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informe realizado por mi equipo del Presupuesto General de la Administración Nacional para el ejercicio fiscal correspondiente al año 2013.
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‐ 1 ‐
Presupuesto 2013, economía argentina y contexto
internacional.
1. El presupuesto 2013 en números y porcentajes.
Desde el punto de vista del gasto, el presupuesto para el año 2013 asciende a 628.629 millones de
pesos. Esa cifra implica un crecimiento respecto del ejercicio anterior del orden del 16,3%.
La composición económica de dicho gasto es la siguiente: 15,8% corresponde a gastos de
consumo (pago de salarios, adquisición de bienes y servicios), 8,8% a rentas de la propiedad a
pagar (intereses de deuda), 38,5% a prestaciones de la seguridad social (jubilaciones, pensiones y
otras prestaciones), 25,7% a transferencias corrientes (subsidios, tanto a familias como a
empresas y ONGs) y 11,3% a gastos de capital (inversión pública).
El gráfico 1 muestra el comparativo entre los ejercicios 2012 y 2013 de esos componentes.
Gráfico 1
Como contrapartida, la estimación de los recursos tributarios (impuestos nacionales más
contribuciones a la seguridad social) es de 822.073 millones de pesos, de los cuales 570.942
millones corresponden a la Administración Nacional, y el resto se coparticipa.
0
100.000
200.000
300.000
400.000
500.000
600.000
700.000
2012 2013
88.105 99.473
44.845 55.310
198.204241.723
148.836
161.39160.663
70.732
Composición económica del gasto (en millones de
pesos)
Gastos de capital
Transferencias corrientes
Prestaciones de la seguridad social
Rentas de la propiedad
Gastos de consumo
‐ 2 ‐
Partiendo de esos 570.942 millones y sumando (a) ingresos no tributarios, (b) venta de bienes y
servicios de la administración pública, (c) rentas de la propiedad a cobrar y (d) transferencias
corrientes a recibir, por un total de 56.287,3 millones de pesos, se obtienen los 627.229,1 millones
de recursos corrientes con los que contará la administración central para afrontar el gasto público
en 2013.
Luego, adicionando 1.987,5 millones en concepto de recursos de capital, se alcanzan los 629.217
millones de pesos de recursos totales.
La tabla 1 muestra el detalle de los conceptos de recursos mencionados, comparando nuevamente
entre 2012 y 2013.
Tabla 1
Recursos corrientes y de capital (en millones de pesos)
Concepto 2012 2013
Recursos corrientes 504.409 627.229
Ingresos tributarios 311.464 384.955
Contribuciones a la seguridad social 152.426 185.987
Ingresos no tributarios 9.974 14.096
Venta de bienes y servicios 2.017 2.564
Rentas de la propiedad 27.964 38.902
Transferencias corrientes 564 726
Recursos de capital 2.025 1.988
Total 506.435 629.217
La tabla 2 muestra los resultados para los ejercicios 2012 y 2013, expresados tanto en valores
monetarios como en porcentajes del PBI.
Tabla 2
Resultados
2012 2013
Concepto millones de $ % del PBI millones de $ % del PBI
Total recursos (a) 506.434,7 23,41% 629.216,7 24,65%
Total gastos primarios (b) 495.830,8 22,92% 573.323,7 22,46%
Intereses (c) ‐ (b) 44.820,8 2,07% 55.305,5 2,17%
Total gastos (c) 540.651,6 24,99% 628.629,2 24,63%
Resultado primario (a) ‐ (b) 10.603,9 0,49% 55.893,0 2,19%
Resultado financiero (a) ‐ (c) ‐34.216,9 ‐1,58% 587,5 0,02%
‐ 3 ‐
La diferencia entre los 628.629 millones de gasto y los 629.217 de recursos, otorga la estimación
de un resultado financiero positivo de 587,5 millones de pesos.
En cambio, se obtiene la estimación del resultado primario al realizar la misma cuenta pero
tomando solamente el gasto primario (es decir, quitando el pago de intereses de deuda): 629.217 ‐
573.324 = 55.893 millones de pesos.
Además de la composición económica del gasto (es decir a qué tipo de bienes y servicios son
destinados los fondos públicos y qué clase de transacciones se realiza con ellos, según su
naturaleza económica), es posible analizar la finalidad de éste (social, de seguridad, administrativa,
etc.).
