encoge, tira de la tela vieja, y se hace ms grande la rotura. Y nadie echa vino nuevo en envases de cuero viejos, porque el vino hara reventar los envases y se echaran a perder el vino y los envases. A vino nuevo, envases nuevos!

Un sbado Jess pasaba por unos sembrados con sus discpulos. Mientras caminaban, los discpulos empezaron a desgranar espigas en sus manos. Los fariseos dijeron a Jess: Mira lo que estn haciendo; esto est prohibido en da sbado. l les dijo: 20 Nunca han ledo ustedes lo que hizo David cuando sinti necesidad y hambre, y tambin su gente? Entr en la Casa de Dios, siendo sumo sacerdote Abiatar, y comi los panes de la ofrenda, que slo pueden comer los sacerdotes; y les dio tambin a los que estaban con l. Y Jess concluy: El sbado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sbado. Sepan, pues, que el Hijo del Hombre, tambin es dueo del sbado.

Otro da entr Jess en la sinagoga y se encontr con un hombre que tena la mano paralizada. Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jess en da sbado. Con esto tendran motivo para acusarlo. Jess dijo al hombre que tena la mano paralizada: 21Ponte de pie y colcate aqu en medio. Despus les pregunt: 22 Qu nos permite la Ley hacer en da sbado? Hacer el bien o hacer dao? Salvar una vida o matar? Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jess pase sobre ellos su mirada, enojado y muy apenado por su ceguera, y dijo al hombre: 23Extiende la mano. El paraltico la extendi y su mano qued sana. En cuanto a los fariseos, apenas salieron, fueron a juntarse con los partidarios de Herodes, buscando con ellos la forma de eliminar a Jess.

Jess se retir con sus discpulos a orillas del lago y lo sigui una gran muchedumbre de Galilea. Tambin de Judea, de Jerusaln, de Idumea, del otro lado del Jordn y de las tierras de Tiro y de Sidn, muchsima gente vena a verlo con slo or todo lo que haca. Jess mand a sus discpulos que tuvieran lista una barca, para que toda aquella gente no lo atropellase. Pues al verlo sanar a tantos, todas las personas que sufran de algn mal se le echaban encima para tocarlo. Incluso los espritus malos, apenas lo vean, se arrojaban a sus pies y gritaban: 24T eres el Hijo de Dios. Pero l no quera que lo dieran a conocer, y los haca callar.

Jess subi al monte y llam a los que l quiso, y se reunieron con l. As instituy a los Doce (a los que llam tambin apstoles), para que estuvieran con l y para enviarlos a predicar, dndoles poder para echar demonios. Estos son los Doce: Simn, a quien puso por nombre Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes puso el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; Andrs, Felipe, Bartolom, Mateo, Toms, Santiago, el hijo de Alfeo, Tadeo, Simn el Cananeo, y Judas Iscariote, el que despus lo traicion. Vuelto a casa, se junt otra vez tanta gente que ni siquiera podan comer.

Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevrselo, pues decan: 25Se ha vuelto loco. Mientras tanto, unos maestros de la Ley que haban venido de Jerusaln decan: 26Est posedo por Belzeb, jefe de los demonios, y con su ayuda expulsa a los demonios. Jess les pidi que se acercaran y empez a ensearles por medio de ejemplos: 27 Cmo puede Satans echar a Satans? Si una nacin est con luchas internas, esa nacin no podr mantenerse en pie. Y si una familia est con divisiones internas, esa familia no podr subsistir. De igual modo, si Satans lucha contra s mismo y est dividido, no puede subsistir, y pronto llegar su fin. La verdad es que nadie puede entrar en la casa del Fuerte y arrebatarle sus cosas si no lo amarra primero; entonces podr saquear su casa. En verdad les digo: Se les perdonar todo a los hombres, ya sean pecados o blasfemias contra Dios, por muchos que sean. En cambio el que calumnie al Espritu Santo, no tendr jams perdn, pues se queda con un pecado que nunca lo dejar. Y justamente se era su pecado cuando decan: Est posedo por un espritu malo.

Entonces llegaron su madre y sus hermanos, se quedaron afuera y lo mandaron a llamar. Como era mucha la gente sentada en torno a Jess, le transmitieron este recado: Tu madre, tus hermanos y tus hermanas estn fuera y preguntan por ti. l les contest: 28 Quines son mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mo y hermana y madre.

