Anarquismo, Ateísmo y Anticlericalismo

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ANARQUISMO, ATESMO Y ANTICLERICALISMO.10/11/2004 ------------------------------------------------------------------------13/12/2002El enemigo de los pobres no es el cristiaismo sino el capitalismo.No slo por experiencia personal s que hay militantes y colectivoscristianos que, sin llamarse anarquistas o ser miembros de la CNT,tienen una sensibilidad humana y unas ideas sociales idnticas o muyprximas a las de los libertarios. Como los propios anarquistas, sonpartidarios de la autogestin, de la igualdad social, la solidaridad yotros postulados cratas. Y se trata de anarcocristianos que no slopredican sus ideas, y ello con una generosidad y un tesn que muchosanarquistas desearan para s mismos. Decenios de convivencia,colaboracin y amistad con libertarios cristianos me dan derecho a decirlo que acabo de decir. Recordar aqu al paso que la editorial que msliteratura obrera public bajo el franquismo - la ZYX de Madrid- fufundada en 1963 por militantes catlicos como Julin Gmez del Castillo,Guillermo Rovirosa y Toms Malagn. Pues bien, estos hombres ofrecieronsu tribuna editorial a autores libertarios como Juan Gmez Casas, DiegoAbad de Santilln Kropolkin, o yo mismo. Publicaron ms de 80 ttuloslibertarios, algunos con 8 ediciones.Pero s tambin que muchos anarquistas no aceptan a los libertarioscristianos como compaeros de lucha y los miran incluso por encima delhombro, y ello porque consideran -horrible dictu- que su f religiosa esincompatible con la tradicin anticlerical y atea del anarquismo,tradicin basada, como se sabe, en el lema de "ni Dieu ni maitre".Al gestarse la doctrina anarquista, la Iglesia constitua, en suconjunto, uno de los pilares bsicos de la burguesa, la reaccin y lacontrarrevolucin. La actitud atea y anticlerical del anarquismo fi unarespuesta a una institucin que por aquel entonces se identificaba mscon las clases pudientes que con las clases menesterosas. Eso explica,entre otras cosas, que la quema de conventos e iglesias o la persecucinde los jesuitas se convirtiera en una de las constantes de la historiade Espaa a partir de la Ilustracin y de las luchas sociales del sigloXIX. El anarquismo no inventa el atesmo y el anticlericalismo, sino quelos hereda o asume de un contexto histrico caracterizado por laconfrontacin entre una Iglesia totalmente alejada del cristianismooriginal y la nueva doctrina materialista, nodriza del atesmo.Hay que sealar aqu que el materialismo moderno fue elaborado porfilsofos, intelectuales y cientficos de origen burgus que nada o muypoco tenan que ver con el movimiento obrero de liberacin. Entre susprecursores se hallan Hobbes, Descartes, Locke y Bayle, pero tambinSpinoza, cuyo pantesmo jugara un papel central en el desarrollo delatesmo. Pero fue sobre todo en Francia y en el curso del siglo de lasLuces que el materialismo pasar a convertirse en una teora homognea ymilitante. Sus representantes ms importantes fueron La Mettrie, elbarn d`Holbach y Helvetius. En la misma o parecida lnea se movan susepgonos Condillac y Cabanis. Materialistas fueron en InglaterraGassendi y Mandeville.El materialismo alemn se inicia en el seno de la izquierda hegeliana,para culminar en Feuerbach y Marx, ambos ateos declarados.Los primeros grandes tericos del socialismo -Saint-Simon, Fourier,Guillermo Weitling- no compartan en absoluto la concepcin materialistadel hombre, tampoco su hedonismo epicreo. La revolucin francesa fueantimonrquica y anticlerical, pero no atea ni materialista. Susprincipales representantes eran destas o testas, crean en un SerSuperior o religin natural. Rousseau lleg a decir que los ateosdeberan ser condenados a muerte. Voltaire conden tambin el atesmo.En su "Dictionaire philosophique" pueden leerse las siguientes palabras:"Es pues absolutamente necesario para los prncipes y los pueblos, quela idea de un ser supremo creador, gobernador, recompensador y vengadorest gravado profundamente en todos los espritus".Puede decirse que el anarquismo asumi el atesmo por causascircunstanciales, como asumira tambin otras ideas procedentes delideario burgus o del espritu de la poca, como el naturismo, elesperantismo, la glorificacin de la tcnica, la afirmacin del amorlibre o el mito del progreso indefinido.Aquello de que la "frailocracia es nuestra mayor calamidad", como elbueno de Ricardo Mella afirm en cierta ocasin , pudo ser verdadentonces, pero se ha convertido hoy en un anacronismo trasnochado, n oslo porque la Iglesia misma ha dado un cambio de ciento ochenta grados,sino porque el enemigo de las clases humildes no es el cristianismo,sino el capitalismo.Pero lo que importa subrayar aqu sobre todo es que la fe religiosa esun derecho personal inalienable, que ningn anarquista que este a laaltura de este ideario puede discutir y utilizar como pretexto paranegar a un creyente su condicin de libertario.Quienes as piensan u obran no se dan cuenta que descienden al mismonivel que los cristianos caverncolas que han atacado ferozmente a losanarquistas por no creer en Dios.Los anarquistas no solo deben respetar la fe religiosa de los creyentes,sino que deben correr en su auxilio cuando aquellos estn amenazados demuerte. Se ha hablado mucho y con razn de las monjas y sacerdotesasesinados durante la guerra civil por individuos que confundan elideal libertario con el espritu de venganza, y en cambio muy poco delos anarquistas que se opusieron a estos actos y salvaron a un grannumero de cristianos perseguidos. Mi padre, que al estallar la guerracivil resida en Matar y trabajaba en la misma fabrica que Juan Peiro,salvo, junto a su compaero y amigo a diecisiete monjas de un conventode clausura situado al frente de la casa donde yo pase mi infancia, enla calle de la Coma. Mi padre y Juan Pereiro se opusieron a la ejecucinde las monjas no porque compartiesen su fe religiosa, pues eran ateos,sino porque consideraban que los anarquistas son los primeros que debensalir al paso de la injusticia y el crimen, tambin cuando estospretenden parapetarse detrs de una ideologa. En este sentido obraroncomo lo hubiera hecho Enrico Malatesta: " Por lo que a mi respecta -escribi el anarquista italiano - yo violara todos los principios delmundo con tal de salvar al hombre ". Y fue el mismo Malatesta, quien, apesar de ser partidario de la revolucin violenta, escribi lassiguientes palabras, dirigidas precisamente a los anarquistas de lavuelta de siglo que confundan la lucha por la emancipacin delproletariado con el odio y el terrorismo " Gritemoslo con fuerza ysiempre: los anarquistas no deben, no pueden ser justicieros: sonlibertadores. Nosotros no odiamos a nadie; no luchamos para vengarnos,ni para vengar a los dems; nosotros queremos el amor para todos....Elmismo fin por el cual luchamos nos fuerza a ser buenos y humanos aun enmedio del furor de la batalla ".Quien no comprenda esta leccin no comprender nunca la verdadera razdel ideal libertario.