Así surge que del total del presupuesto 2013, el 63% se empleará en servicios sociales, el 16% en
servicios económicos, el 9% en el pago de la deuda pública, el 6,4% en la administración
gubernamental y el 5,6% en servicios de defensa y seguridad.
Esta distribución evidencia rasgos estructurales que muy difícilmente pueden revertirse, dado que
son el correlato una trayectoria de gasto a través de los ejercicios, donde el poder ejecutivo, como
principal responsable de la elaboración del presupuesto, tiene muy poco margen para reasignar
recursos.
Las remuneraciones del personal, las prestaciones de la seguridad social, los gastos corrientes que
se requieren para mantener operativos los sistemas administrativos, le otorgan rigidez al consumo
público.
Sin embargo en el caso de la Argentina es destacable la enorme porción de fondos que son
asignados a los servicios sociales. Por un lado, atendiendo la educación, la salud, la cultura y la
ciencia. Y por otro, con un sistema jubilatorio de gran cobertura y otros programas universales de
prestaciones sociales, que revelan cómo el Estado cumple con una de sus principales funciones: la
redistribución, tanto intergeneracional como entre los sectores sociales.
El gráfico 2 muestra la finalidad del gasto para el año 2013, mientras los gráficos 2.1, 2.2, 2.3 y 2.4
detallan las partes correspondientes.
Una tercera forma de partir el gasto público es por jurisdicción (es decir, por la unidad institucional
que incurre en el gasto).
El gráfico 3 muestra la distribución del gasto por jurisdicción para el año 2013.
‐ 4 ‐
Gráfico 2
Gráfico 2.1
Administración gubernamental
6%
Servicios de defensa y seguridad
6%
Servicios sociales63%
Servicios económicos
16%
Deuda pública9%
Presupuesto 2013Finalidad del gasto
8,06%
25,29%
11,38%
8,92%
36,55%
6,92%
1,67% 1,20%
Administración Gubernamental
Legislativa
Judicial
Dirección Superior Ejecutiva
Relaciones Exteriores
Relaciones Interiores
Administración Fiscal
Control de la Gestión Pública
‐ 5 ‐
Gráfico 2.2
Gráfico 2.3
40,60%
46,67%
8,61%
4,12%
Servicios de Defensa y Seguridad
Defensa
Seguridad Interior
Sistema Penal
Inteligencia
6,32%
3,13%
71,25%
12,08%
2,59%
1,00%1,48%
2,15%
Servicios Sociales
Salud
Promoción y Asistencia Social
Seguridad Social
Educación y Cultura
Ciencia y Técnica
Trabajo
Vivienda y Urbanismo
Agua Potable y Alcantarillado
‐ 6 ‐
Gráfico 2.4
Gráfico 3
42,18%
6,22%
40,39%
2,29% 4,07%
2,02%2,57%
0,26%
Servicios Económicos
Energía, Combustibles y Minería
Comunicaciones
Transporte
Econología y Medio Ambiente
Agricultura
Industria
Comercio, Turismo y Otros Servicios
0,68%
1,13%
0,33%
0,54%
0,72%
4,12%
0,58%
0,87%
4,11%
4,19%
0,64%
0,25%
1,11%
0,22%
9,08%
5,48%
0,66%
40,33%
2,03%
5,71% 8,83%8,41%
Presupuesto 2013Gasto por jurisdicción
Poder Legislativo Nacional
Poder Judicial de la Nación
Ministerio Público
Presidencia de la Nación
Jefatura de Gabinete de la Nación
Ministerio del Interior y Transporte
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
‐ 7 ‐
2. El ejercicio anual como un eslabón en el proceso económico.
El mero análisis del presupuesto, aún cotejándolo con los números de ejercicios anteriores, o a la
luz de los datos de la ejecución presupuestaria, es insuficiente para comprender el alcance de las
políticas públicas adoptadas.
El enfoque que se propone en el presente apartado es tomar las estimaciones de gastos y recursos
para el año entrante como un resultado natural o esperable del menú de decisiones de política
económica tomadas por el Gobierno Nacional, e inscriptas en una nueva etapa de nuestra historia
económica.