Otra vez Jess se puso a ensear a orillas del lago. Se le reuni tanta gente junto a l que tuvo que subir a una barca y sentarse en ella a alguna distancia, mientras toda la gente estaba en la orilla. Jess les ense muchas cosas por medio de ejemplos o parbolas. Les enseaba en esta forma: 29Escuchen esto: El sembrador sali a sembrar. Al ir sembrando, una parte de la semilla cay a lo largo del camino, vinieron los pjaros y se la comieron. Otra parte cay entre piedras, donde haba poca tierra, y las semillas brotaron en seguida por no estar muy honda la tierra. Pero cuando sali el sol, las quem y, como no tenan races, se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos: los espinos crecieron y las sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra buena: brotaron, crecieron y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. Y Jess agreg: El que tenga odos para or, que escuche. Cuando toda la gente se retir, los que lo seguan se acercaron con los Doce y le preguntaron qu significaban aquellas parbolas. l les contest: 30A ustedes se les ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a los que estn fuera no les llegan ms que parbolas. Y se verifican estas palabras:

Por mucho que miran, no ven; por ms que oyen no entienden; de otro modo se convertiran y recibiran el perdn.

Jess les dijo: No entienden esta parbola? Entonces, cmo comprendern las dems? Lo que el sembrador siembra es la Palabra de Dios. Los que estn a lo largo del camino cuando se siembra, son aquellos que escuchan la Palabra, pero en cuanto la reciben, viene Satans y se lleva la palabra sembrada en ellos. Otros reciben la palabra como un terreno lleno de piedras. Apenas reciben la palabra, la aceptan con alegra; pero no se arraiga en ellos y no duran ms que una temporada; en cuanto sobrevenga alguna prueba o persecucin por causa de la Palabra, al momento caen. Otros la reciben como entre espinos; stos han escuchado la Palabra, pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engaosas de la riqueza y las dems pasiones, y juntas ahogan la Palabra, que no da fruto. Para otros se ha sembrado en tierra buena. Estos han escuchado la palabra, le han dado acogida y dan fruto: unos el treinta por uno, otros el sesenta y otros el ciento.

Jess les dijo tambin: Cuando llega la luz, debemos ponerla bajo un macetero o debajo de la cama? No la pondremos ms bien sobre el candelero? No hay cosa secreta que no deba ser descubierta; y si algo ha sido ocultado, ser sacado a la luz. El que tenga odos para escuchar, que escuche. Les dijo tambin: Presten atencin a lo que escuchan. La medida con que ustedes midan, se usar para medir lo que reciban, y se les dar mucho ms todava. Spanlo bien: al que produce se le dar ms, y al que no produce se le quitar incluso lo que tiene. Jess dijo adems: Escuchen esta comparacin del Reino de Dios. Un hombre esparce la semilla en la tierra, y ya duerma o est despierto, sea de noche o de da, la semilla brota y crece, sin que l sepa cmo. La tierra da fruto por s misma: primero la hierba, luego la espiga, y por ltimo la espiga se llena de granos. Y cuando el grano est maduro, se le mete la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha. Jess les dijo tambin: A qu se parece el Reino de Dios? Con qu comparacin lo podramos expresar? Es semejante a una semilla de mostaza; al sembrarla, es la ms pequea de todas las semillas que se echan en la tierra, pero una vez sembrada, crece y se hace ms grande que todas las plantas del huerto y sus ramas se hacen tan grandes, que los pjaros del cielo buscan refugio bajo su sombra. Jess usaba muchas parbolas como stas para anunciar la Palabra, adaptndose a la capacidad de la gente. No les deca nada sin usar parbolas, pero a sus discpulos se lo explicaba todo en privado.

Al atardecer de aquel mismo da, Jess dijo a sus discpulos: 31Crucemos a la otra orilla del lago. Despidieron a la gente y lo llevaron en la barca en que estaba. Tambin lo acompaaban otras barcas. De pronto se levant un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca, que se iba llenando de agua. Mientras tanto Jess dorma en la popa sobre un cojn. Lo despertaron diciendo: 32Maestro, no te importa que nos hundamos? l entonces se despert. Se encar con el viento y dijo al mar: 33Cllate, clmate. El viento se apacigu y sigui una gran calma. Despus les dijo: 34 Por qu son tan miedosos? Todava no tienen fe? Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: 35 Quin es ste, que hasta el viento y el mar le obedecen?

