7/23/2019 Anlisis psicoanaltico de la muestra de grabados de
Andy Warhol
1/3
Andy Warhol o el volumen de lo plano
Marcos Mondoedo
Puede fotografiar, pero sin flash, advirti el guardin de turno.
Mi amiga no iba a ponerleflash a su toma y le sonri divertida.
Posando frente a las serigrafas de Andy Warhol que
se expusieron en el Centro Cultural de la Universidad Catlica,
durante los meses de julio yagosto y por causa de esta advertencia,
me lleg como unfulgorel sentido de la muestra:
una tensin entre la intencional ausencia de profundidad en los
cuadros y el tratamiento
solemne, protector de los originales, que es inherente a la
mayora de las muestras
retrospectivas. Se trataba, pues, de una tensin entre lo plano y
lo profundo. Estacomprensin, sin embargo, no atenuaba cierta desazn
que me acompaaba y que, como
luego verifiqu, se haba suscitado en algunos amigos.
La muestra contena portadas de revistas, pelculas y serigrafas.
Algunas de estas y las
portadas contenan rostros de personajes famosos de la cultura
popular y de la alta culturaque, no obstante, son ya conos
populares. Dentro de todos los retratos es destacable lapresencia
de la famosa serie de Marilyn Monroe, casi una traduccin figurativa
del nombre
Andy Warhol.
La tcnica empleada en la mayora de las obras presentadas es la
serigrafa. Ella consiste enfiltrar los colores a travs de una trama
de seda, mientras que se recubren las partes que no
se deben impregnar. El resultado es una superposicin de
segmentos de color cuya
composicin entrega una imagen que no esconde el procedimiento
con el que fueconstituida. Esta tcnica dificulta la ilusin
figurativa del volumen que, en todo caso, es una
interpretacin cooperativa del observador.
En consecuencia, el carcter bidimensional del resultado
contrasta significativamente con el
relieve de los famosos personajes representados. Esto se
confirma por el hecho de que
tanto Freud como Superman, tanto Kafka como Howdy Doody son
motivo del trabajofigurativo del artista. En otras palabras, toda
trascendencia queda completamente
aplanada.
No obstante, la retrospectiva como gnero de instalacin implica
paradjicamente atribuirun relieve o trascendencia al recorrido del
artista exhibido. Y si algo parece saltar a la vista
en el trabajo de Warhol es precisamente la desmitificacin de la
alta cultura y de sus figuras
representativas. Esta caracterstica, sin embargo, no implica una
actitud desacralizadora
grave y solemne, sino simplemente una trivializacin, una especie
de cnico ninguneo. Portanto, la tensin entre lo plano y lo profundo
de la muestra puede ser interpretada como una
especie de burla de Warhol hacia su propia instalacin.
Como sostiene Andreas Huyssen en Despus de la gran divisin, lo
que vuelve
antimodernista al arte posmoderno es la prdida de la irona, la
reflexividad y la duda
acerca de s misma; su alegre abandono de la conciencia crtica,
su fastuosa autosuficienciay la mise en scne de su conviccin de que
debe existir para el arte un reino de la pureza (p
7/23/2019 Anlisis psicoanaltico de la muestra de grabados de
Andy Warhol
2/3
310). En el caso de las obras expuestas, esto se observa en la
utilizacin sin controversias
de su tcnica. A diferencia del cuestionamiento de los medios de
expresin en las
experimentaciones vanguardistas, la tcnica en este artista y en
todos los artistasposmodernos es asumido sin problemas. No
obstante, la asuncin de los personajes de la
cultura popular (Mikey Mouse, la bruja mala del oeste) podra
hacernos pensar en algn
tipo de cuestionamiento. Pero, tambin con Huyssen, deberamos en
todo caso plantearnos,antes bien, un proceso de democratizacin en
el que la fantasa popular irrumpe en el arte
moderno ya cannico.
No obstante, cabe bosquejarse el siguiente problema: el
procedimiento de eleccin
temtica de las serigrafas de Warhol intenta elevar a la dignidad
cannica de lo artstico la
cultura de masas o es el arte el que termina siendo cuestionado
con esta irrupcin? Esta esotra tensin, pero de carcter ms general,
que se configura en la obra artstica posterior a la
vanguardia. Dicha alternativa muestra la valoracin que puede
hacerse del arte
posmoderno: en el primer caso, se lo ridiculiza se tratara de un
vano intento de
generalizacin del aura de lo artstico; en el segundo, se lo
concibe como conteniendo unpotencial crtico. Lo interesante es que
una frase de Warhol, adherida sobre una pared de la
galera, responde a dicha tensin de la siguiente manera: Si
quieren encontrar algo ms
profundo de m, no lo encontrarn, no hay nada; yo estoy en la
superficie de mis cuadros.Y es que las dos valoraciones que se
plantean en la mencionada tensin intentan transitar
hacia una dimensin de profundidad que Warhol propone como
inexistente. Su
intervencin en la cultura es, desde su punto de vista, puramente
significante.
Desde una perspectiva psicoanaltica, habra entonces que explicar
que esa operacin del
puro significante est correlacionada, no con un Otro estable y
universal, no con un garante
de sentido para todos, sino con la ausencia de ese Gran Otro. Si
no existe, si no hay ununiversal unificado que articule
significantes y, en tal sentido, permita o restrinja su
inclusin dentro de una totalidad de sentido, no es posible, en
consecuencia, delimitar por
ejemplo lo artstico de lo no artstico, lo privado de lo pblico,
lo superficial de loprofundo. Por ello, en la obra de Warhol pueden
convivir y sucederse las imgenes de un
len, de un travesti afroamericano, de una lata de sopa, la suya
propia y sin que esto nada
signifique sino que, al contrario, implique una lgica metonmica
de la pura derivasignificante.
Pero habra que dar un paso ms. Como sostiene Eric Laurent en El
Otro que no existe y
sus comits de tica, conviven dos caras en el estado actual de la
civilizacin: La cara
positiva es la diversidad, el no enrolamiento, el encanto del
uno por uno, y el reverso ms
terrible es que no permite saber cmo situarse ante el Otro y su
llamado a un siempre ms,
un an (148). Debe inmediatamente aclararse que aqu Otro no es ya
la Culturauniversal, el garante unificador del sentido, sino su
revs, el Otro en su dimensin de goce.
Con esto no se quiere decir, simplemente deleite, sino que goce
designa una
simultaneidad de placer y dolor. Entonces, ante la cada de los
ideales y de los muros, elOtro que persiste es aquel que impone su
goce como una preceptiva inevitable que nos
encarrila en la urgencia de su cumplimento. Pongamos de ejemplo
el mercado, que
proyecta infinidad de productos de consumo y los renueva con una
velocidad creciente y decaducidad vertiginosa. Como obvio
correlato, al consumidor se le exige la compra
constante de lo nuevo; este imperativo es imposible de
satisfacer; pero, al no haber nada