Para esto en principio es necesario demostrar que existe una nueva etapa.
Comúnmente se distinguen los siguientes períodos en la economía argentina moderna: el modelo
agro‐exportador, desde finales del siglo XIX hasta la conclusión de la Primera Guerra; la
sustitución de importaciones, desde entonces hasta el final de la Segunda Guerra; la
industrialización incipiente, comprendiendo los dos primeros gobiernos peronistas y luego la
etapa desarrollista, con el modelo de stop and go, hasta la etapa tardía (1966‐1973); y el
neoliberal, desde 1976 hasta la crisis de 2001.
Algunos de esos momentos guardan estrechas semejanzas con el semblante productivo actual. Sin
embargo en esta última década, tanto condiciones externas como elementos locales configuraron
un proceso inédito en la economía Argentina.
Los indicadores macroeconómicos que sustentan tal afirmación son numerosos, pero se
distinguen esencialmente cinco de vital importancia:
1. La tasa de crecimiento promedio entre 2003 a 2011 fue de 7,7%, incluyendo la fuerte
desaceleración experimentada en 2009 producto de la crisis internacional. Este
crecimiento sostenido es el de mayor magnitud de la historia argentina.
2. El saldo de la balanza comercial en el mismo período fue en promedio un 5,8% del PBI.
3. El stock total de deuda se mantiene en un 40% del PBI, habiendo alcanzado en marzo del
año 2003 un pico de casi el 150%. Sin embargo la composición de la deuda en la actualidad
es mucho más saludable que en el pasado, dado (a) porque gran parte de la misma es en
pesos, (b) porque sólo un 13% está en manos de privados y (c) porque tiene una vida
promedio mayor (antes 6,1 años, ahora 10,7).
4. La tasa de inversión alcanzó en 2001 su máximo histórico de 24,5% del PBI.
5. La tasa de desempleo descendió ininterrumpidamente desde 2003, y al primer trimestre
de 2012 se ubicó en 7,2%.
Con estos números como reflejo de lo ocurrido en el lapso de casi diez ejercicios consecutivos,
bastaría para despejar todas las dudas de que estamos frente a una nueva etapa. Más si se los
compara con los del período inmediato anterior, es decir, con la década del 90.
La tabla 3 ilustra esta comparación.
‐ 8 ‐
Tabla 3
1991‐2002 vs. 2003‐2011
Indicador 1991‐2002 2003‐2011
Tasa de crecimiento promedio 2,0% 7,7%
Saldo comercial promedio (% PBI) ‐0,5% 5,8%
Tasa de inversión promedio (% PBI) 18,2% 20,8%
Evolución de tasa de desempleo De 7,5% a 21,5%. De 20,4% a 7,2%.
Sin embargo es posible hilar aún más fino en el análisis económico.
Por ejemplo, la composición de las exportaciones da signos de una evolución muy positiva. La
tabla 4 muestra los valores para los años 1991 y 2011.
Tabla 4
Composición de las exportaciones
1991 2011
Rubro miles de USD % del total miles de USD % del total
Productos primarios 3.301.214 27,6% 20.212.633 24,1%
Manufacturas de origen agropecuario 4.927.398 41,1% 28.191.835 33,6%
Manufacturas de origen industrial 2.983.452 24,9% 28.916.381 34,4%
Combustibles y energía 765.721 6,4% 6.629.356 7,9%
Total 11.977.785 83.950.205
Además del gran salto que dieron las exportaciones en términos absolutos, es de trascendencia
que la participación de las manufacturas de origen industrial haya trepado 10 puntos
porcentuales.
A menudo se sostiene que la Argentina crece impulsada por el alto precio de los commodities que
coloca en el mercado internacional. Si bien es imposible negar que esta condición externa
favorezca la consolidación de la economía local, queda claro a partir de los datos volcados, que en
los últimos veinte años, tanto los productos primarios como las manufacturas de origen
agropecuario cedieron participación en las exportaciones a las manufacturas de origen industrial y
a los combustibles y energía, aún siendo beneficiados por los altos precios mencionados.
Por otro lado, la industria metalmecánica también experimentó un fuerte incremento. Entre 1995
y 2002 dicho sector cayó en promedio un 10,5% anual, mientras que para el período 2003‐2011 el
crecimiento del mismo fue en promedio del 13%.