Llegaron a la otra orilla del lago, que es la regin de los gerasenos. Apenas haba bajado Jess de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba posedo por un espritu malo. El hombre viva entre los sepulcros, y nadie poda sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Varias veces lo haban amarrado con grillos y cadenas, pero l rompa las cadenas y haca pedazos los grillos, y nadie lograba dominarlo. Da y noche andaba por los cerros, entre los sepulcros, gritando y lastimndose con piedras. Al divisar a Jess, fue corriendo y se ech de rodillas a sus pies. Entre gritos le deca: 36 No te metas conmigo, Jess, Hijo del Dios Altsimo! Te ruego por Dios que no me atormentes. Es que Jess le haba dicho: 37Espritu malo, sal de este hombre. Cuando Jess le pregunt: 38 Cmo te llamas?, contest: 39Me llamo Legin, porque somos muchos. Y rogaban insistentemente a Jess que no los echara de aquella regin. Haba all una gran piara de cerdos comiendo al pie del cerro. Los espritus le rogaron: Envanos a esa piara y djanos entrar en los cerdos. Y Jess se lo permiti. Entonces los espritus malos salieron del hombre y entraron en los cerdos; en un instante las piaras se arrojaron al agua desde lo alto del acantilado y todos los cerdos se ahogaron en el lago. Los cuidadores de los cerdos huyeron y contaron lo ocurrido en la ciudad y por el campo, de modo que toda la gente fue a ver lo que haba sucedido. Se acercaron Jess y vieron al hombre endemoniado, el que haba estado en poder de la Legin, sentado, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. Los testigos les contaron lo ocurrido al endemoniado y a los cerdos, y ellos rogaban a Jess que se alejara de sus tierras.

Cuando Jess suba a la barca, el hombre que haba tenido el espritu malo le pidi insistentemente que le permitiera irse con l. Pero Jess no se lo permiti, sino que le dijo: 40Vete a tu casa con los tuyos y cuntales lo que el Seor ha hecho contigo y cmo ha tenido compasin de ti. El hombre se fue y empez a proclamar por la regin de la Decpolis lo que Jess haba hecho con l; y todos quedaban admirados.

Jess, entonces, atraves el lago, y al volver a la otra orilla, una gran muchedumbre se junt en la playa en torno a l. En eso lleg un oficial de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jess, se postr a sus pies suplicndole: 41Mi hija est agonizando; ven e impn tus manos sobre ella para que se mejore y siga viviendo. Jess se fue con Jairo; estaban en medio de un gran gento, que lo oprima.

Se encontraba all una mujer que padeca un derrame de sangre desde haca doce aos. Haba sufrido mucho en manos de muchos mdicos y se haba gastado todo lo que tena, pero en lugar de mejorar, estaba cada vez peor. Como haba odo lo que se deca de Jess, se acerc por detrs entre la gente y le toc el manto. La mujer pensaba: 42Si logro tocar, aunque slo sea su ropa, sanar. Al momento ces su hemorragia y sinti en su cuerpo que estaba sana. Pero Jess se dio cuenta de que un poder haba salido de l, y dndose vuelta en medio del gento, pregunt: 43 Quin me ha tocado la ropa? Sus discpulos le contestaron: 44Ya ves cmo te oprime toda esta gente: y preguntas quin te toc? Pero l segua mirando a su alrededor para ver quin le haba tocado. Entonces la mujer, que saba muy bien lo que le haba pasado, asustada y temblando, se postr ante l y le cont toda la verdad. Jess le dijo: 45Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda sana de tu enfermedad.

Jess estaba todava hablando cuando llegaron algunos de la casa del oficial de la sinagoga para informarle: 46Tu hija ha muerto. Para qu molestar ya al Maestro?Jess se hizo el desentendido y dijo al oficial: 47No tengas miedo, solamente ten fe. Pero no dej que lo acompaaran ms que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Cuando llegaron a la casa del oficial, Jess vio un gran alboroto: unos lloraban y otros gritaban. Jess entr y les dijo: 48 Por qu este alboroto y tanto llanto? La nia no est muerta, sino dormida. Y se burlaban de l. Pero Jess los hizo salir a todos, tom consigo al padre, a la madre y a los que venan con l, y entr donde estaba la nia. Tomndola de la mano, dijo a la nia: 49Talit kumi, que quiere decir: Nia, te lo digo, levntate! La jovencita se levant al instante y empez a caminar (tena doce aos). Qu estupor ms grande! Quedaron fuera de s. Pero Jess les pidi insistentemente que no lo contaran a nadie, y les dijo que dieran algo de comer a la nia.

Al irse Jess de all, volvi a su tierra, y sus discpulos se fueron con l. Cuando lleg el sbado, se puso a ensear en la sinagoga. Mucha gente lo escuchaba con estupor. Se preguntaban: 50 De dnde le viene todo esto? Y qu pensar de la sabidura que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos? Pero no es ms que el carpintero, el hijo de Mara; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simn. Y sus hermanas no estn aqu entre nosotros? Se escandalizaban y no lo reconocan. Jess les dijo: 51Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre su parentela y en su propia familia. Y no pudo hacer all ningn milagro. Tan slo san a unos pocos enfermos imponindoles las manos. Jess se admiraba de cmo se negaban a creer.

Jess recorra todos los pueblos de los alrededores enseando. Llam a los Doce y comenz a enviarlos de dos en dos, dndoles poder sobre los espritus malos. Les orden que no llevaran nada para el camino, fuera de un bastn: ni pan, ni morral, ni dinero; que llevaran calzado corriente y un solo manto. Y les deca: 52Qudense en la primera casa en que les den alojamiento, hasta que se vayan de ese sitio. Y si en algn lugar no los reciben ni los escuchan, no se alejen de all sin haber sacudido el polvo de sus pies: con esto darn testimonio contra ellos. Fueron, pues, a predicar, invitando a la conversin. Expulsaban a muchos espritus malos y sanaban a numerosos enfermos, ungindoles con aceite.

El rey Herodes oy hablar de Jess, ya que su nombre se haba hecho famoso. Algunos decan: 53Este es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso actan en l poderes milagrosos. Otros decan: Es Elas, y otros: Es un profeta como los antiguos profetas. Herodes, por su parte, pensaba: Debe de ser Juan, al que le hice cortar la cabeza, que ha resucitado. En efecto, Herodes haba mandado tomar preso a Juan y lo haba encadenado en la crcel por el asunto de Herodas, mujer de su hermano Filipo, con la que se haba casado. Pues Juan le deca: 54No te est permitido tener a la mujer de tu hermano. Herodas lo odiaba y quera matarlo, pero no poda, pues Herodes vea que Juan era un hombre justo y santo, y le tena respeto. Por eso lo protega, y lo escuchaba con gusto, aunque quedaba muy perplejo al orlo. Herodas tuvo su oportunidad cuando Herodes, el da de su cumpleaos, dio un banquete a sus nobles, a sus oficiales y a los personajes principales de Galilea. En esa ocasin entr la hija de Herodas, bail y gust mucho a Herodes y a sus invitados. Entonces el rey dijo a la muchacha: 55Pdeme lo que quieras y te lo dar. Y le prometi con juramento: Te dar lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino. Sali ella a consultar a su madre: 56 Qu pido? La madre le respondi: La cabeza de Juan el Bautista. Inmediatamente corri a donde estaba el rey y le dijo: Quiero que ahora mismo me des la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. El rey se sinti muy molesto, pero no quiso negrselo, porque se haba comprometido con juramento delante de los invitados. Orden, pues, a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Este fue a la crcel y le cort la cabeza. Luego, trayndola en una bandeja, se la entreg a la muchacha y sta se la pas a su madre. Cuando la noticia lleg a los discpulos de Juan, vinieron a recoger el cuerpo y lo enterraron. .