‐ 9 ‐
Por último, también el sector automotriz brinda contundente esbozo del cambio radical verificado
entre la década del 90 y el modelo actual. Entre 1993 y 2002 el récord de producción fue de
457.000 unidades (1998). En promedio en esos años la industria automotriz cayó un 7,5% anual.
En el año 2011 se produjeron 826.000 unidades, récord histórico. El promedio de crecimiento
entre 2003 y 2011 para el sector fue de 21,6% anual.
Tomando como punto de partida los indicadores macroeconómicos citados y su evolución
estimada para los próximos años, pero en general la perspectiva de los rasgos del modelo
económico iniciado en 2003, el Poder Ejecutivo diseña este presupuesto que, una vez más, prevé
(a) expansión del gasto para seguir fomentando desde el estado la actividad económica, (b)
inversión pública para afrontar obras que apuntalen el desarrollo económico tanto a nivel regional
como nacional, (c) ejecución de programas de desarrollo social, vivienda y empleo, para que a
través del sector público se genere un flujo redistributivo con los excedentes provenientes de los
beneficios de sectores en auge, (d) gasto récord en educación, salud y ciencia, para contribuir al
desarrollo a través del mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, (e) política energética
de autoabastecimiento, a través de la participación estatal en compañías del sector, orientando
inversiones en exploración y explotación.
3. El contexto internacional de crisis y los nuevos desafíos de integración de
la economía argentina.
La principales economía del mundo están evidenciando una desaceleración en su ritmo de
crecimiento. La consecuencia directa de esto es un estancamiento en las relaciones comerciales
globales.
La situación fiscal de varios países de la Eurozona empeoró sensiblemente desde 2008, y los
paquetes de medidas que se tomaron para contrarrestar los efectos de la crisis, fueron en su
mayoría contractivos.
Todos estos países, desde lo más frágiles a los más sólidos, aplicaron recortes del gasto público.
Las perspectivas de crecimiento de Brasil se vieron seriamente afectadas. Este es un factor a tener
en cuenta, dado que nuestras exportaciones al país vecinos, desde su enfoque son importaciones.
Y el nivel de importaciones de una economía está estrechamente ligado (alta elasticidad) al nivel
del producto. La primera variable que se resiente cuando la actividad brasilera disminuye, son
nuestras exportaciones, especialmente las del sector industrial, como autopartes.
Con la caída del comercio global y el estancamiento de nuestro principal socio comercial, es
preciso tomar políticas económicas drásticas.
Muchos empresarios reclaman una devaluación para mejorar las condiciones de competitividad en
los mercados externos. Esto implicaría una caída del salario en dólares de los trabajadores, lo que
bajaría costos, y en definitiva permitiría ofrecer los productos en esos mercados a un mejor precio.
Sin embargo redundaría a largo plazo en un perjuicio para el poder adquisitivo de los argentinos.
‐ 10 ‐
Uno de los elementos que constituyó un freno a la penetración de la crisis internacional en
nuestro país, fue haber contado por primera vez en la historia con un mercado interno fuerte, que
continúa demandando productos y servicios en un contexto en que la demanda cede a nivel
mundial.
Por eso en este escenario el Gobierno Nacional evitará devaluaciones bruscas, como ocurriera en
otras etapas, por ejemplo con el modelo de stop and go, para ir adecuando muy lentamente el
tipo de cambio.
Las restricciones a las importaciones seguirán firmes. No sólo se justifican por la intención de
mantener la balanza comercial superavitaria. También evitan la colocación de excedentes de
insumos de las principales economías, cuyas ventas bajaron y cuentan con sobrantes que pueden
liquidar a bajísimos precios.
Por último, la política en términos de deuda externa que el Gobierno mantuvo durante los últimos
años, permite también transitar con mayor tranquilidad la coyuntura internacional crítica. Como
ya se ha señalado, un alto porcentaje de la deuda contraída en moneda local, un plazo de vida de
la misma más alto y una pequeña porción tomada por el Sector Privado, son factores que
independizan a la economía argentina de las fluctuaciones espasmódicas que sacuden a un volátil
sistema financiero internacional.