Al volver los apstoles a donde estaba Jess, le contaron todo lo que haban hecho y enseado. Jess les dijo: 57Vmonos aparte, a un lugar retirado, y descansarn un poco. Porque eran tantos los que iban y venan que no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar despoblado. Pero la gente vio cmo se iban, y muchos cayeron en la cuenta; y se dirigieron all a pie. De todos los pueblos la gente se fue corriendo y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jess vio toda aquella gente, y sinti compasin de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a ensearles largamente. Se haba hecho tarde. Los discpulos se le acercaron y le dijeron: 58Estamos en un lugar despoblado y ya se ha hecho tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los pueblos ms cercanos y se compren algo de comer. Jess les contest: 59Denles ustedes de comer. Ellos dijeron: Y quieres que vayamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para drselo? Jess les dijo: Cuntos panes tienen ustedes? Vayan a ver. Volvieron y le dijeron: Hay cinco, y adems hay dos pescados. Entonces les dijo que hicieran sentar a la gente en grupos sobre el pasto verde. Se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. Tom Jess los cinco panes y los dos pescados, levant los ojos al cielo, pronunci la bendicin, parti los panes y los iba dando a los discpulos para que se los sirvieran a la gente. Asimismo reparti los dos pescados entre todos. Comieron todos hasta saciarse; incluso se llenaron doce canastos con los pedazos de pan, sin contar lo que sobr de los pescados. Los que haban comido eran unos cinco mil hombres. Inmediatamente Jess oblig a sus discpulos a que subieran a la barca y lo fueran a esperar a Betsaida, en la otra orilla, mientras l despachaba a la gente. Jess despidi, pues, a la gente, y luego se fue al cerro a orar. Al anochecer, la barca estaba en medio del lago y Jess se haba quedado solo en tierra. Jess vio que sus discpulos iban agotados de tanto remar, pues el viento les era contrario, y antes de que terminara la noche fue hacia ellos caminando sobre el mar, como si quisiera pasar de largo. Al verlo caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, pues todos estaban asustados al verlo as. Pero Jess les habl: 60Animo, no teman, que soy yo. Y subi a la barca con ellos. De inmediato se calm el viento, con lo cual quedaron muy asombrados. Pues no haban entendido lo que haba pasado con los panes, tenan la mente cerrada. Terminada la travesa, llegaron a Genesaret y amarraron all la barca. Apenas se bajaron, la gente lo reconoci, y corrieron a dar la noticia por toda aquella regin. Empezaron a traer a los enfermos en sus camillas al lugar donde l estaba, y en todos los lugares a donde iba, pueblos, ciudades o aldeas, ponan a los enfermos en las plazas y le rogaban que les dejara tocar al menos el fleco de su manto. Y todos los que lo tocaban quedaban sanos.

Se renen junto a l los fariseos, as como algunos escribas venidos de Jerusaln. Y al ver que algunos de sus discpulos coman con manos impuras, es decir no lavadas, - es que los fariseos y todos los judos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradicin de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se baan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradicin, como la purificacin de copas, jarros y bandejas -. Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: Por qu tus discpulos no viven conforme a la tradicin de los antepasados, sino que comen con manos impuras? l les dijo: 61Bien profetiz Isaas de vosotros, hipcritas, segn est escrito:

Este pueblo me honra con los labios,pero su corazn est lejos de m.En vano me rinden culto, ya que ensean doctrinasque son preceptos de hombres.

Dejando el precepto de Dios, os aferris a la tradicin de los hombres. Les deca tambin: Qu bien violis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradicin! Porque Moiss dijo: Honra a tu padre y a tu madre y: el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte. Pero vosotros decs: Si uno dice a su padre o a su madre: "Lo que de m podras recibir como ayuda lo declaro Korbn - es decir: ofrenda -", ya no le dejis hacer nada por su padre y por su madre, anulando as la Palabra de Dios por vuestra tradicin que os habis transmitido; y hacis muchas cosas semejantes a stas. Llam otra vez a la gente y les dijo: 62Odme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en l, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Quien tenga odos para or, que oiga. Y cuando, apartndose de la gente, entr en casa, sus discpulos le preguntaban sobre la parbola. l les dijo: 63 Conque tambin vosotros estis sin inteligencia? No comprendis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, pues no entra en su corazn, sino en el vientre y va a parar al excusado? - as declaraba puros todos los alimentos -.

Y deca: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazn de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.

2. PERSONAJES Esquema actancial Sujeto Objeto Emisor Destinatario Ayudante OponenteOtras. Protagonista Figurante Cordelle Redondo Plano Bloque

En primer lugar se nos presenta el personaje De Juan el Bautista como personaje plano. Este mismo personaje aparecer despus vinculado a una analepsis en la que se narra cmo fue su muerte. Aparece relacionado con personajes como Herodes, Herodas y la hija de Herodas. SON PERSONJES PLANOS. En el microrelato Muerte de Juan, Juan es el protagonista; pero en el macro relato est en funcin de Jess.

Seguidamente aparece Jess, PERSONAJE PROTAGONISTA, REDONDO. Entre sus caractersticas destacan que es quien ensea y anuncia el reino de Dios ya sea dando testimonio de su llegada mediante los milagros y curaciones que hace o por su predicacin.

Considero que los seguidores de Jess (apstoles y discpulos) los podemos agrupar como un Personaje BLOQUE (aparecen durante todo el relato) REDONDO USUALMENTE CUMPLEN LA FUNCION DE CORDEL EN ALGUNAS ESCENAS PERO TAMBIEN APARECEN COMO FIGURANTES, a pesar de las variantes que van a resaltar en algunos de ellos como lo son Simn Pedro, Santiago, Andrs, Juan, Lev o Judas. Se caracterizan por acompaar a Jess y colaborarle en su misin. Al igual que la Gente estn asombrados del poder de Jess sobre los demonios. Todava no comprenden la identidad de Jess y por ello tienen miedo.

La gente, la multitud o la poblacin en general se caracterizan por Buscar a Jess para que cure o simplemente para escucharlo. Son un personaje en BLOQUE, PLANO, Y FIGURANTE. Presentan una progresin frente la actitud que asumen respecto a Jess, se admiran de lo que hacen y alaban a Dios pero no pasan de ah.

Los maestros de la ley, los escribas y los fariseos son tambin un personaje en BLOQUE que acta, dependiendo del microrelato, como Cordel y figurantes caracterizados por su oposicin a Jess y su incredulidad. Buscan poner a prueba Jess para poder matarlo.

A pesar de que cada los personajes en cada relato de las curaciones son particulares (tenemos por ejemplo a la Suegra de Pedro, a la hija de Jairo, Al endemoniado Legin) considero que en esta parte los puede ser un personaje en BLOQUE por su presencia durante el relato, REDONDO por la descripcin que se hace de su condicin los endemoniados o enfermos. En los microrelatos son protagonistas por la expresin de su fe en el reino de Dios y en el reconocimiento que hacen de Jess como Hijo de Dios.

Esquema actancial general del ministerio de Jess en Galilea.

Sujeto: Jess.Objeto: El anuncio de la llegada del Reino de Dios.

Emisor: Dios.Destinatario: las gentes de la regin de Galilea y Cafarnam. Ayudante: el grupo de seguidores cercanos de Jess (discpulos, apstoles)Los enfermos y endemoniados son oportunidad de expresin y difusin de la inminencia del Reino de Dios. Los demonios corroboran la identidad de Jess y con ella que l es portador del mensaje del Reino. ES DE RESALTAR QUE ESTOS PERSONAJES SE POSTRAN ANTE JESS.

Oponente: los fariseos, Herodianos, Escribas y maestros de la ley cuestionan la autoridad de Jess y lo confrontan con las tradiciones. Adems buscan cmo matarlo.

3. TRAMA Snwich Esquema quinario1. Situacin inicial2. Nudo3. Accin transformadora4. desenlace5. Situacin finalEsta segunda parte del evangelio comienza afirmando la llegada inminente del reino de Dios, tema central de esta parte del evangelio. Es confirmada en un primer momento por el seguimiento que se hace de Jess y las seguidas curaciones y expulsiones de agentes sobrenaturales, en la sinagoga, en la puerta de la casa; al igual que por la forma y la autoridad con la que Jess predica y ensea.

Esquema quinario1. Situacin inicial proclamacin del reino de Dios hecha por Jess2. Nudo el deseo de Jess de predicar en otras partes y las peticiones de curacin por la fe3. Accin transformadora los milagros de Jess (curaciones y expulsin de demonios) y su predicacin en parbolas en los pueblos cercanos4. Desenlace la multiplicacin de los panes 5. Situacin final controversia con los fariseos y explicacin de la impureza a los discpulos.

4. MARCO Temporal Geogrfico horizontal y vertical Social

El marco temporal est condicionado por el arresto de Juan como inicio de la actuacin de Jess; hay una referencia escatolgica en el discurso sobre la llegada del reino de Dios.La expulsin de demonios se realiza usualmente en da sbado o despus de este; ya sea al atardecer o anochecer del mismo da o en la madrugada del da siguiente.Jess gusta de ir a orar en la noche o muy temprano en la madrugada.

La narracin extradiegtica tiene los verbos en tiempo pasado, pero los discursos restituidos traen verbos en tiempo presente.

El geogrfico abarca la regin de Galilea y Cafarnam. Jess y sus discpulos actan en los pueblos que estn ubicados a las orillas del lago pues constantemente se desplazan de una orilla a otra en una barca. Su predicacin es realizada en las Sinagogas los das sbados, principalmente. Busca lugares solitarios, alejados o ubicados en las afueras de los pueblos y aldeas para ir a orar o para estar con sus discpulos. Pero ora principalmente en Cerros y montes. Se encuentra con sus discpulos para explicarlos en privado mientras ensea a la gente y tiene controversias con los fariseos en pblico.Uno de sus lugares favoritos es la CASA, ensea y cura en la puerta de la casa.

5. TIEMPO Escenas Sumarios Elipsis Pausas

Escenas: Texto programtico de la predicacin del reino de dios Llamado de los primeros discpulos Enseanza de Jess en la sinagoga y curacin de un hombre con espritu inmundo Curacin de la suegra de pedro Sumario de las curaciones hechas en la puerta de la casa de Pedro Oracin de Jess y anuncio de la predicacin en los pueblos vecinos Curacin de un leproso De un paralitico y controversia con los judos Llamado de Lev y controversia con los fariseos por comer con publicanos y pecadores. Controversia sobre el ayuno Controversia por la curacin de un paralitico en Sbado Eleccin de los doce Controversia sobre la autoridad de Jess. Parbolas sobre El Reino de Dios o predicacin de Jess La tempestad en Lago con los discpulos en la Barca Curacin del Endemoniado de Legin Curacin de la hemorrosa y la hija de Jairo La muerte de Juan el bautista Multiplicacin de Los panes y los peces Controversia sobre la pureza.LA VELOCIDAD DE LA MAYORA DE MICRORELATOS ES NORMA DEBIDO A QUE PRESENTAN GRAN CANTIDAD DE DISCURSOS RESTITUIDOS QUE FUNCIONAN COMO DILOGOS

El relato de la muerte de Juan es una paralipsis u omisin intencional del narrador para mostrar como Herodes relaciona las Figuras de Juan y Jess.

6. ORDEN Analepsis Prolepsis Social Individual Sociorreligioso Cultural

Se presenta varias analepsis sociorreligiosas cuando Jess hace referencia a textos de los profetas o del abuso de declarar una ofrenda a los padres como Korbn, o cuando el Narrador explica el origen o el porqu de algunas tradiciones como lavarse las manos.

Hay una serie de prolepsis escatolgicas en los discurso de Jess sobre la forma en que sern juzgados los fariseos

7. FRECUENCIA Singulativo Repeticin Iterativo

La mayora de los relatos son singulativos. Las controversias.

Las curaciones podran ser consideradas repeticin por guardar una estructura similar matizada por la splica y el llamado de alguien (endemoniado o personas cercanas) para que cure y posteriormente la cercana de Jess para curar.

Hay relatos iterativos presentes en los sumarios que narran una vez y resumen por ejemplo la predicacin de Jess en varias ladeas y pueblos o las curaciones que haca.

8. FOCALIZACIN Interna Externa Cero

La focalizacin es, en la mayor parte del relato externa. Cuando los personajes hablan mediante discursos restituidos pasa a cero y en algunos momentos se introducen comentarios o pensamientos de los personajes y se convierte en interna.

9. DISCURSO Showing Telling

El narrador de marco muestra ms lo que hacen los personajes de la historia.

10. PUNTO DE VISTA EVALUATIVO Empata Simpata Antipata

El narrador busca crear antipata del lector hacia los fariseos dndonos a conocer su mala intencin de corazn y sus anhelos y deseos de poder. Crea simpata con los discpulos por la presentacin de la disponibilidad de su seguimiento y la ayuda en la misin de Jess pero tambin muestra su incomprensin ante la identidad y lagunas acciones de Jess que generan antipata.La simpata sigue siendo en alto grado hacia Jess pues desde el principio del evangelio sabemos que es el Hijo0 de Dios por ms que Jess prohba que se comunique a otros.

11. POSICIN DEL LECTOR Igualdad Inferioridad Superioridad

La misma razn mediante la cual se crea simpata del lector hacia Jess es la que lo coloca en una posicin superior frente al resto de personajes.

ELEMENTOS DE ANLISISCOMENTARIOEVANGELIO DE MARCOS

MINISTERIO DE JESS EN SU VIAJE FUERA DE GALILEA

1. NARRADOR: Extradiegtico homodiegtico (Ext- Pre) Intradiegtico homodiegtico (Int- Pre) Extradiegtico heterodiegtico (Ext- Aus) Intradiegtico heterodiegtico (Int- Aus)El narrador contina siendo extradiegtico heterodiegtico. Todos los hechos se cuentan como si un espectador los viera y adems supiera que piensan los personajes.

Narrador intradiegtico homodiegtico 4, 5, 10, 11, 12, 13, 14, 17, 19, 20, 22, 23, 24, 25, 29, 30, 31, 33, 34, 35, 37, 38. Por ejemplo, la frase 4 es Jess quien nos cuenta que siente compasin por la gente Narrador intradiegtico heterodiegtico 1, 2, 3, 6, 7, 8, 9, 15, 16, 18, 21, 26, 27, 28, 32, 36. Por ejemplo, en la frase numero 27 Jess narra porque Moiss les permito divorciarse de las mujeres pero l no tiene participacin alguna en lo que narra.

Y partiendo de all, se fue a la regin de Tiro, y entrando en una casa quera que nadie lo supiese, pero no logr pasar inadvertido, sino que, en seguida, habiendo odo hablar de l una mujer, cuya hija estaba poseda de un espritu inmundo, vino y se postr a sus pies. Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. l le deca: 1Espera que primero se sacien los hijos, pues no est bien tomar el pan de los hijos y echrselo a los perritos.Pero ella le respondi: S, Seor; que tambin los perritos comen bajo la mesa migajas de los nios. l, entonces, le dijo: Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija. Volvi a su casa y encontr que la nia estaba echada en la cama y que el demonio se haba ido.

Se march de la regin de Tiro y vino de nuevo, por Sidn, al mar de Galilea, atravesando la Decpolis. Le presentan un sordo que, adems, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre l. l, apartndole de la gente, a solas, le meti sus dedos en los odos y con su saliva le toc la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: 2Effat, que quiere decir: Abrete! Se abrieron sus odos y, al instante, se solt la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jess les mand que a nadie se lo contaran. Pero cuanto ms se lo prohiba, tanto ms ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decan 3Todo lo ha hecho bien; hace or a los sordos y hablar a los mudos.

Por aquellos das, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qu comer, llama Jess a sus discpulos y les dice: 4Siento compasin de esta gente, porque hace ya tres das que permanecen conmigo y no tienen qu comer. Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecern en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos. Sus discpulos le respondieron: 5 Cmo podr alguien saciar de pan a stos aqu en el desierto? l les preguntaba: Cuntos panes tenis? Ellos le respondieron: Siete. Entonces l mand a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los parti e iba dndolos a sus discpulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. Tenan tambin unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendicin sobre ellos, mand que tambin los sirvieran. Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. Fueron unos cuatro mil. Jess los despidi.

Subi a continuacin a la barca con sus discpulos y se fue a la regin de Dalmanut. Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con l, pidindole una seal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Dando un profundo gemido desde lo ntimo de su ser, dice: 6 Por qu esta generacin pide una seal? Yo os aseguro: no se dar, a esta generacin ninguna seal. Y, dejndolos, se embarc de nuevo, y se fue a la orilla opuesta. Se haban olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca ms que un pan. l les haca esta advertencia: 7 Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes. Ellos hablaban entre s que no tenan panes. Dndose cuenta, les dice: Por qu estis hablando de que no tenis panes? An no comprendis ni entendis? Es que tenis la mente embotada? Teniendo ojos no vis y teniendo odos no os? No os acordis de cuando part los cinco panes para los cinco mil? Cuntos canastos llenos de trozos recogisteis? Doce, le dicen. Y cuando part los siete entre los cuatro mil, cuntas espuertas llenas de trozos recogisteis? Le dicen: Siete. Y continu: An no entendis?

Llegan a Betsaida. Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano, le sac fuera del pueblo, y habindole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntaba: 8 Ves algo? l, alzando la vista, dijo: Veo a los hombres, pues los veo como rboles, pero que andan. Despus, le volvi a poner las manos en los ojos y comenz a ver perfectamente y qued curado, de suerte que vea de lejos claramente todas las cosas. Y le envi a su casa, dicindole: 9Ni siquiera entres en el pueblo.

Sali Jess con sus discpulos hacia los pueblo